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Producción de Melón Bajo Invernadero

Introduccion:
El melón o Cucumis melo L pertenece a la familia de las Curcubitáceas, frutas tropicales
adaptadas a climas templados y que tienen en la Región de Murcia un santuario natural
para su cultivo.

Origen
Su origen está envuelto en misterio pues se han encontrado pruebas de su existencia en
épocas muy cercanas en el tiempo tanto en Asia como en África. Los romanos, a través del
puerto de Cartago Nova, lo introducirían en la Península Ibérica, siendo precisamente en el
Campo de Cartagena donde se encuentran las mayores plantaciones de melones de toda la
Región de Murcia, una de las mayores productoras de España. Desde los años 70 del siglo
XX la exportación de esta fruta ha hecho que grandes críticos gastronómicos de países
europeos ensalzasen sus propiedades culinarias y nutritivas, otorgando relevancia a los
melones de la Región. Indicación Geográfica Debido a la importancia de su cultivo y la
calidad de los productos comercializados desde Torre Pacheco, durante el año 2007 la
Consejería de Agricultura emitió su "decisión favorable a la solicitud de inscripción de la
Indicación Geográfica Protegida Melón de Torre Pacheco" en el Registro Comunitario de
Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas. Las
variedades amparadas por la I.G.P. son la Saccharinus Naud, con los tipos Piel de Sapo y
Amarillo; y Cantalupensis Naud, con los tipos Galia y Cantaloup. Las últimas cosechas de
melones han dado cifras que superan las 200.000 toneladas.

Características
El melón es una planta herbácea, anual, rastrera o trepadora si se le facilita un entutorado
apropiado mediante zarcillos sencillos de 20-30 cm de longitud que nacen en las axilas de
las hojas, junto a los brotes en formación. Gracias al cultivo forzado y a su protección en
invernadero se ha ampliado el tiempo de su permanencia en el mercado.
a) Por la forma del fruto

• Ovalados, como algunas variedades de tipo galia

• Más o menos alargados, como los melones tradicionales españoles: amarillos, piel de sapo,
tendral

b) Color de la piel:

• Color verde más o menos oscuro, amarillo, dorado, blanco, moteado, etc.
b) Aspecto de la epidermis:
• Lisa
• Escriturado: Son protuberancias longitudinales más o menos notable sobre la piel, típico
de los melones piel de sapo
• Reticulado: Especie de red que recubre todo el fruto, típico de los melones galia
• Con meridianos más o menos oscuros
• Rugosos: Peculiar en frutos tipo tendral, con gran resistencia a la conservación

c) Color de la pulpa:
• Blanco, la de los melones tradicionales españoles
• Amarillento verdoso, amarillo anaranjado, como las variedades tipo galia
• Asalmonados, naranja, más o menos intenso, como los cantalupos

d) Tamaño: Puede considerarse para la descripción de las variedades los siguientes pesos y
tamaños:

Muy pequeño menor de 1 kg


• Pequeño menor 1-2 kg 17
• Mediano • Grande
• Muy grande

e) Contenido en azúcar:
menor 2-3 kg menor
3-4 kg mayor de 4 kg
Se calcula a través del índice refractométrico.

El melón pertenece a la familia de las Cucurbitáceas y su nombre botánico es Cucumis melo


