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5 El Reinado de Dios ha iniciado


Enfoque para la pascua

13 Tu Rey viene a ti.


Mateo 21:4-5

21 Con ustedes en el Reino de mi Padre.


Mateo 26:29

29 Este es el Rey
Mateo 27:37

39 Vayan y hagan discípulos


Mateo 28:19-20

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E s frecuente en las comunidades cristinas ver la semana
de la Pascua de Resurrección, como un acto histórico
que conmemoramos. Incluso en nuestro ciclo litúrgico es una
temporada de carácter penitencial enfocada en conmemorar
un acto ya acontecido, donde Jesús sufrió, murió y resucitó
para darnos salvación.
Con una lectura de este tipo, de carácter historicista, no es
casual que poco a poco esta conmemoración se cosifique,
perdiendo la vitalidad que debería de tener el re-actuar la
Historia de la Salvación para hacerla una experiencia vívida en
cada discípulo de Cristo.
Los efectos prácticos de esta actitud los podemos ver cuando
la temporada de Pascua-Resurrección se ve como una
actividad que hay que cumplir, y para otros como un espacio
para vacacionar, haciendo con esto que la razón de la pascua
se diluya para la iglesia y lo que implica para el mundo.

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U na óptica completamente distinta es la que se nos
presenta en el Evangelio de Mateo. Donde la nota
dominante es el Reinado de Dios, que irrumpe en este mundo,
para llevar a cumplimiento el plan salvífico de Dios, pero esta
es una acción que está en desarrollo y de la que aún como
lectores somos participantes. Pues ciertamente el reinado de
Dios ha iniciado, pero aquellos testigos presenciales como
nosotros, somos parte de una misma historia. De esta manera
el relato del evangelio, no solo debe ser leído y enseñado, sino
particularmente, vivido y actuado en primera persona de
modo que podamos apropiar no solo su enseñanza como
doctrina, sino su enseñanza como experiencia de vida. Que
nos conduce a experimentar la salvación y finalmente siendo
partícipes del Reinado de Dios, extenderlo a otros a través de
la misión.
El relato de la pascua inicia justamente contando la
experiencia del Rey que hace su entrada a la ciudad. La
llamada entrada triunfal, anuncia la irrupción del Reinado de
Dios en este mundo. Pero se trata de un reinado que habrá de
establecer el shalom de Dios para Su pueblo, más que la
victoria de un guerrero.
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Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el
profeta: 5 «Digan a la hija de Sión: Tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una burra, Sobre un burrito,
hijo de animal de carga.» Mateo 21:4-5
Los elementos simbólicos juegan un papel muy importante en
el pues la forma tranquila de entrar del Rey anuncia también
una era de gracia para todos los que salen al encuentro del
Rey. La irrupción a la ciudad, si bien es señalada como el

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cumplimiento de una profecía, también apunta a la
restauración de lo que hasta ese momento ha sido el desorden
y rebeliones humanas. Pues siendo la ciudad levantada por los
hijos de Caín, como un signo de rebelión contra Dios
(Génesis 4:17, 11:4). Ahora ha de ser transformada en un
espacio de gracia y bendición, donde la presencia de Dios se
hace manifiesta, trayendo salvación, humanización y vida
plena para todo el pueblo de Dios.
Lo anunciado por el Bautista (Mateo 3:2,3) y confirmado por
Jesús (Mateo 4:17) estaba ahora en marcha. El Reino de los
cielos estaba haciendo su arribo a la ciudad y es necesario
preparado para ello en dos áreas:
1. El conjunto de las parábolas del Reino de Mateo 13,
ilustran la necesidad de estar preparados marcando la
prioridad que ha de tener para la vida de los discípulos
la búsqueda del Reino de Dios. Así como también
señalan el crecimiento paulatino, pero sin cesar que el
Reino tiene y la realidad de que no todos habrán de
participar de la salvación, separando el trigo de la
cizaña.
2. El otro conjunto de parábolas del capítulo 25 nos
plantea la necesidad ejercer con sabiduría el llamado y
los dones que Dios ha depositado en la vida de los
discípulos, para hacer crecer el Reino en virtud del
juicio que está por venir.
El conjunto de estas dos parábolas son la manera de
ejemplificar en que consiste: enderezar las sendas. Lo cual nos
plantea que los compromisos con el Reino, también implican
un compromiso con el monoteísmo ético ejemplificado en

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Jesús, en el Bautista y que se espera ocurra también en la vida
de los nuevos discípulos.

A l acercarnos más a la fiesta pascual, se generan dos


escenarios donde el tema del Reino de Dios está
presente. Ambos escenarios muestran diferentes
consecuencias para sus participantes. El primero de ellos es
en un ambiente de intimidad, para bendición de los discípulos.
Mientras que el otro es en un escenario público que pone en
manifiesto el juicio para los que no han recibido el evangelio
de la gracia de Dios.
1. La Pascua con los discípulos de Mateo 26, es el
escenario de intimidad donde los contenidos del
Reino son actualizados, mediante los medios
pedagógicos de la Santa Cena utiliza para mostrar la
gracia y el perdón de la que ahora son partícipes por
causa del Pacto de gracia aplicado sobre el Nuevo
Pueblo de Dios. Pacto que se traduce en esperanza y
confianza para todos los que por la fe ahora somos
participantes de la gracia de Dios.
Yo les digo que, desde ahora, no volveré a beber de
este fruto de la vid, hasta el día en que beba con
ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.» Mat
26:29
La pascua cristiana, señala un destino más alto que
para los judíos del antiguo Pacto. Pues mientras en
ellos la esperanza estaba en poseer la tierra. Ahora se
muestra un destino más excelente que es el ser

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participantes del Reino de Dios, junto con Cristo. De
este modo el
2. La pregunta de Pilato a Jesús acerca su identidad,
ocurre en un escenario público. La identidad del Rey
es asumida y esto pone en manifiesto el rechazo e
imposibilidad de comprensión por aquellos que no
forman parte del Nuevo Pueblo de Dios.
Jesús estaba en pie ante el gobernador, y éste le
preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Jesús le
respondió: «Tú lo dices.» Mat 27:11
La manifestación es pública, pero como había
ocurrido con algunas ciudades impenitentes (Mateo
11:20-24), hay una incapacidad para poder
arrepentirse y cambiar. Pues en verdad como el
proceso de discipulado señala. Los elegidos son
llamados y responden a la gracia de Dios. No por su
capacidad, sino por la obra interna que el Espíritu
hace en ellos.
Los escenarios, los participantes y los destinos son distintos
diametralmente. El punto que les une es El Reino de Dios.
Pero que igual que la roca de las parábolas del Reino implica
diferentes destinos para unos y para otros. Para unos la roca
que vino a ser cabeza del ángulo, y para otros la roca que
despedaza.
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS». Mateo 27:37

