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Deficiencia auditiva

(hipoacusia) en niños
. La pérdida auditiva suele ser resultado de defectos genéticos en los recién
nacidos y de infecciones del oído o tapones de cerumen en los niños mayores.
 Si los niños no responden a los sonidos, tienen dificultad para hablar o se
retrasa el momento de decir las primeras palabras es posible que su
capacidad auditiva esté alterada.
 Para evaluar la audición en los recién nacidos se utiliza un dispositivo
manual o una prueba que mide las respuestas del cerebro a los sonidos;
para los niños mayores existen varias técnicas disponibles.
 Si es posible, se trata la causa, pero suele ser necesario el uso de un
audífono.
 Si los audífonos no son eficaces, a veces puede ser útil un implante
coclear.

La deficiencia auditiva es relativamente frecuente en niños. Cerca del 1,9% de


los niños tienen problemas de audición, y la pérdida permanente de la audición
se encuentra en más de 1 de cada 1000 niños examinados por una pérdida de
audición, tengan o no síntomas.

La deficiencia auditiva es ligeramente más frecuente en varones. El hecho de no


reconocer ni tratar una deficiencia auditiva afecta gravemente al niño en su
habilidad para hablar y para comprender el lenguaje. La deficiencia provoca un
bajo rendimiento escolar, marginación por parte de sus compañeros,
aislamiento social y problemas emocionales.

Causas
Los defectos genéticos son la causa más frecuentes de deficiencia auditiva en los recién
nacidos.

Las infecciones del oído, incluida la otitis media secretora, y el acúmulo de cerumen son las
causas más frecuentes de déficit de la audición en lactantes y niños mayores. En los niños
mayores, se consideran otras causas como: traumatismo craneal, ruidos intensos (incluida
la música ruidosa), uso de ciertos fármacos(como los antibióticos aminoglucósidos o la
gentamicina) o diuréticos tiacídicos, ciertas infecciones víricas (como las paperas), tumores,
traumatismos por lápices u otros objetos extraños introducidos profundamente en el oído y,
en casos muy poco frecuentes, una enfermedad autoinmunitaria.

FACTORES DE RIESGO PARA LA DEFICIENCIA AUDITIVA EN


NIÑOS
 Recién nacidos
 Bajo peso al nacer (especialmente cuando es inferior a 1,5 kg)
 Baja puntuación del test de Apgar (inferior a 5 en el primer minuto o inferior a 7 a los
5 minutos del nacimiento)
 Bajos niveles de oxígeno en sangre o convulsiones producidas por un parto difícil
 Infección antes del nacimiento por rubéola, sífilis, herpes, citomegalovirus o
toxoplasmosis (ver Algunas infecciones de los recién nacidos)
 Anomalías en el cráneo o en la cara, especialmente las que afectan el oído externo y el
conducto auditivo externo (véase Anomalías en el desarrollo del oído externo)
 Alta concentración de bilirrubina (un producto de desecho) en la sangre (ver La
ictericia en recién nacidos)
 Meningitis bacteriana (ver Meningitis en niños)
 Infecciones sanguíneas (septicemia, ver Septicemia en el recién nacido)
 Uso de un respirador artificial (una máquina que ayuda a introducir y extraer el aire
de los pulmones) durante un largo periodo de tiempo
 Uso de determinados fármacos, como antibióticos aminoglucósidos y algunos
diuréticos
 Antecedentes de pérdida auditiva temprana en uno de los progenitores o en un
familiar cercano
 Niños mayores
Todos los anteriores, más los siguientes:
 Un traumatismo craneal con fractura craneal o pérdida de consciencia
 Las infecciones crónicas del oído medio o un colesteatoma
 Algunos trastornos neurológicos, como neurofibromatosis y trastornos
neurodegenerativos
 La exposición al ruido de alta intensidad o durante períodos largos
 Perforación del tímpano debida a infecciones o traumatismos

¿Sabías que...?

 Si los niños ignoran a las personas que les dirigen la palabra de forma
ocasional, es probable que tengan alguna pérdida o afectación auditiva.

Síntomas
Los padres sospechan un déficit auditivo grave si el niño no responde a los sonidos o si
tiene dificultad para hablar o lo hace con lentitud.

Un déficit auditivo de poca gravedad es menos evidente y ocasiona comportamientos que


frecuentemente son mal interpretados por los padres y el médico:

 Los niños afectados ignoran a la persona que les está hablando, pero solo
ocasionalmente.
 Los niños pueden hablar y oír bien en casa, pero no en la escuela porque un déficit
auditivo leve o moderado solo causa problemas en el contexto con ruido de fondo de
una clase.

En general, si los niños se están desarrollando bien en un determinado contexto pero tienen
dificultades sociales, de comportamiento, de lenguaje y de aprendizaje notables en un
contexto diferente, deben ser examinados para detectar un déficit auditivo.

Cribado y diagnóstico
 Para los recién nacidos, pruebas de cribado sistemáticas
 Para los niños mayores, valoración clínica y timpanometría
 Pruebas de diagnóstico por la imagen

Dado que la audición desempeña un papel importante en el desarrollo del niño, muchos
médicos recomiendan que todos los recién nacidos sean examinados alrededor de los 3
meses de edad con el fin de identificar tempranamente una deficiencia auditiva. Esta
prueba es requerida por ley en muchos estados.

