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Puntos clave
● La pobreza es un término complejo y multidimensional que ● La causalidad entre desigualdad de renta y resultados en
abarca aquello que hace que una persona pueda tener una salud es una cuestión ampliamente debatida. El camino
subsistencia digna, ya sean recursos materiales (vivienda, de la causalidad podría concebirse como un conjunto de
empleo...) o no (apoyo social, educación...). interacciones y relaciones entre determinantes sociales
e individuales.
● El 21,6% de la población residente en España está bajo el
umbral de riesgo de pobreza. Ese umbral era un 10% más ● Las intervenciones sobre la pobreza y la salud pueden ser
alto en el año 2009 tanto para hogares unipersonales como realizadas desde lo macro mediante las políticas públicas
para familias de 4 miembros. y sistemas de protección social, y desde lo micro, desde
el sistema sanitario o desde la comunidad.
● Todos los indicadores de deprivación material han
aumentado en España desde el comienzo de la crisis, ● Tener en cuenta los determinantes sociales de la salud en
siendo el desempleo el indicador más sensible. la consulta de atención primaria y saber integrarlos es
primordial para poder dar respuestas al paciente teniendo
● La mayoría de los estudios muestran asociación entre nivel en cuenta su contexto.
de renta y resultados en salud. Aislar los efectos de la renta
del resto de condicionantes sociales es fundamental para ● Utilizar códigos Z para codificar diagnósticos, anotar
que futuros trabajos determinen con claridad la magnitud aspectos socioeconómicos en las historias de los pacientes,
de esta relación. trabajar coordinadamente con servicios sociales, introducir
elementos que contrarresten la ley de cuidados inversos
● Los indicadores de deprivación material presentan una o realizar mapeos de activos con la comunidad son
asociación negativa con los resultados en salud. actividades que se pueden hacer desde la consulta y
pueden tener efecto en la disminución de los efectos de
● La deprivación no monetaria no material viene determinada la pobreza en la salud.
por las relaciones sociales y la educación. El aislamiento
social es comparable a otros factores de riesgo
cardiovasculares como hipertensión u obesidad.
“Sueñan las pulgas con comprarse un perro “En esta vía maldita
y sueñan los nadies con salir de pobres, siempre le faltan las cosas
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, a quien más las necesita”.
que llueva a cántaros la buena suerte”.
Camarón de la Isla
Eduardo Galeano
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
FMC. 2016;23(2):50-60 51
Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
Género
Condiciones laborales
Medidas
Clase social
macropolíticas
Trabajo doméstico y de cuidados
Relaciones de poder
colectivos Mercado de
políticos y trabajo Medio físico residencial
culturales Grupo étnico
Factores
Factores
biológicos y
Territorio psicosociales
Políticas de conductuales
bienestar
Servicios sanitarios
ACTIVOS EN SALUD
Figura 1. Marco de determinantes sociales y generación de las desigualdades en salud. Adaptación a partir de Borrell et al. (2010)64.
lud (fig. 1) según el cual esta se ve influida por una serie de de forma que podamos obtener información en el contexto de
factores más allá del sistema sanitario9, tales como los ingre- los individuos y las familias.
sos, el nivel educativo, condicionantes medioambientales, En el año 2013, en España, el umbral de riesgo de pobre-
habitacionales, etc.; es por ello que a lo largo de este trabajo za (medida utilizada por EUROSTAT11 y consistente en el
vamos a tratar de revisar cuáles son las repercusiones que 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo)
tiene la pobreza, tanto monetaria como no monetaria (mate- para un hogar unipersonal se situó en 7.040 euros, mientras
rial y no material), sobre la salud de los individuos y pobla- que en un hogar formado por 2 adultos y 2 menores este fue
ciones. de 14.784 euros. Estos umbrales traducen unos porcentajes de
riesgo de pobreza del 21,6% para el total de la población re-
sidente en España. Dado que el umbral de riesgo de pobreza
La deprivación y los depende de los ingresos del total de la población y de su dis-
determinantes sociales: tribución, este umbral se ha reducido de forma importante
epidemiología desde el inicio de la actual crisis económica, siendo casi un
10% mayor en el año 2009 tanto para hogares unipersonales
Dado que el médico de familia es un intermediario entre el como para familias de 4 miembros12.
