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Universidad Nororiental Privada “Gran Mariscal de Ayacucho”

Facultad de Derecho
Cátedra: Derecho Contencioso Administrativo.

Derecho
Contencioso Administrativo.

Profesora: Br. Paola Del Valle Rosman Albino


Oasis Suarez C. I.: V-25.693.771

Ciudad Guayana, Diciembre del 2019.


INTRODUCION
El Derecho Administrativo es la expresión jurídica de la actividad de la administración
pública y se encuentra disperso en muchas leyes, reglamentos, decretos, acuerdos,
circulares y planes. La Organización pública, los procedimientos administrativos,
los recursos humanos y materiales son parte del derecho administrativo.

El derecho es por exigencia lógica, la forma de la organización administrativa ante la


heterogeneidad funcional, la norma reparte al trabajo como principio de unidad,
congruencia y eficacia y garantiza a los administrados las condiciones y términos de
la acción administrativa, como principio de certeza; y finalmente, sanciona la conducta de
los sujetos de la administración pública.

La Función pública mediante la organización administrativa opera a través de agentes que


constituyen el elemento personal de la administración pública. Los recursos humanos son el
factor principal para el desarrollo administrativo; a la exigencia de que su conducta se
apegue a la Ley, se suma con igual intensidad el reclamo de que su actuación sea eficiente y
eficaz.

El desarrollo del proceso contencioso administrativo ha demostrado que este instrumento se


encuentra íntimamente ligado a la tutela de principios fundamentales del ordenamiento
jurídico, de ahí que los fundamentos en los que descansa dicho proceso son de naturaleza
constitucional.

El proceso Contencioso Administrativo es una relación jurídica de derecho público que se


instaura cuando un sujeto de derecho acude al órgano jurisdiccional en busca de aquella
tutela jurídica que no se pudo obtener por el comportamiento voluntario de los sujetos. De
esta manera, el proceso se inicia con el ejercicio del derecho de acción por parte de un
sujeto de derecho, mediante el cual solicita al Estado el ejercicio de la función
jurisdiccional; este proceso se desarrolla a través de un conjunto dialéctico de actos.
Siendo ello así, el proceso contencioso administrativo será el instrumento a través del cual
los particulares pueden, en ejercicio de su derecho de acción, solicitar tutela jurisdiccional
frente a una actuación de la Administración Pública. Pero debe tenerse en cuenta que, en
virtud del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, la pretensión que dirija el particular
contra la administración tendrá como finalidad no sólo revisar la legalidad del acto
administrativo declarando su validez e invalidez, sino que el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva determina que el particular pueda plantear una pretensión solicitando
una efectiva tutela a la situación jurídica subjetiva que alega que le ha sido vulnerada o que
le está siendo amenazada.
Tema 1: Derecho Contencioso Administrativo.
Noción.
Se entiende por Contencioso Administrativo el conjunto de litigios nacidos de los Actos
Administrativos y de las operaciones materiales de la administración que resulten
contrarios a derecho; estricto sensu, constituye el conjunto de reglas jurídicas que rigen la
solución por vía jurisdiccional de los litigios administrativos. Se trata pues, de un
contencioso o controversia con la Administración, por un acto ilegal o legitimo o por una
actuación administrativa que lesiona los derechos subjetivos de un particular.

Se caracteriza por la presencia de un sujeto activo (el administrado) un sujeto pasivo (la
administración) o viceversa, y la resolución de un conflicto por un órgano independiente y
neutral, con potestades para restablecer el orden jurídico (un Tribunal de lo Contencioso
Administrativo). Es un sistema integrado tanto por los órganos judiciales como por la
normativa aplicable que rige la materia.

Esa contención o controversia con la Administración se origina por un Acto Administrativo


cuestionado como ilegal o respecto a un derecho subjetivo lesionado ,o a la reparación de
un daño , producida entre dos partes (el administrado y la administración) y decidido por un
órgano del Estado independiente o neutro ,dotado de poderes para determinar las
consecuencias de la ilegalidad o la lesión y restablecer el orden jurídico .De allí que no se
trata de un mero recurso para revisar un acto administrativo ,sino de un verdadero proceso
contradictorio que resuelve controversias.

