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Traducción de

JOSÉ F. FERNÁNDEZ SAN!1LIÁN Estado, gobierno


y sociedad
Por una teoría general de la política

por NORBERTO BOBBIO

GUS!AVD E. M!DIWA

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
Primera edición en-italiano, 1985
Primera edición en español, 1989
Cuarta reimpresión, 1996

ADVERTENCIA

Recopilo en este texto, sin correcciones sustanciales,


cuatro términos escritos para la Enciclopedia Ei-
naudi, respectivamente en los volúmenes IV (1978),
democracia/dictadura, XI (1980), público/privado, XIII
(1981), sociedad civil y Estado. Son temas adyacentes
que se reclaman mutuamente, a veces, y me dis-
culpo con el lector por algunas inevitables repeti-
ciones. El primero y el segundo están pr~sentes
directamente bajo forma de antítesis. El tercero y el
cuarto representan, a su vez, los términos de otra
antítesis, no menos crucial en la historia del pensa-
miento político: sociedad civil/Estado.
Una de las ideas inspiradoras de la Enciclopedia,
el análisis de algunos téminos clave junto con su
opuesto, me era particularmente cercana. En 1974
escribí un artículo sobre la distinción clásica entre
derecho privado y derecho público y lo intitulé: "La
Título original gran dicotomía". 1 La antítesis democracia/dicta-
Stato, governo, societd. Per una teoria generale della politica dura reproduce con términos del lenguaje común la
© 1985, Giulio Einaudi editore, s.p.a, Turín contraposición filosófica, que he propuesto muchas
ISBN 88-06-58818-4 veces, a través de Kelsen y remontándome hasta
Kant, entre autonomía y heterotomía. La antítesis
D. R.© 1989, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, S. A. DE C. V. sociedad civil/Estado la había ya ilustrad.o históri-
D. R.© 1996, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA camente mediante la obra de Hegel,2 de Marx, de
Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F.
1 En N. Bobbio,Dalla strnttura allafunzione. Nuovi studiditeoria

ISBN 968-16-3142-0 del diritto, Edizioni di Comunitá, Milán, 1984, pp. 145-163.
2 N. Bobbio, Studi hegeliani. Diritto, societd civile, Stato, Einaudi;

Impreso en México Turín, 1981, pp. 147-158.


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PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 69

conocer a fondo los mecanistnos 1nuchas veces


complejos mediante los cuales son instituidaa o mo-
dificadas las relaciones de poder en un sisten1a polí-
tico. Por razones fácilmente entendibles, pero fun-
damentalmente por la gran dificultad que presenta
Ja recopilación de las fuentes, la historia de las insti-
III. ESTADO, PODER Y GOBIERNO tuciones se desarrolló después que la historia de las
doctrinas, de manera que frecuentemente los orde-
namientos de un sistema político determinado han
J. PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO sido conocidos o nos hemos conformado con cono-
cerlos rr1ediante la reconstrucción, e incluso la de-
formación o idealización, hecha por los escritores.
Las disciplinas hiltóricas Han sido identificados: Hobbes con el Estado abso-
luto, Locke con ia monarquía parlamentaria, Mon-
PARA EL estudio del Estado las dos fuentes principa- tesquieu con el Estado limitado, Rousseau con la
les son la historia de las instituciones políticas y la democracia, Hegel con la monarquía constitucional,
historia de las doctrinas políticas. Que la historia de etcétera.
las instituciones pueda derivar de la historia de las La primera fuente para un estudio autónomo de
doctrinas no quiere decir que las dos historias deba_n las instituciones frente a las doctrinas está consti-
ser confundidas. Por ejemplo: una cosa es la h1stona tuida por los historiadores: comentando a ''fito Li-
de los parlamentos europeos, y otra la historia ddos vio, Maquiavelo reconstruye la historia y el orde-
escritores parlarnentanos. No hay duda de la 1m- namiento de las instituciones de la república ro-
porta~cia de la obra polítirn d,e. Aristóteles_para el mana; Vico, para reconstruir la historia civil de las
estudio de las mst1tuc10nes pohtICaS de las cmdades naciones desde el estado ferino hasta los grandes
griegas, o el libro v1 de las Historias ck Polibio para el estados de su tiernpo, denuncia la arrogancia de los
estudio de la constitución de la repubhca romana; doctos "que desean que lo que saben sea tan antiguo
pero ninguno se conformaría con leer a Hobbes como el mundo" (1744, ed. 1967, p. 72} y para su
para conocer el ordenamiento de los primeros investigación desea corriportarse "como si no hu-
grandes estados territoriales de la época.moderna, o biese libros en el mundo" [ibid., p. l 15].
a Rousseau para conocer el ordenamiento de las Posterior al estudio de la historia viene el estudio
democracias modernas. Por lo demás, si el estudio de las leyes que regulan las relaciones entre gober-
de las obras de Aristóteles o de las historias de Poli- nantes y gobernados, el conjunto de las normas que
bio es irr1portan te para conocer el ,ºr~enamiento de constituyen el derecho público (también una cate-
las ciudades griegas y de la repubhca romana, se goría doctrinal). Las primeras historias de las insti-
necesitan otras fuentes, literarias y no literarias, tuciones fueron historias del derecho, escritas por
desde la época antigua hasta la edad moderna, para
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70 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 71

juristas que frecuentemente tuvieron experiencia civil) al conjunto de los análisis sobre el hombre en
directa en los asuntos de Estado. Hoy la historia de sus -felaciones sociales en ella incluía una serie de
las instituciones no sólo se ha emancipado de la consideraciones que hoy entrarían en la ciencia polí-
historia de las doctrinas sino que ha ampliado el tica; por el contrario, Hegel dio a sus Principios de
estudio de los ordenamientos civiles mucho más allá filosofía del derecho [182 lJ el subtítulo destaatwissens-
de las formas jurídicas que les han dado forma, y dwft im Grundri.1Se "Principios de ciencia del Es-
orienta sus investigaciones hacia el análisis del fun- tado". En la filosofía política están comprendidos
cionamiento concreto en un determinado periodo tres tipos de investigación: a) sobre la mejor forma
histórico, de un instituto específico a través de los ele gobierno o sobre la óptima república; b) sobre el
docurnentos escritos, los testimonios de los actores, fundamento del Estado, o del poder político, con
el juicio de los contemporáneos, avanzando del es- la consiguiente justificación (o injustificación) de la
tudio de un instituto fundarr1ental corno el parla- obligación política; e) sobre la esencia de la categoría
mento y sus vicisitudes en los diversos países al estu- de lo político o de la politicidad, con la disputa
dio de institutos particulares, corr10 el secretario de preponderante sobre la distinción entre la ética y la
Estado, el intendente, el gabinete secreto, etcétera, política. Estas tres versiones de la filosofía políti-
mediante los cuales se logra describir el paso del ca están representadas ejemplarmente al inicio de .la
Estado feudal a la monarquía absoluta, o la forma- época moderna por tres obras que han dejado hue-
ción gradual del aparato administrativo, mediante llas indelebles en la historia de la reflexión sobre la
el cual se reconstruye el proceso de formación del política: la Utopía de Moro [1516), diseño de repú-
Estado moderno y contemporáneo. blica ideal; el Leviatán de Hobbes [1651], que pre-
tende proporcionar una justificación racional y por
tanto universal de la existencia del Estado y de seña-
Filoso/fo política y ciencia política lar los motivos por los cuales sus órdenes deben ser
obedecidas; el Príncipe de Maquiavelo [1513), en el
Por encima de su desarrollo histórico el Estado es cual, por lo menos bajo una de sus interpretaciones,
estudiado en sí mismo, en sus estructuras, funcio- la única por lo demás que ha dado origen a un
nes, elementos constitutivos,_mecanisrnos, órganos, "ismo" (el maquiavelismo), se mostraría en qué con-
etcétera, como un sistema com·plt-:jo considerado en siste la propiedad específica de la actividad política y
sí mismo y en sus relaciones con los otros sistemas cómo se distingue, en cuanto tal, de la moral.
contiguos. Hoy, convencionalmente, el inmenso Hoy entendemos por "ciencia política" una inves-
campo de investigación está dividido entre dos dis- tigación en el campo de la vida política que satisfaga
ciplinas didácticamente diferentes: la filosoffa polí- estas tres condiciones: a) el principio de verificación
tica y la ciencia política. (:orno todas las distinciones o de falsificación como criterio de aceptabilidad de
c0nvcncionalcs, también ésta es lábil y discutible. sus resultados; b) el uso de técnicas de la razón que
Cuando Hobbes llamaba philosophia civilis (filosofía permitan dar una explicación causal en sentido
72 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 73
fuerte y también en sentido débil del fenómeno Estado de derecho, como Estado concebido princi-
indagado; e) la abstención o abstinencia de juicios de palmente como órgano de producción jurídica, y en
valor, la llamada "avaluatividad". Considerando las su conjunto como ordenamiento jurídico. Esta re-
tres formas de filosofía política descritas anterior- construcción del Estado como ordenamiento jurí-
mente, obsérvese cómo a Cada una le falta por lo dico, por lo demás, no había hecho olvidar que el
menos una de las características de la ciencia polí- Estado también era, a través del derecho, una forma
tica. La filosofía política como búsqueda de la óp- de organización social y que como tal no podía ser
tima república no tiene carácter "avaluativo"; como separado de las sociedades y de las relaciones socia-
indagación del fundamento último del poder no les subyacentes. De aquí la necesidad de una distin-
pretende explicar el fenómeno del poder sino justi- ción entre el punto de vista jurídico, para reservarlo
ficarlo, operación que tiene por objeto calificar un a los juristas que por .lo demás habían sido durante
comportamiento como lícito o ilícito, lo que no se siglos los principales artífices de los tratados sobre el
puede hacer sin remitirse a valores; como investiga- Estado, y el punto de vista sociológico que habría
ción de la esen.cia de la política se aleja de toda debido valerse de la contribución de los sociólogos,
verificación o falsificación empírica, en cuanto lo de los etnólogos, de los estudiosos de las diversas
que se llama presuntuosamente esencia de la polí- formas de organización social: una distinción que
tica deriva de una definición nominal y como tal no no podría ser concebida antes del advenimiento de
es verdadera ni falsa. la sociología como ciencia general que engloba la
teoría del Estado.
La distinción de Jellinek fue reconocida como
Punto de vista sociológico y jurídico una aportación importante, y fue acreditada por
Max Weber, quien, partiendo precisamente de la
Por encima de la distinción de los dos campos lla- Doctrina general del Estado, sostuvo la necesidad de
mados convencionalmente "filosofía" política y distinguir el punto de vista jurídico del punto de
"ciencia" política, el tema del Estado puede ser vista sociológico. J ellinek había afirmado que la doc-
abordado desde diversos puntos de vista. Con la trina social del Estado "tiene por contenido la exis-
Doctrina general del Estado [1910], de Georg Jellinek, tencia objetiva, histórica y natural del Estado",
entró por largo tiempo en el uso de las teorias del mientras que la doctrina jurídica se ocupa de las
Estado la distinción entre doctrina sociológica y doc- "normas jurídicas que en aquella existencia real
trina jurídica del Estado. Esta distinción se volvió deben manifestarse" [ 1900, trad. it., r, p. 73] y había
necesaria luego de la tecnificación del derecho pú- basado la distinción en la contraposición, destinada
blico y de la consideración del Estado como persona a tener éxito, entre la esfera del ser y la esfera del
jurídica que había derivado de tal tecnificación. A su deber ser. Weber, al iniciar el estudio de la sociolo-
vez la tecnificación del derecho público era la conse- gía jurídica, de la cual es considerado uno de los
cuencia natural de la concepción del Estado como fundadores, afirma que "cuando se habla de dere-
ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 75
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cho, ordenamiento jurídico, norrna jurídica, es ne- Funcionalismo y marxisrno
cesario un especial rigor para distinguir el punto de
vista jurídico del punto de vista sociológico" [Weber Entre las teorías sociológicas del Estado, dos han
1908-20, trad, it., 1, p. 309}, una distinción que él acaparado el campo en estos últimos años, con fre-
traduce en la diferenciación entre validez ideal, cuencia en polémica entre sí, pero rnás a rr1enudo
de la que se ocupan los juristas, y validez empírica de ignorár:dose, yendo ca? a.una por su propio camino
las normas de la que se ocupan los sociólogos. Para como ~1 la ot.ra n? existiese: la teoría marxista y
VVeber, esta distinción era una premisa indispensa- la teona func1onahsta, esta última dominante en la
ble para hacer entender que se ocuparía del Estado political science norteamericana, pero que también
como sociólogo y no como jurista. Tal estudio se ha tenido gran influencia en Europa y ha sido to-
vuelve un capítulo de la teoría de los grupos sociales, mada ?urante años como la ciencia política por ex-
de los cuales una especie son los grupos políticos, celencia. Entre las dos teorías existen diferencias
que a su vez se vuelven estados (en el sentido de respecto a la conc~pción de la ciencia en general
"Estado moderno") cuando están dotados de un como en referencia al método; pero la diferencia
aparato administrativo que logra con éxito apro- fundamental radica en la ubicación del Estado en el
piarse del monopolio de la fuerza en un determi- sistema social considerado en su conjunto. La con-
nado territorio. Unicamente con Kelsen [ 1922}, que cepción marxista de la sociedad distingue en toda
critica el doble punto de vista de Jellinek (que llama sociedad histórica, por lo menos desde una cierta
Zu1eiseitentheorie -teoría dual-), el Estado se resuelve etapa del desarrollo económico, dos momentos, que
totalmente en el ordenamiento jurídico y por tanto no son puestos en el mismo nivel con respecto a su
desaparece como entidad consistente en la produc- fuerza determinante y su capacidad de condicionar
ción y ejecución de normas jurídicas. De todas las el desarrollo del sistema y el paso de un sistema a
tesis kelsenianas la reducción radical del Estado a ?tr~: la_ base eco_n?mica y la superestructura. Las
ordenarrliento jurídico es la que ha tenido menos insmuc10nes pohticas, en una palabra el Estado,
éxito. pertenecen al segundo momento. El momento sub-
Con la transformación del pt,lfo Estado de dere- yacente que corr1prende las relaciones económicas
cho en Estado social, las teorías meramente jurídicas caracterizadas en toda época por una deterrninad;
del Estado, condenadas como formalistas, han sido forma de producción, es el rnomento determinante
abandonadas por los mismosjuristas, y han tomado aunqu~ no siemp:e, de acuerdo con algunas inter~
fuerza los estudios de sociologia política que tienen pret~c1on~s, dominante? al contrario, la concepción
por objeto el Estado como forma compleja de orga- func10nahsta (que proviene de Parsons) concibe el
nización social (ele los cuales el derecho sólo es uno sistema global en su conjunto dividido en cuatro
de los elementos constitutivos). subsistemas (patter-rnaintenance, goal-attainment,
adaptaúon, integration), caracterizados por las fun-
ciones igualmente esenciales que cada uno desem-
76 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 77

pefla para la conservación del_ equilibrio s~ciaC y en contradicciones internas del sistema, especialmente
cuanto tales recíprocarnente rnterdepe~d1e~,tes. Al de la contradicción entre fuerzas productivas y rela-
subsistema político corresponde la func10n dd ciones de producción; mientras la primera se preo-
goal-attain,ment, lo cual qui~re decir qu.e l~ fu~c1on cupa esencialmente del problema de. la conserva-
política realizada po: el conjunto de las insutuc10.nes ción social, la segunda se preocupa fundamental-
que constituyen el F.,stado es una ~e las cuat~o fur_:- mente del catnbio social. Los cambios que le intere-
ciones fundamentales de todo sistema soc1.al. Es san a la teoría funcionalista son los que se presentan
verdad que también en la c~ncepción marxista la dentro del sistema y que éste tiene la capacidad ele
relación entre base económica y superestructura absorber median te pequeños ajustes previstos p,or
política es una relación de accción recíproca, p7r? es el mecanismo mismo del sisterna. Marx y los marxis-
válida la idea (sin la cual una de las caracter1sticas tas siempre han preconizado, analiz~d.o y prdigu-
esenciales de la teoría marxista vendría a menos) de rado el gran cambio, que pone en cr1s1s un s1ste.ma
que la base econó.mica a p~sar de to~o ,:ea e.n últ~ma determinado y crea, por medio de un salto cualita-
instancia determ.Inante. En la teona func1onahsta tivo, otro. De acuerdo con el lugar común (pero no
no existe difereilcia de niveles entre las diversas por esto erróneo) del pensamiento sociológico, la
funciones de las que todo sisterr1a social 1:º puede gran división es la que opone los s1stema.s que des ta-
dejar de prescindir. En todo caso, el subsistema al can el momento de la cohesión a .los sistemas que
que se le atribuye una función preponderante no es subrayan el momento de antagonismo, los sistemas
el subsistema econórnico sino el cultural, porque la llamados integracionistas a los sistemas non1brados
mayor fuerza cohesiva de todo grupo social ~lepen­ conílictualistas. Difícilrnente se encontraría en la
dería de la adhesión a los valores y a las normas historia del pensamiento sociológico dos pr?totipos
establecidas, a través del proceso de s.ocial~zación de de esta gran división rr1ás puros que el marx1srr10 y el
un lado (interiorización de los valores souales) y de funcionalismo, Se puede agregar que la concep-
control social de otro lado (observancia de las nor- ción funcionalista es en ciertos aspectos semeJ,?nte a
rr1as que regulan la generalidad de los comporta- aquella contra la que Marx desencadenó una de sus
mientos). . batallas teóricas más célebres, la concepción de la
Las dos diversas, más_ aún, opuestas concepcio- econornía clásica de acuerdo con la cual la sociedad
nes pueden ser llevadas al diferente problema ele civil, a pesar de los conflictos que la sac;iden, obe-
fondo que se plantean y pretenden resolver: m1e?- dece a una especie de orden preestableudo, y g<iza
tras la teoria fUncionalista, espec1alrnente su vers1on de las ventajas de un mecanisrno, el mercado, 0~1cn­
parsoniana, está dominada por el tema. hobbesiano tado a mantener el equilibrio mediante un ajuste
del orden, la teoria marxista esta dommada por el continuo de los intereses en con1petencia.
tema de la ruptura del orden, por el paso de un En los últimos años el punto de vista que ha ter-
orden a otro., concebido como paso de una forma de minado por prevalecer en la representación del Es-
producción a otra, mediante la explosión de las tado es el sistérr1ico derivado, aunque con poco rigor
78 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 79

y con algunas variantes, de la teoría de sisternas (in l:,'stado y sociedad


primis, en primer lugar, David Easton y Gabriel Al-
mond). La relación entre el conjunto de las institu- Lo que ha carnbiado, que incluso se ha invertido
ciones políticas y el sistema social en general está cornpletamente en el curso de la reflexión secular
representada como una relación demanda- sobre el problema del Estado, es la relación entre el
respuesta (input-output). La fondón de las institu- Est~~io y la socie?ad. Durante siglos la organización
ciones políticas es la de dar respuesta a las demandas poht1ca fue el objeto por excelencia de toda conside-
que provienen del ambiente social o,de acuerdo con ración sobre la vida social del hombre, sobre el
una terminologia común, de convertir las deman- hombre corno a;iimal social, como 7TOA1:rlxóv 'Wov,
das en respuestas. Las respuestas de las instituciones d.on.de 1TOAlnxov estaba comprendido sin diteren-
políticas son dadas bajo forma de decisiones colecti- c1acwn del doble significado actual de "social" y
vas obligatorias para toda la sociedad; a su vez tales "p.olítico". Con esto no se quiere decir que el pensa-
respuestas influyen en la transformación del am- miento antiguo no haya resaltado la existencia de
biente social, del <1ue, dependiendo de la manera en formas asociativas humanas diferentes del Estado
que son dadas las respuestas, nacen nuevas dernan- pero la fanülia es tornada en cuenta por Aristótele;
das en un proceso de cambio continuo, que puede com? la primera ~orma en1brional e imperfecta de
ser gradual cuando existe correspondencia entre la 7rOAi~ y su estudio es ubicado al inicio de la Política.
demanda y respuesta, y puede ser brusco cuando Por lo que hace a las otras formas de sociedad o
debido a una sobrecarga de las demandas sobre las XOl~,w.vi:X1,, que so.n c~H:stituidas po~ acuerdo o por
respuestas se interrumpe el flujo de retroaliinenta- n.eces1dad. de los md!Vlduos con objeto de alcanzar
ci.ón; esto conlleva a que las instituciones políticas hnes particulares, son abordadas por el mismo Aris-
v1gen tes al no lograr ya dar respuestas satisfactorias toteles en el capítul~ de laEtica nicomaquea dedicado
sufren un proceso de transformación que puede a la amistad, y precisamente en cuanto son forrnas
llegar a la fase final de su cambio completo. La para el logro de fines particulares, la navegación de
representación sistérr1ica del Estado es ·perfecta- parte de los navegantes, la victoria en la guerra
mente compatible con las dos teorías generales de la de parte de los hombres de armas, el placer y la moli-
sociedad de las que bablé poco antes, pero no cam- c~e de part~ de quienes ~e reúnen en un banquete, es-
bia la diferente interpretación de la función del tan subordmadas a la sociedad política que no se mienta
Estado en la sociedad. La representación sistémica a una u tihdad particular o rnomentánea sino a la
del Estado intenta proponer un esquema concep- utilidad general y durable que involucra a toda la vi-
tual para analizar la manera en que las instituciones da del hombre [1160 a]. La relación entre la socie-
políticas funcionan, la forma en que cumplen las dad política que únicamente es la societas perfecta y
funciones que les son propias, y cuál sea su interpre- las sociedades particulares es una relación entre el
tación. todo y sus partes, en la que el todo, el ente que
engloba, es la 7rÓAl~, las partes englobadas son la
T