mapa (las correlaciones epidemiológicas halladas en los es- La distribución de la tasa de riesgo de pobreza según nivel
tudios) y el territorio (la situación individual, colectiva y educativo no es homogénea, observándose un gradiente de
contextual de los pacientes a los que atiende)10, vamos a modo que las personas con estudios superiores tienen una ta-
enumerar someramente algunos datos de distribución de la sa de riesgo de pobreza de 9,4%, mientras que los que solo
pobreza –en sus diferentes dimensiones– en España. tienen educación primaria presentan una tasa de riesgo de
pobreza del 27,1% (y en torno al 21% en los que tienen estu-
Pobreza monetaria dios secundarios).
En el ámbito global, en el año 2013 había, según un informe
del Banco Mundial, 1.220 millones de personas que vivían Pobreza no monetaria
con menos de 1,25 dólares al día; este umbral de renta se Como bien se ha detallado antes, hoy día el concepto de po-
utiliza en los indicadores absolutos de pobreza; sin embargo, breza obedece a algo más que a una serie de criterios de ca-
en nuestro caso preferimos utilizar datos de pobreza relativa, rácter económico. Aunque los ingresos siguen siendo la va-
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
riable más decisiva para analizar la pobreza económica, estudios (solo un 22,2% de los hombres y el 16,0% de las
otros indicadores han ido ganando importancia en el ámbito mujeres tienen educación superior). En los jóvenes, se in-
europeo, en coherencia con el mayor énfasis dado al concep- vierte la tendencia con un 33,8% de mujeres que alcanzan
to de exclusión social. estudios superiores y un 30% de hombres.
Según la Encuesta Europea de Ingresos y Condiciones de Todos los indicadores de deprivación no monetaria se en-
Vida13 del año 2012, la carencia material en España, indica- cuentran relacionados siendo las mujeres, las familias mono-
dor que forma parte del grupo de indicadores de desarrollo parentales y los colectivos migrantes las poblaciones más
sostenible para la Unión Europea, en los hombres se sitúa en vulnerables.
el 16,6%, y en el 16,1% para las mujeres. Este y otros indi-
cadores de pobreza no monetaria han experimentado un au-
mento desde el inicio de la crisis, especialmente en los paí- La deprivación y los
ses donde las políticas de austeridad han sido más rígidas y determinantes sociales:
ha habido un mayor recorte en políticas sociales:
asociación con resultados
B&NQMFP el desempleo se asocia directamente a los pro- en salud
cesos de exclusión en muchos hogares: el 75,6% de los hoga-
res encabezados por una persona desempleada están afecta- Pobreza monetaria
dos por la exclusión social. El desempleo ha aumentado No se ha descrito un indicador de renta absoluta por debajo
significativamente desde el año 2007, siendo en 2014 de del cual se puedan identificar problemas de salud directa-
22,8% en hombres y 24,7% en mujeres14, llegando a cifras mente atribuibles a esa renta; sin embargo, sí que se ha
de 53,8% cuando hablamos de desempleo juvenil. Pero más observado cómo la desigualdad de renta es un factor que
allá de la pérdida cuantitativa de empleo, la situación de explica variaciones en variables de resultados en salud tales
aquellos que han conseguido mantenerse en el mercado la- como la mortalidad global, la mortalidad por diferentes cau-
boral continúa empeorando15. Algunos hablan de la apari- sas, los reingresos... La existencia de un umbral de desigual-
ción de una nueva clase social: el precariado16. dad (es decir, un umbral de magnitud relativa) sí que se ha
C7JWJFOEB aunque España presenta una índice de haci- postulado en algunos estudios18, existiendo algún metanáli-
namiento menor que el de la media europea (1,9 habitacio- sis que defiende la existencia de este umbral en un valor del
nes/persona) y el 100% de las viviendas tienen acceso a ins- índice de Gini (forma más utilizada de medir la distribución
talaciones básicas, España vive un momento de emergencia de la renta en una población) de 0,3, de modo que en países
habitacional. La Federación de Entidades de Apoyo a las Per- o poblaciones donde la desigualdad de renta fuera > 0,3 es-
sonas sin hogar indica que más de 30.000 personas viven en tas desigualdades podrían asociarse a desigualdades en la ta-
nuestro país sin hogar y sin techo, el VII Informe FOESSA15, sa de mortalidad19.