La Jurisdicción Contenciosa Administrativa está compuesta por un conjunto de órganos


judiciales encargados, precisamente, de controlar el cumplimiento del Principio de la
Legalidad y de Legitimidad por parte de la administración pública es decir, por sus actos, o
hechos y relaciones jurídico administrativas originadas por la actividad administrativa.

Fundamento Constitucional.
La norma fundamental que consagra esta especial jurisdicción en Venezuela, se encuentra
contenida en el artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
aprobada por referéndum popular el 15 de diciembre de 1999, (antes artículo 206 de la
Constitución de 1961), cuyo texto es el siguiente:

Artículo 259. "La jurisdicción contencioso administrativa corresponde al Tribunal Supremo


de Justicia y a los demás tribunales que determine la ley. Los órganos de la jurisdicción
contencioso administrativa son competentes para anular los actos administrativos generales
o individuales contrarios a derecho, incluso por desviación de poder; condenar al pago de
sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios originados en responsabilidad de la
Administración; conocer de reclamos por la prestación de servicios públicos; y disponer lo
necesario para el restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la
actividad administrativa.".
Noción de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa.
La Jurisdicción Contencioso Administrativa en Venezuela puede definirse como un
conjunto de órganos judiciales o jurisdiccionales especializados, encargados de controlar la
legalidad y legitimidad de los actos, hechos u omisiones así como las relaciones jurídico-
administrativas entre los Administrados y la Administración Pública en todos sus niveles.

Objeto de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa.


El objetivo principal del Contencioso Administrativo no es garantizar el apego a derecho de
la actividad administrativa, sino proteger los derechos e intereses de los particulares
afectados por la actividad.

Ello no significa que de modo alguno se abandone el control de legalidad del actuar
administrativo, antes por el contrario, este será revisado por el juez, pues toda alteración a
los derechos que el ordenamiento jurídico reconoce al particular constituye en sí misma una
vulneración de la ley, que como tal debe ser restablecida en protección de los derechos
individuales en juego.

El Tribunal Supremo de Justicia.


De acuerdo al mencionado artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, "la jurisdicción contencioso-administrativa corresponde al Tribunal Supremo de
Justicia y a los demás Tribunales que determine la ley".
Así, el texto Constitucional, en sus artículos 262 y 267, dispone lo siguiente:

Artículo 262. "El Tribunal Supremo de Justicia funcionará en Sala Plena y en las Salas
Constitucional, Político Administrativa, Electoral, de Casación Civil, de Casación Penal y
de Casación Social, cuyas integraciones y competencias serán determinadas por su ley
orgánica.
La Sala Social comprenderá lo referente a la casación agraria, laboral y de menores.".
Artículo 266. "Son atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia:

Dirimir las controversias administrativas que se susciten entre la República, algún Estado,
Municipio u otro ente público, cuando la otra parte sea alguna de esas mismas entidades, a
menos que se trate de controversias entre Municipios de un mismo Estado, caso en el cual
la ley podrá atribuir su conocimiento a otro tribunal.

Declarar la nulidad total o parcial de los reglamentos y demás actos administrativos


generales o individuales del Ejecutivo Nacional, cuando sea procedente.
El Tribunal Supremo de Justicia constituye parte del Sistema de Justicia, es el máximo
órgano y rector del Poder Judicial, y goza de autonomía funcional, financiera y
administrativa. En su carácter de rector del Poder Judicial y su máxima representación, le
corresponde la dirección, el gobierno y la administración del Poder Judicial, incluyendo la
elaboración y ejecución de su presupuesto, así como la inspección y vigilancia de los
tribunales de la República y de las Defensorías Públicas, todo de conformidad con la Ley
Orgánica del Poder Judicial, el Código de Ética del Juez o Jueza Venezolanos y la presente
Ley, atribuciones que ejercerá a través de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.

El Tribunal Supremo de Justicia es el más alto tribunal de la República, contra sus


decisiones, en cualquiera de sus Salas, no se oirá, ni admitirá acción o recurso alguno, salvo
lo previsto en el articulo 5 numerales 4 y 16 de esta Ley.