L. Las variedades amparadas por la Indicación Geográfica Protegida Melón de Torre Pacheco
son la Saccharinus Naud, con los tipos Piel de Sapo y Amarillo; y Cantalupensis Naud, con
los tipos Galia y Cantaloup. Estos melones presentan en general mayor peso (hasta 4 Kg.),
calibre, dulzor, jugosidad y sabor que otros tipos, manteniendo estas características
durante grandes periodos de tiempo una vez han sido recolectados (incluso semanas). Los
melones de la Región de Murcia poseen las siguientes características diferenciadoras: Piel
de Sapo. Son frutos ovalados con un peso comprendido entre 1,5 y 2 Kg. Su carne es de
tonalidades blancas o amarillentas, compacta, crujiente , con un sabor muy dulce y
refrescante. En cambio su piel es verde, fina y ocasionalmente reticulada. Posee una cavidad
central que acoge un gran número de pequeñas pepitas de color amarillo. La I.G.P. Melón
de Torre Pacheco ha marcado como peso mínimo para este tipo 1.000 g. Amarillo. Presenta
un característico color amarillo en su lisa y suave corteza. Contiene una pulpa muy jugosa,
azucarada y también de tonos amarillos. Su peso oscila entre los 2 y 3 Kg. y la forma de su
estructura es oval. La I.G.P. Melón de Torre Pacheco ha decidido como peso mínimo para
este tipo 600 g. Galia. Son originarios de Israel, de forma esférica y con una reconocible piel
verde (en la madurez se torna amarillo intenso) con un denso escriturado. En cambio su
carne es blanca verdosa con un intenso aroma. Son frutas más pequeñas que las anteriores
ya que su peso se mueve entre los 850 gramos y 1,5 Kg. La I.G.P. Melón de Torre Pacheco
ha establecido como peso mínimo para este tipo 325 g. Cantalupo. También poseen una
forma redondeada aunque ligeramente achatada, siendo el más pequeño de los cuatro
tipos ya que su peso queda comprendido entre los 700 gramos y 1,5 Kg. La piel es amarilla,
con líneas longitudinales que lo atraviesan desde la base hasta el pedúnculo. La
característica representativa de este tipo es que su pulpa muestra un color anaranjado. La
I.G.P. Melón de Torre Pacheco ha impuesto como peso mínimo para este tipo 325 g. Estas
variedades alcanzan los valores de calidad que exige la I.G.P. gracias a factores entre los que
se encuentra el medio geográfico, el clima cálido del sureste español, el empleo de aguas
subterráneas con altos contenidos salinos para su riego, las nuevas técnicas de regadío tras
el trasvase Tajo-Segura, así como las técnicas de cultivo tradicional que confieren a los
productos calidad y altos niveles de conservación.
Importancia del cultivo
México es uno de los principales exportadores de sandía a nivel mundial y tiene una
producción anual de más de un millón de toneladas. Los principales mercados de la
fruta mexicana son: Estados Unidos, Canadá y Holanda. Para obtener frutos de alta
calidad se deben utilizar material vegetal sano y variedades diploides o triploides,
las cuales han sido mejoradas para lograr mayor respuesta a las exigencias en
cuanto al clima, suelo y agua.
El manejo adecuado de la fertirrigación en este cultivo también es muy importante
para lograr una nutrición balanceada y un uso eficiente de los fertilizantes, logrando
además mayor rendimiento y calidad de fruta.
Riego y fertilización de la sandia
Diferentes factores como la radiación solar, CO2 y la temperatura inciden
directamente sobre el consumo hídrico de la planta. A través de la fertirrigación es
posible cubrir la cantidad adecuada de agua que demanda el cultivo, sin hacer
aplicaciones en exceso que favorezcan el lavado de los nutrientes y la asfixia
radical, y viceversa, sin aplicar un riego menor al requerido que cause estrés.
Reche (1996), citado por Camacho y Fernández (2000), recomienda el calendario
de riego del cuadro 1 para la región de Almería, España.
Ventajas de cultivar melón bajo invernadero
Las ventajas de cultivar melón bajo invernadero son muchas, las más sobresalientes
son las siguientes:

 Control parcial de variables climáticas, este cultivo es muy exigente


climáticamente hablando, con la adopción de invernaderos es posible
adelantar o retrasar fechas de siembra.
 Control sobre la velocidad del viento que reduce la incidencia de plagas y
enfermedades, además de que el combate se vuelve más efectivo.
 Es posible obtener mayores rendimientos, con mayor calidad en cosecha por
el aporte de agua y nutrientes con alta frecuencia.
 Bajo este esquema la planta se pude manipular mediante el enmallado,
generando un mejor desarrollo del área foliar para producir fotosintatos en
suficiencia.
 La polinización entomológica se puede controlar, lo que conlleva a un amarre
de frutos más uniforme.