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A l final del relato de la Pascua y previo a la resurrección
se hace una proclamación aún más amplia sobre el
Reinado de Dios. Pues en la cruz del Cristo es colocado un
letrero que más que una sentencia anuncia que allí está El Rey
quien ha venido para traer Salvación. Y que Su obra está ahora
llegando a Su culminación.
Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18
No hay nada que pudiera frustras el Plan del Señor, por el
contrario, aún los inicuos desde su perversión han servido
para que el Plan Redentivo se lleve a cabo. Realmente no es
este un escenario trágico, pues más allá del dolor y sufrimiento
del cordero que está siendo inmolado en la Cruz. Su muerte
expiatoria, es la culminación de plan para el que había venido
a la tierra. Por ello el grito de Consumado es. Señala la victoria
y abre nuevas expectativas para los que han creído.
Se abre un nuevo camino a la presencia de Dios. Donde no
hay nada que estorbe a los que son de la fe. Dejando atrás el
sistema ceremonial para ahora poder transitar libremente
hasta el trono de la gracia de Dios.
En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de
arriba hacia abajo; la tierra tembló, las rocas se
partieron, Mat 27:51
También de forma anticipada y perentoria empieza a ocurrir
lo que habrá de ocurrir al final de los tiempos, cuando los que
han muerto en la fe se levantarán para una nueva vida.
Los sepulcros se abrieron, y muchos cuerpos de santos,
que ya habían muerto, volvieron a vivir. Mateo 27:52

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E sta historia de la salvación, aún está en proceso. No es
la historia de lo que ocurrió en los tiempos antiguos,
sino la historia de nuestra redención. Pues señala su irrupción
en nuestra ciudad y nuestra vida, para traer salvarnos y darnos
una nueva identidad, misión y destino. Nosotros aún nos
encontramos en el desarrollo de este destino manifiesto para
los que hemos sido llamados a ser Nuevo Pueblo de Dios.
Pues sí bien el destino ya está asegurado aún somos llamados
al arrepentimiento, no como condicionante para la salvación,
pero si como adhesión a la ética del Reino proclamado en el
Sermón del monte. Para así constituirnos en la comunidad de
destino que Jesús llamó Su Iglesia. La cual con una fe
obediente sigue extendiendo Su Reino por este mundo.
Haciendo discípulos como Jesús mismo lo hizo acompañados
de Su presencia que nos empodera y capacita para estar en
misión.
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las
naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas
las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. Mateo
28:19-20

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Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
5
«Digan a la hija de Sión: Tu Rey viene a ti, Manso, y sentado
sobre una burra, Sobre un burrito, hijo de animal de carga.»
Mateo 21:4-5

A lo largo de los siglos el pueblo judío fue forjando una


expectativa que después habría de transmitir a los
cristianos. Se trata de la espera del advenimiento de Su Rey.
Las razones de esta esperanza, tienen diversas explicaciones
en el caso judío, su propia historia muestra una serie de
situaciones dolorosas por las que han pasado. Sin duda
algunos de los más impactantes y que les marcaron de por
vida fue la deportación Babilonia, y la destrucción de su
templo en Jerusalén. Desde entonces y a causa de la
dispersión que estaban viviendo se empieza a gestar la llamada
esperanza mesiánica. Se trata del deseo por su restauración, lo
cual implica el regreso a su tierra, para volver a adorar en el
Templo. Esta esperanza puede verse en este fragmento del
lamento por Jerusalén:
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Jerusalén, si acaso llego a olvidarme de ti, ¡que la mano
derecha se me tulla! 6 Jerusalén, ¡que la lengua se me

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pegue al paladar, si acaso no llego a recordarte ni te
pongo por encima de mis alegrías! Salmos 137:5-6
La restauración de Israel se hallaba íntimamente ligada con la
ciudad de Jerusalén. Olvidar ese deseo de regresar es como
también perder toda esperanza de que algún día Dios restaure
a Su pueblo. Lo cual en sí mismo significaría olvidarse de
Dios. De allí la expresión tan severa de no olvidarse de
Jerusalén aún a costa de la misma persona.
Este trasfondo, nos permite ver como la expectativa por la
salvación de Israel fue creciendo. Cuando además de aquella
experiencia de cautiverio en Babilonia se le sumaron la
conquista Griega con la profanación del Templo y la actual
conquista Romana que les imponía tributo y limitaba algunas
de sus expresiones de fe. Con este panorama es claro ver
como la expectativa de salvación a través del Mesías enviado
de Dios fuese creciendo. Pues si bien a lo largo de su historia
se habían levantado diversos libertadores, la liberación
provista había resultado temporal y más adelante estarían
sujetos a otro tipo de servidumbre. Necesitaban una acción
total que les diera salvación y liberación. Una redención que
solo podría venir de las manos del Mesías.
Los judíos de la época habían escuchado de Jesús, de sus
enseñanzas y de sus milagros. Así que poco a poco fue
creciendo la pregunta que en su momento Juan hiciera a
través de sus discípulos.
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mateo 11:3

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Jesús más que una respuesta les mostro los signos de que el
Mesías esperado ya estaba entre ellos.
4
Jesús les respondió: «Vuelvan y cuéntenle a Juan las
cosas que han visto y oído. 5 Los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los
muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian
las buenas noticias. 6 Bienaventurado el que no tropieza
por causa de mí.» Mateo 11:4-6
La salvación tan largamente esperada por el pueblo judío al
fin estaba materializándose. Allí estaban los signos
inequívocos de que El Mesías había por fin llegado. Por ello
al saberse que Jesús estaba llegando a Jerusalén, el pueblo sale
a recibir a Su Rey.