80 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 81

familia y las asociaciones. En todo el estudio de la poder político, de otro lado, con el desarrollo de la
política hasta Hegel incluido, esta relación entre el organización industrial de la que se ocupan los cien-
Estado y las sociedades rnenores o parciales es cons- tíficos junto con los propios indi:rstriales que de
tante. En elLevi.atán de Hobbes (1651}, además del ahora en adelante podrán prescindir de Ja espada
capítulo sobre la familia y la sociedad patronal, que de César, se desarrollará un proceso inverso, del
es común a todos los tratados de política de aquel Estado opresivo a la sociedad liberada. De este cam-
tiempo, hay también un capítulo (el XXII) sobre las bio nace una de las ideas dominantes del sigfo XIX,
sociedades parciales llamadas grecamente systems, común tanto al socialismo utópico como al socia-
de las cuales se presenta una rica ejemplificación lismo científico, lo mismo a las diversas forn1as de
con una tipología, que hoy constituiría uno de los pensamiento libertario que al pensamiento liberal
capítulos principales de un tratado de sociología; en sus expresiones más radicales, de la inevitable
h teoria política de Hegel, corno es presentada en la extinción del Estado o por lo menos de su reducción
tercera parte de los Lineamientos de filosofía del derecho a los térrninos mínimos. Por lo que se refiere a los
(1821}, es una teoría del Estado como momento estudios del Estado, éstos se vuelven cada vez más
culminante dél espíritu objetivo, culminante en parciales con respecto al análisis general de la socie-
cuanto resuelve y supera los dos momentos anterio- dad. Pocos años después de la muerte de Hegel se
res de la familia y de la sociedad civil, y donde es edita el Cours de philosophie posi.tive (1830-42) que
ubicado, entre otros, el estudio de las corporacio- culmina en la teoria general de la sociedad o socio-
nes, típicas sociedades parciales con fines particula-
logía del que el tema del Estado constituye tan sólo
una parte. En la misma Alemania de Hegel, con
res en el sentido tradicional. Con la emancipación
Lorenz von Stein desaparece lagesamte Staatswissens-
de la sociedad civil-burguesa, en el sentido marxista, chaft "ciencia general del Estado", y a una Staatswis-
o de la sociedad industrial, en el sentido saintsimo- senschaft, "ciencia del Estado", cada vez más restrin-
niano, frente al Estado, la relación entre institucio- gida en su objeto y reducida a un estudio del Estado
nes políticas y sociedad se invierte. Paulatinamente diferente de la sociedad global, se contrapone una
la sociedad en sus diversas articulaciones se vuelve el Gesellschaftswissenschaft, "ciencia de Ja sociedad".
todo del que el Estado, considerado de manera res- Hoy la sociología política es·una parte de la sociolo-
tringida como el aparato coactivo con el que un gía general; Ja ciencia política es una de las ciencias
sector de la sociedad ejerce el poder sobre otro sociales; el Estado como sistema político es con res-
sector, es degradado en parte. Si el curso de la pecto al sistema social un subsistema.
humanidad hasta ahora se ha desarrollado de las
sociedades menores como la familia al Estado,
ahora finalmente, de un lado, con el descubri- De parte de los gobernantes o de los gobernados
miento de las leyes económicas que permiten al
hombre una convivencia armónica con la mínima Al lado de las diferentes maneras de considerar el
necesidad de un aparato coercitivo y por tanto de problema del Estado que hemos examinado hasta
82 ESTADO, PODER Y GOBIERNO PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 83

aquí con respecto al objeto, el método, al punto de tado y los poderes nez:esarios para desempeñarlos
vista, a la concepción del sistema social, es necesario correctarnente, los diversos segrnentos de la admi-
mencionar una contraposición que generalmente es nistración, conceptos fundamentaJ.es corno domi-
descuidada, pero que divide en dos campos opues- nium (dominio), imperium (irnperio), maiestas majes-
tos las doctrinas políticas quizá más que cualquier tad), autorilas (autoridad), potestas (potestad) y
otra dicoto1nía: nos referimos a la contraposición sumrna potestas (potestad supretna), todos los cuales
,que deriva de la diversa posición que los escritores se refieren a uno solo de los dos sujetos de la rela-
adoptan con respecto a la relación política funda- ción, al que está arriba y que de tal manera se vuelve
mental, gobernantes-gobernados, o soberano- el verdadero sujeto activo de la relaz:ión, el otro es
súbdito, o Estado-ciudadanos, relación que gene- tratado como el sujeto pasivo, la n1ateria con res-
ralmente es considerada como una relación entre pecto a la forma (formante). No es que haya perma-
superior e inferior, salvo en una concepción derno- necido completan1ente ausente la otra perspectiva,
crática radical donde gobernantes y gobernados se la sociedad política contemplada desde abajo, desde
identifican p~r lo menos idealmente en una sola Jos intereses, las necesidades, los derechos de los
persona y el gobierno se resuelve en el autogo- destinatarios de los beneficios (o maleficios según
bierno. Al considerar la relación política como una Jos casos) del gobierno; pero la persistencia o insis-
relación específica entre dos· sujetós de los cuales tencia de ciertas rnetáforas, el pastor que presupone
uno tiene el derecho de mandar, otro el deber de una grey, el gubernator (gobernador en el sentido
obedecer, el problema del Estado puede ser tratado original de "timonel") que presupone una chusma,
fundamentalmente desde el punto de vista del go- el padre que presupone hijos menores de edad y
bernante o desde e] punto de vista de! gobernado: ex que necesitan protección, el a1no que presupone
parte principis (de Ja parte del príncipe) o ex parte esclavos, muestran más c¡ue una larga ejemplifica-
populi (de la parte del pueblo). En realidad por una ción el sentido y la dirección preponderantes en los
larga tradición que va del Político de Platón al Prín- siglos pasados del .discurso político. También la me-
ápe de Maquiavelo, de la Ciropedia de Xenofonte al táfora utilizada por Platón en el Político del go-
Prínceps chri>tianus de Erasmo (1515), los escritores bernante-tejedor -"el fin de la tela de la acción
políticos han tratado el problema del Estado prin- política es un buen tejido" [311 b]- no sale de esta
cipalmente desde el punto de vista de los gobernan- perspectiva: el arte de tejer es el que "indica a cada
tes: temas esenciales, el arte de gobernar bien, las quien cuáles son las obras que deben tertninarse"
virtudes, habilidades o capacidades que se piden [ibid., 308 e].
al buen gobernante, las diversas formas de go- El cambio, el descubrimiento de la otra cara de la
bierno, la distinción entre buen gobierno y mal Luna, se presenta al inicio de la época moderna con
gobierno, Ja fenomenología de Ja tiranía en sus n1ás la doctrina de los derechos naturales que pertene-
diversas formas, derechos, deberes, prerrogativas cen al individuo. Estos derechos son anteriores a la
de los gobernantes, las diferentes funciones del Es- formación de cualquier sociedad política y portan to
PARA EL ESTUDIO DEL ESTADO 85
84 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

de c.ualquier estructura de poder que Ja caracteriza. tejido del Estado), y no sólo su unidad compacta; la
A diforencia de la familia o de la sociedad patronal, división y con traposíción vertical y horizontal de los
la sociedad política comienza a ser entendida fun- diferentes centros de poder y no únicamente el
damentalmente (anteriormente también había es- poder en su concentración y centralización; el mé-
t~do en la ~po~a. clásica) cómo un producto volunta-
rito de un gobierno que debe buscarse rnás en la
rio de los 1nd1v1duos que deciden con un acuerdo cantidad de derechos de los que goza el individuo
recíproco vivir e~1 sociedad e instituir un gobierno. que en la medida de los poderes de los gobernantes.
Johannes Althusms, uno de los mayores artífices de Para Locke, la finalidad del gobierno civil es la ga-
esta nu.eva forma de ver las cosas, define la política rantía de la propiedad que es un derecho indivi-
de l~ sigmente manera: "La política es el arte por dual, cuya formación es anterior al nacimiento del
medio del cual los hombres se asocian con objeto de Estado; para Spinoza yRousseau es la libertad, no la
instaurar, cultivar y conservar entre sí la vida social. libertas que Hobbes leía en los muros de las ciudades
Portal motivo se define simbiótica" [1603, ed. 1932, fortificadas, e interpretaba correctamente como in-
i, 1). Althusius. parte de los "hombres" y se mueve a dependencia frente a las otras ciudades (la autosufi-
través de la obra de lo~ hombres hacia la descripción ciencia de la que había hablado Aristóteles). La más
de b ,comumdad poh tlrn. El punto de partida de alta expresión práctica de esta mutación son las
Ar1stoteles, que predominó durante siglos, es exac- Declaraciones de los derechos norteamericanas y
tamente lo opuesto: "Es evidente ... que el Estado francesas, en las cuales está enunciado solemne-
existe por naturaleza ry por tanto no es instituido mente el principio de que el gobierno es para los
por los hombres] y que es anterior a cualquier indi- individuos y no los individuos para el gobierno, un
vi.duo" [Política, 1253a'. 25). ¿Qué implica este cam- principio que no sólo ha influido en todas las consti-
bio del punto de partida, aunque Althusius no lo tuciones que vinieron después, sino también la re-
llevó_ a sus últimas consecuencias? Implica la rele- flexión sobre el Estado. Tal principio se ha vuelto,
vancia dada a los problemas políticos que son dife- por lo menos idealmente, irreversible. En la refle-
rentes de los tratados normalmente por quien se xión política, por lo menos de la Revolución fran-
pone ex parte prinápis: la libertad de los ciudadanos c~sa en adelante, la modificación más importante ha
(de .hecho o de derecho, civil o política, negativa o sido la que se refiere a la idea de "cambio", en el
poslt!va) y no el poder de los gobernantes; el bienes- sentido del libro v de la Política aristotélica, es decir,
tar, la prosperidad, la felicidad de los individuos del paso de una forma de gobierno a otra. Conside-
tomados uno por uno, y no solamente la potencia rado este paso generalrnente como un mal (conclu-
del Estado; el derecho de resistencia a las leyes injus- sión lógica de una doctrina política que durante
tas, y ':1º sók' el deberde '.'bediencia (activa o pasiva); siglos privilegió y exaltó la estabilidad y juzgó a la
la artICulación de la sociedad política en partes in- guerra civil como el peor de los males), adquiere un
cluso contrapuestas (los partidos que ya no son juz- valor positivo de parte de los movimientos revolu-
gados exclusivamente como facciones que dañan el cionarios que miran en el cambio el inicio de una
86 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL NOMBRE Y LA COSA 87

n~~va er~; así c<~mo la guerra civil representa la civitas que traducía el griego 1TÓA.1.s, y res publica, con
:r1s1s del Estado ~r?ta ex parte printipis, la revolución, lo que los escritores rornanos designaban al con~
1~tcrpretada pos1tivan1ente, representa la crisis del junto de las instituciones políticas de Roma, preci~
Estado contemplada ex parte populi. samente de la civitas. El largo carnina se demuestra
por el hecho de que, todavía a finales del siglo XVI,
Jean Bodin intitulara su tratado político De la répu-
2. EL NOMBRE Y LA COSA blique [1576], dedicado a todas las formas ele Estado
y no sólo a las repúblicas en sentido restringido, y
que en el siglo XVII Hobbes usará preponderante-
()rigen del nornbre mente los términos civitas en las obras latinas y corn-
1nonu1ealth en las obras inglesas en todas las acepcio-
Es indiscutible que la palabra "Estado" se impuso nes en las cuales hoy se usa "Estado". No es que los
por la difusión y el prestigio del Príncipe de Maqnia- rornanos no conociesen y usaran el término regnu..,n
velo. (~orno ~e sabe, la obra co1nicnza con las siguien- para señalar un C)rdenarniento diferente del de civi-
tes palabras: .. ~rodos los estados, todas las domina- tas, un ordenamiento regido por el poder de uno
ciones que_ t:jercicron y ejercen irriperio sobre los solo, pero a pesar de que fuese bastante clara la
hornbres, fueron y son repúblicas o principados" distinción entre el gobierno de uno solo y el go-
[1513, ed. 1977, p. 5}. Esto no quiere decir que la bierno de un cuerpo colectivo, jamás tuvieron una
palabra fue 1ntroduc1da por Maquiavclo. Minucio- palabra que sirviese para designar el género, del
sas y a1n plias investigaciones sobre el uso de "Es- que regna y res publica en sentido restringido fuesen
tado", en el lenguaje de los siglos xv y xvr, rnuestran las especies, de suerte que res publira fue usada a la
que el paso del significado con1ún del término status vez como espCcie y con10 género: "Curr1 penes
de "situación" a '"Estado'' en el sentido moderno de unum est omnium sumrna rerum, regem illurn
la palabra, ya se había dado rnediante el aislamiento unurn vocamus et regnum eius rei publicae status"
del prirner término en la expresión clúsica status rei ¡Cicerón, De re publica, I, 26, 42]. Por lo demás, la
pubkli~·ae. El :nismo M~quiavelo no hubiera podido misma historia romana ofrecía un ejemplo alta-
escribir tal frase precisamente al comienzo de la mente significativo y perfectarnente reconocido del
obra si la. palabra en cuestión no hubiese sido ya de paso de una forma de régimen político a otro, en la
uso corriente. transición del regnum a la res publica, de la res p1.lblica
(:icrtan1ente, con el autor de 11:! PJincipe el tér- alprincipat1.lS. Cuando, durante el dominio de César,
mino "Estado" sustituyó paulatinamente, si bien a (~icerón escribe: "rem publicam verbo retine mus, re
travl>S de un largo camino, los términos tradiciona- ipsa vero iam pridem amisimus" [ibid., v, 1, 2) mues-
les con los que había sido designada hasta entonces tra estar perfectamente consciente del sentido am-
la rnáxima organiz,ación de un grupo de individuos biguo del término res publica y de tener bien clara la
sobre un territorio en virtud de un poder de mando: distinción entre la república con10 forma de go-
88 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL NOMBRE Y LA COSA 89

bierno específica, o sea, como la forma de gobierno a Polibio: "Algunos de los que han escrito de las
de la Roma "republicana", y otras posibles formas repúblicas distinguen tres clases de gobierno que
de gobierno. La única palabra de género conocida llaman principado, notables y popular, y sostienen
por los antiguos para señalar las diversas formas de que los legisladores de una ciudad deben preferir al
gobierno era civitas, pero ya en .Europa en tiempos que juzguen más a propósito" [1513-19, ed. 1977,
de Maquiavelo, el térrnino civitas debía haberse con- página 130].
siderado, especialmente para quien hablaba en vul-
gar, como cada vez más inadecuado para represen-
tar la realidad de los ordenamientos políticos que Argumentos en favor de la discontinuidad
territorialmente se extendían rnucho más allá de los
muros de una ciudad, incluidas las repúblicas que El problema del nombre "Estado" no sería tan im-
tomaban el nombre de una ciudad, como la repú- portante si la introducción del nuevo término en los
blica de Venecia; la necesidad de disponer de un umbrales de la época moderna no hubiese dado
término de género más acorde para representar la ocasión para sostener que no solamente corres-
situación real debió ser más fuerte que el vínculo de ponde a una necesidad de claridad terminológica
una larga y reconocida tradición. De aquí el éxito sino que resolvió la exigencia de encontrar un nom-
del término "Estado" que pasó a través de cambios bre nuevo para una realidad nueva: la realidad del
no del todo claros de un significado genérico de si- Estado precisamente moderno que debe conside-
tuación a un significado específico de posesión per- rarse corno una forma de ordenamiento tan dife-
manente y exclusiva de un territorio y de situación rente de los ordenamientos anteriores que ya no
de mando sobre sus habitantes, como aparece en el puede ser llamado con los nombres antiguos. Efec-
propio fragmento de Maquiavelo, en el que el tér- tivamente, es una opinión muy difundida y soste-
mino "Estado" apenas introducido, inmediata- nida con autoridad por los historiadores.juristas y
mente es acompañado del término "dominio". A escritores políticos que con Maquiavelo no única-
pesar de la novedad del fragmento en el que "Es- mente se inicia el éxito de una palabra sino la refle-
tado" es usado como el término de género, y "repú- xión sobre una realidad desconocida para los escri-
blica", como ~l término de especie, para seüalaruna tores antiguos, y de la cual la nueva palabra es un
de las dos formas de gobierno, y la importancia que ejemplo, de manera que sería oportuno hablar de
ha tenido para la formación del léxico que se usa "Estado" únicamente para las formaciones políticas
hasta ahora, el significado tradicional de estos tér- que nacen de la crisis de la sociedad medieval, y no
minos no es abandonado del todo por Maquiavelo, y para los ordenamientos anteriores. Dicho de otro
su uso continúa siendo común, como lo muestra el modo: el término "Estado" debería usarse con cui-
siguiente fragmento de los Discursos sobre la primera dado para las organizaciones políticas que existie-
década de Tito Livio, en el que Maquiavelo aborda el ron antes del ordenamiento que de hecho fue lla-
tema de las formas de gobierno, teniendo como guía mado por primera vez "Estado"; el nombre nuevo
90 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL NOMBRE Y LA COSA 91

no es más que el símbolo de una cosa nueva. Fre- sario para la aplicación del derecho contra los reti-
cuenternente el debate ha asurnido la forma de una centes; pero también a través del reordenamiento
respuesta a preguntas de este tipo: "¿Existió una de la irnposición y de la exención fiscal, necesarios
sociedad política que pueda llamarse "Estado" antes para el ejercicio efectivo de los poderes- que van
de los grandes estados territoriales con los cuales haciéndose cada vez rr1ás grandes. Quien describió
comienza la historia del Estado moderno?" O bien: con extraordinaria lucidez este fenórneno fue Max
"¿El adjetivo 'moderno' es necesario para distinguir Weber que conternpló en el proceso de formación
una realidad que nació con el nombre 'Estado' y del .Estado moderno un fenómeno de expropiación
para la cual, en consecuencia, cualquier otra aclara- de parte del poder público de los medios de servicio,
ción es inútil?" O incluso: "¿Qué cosa agrega el como las arrnas, el cual corre paralelamente al pro-
denso significado de 'Estado' al adjetivo 'rnoderno', ceso de expropiación de los medios de producción
que no esté ya en el sustantivo que ciertamente los poseídos por los artesanos de parte de los poseedo-
antiguos no conocían?" res de capital. De esta observación deriva la concep-
Preguntas d~ este tipo se enlazan con un pro- ción "·eberiana, que ya se ha vuelto cornrnunis opinio
blema todavía más amplio y sobre el cual las res- (opinión común), del Estado moderno definido
puestas son infinitarnente variadas y radicalmente mediante los dos elementos constitutivos de la pre-
contrastantes: el problema del origen del Estado. sencia de un aparato adrninistratívo que tiene la
Entre los historiadores de las instituciones que han función de ocuparse de la prestación de los servicios
descrito la forrnación de Jos grandes estados territo- públicos. y del monopolio legítimo de la fuerza.
riales sobre la disolución y transforrnación de la (~ualesquiera que sean los argurnentos en favor o
sociedad rnedieval hay una tendencia a sostener la en contra de la continuidad de una organización
continuidad entre los ordenamientos de la Anti- política de la sociedad, la cuestión de si el Estado
güedad y del medievo y los de la época moderna, y existió siempre o si se puede hablar de Estado sola-
por tanto a considerar el ,Estado como una forma- rnente a partir de una cierta época es un asunto cuya
ción histórica que no sólo no ha existido siernpre, solución depende únicamente de la definición del
sino que nació en una época relativamente reciente. Estado de la que se parte: si se da una definición
No faltan los argumentos en favor de una tesis de amplia o restringida. La prefCrencia por una defini-
este tipo. El rr1ayor argumento es el proceso inexo- ción depende de criterios de oportunidad y no de
rable de concentración del poder de rnandar en un verdad. Se sabe que cuanto más numerosas son las
territorio determinado incluso muy vasto, que se da connotaciones de un concepto tanto n1ás se res~
a través de la monopolización de algunos servicios tringe el carnpo que. él denota, es decir, su exten-
esenciales para el mantenimiento del orden interno y sión. Quien considera como elemento constitutivo
externo, como la producción del derecho mediante del concepto de Estado un determinado aparato
la ley, que a diferencia de la costumbre proviene de administrativo y la realización de ciertas funciones
la voluntud del soberano, y el aparato coactivo nece- que sólo el Estado tnoderno desen1 peña, forzosa-
92 ESTADO, PODER Y GOB!ERNO
EL NOMBRE Y LA COSA 93

mente deberá sostener que la 7TÓAlr;; griega no es un de política como el de Aristóteles orientado al análi-
Estado, que la sociedad feudal no tenía un Estado, sis de la ciudad griega no ha perdido nada de su
etcétera. El problema real del que debe preocuparse eficiencia descriptiva y explicativa con respecto a los
quien tenga interés por entender el fenómeno del ordenamientos políticos que se fueron dando de
ordenamiento político no es si el Estado existe como entonces a la fecha. Piénsese, por ejemplo, en la
tal únicarnente de la época moderna en adelante, tipología de las formas de gobierno que ha Uegado
sino más bien si encuentra semejanzas y diferencias hasta nosotros y que ha sido ut1hzada, s1 bren con
entre el llamado Estado moderno y los ordenamien- correcciones y adaptaciones, po: los mayores esc:1-
tos anteriores, si deben resaltarse más unas que tores políticos que han hecho objeto de sus reflexio-
otras, cualquiera que sea el nombre que quiera nes al Estado moderno. O, para dar otro ejemplo,
darse a los diferentes ordenamientos. Quien consi- en la definición que da Aristóteles de "constitución"
dere que sólo puede hablarse de Estado, cuando se (7roA.iTEia), como ordenamiento de las magistratu-
hace referencia a los ordenam1entos pol1t1cos sobre ras, y en las magist:aturas que co:isti.tuye.~ el orde-
los que trataron Bodin, Hobbes o Hegel, se com- namiento de una cmdad, en la d1stnbuoon de los
porta de esta manera porque observa más la discon- cargos y de las funciones qu~ permite,n. análisis
tinuidad que la continuidad, más las diferencias que comparados con los ordenamientos poht1cos mo-
las semejanzas; quien habla indiferentemente de dernos. O bien, considérese el análisis de los cam-
Estado tanto en referencia al Estado de Bodin como bios es decir, de las diversas formas de transición de
en el caso de la 1TÓA<> griega, contempla más las una.forma de gobierno a otra, al que está dedicado
analogías que las diferencias, más la continuidad el libro v, un analisis en el que cualquier lector de hoy
que la discontinuidad. Al poner la cuestión en estos puede encontrar elernentos útiles de confrontación
términos, se debe ir más allá del propio léxico para con fenómenos semejantes a los qtie siempre han esta-
ubicar y describir los carnbios que se presentaron en do expuestos los estados en el curso de su evolución
el paso de una forma de ordenamiento a otra, lo que histórica. De manera semejante las relaciones entre
permaneció y lo que cambió, los elememos de dis- las ciudades griegas, caracterizadas por guerras, re-
continuidad, y los elementos decontmu1dad sm que presalias, treguas, tratados de paz que se reprodu-
sorprenda la apariencia de un nombre nuevo. cen a un nivel cuantitativamente superior, pero no
cualitativamente diferente, en las relaciones entre
los estados de la época moderna en adelante. Quien
Argumentos en favor de la continuidad lea el De iure belli ac pacis (Derecho de guerra y_de
paz) de Grocio [ 1625), no deberá sorprenderse s1 se
Si en favor de la discontinuidad son válidos los ar- topa con una gran cantidad de ejemplos de ius gen_-
gumentos anteriormente indicados, Pª!'ª la conti- tium (derecho d'e gentes) tomados del mundo anti-
nuidad son válidos otros argumentos 1gualrnente guo cuando los estados modernos, en el sentido que
fuertes. Ante todo la constatación de que un tratado le atribuyen a esta expresión los modernistas, toda-
94 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL NOMBRE Y LA COSA 95

vía no existían. Así como la Política de Aristóteles impeno, con dos preguntas diferentes: "¿el bajo
para las relaciones internas, también las Historias de imperio ya contiene algunos elementos del n1edievo
1'ucídides para las relaciones externas son todavía o bien el alto Inedievo conserva residuos de la Anti-
hoy una fuente inagotable de enseñanzas, de puntos güedad clásica?; como al final, en el proceso de
de referencia y de comparación. Por lo demás, el siempre rr1ayor concentración del poder que da ori-
propio Maquiavelo leyó y comentó la historia ro- gen a Ja realidad y a la idea de Estado que sobreviven
mana, no como un historiador, sino como un estu- hasta hoy. Una vez más, nada muestra con n1ayor
dioso de política para derivar enseñanzas prácticas claridad la relatividad de la noción de continuidad
aplicables a los estados de su tiempo. El estudio de la histórica que Ja disputa sobre la larga época de tran-
historia romana través de los grandes historiadores, sición y de supuesta decadencia (la "barbarie que
de Tito Livio a Tácito, siempre ha sido una de las regresa" de Vico) que habría sido el medievo: ¿con-
fuentes principales del estudio de Ja política que tinuidad respecto a qué cosa? ¿En referencia a las
acompaña la formación y crecimiento del Estado instituciones políticas corno la organización del
moderno. Tar:µbién Montesquieu escribió sus Con- poder central o con respecto a las instituciones eco-
sideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia nómicas como Ja gran propiedad territorial y el
de los romanos [! 734). Rousseau dedica la última modo de tenencia de la tierra?; ¿hay continuidad
parte del Contrato social [1762) a un examen de las entre las ciudades romanas y las medievales, entre
magistraturas romanas, los comicios, el tribunado, Jos collegia (colegios) y las corporaciones? Sobre
la dictadura, la censura, no con el objeto de desfogar todo, por Jo que hace a la organización política, ¿se
una fácil e inútil erudición sino fundamerltalmente puede hablar propiamente de Estado, que implica
para mostrar su perenne vitalidad. No podría expli- la idea de la unidad del poder en un determinado
car esta continua reflexión sobre la historia antigua territorio, en una sociedad fraccionada y policén-
y las instituciones de los antiguos si en un cierto trica como la de los primeros siglos, en la época de
momento del desarrollo histórico se hubiese dado los reinos bárbaros en Jos que las principales fun-
una fractura tal que hubiese dado origen a un tipo ciones que ahora se suelen atribuir al Estado y sirven
de organización social y política incomparable con para caracterizarlo son desempeñadas por poderes
las del pasado, tan incomparable que él solo mere- periféricos, donde no hay distinción ni ·abajo ni
ciera el nombre de "Estado'', arriba entre el poder propiamente político y el
El mismo discurso se puede hacer y se ha hecho poder económico, donde las relaciones de derecho
para el largo periodo de historia que va de la caída público están reguladas por institutos típicos del
del irnperio rorr1ano al nacimiento de los grandes derecho privado como el contrato, que es una rela-
estados territoriales, y para el cual se ha presentado ción de do ut des (doy y das), donde predominan las
con interés particular la cuestión de la continuidad, relaciones personales sobre las territoriales, de
tanto al inicio, es decir, en referencia a la sociedad y acuerdo con la conocida distinción entre el Personen
a las instituciones económicas y sociales del bajo Verbandstaat y el institutionel/er Fllichenstaat?; ¿dónde
EL NOMBRE Y LA COSA 97
96 ESTADO, PODER Y GOBIERNO
es el problema del buen gobierno. Éste es uno de kJs
disminuye y se diluye la ide~ abstr~cta de Estado tan temas principales del Polycratzcus, de J~hn of S~hs­
bien designada por el térmmo launo res publica y el bury (siglo xn), y luego de uno de loo mas conocidos
Estado cada vez más es zdenuficado en el poder tratados de Bartolo da Sassoferrato (Tractatus de
personal de un hombre investido por deseo divino regi,mine civitatis y de Coluccio Salutati (De tyranno
del mando sobre otros hombres? Así y todo, tam- finales del siglo xrv) con el cual se llega a los umbra-
bién en el alto medievo no decae la idea del regnum y les de la época moderna. En fin, a través dd debate
del imperium, o sea, de un poder que es el único sobre el fundamento del poder puesto en tenmnos
autorizado para ejercer en última instancia la jurídicos nace la idea del contrato soeza! y del con-
fuerza, porque tiene como fin supremo ~es~ .pre- trato de sujeción, destinada a inspirar las doctrinas
eminencia el n1antenimiento de la paz y el CJCrc1c10 de contractualistas que tanta parte tuvieron en el debate
la justicia (rex a recte regendo): dos funciones que no sobre el origen y fundamento del Estado en la época
pueden ser realizadas más que por quien posee un moderna; doctrinas que el siglo x1x rechazó pero
poder coactivo superior y legítimo, y precisamente que hoy se han vuelto de nuevo de gran.~ctuahdad
porque es de, esta manera, co~o obser~ó Marc porque son útiles para explicar la func1on media-
Bloch, ha conservado durante s,iglos un vigor que dora de los grandes conflictos sociales, propia _del
sobrepasó el sistema de la sociedad feudal'. y se Estado contemporáneo, rnás que las teorías organ1-
volvió uno de los principios básicos del estl)dio del casdel Estado en nombre de las cuales el contractua-
Estado que llega hasta nuestros días. Así y todo, _es lismo fue abandonado.
precisamente durante ~l rn~d1~v? cuando los juris-
tas elaboran la concepción JUndica del Estado que
no era desconocida para la teoría política romana ¿Cuándo nació el Estado?
(recuérdese el Coetus multitudinis iuris consensu de
Cicerón), pero que solamente a través de Ja elabora~ Por lo demás, incluso quien considera que el con-
ción de los primeros comentadores del Corpus zuris cepto de Estado y la correspondiente t~oría deban
llega intacta casi hasta hoy, la relación entre lex y rex ser tan amplios que abarquen ordenamientos dife-
(ley y rey), la teoría de la soberanía como indepen- rentes del Estado moderno y anteriores a él, y en
dencia (superiorem non recognoscens) y por tanto como consecuencia no tienen ninguna dificultad en diso-
poder de dictar leyes sin autorización (la ~iudad_sibí ciar el origen del nombre del origen de la cosa, no
prínceps que reprod_uce el sentido del o:vTO-)(po:Tr¡~ puede dejar de plantearse el problema de st el Es-
griego), y que mediante las diferentes mterl'reta- tado existió siempre o si es un fenómeno histo~1;0
ciones de la lex regi,a de imperio, pone en discusión el que aparece en un cierto momento de la evoluc10~
problema del fundamento del poder. Pertenece a de la humanidad. Una tesis recorre con extraordi-
los estudios medie\ ales y atraviesa toda esa época
1
naria continuidad toda la historia del pensamiento
uno de los temas más constantes de la teoria política, político: el Estado, entendido como ordenamiento
la distinción entre rey y tirano, que a fin de cuentas
98 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL NOMBRE Y LA COSA 99

