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De las disposiciones del texto del artìculo 2228 del Còdigo Civil, se puede inferir
que existe la posesión tanto en materia de bienes muebles, como en materia de
bienes inmuebles. Pero, las reglas jurídicas aplicables a los bienes muebles no
son las mismas aplicables a los bienes inmuebles, ya que referente a la posesión
sobre bienes muebles el artículo 2279 del mismo Código expresa que “en
materia de bienes muebles la posesión vale título”, lo cual no sucede con los
bienes inmuebles, porque la posesión por sì sola, no hace al poseedor
propietario del inmueble poseído, si no cumple con unas series de requisitos o
condiciones establecidas por la ley.
El artículo 21 de esta ley, reproduce casi íntegro las disposiciones del artículo
2229 del Código Civil, al establecer que: A los fines del saneamiento, hay
posesión cuando una persona tiene un terreno bajo su poder a título de dueño o
por otro que ejerce el derecho en su nombre. Para que la posesión sea causa de
un derecho de propiedad, debe ser pública, pacífica, inequívoca e ininterrumpida
por el tiempo fijado en el Código Civil, según la posesión de que se trate. La
posesión es un hecho que en principio se caracteriza por la ocupación o la
aprehensión material de la cosa. Es un hecho inicial que sirve de fundamento
para adquirir por prescripción, siempre que se reúnan las demás características
exigidas por la ley. Se admite todo medio de prueba sobre la posesión.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA POSESIÓN:
Según Ruiz Tejada. M. (1952, p. 169), “la posesión es un hecho que se
caracteriza en principio, por la ocupación, la aprehensión material de la cosa.”
De acuerdo al artículo 2228 del Código Civil Dominicano, p. 347, la posesión no
es más que “la ocupación o el goce de una cosa o un derecho que tenemos o
ejercemos por nosotros mismos o por otro que tiene la cosa o ejerce el derecho
en nuestro nombre.”
De dicho texto legal se puede inferir que existe la posesión tanto en materia de
bienes muebles, como en materia de bienes inmuebles. Con respecto al
concepto de posesión mobiliaria el artículo 2279 del Código Civil Dominicano,
establece que “en materia de bienes muebles la posesión vale título”, lo que
significa que quien posee el bien mueble es el propietario, de conformidad con
la ley. La diferencia entre la posesión mobiliaria y la inmobiliaria, es que las
reglas jurídicas aplicables a los bienes muebles no son las mismas aplicables a
los bienes inmuebles, ya que la posesión per se, no hace al poseedor propietario
del inmueble poseído, si no cumple con unas series de condiciones y requisitos
establecidos por la ley, fundamentalmente como lo es cumplir con el plazo de la
prescripción.
Ciprián, Rafael (2003, p. 84), define la posesión como “una de las formas de
adquirir derechos sobre los objetos y hasta la propiedad de los bienes
inmuebles.” La jurisprudencia y la doctrina clasifican la posesión como material
y teórica; la primera donde el reclamante posee, ocupa, cultiva, siembra, labora,
en fin le da uso lucrativo y social, ya que con su esfuerzo y trabajo crea los
medios útiles a la sociedad; y la segunda, es la que consta en un plano catastral
que haya sido oficializado o registrado en la Dirección General de Mensuras
Catastrales.
Sin embargo, hay que señalar que de acuerdo al artículo 21 de la Ley No. 108-
05 de Registro Inmobiliario, que instituye el nuevo sistema de registro inmobiliario
en el país, “se consideran actos posesorios cuando los terrenos se hallen
cultivados o dedicados a cualquier otro uso lucrativo, la percepción de frutos, la
construcción que se haga en el inmueble, la materialización de los límites.”
Continuando con la interpretación del artículo 2228 del Código Civil, la posesión
no la posee aquel que ocupe o esté sobre la cosa, sino también aquel que goza
del derecho de poseerla, por ejemplo el inquilino que es un poseedor que goza
de esta posesión legalmente pero no le pertenece, porque lo que es en este caso
lo que se llama un detentador o poseedor precario. La doctrina por su parte, se
nutre del Código Civil para definir el concepto como es el caso de Medrano
Vásquez, Manuel W. (1998, p. 51) quien la define como: La posesión es un hecho
que en principio se caracteriza por la ocupación, la aprehensión material de la
cosa.
Para Mirabal, Leonardo, (“El Saneamiento Catastral”, UAPA, p. 9), la posesión
tiene dos elementos constitutivos inseparables el uno del otro, estos elementos
son: el “Corpus” y el “Animus”.
VANESA:
CLASES DE POSESIÓN INMOBILIARIA:
En el artículo 4 de la Ley No.1542 de Registro de Tierras, el legislador
dominicano estableció dos tipos de posesiòn:
1)LA POSESION MATERIAL, es la exteriorización del derecho de propiedad de
un terreno sin sanear, que se caracteriza por el apoderamiento físico o material
del terreno. Ejemplo: cultivarlo, cercarlo, construirlo, etc.
2)LA POSESION TEORICA, es la exteriorización del derecho de propiedad de
un terreno sin sanear, que se caracteriza por el apoderamiento del terreno por
medio de una mensura catastral (sòlo lo ha medido o mensurado).