E l Rey estaba entrando a la ciudad para encontrarse con


Su pueblo y brindarle salvación. La soberanía de Dios
está en desarrollo, su plan inexorablemente va
desarrollándose. Pero la forma en cómo lo hace muestra 3
aspectos significativos.
1. De la periferia a la ciudad. El ministerio de Jesús se
había desarrollado en Galilea, uno de los lugares
considerados como alejados de la presencia de Dios,
por estar lejos de Jerusalén, y cerca de los gentiles.
Incluso para llegar a llegar allí había que hacer rodeo
y así no tener que cruzar por territorio gentil. El
judaísmo tradicional veía a esa región y a sus

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habitantes con desdén diciendo: ¿Y de Nazaret puede
salir algo bueno?
Este movimiento desde la periferia hacia el centro de
la fe judía es sumamente significativo pues muestra la
clara intención del Mesías de ser inclusivo. Los que
han experimentado aflicción y muerte ahora reciben
la luz del Señor.
1
Pero no siempre habrá oscuridad para la que ahora
está angustiada. En los primeros tiempos las regiones
de Zabulón y Neftalí fueron afligidas, pero en los
últimos tiempos se llenará de gloria el camino del mar,
al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. 2 El
pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la
luz resplandeció para los que vivían en un país de
sombras de muerte. Isaías 9:1-2

2. Constituir la ciudad de Dios. Las ciudades desde el


inicio fueron construidas, como el lugar donde el ser
humano busca tener el control en clara oposición a
Dios.
Y dijeron: «Vamos a edificar una ciudad, y una torre
cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos de
renombre, por si llegamos a esparcirnos por toda la
tierra.» Génesis 11:4
Es importante el contraste entre el primer lugar donde
Dios puso a los seres humanos, (El jardín de Edén) y
la construcción de la ciudad, como un espacio
humano donde ellos tendrían el control. La irrupción
del Reino de Dios, va creciendo poco a poco, como
Jesús lo explicó en sus parábolas hasta llenarlo todo
Mateo 13:32. De modo que el plan Redentivo de

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Dios, ahora también incluye a la ciudad, para
transformarla y hacer de ella un escenario de la gloria
de Dios. Más aún convertirla en la ciudad de Dios,
donde Él reina eternamente con su pueblo.

3. Paz para la ciudad. Jerusalén Ierushalaim ‫ ירושלים‬fue


constituida para ser un entorno donde el Shalom de
Dios pudiera manifestarse y ser bendición para todos
sus habitantes. Paradójicamente era lo que menos
había en esa ciudad (y aún hoy en día es un espacio de
grandes conflictos). La presencia del Rey en la ciudad
implica también un proyecto que es inaugurado y que
su cumplimento está en desarrollo. Pues el
cumplimiento de los decretos de Dios está en
desarrollo y una parte de ello está expresada en lo
dicho por el profeta Zacarías.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija
de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y
salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre
un pollino hijo de asna. Zacarías 9:9
La entrada del Rey sobre un pollino y o sobre un
caballo anuncia que su entrada no es la de un
conquistador, sino la alguien que trae paz para la
ciudad, tal y como es enunciado en el siguiente
versículo.
Yo destruiré los carros de guerra de Efraín y los
briosos caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra
serán hechos pedazos. Tu rey anunciará la paz a las
naciones, y su señorío se extenderá de mar a mar, y
del río Éufrates a los límites de la tierra. Zacarías 9:10

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Los instrumentos que servían para la guerra son
hechos pedazos y se anuncia la paz para todas las
naciones en un señorío que cubrirá toda la tierra. Lo
acontecido en aquella ciudad habrá de repercutir en
todo el mundo.
La regeneración de la ciudad y de sus habitantes al propósito
original, para la cual Dios les había designado ya está en
proceso. Y culminará con el Día de Cristo. Estoy persuadido
de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6

N uestro Rey ha llegado hasta nosotros. Para traer


bendición y salvación a todos cuanto esperamos la
Salvación que es en El.
Aquel día en el que Jesús entro en la ciudad de Jerusalén abrió
un espacio de gracia que se extiende hasta hoy y al que por su
gracia hemos sido invitados a participar.
Su reinado es para bendecir a Su pueblo, tal y como lo anunció
el profeta Isaías. (Las profecías de Isaías y Zacarías se
complementan para enunciar lo que en el Evangelio de Mateo
leemos, como el momento histórico donde es iniciada la obra
de redención del pueblo de Dios).
11
¡Oigan lo que el Señor ha dado a conocer hasta los
extremos de la tierra! Digan a la hija de Sión: «¡Aquí
viene tu Salvador! ¡Su recompensa lo acompaña! ¡Sus
obras le anteceden!» 12 Ellos serán llamados «Pueblo

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Santo», «Redimidos del Señor», y a ti te llamarán
«Ciudad Deseada», y «No desamparada». Isaías 62:11-
12
1. Es El Señor el que inicia el encuentro que habrá
de traer la redención de Su pueblo. Es el quien ve a
los suyos como desvalidos y cuando aún están en
debilidad, Dios se hace presente en su vida para
proveer Salvación. Más que buscar a Dios, es El quien
nos ha buscado y ha venido a nuestro encuentro
como un acto de Su misericordia.
2. Sus obras le anteceden y Su obra postrera será
aún mayor. Dios se propuso salvar a su pueblo y no
hay nadie que le detenga ni pueda frustrar Su plan. Las
señales que se han presentado en la obra de Cristo,
solo son un antecedente de la obra más grade que está
en desarrollo cuando todos los suyos experimenten
Su gloria.
3. Con Su obra, cambia el destino de Su pueblo. Los
que no eran pueblo ahora están bajo Su Pacto y
protección. Su gracia es derramada sobre ellos para
que nunca vuelvan a estar desamparados. Pues es
Dios quien ahora les cobija. La obra de Dios sobre
ellos será reconocida por otros y verán que sobre ellos
ha puesto Su amor.
Esta obra puesta en marcha en Jerusalén nos incluye a
nosotros. Pues en tanto no llegue el día del Señor, este tiempo
de gracia ha sido extendido hasta que todos los que Él ha
elegido seamos participantes de la gracia que en Cristo se nos
ha dado.

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El Señor no se tarda para cumplir su promesa, como
algunos piensan, sino que nos tiene paciencia y no
quiere que ninguno se pierda, sino que todos se vuelvan
a él. 2Pedro 3:9
Hoy es un día de gracia, en el que como en aquella ocasión Su
pueblo salió a recibirle y gozarse en recibir al Rey que vino a
Salvarles. Su presencia entre nosotros es para nuestra
bendición. Pues el vino a no solo como Rey sino también
como buen pastor para sanar las heridas de todos los que
vivimos en dolor y con Su presencia nos guía hacía el entorno
de bendición que ha preparado para Su pueblo.
Cuidará de su rebaño como un pastor; en sus brazos,
junto a su pecho, llevará a los corderos, y guiará con
suavidad a las ovejas recién paridas. Isaías 40:11
La manifestación de su plena de Su presencia trae vida plena,
Su Shalom se manifiesta sobre los suyos. Librándoles del
dolor, del pecado y sus consecuencias y restaurando así la
relación que antes estaba rota.
No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el
calor, porque quien les tiene misericordia los guiará y
los llevará a manantiales de aguas. Isaías 49:10
La única acción que nosotros podemos hacer ahora es salir a
Su encuentro y con gozo, humildad y fe, reconocerle como
nuestros Rey y Salvador.

