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Placer sexual es la sensación que se experimenta una persona cuando está excitada

sexualmente. Bioquímicamente es la respuesta del sistema nervioso central que puede ser
provocada por un inductor externo (estimulación sensitiva: lo que oye, ve, huele, saborea o
toca) o intrno (fantasías). Es una respuesta agradable, en este caso vinculada a la sexualidad.

El estímulo puede ser real, ser fruto de la imaginación e incluso del sueño.
Drogas y placer sexual
Desde tiempos muy remotos el hombre y la mujer han buscado recursos que les permitan
incrementar su placer sexual, y han recurrido a plantas, alimentos, y por supuesto, a
sustancias naturales o sintéticas como lo son las drogas.

Aunque al consumirlas en dosis bajas, aparentemente aumenten el deseo sexual, los efectos
a largo plazo terminan deteriorando en forma muy significativa todas las etapas de la
respuesta sexual femenina y masculina.
El mayor motivo para recurrir a las sustancias a la hora de vivir la sexualidad, es el deseo de
experimentar sensaciones y emociones diferentes, o el sentirse inadaptados o inseguros.
El efecto psicológico tipo placebo de las sustancias psicotropas o drogas, en lo que a la esfera
afrodisíaca se refiere, exacerba la fantasía del sujeto.
Las drogas pueden influir de 3 maneras sobre la actividad sexual: pueden afectar el deseo, la
excitación o el orgasmo.

Muchas drogas reducen el deseo sexual, pero algunas de ellas parecen incrementarlo,
actuando como afrodisíacos. Sin embargo, el hecho de que una droga aumente el deseo
sexual de una persona no significa necesariamente que mejore su actuación sexual o su
placer.
En el hombre, la excitación sexual es observable porque provoca la erección del pene, y
puesto que esta condición puede ser medida con relativa facilidad, existe una profusa
información acerca de las drogas que la provocan o la inhiben.

Con respecto a los efectos de las drogas sobre el mecanismo de excitación de la mujer, existe
una información notablemente menor. Tanto en el hombre como en la mujer la excitación
sexual es necesaria antes de que se produzca el orgasmo, de modo que la falta de excitación
provocará inevitablemente una interferencia en la respuesta sexual normal.

Marihuana
Los términos cannabis y marihuana, entre muchos otros, hacen referencia a las sustancias
psicoactivas que son consumidas de la planta Cannabis sativa con fines recreativos, religiosos
y medicinales. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, se trata de “la
sustancia ilícita más utilizada en el mundo”.
El compuesto químico psicoactivo predominante en el cannabis es el tetrahidrocannabinol,
también conocido por sus siglas, THC. El cannabis contiene más de cuatrocientos compuestos
químicos diferentes, entre ellos al menos sesenta y seis cannabinoides aparte del THC.
La marihuana, al igual que el alcohol, tiene efectos depresores, y las consideraciones sobre
sus efectos de relajación física y mental y el sentimiento de bienestar, probablemente
provengan del mismo tipo de desinhibición. Quizá por esto algunas personas hablan de la
utilidad de la marihuana para enfrentarse a la ansiedad asociada a situaciones relacionadas
con la conducta sexual. La desinhibición permite obviar los prejuicios sociales y los tabúes
personales.
Está comprobado que como efectos inmediatos en la esfera sexual ayuda en la desinhibición,
relaja y produce sensación de bienestar, aumenta la sensibilidad táctil y distorsiona la realidad.
Sin embargo, hay estudios que evidencian que el consumo frecuente, reduce los niveles de
testosterona y puede causar disminución en la producción de espermatozoides. Igualmente
disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil. El nivel de expectativas y
sugestionabilidad de quien la consume, lo mismo que el alcohol, pueden ser muy importantes.
Un consumo persistente suele concluir con un deseo sexual hipoactivo o inhibido.
En algunos casos se informa, en mujeres, de disminución de la lubricación vaginal, con la
complicación de la dispareunia o coito doloroso. Entre los efectos a largo plazo, la mayoría de
los autores están de acuerdo en que la marihuana inhibe la producción de hormonas sexuales
(en el hombre provoca reducción en la producción de esperma, a la vez que un mayor número
de espermatozoides anómalos, y en la mujer suprime la ovulación y facilita irregularidades en
el ciclo menstrual).

Hasta hace un tiempo, se sabía poco sobre los mecanismos específicos de acción del THC en
el nivel neuronal. Esto es en parte debido a la alta solubilidad en lípidos de THC (que conduce
a la absorción de prácticamente todos los tejidos a altas concentraciones). Sin embargo, los
investigadores han confirmado que el THC ejerce sus efectos más importantes a través de sus
acciones en dos tipos de receptores cannabinoides, CB1 y CB2, los cuales están acoplados a
proteína G. El receptor CB1 se encuentra principalmente en el cerebro así como en algunos
tejidos periféricos, y el receptor CB2 se encuentra exclusivamente en los tejidos periféricos.
Consumo
Se trata de una sustancia psicoactiva que se suele consumir por vía respiratoria (fumando),
aunque también es posible su consumo por vía oral, pero es altamente advertido su efecto al
ser más alto el nivel de riesgo a delirios y pánico.

