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Conflictos y dinámicas espaciales en Quibdó - “Ciudadela MIA”

Geografía de Colombia
2019 - II
Mariana Aguirre Rivillas
Ana María Delgado Martinez
David Francisco Torres León
Introducción
Dentro del plan de desarrollo del gobierno de Juan Manuel Santos (2014-2018), la política
de vivienda representó un eje fundamental que afectó transversalmente a varios lugares del
país. Con el objetivo de otorgarle una vivienda digna y servicios básicos a la población, se
buscó: disminuir los índices de pobreza multidimensional, la consolidación de una clase
media y una mayor equidad entre la población. Así como lo establece Santos (2014):

Bajo el concepto de “Ciudades Amables y Sostenibles para la Equidad” se


mantiene una concepción integral del desarrollo urbano, que conlleva la planificación y
actuación coherente y articulada de los sectores de vivienda, agua potable y saneamiento
básico, y movilidad urbana, en el marco de actuaciones urbanas integrales y del
fortalecimiento de los instrumentos de planeación y ordenamiento regional y local. (p.57)

Una ejemplificación de lo anterior es el proyecto “Ciudadela Mia” que se llevó a cabo en


Quibdó. Se construyeron 1.5000 viviendas destinadas a familias mestizas, indígenas y afro
descendientes. Pero el problema radica en que las dinámicas espaciales de las comunidades
chocoanas no fueron tenidas en cuenta al momento de realizar esta política pública. Esto se
puede evidenciar debido a que hay viviendas que permanecen vacías. Por lo tanto, el
objetivo de nuestro trabajo es identificar cómo las creencias y la cultura de la comunidad
afro-quibdoseña se relacionan con la distribución espacial del hogar. Además, queremos
ver cómo se ha logrado introducir esas dinámicas de distribución espacial en una política
pública (ej: POT Nuquí) frente a la construcción de viviendas de interés social como lo es
la “Ciudadela MIA”.
A partir de la explicación de la política pública ciudadela MIA se puede ver que la ruta de
acción que esta tomó no responde al contexto social de los beneficiarios de la misma.
Dentro de los estudios recopilados y de testimonios de diferentes personas de la comunidad
se han encontrado similitudes en cómo se ha percibido esta política. Se plantean cuatro
argumentos centrales para explicar el fenómeno de la baja aceptación de estas viviendas por
parte de la comunidad. El primer argumento es como la construcción de la vivienda no
logró articularse con la vivienda tradicional chocoana, el segundo analiza cómo la
concepción de la vivienda va más allá del entorno físico, el tercero muestra cómo han
habido esfuerzos en otros municipios chocoanos por incluir la visión tradicional de hogar y
el último resalta la carencia de infraestructura que respondiera a las necesidades
económicas y sociales de la población.
Desarrollo
1. La construcción de la vivienda no logró articularse con la vivienda tradicional
chocoana

En primer lugar, se hace referencia al estudio que ha realizado el Grupo de Investigación


Hábitat, Comunicación y Cultura, de la Escuela del Hábitat de la Universidad Nacional con
sede en Medellín. Este estudio buscaba demostrar la manera en que la construcción de
dichas viviendas no logró que se articulará el espacio con las formas tradicionales del hogar
chocoano y muestran que: “En el proyecto hay inmuebles con un sistema estructural de
muros vaciados con concreto que no permite flexibilidad en los espacios, con deficiencias
en los flujos de ventilación y alturas bajas, en comparación con la vivienda tradicional del
Chocó” (Ceballos, 2015). En el estudio se hace mención entonces a las formas tradicionales
de la vivienda chocoana y en donde los espacios desarrollados en la ciudadela se limitaron
a seguir los planos convencionales usados en otras partes del país, con diferente geografía y
clima, y se replicaron sin tener en cuenta los aspectos tradicionales del hogar típico de la
región.
Plano 1: Urbanización del predio de la Ciudadela MIA (Findeter, 2012)

1.1. Formas tradicionales del hogar chocoano

Sumado a lo anterior, dentro de los aspectos tradicionales que se identifican en el texto de


