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DERECHO PRIVADO I
Examen Final Integrador
Presencial
Hombre hace referencia al sustrato o soporte biológico de las personas humanas, que,
para estar protegido, necesita de esa personalidad jurídica.
Sujeto de derecho alude a las personas cuando están interactuando en interferencia
intersubjetiva, por ejemplo, cuando le están dando vida a un contrato. Gráficamente, es
la persona en movimiento.
➢ Derechos y actos personalísimos
Los derechos personalísimos:
Son los que recaen sobre ciertos aspectos o manifestaciones de la personalidad del hombre
para proteger su libre desenvolvimiento: derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a
la integridad física, etc.
Naturaleza jurídica:
Estos derechos subjetivos no sólo tienen reconocimiento expreso en el Código Civil y
Comercial; el derecho supranacional de derechos humanos constitucionalizado (art. 75
inc. 22 CN) establece las bases fundacionales del régimen de los derechos personalísimos,
toda vez que la dignidad personal como sus emanaciones (intimidad, imagen, identidad,
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honor y derechos sobre el propio cuerpo) son reconocidos de manera explícita en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y en otros instrumentos
supranacionales.
Caracteres
Estos derechos son:
• Absolutos: Porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de los
miembros que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están obligados
a respetar la persona de los demás.
• Extra patrimoniales
• Irrenunciables
• Relativamente disponibles por las partes y por ende no transmisibles. Son
relativamente disponibles por las partes pues, de conformidad al art. 55 del Código
Civil y Comercial, se puede disponer de los derechos personalísimos bajo ciertas
condiciones: que medie consentimiento por el titular de los derechos, que éste no
sea contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres. El consentimiento no se
presume, es decir que debe otorgarse en forma clara, ya sea expresa, tácitamente,
o incluso por vía de silencio, y “es de interpretación restrictiva, y libremente
revocable”. (art.55.- Disposición de derechos personalísimos. El consentimiento
para la disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es
contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres. Este consentimiento no
se presume, es de interpretación restrictiva, y libremente revocable.)
• Otro carácter: es que la vulneración de ellos da derecho a su titular a reclamar la
prevención y reparación de los daños conforme lo estipulado en los arts. 1708 a
1780 inclusive del Código Civil y Comercial.
Concepto: La persona posee atributos que son cualidades esenciales, que son inherentes,
a priori de la persona. Comienzan con su existencia.
Estos son:
• Capacidad
• Nombre
• Estado
• Domicilio
Naturaleza: Los atributos de la persona son cualidades inherentes a la calidad de persona.
Se adquieren simultáneamente a su existencia y la acompañan toda la vida protegiéndola
e identificándola. (No son deberes ni derechos.)
Caracteres:
• Necesarios e inherentes a las personas 8
• Únicos
• Indisponibles
• Inmutables
• Imprescriptibles
Régimen Legal:
Art. 63. La elección del prenombre está sujeta a las reglas siguientes:
a) corresponde a los padres o a las personas a quienes ellos den su autorización para tal
fin; a falta o impedimento de uno de los padres, corresponde la elección o dar la
autorización al otro; en defecto de todos, debe hacerse por los guardadores, el Ministerio
Público o el funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas;
b) no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellidos como prenombres, primeros
prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco pueden
inscribirse prenombres extravagantes;
c) pueden inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y
latinoamericanas.
Art. 64. Es dable señalar que el apellido, nombre familiar o patronímico, es la designación
común a todos los miembros de una misma familia, que, unido al prenombre, identifica a
la persona física, conformando su nombre propiamente dicho. Así, el apellido designa el
grupo familiar, pues cada individuo lleva el apellido que le corresponde debido a su
pertenencia a dicho grupo.
El art. 64 del CCCN prevé que el hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno
de los cónyuges; en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado
en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. A pedido de los padres,
o del interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el apellido del
otro. Asimismo, dispone que, en caso de que un mismo matrimonio tuviera muchos
hijos, todos deben llevar el mismo que se haya decidido para el primero.
En el caso del hijo extramatrimonial: con un solo vínculo filial, éste lleva el apellido de
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ese progenitor. Filiación de ambos padres: se determina simultáneamente, se sigue la
regla establecida para los hijos matrimoniales en cuanto a que llevarán el primer apellido
de alguno de los cónyuges. Si la segunda filiación se determina después: ambos padres
deberán acordar el orden de los apellidos. A falta de acuerdo, será determinado por el juez
según sea el interés superior del niño. El supuesto de la persona menor de edad sin
filiación determinada: se establece que debe ser anotada por el oficial del Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas con el apellido que esté usando o, en su defecto,
con un apellido común (art. 65) o bien, si la persona tiene edad y grado de madurez
suficiente, puede solicitar la inscripción del apellido que esté usando (art. 66).
Los arts. 69 y 70 del Código Civil y Comercial receptan la posibilidad del cambio del
prenombre y del apellido sólo de mediar, a criterio del juez, justos motivos. Al
respecto, formula una enunciación de justos motivos:
a) cuando el seudónimo hubiese adquirido notoriedad;
b) por “la raigambre cultural, étnica o religiosa”;
c) por “la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su
causa, siempre que se encuentre acreditada”.
Para lograr el cambio del nombre y/o del prenombre, es preciso la intervención del Poder
Judicial y esa es la regla, con excepción de los dos supuestos contemplados en el último
párrafo del art. 69.
• cuando se pretende “el cambio del prenombre por razón de identidad de género
• y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de desaparición forzada,
apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad”.
Se tramitará “por el proceso más abreviado que prevea la ley local, con intervención
del Ministerio Público”, debiendo “publicarse en el diario oficial una vez por mes en el
lapso de dos meses”, a fin de que presenten las oposiciones y se soliciten informes respecto
de “las medidas precautorias que existieren con relación al interesado”. Una vez inscrita
en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, será oponible a terceros.
Acciones de protección
Las acciones para proteger el nombre son tres:1) la acción de reclamación o
reconocimiento del nombre: se requiere que el demandado haya desconocido el derecho
de usar el nombre por parte del sujeto afectado, debiendo el juez ordenar la publicación
de sentencia a costa del demandado. 2) La acción de impugnación, o usurpación del
nombre: se requiere que el demandado use en forma indebida el nombre de otra persona
y el efecto propio de la sentencia es el cese en dicho uso indebido. 3) La acción de
supresión del nombre: debe mediar un uso indebido por parte del demandado del nombre
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de otra persona para individualizar una cosa o un personaje de fantasía y dicho uso
provocar un perjuicio material o moral. El efecto de la sentencia es el cese de dicho uso
indebido. (Art. 71)
Quiénes pueden interponer estas acciones:
El titular exclusivo es el interesado y, si éste ha fallecido, podrá ser ejercida por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.
SEUDÓNIMO:
Como el seudónimo notorio goza de la tutela del nombre, el titular para su protección
podrá interponer las acciones previstas para proteger el nombre, es decir las previstas en
el art. 71. Asimismo, el art. 69 ha receptado el cambio de nombre cuando existan justos
motivos a criterio del juez y el inc. “a" dispone que se considera justo motivo al supuesto
en que el seudónimo hubiese adquirido notoriedad.
➢ Domicilio
Noción:
Clases de domicilios:
General u ordinario El domicilio general, lugar en que la ley sitúa a la persona para la
generalidad de sus relaciones jurídicas. Este a su vez se clasifica en: a) real o voluntario:
(art. 73 del CCCN) es donde la persona humana tiene su residencia habitual. Si ejerce
actividad profesional o económica, lo tiene en el lugar donde la desempeña para el
cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad. Este domicilio toma en
cuenta la efectiva residencia de la persona, es voluntario, pues sólo depende de la voluntad
del individuo, y, además, es de libre elección e inviolable (art. 18 CN). Elementos
constitutivos del domicilio real: 1) un elemento material o corpus (constituido por la
residencia de la persona que es efectiva y permanente), 2) el animus es la intención o
propósito de permanecer en un determinado lugar. El domicilio real se constituye por la
reunión de sus dos elementos.
El domicilio legal como el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que
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una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el
cumplimiento de sus obligaciones. (Art 74 CCCN):
a) los funcionarios públicos tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus
funciones, no siendo éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar que lo están
prestando;
c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen
domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;
d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.
Este domicilio es forzoso (la ley lo impone independientemente de la voluntad del
interesado); es ficticio (el sujeto puede no estar allí presente); es excepcional y de
interpretación restrictiva, (porque sólo funciona en los casos previstos por la ley); y es
único, (porque es una clase de domicilio general u ordinario).
➢ CAPACIDAD
Noción:
La capacidad es uno de los atributos más importantes de la persona. Este atributo forma
parte del concepto mismo de persona. La capacidad de derecho siempre está presente.
