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29 Este es el Rey
Mateo 27:37
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E s frecuente en las comunidades cristinas ver la semana
de la Pascua de Resurrección, como un acto histórico
que conmemoramos. Incluso en nuestro ciclo litúrgico es una
temporada de carácter penitencial enfocada en conmemorar
un acto ya acontecido, donde Jesús sufrió, murió y resucitó
para darnos salvación.
Con una lectura de este tipo, de carácter historicista, no es
casual que poco a poco esta conmemoración se cosifique,
perdiendo la vitalidad que debería de tener el re-actuar la
Historia de la Salvación para hacerla una experiencia vívida en
cada discípulo de Cristo.
Los efectos prácticos de esta actitud los podemos ver cuando
la temporada de Pascua-Resurrección se ve como una
actividad que hay que cumplir, y para otros como un espacio
para vacacionar, haciendo con esto que la razón de la pascua
se diluya para la iglesia y lo que implica para el mundo.
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U na óptica completamente distinta es la que se nos
presenta en el Evangelio de Mateo. Donde la nota
dominante es el Reinado de Dios, que irrumpe en este mundo,
para llevar a cumplimiento el plan salvífico de Dios, pero esta
es una acción que está en desarrollo y de la que aún como
lectores somos participantes. Pues ciertamente el reinado de
Dios ha iniciado, pero aquellos testigos presenciales como
nosotros, somos parte de una misma historia. De esta manera
el relato del evangelio, no solo debe ser leído y enseñado, sino
particularmente, vivido y actuado en primera persona de
modo que podamos apropiar no solo su enseñanza como
doctrina, sino su enseñanza como experiencia de vida. Que
nos conduce a experimentar la salvación y finalmente siendo
partícipes del Reinado de Dios, extenderlo a otros a través de
la misión.
El relato de la pascua inicia justamente contando la
experiencia del Rey que hace su entrada a la ciudad. La
llamada entrada triunfal, anuncia la irrupción del Reinado de
Dios en este mundo. Pero se trata de un reinado que habrá de
establecer el shalom de Dios para Su pueblo, más que la
victoria de un guerrero.
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Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el
profeta: 5 «Digan a la hija de Sión: Tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una burra, Sobre un burrito,
hijo de animal de carga.» Mateo 21:4-5
Los elementos simbólicos juegan un papel muy importante en
el pues la forma tranquila de entrar del Rey anuncia también
una era de gracia para todos los que salen al encuentro del
Rey. La irrupción a la ciudad, si bien es señalada como el
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cumplimiento de una profecía, también apunta a la
restauración de lo que hasta ese momento ha sido el desorden
y rebeliones humanas. Pues siendo la ciudad levantada por los
hijos de Caín, como un signo de rebelión contra Dios
(Génesis 4:17, 11:4). Ahora ha de ser transformada en un
espacio de gracia y bendición, donde la presencia de Dios se
hace manifiesta, trayendo salvación, humanización y vida
plena para todo el pueblo de Dios.
Lo anunciado por el Bautista (Mateo 3:2,3) y confirmado por
Jesús (Mateo 4:17) estaba ahora en marcha. El Reino de los
cielos estaba haciendo su arribo a la ciudad y es necesario
preparado para ello en dos áreas:
1. El conjunto de las parábolas del Reino de Mateo 13,
ilustran la necesidad de estar preparados marcando la
prioridad que ha de tener para la vida de los discípulos
la búsqueda del Reino de Dios. Así como también
señalan el crecimiento paulatino, pero sin cesar que el
Reino tiene y la realidad de que no todos habrán de
participar de la salvación, separando el trigo de la
cizaña.
2. El otro conjunto de parábolas del capítulo 25 nos
plantea la necesidad ejercer con sabiduría el llamado y
los dones que Dios ha depositado en la vida de los
discípulos, para hacer crecer el Reino en virtud del
juicio que está por venir.
El conjunto de estas dos parábolas son la manera de
ejemplificar en que consiste: enderezar las sendas. Lo cual nos
plantea que los compromisos con el Reino, también implican
un compromiso con el monoteísmo ético ejemplificado en
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Jesús, en el Bautista y que se espera ocurra también en la vida
de los nuevos discípulos.
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participantes del Reino de Dios, junto con Cristo. De
este modo el
2. La pregunta de Pilato a Jesús acerca su identidad,
ocurre en un escenario público. La identidad del Rey
es asumida y esto pone en manifiesto el rechazo e
imposibilidad de comprensión por aquellos que no
forman parte del Nuevo Pueblo de Dios.