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26
Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo
partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: «Tomen, coman;
esto es mi cuerpo.» 27 Después tomó la copa, y luego de dar
gracias, la entregó a sus discípulos y les dijo: «Beban de ella
todos, 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es
derramada por muchos, para perdón de los pecados. 29 Yo les
digo que, desde ahora, no volveré a beber de este fruto de la
vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el
reino de mi Padre.» Mateo 26:26-29

E n un ambiente de intimidad, donde solo los discípulos


están presentes, Jesús muestra a través de un acto
simbólico Su plan para los suyos, brindando con ello
confianza y seguridad para ellos.
Esto ocurre fuera de las multitudes, solo están aquí aquellos
que han sido elegidos. Por qué a ellos según las palabras de
Jesús les fue dado
Él les respondió: «Porque a ustedes se les concede
entender el misterio del reino de los cielos, pero a ellos
no. Mateo 13:11

21
¿Está siendo injusto Jesús con esto? De ninguna manera. Pues
Él es el Señor y puede hacer lo que Él quiera.
¿no tengo el derecho de hacer lo que quiera con lo que
es mío? ¿O acaso tienes envidia, porque yo soy bueno?”
Mateo 20:15
A través de sus enseñanzas y en particular en las parábolas
Jesús enseño, que el Reino no es para todos, sino para
aquellos a los que El Señor ha llamado. Esto es claro a través
de diversos pasajes donde Jesús manifiesta el propósito por el
cual ha venido a este mundo. Y que en conjunto nos muestran
la idea de una expiación limitada.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las
ovejas. Juan 10:11
Las palabras de Jesús nos muestran con claridad que El vino
a dar su vida por sus ovejas. Pero no por las que no los son.
Todos cuantos han sido elegidos para formar parte del Pueblo
de Dios, habrán de llegar a Él por cuanto ese es el designio de
Dios. Ser creyente en Jesucristo y confesar que Él es El Señor
y Salvador, es responder a la elección y llamado que Dios hace
en nuestra vida y que por la acción del Espíritu nos permite
responder en fe. Confesando que Jesús es nuestro Salvador.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no
lo trae. Y yo lo resucitaré en el día final. Juan 6:44
Pues como también el Apóstol Pablo escribió:
Así pues, no depende de que el hombre quiera o se
esfuerce, sino de que Dios tenga misericordia.
Romanos 9:16

22
Esa misericordia de Dios manifestada sobre los que Dios ha
elegido para salvación, seguirá actuando en ellos, de manera
que no solo la salvación es segura, sino también nuestra
inclusión a la vida eterna, como Jesús lo prometió y por ello
el destino de Jesús en la gloria del Padre, es también el destino
que espera a todos cuantos han sido elegidos.
Padre, quiero que donde yo estoy también estén
conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi
gloria, la cual me has dado; porque me has amado desde
antes de la fundación del mundo. Juan 17:24
En este espacio de intimidad están entonces los discípulos de
Jesús, aquellos que han sido elegidos por el Padre. Aquellos
por los que Jesús murió y para ellos este espacio de intimidad,
donde celebran de forma anticipada la Pascua, se convierte en
un espacio de gracia, donde su fe es confirmada y las
expectativas del Reino generan confianza en ellos.

L as palabras con las que Jesús habla a sus discípulos,


muestran la grandiosa obra de Cristo, para reconciliar lo
que hasta antes de Él era imposible. Pues implica que lo finito
y temporal del ser humano, pueda experimentar lo glorioso y
eterno de Dios.
Yo les digo que, desde ahora, no volveré a beber de este
fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el
vino nuevo en el reino de mi Padre

23
Con ustedes. Esta es una de las declaraciones más
importantes que puede cualquier creyente experimentar
en su vida, ya que marcan una idea completamente
distinta a la forma de como percibir a Dios. Él no es
una fuerza impersonal que organiza el universo.
Tampoco es el dios que abandona a su creación a su
suerte, ni el dios que ve solo de lejos lo que ocurre.
Contrario a esos conceptos, Jesús es un Dios cercano a
su pueblo. Esa fue la experiencia del pueblo del Antiguo
Testamento cuando Dios, peregrino con ellos en el
desierto. Y ahora en la consumación de los tiempos,
Jesús es anunciado desde su nacimiento cumpliendo ese
mismo rol, de estar con los suyos.
Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Emanuel, que significa: “Dios está con
nosotros.” Mateo 1:23
La seguridad que en este espacio de intimidad Jesús
brinda a los suyos es que, así como estuvo con ellos en
ese tránsito por la tierra, también así estará con ellos al
final de los tiempos. Como lo señalan sus palabras al
final del Evangelio.
Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he
mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo.» Amén. Mateo 28:20
En el Reino de mi Padre. La obra de Cristo hizo que el
destino de aquellos que estaban sin esperanza y sin Dios
en este mundo. Fuese cambiada completamente.

24
Su obra a nuestro favor es para salvarnos de la condena
del pecado, liberarnos de la influencia del pecado,
santificarnos y hacernos como Él y al final de los
tiempos llevarnos a la presencia de Dios.
Uno de los testigos de todo este proceso, fue Pedro
quien estuvo desde el inicio del llamado cuando estaban
junto al lago de galiliea, le acompaño durante su
ministerio y después como testigo de la resurrección
predico a la iglesia. El describió en estos términos el
ministerio de Jesús, donde el objetivo final es llevarnos
a Dios
Porque también Cristo padeció una sola vez por los
pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
En el cuerpo, sufrió la muerte; pero en el espíritu fue
vivificado; 1Pedro 3:18

L os signos de la obra de Cristo a nuestro favor, habrían de


ser representados a través del acto que hoy conocemos
como la Santa Cena. Donde el entono mismo de la
celebración es también un elemento que nos ilustra lo que
habremos de esperar.
El escenario. Como es conocido el relato inicia diciendo que
fue el primer día de la pascua Mateo 26:17. Esto corresponde
a la primera tarde de la semana de la pascua, la cual se llamaba
la fiesta de los Panes sin Levadura. La cual empezaba el jueves
por la mañana, cuando todas las partículas de levadura se
destruían después de una búsqueda ceremonial y ceremoniosa

