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Contrabandos queer

Bntriz. PUCIAIXl• y Ma~ Htl~n ~ 80UitCIER""


• Prin«roft Ur~iwrslty: • 'S«Idlogn, Unitlltf'fit~ P~Jris VIII

Si yo decidiera en este momento dirigirme a ustedes en tanto que bolJo o que dil-
do viviente o en tanto que camionera, tortillera, butch o marimacho correriamO$ u.s·
tedes y yo el riesgo de no •entendernos• o de •entendernos• sólo en aquellos casos
en los que la palab1'11 ha sido prtcedida por la acáón y el sentimiento. Me propongo,
s-in embargo, diñgirme a ustedes como •.lesbia¡¡a,, .sin ignorar que esta posición de
habla podrla ser eJtctiY2ment.e impropia (impropla en cuanto CfUC no me ptrtencce,
en C\llnto que me ha s.ido asignada como insulto). Sin embargo. creo convtnitnte en
es1e contexto univenitario apropiarme de esta posición como ;posible situación de
habla por el beneficio de un cierto contrabando.
No pretendemos haar oqul un eJercicio def'inidonal ni Job~ la teorla qu«r ni so-
brt la filosofla (mnas:J:, sino stguir rl curso. eruar el movimiento y quizas ci(nr un
plano de la circulación de la palabra queer. de insulto a autonominadón de identi-
dad, despu~s a ttoria que vcndli a ocupar una posición en d campo disciplinar nor-
ceamcricano. QuiW quepa entonces la pregunta por La legitimidad de la crtaeión de
de¡nrtamento.s qu«f' en E.spai\a, cuestion que supondrfa no solamente reptruar la
contribución esp«ifica de la teoóa quur a la oomprensión de la identidad sexual. si·
no mb a~n. afrontar el giro epistemológico provocado por la crltiaa de la teorla
quttr tl3. construcción del objeto en las dtsciplinu que eonoumos con el nombre de
• ciencias humanas-. Esto supondrfa repensar tambi~n la Jtgit¡midad de discursos
institucionales que se reclamen esp«t:ficamente pys o lesbianos.
Habl2r de teorfa 9ueer supone traducir. Decir 11unr implica ya una cierta traduc-
ción.. Querrfa proponerles que la teorfa quur podrla ser definicb: como una teoría de
la necesidad constante de un proceso de traducción y retraduccián: es decir de la im-
posibilidad de hablar fue1'11 de las restricciones m>~eriales de un cierto lenguaje, pero
al mi&mo tiempo la posibilidad de crear discontinuidad al interior de este lenguaje,
de producir a trav& de la r~&ignificación un espado de conttsladón polftiea.

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1
Y la traducción es •lempr< y en todo cuo un trabajo de contrabando.
Traducdón t.ambiln y sobre todo porque el desarroUo de 1:1. teorla quur en las
universidades norteamericanas en los ai"ios 90 e$ el resultado de um cierto proceso de
traducción politica de la filosofla postestructural francesa y espoecialmente de Fou-
cault, ~rrida y Deleuu. Hemos llamado contr11b:1ndo a ata r~apropiación y rc:-
inversion de conceptos, quiz:u incluso quqa hablar de convmlón de conctptos en
el ~nt.ido de cambio radic:al de vida que este tfrmino tiene m las tradiciones espiri·
tuales. 1
Es e.n este e.spacio de mercancias c.amufladas, de des-plazamiento de tutosJ de
conversión de conceptos en \\tila poUticos que vamos a aituar ut::. intervención.
Mtjor quizás habrla qut definir la T«>rla Q11ur (eso qut tn ES!ados Unidos se
llamó Quen Theory en los 90 y '-Uya posibili<bd añn bajo un nombre distinto es un
hecho tn Europa) como un trabajo de cont.-.bando político e intdectual. Quizú sea
necesario para comprender La ttoria quttr no tanto hact:r au historia, narrar su desa-
rrollo <n un periodo determinado de tiempo, como dibujar su topografla poli tia. En
este anilisis ellnfasis 6tf no t'n la evoludón línear de los conceptos, sino m el des·
plazamiento. la trasmisión y la circulación de nociones, y los espacios modi.ficados y
politizados por lstas. El archlvo (quiús habda que decir aquf ~~ nrchib<tUo) no es
historia, sino canografla de contrabandos.

Pueito que hablo m fnncb: 1unqot mi cultura snw.IIM lkYe en oculooa a klentiR·
arme como t.1'11Unx:ionlll, yo me CSKU<'ntro tamb~ toada por la <udiÍÓft ck b tra•

duoclón dt la ..,wn qU«r.2 fJ ttrmioo qute'l', pnc: a mis&tnc:i:u idM>mftkas. dr<ub ya


en Franela. Dr bccho e-l pu1do aAo fw dcpoiilado como muta de! moda tn d lNrilulo
de la propkd..ct ladvMrbl por u.n ooaoddo jl:ntpo de cotm1nla.tloó•\ ·~de coda rd.•
vindlc.dón poHdc:a o ldmtítaria pyo ksbtan a. En "'ro bando. b atoe~ z.oo ck la
que- Beatriz '1 )'O formamos pam. ha mbajado dtadc 1996 en loro di.NAóa y producción
de pr,aicu ., düc:uuos qum. La diftrJ.tftela de los baQdos. r la po¡jbiti4ad sitmprt
abierta 6t cont:nblndo tn ambti diNuiontt,l nos cxporw a una fuco:rt.t prai6n dtfinl·
cion•l.