Jesús estaba en pie ante el gobernador, y éste le
preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Jesús le
respondió: «Tú lo dices.» Mat 27:11
La manifestación es pública, pero como había
ocurrido con algunas ciudades impenitentes (Mateo
11:20-24), hay una incapacidad para poder
arrepentirse y cambiar. Pues en verdad como el
proceso de discipulado señala. Los elegidos son
llamados y responden a la gracia de Dios. No por su
capacidad, sino por la obra interna que el Espíritu
hace en ellos.
Los escenarios, los participantes y los destinos son distintos
diametralmente. El punto que les une es El Reino de Dios.
Pero que igual que la roca de las parábolas del Reino implica
diferentes destinos para unos y para otros. Para unos la roca
que vino a ser cabeza del ángulo, y para otros la roca que
despedaza.
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS». Mateo 27:37
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A l final del relato de la Pascua y previo a la resurrección
se hace una proclamación aún más amplia sobre el
Reinado de Dios. Pues en la cruz del Cristo es colocado un
letrero que más que una sentencia anuncia que allí está El Rey
quien ha venido para traer Salvación. Y que Su obra está ahora
llegando a Su culminación.
Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18
No hay nada que pudiera frustras el Plan del Señor, por el
contrario, aún los inicuos desde su perversión han servido
para que el Plan Redentivo se lleve a cabo. Realmente no es
este un escenario trágico, pues más allá del dolor y sufrimiento
del cordero que está siendo inmolado en la Cruz. Su muerte
expiatoria, es la culminación de plan para el que había venido
a la tierra. Por ello el grito de Consumado es. Señala la victoria
y abre nuevas expectativas para los que han creído.
Se abre un nuevo camino a la presencia de Dios. Donde no
hay nada que estorbe a los que son de la fe. Dejando atrás el
sistema ceremonial para ahora poder transitar libremente
hasta el trono de la gracia de Dios.
En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de
arriba hacia abajo; la tierra tembló, las rocas se
partieron, Mat 27:51
También de forma anticipada y perentoria empieza a ocurrir
lo que habrá de ocurrir al final de los tiempos, cuando los que
han muerto en la fe se levantarán para una nueva vida.
Los sepulcros se abrieron, y muchos cuerpos de santos,
que ya habían muerto, volvieron a vivir. Mateo 27:52
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E sta historia de la salvación, aún está en proceso. No es
la historia de lo que ocurrió en los tiempos antiguos,
sino la historia de nuestra redención. Pues señala su irrupción
en nuestra ciudad y nuestra vida, para traer salvarnos y darnos
una nueva identidad, misión y destino. Nosotros aún nos
encontramos en el desarrollo de este destino manifiesto para
los que hemos sido llamados a ser Nuevo Pueblo de Dios.
Pues sí bien el destino ya está asegurado aún somos llamados
al arrepentimiento, no como condicionante para la salvación,
pero si como adhesión a la ética del Reino proclamado en el
Sermón del monte. Para así constituirnos en la comunidad de
destino que Jesús llamó Su Iglesia. La cual con una fe
obediente sigue extendiendo Su Reino por este mundo.
Haciendo discípulos como Jesús mismo lo hizo acompañados
de Su presencia que nos empodera y capacita para estar en
misión.
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las
naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas
las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. Mateo
28:19-20
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Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
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«Digan a la hija de Sión: Tu Rey viene a ti, Manso, y sentado
sobre una burra, Sobre un burrito, hijo de animal de carga.»
Mateo 21:4-5
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pegue al paladar, si acaso no llego a recordarte ni te
pongo por encima de mis alegrías! Salmos 137:5-6
La restauración de Israel se hallaba íntimamente ligada con la
ciudad de Jerusalén. Olvidar ese deseo de regresar es como
también perder toda esperanza de que algún día Dios restaure
a Su pueblo. Lo cual en sí mismo significaría olvidarse de
Dios. De allí la expresión tan severa de no olvidarse de
Jerusalén aún a costa de la misma persona.
Este trasfondo, nos permite ver como la expectativa por la
salvación de Israel fue creciendo. Cuando además de aquella
experiencia de cautiverio en Babilonia se le sumaron la
conquista Griega con la profanación del Templo y la actual
conquista Romana que les imponía tributo y limitaba algunas
de sus expresiones de fe. Con este panorama es claro ver
como la expectativa de salvación a través del Mesías enviado
de Dios fuese creciendo. Pues si bien a lo largo de su historia
se habían levantado diversos libertadores, la liberación
provista había resultado temporal y más adelante estarían
sujetos a otro tipo de servidumbre. Necesitaban una acción
total que les diera salvación y liberación. Una redención que
solo podría venir de las manos del Mesías.
