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La corrupción administrativa en Colombia 1985-2019

Planteamiento del problema

La Rama Judicial en Colombia ha sido asediada continuamente por el flagelo de la

corrupción, considerándose que ella misma coopera como factor generador, en la medida

en que la falta de una pronta y cumplida justicia o la imposibilidad de acceder a ella, trae

como consecuencia una desconfianza e incredulidad en la institucionalidad y una

tendencia a la búsqueda, por las partes, de otras soluciones al margen de la ley.

El fenómeno de la corrupción se resiste, tal vez, a cualquier tipo de esquematización. La

forma difusa del flagelo ha adquirido los contornos de la problemática política, social y

judicial colombiana. La corrupción se nutre, a través de vasos comunicantes

insospechados, de un amplio espectro de fenómenos que componen la crisis del Estado

de Derecho y que pueden ser su causa o efecto, nadie ha respondido con certeza a este

interrogante.

En el presente siglo los corruptos afloran por doquier; los líderes de la ética son escasos,

casi siempre terminan asesinados y nunca se esclarece judicialmente la responsabilidad

de los partícipes en tales crímenes ya que los conspiradores o determinadores jamás son

puestos a buen recaudo.

Es cierto que cada día que pasa nos permite informarnos mejor de hechos de corrupción

por cuantías inimaginables en el pasado, con alarde de ingenio, con utilización de

personas interpuestas o testaferros, todo lo cual hace ver como cosas insignificantes los
―robos ‘‘de antaño. Se afirma, cada día que transcurre la corrupción funcionarial le roba

al erario público alrededor de 32 millones de pesos, pero sucede que el noventa por ciento

(90%) de esos funcionarios no irá nunca a la cárcel ni devolverá un sólo centavo de lo

escamoteado.

. Lo dicho sin entrar en el campo de la eficiencia, eficacia y efectividad de la justicia.

El Departamento de Planeación Nacional ha puesto en entredicho tales indicadores pues

de la totalidad de los delitos cometidos en el país apenas el veinte por ciento (20%) es

objeto de denuncia del que sólo el tres por ciento (3%) llega a la efectiva a imposición de

sanción por parte de los jueces.

No se puede olvidar y menos desconocer, que una buena parte de la corrupción que se da

a nivel de la justicia tiene como partícipes a los gestores judiciales que contratan las

partes. Los apoderados judiciales en muchos de los casos de corrupción actúan como

promotores instigadores o cuando menos como cómplices por consentir los mismos. En

este sentido, se insiste, es cuestionable la labor que en materia de ética profesional se

inculca a este importante grupo profesional y por ello es necesario realizar un mejor

control disciplinario sobre los abogados e incluso introducir algunas figuras delictivas

que sirvan de talanquera a conductas desviadas.

Formulación del problema

¿Cuáles son las principales causas generadoras de la corrupción en la administración de

justicia en colombiana?
Justificación

La corrupción es un fenómeno universal, tanto en el tiempo como en el espacio, y ha

cambiado el curso de la historia, desde los imperios antiguos hasta los estados modernos,

pasando por todas las formas intermedias de organización social. La corrupción es un

problema complejo que definimos como: El acto ilegal, ilícito e ilegítimo por medio del

cual una persona al servicio o no del Estado, busca obtener un resultado o una decisión

que le satisfaga ambiciones económicas o políticas.

La corrupción es un proceso generalizado que se encuentra en todos los niveles del Estado

colombiano, no siendo la excepción nuestra rama judicial, nuestro país, a pesar de haber

realizado estudios, análisis y diagnósticos sobre la administración de justicia,

específicamente sobre su crisis, continúa dando tumbos entre la ineficiencia y la

ineficacia en un mar proceloso de corrupción, ante la mirada impávida, el desdén, el

desconcierto y escepticismo de funcionarios, ciudadanos y hasta del mismo Estado.

Una razón fundamental para realizar esta investigación es la jurídica, en el entendido que

la corrupción permea todos los campos y ámbitos administrativos en Colombia,

Desde el punto de vista social en flagelo de la corrupción golpea gravemente la moral del

país generando en los funcionarios públicos vicios administrativos con el fin de

menoscabar el erario público del país.

Desde el punto de vista económico la corrupción administrativa golpea a los más

vulnerables del país, con la creación de reformas y nuevos impuestos que afectan a la

clase más necesitada del país.