publicado a finales de octubre de pasado, señala que en 2013 El efecto de la renta sobre la mortalidad es algo estudiado
un 3,3% de personas en España vivían en situación de haci- desde hace décadas; en 1997, un estudio encabezado por
namiento (publicado en octubre de 2014). McDonough20 mostró que en Estados Unidos existía un gra-
D 1PCSF[B FOFSHÊUJDB se define la pobreza energética diente de mortalidad en función de la renta familiar, de mo-
como aquella situación que sufre un hogar que o bien no do que la tasa de mortalidad ajustada por edad, sexo, etnia,
puede hacer frente al pago de una cantidad suficiente de ser- tamaño familiar y nivel educativo era más del doble en fami-
vicios energéticos para mantener un grado de confort térmi- lias con renta menor de 20.000 dólares que en familias con
co adecuado, o bien cuando ha de destinar una parte excesi- más de 70.000 dólares de renta. En el año 2009 se publicó
va de sus ingresos. En 2012, el 26% de hogares no un metanálisis18 en el que se estimaba que incrementos de
alcanzaba la temperatura óptima. Las poblaciones de mayor 0,05 puntos en el índice de Gini se correlacionaban con un
y menor edad son los colectivos más vulnerables a la pobre- riesgo relativo de 1,04 (1,02-1,06); una cifra de esta magni-
za energética17. tud puede parecer modesta, pero su aplicación en el ámbito
E3FMBDJPOFTTPDJBMFT según el informe FOESSA 201415, poblacional y la hipótesis de la existencia de un mecanismo
los procesos de exclusión de otro tipo contribuyen al conflic- causal en esta asociación dotan a la cifra de mayor impor-
to social y al aislamiento social en mayor medida. De esta tancia. Esta relación entre renta y mortalidad también se ha
manera, los procesos de exclusión de empleo contribuyen estudiado para subgrupos de pacientes, como es el caso de la
hasta en un 59% a situaciones de conflicto social o un 22% mortalidad por todas las causas en mujeres diagnosticadas
al aislamiento social. Según este informe, la población de de cáncer de mama21 (hazard ratio: 1,27; intervalo de con-
mayor edad constituye un grupo de mayor riesgo. fianza 95% 1,24-1,31).
F/JWFMEFFEVDBDJÓO en España es menor que la media Aunque la mayoría de los estudios epidemiológicos
europea. La franja mayor de edades tiene un menor nivel de muestran una asociación entre desigualdad de renta y resul-
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
tados en salud, también existen otros modelos que ponen en a. Indicadores de deprivación no monetaria material
duda esa relación22,23; aislar los efectos de la renta del resto
de condicionantes sociales –especialmente de los servicios de 1SJWBDJÓOEFFNQMFP
protección social y la redistribución pospago de impuestos– Podemos encontrar muchos ejemplos en la literatura que po-
es fundamental para que futuros trabajos determinen con nen de manifiesto la relación actual entre desempleo y salud.
