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DOSSIER

Cultura política y prácticas alternativas


Aproximaciones desde la Teología

Pablo G. Oviedo *

1. Introducción dientes y desiguales, convirtiendo a nues-


Una de las áreas de nuestras sociedades tros Estados y a nuestras sociedades en
latinoamericanas que es clave en nuestro mucho más dependientes que antes.
tiempo es la que tiene que ver con la par- Estamos viviendo en este 2012 el límite
ticipación ciudadana, con la cultura polí- de una serie de momentos de la historia
tica. Es clave ya que viene creciendo el argentina, diversa, que va desde la dicta-
convencimiento en diversos sectores que dura a una democracia fuertemente con-
cuestionan este tipo de globalización, de dicionada, que incluye la irrupción de la
que es el espacio para construir una nueva impugnación de lo que hay, con esa con-
manera de relacionarnos socialmente y de signa ambigua que fue el “que se vayan
cambiar el rumbo de nuestras democra- todos”. Actualmente, se acentúa una
cias formales y funcionales al capitalismo apuesta de nuestra sociedad, a veces con
actual de mercado. miedo, limitada pero muy dinámica, a re-
El neoliberalismo en América Latina co- cuperar la democracia y con ella el Es-
sechó una importante victoria en el te- tado. Se cierra y eventualmente se abre
rreno de la cultura y la ideología, al también un ciclo que tiene que ver en lo
convencer a muchísimos sectores de las político con cómo es la representatividad
sociedades capitalistas y a la casi totali- en Argentina y cómo se gestiona el poder
dad de sus élites políticas en los 90” (la político.
década de los espejismos o nueva década Sigue siendo común hoy que en muchas
infame ), de que no existía otra alterna- de las comunidades y las organizaciones
tiva. Esta victoria neoliberal ha generado sociales se sigue hablando del Estado
y acentuado tanto consumidores y pro- como enemigo y de la política como algo
ductores, pero no ha promovido ciudada- malo. Estamos como en una transición.
nos partícipes. En este sentido afirma A. Por un lado, vamos reencontrándonos con
Borón: “Las reformas económicas pues- la posibilidad, el desafío y la exigencia de
tas en práctica en los años recientes en poder hablar del Estado como una de esas
América Latina son, en realidad, contra- mediaciones, como uno de esos canaliza-
rreformas orientadas a aumentar la des- dores, como una herramienta política que
igualdad económica”1, Así también, puede estar al servicio de un proyecto de
consolidó democracias formales, depen- los sectores populares; de esta manera

* Pablo Guillermo Oviedo es Presbítero de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Córdoba. Licenciado
en Teología y enseña Teología en diversos espacios ecuménicos.
1 Ver Atilio Borón, “Sobre Mercados y Utopías. La victoria ideológico-cultural del neoliberalismo”, en Caminos
n º 29-30 La Habana (2003),.p.15.
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aparecen las grietas y las políticas públi- desafíos que creemos son ineludibles
cas. Pero igual persiste la idea de que la hacia una transformación de la cultura po-
política es mala y el Estado está del otro lítica en estas tierras.
lado, en el mejor de los casos el obstá-
culo, el límite. Hay que hacer un esfuerzo 1.1 Argentina y la crisis del 2001
muy grande para ver dónde trazamos esas Decíamos que la victoria neoliberal en el
líneas, cómo es el esquema que ordena terreno ideológico y cultural latinoameri-
nuestra mirada sobre el Estado y volver a cano fue efectiva. Frente a esta situación
pensarlo como el instrumento que se da de pesimismo político, emergieron voces
una sociedad para darse forma a sí misma, que al analizar la realidad de la cultura
un instrumento atravesado por el poder y política reciente esbozan hipótesis un
las contradicciones, donde hay que volver tanto diferentes. Al analizar en el año
a poner en el medio la palabra democracia 2002 la realidad argentina inmediata-
con todos sus desafíos, entre ellos el de mente posterior al estallido de la crisis de
las nuevas construcciones políticas.2 diciembre de 2001, el polítologo Fabián
Y en medio de estas encrucijadas nos pre- Echegaray4 sostiene que debido a que
guntamos: ¿qué puede aportar la teología pocos países vivieron un proceso de de-
-como mirada particular de la historia y cadencia económica y política tan acen-
de las relaciones sociales- a éstos desafíos tuado como la Argentina en los últimos
de la cultura política en nuestro con- años del siglo XX, la mirada del sentido
texto?. Así las cosas, en este ensayo nos común no daría lugar sino a la alarma y a
proponemos una breve consideración de la desesperanza por la catástrofe y anomia
la crisis del 2001 –como emergente fun- social evidente. Sin embargo, en el plano
damental de cambios en la cultura política político, surgieron algunas señales de op-
argentina- y un paseo por aportes de la fi- timismo. Al advertir las diferentes formas
losofía política contemporánea en diálogo de organización y articulación ciudadana
con la teología – haciendo hincapié en la extra-partidaria que emergió durante el
pneumatología- el obrar del Espíritu de 2002, afirma que el eje de ese cambio
Dios en la historia-3. Y por último algunos casi inesperado es la nueva valoración de

