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UNIDAD LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975).

1 INTRODUCCIÓN.
En este tema hablaremos sobre el régimen franquista, el cual fue un sistema dictatorial
instaurado por Franco como consecuencia de la Guerra Civil española. El régimen, después de una
etapa de aislamiento y otra de desarrollismo, tocará su fin con la muerte de su creador el 20 de
noviembre de 1975.
2 FUNDAMENTOS POLÍTICOS Y SOCIALES DEL RÉGIMEN.
El “nuevo estado” surgido tras la Guerra Civil fue un régimen con unos rasgos totalmente
contrarios a los de la vencida República. Esencialmente liberal y antimarxista y muy afín al
fascismo en aspectos externos e internos.
La esencia antiliberal tenía su raíz en el tradicionalismo y catolicismo. Ambos acusaron al
liberalismo de promover una política anticatólica y de atacar las tradiciones históricas de España.
Así, se tomó como referente histórico la “gloriosa época imperial”. No nos asombra pues, que este
estado aboliera las libertades democráticas y estableciera una dictadura.
La Iglesia apoyó tanto al régimen que llegó a convertirse en una pieza fundamental del mismo,
naciendo así el “nacional-catolicismo”. Junto al poder de la Iglesia, el Ejército se convirtió en la
columna vertebral del Estado franquista y los militares ocuparon ministerios civiles, se hicieron
cargo del orden público, etc…
3 LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL RÉGIMEN (ETAPAS DE AISLAMIENTO Y AUTARQUÍA).
Se destaca en la evolución del régimen lo siguiente:
1. La etapa azul (1939-1945). Esta etapa se caracteriza por la gran represión sobre los
republicanos derrotados. A la Ley de Responsabilidades Políticas, se une en 1940 la
Ley de la Masonería y el Comunismo y un endurecimiento del Código Penal.
Por otra parte, el régimen inició su consolidación constitucional. En 1942 se crearon las Cortes
Españolas. Era el primer paso para la instalación de la democracia orgánica, llamada así por
los procuradores (diputados).
Terminada la Segunda Guerra Mundial, el régimen promulgó el Fuero de los Españoles, que
definía al mismo como “un Estado católico, social y de derecho” y establecía libertades
individuales y colectivas. Poco después se promulgó la Ley de Referéndum Nacional que
intentaba dar una imagen de apertura con el recurso a un tipo de sufragio universal. Por su
parte, don Juan de Borbón, heredero de Alfonso XIII, presentaba la monarquía como la mejor
solución del problema institucional español.
Otro capítulo que se tuvo que abordar fue la reconstrucción del país tras los destrozos
ocasionados por la Guerra Civil. Para tal fin, se creó en 1940 la Dirección General de
Regiones Devastadas y, para paliar la dramática situación de miseria en que vivía la
población, se estableció el Auxilio Social.
2. El gobierno católico (1946-1957). Poco a poco, el régimen fue desechando todo el
aparato externo fascistoide y se llamó al gobierno a católicos como Alberto Martín
Artajo. De este modo, en 1947, se promulgó la Ley de Sucesión, que declaraba a
España como una monarquía, pero no establecía a don Juan de Borbón como rey. Se
creó el Consejo del Reino y se establecían normas de sucesión. Finalmente se
promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, que establecía los
fundamentos ideológicos del Estado.
En definitiva, en 1957, se puede observar un equilibrio entre el catolicismo político y los
falangistas. Este equilibrio se rompe y la disputa entre ambos bandos obligó a Franco a dar
entrada en su gobierno a los tecnócratas.
3. La neutralidad en la Segunda Guerra Mundial. Terminada la contienda española,
empezó la Segunda Guerra Mundial, en la que España mantuvo una posición de “no
beligerancia”.
4. Los problemas de la oposición. El régimen tuvo sobre todo la oposición por parte de
los monárquicos que defendían a don Juan de Borbón y también por el partido
comunista.
4 AISLAMIENTO INTERNACIONAL Y AUTARQUÍA ECONÓMICA.
- Aislamiento internacional.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial con la derrota de Alemania y la victoria de los
aliados, el régimen de Franco quedó en una posición difícil, ya que el corte fascista quedaba fuera
de la nueva comunidad internacional.
En 1946, se inició el aislamiento internacional cuando Francia cerró sus fronteras con
España y las potencias vencedoras exigieron cambios políticos sustanciales. Es más, Stalin,
presidente de la Unión Soviética, consiguió que España fuera considerada una amenaza contra la
paz. En consecuencia, la España de Franco fue expulsada de todos los organismos
internacionales, lo que significó el aislamiento total, y sólo contó con la ayuda moral de Salazar
(Portugal) y la ayuda material de Perón (Argentina).