Capacidad de derecho (siempre está presente). El Art. 22 del CCCN define la capacidad
de derecho: “Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para
ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta
capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.” La
capacidad de derecho se define como la aptitud de que goza toda persona humana para
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ser titular de derechos y deberes jurídicos. Esta aptitud se vincula muy directamente con
la personalidad humana; por ello, todas las personas son capaces de derecho y no
puede concebirse una incapacidad de derecho absoluta, es decir, que comprenda todos
los derechos y obligaciones, porque sería contrario al orden natural. La capacidad de
derecho nunca puede faltar de manera absoluta, pues es uno de los atributos de la
persona, es decir que nace concomitante a la existencia de la persona. Ahora bien,
es relativa, pues no se posee de manera total, ya que el límite para ser titular de
derechos no sólo está en los derechos de los demás, sino también en el interés
público.
Por otro lado, la capacidad de hecho o de ejercicio es la aptitud o grado de aptitud de las
personas físicas para ejercer los derechos de los que se es titular o para ejercer por sí los
actos de la vida civil. Es decir que, en este caso, sí se pudieron adquirir ciertos derechos,
pero, por alguna situación en especial, no se los puede ejercer si no es a través de un
representante.
Limitaciones el Código:
Art 24.-Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio: a) la persona por
nacer; b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el
alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo; c) la persona declarada incapaz
por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.
➢ Estado civil
Caracteres
• las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no pueden
ser modificadas por la voluntad de los interesados;
• es indivisible y oponible erga omnes;
• generalmente es recíproco o correlativo, porque a cada estado de una persona le
corresponde el de otro que resulta correlativo;
• es inalienable, es decir intransmisible;
• es necesario, indisponible y único, es decir que no se puede tener dos estados
correlativos a la vez (por ejemplo, ser casado y soltero al mismo tiempo, ser padre
e hijo al mismo tiempo).
Efectos:
Diferencia entre persona y vida humana. Persona: categoría jurídica (ser portador de
derechos)
Vida humana: es un suceso de la naturaleza.
Importancia jurídica de la concepción:
El artículo 19 del Código Civil y Comercial prevé: “Comienzo de la existencia. La
existencia de la persona humana comienza con la concepción”. La concepción
determina el momento a partir del cual se es persona, es decir que el sujeto tiene
personalidad jurídica y goza de protección de la ley. El Código Civil y Comercial
reconoce su comienzo en el momento mismo de la concepción. Se considera que hay
persona durante todo el proceso de gestación: desde su inicio hasta el nacimiento y,
luego, habrá persona física desde ese instante hasta la muerte. El Pacto de San José
de Costa Rica establece esta postura de considerar a la persona desde la concepción y
tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en
general, a partir del momento de la concepción. El art. 75 inc. 22 CN asigna tutela jurídica
a la vida humana desde este momento de la concepción. La Convención de los Derechos
del Niño en su art. 1°, establece que “niño” es todo ser humano menor de dieciocho años.
Con respecto al comienzo de la vida, la Convención nada aclara, pero sí lo hace la ley
23.849 –la de ratificación del Tratado– en su art. 2, el cual declara que: con relación al
artículo 1º de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina
entiende por niño a todo ser humano desde el momento de la concepción y hasta
los 18 años. Repárese que lo que goza de jerarquía constitucional es el texto de la
Convención junto a la ley de ratificación. Duración del embarazo: Art. 20.-Duración del
embarazo. Época de la concepción. Época de la concepción es el lapso entre el
máximo y el mínimo fijados para la duración del embarazo. Se presume, excepto
prueba en contrario, que el máximo de tiempo del embarazo es de trescientos días y el
mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento. Sin contar el día del parto,
se cuentan trescientos días hacia atrás y luego ciento ochenta días, también hacia atrás.
En el período de ciento veinte días que hay entre uno y otro término, la ley presume que
se ha producido la concepción. Entonces, se presume, salvo prueba en contrario, que la
concepción se produjo en los primeros ciento veinte días de los trescientos del embarazo,
sin contar la fecha de parto. Para la postura mayoritaria en la doctrina, la fecundación del
óvulo por el espermatozoide da inicio no sólo a la vida humana sino también a la persona
humana, sea que la fecundación se hubiese producido en el seno materno o en el
laboratorio. Hemos señalado precedentemente que la jurisprudencia internacional no
participa de la postura mayoritaria en orden a que la concepción debe entenderse como
fecundación. NACIMIENTO CON VIDA: Definición El artículo 21 dispone: “Nacimiento
con vida. Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer
quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se
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considera que la persona nunca existió. El nacimiento con vida se presume.” Los
derechos y obligaciones adquiridos por el nasciturus (Persona antes de nacer, mientras
permanece en el claustro materno.) en el momento mismo de la concepción (es allí donde
adquiere la calidad de “persona”) quedan sometidos a una suerte de condición suspensiva:
el nacimiento con vida. Ocurrida ella, se produce su “adquisición irrevocable” de todos los
derechos que le correspondan por filiación; por el contrario, es decir en caso de nacer
muerto o sin vida, se extinguirán retroactivamente la totalidad de los derechos que pudo
haber adquirido desde la concepción. Si el niño nace con vida, mantiene o conserva
esos derechos que adquirió desde la concepción, de manera tal que su nacimiento lo
único que hace es perfeccionar o consolidar esa personalidad que ya poseía. Prueba:
la prueba por excelencia del nacimiento, así como sus circunstancias de tiempo, lugar,
sexo, nombre y filiación de las personas nacidas, es la partida del Registro Civil. El
nacimiento ocurrido en el extranjero se prueba con los instrumentos otorgados según las
leyes del lugar donde se produce, legalizado o autenticado del modo que disponen las
convenciones internacionales y, a falta de ellas, las disposiciones consulares de la
República. Para el supuesto en que no hubiera partida del Registro, porque no hay registro
público o bien porque falta o es nulo el asiento, y quisiera demostrarse el hecho del
nacimiento, se podrá acreditar por cualquier otro medio de prueba, ya sea una
información pericial, testimonios de los médicos o expertos, entre otros. Presunción El
mencionado artículo 21 establece que “el nacimiento con vida se presume”; presunción
que funciona ante la hipótesis de que existieran dudas al respecto. Admite prueba en
contrario, es decir que, si alguien alegara que el niño nació muerto, debe cargar con la
prueba de tal extremo
➢ Ausencia de la persona
Definición: El Código Civil y Comercial contempla en seis artículos (79 a 84) las normas
sustantivas y procedimentales correspondientes a la simple ausencia y al procedimiento
previsto a los fines de obtener tal declaración. El fin último de esta regulación es la
protección del patrimonio del ausente, pues lo que se pretende es la designación de un
curador especial a los bienes para que estos puedan ser administrados en debida forma
mientras dure el estado de ausencia.
➢ Muerte presunta
Régimen legal. Casos y términos. La presunción de fallecimiento: al igual que la
muerte, constituyen supuestos jurídicos extintivos de la persona humana. Así, los efectos
de la sentencia judicial que declara el fallecimiento presunto son idénticos a los de la
muerte, pero la ley establece diferencias fundadas en la eventual reaparición del declarado
muerto presunto y en la necesidad de proteger sus intereses.
Distintos supuestos: el Código contempla:
• Art 85.- Caso ordinario. La ausencia de una persona de su domicilio sin que
se tenga noticia de ella por el término de tres años causa la presunción de
su fallecimiento, aunque haya dejado apoderado. El plazo debe contarse
desde la fecha de la última noticia del ausente.
• Art 86.- Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un
ausente: a. si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto,
acción de guerra u otro suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte,
o participó de una actividad que implique el mismo riesgo, y no se tiene
noticia de él por el término de dos años, contados desde el día en que el
suceso ocurrió o pudo haber ocurrido; b. si encontrándose en un buque o
aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese noticia de su existencia por
el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber
ocurrido.
Muerte comprobada
El art. 93 CCCN dice “la existencia de la persona humana termina con su muerte”. Hecho
que será comprobado según el art.94 de acuerdo con los estándares médicos aceptados,
aplicándose la legislación especial en caso de ablación de órganos del cadáver. La ley
24193 en su art 23 establece que la persona ha fallecido cuando se verifiquen de modo
acumulativo los siguientes signos. Art. 23. — El fallecimiento de una persona se
considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo los siguientes signos,
que deberán persistir ininterrumpidamente seis (6) horas después de su
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constatación conjunta: a) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida
absoluta de conciencia; b) Ausencia de respiración espontánea; c) Ausencia de
reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas; d) Inactividad
encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las
diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por
el Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del Instituto Nacional
Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).