2. Ver Luis Baronetto, “Movimientos Sociales y participación política”, en Tiempo Latinoamericano, revista del
Centro Tiempo Latinoamericano nº 92, Julio 2011.p. 41.Allí el autor analiza el caso del peronismo cordobés en
Argentina como una muestra de la vieja política que no termina de morir y de una nueva construcción política
embrionaria que no se consolida aún.
3. Pneumatología es el área de la teología que estudia el ser y el obrar de la tercera persona de la Trinidad, el
Espíritu Santo. Por razones de espacio no podemos explayarnos pero partimos del presupuesto de que la obra
de Cristo no se realiza sin la obra del Espíritu, a la cual tiende, pero manteniendo que la obra del Espíritu puede
distinguirse de la obra de Cristo y que no se agota en ella. Como muestra el Antiguo Testamento, la obra del
Espíritu de Dios precede a la obra de Cristo y, como indica el Nuevo Testamento, la rebasa. Establece una re-
lación entre la obra liberadora y redentora de Cristo y la vida, que fluye de su manantial por todas partes y que
es animada por el Espíritu de la vida, pues es esta vida la que hay que liberar y redimir. La acción del Espíritu
de Dios, que vivifica y afirma la vida, es universal y se reconoce en todo lo que sirve a la vida y en todo lo que
se le opone o lo que la destruye. Esta acción del Espíritu no suplanta la acción de Cristo, sino que le da rele-
vancia universal. Por ello las experiencias corporales, sensibles, políticas, y las experiencias de las criaturas
naturales poseen, por lo que se refiere a la experiencia de Dios, la misma dignidad que la experiencia de sí o
la experiencia social del amor. Están indisolublemente unidas a ellas y las constituyen esencialmente...”...La
comunión trinitaria del Espíritu santo es la comunión plena del Creador, del Reconciliador y del Redentor con
toda las criaturas en la red de todas sus relaciones”. Esta última afirmación la hace J. Moltmann en su libro, El
Espíritu de la vida, (Salamanca: Ed. Sígueme, 1998), p.241. Es recomendable su lectura para una visión ecu-
ménica de la pneumatología.
4. “Razones para un optimismo politológico”, en Revista Nueva Sociedad nº 179: “Argentina: fin del sueño”,
Caracas (2002), p.130-143.
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la práctica democrática con el agota- tónomas y autosustentadas de capital so-


miento de la clásica división schumpete- cial encarnadas en centenas de asambleas
riana del trabajo político y del poder. De barriales, ONGs y en el compromiso vo-
esta forma se cuestionó la separación luntario en acciones sociales de la socie-
entre el ciudadano como alguien que solo dad civil.
vota y el político como aquel que decide En palabras del autor: “Que entre tales
durante su mandato sin rendir cuentas de eventos pueda enumerarse el agotamiento
su actuación. Más allá del conocido e in- del apoyo a un tipo de democracia que
genuo slogan “Que se vayan todos”, se ha prescindía de ciudadanos, la revitaliza-
puesto en tela de juicio el supuesto de que ción-aún si restringida socialmente- de
el comportamiento público y privado si- prácticas regulares de autoafirmación cí-
guen caminos separados, y se ha vigori- vica y la reproducción de un asociati-
zado la sociedad civil activamente, como vismo politizado con objetivos y recursos
la salida más racional de los ciudadanos propios, capaz de sustentarse en el
en una democracia de masas. Hacia tiempo, no es poca cosa. Es motivo de
marzo del 2002, se estimaba que 1 de sobra para recuperar el entusiasmo poli-
cada 10 argentinos estaba regularmente tológico y reencontrarnos con el sentido
involucrado en las asambleas (2 de cada ético que la ciencia política tiene, princi-
10 en la Capital Federal), en su gran ma- palmente, en momentos tan amargos y ad-
yoría individuos diferentes de ese 14% versos”.6
que , hasta entonces, constituían el capital Sin duda que ese entusiasmo se fue debi-
social, esto es, los participantes de formas litando, analizándolo diez años después,
voluntarias de organización civil.5 una vez que gran parte de la clase media
En las asambleas barriales o en las mar- con sus reflejos ideológicos- luego de re-
chas se encontraron miembros de la clá- cuperar los ahorros del corralito finan-
sica clase media con otros sectores, ciero y de la leve recuperación económica
reconociendo sus intereses y articulán- en la era Kirchner- volvió a posicionarse
dose para defenderlos, sin esperar ni de- en su clásica búsqueda individualista de
legar en el papel mediador y protector del progreso. Sin embargo la sola aparición
Estado o en los partidos políticos o sindi- de estas señales, aunque inciertas, han
catos. Es claro que tal situación estuvo sido esperanzadoras por el hecho de que
lejos de parecerse al surgimiento de una son inéditas en la cultura política argen-
clase consolidada, con intereses comunes, tina –por su historia de corporativismo
organizada institucionalmente y con autoritario aliado al catolicismo- y porque
fuerza política. Pero fueron señales o in- como bien observa el autor, se dieron en
dicadores aislados que dieron lugar al op- una coyuntura altamente desfavorable
timismo en materia de cultura política: la para su aparición.
veloz deslegitimación de un modelo de Este despertar ciudadano se vio también
democracia delegativa y la multiplicación en el nuevo milenio en otros países de
de la voz horizontal entre los ciudadanos América Latina, sometida al fundamenta-
como respuesta a la falta de referencias lismo neoliberal y sus consecuencias a
institucionales creíbles del poder vertical. fines de siglo XX: 225 millones de pobres
Así también, la generación de formas au- (43,9% de la población). Por ello, para al-