Por el contrario la principal desventaja de producir bajo invernadero se centra en la


inversión inicial, no obstante con el equipamiento adecuado y la capacitación
correcta este costo es fácilmente amortizable a lo largo de algunos ciclos.
Labores culturales del melón bajo invernadero
La densidad de plantación puede variar de 2 a 2.5 plantas por m 2 para obtener cerca
de 40,000 brotes, normado por el tipo de poda, tutorado que se pretenda realizar y
la variedad a establecer. La germinación se recomienda realizarla en semillero,
posteriormente a los 30 días de después de la emergencia se realiza el trasplante
preferentemente con cepellón completo para evitar mermas ocasionadas por el
maltrato de raíces. La planta de melón es muy exigente en cuanto a temperaturas y
muestra poca tolerancia a grandes oscilaciones térmicas, por tanto es
recomendable acolchar las camas cuando se trasplante en suelo, con esta práctica
se consigue un aumento de la temperatura del suelo en un rango de 1.5 a 4 oC.
Posterior al establecimiento se puede tutorar o dejar el cultivo a ras de suelo según
la variedad, algunas variedades que se trabajan de la primera forma son las
variedades Galia y Cantaloupe, cuando se trate de melones más voluminosos
pueden dejarse a ras de suelo. El tutorado se puede realizar con rafias que se
sostienen del techo y se enredan al tallo, también se pueden colocar mallas
verticales paralelas a las camas para que la planta crezca y se sujete con sus
zarcillos. Las podas se realizan según el vigor de la variedad, con esta práctica se
busca conseguir un desarrollo equilibrado de la planta. También se busca anticipar
la formación de tallos de tercer orden que son los portadores de las flores
femeninas. Finalmente se favorece la ventilación y el tratamiento contra plagas y
enfermedades.

Riego y nutrición
La forma más práctica de llevar el riego en un cultivo en suelo bajo condiciones de
invernadero es apoyándose de tensiómetros. Aunque el sistema radicular del
melón es grande, se ha comprobado que la parte más activa para la absorción de
nutrientes se encuentra de 0 a 35 cm de profundidad. Este dato es relevante para
calcular el bulbo de humedad, además de determinar a qué profundidad colocar los
tensiómetros indicadores. La tensión sugerida para el cultivo es de 10 Kpa. Sin
embargo se puede emplear el rango de 10 a 15 Kpa con la reserva de considerar
el tipo de suelo donde se establecerá el cultivo (este rango varia ligeramente). En
sistemas hidropónicos el volumen de riego se moverá en función de mantener por
todo el ciclo una diferencia entre la conductividad eléctrica (C.E.) de la solución
nutritiva del gotero y la C. E. de la bandeja de drenaje, menor a 2.0 dS /m.
La nutrición es una parte coyuntural para la obtención de máximos rendimientos.
Actualmente la media nacional en rendimiento de melón para México es de 25 t/ha
en campo abierto. Está comprobado que los rendimientos potenciales para melón
bajo invernadero superan las 80 t/ha. El aporte de nutrientes sugerido para suelo e
hidroponía es distinto. (Cuadro 1 y 2)
Principales plagas y enfermedades
A continuación se describen las principales plagas y enfermedades que se
presentan en el cultivo de melón bajo invernadero.
Plagas
 Pulgones: Myzus persicae y Aphis gossypii cuyo aspecto es globoso,
generan picaduras en órganos jóvenes provocando la salida de savia que
debilita a las hojas y se abarquillan. Estos áfidos son transmisores de virus.
El adecuado control de esta plaga radica en la colocación de trampas
amarillas y el control químico sugiere la aplicación de las siguientes
moléculas: cipermetrin, imidacloprid, zeta cipermetrin (solo por citar algunos
ejemplos).