25
por toda la casa. Así esta celebración donde Jesús participa
con sus discípulos resultará ser una celebración anticipada de
la pascua. Mostrándonos con ello que lo que aquí se va a
representar es una anticipación también de lo que algún día
ocurrirá en el Reino de Dios. Pero también de lo que habrá
de ocurrir en la cruz.
Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego
lo partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: «Tomen,
coman; esto es mi cuerpo.» 27 Después tomó la copa, y
luego de dar gracias, la entregó a sus discípulos y les
dijo: «Beban de ella todos, 28 porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que es derramada por muchos, para
perdón de los pecados
En la Cruz. El pan y el vino son los símbolos utilizados para
representar Su cuerpo y Su sangre. El concepto de la
Pascua está detrás de estos actos. Jesús es el cordero de
la pascua que habrá de ser sacrificado para perdón de
nuestros pecados. Tal y como lo había anunciado El
Bautista.
El siguiente día Juan vio que Jesús venía hacia él, y dijo:
«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo. Juan 1:29
De esta forma Jesús mismo se convierte en nuestra
pascua por la que nuestro pecado es perdonado.
Límpiense de la vieja levadura, para que sean una nueva
masa, sin levadura, como en realidad lo son. Nuestra
pascua, que es Cristo, ya ha sido sacrificada por
nosotros. 1Corintios 5:7

26
Recordemos que la idea central de la fiesta de los panes
sin levadura es quitar el pecado. Y en eso consiste la
obra que Cristo está haciendo anticipadamente a favor
nuestro.
En el Reino. Jesús toma la copa con el vino que representa
Su sangre, como aquella que fue derramada con el
sacrificio del cordero, al inicio del Éxodo y que era la
señal de que esa casa habría de ser pasada por alto para
que allí no hubiera mortandad. Y con esa copa renueva
el Pacto, que desde el principio Dios estableció con Su
pueblo, recordando las promesas del Pacto, del que
ahora los discípulos son participes.
Yo soy EL SEÑOR.
I. Yo los voy a librar de los trabajos pesados en
Egipto.
II. Voy a liberarlos de su esclavitud.
III. Con brazo extendido y con grandes juicios les
daré libertad.
IV. Los tomaré como mi pueblo, y seré su Dios; y
ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que
los libró de los trabajos pesados en Egipto.
Éxodo 6:6-7
Los elementos contenidos en El Pacto, hablan con
claridad de la acción salvífica de Dios hacia Su pueblo,
Pero también el recibirnos como nuestro Señor y Dios.
De esta manera se apunta al inicio de la relación que
inicia desde el momento de ser hechos participantes del
Pacto y hasta su cumplimiento, del otro lado de la
gloria.

27
T odo lo acontecido en aquel aposento alto, señala hacia el
futuro promisorio que espera todos los discípulos de
Cristo. Lo vívido hasta aquí es solo un adelanto del plan
redentor que Cristo vino a inaugurar con Su presencia entre
nosotros. Sin embargo, esa presencia suya tendrá un breve
compás de espera antes de manifestarse completamente. Tal
y como lo había dicho Jesús que habría de ocurrir aludiendo
a su muerte y resurrección.
Todavía un poco, y no me verán; y de nuevo un poco,
y me verán. Juan 16:16
Pero que pasado ese breve tiempo Su presencia habría de ser
para mayor gozo de los que esperan en El.
De cierto, de cierto les digo, que ustedes llorarán y
lamentarán, mientras que el mundo se alegrará; pero
aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en
gozo. Juan 16:20
Entonces, la Cena del Señor, también señala hacia la
Resurrección y la dicha eterna que solo los discípulos de Jesús
habrán de experimentar eternamente.

28
37
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS».
38
Junto a él crucificaron también a dos ladrones, uno a la
derecha y otro a la izquierda. 39 Los que pasaban lo insultaban,
y mientras meneaban la cabeza 40 decían: «Tú, que derribas el
templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres
Hijo de Dios, desciende de la cruz.»
41
Del mismo modo, también se burlaban de él los principales
sacerdotes, los escribas, los fariseos y los ancianos. Decían: 42
«Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse. Si es el Rey
de Israel, que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Ya
que él confió en Dios, pues que Dios lo libre ahora, si lo
quiere. Porque él ha dicho: “Soy Hijo de Dios.”» 44 Y también
lo insultaban los ladrones que estaban crucificados con él.
Mateo 27:37-44

E l contraste entre lo público y privado en el ministerio de


Jesús es muy importante. En ambos se manifiesta como
Rey. Pero en el ambiente íntimo de la celebración de la Santa
Cena, su manifestación es solo para aquellos a los que les ha
sido dado conocer los misterios del Reino y esto se traduce

29
en seguridad y confianza para ellos. Mientras que en el espacio
público su manifestación ocurre en tres etapas. En las que
paso a paso queda manifestado su poder y alcance como Rey.
1. Manifestado
2. Reconocido
3. Declarado
Estas tres etapas corresponden al desarrollo de la crucifixión,
donde su sacrificio vicario corresponde también con la
consumación de su ministerio en la tierra y así la victoria y
entronización como Rey.

E l Rey se manifiesta. Hasta antes de este momento han


sido mayormente las personas en derredor de Jesús las
que poco a poco van reconociendo en el al Mesías. Su entrada
a Jerusalén donde la multitud salió a recibirle pone en
manifiesto que Él es el Rey que habría de venir a liberar a Su
pueblo. Pero no hay que pasar por alto que su reconocimiento
como Rey no lo hace Jesús, sino Mateo como relator del
Evangelio y que lo expresado en ese momento por el pueblo
era una expresión donde le reconocen como el descendiente
de David.
«¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» Mateo 21:9
Para cualquier judío de la época era claro que esta declaración
sobre el Hijo de David, hablaba sobre aquel que habría de
venir a ser Rey como David, sin embargo, esto necesitaba ser
fehacientemente mostrado a todos. Lo cual va a ocurrir en el

