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1En este texto sólo fue posible incluir una parte de todo el universo del estudio que sobre la tolerancia realizamos en el
estado de Veracruz.
1
tareas que la modernización social exige, y abonar a la deuda que, desde otros ángulos,
se tiene con el desarrollo de la democracia.
Atendiendo a esto, me propuse relacionar, de manera múltiple, el concepto de
tolerancia en sus diversas acepciones sociales, algunas de las cuales considero
deficitarias, pero a la vez reveladoras de relaciones político-sociales premodernas. La
tolerancia es un concepto, una idea construida, que rebasa significados del sentido
común. Los conceptos en general ―sean estos referidos a la cultura política, a los
asuntos raciales, religiosos, sexuales, o a los filosóficos― acrecientan o disminuyen sus
contenidos en épocas históricas específicas.
Se considera, pues, que el concepto que nos ocupa tiene una evolución
histórica, como la tienen infinidad de otros términos. Así, ha habido transformaciones
en su uso, desde el asignado por los regímenes con un componente religioso
dominante, que se desarrollaron en periodos muy dilatados de la historia. El desarrollo
de los contenidos del concepto es lento y comprende siglos, va desde la época las
persecuciones religiosas de la primera parte de la Edad Media, pasando por la cacería
de brujas hasta llegar a la Santa Inquisición, dilatado periodo al margen de la más
elemental convivencia entre los individuos de pensamiento religioso diferente.
La obra de Erasmo de Rotterdam es precursora de la modernidad al concebir
un mundo que luche contra la superstición, y al condenar a la poderosa Iglesia oficial,
levantando su idea del moralismo laico, que en opinión de H. Kamen sustituye el
dogma y proyecta los elementos de la primera etapa de la conciencia burguesa. Más
tarde el contenido del concepto tolerancia se ve acrecentado por Pierre Bayle que
promulga la tolerancia religiosa del Estado, la libertad de conciencia y la tolerancia a
los ateos.2
2Acevedo Linares, Antonio. Ensayos de filosofía política contemporánea, Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia-
Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, 1995.
2
Un aporte de suma importancia para el desarrollo del concepto se dio en el
momento en que es incorporado al corpus de los valores liberales. La perspectiva
liberal civilizada apuntó en sentido opuesto al autoritarismo prevaleciente en las
formaciones históricas previas. John Locke, cuyo pensamiento fue más prolífico en
tanto pondera los valores de nuevo cuño, defendió el término tolerancia reclamando
para todos los hombres el derecho de ejercer el culto de su preferencia y de abordar
sin restricción la discusión de todos los temas “a condición de no ejercer presión
alguna sobre el prójimo, de no atentar contra los derechos de todos”. 3 Locke fue
autor de varios documentos sobre la tolerancia, entre los que se citan la Epístola de la
tolerancia y tres cartas escritas en 1689, 1690 y 1692. Cisneros lo considera como uno
de los primeros promotores de la libertad civil como parte consustancial del espíritu
social. Otra virtud que se reconoce al pensador inglés es que establece un punto de
encuentro entre Iglesia y Estado en cuanto las tareas e intereses de cada uno de ellos.4
Otro momento del desarrollo del concepto en su fase liberal se da al incorporar
los principios éticos de la tolerancia como parámetros de la conducta civil y de la
convivencia ciudadana en el ámbito jurídico y normativo; así se rechaza la primacía de
intereses distintos a las instituciones civiles.5
Tolerancia es un término cuyo contenido hemos conocido los mexicanos antes
del inicio del proceso de transición política que se vivió en el país hacia la parte final
del siglo XX. Sin embargo, en esta época es precisamente el momento en que la
demanda del concepto se modifica. En el sentido civil constitucional, los mexicanos
tenemos formalmente la tolerancia desde el triunfo de la revolución. Aquí, se
desarrolló, entre otras perspectivas, por ejemplo la tolerancia religiosa, la libertad de
pensamiento. Entonces, el concepto tolerancia se conocía en los tiempos del viejo
3 Beleval, Ivon, Historia de la Filosofía, vol. 6, Racionalismo, Empirismo e Ilustración. Siglo XXI. México, 1984.
4 Cisneros op. cit.
5 Ibidem.
3
régimen autoritario. Pero transcurre casi un siglo sin que se ejecuten sus principios en
forma de políticas públicas para una comprensión y aplicación plena del concepto.
Esa carencia se puede ilustrar en distintos ámbitos laborales urbanos y rurales, pero
sobre todo en la cotidianidad social de algunas regiones del país.
Esa falta de tolerancia fue la normalidad en sindicatos, organismos agrarios o
territoriales que los gobiernos de distintos niveles operaron. Así, mientras la tolerancia
en los países de vanguardias sociales liberales se desarrolla como una noción, como un
postulado liberal, y como uno de los valores centrales en ese modelo de
comportamiento teórico liberal, aquí en México sólo ha tenido lugar, acaso, dentro de
relaciones de carácter secundario que no se profundizaron.
Norberto Bobbio coordinó la obra Tolerancia ya como estudio de ciencia
política, en ese estudio se identifican con el concepto en cuestión, fundamentos
historicistas y pluralistas del pensamiento liberal. En otro momento, el mismo Bobbio
considera que la tolerancia encarna en política un método o un conjunto de reglas de
procedimiento para la constitución del gobierno y para la formación de las decisiones
políticas de carácter vinculante,6 en las que se debe involucrar al conjunto de la
sociedad.
El concepto tiene un desarrollo en la parte media del siglo XX en lo que
Ryszard Kapuscinski llama el “despertar de la consciencia extra-europea”, con el
surgimiento del llamado Tercer Mundo en búsqueda de su identidad. En este sentido,
Kapuscinski afirma que tanto el historiador Cheikh Anta Diop como los poetas y
políticos Leopold Sedar Senghor y Aimé Césaire, con la teoría de la negritud, hacen
ver a los europeos que los pobladores de ese mundo que ellos dominan aspiran a un
lugar digno. Es ese el contexto en que surge el problema de la actitud hacia el “Otro”.
Hasta entonces la relación Yo-Otro siempre se había contemplado desde la
6 Bobio, Norberto.
4
perspectiva de un Yo y un Otro pertenecientes a una misma cultura. Ahora, sin
embargo, aparecía un nuevo Otro, procedente de una cultura distinta, formado por
ésta y apegado a sus propios valores y costumbres.7
Tolerancia, como categoría, no sólo encierra contenidos relativos al
reconocimiento del otro en tanto raza, ideas y creencias diferentes, también incluye las
conductas y las maneras del comportamiento de los distintos. Para Halgesini, vendría
a ser aquella actitud acompañada de la correspondiente conducta de reconocimiento y
aceptación de cualquier forma de ser, sentir, pensar, opinar, y actuar de otro, que
siendo no sólo diferente, sino divergente e incluso opuesta a la propia, sin suponer
perjuicio, daño o violencia para uno mismo y su libertad, ni tampoco violación de los
derechos y libertades de los demás.8 Sería sumamente conveniente aplicar estas ideas,
en tanto parámetros, a las recientes discusiones públicas que en México se han
protagonizado en torno al aborto o al matrimonio entre individuos de un mismo sexo
o sobre derechos civiles que no deberían suponer marginación.