poljtico de una comunidad, nace de la disolución de dominio de clase. También par~ Engels el Estado
la comunidad primitiva basada en vínculos de pa- ace de la disolución de una soCiedad genuhoa ba-
rentesco y de la formación de comunidades más ~ada en relaciones familiares, y el"1acimiento ~el
amplias derivadas de la unión de muchos grupos Estado señala el paso de la barbane a la civilizaci?n
familiares por razones de sobrevivencia interna (la (donde el tér1nino civilizaci~~ es usa~o rousson1a-
sustentación) y externa (la defensa). Mientras para namente con una connotac1on n~gauva). En _con-
algunos historiadores contemporáneos, como traste con todas las ínterpretac1o?es anter~ores
hemos dicho, el nacimiento del Estado señala el sobre el origen del Estado y la nnsma teona .de
inicio de la época moderna, de acuerdo con esta más Morgan, Engels se disüngue por la interpretación
antigua y cornún interpretación el nacimiento del exclusivamente econom1ca que da de est~,acontec1-
Estado representa el paso de la época primitiva, miento extraordinario cual es la formac1on del Es-
dividida en salvaje y bárbara, a la época civil, donde tado. Se trata de una interpretación que recuerda la
"civil" significa al mismo tiernpo "ciudadano" y "civi- reconstrucción fantástica de Rous~eau que hac:
lizado" (Adam Ferguson). En toda la tradición ius- surgir la sociedad civil de quien por pr1~era ve_z ce:co
naturalista el estado de naturaleza que es anterior al un terreno y dijo "esto es mío", es decir, de la institu-
estado civil es representado indiferentemente como ción de la propiedad privada. Para Engels en la
una condición de aislamiento puramente hipotética comunidad primitiva, sea ella la gens d~ kJS romanos
o como la situación en la cual habrían vivido los 0 las tribus de los iroqueses, nge el regimen de la
pueblos primitivos y viven hasta hoy los salvajes; en propiedad colectiva. Con. el .r;acimiento de la pr~­
ambos casos, como la condición en la que los hom- piedad privada nace la d1V!s10n del .tr.ab'\)O, con la
bres viven cuando todavía no ha surgido el Estado división del trabajo la sociedad se dmde en clases,
llamado no por casualidad, en antítesis al estado de en la clase de los propietarios y en la clase de los
naturaleza, societ;as civilis (civil, precisamente, como desposeídos, con la división de clases nace el poder
no natural y al mismo tiempo como no salvaje). Para político, el Estado cuya función esencialmente es la
Vico la primera forma de Estado en sentido estricto de mantener el dominio de una clase sobr~ otra
está precedida por el estado ferino (asocial) y por el incluso recurriendo a la fuerza y portanto de impe-
estado de las familias, que es un estado social, pero dir que la sociedad dividida en clases se transforme
todavía no es propiamente político, y nace cuando en un estado de anarquía permanente. .
después de la revnelta de los "sirvientes" los jefes de De acuerdo con esta tradición de pensamientod
familia se ven obligados a unirse y a dar vida a la problema del surgimiento del Estado en las socie-
primera forma de Estado, la república aristocrática. dades primitivas es uno de los grandes te.mas de
Una conocida variante de esta tesis es la de los debate de la antropología cultural: ¿las so.ciedades
primeros antropólogos, como Charles Margan, primitivas conocieron y conocen ordenamientos de
adoptada y divulgada por Engels que la trasplantó a convivencia que pueden llamarse estados o deben
la teoría marxista del Estado como instrumento de considerarse "sociedades sin Estado", o como ha
100 ESTADO, PODER Y GOBIERNO
EL ESTADO Y EL PODER 101
sido dicho con intenciones polémicas, "sociedad
contra el Estado" (lastres)? Este debate en gran con gobierno mínimo", "con gobierno difuso" y
parte es nominalista en cuanto está condicionado "con gobierno en expansión", no excluye que estas
por la variedad de sentidos del término "Estado"; sociedades puedan ser consideradas sociedades po-
una alternativa aparente (::S la que toman cada vez líticas, como el uso del término govemment deJa en-
con más frecuencia losan tropólogos que evitan ha- tender (La Mair). Al llegar a este punto el problema
blar de Estado, término demasiado comprometido se traslada a otro lugar: ¿existen sociedades primiti-
debido al uso que se hace de él para designar al vas que ni siquiera sean organizaciones políticas en
Estado moderno, y hablan más bien de organización el sentido más amplio de la palabra? Para dar otro
política o de sistema político (véase al respecto la ejemplo, quien distin¡;ue sociedades acéfalas de
obra fundamental en este campo de Evans- aquellas que tienen un Jefe considera sociedades no
Pritchard y Fortes [l 940]). Digo que es una alterna- políticas a las primeras porque introducen como
tiva aparente porque no resuelve la obligación de criterio distintivo una cierta concentración de poder
delimitar y definir el concepto de política que es y la necesidad de un guía en el vértice; si en cambio
igualmente ambiguo que el de Estado, aunque el Estado en un primer momento es 1denuficado
ofrezca la ventaja de tener tradicional y convencio- con la organización de un poder concentrado, pero
nalmente una extensión mayor (la 7TÓA<< griega lnego se introduce otra distinción entre poder coac-
puede no entrar en la definición de Estado, pero no tivo el cual utiliza la fuerza para hacerse valer, y
sería posible dejarla fuera de la definición de orde- pod~r de las palabras, poder del gesto, de los símbo-
namiento político). La preferencia por alguna de las los, es posible sostener que solamente son socieda-
dos afirmaciones siguientes: hay sociedades primi- des políticas las primeras.
tivas sin Estado en cuanto no tienen una organiza-
ción política o bien hay sociedades primitivas que
aunque no son estados tienen una organización po-
3. EL ESTADO Y EL PODER
lítica, dependen de una convención inicial sobre el
significado de términos como "política" y "Estado".
Una vez más lo que importa es el análisis de las · Teorías del poder
semejanzas y diferencias entre las diversas formas
de organización social, cómo se pasa de una a otra, Antes de la aparición y del uso corriente del término
cuándo se llega a una formación que presenta tales "Estado" el problema de la distinción entre orde-
caracteres diferenciales en referencia a la anterior namiento político y Estado ni siquiera se planteaba;
que lleva a atribuirle un nombre diferente o una \ pero la identificación entre la esfera de la política y
especificación diferente del mismo nombre. Por 1 la esfera del Estado va mucbo más allá de la apari-
ejemplo, cuando un estudioso distingue tres tipos ( ción del término "Estado". Desde laPoliticamethodice
de sociedades sin Estado a las que llama "sociedad 1 ~esta de _Johannes Althusius [1603] basta la Po/i.tica
'~inrich von Treitschke [1874-96], pasando por

j
102 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL ESTADO Y EL PODER 103

la Politica in nuce de Croce [l 925], el estudio de los de sus relaciones. De acuerdo con un texto canónico
temas del Estado continúa apareciendo bajo el de nuestros días, Power an;i Society (Poder y socie-
nombre de "política", derivado originalmente de dad) de Lasswell y Kaplan [! 952], el proceso político
aquella forma particular de ordeuamiento polfrico es definido como "la formación, la distribución, el
que es Ja 11"ÓAc~. En estos últimos años los estud10sos ejercicio del poder". Si la teoría del Estado puede
de Jos fenómenos políticos han abandonado el tér- ser considerada corno una parte de la teoría política,
mino "Estado" para sustituirlo por uno más com- Ja teoría política a su vez puede ser considerada
prensivo, "sistema político". Entre otras ventajas como una parte de Ja teoría del poder.
que ofrece esta expresión se encuentra la de tener En Ja fi!osofla política el problema del poder ha
un significado axiológicamente más neutral que el sido presentado bajo tres aspectos, con base en los
término "Estado", el cual resiente por un lado la cuales se pueden distinguir tres teorías fundamen-
divinización, y por otro Ja satanización, que ha sido tales del poder, sustancialistá, subjetivista y relacio-
hecha, respectivarnente por los conservadores y por nal. Una típica interpretación sustancialista del
los revolucionarios, de los ordenamientos con gran poder es Ja de Hobbes, según Ja cual "EL PODER de un
concentración de poder que desde Maquiavelo han hombre . .. son Jos medios que tiene en el presente
sido llamados así cada vez con rnás frecuencia. para obtener algún aparente bien futuro" [1651,
Lo que el "Estado" y la "política" tienen en común trad. it., p. 82]. Que estos medios sean dotes natura-
(y es la razón de su intercambiabilidad) es la refe- les, como la fuerza y Ja inteligencia, o bien adquiri-
rencia al fenómeno del poder. Del griego xpcfro~ das, como Ja riqueza, no cambia el significado espe-
"fuerza", ''potencia" y ápxi¡ "autoridad'', 'nacen los ófico del poder, entendido como algo que sirve
nombres de las antiguas formas de gobierno "aris- para alcanzar Jo que es objeto de nuestro deseo.
tocracia'', "democracia", "oclocracia", "monarquía", Semejante es Ja muy conocida definición de Ber-
"oligarquía", y todas las palabras que de vez en vez trand Russell [ 1938] de acuerdo con la cual el poder
han sido utilizadas para indicar formas de poder: consiste en la "producción de los efectos deseados" y
"fisiocracia", "burocracia", "partidocracia", "po- cuanto tal puede adoptar tres formas: poder físico
liarquía", "exarquía", etcétera. No hay teoría polí- y constrictivo, que tiene su expresión concreta
tica que no parta de alguna manera directa o indi- más visible en el poder militar; psicológico, con
rectamente de una definición de "poder" y de un base en amenazas de castigos o promesas de recom-
análisis del fenómeno del poder. Tradicional- pensas, en el que consiste principalmente el domi-
mente el Estado es definido como el portador de la nio económico y mental, aquel que se ejerce me-
summa potesta;· (poder supremo); y el análisis del diante la persuasión o la disuación, y tiene su forma
Estado se resuelve casi totalmente en el estudio de elemental y presente en todas las sociedades me-
las diferentes potestades que Je competen al sobe-
rano. La teoría del Estado se entrelaza con Ja teorí? r diante Ja educación. Una típica interpretación sub-
¡i~ista del poder es Ja expuesta por Locke [1694, n,
de los tres poderes (legislativo, ejecutivo,judici· · 1 'luien por "poder" no entiende la cosa que

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EL ESTADO Y EL PODER 105
104 ESTADO, PODER Y GOBIERNO
debemos distinguir ahora el poder político de todas
sirve a alcanzar el objetivo sino la capacidad del las otras formas que puede asumir la relación de
sttjeto de obtener ciertos efectos, por lo que se dice poder. La teoría política de todos los tiempos se ha
que "el fuego tiene el poder de fundir los metales" ocupado de este tema con infinitas variaciones. La
de la misma manera que el soberano uene el poder tipología clásica trasmitida durante siglos es la que
de hacer leyes y al hacerlas influye en la conducta de se encuentra en la Política de Aristóteles, donde se
sus súbditos. Esta forma de entender el poder es la distinguen tres tipos de poder con base en el criterio
que adoptan los juristas para definir el derecho de la esfera en la que se "jerce: el poder del padre
subjetivo: que un sujeto tenga.un dere~h? subjetiv? sobre el hijo, del amo sobre el esclavo, del gober-
quiere decir que el ordenamiento jUnd1co le atn- nante sobre los gobernados. Aristóteles agrega que
buyó el poder de obtener ciertos efectos. Ahora los tres tipos de poder también se pueden distinguir
bien, la interpretación más utilizada en el disc~rso con base en el dif-:rente sujeto que se beneficia del
político conternporáneo es la tercera, que se refiere ejercicio del poder: el poder paternal es ejercido en
al concepto relacional de poder y para la cual por interés de los hijos, el patronal o despótico en inte-
"poder" se débe entend~r una relación entre dos rés del amo, el político en interés de quien gobierna
sujetos de los cuales el pnmero obtiene del segundo y de quien es gobernado (de donde derivan las
un comportamiento que éste de otra manera no formas corruptas de régimen político donde el go-
habtia realizado. La más conocida y sintética de las bernante, convertido en tirano, únicamente go-
definiciones relacionales es la de Robert Dahl: "La bierna para su provecho). Esta tipología ha tenido
influencia [concepto más amplio que abarca al de relevancia política porque ha servido para propo-
poder] es una relación entre actores, en la que uno ner dos esquemas de referencia para definir las
de ellos induce a los otros a actuar de un modo en el formas corruptas de gobierno: el gobierno paterna-
que no lo harían de otra manera" [19.63, trad. it., p. lista o patriarcal en el que el soberano se comporta
68). En cuanto relación entre dos sujetos, el poder con los súbditos como un padre, y los súbditos son
así definido está estrechamente ligado al concepto tratados eternamente como menores de edad (la
de libertad, de manera que los dos conceptos pue- crítica más célebre a esta forma de gobierno fue
den ser definidos uno mediante la negación de otro hecha por Locke en el segundo de los Dos ensayos
de la siguiente forma: "El poder de A implica la sobre el gobierno civil [1690), en polémica con el Pa-
no-libertad de B"; "La libertad de "A implica el triarca de Robert Filmer [1680), y fue retomada por
no-poder de B." Kant con la crítica del Estado eudemonológíco que
se preocupa por la felicidad de sus súbditos en vez
de limitarse a garantizarles la libertad); el gobierno
Las formas de poder y el poder político despótico en el que el soberano trata a los súbditos
con10 esclavos a los que no se les reconocen derechos
Una vez ubicado el concepto de Estado en el ,;>· de ninguna especie (esta forma de gobierno ya fue
política, y el concepto de política en el de r

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EL ESTADO Y EL PODER t07
106 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

claramente señalada por Aristóteles que la consi- legitimidad, no son crí~erios analí~ic.os si~o axiológi-
deró adecuada para los pueblos esclavos por natura- cos, en cuanto son útiles para d1snngu1r el poder
leza como son los orientales, los bárbaros, los cuales político como deberia ser y no como es, las formas
soportan el peso del poder opresivo sin lamentarse buenas de las formas corruptas. Tan es así que lo
o rebelarse, y tendrá rec'onocimiento pleno, siem- mismo Aristóteles que Locke deben reco:ioc~r que
pre en referencia a los pueblos orientales, en Mon- existen gobiernos en los que el poder es eJercrdo en
tesquieu y Hegel). La tripartición de las formas de las otras dos formas. Una teoría realista del poder
poder en paternal, despótico y civil, es uno de los político, como forma de l'oder diferente d; cual-
TÓ7TOl de la teoría política clásica y moderna. En sus quier otra., s~ forma ;ned1ante la el~borac1on, de-
~bras poHticas Hobbes, antes de tratar del poder bida a losjunstas medievales, del concepto ele sobe-
civil, analiza el gobierno familiar y el gobierno pa- ranía o summa potestas. Mientras la sociedad antigua
tronal. Locke cornienza el segund0Ensa)10 manifes- no conoce más que una sociedad perfecta, el Estado
tando el propósito de buscar en qué cosa se distin- que abarca a todas las otras socie~ades menores,, la
gan el poder del padre sobre sus h\jos, del capitán sociedad medieval conoce dos, el Estado y la I¡l;lesra.
de una galera sobre los galeotes (que es la forma La disputa sernlar sobre la preeminencia de uno o de
moderna de esclavitud), del gobierno civil. Sin em- otra exige una delimitación de l_as. dos esferas de
bargo, el estudio de Locke se distingue del de Aris- competencia y por tanto de dorrnn10, y consecll:en-
tóteles por el diferente criterio de diferenciación, temente la delimitación de los caracteres específicos
que se refiere al diverso fundamento de los tres de las dos potestates. Se vuelve una opinión común_ la
f!Oderes, hoy se diría del diferente principio de legi- distinción entre la vis directiva, que es prerrogauva
trmrdad: el poder del padre es un poder cuyo fun- de la Iglesia y la vis coactiva, que es prerrogaüva del
damento es natural en cuanto deriva de la procrea- Estado. En contraposición a la potestad espmtual Y
ción, el patronal es el efecto del derecho de castigar a sus pretensiones, los defensores y los detentadores
a quien se ha hecho culpable de un delito grave y de la potestad temporal tienden a atribuirle al Es-
por tanto es a~reedor a una pena igualmente grave tado el derecbo y el poder exclusivo de ejercer sobr_e
como la esclavitud; el poder civil, únicamente entre un determinado territorio y en referencia a los habi-
todas las otras formas de poder, está fundado en el tantes del territorio la fuerza física, dejando a la
consenso manifiesto y tácito de quienes son sus des- Iglesia el derecho y el poder de enseñar la religión
tinatarios. Como se puede apreciar, se trata de las verdadera y los preceptos de la moral, de_ s_alva-
tres formas clásicas del fundamento de toda obliga- guardar la doctrina de los error.es, de drngrr las
ción: ex natura, ex delicto, ·ex contractu. conciencias bada el logro de los brenes espmtuales,
~sta. d~visió.n clásica, a pesar de su éxito, no per- el primero entre todos la salvación_ del alma. De esta
mite distmgurr el poder político de otras formas de manera el poder político se identifica con el ejerc1cro
poder. Los dos criterios, el aristotélico, basado en el de Ja fuerza, y es definido como el poder que par~
mterés, y el lockrano, fundado en el principio de obtener los efectos deseados (retomando la definr-
EL ESTADO Y EL PODER 109
JOS ESTADO, PODER Y GOBIERNO
anticipan el concepto de soberanía, que se vuelve a
ción hobbesiana) tiene derecho de servirse, si bien través de los escritores políticos de la época mo-
en últirna instancia, con10 extrema ratio (razón ex- derna el concepto fundamental para la definición
trema), de la fuerza. Aquí, el criteri.o .de distinción del r~stado, son la distinción entre lascivitates superio-
entre el poder político y el poder rehg10so de nueva rem recognoscentts y superiorem non recognoscentes de
cuenta es el medio utilizado para hacerlo valer: el los juristas medievales que defienden la autonomía
poder espiritual se sirve de la arnenaza de penas o de jurídica Y.en cons.ecuencia la política de l'_ls ciudades,
la promesa de premios ultraterrenales; el poder y el pr1nc1p10 rex in regno suo imperator, afirmado por
político utiliza la constricción física como es la que se los juristas franceses que defienden la soberanía del
ejerce mediant~ ~~s armas. ,. rey de Francia de las pretensiones del emperador.
Para la defirnoon del poder pohtICo el uso de la Aquel que es tomado como el teórico de Ja so.be-
fuerza física es la condición necesaria, pero no e~ la ranía (en realidad más que el teórico) el reconocido
condición suficiente. De acuerdo con la doctrina expositor de un concepto que tiene tras de sí una
que se afirrna en las grandes controversias e~tre el larga y consolidada tradición ),J ean Bodin, define al
Estado y la Iglesia, lo que distingue al Estado frente Estado como "un gobierno justo de muchas familias
a la Iglesia es el ejercicio de la fuerza; pero una y de lo que les es común con poder soberano" y al
controversia igualmente decisiva para la definición poder soberano como "el poder absoluto y perpe-
del poder po_lítico ~s la q~e o?serva com.º. contra- tuo" ¡1576, trad. it., pp. 345 y ss], donde "absoluto"
puestos los reinos al 1mper10 universal y las ciudades significa que no está sometido a otras leyes más que
a los reinos. Aquí el problema es otro; no es.e~ del a las naturales y divinas, y "perpetuo" significa que
derecho de usar la fuerza, sino el de la exClus1v1dad logra obtener obediencia a sus mandatos con conti-
de este derecho sobre un determinado territorio. nuidad también gracias al uso exclusivo del poder
Quien tiene el derecho exclusivo de usar la fuerza coactivo. El tema de la exclusividad del uso de la
sobre un determinado territorio es el soberano. fuerza como característica del poder político es el
Como la fuerza es el medio más resolutivo para tema hobhesiano por excelencia; el paso del estado
ejercer el dominio del hombre sobre el hombre, de naturaleza al Estado está representado por el
quien detenta el uso de es~e medio e.xcluyend? a paso de una condición en la que cada cual utiliza
todos los demás dentro de ciertos confines es quien
dentro de esos confines tiene la soberanía entendida
f indiscriminadamente su fuerza contra todos los
¡Í demás a la situación en la que el derecho de usar la
como summa potestas, como poder supremo; summa fuerza le corresponde solamente al soberano. A
en el sentido de que no reconoce superior algu.no
(superiorem non recognoscen'j), suprema en ~l sentid~
! partir de Hobbes, el poder político asume una con-
de que no tiene ningún poder por e_n_c,1ma de s1 ' notación que permanece constante hasta hoy
\ cuando en el escrito de juventud La constitución de
misma. Si el uso de la fuerza es la cond1c1on necesa- Alemania [1799-1802] Hegel lamenta que Alemania
ria del poder político, sólo el uso excl:isivo de este ya no sea un Estado, observa que "una multitud de
poder es la condición suficiente. Las fórmulas que
110 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL ESTADO Y EL PODER 111

hombres puede darse el nombre de Estado sola- radas.como _tales, en una situación de escasez, para
mente si está unida por la defensa común de todo lo inducir a quienes no los poseen a adoptar una cierta
que es su propiedad" (trad. it., p. 22) y repite más conducta, que consiste principalrnente en la realiza-
adelante: "Donde una multitud forme un Estado es ción de un trabajo útil. En la posesión de los medios
necesario que constituya un aparato militar y un de producción reside una enorme fuente de po-
poder estatal comunes" [ibid., p. 23]. Co:i un len- der de parte de _quienes los poseen frente a Jos que no
guaje tomado de la economía, Weber define al Es- Jos paseen, precisamente en el sentido específico de
tado como el detentador del monopolio de la coac- capacidad de deter1ninar el cornportamiento ajeno.
ción física legítima. Para Kelsen el Estado es un En cualc!uier.sociedad donde existen propietarios y
ordenamiento coercitivo, en particular: "El Estado no pro¡_:netanos, el poder del propietario deriva de
es una organización política porque es un ordena- Ja posrbrlrdad que la posesión exclusiva de un bien le
miento que regula el uso de la fuerza" [1945, trad. da de obtener que el no propietario (o propietario
it., p. 194]. En uno de los manuales de ciencia palí- solamente de su fuerza de trabajo) trabaje para él
tica más difundidos en estos últimos años se lee: bajo las condiciones que él imponga. El poder ideo-
"Estamos de acuerdo con Max Weber que la fuerza lógico es el que se sirve de la posesión de ciertas
física legítima es el hilo conductor de la acción del formas de saber, doctrinas, conocimientos, incluso
sistema político" [Almond y Powel!, 1966, trad. rt., solamente de información, o de códigos de con-
p. 55]. ducta, para ~jercer influencia en el comportamiento
ajeno e inducir a los miembros del grupo a realizar o
Las tres formas de poder dejar de realizar una acción. De este tipo de condi-
cionamiento deriva la ünportancia social de quienes
Desde el punto de vista de los diversos criterios que saben, los sacerdotes en las sociedades tradicionales
han sido adoptados para distinguir las diversas los literatos, los científicos, los técnicos, los llamado;
formas de poder, la definición del poder político "intelectuales", en las sociedades secularizadas
como el poder que está en posibilidad de recurrir en porque mediante los conocimientos que ell~s di'.
última instancia a la fuerza (y es capaz de hacerlo funden o los valores que predican e inculcan se
porque detenta su monopolio) es una definición realiza el proceso de socialización del que todo
que se refiere al medio del que se sirve quien de- grupo social tiene necesidad para permanecer
tenta el poder para obtener los efectos deseados. El unido. Lo que tienen en común estas tres formas de
criterio del medio es el que se utiliza comúnrnente poder es que ellas contribuyen conjuntamente a
porque permite una tipología a la vez simple y clara, instituir y mantener sociedades de desiguales divi-
la llamada tipología de los tres poderes, económico, didas en fuertes y débiles con base en el primero, en
ideológico y político, o sea, de la riqueza, del saber y ricos y pobres con base en el segundo, en sapientes e
de la fuerza. El poder económico es el que se vale de ignorantes con base en el tercero. Genéricamente
la posesión de ciertos bienes, necesarios o conside- entre superiores e inferiores.
112 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL ESTADO Y EL PODER 113