1
Utilizo .epi b palabra invtni6D m el doble Kntido tconómko y 6pdeo. lnvn'1ir un «<ICqqCC en un
contexto clisrilUo a aqull en el que fu gene-rado. lmmoión de- la rrur.dl. ¡ito del habla.. Ver Prtciado,
Btatril.. Aflttti/t* CAnlr.,ICnfel, Wbnd. P..ris, 2000.
• Par~ ocao '1 doslo dC':I concn~ d'' '"'o ck Marit Hl~nt 8ou.rdn ka tldo lnt~" •udu·
cldo dd ftutc:á al ap¡nol por Bteuú Prtcbdo.
) Alan SiMdcl ba cuationado d uso polffko ~ l:u PIXioon butltriaAu dt r~ricidn ~ '1 '"'•s·
cn·pciófl tr~ que est4n m ia ~ ck la perfomutirilbd qutW pr«is:urwfttf' por la }'OÁ!IrÑh.rf, de- la

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alcnat mo,Jeuido oo d;;r,ec has d
Yo voy 11 intentar 10meterme 11 nta presión definicionaJ antes de dejo.r a Beatrit
pa¡ar a uno de los :upectos IUndamenules de la teorfa y b pruis qum: la polftica de
la performatividad o más m concreto, la identidad de gálero c:omo identidad per-
formativa. Este recorrido me permitirá depu~ volver sobre los ffajustes epistMtoló-
gicos que derivan de este choque performativo y desde las que cabria repensar b po·
•ibilidad de creación de depanamentos univeniurios sobro la soxualidad y ol g~nero.
Pero volvamos a la traducción. Demos paso al contrabando. La primera re-
tr.tducoión del término quurque yo les propongo, y habri una segunda, euinónímo
de marícón, anormal, tarado_ malsano, rarito, tortlllnil ... En e(tcto, la traducdón
literal es imposible. Es lo propio de la tr:aducción, de la injuria en situación y de su
correlato subversivo: un poder performaüvo ejercido por una m!ínorla estigmathada
que obliga a la injuria a trabajar contra sf misma. Contrabando. por tanto. de la fuer-
u pe.rfonnativa que traiciona su origen excluytnte y normativo y contraproduce
identidad.
Pa_ru sentir la fuena de esta traduecíón aproximativa de la injuria seria necesario
reunir todos los actores do b desígn•clón i•cción. Harf3 &l!a que alguien distinto a
mil< tomara el tiempo de r<p<tir ol insulto, el tiempo do capitalizor lo que Butl<r ha
llamado la fueru de la autoridod quo «disimula •u hisotricidad., una fuoru quo d•·
pende ella misma de la rtpdición y de la. citación de un conjunto de prácticas pre·
existentes y que es la condjáón del bito de un tal aelo de lenguaje.
Quodaria aún por explicar <6mo esus palabras propic:W pan~ la designación y o!
aislamiento del abyecto han podido ser objeto de una reapropia.ción positiva en ma·
nos de gays y lesbianu. Para docir la p•labrn queer baria falta reproducir el milagro
de l:t rosa de Genet: que los escupitajos se conviertan en Oore:L
Paro r0$ponder pardalmento a estu ínterropciones, voy a pa.1ar por otra band3,
una ciert111 segunda traducción de la palabra quccr tal como áta ha sido ote.stada en d
:lmbíto teórico y mis en conaeto en la denominada .poUtia de la repre:untación• .
La utiHzación del tlrmino qu«r como giro e invmión de la represenuación ha sido
frtcUentemente considendo como sentido fundacional (pa-sando por ah o que pre·
lender un $Cntido originario. un orígen primero libre dr cont.e:xto para la palabra
qu«r no serta sino un contrasmtido).

qw dtptndt 1:&nodón mkma ck pnbmativklld, dt que bW JeU~ dt DI.W'f'O rub10rbid:..a tn d dbcwto


domlna.ntt. Vtr • OI.upon •ncl HybricUty, Quftr l<kntllin tnd cJw Edlnkicy Mockl•, Tatlii•t Prwcti«,
Sumnwr 1996, 10,1.

35
to
Teresa de Laureds, teória. feminista lesbb.n-a, h:~brla sido la primera, cronológi-
c:amente hablando, en utilizar la expresión «Queer Theorr- em su introducción al
volumen del verano de J991 de la revista Dif!rrmccs. • De úaureds cuenta cómo la ex·
presión cQueer Theory• habrla surgido como reacción en eco a un coloquio sobre d
cíne yd video quarulebrado en Estados Unidos en 1989. Ciertamente, un and·lisis
de las intervenciones publia.da.s tn 199l bajo nte titulo permitt conclulr que la. pa-
labra qutu tiene en est t contexto un sentido simplemmte acumulativo: es decir, es
sinónimo d• gay y lesbiana. Hubiénmos podido ima¡¡imr que habla hobido un soplo
de •Queer Power» aJ oído entre ButJer y De Lauretis. No. Butler confiesa haber des-
cubieno la exis-tencia de la expresión •Quee.r Theory. tn el curso de una cena motivo
de La Squnda Conferencia Anual de E.studJos G:ays y Lesbinnos, en EsH•dos Unidos.t
La misma Butler babria sido sorprendida por un contnbando dd que ella no había
sido origen y que sin embar¡o, mala memoria contra-f,ccica, habrfa de concederle
poco tiempo después el titulo de rundadora.
Estas 01nkdot:as breves muestran que es preciso abordar el tt-rmino qw«r a trav&:
de In cadena de rnpropiaciones que suscita y no por mfdío de !la definidón. As( ve..
riamos cómo el termino se ha desplaudo de la esrera nominal a la adjetivo! y después
a\ln a la verbal. lñ LaureUJ habrla Iniciado ya ate procao de aaivuión aslgmmdo
objetivos y metas al trabajo de •quet:rización•. De este modo el t&rnino qu«r dejarla
de ser un mero gt:nérico arumulativo de gay, lesbiana, bi, tnms. etc para situar~ co-
mo posidón aftia al interior de toda anrmación de identidad homosexual. y en de·
finitiva a toda identidad que se diga hegemónica y monoUtica, esencializante y natu-
ralizan te.
Seg\ln De lau.retis uno de los roles de la trocla quur y del tl:rmino quur mismo
seria senalar los rallos de la representación, nombrar los silencios que la identidad
py genera con respecto a l.u lesbianas. loa ai)endos de la identidad gay r lttbiana
con respecto a las personas de color o los transexuales ... Habrfa que hablar siempre
de inters.ec:ción de identidade~t de transvenalu de la opmión en contexto. De Lau-
reti.s se aproxima as( a la Sedgwick de lA episrtmologla dd annario' que habrfa nom-
brado las estrategias que rigen los contrabandos esp«ificos de vudad 1 secreto, ex-