 Mosca blanca: Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum son especies con


características físicas similares, traen consigo un polvillo fino que las recubre.
Los daños que ocasionan son tres: se alimentan de tejido celular vegetal, las
larvas segregan sustancias donde se desarrollan hongos que reducen la
superficie útil de la hoja, y ambas especies son transmisoras de virus. La
prevención se lleva a cabo mediante la colocación de trampas amarillas. El
control químico es posible mediante la aplicación de moléculas como:
bifentrin, alfa cipermetrin, pimetrocina, entre otras.
 Trips: Frankliniella occidetalis, insecto de tamaño medio de 1 mm de color
variado de amarillo a marrón. Invaden brotes tiernos y flores. El daño que
produce es que inyectan su saliva y luego succionan esta misma mezclada
con jugos celulares, obstruyendo a las células y dejándolas con un aspecto
plateado en los órganos afectados que luego se necrosan. También estos
trips actúan como repelentes de las abejas limitanndo el cuajado de las flores.
El control de esta plaga no es complicado a menos que se tengan altas
poblaciones sobre el cultivo, en condiciones normales los insecticidas
sugeridos para su control son: Acrinatrin, azadiractin, fenamifos, entre otros.

 Ácaros: Los principales especies que afectan al cultivo de melón


son Tetranychus urticae, Tetranychus turkestani y Tetranychus
ludeni, estas tienen la característica que las hembras presentan
coloración variada en función del clima. El control químico se lleva a cabo
aplicando en etapas iniciales productos que contengan: abamectina,
piridaben, bifentrin, azufre, entre otros.
 Nematodos: La familia que afecta al melón es Meloidogyne. El daño que
ocasionan es que al poseer estilete perforan las células de la raíz y causan
nudosidades o deformaciones, además de inocular sustancias tóxicas para
asimilar jugos celulares para su consumo, este patógeno se transmite
fácilmente por el agua de riego. Los síntomas típicos que presentan las
plantas son enanismo y marchitez, el ataque facilita la entrada de hongos y
bacterias. Entre las labores preventivas se encuentra la desinfección del
suelo, el empleo de variedades resistentes, utilización de porta injertos, y
uso de plántulas provenientes de viveros certificados.

Enfermedades
 Cenicillas en haz y envés. Las especies responsables en melón son Erysiphe
cichoracearum y Sphaerotheca fuliginea. Los síntomas característicos
son machas blanquecinas y polvorientas que se van agrandando hasta
cubrir toda la hoja. La temperatura óptima para que esta enfermedad se
presente es 25 oC acompañada de humedad relativa del 70 %. Como control
preventivo se recomienda el uso de variedades resistentes. Para el control
químico se sugiere el uso de azufre coloidal o micronizado, penconazol, entre
otros productos.
 Mildius. El hongo que ataca al melón es Pseudoperonospora cubensis, este
es diseminado por el viento. Se presenta cuando la humedad relativa está
entre 80 y 90 % con temperaturas entre los 20 y 25 oC. Los daños que
ocasionan en la planta son machas pequeñas con necrosamiento y
sequedad en las hojas. Para su control preventivo se sugieren el uso de
variedades tolerantes o el uso de productos químicos como: mancozeb,
cobre, y clortalonil.