5 Ibid.,p.141.
6 Ibid.,p.143.
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gunos analistas sociales el tiempo en que les, entre otros. Los ejes del desarrollo de-
la población parecía resignarse parecía berían ser “el crecimiento económico, la
superado.7 distribución del ingreso y la reindustriali-
Además, por primera vez desde la década zación”.10 Sin duda que el problema prin-
de 1960, varios gobiernos orientados a la cipal de fondo en esos ejes es cómo crear
izquierda y centro-izquierda -Argentina, trabajo-junto con una cultura del trabajo,
Brasil, Uruguay y Venezuela, Ecuador y cómo integrar la mitad de la población su-
Bolivia- se mostraron en principio deci- mergida en la pobreza y la ignorancia (po-
didos a cambiar el curso de esas “repúbli- bres e indigentes, 16 millones de
cas sin ciudadanos, donde reina la personas) a la vida social plena. En este
desigualdad y la exclusión8. Como en Ar- sentido, los editores del Le Monde Diplo-
gentina, los ecuatorianos salieron a la matique de septiembre de 2005 afirma-
calle al grito “que se vayan todos”, en una ban: “los gobernantes actuales tienen la
insurrección pluriclasista autoconvocada, increíble suerte y la terrible responsabili-
al margen de los partidos y dirigentes po- dad de pensar un país nuevo a medida que
líticos. caminan”.11
Por otro lado, y volviendo al caso argen-
tino, el desafío que se vislumbraba du- 1.2 Nuestra coyuntura actual
rante el mandato de Néstor Kirchner era La situación actual –año 2012– a nuestro
enorme. Algunos analistas durante el año entender camina por los mismos derrote-
2005 - a cuatro años del 2001- coincidían ros y si bien han existido avances impor-
que habiendo desaparecido la hegemonía tantes en materia económica y social (las
política –aunque no económica– del régi- mejoras jubilatorias, variadas políticas so-
men de renta y financiero, “Argentina está ciales, como la asignación universal por
en la salida de una de las peores crisis de hijo, entre otras, etc.) se percibe que los
su historia... y la construcción política hay cambios políticos, económicos y sociales
que emprenderla desde el principio.”9 En no han transformado de fondo estas pro-
ese momento, para una estrategia del des- blemáticas. En materia de cultura política
arrollo las tareas pendientes se veían se advierte que entre 2010 y 2011 los ar-
enormes: implementar el modelo de con- gentinos interesados en política pasaron
sumo masivo reemplazando al de concen- del 39 al 52%, en dos años donde la polí-
tración, ejecutando la reforma fiscal, y tica fue preponderante en nuestro país.12
recuperar la renta de los recursos natura- Se necesitan nuevas prácticas políticas