La razón política que trasfigura la corrupción administrativa en Colombia se entiende

desde diversos ángulos, desde el aspirante político que compra un voto, hasta el

funcionario que ofrece o da dadivas para la ejecución o el cumplimiento de una orden o

proyecto.

Objetivo general

Identificar las causas que generan la corrupción en la administración de justicia

colombiana, buscando que se formulen estrategias de solución para su prevención y

sanción.

Objetivos específicos

 Identificar las principales causas que generan la corrupción en la administración

de justicia colombiana.

 Describir mecanismos de solución tendientes a la prevención y sanción del

flagelo estudiado.

 Determinar los casos más relevantes en materia de corrupción que se han

presentado en Colombia.
Marco referencial

Estado del arte

La corrupción es un vicio universal en el tiempo y en el espacio, éste es un principio que ya

aceptamos. Pero, así como ha existido corrupción en todos los tiempos y en todos los

lugares, han existido combatientes sin tregua de este flagelo. ¿Quiénes? Los soñadores, los

quijotes, los altruistas, los pensadores y reformadores, cada cual a su manera. La

humanidad desde el comienzo de las civilizaciones hasta nuestros días, los puede contar por

millones. Muchos de ellos con su vida dieron testimonio de la lucha contra la corrupción.

Otros más afortunados, murieron acariciando la idea de ver realizada la reforma concebida

por su inteligencia.

Dentro de los grandes próceres idealistas de esta lucha contra la corrupción y en especial de

la diáfana administración de justicia destacan:

FIERRO MANRRIQUE en su obra titulada La formación profesional del abogado,

establece: ―a medida que las sociedades regionales se estratifican, a consecuencia de la

dinámica natural del sistema de dominación, que las economías se estancan en relación a

demandas crecientes y aspiraciones insatisfechas, y que los sistemas políticos se vuelven

autoritarios y cerrados, los sistemas normativos van perdiendo vigencia y eficacia en la

sociedad. Surge para el Derecho el interrogante extremo ―adaptarse a la realidad o perecer


“la corrupción del mundo por el pecado original, permitía con relativa facilidad introducir

en la ética, la violencia como un medio para combatir el pecado y las herejías que ponían el

alma en peligro” (Weber, 1979, p. 170).

CALAMANDREI, en su obra titulada Derecho procesal civil menciona conductas indebidas

por parte de abogados marrulleros así: ―darle largas al proceso mediante peticiones que se

sabe son infundadas, optar por procedimientos más complicados para obtener los

aplazamientos, impugnar siempre para ganar tiempo, innobles gestos con el fin de poderse

jactar ante el cliente de haber conseguido una vez más aplazar, con aquella brillante hazaña

el día de la derrota.

“la corrupción es en su raíz, un problema ético y lo ha sido así durante toda la historia escrita,

si bien el soborno es tan antiguo como los gobiernos propiamente dichos, esa longevidad no

se debe a que el mencionado delito este aprobado en algunas culturas.” (Klitgaard, 1994, p.

25).

CASTILLO RINCON, en su obra titulada El juez civil frente al computador resalta la dura

realidad respecto de la congestión judicial con el siguiente comentario: ―Los jueces,

acuciados por semejante recargo de trabajo, y aún más por las partes, por la propia

Procuraduría General, se ven forzados a despachar por arrumes los asuntos con explicable y

justificado perjuicio de la calidad de las providencias, y aun así fuera de términos, en la

mayoría de los casos… Por ello, cualquiera que haya tenido oportunidad de asomarse a uno

de estos despachos judiciales, habrá podido advertir cómo los interesados frecuentemente

tienen que competir a codazo limpio para lograr la consulta de los libros de la Secretaría o el

examen de los expedientes‖. Es de anotar que existe poca producción de obras relacionadas
con la problemática que se estudia en el presente trabajo y más reducidas aún aquellas que

tratan del tema corrupción en despachos judiciales, a pesar de ello, todos si conocemos

directa o indirectamente casos de la difícil situación como son ejemplo los autores citados

atrás, cuyos textos desarrollan de manera amplia y critica, el tema de investigación propuesto.