El Tribunal Supremo de Justicia garantizara la supremacía y efectividad de las normas y


principios constitucionales. Será el máximo y último interprete de la Constitución de la
República y velara por su uniforme interpretación y aplicación.

El Tribunal Supremo de Justicia, no podrá establecer tasas, aranceles, comisiones, ni exigir


pago alguno por sus servicios.

La ciudad de Caracas, es el asiento permanente del Tribunal Supremo de Justicia, sin


perjuicio de que, la Sala Plena, resuelva provisionalmente, ejercer las funciones del
Tribunal, en otro lugar de la República.".

Artículo 5. Es de la competencia del Tribunal Supremo de Justicia como más alto Tribunal
de la República:

Conocer de las demandas que se propongan contra la República, los Estados, los
Municipios, o algún Instituto Autónomo, ente público o empresa, en la cual la República
ejerza un control decisivo y permanente, en cuanto a su dirección o administración se
refiere, si su cuantía excede de setenta mil una unidades tributarias (70.001 U.T.);

Conocer de las cuestiones de cualquier naturaleza que se susciten con motivo de la


interpretación, cumplimiento, caducidad, nulidad, validez o resolución de
los contratos administrativos en los cuales sea parte la República, los Estados o los
Municipios, si su cuantía excede de setenta mil una unidades tributarias (70.001 U.T.);

Conocer de la abstención o negativa del Presidente o Presidenta de la República, del


Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva de la República y de los Ministros o
Ministras del Ejecutivo Nacional, así como de las máximas autoridades de los demás
organismos de rango constitucional con autonomía funcional, financiera y administrativa y
del Alcalde de Distrito Capital a cumplir específicos y concretos actos a que estén
obligados por las leyes;

Conocer de las reclamaciones contra las vías de hecho imputadas a los órganos del
Ejecutivo Nacional y demás altas autoridades de rango nacional que ejerzan el Poder
Público;
Conocer, en alzada de las decisiones de los Tribunales Contencioso Administrativo, cuando
su conocimiento no estuviera atribuido a otro tribunal; y, de los recursos, cuando se
demande la nulidad de un acto administrativo de efectos particulares y al mismo tiempo el
acto general que le sirva de fundamento;

Conocer de las causas que se sigan contra los representantes diplomáticos acreditados en la
República, en los casos permitidos por el Derecho Internacional;

Declarar la nulidad total o parcial de los reglamentos y demás actos administrativos


generales o individuales del Poder Ejecutivo Nacional, por razones de inconstitucionalidad
o ilegalidad;

Declarar la nulidad, cuando sea procedente por razones de inconstitucionalidad o de


ilegalidad, de los actos administrativos generales o individuales de los órganos que ejerzan
el Poder Público de rango Nacional;

Dirimir las controversias administrativas que se susciten cuando una de las partes sea la
República o algún Estado o Municipio, cuando la contraparte sea alguna de esas mismas
entidades, por el ejercicio de una competencia de directa e inmediata, en ejecución de la
ley;
Conocer en apelación de los juicios de expropiación;
Dirimir las controversias que se susciten entre autoridades políticas o administrativas de
unas mismas o diferentes jurisdicciones con motivo de sus funciones, cuando la Ley no
atribuya competencia para ello a otra autoridad;
Conocer de las causas de presa;

Conocer de las causas por hechos ocurridos en alta mar, en el espacio aéreo internacional o
en puertos o territorios extranjeros, que puedan ser promovidos en la República, cuando su
conocimiento no estuviere atribuido a otro Tribunal;

Conocer y decidir, en segunda instancia, las apelaciones, y demás acciones o recursos


contra las sentencias, dictadas por los Tribunales Contenciosos Administrativos, cuando su
conocimiento no estuviere atribuido a otro tribunal, que decidan sobre las acciones de
reclamos por la prestación de servicios públicos nacionales…".

Leyes que rigen la Jurisdicción Contencioso Administrativa.


Tal como lo dispone el artículo 26 de nuestra carta magna, al referirse que toda persona
tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e interés e incluso los colectivos o difusos , a la tutela efectiva de los mismos ya
obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El estado garantizara una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita sin dilataciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles.