La marihuana o cáñamo se presenta en diferentes formas. La más conocida es el fumar las


flores secas y enteras (los cogollos de las plantas femeninas). Existe también aceite de
cannabis, en inglés honey oil («aceite de miel»), que es un concentrado cuya extracción
generalmente implica el uso de disolventes como el alcohol y filtrados con carbón activo, lo
cual potencia los efectos, al estar más concentrado el tetrahidrocannabinol que es la principal
sustancia psicoactiva de la marihuana.
La forma más habitual de consumo es en forma de cigarrillo liado (armado) a mano: en estos
casos se usan directamente los cogollos, secos y desmenuzados, el hachís rubio o negro, o
bien las hojas.55 Otros métodos incluyen el uso de pipas muy pequeñas, también conocidos
como one-hitters, y de narguiles o cachimbas (pipas de agua) para fumar el cannabis o
también el uso de bongs. Actualmente es común el consumo por vaporización, el cual consiste
en vaporizar los cogollos secos y curados, a una temperatura tal que solo extrae los
cannabinoides y no aquellos productos nocivos que se generan con la combustión.
El Cannabis se usa también en la cocina, para la preparación de recetas como space cake
(«tarta espacial») o hash brownies («bollos con hachís»). La ingestión por vía oral debe ser
siempre bien medida, ya que de esta forma se ingresa más porcentaje de THC que fumado o
vaporizado. También puede ser tomado disolviéndolo en copas de café, creando así un bhang
(del hindi)
Efectos físicos del consumo
Efectos psicoactivos
Las manifestaciones clínicas producidas por una intoxicación aguda por Cannabis son muy
variables entre personas y dependen de la dosis, del contenido de THC, de la proporción
THC/CBD, de la forma de administración, así como la personalidad, las expectativas y
experiencias previa del sujeto y también del contexto en que se consume (Camí et al.,
1991)60 Algunas personas que consumieron Cannabis afirman que puede inducir a la
sociabilidad, así como al recogimiento; de cualquier manera, puede generar la sensación de
incremento de la percepción visual y auditiva, dependiendo de la variedad e incluso de la
planta en concreto ingresada al organismo.
Sexualmente, el aumento de percepciones sensoriales junto a la desinhibición, cambian las
características de las diferentes fases de la respuesta sexual. A veces esto juega a favor de la
intensidad del placer sexual, la persona se siente mas libre de tabúes, está deshinibida,
potenciados los sentidos; pero otras veces aparecen las disfunciones sexuales inducidas por
sustancias: en el hombre provoca característicamente eyaculación retrasada o lenta, llegando
a casos de anenyaculación. En la mujer, provoca anorgasmia.
Efectos a largo plazo
El consumo de cannabis se ha evaluado en diversos estudios que lo corelacionan con el
desarrollo de ansiedad, psicosis y depresión, además del desarrollo de trastornos de pánico,
independiente de si se continúa consumiendo o no, actuando, por lo tanto, el cannabis como
detonante en al menos el 33% de ataques de pánico sufrido por pacientes, que lo presentaron
por primera vez y 48 horas post-consumición.

Con respecto a la aparición de trastornos mentales, tales como depresión y ansiedad, se


comprobó que los consumidores diarios tienen 5 veces más posibilidades de desarrollarlos
que los no-consumidores, mientras que aquellos que son consumidores semanales tienen
cerca del doble de posibilidades.
Se considera que los consumidores ocasionales de cannabis tienden a acumular el THC, ya
que el mismo suele depositarse en zonas ricas en grasa (como el cerebro, el hígado y las
gónadas), esta acumulación suele asociarse a problemas de pérdida de
memoria,(ocasionados por las alteraciones del hipocampo), como también a otros problemas
sexuales : en el hombre disfunción eréctil, oligoespermia y en la mujer anovulación.
Se estima que se necesitan alrededor de 4 semanas para que el THC sea eliminado
completamente del organismo, en consumidores ocasionales, sin embargo, se cree, que los
consumidores crónicos de cannabis, requieren mucho más tiempo para recuperar sus
funciones cognitivas, y que algunos de los trastornos producidos son crónicos, sobre todo los
evidenciados sobre la concentración plasmática de hormonas sexuales.
Comentarios finales
En las antiguas culturas asiáticas, la marihuana ha sido considerada como un afrodisiaco
potentísimo, pero también existen registros de textos sagrados que la recomiendan para
disminuir el deseo sexual. Es decir que los efectos de esta droga están determinados por la
personalidad, complexión, intensión, ambiente y cultura del consumidor.
La clave para "predecir" la forma en que la marihuana afectará la sexualidad está en la dosis
consumida: en niveles bajos y moderados, la habilidad de comunicación con la pareja y la
consciencia del cuerpo puede aumentar; en niveles altos los efectos de la droga son la
pérdida de conexión con el otro, desapareciendo el deseo e impidiendo la correcta respuesta
sexual tanto en el hombre como en la mujer.
Los efectos sexuales a largo plazo son nocivos en todos los estudios consultados por
mecanismos directos o mediados por la inhibición de secreción de hormonas sexuales.
Referencias bibliográficas
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sexualidad /348443.htm.
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algunas estrategias aplicadas en la Argentina. En : OPS. Abuso de drogas. Washington: OPS;
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• Webb E, Ashton CH, Kelly P, Kamali F. Alcohol and drug use in UK University Students.
Lancet 1996; 348(9032): 922-5.
• Lenzi A, Jannini EA. The andrologist from medicine of reproduction to sexual medicine: the
Italian experience. Int J Androl. 2005 Dec;28(s2):9-13.
• Greem LL, Fullilove MT , Fullilove RE. Remembering the lizard: reconstructing sexuality in
the rooms of narcotics anonymous. J Sex Res. 2005 Feb;42(1):28-34.
• Finlinson HA, Robles RR, Colón HM, Soto López M, Negrón M del C, Olives-Vélez D. et al.
Puerto Rican drug users experiences of physical and sexual abuse: comparisons based on
sexual identities. J Sex Res. 2003 Aug;40(3):277-85.