 Antracnosis. Se produce por Colletotrichum lagenarium. Se presenta con


humedad relativa alta y temperaturas de 25 oC. Los síntomas típicos son
machas amarillentas en hojas con aspecto húmedo. Como control preventivo
se debe evitar el exceso de nitrógeno sobre el cultivo, evitar humedecer el
follaje, además de la aplicación regular de productos químicos como el
oxicloruro de cobre, mancozeb, entre otros.
 Alternaria. Causada por Alternaria cucumerina. La temperatura óptima para
el desarrollo y propagación de la enfermedad es de 25 a 30 oC cuando la
humedad relativa está cercana al 75 %. Los síntomas que ocasiona son:
pequeñas manchas color oscuro con anillos concéntricos en su interior.
Como control preventivo se sugiere evitar la humedad relativa alta, el empleo
de semillas con garantía sanitaria, uso de variedades resistentes y
aplicaciones de productos químicos como captan, mancozeb, y oxicloruro de
cobre.

 Botrytis. Causada por Botrytis cinérea que ataca principalmente a frutos. El


daño comienza en el pedúnculo del fruto. El control preventivo sugiere la
aplicación de moléculas como: Captan, cloratonil, y tiram.
 También se distinguen entre otras enfermedades las producidas por hongos
del suelo como: Pythium, Phytophthora, Rhizoctonia, y Verticilosis. El control
preventivo de estas enfermedades se basa en el empleo de variedades
resistentes, uso de porta injertos, obtención de plántula de viveros
certificados, y desinfección del suelo.
 Virosis: Enfermedades ocasionadas por virus generalmente transmitidos por
vectores como pulgones o hongos de suelo o semilla. Los principales virus
que se presenta en el cultivo de melón son: virus del mosaico (TMV), virus
del amarillamiento del pepino (CMV), virus del cribado del melón (MNSV),
virus del mosaico del calabacín (ZYMV), y el virus venas amarillas del pepino
(CVYV). El control de este tipo de enfermedades se limita a preventivo
mediante la utilización de variedades resistentes, rotación de cultivos,
eliminación de vectores transmisores, y adquisición de plántula sana.

Enfermedades causadas por bacterias


El cultivo del melón solo es afectado por la bacteria Pseudomonas syringae. Los
síntomas que ocasiona son machas en hojas delimitadas por las nervaduras, en
ambientes muy húmedos pueden aparecer exudados sobre las machas. Los
tratamientos preventivos incluyen: utilizar semillas sanas, eliminar restos de plantas
enfermas, evitar excesos de humedad, utilizar variedades resistentes, evitar heridas
de poda y la aplicación de productos como el oxicloruro de cobre o sulfato tribásico.
El cultivo de melón en España se mantiene en una superficie de 40.000-45.000 ha.
y en una producción de alrededor de 900.000 tn desde hace algunos años.

Esta estabilidad de la producción no ha impedido un progreso importante en otros


aspectos, especialmente en los referidos a la ampliación de los calendarios de
producción con plantaciones más tempranas (y también más tardías), a los cambios
profundos en la estructura varietal y al aumento considerable de la exportación
(1985: 108.500 tn, 1994: 215.900, 1998: 380.000).

La ampliación del periodo de producción se ha realizado especialmente con el


aumento de superficies protegidas, con las combinaciones de acolchado-tunelillo y
acolchado-cubierta flotante y, desde luego, con el cultivo bajo invernadero.

El melón es, después de pimiento y tomate, el cultivo que ocupa más superficie bajo
invernadero, especialmente en Almería (alrededor de 7.000 ha.), situación que
apenas se produce en los invernaderos del Sur de Alicante y Campo de Cartagena,
áreas en las que entra en competencia con los monocultivos de pimiento o tomate.
En Almería, la finalización del primer cultivo en los primeros meses del año (enero-
marzo) facilita la introducción de un segundo cultivo, que en gran parte de la
superficie viene a ser el melón.

1.- Material vegetal: tipos y variedades

La producción de melón tiene distintos mercados de destino, por lo que la elección


del tipo está en concordancia con el mercado, así para el mercado interior se utiliza,
sobre todo, los tipos Piel de Sapo y Rochet, y para exportación, básicamente, los
Galias, seguidos de los Cantalupos y de los tipos amarillos.

