Sei sulla pagina 1di 193

VINOTINTO

EDICIÓN ESPECIAL

A N G E L RO D R IG U E Z
A N G E L RO D R IG U E Z
Vinotinto Edición Especial
ISBN: 978-980-12-5748-6
Depósito Legal: If25220128001678
Portada: Ángel J. Rodríguez
Diagramación y Diseño: Ángel J. Rodríguez

Ninguna parte de esta publicación,


incluido el diseño de la cubierta puede
ser reproducida, almacenada o transmitida
en manera alguna ni por ningún medio,
ya sea eléctrico, químico, mecánico,
óptico de grabación o de fotografía
sin permiso previo del editor.
Dedicatoria

para papá
Tu nieto mayor

Sé que estás haciendo reír a todos


allá arriba con tus cuentos
y llevándole la contraria a todo el mundo,
como buen terco que fuiste.
Aceptando un cafecito sólo “si está hecho”
y, cuando te explican algo,
sin entender “absolutamente nada”.

Quizás lo único que me quedó del karate,


del béisbol, del cuatro y del piano,
fue que fuiste un gran abuelo.

Yo intentaré tener buenas historias


para mis hijos y nietos, que, no te conocerán,
pero sí que les hablaré de ti.
Y quizás no llegue a ser el mejor padre,
ni el mejor abuelo.
Quizás sólo sea un viejo terco,
pero aunque sea así, no seré cualquier terco...
seré un terco igual que tú.

Quizás sea la primera vez que te lo diga,


pero esta vez prometo no molestarme
si vuelves a parar a un heladero
para decirle que soy tu nieto mayor.
Introducción

De a poco se fueron escribiendo solas cada


una de las historias que dan vida a este libro. No
son sólo mías, también son de las personas que
me rodean, y de las que quiero que me rodeen,
pero no; lo que escucho en la calle: discusiones,
amores, desamores, decepciones. Ya todo estaba
dicho, sólo faltaba que alguien lo escribiera y le
diera forma o, en todo caso, alguna salida.

Nunca se sabe cuándo una nueva historia


tocará tu puerta, a veces no se está preparado, a
veces no se quiere abrir la puerta, a veces es lo
que se esperaba, pero siempre son mejores las que
no se buscan. Historias que vienen, siempre a la
incertidumbre de cómo terminará todo; historias
que van, siempre a la incertidumbre de si aquí
termina todo. Jamás lo sabremos hasta que la
puerta se abra, y así ha sido.

He abierto tantas puertas, tanto las que se


tocaron como las que no. Confieso que no
todas eran mis puertas, pero siempre conseguía
adentrarme y hacerme parte de lo que allí había,
robar el momento o, mejor dicho: inspirarme.
Acá están plasmadas vivencias que han
durado años o escasos minutos: algunas buenas,
otras mejores, algunas no tan buenas y otras que
mejor no describir. En todo caso, en cada una
nace una nueva historia y seguirán naciendo de las
secuelas que ellas mismas han dejado a lo largo
del camino.

No hay camino trazado si así lo queremos.


El destino no hace más que quitarle el mérito a
quienes luchamos por llegar a donde hemos
querido.

Ángel J. Rodríguez
Caracas, marzo de 2012
Prólogo

Nadie recuerda un libro por su prólogo. La


gente recuerda que ciertos escritores célebres
le han hecho bonitos prólogos a libros de otros
escritores que sé serán igualmente célebres,
así, sin comas. Pero yo no soy famosa todavía
y, de no ser por la fiel fanaticada que ha
cosechado Ángel a punta de verso y tecnología, él
tampoco anda caminando por los bordes de la
gloria editorial. Yo no soy una escritora y,
ciertamente, Ángel tampoco: somos un hombre
y una mujer que escriben, que no es lo mismo.
¿Qué puedo decir yo, que soy tan poco, sobre
las primeras ilusiones literarias de un muchachito
al otro lado del continente? Nada. Lo que sí
puedo hacer es renunciar a la tarea de hacer un
prólogo que valga la pena recordar, y convertir
estas líneas en la única cosa en la que puede
convertirse una correspondencia entre Ángel y yo:
una declaración de amor. Una declaración de
amor para él y –sobretodo– para su (siempre agra-
decido) propósito de compartir(se) con otros así.