30
dialogo que Jesús sostiene con Pilato como producto de las
falsas acusaciones de los judíos habían hecho en su contra.
Para apreciar con mayor precisión los detalles de la
conversación, veremos este fragmento en la versión Nueva
Traducción Viviente.
11
Jesús se encontraba frente a Pilato, el gobernador
romano. —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó
el gobernador. —Tú lo has dicho—contestó Jesús.
12
Pero, cuando los principales sacerdotes y los ancianos
presentaron sus acusaciones contra él, Jesús guardó
silencio.
13
—¿No oyes todas las acusaciones que presentan en
tu contra? —le preguntó Pilato.
14
Pero, para sorpresa del gobernador, Jesús no
respondió a ninguno de esos cargos. Mateo 27:11-14
El primer detalle que hemos de observar es la pregunta que
Pilato hace a Jesús, cuestionándolo sobre las acusaciones.
Preguntando algo que él sabía que era improbable. ¿Eres tú
el rey de los judíos? Algún otro en esa circunstancia habría
negado la afirmación de Pilato. Por lo menos por dos razones.
La primera es que Jesús antes de esto nunca había dicho que
Él era el Rey de los judíos. Segunda, por el lado humano
asumir la declaración colocaría a quien la hiciere en conflicto
directo con el imperio, pues asumirse como Rey de suyo
significaría sedición. Por lo que a menos de que
verdaderamente lo fuese el Rey lo más común es que se
negara la acusación. Lo sorprendente de este dialogó es que
Jesús contario a lo esperado, toma lo dicho por Pilato y lo

31
convierte en una afirmación. Tú lo has dicho. Asumiendo
así que Él es el Rey.
La razón por la cual, al ser cuestionado Jesús sobre esto no
evade dar una respuesta es justamente por lo que la Biblia
enseña acerca de Dios.
Dios no es un simple mortal para que mienta o cambie
de parecer. Si él habla, ciertamente actúa; si él dice algo,
lo lleva a cabo. Números 23:19
Sin embargo, en el dialogo posterior vemos que guarda
silencio ante otras preguntas que se le hacen. Esto tiene que
ver con la dignidad y autoridad que Jesús tiene como el Rey
que se ha manifestado. Como lo podemos ver en el texto
complementario del Evangelio de Juan.
10
Entonces le dijo Pilato: «¿A mí no me respondes?
¿Acaso no sabes que tengo autoridad para dejarte en
libertad, y que también tengo autoridad para
crucificarte?»
11
Jesús le respondió: «No tendrías sobre mí ninguna
autoridad, si no te fuera dada de arriba. Por eso, mayor
pecado ha cometido el que me ha entregado a ti.» Juan
19:10,11
Jesús es el Rey y deja claro su concepto su concepto de
autoridad. La cual es propia, mientras que la de Pilato es
delegada. De modo que el mismo Pilato solo puede actuar en
conformidad a la autoridad que le fue conferida, y que, por las
palabras de Jesús, no viene del emperador, sino de Dios
mismo. Como más adelante el apóstol Pedro lo declarará:

32
Jesús nazareno fue entregado conforme al plan
determinado y el conocimiento anticipado de Dios, y
ustedes lo aprehendieron y lo mataron por medio de
hombres inicuos, crucificándolo. Hechos 2:23
De modo que incluso en este aspecto la muerte de Jesús
ocurre de acuerdo al plan soberano de Dios y no por la
capacidad romana o la complicidad judía. Pero el que ocurra
por la voluntad permisiva de Dios, no elimina la
responsabilidad humana al actuar de forma impía contra el
Señor.

E l Rey es reconocido. El siguiente paso corresponde al


reconocimiento amplio y público que se habrá de hacer
de Jesús como el Rey. En este punto ocurre algo que puede
parecer paradójico hasta que se ve el escenario completo y no
solo lo que está ocurriendo a nivel del suelo en aquella región
de Palestina.
A nivel de los espectadores, un hombre está siendo
crucificado junto con otros malhechores. Incluso en su
derredor se escuchan una serie de burlas e insultos
provenientes de distintos sectores. Por un lado, los que
pasaban cerca de este escenario, al pie de la cruz, los
principales sacerdotes, los escribas, los fariseos y los ancianos.
Y junto al crucificado los ladrones que estaban siendo
crucificados con él.
Estos tres sectores muestran a tres grupos distintos de
personas que guardan diferentes relaciones con el Rey. Pero
que comparten también en ese momento un mismo destino.

33
a) Los más lejanos; los que van de paso. No tienen una
relación con Él y en su ignorancia solo se suman a lo
que otros están haciendo.
b) Junto a la cruz, los que han mantenido una actitud
abiertamente en contra de Jesús y su ministerio. Y que
asumen la responsabilidad de llevarle a la cruz.
c) Los más cercanos; junto a la cruz. Hombres que están
allí por causa de sus acciones. Que han demostrado a
través de sus actos que no respetan a Dios, ni a los
hombres.
Si bien cada uno de estos grupos son distintos, comparten
entre sí su incapacidad de ver que entre ellos estaba El Rey de
la creación. Pues por encima de sus injurias, burlas e
incomprensión se haya un letrero que lo pone en manifiesto.
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS». Mateo 21:37
Jesús es el Rey, y eso no hay nadie que pueda cambiarlo ya.
Este acto que tiene un aspecto trágico no es en sí mismo una
tragedia, como un destino fatídico que finalmente habría de
cumplirse. Sino el cumplimiento de la voluntad de Dios y de
Su Siervo que ha venido a este mundo a realizarla. Pues es así
como Jesús había dicho de Sí mismo.
Imiten al Hijo del Hombre, que no vino para ser
servido, sino para servir y para dar su vida en rescate
por muchos.» Mateo 20:28
La vida de Jesús no le fue arrebatada, sino que El mismo es
quien la pone para cumplir la voluntad del Padre y así dar vida
a los que han sido elegidos.

34
Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia
cuenta. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volver a tomarla. Este mandamiento lo recibí de mi
Padre.» Juan 10:18
Con esto, Él está llevando a cumplimiento la voluntad del
Padre y al mismo tiempo asumiendo su papel en un trono,
que más adelante habrá de ser trasformado por uno en gloria.