Así las cosas, es evidente que el direccionamiento de la administración

pública tenga su origen natural en los partidos políticos, los cuales a través del

tiempo se han ido convirtiendo en verdaderas empresas políticas,

transformación que según Weber hizo necesaria una preparación metódica de

los individuos para la lucha por el poder y sus métodos (Weber, 1979, p. 107).

Respecto de la responsabilidad penal y patrimonial de los servidores públicos

se implementan dos acciones: la primera, la constitución a cargo de la entidad

como Parte Civil dentro de los procesos penales por delitos contra la

Administración Pública para obtener el resarcimiento de los perjuicios

causados; y segunda, ejercer la Acción de Repetición contra los funcionarios

corruptos cuando es declarado responsable el Estado en los eventos en que ha

existido dolo o culpa grave de parte de aquel. (Villegas 1995, p. 51),


Marco contextual

Colombia, oficialmente República de Colombia, es un país soberano situado en la región

noroccidental de América del Sur, que se constituye en un estado unitario, social y

democrático de derecho cuya forma de gobierno es presidencialista. Es una república

organizada políticamente en 32 departamentos descentralizados y el Distrito capital de

Bogotá, sede del gobierno nacional.

Colombia, cuenta con una población de 49.834.000 habitantes, Colombia es un país

sudamericano el cual limita así:

Límite al NORTE: Panamá (Noroeste), el océano Atlántico y Venezuela (Noreste).

Límite al SUR: Perú y Ecuador (Suroeste).

Límite al ESTE: Brasil (Sureste).

Límite al OESTE: Panamá y el Océano Pacífico.

La economía del país se sustenta en las exportaciones de café generalmente, Colombia

es un país que fundamenta su economía también en la agricultura, ganadería, minería y

en las actividades informales.

El factor político del país se divide en una lucha multipartidista en la cual resaltan los

movimientos de derecha, izquierda y centro, estas posturas radicales han generado

convulsiones sociales dentro del país.


Actualmente el factor social de este país se ha sublevado antes las políticas públicas

establecidas por el gobierno del presidente de turno, lo que ha generado disturbios y

manifestaciones en todo el país.

Marco temporal

La presente investigación versa sobre la corrupción administrativa en Colombia

delimitada entre los años 1985 y 2019.

Un país como Colombia el cual ha sufrido tajantemente el flagelo de la guerra y la

corrupción administrativa en todas sus modalidades presenta un panorama complejo en

cuanto a la solución pronta de sus problemáticas administrativas, el imaginario social y

moral de los colombianos en su mayoría está claramente orientado a la trampa y la

corrupción, lo que ha generado una gran cantidad de sucesos lamentables y previsibles,

tales como los casos más sonados de corrupción a nivel nacional.

Tales casos como:

1. Caso: El Guavio. Costo: $ 15.000 millones de pesos. La única persona capturada

fue Fabio Puyo Vasco por el multimillonario desfalco al Estado en la construcción

de la central hidroeléctrica en Cundinamarca.

2. Foncolpuertos Costo: $ 2,5 billones de pesos. Luis Hernando Rodríguez fue

gerente liquidador de Puertos de Colombia. A través de Foncolpuertos, y con la

complicidad de jueces, se pagaron millonarias pensiones de manera irregular


3. Caso: Interbolsa Costo: $ 300.000 millones. Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz

montaron un entramado que estafó a inversionistas de Interbolsa y Premium.

4. Caso: Carrusel de la contratación en Bogotá Costo: $ 2,2 billones. El exalcalde de

Bogotá Samuel Moreno y su hermano el exsenador Iván Moreno lideraban una

red de contratistas, políticos, abogados para atribuir irregularmente grandes obras

distritales y nacionales.

5. Caso: Saludcoop. Costo: $ 1,4 billones. Carlos Palacino, expresidente de

Saludcoop, es investigado por los millonarios recobros que esta EPS le hacía al

Estado y que sirvieron para pagar abultadas bonificaciones, finca raíz, viajes e

inversiones en el extranjero.

En materia de la lucha contra la corrupción las disposiciones jurídicas más

importantes son:

 LEY 599 DE 2000 (Julio 24) Por la cual se expide el Código Penal.

 Ley 1762 de 2015, “por medio de la cual se adoptan instrumentos para

prevenir, controlar y sancionar el contrabando, el lavado de activos y la

evasión fiscal”, publicada en el Diario Oficial No. 49.565 de 6 de julio de

2015.

