Sei sulla pagina 1di 4

Los ejes transversales contribuyen a la formación equilibrada de la personalidad,

inculcando respeto a los derechos humanos y a otras culturas, No obstante, para lograrlo es

necesario acompañar a los ejes transversales de metodologías, acciones y estrategias que

los conviertan en instrumentos útiles y operativos.

Es preciso aclarar, que cuando hablamos de transversalidad no nos estamos refiriendo a

“algo que hay que meter” en el programa, sino de objetivos, de alcances o de capacidades

que se atienden en las diferentes áreas, disciplinas o asignaturas; éstos resultan esenciales

para que los educandos puedan conectar críticamente con su realidad, puedan reflexionar

sobre ella, y sean capaces de actuar en su medio natural, social y cultural, disfrutándolos,

conservándolos, o transformándolos si fuera necesario. (González L.144).

En el modelo curricular para el nivel de Educación Básica (1997) se señala explícitamente

que los ejes “…constituyen una dimensión educativa global interdisciplinaria que impregna

todas las áreas y que se desarrolla transversalmente en todos los componentes del

curriculum…”

Por ello considero que los ejes curriculares deben tener un enfoque de transversalidad en:

Educación en valores y derechos humanos: La educación actual debe estar enmarcada en

la formación de los valores éticos, morales, espirituales y cívicos que contribuyan a favorecer

una mejor forma de vida y una sana convivencia en la sociedad.

La formación en valores es compromiso de la sociedad en general, pero también de la

institución educativa y padres de familia quienes deben facilitar el desarrollo de la capacidad


crítica de los estudiantes para que construyan su propio marco de valores que afirman los

criterios de norma.

En este sentido, Mosca y Aguirre (1997, p. 28) plantean que los objetivos de la

educación en Derechos Humanos son:

-El pleno desarrollo de la persona y del sentido de la dignidad humana, por lo que la

educación deberá basarse en los principios de libertad, moralidad y solidaridad.

-La capacitación de las personas para participar de manera efectiva en una sociedad libre.

-La promoción de la compresión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y grupos

sociales, étnicos y religiosos.

-La capacitación de las personas para lograr una existencia digna, así como el mejoramiento

progresivo de su nivel de vida con el fin de ser útiles a la sociedad.

-Este eje es fundamental porque tiene su aplicación y relación con otros ejes debido a la

necesidad de que las personas aprendan a ser sensibles y solidarias ante las problemáticas

ambientales, sociales y económicas del contexto. La formación en valores contribuye al

desarrollo integral de los niños ya que favorece una convivencia más humana, contribuye al

respeto a la diversidad y ejercicio de la democracia, aprendiendo a vivir como personas tanto

individual como colectivamente.

-En relación con lo anterior, Buxarráis, (1997, p.81), afirma que “educar en valores significa

encontrar espacios de reflexión, tanto individual como colectiva, para que el alumnado sea

capaz de elaborar de forma racional y autónoma los principios de valor, principios que le van

a permitir enfrentarse críticamente a la realidad”.


Igualmente, Palos, (1998 p.57) determina que los objetivos que orientarán la educación en

valores son:

-Desarrollar las estructuras universales de juicio.

-Adquirir competencias dialógicas. Autoconstruirse de acuerdo con los valores personales.

-Dialogar crítica y creativamente con la realidad. Adquirir una coherencia entre juicio y

acción moral.

-Reconocer y asimilar los valores universales Comprender, respetar y construir normas de

convivencia justas

-Fortalecer sentimientos de solidaridad humana y respeto por sus semejantes.

La Institución educativa, a través del Proyecto Educativo Institucional –PEI– y demás

proyectos institucionales, contextualiza y procura en sus estudiantes una preparación para la

vida adulta acorde con la realidad actual. Esto obliga a buscar nuevos planteamientos basados

en la realidad, a reconocer los problemas que actualmente afectan el medio ambiente, los

conflictos que genera su detrimento a las nuevas generaciones.

De igual manera afrontar nuevos retos, poniendo en marcha proyectos que garanticen la

igualdad de oportunidades en cuanto a la prevención y atención en salud y en la adquisición

de hábitos de vida saludable desde la temprana edad.


Referencias Bibliográficas

Gavidia, V. y Rodes, MJ. (1998). La escuela saludable, la transversalidad y los centros

escolares promotores de salud. Bordón. Vol 50.

Zabala Erdozain, Josefina (1990): La ecuación para la salud en los textos de enseñanza

primaria (1940-1985), Valencia, Conselleria de Sanitat Consum

Argueta, M (2009) Ejes Transversales en el Currículo de la Formación Inicial de Docente. –

1ª. ed. – San José, C.R.: Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana,

CECC/SICA,

2009Recuperadohttp://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan

039733.pdf

Potrebbero piacerti anche