Me enamoré de Ángel cuando lo vi leer mis


textos en un video streaming por internet, pero no
en los términos que puede presumir quien le haya
visto los labios, sino del pequeño milagro de que
–de esa misma boca tan reciente– estuviese
saliendo una labia de otro tiempo. Siempre es
un alivio que quede poesía. Se puede decir,
entonces, que Vinotinto es un piropo en función
continuada, un montón de confesiones –corazón
roto de por medio– a las que provoca bailarlas
más que leerlas. Vinotinto es –en definitiva– que
te vuelvan a besar en el patio del colegio y que te
digan esas cosas que aydiosmiomedesmayo.

Esto no es un prólogo pero éste sí es un libro,


un libro para leer mientras se viaja en autobús,
antes de apagar la luz, antes de hacer el amor
en la parte de atrás de un carro con una mujer
bonita. Un libro para arrancarle las hojas y
metérselas en el bolsillo de atrás del jean, para
despedazar cuando te dejan y volver a pegar con
tirros cuando regresen. Vinotinto es un libro para
robarle pedacitos y dedicarlos a mansalva sin
derechos de autor. Ángel no va hacer drama, yo
me encargo de eso.

Victoria Sequera
Buenos Aires, marzo de 2012
ÍNDICE
A MILÍMETROS
Escúchame - Estúpidos - Ese lunar - Si me olvidas
Juro - Mi nombre - Qué harías
La mujer que no existía - Siete letras
LA PASIÓN
Besos - Desnuda - Labiodental
Narcisista - Tus costillas - Eclipse
LA MENTIRA
Trapecista - Afortunado - Cuéntale
Alumna y maestra - Confieso - Mentisoso
Luna - Para no llorar - Hoy te vas
EL DESAMOR
Costumbre - Pétalo - Obsesionada en el horóscopo
Síntomas de inexperiencia - La diferencia - Azul
El punto de tu historia - Fulano - Ahora
No cierres la puerta - Idiota - Nuestra Promesa
Buenos días
CARTAS
Carta de amor nunca enviada - Carta de Té
Carta de boda: Confesor de ilusiones
Carta de suicidio: Mejor me doy la vuelta
A KILÓMETROS
Llévate - Escondida - Aflicción - Irónica - Perfume
Rocío - Feliz no aniversario - Novena Sinfonía
Puente
...
Diccionario - Feliz cumpleaños, princesa
Reina Soledad
A MILÍMETROS

Porque no existe
otra distancia
a la cual queramos
tener a esa persona
Y que se acaben
las guerras
si ya no discutes
conmigo.

Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 12

..
Escúchame

Mírame.
Mírame como si te gustara lo que ves.
Mírame una sola vez
si crees en el amor a primera vista.
Hazlo…
con disimulo, con elegancia.
Mírame en fotos
si crees en el amor a distancia.

Mírame y voltea
para que no crea que me miras.
Mírame como decepcionada,
como extrañada,
como para hacerme saber
que entre tú y yo nunca habrá nada.
Mírame… y trata de mentir con la mirada.

Escúchame.
Escúchame aunque no tenga
nada bueno que contarte.
Escúchame aunque esté diciendo incoherencias.
Hazlo…
aunque pierdas la paciencia,
aunque diga tonterías.
Escúchame los buenos días
aunque sea de noche.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 13

.
Escúchame aunque no creas
nada de lo que te digo
Escúchame cuando canto
las canciones a tu oído
Escúchame aunque haya mucho ruido
y no me escuches,
que yo siempre te escuché
aunque no quise escucharte.

Bésame.
Bésame aunque no sea muy bueno en esto.
Bésame hasta que aprenda a besar
y olvida tú cómo hacerlo.
Hazlo…
me dijeron que eres buena olvidando.
Y sé que me dirás
que soy muy bueno aprendiendo.

Bésame el lunes y termina el domingo.


bésame para dejar de ser tu amigo,
bésame si hablo más de lo debido.
Hazlo…
rompe las reglas del buen oyente.
Bésame e interrumpe al hablante.
Escúchame: bésame e interrumpe al hablante.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 14

..
Estúpidos

Estúpido el tiempo
que se hizo pausa a tu paso,
estúpido el clima
que fue perfecto para un abrazo.
Estúpida noche callada,
estúpida hora apurada.
Y yo pensando en hacer
el papel de tu almohada.

Estúpido el frío
que hizo brindarte mi abrigo.
Estúpido yo
por no ser algo más que tu amigo.
Consigo perderme
entre tus pupilas color aceituna
y empieza a asomarse
el estúpido conejo en la luna.