 Ley 1474 del 2011 ESTATUTO ANTICORRUPCION

 -434/13 - Corte Constitutional

 Sentencia C-397/98 CONVENCION INTERAMERICANA ...


Marco histórico

Una revisión inicial de algunas fuentes históricas sobre el sistema legal colonial en la Nueva

Granada parece sugerir que los patrones observados en la metrópoli española se replicaron

en las colonias americanas.

Las normas que se aplicaban eran ambiguas y anti técnicas. Era un sistema legal que

desincentivo la inversión y fortaleció el predominio de un aparato estatal clientelista. La

burocracia colonial encargada de administrar justicia era mal paga y corrupta.

La venalidad imperante en el sistema judicial colonial, su ineficiencia y la limitación técnica

de sus normas fueron un factor explicativo del subdesarrollo que vivió la Nueva Granada

hasta la independencia. Simón Bolívar nuestro libertador y creador de la República tomó

decisiones importantes, en esta materia.

En su discurso en el acto de instalación del Congreso reunido en Angostura en 1819 fue

enfático en decir: "Al pedir la estabilidad de los jueces, la creación de los jurados y un nuevo

Código, he pedido al Congreso la garantía de la Libertad civil, la más preciosa, la más justa,

la más necesaria, en una palabra, la única Libertad, pues que sin ella las demás son nulas".16

Años más tarde, como Presidente de la Colombia nacida en Angostura, el 26 de noviembre

de 1826 encarga a los Tribunales de la República los siguientes puntos: A) El más pronto

despacho de las causas, especialmente de las criminales y las de Hacienda. B) Establecer que

las Cortes superiores sean inexorables estando muy vigilantes sobre los juzgados inferiores

y sobre sus subalternos para que cumplan exactamente sus deberes y no demoren por
descuido o malicia, las causas y procesos. C) Corregir el mal estado de las cárceles, con el

suficiente aseo, limpieza y salubridad. D) Que a los que fueren negligentes en promover la

pronta administración de justicia se les impondría el castigo correspondiente.

“la corrupción solamente aparece como un problema real, en las sociedades democráticas,

porque es en ellas, donde es posible un control de la actividad política; mientras que, en otros

sistemas y regímenes políticos como las dictaduras, los casos de corrupción, o no se

descubren o de hacerse, se depuran en silencio, lejos del conocimiento de la opinión pública”

(Galán, 2013, p. 36).

También al LIBERTADOR avizorando las diversas manifestaciones corruptas de sus

dirigidos se le debe el proponer crear un Poder Moral de la República y en su célebre

propuesta en el Congreso de Angostura, en 1819 dijo: Moral y luces son los dos polos de una

república, moral y luces son nuestras primeras necesidades1. Para contrarrestar la corrupción.

BOLIVAR expidió varios decretos en los que se imponía la pena capital a toda persona que

en forma indebida se apropiara de bienes públicos y autorizaba medidas cautelares en busca

de recuperar lo expropiado: también se castigaba ―a todos aquellos jueces o personas que

se les pruebe haber abogado en favor de corruptos por connivencia, parcialidad o cualquier

otra causal.

El general FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, consideraba que el empleado corrupto

era más traidor a su patria que quien trama una conspiración. Y para luchar contra la

malversación de fondos dictó el Decreto 23 de octubre de 1819, cuyo artículo primero dice:

―El empleado en la Hacienda Nacional a quien se le justificare sumariamente fraude o

malversación en los intereses públicos o resultare alcanzado, se le aplicará irremediablemente


la pena de muerte, sin necesidad de formar más proceso que los informes de los tribunales

respectivos‖18 El primer ideólogo del liberalismo colombiano EZEQUIEL ROJAS en un

ensayo breve traza la filosofía del partido liberal, el 2 de julio de 1848 señalando en su escrito:

―que haya pronta y cumplida justicia; que los jueces sean completamente independientes de

la rama ejecutiva; que al nombrar empleados públicos solo se tenga en mira el buen servicio

de la sociedad; que se retire al ejecutivo la facultad de disponer de las rentas públicas por

medio de contratos a su arbitrio, porque ―el favoritismo o un error de entendimiento al

celebrar un contrato puede fácilmente poner en bancarrota a la República y es prudente

prevenir el mal.