• Laumi:s. Ttreu de. ..Qu«r Thtory ~bi.atl Uld C:ay Sawlities• in Dif!trmceJ. }qunu.al ofFmdnlsl tuJ
CuiJunJ SlvJin, VoL l, n" 2.• Swnmtr 1991.
• •<itndtt • Prt(onnaocr. An ln&crricw whh J.tith Bu~. ltu~I'View by Pt1C'r o.botnc 1nd LYftnt Stp1.
London.199l. h ttp-J/WW'wJHdut.uk/'~t·intl/
'Sed¡wkt. t"' k.• ~ol<~trf/WOOkt. Btrbly, Uniwnityo(CaiWmla Prfta. 1990.

J6
n por
presjón/silencio, detveloción/control de información que construyen las identidades
hetero y homosexuales. Esta •ortopedia discursivo•.' en palabras de Foucoult, habrla
garantizado la formación dd homosexual como sujeto y que estt en la base de toda
formación identitaria. Se tratarla por tanto de deconstruir tambim los discursos de
la identidad homos<:xual en la medida m que ellos son tambíi,n productores de si·
ltncio. esta habrla sido una de las lecciones de la gentalogla historiogr.lfica de Fou·
cault se trota de saber quiin tiene el poder de hablar, dónde y sobre todo de qué. No
hay polftica de la identidad que no sea una polftlca de la enunciación.'
Y es e&t< trobajo sobr< lu construccione& discursívu, que iocluirla los silencios
construidos, el qu• habrla dt designarse con el verbo cqueerizar>: la visibilización
conslante de zonas de exclusión, la crltica del dominio dt ciertas catrgorfas de arúli-
sís en detrim<nto de otras como elginero, la raza o la due. 1.. teorla quur vendria a
su entonces un análisis de la producción del margen o mejo·r de los m:'-rgenes yJ
consecuentemente. de la producción especular del untro.'

Sin ducU uno ck b puiUos de conlnlH.ndo (y~ djgo éODlnbando quift'o C"'''Qr
t&mbifn al mbmo tiempo la compüridad con yll Mlh~rlion &mte al $Íitn~P) ck la
&fOrb qut'tr, d fnniniuno y b filotofta (rancn& n d libro d~t )with Dutltt Cmd~r

T111.,.blt publkado tn F..cadof Unkt01 en 1990. lkukr VI a Drnr • cabo rq Cm4tr


r.. y
w, unt crltk:l pott-(cm.ln.ista dt la tstnc:ialiudón la reUic:.dón de bt a&qOriu
dt 1a0 y gfnuo. a tnY~s dd amJisis de la rdlc:i6a. c:structu.r.l mtft' b. producdóa dt la
idrntidad s;aual 1 lt rrgubdóa dr lu /'Ufof"trJMfa:J de: &fflef!D (1 'fO)' • mantmu la pa•
labrJ · ·pu(onMn«"• con el objetivo de ter capu. de teauJr tu hu.tUu de ate: contn·
btndo lf'Órko y poUtko).

Si Outler vo • reclamar una posición post·femini.sta es porqu.e el feminismo, a pe-


.., de hob<r logrado describir el género como social y culturalmente construido, a
fue-rza de articular sus amilis:is en torno a la categorfa de • mujer» habrla terminado
por esencializar y naturalizar la identidad fe menina.• Este proceso de rusenciali-
zación es tspecialmente agudo en el de.. rrollo del mallbmodo •feminismo (roncá•,
la troika Krbteva_ Irigaray. Cixous. replegada tras las nociones de maternidad, cuer-

1
Foaau.h, Mlchtl. ffñiM. M t. SauliMd, Vol. 1, U volun t~ dot ubtr. 7• cd.., M.tdrid. Si&Jo X.XL 1992,
p. )9.
• Wpidc.. E\*e' k.• .Qu«ot Perfomu.l.Mty Hmry J~IDC'$'1 Thc Ar1 ollhc Novtt». GLQ: A JourmJ ol Le-..
bbftandCayStudMs, 1993. 1. 1.
•F--. J>j¡nJ., Ed.. •lnlroducdon•,I~JO,;t, L.ak¡,.llltoria, Cq71atorin., Roudf.dtc, Ntw Yorle. 1991,
• Budtt,Judlth, c;,.&,r Tro11W., N<tW York, RoutJ.tdet. 1990, P• IU.