Gilma Mosquera Torres “Vivienda & arquitectura tradicional en el pacífico colombiano:
Patrimonio cultural afrodescendiente” se pueden resaltar: Una vivienda urbana levantada en
pilotes la cual “se reproduce la casa rural, aunque en unas condiciones muy distintas y
desfavorables que la convierten en una vivienda provisional y de mala calidad” (Mosquera
Torres, 2014). Estas por lo general están conformadas por un solo piso y se construyen
pensadas en el tamaño de la familia, llegando a tener entre tres o cuatro cuartos. Tal como
lo menciona la autora Gilma Mosquera Torres (2014), la vivienda tradicional es:
Imagen 1: Plano de una vivienda tradicional (Mosquera, 2014)

“De planta cuadrada o rectangular y con varios espacios diferenciados que se


organizan en torno a un eje-corredor, central o lateral, que une la fachada con el
solar o “patio” posterior: la sala, dos o tres alcobas pequeñas y la cocina, está
ubicada atrás, casi siempre en un volumen distinto adosado o separado y unido
al cuerpo principal por un puente. Cada vez es más frecuente la presencia de un
pequeño cuarto anexo a la paleadera o de una caseta en madera, que alojan una
taza sanitaria y complementan la zona de servicios, denominada de “oficios
húmedos”.”

Y además, el texto menciona la importancia de las zonas productivas la cuales son de suma
importancia: “en las primeras fases de estructuración del hogar y de la aldea parental las
modalidades de acceso al espacio productivo y residencial (la parcela y la casa) se
circunscriben al trabajo correspondiente a los primeros desmontes, la herencia y cesión por
familiares y vecinos o compadres” (Mosquera Torres, 2014). Lo anterior demuestra que
hubo una incongruencia con relación a las concepciones de pensar el hogar y de concebir
el espacio, y la intervención realizada por el gobierno Santos. Se le otorgó un aval a un
proyecto que perpetúa visiones etnocéntricas de pensar el espacio y el territorio que no
corresponde con las de la comunidad chocoana.

2. La concepción de la vivienda va más allá del entorno físico


En segundo lugar, luego de recopilar información de habitantes de la zona urbana de
Quibdó y del municipio aledaño de Tadó se lograron identificar algunas características de
lo que ellos consideraban relevantes con relación a la distribución del espacio en el hogar.
Al preguntarles sobre la influencia que tienen sus costumbres y tradiciones sobre la
distribución del hogar se encontró que: “Sí influye porque ponen en práctica el legado de
nuestros antepasados y por eso no hay una pérdida de identidad al conservar las tradiciones
sobre el espacio” (Nayeli Mosquera, encuesta semi-estructurada, 2019), “Sí ya que al
conocer el entorno en el que estoy tengo un acceso directo y este se moldea con las
costumbres. Por eso me podría mover según el entorno y el conocimiento que pueda tener
del mismo” (Yerbinson Perea, encuesta semi-estructurada, 2019). Este conocimiento de las
costumbres y su relación con el espacio que se habita es un conocimiento realmente
importante para el proceso de creación y formulación de políticas públicas, que en el caso a
estudiar parece no haber sido tenido en cuenta.

Otra de las preguntas relevantes que se les hizo a los habitantes de la zona fue la de si en
caso hipotético ¿Se mudaría usted con todo su familia a un apartamento de 45 metros
cuadrados con un baño y tres habitaciones si fuera a vivir a Quibdó? ¿Por qué sí y por qué
no?, para la cual se destacan las siguientes respuestas: “No, porque prefiero una casa donde
mi familia pueda seguir con las costumbres que nos identifican” y “Sí porque me adapto
fácilmente y me ayudaría a estar más conectada con mi familia”. En estas dos respuestas se
busca identificar a dos tipos de individuos y la forma en la que estos se relacionan con el
espacio. En este sentido, se ve como para algunas personas, y acorde a lo planteado en este
texto, las costumbres son de suma importancia a la hora de pensar el espacio que se habita.
Mientras que, la segunda respuesta va en camino a aquellas personas que están dispuestas a
modificar esa concepción del espacio y se lograrán adaptar a ese nuevo hogar. Pero de esta
manera es deber de los hacedores de política pública identificar esta pluralidad de
concepciones y considerar siempre el contexto en el que se piensa implementar la
alternativa de política. Finalmente, una de las líderes del estudio desarrollado por la
Universidad Nacional sede Medellín, Ana Brusa, resume una gran parte del argumento acá
propuesto al afirmar que: “ la vivienda no importa solo desde lo físico, sino además por
atributos como el entorno, el clima, el acceso a servicios, la localización y las ofertas de
salud, empleo y cultura” (Ceballos, 2015).