Después de todo, definir el poder político como el es,te ~entid?: la base real comprende el sistema eco-
poder cuyo rnedio específico es la fuerza sirve para nom1co, mientras la. superestructura, escindiéndose
hacer entender por qué siernpre haya sido conside- e? ?os momer:tos diferentes, abarca-el sistema ideo-
rado el poder supremo, o sea, el poder cuya pose- logico y el mas propiamente jurídico-político (del
sión distingue en toda sociedad al grupo domi- que Marx, es necesario no olvidarlo, toma sobre
nante. En efecto, el poder coactivo es aquel del que todo el aspecto represivo, resaltando especialmente
todo grupo social tiene necesidad para defenderse el ,aparato de coacción). El sistema gramsciano es
de ataques externos o para impedir su disgregación mas claramente tricotómico, donde el rnomento su-
interna. En las relaciones entre los integrantes de un perestructura! es distinguido en dos momentos, el
mismo grupo social, a pesar del estado de subordi- moment~ de. la he&e~ onía o del consenso que es
nación que la expropiación de los medios de pro- llamado soc¡edad c!Vll 0 y el momento del dominio o
ducción crea en los expropiados, a pesar de la adhe- de la fuerza llamado "Estado". Por lo demás, du-
sión pasiva a los valores trasnütidos de parte de los rante siglos los escritores políticos han distinguido el
destinatarios de los mensajes emitidos por la clase poder espmtual que hoy se llamaría ideológico
dominante, Sólo la utilización de la fuerza física sirve del poder temporal, y siempre han interpretado el
para impedir la insubordinación y para apaciguar poder temporal constituido por la conjunción del
toda forma de desobediencia. En las relaciones d?rninzum, que es el poder sobre las cosas, constitu-
entre los grupos sociales, no obstante la presión que uvo del poder económico, con el imperium, que es el
puede ejercer la arnenaza o la ejecución de sancio- poder de mando sobre los hombres, constitutivos
nes económicas para persuadir al grupo adversario del poder político en sentido estricto. Así en la
a desistir de un comportamiento considerado no- dicotomía tradicional corno en la marxista' se en-
civo u ofensivo (en las relaciones entre grupos los cuentran las tres formas de poder, con tal de que se
condicionamientos de naturaleza ideológica cuen- interprete correctamente corno compuesto por dos
tan menos), el ínstrurnento decisivo para imponer la momentos, tanto en un caso con10 en otro el se-
propia voluntad es el uso de la fuerza, es decir, gundo término. La diferencia esencial radi;a en el
la guerra. hecho d" que en la teoría tradicional el poder prin-
Estas distinciones entre los tres tipos principales opal esta representado por el poder ideológico en
de poderes sociales, si bien manifestada de diferen- cuanto el po~er económico-político es concebido
tes maneras, es un dato casi constante en las teorías c?mo dependiente del espiritual, mientras en la teo-
sociales contemporáneas, en las cuales el sistema na marx1s~a el poder principal es el económico en
social en su conjunto aparece directa o indirecta- cuanto las id:_ologías y las instituciones políticas tie-
mente articulado en tres subsisternas: la organiza- nen la .func1on de ~arantizar la permanencia de
ción de las fuerzas productivas, la organización del determinadas relaciones de producción (por lo
consenso y la organización del poder coactivo. In- menos hasta .que la contradicción misma que ex-
cluso la teoría marxista puede ser interpretada en plota en un cierto momento del desarrollo de estas
114 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL ESTADO Y EL PODER 115
relaciones produce el cambio). Al inicio de la época dieval de las grandes controversias entre el Estado y
moderna es ejemplar el De cive de Hobbes. 0642], la Iglesia y a la cual la Iglesia romana y las otras
dividido en tres partes: libertas, potes/as, rehgw, q"'.e iglesias jamás han renunciado, com-0 a la primacía
corresponden respectivamente a la esfera de _la li- del poder económico cuyo descubrimiento coincide
bertad natural donde se desarrollan las relac10nes con e1 nacimiento del mundo burgués y el inicio
de intercambio en las cuales el poder político debe de la reflexión sobre el modo de producción ca-
intervenir lo menos posible (hay quien como Mac- pitalista.
pherson ha creído_ poder observar en el estado de La doctrina de la razón de Estado está íntima-
naturaleza hobbesrano una prefiguraoon de la so- mente víncu!ada a la idea de la primacía de la polí-
ciedad de mercado), al poder político, que detenta tica. No por casualidád tal doctrina nace y se desa-
)as dos espadas de la justicia y de la guerra, y al rrolla al lado de la teoría del Estado moderno. Una
poder espiritual, al que corresponde una tarea fun- de las formas en las que se manifiesta la primacía de
damentalmente de enseñanza. En Hobbes, el poder la política es la independencia del juicio político
por excelencia es el poder polític~, el cual, _legiti- frente al juicio moral, o inclusive la superioridad del
mado para ello por una delegac10n espeof1ca de primero sobre el segundo; que exista una razón de
individuos aislados y aterrorizados, impulsados por Estado diferente de la razón de los individuos
la necesidad de salir del estado de naturaleza, con- quiere decir que el Estado, y más concretamente el
trola lo mismo el poder espiritual que el poder eco- hombre político, es libre de perseguir sus propios
nómico. También bajo este aspecto Hobhes puede objetivos sin estar obligado a tomar en cuenta los
ser considerado el primero y tambi~n--el m~ximo preceptos morales con los que está comp'.orr:etido el
teórico del Estado moderno, es decir, del Estado individuo en sus relaciones con los otros 1nd1v1duos.
cuya formación es acompañada por la persistente A la concepción de la primacía de lo espiritual co-
idea de la primacía de la política. rresponde la doctrina de la subordinación completa
de la acción política a la leyes de la moral, que son los
preceptos de la religión dominante: subordinación
La primacía de la política que se refleja en la figura del príncipe cristiano; en
cambio, a la concepción de la primacía de la política
La diversa relación entre los tres poderes y la dife- corresponde la doctrina de la necesaria inmoralidad
rente manera de disponerlos en orden jerárquico o amoralidad de la acción política que debe contem-
están entre los rasgos más característicos de las plar su objetivo propio, la salus rei publicae, sin sen-
grandes corrientes del pensamiento político y de la tirse obligada o comprometida por rémoras de otra
filosofía de la historia. La primacía de la política que naturaleza; primacía que se refleja en la figura del
distingue al pensamiento político moderno, de M~­ princípe maquiavélico con respecto al cual los me-
quiavelo a Hegel, se contrapone tanto a la pnmacia dios de los que se sirve para vencer y conquistar el
del poder espiritual, que distingue a la época me- Estado, siempre son, cualesquiera que ellos sean,
ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FUNDAMENTO DEL PODER 117
116

'juzgados honorables, y loados por cada cual" 4. EL FUNDAMENTO DEL PODER

[1513, ed. 1977, p. 88]. En la Filosofía del derecho de


Hegel, que concluye (lo que Hobbes abre) la teoría
del Estado moderno, el último momento del espi- El problema de la legi.timidad
rítu objetivo que cubre er territorio tradicional de la
filosofía práctica, no es la moral sino la eticidad, de En referencia al poder político tradicionalmente no
la cual la figura suprema es el Estado. Abordando el sólo se ha presentado el problema de su definición y
tema clásico de la distinción entre la moral y la de las características que lo distinguen de las otras
política. o sea, de la razón de Estado, Hegel mani- formas de poder, sino también el de sujustificación.
fiesta con la máxima fuerza la idea de la primacía de El problema de la justificación del poder nace de la
la segunda sobre la prirnera, en un fragmento que pregunta: "¿Admitiendo que el poder político sea el
puede ser considerado justamente la quintaesencia poder que dispone del uso exclusivo de la fuerza en
de esta idea y contiene el argumento principal para un determinado grupo social) es suficiente la fuerza
su justificació:n: para hacerlo aceptar por aquellas personas sobre las
cuales se ejerce, para persuadir a sus destinatarios a
El bien de un Estado tiene un derecho totalrrientc obedecerlo?" Una pregunta de este tipo puede
diferente del bien del individuo, porque el Estado, que tener y ha tenido dos respuestas según si es inter-
es la "sustancia ética", "tiene su cxist.cn(ia, es decir, su pretada como una pregunta sobre lo que el poder es
derecho, inrr1cdiatamentc en una existencia no abs- de hecho o sobre lo que debe ser. Corno sucede en el
t.racta sino concreta ... y solamente esta existencia con- estudio de los problemas políticos, también estas dos
creta, no una de las tantas proposiciones generales,
respuestas frecuentemente han sido confundidas
sujetas a preceptos morales, puede ser principio de su
acCión y de su con1portamiento" [ 182 l, trad. it., p. 286} entre sí o sobrepuestas, de rr1anera que no siernpre
se logra entender si quien se plantea el problema de
¿Qué quiere decir este fragmento? Significa que el la relación entre el poder y la fuerza suponga un
principio de acción del Estado debe ser buscado e? problema de mera efectividad (en el sentido de que
su propia necesidad de existencia, que es la cond_1- un poder basado solamente en la fuerza no puede
ción misma de la existencia (no sólo de la ex1stenc1a durar) o también un problema de legitimidad (en el
sino también de la libertad y del bienestar) de los sentido de que un poder basado únicamente en la
individuos. Prueba de ello es que el tribunal que fuerza de hecho puede ser efectivo pero no puede
juzga las acciones del Estado no es ni el externo ser considerado legítimo). Una cosa es sostener que
instituido por el propio Estado para juzgar las ac- el poder político no puede ser únicamente fuerte
ciones de los súbditos ni el que cada individuo erige en el sentido de que no es posible, y otra cosa muy
en su interior para responder a su conciencia o a diferente es que no puede ser solamente fuerte en el
Dios, sino el tribunal de la hístoria universal, cuyos sentido de que no es lícito. Desde el punto de vista de
sujetos no son los individuos sino los estados. los destinatarios del poder, el mismo cuestiona-
118 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FUNDAMENTO DEL PODER 119

miento ha sido visto como problema de la obligación Dos de los más famosos libros de teoría política, Ja
política; pero también el problema de la .obhga- República de Platón y el Contrato soci.al de Rousseau,
óón política puede ser planteado como anabs1s de coniienzan con un debate sobre la relación entre la
las razones por las cuales se obedecen las órdenes de justicia y la fuerza, en el que se rechaza la tesis del
quien detenta un cierto tipo de poder o como de- "derecho del más fuerte". También Rousseau recu-
terminación de Jos casos en los cuales se debe obede- rre al ejemplo del bandido: "¿Si un bandido me
cer y de los casos en los que es lícita Ja desobediencia sorprende en un bosque, estaré, no solamente por la
o la obediencia pasiva. . fuerza, sino aun pudiendo evitarlo, obligado en
La filosofía política clásica, que, c':mo se ha dICho conciencia a entregarle mi bolsa? Porque, en fin,
(ver la parte referente a ciencia poht1ca y ftlosof1a también la pistola que él tiene es un poder." [l 762,
política), considera que su tarea es plantear.se el trad. it., p. 14]. Para Boclin el Estado es "el gobierno
problema del fundamento dd poder, se ha md1- justo [en francés droit, en latín legitimus] que se
nado a negar que un poder un1camente fuerte, in- ejerce ..." [l 576, trad. it., p. 159]. El mismo Hobbes
dependientemente del hecho de q;ie s~a .ca¡:i~z de afirma que por la seguridad ele los súbditos, que es
durar, pueda serjusuftcado. De aqm la d1stmcwn ya el fin superior del Estado, y en consecuencia ele las
no analítica sino axiológica entre poder legíumo y instituciones del poder político, es necesario que
poder ilegítimo, con base en el argumento rit;ial: alguien, no importa si sea una persona física o una
"·Si nos limitamos a fundar el poder exdus1va- asamblea, "detente legítimamente en el Estado el
n'iente en la fuerza, cómo se logra distinguir el poder supremo" [1642, trad. it., p. 165]. Por lo
poder político del de una banda de ladrones?" dernás, precisamente con base en esta atribución de
Este problema fue presentado ele manera con- un carácter ético o jurídico, durante siglos se ha
tundente por San Agu~tín en el famoso fragmento hecho la distinción entre poder político bueno y
sobre el cual se han vertido una mfimdad de comen- poder político malo, entre rey y tirano (cuando "ti-
tarios: "¿Sin la justicia qué serían en realidad los ranía" no sea tornada en Ja acepción de mal go-
reinos si no bandas ele ladrones?, ¿y qué son las bierno, como en la Antigüedad clásica, sino de
bandas de ladrones si no pequeños reinos?" Fra~­ usurpación del poder); es ésta una distinción que
mento seguido por el también célebre intercambió implica consecuencias importantes con respecto aL
de palabras entre Alejandro y el pirata: problema de la obligación política, de suerte que el
preguntándole este rey qué le pare(ía cóm{~ tenía in- mismo Hobbes, teórico de la obediencia absoluta,
quieto y perturbado el rnar, con arrogante ~1bertad le afirma que el usurpador, es decir, el príncipe ilegí-
dljo: por el mismo motivo por el que tú 1nfe~tas la timo, debe ser tratado como un enemigo.
tierra; mas porque yo lo hago con un pequeño bajel me La consideración recurrente según la cual el
1Jan1an corsario, y a ti, porque lo haces con un gran poder supremo, que es el poder político, deba tener
ejército, te llaman emperador. [De civitate Dei, La ciu~ una justificación ética (o lo que es lo mismo, un
dad de Dios, 1v, 4, 1-lo]. fundamento jurídico) ha dado lugar a la variada
120 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FUNDAMENTO DEL PODER 121

formulación de principios de legitimidad, o sea, de principios de legitimidad que se reclaman a una


las diversas maneras bajo las cuales se ha buscado voluntad superior son los recordados por Mosca: los
dar una razón, en referencia a quien detenta el gobernantes recib< n su poder de la voluntad de
poder, de mandar, y a quien lo sufre, de obedecer; Dios o de la voluntad del pueblo. La fórmula clásica
lo que Gaetano Mosca llamó con una expresión de este tipo de legitimación es la hobbesiana: "No es
afortunada la "fórmula política", explicando que, la razón, sino la autoridad la que hace la ley." ¿Pero,
cuál es la fuente última de la autoridad? En una
en todas las sociedades discretamente nurncrosas y concepción descendente del poder (concibiendo la
llegadas a un cierto grado de cultura hasta ahora ha estructura de poder como una pirámide el poder
sucedido, que la clase política no justifica exclusiva- baja del vértice a la base) la autoridad última es la
mente su poder únicamente con la posesión de hecho, voluntad de Dios; en una concepción ascendente
sino que busca darle una base moral y legal, haciéndolo (de acuerdo con la cual el poder su be de la base al
emanar como <.:onsccucncia necesaria de doctrinas y vértice), la autoridad última es la voluntad del pue-
<.:reencias generalmente reconocidas y aceptadas en la
sociedad que esa clase política dirige [1896, ed. 1923,
blo. Ficción por ficción los dos principios, por anti-
p. 108). téticos que puedan ser, en algunas doctrinas se re-
fuerzan entre si: vox populi vox Dei (la voz del pueblo
Mosca reconocía exclusivamente dos fórmulas polí- es la voz de Dios). A las doctrinas voluntaristas
ticas, la que hace derivar el poder de la autoridad de siempre se opusieron las doctrinas naturalistas que
Dios y la que lo hace derivar de la autoridad del dieron origen a las diversas formas de derecho na-
pueblo. Aunque las consideraba como meras ficcio- roral. También éstas s.e presentan en dos versiones
nes pensaba que correspondían a una necesidad aparentemente antitéticas: la naturaleza como
real, a la necesidad de gobernar y de sentirse gober- fuerza origi~aria X1TáTor:;, de acuerdo con la pre-
nados "no solamente con base en la fuerza material ponderante concepción clásica del poder, y la natu-
e intectual, sino también con base en un principio raleza como orden racional por lo que la ley natural
moral" [ibid., p. 110]. se identifica con la ley de la razón de acuerdo con la
preponderante interpretación del iusnaturalismo
moderno. Apelar a la naturaleza para fundar el
Los diversos principios de legitimidad poder significa, en la primera versión, que el dere-
cho de mandar de unos y el deber de obedecer de
En realidad los principios de legitimidad adoptados otros deriva del hecho ineluctable que hay natural-
a lo largo de la historia no son únicamente los dos mente, y por tanto independientemente de la vo-
indicados por Mosca. Sin ser exhaustivos podemos luntad humana; fuertes y débiles, sapientes e igno-
indicar por lo menos seis, que se reclaman en pare- rantes, o sea, individuos y también pueblos enteros
jas antitéticas a tres grandes principios unificantes: aptos para mandar e individuos y pueblos capaces
la Voluntad, la Naturaleza y la Historia. Los dos de obedecer; en cambio apelar a la naturaleza como
122 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FUNDAMENTO DEL PODER 123

orden racional significa fundar el poder en la capa- soberanos despotestados) contra los intentos sub-
cidad del soberano de identificar y aplicar las leyes versivos de los revolucionarios. Mientras la referen-
naturales que son las leyes de la razón. Para Locke, cia a la historia pasada constituye un típico criterio
el principal deber del gobierno es el de hacer posi- para la legitimación del poder constituido, la refe-
ble, mediante el ejercicio del poder coactivo, la ob- rencia a la historia futura es uno de los criterios para
servancia de las leyes naturales para el respeto de las la legitimación del poder por constituirse. El nuevo
cuales no habría necesidad de algún gobierno si ordenamiento que el revolucionario tiende a irnpo-
todos los hornbres fueran seres racionales. En ner desarticulando al viejo puede ser justificado en
cuanto los hombres no son racionales, Locke nece- cuanto se le represente como una nueva etapa en el
sita del consenso para fundar el Estado, pero el curso histórico, una etapa necesaria, inevitable, y
(X)nsenso mismo, esto es, el acuerdo necesario para más avanzada axiológicamente, en referencia a la
salir del estado de naturaleza e instituir el gobierno anterior. Un ordenamiento que no existe todavía,
civil, es, con todo, un acto racional. No hay necesi- que está en cierne, no puede encontrar su fuente de
dad del consenso solamente allí donde el príncipe legitimación más que post factum. El conservador
mismo que gobierna es racional de conformidad tiene una concepción estática de la historia: está
con las leyes naturales que le revelan los iniciados; al bien lo que dura. El revolucionario, una concepción
llegar a este punto el gobierno de la naturaleza, la dinámica: está bien lo que cambia en corresponden-
fisiocracia, sustituye completamente al gobierno de cia con el movimiento; predeterminado y final~
los hombres. También el apelo a la Historia tiene mente comprendido, del progreso histórico. Ambos
dos dimensiones según si la historia de c~ya autori- pretenden estar en la historia (representan dos p,o-
dad se busca derivar la legitimación del poder sea la siciones históricas); pero el primero considera que
pasada o la futura. El reclamo a la historia pasada la respeta aceptándola, el segundo anticipándola (e
instituye como principio de legitimación la fuerza incluso estimulándola).
de la tradición y en consecuencia está en la base de El debate sobre los criterios de legitimidad no sola-
las teorías tradicionalistas del poder de acuerdo con mente tiene un valor doctrinario; el problema de la
las cuales el soberano legítimo es quien ejerce el legitimidad está íntimamente vinculado al de la obli-
poder desde tiempos inmemoriales. El poder de gación política con base en el principio de que la
mandar también se puede adquirir, con base en un cbediencia se debe solamente al mandato del poder
principio general de derecho, apoyado en el uso que legítimo. Donde termina la obligación de obedecer a
se trasmite en el tiempo, como se adquiere la pro- las leyes (la obediencia puede ser acúva o solamente
piedad o cualquier otro derecho. En sus Reflexiones pasiva) comienza el derecho de resistencia (que a su
sobre la revolución francesa (1790], Edmund Burke vez puede ser solamente pasiva o activa). El juicio
enunció la teoría de la prescripción histórica que sobre los límites de la obediencia y la validez de la
justifica el poder de los reyes (de donde no por resistencia depende del criterio de legitimidad que
casualidad nacen las pretensiones legitimistas de los se asurna. Un poder que con base en un criterio es
124 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FUNDAMENTO DEL PODER 125

afirmado como legítimo, con base en otro puede ser teorías positivistas se abre paso la tesis de que sólo el
considerado ilegítimo. De los seis criterios. e~lista­ poder efectivo es le~ítimo: efectivo en el sentido del
dos algunos son más favorables al mai:re:n.m1ento principio de efectividad del derecho mternacioi;al,
del statu quo, es decir, están ex parte princzpzs, otros según el cual, con las palabras de.Kelsen que ha sido
son más favorables al cambio, o sea, están ex parte uno de sus más respetables partidanos,
populi. De una parte, el principio.teo~rático, el apdo
a la naturaleza como fuerza or1g1nar1a, la trad1c1on; una autoridad de hecho constituida es el gobierno
de otro, el principio democrático del consenso, el legítimo, el ordenamiento coercitiv~) pue.sto, c~1 prác-
apelo a la naturaleza ideal'. el progreso histórico. tica po: tal gobier.no.es un ordcnam1ento.J!Jr1dJC<.~, y la
Quien contemple los movun1entos de res1stenc1a, en cornun1dad const1tu1da por ese ordenamiento es un
Estado en el sentido ciel derecho internacional, en
el sentido más amplio de la palabra, del mundo
cuanto este ordenamiento es en conjunto eficaz r l 94S,
actual, no tardará en darse cuenta de la persistencia
trad. it., p. 123J.
de estos criterios: contra un gobierno despótico,
contra una potencia colonial o imperialista, contra Desde este punto de vista la legitimidad es un puro y
un sistema económico o político considerado injusto simple estado de hecho. Lo que no quita que un
y opresivo, el derecho de resistencia o de revolución ordenamiento jurídico legítimo en cuanto eficaz y
es justificado: mediante el reclamo a la voluntad reconocido corno tal por el ordenamiento interna-
general conculcada, y por consiguiente a la necesi- cional pueda ser sometido a juicios axiológicos_ de
dad de un nuevo contrato social; a través del dere- legitimidad, que pueden llevar a una gradual, mas o
cho natural a la autodeterminación que vale no sólo menos rápida, inobservancia de las normas del?~­
para los individuos sino también para los pueblos; denamiento, y por tanto a un proceso de deslegJU-
mediante la necesidad de remodelar lo que está mación del sistema. Sin embargo, permanece el
condenado por la historia y de meterse en el cauce hecho de que con base en el principio de efectividad
del devenir histórico que se mueve inexorable- un ordenamiento continúa siendo legítnno hasta
mente hacia nuevas y más justas formas de sociedad. que la ineficacia ha llegado a tal punto que hace
probable o previsible la eficacia de un ordena-
miento alternativo.
Legitimidad y efectividad En el ámbito del positivismo jurídico, es decir, de
una concepción en la que se considera derecho so-
Con el advenimiento del positivismo jurídico el lamente al que está puesto por las autoridades dele-
problema de la legitimidad cambió co~pletam~nte. gadas para ello por el mismo orde.namiento y hecho
Mientras de acuerdo con todas las teor1as anteriores eficaz por otras autoridades previstas por el propio
el poder debe estar apoyado por alguna justifica- ordenamiento, el tema de la legitimidad ha tomado
ción ética para poder durar, y en consecuencia la otra orientación, ya no la de los criterios axiológicos,
legitimidad es necesaria para la efectividad, con las sino la de las razones de la eficacia de la que deriva la
126 ESTADO, PODER Y GOB!ERNO ESTADO Y DERECHO ¡;
127
!i
legitimidad. Bajo esta orientación se presenta la fa- extraordinarias del jefe. En otras palabras: con la
mosa teoría i,.veberiana de las tres formas de poder teoría de los tres tipos de poder legítimo Weber
legítimo. Weber no se planteó el problema de enlis- quiso mostrar cuáles han sido hasta ahora en la
tar las diversas maneras con las cuales toda clase historia los fundamentos reales, no los presuntos o
Política ha buscado en todo tiempo justificar supo- declarados, del poder político. Lo que no excluye
der, sino de ubicar y describir las formas históricas que pueda existir una relación entre ellos. Tanto la
de poder legítimo, una vez definido el poder legí- tradición como la racionalidad del poder son por un
timo (Herrschajt), diferente de la mera fuerza lado un motivo de obediencia así como un principio
(Macht), como el poder que logra determinar el de legitimación y es dificil establecer dónde termina
comportamiento de los miembros de un grupo so- uno y comienza otro.
cial emitiendo mandatos que son obedecidos habi- En esta perspectiva, que no contempla los crite-
tualmente en cuanto su contenido es tomado como rios axiológicos sino el proceso real de legitimación
máxima de la conducta. Los tres tipos puros o idea- (y de deslegi timación) en un determinado contexto
les de poder legítimo son, de acuerdo con Weber, el lústórico, se ubica el reciente debate sobre la teoría
poder tradicional, el poder legal-racional y el poder de Niklas Luhmann, de acuerdo con el cual, en las
carismático. Describiendo estos tres tipos de poder sociedades complejas que han concluido el proceso
legítimo Weber no pretende presentar fórmulas po- de positivización del derecho la legitimidad no es el
líticas en el sentido mosquiano de la palabra, sino efecto de la referencia a valores, sino es producto de
intenta comprender cuáles son las diferentes razo- la aplicación de ciertos procedimientos (Legitimitat
nes por las que se forma en una determihada socie- durch Verfahren) establecidos para producir decisio-
dad esa relación estable y continua de mandat.o- nes vinculantes, como las elecciones políticas y los
obediencia que distingue al poder político. Los tres procedimientos legislativo y judicial. Allí donde los
tiros de poder representan tres tipos diferentes de mismos sujetos participan en el procedimiento, si
motivación: en el poder tradicional el motivo de la bien dentro de los límites de las reglas establecidas,
obediencia (o lo que es lo mismo, la razón por la que la legitimidad es representada como una prestación
el mandato tiene éxito) es la creencia en la sacrali- del mismo sistema [1972, t1ad. it., p. 263].
dad de la persona del soberano, sacralidad que de-
riva de la fuerza de lo que dura, de lo que siempre
ha sido y, en cuanto siempre ha sido, no hay razón 5. ESTADO Y DERECHO
para cambiarlo; en el poder racional, el motivo de la
obediencia deriva de la creencia en la racionalidad
del comportamiento conforme a las leyes, esto es, a Los elementos constitutivos del Estado
normas generales y abstractas que instituyen una
relación impersonal entre gobernante y gobernado; Al lado del problema del fundamento del poder, la
en el poder carismático, por la creencia en las dotes doctrina clásica del Estado siempre se ha ocupado
128 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 129