En este orden de ideas se mencionan los principios que orientaran la actuación de la


jurisdicción contenciosa administrativa, los cuales se encuentran expresamente establecidos
en el artículo 2 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.

Tema 2: Principios del Proceso Contencioso Administrativo.


Fundamento Constitucional y Legal.
De conformidad con el artículo 26 de la Constitución de 1999, toda persona tiene derecho
de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e
intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con
prontitud la decisión correspondiente.

El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,


autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles.

En ese mismo sentido, se formulan los principios que orientarán la actuación de la


Jurisdicción Contencioso Administrativa, los cuales se encuentran expresamente
establecidos en el artículo 2 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa.

Principios fundamentales del proceso contencioso administrativo.


A. Principio de la legalidad.

Este primer principio se refiere a la superioridad de la Constitución y de la Ley en sentido


material; lo cual conlleva al absoluto sometimiento de la acción administrativa al
denominado bloque de la legalidad. Existe un aspecto muy importante que se debe resaltar,
y es que el principio bajo análisis no solo comprende a la Constitución y las leyes formales
emanadas del órgano legislativo, sino también las disposiciones, que dictadas por el propio
Poder Ejecutivo, vinculan a la Administración en su actuación concreta en virtud del
principio de la jerarquía de las normas.

Encuentra el principio de legalidad su fundamento constitucional en el artículo 137 de la


Carta Magna venezolana, al cual también se le conoce como principio de la competencia o
bloque de la legalidad, por cuanto las actividades que realicen los órganos que ejercen el
Poder Público deben someterse a la Constitución y a las leyes.
De manera sucinta puede señalarse entonces respecto del principio de legalidad, que éste
implica el sometimiento pleno de la Administración Pública al Ordenamiento jurídico, y al
control judicial, de manera que no haya exclusión a ese control.

B. Responsabilidad.

La Responsabilidad Administrativa es una responsabilidad prejuiciosa que se genera como


consecuencia de una serie de sucesos o hechos que por acción u omisión realizan los
servidores y funcionarios públicos en el desarrollo de sus actividades ya sea a título de dolo
o culpa, cuya conducta se encuentra considerada como antijurídica. La responsabilidad
administrativa es un valor que está en la conciencia de los servidores y funcionarios
públicos, y como tal, dicha responsabilidad desde su ingreso a la carrera administrativa les
permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre
en el plano de lo moral.

C. Separación de poderes.

La Constitución, en su parte orgánica, establece cuales son los poderes públicos, y


asimismo establece las competencias propias a cada uno de ellos. De allí pues, que el
Estado venezolano a través de su Carta Fundamental plasma el Principio de la Separación
de los Poderes.

Lo antes señalado encuentra su base constitucional en el artículo 136, el cual dispone: “(…)
Cada una de las ramas de Poder Público tiene sus funciones propias… “.

Abordando un poco lo que es el Derecho Comparado, se debe mencionar que el Principio


de separación de poderes, es la base del contencioso-administrativo en Francia que tiene su
origen en la Ley de Separación, institucionalizada en el modelo francés y que data del año
1790, la cual consagraba que “Las funciones judiciales están y han de permanecer siempre
separadas de la funciones administrativas. Los jueces no podrán bajo pena de prevaricación,
perturbar de cualquier manera, las operaciones de los cuerpos administrativos, ni emplazar
ante ellos a los administradores por razón de sus funciones”.

Algunos autores concuerdan en afirmar que fue Otto Mayer el primero que tuvo ocasión de
abundar en la importancia que para el derecho administrativo posee el principio bajo
análisis, según el citado autor, los pilares que lo sustentan son la idea de la moderación en
el ejercicio del poder y de la separación de los poderes. Así, Mayer exaltaba la concepción
estática de la división de poderes. Su función era la de disciplinar la actuación
administrativa siguiendo el modelo, en lo posible, de las formas de actuaciones judiciales.

De todo lo anterior se tiene que en razón del principio de separación de poderes en Francia,
fue que se fortaleció la administración y permitió el surgimiento del derecho
administrativo.
Finalmente, puede decirse en relación con este principio que el mismo es un elemento
característico y fundamental en los Estados de Derecho. Se refiere a la independencia que
debe mantener cada uno de los poderes, como garantía del respeto debido a los derechos
individuales y públicos.