Los melones tipo Rochet prácticamente han desaparecido de los invernaderos y el


mercado interior lo ocupan los híbridos de tipo Piel de Sapo, entre los cuales
Categoría es el más utilizado, seguido de otros como Campiño, Cantagrillo, Abran,
Tito, etc. Este último tipo ocuparía un 30% de la superficie.

Los tipos amarillos han perdido mucha presencia en el mercado de exportación,


pues los Galias les han quitado gran parte de su protagonismo, y actualmente
ocuparían un 7% de la superficie. Las variedades más cultivadas son diversas
selecciones de Amarillo Canario y existen pequeñas superficies del híbrido Vista.

El tipo Galia es el que más superficie ocupa (un 35-40% sobre el total) y en muy
pocos años se ha hecho con la supremacía del mercado de exportación. También
hay que señalar que es el que mejor se comporta bajo invernadero. Hay una multitud
de híbridos de este tipo, los que más se están cultivado son Melina, Yupi, Primal,
Aitana, Mirella, Eros, Caruso, etc.

El tipo Cantalupo ya ocupa una superficie importante, alrededor de un 25% de total,


con creciente importancia en los últimos años por la aparición de los híbridos larga
vida y, en menor medida, semi-larga vida, que aumentan la conservación post-
recolección de los frutos, de apenas 4-5 días hasta 7-15. Entre los larga vida
destacan, sobre todo, Tornado, Topper y Vulcano, con frutos de mayor tamaño,
seguidos de Sirio y Clipper, de menor tamaño, y por ello para plantaciones más
tardías. En semi-larga vida, destaca Lunastar.

2.- Fechas de plantación

Este cultivo es más sensible al frío que tomate, pimiento, berenjena, algo menos
que sandía y parecido a judía. Las temperaturas de suelo por debajo de 12 ºC
ocasionan un parón vegetativo:
• T. mínimas: letal (0-2º), biológica (12-14º).
• T. óptimas: noche (18-21º) y día (24-30º).
• T. máxima: biológica (30-34º).
• T. de germinación: mínima (14-16º), máxima (20-30º).
Las plantaciones muy tempranas no necesariamente dan lugar a recolecciones más
precoces, las temperaturas bajas y con falta de luz pueden "endurecer" las plantas,
retrasando y disminuyendo la producción y perjudicando la calidad de la misma.

Se pueden realizar plantaciones desde la primera quincena de enero en adelante,


siendo lo usual que las últimas se hagan en marzo. Las fechas más tempranas
adelantan la recolección, con lo que disminuye el tamaño del fruto y es más difícil
su cultivo, lo contrario ocurre a medida que se atrasa la plantación. En las
plantaciones más tempranas, que sufren temperaturas más bajas, es necesario el
uso de protecciones térmicas suplementarias como la calefacción, el acolchado con
polietileno transparente, las cubiertas flotantes, etc.

El objetivo es conseguir la recolección antes de que exista producción al aire libre o


ésta sea escasa, ya que el melón al aire libre suele ser de mejor calidad y, por tanto,
preferido por el consumidor. Así, las producciones de las plantaciones de primeros
de año se recolectarán desde final de abril, las más tempranas, a finales de junio.

Existe también la posibilidad de realizar recolecciones en otoño. En nuestras


condiciones, en invernadero frío, se puede plantar a finales de agosto o, como
máximo, principios de septiembre. La recolección será en noviembre.

3.- Siembra directa o plantación

La siembra directa en el terreno de asiento se suele practicar en plantaciones


tardías y con variedades no híbridas. En general, el elevado precio de las semillas
híbridas aconsejan realizar el semillero para aprovechar al máximo las semillas,
amén de que al ir el melón en alternativa con otro cultivo, se adelantan fechas si al
levantar este cultivo se ha "fabricado" la planta en semillero y se puede realizar la
plantación.