En el cuaderno publicado por el Instituto Federal Electoral, IFE, sobre
tolerancia y democracia, Cisneros establece que el problema de la tolerancia en cuanto
a creencias u opiniones distintas, tiene una parte central que se refiere básicamente a la
argumentación sobre la verdad y sobre la compatibilidad de verdades contrapuestas,
que otra dimensión de la tolerancia es aquella que mira a los diferentes física o
socialmente. Cisneros complementa ese apartado señalando que al situar a la
tolerancia como reconocimiento de la diversidad, se pone en primer plano el
problema del prejuicio y por lo tanto la discriminación que pueden existir en una
5
democracia. Más adelante añade que el prejuicio no sólo limita los derechos de
libertad, sino que actúa para nulificar las reglas de la convivencia democrática.9
En el estudio particular que ofrecemos es claro que en una sociedad como la
veracruzana, con una composición racial tan diversa, hay por supuesto condiciones
para hallar no sólo diferencias físicas y sociales ―lo que incluye no sólo las que se dan
entre ricos y pobres, cuyas distancias son extremas en el estado―, sino también las
que se refieren a los lugares de residencia, destacando las diferencias entre lo rural y lo
urbano, a lo que se agrega además el origen indígena.
Esas personas que tienen diferencias de raza y de condición económica pueden
sin embargo compartir, por ejemplo, la visión guadalupana, el catolicismo o el
ateísmo; pueden pertenecer a un mismo partido político, y no obstante el prejuicio
entre ellas va a persistir a pesar de compartir ideas o creencias; dando lugar a
relaciones subordinadas, racismo sometimiento y desigualdad.
La tolerancia como valor de la democracia adquiere centralidad en las
reflexiones políticas de todo sistema democrático. Ello es así en todos los planos en
los que se desarrollan los diferendos en las sociedades plurales de distinta factura
ideológica, pero también en cuanto a los intereses que no sólo no coinciden sino que
incluso se contraponen. Es claro que las sociedades actuales cada vez son más y más
complejas; nadie puede ignorar esto y reclamar protección para empeños particulares
y privilegios, sin afectar la convivencia y el imperio del respeto que nos debemos unos
a otros.
Al estudiar la tolerancia, Isidro Cisneros destaca su importancia. La considera
uno de los preceptos de carácter ético y político más relevantes, cuya observancia
garantiza la convivencia en un régimen democrático. Cisneros advierte sobre las
dificultades que entraña abordar en análisis del precepto tolerancia; refiere que tiene
9 Cisneros, Isidro, Cuadernos IFE núm. 10, documentos DECEYEC, tolerancia y democracia, 8 de octubre de 2009.
6
varios significados, lo que ha propiciado ambigüedades. Llama la atención sobre el
sustantivo latino tolerantia que puede traducirse literalmente como resignación o como
acción de soportar, lo que puede generar cierta ambigüedad y sesgar el significado
moderno del concepto en las tareas actuales de la democracia. Una más aceptable
acepción es aquella que considera a quien tiene tolerancia como quien admite, sin
mostrarse contrariado. Pero para Cisneros, tolerancia no se debe entender sólo como
el reconocimiento del derecho intelectual de los otros a vivir con creencias que
nosotros no aceptamos como propias, sino como un campo de acción al respeto y la
consideración de opiniones o prácticas ya no sólo de carácter religioso sino también
político e ideológico.10
También es útil analizar la tolerancia en su relación con la política, como lo
propone un estudio del ITAM, donde se considera que la tolerancia debe ser
entendida como una forma normativa de la política que permita la convivencia y el
reconocimiento público de las diferentes entidades colectivas que son minoritarias en
la esfera pública. Este estudio, de acuerdo con Hannah Arendt reconoce la pertinencia
de una ciudadanía activa que debe incidir en la esfera pública, participar en la
búsqueda de soluciones a sus necesidades e interactuar mediante el discurso y la
10
La tolerancia como valor de la democracia (dimensión normativa)
La primera distinción conceptual que la tolerancia nos plantea está representada por el valor democrático de la pluralidad
de puntos de vista. Concebir la tolerancia como un “valor” nos remite al problema de la “verdad” o, más concretamente,
de la “relatividad de la verdad”. En esta concepción, en efecto, la tolerancia aparece principalmente como un discurso
sobra la naturaleza de la verdad. De acuerdo con esto, en una democracia “la verdad” sólo puede ser alcanzada por la
confrontación o la síntesis de diversas verdades parciales. Según algunas doctrinas que profesan aquello que Max Weber
denominaba un politeísmo de los valores en el régimen democrático la verdad no es y no puede ser una sola, sino que,
contrariamente, tiene muchas caras. Por otro lado, como sostiene Bobbio, no vivimos en un “universo” en el cual
algunos grupos –que pueden ser de carácter religioso o político y por lo tanto ideológico- son los “únicos depositarios de
la verdad”, si no que en un “multiuniverso” que, contrariamente, se integra por una sociedad compleja de carácter plural,
que algunos autores han concebido como la “sociedad abierta” prototípica de las democracias modernas. El máximo
representante de esta formulación es el pensador ingles Kart Popper. Por su parte, la sociedad “cerrada “constituye el
“monopolio de la fe” que ha caracterizado a los diferentes totalitarismos religiosos o políticos.
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persuasión. Lo cual destaca la autora, porque es ahí, en el espacio público, donde los
individuos revelan su identidad y establecen relaciones basadas en la reciprocidad.11
11 Cisneros, apunta una dimensión de la tolerancia, que resulta ser, por lo tanto, una expresión ética del derecho que
transforma el viejo régimen de principios y valores – que se fundaba en convicciones- en otro sistema normativo que
reconocía y garantizaba constitucionalmente el valor de la opinión del individuo. Este marco expandió la capacidad de
expresar puntos de vista diferentes dentro de un espíritu de tolerancia jurídicamente reconocido y abre la posibilidad de
“revocar el prejuicio” aceptando otra posibilidad: aquella de pregonar y defender a contracorriente un determinado punto
de vista ético o político modificándolo a cada momento de acuerdo con la transformación de las particulares
circunstancias históricas.
8
política tiende a disolverse, sobre todo en casos como el yugoslavo en el que el factor
político era el único que le daba cohesión interna.12
Estos son los dos polos entre los que transcurre el conflicto y el consenso.
Dentro de las diferenciaciones sociales existen ámbitos en los que se presentan
mayores dificultades para la integración dentro de un sistema político, sobre todo
cuando las diferencias están fundadas en sistemas de valores antagónicos o modelos
culturales distintos, que además pueden ser excluyentes.13
Los elementos que aquí se han destacado servirán para favorecer un análisis de
los resultados que a continuación se presentan, además tienen la ventaja de estar en
una delimitación que puede permitir la observación en otra perspectiva de
movimiento.
