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Análisis de la tendencia de los últimos cinco (5) años de la variación de

la tasa del dólar y su impacto en las PYMES.

Las monedas blandas que provienen de países en vías de desarrollo, como es el


caso de República Dominicana y otros mercados de la región, casi siempre se
depreciarán frente a monedas duras (dólar estadounidense, Franco suizo, Euro,
etc.).

Pese a esto, en los últimos años (5), el peso dominicano sigue siendo una de las
monedas con mayor estabilidad cambiaria de Latinoamérica (depreciación entre un
2% y 6% en los últimos 5 años).

La tendencia a nivel mundial y en República Dominicana es que los tipos de interés


se mantengan o bajen, lo que genera una presión devaluatoria en la moneda de
cualquier país.

Dada la ralentización económica a nivel local e internacional (debido a factores


internos y externos en el caso de RD) pues esto ha llevado a que las autoridades
monetarias, tanto en el extranjero como en RD, implementen políticas monetarias
expansivas para reactivar sus respectivas economías.

Los últimos 5 años han sido bastante estable para la moneda dominicana, sobre
todo cuando comparamos la depreciación de nuestra moneda frente a otras de la
región.

República Dominicana ha contado con suficiente reservas internacionales para


suplir la demanda de dólares de cara a los años venideros.

Es importante destacar que las monedas en países en vía de desarrollo, como es


el caso de República Dominicana, casi siempre se depreciarán frente a monedas
duras, tales como el dólar estadounidense o el euro.
Hubo varios factores que generaron presión en la tasa de cambio en 2017. Las
políticas monetarias expansivas implementadas por Banco Central (BC) en el
segundo semestre del 2017, generaron presión en la tasa de cambio. Esto último
se llevó a cabo debido a la ralentización de la economía dominicana en el primer
semestre del 2017 (4%) comparado a años anteriores.

Las políticas monetarias expansivas implementadas por el BC a partir de agosto


2017, tales como la bajada de la TPM a 5.25% (disminución de 50 puntos básicos)
y la liberación de unos RD$20,400 millones del encaje legal, aumentaron el
circulante, resultando en la depreciación del peso (en este caso tendría el mismo
efecto si cualquier banco central a nivel mundial inyecta dinero a sus respectivas
economías para reactivarlas).

Típicamente, los negocios suelen importar más productos y/o servicios a fin de año
y, por ende, existe mayor demanda para comprar dólares estadounidenses
(estacional). Cuando se genera mayor demanda para una divisa en concreto, en
este caso el USD se aprecia, y se necesita una mayor cantidad de pesos para
comprar dólares.

En fin, si comparamos la depreciación del dólar en los últimos 5 años, podemos


constatar que se ha mantenido la relativa estabilidad cambiaria.
Ahora bien estas tendencias de la variación del dólar impactan a la PYMES, ya que
las mismas se ven afectadas por el alza o disminución de esta moneda.

Frente a esta situación las PYMES se ven en la necesidad de adecuarse a la


realidad y tratar de manejar mejor sus inventarios, ante el entorno de volatilidad
cambiaria, las empresas deben tener una mayor vigilancia en sus operaciones
financieras y así tener bajo control el impacto del aumento de costos, sobre todo si
importan productos ya que los incrementos se reflejarán directamente en el cliente
final; lo cual repercutirá en sus ventas.
Principalmente, el debilitamiento del peso frente al dólar afecta al sector industrial y
de servicios debido a que se importan algunos insumos a precios elevados.

A su vez, la afectación para las PYMES dependerá si su actividad tiene que ver con
las importaciones y exportaciones.

Es el caso de las PYMES cuya actividad tiene que ver con la exportación
(principalmente a Estados Unidos), ya que pueden salir beneficiadas al recibir pagos
en dólares.

En la medida en que el precio del dólar sube, los productos importados se hacen
más costosos y esto se traduce en el aumento de la inflación.

Por el contrario, cuando el dólar cae demasiado se estimulan las importaciones y el


contrabando de toda clase de productos. Este fenómeno afecta a las empresas
nacionales que pierden mercado frente a sus competidoras internacionales. Al
perder mercado los empresarios optan por reducir costos y, por lo general, eso
desemboca en despido de empleados.

Por estas razones no es sano que el precio del dólar se dispare o se descuelgue sin
ningún tipo de control, pues la estabilidad de la economía estaría en riesgo.

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