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QUE ES EL NAZISMO.

Corriente política instaurada por Hitler y que se basó en un ejercicio del poder autoritario y en
una política segregacionista contra la comunidad judía
El nazismo se basó en políticas de segregación racial dirigidas especialmente contra los judíos
(aunque el objetivo se fue desdibujando lentamente) y por políticas económicas y sociales que
buscaban establecer el poderío ario de Alemania en Europa y el mundo. Su nombre proviene
del partido al cual pertenecía Hitler, el Nacional Socialismo.
Orígenes y rasgos esenciales
El nazismo surgió como consecuencia de la compleja situación que se vivía en Alemania luego
de la Primera Guerra Mundial. El fracaso económico y político de la República de Weimar, así
como también los altos costos impuestos a la nación por generar el primer conflicto bélico,
hicieron que la región se encontrara sumamente caótica. El aislamiento social, económico y
político que sufrieron los alemanes entre las dos guerras facilitó la llegada de un líder autoritario
como Hitler que prometía hacer resurgir a la nación aria de entre sus cenizas.
QUE ES EL FASCISMO.
El fascismo es un movimiento totalitario de extrema derecha. Surgió en el período de
entreguerras como consecuencia de algunos rebrotes nacionalistas asociados con el resultado
de la Primera Guerra Mundial. Hoy en día el fascismo es execrado por las mayorías, aunque
por supuesto siempre existen grupos minoritarios que reivindican este movimiento.
Los estados más identificados con el fascismo son la Italia regida por Benito Mussolini y la
Alemania de Adolf Hitler. La España de Franco también estuvo involucrada en este movimiento
político e ideológico, pero siempre mantuvo una cierta distancia con los otros dos estados. De
estos ejemplos, el más radical lo constituye Alemania, que incluyó componentes racistas a su
propaganda política; de hecho es la responsable del estallido de la Segunda Guerra Mundial
con su anexión permanente de territorios.
En un estado fascista el ideal vivido es que el individuo subyugue su voluntad al interés del
estado. Desde el punto de vista económico, la cosmovisión que prima es que las actividades
productivas deben ser dirigidas por la autoridad política. Cabe destacar que si bien el fascismo
es identificado por la historiografía como una tendencia de derecha, los representantes de esta
postura abjuraban de una economía de mercado del mismo modo que lo hacían del
comunismo: se mostraban como una tercera opción.
QUE ES EL SOCIALISMO.
El Socialismo es un sistema de organización social y económica que se basa en la propiedad
y administración colectiva o estatal de los medios de producción y se propone como meta que
progresivamente las clases sociales desaparezcan.
También, se designa con la misma palabra al movimiento político que intenta establecer el
mencionado sistema con los matices que cada cual promulgue.
Desarrollado por el filósofo alemán Karl Marx
La teoría filosófica y política que promulga el Socialismo fue desarrollada por el intelectual
alemán Karl Marx a mediados del siglo XIX. En tanto, Marx, ha sido su principal teórico junto
a su colega Friedrich Engels. Detractores acérrimos del capitalismo, abordaron este sistema
de manera exhaustiva para encontrar una alternativa que pudiese superar sus flaquezas y
lograr un modelo más justo y equilibrado.
La creación de Marx fue tan influyente que al día de la fecha sigue vigente en casi todas las
naciones del planeta.
(Braunau, Bohemia, 1889 - Berlín, 1945) Máximo dirigente de la Alemania nazi. Tras ser
nombrado canciller en 1933, liquidó las instituciones democráticas de la república e instauró
una dictadura de partido único (el partido nazi, apócope de Partido Nacionalsocialista), desde
la que reprimió brutalmente toda oposición e impulsó un formidable aparato propagandístico al
servicio de sus ideas: superioridad de la raza aria, exaltación nacionalista y pangermánica,
militarismo revanchista, anticomunismo y antisemitismo.