Certificación de fallecimiento: debe ser realizada por dos médicos, en los que figurara
por lo menos un neurólogo o neurocirujano y que ninguno de ellos integre el equipo que
realice ablaciones o implantes de órganos del fallecido. Prueba La muerte se prueba con
la partida del Registro Civil. El art 296 del CCCN dispone: “En el Registro Civil se
inscribirán a) todas las defunciones que ocurran en la Nación b) todas aquellas
cuyo registro sea ordenado por juez competente c) las sentencias que declaren
desaparición forzada de personas. d) las que ocurran a buques o aeronaves de
bandera argentina, ante el oficial público del primer puerto o aeropuerto argentino
de arribo f) las que ocurran en lugares bajo jurisdicción Nacional.” Muerte sucedida
en el extranjero (art 97) debe otorgarse por los instrumentos otorgados según las leyes del
lugar donde acaece. Los que deberán legalizarse o autenticarse según lo disponen las
convenciones internacionales. Prueba supletoria: art. 98. CCC- Falta de registro o
nulidad del asiento. Si no hay registro público o falta o es nulo el asiento, el
nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de prueba. Si el
cadáver de una persona no es hallado o no puede ser identificado, el juez puede
tener por comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro,
si la desaparición se produjo en circunstancias tales que la muerte debe ser tenida
como cierta. Conmoriencia: art.95: Se presume que mueren al mismo tiempo las
personas que perecen en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si
no puede determinarse lo contrario.
a.) La persona por nacer, que es la persona que está concebida en el seno materno y aún
no ha nacido; para que sus derechos y obligaciones queden irrevocablemente adquiridos,
debe nacer con vida, pues, de lo contrario, se considerará que ella nunca existió.
b.) Menores de edad y mayores que no cuentan con edad y grado de madurez
suficiente. Este inciso debe estudiarse en correlación con lo dispuesto en el art. 25, el
que dispone que “menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años”. En
efecto, el supuesto de análisis refiere que son incapaces de ejercicio las personas “que no
cuentan con la edad y grado de madurez suficiente”, por lo que incluye a todas las
personas que no han cumplido los dieciocho años, salvo: 1) el supuesto de los
adolescentes en relación a los tratamientos no invasivos (que veremos más adelante); 2)
el caso de los menores emancipados por matrimonio que gozan de plena capacidad de
ejercicio con las limitaciones previstas (arts. 27 y 28); 3) la persona menor de edad con
título profesional habilitante que puede ejercer profesión sin necesidad de previa
autorización (art. 30). 4) También son considerados incapaces de obrar las personas
mayores de edad que no cuenten con madurez suficiente, pues el artículo utiliza la
conjunción “y”, requiriéndose ambos requisitos para que alguien sea considerado capaz.
En definitiva: Fuera de estas situaciones excepcionales, la regla es que las personas, para
gozar de la plena facultad para ejercer los derechos, deben ser mayores de dieciocho años.
Las dos pautas, edad y madurez suficiente, predeterminan el límite. Si la persona tiene
edad y madurez suficiente, puede validar su actuación autónoma; de lo contrario, es
incapaz de ejercicio.
c.) La persona incapaz por sentencia judicial. Este supuesto implica que, mediante
sentencia, se puede restringir la capacidad para determinados actos, debiendo partirse
siempre del presupuesto de la capacidad, y que sus limitaciones son de carácter
excepcional. Cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar y expresar su voluntad, el sentenciante puede declarar la incapacidad y
designar un curador. Por último, comprende a los inhabilitados por prodigalidad, a
quienes se les designará un apoyo para el otorgamiento de actos de disposición.
Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen todo lo referido a las restricciones
al ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, y son producto especialmente de la
aprobación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ley
26.378) y de la Ley Nacional de Salud Mental (ley 26.557). Manteniendo el criterio
biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos supuestos diferenciados:
Cese de la incapacidad
El cese de la incapacidad o de la restricción a la capacidad debe decretarse por el
juez que la declaró, previo examen de un equipo interdisciplinario integrado, que dictamine
sobre el restablecimiento de la persona. El juez competente para declarar el cese de las
restricciones será el mismo que en su momento las había impuesto. El juez, ante la
solicitud de los legitimados –quienes podrán promover un nuevo procedimiento para
determinar el cese de las restricciones a través del dictado de una nueva sentencia–, podrá
disponer el cese total de las restricciones, o bien, que éste sea sólo sea parcial, en cuyo
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caso se podrá ampliar la nómina de actos y funciones que la persona podrá realizar por sí
misma o con asistencia de los apoyos. Cuando la sentencia haya sido de incapacidad, se
podrá dictar una nueva sentencia: a) que resuelva el cese total y definitivo de la
incapacidad; b) que confirme la situación actual; o c) que convierte la incapacidad en
capacidad restringida, debiendo especificar las restricciones y nombrando el o los apoyos
necesarios. Cuando la sentencia haya sido de “capacidad restringida”, la nueva
sentencia podrá: 1) resolver el cese total de las restricciones; 2) ampliar o disminuir la
nómina de actos que la persona podrá realizar por sí sola y si requiere de nuevos apoyos;
3) mantener la situación actual sin modificaciones. De acuerdo con lo dicho
anteriormente, sea la sentencia que se dicte deberá inscribirse en el Registro de
Estado Civil y Capacidad de las Personas para la debida oponibilidad a terceros.
➢ Inhabilitados
Noción: “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico
les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.” (Art. 141 CCC) Según Buteler
Cáceres (2000), las personas de existencia ideal son abstracciones que se originan en la
realidad social y representan la posibilidad de los hombres de unir sus esfuerzos en pos de
un fin común; por ello, estos entes se encuentran provistos de personalidad jurídica y están
dotados de capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones
o Naturaleza jurídica:
Tres grandes posturas a lo largo de la historia trataron de descifrar la naturaleza jurídica
de estos entes de existencia ideal; Buteler Cáceres (2000), las clasifica o agrupa de la
siguiente manera:
Frente a los diferentes tipos de personas jurídicas privadas que contempla el código,
la forma de constitución de dichas personas dependerá en cada caso del tipo de que
se trate.
Cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a un ente ideal distinto de los
socios que lo componen. Este ente cuenta con capacidad jurídica plena para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación y, por ende, puede adquirir
compromisos propios frente a los terceros y constituye un centro de imputación
distinto del patrimonio de los socios. Art. 143 del código establece que la persona
jurídica tiene una personalidad jurídica distinta de la de sus miembros y ellos no
responden por las obligaciones contraídas por la persona jurídica, salvo en los casos
previstos en la ley. Esto responde al principio de separación de patrimonios entre la
persona jurídica y sus miembros, que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las
personas jurídicas. Este principio opera en relación con los bienes de titularidad de la
persona jurídica, que, por ende, no pertenecen a ninguno ni a todos sus miembros, y en
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relación con las obligaciones, ya que ninguno de sus miembros, ni el conjunto de ellos, es
responsable por éstas. (Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias
excepcionales previstas en el Código Civil y Comercial o en otras leyes especiales o
generales, como la Ley 19.550 de Sociedades o la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras.)
• a) las sociedades;
• b) las asociaciones civiles;
• c) las simples asociaciones;
• d) las fundaciones;
• e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
• f) las mutuales;
• g) las cooperativas;
• h) el consorcio de propiedad horizontal;
• i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y
cuyo carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de
funcionamiento.
a) la Ley 26.994 (ley que aprueba la reforma del Código Civil y Comercial) sustituye
el texto del art. 1 de la Ley 19.550 (Ley de Sociedades) por el siguiente: “Habrá
sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los tipos
previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o
intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las
pérdidas. La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima.
La sociedad unipersonal no puede constituirse por una sociedad unipersonal”. En los
hechos, la sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima y como
sociedad de responsabilidad limitada.
El artículo 149 del código único señala que la participación del Estado en una persona
jurídica privada no transforma la calidad de ésta, la que sigue siendo privada sin importar
el grado de participación del Estado y sin perjuicio de que se prevea un régimen especial
en materia de derechos y obligaciones. Esta norma se aplica no sólo a las sociedades, sino
a todo tipo de personas jurídicas de carácter privado.
o Asociaciones civiles
Las asociaciones civiles son un tipo de personas jurídicas privadas (inc. “b” del art. 148)
a través de las cuales se puede realizar múltiples actividades. Constitución, las
asociaciones deben cumplir ciertos requisitos y formalidades objeto principal el bien
común, el interés general, es decir un espíritu altruista. Presupuesto Sin fines de lucro
(lo que las distingue de las sociedades comerciales. Pero pueden realizar actos dirigidos a
obtener ganancias que sirvan para seguir cumpliendo con su finalidad específica. Art168
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del CCCN prevé “No puede perseguir el lucro como fin principal, ni puede tener por
fin el lucro para sus miembros o terceros”, el fin de obtener réditos económicos no debe
ser el principal objetivo de la asociación civil. Requisitos de formación: La forma
instrumental para constituirse las asociaciones civiles es la escritura pública, la que
deberá ser inscripta una vez que haya sido otorgada la autorización estatal para funcionar.