Lo más usual es encargar la planta en un semillero profesional, teniendo en cuenta


que con buenas temperaturas se puede trasplantar en 25-30 días, pero en tiempo
más frío (diciembre-enero) puede necesitar hasta 50 días para hacerse. La planta
estará lista para el trasplante con la aparición de la 3ª hoja "verdadera", con los
tamaños de alvéolos normales.

4.- La conducción del cultivo

El cultivo del melón bajo invernadero se puede realizar bien rastrero o bien
entutorado, es decir, apoyado en suelo en cultivo horizontal o apoyado verticalmente
en hilos o redes de cuadros. La elección de uno u otro sistema es un tema
controvertido, que viene resolviéndose a favor del que requiere menos mano de
obra, el cultivo rastrero.
Si bien este cultivo es el más utilizado, los ensayos que hemos realizado
comparando ambos sistemas, indican que:
• La producción precoz y final son mayores en cultivo entutorado, aunque la
recolección se inicia al mismo tiempo, o incluso antes, en cultivo rastrero.
• El peso medio de los frutos es mayor en cultivo entutorado.
• El destrío es mayor en cultivo rastrero.

El cultivo entutorado se practica poco y cuando se utiliza se hace en las plantaciones


más tempranas de Cantalupos y Galias y siempre cuando se hace en cultivo fuera
de suelo.

5.- Densidad de plantación

En cultivo rastrero, las densidades de plantación serán, para los Piel de Sapo,
alrededor de 5.000 plantas/ha., y para los tipo Galia, Cantalupo y Amarillos, entre
8.000 y 10.000 plantas/ha.
En cultivo entutorado, con plantas podadas a dos guías, se ponen entre 12.500 y
15.000 plantas/ha., la densidad más alta para los tipos Galia con frutos que puedan
"pasarse" de tamaño.

6.- Poda

Es conocido que la planta de melón produce las flores pistiladas (femeninas o


hermafroditas) en los brotes de tercer orden o "nietos", lo cual permite suponer que
la aceleración de la aparición de estos brotes adelanta la floración y la producción
temprana; sin embargo, un gran número de ensayos se han realizado, entre ellos
los nuestros, sin encontrar respuestas que permitan asegurar el supuesto anterior.

Dicho esto, nos parece adecuado, en cultivo entutorado, realizar una poda para
conducir la planta a dos guías, despuntandola por encima de la segunda hoja
cuando la planta tenga cuatro. De las axilas de estas dos hojas saldrán las dos guías
principales. Posteriormente, de ambas guías, salen los tallos terciarios, que se
limpian hasta 50-60 cm, y después se despuntan por encima de una o dos hojas
sobre los frutos cuajados. Este tipo de poda ahorra número de plantas, ordena su
conducción, aclara el follaje y ningún otro sistema es más productivo.

En cultivo rastrero no hemos visto ninguna ventaja con la poda, aunque, a veces,
con variedades vigorosas, se recomienda el descabezado por encima de la 2ª ó 3ª
hoja para acelerar la aparición de ramas secundarias, pudiendo equilibrar la parte
aérea y la radicular. La intervención sobre ramas terciarias no está justificada más
que para recortar, con hoz, los brotes que rebasan los bordes de la banca.

7.- Riego y abonado

El consumo de agua por este cultivo es muy variable y se puede evaluar entre 4.000
y 6.000 m3/ha. Las necesidades son distintas según la fase en que se encuentren
las plantas. Así, el consumo es muy reducido desde la plantación hasta el comienzo
de la floración, crece con el comienzo del cuaje, es máximo con el engorde de los
frutos y se estabiliza o disminuye en la fase de maduración-recolección.

En cuanto a la fertilización, en el cuadro I indicamos una formulación que puede


considerarse adecuada en U.F./ha.