7 Ver Carlos Gabetta, “La deuda social sigue impaga”, en Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur, mayo
(2005).p.15.
8 Maurice Lemoine, “Líneas de fractura continentales”, en Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur, Junio
(2005).p.11. Allí afirma que:“Nunca en la tormentosa historia de las relaciones entre EEUU y América Latina la
gran potencia del norte había visto cuestionada su hegemonía política y económica.”p.11
9 Alfredo Eric Calcagno y Eric Calcagno, “La economía peronista: Entre el Dr. Jekyll y el Sr. Hyde”, en Le Monde
Diplomatique, edición Cono Sur, Septiembre (2005).p.9
10 Ibid.,p.9.
11 Alfredo Eric Calcagno y Eric Calcagno, “Cómo crear trabajo en Argentina”, en Le Monde Diplomatique, edición
Cono Sur, Febrero (2004),p.6. También J.M.Pasquini Durán, “Variedades”, en Página /12, 12 de noviembre
(2005),p.4. El autor mencionaba la paulatina concentración de poder de Kirchner-tras las elecciones de octubre
de 2005- y la disyuntiva del peronismo entre la vieja política y la nueva, que todavía no se vislumbraba clara-
mente hacia donde se dirigía.
12 Ver Raul Kollmann, en “Los argentinos y la política”, en Página12, 13 de noviembre de 2011. Allí se advierte
que entre 2010 y 2011 los argentinos interesados en política pasaron del 39 al 52%..
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inspiradoras y presididas por la ética, para y la continuidad en el tiempo de lo ocu-
retener ese interés y volver a capturar el rrido en ese punto de inflexión que fue la
del resto de los argentinos. crisis del 2001, a los ojos del teólogo tiene
A modo de ejemplo en la Argentina ac- una significancia especial. Con cierta au-
tual, se han abierto nuevos caminos para dacia podemos decir, siguiendo la hipóte-
los jóvenes en la política, y están, como sis pneumatológica que sostenemos, y
indican los datos de participación política, desde nuestro discernimiento del Espíritu
respondiendo a ello con fuerza, aunque en los signos de los tiempos, que lo acon-
todavía es una tendencia muy incipiente tecido en esa coyuntura fue una verdadero
y hay que ver si en los próximos años, la kairos relativo16, un momento de manifes-
“vieja política” no aborta el proceso.13 tación del poder del Pneuma de Dios. Es
Y sin duda que las incipientes señales de el Espíritu de Dios obrando en esas cata-
cambios en la cultura política nacional ratas de la historia-al decir de Tillich-, en
aparecidas en 2001 y las que emergieron momentos de cambios y transición,
en estos años siguen amenazadas por los donde todo parece disgregarse y el tejido
mismos riesgos: la misma puede ser co- social se desintegra para crear un nuevo
optada por los vicios clásicos de la diri- tiempo. Es un tiempo donde se es invitado
gencia política. Pero también puede ser la al proyecto del Dios Trino, generando esa
oportunidad para realizar el tan esperado cultura asociativa de comunión en redes,
cambio hacia una democracia participa- protestando ante la injusta realidad anti-
tiva. vida con el fin de transformarla.
Y desde la mirada teológica nos pregun- Esta dinámica de comunión pneumática
tamos: ¿cómo participar en redes y acti- es siempre un salir de sí mismo hacia el
vamente en la sociedad civil y en las encuentro con otros. En un movimiento
estructuras políticas para transformar esta que intenta afirmar, respetar y santificar
realidad y aprovechar este momento cru- la vida amenazada, en sus múltiples for-
cial y oportuno -kairós14- de nuestro país?. mas. Esto es sin duda, gran parte de lo su-
¿Podrán los poderes actuales y la ciuda- cedido en la crisis del 2001 y el tiempo
danía nacional aprender las lecciones del inmediato posterior, calificado por el
pasado inmediato, sumándose a la lla- autor citado, como señal de entusiasmo
mada del Espíritu Santo a entrar en una politológico.
sinergia pneumática15, a colaborar juntos Es cierto también, que vivimos hoy en
y a co-crear un nuevo país?. Ojalá se es- este 2012 una oportunidad histórica ante
cuche y se responda al Espíritu de Jesu- un avance en la participación o el interés
cristo, con el fin de realizar los avances político de la mitad de la sociedad argen-
substanciales y lograr la tan anhelada re- tina. Pero esta convocatoria puede ser re-
construcción nacional. sistida, rechazada y esa semilla de
Mas allá de la importancia de medir so- comunión pneumática sembrada, con el
ciológica y politológicamente el impacto paso del tiempo, puede ser descuidada y
13 Ibid.
14 Kayrós en griego es el tiempo oportuno de cambio y es un concepto muy caro a la teología bíblica. El gran
Kayros Absoluto en la historia de salvación cristiana se da en la persona y ministerio de Jesucristo.
15 Ver el concepto en De Santa Ana, Julio, La economía política del Espíritu Santo, (BsAs.: La Aurora, 1991),
p.50. También J. Miguez Bonino, José: Rostros del Protestantismo Latinoamericano, (BsAs.: Nueva Creación,
1995), p.135-136.
16 Tillich P., Teología Sistemática III: La Vida y el Espíritu, La Historia y el reino de Dios, (Salamanca:Sígueme,
1984). p.445-446.
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terminar ahogándose ante la resistencia de man multitud, brinda la posibilidad de