12Loaeza, Soledad. “Oposición y democracia”. Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática núm. 11.
13 Ibidem. Loaeza dice que en sociedades ideológicamente polarizadas, un consenso político básico en relación con las
instituciones de gobierno o los mecanismos de solución del conflicto puede ser un objetivo imposible, dado que cada uno
de los actores en conflicto reclama una hegemonía política y cultural absoluta sobre el conjunto de la sociedad. Al igual
que la ideología, la religión también puede provocar fracturas irremediables en una sociedad determinada, de manera
similar a las que se derivan de identidades étnicas cuya supervivencia también está fundada en valores absolutos que, por
lo mismo, no son negociables ni admiten concesión de ningún tipo.
9
experiencia de cada individuo al observar los distintos niveles de gobierno y los
diversos grupos de la sociedad. En su perspectiva influyen: la realidad misma, los
medios por los que se comunica y los niveles de desarrollo civil de los grupos. Estos,
entre otros factores, son los que se advierten en ese conjunto de realidades.
Veamos en primer término cómo los ciudadanos del estado de Veracruz se
forman una fisonomía de la democracia. Ante la pregunta ¿para usted, existe la
democracia en el país?, casi 59 de 100 ciudadanos encuestados respondió que tiene la
percepción de que México es un país democrático. De acuerdo a nuestro objeto del
estudio, deberemos vincular algunos aspectos de la democracia y la tolerancia. Si
además enfilamos nuestra atención a los nexos entre tolerancia y política, buscaremos
que esa relación atienda temáticas relativas a problemas de entendimiento insuficiente
en lo político. Esa primera imagen ante la pregunta puede expresar normalidad en
términos positivos de confianza institucional, es una calificación buena sin
consideraciones especiales, pero por supuesto no hay una descalificación dura.
MUY DE DE EN TOTALMENTE EN
SEXO NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
FEMENINO 7.5 49.2 30.1 6.2 7.0 100.0
MASCULINO 7.7 53.4 29.7 6.3 2.9 100.0
ESTATAL 7.6 51.2 29.9 6.3 5.0 100.0
Un dato destacable es el que los hombres tienen más confianza que las mujeres
en la democracia; éstas desdeñan en un porcentaje mayor los logros de la democracia
mexicana, pero, a la vez, un mayor porcentaje de ellas no contesto al cuestionamiento.
Si comparamos el estudio del año 2004 con la encuesta más reciente, el primero
resulta con una valoración de 10 puntos por debajo en la confianza observada, y los
valores de la mayor descalificación también son más altos.
TOTALMENTE DE TOTALMENTE EN
ESTRATO DE ACUERDO EN DESACUERDO NS NC TOTAL %
ACUERDO DESACUERDO
I 7.7 40.5 36.6 10.7 3.3 1.2 100.0
II 6.0 43.4 33.2 12.8 1.3 3.3 100.0
III 4.4 36.8 45.2 8.8 3.3 1.5 100.0
IV 5.7 45.7 36.6 6.3 3.4 2.3 100.0
ESTATAL 6.0 41.7 37.9 9.4 2.9 2.1 10
100.0
Los grandes desacuerdos políticos que se vivieron en el país y que fueron objeto
de muy amplias coberturas de los medios de comunicación masiva y por lo tanto del
dominio público. Pero aun por más que se considere que estos puntos de referencia
mejoraron de manera positiva aunque escasamente, la confianza en la democracia del
país ronda en poco más de la mitad de los ciudadanos; es decir en este valor
fundamental desconfían amplias capas sociales.
Es de considerar, de manera primordial, la lectura que realiza una sociedad de
un proceso, ya que desde ese nivel de confianza se enfrentan valores como la
tolerancia hacia los diferentes en sus preferencias políticas, posiciones filosóficas o en
su concepción del mundo. Referirse a la tolerancia en relación con la política, es una
manera de acercarse a los límites a los que ha llegado la democracia como proceso.
Si comparamos nuestra sociedad con otras de mayor desenvolvimiento político-
institucional, notaremos saldos negativos que ponen en riesgo desarrollos en los que se
han empeñado distintos sectores de la población en el país y en el estado. El no avance
en el asentamiento institucional de la pluralidad cultural y política pone en riesgo los
afanes de la democracia.
MUY DE DE EN TOTALMENTE EN
EDAD NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
18-24 AÑOS 4.8 51.1 35.1 6.9 2.1 100.0
25-34 AÑOS 9.4 53.8 27.1 5.0 4.7 100.0
35-49 AÑOS 8.3 49.8 29.3 7.0 5.6 100.0
50-64 AÑOS 7.5 48.5 31.3 6.3 6.4 100.0
65 ó MÁS 4.8 54.8 30.2 5.6 4.6 100.0
ESTATAL 7.6 51.2 29.9 6.3 5.0 100.0
11
jóvenes, aquellos que menor experiencia de confrontación con la cultura política
imperante han tenido, los que son ajenos o bisoños en las prácticas corporativas, por
estar en su mayoría fuera del mercado de trabajo o de las clientelas políticas.
Sin embargo, es notable que en este sector de los ciudadanos más novatos se
hallen también los más convencidos del desarrollo democrático, y que además
pertenezcan al sector de más alta marginalidad, el que a su vez aportó el mayor
porcentaje que no supo contestar; son asimismo más radicales en ambos sentidos,
pero de alguna manera también presentan mayor desorientación. A medida que
disminuye la marginación, la confianza en la democracia aumenta.
De acuerdo con Hannah Arendt, una ciudadanía, entre más activa, mayor
posibilidad tiene de incidir en la vida pública y más cercana se halla a buscar soluciones
a sus necesidades.
En uno de los primeros Cuadernos de Cultura Democrática del IFE, los cuales
abrieron esa temática desde la perspectiva de ese órgano electoral, Peschard señala, al
referirse a la competencia o eficacia cívica, que cuando un ciudadano es capaz de
desarrollar virtudes cívicas en el sentido de participar en los asuntos públicos,
seguramente se trata de ese tipo de competencia. Y adelanta la idea de que, en un
escenario de pluralidad, de competencia, todos deben tener el mismo derecho de
ejercer las libertades individuales de creencia, expresión, agrupación, y que esto sólo
tiene cabida en el reino de la tolerancia, donde caben las creencias diferentes y hasta
12
contradictorias. Pero a todo ello debe acompañarlo el acuerdo de que disponemos de
instituciones que con base en leyes pueden mediar en el conflicto.
La tolerancia es un valor de la política, dice Cisneros,14 pero también es un
sistema práctico para la solución de las controversias sociales; a esto habría que agregar
que es un principio que debe orientar no sólo políticas públicas, sino también estar
presente en orientaciones legales, en las que se deben prever los límites del desacuerdo
y la alta competencia, previstos ya en otras sociedades.