 Principios Constitucionales.

A. Brevedad.

El Tribunal está obligado a dictar la decisión jurisdiccional sobre los asuntos que le han
sido sometidos, cuya omisión o retardo generará la denegación de justicia.

B. Oralidad.

Principio según el cual las deducciones de las partes normalmente deben ser hechas de viva
voz en audiencia.

C. Informalidad.

Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y


decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos e
intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que puedan ser
subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de
terceros o el interés público.

D. Publicidad.

Asegura el desenvolvimiento del proceso en tal forma que cualquier persona, bien sea parte
o extraño a la causa, pueda imponerse de las actuaciones que se realicen o existan en los
tribunales.

E. Gratuidad.

Principio fundamentado en los derechos a la igualdad y tutela judicial y efectiva.

 Principios Legales.

A. Idoneidad.

Constituye un límite mínimo de la facultad de actuación de los órganos del Estado. En tal
sentido, justifica una obligación del funcionario de hacer lo posible para brindar protección
eficaz a los bienes jurídicos en juego.
B. Transparencia.

Al juez le está vedado conocer y resolver asuntos en los que sus intereses personales estén
involucrados. El Tribunal no debe actuar cuando el titular o alguno de sus miembros tengan
alguna vinculación con alguna de las partes.

C. Autonomía e Independencia.

Los funcionarios pueden actuar libremente en cuanto a la apreciación del derecho y de la


equidad, sin más obstáculos que las reglas que la ley les fije en cuanto a la forma de
adelantar el proceso y de proferir su decisión.

D. Celeridad.

Derecho a obtener, dentro de un plazo razonable de los tribunales, la resolución definitiva


de su conflicto, cuyo incumplimiento se genera por la inactividad del órgano jurisdiccional
en no satisfacer la pretensión dentro del lapso previsto.

E. Inmediación.

Principio en virtud del cual el Tribunal actúa en contacto directo con las partes en el juicio,
de modo que pueda apreciar las declaraciones de tales personas, lugares, entre otros, a base
de la inmediata impresión recibida de ellos, y no a base de la relación ajena.

 Principios Específicos.

A. Concentración y continuidad.

Se entiende como la posibilidad de desarrollar la máxima actividad del procedimiento en la


audiencia de juicio oral, o en el menor número posible de sesiones.

Este principio evidentemente va unido al diverso de continuidad, pues no podría concebirse


esa concentración de actuaciones sin la necesaria continuidad en sus distintas fases o etapas
procesales.

El principio que se referencia exige la natural concentración de las partes procesales y


demás intervinientes en el caso, tales como los testigos, peritos…, cuya concentración
aglutina, por consecuencia del desarrollo mismo del acto procesal, a los demás principios
rectores del proceso ya que no sería posible proceder de ese modo con la presencia de los
intervinientes durante la sustanciación del procedimiento y la realización de los actos
procesales si el debate no fuera oral, concentrado y continuo.

B. Investigación e impulso de oficio.

La administración tiene la facultad de buscar y obtener las pruebas necesarias para el


esclarecimiento de los temas, con amplitud de posibilidades en la investigación,
consistentes en la averiguación de la verdad material de lo acontecido, con prevalencia a la
verdad formal, en cuyo mérito no se limitará a los documentos del expediente, sino
constatar en otros lugares o archivos donde se encuentra la prueba real y objetiva, lo que se
denomina inquisidor, es decir, este principio es contrario al aspecto formal de la justicia, a
la excesiva formalidad de la administración de justicia.

corresponde a la autoridad administrativa la adopción de los recaudos conducentes a su


impulsión hasta el dictado del acto final, así como el desarrollo de la actividad necesaria
para obtener las pruebas pertinentes para su adecuada resolución, en ese contexto, la carga
de la prueba recae sobre la administración pública.

Tema 3: Características del Proceso Contencioso Administrativo.