la vieja cultura política verticalista. Des- que: “sin dejar de ser diferentes, descu-
encontrándonos otra vez como sociedad bramos lo común que nos permite comu-
argentina, con el sentido ético de la tarea nicarnos y actuar juntos. La multitud
política. Y con la oportunidad histórica también puede ser concebida como una
actual de construir permanentemente un red abierta y expansiva, en donde todas
nuevo proyecto de comunidad y de ciu- las diferencias pueden expresarse de un
dadanía política, que supere el lugar de modo libre y equitativo, una red que pro-
productores y consumidores que el impe- porciona los medios de encuentro que nos
rio insiste en perpetuar. permitan trabajar y vivir en común.”17
En el plano conceptual, lo diferente de
2. Aportes de la Filosofía política: esta multitud a otras nociones de sujetos
Democracia global y biopolítica. sociales como el pueblo, la clase obrera o
A nivel mundial, se ha dado desde princi- las masas es que al no ser una identidad
pios del siglo XXI un fenómeno de aso- ni al ser uniforme las diferencias internas
ciativismo social que los filósofos de la multitud deben producir “lo
políticos M. Hardt y A.Negri analizaron común”. “Nuestra comunicación, colabo-
en su obra Multitud. Allí sostienen que el ración, y cooperación no se basan única-
Imperio actual gobierna un orden global mente en lo común, sino que lo producen,
fracturado por divisiones y jerarquías in- a su vez, en una relación espiral siempre
ternas, y abatido por guerra perpetua, que en aumento”18·
es su instrumento de dominación. Esta es Además, el factor común que se halla en
una cara de la globalización. La otra es tantas luchas y movimientos de liberación
que la misma crea nuevos circuitos de co- a escala local, regional y global es el an-
operación y colaboración que se extien- helo de democracia. Por ello la organiza-
den por encima de las naciones y de los ción política de la multitud debe reflejar
continentes. Nuevos y diferentes grupos una organización democrática. Esa es la
de individuos pueden combinarse en tendencia que los autores perciben en las
redes de resistencia fluida al imperio. organizaciones resistentes y revoluciona-
Es interesante notar que los autores afir- rias actuales, que aspiran “no sólo a con-
man que la posibilidad de la democracia, vertirse en medios para lograr una
a escala global, emerge hoy por primera sociedad democrática, sino a crear rela-
vez. Aunque amenazada planetariamente ciones democráticas dentro de su propia
por el estado de guerra mundial, por las estructura”19.
crisis de representación y por la corrup- Estas características configuran lo que
ción , esa posibilidad se concreta en el ellos llaman la producción biopolítica que
proyecto de multitud, que expresa el permite hacer el trabajo político de crear
deseo de un mundo de igualdad y libertad y mantener relaciones sociales en colabo-
en una sociedad global democrática ración, utilizando las mismas redes de co-
abierta e inclusiva. Y además que dicho municación y cooperación de la
proyecto proporciona los medios para lle- producción social, “sin perder las tardes
gar a ella. en interminables reuniones asamblea-
Esta alternativa viva que crece, que lla- rias”.20 Esta revalorización de las micro-
17 Michael Hardt, Antonio Negri, Multitud.Guerra y democracia en la era del Imperio. (BsAs: Debate, 2004), p.15.
18 Ibid.,p.17.
19 Ibid.p.18.
20 Ibid.p,398.
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dinámicas cotidianas, de las relaciones pueda amar a su mujer, a su madre y a sus
subjetivas e interpersonales del ser social hijos; significa únicamente que su amor
existente, nos parece una novedad en fi- no termina ahí, sino que sirve de base para
losofía política, ya que no desestima los nuestros proyectos políticos comunes y
medios teóricos para lograr la democra- para la construcción de una nueva socie-
cia, derivados de las perspectivas ontoló- dad. Sin ese amor no somos nada.”21
gica y sociológica, sino que los reubica y Es interesante notar que este rescate de la
conecta con esos espacios vitales funda- comprensión judeocristiana del amor no
mentales de nuestras existencias. Además, lo hacen desde un lugar teológico o con-
nos permite entender el trabajo político fesional. Lo realizan desde el bastión de
como el arte de soñar y crear un mundo la filosofía política, hoy consciente de la
nuevo y posible con revoluciones mole- necesidad de esta categoría religiosa, de
culares, desde nuestras redes de relacio- este amor integrador como base de la pro-
nes intersubjetivas. Como un despliegue ducción biopolítica. Esto constituye el
de fuerza, basados en la indignación por medio para afianzar la democracia, en la
la pobreza y en el amor a los pobres, fun- que todos los diversos podemos crear y
damento real en el que descansa el poder transformar colaborativamente la socie-
de la multitud. Por ello, proponen recupe- dad.
rar al amor- en el entendimiento de la tra- Sin embargo, como los mismos autores lo
dición judía y cristiana-, como el poder reconocen, este proyecto político de la
constituyente de la multitud. Dicen al res- multitud debe hallar un camino, una
pecto: nueva ciencia o un nuevo paradigma teó-
“Necesitamos recuperar la concepción rico para enfrentarse a las condiciones de
pública y política del amor, común a las nuestra realidad contemporánea. Por un
tradiciones premodernas. El cristianismo lado la amenaza constante de violencia y
y el judaísmo, por ejemplo, conciben el de guerra, la mala salud del planeta y de
amor como un acto político que construye sus sistemas políticos. Pero por otro lado,
la multitud. Amar significa exactamente nunca ha estado tan difundida en todo el
que nuestros encuentros expansivos y mundo la inquietud por la libertad y la de-
continuas colaboraciones nos proporcio- mocracia. Denuncias y propuestas de re-
nan el goce. No hay nada necesariamente forma del sistema mundial son parte de
metafísico en el amor a Dios de los cris- un fermento global que expresan el cre-
tianos y los judíos: tanto el amor de Dios ciente y aparentemente indomable afán de
hacia la humanidad como el amor de la un mundo nuevo, de una nueva democra-
humanidad por Dios se expresan y encar- cia global, de un nuevo sentido comuni-
nan en el proyecto político material tario global.
común de la multitud. Debemos recuperar En síntesis, rescatamos de estos autores
hoy ese sentido material y político del en primer lugar que es imprescindible la
amor, un amor que es tan fuerte como la constitución de un nuevo paradigma teó-
muerte. Eso no significa que uno no rico político, que se vaya gestando desde
21 Ibid.p399. En esto recordamos los aportes de varios teólogos cristianos desde Agustín pasando por Lutero,
Juan Wesley, donde el papel del Espíritu es interpretado y rescatado para iluminar la razón de ser de la iglesia
y su carácter comunitario basado en la gracia de Dios mismo. Mostrando cómo la ética de los cristianos se ca-
racteriza por la comunión en el amor y el compartir mutuos, auténtica marca de la relación entre Dios y las cria-
turas. Y más cuando éstas atraviesan un momento de cambios profundos en la cultura, en la política y que son
una verdadera transición histórica. Obviamente, aquí los autores rescatan esta noción de amor para la tarea
bio-política.
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ese plural fermento global llamado mul- gestionar sobre la totalidad cerrada del
titud. En segundo lugar, es muy impor- imperio y quebrarla, trascenderla. Es
tante a nuestro juicio, el rescate que se parte ineludible de una aporía política, en-