MUY DE EN TOTALMENTE EN
SEXO DE ACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
FEMENINO 4.7 19.9 52.3 14.6 8.5 100.0
MASCULINO 3.6 22.0 51.5 14.4 8.5 100.0
ESTATAL 4.2 20.9 51.9 14.5 8.5 100.0
En el anterior cuadro podemos leer que los ciudadanos que se inscriben en la parte
positiva del valor tolerancia, con reconocimiento de otras formas de pensar distintas y
correctas suman más de 65%. Éste es un dato duro que indica que este tipo de
sociedad, con todo y su historia corporativa, prefiere y reconoce el mundo plural, y al
mismo tiempo que es ése el modelo que debe seguirse para abordar las controversias y
así construir el modelo deseable del que Cisneros habla en el artículo citado. Tal
modelo sólo es posible sobre la crítica de nuestra época, aunque sin caer en el
desencanto respecto de la democracia, que algunos sectores académicos aseguran es lo
14Cisneros Isidro, tres dilemas de la relación entre tolerancia y política. Estudios de Filosofía-Historia-Letras. ITAM,
verano-otoño de 1996.
13
que está sucediendo, opinión que no compartimos. En una edificación institucional de
políticas sociales que pretenda avivar los valores del objeto modelo de la democracia,
se requiere de una lectura cuidadosa de esta información y persistir estos y futuros
estudios que actualicen los problemas y las formas de abordarlos.
MUY DE EN TOTALMENTE EN
EDAD DE ACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO
18-24 AÑOS 4.8 18.6 55.3 16.0 5.3 100.0
25-34 AÑOS 3.3 21.4 52.8 15.7 6.8 100.0
35-49 AÑOS 3.3 19.6 53.0 15.2 8.9 100.0
50-64 AÑOS 5.2 21.3 49.3 13.1 11.1 100.0
65 ó MÁS 6.3 27.8 46.8 9.5 9.6 100.0
ESTATAL 4.2 20.9 51.9 14.5 8.5 100.0
14
El 65% de los ciudadanos incluyendo ambos sexos considera que no existe sólo
una manera correcta de pensar, lo que es un buen punto de arranque para la valoración
de la democracia. Se observa que entre quienes tienen una visión de que sólo una
manera de pensar es la correcta, entre el cinco por ciento más intolerante a reconocer
verdades en los demás, se halla un grupo de mayor en un punto sobre los hombres. Y
se encuentran localizados en sectores de más alta marginación en el estado. Pero dos
grupos más que se identifican con el no reconocimiento a otras formas de pensar son
los más jóvenes y los mayores de 65 años.
En el establecimiento de políticas que se encarguen del desarrollo de la civilidad
se debe resaltar que es en los municipios rurales donde se localizan mayores índices de
una cultura deficitaria de tolerancia; un dato que bien puede ser atendido por
programas de educación cívica con acentos sectoriales, sin dejar de reconocer que
estos ámbitos rurales también se encuentran los ciudadanos más convencidos de la
pluralidad.
TOTALMENTE EN
MUNICIPIO MUY DE ACUERDO DE ACUERDO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
DESACUERDO
RURAL 5.8 20.2 31.7 26.9 15.4 100.0
SEMIURBANO 3.7 19.4 55.0 12.9 9.0 100.0
URBANO 4.3 22.2 52.6 13.9 7.0 100.0
ESTATAL 4.2 20.9 52.0 14.5 8.4 100.0
Lo que se debe aceptar como un hecho es que entre mayor desarrollo urbano,
más probablemente se encontrarán grupos dispuestos al reconocimiento de formas de
pensamiento diferentes. Además, en el mundo rural se localizó el porcentaje mayor de
los que no supieron contestar.
Se indagó si sólo una forma de pensamiento es la correcta entre los ciudadanos
con preferencias políticas declaradas. Una primera visión panorámica al respecto
indica que los más convencidos en adoptar sólo una concepción como la correcta
pertenecen a los simpatizantes del PRD. Ahora, si bien allí se hallarían los pequeños
15
grupos de los más duros intolerantes, al mismo tiempo están ahí el mayor número de
los más convencidos que aceptan la pluralidad de pensamiento. Lo anterior
considerando sólo la lectura de las tres principales fuerzas políticas del estado.
16
diferente, sino divergente e incluso opuesto a la forma propia, siempre y cuando no
suponga perjuicio, daño o violencia para uno mismo y su libertad tampoco implique la
violación de los derechos y libertades de los demás.15
En la respuesta a la pregunta que sugiere que existen dos tipos de gentes en el mundo:
los que están a favor de la verdad y los que están contra la verdad, observamos que los
valores que suponen intolerancia son más elevados que lo que aparece en otras
indagaciones de este mismo estudio.
MUY DE DE TOTALMENTE EN
SEXO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO
FEMENINO 12.8 56.0 19.4 4.7 7.1 100.0
MASCULINO 12.6 55.8 20.4 3.8 7.4 100.0
ESTATAL 12.7 55.9 19.9 4.3 7.2 100.0
MUY DE DE TOTALMENTE EN
EDAD EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO
18-24 AÑOS 13.8 52.7 23.4 5.9 4.2 100.0
25-34 AÑOS 11.7 57.5 21.7 4.0 5.1 100.0
35-49 AÑOS 12.4 56.7 19.6 3.9 7.4 100.0
50-64 AÑOS 11.9 54.9 17.9 5.2 10.1 100.0
65 ó MÁS 16.7 55.6 15.9 1.6 10.2 100.0
ESTATAL 12.7 55.9 19.9 4.3 7.2 100.0
15 Malgesini, Graciela y Carlos Jiménez. Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad.
17
Cuando el valor negativo que revela una sociedad se acerca a supuestos con
elementos de razonamientos cercanos a la intolerancia, es de llamar la atención para
hacer un balance de estos valores que servirían, en todo caso, para establecer
parámetros evaluatorios de la cultura política y de los niveles de desarrollo de la
democracia.
TOTALMENTE EN
MUNICIPIO MUY DE ACUERDO DE ACUERDO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
DESACUERDO
RURAL 11.5 54.8 9.6 7.7 16.4 100.0
SEMIURBANO 11.3 61.4 16.1 2.8 8.4 100.0
URBANO 14.2 51.6 24.3 4.9 5.0 100.0
ESTATAL 12.8 55.8 19.9 4.2 7.3 100.0
18
En el ámbito urbano se localizan las deficiencias en torno de estos valores, pero
a la vez el mayor porcentaje de quienes son más abiertos a reconocer verdades
diferentes a las propias.
Libertad de expresión
19
Aunque la libertad de expresión es una meta valiosa, desgraciadamente es necesario
restringir la libertad de ciertos grupos políticos. La formulación de esa pregunta dio
por resultado una serie de planteamientos que vale la pena destacar por las
implicaciones del valor social de la tolerancia con relación al ejercicio de la libertad de
expresión. Lo que se consigna en este apartado es una estimación desde el parámetro
de la tolerancia de la aceptación a la divulgación de las ideas de los otros.