Los judíos de la época habían escuchado de Jesús, de sus
enseñanzas y de sus milagros. Así que poco a poco fue
creciendo la pregunta que en su momento Juan hiciera a
través de sus discípulos.
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mateo 11:3
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Jesús más que una respuesta les mostro los signos de que el
Mesías esperado ya estaba entre ellos.
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Jesús les respondió: «Vuelvan y cuéntenle a Juan las
cosas que han visto y oído. 5 Los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los
muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian
las buenas noticias. 6 Bienaventurado el que no tropieza
por causa de mí.» Mateo 11:4-6
La salvación tan largamente esperada por el pueblo judío al
fin estaba materializándose. Allí estaban los signos
inequívocos de que El Mesías había por fin llegado. Por ello
al saberse que Jesús estaba llegando a Jerusalén, el pueblo sale
a recibir a Su Rey.
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habitantes con desdén diciendo: ¿Y de Nazaret puede
salir algo bueno?
Este movimiento desde la periferia hacia el centro de
la fe judía es sumamente significativo pues muestra la
clara intención del Mesías de ser inclusivo. Los que
han experimentado aflicción y muerte ahora reciben
la luz del Señor.
1
Pero no siempre habrá oscuridad para la que ahora
está angustiada. En los primeros tiempos las regiones
de Zabulón y Neftalí fueron afligidas, pero en los
últimos tiempos se llenará de gloria el camino del mar,
al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. 2 El
pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la
luz resplandeció para los que vivían en un país de
sombras de muerte. Isaías 9:1-2
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Dios, ahora también incluye a la ciudad, para
transformarla y hacer de ella un escenario de la gloria
de Dios. Más aún convertirla en la ciudad de Dios,
donde Él reina eternamente con su pueblo.
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Los instrumentos que servían para la guerra son
hechos pedazos y se anuncia la paz para todas las
naciones en un señorío que cubrirá toda la tierra. Lo
acontecido en aquella ciudad habrá de repercutir en
todo el mundo.
La regeneración de la ciudad y de sus habitantes al propósito
original, para la cual Dios les había designado ya está en
proceso. Y culminará con el Día de Cristo. Estoy persuadido
de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
18
Santo», «Redimidos del Señor», y a ti te llamarán
«Ciudad Deseada», y «No desamparada». Isaías 62:11-
12
1. Es El Señor el que inicia el encuentro que habrá
de traer la redención de Su pueblo. Es el quien ve a
los suyos como desvalidos y cuando aún están en
debilidad, Dios se hace presente en su vida para
proveer Salvación. Más que buscar a Dios, es El quien
nos ha buscado y ha venido a nuestro encuentro
como un acto de Su misericordia.
2. Sus obras le anteceden y Su obra postrera será
aún mayor. Dios se propuso salvar a su pueblo y no
hay nadie que le detenga ni pueda frustrar Su plan. Las
señales que se han presentado en la obra de Cristo,
solo son un antecedente de la obra más grade que está
en desarrollo cuando todos los suyos experimenten
Su gloria.
3. Con Su obra, cambia el destino de Su pueblo. Los
que no eran pueblo ahora están bajo Su Pacto y
protección. Su gracia es derramada sobre ellos para
que nunca vuelvan a estar desamparados. Pues es
Dios quien ahora les cobija. La obra de Dios sobre
ellos será reconocida por otros y verán que sobre ellos
ha puesto Su amor.
Esta obra puesta en marcha en Jerusalén nos incluye a
nosotros. Pues en tanto no llegue el día del Señor, este tiempo
de gracia ha sido extendido hasta que todos los que Él ha
elegido seamos participantes de la gracia que en Cristo se nos
ha dado.
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El Señor no se tarda para cumplir su promesa, como
algunos piensan, sino que nos tiene paciencia y no
quiere que ninguno se pierda, sino que todos se vuelvan
a él. 2Pedro 3:9
Hoy es un día de gracia, en el que como en aquella ocasión Su
pueblo salió a recibirle y gozarse en recibir al Rey que vino a
Salvarles. Su presencia entre nosotros es para nuestra
bendición. Pues el vino a no solo como Rey sino también
como buen pastor para sanar las heridas de todos los que
vivimos en dolor y con Su presencia nos guía hacía el entorno
de bendición que ha preparado para Su pueblo.
Cuidará de su rebaño como un pastor; en sus brazos,
junto a su pecho, llevará a los corderos, y guiará con
suavidad a las ovejas recién paridas. Isaías 40:11
La manifestación de su plena de Su presencia trae vida plena,
Su Shalom se manifiesta sobre los suyos. Librándoles del
dolor, del pecado y sus consecuencias y restaurando así la
relación que antes estaba rota.