claridad la magnitud de esta relación. Hay varias hipótesis que intentan explicar las repercusiones
del desempleo en la salud siendo las más aceptadas las que
Pobreza no monetaria se refieren a las implicaciones económicas y a la considera-
La relación entre los indicadores de pobreza no monetaria ción del desempleo como un factor de estrés. El desempleo
y la salud es compleja y, como en la deprivación no mone- está relacionado con un aumento de factores de riesgo car-
taria, es medida en términos relativos y no absolutos. Vea- diovasculares24, con una peor salud autopercibida25, un au-
mos esta relación en algunos de los indicadores más desta- mento de la mortalidad general26-29 o con la presencia de
cados (tabla 2): trastornos de salud mental como la depresión, el suicidio30 y
Indicador de deprivación Variable estudiada Magnitud del riesgo (intervalo de confianza al 95%) Estudios
Deprivación de empleo
Desempleo Mortalidad 1,63 en 10 años Roelf DJ, 2011
2,13 (1,71-2,65) en 5 años Morris JK, 1994
Mortalidad cardiovascular 1,82 (1,29-2,45) Stuckler D, 2009
Suicidios (2,04-9,04)
Depresión 2,33 (1,35-4,03) Leach LS, 2011
1,72 (p < 0,001) Gili M, 2012
Abuso de alcohol 1,36 (p < 0,05) Gili M, 2012
y drogas
Salud autopercibida 1,10 (1,05-1,15) Giatti L, 2008
Empleo informal Salud autopercibida 1,06 (1,03-1,15) Giatti L, 2008
Problemas habitacionales
Problemas ambientales Asma 1,28 (1,13-1,46) (moho) Zock JP, 2002
con la vivienda 1,13 (0,95-1,35) (humedad)
Salud autopercibida 1,9 (1,3-2,8) Lindén-Boström M, 2010
Problemas ambientales Salud autopercibida 1,5 (1,1-2,1) Lindén-Boström M, 2010
con el entorno
Tenencia de la vivienda Salud autopercibida 2,0 (1,4-2,9) para alquiler (Ref. vivienda en propiedad) Lindén-Boström M, 2010
Desahucios Depresión 2,95 (p < 0,001) Gili M, 2012
Pobreza energética Depresión 1,37 (1,17-1,61) Vries R, 2013
Relaciones sociales
Aislamiento social Mortalidad cardiovascular 2,52 (1,02-6,17) en 15 años para el nivel superior de AS Kathi L, 2011
Educación
Bajo nivel educacional Riesgo de ECV 1,64 (1,42-1,90) en hombres Estudio MORGAN, 2014
1,31 (1,02-1,68) en mujeres
Salud autopercibida 7,63 (6,29-9,28) (Ref. nivel universitario) Calcedo B, 2015
1,49 (1,27-9,28) (Ref. nivel superior) Oshio T, 2014
Mortalidad 1,45 (1,39-1,51) en hombres y 1,15 (1,04-1,26) Mackenbach JP, 2015
en mujeres de valores mínimos
2,93 (2,87-2,98) en hombres y 2,24 (2,16-2,33)
en mujeres de valores máximos
AS: aislamiento social; ECV: enfermedad cardiovascular.
Fuente: elaboración propia.
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
las adicciones31-33. Cabe destacar, que la evidencia nos dice bién, con el doble de riesgo de eventos coronarios47 que las
que el desempleo afecta en mayor medida a la salud de los personas con una buena red social. En cuanto a la salud auto-
hombres, lo cual nos hace pensar en la importancia del rol percibida, un estudio sobre la población sueca pone en evi-
de género en la concepción del trabajo29,34. dencia la gran influencia del apoyo social en este indicador37.
1SPCMFNBTIBCJUBDJPOBMFT #BKPOJWFMFEVDBUJWP
Clásicamente, el análisis de la relación de la vivienda y la Según el estudio MORGAN48, un bajo nivel de educación se
salud, se ha realizado desde 3 perspectivas: considera un factor de riesgo cardiovascular. Recientemente
se han comparado las desigualdades en mortalidad por va-
1. Las condiciones de la vivienda: se ha demostrado que el rias causas en 19 poblaciones europeas49, en las que se ha
moho y la humedad en las viviendas se relaciona con el em- confirmado que la asociación mortalidad-educación varía se-
peoramiento y la aparición de problemas respiratorios35,36, gún población y causa de muerte. Varias investigaciones,
así como el uso de materiales como el plomo o productos además, han señalado cómo las personas de bajo nivel edu-
químicos tóxicos. cativo tienen una peor autopercepción de su salud50, sobre
2. Las características del entorno: no solo se han de tener en todo en colectivos con menores ingresos y en mujeres51.
cuenta los condicionantes ambientales del entorno, sino tam-
bién el componente social37. "OÃMJTJTDBVTBMEFMBSFMBDJÓOEFTJHVBMEBE
3. La tenencia de la vivienda. EFSFOUBSFTVMUBEPTFOTBMVE
Diferenciar si la relación entre desigualdad de renta y resul-
Hoy día, sin embargo, surge un nuevo indicador en la vivien- tados en salud es causal o una mera asociación estadística es
da del que analizar sus repercusiones en la salud y son los pro- una de las cuestiones epidemiológicamente más interesantes
cesos de desahucio. Dado que es un fenómeno de reciente apa- de las últimas décadas52. En 1996, Wilkinson53 planteó la
rición (en esta magnitud), todavía hay pocos datos que analicen hipótesis de que las sociedades más igualitarias son también
la relación entre desahucios y salud38-40. En España, el estudio las más saludables porque tienen mayores niveles de cohe-
de Gili40,41 señaló el mayor riesgo de trastorno mental para las sión social y presentan mejores relaciones sociales; esta hi-
personas con dificultades en el pago de las hipotecas y los des- pótesis, que marca un itinerario de causalidad, ha sido am-
alojos. Recientemente, un informe de la Escuela Andaluza de pliamente discutida a lo largo de los años54.
