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¿Qué es la dirección espiritual? ¿Por qué la necesito?

Para caminar firme en el seguimiento de Cristo, todos los Santos han contado con la guía de un
director espiritual ¡Tú también lo necesitas!

¿Qué es la Dirección Espiritual?


Abre las páginas de tu guía de teléfono. Allí encontrarás una lista de abogados, consejeros
financieros, plomeros, electricistas, farmacéuticos, banqueros y aún entrenadores físicos. Todas
estas personas saben más acerca de sus negocios que nosotros. Por ello, les pagamos para que
nos ayuden en su particular especialidad. A algunos de ellos los llegamos a consultar regularmente e
incluso algunos también son buenos amigos. Todos sus consejos son dirigidos a ayudarnos en la
vida presente.

Adicionalmente, encontrarás docenas de listas de personas como psicólogos, psiquiatras y


psicoterapeutas y otros. A pesar que estos profesionales de la salud pueden desempeñar una útil
función, a veces, actúan como reemplazantes de los directores espirituales dando erróneas o
infortunadas respuestas a problemas espirituales. Sus consejos dependen de su particular
experiencia la cual a menudo se basa en teorías naturalistas o ideologías las cuales pueden hacer
mucho más mal que bien.

La única pregunta verdaderamente con valor es aquella del joven rico del Evangelio ¿Qué debo
hacer para heredar la vida eterna? La cual conduce a otras preguntas tales como ¿Cómo puedo
alcanzar la santidad en esta vida? o ¿Qué es Dios para mí?

Las respuestas de Dios para estas preguntas pueden darse por distintos caminos. Simplemente
siguiendo los Diez Mandamientos como están escritos en nuestros corazones en la ley natural y
vienen a nosotros por medio de la Palabra de Dios, es un buen comienzo como Jesús aconsejo al
joven rico. También podemos ver la Revelación Divina que no llega por la Sagrada Escritura y la
tradición – los consejos de la Iglesia a través de la enseñanza autorizada y los sacramentos. Luego
podemos ver el estado de nuestra vida actual y las experiencias de nuestra vida pasada para tener
buenas indicaciones sobre lo que Dios quiere de nosotros en el momento presente.

Sin embargo, para encontrar las respuestas a estas cuestiones, cada católico debería tener un
director espiritual. Como San Josemaría Escrivá señalo “No se te ocurriría construir una buena
casa para vivir en la tierra sin consultarle a un arquitecto. ¿Cómo quieres levantar sin un
Director el alcázar de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?"

Esto es verdad para todo el mundo, no sólo para el pobre, el simple o analfabeto sino aún más para
el satisfecho con su éxito

Escrivá sigue diciendo "Tú crees que realmente eres alguien: tus estudios - tus trabajos de
investigación, tus publicaciones -, tú posición social - tus apellidos -, tus actuaciones
políticas - los cargos que ocupas, tu patrimonio, tu edad..., ¡ya no eres un niño!...
Precisamente por todo eso necesitas más que otros un Director para tu alma." Puedes tener varios o
incluso muchos durante el curso de tu vida. Él te proveerá de las respuestas a tus preguntas según
cambien nuestras circunstancias y como crezcamos “en sabiduría y gracia.” Además, él no te
cobrará.

Cada uno de nosotros es singular

Cada persona es un singular hijo de Dios con su particular código genético, temperamento y
experiencias de vida. Dios tiene un plan específico para cada uno. Discernir este plan particular
debería ser el continuo fin de todo cristiano serio. Como Dios normalmente prefiere trabajar a través
de causas secundarias, surge directamente de los tiempos apostólicos, la práctica de buscar una
dirección espiritual personal de una persona sabia y prudente quien puede guiarnos a lo largo del
camino a la santidad con todas sus inesperadas vueltas y cambios.

|Uno buscaría con gran dificultad a través de la historia para encontrar santos canonizados
que no hayan recibido dirección espiritual con regularidad. Después de todo, aún nuestra
Bienaventurada Madre, la Inmaculada Concepción, encontró su vocación por medio de las palabras
del Ar

¿Dónde puedes encontrar un director espiritual?