No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el
calor, porque quien les tiene misericordia los guiará y
los llevará a manantiales de aguas. Isaías 49:10
La única acción que nosotros podemos hacer ahora es salir a
Su encuentro y con gozo, humildad y fe, reconocerle como
nuestros Rey y Salvador.
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26
Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego lo
partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: «Tomen, coman;
esto es mi cuerpo.» 27 Después tomó la copa, y luego de dar
gracias, la entregó a sus discípulos y les dijo: «Beban de ella
todos, 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es
derramada por muchos, para perdón de los pecados. 29 Yo les
digo que, desde ahora, no volveré a beber de este fruto de la
vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el
reino de mi Padre.» Mateo 26:26-29
21
¿Está siendo injusto Jesús con esto? De ninguna manera. Pues
Él es el Señor y puede hacer lo que Él quiera.
¿no tengo el derecho de hacer lo que quiera con lo que
es mío? ¿O acaso tienes envidia, porque yo soy bueno?”
Mateo 20:15
A través de sus enseñanzas y en particular en las parábolas
Jesús enseño, que el Reino no es para todos, sino para
aquellos a los que El Señor ha llamado. Esto es claro a través
de diversos pasajes donde Jesús manifiesta el propósito por el
cual ha venido a este mundo. Y que en conjunto nos muestran
la idea de una expiación limitada.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las
ovejas. Juan 10:11
Las palabras de Jesús nos muestran con claridad que El vino
a dar su vida por sus ovejas. Pero no por las que no los son.
Todos cuantos han sido elegidos para formar parte del Pueblo
de Dios, habrán de llegar a Él por cuanto ese es el designio de
Dios. Ser creyente en Jesucristo y confesar que Él es El Señor
y Salvador, es responder a la elección y llamado que Dios hace
en nuestra vida y que por la acción del Espíritu nos permite
responder en fe. Confesando que Jesús es nuestro Salvador.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no
lo trae. Y yo lo resucitaré en el día final. Juan 6:44
Pues como también el Apóstol Pablo escribió:
Así pues, no depende de que el hombre quiera o se
esfuerce, sino de que Dios tenga misericordia.
Romanos 9:16
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Esa misericordia de Dios manifestada sobre los que Dios ha
elegido para salvación, seguirá actuando en ellos, de manera
que no solo la salvación es segura, sino también nuestra
inclusión a la vida eterna, como Jesús lo prometió y por ello
el destino de Jesús en la gloria del Padre, es también el destino
que espera a todos cuantos han sido elegidos.
Padre, quiero que donde yo estoy también estén
conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi
gloria, la cual me has dado; porque me has amado desde
antes de la fundación del mundo. Juan 17:24
En este espacio de intimidad están entonces los discípulos de
Jesús, aquellos que han sido elegidos por el Padre. Aquellos
por los que Jesús murió y para ellos este espacio de intimidad,
donde celebran de forma anticipada la Pascua, se convierte en
un espacio de gracia, donde su fe es confirmada y las
expectativas del Reino generan confianza en ellos.
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Con ustedes. Esta es una de las declaraciones más
importantes que puede cualquier creyente experimentar
en su vida, ya que marcan una idea completamente
distinta a la forma de como percibir a Dios. Él no es
una fuerza impersonal que organiza el universo.
Tampoco es el dios que abandona a su creación a su
suerte, ni el dios que ve solo de lejos lo que ocurre.
Contrario a esos conceptos, Jesús es un Dios cercano a
su pueblo. Esa fue la experiencia del pueblo del Antiguo
Testamento cuando Dios, peregrino con ellos en el
desierto. Y ahora en la consumación de los tiempos,
Jesús es anunciado desde su nacimiento cumpliendo ese
mismo rol, de estar con los suyos.
Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Emanuel, que significa: “Dios está con
nosotros.” Mateo 1:23
La seguridad que en este espacio de intimidad Jesús
brinda a los suyos es que, así como estuvo con ellos en
ese tránsito por la tierra, también así estará con ellos al
final de los tiempos. Como lo señalan sus palabras al
final del Evangelio.
Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he
mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo.» Amén. Mateo 28:20
En el Reino de mi Padre. La obra de Cristo hizo que el
destino de aquellos que estaban sin esperanza y sin Dios
en este mundo. Fuese cambiada completamente.
24
Su obra a nuestro favor es para salvarnos de la condena
del pecado, liberarnos de la influencia del pecado,
santificarnos y hacernos como Él y al final de los
tiempos llevarnos a la presencia de Dios.
Uno de los testigos de todo este proceso, fue Pedro
quien estuvo desde el inicio del llamado cuando estaban
junto al lago de galiliea, le acompaño durante su
ministerio y después como testigo de la resurrección
predico a la iglesia. El describió en estos términos el
ministerio de Jesús, donde el objetivo final es llevarnos
a Dios
Porque también Cristo padeció una sola vez por los
pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.