Salud Pública41 ha señalado que el 86% de las personas en pro- Si bien los denominados criterios de causalidad de
ceso de desahucio padecen alguna enfermedad crónica y el Bradford Hill ni son técnicamente criterios ni deben ser uti-
44,9% tienen alguna enfermedad mental (frente al 49,6 y lizados como un listado de verificación, sí que pueden ser
el 8,7% del resto de la población, respectivamente). útiles para desbrozar el camino de la posible causalidad en-
tre la desigualdad en la renta y los resultados en salud. Co-
1PCSF[BFOFSHÊUJDB mo señalan Pickett y Wilkinson en una reciente revisión55, la
En 2011, el UCL Institute of Health Equity publicó su infor- bibliografía muestra que los criterios de secuencia temporal,
me “Los efectos sobre la salud de los hogares fríos y la po- plausibilidad biológica, consistencia y falta de explicación
breza energética”42. Este y otros artículos posteriores43 han alternativa se soportan de forma muy fundamentada en la
relacionado la pobreza energética con exceso de mortalidad, evidencia disponible; además, hipótesis como el incremento
incremento en el desarrollo de eventos cardiovasculares, pa- del estrés psicosocial en sociedades más desiguales sí que se
tologías del aparato respiratorio y con depresión. Las varia- ha confirmado a partir de hipótesis apriorísticas56.
bles sociodemográficas44 que se ha observado que pueden El camino de la causalidad entre desigualdad de renta y
jugar un papel en esta interacción “pobreza energética-sa- resultados en salud podría concebirse como se muestra en la
lud” son la edad, el sexo, el hábito tabáquico, el estado de figura 2.
salud y variables relacionadas con la salud mental.
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
Renta y
estatus Red
Bienestar
familiar social
Formación y Ocupación
Profesión Renta
educación laboral
Condiciones
materiales
Condiciones
psicosociales
Condiciones
conductuales
Condiciones
biológicas
Figura 2. Ruta causal entre renta y estado de salud. Basado en Benzaval et al., 201452.
Por tanto, se relaciona e interactúa con otros niveles: nivel relativa. La desigualdad afecta a la movilidad intergenera-
macro o contexto socioeconómico y político, los ejes de des- cional, de manera que para combatir la pobreza es necesaria
igualdad que determinan las relaciones de poder en la socie- la puesta en marcha de medidas que aceleren y agilicen este
dad y su interacción con los sistemas sanitarios. ascensor social, ya sea desde las políticas sociales (sistemas
Así pues, las repercusiones de la pobreza en la salud se de protección social frente al desempleo59, mejora de los en-
podrán abordar desde 2 espacios diferentes pero comple- tornos e intervenciones de eficiencia energética en colectivos
mentarios: desde lo macro (políticas públicas) y desde lo mi- vulnerables que sufren sus repercusiones sobre la salud60,
cro (el sistema sanitario y la comunidad): etc.), las políticas fiscales (redistribución de riquezas) o des-
de la reestructuración del mercado de trabajo.