Lo que dará nacimiento a la asociación civil como tal es la inscripción en el registro
correspondiente; hasta tanto acaezca dicha inscripción, serán aplicables las normas de
la simple asociación. Contenido del acto constitutivo (art. 170 del Código), 1) La
identificación de los constituyentes 2) El nombre de la asociación con el aditamento
“Asociación Civil” antepuesto o pospuesto 3) el objeto 4) domicilio social 5) el plazo de
duración 6) las causales de disolución 7) las contribuciones que conforman el patrimonio
inicial de la asociación 8) el régimen de administración y representación, entre otros
recaudos que establece. Las partes libremente establecer cualquier otra cuestión que sea
útil para reglar y cumplir los fines de la asociación, teniendo como único límite la no
afectación del orden público, la moral y las buenas costumbres.
o Simples asociaciones
Las simples asociaciones también son personas jurídicas privadas (art. 148, inc. “c”), que
no requieren autorización estatal alguna para funcionar. Constitución: puede ser por
instrumento público o por instrumento privado con firma certificada por escribano
público, debiendo consignarse el aditamento “simple asociación” o “asociación civil”.
Comienzo de la existencia: comienzan su existencia como personas jurídicas a partir de
la fecha del acto constitutivo, es decir que, una vez otorgada la escritura pública o el
instrumento privado con firmas certificadas, estos sujetos de derechos gozan de
personalidad jurídica. Están reguladas en los arts. 187 a 192 del Código Civil y Comercial
y en cuanto a su constitución, gobierno, administración, socios, órgano de fiscalización y
funcionamiento, se rigen por lo dispuesto para las asociaciones civiles, es decir remite a
los arts. 168 a 186.
o Fundaciones
Las fundaciones son personas jurídicas con propósito de bien común, sin fines de lucro,
que se constituyen con el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a hacer
posibles sus fines. Estos entes carecen de miembros, sólo tiene órganos de conducción
y beneficiarios. Para su nacimiento solo se requiere la existencia de un sujeto de derecho
que es la persona del fundador, quien se convierte en un extraño cuando la fundación
obtiene la autorización para funcionar. Constitución: Las fundaciones deben
constituirse necesariamente mediante instrumento público y solicitar y obtener
autorización del Estado para funcionar. Este acto constitutivo que crea la fundación
debe ser otorgado por el o los fundadores o apoderado con poder especial, si se hace por
acto entre vivos o por el autorizado por el juez del sucesorio si es por disposición de última
voluntad y debe contener: a) La identificación de los fundadores, sean personas físicas o
jurídicas; b) Nombre y domicilio de la fundación; c) Objeto preciso y determinado que
propenda al bien común; d) Patrimonio inicial, integración y recursos futuros; e) Plazo
de duración; f) Organización del consejo de administración, duración de los cargos,
régimen de reuniones y procedimiento para la designación de sus miembros; g) Cláusulas
atinentes a su funcionamiento; h) Procedimiento y régimen para la reforma del estatuto;
i) Fecha de cierre del ejercicio anual; j) Cláusulas de disolución y liquidación y el destino
de los bienes; k) Plan trienal de actividades. Confeccionado el instrumento de
constitución, deberá ser presentado ante la autoridad de contralor para su aprobación y
una vez aprobada, adquirirá personalidad jurídica.
➢ Atributos de las personas jurídicas
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La persona jurídica resulta no sólo una regulación del derecho constitucional de
asociarse con fines útiles y una forma de ejercer libremente una actividad
económica, sino que constituye una realidad jurídica que la ley reconoce como
medio técnico para que todo grupo de individuos pueda realizar el fin lícito que se
propone. Tiene personalidad jurídica y, por ende, posee atributos: 1) el nombre para
individualizarse, 2) el domicilio para determinar la ley aplicable y la jurisdicción donde
puede demandar o ser demandada, 3) la capacidad siempre de derecho y limitada al
objeto para el que se constituyó y4) el patrimonio, a los fines del cumplimiento de sus
fines.
o Nombre.
Régimen legal: El nombre o razón social es un atributo de las personas jurídicas, toda
vez que es necesario a los fines de su individualización y designación que permita
distinguirlas.
De acuerdo con lo normado en el art. 151 del Código, el nombre debe reunir los
siguientes requisitos:
a) aditamento de la forma jurídica utilizada para que los terceros conozcan la
naturaleza y extensión de la responsabilidad, por ejemplo “SRL”, “SA”.
b) cumplir con los recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, ello así a los
fines de que se distingan entre las personas jurídicas.
c) no contener términos contrarios a la ley, el orden público o las buenas costumbres.
d) no inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica.
e) la inclusión en el nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas
requiere la conformidad de éstas, que se presume si son sus miembros.
o Patrimonio
o Capacidad
Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de personas físicas que
actúan en su nombre y por su cuenta, de modo tal que su gestión es atribuida a la
misma entidad. Así, las personas jurídicas actúan a través de sus órganos, es decir
aquellas personas autorizadas a manifestar la voluntad del ente y a desarrollar
la actividad jurídica necesaria para la consecución de sus fines. El artículo 159
dispone que los administradores deben obrar con lealtad con la persona que les encarga
la función de administrar sus intereses y con diligencia, es decir con idoneidad, con
aptitud profesional para el exitoso desenvolvimiento de la clase de actividad que constituye
el objeto social. El deber de obrar con lealtad tiene por fundamento la obligación de
fidelidad del mandatario (art. 1324 CCCN), que se extiende a todos los casos de
representación de intereses ajenos, y el deber de buena fe (art. 9 CCCN). El administrador
se debe conducir con la corrección de un hombre honrado, en defensa de los intereses
cuya administración se le ha confiado, por encima de cualquier otra consideración,
evitando obtener un beneficio particular a expensas de la persona jurídica. Tiene prohibido
contratar con ésta, salvo que se trate de contratos referidos a su actividad ordinaria y en
las mismas condiciones en que el ente lo hubiera hecho con terceros. Deberá abstenerse
de intervenir en la toma de decisiones en las que tenga un interés contrario a la persona
jurídica y no podrá competir con ella.
En las relaciones que tienen por contenido los derechos personalísimos o los
derechos humanos, el objeto está dado por las diversas manifestaciones o
proyecciones que integran la personalidad de la persona física, como su honor,
libertad, integridad física o espiritual.
En las que tienen por contenido los derechos subjetivos potestativos, el objeto está dado
por el conjunto de deberes y prerrogativas de los padres para la educación y pleno
desarrollo de la personalidad de sus hijos.
En las que tienen por contenido los derechos reales, el objeto es la cosa: objeto material
susceptible de valor, sobre las que se ejercen las facultades o prerrogativas del titular.
Las relaciones jurídicas que recaen sobre derechos personales o de crédito, el objeto:
se proyecta sobre la conducta del deudor, denominada prestación.
En los derechos intelectuales el objeto: es la obra científica, literaria o artística, la
expresión de ideas, procedimientos, es decir, el producto del intelecto humano.
➢ Bienes y cosas.
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• Bien está noción está estrechamente vinculada al enfoque económico y, por lo
tanto, no podría aplicarse a los bienes ambientales, o al cuerpo, o partes del cadáver.
• En relación con las cosas, se las define como los objetos materiales susceptibles
de tener un valor.
Desde el punto de vista físico, es todo lo que existe; no sólo los objetos que pueden
ser propiedad del hombre, sino también todo lo que en la naturaleza escapa a esta
apropiación exclusiva: el mar, el aire, el sol, etc.
Desde el punto de vista jurídico, “debemos limitar la extensión de esta
palabra a todo lo que tiene un valor entre los bienes de los particulares”.
ARTÍCULO 15.- Titularidad de derechos. Las personas son titulares de los derechos
individuales sobre los bienes que integran su patrimonio conforme con lo que se establece
en este Código.
ARTÍCULO 16.- Bienes y cosas. Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo 15
pueden recaer sobre bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se
llaman cosas. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las
fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre
o Clasificaciones
El Código Civil y Comercial contiene varias clasificaciones de las cosas:
a) muebles e inmuebles;
b) cosas divisibles e indivisibles;
c) cosas principales y accesorias;
d) cosas consumibles y no consumibles;
e) cosas fungibles y no fungibles.
La importancia de estas clasificaciones radica en que, según el estatuto que reciba la cosa,
el régimen jurídico que se le aplique variará.
➢ Criterios de distinción
o Inmuebles y muebles.
• Art. 225: Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo,
las cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo
el suelo sin el hecho del hombre.
Entonces son inmuebles por su naturaleza: el suelo, es decir la corteza terrestre, lo
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incorporado orgánicamente a él, como los vegetales, y lo que está debajo de él, es decir los
árboles, ríos, minerales enterrados, etc.
• Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles
que se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter
perdurable. En este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden
ser objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran
inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la
actividad del propietario.
Son inmuebles por accesión: las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su
adhesión física al suelo con carácter de perdurabilidad, como son todas las clases de
construcciones, casas, edificios, obras de infraestructuras en general. Las cosas muebles
que se incorporan de manera permanente a todas estas construcciones, como las estufas
de una casa, las ventanas de un edificio, las barandas, etc. son también inmuebles por
accesión, mientras permanezcan en esa condición. El precepto mencionado (art. 226)
establece la regla general de que “los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden
ser objeto de un derecho separado sin la voluntad”, por lo que, celebrado un negocio
jurídico sobre el inmueble, todo lo que esté en él, adherido e inmovilizado con carácter
perdurable, forma parte de la contratación, salvo acuerdo en contrario.