Expresa Manuel W. Medrano Vásquez (1986, p.30), quien a su vez cita una
decisión de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana, que se
puede presentar un conflicto de posesión principalmente cuando una persona
tiene la posesión de un terreno por mensura hecha por un agrimensor público
registrada y otra, por cultivo, cercado o dedicado a otra actividad lucrativa.
YUNIOR:
LAS CATEGORÍAS DE POSESIONES:
En la reclamaciòn de un terreno con la finalidad de registrarlo y obtener el
Certificado de Título que ampare el derecho de propiedad, muchas veces se
presentan conflictos (Litis en el Saneamiento o Saneamiento Litigioso), cuando
más de una persona alega tener la posesión del mismo terreno que se va a
sanear, y hay que determinar cual de la posesiòn de los reclamantes es la más
caracterizada, es decir, determinar cual es más válida frente a la otra. En este
aspecto, el legislador dominicano, estableció una especie de categoría en cuanto
a la posesiòn.
Sin embargo, para Ruiz Tejada, Manuel (“Estudio sobre la Propiedad Inmobiliaria
en República Dominicana”, pp. 170-171) es evidente que quien mide un terreno
pone de manifiesto su intención, su ánimo de propietario, frente a los demás.
“Quien vea medirlo si se considera perjudicado por la mensura puede detenerla
por medio de oposición.” Por eso esa manifestación del animus, de la intención
exclusiva del dueño comprobada luego por un instrumento, el plano y el acta, el
legislador la reconoce y la convierte también en precepto legal, admitiendo que
esa es una de las formas en que el terreno debe considerarse poseído; pero, no
se manifiesta de una manera tan clara, tan real, tan ostensible, como la posesión
material por cultivos y por cercas, por eso se le ha llamado frecuentemente
posesión teórica.
LOS LINDEROS :
De acuerdo a Medrano Vásquez, Manuel W. (1986, p. 38), los linderos son los
límites o separación de la parcela. Por su lado el artículo 60 de la ley 1542 sobre
Registro de Tierras (2001, pp. 21-22) señala que: “Para revelar en el plano la
posesión material, el agrimensor tiene que guiarse por linderos, siempre que
realicen una mensura catastral tendrán derecho a practicar la mensura y a
colocar los hitos, y toda persona estará obligada a comunicar al agrimensor
encargado de los trabajos, al solicitarlo, todos los informes que posea referentes
a los linderos, colindancias y reclamantes de los terrenos así como a las
posesiones que en ellos existan”.
Según Ravelo de la Fuente, Julio (1995, p. 150) las dos primeras controversias
encubren a la posesión actual. La tercera está ya dentro de la prueba
documental. En las posesiones los linderos o límites de la parcela definitiva que
comprendan dichas posesiones y que deban medirse posteriormente de acuerdo
con las decisiones del Tribunal de Tierras, se medirán teniendo en cuenta las
exigencias establecidas por el Reglamento General de Mensura Catastrales.
LINDEROS VISIBLES: Son los que limitan porciones poseídas en las formas
indicadas por los dos primeros modos del Artículo 4 de Ley de Registro de
Tierras de terrenos cultivado o dedicados a otros usos lucrativos sin otra
exteriorización de posesión al borde mismo hasta donde se extiendan los cultivos
o el uso lucrativo a menos que ciertos linderos naturales como un río, un camino
o el uso lucrativo no se puede extender hasta ellos.
Para Ruiz Tejada, Manuel (1952, pp. 184-185) “La posesión sirve de guía para
la observación que el juez hace en la audiencia. Si nada revela al respecto, si
se trata de un terreno yermo, no poseído materialmente, la investigación del juez
estará encaminada más directamente a precisar la regularidad o corrección de
la prueba documental que se le presente y si su origen no es espurio.”
Si el plano revela una posesión, la pregunta del juez va encaminada acerca del
origen, tiempo y caracteres de la misma, para determinar cuales derechos ha
podido engendrar, y a favor de quien.
La posesión sirve de base para la división del terreno en parcelas, esta palabra
indica una porción del terreno en el nombre que reabre cada una de las porciones
de terreno que figura en el catastro.
Sigue expresando Medrano, que las mejoras son, en sentido general, lo que se
ha hecho, construido o plantado sobre un terreno o un edificio para ponerlo en
mejor estado.
Las mejoras permanentes son las que se fijan de tal modo que vienen a formar
parte del terreno mismo, una casa, plantaciones de frutos mayores y son los
únicos que se pueden registrar.
Hay mejoras de buena fe, de mala fe, mejoras construidas por el dueño del
terreno, mejoras no autorizadas por el dueño del terreno, permanentes y no
permanentes. Dependiendo del tipo de mejora que se hayan construido en el
terreno, el legislador catastral ha permitido su registro y lo ha prohibido. En el
Artículo 555 del Código Civil, se contempla el registro de las mejoras construidas
de buena fe, el cual reza de la siguiente manera:
Si después de haber sido fallado el caso el tribunal averiguase que las mejoras
permanentes que hay sobre el terreno saneado, pertenece a otra persona que
no es la dueña del terreno, la describirá en una forma tal que sea fácil
identificarlas y las declarará regidas por el Artículo 555 del Código Civil, según
el caso, para que así conste en el Decreto de Registro que se expida.