El narcotráfico nace de la inicial tolerancia y aceptación por parte de algunos sectores de la

sociedad que buscó el enriquecimiento fácil y el recibo directo e indirecto de algún beneficio

del negocio ilícito. Las más terribles consecuencias las vino a padecer la indefensa población,

la sociedad representada en todos sus sectores, al finalizar los años ochenta, y comienzos del

noventa, cuando las principales ciudades de Colombia se ven anegadas de sangre y orfandad.

Los hechos de horror y de pesadumbre se vieron reflejados en: los asesinatos del Ministro de

Justicia Rodrigo Lara Bonilla, del Procurador General de la Nación Carlos Mauro Hoyos, del

candidato presidencial Luis Carlos Galán, del homicidio de periodistas Guillermo Cano, de

opositores del gobierno: Jaime Pardo Leal, de atentados contra aviones en pleno vuelo: Avión

de Avianca 1803 con 104 ocupantes, atentados dinamiteros (más de 420), asesinatos de

miembros de la Fuerza Pública etc. Con el escenario del anterior panorama vino lo peor la

infiltración del narcotráfico en todos los organismos del Estado no siendo la excepción la

rama judicial, logrando su corrupción mediante el chantaje y la intimidación, para obtener


información o comprar silencios, para conseguir la impunidad en procesos judiciales, para

comprar testigos o eliminarlos, para dilatar decisiones judiciales, para obtener fallos a favor,

para nombramiento de funcionarios en altas esferas judiciales y en fin, para múltiples actos

de corrupción, todos atinentes con la judicatura.

En el caso colombiano, la expansión del tamaño del Estado y su mayor

complejidad, se dan en un entorno muy particular, que es propicio para que se

presenten fenómenos de corrupción, dado que es un régimen político

clientelista en el cual, las distinciones entre lo público y lo privado son difusas,

una sociedad civil poco consolidada y por ende, con una baja acumulación de

capital social, con un gran divorcio entre el país formal o legal y el país real,

con una separación de poderes muy dependiente de acciones más o menos

discrecionales, en manos de funcionarios públicos subordinados a patrones

políticos, que actúan a menudo, mas como miembros de la clientela de un jefe

político, que como servidores públicos al servicio del bien común. (Misas

Arango et al, 2005, p. 260).


Marco jurídico

En Colombia existe una amplia legislación y normatividad tendiente a luchar contra la

corrupción, incluyendo sistemas de control social, control político y técnico. Desde el

ejecutivo, en las últimas administraciones se ha implementado el Programa Presidencial

de Lucha contra la Corrupción. También existen iniciativas desde la sociedad civil que

han impulsado propuestas innovadoras que se convierten en referentes para valorar el

proceso de lucha contra la corrupción. Desarrollos normativos y legales La Constitución

Política y los desarrollos normativos y legales alrededor de la participación ciudadana en

el ejercicio del control fiscal, consagran una serie de leyes y reglamentaciones

encaminadas a garantizar al ciudadano y a las organizaciones sociales que puedan ejercer

el derecho y el deber de la vigilancia y control de la gestión pública y de los recursos

públicos. Un rápido recorrido por el marco jurídico nos ubica en la Constitución

Nacional, artículo 270, que establece que "la Ley organizará las formas y los sistemas de

participación ciudadana que permitan vigilar la gestión pública y que se cumpla en los

diversos niveles administrativos y sobre sus resultados". A partir de este mandato y otro

cuerpo de artículos relacionados con la participación ciudadana en el marco de la

democracia participativa, son numerosas las disposiciones legales que aparecen y en las

cuales se considera el control fiscal participativo, tales como:

1. La Ley 42 de 1993 que trata sobre la organización del sistema de control fiscal

financiero y los organismos que lo ejercen, en el artículo 26 señala la facultad de la

Contraloría General de la Republica –CGR- de ejercer el control posterior, en forma


excepcional, sobre cualquier entidad territorial, por solicitud del gobierno

departamental, Distrital o municipal, por cualquier comisión permanente del

Congreso o por la mitad más uno de los miembros de las corporaciones públicas

territoriales. También por solicitud de la ciudadanía a través de los mecanismos de

participación ciudadana establecidos por la ley y como resultado de un ejercicio

previo de control social cuyo resultado motiva esa solicitud.