Es de rango constitucional.
Tal y como ha sido observado, desde su nacimiento la jurisdicción contencioso
administrativa venezolana ha estado consagrada expresamente en la Constitución (salvo el
texto de 1953). Sin embargo, las formulaciones más acabadas se encuentran en la derogada
Constitución de 1961 y en la actual Constitución de 1999. Explica Brewer-Carías que se
siguen tres consecuencias básicas de la constitucionalización de la jurisdicción contencioso
administrativa: La universalidad del control que la Constitución prevé para todos los actos
subordinados a ella (que a su vez es otra característica del sistema); de lo cual “cualquier
exclusión del control respecto de actos administrativos específicos, sería inconstitucional,
sea que dicha exclusión se haga por vía de ley o por las propias decisiones de los
Tribunales... La consagración de un verdadero derecho fundamental del ciudadano a la
tutela judicial efectiva frente a la Administración, y no un mecanismo de protección de la
Administración frente a los particulares. El otorgamiento al juez de amplísimos poderes de
tutela; esto es, el juez está ante un proceso de defensa de intereses subjetivos y no de
resguardo de la legalidad objetiva lesionada por el acto impugnado.

Es público.
El artículo 3 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa que los
actos del proceso serán públicos, salvo que la ley disponga lo contrario o el tribunal así lo
decida por razones de seguridad, orden público o protección de la intimidad de las partes.

Realiza una doble función: contralora y justicial.


Según pone de manifiesto el maestro Moles Caubet (citado por Araujo Juárez), la actividad
contenciosa administrativa controla el ejercicio del poder por parte de la Administración, al
adecuarla a los parámetros de la legalidad; este carácter contralor, puede incluso sustentarse
en la revisión de la proporcionalidad ponderada por la Administración en el ejercicio de
potestades discrecionales .Esta nota cobra especial matiz en el ámbito de las potestades
sancionadoras y disciplinarias de la Administración, como lo afirmó en su oportunidad la
Sala Político-Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia: “...la administración,
en relación a la actividad sancionatoria, tiene como nota característica la discrecionalidad
(...) Ahora bien, esto no significa que la sanción a imponer quede al arbitrio de la
administración y que en su actividad sancionatoria el funcionario pueda evadir la legalidad
del acto e incurrir en abuso de poder...” (Caso: Rafael Alcántara Van Nathan, de fecha
4/8/1994).

Es universal.
De conformidad con el artículo 8 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa será objeto de control de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, la
actividad administrativa desplegada por los siguientes entes u órganos:
1. Los órganos que componen la Administración Pública;

2. Los órganos que ejercen el Poder Público, en sus diferentes manifestaciones, en


cualquier ámbito territorial o institucional;

3. Los institutos autónomos, corporaciones, fundaciones, sociedades, empresas,


asociaciones y otras formas orgánicas o asociativas de derecho público o privado donde el
Estado tenga participación decisiva;
4. Los consejos comunales y otras entidades o manifestaciones populares de planificación,
control, ejecución de políticas y servicios públicos, cuando actúen en función
administrativa;
5. Las entidades prestadoras de servicios públicos en su actividad prestacional; y

6. Cualquier sujeto distinto a los mencionados anteriormente, que dicte actos de autoridad
o actúe en función administrativa.
Lo anterior incluye actos de efectos generales y particulares, actuaciones bilaterales, vías
de hecho, silencio administrativo, prestación de servicios públicos, omisión de
cumplimiento de obligaciones y, en general, cualquier situación que pueda afectar los
intereses públicos o privados.

Así pues, la jurisdicción contencioso administrativa conoce de todos los actos, omisiones
y actuaciones (vías de hecho) de la Administración Pública.

Es subjetivo.
Tal y como en su oportunidad lo dispuso el artículo 206 de la derogada Constitución de
1961, y hoy lo hace el artículo 259 de la Constitución de 1999, los poderes del juez
contencioso convergen en un fin muy preciso: “el restablecimiento de las situaciones
jurídicas lesionadas por la actividad administrativa”. Ello aparta al sistema contencioso
venezolano de la línea de los vigilantes de la legalidad, y determina que el proceso no sea
un juicio al acto sino un instrumento de realización de justicia (Artículo 257 del Texto
Fundamental vigente) y medio para hacer valer la tutela judicial efectiva de los derechos e
intereses, incluso los colectivos o difusos (Artículo 26 de la actual Constitución). Se trata
de un verdadero sistema de tutela subjetiva de derechos e intereses legítimos.