hace de la multitud como una red multi- tonces, que frente a este reclamo de eter-
ciudadana vocacionada por lo común, nidad inmanente sea el espacio de lo
pero respetando y fomentando la diversi- trascendente desde donde hay que plante-
dad. Unidad en la diversidad y viceversa, arse la crítica al imperio. En la ambigüe-
pero en franco movimiento y crecimiento, dad de lo religioso ha habido una
ya que como decía Hannah Arendt: “la trascendencia que se ha erigido como ga-
política trata del estar juntos los unos con rante de los imperios (cuando la trascen-
los otros, de los diversos... Los hombres dencia es inmanentizada en un soberano
se organizan políticamente a partir de un que la representa), pero a la vez ha exis-
caos absoluto de las diferencias”.22 tido una voz trascendente, la dimensión
Y por último, rescatamos la comprensión de la visión profética, que se ha levantado
judeocristiana del amor como base de la como el último espacio de la revelación
producción biopolítica resistente al impe- crítica. En la medida en que las relaciones
rio, que nos permite transformar la demo- humanas han sido imperializadas, la crí-
cracia desde nuestras relaciones tica al imperio solo puede venir de un
cotidianas. Son tres elementos fundamen- extra novis, desde un afuera que mani-
tales para seguir gestando efectivamente fieste el límite. Es aquí que el poder “lao-
esa nueva cultura política, ese nuevo aso- crático”, el reclamo del excluido, de la
ciativismo global por la vida. no-persona para el imperio, se vuelve el
factor dinamizador del tiempo político,
2.1 La multitud y la comunión del Es- anuncio de tiempos mesiánicos, escatoló-
píritu. gicos, si se nos perdona el lenguaje teoló-
Aunque también es importante notar al- gico que hoy se ha vuelto nuevamente
gunas críticas a Hardt y Negri provenien- referencia en escritos políticos. Los tiem-
tes de la filosofía política23 y de la pos escatológicos son los tiempos de la
teología política, en este caso del teólogo irrupción del absoluto que el imperio no
argentino Néstor Míguez, vale citarlo am- puede agotar, y por lo tanto, de lo real
pliamente: (contra Hegel, donde el Absoluto es ideal,
“En esto nos diferenciamos de la idea ex- y no “irrumpe” sino que se construye en
presada por Hardt y Negri de que la mul- su manifestación). Esta presencia de la
titud de por sí es cuestionadora del exterioridad que irrumpe en la inmanen-
Imperio: solo lo hace cuando recupera su cia del sistema es la contribución profé-
estado de demos, cuando reclama su par- tica a la filosofía política, y de allí que
ticipación en la cosa pública, cuando hoy se vuelva a leer el texto bíblico en
reinstala canales de acción que permita clave política24.
22 Ver Hannah Arendt, Qué es la política, (BsAs: Ed. Paidós).Citada por Jose Pablo Feinmann, en “Sobre la ini-
ciativa política”, Página12, Bs As, 18 de diciembre de (2005),p.10.
23 En Atilio Borón, Imperio e Imperialismo. Una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri, (Bs As,
Clacso,2002). El autor critica acertadamente a Hardt y a Negri entre otras cosas, por hablar de imperio pero no
de imperialismo. Desarrolla en su libro la tesis de que si bien el imperialismo actual no es idéntico al imperialismo
de hace tres o cuatro décadas, tampoco deja su carácter expropiador ni se ha transformado en su contrario.
24 Ver Néstor Míguez, Imperio, Política y Teología, conferencia del autor en 2010, Bs As. Filósofos que vuelven a
leer el texto bíblico en clave política son S. Zizek, G. Agamben, A. Badiou, A. Negri han escrito textos dedicados
a una relectura política de textos bíblicos, inspirados, entre otros, por J. Taubes y su Teología política de San Pablo
(Barcelona, Editorial Trotta, 2007).
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Estas consideraciones provenientes del luto, en este kayros- donde el Espíritu de
mundo de la filosofía política y esta crí- Dios irrumpe generando comunión, voz
tica de la teología política hacen relevante profética y defensa de la vida- , hay que
la visión pneumatológica –acerca del incentivar la multitud diversa vocacio-
obrar del Espíritu en la historia– que ve- nada por lo común, motivarla desde la
nimos planteando. Excede a nuestro tra- concepción judeo cristiana del amor, para
bajo un análisis exhaustivo de cómo una transformar la democracia desde nues-
comprensión de la comunión del Espíritu tras relaciones cotidianas. Pero también
puede iluminar, cuestionar y enriquecer que ese cambio en las relaciones sociales
profundamente los planteos de Hardt y e intersubjetivas transforme la cultura
Negri. política y la gestión política propiamente
Sin embargo, a nuestro entender, se vis- dicha.25
lumbran en estos elementos análogos a
los efectos que el cristianismo general- 3. Desafíos: Democracia planetaria y
mente asocia al Espíritu: comunicación, transformación cultural desde los már-
interdependencia y respeto a la diversidad genes
en busca de una comunidad justa y parti- Como vemos, se hace necesario rever va-
cipativa. Esto es sin duda parte de los rias nociones para atravesar la grave crisis
vientos nuevos del Espíritu, soplando en mundial de la civilización y de la cultura
todo el mundo el aire de la comunión, en política en Argentina y en América latina.
este cambio de época. Comunión que Estas crisis parecen definir aún hoy la de-
debe entretejerse en cada una de las esfe- cadencia del imperio neoliberal que no ha
ras –con su autonomía propia y ordenada logrado y ha impedido la democratización
por Dios– en las que participamos desde política y la redistribución de los bienes
nuestras identidades como miembros de materiales y simbólicos.
una sociedad, de familias, de la comuni- Con la crudeza y lúcidez que lo caracte-
dad de fe y como personas individual- riza Eduardo Galeano sentencia: “Este
mente. Comunión en el ágape de mundo de ahora, esta civilización del sál-
Jesucristo, que defiende y transforma toda vese quien pueda y cada cual a lo suyo,
vida amenazada, alienada. Esa vida que está enferma de amnesia y ha perdido el
es criatura, imagen y semejanza del sentido comunitario, que es el papá del
Padre, y es la materia prima que el Dios sentido común. En épocas remotas, en lo
Trino redime escatológicamente. más temprano de los tiempos, cuando éra-
Pero también es cierto como plantea Mí- mos los bichos más vulnerables de la zo-
guez que toda esa fuerza asociativa y de ología terrestre, cuando no pasábamos de
comunión de la multitud no termina la categoría de almuerzo fácil en la mesa
siendo eficiente, si la misma no se cana- de nuestros vecinos voraces, fuimos ca-
liza y cristaliza en demos, en propuestas paces de sobrevivir, contra toda eviden-
de acción política que permitan gestionar cia, porque supimos defendernos juntos y
políticamente la cuestión pública. He aquí porque supimos compartir la comida. Hoy
el desafío: en esta irrupción de lo abso- en día es más que nunca necesario recor-
25 Se pregunta Míguez en esa conferencia, pensando en los movimientos sociales: “Nos tenemos que preguntar:
¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar: a ser buenos denunciadores o algo más? ¿Podemos tener también
capacidad de ejecutar, gestionar y por lo tanto, necesariamente, de negociar y ceder? ¿O para nosotros negociar
es siempre claudicar? En definitiva, cómo tener estrategias que no sólo sean reactivas y resistenciales
sino también propositivas y de largo plazo. Subrayado nuestro.
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Cultura política y prácticas alternativas.

