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Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago(CSAN)

Título: Indemnización de perjuicios, rechazada. Responsabilidad contractual. Contrato de servicio médico.


Responsabilidad de los médicos. Obligación de medios. Respeto de la lex artis
Fecha: 15/10/2013
Partes: John Durson Wagner y otros con Luciano Basauri Tochetton y otro
Rol: 151-2012
Magistrado: Lusic Nadal, Dobra
Magistrado: Ravanales Arriagada, Adelita
Redactor: Lusic Nadal, Dobra
Abogado integrante: Muñoz Sánchez, Andrea
Cita Online: CL/JUR/2280/2013
Voces: ACCION CONSTITUCIONAL ~ CASACION ~ CASACION EN EL FONDO ~ DAÑOS Y
PERJUICIOS ~ DERECHO CIVIL ~ INDEMNIZACION ~ MEDIOS DE PRUEBA ~ NEGLIGENCIA
MEDICA ~ PROCEDIMIENTO LABORAL ~ PRUEBA ~ RECURSO DE APELACION ~ RECURSO DE
PROTECCION ~ RESPONSABILIDAD CIVIL ~ RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL ~
RESPONSABILIDAD DEL MEDICO ~ SISTEMA ACUSATORIO
Hechos:
El paciente, su cónyuge e hija accionan de indemnización de perjuicios en contra del médico y del centro
médico. El tribunal a quo acoge parcialmente la demanda, condenando al facultativo al pago de una
indemnización a favor del paciente. Sin embargo, el tribunal ad quem revoca el fallo, rechazando íntegramente
la demanda
Sumarios:
1. Para la procedencia de la demanda de indemnización de perjuicios por responsabilidad contractual
enderezada en contra del médico neurocirujano por su paciente, el actor debe probar la existencia de la
obligación y afirmar el incumplimiento en que incurrió el demandado, para obligar a éste a acreditar la
diligencia con que actuó o la exclusión de su responsabilidad por causa legal, toda vez que se trata de una
obligación de medios u obligación de diligencia, esto es, aquella en que el deudor se obliga a emplear los
medios considerados más idóneos con la debida diligencia y a desarrollar cualquier otra actividad
complementaria tendente al fin, siendo la actividad lo que constituye la sustancia de la prestación. Existirá
incumplimiento cuando el deudor no se comporte con la diligencia debida. Efectivamente, en el ámbito de los
contratos de servicios médicos, lo que se exige al profesional no es la curación, sino la utilización diligente y
correcta de los medios (considerandos 6º a 8º de la sentencia de la Corte de Apelaciones). En la especie, si bien
el demandante y paciente imputó al médico demandado no haberle advertido, en forma clara y precisa, los
riesgos que podría acarrear la intervención, lo cierto es que las pericias médicas conducen inequívocamente a
concluir que el facultativo se desempeñó conforme a las reglas propias de su lex artis, con la debida diligencia
(considerandos 9º y 10º de la sentencia de la Corte de Apelaciones)

Texto Completo:
Santiago, quince de octubre de dos mil trece.
Vistos:
I.– En cuanto al recurso de Casación:
Que la parte del demandado don Luciano Basauri en lo principal de la presentación de fs. 439 interpuso
recurso de casación en la forma en contra de la sentencia de fecha 30 de septiembre de 2010, escrita a fs. 412 y
siguientes, invocando la causal contemplada en el Nº 5 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el artículo 170 Nº 4 del referido cuerpo legal, que hace consistir en que la sentencia condena
infundadamente a esta parte al pago de una indemnización de perjuicios no obstante que del mérito del proceso
únicamente se desprende la improcedencia de la demanda intentada.
Sostiene el recurrente que la sentencia impugnada vulnera la obligación legal de contener una razonada
exposición de cómo se ponderaron y analizaron las pruebas rendidas conforme a las reglas legales, de informar
los fundamentos por los cuales se desestiman las pruebas rendidas por esta parte, y de las consideraciones en
virtud de las cuales se da por probado que este demandado incurrió en incumplimiento de sus obligaciones
contractuales, no obstante que el mérito de la prueba rendida permite concluir de modo contrario, esto es, que
efectivamente este médico demandado se desempeñó con estricto apego a la lex artis.
Vicio que ha influido sustancialmente en lo dispositivo, ya que de considerar los medios de prueba
aportados y valorarlos correctamente debió haber negado lugar a la demanda interpuesta.
En razón de lo anterior solicita se acoja el recurso, se anule el fallo impugnado y se dicte sentencia de
reemplazo en que se rechace, en todas sus partes, con costas, la demanda planteada.
Se trajeron los autos en relación.