MUY DE TOTALMENTE EN
SEXO DE ACUERDO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO DESACUERDO
FEMENINO 11.2 52.1 22.7 4.0 10.0 100.0
MASCULINO 11.7 53.7 22.6 4.3 7.7 100.0
ESTATAL 11.4 52.8 22.6 4.1 9.1 100.0
MUY DE TOTALMENTE EN
EDAD DE ACUERDO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO DESACUERDO
18-24 AÑOS 14.4 58.5 21.3 1.6 4.2 100.0
25-34 AÑOS 9.0 55.5 23.7 3.7 8.1 100.0
35-49 AÑOS 12.8 50.0 22.2 4.8 10.2 100.0
50-64 AÑOS 7.8 53.7 23.5 5.2 9.8 100.0
65 ó MÁS 14.3 46.8 23.8 4.0 11.1 100.0
ESTATAL 11.4 52.8 22.6 4.1 9.1 100.0
20
Curiosamente entre los sectores que muestran mayor acuerdo a la restricción de la
libertad de expresión en el estado de Veracruz son los más jóvenes. Ahí en donde se
reúne inexperiencia de vida pero mayor recepción de medios electrónicos. En el
cuadro siguiente es notable el elevado porcentaje entre los de marginación más alta
que no contestaron, aspecto que es revelador de deficiencias de educación formal y
una formación extraescolar a través de los medios de comunicación y los
esparcimientos electrónicos.
TOTALMENTE EN
MUNICIPIO MUY DE ACUERDO DE ACUERDO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
DESACUERDO
RURAL 7.7 35.6 25.0 2.9 28.8 100.0
SEMIURBANO 10.7 52.2 24.0 3.5 9.6 100.0
URBANO 12.6 55.8 21.5 4.7 5.4 100.0
ESTATAL 11.4 52.8 22.8 4.1 8.9 100.0
16Peschard, Jacqueline, La cultura política democrática. Hablar de una cultura de la pluralidad es referirse a un patrón de
valores y orientaciones que tienen como punto de partida la existencia de la diversidad en su proyección sobre el mundo
político y las relaciones de poder. En este sentido, es una orientación que está reñida con esquemas de unanimidad, es
decir, adhesión absoluta ―sin que medie espacio alguno de disenso― a los valores del poder o de las clases dominantes.
21
los niveles elevados de escolaridad y un mayor acceso a la información son elementos
que impulsan la participación política de los ciudadanos. Pero advierte que Ronald
Inglehart ha realizado estudios empíricos con los que ha demostrado que el desarrollo
económico por sí mismo no necesariamente conduce a la democracia; solamente
puede hacerlo si lleva consigo, en forma paralela, cambios en la estructura social. De
nuestra parte, podemos afirmar que existen muy distintos componentes en el
concepto democracia, formas de concebir, posturas sociales y políticas pero también
actitudes que evaluadas de manera desagregada expresan desarrollos desiguales y
contradictorios, como se acaba de leer en el cuadro de arriba y que comentamos sobre
la percepción de los ciudadanos veracruzanos rurales. Las mejores lecturas de los
valores democráticos no siempre corresponden al mundo urbano de mayor desarrollo.
Para Inglehart, la cultura no es una simple expresión derivada de las estructuras
económicas sino que es un conjunto de elementos con autonomía suficiente como
para poder contribuir a conformar elementos económicos y no sólo ser conformada
por estos.17
Cuando se pregunta si se considera que es mejor conocer al otro que a mí
mismo, se pretende hallar la disposición de ir más allá en la comprensión de la otredad
para reducir el prejuicio y arribar a la convivencia. Tal disposición no se encuentra
entre una importante franja de ciudadanos del estado, pero la disposición rebasa 63 de
cien.
MUY DE DE TOTALMENTE EN
SEXO EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO
FEMENINO 10.6 53.2 24.4 2.6 9.2 100.0
MASCULINO 9.8 53.6 26.7 2.7 7.2 100.0
ESTATAL 10.3 53.4 25.4 2.6 8.3 100.0
17Inglehart, Ronald. The Silent Revolution: Changing values and political Styles among Western Publics, Princeton University Press;
y “The Renaissance of Political Culture” en American Political Science Review, Vol. 4, 1988. Citado por Peschard op. cit.
22
Esa disposición mayoritaria expuesta en el cuadro anterior expresa una disposición
aun cuando la tolerancia debe contar con más amplios instrumentos para tener una
evaluación más consistente. Encontrar una diferencia en la forma de pensar y actuar
diferente, presupone una conducta que se expresa en valores y creencias el modo de
pensar la realidad, pero también en la forma de encontrar respuestas a los problemas
que se confrontan en la vida cotidiana. Las respuestas que hablan de la percepción
ciudadana diferenciada suponen culturas distintas, creadas por distintos orígenes
sociales, formas de relacionarse laboralmente, origen étnico, formas de relacionarse
con las instituciones civiles o religiosas etcétera.
MUY DE DE TOTALMENTE EN
EDAD EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
ACUERDO ACUERDO DESACUERDO
18-24 AÑOS 10.1 56.9 28.2 2.7 2.1 100.0
25-34 AÑOS 11.0 52.5 27.8 2.3 6.4 100.0
35-49 AÑOS 12.2 52.0 24.8 2.6 8.4 100.0
50-64 AÑOS 7.5 54.1 24.3 2.6 11.5 100.0
65 ó MÁS 8.7 54.8 20.6 3.2 12.7 100.0
ESTATAL 10.3 53.4 25.4 2.6 8.3 100.0
Los más dispuestos a conocer mejor a los otros son las generaciones de menos edad.
Esa disposición es compartida por todos los grupos, como se ve en el cuadro anterior.
Pero destaca un grupo de los más jóvenes que se expresa como el más resistente.
GRADO DE MUY DE DE TOTALMENTE EN
EN DESACUERDO NS/NC TOTAL %
MARGINACIÓN ACUERDO ACUERDO DESACUERDO
MUY ALTO 9.7 43.1 15.3 4.2 27.7 100.0
ALTO 7.8 46.8 29.1 3.0 13.3 100.0
MEDIO 9.9 54.9 31.0 1.4 2.8 100.0
BAJO 11.6 50.8 27.0 2.6 8.0 100.0
MUY BAJO 11.7 61.5 22.2 2.2 2.4 100.0
ESTATAL 10.3 53.4 25.4 2.6 8.3 100.0
23
La mayor marginación está relacionada con el prejuicio y desinterés del conocimiento
del otro. Otro destacado resultado es la relación entre no contestar y el mayor grado
de marginalidad. Para una sociedad como la veracruzana, trabajar en torno de la
disposición de la comprensión del otro es un presupuesto básico de la democracia
porque no se puede comprender sin la disposición a conocer. Me parece que tal
disposición hallada entre los ciudadanos es punto de partida para tareas específicas
encaminadas a una construcción de un futuro mejor en un escenario en el que ni
gobernantes ni la representación política son capaces de acuerdos.