Altas dosis de THC en animales de experimentación posiblemente afecten al sistema reproductor masculino y
femenino. En los machos, reduce la secreción de testosterona y por lo tanto disminuye la producción, la
motilidad y la viabilidad del esperma. No se sabe si estos efectos también ocurren en seres humanos. Por
motivos no claros, los estudios en hombres han dado resultados contradictorios respecto al efecto de los
cannabinoides sobre la testosterona. Hollister sostiene que la disminución en la producción de testosterona y
de esperma observada en los estudios probablemente tienen "poca trascendencia en adultos", aunque
reconoce que podría "tener importancia en el varón prepuberal consumidor de cannabis". Los posibles efectos
de la marihuana en la testosterona y la espermatogénesis pueden ser mayores en los varones con algún tipo
de trastorno previo de fertilidad, por ejemplo en aquellos individuos con menor número de espermatozoides.
(Por favor, tenga en cuenta que este texto ha sido extraído de un artículo científico. Algunas frases se han
modificado para hacerlo más comprensible.)
Hall W, Solowij N, Lemon J. The Health and Psychological Consequences of Cannabis Use. Consecuencial
físicas y psicológicas del uso del Cannabis. National Drug Strategy Monograph Series No. 25. Canberra:
Servicio de Publicaciones del Gobierno Australiano, 1994.

Laura Murphy
En varones humanos, fumar cannabis disminuye los niveles en sangre de las hormonas LH, FSH, y
testosterona. Por otra parte, se ha detectado un menor número de espermatozoides en usuarios de grandes
dosis de marihuana. Otros estudios no encontraron diferencias mensurables entre los moderados y los
grandes consumidores. Una dosis aguda de THC produce una disminución significativa y dosis dependiente
de la LH y la testosterona, según un estudio realizado en roedores machos. En otro llevado a cabo con monos
macaco de la India, una dosis aguda de THC produjo una reducción 65% en niveles de la testosterona en
sangre a los 60 minutos, durando aproximadamente 24 horas.
(Por favor, tenga en cuenta que este texto ha sido extraído de un artículo científico. Algunas frases se han
modificado para hacerlo más comprensible.)
Murphy L. Hormonal system and reproduction. Sistema hormonal y reproducción, en: Grotenhermen F, Russo
E, eds.: Cannabis and cannabinoids. Pharmacology, toxicology, and therapeutic potential. El cannabis y los
cannabinoides. Farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Haworth Press, Binghamton/New York
2001, en imprenta.

Lynn Zimmer y John Morgan


Administrando altas dosis de THC a animales de laboratorio, los investigadores han comprobado efectos
sobre los niveles de las hormonas sexuales. Sin embargo, dichos efectos varían de un estudio a otro,
dependiendo de la dosis y la duración de la administración. Cuando ocurren, estos efectos son temporales (...)
los investigadores no han observado daño permanente en la función reproductiva ni en los machos ni en las
hembras tras la administración agudo o crónica de marihuana (...) No existe ninguna evidencia convincente de
infertilidad relacionada con el consumo de marihuana en seres humanos. No hay estudios epidemiológicos
que demuestren que los hombres que consumen marihuana tengan índices más altos de infertilidad que los
hombres que no lo hacen. Ni hay evidencia de una disminución en la capacidad reproductiva en los hombre
de países con niveles alto de consumo de marihuana. Es posible que pueda causar infertilidad en varones que
previamente tengan niveles bajos de espermatozoides. Sin embargo, probablemente el consumidor crónico de
marihuana desarrolle tolerancia al efecto que esta tiene sobre las hormonas sexuales (...) la marihuana no
tiene acción masculinizante en las hembras ni feminizante en los machos.
Zimmer L, Morgan JP. Marijuana Myths Marijuana Facts. A review of the scientific evidence. Mitos y verdades
de la marihuana. Una revisión de la evidencia científica. Nueva York/San Francisco: The Lindesmith Center,
1997.

Hay varias cosas que podemos hacer con el objeto de aumentar la


fertilidad masculina, empezando por llevar unos hábitos de vida
saludables. Entre ellos no se encuentra el consumir drogas, y
varios han sido los estudios que relacionan dicho consumo con
unas mayores tasas de infertilidad. Ahora, un nuevo estudio
confirma que el consumo de marihuana puede dañar el semen.

La infertilidad masculina puede deberse a múltiples factores y ya


sabíamos que el consumo de marihuana reduce la fertilidad, tanto
femenina como masculina, pero este nuevo estudio se acerca un
poco más a los efectos de la droga sobre la calidad del semen,
que parece descender en niveles muy significativos.

La investigación, realizada en Dinamarca con más de 1200


hombres de 18 a 28 años, encontró entre los hombres que
habían consumido marihuana más de una vez por semana una
reducción en el recuento de espermatozoides. En concreto, un
29% menos cantidad que aquellos hombres que reportaron un
uso más ligero o nulo de dicha droga durante los tres meses
anteriores.