3. Han habido esfuerzos en otros municipios chocoanos por incluir la visión


tradicional de hogar
En tercer lugar, encontramos que existen municipios que dentro de sus lineamientos
territoriales incluyen las concepciones espaciales y culturales que tienen los habitantes de
dichos municipios. Un ejemplo de esto son los municipios que están comprendidos por el
golfo y la ensenada de Tribugá: Jurubirá, Tribugá, Nuquí y Panguí. Estos municipios son
fundamentales para el desarrollo del proyecto ya que en su mayoría están compuestos de
propiedades comunitarias de afrodescendientes, según María Alejandra Vélez profesora de
la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes y coordinadora en el Centro
de Objetivos de Desarrollo Sostenible para las Américas, explica que son tierras que no
están tituladas a nombre de individuos sino de comunidades completas, lo que representa el
reconocimiento de la presencia histórica de las comunidades negras y la necesidad de
conservación de estas. Esta dinámica social permite que las decisiones de la comunidad
sean tomadas en conjunto, por medio de los consejos comunitarios de cada municipio. Lo
anterior posibilita que las concepciones espaciales de las comunidades e individuos sean
tomados en cuenta a la hora de realizar proyectos urbanísticos.

A partir de un informe presentado por la Asociación de Consejos Comunitarios General


Los Riscales de Nuquí, Caracterización y Zonificación del Manglar de la Ensenada de
Tribugá, en el Golfo Del Mismo Nombre, se explican las diferentes dinámicas existentes
entre los habitantes con su ecosistema. En este se establece que los manglares son el
corazón de la comunidad porque proporcionan casi el 90% del alimento de la comunidad.
Asimismo, es el espacio utilizado para la pesca de diferentes animales y obtención de
madera para su comercialización y construcción de viviendas. Por lo tanto, los
lineamientos territoriales se conciben alrededor de los manglares y de la relación que tienen
los habitantes con estos. En el informe se adjuntan unos mapas hechos por toda la
comunidad y cómo ellos comprenden el territorio y el espacio que lo compone. Gracias a
esto las viviendas y las demás construcciones se acoplan no solamente a las necesidades de
los habitantes sino que también se acoplan a las características geográficas que caracterizan
el territorio de estos municipios. Esto es fundamental porque permite observar que es una
comunidad que tiene en cuenta los diferentes aspectos que permean su cotidianidad y que
entienden su entorno no solo como un factor externo a ellos sino como un elemento vital de
sus vidas, costumbres y culturas.

Imagen 2: Mapa del territorio con énfasis en el manglar elaborado por la comunidad de
Tribugá 

Imagen 3: Mapa del territorio con énfasis en el manglar elaborado por la comunidad de

Jurubirá

Imagen 4: Mapa del territorio con énfasis en el manglar elaborado por la


comunidad de 
Pangui
4. La ciudadela no contó con la infraestructura necesaria para responder a las
necesidades sociales y económicas de la población

Por último, uno de los retos más grandes en materia de política pública es la pertinencia y la
contextualidad de la intervención de política que se pretenda realizar. Por esta razón, es
importante entender las dinámicas económicas de los futuros beneficiarios de un proyecto
de vivienda pues como se ha demostrado anteriormente en este documento, la vivienda no
se limita exclusivamente al espacio físico que representa sino también se permea de
diferentes esferas de quienes lo habitan. En particular, la mayoría de beneficiarios de este
proyecto se encuentran en condiciones de vulnerabilidad que depende en su mayoría de las
oportunidades laborales que ofrece la ciudad de Quibdó. En este orden de ideas, es
importante resaltar que el proyecto se encuentra ubicado en la periferia de la ciudad, lo que
implica un reto para aquellos nuevos habitantes de la ciudadela quienes antiguamente
residían en la ciudad, pues tendrán que ajustarse a un nuevo estilo de vida que
necesariamente afectará su cotidianidad, sus formas de sostenerse económicamente y
posiblemente algunas de sus costumbres.