PREFERENCIA
SI NO NS/NC TOTAL%
ELECTORAL
PAN 46.1 45.2 8.7 100.0
PRI 39.8 51.1 9.1 100.0
PRD 30.5 56.5 13.0 100.0
PT 0.0 100.0 0.0 100.0
VERDE 0.0 100.0 0.0 100.0
CONVERGENCIA 25.0 66.7 8.3 100.0
ALTERNATIVA 0.0 100.0 0.0 100.0
PANAL 50.0 50.0 0.0 100.0
NS/NC 33.3 53.8 12.9 100.0
TOTAL 38.8 51.6 9.6 100.0
25
El anterior cuadro contiene resultados en los que se cruza la pregunta con la
preferencia partidaria de los tres principales institutos políticos en el estado. En
resumen, se observa un equilibrio en el PAN entre las dos posiciones; los dispuestos a
tolerar al distinto alcanzan 46 puntos. Los simpatizantes del PRI alcanzan con 51
puntos con una posición adversa, y los del PRD alcanzan ahí 56 de cien.
Cisneros considera que el prejuicio en la política se ha exacerbado hacia el final
del siglo. Consideramos que tal afirmación tiene un fuerte fundamento,
particularmente en México, donde se ha dejado atrás la situación del consenso
autoritario que prevalecía en el viejo régimen de partido predominante.
En una democracia, afirma Cisneros, muchas veces resulta necesario asumir el papel
del otro, poniéndose uno mismo en el lugar del adversario e intentando considerar el
problema en cuestión desde su punto de vista, respetando en todo momento su
facultad de expresarse. Con esta actitud podría reducirse significativamente la
generación y la exacerbación de hostilidades.18 De acuerdo con Ferdinando Adornato,
es propio de regímenes autoritarios impulsar la exacerbación de la idea de “enemigo”,
el otro es anulado, suprimido, porque mete en juego la propia realización, la propia
identidad. El mecanismo es doble: primero se construye la idea de que la propia
identidad coincide con la totalidad del ser. Después se identifican los enemigos de esta
identidad como los enemigos de la totalidad del ser. Por lo tanto, los propios
enemigos se convierten inevitablemente, en los enemigos del mundo.
Que tan dispuestos están los ciudadanos de Veracruz a tolerar a los extremistas de
izquierda, los resultados que se obtienen aparecen en el cuadro que sigue: los hombres
26
con mayores prejuicios en la columna número 1, el cuadro señala en conjunto poca
aceptación para esta posición ideológica.
Cuarenta puntos suman las dos columnas de mayor rechazo a los extremistas de
izquierda, lo que implica una referencia a la corriente política en un sentido general.
Ya que los ciudadanos de Veracruz no conocen las acciones violentas de la guerrilla de
izquierda extrema, más bien la referencia a la percepción que se deja asentada se
define en la experiencia reciente de grupos de militancia de la izquierda mexicana, a
los que los veracruzanos pueden identificar como intransigentes o violentos.
Casi resulta lógico que los simpatizantes de Acción Nacional sean tan
contundentes en su rechazo a los extremistas de izquierda, pero entre los priistas los
números que revelan dicho juicio opuesto a los izquierdistas está sólo 3 puntos abajo.
No deja de ser curioso que los que condenan en un segundo momento a los ultra de la
izquierda, resultan ser los propios perredistas.
Extrema derecha
28
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
SEXO 1 2 3 4 5 TOTAL%
FEMENINO 11.0 23.7 18.6 33.9 12.8 100.0
MASCULINO 14.7 31.2 27.5 14.7 11.9 100.0
ESTATAL 12.7 27.2 23.2 24.6 12.3 100.0
29
De cómo se miran la cuestión racial
El racismo causa las grandes convulsiones raciales en distintas partes de orbe. Hoy se
hace imprescindible una nueva formulación conceptual con contenidos que
respondan a la emergencia contra los avances de los fundamentalismos. Surge
entonces el concepto de tolerancia con un papel central en el desarrollo civilizatorio.
Es urgente instaurar programas y políticas públicas, así como programas escolares que
incorporen estos contenidos al interior de los sistemas de educación. Se fundan
organismos para trabajar extra-nacionalmente contra el racismo.
En torno del tema racismo, durante la última década he realizado de manera
personal una serie de entrevistas en distintos puntos del estado de Veracruz. He
mantenido conversaciones con pobladores de muy diversos municipios, también he
realizado polémicas de tipo académico con universitarios de distintas formaciones,
con los que no siempre he tenido acuerdos sobre el reconocimiento de ese problema
social del estado. Mi impresión de observador social se traduce en la constatación de
que en Veracruz se vive una suerte de racismo militante, por cierto no reconocido de
manera oficial, ni tampoco por los gobiernos ni por el sistema educativo. Más aún: es
ignorado como un problema de convivencia a nivel social; en todos lados se escabulle
el tema y se le evita engañosamente. En esta indagación, el racismo se expresa de muy
diversas formas, pero el resultado de tales observaciones fueron poco sistemáticas,
dejando el tema abierto, pero permitiendo plantearme preguntas que fueron producto
de observaciones anteriores.
Otro acercamiento al tema se plantea utilizando instrumentos de carácter estadístico;
aquí los resultados expresan una diversidad que acumula saberes sobre este asunto que
30
merece el establecimiento de programas sociales con base en una perspectiva
democratizadora. En este segmento se siguen algunas reflexiones relativas a la
convivencia social y a la discriminación racial, como uno de los puntos centrales en las
indagaciones sobre la cultura política en Veracruz.
¿Por qué tanto rechazo a la vecindad de los diferentes raciales? Ese es una cuestión
que no alcanza a esclarecerse con mayor nitidez. Sin embargo, las personas en
búsqueda de un nuevo asentamiento, consideran trasladarse a colonias en las que sus
vecinos se asemejen en modo de vida a la suya y a su aspiración de ascenso social. Por
otro lado, la falta de reconocimiento no es razón para cerrar los ojos a la ofensiva
exclusión de ciertos sectores indígenas o de pobres que no tienen acceso a consumos
mínimos de nutrientes de calidad, de servicios de salud, educación, vivienda y vestido.