Pero no es lo peor que le puede pasar a un hombre que consuma


marihuana en lo que se refiere a la fertilidad, ya que aquellos que
consumieron adicionalmente otras drogas vieron una reducción
aún más drástica del número de espermatozoides, hasta un 55%.
Otra conclusión fue que los fumadores de marihuana tenían
niveles más altos de testosterona, en el mismo rango que los
fumadores de cigarrillos.
El estudio, publicado en el American Journal of Epidemiology, ha
sido realizado por especialistas de la facultad de Ciencias de la
Medicina y la Salud de la Universidad de Copenhague. Según los
autores, es posible que el THC o tetrahidrocannabinol (el agente
químico que provoca los efectos psicológicos de la marihuana)
afecte a los receptores de los testículos.

Y aunque todo apunta a que la marihuana no favorece la


fertilidad, los investigadores tampoco pueden asegurar que esta
hierba sea la responsable directa de la reducción de
espermatozoides. Señalan que tal vez cabría la posibilidad de que
los hombres que usaron marihuana, generalmente con un estilo
de vida menos saludable, pudieran tener otros hábitos que
incidieran en la calidad de su semen.

Pero hay otros estudios que señalan que el consumo de


marihuana se asocia fuertemente a una morfología de los
espermatozoides anormal. También se ha comprobado que los
espermatozoides de los fumadores de marihuana necesitan mayor
cantidad de energía para lograr llegar hasta el óvulo y fecundarlo,
es decir, son más lentos.
En definitiva, sea por un motivo o por otro, parece claro que las
drogas no hacen bien a la hora de buscar un bebé. La salud en
general se resiente, aunque no sea este descenso en la calidad del
semen demasiado conocida todavía, parece que cada vez la
población es más consciente de este y otros riesgos.

Desde luego es una cuestión muy a tener en cuenta, ya que el


consumo de esta droga es muy común. La marihuana muy
posiblemente afecta a la cantidad y la calidad del esperma, lo
que podría ser un problema de salud pública que se suma a otros
factores que afectan en las últimas décadas al aumento de la
infertilidad masculina

El Cannabis Y La Fertilidad Humana

FertilidadEl uso de cannabis puede tener diversos efectos sobre la fertilidad


humana, dependiendo del sexo, la salud general, el nivel socioeconómico y
varios otros factores. Aquí, vamos a repasar las investigaciones existentes
sobre el cannabis y la fertilidad humana, con el fin de ofrecer a los lectores
una información resumida, precisa y actualizada del estado actual del
conocimiento científico.

El consumo de cannabis y la fertilidad masculina

Varios estudios sobre el efecto del consumo de cannabis sobre la fertilidad


masculina han indicado que el uso regular de cannabis puede reducir la
espermatogénesis (la producción de esperma en los testículos) y los niveles de
testosterona.
En 2012, la Sociedad Americana de Andrología llevó a cabo
una investigación sobre los efectos del consumo de drogas ilícitas relacionados
con fertilidad masculina. Los investigadores descubrieron que en la mayoría de los
estudios, se concluía consistentemente con que el consumo de cannabis ha tenido
un impacto negativo sobre la fisiología reproductiva masculina.
El consumo de cannabis se ha asociado con baja fertilidad en hombres y
mujeres

Un estudio inicial (Kolodnyet al, 1974) sobre los niveles de testosterona de los
usuarios «crónicos» de cannabis encontró que 6 de 17 sujetos tenían oligospermia
(bajo recuento de espermatozoides), y que los niveles promedio de testosterona en
el grupo que consumía cannabis eran poco más de la mitad que los del grupo que
no consumía. Se observó que el efecto del cannabis sobre los niveles de
testosterona dependía de la dosis.
Un estudio de 1992 (Vescoviet al.) determinó que los niveles de la hormona
luteinizante (LH), una importante hormona de la glándula pituitaria que participa
en la función reproductiva, se reducía en los consumidores crónicos de cannabis
varones, en comparación con los que no consumen cannabis, dentro de una misma
franja de edad. Un estudio previo de 1986 (Conoet al.) también encontró una
reducción significativa en los niveles de LH inmediatamente después de fumar
cannabis.

El sistema endocanabinoide y la fertilidad masculina

Es evidente que el sistema endocannabinoide desempeña un papel importante en


la regulación de los procesos críticos para la salud reproductiva masculina, tales
como el conteo de espermatozoides, los niveles de testosterona, y los niveles de
otras hormonas clave como la HL.

Para los varones adultos sanos, parece que el uso del THC en efecto causa algunos
efectos negativos sobre la fertilidad, y que los efectos negativos tienden a aumentar
con dosis más altas. Sin embargo, la anandamida análoga endógena del THC
parece ser crítica para el funcionamiento del sistema reproductor masculino.

Se observó por primera vez que los receptores de cannabinoides de tipo I estaban
presentes en los testículos humanos en un estudio de 1993 (Munroet al.). En 2002,
un estudio posterior (Schuelet al.) observó anandamida en el líquido seminal
humano y receptores CB₁ en espermatozoides humanos.
El estudio de 2002 encontró que las células de esperma se unían al agonista CP-
55940, lo que demuestra la presencia de receptores CB₁. El estudio también
concluyó que la presencia de THC y un análogo sintético de la anandamida, AM-
356, reducía la movilidad de los espermatozoides in vitro. Curiosamente, se
encontró que el AM-356 ejerció un efecto dependiente de la dosis bifásica en la
motilidad del esperma, lo que provoca una inhibición con dosis altas, pero
hiperactividad con dosis bajas.