dar esas viejas lecciones del sentido ser humano debe estar siempre presente
común”.26 como sujeto participante, para que donde
La pregunta, evidentemente, es cómo y él interactúe vivan y crezcan los ideales
desde dónde recobrar ese sentido comu- democráticos: en la familia, en la escuela,
nitario. Si no encontramos una salida de en el trabajo, en las asociaciones diversas.
salvación común corremos el riesgo de Es lo que nos hemos referido como las re-
cataclismo sociales y ecológicos enormes. voluciones moleculares, es decir las trans-
Como hemos visto hasta aquí es menester formaciones realizadas en el
articular una nueva noción de democracia microcosmos social. Aquí se capitalizan
y de sociedad que parta desde abajo, experiencias y se gestan visiones capaces
desde los márgenes del poder institucio- de forzar progresivamente las modifica-
nal, económico y no sólo desde las estruc- ciones estructurales.
turas del mismo. Grandes cambios de Es por esto que junto a aquellas nociones
paradigma y revoluciones en la historia es urgente transformar la comprensión
han surgido desde allí27. Por ello es ur- antropológica. El ser humano debe ser
gente no sólo una nueva comprensión de entendido como aquello que es, a imagen
participación democrática sino también y semejanza del Dios Trino, un nudo de
un ejercicio de prácticas alternativas que relaciones y dimensiones: es biológico e
reflejen aquella. Por ejemplo; la democra- histórico, racional e intuitivo - emocional
cia señala y asume las cuestiones conflic- - espiritual, individual y social. Como ser
tivas, las discute, las pone a debate, la de relaciones- a imagen del Espíritu Cre-
cruza y le va descubriendo los antagonis- ador y Renovador- él solamente se realiza
mos, las tensiones, los intereses. Durante cuando es sujeto de su propia práctica,
todos estos años nos han dicho que el cuando incluye la alteridad del otro que
conflicto y el antagonismo son malos y se también es sujeto y juntos co-laboran, ac-
nos dijo: “no conflictúe, sacrifíquese, so- túan en su historia colectiva.
métase”. El autoritarismo es un sello cul- Esta valoración de las microesferas, de
tural muy fuerte en América Latina y es los pequeños relatos que pueden aportar
necesario desaprenderlo ejerciendo la con sus prácticas al cambio cultural del
práctica de la mediación, la negociación, conjunto social puede prestarse a la sos-
el consenso, etc. Que bien le haría a nues- pecha de un repliegue al intimismo fun-
tras relaciones políticas el reconocer al cional al sistema. Por ello, con esto no
otro con sus diferencias como un colabo- queremos afirmar que no es urgente una
rador y no como una amenaza que hay conciencia crítica macrosocial del impe-
que eliminar o descalificar. rio, como también volver a fundar la eco-
Por ello es importante una transformación nomía política, o que no se imponga un
cultural y subjetiva. No bastan solamente insoslayable nuevo paradigma de desarro-
los cambios institucionales, sino que el llo sostenible, como proyecto histórico.28