2. La Ley 134 de 1994, mediante la cual se dictan normas sobre mecanismos de

participación ciudadana. En su artículo 100 consagra la creación de las veedurías

ciudadanas o juntas de vigilancia en el ámbito nacional, con el fin de vigilar y

controlar la gestión pública y los recursos públicos.

3. Con la Ley 136 de 1994 se dictan normas tendientes a modernizar la organización y

el funcionamiento de los municipios, señalando en el artículo 167 que los organismos

de control fiscal vincularán a la comunidad en la realización de su gestión fiscal en

las entidades sujetos de control con el propósito de garantizar que la función del

Estado esté orientada al bien común y sus recursos están dirigidos al beneficio social.

4. En el ejercicio de la actividad contractual pública, la Ley 80 de 1993 en el artículo

66 establece que todo contrato que celebren las entidades estatales estará sujeto a la

vigilancia y el control ciudadano con la facultad de denunciar ante las autoridades

competentes las actuaciones, hechos u omisiones de los servidores públicos o de los

particulares involucrados en el proceso de contratación. De igual forma establece

como obligación de las autoridades competentes brindar el apoyo, la colaboración y

el suministro oportuno de la documentación e información que deben prestar para que

los ciudadanos puedan cumplir con esta tarea.


5. En la Ley 472 de 1998 se consagra la reglamentación de las acciones populares y de

grupo. Para el tema que estamos tratando, esta norma define las acciones populares

como los medios procesales para la protección de los derechos e intereses colectivos,

entre los cuales está la defensa del patrimonio público. Establece incentivos

económicos para el demandante, entre estos el 15% del valor que recupera la entidad

pública en razón de la acción popular.

6. Con el propósito de fortalecer los mecanismos participativos y democráticos en el

ejercicio del control ciudadano a la gestión pública, la Ley 489 de 1998, en sus

artículos 34 y 35, refuerza el marco legal, al definir que cuando los ciudadanos

decidan constituir mecanismos de control social a las entidades públicas,

especialmente a través de la creación de veedurías ciudadanas, la administración está

obligada a brindar el apoyo requerido para el ejercicio de este control. De igual forma

establece el apoyo de las autoridades de control y de carácter judicial para el

conocimiento y la resolución de los hechos que les sean presentados por dichas

veedurías.

7. Mediante la Ley 610 de 2000 se establece el trámite de los procesos de

responsabilidad fiscal de competencia de las contralorías. En su artículo 8, esta norma

permite el inicio del proceso por oficio, como consecuencia del ejercicio de los

sistemas de control fiscal por parte de las contralorías, por solicitud que formulen las

entidades vigiladas o por las denuncias o quejas presentadas por cualquier persona u

organización ciudadana. En este sentido, cuando la comunidad detecta malversación

o detrimento de fondos o mal manejo de bienes, puede solicitar directamente al ente

de control fiscal respectivo, la iniciación del proceso de responsabilidad fiscal que


puede terminar con auto de responsabilidad fiscal, y contribuye de esta forma a la

recuperación del patrimonio público.

8. En relación con la vinculación de la ciudadanía al control fiscal que ejerce la CGR,

con la Resolución orgánica 05049 del 9 de marzo de 2000, la entidad adoptó la

metodología para el proceso auditor, que consagra un capítulo a la participación

ciudadana en el ejercicio de las auditorías a través de las quejas y denuncias

presentadas por los ciudadanos o por las organizaciones sociales ante la Contraloría

Delegada para la Participación Ciudadana. En esta reglamentación se exige que en el

ejercicio del proceso auditor se debe verificar en la entidad auditada, la aplicación de

las normas que permitan una amplia participación ciudadana en las diferentes etapas

del proceso administrativo institucional, implementando por primera vez una línea de

auditoria en el tema de la participación ciudadana.


Marco teórico

La palabra corrupción se usa a menudo en diferentes contextos y para diferentes actos.

Aunque es una noción fácil de aprehender, pues es sencillo reconocer cuando un

comportamiento particular denota corrupción, es difícil de precisar y delimitar, ya que es un

fenómeno que tiene muchas aristas (Contraloría, 2005).