Sinceramente soy estúpido


por dejar buena presencia.
Quizá una advertencia o amenaza
hubiese ayudado.
Soy estúpido por respetarte tanto
que ni un canto pude cantarte.
El más estúpido
porque ni un beso pude robarte.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 15

.
Entiéndase estúpido
como un seudónimo exacto.
Tu tacto en mi tacto
jamás pensé que te incomodara.
Si sonrojar tu cara
fue mi estúpido pasatiempo
y tú una profesional
en quitarme el estúpido aliento.

Quizás es que entre estúpidos


mejor te desenvuelves.
Estúpida mujer
que vuelves tan estúpido a un hombre,
estúpido hombre afectado
que no afecta.

Estúpida eres tú...


por ser la mujer perfecta.
“Empieza a asomarse
el estúpido conejo
en la luna”

Estúpidos
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 17

....
Ese
lunar

Ese lunar bajando por tu espalda


no puede ser obra de Dios.
Tan perfecto que parece un espejismo.
Quizás fue obra de Dalí,
utilizando al máximo el surrealismo,
haciéndole creer a cualquiera
que no puede ser cierto.

Las mejores técnicas de escultura


las utilizaron moldeando tu cintura.
A estas alturas la medicina no ha avanzado tanto
como para encontrar la cura
que detenga a mis manos
cuando la quiero tocar.

Sus hombros, ay sus hombros.


No hay astrólogo que pueda armar
un universo tan perfecto para mí.
Cada una de sus pecas fue colocada por Caín,
aunque suene inquietante,
ninguna fue colocada al azar.
Si es que tienen la posición exacta
que me invitan a pecar con cada una de ellas.
Quizás puedan ser estrellas
porque a veces en lo oscuro no las veo,
pero juego a que las puedo encontrar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 18

...
Su cuello,
su delicado cuello tan lleno de su aroma
no lo pudo haber hecho Él.
Tuvo que haber sido una mujer
con cuidadosos detalles.
Su cuello es el camino de Versalles
que me lleva hasta su boca.

¿Y su boca?
No, yo no quiero hablar de eso.
Sería una falta de respeto
utilizarla para hablar y no para dar besos,
para darme besos.
La beso tanto cada día,
que su boca
ya no forma parte de su cara,
sino de la mía.

Cuando sonríe
lanza un flash a mi cabeza
haciendo que todo se me olvide.
Cualquier hombre que se descuide
quedará atrapado
y decretado sin opción a desalojo
si llegan a ver sus ojos
cuando se quita el cabello de la cara.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 19

..
Sus piernas
que se enredan con las mías al dormir,
siempre buscando la manera
de no separarnos.
Pero ¿quién, en su simple sentido común,
querría alejarse de ella?

Sus pies,
tan delicados, tan perfectos,
que siempre la traen de vuelta a mí.
Sus manos, sus dedos largos
que ya me acarician por instinto
con esas uñas color vinotinto
como para que no se note
cuando aprieta de más.

Su pecho y su abdomen,
siempre a la espera
de que mis dedos se asomen
para recorrerlo poco a poco
por su piel tan suave, su piel de seda.
Cada día decreto un toque de queda
por no querer salir de casa
para besar su ombligo
y todo su cuerpo de pies a cabeza.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 20

.
Con todo respeto, insisto:
Él no tuvo nada que ver aquí
y te juro que yo tampoco.
Es mera coincidencia
que en toda tu excelencia
seas perfecta para mí.

Y disculpa si me extendí,
Yo tan sólo quería decirte
que me gusta ese lunar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 21

..
Si
me
olvidas
Si me olvidas: te olvido.
Y si no olvidas, ¿qué hago?

Podría perderme entre recuerdos


y desubicarme hasta el punto
de ya no más recordarte.
Siendo un arte el hacerlo.

Ni lo dudo ni lo niego.
Se incrementa mi ego
porque el conocerte fue hermoso
y olvidarte no es sencillo.

Aunque sin velo y sin anillo


no pudiste ser más mía,
aunque ninguna parte mía
sería mía sin las tuyas.

Así huyas, así corras,


tú de mí aún no te borras
porque eso no interfiere.
Te olvidé fue porque quise.
Y la gente que dice
que la distancia ayuda,
la dejaría muda
al ver cuán rápido lo hice.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 22

.
Y sin que lo analice,
te seré sincero:
si te olvidé es porque quiero
y porque quiero no quererte.