Este reto ha sido identificado por el grupo el Grupo de Investigación Hábitat,


Comunicación y Cultura, de la Escuela del Hábitat de la Universidad Nacional, pues en su
informe reportan dificultades relacionadas con el transporte “El docente muestra más
incongruencias y con respecto al tema vial dice: “el sistema de transporte es casi aldeano y
se necesita uno que conecte la periferia hacia Quibdó”.” (Ceballos, 2015) Esto anterior a
comparación del caso de los municipios del Golfo de Tribugá evidencia que su
relacionamiento con el espacio y sus necesidades laborales fueron obviadas. Aun así, se han
dejado responsables en el gobierno local quienes buscan desarrollar estos planes a futuro,
sin embargo, como resalta Juan Carlos Ceballos “El municipio es el encargado de construir
colegios, escenarios deportivos y medios de transporte, pero la gran pregunta es cuándo.
Habrá un cambio de administración el próximo año y no hay recursos contemplados para
todos estos megaproyectos” (Ceballos, 2015). Puntualmente, el docente señala cómo a
pesar de que varias subdivisiones del gobierno quibdoseño han quedado como responsables
del desarrollo urbano de esta ciudadela, realmente no se ha logrado definir las formas de
financiamiento ni los periodos para los cuales se logre llevar a cabo esta intervención, lo
que en otras palabras puede significar que aquellas personas que vayan a residir en estos
espacios quedarán a la deriva en materia de infraestructura. Consecuentemente se puede
afirmar que más allá de resolver las necesidades habitacionales de estas personas de
acuerdo a sus condiciones sociales, económicas y culturales de la región, este proyecto no
representa los intereses de la comunidad, sino que respondía a intereses externos,
evidenciando la desarticulación entre el espacio construidos y las personas que futuramente
lo habiten.

Conclusión

Retomando el planteamiento inicial, se afirma que al momento de la construcción de la


ciudadela MIA en Quibdó, las costumbres de las comunidades, los aspectos culturales y la
interacción que tienen con su entorno no fueron tomadas en cuenta para el desarrollo del
proyecto. Si bien se entiende que gran parte de los beneficiarios están conformados por
población desplazada y necesitan una solución de vivienda casi inmediata, no justifica que
los factores anteriormente mencionados no hubieran sido tomados en cuenta para la
ejecución del proyecto. De lo anterior se quieren proponer tres recomendaciones que se han
considerado pertinentes derivadas del proceso investigativo realizado con el fin de construir
este documento.

1. Políticas públicas basadas en evidencia y reconociendo la diversidad cultural


Uno de los mensajes principales de este documento es que la construcción de políticas
públicas, ya sea de vivienda o de cualquier otro ámbito, deben ser desarrolladas a partir
de la evidencia y reconociendo la multiplicidad de formas y perspectivas existentes.
Particularmente, en el contexto colombiano es necesario resaltar esta diversidad cultural
y es por lo tanto, irracional desconocer las diferencias entre contextos que existen
dentro de un mismo país. Además de esto, reconociendo que la política pública se
financia con recursos del Estado está en el interés de todos sus ciudadanos que se utilice
de forma adecuada y pertinente. Esta recomendación se hace en vía de que, de haber
tenido en cuenta la concepción espacial y manera de organizar el territorio en esta
región, se habría logrado una ocupación más exitosa y a su vez el espacio se hubiese
aprovechado de forma en que los habitantes pudieran disfrutar de este.

