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Selección de los generadores de

vapor
Uno de los principales componentes de los
Sistemas Industriales utilizados para la
generación de Energía Térmica es el Caldero.
Esta energía puede producirse en forma de
vapor o agua caliente dependiendo de los
procesos y las necesidades que se presentan en
cada planta.
El vapor es usado en un gran rango de industrias. La
aplicaciones mas comunes para el vapor son, por ejemplo,
procesos calentados por vapor en fabricas y plantas, y
turbinas impulsadas por vapor en plantas eléctricas, pero el
uso del vapor en la industria se extiende mas aya de las antes
mencionadas.

Algunas de las aplicaciones típicas del vapor para las


industrias son:

Esterilización/Calentamiento
Impulso/Movimiento
Motriz
Atomización
Limpieza
Hidratación
Humidificación
Para seleccionar una caldera tenemos que
determinar primero la potencia requerida en
BHP y ver si es conveniente poner uno o dos
equipos en función de la simultaneidad de la
planta.

Luego de determinar la potencia es importante


ver el tipo de equipo y el combustible a utilizar.
Los calderos más usados industrialmente son los
pirotubulares que a diferencia de los
acuotubulares tienen una mayor eficiencia y su
mantenimiento resulta más sencillo.
En el caso de los calderos pirotubulares la
eficiencia va de la mano con el diseño y el
número de pases (es el cruce del fuego o gases
de un lado a otro en el caldero).
La elección de que tipo de combustible utilizar
para alimentar una caldera depende
principalmente de la tarifa de cada combustible.
Los tres tipos mas comunes de combustibles
que se usan en las calderas de vapor son:
carbón, fuel-oil y gas
Eficiencia térmica
Primero debemos definir como eficiencia
térmica la relación que existe entre el calor
generado a la salida del vapor y el calor
entregado por el combustible.
La eficiencia térmica depende de varios factores,
algunos inherentes al fabricante y otros a la
operación y uso, entre los que podemos
mencionar:
• Diseño del fabricante y eficiencia propuesta.
• Temperatura del agua de alimentación.
• Características de presión y temperatura del
combustible.
• Temperatura de gases de escape.
• Exceso de aire en la combustión por encima del
recomendado.
• Exceso de purgas.
• Acumulación del hollín e inquemados en el interior.
• Acumulación de incrustaciones por mal tratamiento de
agua.
• Refractarios en mal estado.
• Mal aislamiento del equipo.
Si revisamos estos puntos en el equipo
podremos determinar la eficiencia con la que
estamos trabajando, siendo de mucha
importancia el monitoreo de los gases de escape
(ya que la mayor parte de pérdidas se da por la
chimenea). Esta operación se puede hacer de
manera sencilla y periódica utilizando un
analizador de gases portátil.
En resumen para seleccionar un caldero se debe
tener en cuenta lo siguiente:
• Potencia.
• Tipo del caldero.
• Eficiencia del fabricante.
• Combustible a utilizar.
• Facilidad de mantenimiento y acceso.
• Repuestos accesibles localmente.
• Número de pases.
• Servicio técnico garantizado entre otros.
De su correcta elección depende en gran forma
la eficiencia de nuestro sistema, así como resulta
crítico el óptimo uso de la energía que el caldero
entrega a los diferentes usuarios de la planta,
manteniendo al mínimo las pérdidas y trampas
de vapor.

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