Hay que hacer como dicen en Wall Street, con “la diligencia debida.” Esto es hacer una cuidadosa
búsqueda antes de elegir un director espiritual, tal vez más que para buscar esposo o elegir el
colegio correcto. Después de todo, estás buscando una persona a la que, en parte, le estás
confiando la salvación y la santificación de tu alma inmortal. Recuerda que tú eres el comprador y
que esto puede tomar varias pruebas hasta encontrar la persona correcta o la organización que sea
más conveniente a tus necesidades.

Tu director espiritual puede ser un sacerdote o un laico.

Un posible camino es ver en a tus amigos quienes claramente toman seriamente su vida interior y
apostólica. Unos ayudan a los otros. Pregúntales por una referencia. Si ves en ellos un esfuerzo
serio por la santidad, no hay duda que ellos se están aprovechando de un buen director espiritual.
Un segundo camino es buscar una persona, un sacerdote o un laico, en quien tu veas una profunda
piedad, sabiduría, experiencia, madurez, celo por las almas y una incuestionable fidelidad a todas
las enseñanzas de la Iglesia. El no necesita un formal entrenamiento en dirección espiritual. Las
características que se mencionan son suficientes para dictar clases o para un título. Después de
todo el primer director espiritual de Karol Wotyla fue un sastre. Luego trata de conseguir de el un
tiempo libre para ti. Te garantizo que tiene una larga fila de clientes.

El tercer camino para encontrar un director espiritual cada vez más popular y accesible en esta
época del laicado es aprovecharse de la formación provista para laicos por congregaciones
religiosas y por las varias instituciones laicas las cuales tiene como especialidad la formación de
laicos. Allí encontrarás una bien definida espiritualidad completada con actividades formativas y
litúrgicas tanto personales como colectivas, doctrinales y ascéticas hechas a la medida para tu
situación particular. Ellos a menudo, proveen los servicios de tanto sacerdotes como laicos
empapados en una particular espiritualidad.
¿Con qué frecuencia?
¿Qué hay acerca de la dirección espiritual en sí misma?

Deberás tratar de hacerla de modo regular, generalmente no menos que mensualmente y a menudo
semanal o quincenalmente. A pesar que las necesidades varían, normalmente una sesión bien
preparada de dirección espiritual no necesita más que una media hora. Es bueno concretar las
resoluciones tomadas de las normalmente pocas palabras del consejo dado. Estas resoluciones
deben ser llevadas a la oración y acción y luego hablar sobre ellas si es posible, en el próximo
encuentro. Trata de no dejar nunca tu encuentro sin fijar la próxima cita.

¿Dé que hablar? Muchas o pocas cosas. Tal vez tú quieras establecer las reglas con el director
mismo. Ciertamente la calidad y cantidad de tu oración y lectura espiritual y vida sacramental
siempre deberían ser tratadas. Tu lucha por vivir como cristiano en el matrimonio y familia, trabajo,
amistades y vida social debe normalmente ser considerada específicamente. Esto requerirá un
esfuerzo dirigido a una especial área de la vida la cual necesita mejorar estos defectos o fallas que
te impiden hacer progresos más rápidos hacia la santidad. Con el tiempo, tus esfuerzos para
compartir tu fe de un modo natural con aquellos que te rodean pueden ser también un tópico de
discusión. Estos esfuerzos pueden tener buenos resultados en gracias de Dios en reconciliaciones,
conversiones y vocaciones. Y, oh sí, de vez en cuando puedes simplemente tener la necesidad de
liberarte de inesperadas alegrías y tristezas que vienen en el peregrinar por la casa de Dios, tu
Padre. Si estás viendo un sacerdote para dirección también puedes recibir el Sacramento de la
Penitencia, agregando la gracia sacramental a las otras gracias recibidas al haberte abierto y sido
dócil en la conversación con tu director espiritual.