26 Galeano Eduardo, “Los valores sin precio” (palabras pronunciadas en el III Foro Social Mundial en Porto
Alegre, Brasil, el(26/01/2003), en Un mundo sin educación, Coord.Luis Alvarez Lozano, (México: Ed. Dríada,
2003),p.134. Negritas mías.
27 Ver el trabajo de Hans Küng, Teología para la postmodernidad: fundamentación ecuménica, (Madrid: Alianza
Editorial, 1989), donde aplica a la teología el pensamiento del físico e historiador de la ciencia Thomas Kuhn.
28 Ver Carlos Asselborn, “Desigualdad, cultura y acción colectiva”, en Tiempo Latinoamericano nº 92, Julio
2011.p. 49. Allí el autor creemos enfatiza lo mismo rescatando la racionalidad política constructivista y repro-
ductiva a los fines articular una democracia con mayor equidad e igualdad social .
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Cultura política y prácticas alternativas.

Sin embargo, lo que deseamos remarcar la condición humana y sus anhelos, sobre
es la centralidad de la transformación cul- su finitud y pecaminosidad. Pero no es
tural y subjetiva29, en este tiempo crucial, menos cierto, que como latinoamericanos
en este kairós del Espíritu. Sus vientos hemos sufrido la omnipotencia romántica
están soplando muy fuertes en esta direc- y eufórica de creer que la salida a nuestros
ción. Estamos convencidos de esta estra- males estaban a la vuelta de la esquina.
tegia, que aunque es más lenta Cuando la historia nos mostró lo contra-
históricamente, es la única que nos garan- rio, caímos presos de la frustración.
tiza un cambio profundo. Y son formas de “Frustración que poco a poco ha de con-
fortalecer la imaginación y la resistencia vertirse en sabiduría. Reconocer nuestra
profética30 al sistema mamónico y de ir condición humana es abdicar del sueño de
tendiendo redes que pueden crecer –como la realización plena de nuestros deseos
los panes y peces de la multiplicación de más bellos”31. Es menester redefinir los
los Evangelios- hasta subvertir órdenes horizontes utópicos, para no tropezar nue-
estructurales. El desafío es discernir la re- vamente.
lación entre lo micro y lo macro en esas Es por esto que la democracia global, pla-
prácticas alternativas. netaria es un desafío gigantesco en el
Es aquí donde cobran importancia las di- mundo y en nuestro país, pero no imposi-
ferentes asociaciones y movimientos so- ble. Esta es la condición para que todos
ciales contemporáneos antisistémicos y sobrevivamos comunitariamente. O re-
entre ellos la vida y misión de las igle- partimos democráticamente los bienes de
sias. Es fundamental el espacio social y la tierra y elaboramos estrategias creati-
cultural que las iglesias tienen y pueden vas de convivencia pacífica entre las so-
jugar en la configuración de mentalida- ciedades y con la naturaleza, o entonces
des, sensibilidades y de aportar hacia la enfrentaremos violencias y víctimas como
conformación de una ética pública y so- jamás se ha visto en la historia humana.
cial en consonancia con el evangelio de El peligro es global, por ello la “salva-
Jesucristo. La lectura teológica de esta re- ción” debe ser también global. Como
alidad nos muestra a las claras la relevan- gusta decir Leonardo Boff, no habrá un
cia de la iglesia como comunidad Arca de Noé que salve algunos y deje pe-
encarnada y testimonio del Espíritu Santo recer a otros. O todos nos salvamos, o
que es fuerza de comunión. todos corremos el riesgo de perdernos.32
Es cierto, que esta dinámica microsocial
del Espíritu nos advierte sobre la necesi-
dad de paciencia ante la lentitud de los
cambios estructurales, sobre la conciencia
de las limitaciones y contradicciones de

29 Ver Miguez Néstor, “Hacer Teología latinoamericana en el tiempo de la globalización”, en El silbo ecuménico
del Espíritu, (Bs As Isedet,2004), p.92. Todo el artículo es muy rico sobre este tema y el de las revoluciones mi-
crosociales sin olvidar una conciencia macro-social crítica de las estructuras. También ver un enfoque similar
de Leonardo Boff, La dignidad de la tierra. Ecología, Mundialización, Espiritualidad, La emergencia de un nuevo
paradigma. (Madrid: Trotta, 2000), p.11.
30 Ver Walter Brueggemann, La imaginación profética, (Santander: Sal Terrae, 1986),.p.135.
31 Jung Mo Sung, Sujeto y Sociedades Complejas: para repensar los horizontes utópicos. (Costa Rica: DEI,
2005),p.148. La cursiva es nuestra.
32 Ver L. Boff. El cuidado esencial, Etica de lo humano, compasión por la tierra. (Madrid: Trotta, 2002), p.156.
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