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La drogadicción
Psicología
Septiembre- 2019
Carmen de Bolívar
La drogadicción
Muchos de los aspectos relacionados con el uso de las drogas como la dósis personal, el
tráfico de estupefacientes, la publicidad y el consumo de esta, está cada vez tomando más y
más terreno en el día a día. ¿Qué es la droga?, “Se le llama droga o fármaco a cualquier
sustancia natural o artificial que por sus características químicas, como consecuencia de
su consumo altera la función o estructura en un organismo” (Ray O., K C.:1996)
La adicción a las drogas es una práctica que afecta principalmente el cerebro de la persona
que consume, pues en su cerebro se comienza a crear un desequilibrio psicológico. Es
importante resaltar que una persona drogadicta no es solo la que consume “drogas” como la
marihuana, cocaína o éxtasis que son ilegales, sino aquella que consume tanto el alcohol
como la nicotina que son legales e igual de adictivas, y pueden generar tanta adicción como
lo haría una “bolsita de marihuana”. Ya sean legales o ilegales son causantes de graves
daños a la salud, desde problemas de convivencia hasta trastornos físicos y mentales,
principalmente entre jóvenes. Infortunadamente los adolescentes y jóvenes que son los más
vulnerables ante el consumo de estupefacientes hoy en día, no son capaces de medir las
consecuencias que mañana tendrán sus acciones del presente. “Según el informe de la
Unodc, el 40,5 por ciento de los adolescentes consume o ha consumido alguna droga
legal”. Además, según explica el estudio los adolescentes y el consumo de drogas, llevado
a cabo por Elisardo Becoña Iglesias, Profesor del Departamento de Psicología clínica y
Psicobiología de la universidad de Santiago de Compostela, en Galicia, entre las primeras
causas de consumo de drogas se encuentran factores de predisposición, problemas
familiares y problemas y trastornos psicológicos” (Cuidate)
Hoy en día es más común ver y escuchar en cualquier medio de comunicación (televisión,
radio), incluso dentro del horario familiar sobre el consumo de heroína, alcohol y tabaco,
entre otras sustancias. Y este es un fenómeno que parece no disminuir, sino ir en aumento
con el paso de los días. Lo mejor que podemos hacer para evitar que el consumo de estas
sustancias alucinógenas se convierta en un problema más grave, incluso personal o familiar,
es estar bien informados sobre el tema y sus consecuencias, y no pensar: “ah, ya para eso
no hay solución” o “la situación de las drogas es peor cada día, no se puede hacer nada”. Sí
hay arreglo y podemos prevenir mucho al estar bien informados. Porque a partir de la
información podremos actuar.
De acuerdo con la OMS, las expresiones uso indebido o uso no médico se consideran
sinónimos de abuso de drogas. “El abuso de drogas se define como la «utilización excesiva,
persistente o esporádica, de un fármaco de forma incongruente o desvinculada con la
práctica médica admisible». Así pues, el uso intencional de dosis excesivas, o el uso
premeditado de dosis terapéuticas con fines distintos de la indicación para la cual el
fármaco ha sido prescrito, se considera un abuso de drogas.” Una percepción más amplia
del problema del uso indebido de drogas muestra que el uso y consumo de las drogas ha
trascendido la órbita de la salud, adquiriendo una complejidad tal, que abarca los factores
sociales, culturales, políticos y económicos de la sociedad y están vinculados tanto, a la
oferta (producción y tráfico), como a la demanda (consumo) de las drogas.” (coordinación,
Problemática de las drogas, 2015)
Lo anterior nos hace entender que la drogadicción es una enfermedad crónica que se
caracteriza principalmente por una búsqueda o deseo impulsivo de una droga. Cabe resaltar
que para muchas personas la decisión de consumir es propiamente voluntaria, aunque
incluso haya influencias por parte de grupos sociales y amistades la decisión inicial siempre
viene siendo propia del sujeto. El consumidor cree que puede controlar el consumo cuando
quiera (es decir, yo decido cuando dejar de hacerlo) lo que no entiende es que en el cerebro
es donde se desencadena un proceso que lo hace querer más y más de aquello que lo hace
sentir diferente. Luego el consumo de las drogas continúa y continúa, hasta que llega el
punto donde “para sentirse bien le es necesario recurrir a dicha sustancia” y aquí se ve
desafiado el autocontrol de las personas adictas, quien ya no se puede resistir al deseo
incontrolable de usar drogas, y es entonces cuando nos damos cuenta que esos momento de
placer que sienten las personas que consumen terminarán convirtiéndose después en una
verdadera calamidad, para dicha persona y los que le rodean. La causa exacta del consumo
de drogas se desconoce, los genes de una persona, la presión social y la depresión pueden
ser factores claros que muchas veces intervienen en esta práctica. Un niño que crezca
viendo a papá o a mamá consumir drogas, será un niño con alto riesgo de consumir más
adelante.