Otra dificultad para concluir que es la corrupción, se debe a que, con frecuencia, algunas

situaciones como la ineficacia del trabajador y la ocurrencia de algunos delitos se conciben

como actos corruptos. A continuación, se recurre a los principales conceptos adoptados y

referenciados por algunas instituciones:

La corrupción es el mal uso público gubernamental, del poder para conseguir una ventaja

ilegítima, generalmente secreta y privada, es considerada un abuso del poder público en

beneficio privado (sciences, 2012).

En Colombia, la Procuraduría General de la Nación (1994) distingue dos categorías de

corrupción administrativa, la primera corresponde cuando los actos se cometen de acuerdo

con las reglas y la segunda cuando las actuaciones se desarrollan "en contra de las reglas".

En el primer caso, un funcionario está recibiendo un beneficio de parte de un particular por

llevar a cabo algo que debe hacer, según lo dispone la ley, por ejemplo, expedir una licencia,

asignar un contrato, tomar una decisión, etc.


En el segundo caso, se cometen actos de corrupción para obtener servicios que el funcionario

tiene prohibido proporcionar, por ejemplo, traficar con influencias, suministrar información

confidencial, expedir licencias o autorizaciones sin requisitos cumplidos, entre otras.

El Plan Transparencia-Perú (2008) señala la corrupción como toda aquella acción u omisión

del servidor público que lo lleva a desviarse de los deberes formales de su cargo con el objeto

de obtener beneficios pecuniarios, políticos, o de posición social, así como cualquier

utilización en beneficio personal o político de información privilegiada, influencias u

oportunidades. Se 28 considera como el acto de usar y abusar de una condición que otorga

cierto poder a un funcionario público y que busca su beneficio perjudicando tanto al Estado

como a los ciudadanos.

La Corrupción pública es el eje principal de diferentes investigaciones en todos los ámbitos,

internacional y nacional, pero se ha dejado de lado la investigación en otros sectores ya que

la primera es la que pone en juego la credibilidad e institucionalidad de los gobiernos. El

concepto de corrupción depende de la opinión pública y los parámetros culturales, ya que se

centran en la consistencia de lo que significa el comportamiento (Contraloría, 2005) es decir

no se tiene la misma percepción de los actos corruptos en las diferentes regiones y países.

Algunas de las practicas no se diferencian de actos inmorales, ni de delitos por la frecuencia

de su uso y por la aceptación cultural de la práctica.

Es decir, aunque el acto o la condición se conocen como corrupto se acepta y se practica en

las transacciones de la vida diaria. Para entender el término corrupción es necesario

diferenciar aquellos actos que por su naturaleza se puedan entender como prácticas corruptas

pero que encajan en otra denominación, por ejemplo el uso desviado del poder, ya que este
se entiende como una violación o infracción que tiene sanción en el orden jurídico del país;

La recepción de regalos, de recompensas económicas o de otro tipo, a un funcionario en

virtud del desempeño de su trabajo incluyendo el ofrecimiento y la recepción de propinas. Es

decir, para que un acto sea considerado corrupto debe cumplir ciertos requisitos y exclusiones

como son: Para que exista un acto de corrupción, debe haber un sistema normativo que sirve

de referencia, y una contravención explicita de este, que se puede entender como una

transgresión o violación, es decir, un acto de corrupción implica la utilización de una posición

o cargo y el poder de este para beneficio propio o de un tercero.

El acto corrupto se encuentra unido a la posibilidad de recibir un beneficio adicional que no

es exclusivamente económico, sino que tiene motivaciones de índole política, jurídica o ética,

o varios de estos a la vez. 29 Otra condición de la práctica de corrupción es la

discrecionalidad, el secreto y la privacidad en la realización. Es decir, se oculta el acto o por

lo menos, se hace de la manera más discreta posible. Según Malen (Contraloría, 2005)

los actos de corrupción se pueden definir, como aquellos que constituyen la violación, activa

o pasiva, de un deber posicional o del incumplimiento de alguna función específica realizados

en un marco de discreción con el objeto de obtener un beneficio extra posicional, cualquiera

sea su naturaleza.

Las prácticas corruptas se presentan en todo tipo de instituciones y organizaciones en la cual

los miembros cuenten con un poder de decisión o acceso a información valiosa, de interés

para individuos externos a la organización y cuyos incentivos recibidos no los ofrece la

organización para la que trabajan

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