Adolf Hitler

La doctrina del «espacio vital» y el ideal pangermánico de unir los pueblos de lengua alemana
lo llevarían a un agresivo expansionismo; en apoyo de su política beligerante, Hitler rearmó
Alemania y reorganizó y modernizó su ejército hasta convertirlo en una maquinaria temible.
Francia y Gran Bretaña consintieron la anexión de Austria y la ocupación de Checoslovaquia,
pero la invasión alemana de Polonia desencadenó finalmente la Segunda Guerra Mundial
(1939-45), cuya primera fase dio a Hitler el control de toda Europa, excepto Gran Bretaña. La
fallida invasión de Rusia y la intervención de Estados Unidos invirtió el curso de la contienda;
pese a la inevitable derrota, Hitler rechazó toda negociación, arrastró a Alemania a una
desesperada resistencia y se suicidó en su búnker pocos días antes de la caída de Berlín.
Biografía
Hijo de un aduanero austriaco, su infancia transcurrió en Linz y su juventud en Viena. La
formación de Adolf Hitler fue escasa y autodidacta, pues apenas recibió educación. En Viena
(1907-13) fracasó en su vocación de pintor, malvivió como vagabundo y vio crecer sus
prejuicios racistas ante el espectáculo de una ciudad cosmopolita, cuya vitalidad intelectual y
multicultural le era por completo incomprensible. De esa época data su conversión al
nacionalismo germánico y al antisemitismo.
En 1913 Adolf Hitler huyó del Imperio Austro-Húngaro para no prestar servicio militar; se refugió
en Múnich y se enroló en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). La
derrota le hizo pasar a la política, enarbolando un ideario de reacción nacionalista, marcado
por el rechazo al nuevo régimen democrático de la República de Weimar, a cuyos políticos
acusaba de haber traicionado a Alemania aceptando las humillantes condiciones de paz del
Tratado de Versalles (1919).
De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se
convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los
Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita,
anticomunista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este último
componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; tal abigarrado
conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las
clases medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influido por el fascismo
de Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso,
representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había
acelerado.
Hitler hacia 1933
Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento
de tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff («Putsch
de la Cervecería»). Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel
nueve meses, tiempo que aprovechó para plasmar sus ideas políticas extremistas en un libro
que tituló Mi lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.
A partir de 1925, ya puesto en libertad, Hitler reconstituyó el Partido Nacionalsocialista
expulsando a los posibles rivales y se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como
Goering, Himmler y Goebbels. La profunda crisis económica desatada desde 1929 y las
dificultades políticas de la República de Weimar le proporcionaron una audiencia creciente
entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a escuchar su propaganda
demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y uniformes.
El Tercer Reich
Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles,
los nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler (que nunca
había obtenido mayoría) fue nombrado jefe del gobierno por el presidente Hindenburg en 1933.
Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura
de partido único basada en su poder personal. Se iniciaba así el llamado Tercer Reich (el
Tercer Imperio alemán, tras el Sacro Imperio del medievo y el Imperio de 1871, desaparecido
con la Primer Guerra Mundial), que no fue sino un régimen totalitario basado en un
nacionalismo exacerbado y en la exaltación de una superioridad racial sin fundamento
científico alguno (basado en estereotipos que contrastaban con la ridícula figura del propio
Hitler).
Benito Mussolini
(Dovia di Predappio, Italia, 1883 - Giulino de Mezzegra, id., 1945) Líder político italiano que
instauró el régimen fascista en Italia (1922-1943).