Muebles: Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebles las que pueden desplazarse
por sí mismas o por una fuerza externa”. Este concepto engloba las cosas que pueden
transportarse fácilmente de un lugar a otro, movidas ya por una influencia extraña, como
son los automóviles, o por sí mismas, como son los animales que se denominan
semovientes.
Cosas principales: El artículo 229 dispone: “Cosas principales. Son cosas principales
las que pueden existir por sí mismas”.
Así, son cosas principales las que tienen una existencia propia e independiente de
cualquier otra (por ejemplo, un auto)
Cosas accesorias art. 230 prevé: Cosas accesorias. Son cosas accesorias aquellas cuya
existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual dependen o a la
cual están adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa principal, excepto
disposición legal en contrario. Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar
un todo sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal, es principal la de
mayor valor. Si son del mismo valor no hay cosa principal ni accesoria.
Son cosas accesorias las que jurídicamente carecen de existencia propia por depender de
otras, por ello siguen la suerte de la principal.
La calidad de accesorias de las cosas puede manifestarse:
a) Por la accesión física: es el caso de las cosas que natural o artificialmente están
adheridas al suelo del que son accesorias, por ejemplo, un edificio.
b) Por la dependencia: es el caso de las cosas muebles adheridas a otras cosas muebles
con el fin de uso, adorno, complemento o conservación. Así, en los anteojos, las lentes son
lo principal y el marco lo accesorio. La calidad de accesorio se determina por la función o
el fin para el que se ha unido, y sólo cuando no pueda distinguirse la cosa principal de la
accesoria se tendrá por principal la de mayor valor, y si son iguales, no habrá cosa
principal o accesoria.
Dispone el art. 231: Cosas consumibles. Son cosas consumibles aquellas cuya
existencia termina con el primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de
existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque sean susceptibles de
consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.
Las cosas no consumibles no se extinguen con el primer uso, aunque puedan consumirse
o deteriorarse por el uso más o menos prologado, como los muebles de una casa, la
vestimenta, etc.
Art. 232: “Cosas fungibles. Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la
especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras
de la misma calidad y en igual cantidad”.
No son fungibles aquellas cosas que tienen características que las hacen únicas y, por
ende, no pueden ser sustituidas por otras de características exactamente idénticas,
como ser un caballo de carrera, puesto que éste tiene particularidades.
o Frutos y productos
Dispone el art. 233: Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce,
de modo renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia.
Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura
de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.
Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran
o disminuyen su sustancia.
Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no
son separados.
Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto.
Clasificación los frutos en:
Frutos naturales: son los que la cosa produce espontáneamente, como las crías de
ganado, la leche de los animales. Frutos industriales: son los que se producen por la
industria del hombre o de la cultura de la tierra, como ser la soja o el trigo que se obtienen
de una cosecha. Frutos civiles: las rentas de una cosa, como el alquiler de un inmueble.
Los frutos naturales e industriales y los productos no son accesorios de la cosa, sino
que forman un todo con ella mientras estén unidos. Una vez separados, adquieren
existencia propia e independiente y deben ser considerados cosas principales.
➢ El patrimonio
Definición. Caracteres
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El patrimonio constituye una unidad jurídica compuesta por elementos singulares
que lo integran, los cuales pueden ingresar o egresar, aumentar o disminuir o aun
ser nulos, sin que el patrimonio deje de ser tal.
Los hechos jurídicos son todos los acontecimientos que, según el ordenamiento jurídico,
producen el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art.
257 CCCN). La causa eficiente, en virtud de la cual las relaciones jurídicas nacen, se
modifican, transforman, transmiten o extinguen.
Los hechos involuntarios, son los ejecutados sin discernimiento o sin intención o sin
libertad. No producen obligaciones salvo que causaran daño en otro y se enriqueciera
con ello el autor del hecho; la obligación se producirá según la medida de ese
enriquecimiento.
Definición. Buteler Cáceres (2000) explica que, si partimos de los atributos de las
personas y, dentro de ello, de la capacidad, se advierte que la voluntad o la aptitud de
voluntad es el presupuesto primario, indispensable de la capacidad de hecho. La
voluntad individual, mirada en sí misma y a través de su ejercicio efectivo, a través de
su declaración y condicionada de antemano por la ley, es el factor predominante destinado
a reglar las relaciones jurídicas de carácter privado.
➢ El discernimiento.
➢ La libertad.
➢ Elemento externo
o Principio general
El artículo 8 del Código Civil y Comercial dispone “Principio de Inexcusabilidad. La
ignorancia de las leyes no sirve de excusa para su cumplimiento, si la excepción no
está autorizada por el ordenamiento jurídico”.
El precepto establece el principio general: que nadie, so pretexto de ignorancia,
podrá impedir la fuerza obligatoria de la ley o eludir las sanciones o
responsabilidades que la ley impone debido a nuestros propios actos. Ello así, pues,
si a cada uno le fuese permitido aducir el desconocimiento de las leyes para eludir las
consecuencias que emanan de sus prescripciones (para sustraerse de las obligaciones que
la ley impone), estaríamos ante un verdadero caos jurídico, pues ningún derecho podría
subsistir y no habría seguridad jurídica.
El Error de hecho. Definición. Como dijimos es la falsa noción que recae sobre los
elementos o circunstancias fácticas vinculadas al negocio o a la relación jurídica de que
se trate. Pero este puede recaer en el contenido o presupuesto del acto, así como en la
identidad de las personas, en la naturaleza o características de las cosas o los hechos
materiales constitutivos de la conducta. El art. 265 del código único, prevé “Error de
hecho. El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si
el acto es bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser reconocible
por el destinatario para causar la nulidad”.
• Formas:
• a) Esencial
• b) Espontáneo
• c) Reconocible.
a)El error es esencial : si recae sobre la naturaleza del acto, sobre un bien o un hecho
diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad,
extensión o suma diversa a la querida; sobre la cualidad sustancial del bien que haya
sido determinante de la voluntad jurídica según la apreciación común o las circunstancias
del caso; sobre los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o
tácitamente; sobre la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue
determinante para su celebración (art. 267 del CCCN); en una palabra, sobre los aspectos
primordiales del acto.
b) El error es espontáneo si se ha cometido por una falsa noción de la persona misma
44
y no porque la otra parte del negocio jurídico la indujo a error, pues sería un error
provocado.
B) Error
accidental
o Error esencial
A) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica del acto
que se celebra, produciéndose una divergencia o falta de concordancia entre la declaración
o comportamiento de una de las partes y la representación de lo declarado o actuado. Por
ejemplo, cuando alguien presta algo a quien entiende que se lo están regalando.
B) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar un negocio
jurídico respecto de un determinado objeto o de un determinado hecho y, en realidad, se
trata de una cosa o hecho distinto. Puede afectar la individualidad de la cosa, por ejemplo:
creo estar comprando un terreno en un determinado lugar y lo estoy comprando en otro;
en su especie: por ejemplo, en una venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata
de cebada y el comprador de trigo; error sobre la cantidad, extensión o suma, este error
45
de cantidad no debe consistir en un mero error en el cálculo.
C) Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades sustanciales de una
cosa, todas las partes y todas las propiedades de una cosa, sin las cuales dejaría de ser lo
que ella es. Es decir, no sólo debe tratarse de una cualidad de la cosa, sino que esa
cualidad se ha tenido en mira al contratar, es decir, no debe ser accidental. En una
palabra, habrá que ver en cada caso cuáles son las cualidades esenciales de la cosa, que
son aquellas que las partes esperaron encontrar en el objeto adquirido y que fueron
especialmente tenidas en cuenta, como también el supuesto de que, sin esas cualidades,
el acto no se habría celebrado, cuestión que debe ser apreciada conforme a las
circunstancias del caso.
D) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el motivo
interno que ha inclinado a ejecutar el acto. Al pertenecer al fuero interno de cada sujeto,
los motivos sólo pueden llevar a una anulación cuando surjan expresa o implícitamente
del acto, ya que, de lo contrario, se estaría perjudicando a la otra parte, que no tiene forma
de conocer lo que pensaba el otro. Así, quien compra un automóvil creyendo por error que
el suyo no tiene arreglo no podría, una vez advertido de la realidad de las cosas, demandar
la nulidad del acto, ya que se trata de motivos ajenos al vendedor.
E) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre alguno de los
sujetos o partes del negocio, ya sea respecto de la identidad de uno de ellos o de sus
cualidades. Este error es causa de nulidad solamente cuando la consideración de la
persona ha sido causa determinante para su celebración, como la donación hecha a una
persona a quien se toma por otra, o en las obligaciones intuito personae; pero no es causa
de nulidad cuando la persona del contratante es indiferente, como en el caso de un
prestamista, vendedor o locador.