19 Malgesini, idem. La convivencia exige tolerancia en el sentido no de concesión graciosa paternalista y misericorde al
otro, al que domina, sino en el sentido de aceptar aquello que es diferente. Una actitud intolerante está reñida con el
establecimiento de relaciones armoniosas o de convivencia porque rechaza al otro, ya en su totalidad o en algunos
aspectos esenciales en la vida de relación… requiere también el establecimiento de normas de convivencia; se pone
acento no sólo en el respeto y tolerancia de lo particular, distinto u opuesto del otro. Sino también en lo que une, en lo
32
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
GRADO DE
1 2 3 4 5 TOTAL%
MARGINACIÓN
MUY ALTO 20.0 0.0 20.0 20.0 40.0 100.0
ALTO 30.4 4.3 26.1 21.7 17.5 100.0
MEDIO 40.0 0.0 0.0 40.0 20.0 100.0
BAJO 44.4 22.2 22.2 0.0 11.2 100.0
MUY BAJO 28.6 7.1 10.7 17.9 35.7 100.0
ESTATAL 31.4 7.1 17.1 18.6 25.8 100.0
que converge, una regulación social del tiempo, responsabilidades, uso de recursos, convenir, aceptar y cumplir reglas…
la convivencia no es algo opuesto al conflicto ni significa ausencia de conflictividad, pero si requiere regulación o
solución pacífica de los conflictos. Se deben apartar aquellas interpretaciones que conciben la convivencia como mera
adaptación y acomodo sin resolución del conflicto.
33
veracruzanos son históricamente sujetos de discriminación en ciudades del estado y
del país, y por supuesto también del extranjero.
El tema indígena
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
SEXO 1 2 3 4 5 TOTAL%
FEMENINO 33.3 16.7 8.3 8.3 33.4 100.0
MASCULINO 9.1 9.1 13.6 9.1 59.1 100.0
ESTATAL 17.6 11.8 11.8 8.8 50.0 100.0
La muestra señala que los dos niveles más altos de rechazo para la población con
características raciales indígenas se da por parte de las mujeres. La diferencia entre
géneros, en el renglón de mayor rechazo, es de más de 24 puntos, lo que implica la
mayor intolerancia desde una perspectiva de género.
En el norte, sur y centro del estado se pueden establecer, con toda certeza, lugares que
son asiento de grupos de indígenas y donde por mucho tiempo han permanecido
segregados. Esa es precisamente una de las formas de discriminación y de racismo
militante, que se ejerce espacialmente, de manera institucional, y no es un problema
del pasado sino que en esencia los problemas de fondo de la segregación se conservan
hasta la actualidad. Pero esa forma de racismo se complementa con la dominación
social de herencia colonial. A pesar de la Revolución mexicana y de las políticas
indigenistas, los rezagos y el racismo están hoy a la vista. Hallar una expresión de
rechazo como la que se revela en el cuadro anterior, además de ser un hallazgo
inimaginable, pone en relieve la pre-modernidad social del Estado. El complemento
que hace más agudo esa dominación social es el papel que los herederos de ese legado
racial juegan en un complemento categórico que se constituye desde la subordinación
política.
34
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
EDAD 1 2 3 4 5 TOTAL%
18 - 24 AÑOS 0.0 14.3 0.0 28.6 57.1 100.0
25 - 34 AÑOS 0.0 14.3 28.6 0.0 57.1 100.0
35 - 49 AÑOS 38.4 0.0 7.7 7.7 46.2 100.0
50 - 64 AÑOS 20.0 40.0 20.0 0.0 20.0 100.0
65 Ó MÁS 0.0 0.0 0.0 0.0 100.0 100.0
ESTATAL 17.6 11.8 11.8 8.8 50.0 100.0
La ubicación de los índices de rechazo con relación a los grupos edad es una
herramienta que puede ser útil en la definición de programas para el desarrollo de una
cultura de la convivencia de contenido claramente democrático.
MUNICIPIO 1 2 3 4 5 TOTAL %
RURAL 0.0 0.0 25.0 25.0 50.0 100.0
SEMIURBANO 0.0 0.0 12.5 12.5 75.0 100.0
URBANO 5.9 23.5 11.8 5.9 52.9 100.0
ESTATAL 3.4 13.8 13.8 10.3 58.7 100.0
36
HOMOSEXUALES
37
Ahora, dentro de los grupos de edad, quienes tienen entre 50-64 años son las personas
más intolerantes y que muestran un mayor rechazo hacia los homosexuales teniendo
un indicador negativo de 23%, lo que lleva a suponer que son hombres los que
engloba el indicador.
En los municipios con grados muy altos de marginación es donde se tiene un índice
más elevado de rechazo hacia personas con otras preferencias sexuales; ahí 32 de cien
personas rechazan totalmente a los primeros, ya que es precisamente en los pueblos
donde el peso de la masculinidad ejerce gran peso.
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
GRADO DE
1 2 3 4 5 TOTAL%
MARGINACIÓN
MUY ALTO 32,4 0,0 8,8 23,5 35,3 100,0
ALTO 13,4 8,7 22,1 26,0 29,8 100,0
MEDIO 0,1 10,3 24,1 34,5 31,0 100,0
BAJO 13,5 8,2 11,3 25,8 41,2 100,0
MUY BAJO 8,2 3,4 15,6 23,1 49,7 100,0
ESTATAL 12,2 6,1 16,3 25,3 40,1 100,0
Aún cuando el índice de rechazo en los tres tipos de municipios no es tan fuerte, en
los semiurbanos 9 de cien personas demuestran un nivel 2 de rechazo. En un nivel de
rechazo intermedio se encuentran quienes viven en municipios rurales donde casi el
22% se encuentra en una disyuntiva.
38
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
MUNICIPIO 1 2 3 4 5 TOTAL %
Quienes simpatizan con el PRI resultaron ser las personas que muestran un índice más
elevado de rechazo hacia los homosexuales, en comparación con PAN y PRD. Los
niveles de rechazo entre los tres partidos se pueden considerar neutrales si se les ubica
en un nivel intermedio, pero aún así indican que hay un problema de tolerancia hacia
personas que tienen otras preferencias sexuales.
Abordar el tema de la homosexualidad es de gran importancia. ¿Cuántos de nosotros
no estamos de acuerdo ni aceptamos a aquellas personas que tienen una preferencia
sexual que no es la heterosexual, y por tanto preferimos no acercarnos a ella, la
discriminamos y por consiguiente la excluimos? La intolerancia llega al grado del
insulto y la humillación.
La intolerancia hacia estas personas, a veces ejercida por su propia familia, genera que
se alejen de ésta o que tengan que fingir que son heterosexuales para que no ser
rechazados por su círculo social o de amigos.
39
Una cuestión de gran interés es que estos grupos son poseedores de derechos y que
como miembros de una sociedad a los que se les reconocen tales derechos la ley vela
por ellos.
Algunas personas creen que la homosexualidad es algo antinatural, contrario a las leyes
de la naturaleza, por lo que prefieren evitarlas. La intolerancia y la discriminación han
causado graves problemas, enfrentamientos y aún crímenes.
En la presente década se han hecho más frecuentes las manifestaciones de estos
grupos, exigiendo respeto para ellos y para quienes tienen preferencias sexuales
diversas, pues se han dado casos en los que son víctimas de violencia e incluso de
asesinato.
Los homosexuales han empezado a existir como sujetos, exigiendo el ejercicio pleno
de sus derechos como parte de la ciudadanía. No obstante avances en este sentido, aún
distan mucho de disfrutar de la igualdad legal equiparable a la estipulada para todos los
ciudadanos mexicanos en la Carta Magna, donde además se exhorta a establecer una
convivencia pacífica y a la no discriminación.