La anandamida y la «capacitación» de las células de esperma humana

En un estudio de 1994 (Yanagimachi,), se descubrió que los espermatozoides de


los mamíferos, incluyendo los de los humanos, son incapaces de fertilizar ovocitos
(óvulos) inmediatamente después de salir de los testículos, y requieren un período
de exposición a ciertas hormonas, enzimas y proteínas, cruciales en su viaje a
través de los conductos deferentes y conductos eyaculadores del sistema
reproductor masculino (así como los fluidos reproductivos de la vagina femenina
y oviductos) antes de convertirse en capaces de fertilizar un óvulo.

La
motilidad del esperma se ve afectada negativamente por el uso intensivo
de cannabis
El estudio de 2002 proporciona una fuerte evidencia de que la presencia de
anandamida agonista endógena en el fluido seminal, y su capacidad para unirse a
los receptores CB₁ de los espermatozoides, son la clave para la «capacitación» de
las células de esperma en su camino hacia los conductos eyaculatorios cuando está
presente en las concentraciones apropiadas, y que cuando los niveles de
anandamida son demasiado altos, en su lugar puede tener un efecto inhibidor
dramático sobre la capacidad de las células de esperma para fertilizar ovocitos.

¿Por qué es la anandamida beneficiosa, mientras que el THC no lo es?

Aunque el THC y la anandamida son ambos agonistas de los receptores CB₁,


difieren enormemente en su estructura y por lo tanto tienen diferentes efectos sobre
ciertos procesos metabólicos. La anandamida tiene una vida media mucho más
corta que el THC (pocos minutos de la anandamida en comparación con hasta 24
horas del THC); por lo tanto, mientras que la anandamida se degrada poco después
de que haga contacto con un receptor, el THC puede permanecer en el tejido
adiposo cercano por períodos mucho más largos, y puede seguir estimulando los
receptores, en última instancia, causando la sobreestimulación y los posibles
efectos negativos.

Como suele ser el caso en la ciencia cannabinoide, la dosis lo es todo, y podría


llegar a darse el caso de que dosis muy pequeñas de THC pudiesen beneficiar a
varones que tienen problemas reproductivos vinculados a bajos niveles de
anandamida.
El consumo de cannabis y la fertilidad femenina

Mientras que el efecto del consumo de cannabis en la fertilidad masculina parece


ser bastante simple (los consumidores crónicos masculinos de cannabis son
propensos a experimentar algún grado de deterioro de la fisiología reproductiva),
el efecto sobre el sistema reproductor femenino humano es menos claro.

La salud reproductiva femenina es muy compleja en sí misma, ya que no solo


comprende la capacidad de quedar embarazada, sino también la capacidad de
llevar a término una descendencia sana y con éxito de parto.

La anandamida está presente en el conducto deferente, donde asiste en


la capacitación espermática

Estudios previos indicaron que el consumo de cannabis puede alterar el ciclo


menstrual, suprimir la ovogénesis (producción de óvulos en los ovarios) y afectar
la implantación del embrión y el desarrollo. El uso crónico de cannabis también ha
sido asociado repetidamente con menor peso al nacer, aumento de anormalidades
fetales e interrupción temprana (espontánea) del embarazo.

Sin embargo, la mayoría de estos resultados están lejos de ser concluyentes. Por
ejemplo, un documento de 1985, relativo a la anomalía fetal (Qaziet al.) en relación
con la exposición prenatal al cannabis, investigo cinco niños cuyas madres
reconocieron el uso del cannabis antes y durante el embarazo y cuyos hijos
nacieron con diversos síntomas de retraso del crecimiento, disfunción neurológica
y deformidades; una muestra tan pequeña, sin embargo, está lejos de ser suficiente
para sacar conclusiones concretas, y la correlación no implica causalidad.
Otros estudios que se creen que proporcionan evidencia de que el consumo de
cannabis puede causar anormalidades en el feto son los estudios en animales
(Geber & Schramm 1969, Phillipset al, 1971) en la que se inyectó altas dosis de
extracto de cannabis fresco en conejos, hámsteres, ratas y ratones, ¡dosis tan altas
como 666 mg/kg en un caso! Tales dosis masivas de cannabis serían prácticamente
imposibles de consumir para un ser humano a través de medios convencionales, y
son esencialmente inútiles como punto de comparación.

De hecho, muchos de los primeros estudios que indicaron una relación con el
consumo de cannabis (u otras sustancias controladas como la cocaína) han sido
más tarde desmentidos por los hallazgos que sugieren que el nivel socioeconómico
y el nivel de pobreza son mucho más causales con el bajo peso al nacer y los
resultados pobres de desarrollo, que el uso de las mismas sustancias. Esto no
implica que el uso de cannabis y otras sustancias durante el embarazo no tengan
efectos adversos, sin embargo, se da peso a la idea de que los riesgos se han
sobreestimado y exagerados debido a la política y los prejuicios contra las drogas.