El error accidental es el que recae sobre las cualidades no sustanciales de las cosas
o sobre los motivos no determinantes del acto, por lo que no acarrea la nulidad.
El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando, en el acto, se
establecen las bases para fijar el precio, pero se realiza mal el cálculo para fijarlo, se
adicionan mal las cuotas que integran el saldo del precio, etc. En la práctica, este error
no invalida el negocio jurídico, pues del acto mismo se puede llegar a la voluntad real y
determinar que es un error. Esto es así siempre que no fuera determinante del
consentimiento, pues en ese caso se convertiría en error esencial y habilitaría a la nulidad
del acto (Rivera y Medina, 2014).
➢ El dolo. Diversas acepciones
La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones:
Art 271 CCC.- Acción y omisión dolosa. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o
disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee
para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción
dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación.
Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es
determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas
partes.
Art.274 CCC.- Sujetos. El autor del dolo esencial y del dolo incidental puede ser una de
las partes del acto o un tercero.
Art.275 CCC.- Responsabilidad por los daños causados. El autor del dolo esencial o
incidental debe reparar el daño causado. Responde solidariamente la parte que al tiempo
de la celebración del acto tuvo conocimiento del dolo del tercero.
Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es
grave, es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido
dolo por ambas partes.
Para determinar si el dolo es esencial, habrá que verificar que se reúnan los cuatro
requisitos que fija el precepto:
1) Que sea grave: la gravedad del dolo alude a la entidad del engaño, astucia o ardid. La
conducta o maniobra empleada debe ser apta para inducir a engaño a una persona que
pone la diligencia necesaria en los asuntos, calidad que ha de ser evaluada en función de
las circunstancias y condiciones personales del sujeto engañado.
2) Debe ser determinante de la voluntad: ello es así cuando, de no haber mediado el
engaño, el sujeto no hubiere celebrado el negocio jurídico.
3) Debe probar un daño importante: o sea, con cierta significación para la persona que
lo sufre, pero no sólo de significación económica, pues puede tratarse de un daño moral.
4) Ausencia de dolo de ambas partes: “quien juega sucio no tiene derecho a exigir juego
limpio”. El que obra con dolo no puede pretender que se anule el acto alegando el cometido
en su perjuicio por la otra parte. Ello así, pues se trata de una exigencia negativa, cuyo
fundamento radica en la regla de que nadie puede alegar la propia torpeza.
➢ Dolo incidental. Efectos.
El dolo incidental es aquel en el que le faltan uno o más requisitos que exige el art.
272 para que el dolo sea apto para actuar como vicio.
➢ La violencia
• Elementos esenciales
A) En relación con el sujeto:
a) Voluntad,
b) capacidad,
c) parte
d) otorgante
e) representante
Los elementos esenciales que, por ser tales, constituyen el negocio jurídico. Ellos son: los
sujetos, el objeto, la causa y la forma. Diferentes personas o sujetos pueden intervenir
en el otorgamiento de un acto jurídico, por lo que corresponde distinguir entre 1) partes,
2) otorgantes y 3) representantes. 1) Las partes: son las personas o sujetos que, con la
declaración de voluntad, ejercen una prerrogativa jurídica que les es propia, por
repercutir directamente en su esfera de interés patrimonial o extrapatrimonial. Son
aquellos cuyos derechos se crean, modifican, transfieren, extinguen, etc.2) otorgantes
son quienes intervienen en la celebración de un acto emitiendo la declaración de voluntad
que conforma su contenido. Generalmente, quien otorga el acto es la parte, pero en
muchas ocasiones ocurre que quien otorga el acto no es la parte, sino otro sujeto que obra
en su representación.3) Los representantes: son quienes, en virtud de una autorización
legal o convencional, emiten una declaración de voluntad en nombre, por cuenta y en
interés de otra, denominada representado. Según la naturaleza de la autorización para
obrar en nombre de otro, los representantes son legales o voluntarios.
Ahora bien, la validez del acto jurídico en relación con los sujetos depende de dos
requisitos: a) la capacidad. La exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer
por sí mismos actos jurídicos válidos (capacidad de ejercicio); b) la voluntariedad. (En
cuanto a la voluntariedad, supone que el sujeto haya obrado con discernimiento,
intención y libertad)
B) En relación con el objeto
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En cuanto al objeto del acto jurídico, el art. 279 del Código Civil y Comercial dispone que:
El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley,
contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o lesivo de los
derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que por un
motivo especial se haya prohibido que lo sea.
Estos artículos reafirman los principios de necesidad de causa, que debe existir en la
formación, subsistir durante su celebración y mantenerse durante la ejecución del
contrato.
Determinando que la falta de causa implicará, según los casos, la nulidad, adecuación o
extinción del contrato.
El art. 1014 sanciona con nulidad a todo contrato con causa contraria a la moral, al
orden público o a las buenas costumbres, sanción que se extiende al supuesto en que
ambas partes lo hubieran concluido por un motivo ilícito o inmoral, dejando a salvo el
caso en que, si sólo una de ellas hubiera obrado por un motivo ilícito o inmoral, carecerá
de derecho a invocarlo frente a la otra parte, pero la parte inocente podrá reclamar lo que
ha dado sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido.
o Presunción.
El artículo 282 del Código Civil y Comercial introduce el principio de presunción de
causa fin, según el cual el acto es válido, aunque la causa –final– no esté expresada o sea
falsa, pero esté fundada en otra verdadera.
Legal
Actos Solemnidad absoluta
Solemnidad relativa
Actos
No solemne
jurídicos de
forma
impuesta
Los actos jurídicos según la forma se dividen entre A) actos jurídicos formales o de
forma impuesta –legal o convencional–: aquellos que en virtud de la ley o de la voluntad
de las partes deben ser otorgados para determinadas solemnidades, y los actos jurídicos
B) no formales o de forma libre, que pueden realizarse bajo cualquiera de las
formalidades idóneas para exteriorizar la voluntad.
A) Los actos jurídicos de forma impuesta (art.285) se dividen en: 1) actos formales
de solemnidad absoluta y 2) actos formales de solemnidad relativa 3) actos formales no
solemnes.
• 1) Los actos formales de solemnidad absoluta: son aquellos cuya eficacia
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depende del estricto cumplimiento de las formalidades legalmente impuestas,
de modo que la inobservancia de la forma prescripta acarrea la nulidad del acto,
privándolo de todo efecto jurídico. Por ejemplo, el matrimonio (art. 406 CCCN), la
donación de inmuebles (art. 1522 CCCN), el testamento (art. 2462 CCCN).
• 2) Los actos formales de solemnidad relativa: son aquellos en los que la eficacia
del acto depende del cumplimiento de una formalidad determinada cuya
inobservancia, si bien priva al acto de sus efectos propios, no impide que produzca
otros efectos jurídicos previstos en la ley, como sucede por ejemplo con la
transmisión de la propiedad de cosas inmuebles.
La regla es que los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o
extinción de derechos reales sobre inmuebles deben ser otorgados por escritura pública
(art. 1017 CCCN). Ahora bien, si la compraventa se realiza mediante boleto privado de
compraventa (art. 1170), no es que el contrato será nulo, sino que se generará en la
persona del vendedor una obligación de hacer: la de otorgar la escritura pública (art.
1018). Lo mismo acontece con las convenciones matrimoniales (art. 448), la
constitución de renta vitalicia (art. 1601), entre otros. En estos supuestos, el
incumplimiento de la formalidad exigida –la escritura pública– impide que el acto
produzca sus efectos propios, pero se produce la conversión del negocio pues la ley le
reconoce la eficacia de otro negocio jurídico distinto.
• 3) Los actos formales no solemnes: son los que pueden ser otorgados bajo
cualquier formalidad, aunque la prueba de su celebración depende del
cumplimiento de la formalidad exigida por la ley.
Por ejemplo, la forma escrita se requiere para acreditar el pacto de retroventa (art.
1163 CCCN), el pacto de preferencia (art. 1165 CCCN), el contrato por tiempo
indeterminado (art. 1183 CCCN), entre otros.
B) Los actos no formales son aquellos en los que las partes pueden elegir libremente el
modo en el que han de expresar su voluntad, rigiendo el principio de libertad de formas,
pues se trata de actos con forma libre y es lo que prevé el art. 284 del CCCN. -
o Principio general
Art. 284. CCCN. - Libertad de formas. Si la ley no designa una forma determinada para la
exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente. Las
partes pueden convenir una forma más exigente que la impuesta por la ley.
Forma impuesta. El acto que no se otorga en la forma exigida por la ley no queda
concluido como tal mientras no se haya otorgado el instrumento previsto, peo vale como
acto en el que las partes se ha obligado a cumplir con la expresada formalidad, excepto
que ella se exija bajo sanción de nulidad.
Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos públicos,
o por instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en los casos en que
determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier
soporte, siempre que su contenido sea representado con texto inteligible, aunque su
lectura exija medios técnicos.