8.- Cuajado de los frutos

En invernadero el melón tiene muchas dificultades para cuajar las flores de forma
natural, por lo que es absolutamente necesario la utilización de medios que permitan
forzar el cuajado de las flores. El medio universalmente utilizado y con excelentes
resultados es el uso de las colmenas de abejas, que se introducirán en el
invernadero con la aparición de las flores masculinas (salen unos 10 días antes que
las femeninas). En este periodo los insectos se adaptan al recinto. Parece suficiente
una colmena para 5.000 m2.

La colmena de abejorros (Bombus) requiere para su utilización la eliminación del


depósito de líquido azucarado del que chupan los abejorros, con el fin de "obligarlos"
a visitar las flores femeninas que tienen el néctar. Si no se hace así ,estos insectos,
sólo visitan las flores masculinas para recolectar polen. La duración de la colmena
puede resultar insuficiente.

En caso de no contar con una colmena, por las razones que sean, se puede recurrir
al uso de fitorreguladores para provocar el cuaje de las flores, nosotros hemos
ensayado con éxito procarpil, fengib y fulmet, con pulverizaciones dirigidas a la flor,
cuando las plantas tienen unas 5-6- flores femeninas/planta, repitiendo el
tratamiento 5-7 días después. Si bien hemos podido comprobar el buen
comportamiento de los fitorreguladores en la mayoría de los tipos de melón,
incluidos los Cantalupos, en éstos hemos observados alguna vez resultados
insuficientes.

9.- Problemas más importantes

Sin duda, la enfermedad que se ha dado en llamar "colapso" o "muerte súbita" es la


que produce más incertidumbre en los cultivadores de melón, aunque no hay
unanimidad sobre el agente causal, se la suele relacionar en la Comunidad
Valenciana con el hongo de suelo Acremoniun y en Almería, con el virus del cribado
(MNSV) que transmite el Olpidium, otro hongo del suelo. Las soluciones parecen
todavía insuficientes: desinfección del suelo, riegos fungicidas con procloraz e
injerto sobre pies resistentes.

La fusiarosis vascular, con su gravedad, no está extendida en nuestras áreas de


cultivo. El mildíu y la Botrytis pueden causar problemas en periodos especialmente
favorables, en primaveras lluviosas. El oídio es un hongo aéreo, presente siempre,
al que hay que vigilar para evitar su extensión, con tratamientos en los que se
alternen los productos. Hay que valorar en los híbridos la resistencia a esta
enfermedad.
Algunos virus pueden causar daños en melón, de entre ellos destacan el virus del
cribado (MNSV), el virus del mosaico del pepino (CMV), el virus del mosaico-2 de la
sandía (WMV-2), el virus del amarilleo (MYV), el mosaico de la calabaza (SqMV),
etc.

Como plagas, mencionar el submarino (Liriomyza), pulgón, mosca blanca, araña


roja y, a nivel de suelo, los nematodos del género Meloidogyne, a los que son muy
sensibles las raíces del melón.

Como accidentes no parasitarios citaremos, como más frecuentes y conocidos, el


"golpe de sol", en frutos mal tapados por las hojas; el "rajado o esclatado" de frutos,
que se relaciona con alimentación hídrica irregular y con el retraso en la recolección;
y la "caída o seca" de frutos jóvenes, a veces por falta de polinización suficiente y,
casi siempre, por autorregulación natural de la planta, cuando ha cuajado un número
suficiente de frutos y le es imposible alimentar a un número mayor.

Bibliografía:

 http://los-invernaderos-123.blogspot.pe/2010/09/cultivo-de-
melon-bajo-invernadero.html
 https://www.intagri.com/articulos/horticultura-
protegida/produccion-de-melon-bajo-invernadero
 https://es.scribd.com/document/136386509/Monografia-Del-
Melon-PDF
 https://es.scribd.com/document/136386509/Monografia-Del-
Melon-PDF

Universidad Católica de Santa María


Programa Profesional de Ingenieria Agronomica

Curso: Agricultura Protegida

Integrantes:
Diego Mogrovejo Sánchez
Maxwell Valdivia Rodríguez

Semestre: IX

2017

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