Benito Mussolini
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la crisis de las democracias liberales,
agravada por el crac económico de 1929, favoreció un fenómeno que caracterizaría a la
Europa de entreguerras: el auge de los totalitarismos. Su primera manifestación fue el
fascismo, denominación que procede de los fasci di combattimento creados en 1919 por Benito
Mussolini, quien se hizo con el poder en 1922 e impuso una dictadura de partido único. El
régimen fascista italiano se convertiría en el principal aliado de Adolf Hitler en la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), y corrió su misma suerte tras la derrota.
Hijo de una familia humilde (su padre era herrero y su madre maestra de escuela), Benito
Mussolini cursó estudios de magisterio, a cuyo término fue profesor durante períodos nunca
demasiado largos, pues combinaba la actividad docente con continuos viajes. Pronto tuvo
problemas con las autoridades: fue expulsado de Suiza y Austria, donde había iniciado
contactos con sectores próximos al movimiento irredentista.
En su primera afiliación política, sin embargo, Mussolini se acercó al Partido Socialista Italiano,
atraído por su ala más radical. Del socialismo, más que sus postulados reformadores, le sedujo
la vertiente revolucionaria. En 1910 fue nombrado secretario de la federación provincial de
Forlì y poco después se convirtió en editor del semanario La Lotta di Classe (La lucha de
clases). La victoria del ala radical sobre la reformista en el congreso socialista de Reggio
nell'Emilia, celebrado en 1912, le proporcionó mayor protagonismo en el seno de la formación
política, que aprovechó para hacerse cargo del periódico milanés Avanti, órgano oficial del
partido. Aun así, sus opiniones acerca de los enfrentamientos armados de la «semana roja»
de 1914 motivaron cierta inquietud entre sus compañeros de filas, atemorizados por su
radicalismo.
La división entre Mussolini y los socialistas se acrecentó con la proclama de neutralidad que
lanzó el partido contra la entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914.
Mussolini, que había sido uno de los opositores más radicales a la guerra de Libia y a la
participación de Italia en la Gran Guerra, cambió súbitamente de opinión y defendió
abiertamente una postura belicista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista. En
noviembre del mismo año fundó el periódico Il Popolo d'Italia, de tendencia ultranacionalista.
Sobre la vacilaciones del parlamento italiano respecto a la entrada en la guerra, llegó a escribir
que "hubiera sido necesario fusilar a una media docena de diputados" para dar un ejemplo
"saludable" a los demás. En septiembre de 1915 se enroló voluntariamente, y sirvió en el
ejército hasta que fue herido en combate en febrero de 1917.
Los fasci di combattimento y la Marcha sobre Roma
Finalizada la contienda, y pese a formar parte de la alianza vencedora, Italia se vio relegada a
la irrelevancia en las negociaciones de los tratados de paz, que no otorgaron al país los
territorios reclamados al Imperio austrohúngaro. Benito Mussolini quiso capitalizar el
sentimiento de insatisfacción que se apoderó de la sociedad italiana haciendo un llamamiento
a la lucha contra los partidos de izquierdas, a los que señaló como culpables de tal descalabro.
En 1919 creó los fasci di combattimento, escuadras o grupos armados de agitación que
actuaban casi con total impunidad contra militantes de izquierda y que fueron el germen del
futuro Partido Nacional Fascista, fundado por el mismo Mussolini en noviembre de 1921.
En un contexto marcado por la frustración colectiva tras los inútiles sacrificios de la Gran
Guerra, por el descrédito general del régimen parlamentario, por la crisis económica y la
elevada conflictividad social (el creciente desarrollo del movimiento obrero y campesino, con
ocupaciones de fábricas y tierras, inquietaba a las clases acomodadas, temerosas de la
revolución social), los fascistas alzaron la voz contra la democracia y la lucha de clases, que a
su juicio debilitaban y dividían a la nación. Opuestos frontalmente al liberalismo y al marxismo,
propugnaron la solidaridad nacional y la acción colectiva en torno a la figura de un líder
carismático, y se presentaron como defensores de los valores de la patria, la ley y el orden,
enfrentándose violentamente a la izquierda italiana.
Stalin
(Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili, también llamado Josef o Joseph Stalin; Gori,
Georgia, 1879 - Moscú, 1953) Dirigente soviético que gobernó férreamente la URSS desde
1929 (año en que se erigió como sucesor de Lenin tras el exilio de Trotsky) hasta su
fallecimiento en 1953. Al precio de una represión sanguinaria y de inmensos sacrificios
impuestos a la población, Stalin logró convertir la Rusia semifeudal en una potencia económica
y militar capaz de contribuir decisivamente a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945).

Stalin
En el nuevo orden de la posguerra, los Estados Unidos y la URSS se repartieron áreas de
influencia; Stalin extendió su poder instaurando regímenes comunistas en la Europa del Este
y alentándolos en otros países. El choque de intereses e ideologías dio lugar a la «guerra fría»
entre ambas superpotencias, que continuó tras la muerte de Stalin; de hecho, el clima de
tensión entre los bloques capitalista y comunista definiría el escenario internacional hasta la
disolución de la URSS en 1991.
Iosif Dzhugashvili era hijo de un zapatero pobre y alcohólico de la región caucásica de Georgia,
sometida a la Rusia de los zares. Quedó huérfano muy temprano y estudió en un seminario
eclesiástico, de donde fue expulsado por sus ideas revolucionarias (1899). Se unió entonces
a la lucha clandestina de los socialistas rusos contra el régimen zarista; cuando en 1903 se
escindió el Partido Socialdemócrata, siguió a la facción bolchevique que encabezaba Lenin.
Fue un militante activo y perseguido hasta el triunfo de la Revolución bolchevique de 1917,
época de la que procede su sobrenombre de Stalin («hombre de acero»). La lealtad a Lenin y
la falta de ideas propias le permitieron ascender en la burocracia del partido (rebautizado como
Partido Comunista), hasta llegar a secretario general en 1922.
Stalin emprendió entonces una pugna con Trotsky por la sucesión de Lenin, que, ya muy
enfermo, moriría en 1924. Aunque el líder de la Revolución había indicado su preferencia por
Trotsky (pues consideraba a Stalin «demasiado cruel»), Stalin maniobró aprovechando su
control sobre la información y sobre el aparato del Partido, aliándose con Zinoviev y Kámenev
hasta imponerse a Trotsky. La lucha por el poder se disfrazó de argumentos ideológicos,
defendiendo cada bando una estrategia para consolidar el régimen comunista: la construcción
del socialismo en un solo país (Stalin) contra la revolución permanente a escala mundial
(Trotsky).