del problema de los límites del poder, que general- no es posible definir un grupo político -y tampoco al
mente es planteado dentro de las relaciones entre el Estado- indicando el objetivo de su acción de grupo.
derecho y el poder (o derecho y Estado). T'\1o hay ningún objetivo que gru pQ.S políticos no se
Desde que los Juristas se adueñaron del problema hayan propuesto en alguna ocasión desde el esfuerzo
del Estado, éste es definido mediante los tres ele- por proveer a la sustentación hasta la protección del
arte; y no hay nada que no hayan perseguido, desde la
mentos constitutivos del pueblo, del territorio y de garantía de la segurídad personal hasta Ja deterrnina:
la soberanía (concepto jurídico por excelencia, ela- ción del derecho. [1908-20, trad. it. 1, pp. 53-54].
borado por los juristas y aceptado universalmente
por los escritores de derecho público). Para citar
una definición conocida y respetada, el Estado es Con la terminologfa de Kelsen, el Estado en cuanto
"un ordenamiento jurídico para los fines generales ordenamiento coactivo es una técnica de organiza-
que ejerce el poder soberano en un territorio de- ción social: en cuanto tal, es decir, en cuanto técnica,
terminado, al que están subordinados necesaria- o conjunto de medíos para lograr un objetivo,
mente los suj~tos que per.tenecen a él" (Mortati, puede ser empleado para los objetivos más diversos.
1969, p. 23]. En la reducción rigurosa que Kelsen Una definición de este tipo puede ser corroborada
hace del Estado a ordenamiento jurídico, el poder por un fragmento famoso del Espíritu de /.as leyes, en
soberano se vuelve el poder de crear y aplicar el el que Mon tesquieu, allí donde quiere exaltar a la
derecho (o sea normas vinculantes) en un territorio nación cuya constitución tiene corno o~jetivo la li-
y hacia un pueblo, poder que recibe su validez de la bertad política (Inglaterra), agrega: "Aunque todos
norma fundamental y de la capacidad de hacerse los estados en general tengan el mismo fin, que es el
valer recurriendo en última instancia a la fuerza, y de conservarse, cada uno tiende a desear un obje-
en consecuencia por el hecho de ser no solamente tivo particular", en consecuencia presenta algunos
legítimo sino también eficaz (legitimidad y eficacia ejemplos curiosos: "El engrandecimiento era el fin
se reclaman mutuamente). El territorio se convierte de Roma; la guerra, el de los espartanos; la religión,
en el límite de validez espacial del derecho del Es- el de las leyes hebreas; el comercio, de los marselle-
tado, en el senüdo de que las normas jurídicas ema- ses, etcétera" [1748, trad. it., 1, p. 274]. La definición
nadas del poder soberano únicamente valen dentro formal y la concepción instrumental del Estado se
de determinados confines. El pueblo se vuelve el apoyan mutuamente.
límite de validez personal del derecho del Estado, Desde el punto de vista de una definición formal e
en cuanto las mismas normas jurídicas solamente instrumental la condición necesaria y suficiente
valen, salvo casos excepcionales, para determinados para que exista un Estado es que en un territorio
sujetos que de tal manera constituyen los ciudada- determinado haya un poder capaz de tomar ·deci-
nos del Estado. Definiciones de este tipo prescinden siones y emitir los mandatos correspondientes, obli-
completamente del fin o de los fines del Estado. gatorios para todos los que habitan en ese territorio,
Para Weber y obedecidos efectivamente por la gran mayoría de
ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 131
130

los destinatarios en la mayor parte de Jos casos en los pregunta: "¿Es mejor el gobierno de las leyes o el
que se requiere Ja obediencia; cualesquiera que sean gobierno de los hombres?"
las decisiones. Lo que no quiere decir que el poder Platón, distinguiendo el buen gobierno del mal
estatal no tenga límites. Justamente Kelsen, además gobierno, dice:
de los límites de validez espacial y personal que Veo pronto la destrucción en el Estado . .. donde la ley
redefinen en térrninos juridicos los dos elementos es súbdita y no tiene autoridad; en cambio donde la
constitutivos del territorio y del pueblo, toma en ley es patrona de los magistrados y éstos son sus siervos
consideración otras dos especies de límites: los lími- yo veo la salvación y toda clase de bienes que los dioses
tes de validez temporal por los que cualquier norma dan a los Estados [leyes, 715 d].
tiene una validez limitada en el tiempo que corre
entre el momento de la emancipación, salvo que se Aristóteles, al iniciar el discurso sobre las diversas
le atribuya efecto retroactivo, y el momento de la ronstituciones rnonárquicas, se plantea el problema
de ;;i sea "más conveniente ser gobernados por el
abrogación, y el límite de validez material en cuanto
existen: a) materias que de hecho no pueden ser mejor hombre o por las mejores leyes" [l 286a, 9].
sometidas, objetivamente, a alguna reglamentación, En f~vor de la segunda opción enunció una máxima
destmad~ a tener una larga duración: "La ley no
de donde proviene el viejo dicho de que el parla-
mento inglés puede hacer todo excepto transfor- uene pasiones que necesariamente se encuentran
mar al hombre en mujer (un ejemplo, en honor a la en cualquier alma humana" [!bid., 20]. La suprema-
verdad, hoy no muy apropiado), o la afirmación de óa de la ley con respecto al juicio casuístico del
Spinoza [1670, cap. IV] de que aun el soberano que gobernante (el gubernator plátonico, que salva a los
tenga el derecho de hacer todo lo que quiera no compañeros en los peores momentos, "no redacta
tiene el poder de hacer que una mesa coma pasto; b) leyes escritas, sino que proporciona como ley su
materias que pueden ser hechas indisponibles por el arte" [Política, 297a]) reside en su generalidad y en
propio ordenamiento, como sucede en todos los su constancia, en no estar sometida a lo variable de
ordenamientos en los que está garantizada la pro- las pasiones; este con traste entre las pasiones de los
tección de algunos espacios de libertad, representa- hombres y lo desapasionado de las leyes llevará al
dos por los derechos civiles, en los que el poder TÓ1TO~ igualmente clásico de la identificación de las
estatal no puede intervenir, y una norma, aunque kyes con la voz de la razón. Uno de los puntos
fuese válida, que los violase puede ser considerada fundamentales de la doctrina política medieval es la
ilegítima por un procedimiento previsto por la misma subordinación del príncipe a la ley de acuerdo con el
Constitución. principio enunciado a manera de aforismo por
El gobierno de las leyes Bracton: "Rex non debet esse sub homine, sed sub
Deo et sub lege, quia !ex facit regem" [El rey no debe
Desde la Antigüedad, el problema de la relación estar subordinado a ningún hombre, sino a Dios y a
entre el derecho y el poder fue planteado con esta la ley, ya que es la ley la que hace al rey]. [De legi.bus et
132 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 133

Consuetudinibus Angliae I, 8,5] En la tradición juri- de un buen ordenamiento de leyes hubo un hombre
dica inglesa el principio de la subordinación del rey sabio, el gran legislador, que dio a su pueblo una
a la ley conduce a la doctrina de la rule of law, o constitución a la que los futuros regidores se debe-
gobierno de las leyes, que es el fundamento del rán apegar escrupulosamente. Esta idea del buen
Estado de derecho entendido, en su acepción más legislador que cronológica y axiológicamente es an-
restringida, como el Estado cuyos poderes son ejer- terior a los regidores está {'.jernplarrnente represen-
cidos en el ámbito de leyes prestablecidas. Para tada por la leyenda de Licurgo que, ordenado el
Santo Tomás el regimen politicum (rl15imen político) Estado, anunció al pueblo reunido en asamblea que
se distingue del regimen regale (régimen real) por el le era necesario alejarse de Esparta para consultar al
hecho de que mientras este último está caracteri- oráculo y recomendó que no se cambiara nada de las
zado por la p!.enaria potestas (potestad plena) del go- leyes que estableció él hasta que no regresara, y
bernante, el primero tiene lugar "quando ille qui jamás regresó.
praeest hab~t potestatem coarctatam secundum ali- Tanto uno como otro camino han sido recorridos
quas leges civitatis" [cuando quien está a la cabeza a lo largo de la historia del pensamiento político: los
del Estado tiene limitado su poder con base en algu- regidores que si bien son los artífices de las leyes
nas leyes de la ciudad]. {In octo libros Politicorum positivas están obligados a respetar las leyes supe·
Aristotelis expositio, 1, 13]. riores a las leyes positivas, como las leyes naturales,
Naturalmente una respuesta de este tipo produce que en la tradición del pensamiento medieval son
un cuestionamiento de fondo: ¿ya que las leyes ge- las leyes .de Dios ("jus naturale est quod in lege et
neralmente son puestas por quien detenta el poder, Evangelio continetur" Decretum Gratiani [1,1, en
de dónde vienen las leyes a las que deberia obedecer Migne, Patrologia latina, CLxxxvn, col. 20]), o las
el propio gobernante? Las respuestas dadas por los leyes del país, la Common law, de los juristas ingleses,
antiguos a esta pregunta abrieron dos caminos. El que es considerada una ley de la razón, a la que los
primero: por encima de las leyes puestas por los propios soberanos están sometidos. Cuando la idea
gobernantes hay otras leyes que no dependen de la del derecho natural se extenuó, Rousseau retornó el
voluntad de los gobernantes, y son las leyes natura- mito del gran legislador, del "hombre extraordina-
les, derivadas de la propia naturaleza del hombre rio", cuya f:unción es excepcional porque "no tiene
que vive en sociedad; o bien, las leyes.cuya fuerza nada de común con la autoridad humana" y debe
obligatoria proviene del estar arraigadas en lo que establecer las condiciones de un sabio y durable
es la tradición. dominio (1762, trad. it., p. 57]. Las primeras consti-
Una y otras son leyes "no escritas" o "leyes co- tuciones escritas, así la norteamericana como la
munes", como aquellas a las que obedeció Antí- francesa, nacieron bajo la insignia de la misión ex-
gona violando el mandato del tirano, o aquellas a las traordinaria de quien instaura con un nuevo cuerpo
que. obedeció Sócrates que rechazó huir de la pri- de leyes el reino de la razón interpretando las le-
sión para salvarse del castigo. El segundo: al inicio yes de la naturaleza y transformándolas en leyes
134 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 135

positivas con una constitución que brotó de un solo leyes fundamentales y su fuerza obligatoria es un
gesto de la mente de los sabios. terna que aparece en todos los escritos de los juristas
que se preocupan por fijar con normas claras y
ciertas los límites del poder del rey; son las normas
Los lírnite s internos de aquella constitución no escrita que regula las
relaciones entre gobernantes y gobernados. El rey
Esta idea recurrente del gobierno de las leyes como que viola las leyes naturales y divinas se vuelve un
superior al gobierno de los hombres puede parecer tirano ex parte exercitii; el rey que viola las normas
contraria al principio de acuerdo con el cual elprin- fUndamentales es un usurpador, o sea, un tirano ex
ceps es legibus solutus. Tal principio, derivado de un defectutituli. En fin, hay un tercer límite que más que
fragmento de Ulpiano [Digesto, r, 3, 31}, inspiró y cualquier otro es útil para distinguir la monarquía
guió la conducta de los soberanos en las monarquías real de la monarquía despótica: el poder del rey no
absolutas del continente europeo. se extiende hasta invadir la esfera del derecho pri-
El principio no quiere decir -como por rnotivos vado (que es considerado un derecho natural) salvo
polémicos de parte de los escritores liberales poste- en casos de clara y justificada necesidad. En polé-
riores, o por error, se ha creído-, que el poder del mica con la doctrina de la comunidad de bienes
príncipe no tenga límites; las leyes a las que se re- propuesta por Platón, Bodin afirma que "no hay
fiere el principio son las leyes positivas, es decir, las nada público allí donde no hay nada privado" y "los
leyes puestas por la propia voluntad del soberano, estados han sido ordenados por Dios" con el objeto
quien no está sometido a las leyes que él establece de que el Estado cuide de lo que es público y de lo
porque nadie puede dar leyes a sí mismo. Esto de que a cada cual le corresponde en su propiedad
ninguna manera excluye que esté sometido, en privada" [ibid., p. 178}.
cuanto hombre, como todos los hombres, a las leyes De diferente naturaleza es la disputa entre los
naturales y divinas. Bodin señala: "Por lo que partidarios de la monarquía absoluta, como Bodin y
hace ... a las leyes naturales y divinas, todos los Hobbes, y los simpatizantes de la monarquía limi-
príncipes del mundo están sujetos a ellas, no está en tada, moderada, temperada o regulada, como los
su poder transgredirlas, si no quieren hacerse cul- escritores ingleses que defienden la monarquía
pables de lesa majestad divina" [1576, trad. it., p. constitucional reclamándose al modelo ideal del go-
361}. Incluso otros partidarios de la monarquía ab- bierno mixto o los escritores franceses que apoyan la
soluta van más allá: el poder del príncipe no sólo resistencia de los estamentos contra el proceso de
está limitado por las leyes naturales y divinas, sino concentración y centralización de todo el poder es-
también por las leyes fundamentales del reino, tatal en las manos del rey, interpretando la monar-
como por ejemplo las leyes que regulan la sucesión quía francesa como gobierno rnixto. Para unos y
al trono, que son leyes trasmitidas, leyes consuetu- otros el poder del rey debe estar limitado no sola-
dinarias, y como tales positivas. El problema de las mente por la existencia de leyes superiores que
136 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 137

nadie pone en discusión, sino también por la exis- poder se refiere al proceso paralelo de concentra-
tencia de centros de poder legítimos como las órde- ción de las funciones típicas que son competencia de
nes o estados -el clero, la nobleza, las ciudades- con quien detenta el poder supremo en un territorio
sus órganos colegiados que pretenden tener dere- d~terminado, el poder de hacer leyes, de hacerlas
cho de deliberar en determinadas materias como la ~Jecutar y juzgar con base en ellas lo justo y Jo
imposición fiscal. Se trata de un límite que deriva de ll1JUSto. Aunque los dos procesos corran paralela-
la misma composición y organización de la sociedad mente, deben ser distinguidos porque el primero
y como tal, allí donde los estamentos tuvieron éxito tiene su mayor realización en la división del poder
como en Inglater1:-a, más fuerte que el límite puesto, legislativo entre el rey y el parlamento, como suce-
pero no impuesto, por las leyes superiores. Por lo dió primeramente en la historia constitucional in-
demás, también allí donde la resistencia de las órde- glesa; el segundo desemboca en la separación y re-
nes fue destruida, corno en Francia, que representa ciproca independencia de los tres poderes, legisla-
el prototipo de los estados absolutistas, y en general tivo, ejecutivo y judicial, que t.íene su máxíma afir-
de los grandés estados (mientras el Estado estamen- mación en la constitución escrita de los Estados
tal sobrevive principalmente en los pequeños esta- Unídos. No es casual que por encima de la famosa
dos alemanes), y el rey gobierna exclusivamente a exposición de la doctrina de la separación de pode-
través de sus funcionarios y comisarios, el proceso res hecha por Montesquieu ("Para que no se pueda
de transformación no se presenta en plenitud, y abusar del poder, es necesario que, por la disposi-
jamás logra oscurecer la idea de la monarquía con- ción de las cosas, el poder frene al poder" ¡1748,
trolada por la presencia de los cuerpos intermedios, trad. it., 1, p. 274}, la más clara y completa exposi-
que Montesquieu, tomando en cuenta a Inglaterra, ción de la doctrina se encuentra en algunas cartas
considera necesarios también par~ su propio país. Si de El Federalista, atribuidas a Madison, donde se
el respeto de las leyes superiores sirve para distin- lee que
guir el reino de la tiranía, la presencia de los cuerpos
intermedios es útil para distinguir la monarquía del Concentrar ... todos los poderes, legislativo, ejecutivo y
despotismo. No hay partidario del absolutismo que judicial en las rnisrnas manos, sean éstas la.s de muchos,
no sepa distinguir claramente el poder monárquico pocos o uno . .. puede con rnucha razón ser definido
del tiránico, de una parte, y del despótico, de otra. como la verdadera dictadura [Harnilton, Jay y Madi-
Una siguiente fase del proceso de limitación jurí- son 1787-88, trad. it., p. 370}.
dica del poder político es la que se afirma en la teoria
y práctica de Ja separación de poderes. Mientras la Contrariamente de una opinión común que los
lucha entre los estamentos y el príncipe se refiere al mismos autores deElFederalista se proponen confu-
proceso de concentración del poder del que nacie- tar, separación de poderes no quiere decir que los
ron Jos grandes estados territoriales modernos, Ja tres poderes deban ser recíprocamente indepen-
disputa entre la divisibilidad o indivisibilidad del dientes, sino que deba excluirse que quien posea
138 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 139

todos los poderes de un sector determinado posea tad. Se suele llamar "constitucionalismo" a la teoría
también todos los poderes de otro de manera que y la práctica de los límites del poder; el constitucio-
pueda subvertir el principio en el que se basa una nalismo encuentra su completa expresión en las
constitución democrática, y por tanto sea necesaria constituciones que establecen lírnites no solan1ente
una cierta independencia entre los tres poderes a formales sino también materiales al poder político,
fin de que a cada uno le sea garantizado el control bien representados por la barrera que los derechos
constitucional de los demás. fundamentales una vez reconocidos y protegi-
La última lucha por la limitación del poder polí- dosjurídicarnente elevan contra el intento y presun-
tico es la que se con1batió en el terreno de los dere- ción del detentador del poder soberano de some-
chos fundamentales del hombre y del ciudadano, ter a reglamentación cualquier acción que los indi-
comenzando por los derechos personales, ya enun- viduos o los grupos intenten emprender.
ciados en la Magna Charla (Carta Magna) de Enri-
que III ( 1225), hasta los diversos derechos de liber-
tad, religión, . opinión política, prensa, reunión y Los límites externos
asociación, que constituyen la materia de los Bill of
Rights de los estados americanos y de las Declaracio- Ningún Estado está solo. Todo Estado existe al lado
nes de los derechos del hombre y del ciudadano emanadas de otros estados en una sociedad de estados. Como
durante la revolución francesa. Cualquiera que sea las ciudades griegas, ~sí los estados contemporá-
el fundamento de los derechos del hombre, Dios, la neos. Toda forma de convivencia, incluso aquella
naturaleza, la historia, el consenso de las·personas, sin leyes del estado de naturaleza, implica límites en
ellos son considerados como derechos que el hom- la conducta de cada uno de los convivientes: límites
bre tiene en cuanto tal, independientemente del ser de hecho,, como los que cualquier individuo tiene
puestos por el poder político y que por consiguiente con respecto a todos los demás individuos en el
el poder político no solamente debe respetar smo estado de naturaleza, donde cada cual tiene tanto
proteger. Según la terminología kelseniana, estos derecho como poder (corno decía Spinoza [ 1670,
derechos constituyen límites a la validez material del cap. xv1]), pero ninguno, excepto Dios, es omnipo-
Estado. En cuanto tales son diferentes de los límites tente; o límites jurídicos, como aquellos puestos por
considerados anteriortnente, porque no tocan tanto el derecho que regula desde tiempo inmemorial las
la cantidad del poder sino su extensión. Solamente relaciones entre los estados soberanos, o ius gentiu,rn
su reconocimiento pleno dio origen a la forma de (derecho de gentes), límites que derivan de tradi-
Estado limitado por excelencia que es el Estado ciones que se han vuelto obligatorias (las costumbres
liberal y a todas las formas sucesivas que, aun reco- internacionales) o de acuerdos recíprocos (los trata-
nociendo otros derechos fundamentales, como los dos internacionales). La soberanía tiene dos caras,
derechos políticos y los derechos sociales, no vinie- una que mira hacia el interior, otra que mira hacia el
ron a menos en el respeto de los derechos de líber- exterior. En consecuencia, se encuentra con dos
140 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 141

upos de límites: los que derivan de las relaciones mente se ha dicho, porque allí donde existen esta-
entre gobernantes y gobernados, y s.on los hnntes dos más potentes, independientes o autosuficientes,
internos y los que derivan de las relac1(:nes entre los sierr1pre se ha reconocido la necesidad de un dere-
estados, y son los límites externos. Entre las d?s cho que regule sus relaciones. Cuando Pufendorf,
especies de límites hay una cier,ta correspo,ndenc1a uno de los restauradores del derecho internacional,
en el sentido de que cuanto un Estado es mas fuerte después de Alberico Gentili y Hugo Grocio, se plan-
y por tanto sin lírnites en el inter7or.'. tanto mas es tea el problema del "status imperii germanici", es
fuerte y por tanto con menores hr:i1tes en el exte- decir, si el imperio germánico sea todavía un Estado
rior; al proceso de unificación inte~1or co~responde en el pleno sentido de la palabra, lo define una "res
un proceso de ernancípación ext~r10:; rruen,tras un publica irregularis" (república_ irregular), que-
Estado logra vincular más a sus subditos, mas lo,gra riendo decir que ya no es un Estado en sentido
hacerse independiente de los otros estados. As1 ha propio, polernizando con. quienes lo conside~an un
sucedido en la formación del Estado moderno: el Estado verdadero y prop10 en la forma peculiar del
proceso de unificación d.e los poderes difusos Y el.e gobierno mixto, y al mismo tiempo es algo diferente
diversas formas en conflicto entre ellos, que carac- de una simple confederación de estados (1672, vn,
teriza la sociedad medieval, corre paralelamente al 2,15]. Ciento cincuenta años más tarde Hegel ini-
proceso de liberación del poder unificado por las ciará su escrito juvenil sobre la constitución de Ale-
dos summae potestates tendenc1almente universales mania con la misma constatación: "Alemania [en-
de la Iglesia y el imperio. C~da vez que el poder se tendiendo el imperio germánico] ya no es un Es-
vuelve más ilimitado en lo interno, lo que quiere tado" [1799-1802, trad. it., p. 12].
decir unificante, también se vuelve más ilii1:itado en Al proceso de disolución gradual del imperio al
lo externo, lo que quiere decir independ~ente. La que corresponde la formación de los estados ter:ri-
fórmula que los juristas franceses en:inc1~ron en toriales y nacionales, se contraponen procesos in-
favor de las pretensiones del rey de hanoa en. el versosde unificación paulatina de pequeños estados
siglo XIII, rex in regno suo imperator, expresa bien en uniones rnás vastas que pasan a través de la
el doble proceso: en el momento en que el rey es confederación, en la que cada Estado conserva su
emperador en su reino, el emperador ya no es ~ey independencia no obstante la unión perpetua con
en el reino ajeno. El rey y el emperador se ca~b1an los otros estados (como sucedió originalrr1ente con
las partes: lo que el rey gana el emperador lo pierde Suiza), para llegar por primera vez a la formación
(un buen ejemplo de la teoría que considera el nueva y original de los estados federales con la cons-
poder como una relación de su_ma cero). El final del titución de los Estados Unidos (1787). Mientras el
imperio corr10 pot~nc1a, es ~e~c1r, corno .ve~dadero y proceso de disolución del imperio representa un
propio Estado umversal umhcante, c'.'mc1de con el relajamiento de poder hacia los nuevos estados, el
renacimiento del derecho internacional; renaci- proceso de formación de un Estado más grande por
miento, no nacimiento u origen, como frecuente- la unión de estados pequeños significa un reforza-
142 ESTADO, PODER Y GOBIERNO ESTADO Y DERECHO 143

miento ele poder del primero sobre los segundos; lo Mundial, y la Organización de las Naciones Unidas,
que éstos ganan en fue1:za en el exter~or _uniéndose a después ele la segunda; incluso en la fórmula selec-
otros, lo pierden en independencia 1nter:ia. Lo cionada "naciones unidas'', los estados que partici-
había visto bien Montesquíeu, a cuya autoridad se paron en la formación de la nueva confederación
reclaman los autores ele E/Federalista, cuando escri- universal mostraron los antecedentes en los que se
bió el elogio ele la "república federativa:· que "al ser inspira1·on (las Provincias unidas, los Estados unidos).
capaz de resistir a las potenci~s extranjeras, puede Desde el punto ele vista ele sus relaciones exterio-
mantenerse en su grandeza s1n corTo~n1perse en el res la historia ele los estados europeos (y ahora no so-
interior" [1748, trad. it., 1, p. 238]. Umcamente a lamente europeos), es un proceso continuo ele cles-
través ele la unión federativa, la república, consicle- com posición y recomposición y, por tanto, ele
racla durante siglos, después del final ele la repú- vinculación y desvinculación de límites jurídicos. La
blica romana, una forma ele gobierno aclecuacla formación de estados independientes y nacionales
para los pequeños estados, puede volverse la forma desde el siglo pasado hasta nuestros días, primero
ele gobierno ele un gran Estado como los Estados en los Estados Unidos, luego en América Latina,
Unidos; lo que había entencl1clo Mably cuando lazo posteriormente en Europa, para terminar en los
el elogio ele la república federal americana en las países del Tercer Mundo mediante el proceso ele
Obsernacíones sobre el gobierno y las leyes de los Estados descolonización, algunas veces se presenta por des-
Unidos de América (1784). La fuerza sugestiva ele la composición de estados más grandes y otras por
icleafeclerativa, es decir, del modelo ele una repú- recomposición de estados pequeños; pero siempre
blica grande que se forma a través ele la agre~ación la recomposición tiende a reforzar los límites inter-
ele pequeños estados, es tal que hace plausible la nos, rnientras la descornposición tiende a relajar los
idea ele una república federativa universal que al límites externos. l.a tendencia actual hacia la formaM
abrazar a todos los estados existentes haga practica- ción de estados o de constelaciones de estados cada
ble de nuevo el ideal universalista del irr1perio, si vez más graneles (las llamadas superpotencias) im-
bien bajo un proceso contrario, no ya descendente plica un aumento ele los límites externos de los esta-
de arriba hacia abajo sino ascendente de abajo hacia dos que son absorbidos en el área más grande (los
arriba. La república universal ele los Estados confc- estados satélites) y una disminución ele los límites
cleraclos, propuesta por Kant en su Paz perpetua externos del super-Estado. Cuando se llegase a la
(Zum ewigen Frieden, 1796), representa una verda- formación del Estado universal, éste solamente ten-
dera y propia alternativa que puede llamarse demo- dría límites internos y ya no límites externos.
crática por su inspiración y por sus posibles desarro-
llos, a la idea medieval del imperio universal. Desa-
rrollos, si bien parciales, ele esta república universal
contrapuesta al imperio universal hai: sido la Socie-
clacl ele Naciones después ele la primera Guerra
144 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 145