En el cuerpo, sufrió la muerte; pero en el espíritu fue
vivificado; 1Pedro 3:18
25
por toda la casa. Así esta celebración donde Jesús participa
con sus discípulos resultará ser una celebración anticipada de
la pascua. Mostrándonos con ello que lo que aquí se va a
representar es una anticipación también de lo que algún día
ocurrirá en el Reino de Dios. Pero también de lo que habrá
de ocurrir en la cruz.
Mientras comían, Jesús tomó el pan y lo bendijo; luego
lo partió y se lo dio a sus discípulos, y les dijo: «Tomen,
coman; esto es mi cuerpo.» 27 Después tomó la copa, y
luego de dar gracias, la entregó a sus discípulos y les
dijo: «Beban de ella todos, 28 porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que es derramada por muchos, para
perdón de los pecados
En la Cruz. El pan y el vino son los símbolos utilizados para
representar Su cuerpo y Su sangre. El concepto de la
Pascua está detrás de estos actos. Jesús es el cordero de
la pascua que habrá de ser sacrificado para perdón de
nuestros pecados. Tal y como lo había anunciado El
Bautista.
El siguiente día Juan vio que Jesús venía hacia él, y dijo:
«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo. Juan 1:29
De esta forma Jesús mismo se convierte en nuestra
pascua por la que nuestro pecado es perdonado.
Límpiense de la vieja levadura, para que sean una nueva
masa, sin levadura, como en realidad lo son. Nuestra
pascua, que es Cristo, ya ha sido sacrificada por
nosotros. 1Corintios 5:7
26
Recordemos que la idea central de la fiesta de los panes
sin levadura es quitar el pecado. Y en eso consiste la
obra que Cristo está haciendo anticipadamente a favor
nuestro.
En el Reino. Jesús toma la copa con el vino que representa
Su sangre, como aquella que fue derramada con el
sacrificio del cordero, al inicio del Éxodo y que era la
señal de que esa casa habría de ser pasada por alto para
que allí no hubiera mortandad. Y con esa copa renueva
el Pacto, que desde el principio Dios estableció con Su
pueblo, recordando las promesas del Pacto, del que
ahora los discípulos son participes.
Yo soy EL SEÑOR.
I. Yo los voy a librar de los trabajos pesados en
Egipto.
II. Voy a liberarlos de su esclavitud.
III. Con brazo extendido y con grandes juicios les
daré libertad.
IV. Los tomaré como mi pueblo, y seré su Dios; y
ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que
los libró de los trabajos pesados en Egipto.
Éxodo 6:6-7
Los elementos contenidos en El Pacto, hablan con
claridad de la acción salvífica de Dios hacia Su pueblo,
Pero también el recibirnos como nuestro Señor y Dios.
De esta manera se apunta al inicio de la relación que
inicia desde el momento de ser hechos participantes del
Pacto y hasta su cumplimiento, del otro lado de la
gloria.
27
T odo lo acontecido en aquel aposento alto, señala hacia el
futuro promisorio que espera todos los discípulos de
Cristo. Lo vívido hasta aquí es solo un adelanto del plan
redentor que Cristo vino a inaugurar con Su presencia entre
nosotros. Sin embargo, esa presencia suya tendrá un breve
compás de espera antes de manifestarse completamente. Tal
y como lo había dicho Jesús que habría de ocurrir aludiendo
a su muerte y resurrección.
Todavía un poco, y no me verán; y de nuevo un poco,
y me verán. Juan 16:16
Pero que pasado ese breve tiempo Su presencia habría de ser
para mayor gozo de los que esperan en El.
De cierto, de cierto les digo, que ustedes llorarán y
lamentarán, mientras que el mundo se alegrará; pero
aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en
gozo. Juan 16:20
Entonces, la Cena del Señor, también señala hacia la
Resurrección y la dicha eterna que solo los discípulos de Jesús
habrán de experimentar eternamente.
28
37
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS».
38
Junto a él crucificaron también a dos ladrones, uno a la
derecha y otro a la izquierda. 39 Los que pasaban lo insultaban,
y mientras meneaban la cabeza 40 decían: «Tú, que derribas el
templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres
Hijo de Dios, desciende de la cruz.»
41
Del mismo modo, también se burlaban de él los principales
sacerdotes, los escribas, los fariseos y los ancianos. Decían: 42
«Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse. Si es el Rey
de Israel, que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Ya
que él confió en Dios, pues que Dios lo libre ahora, si lo
quiere. Porque él ha dicho: “Soy Hijo de Dios.”» 44 Y también
lo insultaban los ladrones que estaban crucificados con él.