37
d
po o escritura femenina. Butler se rtdama de un feminismo critico, una suene de se-
gund'Ofem inismo, que no sobmeote cñtique las intenciones total:iunt" de la eco-
nomla de signlGcac-1ón del•hombrt•, del «varón•, sino tambl6l que sea apaz de rc--
'VÜ3r criticame:nte los gestos totalizantts de la feminidad.
Como ha sd\alado M:arie Hf~ne, dur.:~;nte tos anos 80 en Estados Unidos las les-
bianas, las tmucxuala,lns m\ljercs de color que ocupan los mjrgtll<S pólldcos. eco-
nómicos y suuaJrs ck la muciación -muj~flo denunciaron l2 incap:.cidad de tal ate-
gor(a como espaciQ de tfpr-mntación. de andlisis teórico y de contettneión poUtica.11
La cattgOria •mujer• cs ·t an sólo una abreviación de «mu,er blancn heterosexual de
d:a.se media•. Simu1taneamente l;u lé'$biana.s reacc:ionarán contra la invi:sibilillción
que lot denominación t:,ray (e induJO b fótmula gay y ltsbi:u\a en muchos casos) te·
produce como ab"'viación de gay blanco de cla$e media.
Uno de los &iros topístemológ;cos & la ttorfa quter Y;t a consittir ptecisamt:nte en
sustituir un • niliús de la oprtsión vertical ardculada co:q tllrno a] eje ónico de la dife-
rtnda s.enal (Upicas de ate an:ili.sis serian las nodones de opresión, dominación,
falocentrismo... ) por un an~lis is mllltipl~ y IOQ3l que st localiza en las interS«cionrs
vviables entre mtlltiples eatq;orbt nonnatiyu y hegemónicas.
Por esa razón d contnbando quur es d trabajoo de la tr.uuver.s:al. Ni vertical nJ
horizontal. corta trnnsw-rs:almente la1 dif~renciu sin tomar ninguoa como eje espt-
cU'ico <k anilisú. La conlra~lNtnda no es por tanto el ma~n. que vcndnla a certificar
el cenlro como centro. Es tt4fico de la contTq-b.nnda porque conocr- la J6gka totalita·
rta de la identidad y de:sconfLa de lu ;articula:ciones binarias: homb re 1 mujtl', htee·
I'OIK.lual/ homosexual, blanco 1 de color, si.·m y C'ODtnbando tS no sólo porque h:ay
Umites, es:tigmatitadón y prohíbidón, sino (y sobre todo) porque hay compUddad.
transferencia, dependencia mutua.
Butl~r va a rtch:tzar la posídón q ue Uamar4 de •heterosc:-.~,:uaUdad complusiva•
qu~ no habrta permitido a Simot\·e de Beauvoir rompH con las exigf':Rcias sociales de
•dcvt'nir mujen pan siluarw c:n la prolon¡,ación delantli¡Ls de la betn·osexualidad
como rfginltn polftico.. que MonJque Wittig habda iniciado en los anos 80 eon sus
artfculos visionarios StrGig#u Mind y A Ltsbian is nota Woman.• la diferencia tS que

11
An-=t.ld611. Clofla. 8Mftfl,JIU.J.A Fl'fllfiiYIA. TJ1c- Nf'W Mmtu., :M.a ~ AUAt Luk 1~ 1917.
Gloria Alluld4-, ,\~k.iltg FMIII. Owri"''' 111M Oitb l /tlt~ bT w...,<M ofCGilor, Sart l'm\Óic~ AWit
Lu.t• boot. 1990.
11 Wlttlg. Moa~ ·ODe b not bl;wn 1 wom&r~ • ln Ft'Mmbl J~ Falt 1981, pp.. 416-57.
Wlu la. Mo~. • Tht strai¡hl mifi<S.. fcn•in.ltt l.wcs. Scunmu 1.980. pp. 10.~l t l.

18
~ t 1 1 r o~ rJ d ' t
Outler va a abandonar e\ marco anaUtico materi.tJjsta de Wittig que lt tubrfa llevado
a e:nt~ndtr la heterOM!Xualidad come> un sistema .sarurado y cotalizante donde la
idt11tidad lesbiana no puede enttndem sino en llrminos de dominadón y opresión.
para situarse en un marco analítico discursivo y textuaL
w el resultado
FJ a.n41isis de. But1er de la ident~dad sexual como performatM W';l a
de difert>ntrs 1raducdonrs cruzada¡; ~ra nombr.~or aólo las m4s i:rnpcruntr.s. tltn6·
lisis de Focuauh (m Vigitar y Castigar, o en el primer volumen .ele su HistoriG d~ la
S..ualidlld") de la formación de la subjetividad como r..ultado de dh•enos n·glme-
nes discursivos y disciplinarios; en segundo. lugar, la interpreación de las pnfo.r-
msncn de drsg t¡utens que Esther Newton hablallmtdo a cabo en su estudio antro-
pológico del tnvesti,mo y la tnnse.xualid:ad en Motha Ozmpw y finalmente, el ~u)'­
lisi.s <k la fuen.a ~rformatiw que Jac;qua Derrida inici.t a finalt's de los 60.
Butler VIl a \nterrogar la producci6n performatiw de la relación supuntamente
natural tnt.« sexo e idenlidld de gtnero en el marco de un si.Jtema heteroc.e:xual de
producdón y u·producción. Va a p:artlr de los an4Hsis (Q!Ucaulti:anos de las t.radido-
nes discursivas mMicas y psko\ógicas que hacen de La identidad sexual la representa··
clón n-atural dd sexo biológico. E.n este discurso, a un cuerpo maKUlino corr~pon·
deria una identidad ~xual y de género m~sculina '1 a un cuerpo femmino corru-
ponderfa una identid.ad H:XUaJ y dt gint'rO (nnenin.a. En d maOOO de es:h\ (Onfigura-
dón norma.tiva. donde •tl deseo y la identificac¡6n son mutuamente exclutcntt.s•, La
homoseJuaücbd es estigmatizada como una perversión contm tralura, es dc:cll-oomo
una in·venión de la reladón naturaJ que debe existir ~tre sexo, glnero e identklad
sexual
Buder comienza aquJ d procno de contaminación conceptual que va a repolitizar
la gcnealogia de Foucault Este anilísis St va a sitt12r tn las f.l lla.s. e-n las fisu.ras del
sistema hctnol<'xual. FJ contn~ndo qu«r, a di(ercncia c:k lo que podriamos pensar
en un pñmtr momento, no 1ucede en el margen, 1lno en punto:s de fuga de los sis·
temas heteronomutivos. la primera estrategia de ltetura de Bu\:ltr va a COIUlstir en
describir todos Jos signos sexuales secundarios y Las prtcticas de :la masculinidad y Ja
rem\nidad en terminos d~ •perft~rmanas d~ ~nero•. En un segu11do momento, But·