6. LAS FORMAS DE GOBIERNO tivo, al ser menos relevante la diferencia entre una
asamblea de notables y una asamblea popular, por-
que ambas, a diferencia de la mon¡¡,rquía donde la
Tipologías clásicas voluntad de uno solo es ley, deben adoptar algunas
reglas, como el principio de mayoría, para llegar a la
En la teoría general del Estado se distinguen, aun- formación de la voluntad colectiva. Montesquieu
que no sea siempre neta la línea de demarcación, las regresa a una tricotomía, pero diferente de la aristo-
formas de gobierno de los tipos de Estado. En la télica: monarquía, república, despotismo. Diferente
tipología de las formas de gobierno se tom.a en en el sentido de que combina la distinción analítica
cu en ta más la estructura de poder y las relaciones de Maquia.velo con la axiológica tradicionál en
entre los diversos órganos a los que la constitución cuanto define el despotismo como el gobierno de
asigna el ejercicio del poder; en la tipología de los uno solo pero "sin leyes ni frenos", en otras palabras
tipos de Estado se toma rr1ás en cuenta las relaciones como la forma degenerada de la monarquía. Ade-
de clase las relaciones entre el sistema de poder y la más Montesquieu agrega un nuevo criterio de dis-
sociedad subyacente, las ideologías y los fines de tinción, el criterio con base en los "principios", o sea,
carácter histórico y sociológico. con base en lo.s diferentes resortes (ressorts) que in-
Las tipologías clásicas de las formas .<le gobierno ducen a los sujetos a obedecer: el honor en las mo-
son tres: la de Aristóteles, la de Maqmavelo y la de narquías, la virtud en las repúblicas, el miedo en el
· Montesquieu. Se remonta a laPolític~ de Aristótele~, despotisrno. Este criterio hace pensar en las diferen-
en particular a los libros rn y IV, el ex.ita extraordi- tes formas de poder legítimo de acuerdo con We-
nario de la clasificación de las consntuc1ones con ber. Weber corno Montesquieu (pero sin alguna
base en el número de gobernantes: monarquía o influencia directa) ubica los diferentes tipos de
gobierno de uno, aristocracia o gobierno de pocos y poder distinguiendo las diferentes posibles posicio-
democracia o gobierno de muchos, con la conse- n;s de l(~S gobernados frente a los gobernantes; la
cuente duplicación de las formas corruptas, por lo d1ferenc1a entre uno y otro radica en el hecho de
que la monarquía degenera en tiranía, la aristocra~ que Montesquieu se preocupa por el funciona-
cia en oligarquía, la '1TOJ..creia (que es el nombre que miento de la máquina del Estado, Weber por la
Aristóteles le asigna a la forma buena del gobierno capacidad de los gobernantes y sus aparatos para
de muchos) en democracia. Maquiavelo en el Prín- obtener laobediencia. La novedad de la tipología de
cipe las reduce a dos, monarquía y república, ubi- Montesqu1eu con respecto a las dos anteriores de-
cando en el género de las repúblicas tanto a las pende de la introducción de la categoría del despo-
aristocráticas como a las democráticas, con base en tismo, hecha necesaria por la exigencia d~ dar más
la consideración de que la diferencia esencial está espacio al mundo oriental para el que la categoría
entre el gobierno de uno solo, de una persona física, del despotismo había sido elaborada por los anti-
y el gobierno de una asamblea, de un cuerpo colee- guos.
146 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 147

En el siglo xrx obtiene un éxito particular la tipo- puras o ideales de gobierno, la autocracia y la demo-
logía de Montesquieu que es utilizada por H.egel cracia. Anteriorrnente se había visto la forma en que
para delinear el curso histórico de la bumamdad ya Maquiavelo había reducido a dos las formas clási-
que habría pasado de una fase primitiva de despo- cas de gobierno; pero la tipología rnaquiaveliana
tismo correspondiente al nacirniento de los grandes resulta de la unificación de la aristocracia y de la de-
estados orientales, para luego llegar a la época de las mocracia en la {Jrma de la república, mientras la
repúblicas, democrática en Grecia, aristocrática en kelseniana proviene de la unificación de la monar-
Roma, y terminar con las monarquías cristiano- quía y de la aristocracia en la forma de la autocracia.
germánicas que caracterizan la época moderna. A Naturalmente Kelsen tiene cuidado de precisar que
pesar de las correcciones e innovaciones subsecuen- ningún Estado existente corresponde en sentido
tes la tipología tradicional no pierde nada de su estricto a las dos definiciones, la autocracia y la
prestigio, y también es retomada en los tratados de democracia, definidas así siendo forrnas puras. A
derecho público, si no como punto de llegada sí ello pueden corresponder solarnente expresiones
como punto de partida obligado de toda discusión ideológicas de una y otra. Cuando Hegel define el
sobre el tema (por ejemplo en la Teoría de la constitu- despotismo oriental como el régim~n en el que ~n?
ción de Schmitt [1928]). solo es libre (el déspota), proporciona una def1m-
La única innovación interesante es la que in tro- ción correcta de la forma de gobierno autocrática en
duce Kelsen, quien, partiendo de la definición del el sentido kelseniano; así la república roussoniana
Estado como ordenamiento jurídico, critica como corresponde perfectamente a la forma democrática
superficial la tipología aristotélica basada en un en la que mediante la formación de la voluntad
elemento extrínseco como el número, por tanto sos- general se lleva a cabo el principio del pueblo que se
tiene que la única rr1anera rigurosa para distinguir da leyes a sí mismo.
una forma de gobierno de otra consiste en conocer
el diverso modo en el-que una constitución regula la
producción del ordenamiento jurídico. Estos M anarquía y república
modos no son tres sino dos: el ordenamiento jurí-
dico puede ser creado (y continuamente modifi- La distinción que resistió rnás el tiempo, aunque
cado) o desde arriba o desde abajo: desde arriba, llegó cada vez más extenuada hasta nuestros días, es
cuando los destinatarios de las normas no partici- la de monarquía-república, de Maquiavelo. Más ex-
pan en la creación de las mismas; desde abajo, tenuada porque con la caída de la mayor parte de los
cuando sí participan. Reclamándose a la distinción gobiernos monárquicos, después de la primera y de
kantiana entre normas autónomas y heterónornas, la segunda Guerras Mundiales, corresponde siem-
Kelsen llama a la primera forma de producción pre menos a la realidad histórica. La tradicional
heterónoma, a la segunda autónorna. A estas dos relación entre la monarquía y la república en los
formas de producción corresponden dos formas últimos cincuenta años ha cambiado completa-
148 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 149

mente: el gran Estado territorial moderno nace, monarquía y mitad república. No por casualidad
cTece y se consolida como Estado monárquico; es el Hegel conternpla en la monarquía constitucional de
regnum no contrapuesto a la res publica sino a la su tiempo. la nueva encarnación del gobierno mixto
civitas. Los grandes escritores políticos que con sus de los anuguos. Al llegar a este punto la distinción
reflexiones contribuyeron a dar cuerpo a una ver- entre la monarquía y la república se diluye tanto que
dadera y propia doctrina del Estado moderno son en los tratados de derecho constitucional que toda-
preponderanternente partidarios de la monarquía, vía la utilizan es inútil encontrar un criterio convin-
Bodin, Hobbes, Vico, Montesquieu, Kant y Hegel. cente de distinción entre una y otra. Cuando Ma-
En tres escritores como Vico, Hegel y Montesquieu, quiavelo escribía que todos los estados son princi-
que con el paso de una forma de gobierno a otra pados o rep.úblicas: presentaba una afirmación que
constituyen su filosofía de la historia y su teoría del correspond1a perfectamente a la realidad de su
progreso, la monarquía representa la forma de go- tiempo y distinguía lo que en realidad era diferente:
bierno de los modernos, la república la de los anti- la monarquía de Francia de la república de Venecia.
guos, o bien, en la época moderna, la forma de La misma distinción repetida hoy constriñe la reali-
gobierno adecuada para los pequeños estados. La dad en un esquema inadecuado si no incluso de-
primera república que después de la de Roma nace formante porque distingue lo que no es fácilmente
en un territorio vasto, la república federal de las distinguible: por ejemplo la monarquía inglesa de la
trece colonias americanas, se da una constitución república italiana.
que es concebida a imagen y semejanza de una cons- Una .vez que se han difundido progresivarnente
titución monárquica, en la que el jefe de Estado no los gobiernos caracterizados por la distinción (si no
es hereditario sino electivo. También por otra ra- precisamente separación) entre el poder del go-
zón, esta vez conceptual y no histórica, la distinción bierno propiamente dicho y el poder legislativo, el
entre la monarquía y la república pierde poco a un1co cr1ter10 adecuado de distinción se ha vuelto
poco cualquier relevancia porque pierde su signifi- aquel que pone en evidencia la diferente relación
cado original. En un primer momento monarquía entre los dos poderes, independientemente del
es el gobierno de uno solo, república, en el sentido hecho de que el tiv1lar de uno de los dos poderes sea
maquiaveliano de la palabra, el g·obierno de mu- un rey o un presidente de la república. Ya Kant
chos, o con más precisión de una asamblea. Hoy, ll~ma forma republicana a aquella en la cual rige el
después de que en las monarquías, comenzando por prmc1p10 de la separación de poderes, a unque el ti-
la Iglesia, el peso del poder se desplaza del rey al tular del poder del gobierno sea un monarca. De
parlamento, la monarquía, que se vuelve primero tal manera "república" adquiere un nuevo signifi-
constitucional y luego parlamentaria, se ha trans- cado, que ya no es el de Estado en general, y tam-
formado en una forma de gobierno diferente de poco el de gobierno asambleario contrapuesto al
aquella para la cual la palabra había sido acuñada y gobierno de uno solo, sino es el de una forma de go-
usada durante siglos: es una forma mixta. mitad bierno que tiene una cierta estructura interna,
150 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 151

incluso compatible con la existencia de un rey. L~ acumulado en las democracias modernas y también
diferente relación entre los dos poderes ha consti- en los estados no democráticos dentro de los parti-
tuido el criterio para la distinción ahora común dos políticos, sea por el proceso de democratización
entre la forma ele gobierno presidencial y la parla- que ha hecho necesaria la agregación ele las deman-
mentaria: la primera es aquella en la que rige una das provenientes de la sociedad, sea por la forma-
neta separación entre poder del gobierno y poder ción ele las sociedades de masas en las que sólo los
de bacer las leyes, separación basada en la elección partidos, o también el partido único, logran expre-
directa del presidente de la república, que también sar una voluntad y una orientación política. Hoy
es jefe de gobierno, y en la responsabiEclad de los ninguna tipología de las formas de gobierno puede
miembros del gobierno frente al presidente de la dejar de tomar en cuenta el sistema ele partidos, es
república y no frente al parlamento; la segunda es decir, la manera en que están dispuestas y colocadas
aquella en la que más que separación hay un juego las fuerzas políticas ele las que el gobierno torna
completo de poderes recíprocos entre el gobierno y vida; el sistema ele pan.idos influye en la constitu-
el parlamento basado en la distinción entre jefe de ción formal hasta alterar su fisonomía. Desde hace
Estado y jefe de gobierno, en la elección indirecta tiempo Duverger observó que el sistema ele partidos
del jefe de Estado ele parte del parlamento y en la influye particularmente en el régimen de Ja separa-
responsabilidad del gobierno frente al parlamento ción ele poderes. Un sistema bipartidista perfecto
que se expresa mediante el voto de confi;;lnza o de como el inglés, en el que únicamente hay dos parti-
desconfianza. Entre estas dos formas puras existen dos con vocación mayoritaria que se alternan en el
rnuchas forrnas intern1edias: baste pensar en la gobierno y en el que por costumbre el líder del par-
quinta república francesa, instaurada en 1958, re- tido está destinado a ser el jefe de gobierno si su
pública presidencialsuigeneris, que ha conservado la partido gana las elecciones, acerca la forma ele go-
figura del presidente del consejo dífrrente ele la del bierno parlamentaría a la presidencial en cuanto el
presidente de la república. Pero no tiene caso dete- primer ministro es electo, si bien indirectamente
nernos a describirlas detalladamente, además por- por los ciudadm1os, los cuales en el 1nomento mismo
que la distinción común entre gobierno presidencial en el que seleccionan al partido también eligen al
y gobierno parlamentario, por el hecho de ser pu- priiner 1ninistro. Un sistema monopartidista, cual-
ramente formal, construida sobre los mecan1srnos quiera que sea la constitución formal, da origen a
con los que debería funcionar el sistema de los po- una forrr1a de gobierno en la que el rnáximo poder
deres constitucionales más que en su operación está concentrado en el comité de partido y su secre-
efectiva, ha siclo poco a poco suplantada por tipolo- tario a despecho de todos los órganos colegiados y
gías más atentas a la relevancia ele los poderes reales populares previstos por la constitución, tan es así
aunque informales. que hoy la distinción tradicional entre despotismo y
La mayor cantidad de poder político real aunque democracia pasa entre siste1na monopartidista y sis-
no siempre reconocido forrnalmente es el que se ha tema no monopartidista (que a su vez puede serbio
152 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 153

multipartidista). También hay difrrencias e~tre sis- Gaetano Mosca, como el conjunto de las personas
temas bipartidistas y multiparud1stas, segun s1 el que detentan efectivamente el poder político, o,
sistema multipartidista esté polarizado (o sea con según la expresión introducida y hecha popular por
dos partidos extremos e~t.rasistema, ~la izquierda y Wright Milis, la élite del poder, se pueden tener
a la derecha) o no polanzado, es decir, con muchos nuevas tipologías diferentes de las tradicionales ydc
partidos, pero todos intrasistérnicos. T.ambién a9~í las comunes en el derecho público. Una vez admi-
las variaciones son muchas y no es posible (y qutza tido, como sostiene Mosca, que el gobierno en toda
también inútil en este lugar) tomar en cuenta todas. organización política pertenece a una rninoría, las
Para mostrar la n1anera en la que se dio la sobre- formas de gobierno ya no pueden ser distinguidas
posición entre la distinción clásica de las formas. de con base en el viejo criterio del nú znero de gober-
gobierno y la distinción de los s.1stema.s de parudo nantes: desde este punto de vista todos los gobier-
nos limitaremos aquí a citar la tipologia pr<_:>puesta nos son oligárquicos. Pero que todos los gobiernos
por un constit ucionalista sensible a la n~ce.s1dad de sean oligárquicos no irnplica que no se pueda distin-
considerar los problemas del derecho pubhco no de guir un gobierno de otro. Permaneciendo firme el
manera rígidamente formalista: gobierno parla- principio de la necesidad de una clase política, las
mentario con bipartidismo rígido, gobierno ¡iarla- diversas formas de gobierno pueden distinguirse
mentario con multipartidismo moderado, gobierno con base en la diferencia con respecto a la formación
parlarnentario con rnu_lt! partidismo exasp.erad~, y organización de la clase política. Por lo que hace a
gobierno presidencial [Eha, 1970, l.'· 642], eymph- la formación, Mosca distingue clases cerradas y cla-
ficados respectivamente por el gobierno parlamen- ses abiertas, en referencia a la organización clases
tario inglés, por el de las llamadas "pequeñas demo- autocráticas cuyo poder viene de arriba y clases de-
cracias", excepto Suiza (como las monarquías es- mocráticas cuyo poder viene de abajo; de la com-
candinava, belga y holandesa, la républica aus- binación de las distinciones resultan cuatro forrnas
triaca), por la república italiana, por el gobierno de de gobierno, a1·istocrático respecto a la formación y
los Estados Unidos. Suiza es un caso especial C(Jn su detnocrático respecto a la organización, etcétera; en
forma de gobierno directoria!, caracterizada por el cambio, a la noción de élite del poder se refiere la
consejo federal que es electo por el parlamento, distinción introducida por Schumpeter entre go-
pero no es responsable frente a él, compuesto por biernos democráticos en los que suelen existir mu-
siete miembros que duran en el cargo cuatro anos, chas élites en competencia para acceder al gobierno
de los cuales cada uno es presidente por un año. y gobie;-nos autocráticos en los que persiste el mo-
nopolio del gobierno de parte de una sola y exclu-
Otras ti:pologias siva élite.
Tomando como punto de referencia ya no la clase
1"omando como criterio de distinción no el partido política sino el sistema político entendido como el
sino la clase política, entendida. de acuerdo con conjunto de las relaciones de interdependencia
154 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE GOBIERNO 155

entre los diversos entes que juntos contribuyen a opinión según la cual "la mejor constitución debe
desempeñar la función de mediación de los conflic- ser una combinación de todas las constituciones" y
tos, de cohesión del grupo y de defensa frente a los por eso es exaltada la de Esparta porque en ella la
otros grupos, se pueden construir otras tipologías: autoridad real constituiría el elernento monárquico,
una de las n1ás conocidas es la propuesta por Al~ la de los gerontes el elemento oligárquico y los éfo-
mond y Powell que distingue los sistemas políticos ros el elemento dernocrático en cuanto éstos pro-
con base en los dos criterios de la diferenciación de vienen del pueblo (Política, 1265 b, 35]. Cuando
los roles y la autonomía de los subsistemas. Colo- expone su teoría de las formas de gobierno describe
cando las dos características en una escala que va de la 1TOAiTEÍ«, forma buena del gobierno popular,
abajo hacia arriba se identifican cuatro tipos ideales como "una mixtura de oligarquía y de democracia"
de sistema político: a) con baja diferenciación de los ¡1293 b, 35}. La más completa teoría del gobierno
roles y baja autonomía de los subsistemas, como las mixto es la que expone Polibio en las Historias, allí
sociedades primitivas; b) con baja diferenciación de donde el relato de los acontecimientos de la segunda
los roles y alt~ autonomía de los subsistemas, como guerra púnica es interrumpido por una presenta-
la sociedad feudal; e) con alta autonomía de los ción de la constitución rornana, como el ejemplo
subsistemas y baja diferenciación de los roles, como más autorizado de gobierno mixto donde los cónsu-
las grandes monarquías nacidas de la disolución de les representan el principio monárquico, el senado
la sociedad feudal; d) con alta diferenciación de los el oligárquico y los comicios del pueblo el democrá-
roles y alta autonomía de los subsistemas, como los tico. La razón por la que el gobierno mixto es supe-
estados dernocráticos contemporáneos. rior a todos los demás radica en el hecho de que, de
acuerdo con Polibio, "cada órgano puede obstaculi-
zar a los otros o colaborar con ellos" y "ninguna de
E,'l gobierno mixto las partes excede su competencia y sobrepasa la
proporción" {VI, 18); ésta es una razón que anticipa
Nada muestra mejor la vitalidad de la tipología tra- por siglos la famosa teoría del equilibrio de poderes
dicional que la continuidad de la teoría del gobierno (balance of' powers) que será uno de los principales
mixto, de acuerdo con la cual la mejor forma de argurnentos de los partidarios de la rnonarquía
gobierno es la que resulta de una combinación de las constitucional en polémica con los defensores de la
tres o de las dos (según la tipología de que se trate) monarquía absoluta. También Cicerón en De re pu-
formas de gobierno puras. Platón, en las Leyes, des- blica (1,29,45}, sostiene que la forma de gobierno
pués de haber dicho que ·monarquía y democracia "moderatum et permixtum" es superior a estas tres
son las madres de todas las demás formas de go- formas de gobierno. En la época moderna la doc-
bierno agrega: "Es obligatorio y necesario partici- trina del gobierno mixto sirve para exaltar la exce-
par de ambas si deberá existir la libertad y la con- lencia de la constitución inglesa frente a la monar-
wrdia inteligente" (693 dJ. Aristóteles presenta la quía francesa y en general frente a todo gobierno
156 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 157