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Considerando:
PRIMERO.– Que el vicio formal alegado por la peticionaria, consiste en haberse omitido en la sentencia
recurrida el requisito exigido por el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil en su Nº 4, esto es, las
consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia.
Fundamenta el recurso en el hecho que la sentencia impugnada no contendría los razonamientos que
llevaron a establecer la responsabilidad contractual del médico Sr. Basauri, ni las razones que justificaran la
condena a pagar una suma de dinero como indemnización de perjuicios.
SEGUNDO: Que el motivo de nulidad invocado dice relación con las necesarias consideraciones de hecho y
de derecho que deben servir de fundamento al fallo y que como requisito indispensable exige el Nº 4 del artículo
170 del Código de procedimiento Civil, en relación con los números 5, 6 y 7 del Auto Acordado de la Excma.
Suprema de 30 de septiembre de 1920. Ellos tienden a proporcionar a los litigantes los antecedentes que les
permitan conocer los motivos que determinaron la decisión del litigio para la interposición de los recursos por
medio de los cuales fuere posible la modificación o invalidación de los mismos, asegurando así la justicia y la
legalidad de los fallos.
TERCERO: Que cabe advertir que esta misma parte se alzó también en contra de la antedicha sentencia
mediante recurso de apelación, del que debe conocer esta Corte en esta misma oportunidad.
Por tal motivo, de ser cierto los fundamentos de este reclamo, la falencia puede ser subsanada por vía del
expresado recurso ordinario de apelación, eludiendo de esta manera el saneamiento extrema ratio, conforme al
principio que consagra el inciso penúltimo del propio artículo 767 del Estatuto Procesal Civil.
Y de conformidad además con lo dispuesto en los artículos 768 y 781 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, se desestima el recurso de casación en la forma interpuesto en contra de la sentencia
definitiva de fecha treinta de septiembre de dos mil diez, escrita a fs.412 y siguientes.
II.– En cuanto al recurso de apelación:
Se reproduce la sentencia en alzada, de la que se eliminan los basamentos 20º, 27º, 28º, 29º, 30º, 31º y 32º.
Y se tiene en su lugar y además presente:
CUARTO: Que por la sentencia de 30 de septiembre de 2010, aparejada a fs. 412 y siguientes se acogió la
demanda de indemnización de perjuicios deducida por don John Durson Wagner en contra de don Luciano
Basauri Tochetton, condenando a éste a pagar a aquél la suma que el mismo fallo determina, por concepto de
daño emergente.
El fallo de la instancia negó lugar en lo demás a la demanda interpuesta. Esto es, rechazó la pretensión por
daño moral intentada por la misma parte y desestimó el libelo respecto de la cónyuge e hija del demandante
principal.
Por último, negó lugar a la demanda interpuesta respecto de la Sociedad Centro de Exploración del Cerebro
Limitada. Decisión no impugnada en autos.
En contra de esta sentencia se han alzado las partes antes indicadas, solicitando el demandado don Luciano
Basauri que se rechace la demanda en todas sus partes, y la contraria, que se establezca la calidad de víctimas de
la cónyuge e hija del demandante principal y se acoja la acción indemnizatoria en su favor; y en el de todos,
además por concepto de daño moral.
QUINTO: Que la decisión de la juez a quo de desestimar la demanda interpuesta por doña Ana Isabel
Crivelli y Natalia Durston Crivelli, cónyuge e hija del actor principal, respectivamente, ha sido adoptada
conforme a derecho, pues –independientemente de la posición adoptada por los demandados al contestar la
demanda– lo cierto es que de acuerdo con su texto la acción deducida lo fue sobre la base de una supuesta
responsabilidad contractual, que en el caso de ambas les es ajena por no haber concurrido ninguna de ellas al
contrato de prestación de servicios médicos.
SEXTO: Que en el caso del demandante don John Wagner la situación es diferente, pues se trata del
paciente del médico Luciano Basauri, neurocirujano, a quien se le atribuye en la causa la indicada
responsabilidad contractual.
SÉPTIMO: Que para la procedencia de dicha acción, la parte demandante debe probar la existencia de la
obligación y afirmar el incumplimiento en que incurrió el demandado, para obligar a éste a acreditar la
diligencia con que actuó o la exclusión de su responsabilidad por causa legal.
Lo anterior, atendido lo dispuesto en el artículo 1547 inciso tercero del Código Civil y el hecho de tratarse
en la especie de una obligación de medios.
OCTAVO: Que en relación a la antes indicada "obligación de medios" resulta útil tener presente que ésta,
conocida también como "obligación de diligencia", corresponde a aquéllas en que el deudor se obliga a emplear
los medios considerados más idóneos con la debida diligencia y a desarrollar cualquier otra actividad
complementaria tendiente al fin. En consecuencia, es la actividad lo que constituye la sustancia de la prestación.