En la mayoría de los estados se obliga a los neonatos a someterse a pruebas de cribado


sistemáticas para descartar una deficiencia auditiva. Los neonatos son evaluados
habitualmente en dos fases. Primero se comprueba si en los oídos del recién nacido, como
ocurre en los oídos sanos, se producen ecos en respuesta a chasquidos suaves generados por
un dispositivo manual (prueba de emisiones otoacústicas evocadas). Si esta prueba plantea
dudas sobre la audición del recién nacido, se realiza un segundo examen para medir las
señales eléctricas del cerebro en respuesta a sonidos (prueba de respuesta auditiva del
tronco del encéfalo o potenciales evocados auditivos, por sus siglas en inglés). El examen de
los potenciales evocados auditivos es indoloro y suele realizarse mientras los recién nacidos
duermen. Se puede realizar en niños de cualquier edad. Si los resultados son anómalos, la
prueba se repite al cabo de un mes. Si se detecta nuevamente la pérdida de audición, hay
que ayudar al niño con un audífono y considerar la conveniencia de que asista a un centro
educativo preparado para ayudar a niños con déficit auditivo.

En niños mayores, se utilizan varias herramientas para diagnosticar el déficit auditivo:

 Preguntar a los padres si detectan demora en el desarrollo normal del niño o valorar
la preocupación de los padres sobre el desarrollo del lenguaje y del habla
 Examinar los oídos para detectar posibles anomalías
 Examinar la respuesta a varios sonidos en los niños de edad comprendida entre los
6 meses y los 2 años
 Examinar la respuesta del tímpano a una gama de frecuencias de sonido
(timpanometría) que permite detectar si hay líquido en el oído medio
 Después de los 2 años de edad, pedir a los niños que ejecuten órdenes sencillas, lo
cual suele indicar hasta qué punto oyen y entienden el habla; también se pueden
evaluar sus respuestas a los sonidos utilizando auriculares

A menudo se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen para identificar la causa de la


pérdida de audición y establecer el pronóstico. Se realiza una resonancia magnética
nuclear (RMN) en la mayoría de niños. Si se sospechan anomalías óseas, se realiza
una tomografía computarizada (TC).

Tratamiento
 Tratar la causa siempre que sea posible
 Audífonos o implantes cocleares
 Lenguaje de signos

El tratamiento de algunas de las causas reversibles de pérdida auditiva consigue recuperar


la audición. Por ejemplo, las infecciones del oído pueden tratarse con antibióticos o
mediante cirugía, el cerumen se puede extraer manualmente o disolviéndolo con gotas
óticas (gotas para los oídos) y los colesteatomas se pueden extirpar quirúrgicamente.

Con más frecuencia, la causa de la pérdida de audición en el niño es irreversible y el


tratamiento contempla el uso de un audífono para compensar el deterioro lo mejor posible.
Hay audífonos tanto para lactantes como para niños mayores. Si la pérdida auditiva es leve
o moderada o afecta a un solo oído, se pueden utilizar audífonos o auriculares. Los niños
con un déficit auditivo en un único oído pueden beneficiarse de un sistema
de entrenamiento auditivo por frecuencia modulada que transmite la voz del maestro
directamente a un audífono situado en el oído sano.

Audífonos: amplificación del sonido

El audífono que se coloca detrás de la oreja es el más potente, pero también el menos estético. El que se
coloca en el interior del oído es la mejor elección en casos de pérdida de audición grave; es fácil de
ajustar, pero resulta difícil usarlo para hablar por teléfono. El audífono en el interior del conducto
auditivo se utiliza en casos de pérdida auditiva entre leve y moderada; es bastante discreto, pero es difícil
utilizarlo para hablar por teléfono. El audífono que se coloca íntegramente en el conducto auditivo se
utiliza en casos de pérdida auditiva entre leve y moderada; tiene buen sonido, es casi indetectable y puede
usarse cómodamente para hablar por teléfono. Se extrae del oído tirando de un cordoncillo. Sin embargo,
es el más caro y puede ser difícil de ajustar para algunos.

En los niños cuya pérdida auditiva es tan grave como para que no se puedan utilizar
audífonos, se pueden emplear implantes cocleares (un sistema implantado quirúrgicamente
que envía señales eléctricas directamente al nervio auditivo en respuesta a los sonidos).

Implante coclear
También puede ser necesaria una terapia para apoyar el desarrollo del lenguaje, como por
ejemplo enseñar el lenguaje de signos.

Las personas integradas en comunidades de sordos se sienten satisfechas de la riqueza de


su cultura y de sus formas alternativas de comunicación. Muchas personas sordas se
oponen al tratamiento quirúrgico del déficit auditivo basándose en que puede impedir a los
niños la pertenencia a la comunidad sorda. Las familias que desean considerar este enfoque
deben comentarlo con el médico.

Bibliografía

https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/salud-infantil/trastornos-de-los-o%C3%ADdos,-la-
nariz-y-la-garganta-en-ni%C3%B1os/deficiencia-auditiva-hipoacusia-en-ni%C3%B1os

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