Sin embargo, el panorama internacional se fue despejando con la aparición en 1947 de la
Guerra Fría y la política de bloques que enfrentaron a los Estados Unidos y la URSS. La posición
geoestratégica de la Península Ibérica y el anticomunismo activo del régimen franquista
favorecieron el apoyo de los Estados Unidos, de modo que, en 1953, ambos países firmaron unos
acuerdos bilaterales por los que se establecían en España varias bases militares estadounidenses
a cambio de ciertas ayudas económicas.
Gran importancia tuvo también la firma del Concordato, en ese mismo año, con la Santa
Sede. Así, con la ayuda de los Estados Unidos y del Vaticano, en 1955, la España de Franco
ingresa en las Naciones Unidas y, en consecuencia, el aislamiento que se estaba produciendo, se
rompió.
- Autarquía económica.
Durante los años de aislamiento del régimen, la España de Franco tuvo que subsistir
optimizando al máximo sus propios recursos económicos, es decir, adoptó una autarquía
económica.
En la agricultura, a través del Servicio Nacional del Trigo (SNT), se requisaba el trigo a
precio de tasa y se controlaba su producción, comercialización y consumo. Esta medida tuvo un
efecto negativo, lo que dio lugar al estraperlo, que llegó a tener más envergadura que el propio
mercado oficial.
Todo ello, unido a las malas cosechas y a las sequías, dio lugar a la obligación de racionar
el pan – cartillas de racionamiento. El hambre y la indigencia se extendieron como nunca antes y,
entonces, surgió el Auxilio Social, quienes ayudaban repartiendo comida y ropa para los miles de
necesitados.
Asimismo, la industria se vio favorecida al recibir enormes ganancias del estraperlo del trigo
y por el intervencionismo estatal interesado en su promoción. Se creó entonces, en 1941, el
Instituto Nacional de Industria (INI), que se organizó como un holding, ya que el Estado participaba
directamente como inversor y empresario. El INI favoreció el desarrollo de otros sectores
industriales, como CEPSA, ENSIDESA, etc…
El INI desarrolló la mayor parte de su programa en un momento en que los países europeos
abandonaban los procedimientos autárquicos. Pero España, debido al aislamiento, se mantuvo
inserta en la autarquía.
En las comunicaciones se dio un paso decisivo con la creación de la RENFE en 1941.
En resumen, la economía quedó sumergida en un estancamiento prolongado y no podemos
considerar como positivo el balance global de la autarquía. Otra de las consecuencias negativas es
que, al primar la industria sobre la agricultura, las regiones pobres agrícolas perdieron población y
vieron aumentar sus diferencias respecto a las ricas.
- El papel de la mujer.
En cuanto al papel de la mujer, fue en resumidas palabras de madre y esposa, donde tuvo
que apartarse del trabajo y de la educación “normal” en las mujeres. Asimismo, se creó la Sección
Femenina de Falange, que marcaba la educación “especial”, que pretendía formar “buenas amas
de casa”.
5 EL DESARROLLO ECONÓMICO (ETAPAS DE APERTURISMO Y DESARROLLISMO).
En esta época, España desarrolló el Plan de Estabilización de 1959, el cual rompió con el
aislamiento autárquico y tuvo consecuencias positivas.
- El Plan de Estabilización de 1959.
España necesitaba salir de la autarquía si quería integrarse en la política internacional y así
prosperar. El primer paso lo dieron los tecnócratas, dando lugar al Plan de Estabilización, que
frenaba la inflación y normalizaba la economía, favoreciendo la importación y la exportación. El
éxito de este plan favoreció la creación de las bases de un gran crecimiento económico durante la
“Década Prodigiosa” (década de los sesenta), aunque a consta de un gran sacrificio por parte de la
población.
- El desarrollo económico y los elementos de cambio.
La herramienta principal para conseguir este desarrollo fue la puesta en marcha de los
Planes de Desarrollo, los cuales tenían un carácter indicativo, es decir, que no obligaban a las
empresas privadas a integrarse en ellos. También contemplaban la creación de los llamados Polos
de Desarrollo y Promoción Industrial con el fin de fomentar el desarrollo regional.
Se sucedieron, pues, tres planes cuatrienales. Todo este proceso se vio favorecido por las
grandes ventajas económicas que reportó el Acuerdo Preferencial de la CEE (actual UE).
La industria fue la gran favorecida en los distintos planes de desarrollo, de modo que
España pasó a ser un país exportador de productos industriales. Sin embargo, se acentuaron los
desequilibrios sectoriales y sobre todo regionales, al dibujarse una España industrial y rica y una
España agrícola y pobre. Este crecimiento económico irregular y desequilibrado operado durante
los años sesenta recibió el nombre de “desarrollismo”.