2. La vivienda no se limita al espacio sino que se nutre de su contexto


Además producto de esta investigación extendemos la siguiente reflexión que ha de ser
vista también como una conclusión. Cada sociedad y cada grupo humano ha de producir su
propia geografía, y a su vez ha de establecer relaciones distintas con el espacio y aunque no
han de adecuarse a las que normalmente estamos acostumbrados o a las que nos son
implantadas, no tienen porque ser ignoradas o por el contrario no han de tener que ser
modificadas con el objetivo de normalizar un solo tipo de vivienda como si lo hacen los
proyectos de vivienda de interés social en donde solo hay una concepción del espacio
estandarizada y sistemática, y en donde este se organiza de una manera específica acorde a
una familia nuclear compuesta por cuatro integrantes. Y aunque este tipo de organización
del espacio sea la que predomine, debe de haber un reconocimiento de los lugares y de la
geografía como dispositivos simbólicos los cuales tienen un carácter performativo. Por
último, con relación a la casa, estas también constituyen un aparato simbólico y son un
nodo de relaciones que explican la vida cotidiana de sus integrantes, y por tanto, lo social y
lo espacial, confluyen y terminan constituyen mutuamente produciendo así cierto tipo de
dinámicas y relaciones sociales. Vemos entonces como la casa, ha de ser un objeto de
análisis muy interesante.

3. Respetar las formas tradicionales de las comunidades


En relación con lo anterior, reconociendo que hay maneras distintas de relacionarse con el
espacio y de habitarlo, también hay una concepción distinta de lo que este representa. Y la
ciudadela MIA es un claro ejemplo en donde el gobierno de turno y sus políticas
nacionales, en su mayoría, ignoran otras dinámicas tradicionales de concebir y entender el
espacio. Por lo tanto, se puede observar el contraste que existe en la manera de pensar de
ciertos grupos sociales y la forma en que diversas comunidades se acercan e interactúan con
el territorio. Ya que por un lado, al territorio se le otorga una agencia y se reconoce como
un actor fundamental que permite la vida de los individuos. Y por el otro, el territorio
pierde esta agencia y se impone una visión sobre el mismo desde el Estado, desconociendo
la realidad contextual con la que este convive y que se construye a partir de sus habitantes.

Por último, cabe reflexionar sobre las formas en cómo habitar un espacio, las formas de
entender la geografía, son esenciales para el desarrollo de las políticas públicas y proyectos
en diversos campos. Durante la investigación se pudo observar que el relacionamiento que
poseen los individuos con su entorno es fundamental para comprender las distintas
dinámicas sociales, políticas y económicas que permean su vida. De esta manera, la
geografía se percibe como una disciplina que se extiende mucho más allá de los aspectos
físicos y científicos. Ésta nos explica el ordenamiento espacial y la territorialidad que
poseen las comunidades, nos aclara la forma en como una sociedad se apropia de un
espacio y como se maneja o arregla el territorio. Lo interesante de este caso es que permite
analizar la situación desde una arista totalmente diferente, porque además de comprender la
geografía de forma distinta, se logra entender las necesidades básicas de las comunidades
desde su cosmovisión, ancestralidad y sus costumbres. Esto se debe a que tienen un
entendimiento del espacio único gracias a su cultura y que muchas veces no es tenido en
cuenta a la hora de desarrollar las adecuadas políticas públicas.

La geografía es el campo que facilita los espacios para reflexionar y debatir acerca del
entendimiento y relacionamiento de los individuos con su entorno. Además, esta disciplina
es la que explica como ciertas comunidades incluyen o utilizan aspectos de su entorno y la
naturaleza en su diario vivir, como la distribución y construcción de las viviendas. A través
de los ojos de las comunidades se advierte que los fenómenos y dinámicas sociales que se
desarrollan en todo el territorio nacional tienen su unicidad dependiendo del territorio y
espacios físicos donde se encuentran. En conclusión, se entiende que las políticas públicas,
las programas y los proyectos estatales no deben de ser homogéneos, debido a que los
procesos sociales como el entendimiento, relacionamiento y dependencia del entornos por
parte de los individuos son totalmente heterogéneos y están sujetos a las características del
territorio.
Referencias

● Asociación De Consejos Comunitarios General Los Riscales De Nuqui. (2009,


April). Caracterización Y Zonificación Del Manglar De La Ensenada De Tribugá,
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● Mosquera Torres, G. (2014). Vivienda & arquitectura tradicional en el pacif́ ico


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● Universidad Nacional. (2015, Septiembre 21) Ciudadela Mía incumple parámetros


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llena/blogoeconomia/historia/propiedad-colectiva-en-el-pacifico-colombiano-68478

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