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La integración

es un concepto fundamental del cálculo y del análisis matemático. Básicamente,


una integral es una generalización de la suma de infinitos sumandos, infinitesimalmente
pequeños: una suma continua. La integral es la operación inversa a la derivada.
El cálculo integral, encuadrado en el cálculo infinitesimal, es una rama de las matemáticas en
el proceso de integración o antiderivación. Es muy común en la ingeniería y en la ciencia; se
utiliza principalmente para el cálculo de áreas y volúmenes de regiones y sólidos de
revolución.
Fue usado por primera vez por científicos como Arquímedes, René Descartes, Isaac
Newton, Gottfried Leibniz e Isaac Barrow. Los trabajos de este último y los aportes de Newton
generaron el teorema fundamental del cálculo integral, que propone que la derivación y la
integración son procesos inversos.

Principales objetivos del cálculo integral[editar]


Sus principales objetivos para estudiar son:

 Área de una región plana


 Cambio de variable
 Integrales indefinidas
 Integrales definidas
 Integrales impropias
 Integral de línea
 Integrales homogéneas
 Integrales múltiples (dobles o triples)
 Integrales trigonométricas, logarítmicas y exponenciales
 Métodos de integración
 Teorema fundamental del cálculo
 Volumen de un sólido de revolución

Teoría
se interpreta como el área bajo la curva de f, entre a y b.

Dada una función de una variable real y un intervalo de la recta real, la integral es igual
al área de la región del plano limitada entre la gráfica de , el eje , y las líneas verticales y ,
donde son negativas las áreas por debajo del eje .

La palabra "integral" también puede hacer referencia a la noción de primitiva: una función F,
cuya derivada es la función dada . En este caso se denomina integral indefinida, mientras
que las integrales tratadas en este artículo son las integrales definidas. Algunos autores
mantienen una distinción entre integrales primitivas e indefinidas.

Qué es la integral (animación)

Los principios de la integración fueron formulados por Newton y Leibniz a finales del siglo XVII.
A través del teorema fundamental del cálculo, que desarrollaron los dos de forma
independiente, la integración se conecta con la derivación, y la integral definida de una función
se puede calcular fácilmente una vez se conoce una antiderivada. Las integrales y las
derivadas pasaron a ser herramientas básicas del cálculo, con numerosas aplicaciones en
ciencia e ingeniería.
Bernhard Riemann dio una definición rigurosa de la integral. Se basa en un límite que
aproxima el área de una región curvilínea a base de partirla en pequeños trozos verticales. A
comienzos del siglo XIX, empezaron a aparecer nociones más sofisticadas de la integral,
donde se han generalizado los tipos de las funciones y los dominios sobre los cuales se hace
la integración. La integral curvilínea se define para funciones vectoriales de una variable, y el
intervalo de integración [a,b] se sustituye por el de la parametrización de la curva sobre la cual
se está integrando, la cual, conecta dos puntos del plano o del espacio. En una integral de
superficie, la curva se sustituye por un trozo de una superficie en el espacio tridimensional.
Las integrales de las formas diferenciales desempeñan un papel fundamental en la geometría
diferencial moderna. Estas generalizaciones de la integral surgieron primero a partir de las
necesidades de la física, y tienen un papel importante en la formulación de muchas leyes
físicas cómo, por ejemplo, las del electromagnetismo. Los conceptos modernos de integración
se basan en la teoría matemática abstracta conocida como integral de Lebesgue, que fue
desarrollada por Henri Lebesgue.

Historia
Integración antes del cálculo
La integración se puede trazar en el pasado hasta el antiguo Egipto, circa 1800 a. C., con
el papiro de Moscú, donde se demuestra que ya se conocía una fórmula para calcular el
volumen de un tronco piramidal. La primera técnica sistemática documentada capaz de
determinar integrales es el método de exhausción de Eudoxo (circa 370 a. C.), que trataba de
encontrar áreas y volúmenes a base de partirlos en un número infinito de formas para las
cuales se conocieran el área o el volumen. Este método fue desarrollado y usado más
adelante por Arquímedes, que lo empleó para calcular áreas de parábolas y una aproximación
al área del círculo. Métodos similares fueron desarrollados de forma independiente
en China alrededor del siglo III por Liu Hui, que los usó para encontrar el área del círculo. Más
tarde, Zu Chongzhi usó este método para encontrar el volumen de una esfera. En el Siddhanta
Shiromani, un libro de astronomía del siglo XII del matemático indio Bhaskara II, se
encuentran algunas ideas de cálculo integral.
Hasta el siglo XVI no empezaron a aparecer adelantos significativos sobre el método de
exhaución. En esta época, por un lado, con el trabajo de Cavalieri con su método de los
indivisibles y, por otro lado, con los trabajos de Fermat, se empezó a desarrollar los
fundamentos del cálculo moderno. A comienzos del siglo XVII, se produjeron nuevos
adelantos con las aportaciones de Barrow y Torricelli, que presentaron los primeros indicios de
una conexión entre la integración y la derivación.