Muchas personas no pueden creer como alguien simplemente puede caer en las drogas o
volverse un adicto a estas.
Primero, debemos entender que aquellos que se vuelven adictos a los alucinógenos no es
que estén “faltos de principios o valores”, pues el fenómeno de la drogadicción no excluye
grupo o estrato social, económico o cultural. De la misma manera que las drogas atrapan a
un méndigo puede atrapar a honorable ministro.
Las personas en recuperación de este trastorno del uso de las drogas, están en alto riesgo de
volver a usar drogas, aunque lleven años sin hacerlo.
“Mi investigación sugiere que la gente recae por una combinación de puntos débiles
biológicos, psicológicos y sociales, que llevan a un patrón único y destructivo de
pensamiento y comportamiento. Resistir una recaída se logra evaluando y atacando estos
diversos patrones, que pueden hacer la adicción difícil de vencer. En los tres últimos años
he entrevistado intensamente a noventa alcohólicos y adictos reincidentes que dependían
originalmente de una diversidad de drogas y sustancias, particularmente alcohol, cocaína y
marihuana. Todos habían recibido ayuda profesional para sus adicciones, con cursos
promedio de tratamiento como internos, pacientes externos o en programas intermedios.
También habían atendido 586 reuniones de alcohólicos anónimos. A pesar de ello, encontré
que estas personas tenían malos entendidos e información errónea sobre sí mismos y que
causaba la reanudación de la adicción. El retorno Cuatro hechos parecen provocar las
recaídas: tendencias problemáticas en la personalidad, adicciones substitutas, una estrecha
perspectiva de la recuperación y la falla en advertir las señales de peligro.” (Chiauzzi,
1992)
“De ser un buen estudiante y una ayuda para su padre, a quien le colaboraba conduciendo
los buses de transporte público que este tenía a su cargo, Daniel se convirtió en la
preocupación de su familia. Tras 16 días en coma, él todavía hoy no se explica cómo logró
salvarse, pero tiene algo claro y es el firme propósito de no volver a caer en el abismo que,
como asegura, le quitó el valor, la voluntad, la confianza, el amor de su familia y fue
cerrando todas las puertas a su paso. La cocaína se convirtió en su todo y aunque empezó
consumiéndola solo los fines de semana, después de un par de años su fuerza de voluntad
ante la droga fue haciéndose cada vez más débil y requería de tres y cuatro dosis en un solo
día… Pero superado el periodo de abstinencia, Daniel entendió que debía poner de su parte
si en realidad quería curarse. Fue cuando decidió entrar a las terapias y en ese momento
empezó su verdadera recuperación.” (A., 2013)
Podemos decir que las principales causas para los jóvenes caer en la drogadicción, son los
problemas familiares; hay hogares donde los padres le dan libertinaje a sus hijos y no existe
disciplina, y en pocas palabras son hogares en los que los jóvenes son libres de hacer lo que
quieran.
Otra causa importante y con la cual hay que tener mucho cuidado es la poca atención de los
padres a sus hijos y viceversa, la falta de comunicación, de confianza, el poco afecto y
diálogo entre las partes, padres separados, el poco tiempo que dedican los padres a sus
hijos ya sea por exceso de trabajo o cansancio, en fin, esa poca atención lleva a un riesgo
alto de caer en la drogadicción, puesto que los jóvenes experimentan una etapa de
depresión y crisis e intentan escapar de la situación real que están viviendo, al mismo
tiempo encuentran en este fenómeno una salida fácil y un alivio para sus problemas
emocionales y familiares. Se dice que las drogas corresponden a un afán de salir de la
realidad y problemas que lleva el adicto; siendo un alivio momentáneo que los hace olvidar
la situación que están atravesando. También es muy común ver noticias donde jóvenes
entran en ese mundo de las drogas cuando se presentan problemas a su alrededor o al no ser
aceptados por los “amigos” donde la condición es solo y únicamente ingerir drogas para
simplemente pertenecer a un “círculo social”. Infortunadamente el drogadicto pierde lo
mejor de sí mismos: el autocontrol y la fuerza de voluntad. Comienza a tener
comportamientos de apatía, desinterés y puede llegar a perder hasta el estímulo por los
logros personales. El adicto con el pasar del tiempo pierde los valores morales ya que es
capaz de tener comportamientos criminales por conseguir droga a como dé lugar.
¿Puede ser prevenida o curada la drogadicción?
“Las investigaciones pueden demostrar que combinar los medicamentos con terapias
conductuales para tratar la adicción asegura la mejor posibilidad de éxito para la mayoría
de los pacientes. La manera del tratamiento adaptado a la forma del uso de drogas de cada
paciente y a cualquier problema médico, mental y social ocurriendo de manera simultánea
puede llevar a recuperación continua.” (National Institute On Drug Abuse, 2016)
Bibliografías