El sistema endocannabinoide y la fertilidad femenina

Al igual que en los hombres, es evidente que el sistema endocannabinoide tiene un


papel importante que desempeñar en la fertilidad femenina. Los receptores CB₁
han demostrado estar presentes en los ovarios, el endometrio uterino, y el embrión
en desarrollo (McPartland, 1999); se ha descubierto que la anandamida está
presente en el fluido folicular y oviductal (fluidos que se encuentran en las trompas
de Falopio y el antro folicular; el antro folicular es la cámara en la que los folículos
ováricos producen ovocitos, o células de ovarios inmaduras). Los receptores de
CB₁- y CB₂ también se han encontrado en todas las etapas de desarrollo del ovocito
(Tayloret alDe 2010).
La anandamida está presente en los niveles más altos durante la
ovogénesis y la ovulación

Como se mencionó anteriormente, los espermatozoides de mamíferos requieren un


período de exposición a ambos fluidos reproductivos masculinos y femeninos para
llegar a estar «capacitados» y ser capaces de fertilizar un óvulo. La presencia de
anandamida en los fluidos reproductivos femeninos asiste claramente a la
capacitación de los espermatozoides en su camino hacia las trompas de Falopio.

Además de asistir en la capacitación de la célula del esperma y facilitar su viaje


hacia las trompas de Falopio, donde tiene lugar la fertilización, anandamida y los
receptores CB₁ tienen un papel crucial en la ovulación, así como en la implantación
del gameto fecundado en el endometrio, o el revestimiento del útero.
Específicamente, se ha demostrado que son necesarios altos niveles de anandamida
para una ovulación exitosa y que los niveles más bajos son ventajosos durante la
implantación del gameto en el revestimiento del útero (Talatiniet al, 2009). El
mismo estudio también indicó que los niveles de anandamida son altos durante
entre la4ªy 5ª semana de gestación, y la cae a niveles mucho más bajos durante la
6ª semana.
Sobre la concentración de anandamida en los ovocitos se ha determinado que se
relaciona fuertemente con la maduración y la calidad de los ovocitos (Tayloret
alDe 2010), que a su vez determinan el éxito de la ovulación. No se sabe
exactamente qué mecanismo usa la anandamida para controlar la maduración de
ovocitos; el hecho de que los altos niveles de anandamida sean necesarios en este
momento, parece contradecir las conclusiones que afirman que el uso de THC
puede interrumpir la ovogénesis y la ovulación.
El proceso puede de hecho ser complicado por el papel del sistema
endocanabinoide en la salud digestiva: se sabe que los cannabinoides afectan
procesos fisiológicos clave como el apetito y el metabolismo de la glucosa,
trabajando potencialmente de este modo para reducir las posibilidades de la
obesidad. La obesidad está fuertemente vinculada a la salud reproductiva, así que
incluso si el THC puede tener un efecto negativo en la ovulación en sí mismo, su
efecto positivo en la salud nutricional puede superar este efecto negativo para
producir un efecto positivo general en la fertilidad.

El papel del cannabis y los endocannabinoides en la fertilidad y el control de

la natalidad

Aunque parece que el consumo intensivo de cannabis puede tener un efecto


negativo sobre la fertilidad y la reproducción humana, la extensa investigación que
se ha hecho sobre el tema ha allanado el camino para una comprensión mucho más
profunda de la fisiología de la reproducción humana, y ha abierto la puerta a la
posibilidad de tratamientos específicos, basados en endocannabinoides para el 10-
15% de las parejas en todo el mundo que sufren de mala salud reproductiva.

Por otra parte, mientras que el consumo de cannabis y de cannabis exógeno puede,
en muchos casos, ser perjudicial para la capacidad reproductiva humana a nivel
individual, también puede ser útil como un medio no invasivo de control de la
fertilidad en poblaciones con tasas de fecundidad muy por encima de la tasa de
reemplazo (la velocidad a la que los nuevos bebés deben nacer para reemplazar los
individuos que mueren, a fin de mantener el tamaño total de la población).
Una comprensión más profunda del efecto del sistema endocannabinoide
en la fertilidad nos permitirá desarrollar terapias específicas

En última instancia, para obtener una perspectiva clara sobre el grado en que el
consumo de cannabis en verdad afecta la fertilidad en general, el sentido del
número de hijos por mujer fértil, debemos mirar el número de niños nacidos de los
consumidores de cannabis en comparación con los no usuarios. Sin embargo, hay
otros factores que pueden afectar a la cantidad de niños nacidos, incluyendo el
nivel de educación, el nivel socioeconómico y el deseo general de reproducirse.

Por lo tanto, está lejos de quedar claro qué efecto general tendrán unas mayores
tasas de consumo de cannabis en las tasas de fecundidad en diferentes poblaciones.
Pero mientras luchamos para evitar que nuestra población mundial aumente a
niveles insostenibles, unas medidas drásticas contra el uso de una sustancia que
puede reducir las tasas de fecundidad en una población determinada (muy
extendida) podrían llegar a ser una estrategia altamente desventajosa a largo plazo.
 Se sabe que el cannabis afecta a una gran cantidad de hormonas que incluyen, entre
otras, los estrógenos, la testosterona y las hormonas del crecimiento.
 Para aprender sobre cómo interactúa el cannabis con el sistema endocrino son
necesarias más investigaciones que arrojen luz sobre la relación entre el cannabis y
las hormonas.