Newton y Leibniz
Los principales adelantos en integración vinieron en el siglo XVII con la formulación
del teorema fundamental del cálculo, realizado de manera independiente
por Newton y Leibniz. El teorema demuestra una conexión entre la integración y la derivación.
Esta conexión, combinada con la facilidad, comparativamente hablando, del cálculo de
derivadas, se puede usar para calcular integrales. En particular, el teorema fundamental del
cálculo permite resolver una clase más amplia de problemas. También cabe destacar todo el
marco estructural alrededor de las matemáticas que desarrollaron también Newton y Leibniz.
El llamado cálculo infinitesimal permitió analizar, de forma precisa, funciones con dominios
continuos. Posteriormente, este marco ha evolucionado hacia el cálculo moderno, cuya
notación para las integrales procede directamente del trabajo de Leibniz.

Formalización de las integrales


Aunque Newton y Leibniz proporcionaron un enfoque sistemático a la integración, su trabajo
carecía de un cierto nivel de rigor. Es memorable la expresión del obispo
Berkeley interpretando los infinitesimales como los "fantasmas de las cantidades que se
desvanecen".
El cálculo adquirió una posición más firme con el desarrollo de los límites y, en la primera
mitad del siglo XIX, recibió una fundamentación adecuada por parte de Cauchy. La integración
fue rigurosamente formalizada por primera vez por Riemann, empleando límites. A pesar de
que todas las funciones continúas fragmentadas y acotadas son integrables en un intervalo
acotado, más tarde se consideraron funciones más generales para las cuales la definición de
Riemann no era aplicable y por tanto no eran integrables en el sentido de Riemann.
Posteriormente Lebesgue dio una definición diferente de la integral1 basada en la teoría de la
medida que generalizaba la definición de Riemann, así toda función integrable en el sentido de
Riemann también lo es en el sentido de Lebesgue, aunque existen algunas funciones
integrables en el sentido de Lebesgue que no lo son en el sentido de Riemann. Más
recientemente se han propuesto otras definiciones de integral aún más generales, que
amplían las definiciones de Riemann y Lebesgue.

Notación

El símbolo de integral en escritos (de izquierda a derecha) ingleses, alemanes y rusos


Isaac Newton usaba una pequeña barra vertical encima de una variable para indicar
integración, o ponía la variable dentro de una caja. La barra vertical se confundía fácilmente

con o , que Newton usaba para indicar la derivación, y además la notación "caja"
era difícil de reproducir por los impresores; por ello, estas notaciones no fueron ampliamente
adoptadas.
La notación moderna de las integrales indefinidas fue presentada por Gottfried
Leibniz en 1675.23 Para indicar summa (ſumma; en latín ‘suma’ o ‘total’), adaptó el símbolo
integral, «∫», a partir de una letra S alargada porque consideraba a la integral como una suma
infinita de addendas(‘sumandos’) infinitesimales. La notación moderna de la integral definida,
con los límites arriba y abajo del signo integral, la usó por primera vez Joseph
Fourier en Mémoires de la Academia Francesa, alrededor de 1819-20, reimpresa en su libro
de 1822.45
Existen ligeras diferencias en la notación del símbolo de la integral en la literatura de las
diversas lenguas: el símbolo inglés está inclinado hacia la derecha, en alemán
tradicionalmente se ha escrito derecho (sin inclinación) mientras la variante rusa tradicional
está inclinada hacia la izquierda.
En la notación matemática en árabe moderno, que se escribe de derecha a izquierda, se usa