u Fouoult. MicheL Sunrtllir rt Pw~tiT. N.Wtma M Lr prúon. hris. C:allim.ud. 1915.


FCIO(auh., Mkhd. Histt:in Mlua•liti. 1: Ll VG~t.!n&t t.k~l'OÍr, Paris. c.lli.mud, 1976.
.. N"ewton, &dwf. Modwr em.,. ftrn!W /.,_.ottort i~t A.Mtnír.:~. Qiago. Univmity Q( Olb¡o Pm&.
tm.

39
lprv 100 'lO d r v ú u! r
ler va a uplicar estos códigos de significación d<l g~n•ro como r<p<ticiones y cita-
ciones ritualizadas delalty h<úrooaualen un contexto pmiculu de poder.
La drag queen va a se-rvir de t;emp1o paradigmático del giro epistemológjc:o que
Butltr emprende aquí. Pocos a.nos antes. Esther Newton publicarla una tesis en la
que darla estatus de categoría antropológica a la noción de •fem:ale impersonation•
de la drag qu«n. La expresión cfemale impersonationo abrirla en .castellano un juego
complejo de alusiones ala proyección, la identiflcación, la reprtstntación y la tratra-
liución de la feminid•d- En todo caso lo que es imponante para Butl<r es el modo
m que la dmg quun ,.,<la
los mecanismos de fabricación deJa id<ntldad de g~nero.
«AA imitar un género, diri Bullc:r. el travestí, la drag qutm revela impllchamcnte la
estructura siempre ímítativa dd g~nero y su contíng~. 6 La drllg queeu ocupa un
espacio paradójico que se sit11a entre Ja supuesta verdad aunque oculta del sexo a.na.
tómico y la verdad representlda d<lsupuestamente falso gmero teatralizado: la drag
qU«n hace: de la lectura de la tdmtidad sexual un ejercicio contradictorio en d que la
verdad resulta imposible. •
Si la drag quun, seg\ln Bu11er, suscita el chlste y la carcajada y provoca reacciones
homófobas e Incluso agresiones lblcas es precisamente porque la performance del~
n~ro de la dr"g desnaturaliza la reladón normativa rntrt KXO y g~nero y ponr de

manifiesto los mecanismos ttatraJes y de ritualización que producen la coherencia de


la identidad sexual o mejor heterosexual.
D~ido a su carácter contingente. arbitrario y de ritualnormativo Butler va a cali-
ficar esta teatrolización no como imitación, como mimes. sino como parodia. «La
parodia de género, dir.l Butler, revela que la identidad original sobre la que se mo-
dda e-lg~nero es una imitación sin origtn».17 Dicho de otro modo, no hay una iden-
tidad esencial de g~nero detr.ls de las p<rforrnancu del gm<ro. La identidad sexual es,
por ti contrario, resultado de las puformn<a delg~nero. El ~nero es por tanto, p<r-
formativo, es decir, no titne otro estatuto ontológico que ti que constituyen las
pr.lcticas rituallz;adas y las pnfonnanw de la ma.sculinidad y la ferrúnidad.

• Budt:r, Judith. Cender Trovltk-. Ncw Yoñ;. Rot.atLC'dge, 1990. p. 1)7.


• Jud.ith Butlu ha sido jwta:mtntt crilic:alb poJ lu wmunicbda t:nDJcxi.W J tnns~ntro por d abuso
tjnnpbt dt:l caso dt- l;a J.~,.....,. 1 $a cratamk'nlo liniclmt'nte cn:ml Ll subvfls¡¡sn d~ la que habla lht·
kt pamt no ttMr C!ft rutru.a J. lnftdOn'l'laoclones de I;J corporalkbd yll tcUtNcrunclón narr1tiva dd yo
f'ft b pt'OCflOS tnn.a. V" 1014 Úlkn:AAta: fOJffnKI.u de Proskt, J~. S«.ttJ JtlnJ. Th• bod¡ ,.ll,..tÍI'a .¡
~tity, ColumtHa Unlwnily P... NN York. 1998•
., IWL. p. 136.