La condición: Concepto como la cláusula por la que las partes subordinan su plena
eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto. Caracteres de la condición: a) debe
ser un hecho futuro: el hecho previsto como condición ha de ser futuro, lo que le da
incertidumbre. Si se tratara de un hecho pasado o presente no habría incertidumbre.
55
Aunque puede ocurrir que las partes ignoren que el hecho ya ha ocurrido; aquél sería
incierto subjetivamente, pero ello no basta para que exista condición. b) incierto. El
acontecimiento al que se subordina la eficacia o resolución de un derecho ya adquirido
debe ser incierto, contingente, “que puede o no llegar a suceder”, característica esencial y
propia de la condición
o Clases de condición
La condición la condición es las condiciones Condiciones no
suspensiva (art 343) resolutoria (art.343) prohibidas, (el art. escritas
344) (art 344)
Supedita la plena Cuando lo que , art. 344 Las que afecten de
eficacia de la relación depende del hecho disponiendo la modo grave las
jurídica a la incierto y futuro es nulidad del acto libertades de la
realización de un la extinción del jurídico cuando se persona, como la de
hecho futuro e derecho ya haya establecido el elegir domicilio o
incierto previsto como adquirido. Ello acto sujeto a un religión, o decidir
condición, con lo cual implica que los hecho imposible, sobre su estado civil;
se origina un derecho efectos del acto contrario a la moral debiendo entender
eventual ya que, si la comienzan a y a las buenas que el dispositivo es
condición no se producirse desde el costumbres, meramente
cumple, el acto momento mismo de prohibido por el enunciativo y por lo
jurídico no podrá la celebración del ordenamiento tanto comprensivo
perfeccionarse. Es acto, pero cesan si jurídico o que de otros casuismos
decir, cuando la la condición no dependa que impliquen
condición es tiene lugar. exclusivamente de afectar las libertades
suspensiva, el acto la voluntad del individuales.
no produce sus obligado. También
efectos sino a partir establece que la
del momento en que condición de no
aquélla se cumple. hacer una cosa
imposible no
perjudica la validez
de la obligación si
ella fuera pactada
bajo modalidad
suspensiva, pues
ello supone que,
nada se ha
constituido, y tal
obligación se
considera pura y
simple, sin que
nada pueda afectar
su existencia. Cabe
señalar que, si se
hubiere pactado
una obligación de
no hacer una cosa
imposible como
condición
resolutoria, ésta
anula la obligación.
o Efectos
De acuerdo con el art. 346 del CCCN, la regla general es que, cumplida la condición, sea
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ésta suspensiva o resolutoria, produce efectos hacia el futuro, lo que implica que el acto
jurídico bajo la modalidad suspensiva cobrará eficacia el día del suceso previsto como
condición; en el caso del negocio jurídico bajo condición resolutoria, producido el
acontecimiento, se extinguirán los efectos a partir de ese momento. La excepción es que
las partes libremente modifiquen dicho efecto hacia el futuro, dándole a la condición –
suspensiva o resolutoria– efectos retroactivos.
➢ El plazo:
El plazo es “la fijación en el tiempo del momento a partir del cual el acto jurídico
comenzará a producir efectos, o dejará de producirlos” (Bustamante Alsina, 2005, p.
228).
El plazo es la modalidad de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan, a un
acontecimiento que es futuro pero que fatalmente se ha de producir, la exigibilidad o
la aniquilación de los derechos.
o Caracteres:
a) ha de ser un hecho futuro.
b) ha de ser un hecho fatal.
o Especies
El plazo puede ser:
Suspensivo o extintivo cierto o incierto indeterminado
El plazo suspensivo es el que El plazo cierto es aquél en El plazo es indeterminado
produce la postergación o el cual el día, mes y año del cuando no está
difiere la exigibilidad de la vencimiento están determinado en el acto, por
obligación hasta el predefinidos de antemano; lo que deberá el juez
acaecimiento del término, Es incierto cuando el día determinar la fecha de
por ejemplo, la obligación de del vencimiento se ignora y cumplimiento en el marco
pagar una suma de dinero no se sabe cuándo ocurrirá del proceso más breve que
(por ejemplo: te pagaré prevea la ley adjetiva local
en el término de noventa cuando Pedro muera; en (arts. 2559, 871, 887 y
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días; algún momento Pedro cons. del Código Civil y
El extintivo o resolutivo: morirá y por lo tanto el Comercial).
es el que limita hasta hecho va a ocurrir, pero no
cierto momento los se sabe cuándo).
efectos del acto, como por
ejemplo la obligación de
restituir la cosa locada al
vencimiento del contrato de
arrendamiento.
o Efectos
El plazo, al igual que la condición, opera sus efectos hacia el futuro a partir de su
vencimiento, por lo que deja subsistentes las consecuencias ya producidas.
o Caducidad de plazo
El artículo 353 del CCCN establece los distintos supuestos en que, aun estando pendiente
de cumplimiento el plazo, la ley determina su decaimiento, es decir que el deudor no
puede invocar la pendencia del plazo. Los distintos casos son:
b) La disminución, por acto propio del deudor, de las seguridades concedidas al acreedor
para el cumplimiento de la obligación, también genera la caducidad del plazo, pues el
deudor a través de estos hechos pone en peligro el pago de la acreencia. Por ejemplo, si el
deudor había constituido caución real o personal para garantizar el cumplimiento de la
obligación y luego las revoca.
c) Si el deudor no ha constituido las garantías prometidas: este supuesto prevé por ejemplo
la hipótesis en que el deudor se comprometió a otorgar una determinada garantía, sea
ésta personal –por ejemplo, fianza, aval– o real –por ejemplo, prenda, hipoteca, anticresis–
y omite constituir las garantías a los fines de asegurar la acreencia.
Caracteres
a) es una obligación que grava a una de las partes interesadas;
b) es una obligación accesoria a la adquisición de un derecho, es decir que
está anexado al derecho al cual accede, de manera tal que no es posible adquirir el
derecho sin asumir el cargo que importa y, por ende, actúa como un límite al
beneficio del adquirente del derecho.
c) es excepcional, es decir que no deriva ordinariamente del acto jurídico
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realizado, sino que es la voluntad del enajenante quien dispone la vinculación entre
el derecho principal y el cargo.
o Efectos
Principio general es que el cargo es simple, lo que significa que el incumplimiento del
cargo faculta al respectivo acreedor para el ejercicio de las medidas compulsivas
pertinentes.
El principio general que gobierna el instituto es que la inejecución del cargo en nada
afecta el derecho principal, salvo los casos en que se hubiere estipulado como cargo
condicional suspensivo o resolutorio. Pero, fuera de esos casos, el cargo en su
dinamismo ordinario no influye en la pérdida del derecho al cual accede.
1. En el primer caso (se hubiere estipulado como condición
suspensiva) el incumplimiento del cargo impedirá que se puedan
cumplir los efectos normales del acto jurídico hasta tanto no se
cumpla con el cargo.
2. En el segundo, (se hubiere estipulado como condición
resolutoria) si el adquirente del derecho principal no cumple con
la obligación que le fue impuesta como accesoria, se le cancelará
el derecho adquirido.
La regla es que el cargo sea transmisible a los sucesores del obligado, ya sea por actos
entre vivos o por causa de muerte; consecuentemente, el sucesor resulta obligado a
cumplir el cargo aún no ejecutado.
Excepción: no es transmisible si sólo puede ser ejecutado el cargo por quien se obligó
inicialmente a cumplirlo. Es decir que el cargo es intransmisible cuando es inherente al
obligado, ya que se han tenido en cuenta sus calidades personales. En efecto, en el caso
de que el deudor fallezca y no hubiere cumplido el cargo, la adquisición del derecho queda
revocada, volviendo los bienes al titular originario o a sus herederos. Ello significa que los
cargos intransmisibles son siempre resolutorios, habiéndose efectuado la enajenación del
derecho principal bajo la condición resolutoria de no cumplirse el cargo.
o Forma y prueba de los actos jurídicos
La forma: como elemento esencial del acto jurídico alude al modo de exteriorización de
la voluntad. Es la manera como se exterioriza la voluntad del sujeto respecto del objeto,
en orden a la consecución del fin jurídico propuesto.
Los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o anomalías susceptibles de
provocar la ineficacia del negocio, por atentar contra la licitud, la buena fe o perjudicar
los intereses de terceros. Son vicios propios de los actos jurídicos la lesión, la simulación
y el fraude.
La lesión
El artículo 332 dispone:
Lesión. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una
de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra,
obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y
sin justificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en
caso de notable desproporción de las prestaciones. Los cálculos deben hacerse según
valores al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio,
pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es
ofrecido por el demandado al contestar la demanda. Sólo el lesionado o sus herederos
pueden ejercer la acción.
Hay simulación cuando los contratantes crean, con su declaración, sólo la apariencia
exterior de un contrato del que no quieren los efectos, o cuando crean la apariencia
exterior de un contrato diverso del querido por ellos.