B *OUFSWFODJPOFT EFTEF MBT QPMÎUJDBT QÙCMJDBT parece C%FTEFMPTTJTUFNBTTBOJUBSJPT un sistema sanitario ba-
lógico que si la pobreza es un problema de origen social, la sado en la equidad y que recoja la reducción de desigualda-
intervención sobre sus causas estructurales sea lo que aporte des como uno de sus objetivos prioritarios es fundamental
mayor efectividad a la hora de reducir sus consecuencias so- para la lucha contra todas las formas de pobreza. De esta
bre la salud. De esta manera, la actual crisis económica ha manera, la atención primaria tiene un papel central en el sis-
puesto de manifiesto la importancia de las políticas econó- tema como facilitadora del acceso a los servicios sanitarios
micas y sociales en la salud. Stuckler y Basu57 llegan a la de los colectivos más vulnerables, así como para la canaliza-
conclusión de que las políticas de austeridad como medida ción de una verdadera participación de estos61.
frente a la recesión conllevan un aumento de la pobreza y un D%FTEFMBDPNVOJEBE como ya hemos introducido antes, el
empeoramiento importante de la salud de la población. Son apoyo social y las redes sociales en general son un factor protec-
necesarias políticas de protección social para minimizar los tor de las consecuencias de la pobreza en la salud. Hay una evi-
daños de la crisis. Recientemente, un artículo58 publicado en dencia cada vez mayor de la importancia de tejer redes de apoyo
España señalaba la importancia del llamado “ascensor so- y del efecto positivo de las plataformas ciudadanas y grupos de
cial” en la lucha contra las desigualdades y contra la pobreza apoyo mutuo ante las situaciones de deprivación material62,63.
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
TABLA 3. Recomendaciones de la Comisión para la Reducción de las desigualdades sociales en salud en España
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Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
medicina personalizada que un médico de familia y comuni- que intenten contrapesar estas inequidades es una acción que
dad debería ofrecer desde su consulta. Atajar la situación de puede ir encaminada a disminuir los efectos de la pobreza y
deprivación multidimensional no es una tarea (ni una posibi- la desigualdad sobre la salud.
lidad) del profesional sanitario, en especial desde su consul- r )BDFS NBQFPT EF BDUJWPT F JEFOUJGJDBDJÓO EF SFDVSTPT
ta, pero existen algunas acciones recogidas en la bibliografía QSFTFOUFTFOMBDPNVOJEBEFOMBRVFUSBCBKBFMDFOUSPEFTB-
que pueden ayudar a que la atención centrada en la persona MVE una de las formas en las que los profesionales de aten-
nos ayude a centrar a la persona en su contexto socioeconó- ción primaria pueden trabajar con su comunidad es la de la
mico66: realización de mapeos de activos74 para, desde la consulta,
poder ofrecer a los pacientes alternativas no medicalizadoras
r6UJMJ[BDJÓOEFDÓEJHPT;QBSBMBDPEJGJDBDJÓOEJBHOÓTUJ- de procesos con causa social, de forma que se fomenten los
DB en la décima versión de la Clasificación Internacional de activos para la salud y se ofrezcan recursos comunitarios con
Enfermedades podemos encontrar un grupo de códigos diag- utilidad social.
nósticos para referirnos a “factores que influyen en el estado r1MBOUFBSTFMBQPTJCJMJEBEEFSFBMJ[BSVODSJCBEPEFQP-
de salud y contacto con los servicios de salud”67; en dicho CSF[B FO MB BOBNOFTJT, a partir de una sencilla pregunta:
grupo, se incluyen aspectos relacionados con la estructura “¿alguna vez tiene dificultades para llegar a final de mes?”,
familiar, el nivel de renta o las condiciones habitacionales; una valoración del riesgo clínico relacionado con la
aspectos que, como hemos comentado a lo largo del artículo, situación de pobreza y un diseño de una intervención si
pueden tener repercusiones directas sobre el estado de salud. fuera preciso, como planteaban recientemente desde el
Visibilizar estos códigos como parte determinante de la sa- Ontario College of Family Physicians75.
lud y compartirlos con los pacientes puede ser una manera Además de estos aspectos no hemos de olvidar que el mé-
de abordar la pobreza y las desigualdades en el marco de la dico, fuera de la consulta, también puede desempeñar una
consulta. labor de activismo social no solo desde su papel de miembro
r"OPUBDJÓO EF BDUJWJEBE QSPGFTJPOBM EF MPT QBDJFOUFT FO de la sociedad civil, sino también desde una óptica de com-
MBIJTUPSJBDMÎOJDB el diseño de historias clínicas sociosani- promiso profesional. Desde Virchow a Snow han surgido
tarias integradas es un aspecto que se está reclamando desde muchos ejemplos de este activismo en salud76. La atención
diversos sectores y que probablemente será una realidad integral a la persona no consiste solamente en atender a sus
dentro de poco tiempo68,69; hasta entonces, es necesario ir dimensiones física y psicológica, sino que hay que tener en
incorporando a los registros clínicos datos sobre los determi- cuenta las condiciones del entorno y actuar sobre ellas cuan-
nantes sociales de salud tales como la situación laboral, la do sea posible77.