Mateo 27:37-44
29
en seguridad y confianza para ellos. Mientras que en el espacio
público su manifestación ocurre en tres etapas. En las que
paso a paso queda manifestado su poder y alcance como Rey.
1. Manifestado
2. Reconocido
3. Declarado
Estas tres etapas corresponden al desarrollo de la crucifixión,
donde su sacrificio vicario corresponde también con la
consumación de su ministerio en la tierra y así la victoria y
entronización como Rey.
30
dialogo que Jesús sostiene con Pilato como producto de las
falsas acusaciones de los judíos habían hecho en su contra.
Para apreciar con mayor precisión los detalles de la
conversación, veremos este fragmento en la versión Nueva
Traducción Viviente.
11
Jesús se encontraba frente a Pilato, el gobernador
romano. —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó
el gobernador. —Tú lo has dicho—contestó Jesús.
12
Pero, cuando los principales sacerdotes y los ancianos
presentaron sus acusaciones contra él, Jesús guardó
silencio.
13
—¿No oyes todas las acusaciones que presentan en
tu contra? —le preguntó Pilato.
14
Pero, para sorpresa del gobernador, Jesús no
respondió a ninguno de esos cargos. Mateo 27:11-14
El primer detalle que hemos de observar es la pregunta que
Pilato hace a Jesús, cuestionándolo sobre las acusaciones.
Preguntando algo que él sabía que era improbable. ¿Eres tú
el rey de los judíos? Algún otro en esa circunstancia habría
negado la afirmación de Pilato. Por lo menos por dos razones.
La primera es que Jesús antes de esto nunca había dicho que
Él era el Rey de los judíos. Segunda, por el lado humano
asumir la declaración colocaría a quien la hiciere en conflicto
directo con el imperio, pues asumirse como Rey de suyo
significaría sedición. Por lo que a menos de que
verdaderamente lo fuese el Rey lo más común es que se
negara la acusación. Lo sorprendente de este dialogó es que
Jesús contario a lo esperado, toma lo dicho por Pilato y lo
31
convierte en una afirmación. Tú lo has dicho. Asumiendo
así que Él es el Rey.
La razón por la cual, al ser cuestionado Jesús sobre esto no
evade dar una respuesta es justamente por lo que la Biblia
enseña acerca de Dios.
Dios no es un simple mortal para que mienta o cambie
de parecer. Si él habla, ciertamente actúa; si él dice algo,
lo lleva a cabo. Números 23:19
Sin embargo, en el dialogo posterior vemos que guarda
silencio ante otras preguntas que se le hacen. Esto tiene que
ver con la dignidad y autoridad que Jesús tiene como el Rey
que se ha manifestado. Como lo podemos ver en el texto
complementario del Evangelio de Juan.
10
Entonces le dijo Pilato: «¿A mí no me respondes?
¿Acaso no sabes que tengo autoridad para dejarte en
libertad, y que también tengo autoridad para
crucificarte?»
11
Jesús le respondió: «No tendrías sobre mí ninguna
autoridad, si no te fuera dada de arriba. Por eso, mayor
pecado ha cometido el que me ha entregado a ti.» Juan
19:10,11
Jesús es el Rey y deja claro su concepto su concepto de
autoridad. La cual es propia, mientras que la de Pilato es
delegada. De modo que el mismo Pilato solo puede actuar en
conformidad a la autoridad que le fue conferida, y que, por las
palabras de Jesús, no viene del emperador, sino de Dios
mismo. Como más adelante el apóstol Pedro lo declarará:
32
Jesús nazareno fue entregado conforme al plan
determinado y el conocimiento anticipado de Dios, y
ustedes lo aprehendieron y lo mataron por medio de
hombres inicuos, crucificándolo. Hechos 2:23
De modo que incluso en este aspecto la muerte de Jesús
ocurre de acuerdo al plan soberano de Dios y no por la
capacidad romana o la complicidad judía. Pero el que ocurra
por la voluntad permisiva de Dios, no elimina la
responsabilidad humana al actuar de forma impía contra el
Señor.
33
a) Los más lejanos; los que van de paso. No tienen una
relación con Él y en su ignorancia solo se suman a lo
que otros están haciendo.
b) Junto a la cruz, los que han mantenido una actitud
abiertamente en contra de Jesús y su ministerio. Y que
asumen la responsabilidad de llevarle a la cruz.
c) Los más cercanos; junto a la cruz. Hombres que están
allí por causa de sus acciones. Que han demostrado a
través de sus actos que no respetan a Dios, ni a los
hombres.