40
tor
Dicho de otro modo, la het<rosexuolidod es una parodia de gtnero sin oñginalen
las que las posiciones compulsivas de 1• feminidad y la nwculini<l•d son el r«ultado
de rtpetidones y recitaciones performativas. Expresiones como •gender (uckin¡•
hablan precisamtnte del poder subversivo de las priaicas de recodificación y de re·
prtkión paródica que se producen en d interior de la ficción heteroK.Xu~J. La opo.si·
ción que se establcce entre heterosexualidad y homoscxu~lidad en tfrminos de pe-
ro no opone modelos natunJes a modelos imitativos o ficdonates. Todas las pnfor-
mancu de géntro, tanto las hecerose.xuala como las homosexuales y transe.xuales,
son ¡xaródicas, 1~ diferencia es que unas son legitimadas como naturales y otn.s son
denund3das como imitativas y perversas.
El concepto de identidad performativa t:al como es formulado en Gender Trouble
pr«<nta la ambigüedad de hac<r coincidir performntiviMd y peiformnn<e, y reducir
la (uena perform::ativa a una parodia teatral más o menos lddica. con d riesgo de de·
jar en segundo plano el poder polltico de b decontenuoli%ación y b recontextualiza-
ción de la1 perfomtRnces de gfnero.
En 1993 Judith Butlor publia, Bodi., rhnr Mattu, (Cuerpos que cu.,uan o con-
tando con el cuerpo, podríamos traducir) y en 1997 Excitable Spet:ch (Habla excitl-
ble), dos obras~ las que lntt:ntll s;~Hr aJ paso de lecturas excesivamente: teatraJes de
las ~Wrformantrs :ul como a tu cr(ticas que Gtnder Trouble hnbrta suscitado, no sin
razón, en el seno de la comunidad tran.saual y trarugénero en Estados Unidos y en
Inglaterra.•
la clave de Hit :ajuste teórico se encut:ntra en la txteruión de la noción de pnfor 4

mnnce • la noción de performatívídad lingUistica partiendo de la lecutra de Austin


que Derrida lltva a cabo e.n .Signaturt:, tvEnement, Contexb en. Mdrgmes de la ftlo-
sofl~a. Es la obra de Austin, How to tlo thinp witll words, b que uau tn 1955 la disdn·
dón entre netos de habla corutatativos y actos de habla ptñormativos. 19 Segtln Aw~
tin., los constatacivos son accos de habla que describen una sliluación dada o un
11contecimiento y que putden por tanto ser objeto de u.n juicio de rulldud en tanto
qut f.llsos o vtrdilderos. Por ejemplo: Dwtan es el mejor escritor gay francb vivo y
c'est vrai.

• Budtt, Judith, 8tMiitJ '"'"' MArrn. Ort lht D~wni-rt ümú14J{Su. Nnt Ycwk, R.oudftf¡.~. 1993.
Budrr, Judi lh, .Ewi,.., Sprrd1. twmo of 111~ PttjonM1;.., N~ Yoct. RovtiC'dg\", 1997,
"Auteln, fohn L, Jiww ID da lhiltp .tdl words, C.mbricfsc, f.la.rnrd UnM'fihy Pns, 1975.

41
Mal o q poJ r
Los performativos por ol contmio serian actos de hobla que oproducen la roalidad
a la que se refieren-. y que por tanto no son ni falsos ni verdaduos, sino txitoso.s o
f:alHdos.. Curios.amcnte uno de los ejemplos dt ptrformativo pre-ferido por Austjn es
la. pro(erenci:a de la artmonia matrimoninlcyo os dtclaro marido y mujtfllo. Cuondo
este aao de habla es proferido por las personas adecuadas, investidas de autoridad
instituciona1. en un contexto ceremonial apropiado. la palabra efectúa en la realidad
la rdlldón quo nombra. En ttnninos do Butlu, los actos do habb performativos son
palabru de autoridad en IM que d podor opera en forma do discurso.
P<r0 lo que Jo intmsa a Butlor dd performativo os de dóndo 'Vione este pod<r que
cr<a r<alidad ¡En qut .. apoya esu poder discumvo! ¡Cómo este discurso interpela y
constituye posiciona de sujeto? Y m4s aón, nte poder ¡puede fallar en producir
aqueUo que nombra? Dicho de otro modo. ¿quf ocurre cuando una drag queen
enuncia dO que se presenta en principio como un constatativo: soy una mujer?
¡Dónde roside la posibilidad del áito de esa enunciación, mis .Ui de su valor dos·
criptivo!
Austin mismo .. mostraba inquieto en los SO por el posiblo fallo del porformativo.
En función de esta posibílidad. que ll contempb como amenazante, va a dtscribir el
uso .apropiado• del pe:rformativo utilizando lo que Derrida califiaará como una re·
r6rica dtl ptudsiro. Austin va a normaliz.ar cuidAdosamente el buen uso del poder
p<rformativo del habb ostigmatizando tr<S situacionos do discurso en los que <1 p<r·
foma.tivo fa lla sistmd.ticamente: d tutro, la citación literaria y d soliloquio. Awtin
como si hubiera idmtifiado el lugar por el que d lenguaje se va a la deriva va a aJi.
ficar tstos usos dtl puformativo de · ·usos no Itrios•, •nccldtntales•, •parasitarios• ,
•contaminantes•, tft dtfinitiva •:impropios•. Lo que le prt"OCUpa :a Austin es prtci·
¡amente la facilidad con )a que b fuerza del perfonnativo puede ser objeto de con·
trabando. Poro ¡cuil <S <Sto lógica dol accidonte que mina el perfonnativo! ¡Cómo
entender la dinindón, fu nd:tmental seglln Austin, entre ~uciados pcrform~nivO$
que se producen en situaciones «Ordinarias• y aquellos que se producen en situacio--
nes teatrales y que por tanto están destinados a) fracaso? ¡Es que- el ayunlamitnto no
es de aJgón modo p un teatro irutitudon3J?
Dnrida va a acentuar hasca el extremo la falibilidad estructural de la fuma per·
formativa del habla. Derrida en c.Finna. Acontecimiento, Conta;to:» no va a pa5U por
alto, como habdan hrcho Scarlr y otros lectores anaUticos., la rdadón entn pcrfor·