Cuantos cristianos en estos momentos se encuentran relegados a los rangos de la tibieza y sin
energía, cristianos indiferentes viven una vida que es medio animal y quienes apenas hacen un
esfuerzo por mantener vivo el aliento de la gracia en sus almas. Estos cristianos deben buscar una
dirección espiritual completa y constante. La dirección espiritual es un importante paso para
ayudarnos a identificarnos con Cristo para que podamos ayudarnos a construir, a través de nuestra
oración y sacrificio, la civilización del amor y la verdad.
Las 11 condiciones del buen director espiritual

Esto te puede ayudar a buscar uno que te ayude de verdad

¿Estás buscando un director espiritual?


Te puede interesar: ¿Necesito un director espiritual?

Busca a una persona que principalmente cumpla con las siguientes condiciones:
1. Acogida

El director espiritual debe tratar al eventual dirigido desde un primer momento con amabilidad, con
respeto, dándole su lugar; crear y mantener un clima de confianza. El primer contacto es decisivo
para el dirigido, quien quiere sentirse atendido y escuchado, en un clima de apertura, afabilidad,
serenidad. El director espiritual debe ser como un padre más que como un amigo.
2. Discreción

El director espiritual no debe exponer a la persona dirigida ante terceros. Debe comprometerse en
guardar el sigilo, aunque no sea sacerdote ni se trate de una confesión en sentido estricto.
3. Prudencia

El director espiritual no debe “decidir” la vida de la persona, sino proponer elementos para que ella
pueda tomar sus propias decisiones. No se trata de manipular a nadie.
4. Exigencia

Algunas esculturas son en un inicio un bloque de piedra; el director espiritual es como un escultor
que modela un alma para conseguir una linda escultura. El alma es como un bloque de piedra que
hay que tallar para que salga a flote la mejor versión de la persona. La dirección espiritual no puede
llevarse a cabo cuando el director no exige, no dice lo que debería decir por, por ejemplo, respeto
humano.
5. Neutralidad
El director espiritual debe tener cuidado en no distraer a la persona convirtiéndose en una
“referencia”; el director espiritual no debe atraer la persona hacia sí o conquistarla para sí. El director
además debe evitar establecer una relación afectiva con la persona.
6. Competencia

Alguien que sea piadoso, que tenga sabiduría, experiencia, madurez y una incuestionable fidelidad
al magisterio de la Iglesia, sin excluir ninguna. Que sepa llamar a las cosas por su nombre sin
rebajas, sin exigencias innecesarias.
7. Ciencia

Es un especialista del alma, en las cosas del espíritu. Por tanto la dirección espiritual no debe
convertirse en un mero trato de ‘dos amigos’ que comparten algo o se quieren enriquecer
mutuamente. Se requiere conocimiento espiritual, conocimiento de la vida de los santos y de las
realidades del alma para identificar las cuestiones íntimas que la persona vive y discernir qué camino
seguir.
8. Caridad

La caridad consiste también, entre otras cosas, en regalar a la persona dirigida todo el tiempo que
sea necesario.
9. La paciencia

Virtud necesaria para saber escuchar demostrando, al mismo tiempo, interés por lo que dice la
persona. El director espiritual debe dejar hablar al dirigido y sobre todo propiciar un ambiente de
desahogo; que el dirigido se pueda expresar sin temor, que pueda abrir su espíritu. Las personas
pueden tener situaciones personales que externamente pueden parecer irrelevantes pero para las
personas son importantes; además porque esas situaciones tienen su trasfondo.
10. Comprensión

Ser comprensivo es saber entrar en la situación, circunstancias y problemática de la persona dirigida


pero desde su contexto. Comprender significa captar todas las implicaciones intrínsecas de sus
dificultades o comportamientos, es decir llegar a las causas. Ser comprensivos no significa justificar
errores, como tampoco estar de acuerdo con defectos o malos comportamientos.
11. Tener además dominio de sí para no dejarse manipular por las circunstancias.

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