En ese sentido, el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso


Administrativa establece que el Juez es rector del proceso y debe impulsarlo de oficio o a
petición de parte hasta su conclusión.
El juez está investido de amplias potestades cautelares que puede ejercer incluso de oficio
(órdenes de hacer, no hacer, a los particulares, órganos y entes de la Administración
Pública, según el caso concreto), en protección y continuidad sobre la prestación de los
servicios públicos y en su correcta actividad administrativa.

Permite la Aplicación de medios alternativos de solución de conflictos.


Los tribunales de la Jurisdicción Contencioso Administrativa promoverán la utilización de
medios alternativos de solución de conflictos en cualquier grado y estado del proceso,
atendiendo a la especial naturaleza de las materias jurídicas sometidas a su conocimiento.
Así ha quedado establecido en el artículo 6 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa.

Reconoce la Participación Popular.


De conformidad con el artículo 10 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa los entes, consejos comunales, colectivos y otras manifestaciones populares
de planificación, control, ejecución de políticas y servicios públicos, podrán emitir su
opinión en los juicios cuya materia debatida esté vinculada a su ámbito de actuación,
aunque no sean partes.

Es judicial y especial.
Sostiene Calcaño De Temeltas, lo que a su vez es uno de los axiomas de esta materia, “no
hay contencioso administrativo si no hay quien resuelva con poderes suficientes, con
neutralidad, esa controversia; (...) lo que caracteriza al contencioso administrativo es la
existencia de un Tribunal que dilucide las controversias que han surgido entre la
Administración y el administrado”. En jurisprudencia reciente, la Sala Político-
Administrativa ha comentado a este respecto que “desde el punto de vista organizativo, la
jurisdicción contencioso administrativa en Venezuela, está estructurada tanto
por grados como por materias que tiene atribuida, pudiendo también clasificarse los
tribunales (...) en Tribunales Contencioso Administrativo Generales, Especiales y
Eventuales...” (Caso: Eduardo de Jesús Rondón Graterol de fecha 27/4/2000).
Órganos de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa.
La LJCA establece cinco órganos para el orden jurisdiccional Contencioso-Administrativo:
Juzgados de lo Contencioso Administrativo.
Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo.
Salas de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia.
Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.

Cada uno de estos órganos es competente para conocer de los asuntos que la ley atribuye,
así como de las cuestiones incidentales aparejadas a los mismos.
Esta competencia es improrrogable, y se aprecia de oficio por los propios órganos
jurisdiccionales, previa audiencia de las partes y al Ministerio Fiscal por plazo común de
diez días.

La incompetencia del órgano judicial, en su caso, se declara mediante auto, antes de


dictarse la sentencia. El órgano deberá remitir las actuaciones a aquel que estime
competente. En caso de que considerara que el órgano judicial competente es un Tribunal
superior en grado acompañará su auto de una exposición razonada, y será el superior quien
resuelva sobre la competencia.

Las partes del procedimiento.


Son partes activas o demandantes las que ejercitan el derecho de acudir ante el juez
afirmando la titularidad de un derecho o un interés y solicitando una pretensión, y son
partes pasivas o demandadas los sujetos contra quienes se dirige esa pretensión y que se
resisten o se oponen a concederla.
En el proceso contencioso-administrativo, como en todo proceso, se enfrentan dos partes:
Parte demandante, que es la que inicia el recurso o la acción.
Parte demandada, aquella frente a la que la acción o recurso se dirige.

La particularidad del proceso contencioso-administrativo radica en que por regla general


estos papeles están asignados previamente, de forma que los ciudadanos titulares de los
derechos e intereses legítimos lesionados por el acto o actividad administrativa asumen la
carga de ser demandantes y la Administración, autora del acto, la posición más cómoda de
demandada.

Los particulares, sin embargo, además de recurrentes, pueden estar en la posición de


demandados en dos supuestos:
En el proceso de lesividad: La Administración autora del acto lo impugna previa
declaración de lesividad en el plazo de 4 años. La posición de demandado la asumirá
entonces el titular de los derechos o intereses legítimos cuya revocación pretende la acción
de lesividad (art. 43).