Finalmente, este desarrollo fue facilitado por los siguientes factores: la bonanza económica
europea e internacional, el auge turístico, la emigración española a los países de Europa occidental
y, por último, las inversiones extranjeras.
- Consecuencias del desarrollo económico.
Las consecuencias del desarrollo económico fueron las siguientes:
- Aumento considerable de la población. La población pasó de 30’5 millones en 1960
a 33’9 millones en 1970.
- Se produjo un éxodo rural y un trasvase de la población activa al sector secundario y
terciario.
- Se creó la clase media y se produjo una modernización de la sociedad española.
- Finalmente, se produjo una mayor participación de la mujer en la cultura.
6 EVOLUCIÓN POLÍTICA Y OCASO DEL FRANQUISMO.
- Evolución política.
El régimen franquista fue incapaz de resolver la alta conflictividad que la nueva sociedad
generaba. Así surgió un sindicalismo ajeno al oficial encabezado por Comisiones Obreras y
vinculado al Partido Comunista Español. Ambos aumentaron las huelgas y las manifestaciones
reivindicativas. Al mismo tiempo creció la agitación estudiantil y despertaron los nacionalismos
catalán y vasco, surgiendo además bandas terroristas como ETA. Por otra parte, la Iglesia se
desvinculó del régimen. Sin duda, el acontecimiento más sonado fue el Contubernio de Munich,
protagonizado por la oposición interior y exterior en un congreso liberal convocado en esta ciudad
en el año 1962, y en el que se ofreció un comunicado que instaba a Franco a tomar medidas que
democratizaran el país. Éste reaccionó rápido y suspendió el artículo 14º del Fuero de los
Españoles referido a la libertad de residencia.
Ante estos conflictos, incapaz de resolverlos, el régimen franquista no adoptó más que
medidas represivas. Sin embargo, cierto es también que aprendió a convivir con ellos y mantenerse
firme. Así en el año 1967 entró en vigor, por referéndum, la Ley Orgánica del Estado, especie de
constitución que establecía la existencia de un jefe de Gobierno distinto al jefe del Estado y
aseguraba el poder legislativo de las Cortes. No por ello disminuyó el poder absoluto del dictador.
Otras medidas fueron la Ley de Prensa de 1967. Ya, en 1969, Franco decidió nombrar al
príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor a título de rey. No obstante, el régimen comenzaba a
resquebrajarse; el Asunto Mantesa desembocó en el llamado “gobierno monocolor”.
- Ocaso del franquismo.
Con la pretensión de continuar el régimen, en 1973, fue nombrado presidente de Gobierno
Carrero Blanco, pero al poco tiempo, fue asesinado por un comando de ETA. Su muerte supuso un
duro golpe para el régimen, y le sucedió Carlos Arias Navarro, que intentó legalizar las
asociaciones políticas y dar la imagen de cierto pluralismo político, pero se fracasó.
Los problemas con los que tuvo que enfrentarse fueron muchos. La oposición al régimen se
había fortalecido debido a las críticas por parte de casi todas las revistas existentes en la época y
por el alejamiento (aún más) de la Iglesia del mismo. Se abogó por una democratización de España
y, desde la clandestinidad, el partido comunista se acercó cada vez más a las posturas
democráticas del “eurocomunismo”.
Por su parte el PSOE, en el Congreso de Suresnes de 1974, logró la imposición sobre los
grupos exiliados de los grupos del interior. Por otra parte, cobraron mucha importancia grupos
terroristas como ETA, el FRAP o el GRAPO.
En un intento de formar un frente común contra el régimen, se logró constituir, en 1974, la
Junta Democrática y, en 1975, la Plataforma Democrática.
Por parte del régimen se publicó la Ley Antiterrorista de 1975. Las protestas contra el mismo
aumentaron y, para colmo, estando Franco moribundo, vino a añadirse la llamada “Marcha Verde”.
El 20 de noviembre de 1975, moría Franco y con él, su régimen. Dos días después era coronado
rey de España Juan Carlos I de Borbón y Borbón.
7 LA PÉRDIDA DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS EN ÁFRICA.
El proceso de descolonización alcanzó su punto más álgido en la Conferencia de Bandung
de 1955. Las posesiones españolas en África eran pocas y de extensión reducida. Tras un acuerdo
aceptado por Franco, nuestras colonias africanas se independizaron. Guinea Ecuatorial se
independizó también y, finalmente, el territorio del Sáhara español se cedió a Marruecos y a
Mauritania.
8 CONCLUSIÓN. El final del régimen franquista supuso a la España de aquellos tiempos un
cambio, ya no sólo de régimen, sino de forma de Estado, ya que pasábamos de un sistema
dictatorial a una monarquía democrática.

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