Es que haría lo que fuese


y lo que esté en mis manos.
Olvidarte no fue en vano,
se convirtió en mi día a día.

Fue mi vía en tránsito lento.


Y ya que quererte fue el momento
que más me ha impactado
y llenado en la vida,
quise empezar de cero.

Yo a ti ya no te quiero.
Al fin logré olvidarte,
tan sólo para sentir el placer
de enamorarme de ti de nuevo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 23

...
Juro

Juro
aun sabiendo lo grande que es esa palabra:
en mi vida en conocido una mujer como tú.
Ni en sue;os, ni en cuentos, ni en pinturas,
ni a lo largo de ésta ni de mis pasadas vidas,
y sí que he conocido muchas.

Giraste de pronto en mi entorno


en el preciso instante en que escuché tu risa.
Nada ni nadie me iba a impedir escapar un
rato de la realidad al ver tus ojos.

Y puedo jurar
que si esa noche me hubiese tocado morir,
pues, con todo gusto.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 24

...
Mi
nombre

Desde hace un tiempo


te noto cabizbaja, tímida.
No mantienes una conversación
mirándome a los ojos.
Sé que tienes algo que contarme
pero, por alguna razón,
no quieres decirme.

Me hiciste salir del trabajo


hasta el banquillo de la plaza
donde empezó lo nuestro.
Últimamente hemos compartido menos,
hemos conversado menos,
pero has comido un poco más.

Hoy que te veo,


has ganado un poco de peso
y has dejado de fumar,
como siempre quisiste.
Déjame decirte que te veo más hermosa.

Después de platicar,
por fin te sinceraste.
Me miraste a los ojos,
me abrazaste, suspiraste.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 25

..
Yo teniéndote en mis brazos
y tú enumerándome al oído
tus dos meses de retraso.

Sentí la humedad en el hombro de mi camisa


y el frío de una noticia inesperada.
En un sobre la noticia confirmada
que destapamos y leímos juntos.
Amor, no sé por qué lloras
si aquí en mis brazos
está la persona que más amo
y la que más amaré viene en camino.

No sientas tristeza.
Sé que no lo esperábamos,
pero levanta la cabeza… sonríe.

Antes quiero decirte un par de cosas:

Si es niña:
promete que tendrá tu risa,
que tendrá tus ojos.
Debe tener tu paciencia
para aguantar a papá
como lo has hecho tú
a lo largo de estos años.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 26

.
Que tenga tu cabello castaño,
tu simpatía.
Que sea toda una princesa como mamá.

Y si es niño,
no te pido mucho.
Con mucho cariño lo criaremos
y haremos que al crecer
sea un gran hombre,
pero, por favor,
promete que le pondrás mi nombre.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 27

..
Qué
harías

¿Qué harías si niego que te extraño?


Si mirarte o no mirarte me da igual.
Al alejarme de ti, y yo como si nada.
Tu cuerpo para mis ojos no es necesidad.

Si en algún momento me das la espalda


y te giras sin pensarlo, evadiendo mi mirar,
¿cómo negar que el mirarte me hace falta?
si al tenerte frente a frente
hasta me duele parpadear.

¿Qué harías si niego que te quiero?


Al aceptar que la soledad no importaría.
Si mis manos dejaran de tocarte
y se acostumbre tu piel a la sequía.

Si en algún momento empezaras a odiarme,


lamento decirte: ya yo me odiaría.
¿Cómo negar que el tocarte me falte?
si antes de secarse tu piel,
mis manos se secarían.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 28

.
¿Qué harías si niego que te soy fiel?
Amaneciendo cada día en distintas camas.
Puedo estar contigo, con otra y con mil a la vez.
Mientras tú no sepas, tú nada reclamas.

Si en algún momento llegaras a dudar de mi ser


y creas que en mí no eres la única dama,
¿Cómo podré aceptar que te soy infiel?
si la mente mueve al cuerpo
y muy bien sabe que te ama.

Ahora dime,
¿qué harías si niego lo que negué?
Te seré infiel, no me haces falta y ni te quiero,
no me reclamas y todas tus dudas me dan igual.
Duermo con otra mientras tu piel se seca y ni te veo.

Es que si en algún momento


mis preguntas respondieras
y dejo de alucinar en esta espera que me agobia.
Mejor olvida lo que he preguntado y contesta:
¿Qué harías si quiero que seas mi novia?
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 29

...
La
mujer
que
no
existía

Paso a paso la tomaré de la mano en el camino


para recorrerlo juntos, para disfrutar del tiempo.
Le daré del mío si necesita un poco más.
No la voy a esperar: estoy caminando con ella.