42
d
matividad, fallo y contaminación.• Lo que le interesa a Derrida a exponer e.l acto de
habla m tanto que cgafado•, penq¡uido por la mala suerte, parásito, el acto de habla
perfonnativo que falla, que no ts suficientemente St'tio, que se accident11 y no tiene
txíto. Derrida va a subrayar todas las metMoras utillzadu por Austin para describir
aquellas instancias m las que el performativo no es capGZ de hacer Jo que dice. ejem·
plos todos ellos de casos de a<1os de habla en los que el perforrnativo no performa,
no cumple su promesa. Casos todos ellos podrlamos decir, de pcñormatlvidad qucer.
&te an:Uisis del performalivo de Derrida es crucial para entender lo que Bu~<r va a
denominar e identidad performativa- o •política de la performatividad•.
Las o<urrencias panlsitas de Austin, el teatro, la citación literaria y el soliloquio,
dir~ Derrida, no son otra cosa que citaciones descontextualiucbs de los códigos de

autoridad, sobre la ac.tna, en un tato, en el monólogo. Esta dtadón d_escontutu.a.H·


zada es sin embargo, dirá Derrida, la condición de posibilidad misma de que un acto
de habla performativo pueda tener ~xito, es dtcir, putda hacer eso que dict": -<:ómo
podria. un enunciado performalivo lener lxito si su formulación no rtpiliera un
enunciado codificado e iteroble, dicho de otro modo, si la fórrn11la que yo pronuncio
para abrir una sesión, botar un barco o celebrar un matrimonio. no fuera ya de algún
modo una citación• .3
Scgün Derrida esuo fuerz• del performativo no pra<ede ni d~llenguaje mitmo ni
de la autoridad concreta que lo pronuncia. sino de la posibilidad de eorrar un det er~
minado enunciado y deigajarlo de un determinado contexto de poder, as{ como de la
posibilidad de dtspLwzrlo e injmar/4, por asf decirlo, en otro. lA performatividad es
un efecto del injerto, del tronsplante. Se trota de recitar ese gesto disc11rsivo de autO·
ridad en otra sit110ción. El éxíto del performativo depende de la posibil.idad de su fra·
caso. La fueru pe:rformaliva deriva de la creación y la repetición de un contexto ri·
lualiudo donde: la citación es rc:le.Uralizada. Por tinto, no hay fuerza peñonnativn
sin que se invoque una derta situación t~tral~ sin un cierro · ·proceso. de repetkión
regulado• semej-ante al del teatro. la citación littraria y el soliloquio.
Dos consecuencias derivan de esta comprensión del performativo que Butler., a in·
vestir pollticamentt. La primera derivación estructural que abr< el performativo osf
entendido es que apres.ione.s taJes como «Es un nitao• o •Es una nif\a•, proounc:iil·
das en eJ momento del nacimiento (ahora incluso antes con la ecografla o d an11isis

• Onrid&. l•cqud.M.,.41 t. piiiiMOpltitt, Paria. Mlmdt. 1971.


" ldtwt. pp. 338·389. T~ón de B. Prcc»do.

43
aomosómico) debm. según Butler, ser consideradas no como descriptivas., sino co-
mo verdacitros •pt'rformativos inidátkos-. rs d«ir. como invoadonts o de citacio-
nes ritualizadas del g~ncro. Estas dtacione$ inauguran un proceso tran.sitivo de
-stxualit:ación• y •gmderitaciórP (si se me permite d barbarismo), la producción y
reproducción de la ic!<ntldnd saunl y d< g~nero ron mp«to a :los ideales regulado·
ru heterosuuales de la masculinidad y la femJnidad que son.• romo hemos visto, pa··
r6dkos y csrncialmaue imposibles de enamat. Prrcisamente porque e:stos idea)tS
ton irrealizables y porque la.s enunciaciones del glnero son ptrformativos sujetos a
fallo deben ser reiterados una y otra vez. reefeau.ados en el habla y en la acción y
sancionados mediante exclusión. injuria o abyección. Ahora podemos cmpcur a
comprender la noción de •ptt/omumce de s~ncro• como una ck l:as operaciones de la
pe:rfonnatividad. La ~rformanu de gb\HO no es ni el efecto de· una verdad natural.
ni una imitación S«Undaria de un modelo original. sino la temologfa gracias a la cual
st produc~ todas las poslcionts de géntro, tanto htterosexuales como homose.xua·
la. La segunda consecuencia de e$ta comprensión del perfonnativo nos devuelve a b
prtgtanta sobre la traducción de la palabra qutet as! como a las implicaciones politi·
cas del <oricter p<ñormatlvo c!<l g~nero. Como hemos visto, en ínglb <1 t~rmino
qut.tr es un insulto, una intcrpdación que produce posiciones de sujeto aby«to en el
interior ck un cierto tipo de discurso homófobo. Quur designa lo que es:tJ fuera de
12 normalidad het...,..xunl, una nclwión que nsegun y estobiiU:tla ídmtidad het<-
~WeX.ual Jin nombrarla.
Pero d tirmino quttr ha sido reutilizado tambiin por mi:crogrupos polhicos
(como Qu«r Nation ( 1990) y Gran Fury (1988) en New York. Outrag< (1990) <n
Londres, Lnbia11 A>omgm ( 1992) y Aa Up) a>mo <Sintegia de a.utonominación y~
autoprodu«ión de visibilidad d< minorías S<xuales que S<levanllln al mismo tiempo
contm <1 discurso homofóbo institucionalizado y <Ontra la• pri<dcas de uimlladón
y normaliución de los sectores conservadores de la comunidad g:¡y, lesbiana y tran-
sexual. El tlrmino qu«r designa en tonca las pr'cticas perform:ativas de rtsignifica-
dón y de rfCOdificación antihcge:mónlcu que buscan defini r upacios de resístenda
frente a los reglmtnes de la nonn.alidad.
Esta posibilidad de resignificación de po.sidonts de sujeto designadas como ab--
y«~as ~hace tambitn e:rtcnJiw al espado universitario al menos por tres mtonu.