un signo integral invertido .6

Generalizaciones modernas
Tras la creación del cálculo integral a partir del siglo XVII, y su desarrollo más o menos
intuitivo durante un par de siglos, la noción de integración fue analizada con mayor rigor
durante el siglo XIX. Así la primera noción rigurosa de integración es el concepto de integral
de Riemann, así como su generalización conocida como integral de Riemann-Stieltjes. A
principios del siglo XX, el desarrollo de la teoría de la medida llevó al concepto más general y
cualitativamente más avanzado de integral de Lebesgue. Más tarde el desarrollo de la noción
de proceso estocástico dentro de la teoría de la probabilidad llevó a la formulación de
la integral de Itō hacia el final de la primera mitad del siglo XX, y posteriormente a su
generalización conocida como integral de Skorohod (1975). Asimismo desde los años 1960,
se ha buscado definición matemáticamente rigurosa de integral de caminos cuánticos.

Terminología y notación
Si una función tiene una integral, se dice que es integrable. De la función de la cual se calcula
la integral se dice que es el integrando. Se denomina dominio de integración a la región
sobre la cual se integra la función. Si la integral no tiene un dominio de integración, se
considera indefinida (la que tiene dominio se considera definida). En general, el integrando
puede ser una función de más de una variable, y el dominio de integración puede ser un área,
un volumen, una región de dimensión superior, o incluso un espacio abstracto que no tiene
estructura geométrica en ningún sentido usual.
El caso más sencillo, la integral de una función real f de una variable real x sobre el intervalo
[a, b], se escribe

El signo ∫, una «S» alargada, representa la integración; a y b son el límite inferior y el límite
superior de la integración y definen el dominio de integración; f es el integrando, que se tiene
que evaluar al variar x sobre el intervalo [a,b]; y dx puede tener diferentes interpretaciones
dependiendo de la teoría que se emplee. Por ejemplo, puede verse simplemente como una
indicación de que x es la variable de integración, como una representación de los pasos en la
suma de Riemann, una medida (en la integración de Lebesgue y sus extensiones),
un infinitesimal (en análisis no estándar) o como una cantidad matemática independiente:
una forma diferencial. Los casos más complicados pueden variar la notación ligeramente.

Conceptos y aplicaciones

Aproximaciones a la integral de entre 0 y 1, con ■ 5 muestras por la izquierda (arriba) y ■ 12


muestras por la derecha (abajo).

Las integrales aparecen en muchas situaciones prácticas. Considérese una piscina. Si es


rectangular y de profundidad uniforme, entonces, a partir de su longitud, anchura y
profundidad, se puede determinar fácilmente el volumen de agua que puede contener (para
llenarla), el área de la superficie (para cubrirla), y la longitud de su borde (si se requiere saber
su medida). Pero si es ovalada con un fondo redondeado, las cantidades anteriores no son
sencillas de calcular. Una posibilidad es calcularlas mediante integrales.
Para el cálculo integral de áreas se sigue el siguiente razonamiento:

1. Por ejemplo, consideremos la curva mostrada en la figura de arriba, gráfica de la


función , acotada entre y .
2. La respuesta a la pregunta ¿Cuál es el área bajo la curva de función , en el intervalo
desde hasta ? es: que el área coincidirá con la integral de . La notación para esta
integral será

.
Una primera aproximación, aunque no muy precisa, para obtener esta área, consiste en
determinar el área del cuadrado unidad cuyo lado lo da la distancia desde x=0 hasta x=1 o
también la longitud entre y=f(0)=0 y y=f(1)=1. Su área es exactamente 1x1 = 1. Tal como
se puede inferir, el verdadero valor de la integral tendrá que ser más pequeño.
Particionando la superficie en estudio, con trazos verticales, de tal manera que vamos
obteniendo pequeños rectángulos, y reduciendo cada vez más el ancho de los rectángulos
empleados para hacer la aproximación, se obtendrá un mejor resultado. Por ejemplo,
dividamos el intervalo en cinco partes, empleando los puntos 0, 1⁄5, 2⁄5,3⁄5,4⁄5 y finalmente la
abscisa 1. Se obtienen cinco rectángulos cuyas alturas se determinan aplicando la función
con las abscisas anteriormente descritas (del lado derecho de cada pedazo de la curva),

así … y así hasta . Sumando las áreas de estos rectángulos, se obtiene una
segunda aproximación de la integral que se está buscando,

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