Dentro del cuerpo humano existen diferentes sistemas que trabajan juntos para cumplir con las funciones
fisiológicas vitales. En concreto, el sistema endocrino es el responsable de producir hormonas y de ser
la red de comunicación del cuerpo. El sistema endocrino consiste en el hipotálamo, el páncreas,
los órganos sexuales y las siguientes glándulas: tiroides, pineal y suprarrenal. Estas glándulas son las
responsables de producir las hormonas. Luego, las hormonas actúan como mensajeros químicos para el
organismo.

Además de la variedad de sistemas que conforman el cuerpo (circulatorio, linfático…), todos tenemos
un sistema endocannabinoide, la red de neuronas localizadas en el cerebro de los mamíferos, y en los
sistemas nerviosos central y periférico, que es responsable de una gran cantidad de funciones corporales
tan dispares como el apetito, la sensación al dolor o el humor.

Y este sistema endocannabinoide comparte un vínculo muy importante con el sistema endocrino.
Estas interacciones son las que hacen que el cannabis sea, por ejemplo, un analgésico eficaz, un
estimulante del apetito o un regulador del estado de ánimo. Desafortunadamente, existe poca
investigación sobre la interacción del cannabis con el sistema endocrino del cuerpo. Por eso, los
hallazgos de distintos estudios son dignos de mención.

Aunque existen muchas hormonas dentro del cuerpo con distintos propósitos, las más conocidas
incluyen la testosterona, el estrógeno, el cortisol, la insulina, la progesterona, la prolactina y
la tiroidea. Estas hormonas pueden ayudar con la fertilidad, aumentar el crecimiento, controlar la
inmunidad, afectar al estado de ánimo o alterar el metabolismo.

El sistema endocannabinoide tiene un vínculo muy importante con el sistema endocrino que hace que el
cannabis sea un analgésico eficaz.

El impacto del cannabis en las hormonas según la ciencia

Recientemente, se ha descubierto que el consumo regular de cannabis puede tener la capacidad


de afectar a la hormona prolactina, la suprarrenal, la tiroidea y las hormonas de crecimiento. Hasta
ahora, sin embargo, a partir de los resultados de un estudio preclínico, el THC es el único cannabinoide
responsable de regular estas diferentes hormonas. ¿Por qué ocurre esto?

Los investigadores creen que el THC tiene un impacto decisivo en las hormonas del cuerpo porque
este cannabinoide puede cambiar diferentes neurotransmisores dentro del hipotálamo y también afectar
a los neurotransmisores dentro del sistema nervioso central (el hipotálamo es la sección central inferior
del cerebro que conecta el sistema endocrino con el sistema nervioso central). El consumo de cannabis,
especialmente el THC, incluso se ha demostrado que afecta las hormonas sexuales vitales del cuerpo,
como los estrógenos, la testosterona y las hormonas del crecimiento.

Por ejemplo, una investigación reciente, cuyos resultados se publicaron en enero de 2019, apunta a
que los hombres que fuman cannabis generan una mayor cantidad de esperma y cuentan con
niveles más altos de testosterona. Estos resultados contradijeron la hipótesis inicial de los
investigadores, que esperaban que el cannabis afectara negativamente a la calidad del semen. Al
contrario, las evidencias apuntan a que el consumo moderado de marihuana puede generar una
reacción positiva en las hormonas que desempeñan un papel importante en la fertilidad. Sin embargo,
estos efectos positivos desaparecen en aquellos casos en los que el consumo es excesivo.

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El cannabis y las hormonas femeninas y masculinas

Como vemos, durante años la investigación se ha centrado más en la relación entre el cannabis y la
producción de hormonas en los hombres que en las mujeres. Sabemos pues que el consumo de cannabis
se traduce en un aumento de la producción de testosterona. Pero en sentido contrario, también
sabemos que los niveles altos de THC pueden promover la actividad antiestrogénica, es decir,
bloquea la acción de estas hormonas sexuales femeninas.

El THC tiene un impacto decisivo en las hormonas del cuerpo porque puede cambiar diferentes
neurotransmisores dentro del hipotálamo.

Muchos investigadores también creen que cuando las mujeres están ovulando, experimentan una
fuerte sensibilidad a los cannabinoides como el THC. Nuevos estudios confirman que el cuerpo
femenino absorbe la marihuana de manera diferente a los hombres según los niveles de
estrógenos. Según una investigación realizada por la Universidad Estatal de Washington en 2014,
las ratas hembras son aproximadamente un 30 por ciento más sensibles a los efectos analgésicos del THC
que las ratas macho, lo que se traduce principalmente en una mayor tolerancia al dolor,
obteniéndose un aumento muy claro en la sensibilidad a los medicamentos cuando las hembras
estaban ovulando.

Para obtener más información sobre el vínculo entre el cannabis y la producción de hormonas en las
mujeres, se deben realizar más investigaciones que incluyan ensayos clínicos en humanos. En los
últimos años, sin embargo, se descubrió que los niveles altos de prolactina pueden llevar a cambios en
las mujeres, como los siguientes: estrés elevado, problemas de salud mental que incluyen ansiedad y
depresión, infertilidad, osteoporosis e incluso dominancia de estrógenos. Aquí es donde algunos de
los beneficios terapéuticos y medicinales del cannabis pueden jugar un papel vital.