Lenin y Stalin (Gorki, 1922)


Pero el verdadero móvil de Stalin era la ambición de poder: una vez apartado Trotsky (al que
mandó al exilio en 1929 y luego hizo asesinar en 1940), se desembarazó también del ala
«izquierda» del partido (Zinoviev y Kámenev, ejecutados en 1936) y del ala «derecha» (Bujarin
y Rikov, ejecutados en 1938) e instauró una sangrienta dictadura personal, apropiándose de
las ideas políticas que habían sostenido sus rivales.
La URSS bajo Stalin
Stalin gobernó la Unión Soviética de forma tiránica desde los años treinta hasta su muerte,
implantando el régimen más totalitario que haya existido jamás; pero también hay que atribuirle
a él la realización del proyecto socioeconómico comunista en Rusia, la extensión de su modelo
a otros países vecinos y la conversión de la URSS en una gran potencia.
Radicalizando las tendencias autoritarias presentes entre los bolcheviques desde la
Revolución, acabó de eliminar del proyecto marxista-leninista todo rastro de ideas
democráticas o emancipadoras: anuló todas las libertades, negó el más mínimo pluralismo y
aterrorizó a la población instaurando un régimen policial. Dispuesto a eliminar no sólo a los
discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún prestigio o influencia
propia, lanzó contra sus compañeros comunistas sucesivas purgas que diezmaron el partido,
eliminando a la plana mayor de la Revolución.
Con la misma violencia impuso la colectivización forzosa de la agricultura, hizo exterminar o
trasladar a pueblos enteros como castigo o para solucionar problemas de minorías nacionales,
y sometió todo el sistema productivo a la estricta disciplina de una planificación central
obligatoria. Con inmensas pérdidas humanas consiguió, sin embargo, un crecimiento
económico espectacular, mediante los planes quinquenales: en ellos se daba prioridad a una
industrialización acelerada, basada en el desarrollo de los sectores energéticos y la industria
pesada, a costa de sacrificar el bienestar de la población, sometida a durísimas condiciones
de trabajo y a grandes privaciones en materia de consumo.
La represión impedía que se expresara el malestar de la masa trabajadora, apenas
compensada con la mejora de los servicios estatales de transporte, sanidad y educación. A
este precio conseguiría Stalin convertir a la Unión Soviética en una gran potencia, capaz de
ganar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y de compartir la hegemonía con los Estados
Unidos en el orden bipolar posterior.
Presidente Inicio del mandato (año)
columnas

1 Barack Obama 2,009

2 George W. Bush 2,001

3 Bill Clinton 1,993

4 George Herbert Walker Bush 1,989

5 Ronald Reagan 1,981

6 Jimmy Carter 1,977

7 Gerald Ford 1,974

8 Richard Nixon 1,969

9 Lyndon Johnson 1,963

10 John F. Kennedy 1,961

11 Dwight D. Eisenhower 1,953

12 Harry Truman 1,945

13 Franklin Delano Roosevelt 1,933


Presidente Inicio del mandato (año)
columnas

14 Herbert Hoover 1,929

15 Calvin Coolidge 1,923

16 Warren Harding 1,921

17 Woodrow Wilson 1,913

18 William Howard Taft 1,909

19 Theodore Roosevelt 1,901

20 William McKinley 1,897

21 Grover Cleveland 1,893

22 Benjamin Harrison 1,889

23 Grover Cleveland 1,885

24 James Abram Garfield 1,881

25 Chester Alan Arthur 1,881

26 Rutherford Birchard Hayes 1,877


Presidente Inicio del mandato (año)
columnas

27 Ulysses Simpson Grant 1,869

28 Andrew Johnson 1,865

29 Abraham Lincoln 1,861

30 James Buchanan 1,857

31 Franklin Pierce 1,853

32 Millard Fillmore 1,850

33 Zachary Taylor 1,849

34 James Knox Polk 1,845

35 William Henry Harrison 1,841

36 John Tyler 1,841

37 Martin Van Buren 1,837

38 Andrew Jackson 1,829

39 John Quincy Adams 1,825


Presidente Inicio del mandato (año)
columnas

40 James Monroe 1,817

41 James Madison 1,809

42 Thomas Jefferson 1,801

43 John Adams 1,797

44 George Washington 1,789

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