E l Rey es declarado. Una vez que Jesús es entronado


como Rey al asumir su lugar en la Cruz, hace falta ahora
la declaratoria oficial, que es fundamentalmente el momento
a partir del cual habrá de ejercer el reinado. Esto no cuestiona
su realidad como Rey, porque Él ya es Rey, sino lo que
anuncia es el momento en el que formalmente habrá de
ejercer como tal. Esta declaratoria, también podemos verla
como un cambio en su oficio, donde el deja de ser por así
decirlo sus oficios como profeta y sacerdote, para asumir el
que será su oficio final. Esto es el ser Rey.
Cabe una nota aclaratoria, acerca del ejercicio de los oficios
del Cristo. Pues en un sentido correcto, Él eternamente ejerce
estos oficios, porque forman parte de su naturaleza. pero
temporalmente corresponden los oficios al desarrollo de la
salvación del ser humano y de su posterior glorificación. De
esta manera Jesús “deja” de ejercer algunos oficios, para dar
paso a la ministración del Espíritu.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7

35
Lo que hemos también de comprender que cuando Jesús
anunció que dejaría otro consolador. Juan 14:16. En realidad
no refiere a alguien distinto como alteridad, sino que el
termino refiere a otro, semejante a Él. Así que siempre
estamos ante la plenitud de la Deidad, y estos conceptos
refieren a los distintos oficios y personas ejercidas, dentro de
la economía de la Trinidad.
Después de estas aclaraciones entonces, nos corresponde
afirmar que con la declaración formal de que Jesús es Rey se
inicia el ejercicio de este oficio.
Una forma paralela de esto es cuando en el Bautizo de Jesús,
se hace una declaración, después de la cual Él iniciará Su
ministerio.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia. Mat 3:17
Hay dos cosas aquí que son claras para todo lector del
Evangelio. 1. El Bautizo de Jesús no fue para perdón de
pecados, porque Jesús no lo necesitaba. 2. Esta es una
declaración formal a través de la cual es presentado el Hijo de
Dios, quien inicia formalmente su oficio como Profeta y
posteriormente como Sacerdote, cuando entregará su vida
como ofrenda por la expiación del pecado.
Así que es necesario que Jesús asuma también el oficio de Rey,
pues esto asegura nuestra estancia junto con Él en la gloria
del Padre.
Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los
llevaré conmigo, para que donde yo esté, también
ustedes estén. Juan 14:3

36
Al tiempo que El Espíritu asume el oficio de Jesús, en tanto
llega el día final.
Pero les digo la verdad: les conviene que yo me vaya;
porque si no me voy, el Consolador no vendrá a
ustedes; pero si me voy, yo se lo enviaré. Juan 16:7
La declaración de que Jesús es Rey, no solamente ha de venir
de aquellos que así lo reconocen, sino que incluso sus
enemigos han de reconocerle.
10
para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios el Padre. Filipenses 2:10-11
Por ello es este caso la declaratoria viene de alguien ajeno al
pueblo de Dios, pero no ajeno a la soberanía de Cristo. Pues
también los que no han creído ha de manifestar que Jesús es
Rey. Tal y como aquel centurión romano lo hizo.
Al ver el terremoto y las cosas que habían sucedido, el
centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús
se llenaron de miedo, y dijeron: «¡En verdad, éste era
Hijo de Dios!» Mateo 27:54
La declaratoria de este hombre es de hecho la consecuencia
de lo que la naturaleza también estaba constatando, A través
de la obscuridad que se generó en ese momento.
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo
tinieblas sobre toda la tierra. Mateo 27:45
Y del terremoto, que sacudió la tierra. Mt. 27:54.

37
Pero no hay que confundir o considerar que es la naturaleza,
quien confirma que Jesús es Rey, sino Dios quien hizo los
cielos y la tierra está ratificando que Jesús es Rey. Es
conveniente contrastar esta manifestación de poder, con la
presencia apacible de una paloma en el bautismo. Pues una
denota poder y fortaleza del Rey, mientras que la otra es la del
profeta y sacerdote, que vinieron a reconciliar al ser humano
para con Dios.

Jesús es Rey. Su reinado es para bendición de todos aquellos


que han sido elegidos. Y Su reinado nos llama a la
obediencia a sus mandatos, tanto como la confianza que nos
da Él que es Cristo quien asume el control de este mundo y él
lo conducirá a los suyos hasta la victoria y así a la vida eterna.
Por ello manifestamos nuestra lealtad al Rey no solo con una
confesión oral, sino con una vida a Su servicio.
Y emprendemos ese caminar con la certeza de que ya la
victoria ha sido dada.
¡Pero gracias sean dadas a Dios, de que nos da la
victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
1Corintios 15:57

38
19
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y
bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. 20 Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he
mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin
del mundo.» Amén. Mateo 28:19-20

L a vida, ministerio y Resurrección de Jesús es un anticipo


de la vida de sus discípulos. Su vida, modela nuestra vida,
Su ministerio guía a nuestros ministerios y Su resurrección es
el antecedente de lo que al final de los tiempos habrá de
ocurrir con nuestros cuerpos.
Sabemos que el que resucitó al Señor Jesús también a
nosotros nos resucitará con él, y nos llevará a su
presencia juntamente con ustedes. 2Corintios 4:14
El destino de Jesús es entonces el antecedente del que habrá
de ser el destino de sus discípulos, pues en Su oración al Padre
el así lo pidió.
Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los
llevaré conmigo, para que donde yo esté, también
ustedes estén. Juan 14:3

39
Nuestro destino está en donde Jesús este y ese lugar es justo
al lado del Padre. Pues, así como nuestro Señor habrá de
experimentar la gloria, del mismo modo allí estarán todos
aquellos elegidos para experimentar vida eterna.
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo
existiera. Juan 17:5

E l apóstol Pablo escribió diciendo que nuestra: vida está


escondida con Cristo en Dios. Colosenses 3:3. De modo
que por esa identidad en El
Ya estamos resucitados en Cristo. Vista esta como una
realidad aun cuando físicamente aún no ha ocurrido.
Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo,
busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado
a la derecha de Dios. Colosenses 3:1
Y también lo seremos en su manifestación gloriosa. Con la
seguridad de que cuando llegue el momento así habrá de
ocurrir.
Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste,
entonces también ustedes serán manifestados con él en
gloria. Colosenses 3:4
De modo que la obra completa de Jesús es en sí mismo un
anticipo de lo que habrá de ocurrir en nuestra vida. Y de lo

40
cual la parte final del relato de la pasión de Cristo nos muestra
tres signos que anteceden a nuestro futuro.