Por otro lado, los niveles bajos de prolactina pueden disminuir el riesgo de desarrollar cáncer
testicular y de mama. Aunque los niveles bajos de prolactina son mejores que los niveles altos, cuando
se suprimen la hormona prolactina, el posparto y la fertilidad pueden verse afectados negativamente.
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Otras hormonas a tener en cuenta

Además, en la actualidad, no hay mucha investigación sobre el impacto que tiene el consumo de
cannabis en la tiroides del cuerpo. Sin embargo, el cannabis puede reducir la TSH, la hormona
estimulante de la tiroides que controla el funcionamiento de esta glándula. Aún queda mucho por
aprender, y los investigadores siguen sin estar seguros de la función exacta que desempeña el
cannabis en el funcionamiento de la tiroides.

Otra hormona a la que también afecta el cannabis es la hormona de crecimiento (HGH), que se libera
de la glándula pituitaria. La HGH interactúa directamente con los receptores CB1 del sistema
endocannabinoide, por ejemplo, estimulando el metabolismo de los hidratos de carbono y
mejorando la sensibilidad de los receptores de la insulina, aumentando la masa muscular. Todo ello
disminuye la masa de grasa de una persona.

Pero cuando se suprime, también suprime la propagación y el crecimiento de las células


cancerosas, un beneficio que podría ser muy valioso. Esta hormona también es esencial para el
funcionamiento de la fertilidad femenina y el ciclo natural que atraviesa el cuerpo de una mujer,
además de ayudar en el crecimiento y desarrollo de una persona mental y físicamente.

En general, se debe realizar más investigación para comprender completamente cómo el cannabis
influye y afecta el sistema endocrino. Aunque los cannabinoides pueden ofrecer propiedades
analgésicas, antiinflamatorias, antidepresivas y muchos otros beneficios, serán los descubrimientos
futuros sobre el sistema endocannabinoide del cuerpo humano los que determinen cómo el cannabis
afecta a la producción de hormonas.
Efectos Endocrinos de la Marihuana
La marihuana y el tetrahidrocannabinol, su componente activo,
afectan varios sistemas endocrinos, con supresión de hormonas
reproductivas, la prolactina, la hormona de crecimiento y la
hormona tiroidea, y activación del eje suprarrenal, en parte por
su acción sobre el receptor central de cannabinoides tipo 1 a nivel
hipotalámico. Muchos de los efectos se pierden cuando se
administran estos compuestos en forma crónica, posiblemente
por la aparición de tolerancia.
¿Afecta el cannabis al nivel hormonal?
REDACCIÓN
Cáñamo, la revista de la cultura del cannabis, nació en 1997 y está editada por La
Cañamería Global SL.
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Si el cannabis es capaz de trastocar el humor o afectar al dolor que uno siente,
¿estará alterando también el nivel hormonal?

Pese a ser esta una cuestión que se está investigando (todo lo relacionado con el
cannabis está lejos de estar resuelto) veamos algunas de las cosas que podemos
decir (más o menos con tranquilidad) que sabemos sobre este tema.

Los receptores cannabinoides son donde se acoplan las sustancias psicoactivas del
cannabis como el THC. Estos receptores están en el hipotálamo, una región del
cerebro que conecta el sistema nervioso con el sistema endocrino. Este último es el
encargado del nivel hormonal en el cuerpo. Los tratamientos hormonales van dirigidos
al sistema endocrino, al menos por lo general.
Se puede pensar que al estar conectados ambos sistemas el nivel hormonal se puede
trastocar debido a sustancias como el cannabis. La marihuana es capaz de modificar
sustancialmente otras funciones corporales como el apetito o el dolor u otras que,
como estas, están relacionadas con el sistema nervioso.

Se han realizado más estudios con hombres que con mujeres y sabemos que en
algunos de estos estudios los resultados mostraron que el cannabis bloquea en los
varones la producción de la hormona GnRH que está encargada de que se produzcan
otro tipo de hormonas. En último término esto reduce el nivel de testosterona. Lo cual,
si nos preguntan, a algún machito no le vendría mal cuando pretende ser el gallo del
corral.

Se sabe también que el uso continuado y constante de marihuana reduce hasta un


55% el conteo de esperma. Tampoco os penséis que es un método anticonceptivo.

Sobre cómo afecta a las mujeres se sabe poco y lo poco que hay se presenta como
sesgado. El estudio que se hizo sobre Sexpott, un supuesto afrodisiaco femenino de
cannabis, descubría que el producto equilibraba el nivel hormonal pero que el
resultado era poco concluyente. Esto, para el que entienda de ciencia, es como decir
que no han sacado nada en claro. Seguimos en la oscuridad.

Sí se sabe, en cambio, que los especímenes de ratas hembras absorben más el


THC y les afecta en mayor medida modificando el nivel de estrógenos. Esto se
transforma en un efecto bastante curioso: aumenta la resistencia al dolor. Así que
mucho cuidado con una mujer que vaya a tope de mandanga que a lo mejor es más
fuerte que Hulka.

Para acabar, la respuesta a la pregunta inicial: con los datos que se tienen se puede
decir que el cannabis sí afecta a las hormonas pero aún queda mucho más por
conocer. ¿Cuáles son los afectos a largo plazo? ¿Es realmente el THC el que lo
produce o tiene que ver con otros elementos? ¿La conexión entre sistemas es causal
o una correlación? En fin, queda mucho por responder
La acción de la marihuana sobre el sistema endocrino puede causar
impotencia en los hombres y reducir la producción de óvulos en la mujer.

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