En primer lugar. la critica de lu sexualidadH y Jos glneros intt;rroga tanto Jo¡ regl·
menes de saber y verdad c:omo su funcionamienlo performativo. En stgundo lugar,
•i la ide-ntidad sexual ~ performaliva, las normu heterosuuales producen ; lmuha·

Mt
--
ntamen t~ identidades en el inttrior {cs.tn.ighb, «hdero•) e identidades del afut.ra.:
las Jesbianu.lo.s gays. trans, bi ..• Tambíl:n en la unfvu.sidad. En terce,r lupr, tn ret-
puesta a la paráli5Ls dd sujeto po$fmOdemo y poste5tructural, pñsionero de sistemas
disciplinarios hi~rprodutivos, la teorla qut<r afimu la posibilidlad de un •ma.l suje-
to• que ralste frente al sujeto (KClci~mente so~rano que trata dest$pt~amente de
ser duei'io institucional de la acción y el lenguaje. Un •mal sujetoa que ocupa el espa·
cio político de la univtnidad también, y que habla. que disloa y desestabiliza, que
abre nuevas formas de repres.e:ntac:ión politia y que multiplica las formu de contra··
bando en d marco de democracias capitalistas inevitablemente globalizantes.
La posición qu«r no s.e re6ue por tanto a una idmtidad ~ciaJ. sino a una c:apa 4

cidad performativa qut tl fallo de la int<rp<ladón h<ttrOS<XUaJ normativa habrfa he-


cho posible.. Esta posidón quur genera una crHic:a de los disc;ursos univenitarios. dt
la construcción de los objetos dt saber y ttp«ialmente de eso que en el ámbito aa·
d~mico conciuamos llamando di1ciplinns. Las dlciplinas son ptrf-orrn11tivas en la m~
dida en que construyen el objdo que pretenden describir. IX hecho, Krí-a posible-.
aunque sobrepasa los limites de e-,ste artfculo, analtz.ar las disciplinas aead~micas co-
mo estrueturas de identidad y por tanto sometidas a las mismas lógicu de la hege-.
monta, la normalización y la natunllzadóo.
Las diciplinas universitarias opemn sobre modelos discursivos, como el de La ob-
jetivldo.d, que debcrian recoruiderars.e en to.nto que- •efectos dísciplinarioS~t en el
stntido foucaultiano del término. El nacimíento de nuevos trablfos de investigación.
como la saografia, o hl historiografta y la antropologfa qu<u han venido a probl•-
m:ni7..ar las opo.skionrs fundacionales dd díscurso cienttnco tales como •objetívid:ad
1 subjetividad•. •objeto 1 sujeto.. •privado 1 público• y han puesto de manifiesto que
l01 exclusión de nociones consideradas como suba1tunas (como las cattgorfas de st·
x:ualid:ad o nu) tn el estudio académico t"S cómplke de 14 reprodueción de la es-
lructur:u normativas excluyentes en el st:no de la univenidad.
Se tratarla no tanto de abopr por una pluridiscipl.inaridad eBciclopédicll sino de
provoa1r una total promiscuidad entre dlsciplinas que evite la con.strucción sist«!mica
de silencios. AsJ, una disdpHna tan proclive a la naturaJizaclón c:omo la historia de-
bería acogt'r objetos historiográficos queer. los e-Studios quur no vendrtan a afladir la
historia de l:a sexualid:ad desviante, en nota a pie de página, como una corre«ión
anecdótica a la historb general. Por el contrario, abrir paso al análisis de las sexuali-
dades normativas y no nonnativas supondría modific:ar la noción de sujeto que yace
como cartgorfa inamobible en las ciencias humanas. Como muy bien ha seftalado

Mal prr e
Micbael Warntr «la cuestión no ~ ha.ctr una teorla queer sino quuritar La ltor1a e
Rimaginar a.l público para quien los universitariO$ o los intelectuales escn"ben, se
visten y aa·ultD•.;a:
Si en los 90 la t<Orla qu«r ha d<Stapado los contr.tbandos de citación, repetición y
rccontextunlización que es·tdn en l:a ba.se de l.t formación M l:a identicbd, no c~tdarli
después sin embargo en h-abi1uarse a las recompensas de la nor.maJidad. El contra-
bando no se hali ya contracorrimte. Para 6nal e~ de los 90, La te-oria que-cr vivirá de
las contr.tpartKb.s y habrá contrahecho lo que prometfa ... Pe-ro 61 es otra historia y
habn\ que conl2rl.a en otra ocasión.

46
M e

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