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En el ámbito de los contratos de servicios médicos, lo que se exige al profesional no es la curación (tal sería
de tratarse de una "obligación de resultado"), sino la utilización diligente y correcta de los medios.
Finalmente, concluye la doctrina, la obligación de medios está incumplida cuando el deudor no se ha
comportado con la diligencia debida (Daniel Peñailillo Arévalo. "Obligaciones. Teoría General y
Clasificaciones. La resolución por incumplimiento").
NOVENO: Que en este juicio el demandante – paciente ha imputado al médico demandado no haberle
advertido, en forma clara y precisa, los riesgos que podrían acarrear la intervención, indicándole como única
solución o tratamiento una intervención quirúrgica.
DÉCIMO: Que sobre esta materia reviste especial significación el informe pericial médico de fs.395,
evacuado por el perito, doctor Patricio Tagle Madrid, relacionado en el basamento 23º) y la pericia evacuada en
la causa criminal, tenido a la vista en este juicio, analizada en el considerando 24º).
Ambas pericias, apreciadas por la juez de la instancia en el raciocinio 25º) con arreglo a las reglas de la sana
crítica, llevaron a concluir "que no obstante la presunción de culpabilidad que pesa sobre el demandado en
cuanto a la obligación que se le reprocha como incumplida... dichos informes, además de constituir los medios
más pertinentes e idóneos para acreditar el desempeño profesional del doctor Luciano Basauri Tochetton, en las
intervenciones practicadas al actor don John Durston; no se encuentran desvirtuados, en sus comentarios y
conclusión, por prueba legal alguna en contrario; permiten a esta sentenciadora fundadamente concluir que la
conducta desplegada por el profesional demandado en las intervenciones practicadas al actor se ajustaron
plenamente a las técnicas y procedimientos concebidas en la ciencia de la medicina... observando éste, en su
desempeño, una conducta prolija y minuciosa,... acorde con el procedimiento que debía realizarse".
El mérito probatorio de las pericias médicas en cuestión conducen inequívocamente a concluir que el
médico demandado se desempeñó conforme a las reglas propias de su lex artis, con la debida diligencia.
UNDÉCIMO: Que la conclusión anterior se encuentra corroborada por el consentimiento entregado por el
demandante para la realización de los procedimientos médicos, circunstancia reconocida por el propio
demandante en su libelo, reiterada por las pericias médicas y demás antecedentes corrientes en la causa criminal
rol Nº 5.436–2003, del 31º Juzgado del Crimen de Santiago, acompañados al presente juicio a fs. 207, 257 tales
como testimonios, ampliación de pericia médica y ficha clínica del paciente. Todos, elementos probatorios no
impugnados de contrario.
DUODÉCIMO: Que, desvirtuada la presunción de culpa, la parte demandante tampoco logró acreditar en la
causa la efectividad de los hechos que constituirían incumplimiento por parte del médico demandado, existiendo
sobre la materia tan solo las afirmaciones que en tal sentido se contienen en la demanda, efectuadas desde la
perspectiva personal del actor, pero no materializadas en el proceso con medios de prueba serios y suficientes,
pues la aportada por esta parte al juicio, relacionada en el basamento 12º) apuntan básica y casi íntegramente a
acreditar las pretensiones indemnizatorias planteadas.
DECIMOTERCERO: Que los restantes elementos probatorios producidos en el juicio no conducen a alterar
las conclusiones a que se ha arribado en este fallo.
Y de conformidad además con lo dispuesto en los artículos 189 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se revoca la sentencia apelada de fecha treinta de septiembre de dos mil diez, escrita a fs.412 y siguientes,
en cuanto por ella se acoge parcialmente la demanda de indemnización de perjuicios interpuesta por don John
Wagner Durston, y condena en costas al demandado don Luciano Basauri Tochetton, y en su lugar se declara
que la misma queda íntegramente rechazada, sin costas, por estimarse que ha existido motivo plausible para
litigar.
Se confirma en lo demás apelado la antedicha sentencia.
Regístrese y devuélvase.
Redacción: Ministro Dobra Lusic.
Pronunciada por la Séptima Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por la Ministra
señora Dobra Lusic Nadal e integrada por la Ministra señora Adelita Ravanales Arriagada y por la Abogada
Integrante señora Andrea Muñoz Sánchez, quien no firma, no obstante haber concurrido a la vista y acuerdo del
fallo, por encontrarse ausente.
Nº Civil 151–2012.

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