que quiere ser alabado; gobie.rno mixto es l~ repú~ Guerra Mundial, uno de los periodos de mayor
blica de Venecia o la república de Florenua para rransformación constitucional que la historia haya
quien propone una U· otra corno la forrr1a ideal de conocido, c:arl Schmitt sostiene que las constitucio-
gubierno o por lo menos corno la forma que debe ser nes del moderno Estado de derecho burgués son
imitada sobre cualquiera otra. . , rnixtas porque en ellas están siempre unidos y rn~z­
Teóricos del absolutismo, es decir, de un Estado clados diversos principios y elementos (democraoa,
que no conoce ni rec.o.noce entes in.termedios, ~orno monarquía y aristocracia) y en cuanto tales confir-
Bodin y Hobbes, cnucan la doctrina del gobierno man una antigua tradición según la cual el ordena-
mixto por la misma razón por la que sus part1danos miento público ideal descansa en una_ unión y i:ie~­
la sostienen: la distribución del poder soberano en da (Verbindung und Mischung) de los diversos pnno-
órganos diferentes y distintos tiene como efecto el pios políticos [l 928, p. 202]. La teoría del gobierno
peor de los inconvenientes que pueden llevar un mixto ocupa un lugar de 1mportanua en la obra de
Estado a la ruina, la inestabilidad, precisamente la Gaetano Mosca, quien, ~1 concltnr su Historia -~e las
inestabilidad que Polibio consideraba como el carác- doctrinas políticas [1933], y portan to como conhr"!a-
ter común de' las formas puras destinadas a carnbiar ción de su teoría de las formas de gobierno, escnbe
continuamente una por otra y que sólo la combina~ que del estudio objetivo de la historia se puede
ción de las tres formas habría podido detener. sostener que los mejores regírnenesi y por "mej~res
Mediante la idealización que Montesquieu hace regímenes" entiende aquellos que han temdo
de la monarquía inglesa, en la que ve r~alizado el mayor duración (una vez más el valor de una ~onst1-
principio de _la_ ;eparación de poderes. -s1 !nen bajo mción reside en su estabilidad), son los gobiernos
una transpos1uon del s1gmf1cado genumo de la doc- mixtos, donde por "gobiernos mixtos" entiende no
trina, en cuanto una cosa es la cornbinación de las sólo aquellos en los que son combinados los diversos
u·es formas de gobierno y otra la separación de los principios sino también aquellos en los gue el poder
tres poderes-, es interpretada como forrna rruxta de religioso está separado del poder laico y _el po-
1nonarquía constitucional que se vuelve el modelo der económico está separado del poder poht1co.
universal de Estado después de la revolución fran-
cesa por lo menos durante un siglo. Es significativo
el hecbo de que Hegel después de haber subrayado 7. LAS FORMAS DE ESTADO
la insuficiencia de las tres forrnas antiguas para
comprender la monarquía moderna afirme que
a
ahora "se han reducido momentos de la monar- F armas históricas
quia constitucional, el monarca es uno, con el poder
gubernamental intervienen los pocos y con el poder le- Siendo muchos los elementos que se toman en
gislativo se presenta la mayoría en general" ¡1821, cuenta para distinguir las formas _de Estado, espe-
.rad. it., p. 237]. Todavía después de la pnmera cialmente en referencia a las relaciones entre la
T
158 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 159
1
organización política y la sociedad o bien en refe- a los individuos que tienen la misma posición social,
rencia a las diversas finalidades que el poder político precisamente los estamentos, y en cuanto tales de-
1
organizado persigue en las diferentes épocas histó- tentadores de derechos y privilegios que hacen valer
ricas y en las diversas sociedades, las tipologías de las frente a quienes tienen en sus manos el poder sobe-
formas de Estado son tan variables ycan1biantes que 1 rano mediante asambleas deliberantes como los par-
hacen difícil, y quizá inútil, su exposición completa. lamentos. Se debe sobre todo a Otto Hintze la dis-
Para poner un poco de orden en una materia tan tinción entre estados con dos asambleas como Ingla-
rica y controvertida se pueden distinguir las dife- terra, la Cámara de los Lores que abarca al clero y la
rentes forrnas de Estado con base en dos criterios nobleza, y la Cámara de los Comunes que com-
principales, el histórico y el referente a la mayor o prende a la burguesía, y estados estamentales con
menor expansión del Estado frente a la sociedad tres cuerpos diferentes, respectivamente el clero, la
(un criterio que también incluye el basado en las nobleza y la burguesía, como Francia. Mas la forma-
diversas ideologías). ción de instituciones que representan intereses de
(::On base en el criterio histórico la tipologia más grupo, que hacen contrapeso a la potencia del prín-
común y acréditada entre los historiadores de las cipe, es común a todos los estados europeos. El
instituciones es aquella que propone la siguiente rontraste entre los estamentos y el príncipe, espe-
secuencia: Estado feudal, Estado estamental, Es- cialmente para establecer quién tiene el derecho de
tado absoluto y Estado representativo. La configu- ímposición fiscal, constituye gran parte de la histo-
ración de un Estado estamental, interpuesto entre el ria y del desarrollo del Estado moderno en el paso
Estado feudal y el Estado absoluto, se remonta a del tipo extensivo al intensivo de conducción polí-
Otto von Gierke y a Max Weber, y después de éste tica (otra distinción de Hintze), entre el final del
ha sido retomada por historiadores de las institu- medievo y el inicio de la época moderna. Pero in-
ciones sobre todo alemanes. E:n los Elementos de cien- cluso allí donde el Estado estamental no se trans-
ci<z política, de Mosca [ 1896], todavía campeaban los forma directamente en t:stado parlamentario,
dos tipos ideales del Estado feudal, de un lado, como en Inglaterra, o no sobrevive hasta después de
caracterizado por el ejercicio acumulativo de las la revolución francesa y más allá, corno en los esta-
diversas funciones directivas de parte de las mismas dos alemanes (la monarquía constitucional de Hegel
personas y por la disgregación del poder central en es la idealización de esto), a excepción de Prusia,
pequeños núcleos sociales, y de otro, el Estado bu- una línea neta de dernarcación entre el Estado es-
rocrático caracterizado por una progresiva concen- tamental y la monarquía absoluta no es siempre fácil
tración y al mismo tiempo por la especialización de de traZ?r. Ninguna monarquía se vuelve tan abso-
las funciones de gobierno, también progresiva. Por luta, corno se ha señalado en repetidas ocasiones,
"Estado estamental" (Stándestaat) se entiende la or- que haya suspendido toda forma de poder ínter-
¡;anización política donde se han venido formando . medio (el Estado absoluto no es un Estado total). La
órganos colegiados, los Stiinde o estados, que reúnen idea de una monarquía moderada tiene una larga
160 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

vida; los partidarios de una monarquía reglée, como


T LAS FORMAS DE ESTADO

juridica se presumen aceptadas y toleradas por el


161

Claude de Seyssel, al inicio del siglo XV!, son los rey que no las ha abrogado expresamente), el poder
representantes de la idea de una monarquía contro- jurisdiccional, el poder de usar la fu~za al interior y
lada por el poder de las órdenes, así como en la al exterior excluyendo a cualquier otro, en fin el
teoría de las formas de gobierno; propuesta por pader de imponer tributos, son atribuidos por de-
Montesquieu, la monarquía se distingue del despo- recho al soberano por los juristas y ejercidos de
tismo porque el poder monárquico está balanceado hecho por el rey y los funcionarios que dependen
por los cuerpos intermedios. También para Hegel, directamente de él. Por centralización se com-
mientras el déspota ejerza su poder sin intermedia- prende el proceso de eliminación o de desautoriza-
rios, "el monarca puede no ejercer inn:ediatamente ción de ordenamientos jurídicos inferiores, como
todo el poder del gobierno, per? confiar una p_arte las ciudades, las corporaciones, las sociedades parti-
del ejercicio de los poderes particulares a colegios y culares, las cuales sobreviven no ya como ordena-
iambién a clases del reino" (1808-12, trad. it., pp. mientos originales y autónomos sino como ordena-
51-52]. El Estado estamental, como forma interme- mientos derivados de una autorización y por la tole-
dia entre el Estado feudal y el Estado absoluto se rancia del poder central. En un capítulo del Leviatán
distingue del primero, por una gradual .i?stitucio- de Hobbes [1651, trad. it., pp. 219 ss], en el que
nalización de los contrapoderes y tambien por la normalrnente no se pone atención, dedicado a las
transformación de las relaciones personales, pro- sociedades parciales, se lee que de los sistemas regu-
pias del sistema feudal, en relaciones entre institu- lares los únicos absolutos e independientes, es decir,
ciones; de un lado la asamblea del estamento, de no sujetos a nadie más.que a sus representantes, son
otro el rey con su aparato de funcionarios que allí los estados: todos los demás, desde las ciudades
donde terminan por tener éxito dan origen al Es- hasta las sociedades comerciales, son independien-
tado burocrático caracte1istico de la monarquía ab- tes, esto es, subordinados del poder soberano y legí-
soluta; la diferenciación del segundo radica en la timos sólo en cuanto son reconocidos por él.
presencia de una contraposición de po~leres en con-
flicto continuo entre sí, que el adven1mento de la
monarquía absoluta tiende a suprimir. . El estado representativo
La formación del Estado absoluto se da mediante
un doble proceso paralelo de concentración y cen- Con el advenimiento del Estado representativo,
tralización del poder sobre un determmado territo- primero bajo la forma de monarquía constitucional
rio. Por concentración se entiende aquel proceso a y luego parlamentaria, en Inglaterra después de la
través del cual los poderes ejercen la soberanía; el "gran rebelión", en el resto de Europa después de la re-
poder de dictar leyes válidas para toda la colectivi- volución francesa, y bajo forma de república pre-
dad (a tal punto que las costumbres son conside~a­ sidencialista en los Estados Unidos después de la
das derecho válido sólo en cuanto por una ficc10n revuelta de las trece colonias contra la madre patria,
162 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

se inició una cuarta fase de la transformación del


T
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!
LAS FORMAS DE ESTADO

a través de los iusnaturalistas, luego también prác-


163

Estado, que dura hasta hoy. Mientras en Inglaterra tico y político mediante las primeras Dec/aracúmes de
el Estado representativo nace a continuación del los derechos, representa la verdadera, y propia revo-
Estado feudal y del Estado estamental mediante la lución copernicana en la historia de la evolución de
guerra civil y la "revolución gloriosa" de 1688, en la las relaciones entre gobernantes y gobernados: el
Europa continental nace sobre las ruinas del absolu- Estado ya no considerado ex parte principis sino ex
tismo monárquico, Como el Estado estamental, parte populi, El individuo es primero que el Estado;
también el Estado representativo se afirma, por lo el individuo no es para el Estado sino el Estado para el
menos en un primer momento, como el resultado individuo. Las partes son primero que el todo y no
de un compromiso entre el poder del príncipe cuyo el todo primero que las partes (como en Aristóteles y
principio de legitimidad es la tradición y el poder de Hegel). El presupuesto ético de la representación de
los representantes del pueblo (donde por "pueblo" los individuos tomados singularmente y no por
se entiende inicialmente a la clase burguesa), cuyo grupos de interés, es el reconocimiento de la igual-
principio de legitimidad es el consenso. La diferen- dad natural de los hombres; todo hombre cuenta
cia del Estado representativo con respecto al Estado por sí mismo y no en cuanto rniembro de éste o de
estamental radica en el hecho de que la representa- aquel grupo particular.
ción por rangos o corporativa (hoy se diría repre- Que la igualdad natural de los hombres sea el
sentación de intereses) es sustituida por la represen- postulado ético de la democracia representativa,
tación de los individuos (en un primer momento llamada por sus adversarios atornística, no quiere
rolo los propietarios) a los que se les reconocen decir que de hecho los estados representativos la
derechos políticos, Entre el Estado estamental y el hayan reconocido desde el principio, El desarrollo
Estado absoluto de una parte, y de otra, el Estado del Estado representativo coincide con las fases su-
representativo cuyos sujetos soberanos ya no son ni cesivas de la ampliación de los derechos políticos
el príncipe investido por Dios, ni el pueblo como hasta el reconocimiento del sufragio universal mas-
sujeto colectivo e indiferenciado -una mera ficción culino y femenino; el cual, por lo demás, haciendo
jurídica· que deriva de los juristas romanos y necesaria la constitución de partidos organizados,
medievales-, está el descubrimiento y la afirmación modificó profundamente la estructura del Estado
de los derechos naturales del individuo, de dere- representativo, a tal punto que provocó un can1bio
chos que todo individuo tiene por naturaleza y por sensible en el propio sistema de representación que
ley, y que, precisamente porque son originarios y no ya no es de los individuos, sino que está permeada
adquiridos, todo individuo puede hacer valer con- por asociaciones poderosas que organizan las elec-
tra el Estado recurriendo incluso al remedio ex- ciones y reciben una delegación en blanco de los
tremo de la desobediencia civil y de la resistencia, El electores. Mientras en un sistema político represen~
reconocimiento de los derechos del hombre y del tativo con sufragio restringido los individuos son los
ciudadano, en una primera instancia sólo doctrinal que eligen un individuo (especialmente bajo elec-
ESTADO, PODER Y GOBIERNO
T
!
LAS FORMAS DE ESTADO
164 165

ciones conducidas por el colegio uninominal), y los cedimiento para la formación de una voluntad co-
partidos se forman dentro. del parla~1ento, en el lectiva es la regla de la mayoría); pero terminan por
sistema político representativo con sufragio univer- tener un valor puramente formal de ratificación de
sal los partidos se forman fuera del parlamento y los decisiones tomadas en otro lugar mediante el pro-
electores seleccionan un partido más que una per- cedimiento de la contratación.
sona (especialmente bajo el sistema proporcional). Con base en la teoría de los juegos, una delibera-
Esta alteración del sistema de representación ha ción tomada por mayoría es el efecto de un juego
llevado a la transformación del Estado representa- cuyo éxito es a suma cero; una deliberación tomada
tivo en Estado de partidos en el que, como en el mediante un acuerdo entre las partes es el efecto de
Estado estamental, los sujetos políticos relevantes ya un juego cuyo éxito es a suma positiva. Con la pri-
no son los individuos sino los grupos organizados, mera lo que la mayoría gana lo pierde la minoría,
aunque no organizados con base en los intereses de con la segunda ambas partes ganan alguna cosa
rango o corporativos sino intereses de clase o pre- (desde el momento en que el compromiso es posible
suntamente generales. Ya Max Weber había s:ña- únicamente cuarldo los dos socios consideran, exa-
lado que, allí donde se confrontan grupos de mt~­ minados todos los pros y contras, obtener algún
rés, el procedimiento normal p~ra alcanzar las deci- beneficio). En nuestras sociedades pluralistas cons-
siones colectivas es el compromiso entre las partes y tituidas por grandes grupos organizados, en con-
no la regla de la mayoría que es la regla de oro para flicto entre sí, el procedimiento de la contratación
la formación de decisiones colectivas en cuerpos sirve para mantener en equilibrio al sistema más que
constituidos por sujetos que se consideran inicial- la regla de la mayoría, el que, dividiendo a los con-
mente iguales. Weber hizo esta observación a prn- tendientes en dos grupos: vencedores y vencidos,
pósito del Estado estamental. Ahora cada qmen permite el reequilibrio del sistema solamente allí
puede constatar lo qu~ esta observación valga tam- donde se le permite a la minoría convertirse a su vez
bién para los actuales sistemas de parudo, en los que en mayoría.
las decisiones colectivas son el fruto de negaciones y
acuerdos entre los grupos que representan fuerzas
sociales (los sindicatos) y fuerzas políticas (los parti- /..,os estados socialistas
dos) más que de votaciones en asambleas donde rige
la regla de la mayoría. De hecho, estas votaciones se La últin1a fase de la secuencia histórica anterior-
efectúan para cumplir con el principio constitucio- mente descrita ciertamente no agota la fenorneno-
nal de acuerdo con el cual en el Estado representa- logía de las formas de Estado que hoy existen. Más
tivo moderno los sujetos políticamente relevantes aún: la mayor parte de los estados que constituyen
son los individuos y no los grupos (y allí donde los actualmente la comunidad internacional se sustraen
órganos capaces de tomar decisiones obligatorias a tal fenomenología si bien más de facto que de jure.
para toda la colectividad son las asambleas, el pro- Incluso las dictaduras militares, los estados despóti-
1

1
166 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 167

cos gobernados por jefes irresponsables, los estados que por lo menos era una fórmula histórica y doc-
de nueva formación dominados por oligarquías res- trinariamente relevante; cada vez se ha vuelto más
tringidas no controladas democráticarnente, rinden inaceptable la definición de república de consejos (o
hon1enaje a la democracia representativa, unas soviet) que solamente permanece en la titulación
veces justificando su poder como temporalmente como recuerdo de los orígenes (ahora remotos).
necesario para restablecer el orden turbado, para A falta de una definición oficial, las caracteriza-
superar un periodo transitorio de anarquía, corno ciones comunes son con frecuencia interpretaciones
un gobierno provisional en estado de emergencia, y parciales y polémicas, intentos de ubicar el elemento
por tanto no corno rechazo del sistema democrático o los elementos predominantes. Se pueden señalar
sino corno una suspensión temporal en previsión de algunos: en la línea del análisis weberiano del pro-
un retorno a la normalidad, otras veces como apii- ceso de racionalización formal (no siempre acom-
cación imperfecta de los principios sancionados por pañado por el proceso de racionalización material)
constituciones solernnemente aprobadas, pero rnuy que caracteriza al Estado moderno y tiene como
rápidamente adoptadas por clases dirigentes for- consecuencia la arr1pliación del aparato burocrático
madas en Occidente e impuestas a países sin tradi- despersonalizante y la transformación del Estado
ción de autogobierno y de lucha política regulada tradicional en Estado legal-racional, y de la previ-
por el reconocimiento de derechos civiles. El Estado sión catastrófica del propio Weber sobre el ineludi-
representativo como se fornió en Europa en los ble advenirniento de un Estado burocrático en un
últimos tres siglos es todavía hoy el modelo ideal de universo completamente colectivizado, 11na de las
las constituciones escritas que se formaron en estas interpretaciones más comunes del Estado soviético,
últimas décadas, incluso allí donde de hecho están que se valió en los años del predominio incontras-
suspendidas o son aplicadas mal (por lo demás la tado de Stalin de la respetable confirmación de
rr1ala aplicación de una constitución no es un vicio Trotsky, es la que lo considera un Estado burocrá-
particular de los estados del Tercer Mundo). tico dominado por una oligarquía que se renueva
Los estados que no entran en esta clasificación en por captación.
primera instancia son los estados socialistas, comen- Pero una burocracia administrativa no gobierna.
zando por el Estado-guía, la U níón Soviética. Sí bien La interpretación del Estado soviético como Estado
no es facíl decir cuál es la forma de Estado que ellos burocrático debe ser complementada por la consta-
representen al ser demasiado grande la diferencia tación de que en un universo de estados de partidos
entre los principios constitucionales oficialmente como se han afirmado con la institución del sufragio
proclamados y la realidad de hecho, entre la consti- universal y de la sociedad de masas, la diferencia
tución formal y la inaterial. No existe una definición esencial entre las democracias representativas y los
generalmente aceptada por los juristas y politólogos estados socialistas está en el contraste entre sistemas
de la forma de Estado de la Unión Soviética después multípartidístas y sistemas monopartídistas (de de-
de superar la fase de la dictadura del proletariado recho con10 en la Unión Soviética, de hecho como
168 ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 169

en las llamadas democracias populares). El dominio duos y de los grupos. Finalmente, no debe olvidarse
de un partido único reintroduce en el sisterna polí- la interpretación del Estado soviético como despo-
tico el principio monocrático de los gobiernos mo- tismo oriental (Wittfogel), basada en una reconstruc-
nárquicos del pasado y quizá constituye el verda- ción histórica más que en un análisis estructural
dero elemento característico de los estados socialis- como el anterior. Recuérdese que por" despotismo"
tas de inspiración leninista, directa o indirecta, en siempre se entendió, por lo menos desde Aristóteles
contraste con los sistemas poliárquicos de las demo- en adelante, la forma de gobierno en la que el go-
cracias occidentales. El motor inmóvil del sistema es bernante impera sobre sus súbditos como el arno
el partido, este príncipe colectivo que detenta el sobre los esclavos, o con la expresión acuñada por
poder político y el ideológico, y en consecuencia no Maquiavelo "para uno príncipe, y todos los demás
conoce alguna distinción entre regnum y sacerdotium; siervos" como en Turquía [1513, ed. 1977, p. 19).
un soberano cuya legitimidad deriva del conside-
rarse el único intérprete auténtico de la doctrina (un Estado y no-Estado
principio del<¡ legitimidad curiosamente propio de
las iglesias y no de los estados, y efectivamente no La referencia a la categoria de Estado totalitario y su
entra en ninguno de los que se ha hablado). definición nos permite pasar al análisis del segundo
El análisis de los estados con partido único om- criterio de clasificación de las formas de Estado que
niinvadente y omnipotente ha dado origen a la se mencionó anteriormente. En el Estado totalitario
figura del Estado total o totalitario, que por encima toda la sociedad está resuelta en el Estado, en la
de las razones polémicas de las que nació la compa- organización del poder político que reúne en sí al
ración entre los estados fascistas y los estados comu- poder ideológico y al poder económico. No hay
nistas, históricamente incorrecta, permite la más fiel espacio para el no-Estado. El Estado totalitario re-
representación de una organización política en la presenta un caso-límite, ya que el Estado en su acep-
que ha venido a menos una línea neta de demarca- ción más amplia, que comprende también a la 'lTÓAt<
ción entre el Estado y la Iglesia, de un lado (donde griega, se ha debidó siempre enfrentar al no-Estado
por "Iglesia" se entiende no solamente la esfera de en su doble dimensión de la esféra religiosa (en el
la vida religiosa sino también de la vida contempla- sentido más amplio de la palabra) y de la esfera
tiva en el sentido clásico del término y la vida espiri- económica. Incluso en el modelo ideal aristotélico,
tual en el sentido moderno y laico), y entre el Estado en el que el hombre es un animal político, la esfera
y la sociedad civil, de otro (donde por "sociedad económica se divide entre el gobierno de la casa y la
civil" se entiende en términos marxistas la esfera de crematística (que se refiere a las relaciones de inter-
las relaciones económicas), y que por tanto extiende cambio), y no pertenece al Estado; la vida contem-
su control sobre todo con1portamiento humano, sin plativa de la que el mismo Aristóteles sostiene la
dejar algún intersticio en el cual se pueda desarro- superioridad con respecto a la vida activa, pertenece
llar, más que ilícitamente, la iniciativa de los indivi- al sabio. El Estado hobbesiano, que si bien subor-
ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 171
170

dina la Iglesia al Estado y atribuyéndose el derecho poder que desde el inicio afirma su supremada
de prohibir las teorías sedic.iosas ª?ume el. m?nopo- sobre las.potestades terrenales con el principio "im-
lio del poder ideológico, dejab mas ampha libertad perator l!ltra eccles.ian1, non supra ecclesiam" (el
económica a sus súbditos. En sentido inverso, el emperador está dentro de la iglesia y no por encima
Estado ético de Hegel, que frecuentemente ha sido de ella), [San Ambrosio, Serrno contraAuxentium, 36).
interpretado como un E_stado-todo, es el mome_qro Según la doctrina que ha pasado a la historia como
final del Espíritu objetivo, luego del cual esta el doctrina gelasiana (del papa Gelasio !): Duo sunt
Espíritu absoluto que comprende las más altas ex- quibus principaliter mundus hic regitur: auctoritas
presiones de la vida espiritual, el arte, la religión y la sacrata pontificum et regalis potestas" [son dos los
filosofía. La presencia del no-Estado, en una de las principios por .los cuales este mundo está gober-
dos formas o en arribas, siempre ha constituido un nado: la autondad sagrada de los pontífices y la
límite de hecho y de principio, en la realidad obje- potestad real), [j:pistulae, xn, 2). También lapotestas
tiva y en las especulaciones de los escritores políti- r~galis ton;;a su investidura_de Dios ("nulla potestas
cos, a la expansión del Estado. Tal límite varía de ms1 a Deo ) [San Pablo, Epístola a los romanos, 13, r),
Estado a Estado; la importancia de estas variaciones peros.u fin es de este mundo, es la paz en la tierra,
constituye por tanto un posible y también útil crite- tanto interna como externa, y como tal está subor-
rio de diferenciación de las formas htstóncas de dinada al fin a la "auctoritas sacrata pontificum" [la
Estado. Sin embarao, no debe confundirse el límite autoridad sacra de los pontífices], que es la predica-
:::> • ' .
que el Estado ~ec1be de la pre~enc1a mas.º. menos ción y la realización ·de una doctrina de salvación.
fuerte del no-Estado con los hmnes JUnd1cos del Espera el príncipe extirpar el mal y exterminar a los
poder político a los que se ha dedicado el parágrafo herejes, pero es privilegio de la Iglesia establecer
5; éstos son límites del poder político, aquellos a los qué es el bien y qué es el mal, quién hereje y quién no.
que se refieren los dos parágrafos siguientes son Para nuestros fines es interesante señalar que en
límites al poder político. una doctrina sobre la primacía del no-Estado, el
Con el advenimiento del cristianismo -religión Estado se resuelve en la determinación y ejercicio
tendencialmente universal y que como tal sobrepasa legítimo del poder coactivo, de un poder mera-
las fronteras de los estados-, el problema de la rela- mente instrumental en cuanto presta sus servicios,
ción entre la sociedad religiosa y la sociedad política indispensable pero por su misma naturaleza infe-
se ha vuelto un problema permanente de la historia rior, a una potencia superior. Este señalamiento es
europea. Mientras en el mundo clásico el no-Estado interesante, porque la misrna representación ins-
bajo la forma, por ejemplo, de brepública universal trumental del Estado se presenta cuando el no-
de los estoicos es un ideal de vida, no una institu- Estado que muestra sus propias pretensiones de
ción con la difusión del cristianismo el no-Estado se superioridad frente al Estado es la sociedad civil-
vuel~e una institución con la que el Estado tiene burguesa. En la sociedad feudal, poder económico y
continuamente que vérselas, un verdadero y propio poder político son indisolubles entre sí, y más ade-
ESTADO, PODER Y GOBIERNO LAS FORMAS DE ESTADO 173
172