Si bien cada uno de estos grupos son distintos, comparten
entre sí su incapacidad de ver que entre ellos estaba El Rey de
la creación. Pues por encima de sus injurias, burlas e
incomprensión se haya un letrero que lo pone en manifiesto.
Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES
JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS». Mateo 21:37
Jesús es el Rey, y eso no hay nadie que pueda cambiarlo ya.
Este acto que tiene un aspecto trágico no es en sí mismo una
tragedia, como un destino fatídico que finalmente habría de
cumplirse. Sino el cumplimiento de la voluntad de Dios y de
Su Siervo que ha venido a este mundo a realizarla. Pues es así
como Jesús había dicho de Sí mismo.
Imiten al Hijo del Hombre, que no vino para ser
servido, sino para servir y para dar su vida en rescate
por muchos.» Mateo 20:28
La vida de Jesús no le fue arrebatada, sino que El mismo es
quien la pone para cumplir la voluntad del Padre y así dar vida
a los que han sido elegidos.
34
Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia
cuenta. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volver a tomarla. Este mandamiento lo recibí de mi
Padre.» Juan 10:18
Con esto, Él está llevando a cumplimiento la voluntad del
Padre y al mismo tiempo asumiendo su papel en un trono,
que más adelante habrá de ser trasformado por uno en gloria.
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Lo que hemos también de comprender que cuando Jesús
anunció que dejaría otro consolador. Juan 14:16. En realidad
no refiere a alguien distinto como alteridad, sino que el
termino refiere a otro, semejante a Él. Así que siempre
estamos ante la plenitud de la Deidad, y estos conceptos
refieren a los distintos oficios y personas ejercidas, dentro de
la economía de la Trinidad.
Después de estas aclaraciones entonces, nos corresponde
afirmar que con la declaración formal de que Jesús es Rey se
inicia el ejercicio de este oficio.
Una forma paralela de esto es cuando en el Bautizo de Jesús,
se hace una declaración, después de la cual Él iniciará Su
ministerio.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia. Mat 3:17
Hay dos cosas aquí que son claras para todo lector del
Evangelio. 1. El Bautizo de Jesús no fue para perdón de
pecados, porque Jesús no lo necesitaba. 2. Esta es una
declaración formal a través de la cual es presentado el Hijo de
Dios, quien inicia formalmente su oficio como Profeta y
posteriormente como Sacerdote, cuando entregará su vida
como ofrenda por la expiación del pecado.
Así que es necesario que Jesús asuma también el oficio de Rey,
pues esto asegura nuestra estancia junto con Él en la gloria
del Padre.
Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los
llevaré conmigo, para que donde yo esté, también
ustedes estén. Juan 14:3
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Al tiempo que El Espíritu asume el oficio de Jesús, en tanto
llega el día final.
Pero les digo la verdad: les conviene que yo me vaya;
porque si no me voy, el Consolador no vendrá a
ustedes; pero si me voy, yo se lo enviaré. Juan 16:7
La declaración de que Jesús es Rey, no solamente ha de venir
de aquellos que así lo reconocen, sino que incluso sus
enemigos han de reconocerle.
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para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios el Padre. Filipenses 2:10-11
Por ello es este caso la declaratoria viene de alguien ajeno al
pueblo de Dios, pero no ajeno a la soberanía de Cristo. Pues
también los que no han creído ha de manifestar que Jesús es
Rey. Tal y como aquel centurión romano lo hizo.
Al ver el terremoto y las cosas que habían sucedido, el
centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús
se llenaron de miedo, y dijeron: «¡En verdad, éste era
Hijo de Dios!» Mateo 27:54
La declaratoria de este hombre es de hecho la consecuencia
de lo que la naturaleza también estaba constatando, A través
de la obscuridad que se generó en ese momento.
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo
tinieblas sobre toda la tierra. Mateo 27:45
Y del terremoto, que sacudió la tierra. Mt. 27:54.
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Pero no hay que confundir o considerar que es la naturaleza,
quien confirma que Jesús es Rey, sino Dios quien hizo los
cielos y la tierra está ratificando que Jesús es Rey. Es
conveniente contrastar esta manifestación de poder, con la
presencia apacible de una paloma en el bautismo. Pues una
denota poder y fortaleza del Rey, mientras que la otra es la del
profeta y sacerdote, que vinieron a reconciliar al ser humano
para con Dios.
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19
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y
bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. 20 Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he
mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin
del mundo.» Amén. Mateo 28:19-20
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Nuestro destino está en donde Jesús este y ese lugar es justo
al lado del Padre. Pues, así como nuestro Señor habrá de
experimentar la gloria, del mismo modo allí estarán todos
aquellos elegidos para experimentar vida eterna.