3 Signos de seguridad de la obra de Cristo en nuestra


vida. Que nos permiten caminar por este mundo con la
seguridad de que cuando llegue el momento habremos de
experimentarlos.
1. Seguridad de comunión con Dios. En aquel día el
velo del templo se rasgó, la división que separaba lo
sagrado de lo profano, es eliminada por un acto de
Dios.
En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de
arriba hacia abajo; la tierra tembló, las rocas se
partieron, Mateo 27:51
De ahora en adelante todo cuanto ocurre en la vida de
los creyentes ocurre frente al rostro de Dios. Con el cual
pueden tener la más perfecta comunión, ya que no hay
nada que les estorbe. La ruptura del velo, no solo señala
la abolición del sistema religioso antiguo, sino que en
particular señala a la oportunidad que en Cristo se nos
brinda para tener plena comunión con Dios.
20
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través
del velo, es decir, de su propio cuerpo, 21 y puesto que
tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios,
22
acerquémonos con un corazón sincero, y con la plena
seguridad de la fe, con el corazón purificado de una

41
mala conciencia, y con el cuerpo lavado en agua pura.
Hebreos 10:20-22
Esta comunión con Dios, es libre de intermediarios. Y
con la seguridad de que seremos recibidos. Por ello se
nos anima a entrar confiadamente. Pues la culpa por el
pecado que antes limitaba nuestra relación con Dios, ha
sido retirada.

2. Seguridad de la resurrección. Durante el ministerio


de Jesús e incluso durante el ministerio apostólico
diversas personas volvieron a vivir. Pero estos actos
no pueden ser considerados como resurrección, en el
sentido correcto, porque en algún momento esas
personas volvieron a morir.
Los sepulcros se abrieron, y muchos cuerpos de santos,
que ya habían muerto, volvieron a vivir. Mat 27:52
Pero estas personas que vuelven a la vida, son un signo
de lo que espera a todos los creyentes. Cuando los
discípulos de Cristo han de resucitar de acuerdo con el
orden que Él mismo ha establecido.
14
Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así
también Dios levantará con Jesús a los que murieron en
él. 15 Les decimos esto como una enseñanza del Señor:
Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado
hasta que el Señor venga, no nos adelantaremos a los
que murieron, 16 sino que el Señor mismo descenderá
del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con
trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán

42
primero. 17 Luego nosotros, los que aún vivamos y
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y
así estaremos con el Señor siempre. 1 Tesalonicenses
4:14-17
La resurrección de los creyentes para experimentar vida
eterna es una garantía que Dios nos da. Y podemos
estar seguros de ello, porque Jesús mismo fue levantado
a resurrección. Siendo Él las primicias.
pero el hecho es que Cristo ha resucitado de entre los
muertos, como primicias de los que murieron;
1Corintios 15:20

3. Seguridad de experimentar su Paz. La presencia de


Jesús entre nosotros, ha sido para que
experimentemos de su Paz. Aún en los momentos, en
los que la desazón puede afligirnos, podemos
sentirnos confortados por Aquel que dice a nuestra
vida: No temas.
Entonces Jesús les dijo: «No teman. Vayan y den la
noticia a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí
me verán.» Mateo 28:10
Nuestra paz, se deriva del amor que Dios en Cristo
Jesús ha mostrado sobre nuestra vida. Pues al habernos
reconciliado con El Padre, ahora nuestra tenemos una
relación donde la gracia y bondad del Padre están
disponibles para sus hijos. Siendo así amados por Dios,
podemos con toda seguridad dejar todos los temores

43
que puedan generarse en el presente o en aquello que
estuviera por venir. Pues el amor de Dios constata que
estamos bajo su protección.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo.
Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en
el amor. 1Juan 4:18
La seguridad de la comunión, resurrección y el experimentar
la Paz de Dios en nuestra vida, nos animan a vivir de un modo
digno del evangelio. Pues no teniendo ya nada que nos limite
o coaccione, podemos en libertad servir al Señor.
De esta forma la seguridad que la obra de Cristo nos da, se
traduce también en una forma de vida que servirá para dar
testimonio de en Quien hemos creído. Pues en lugar de vivir
con preocupaciones al respecto de nuestra vida. Sabemos, que
siempre estaremos en las manos de Dios. Y que aun lo que
este mundo considera como irremediable, en realidad nos
acerca más a nuestro destino con El Señor.
Del mismo modo Su resurrección nos convoca a vivir como
resucitados. Sabiendo que en la vida y en la muerte le
pertenecemos al Señor y nada podrá separarnos de Su amor.
Por lo que, al andar en este mundo con esa seguridad,
modelamos para otros, lo que es el vivir anticipadamente el
Reino de Dios. Donde cada congregación de creyentes es
constituida en un espacio de gracia donde anticipadamente se
vive el Reinado de Dios al tiempo que se señala el Reno que
aún está por venir.

44
C on todos estos antecedentes, donde la vida del
Resucitado nos ha transferido Nueva Vida. Y Donde Su
reinado ha sido puesto en marcha, nos toca ahora sumarnos
al proyecto que el mismo inicio, y al que nos llamó a ser
colabores suyos.
Por la autoridad del Rey al que servimos es la que nos convoca
a ir a la misión que nos es encomendada.
18
Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18
Dado que Él es el Rey y no conoce límites, es que somos
convocados a servir. Este servicio entonces lo hacemos en
Nombre suyo e investidos de Su autoridad. Su presencia que
ha sido seguridad para nosotros ahora nos acompaña en la
misión. El Todopoderoso es quien emprende esta misión y es
quien nos respalda para poder llevarla a cabo. De modo que,
al emprender esta misión, en Su Nombre y bajo su autoridad,
es que también todos los recursos que sean necesarios para
desarrollar estarán a nuestra disposición.
Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en
ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá.
Juan 15:7
No hemos de pasar por alto que esta promesa está en el
contexto de dar fruto para la gloria de Dios. Ese fruto en
función de este pasaje tiene como objetivo concreto al hacer
más discípulos de Cristo. Pues esa fue la misión que Jesús vino
a desempeñar en este mundo. De modo que así como
compartimos el oficio de reinar junto con Cristo, también
asumimos los oficios de profeta, para predicar la salvación a

45
otros y el de sacerdote, pues ministramos a favor de los
habiendo sido elegidos aún no han sido incluidos en El Pacto
con Dios.
19
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las
naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas
las cosas que les he mandado. Mateo 28:19-20a
El discipulado como Jesús mismo nos enseñó no queda
limitado a la proclamación, sino que implica también caminar
con ellos y trabajar a su favor hasta que la imagen de Cristo
sea formada en ellos por la obra del Espíritu de Dios.
El Evangelio del Reino de Dios, termina justo con la promesa
que había iniciado: Jesús es el Emanuel, El Dios con y a favor
de nosotros. Mateo 1:23. Y ahora al final la promesa para los
discípulos y siervos del Rey es que Él estará con ellos
eternalmente. Su presencia estará en ellos siempre, siendo
indisoluble para aquellos que han recibido y sirven al Rey.
Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del
mundo.» Amén. Mateo 28:20b

46

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