lante en el Estado patrimonial el impenum no puede que no siempre corresponde puntualmente la rea-
subsistir sin alguna forma de domznium (por lo lidad que expresan el punto de vista del no-Estado.
menos de dominium erninens); confusión que perma- Desde el punto de vista del Estado las relaciones con
nece hasta que un derecho tan. específi~amente pa- el no-Estado varían de acuerdo con la mayor o
trin1onial corno el de la suces1on hered1tar1a conti- menor expansión del primero hacia el segundo.
núa valiendo no sólo para los bienes, sino también También bajo este aspecto se pueden distinguir dos
para la trasmisión del poder político y las funciones tipos ideales: el Estado que asume tareas que el
estatales. Con la formación de la clase burguesa, que no-Estado en su pretensión de superioridad rei-
lucha contra los vínculos feudales y por su emanci- vindica para sí y el Estado indiferente o neutral.
pación, la sociedad civil corno esfera de las relacio- En referencia a la esfera religiosa estas dos posi-
nes económicas que obedecen a leyes natu.rale~ s.u- ciones dan lugar a las dos figuras del Estado confe-
periores a las leyes positivas (según la doctnna fmo- sional y del Estado laico; en referencia a la esfera
crática) o en cuanto regulada por una ~aoonalidad económica, a las dos figuras dél Estado interven-
espontánea (el mercado o la mano mv1s1ble de tísta, que asume varias formas históricas de las cua-
Adam Smith), pretende desprenckrse dd abrazo les la más persistente es la del Wohlfahrt Staat, del
mortal del Estado; el poder económico se distingue siglo xvm, renacido en el Weifare state contemporá-
netamente del poder político, y al final de este pro- neo, y del Estado abstencionista. Como el Estado
ceso el no-Estado se afirma como supenor al Estado, confesional, que asumiendo una determinada reli-
sea en la doctrina de Jos economistas clásicos sea en gión como religión de Estado se preocupa del com-
la doctrina rnarxista, aunque con signo-· axiológico portamiento religioso de sus súbditos y a este fin
opuesto. La principal c~nsecuencia de la primacía controla sus actos externos) sus opiniones, sus escri-
del no-Estado sobre el Estado es una vez mas una tos, impidiendo toda manifestación de disenso y
concepción 1neran1ente instrumental d.el Estado, su persiguiendo a los disidentes, así el Estado que no
reducción al elemento que lo caractenza, el poder considera para sí extraña la manera en que se desa-
coactivo, cuyo ejercicio al servicio de los dete?ta- rrollan en su ámbito las relaciones económicas
res del poder económico debería s~r el de g~rant1zar asume como propia una determinada doctrina eco-
el desarrollo autónomo de la sooedad c!Vll, trans- nómica (el mercantilismo del siglo xvm, el keyne-
formándolo en un verdadero y propio "brazo secu- sismo en los últimos cincuenta años), se adjudica el
lar" de la clase económicamente dominante. derecho eminente de regular la producción de bie-
nes o la distribución de la riqueza, promueve ciertas
actividades y desalienta otras, imprime una direc-
Estado máximo y estado mínimo ción al conjunto de la actividad económica del país.
Así el Estado confesional como el Estado interven-
Estado cristiano y Estado burgués son dos casos- tista pueden coincidir en la figura del Estado eude-
ümite. Son dos representaciones del Estado, a las monológico propia del siglo xvm, es decir, del Es-
174 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

tado que propone como fin lafolicidad de sus súbdi-


T i
LAS FORMAS DE ESTADO

finaJ de toda forma de proteccionismo. En realidad,


175

tos, entendida ésta en el sentido mas arnpho, coi:no este proceso no fue tan lineal como creyeron los
pcsibilidad de perseguir, además del mayor bien escritores liberales del siglo pasado. El Estado con-
terrenal, el bien ultraterrenal que solamente la ver- fesional reapareció bajo forma de Estado doctrinal,
dadera religión puede asegurar. El Estado liberal es decir, de Estado que tiene una doctrina (por
que polémicamente. se contrapone. al Estad~ eude- ejemplo el marxisrr10-leninismo), con base en la cual
monológico es al mismo uer;ipo la!Co respecto ~ la se repropone la distinción entre ortodoxos y heréti-
esfera religiosa y abstenciomsta respecto a la esfera cos (o "renegados" que es una típica expresión del
económica (y no por casualidad frecuenter:'en~~ es lenguaje religioso), para no hablar de los estados
llamado con un término del lenguaje religioso ag- islámicos, surgidos por lo demás en países donde la
nóstico"). También es definido como Estado de de- secularización jamás se había dado o había sido im-
recho (en uno de los tantos ~ignificados de esta puesta forzosamente; el Estado que asume la tarea
expresión), no teniendo otro fm mas que. el de .ga- de dirigir la econorrúa reapareció bajo forma de
rantizar jurídicamente el desarrollo lo mas posible Estado socialista, y, si bien de manera más tenue, en
autónomo de las dos esferas confinantes, ": sea, el referencia solamente al sistema distributivo y no al
más amplio crecimiento de la libertad. rehg10sa y la productivo, en el llamado Sozialstaat, o Estado social
mayor expansión de la libertad economica._ . o Estado de justicia, promovido por los partidos
El proceso de secularización, o de em.anC!pación socialdemócratas.
del Estado del cuidado de los asuntos religiosos, y el En honor a la verdad, aqtú se presentan dos inter-
proceso de liberación o de emancipación del fatado pretaciones opuestas según si se juzguen favora-
del cuidado de los asuntos econormcos, en la epoca blemente o no las transformaciones ·acontecidas en
moderna, caminan paralelamente. Ambos .son el referencia al Estado liberal (l iberista en lo interior y
efecto de una crisis de la concepción paternahsta del en todo caso proteccionista hacia el exterior); aque-
poder y de aquel movimiento (el iluminismo) defi- llo que los intérpretes benévolos llaman Estado de
nido por Kant como la salida. del hombre de la justicia social -que corrigió algunas de las mayores
minoría de edad. El Estado-pohna (o gendarme) se deformaciones del Estado capitalista en beneficio
contrapone polémica y enfáticament~ al Estado. de las clases menos favorecidas-, es para los criticos
providencia. Este doble proceso tamb1en puede ser de izquierda que no renunciaron al ideal del socia-
descrito como proceso, de parte del Estado, de des- lismo o del comunismo, el "Estado del capital", el
monopolización del poder ideológico, de ;in.lado, Y llamado capitalistate, el "capital que se ha hecho Es-
de desmonopolización del poder economico, de tado" (Habermas), o con una expresión menos re-
otra. Al Estado le queda, y le quedará, el monopoho ciente pero retomada continuamente, el Estado del
de la fuerza mediante el cual debe ser asegurada la "capitalismo organizado" (Hilferding), un sistema
circulación libre de las ideas, el final de toda ortodo- de poder, en sustancia, del cual el sistema capitalista
xia y la libre circulación de bienes, y por tanto el se sirve para sobrevivir y continuar prosperando,
176 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FlN DEL ESTADO 177
como condición para su propia "valorización". en n:ismo; ~e. parte de los escritores socialistas 0 mar-
una sociedad en la cual a través de la democratiza- xistas, cns15 del Estado capitalista que ya no logra
ción de las estructuras de poder, la fuerza del anta- dommar el poder de los grandes gr.u pos de interés
gonismo (el movimient9 obrero), creció enorme- en competencia entre sí. Crisis del Estado quiere
mente. A juzgar por la situación actual del debate, la decir ~e una parte y de otra crisis de un determi-
crítica de izquierda no ha tenido como efecto dar nado tipo de Estado, no terminación del Estado.
inicio a una más profunda transformación del Es- Prueba de ello es que ha regresado a la orden de!d'
tado, llamado despectivamente "asistencial", en un el tenia de ur_i nuevo_ "contrato social", a través d~~
Estado con mayor contenido social, sino de desper- cual se deber1a dar vida precisamente a una nueva
tar nostalgias y esperanzas neoliberalistas. forma de Estado, ta'.1 diferente del Estado capita-
hsta o Estado de mjust1c1a, como del Estado so-
c1ahsta o Estado de ilibertad.
8. fa. FIN DEL ESTADO
El tema.del fin del Estado está íntimamente vincu-
l~do al JUICIO de ~alor positivo o negativo que fue
dado Y _se continua dando sobre esta n1áxima con-
La concepción positiva del Estado centración de poder que tiene el derecho de vida
de muerte sobre los individuos que se confían a él~
Es bien conocida la tesis de Engels, segón la cual el que lo sufrenpas1va~ente. Toda la historia del pen-
Estado, así como ha tenido un origen tendrá un s~?11ento poht1co esta _recorrida por la contraposi-
final, y terminará cuando vengan a menos las causas c1on ~~tre la concepción positiva y la concepción
que lo han producido. A la par del problema del ori- negauva_del Estado. Presupuesto necesario aunque
gen del Estado también el problema del fin del Es- no sufic1~mte de. la idea del fin del Estado es la
tado es un tema recurrente. Sin embargo, es pre- c?~cepc1on. negativa. Quien da un juicio positivo del
ciso antes que todo distinguir el problema del fin del Estado_, qmen cree que el Estado sea, si no el má-
Estado del problema de la crisis del Estado del que XImo bien, una institución favorable al desarrollo de
se habla tanto en estos años, en referencia al tema de las_ facultades humanas, al progreso civil, una civil
la creciente complejidad y a la consecuente ingo- society en el sentido que se le dio a este término en el
bernabilidad de las sociedades complejas, o bien al siglo XVIJI, será inducido a no desear el fin del
fenómeno del poder difuso, cada vez más difícil de Estado smo en todo caso el desarrollo gradual de las
reconducir a la unidad decisional que ha caracteri- mst1tuc1on_es estatales(zn primis, del monopolio de la
zado al Estado desde su nacimiento hasta hoy. Por \uerza s1 bien controlado por organismos democrá-
crisis del Estado se entiende, de parte de los escrito· ticos) hasta la formación del Estado universal De
res conservadores, crisis del Estado democrático) hecho b utopía del Estado universal ha tenido .tan-
que ya no logra hacer frente a las demandas que tos parudanos corno aquella que se refiere al fin
provienen de la sociedad civil provocadas por él del Estado.
ESTADO, PODER y GOBIERNO EL FIN DEL ESTADO 179
178
. . del Estado tiene por autor Caso extremo de la delineación de la óptima repú-
La conc epción pcsmvan una tradición consoJ'd t ad a blica son los diseños de repúblicas ideales, de repú-
ejem piar' de acuerdo co . ) de Aristóteles, reto- blicas que nunca existieron y quejaf'nás existirán en
' ,- (el bmum mvere ' d
en el EV ,r¡v ¡· escolástica Juego de la tra uc- algún lugar (o son ubicadas en lugares imaginarios),
mado P?r la hlol soPial't'ca (segunda mitad del siglo y que son propuestas como ideales-límites de un
· • Jauna, de ab .0 ' ' "para hacer pos1'bl e una vi'd a
c1on ordenamiento perfectamente racional, donde cada
. Ja"º¡,,'~ su s1ste . .
XIII ) . , . 1252 b 30]' pero culmina en 1a con- comportamiento está rigurosamente previsto y es-
feliz''. ,rf'olit'.'.ª' 1 del Estado que va de Hobbes, i:a- trictamente regulado. De la República de Platón a la
cepc10n raciona hasta Hegel· rac10- Ciudad de Dios de Tommaso Campanella, las repú-
sando por Spii;odza Y.Roduasspe~~'ia idea de qu~ fuera blicas ideales siempre son modelos de superestatali-
nal porqu e esta . omma .
1mundo de las pastones esen-
d
zación, de una verdadera y propia hipertrofia de las
del Estado su~!'f~~ fntereses antagonistas e inconci- funciones de regulación de la vida civil, de la que
cadenadas 0 l h b e puede realizar su vida de ser habria brotado la necesidad de la vida política, y
Jiables, y que e ome ~a·o Ja protección del Estado. en consecuencia son representaciones in~piradas en
racional úmcament J e ción positiva del Esta- una concepción altamente positiva del Estado (cuya
NaturaJmente : ~n~~~~c~pción negativa. del no- contrafigura es la utopía negativa como la de Orwell
do correspond d dos versiones principales surgida como reacción a las prevaricaciones reales y
E.stad o, de la que se amente: an Ja versión d e l esta d o previsibles del Estado-todo) .
que se refuerzan '.!'ut~·co de una condición que se
ferino, de Luclrec1oda sa'lv~;e de Jos pueblos primiti-
pro1on ga en e. . esta del oestado" de anarqma,. enten d'd l a El Estado como mal necesario
vos, y l~ vers1on como uerra de todos contra to~
hobbesianament~ es difleren en Jo siguiente: para Hay dos concepciones negativas del Estado, una
dos. Las do~~~~'.~~tado es una fase superable, y de I más débil y otra más fuerte: el Estado como mal
Ja primera . es se da como superada, necesario y el Estado como mal no necesario; úni-
hech o en muchas nac10nrala segunda es una cond'1- 1 camente esta segunda lleva a la idea del fin del
de la historia huml ahnam;~~e puede recaer, como de 1 Estado.
. n la que e o ..
c1on e . do estalla la guerra civ11. . La concepción negativa del Estado como mal ne-
hecho suced~ cuan b la óptima república se vm· 1, cesario, a su vez, se ha presentado en la historia del
Las discustones so _r,e positiva del Estado. Tales pensamiento político bajo dos formas diferentes
cu1an eon la concepc10n la convicción d e que los según si el Estado haya sido juzgado desde el punto
discusione~ presu~~~~~mperfectos, pero perfecti· de vista de la primacía del no Estado-Iglesia o del
estados ex1stent~s . te el Estado como fuerza or- no-Estado-sociedad civil.
bles, y por cons1gmen ·a civil no deba destruirse, En la primera forma, característica del pensa-
. da de conv1venci .
gamza l l realización de su esencia. miento cristiano primitivo, el Estado es necesario
sino !levarse a a p ena
ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FIN DEL ESTADO 181
180

como remedium peccati [remedio al pecado l porque la tropología pesimista. De algunas famosas frases de
masa es malvada y debe ser mantenida a raya con el Maquiavelo derivó la imagen de la "faz demoniaca"
miedo (el miedo que para Montesqmeu sera el prin- del poder; pero el nexo entre antropología pesi-
cipio del despotismo y para Robesp1erre, conJu.gado mista y concepción negativa del Estado no es nece-
con la virtud, el principio del gobierno revoluCJona- sario. Hobbes tiene una visión pesimista del hom-
rio): "In gentibus príncipes, regesques elecu sunt ut bre, que abandonado a sí mismo es lobo de otro
terrore suo populos a malo coercerent atsi;ie ad hombre; mas el l,eviatán es el monstruo benéfico
recte vivendum legibus subderent" [En rdac1?n.con contrapuesto a Behemoth, el monstruo maléfico de
las gentes, los príncipes y los reyes son mst1m1dos Ja guerra civil.
para que el pueblo, por temor a ellos, quede disua- Admitido el Estado como un mal, pero necesario,
dido del mal y se someta a las leyes para una vida ninguna de estas doctrinas desemboca en la idea de
justa], ¡Isidoro de Sevilla, Sententiae, m, 47 •. I, en la terminación del Estado; es mejor el Estado que la
Migne, Patrología latina, LXXXIII, ;oL 717]. Abando- anarquía. En la visión cristiana del mundo más allá,
nada por el pensamienW. escolasuco. que P.ºr in- e incluso por enéima, del Estado está la Ig·lesia que
fluencia de la doctrina clas1ca recupera la :es1s de la se sirve del Estado para un fin bueno y por tanto
función positiva del gobierno c!Vll, la doctrina nega- tiene necesidad de él aunque lo considere un ins-
tiva del Estado es retomada por Lutero, con una trumento imperfecto. La negatividad del Estado
vehemencia que sólo será igualada por las doctrinas tiene solución en su subordinación a la Iglesia
que justificarán el terrorismo de Estado, en la fa- (mientras en la concepción realista del Estado, éste
mosa carta a los príncipes cr1sttanos.Sobre la auion- no es rescatable más que en la potencia que es
dadsecular [1523}, donde se lee que, siendo pocos los el fin último del príncipe). Por ello, aun en su negati-
verdaderos cristianos, vidad el Estado puede y debe continuar sobrevi-
viendo:
Dios ha irr1puesto a los dernás aparte _r:in~ de
¿et:...
Dios otro régimen, y los ha puesto baJO la esp~1da, de ~t licet pe~catuin. hu1nan~e originis per baptismi gra-
man~ra que aunque lo hicieran de buen ~rado, no ttam cuncus fidehbusdim1ssun1 sit, tamen aequusdeus
puedan practicar su mal?ad y, <l?nde. lo haga.~, no sea ideo discrevit hominibus vitam, alios servos consti-
· ternor, 0 con s1'ncendad y· hcenc1a·' precisamente
sin .· ¡ · tuens, alios dominos, ut licentia male agendi servorun1
corno con lazos y cadenas se ata a un::~ bestta sa v,aJe y potesta~e.dornin?nt!um restringatur [Y aunque el pe-
feroz, a fin de que no pueda inorder n1 atacar segun ~u cado. or1g1nal haya sido borrado, mediante la gracia del
instinto, aunque lo haria de buena gana (trad. tt., b~uusmo, ~ara todos los fieles, sin embargo el justo
p. 403). Dios separo las formas de vidas de los hombres, ha-
cie~d?. a algunos siervos y a otros señores, para que la
Por encima de cualquier visión religiosa, la _con- p<~s1b1hdad de ac.:tuar mal de los prirneros fuese repri-
cepción ne~ativa del Estado ~parece en la corriente mida por el poder de los do1ninadores), (Isidoro de
de pensamiento político reahsta, basada en una an-
182 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FIN DEL ESTADO 183

Sevilla, Sententiae, III, 47, en Migne, Patrologia latina, encamine a prescindir del Estado. La teoría del Es-.
LXXXIII' col. 717). tado mínimo no coincide con alguna de las formas
que asume en el mismo siglo el anarquismo. Un
Cuando la sociedad civil, bajo forma de sociedad libro que ha tenido gran éxito en estos años, tanto
de libre mercado muestra la pretensión de restrin- así que ha sido comparado con el Ensayo sobre la
gir los poderes del Estado al mínimo indispensable, libertad de John Stuart Mill ( 1859),Anarquía, Estado y
el Estado como mal necesario asume la figura del utopía, de Robert Nozick (1974],* se ha propuesto
Estado mínimo, figura que se vuelve el denomina- como objetivo fundamental defender el Estado mí-
dor común de las mayores expresiones del pensa- nimo sea contra la negación anarquista del Estado,
miento liberal. Para Adam Smith, el Estado debe sea contra el Estado de justicia, en particular contra
limitarse .a ver por la defensa externa y el orden las tesis, también ellas muy debatidas, de John Rawls
interno, además de la ejecución de trabajos públi- (197 JJ, argumentando amplía y sutilmente en favor
cos. Nadie más incisivo que Thomas Paine mani- de la tesis de que "el Estado mínimo es el Estado más
festó la necesidad de la que nace la idea del Estado extenso que se pueda justificar" [Nozick, 1974, trad.
mínimo. Precisamente al inicio de Common Sense it., p. 290].
escribe: Una variante de la teoría del Estado mínimo, ve-
La sociedad es producto de nuestras necesidades y el cina de la teoría del fin del Es ta do, es la teoría
gobierno de nuestra 1naldad; la primera prornueve anglosajona del guild-soci.alísm que ha producido
nuestra felicidad positivamente uniendo nuestros afec- una verdadera y propia teoría del Estado pluralista,
tos, el segundonegativatnente frenando nuestros vicios. basado en la distinción entre descentralización fun-
Una anima las relaciones, otro crea las distinciones: la cional o de los grupos y descentralización territorial,
primera protege, el segundo castiga. Bajo cualquier y en la tesis de que el Estado deba restringir su
condición la sociedad es una bendición; el gobierno, función a la de coordinador supremo de los grupos
aun en su forrna mejor, no es más que un mal necesa-
funcionales, económicos y culturales. La Declaración
rio, en su peor forma es insoportable (1776, trad. it., dR los derechos sociales de Georges Gurvitch [1944]
p. 69].
puede ser considerada como un manifiesto del plu-
De Wilhelm von Humboldt a Benjamin Constant, ralismo jurídico y social, que tiene lejanos orígenes
de John Stuart Mili a Herbert Spencer, la teoría de proudhonianos: el individuo no debe ser tomado en
que el Estado para ser un buen Estado debe gober- consideración como ente abstracto! sino como pro~
nar lo menos posible domina todo el espacio en el ductor, consumidor, ciudadano; a toda actividad
que la sociedad burguesa se expande y triunfa, a debe corresponder alguna asociación funcional y el
decir verdad más en teoría que en la práctica, las Estado en cuanto ente suprafuncional debe tener
ideas del libre mercado interno e internacional (el tareas de coordinación, no de dominio.
librecambio). Pero también en este caso, Estado mí-
nimo no quiere decir sociedad sin Estado o que se *De próxima publicación en el Fondo de Cultura Económi~a.
184 ESTADO, PODER Y GOBIERNO EL FIN DEL ESTADO 185

E'l Estado como mal no necesario dicho engelsiana, con base en un razonamiento que
reducido a sus mínimos términos puede ser ex-
¿Y si el Estado fuese un mal y por añadidura no puesto de la siguiente manera: el Estado nació de la
necesario? La respuesta afirmativa a esta pregunta división de la sociedad en clases contrapuestas como
ha dado vida a las diversas teorías del fin del Estado. consecuencia de la división del trabajo, con el objeto
Conviene señalar que en todas estas teorías el Es- de permitir el dominio de la clase que está arriba
tado siempre es considerado como el detentador del sobre la clase que está abajo; cuando después de la
monopolio de la fuerza y en consecuencia como la conquista del poder de parte de la clase universal (la
potencia que, única sobre un territorio determi- dictadura del proletariado) caiga la sociedad divi-
nado, tiene los rnedios para constreñir a los répro- dida en clases, también se disipará la necesidad del
bos y recalcitrantes recurriendo en última instancia Estado; el Estado se extinguirá, perecerá de muerte
a la coerción. Así pues, fin del Estado quiere decir natural, porque ya no será necesario. Esta teoría es
nacimiento de una sociedad que puede sobrevivir y quizá la más ingeniosa entre las que defienden el
prosperar sin~ necesidad de un aparato coercitivo. ideal de la sociedad sin Estado, pero no es menos
Dicho de otro modo: más allá del estado mínimo discutible, porque tanto la premisa mayor del silo-
que se ha lib_erado primero del monopolio del poder gismo (el Estado es un instrumento de dominio de
ideológico, permitiendo el desarrollo de las más clase) como la premisa menor (la clase universal está
diversas creencias religiosas y opiniones políticas; destinada a destruir la sociedad de clases) no han
luego, del monopolio del poder económico, permi- resistido el formidable argumento que son, como
tiendo la posesión libre y la trasmisión libre de los diría Hegel, las "duras réplicas de la historia".
bienes; está como último térrnino de la emancipa- Ciertamente la teoría marx-engelsiana de la ter-
ción del no-Estado frente al Estado, la sociedad sin minación del Estado es la más popular, pero no es la
Estado, que se ha liberado de la necesidad del poder única. Indicarernos, sin alguna pretensión de ser
coactivo. El ideal de la sociedad sin Estado es un exhaustivos, por lo menos otras tres. Ante todo está,
ideal universalista: la república de los sabios, pen- antigua y siempre renaciente, la aspiración a una
sada por los estoicos, que por lo demás consideraba sociedad sin Estado de origen religioso, común a
necesario el Estado para el vulgo, o la vida monacal, muchas sectas heréticas cristianas que, predicando
que no desecha, cuando sea necesaria, la protección el regreso a las fuentes evangélicas, a una religión de
de los poderosos de este mundo, pueden ser inter- la no violencia y de la fraternidad universal, recha-
pretadas como imágenes de una sociedad sin Es- zan la obediencia a las leyes del Estado, no le reco-
tado; mas ellas por sí solas no prueban su practica- nocen las dos funciones esenciales, la milicia y los
bilidad. tribunales; además de ello consideran que una co-
La mas popular de las teorías que sostienen la munidad que viva de acuerdo a los preceptos evan-
practicabilidad e incluso el advenimiento necesario gélicos no tenga necesidad de las instituciones polí-
de una sociedad sin Estado es la marxista, o mejor ticas. En el extremo opuesto el ideal del fin de la
EL FIN DEL ESTADO 187
186 ESTADO, PODER Y GOBIERNO

sociedad política y de la clase política que abusiva- aón de los individuos asociados, libres e iguales
mente se beneficia de ella ha sido predicado por una entre sí. Aunque diversos, sea por los presupuestos
concepción que hoy se llamaría tecnocrática del Es- ftlosóficos, sea por la preferencia de algún medio
tado, como la expuesta por Saint-Simón de acuerdo -¿persuasión o violencia?-, sea por las reformas
con el cual en la sociedad industrial en la que los económicas y políticas de las que son promotores,
protagonistas ya no son los guerreros y los juristas, ]os movimientos anarquistas representan el ideal
sino los científicos y los productores, ya no habrá recurrente de una sociedad sin opresores ni opri-
necesidad de la "espada de César". Este ideal tecno- midos. Más que una convición religiosa o en supues-
crático en Saint-Simon es acompañado por una tas teorías científicas, se basan en una concepción
fuerte inspiración religiosa (el nouveau christianisme), optimista del hombre, diametralmente opuesta a
como sugiriendo que este salto fuera de la historia aquella que invoca al Estado fuerte para domar a la
que es la sociedad sin Estado no sea concebible pres- 'bestia salvaje".
1

cindiendo de una idea mesiánica. Al mismo tiempo


el modelo tecnocrático ha ejercido una fuerte in-
fluencia en algunos teóricos marxistas. Piénsese en
lo que ha sido definido le ré"ve mathématique, de Bu-
charin, manifestado claramente en algunas afirma-
ciones del ABC del comunismo, según el cual, al llegar
la revolución "la dirección central [en el ordena-
1niento social comunista] será confiada a varios ofi-
ciales de contabilidad y oficiales de estadística" [Bu-
charin y Preobrazhensky, 1919, trad. it., p. 66).
En fin, el ideal de la sociedad sin Estado ha dado
origen a una verdadera y propia corriente de pen-
samiento político y a varios movimientos corres-
pondientes que desde finales del siglo xvm hasta
hoy no han dejado de alimentar el debate político y
realizar acciones de acuerdo con los ideales pro-
pugnados: el anarquismo. Llevando a sus últimas
consecuencias el ideal de la liberación del hombre
de toda forma de autoridad religiosa, política y eco-
nómica, y viendo en el Estado el máximo instru-
mento de la opresión del hombre sobre el hombre,
el anarquismo imagina una sociedad sin Estado ni
leyes, basada en la espontánea y voluntaria coopera-

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