Elementos del negocio simulado
Los elementos del negocio simulado son:
a) la declaración deliberadamente disconforme con la verdadera intención de
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las partes;
b) el acuerdo de partes sobre la falsa declaración y
c) el propósito de engañar a terceros.
La enumeración de los supuestos de negocio simulado que realiza el artículo 333 del CCCN
es meramente ejemplificativa.
o Clases de simulación: Debe señalarse que la enumeración de los supuestos de
negocio simulado que realiza el artículo 333 del CCCN es meramente ejemplificativa.
Tenemos la simulación absoluta y relativa:
Absoluta: tiene lugar cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real; el acto es
completamente ficticio, irreal. Las partes no quieren en realidad celebrar ningún negocio
jurídico, sino que quieren modificar la apariencia de una disminución del activo o un
amento ficticio del pasivo de una de las partes, en perjuicio de los acreedores; aunque a
veces puede ser una simulación lícita.
Simulación relativa: las partes encubren la verdadera naturaleza del acto, es decir, se
disimula lo que verdaderamente es. Esta simulación puede versar sobre: la naturaleza,
cuando “se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro”, por ejemplo:
una donación bajo el ropaje jurídico de una compraventa; sobre “cláusulas que no son
sinceras”, por ejemplo: se expresa un precio que no es el real; o bien, sobre “fechas que
no son verdaderas”.
La simulación ilícita se verifica cuando el negocio jurídico tiene como fin perjudicar a
terceros o quebrantar el ordenamiento jurídico, hipótesis, ésta última, en que se habla de
“fraude a la ley”. Este tipo de simulación causa la nulidad –relativa– del acto ostensible.
Es parcial cuando sólo recae sobre una parte del acto, sin que sea necesario que destruya
los aspectos reales del acto.
Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto simulado ilícito o
que perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la
simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas del
ejercicio de la acción de simulación. La simulación alegada por las partes debe probarse
mediante el respectivo contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte
justifica las razones por las cuales no existe o no puede ser presentado y median
circunstancias que hacen inequívoca la simulación.
El principio general es que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda acción
entre ellos.
Ello es así, toda vez que las partes se pusieron de acuerdo en eludir una prohibición legal
o perjudicar a terceros, por lo que pierden, en principio, el derecho de impugnar el acto
por el vicio de simulación.
Es la constancia escrita –ya sea mediante instrumento público o privado– en el cual las
partes manifiestan el verdadero carácter del acto que ellas han celebrado, por lo que
deviene innecesario el aporte de indicios y presunciones que corroboren la realidad a que
se refiere.
Si fuera realizado mediante instrumento público, debe recurrirse a los arts. 289 a 298
del Código, en tanto se prevén los requisitos, los presupuestos de validez del instrumento
y su eficacia probatoria. Incluso el art. 298 prevé que el contradocumento particular que
altera lo expresado en un instrumento público puede ser invocado por las partes, pero no
es oponible respecto a terceros interesados de buena fe.
Para el supuesto en que el contradocumento fuera confeccionado en instrumento
privado, debe recurrirse a los arts. 313 a 319 del Código Civil y Comercial, toda vez que
allí se regula en relación con los instrumentos privados y particulares y su valor
probatorio.
Si no existiera contradocumento donde las partes hayan exteriorizado la verdadera
voluntad, siempre que haya una prueba incontrovertible, cierta, inequívoca de simulación,
es lógico admitir la acción. Asimismo, deberá probarse la imposibilidad de obtener el
contradocumento, sea por su inexistencia lógica o por su desaparición posterior, es decir,
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se deberá justificar por qué no pudo realizarse el contradocumento.
o Acción interpuesta por terceros.
El art. 336 del código único establece “Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos
o intereses legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar su
nulidad. Pueden acreditar la simulación por cualquier medio de prueba.”
Legitimados: cualquier acreedor, incluso los acreedores con privilegio general, especial,
condicionales, a plazo, etc., puedan incoar la acción, pues sólo deberán acreditar su
calidad de acreedor y los requisitos que prevé el artículo 339 del CCCN.
o Actos revocables
Todos los actos que signifiquen un perjuicio para los acreedores son revocables, sea que
produzcan un empobrecimiento del deudor o impidan su enriquecimiento.
Requisitos.
Son requisitos de procedencia de la acción de declaración de inoponibilidad: a) que
el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya
actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores; b) que el acto haya
causado o agravado la insolvencia del deudor; c) que quien contrató con el deudor a
título oneroso haya conocido o debido conocer que el acto provocaba o agravaba la
insolvencia.
- el fraude no puede oponerse a los acreedores que, de buena fe, hubieran ejecutado
los bienes objeto del negocio jurídico fraudulento (igual regla veíamos en la acción
de simulación.)
- la acción contra el subadquiriente procede en los casos en que en el tercero
haya adquirido a título gratuito o bien haya obrado de mala fe, es decir, con
conocimiento de la insolvencia del deudor, al tiempo de celebrar el acto.
- Si los dos negocios son a título gratuito, es viable la revocatoria contra el
subadquiriente; si el primero fue a título oneroso con mala fe y el segundo a título
gratuito, también es viable; así como en el caso del primero gratuito y el segundo
oneroso, pero sin buena fe del subadquiriente.
Tanto el tercero contratante como el subadquiriente de mala fe, responden
solidariamente por los daños ocasionados al acreedor que interpuso la acción en los
siguientes supuestos:
a) cuando la cosa fue enajenada a un adquirente de buena fe y a título oneroso contra
quien –como ya se señaló– no procede la acción y, por ende, el acreedor no puede ejecutar
el bien y satisfacer su acreencia;
b) cuando el bien se haya perdido o deteriorado.
Por su parte, el tercero contratante de buena fe y a título gratuito responde en la
medida de su enriquecimiento.
o Efectos de la revocación. Extensión
De acuerdo con el art. 341 del Código, la acción de los acreedores cesa si el
adquirente de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o les da garantías
suficientes.
El tercero adquirente del bien transmitido por el deudor puede hacer cesar los efectos de
la acción, satisfaciendo el crédito de los que se hubiesen presentando o bien constituyendo
a su favor garantías suficientes –las que pueden ser reales o personales– del pago íntegro
de sus créditos.
Ello así, pues, si los acreedores son desinteresados, desaparece su interés de accionar y
sin interés no hay acción.
o Prescripción
Por último, cabe referir al término de la prescripción, la que, según los arts. 2562 inc. “f”
y 2563 inc. “f” del Código, es de dos años, contados desde que se conoció o pudo conocer
el vicio del acto.
➢ Ineficacia de los actos jurídicos
La validez del negocio jurídico no se confunde con su eficacia, aunque la eficacia del acto
jurídico presupone su validez. El acto jurídico es válido cuando está perfectamente
conformado, cuando no presenta vicios o defectos congénitos que afectan su estructura.
Sin embargo, un acto jurídico válido puede ser ineficaz o devenir ineficaz.
Desde esta perspectiva, un acto jurídico está afectado de nulidad cuando la ley, en virtud
de causas existentes desde el origen mismo del acto, le priva de los efectos que
regularmente debía producir. La nulidad es una sanción legal que priva de sus efectos
normales a un acto jurídico en virtud de una causa originaria, es decir, existente en el
momento de su celebración, y es también una ineficacia absoluta en tanto, a diferencia de
la inoponibilidad, el acto jurídico inválido es completamente ineficaz no sólo respecto de
terceros sino también entre las mismas partes que lo celebraron.
Desde esta perspectiva, analizando los efectos con miras al futuro, por más que el acto
sea declarado nulo y, con ello, se impida la producción de los efectos propios que se
tuvieron en cuenta al momento de celebrarlo, en función de la norma transcripta se
considera el negocio jurídico anulado como un acto ilícito o hecho jurídico en general. Es
por ello por lo que corresponde indemnizar los daños y perjuicios que hayan ocasionado,
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en tanto se genera la obligación de reparar el daño causado.
Es decir que, además de la restitución, se estipula la indemnización de daños y
perjuicios como acción complementaria.
➢ Efectos de la nulidad frente a terceros
Es necesario precisar que la declaración de nulidad de un determinado acto jurídico puede
generar efectos no sólo en relación con las partes sino también con respecto a terceros.
o Legitimados
- El tercero interesado puede recurrir a la justicia para hacer cesar los efectos
propios del acto que lo perjudica, sea por vía de acción o de excepción.
- La acción de inoponibilidad es prescriptible. Por ejemplo, en el caso de la
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declaración de inoponibilidad en el fraude, la acción prescribe a los dos años desde
que se conoció o pudo conocer el vicio del acto, por lo que, intentada la acción
después de ese plazo, se podrá interponer la defensa de prescripción.
- La acción de inoponibilidad es renunciable y el acto inoponible puede sanearse
y tornarse plenamente eficaz. Por ejemplo, el instrumento privado sin fecha cierta
es inoponible a los terceros (Art. 317 del CCCN), pero, por ejemplo, una vez
presentado en juicio, adquiere fecha cierta y se torna oponible a terceros.