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo
existiera. Juan 17:5
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cual la parte final del relato de la pasión de Cristo nos muestra
tres signos que anteceden a nuestro futuro.
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mala conciencia, y con el cuerpo lavado en agua pura.
Hebreos 10:20-22
Esta comunión con Dios, es libre de intermediarios. Y
con la seguridad de que seremos recibidos. Por ello se
nos anima a entrar confiadamente. Pues la culpa por el
pecado que antes limitaba nuestra relación con Dios, ha
sido retirada.
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primero. 17 Luego nosotros, los que aún vivamos y
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y
así estaremos con el Señor siempre. 1 Tesalonicenses
4:14-17
La resurrección de los creyentes para experimentar vida
eterna es una garantía que Dios nos da. Y podemos
estar seguros de ello, porque Jesús mismo fue levantado
a resurrección. Siendo Él las primicias.
pero el hecho es que Cristo ha resucitado de entre los
muertos, como primicias de los que murieron;
1Corintios 15:20
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que puedan generarse en el presente o en aquello que
estuviera por venir. Pues el amor de Dios constata que
estamos bajo su protección.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo.
Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en
el amor. 1Juan 4:18
La seguridad de la comunión, resurrección y el experimentar
la Paz de Dios en nuestra vida, nos animan a vivir de un modo
digno del evangelio. Pues no teniendo ya nada que nos limite
o coaccione, podemos en libertad servir al Señor.
De esta forma la seguridad que la obra de Cristo nos da, se
traduce también en una forma de vida que servirá para dar
testimonio de en Quien hemos creído. Pues en lugar de vivir
con preocupaciones al respecto de nuestra vida. Sabemos, que
siempre estaremos en las manos de Dios. Y que aun lo que
este mundo considera como irremediable, en realidad nos
acerca más a nuestro destino con El Señor.
Del mismo modo Su resurrección nos convoca a vivir como
resucitados. Sabiendo que en la vida y en la muerte le
pertenecemos al Señor y nada podrá separarnos de Su amor.
Por lo que, al andar en este mundo con esa seguridad,
modelamos para otros, lo que es el vivir anticipadamente el
Reino de Dios. Donde cada congregación de creyentes es
constituida en un espacio de gracia donde anticipadamente se
vive el Reinado de Dios al tiempo que se señala el Reno que
aún está por venir.
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C on todos estos antecedentes, donde la vida del
Resucitado nos ha transferido Nueva Vida. Y Donde Su
reinado ha sido puesto en marcha, nos toca ahora sumarnos
al proyecto que el mismo inicio, y al que nos llamó a ser
colabores suyos.
Por la autoridad del Rey al que servimos es la que nos convoca
a ir a la misión que nos es encomendada.
18
Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18
Dado que Él es el Rey y no conoce límites, es que somos
convocados a servir. Este servicio entonces lo hacemos en
Nombre suyo e investidos de Su autoridad. Su presencia que
ha sido seguridad para nosotros ahora nos acompaña en la
misión. El Todopoderoso es quien emprende esta misión y es
quien nos respalda para poder llevarla a cabo. De modo que,
al emprender esta misión, en Su Nombre y bajo su autoridad,
es que también todos los recursos que sean necesarios para
desarrollar estarán a nuestra disposición.
Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en
ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá.
Juan 15:7
No hemos de pasar por alto que esta promesa está en el
contexto de dar fruto para la gloria de Dios. Ese fruto en
función de este pasaje tiene como objetivo concreto al hacer
más discípulos de Cristo. Pues esa fue la misión que Jesús vino
a desempeñar en este mundo. De modo que así como
compartimos el oficio de reinar junto con Cristo, también
asumimos los oficios de profeta, para predicar la salvación a
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otros y el de sacerdote, pues ministramos a favor de los
habiendo sido elegidos aún no han sido incluidos en El Pacto
con Dios.
19
Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las
naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas
las cosas que les he mandado. Mateo 28:19-20a
El discipulado como Jesús mismo nos enseñó no queda
limitado a la proclamación, sino que implica también caminar
con ellos y trabajar a su favor hasta que la imagen de Cristo
sea formada en ellos por la obra del Espíritu de Dios.
El Evangelio del Reino de Dios, termina justo con la promesa
que había iniciado: Jesús es el Emanuel, El Dios con y a favor
de nosotros. Mateo 1:23. Y ahora al final la promesa para los
discípulos y siervos del Rey es que Él estará con ellos
eternalmente. Su presencia estará en ellos siempre, siendo
indisoluble para aquellos que han recibido y sirven al Rey.
Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del
mundo.» Amén. Mateo 28:20b
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