Cuando los particulares u otros entes públicos entran en el proceso como codemandados, es
decir, demandados juntamente con la Administración autora del acto recurrido, porque sus
derechos o intereses legítimos pudieran quedar afectados por las pretensiones del
demandante (art. 21.1).

¿A quién se atribuye la condición de Administración demandada cuando son dos los


intervinientes en la producción de un acto, una como autora y otra como fiscalizadora? La
LJCA entiende en ese caso por Administración demandada el organismo autor del acto o
disposición fiscalizados, si el resultado de la fiscalización es aprobatorio, y la que ejerza la
fiscalización, si mediante ella no se aprueba íntegramente el acto o disposición (art. 21.2).

La determinación de la parte demandante y la demandada se separa de estas reglas


generales y ofrece problemas en el caso de los contenciosos interadministrativos, es decir,
enfrentamientos contenciosos entre las Administraciones territoriales. Después de la
Constitución de 1978 las relaciones entre éstas se han judicializado de tal manera que caben
todas las variantes de conflictos contencioso-administrativos entre unas y otras.

En principio será parte demandante la Administración que toma la iniciativa de formular


frente a la otra el requerimiento para que derogue la disposición, anule o revoque el acto.
Pero si la parte demandada, al margen de contestar o no al requerimiento, dicta a su vez
otro nuevo acto sobre la misma materia se plantea un problema cuya solución más
razonable parece la vía que la Ley ofrece de que el primer requirente acumule en su
demanda cuantas pretensiones tengan una conexión directa entre sí.
CONCLUSION
La Jurisdicción Contencioso Administrativa en Venezuela puede definirse como un
conjunto de órganos judiciales o jurisdiccionales especializados, encargados de controlar la
legalidad y legitimidad de los actos, hechos u omisiones así como las relaciones jurídico-
administrativas entre los Administrados y la Administración Pública en todos sus niveles.

La norma fundamental que consagra esta especial jurisdicción en Venezuela, se encuentra


contenida en el artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
aprobada por referéndum popular el 15 de diciembre de 1999, (antes artículo 206 de la
Constitución de 1961).

La Jurisdicción Contenciosa Administrativa está compuesta por un conjunto de órganos


judiciales encargados, precisamente, de controlar el cumplimiento del Principio de la
Legalidad y de Legitimidad por parte de la administración pública es decir, por sus actos, o
hechos y relaciones jurídico administrativas originadas por la actividad administrativa.

La Jurisdicción Contencioso-Administrativa no constituye una "jurisdicción administrativa"


propiamente dicha, en contraposición con la "jurisdicción judicial", que si lo es, sino que la
misma se encuentra establecida e integrada dentro de los órganos jurisdiccionales que
ejercen el Poder Judicial; es decir, que la misma es parte integrante del Poder Judicial del
Estado, cuyo ejercicio esta encomendado a diversos órganos jurisdiccionales
especializados, en razón de los sujetos sometidos a su control, o por razón del territorio, de
la materia y de la cuantía.

A los órganos de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa no le está encomendada, la


generalidad de los procesos ni está sometida a ellos la generalidad de las personas:
solamente juzga determinados hechos y relaciones jurídicas entre los Administrados y la
Administración. Se trata de una competencia especializada dentro de un único Poder
Judicial.
Anteriormente, la legislación establecía el conocimiento de la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa, sólo respecto a las "pretensiones fundadas en preceptos de derecho
administrativo"; posteriormente, con la promulgación de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia del 30 de julio de 1976, la Jurisdicción Contencioso-Administrativa se
estableció como un fuero general, respecto a la República y las otras personas jurídicas
estatales nacionales.
BIBLOGRAFIA
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999.
Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
https://www.monografias.com/trabajos98/contencioso-administrativo-
venezuela/contencioso-administrativo-venezuela.shtml
https://es.calameo.com/read/000992546cd79173aa168
https://www.badellgrau.com/?pag=27&ct=1169

https://contencioso-administrativo.es/organos-competencias-jurisdiccion-contencioso-
administrativa/

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