Todo país democrático tiene la obligación de vigilar que todos los ciudadanos gocen
de derechos sin importar las diferencias existentes entre ellos. Ya que como
ciudadanos tienen las mismas obligaciones y derechos que las mujeres y los hombres
heterosexuales.
40
PORCENTAJE DE ORDEN DE RECHAZO
GRADO DE
1 2 3 4 5 TOTAL%
MARGINACIÓN
MUY ALTO 32.4 0.0 8.8 23.5 35.3 100.0
ALTO 13.4 8.7 22.1 26.0 29.8 100.0
MEDIO 0.1 10.3 24.1 34.5 31.0 100.0
BAJO 13.5 8.2 11.3 25.8 41.2 100.0
MUY BAJO 8.2 3.4 15.6 23.1 49.7 100.0
ESTATAL 12.2 6.1 16.3 25.3 40.1 100.0
41
mezcla de temas religiosos y políticos constituye la conflictividad más penosa que
padece actualmente la humanidad.21
En México, en general, el carácter de la sociedad que vive con relativa poca intensidad
lo religioso, sumado al estado laico mexicano da por resultado cierta garantía de
convivencia relativamente civilizada. Ello no quiere decir que estemos en el mejor
mundo posible pero este asunto en general no es motivo de tensiones importantes
actualmente. Pero veamos que tan tolerantes son los ciudadanos de Veracruz con los
que profesan otra religión.
21 Miller David, The Blackwell Encyclopaedia of Political Thought, Blackwell, Oxford, 1991. Citado por Cisneros op. cit. A lo
largo de las guerras de religión, los intolerantes estuvieron convencidos de poseer la verdad con mayúsculas y de que
todos aquellos que sostenían ideas distintas estaban equivocados y, por lo tanto merecían ser eliminados como “enemigos
y traidores” del statu quo. La tolerancia comienza a aparecer después de la Reforma, en las luchas entre las diferentes
partes de la cristiandad, y surgió como elemento indispensable de la vida civil de occidente. Sólo después de la
Ilustración, con la concepción individualista de la política y de los derechos del hombre y del ciudadano comenzó a
desarrollarse. Esta tradición del pensamiento dio vida al predominio de la razón y del pensamiento laico, y con ellos a una
nueva interpretación de la tolerancia basada en los diferentes aspectos de la vida civil.
42
profesen las personas que viven a su alrededor o en el mejor de los casos respetan la
religión que cada quien profesa.
Del cuadro que precede se desprende que los grupos de mayor edad se sitúan en la
columna de menor rechazo. Vistos desde este enfoque, pareciera confirmarse que no
existe desde las mayorías intolerancia de carácter radical, donde los prejuicios
religiosos plantearan escenarios de conflictos graves.
Resulta que 30 jóvenes entre 25-34 años son quienes tienen mayor rechazo a personas
de otra religión. En contraste, las personas mayores de 65 años son quienes mostraron
menor rechazo a las personas que profesan otra religión. Esto quiere decir que con la
experiencia han aprendido a ser menos prejuiciosos con las personas de su entorno.
43
poca monta en lo general, y con características similares en todos los sectores sociales
catalogados a partir de los ingresos. Sin embargo, los índices de rechazo en relación a
los grupos considerados anteriormente, varían en las comparaciones hechas de un
municipio a otro por el grado de marginación y por preferencia partidista.
A nivel estatal los índices de rechazo son menores a los analizados por grupos.
En municipios con un grado muy alto de marginación, 20 de cien personas mostraron
su rechazo a quienes son de otra religión. Esto se debe mucho a que en los pueblos la
fe, sobre todo de la religión católica, es más fuerte y más común entre los habitantes,
por lo que si hay alguien de otra religión no es bien visto.
Ahora, en los municipios urbanos sólo 16 personas mostraron mayor rechazo a
creyentes de otra religión, y 80 personas de las encuestadas de municipios
semiurbanos son quienes mostraron menor rechazo a la religión que profesen otras
personas; esto es significativo pues se puede entender que son personas que respetan
la pluralidad y la diversidad de credo.
Revisando los datos por preferencia partidista, quienes simpatizan con el PRI son
quienes mostraron mayor rechazo a personas con credo diferente al de ellos, 32
personas dan cuenta de ello
La tolerancia significa el respeto a los demás, “la convicción de que nadie tiene la
verdad ni la razón absolutas, aspectos como estos son el fundamento de esa apertura y
generosidad que supone el ser tolerante. Sin la virtud de la tolerancia, la democracia es
un engaño, pues la intolerancia conduce rectamente al totalitarismo.” 22
La tolerancia tiene una doble virtud, una moral y otra política. Como virtud moral, se
aceptan las diferencias culturales y de opinión, las creencias, las diversas formas de
22 Camps, Victoria. Virtudes públicas. Madrid, Espasa-Calpe, 1990, p. 81, en: Tolerancia e intolerancia: Estudios
contemporáneos. Política y cultura, primavera 2004, número 21, Universidad Autónoma Metropolitana. División de
Ciencias sociales y Humanidades, Depto. de Política y Cultura.
44
vida. Gracias a la virtud política, las sociedades democráticas mantienen sus sistemas
de convivencia por la aprobación del pluralismo cultural de la realidad social.
Para Bobbio, no es lo mismo el problema de la tolerancia de creencias u opiniones
distintas y el problema de la tolerancia hacia otros por cuestiones físicas o sociales,
que tiene mucho que ver con la discriminación, la exclusión y la segregación.
En la actualidad, el mundo está formado por sociedades multiculturales, por lo que se
deben de crear reglas de convivencia acordes que permitan el desarrollo de la
coexistencia pacífica y democrática para todos. Un ejemplo acorde a esto es el de la
migración, un fenómeno actual donde se hace necesaria la integración social de los
nacionales y los extranjeros, por lo que la tolerancia como valor se debe hacer
presente para lograr esa aceptación.
Con relación a la integración, Miles refiere que ésta es “un proceso en el cual un grupo
con una cultura distinta (incluida la religión) se adapta a, y es aceptado por, un grupo
más amplio sin ser forzado a cambiar su cultura y prácticas asociadas en favor de los
de la mayoría. Este proceso de integración es también definido como pluralismo
cultural, en el sentido de la coexistencia mutuamente aceptada de culturas diferentes
dentro de una determinada sociedad”.23
En el mundo actual los prejuicios que existen hacia determinados grupos tienen que
ver con las diferencias en lengua, religión, etnia y percepción económica y son los
causantes de las limitaciones y las exclusiones, por ello la integración es primordial.
23Miles, R., 1992, “Integración”, en E. E Cashmore, Dictionary of race and ethnic relations, p. 146-149, Routledge. London,
New York, citado en Graciela Malgesini, Carlos Giménez. Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad. Ed.
Catarata, 2000. Madrid. p. 250.
45