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La economía del país creció 3,3 por ciento en el tercer trimestre, la mayor velocidad
registrada en los últimos cuatro años.
CARLOS ORTEGA/CEET
POR:
PORTAFOLIO
Por el momento, la economía creció 3,3 por ciento en el tercer trimestre, la mayor
velocidad registrada en los últimos cuatro años, y previo a la temporada de final de
año, que por tradición es dinámica en demanda de productos y servicios y, por
consiguiente, generadora de empleo, lo que a su vez conduce a que los ciudadanos
tengan plata con qué comprar. De hecho, en el tercer trimestre se volvió a
evidenciar que el gasto de las familias es el que está poniendo el 70 por ciento de
todo el valor que generó la economía entre julio y septiembre.
En el país hay consumo, con un gasto de las familias que se expandió en 4,94 por
ciento en el tercer trimestre y una inversión que creció en 5,5 por ciento; por lo
tanto, son dos piezas claves que deben seguir aceitándose para que el motor
continúe funcionando. Es bueno recordar también que, si bien las personas se están
endeudando un poco más, es por cuenta de bajas tasas de interés y de una
inflación anual que se mantiene controlada por debajo del tope del rango meta
(entre 2 y 4 por ciento), en 3,86 por ciento a octubre, lo que confirma que entre
julio y septiembre “la economía tuvo un contundente rebote”, como indicó el
ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
El comercio, gran generador de empleo, está creciendo al 5,9 por ciento, lo que,
seguramente, llevará a un último trimestre del año aún mejor en materia de puestos
de trabajo.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, “en una escala de 1 a 5,
siendo 5 el mayor nivel de satisfacción, las personas mayores de 18 años le asignan
una nota de 3,6 (en promedio) a su satisfacción con su situación laboral actual. Este
tipo de resultados muestran por qué las personas, a pesar de observar un buen
crecimiento económico, pueden sentirse insatisfechas y promover una sensación
general de pesimismo respecto a la actividad económica”.
QUÉ ESPERAR
A juicio del experto, como “los buenos resultados no han mejorado la tasa de
empleo, entonces mucha gente no siente la mejora en la economía”.
Esta percepción es precisamente lo que motiva a protestas, sobre lo que, para Raúl
Ávila, académico de la facultad de economía de la Universidad Nacional, “se debe
tener cuidado porque las protestas que se prevén para el cierre de año pueden
afectar las decisiones de inversión y llevar a que esos recursos se vayan para otros
mercados, como el africano o centroamericano como ejes de crecimiento de países
en desarrollo, previendo que los paros son un proceso que se viene dando en
Suramérica”.
Ávila recordó que sectores como manufactura y minas, que no solo tuvieron
crecimientos bajos en el trimestre, sino que vienen en la misma tendencia a lo largo
del año, tradicionalmente son jalonadores de inversión extranjera.
Por su parte, el analista José Roberto Acosta dice que “la polarización política frena
la economía o, por lo menos, impide que el efecto multiplicador de beneficios
tributarios, como los incluidos en la ley de financiamiento (ahora reiniciando
proceso de aprobación en el Congreso), tengan el alcance esperado”.
Lo que se requiere, desde la perspectiva de Acosta, es hacer crecer la economía
desde el punto de vista de la oferta, pues hasta ahora fue la demanda la que
impulsó el PIB en el tercer trimestre, es decir, parte de lo que se consumió no se
produjo en el país, lo que se evidenció en datos como el que muestra que “el
comercio importó 10 por ciento más de bienes”.
RESUMEN
La economía colombiana creció en el tercer trimestre del año debido a la cercanía de la temporada navideña
donde se genera más gastos pero también más empleo y hay con que hacer compras. Las personas se están
endeudando debido a las bajas tasas de interés que se están ofreciendo, a pesar de que se percibe un buen
crecimiento económico la gente se siente insatisfecha y se genera una sensación de pesimismo respecto a la
actividad económica.
La economía colombiana, como lo han repetido en los últimos tiempos organismos internacionales como el
FMI y la Cepal, está mucho mejor que la de sus vecinos, los expertos opina que podría ser más vulnerable en
situaciones internas como los paros de las centrales, universidades e entidades públicas de nuestro país.
Para Raúl Ávila, académico de la facultad de economía de la Universidad Nacional, “se debe tener cuidado
porque las protestas que se prevén para el cierre de año pueden afectar las decisiones de inversión y llevar a
que esos recursos se vayan para otros mercados, como el africano o centroamericano como ejes de
crecimiento de países en desarrollo, previendo que los paros son un proceso que se viene dando en
Suramérica”.
Lo que se requiere es hacer crecer la oferta de productos colombianos ya que la demanda en el tercer
trimestre (compra de productos) no son producidos en Colombia.
OPINION PERSONAL
Para que se sienta y perciba el crecimiento del que se habla es necesario fomentar el empleo a nuestros
ciudadanos y dejar a un lado a aquellos extranjeros que contratan por menor salario. Desde mi punto de vista
aquellas marchas que programan las centrales obreras y a la que se han sumado muchos sectores privados y
públicos son el resultado de la falta de oportunidades laborales y educativas a las que no se tiene acceso, y
en vez de trabajar para fomentar el empleo del país el gobierno recibe a inmigrantes del país vecino que nos
están sobre poblando y le están dando más oportunidad de una estabilidad laboral y un mejor servicio médico
que un colombiano promedio. En conclusión se necesita reactivar la economía local, bajar aranceles al
productor colombiano y poner freno a la migración excesiva que atraviesa nuestro país.