estructura familiar o condiciones habitacionales. Este regis-
tro en la historia clínica no debe ser más que una parte del
proceso de incorporación sistemática de estos aspectos en la Conclusiones
práctica clínica habitual.
r $PPSEJOBDJÓO Z FTUBCMFDJNJFOUP EF DPOTVMUBT DPOKVOUBT La pobreza es un concepto de gran complejidad cuyo análi-
DPOMPTBTUSBCBKBEPSFTBTTPDJBMFT en el equilibrio dinámi- sis puede verse muy determinado tanto por la concepción de
co existente entre no medicalizar lo social ni socializar lo pobreza que se maneje como por los modos de medición es-
médico es necesario establecer mecanismos de coordinación cogidos.
y trabajo conjunto con los trabajadores sociales. Existen evi- A lo largo de este artículo hemos tratado de esbozar una
dencias que apuntan a que la inclusión de forma sistemática concepción de pobreza alejada de lo meramente monetario,
de profesionales del trabajo social en el manejo de los pa- en la cual concebir lo monetario como un factor de conver-
cientes que lo precisan mejora variables relacionadas con el sión de unos determinantes y recursos en unas capacidades
funcionamiento del equipo, la satisfacción del paciente y determinadas. Esta visión en la cual la pobreza es multidi-
puede disminuir la demanda clínica no programada de los mensional y el dinero es un factor de conversión para la ga-
médicos de familia70,71. nancia de capacidades se relaciona de forma inmediata con
r 0SHBOJ[BS MB DPOTVMUB EF NBOFSB RVF MBT BDUJWJEBEFT una concepción de salud que respondería a las aportadas por
QSFWFOUJWBT EF FGFDUJWJEBE QSPCBEB USBUFO EF DPOUSBSSFTUBS el abordaje de las capacidades78, a la par que atiende al mo-
MBMFZEFDVJEBEPTJOWFSTPT uno de los objetivos fundamen- delo de determinantes sociales de salud hegemónico en la
tales de un profesional sanitario que actúe cerca del territo- concepción actual de la salud. Durante los años de la crisis
rio –como es el caso de la atención primaria– ha de ser el de económica, la preocupación social por las repercusiones so-
contrarrestar la ley de cuidados inversos72; incluso en un en- bre la salud que pudieran tener el incremento de la pobreza y
torno con alta cobertura sanitaria como el español se pueden las instauración de políticas de austeridad con acción directa
encontrar inequidades en el uso de actividades preventivas sobre los determinantes sociales ha ido creciendo; paralela-
como el cáncer de cuello de útero73; introducir elementos mente, el cuerpo de conocimiento socioepidemiológico so-
58 FMC. 2016;23(2):50-60
Padilla Bernáldez J, López Ruiz MV. Repercusiones de la pobreza sobre la salud de los individuos y las poblaciones
bre estos aspectos va ayudando a que se puedan establecer 20. McDonough P, Duncan GJ, Williams D, House J. Income dynamics and
adult mortality in the United States, 19722 through 1989. Am J Public
con mayor claridad la magnitud de ciertas asociaciones, de Health. 1997;87:1476-83.
modo que ese conocimiento pueda utilizarse para establecer 21. Feinglass J, Rydzewski N, Yang A. The socioeconomic gradient in all-
políticas encaminadas a atajar la pobreza, las desigualdades cause mortality for women with breast cancer: findings from the 1998
to 2006 National Cancer Data Base with follow-up through 2011. Ann
y, en consecuencia, minimizar sus efectos sobre la salud pú- Epidemiol. 2015;S1047-2797(15)00052-6. Doi:10.1016/j.annepi-
dem.2015.02.006
blica.
22. Regidor E, Vallejo F, Giráldez-García C, Ortega P, Santos JM, Astasio
Desde la perspectiva de las políticas en el nivel macro no P, et al. Low mortality in the poorest areas of Spain: adults residing in
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