Por supuesto que no somos la pareja perfecta.


Ella no es la mujer perfecta
ni yo el hombre perfecto,
pero hablamos el mismo dialecto.
Coloca las palabras correctas
en el momento indicado.
Yo no soy un hombre sofisticado,
pero soy uno enamorado
y, ciertamente, ese detalle es el que le gusta más.

Le encanta que, antes del primer café,


es un beso el que la despierta.
A mí me encanta verla usar mis camisas
mientras modela su risa
preparando el desayuno.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 30

..
Cómo le encanta hacer que me asombre
y a mí me encanta verla jugar
a ponerle mi apellido a su nombre.
Ella quería aprender de mí
lo que con el amor no había aprendido.
Lo que no sabe es que me ha enseñado
que este tonto puede ser feliz sin tanto
y que esa tonta lo ha logrado todo sin intentarlo.

Me entiende aunque yo no la entienda


y le gusta molestarme a propósito
con mentiras piadosas,
vengándose de cuando la pongo celosa.
Sé que ésta es una de mis manías que detesta
pero me gusta ver lo hermosa que se ve molesta
aunque luego esté obligado
a comprar un par de rosas.

Ella se merece esto y más.


Y, con esto, me refiero a todo.
Con todo, me refiero al te quiero
que sale de mi pecho directo a su oído
cuando trato de no hacer ruido
para dormirla entre mis brazos.
Voy queriéndola despacio, muy despacio.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 31

.
Quiero hacerla feliz como a ninguna,
quiero mostrarle que en mi mundo sólo hay una,
quiero que la luna haya borrado el conejo
que, con el espejo verá
que se despierta enamorada.

He conocido a la mujer que no existía


y, hasta el día de hoy, con ella estoy
y con ella voy hasta donde el camino lo permita,
si ella me lo permite.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 32

....
Siete
letras

Te deberías cambiar el nombre,


aunque tengas uno poco común.
No es que no me guste,
sino que tengo uno mucho mejor para ti.

Te deberías cambiar el nombre


ahora que estás conmigo,
así como cambiando de piel
con esas pecas color miel
ubicadas tan perfectas en tus hombros,
y a veces ubicadas tan perfectas en mi boca
cuando voy cayendo por tu cuello.

Te deberías cambiar el nombre.


No porque me dé la gana, aunque me dé.
No porque quiera, aunque quiera.
No.
Yo sólo quiero cambiar tu nombre.
No por curiosidad, aunque la tenga.
No por nada del otro mundo, aunque tú lo
seas.
No por excentricidad, aunque lo valgas.
No por dificultad, aunque la tengas.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 33

...
No.
Juro que no es por nada del otro mundo,
aunque si tú no lo eres, entonces yo no soy de
aquí.
Y, si es así, no quiero serlo.

Te deberías cambiar el nombre.


No es que no me gusten esas siete letras,
no es que no me gusten las que le siguen,
pero es que si hablamos de seguir
no me puedo referir a otra cosa que a tu lado.

Te deberías cambiar el nombre.


No es que me moleste si no lo haces,
no es que me vaya a sentir mal si no me com-
places,
pero es que, por hacerme sentir así,
te deberías llamar de otra manera.

No toco madera para que se cumpla...


te toco a ti.
Y después de tocarte así,
¿cómo no vas a cambiarte el nombre?
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 34

..
Después de sentirme así,
después de quererte así.
Después de tenerme aquí
sabiéndome completamente tuyo,
queriéndome completamente tuyo.
Explícame ¿cómo le huyo a esto
que tanto he anhelado?

Tenerte a mi lado es la mejor razón


para cambiar tu nombre.
Si nunca antes un hombre había querido así
y nunca antes una mujer
había sido tan querida.

No,
nuevamente, no.
No puedo obligarte.
Si no vas a cambiar tu nombre,
puedo jurar
que entre nosotros nada cambiará.

No te sientas presionada.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 35

.
Yo tan sólo propongo
que deberías cambiarte el nombre.
Aunque tengas uno poco común
y no porque estés conmigo,
ni porque me dé la gana.

No porque no me gusten esas siete letras.


Aunque estoy seguro
que ya estás buscando otro nombre.

Sólo quiero que sepas


que desde este momento
todo lo que llevo aquí dentro se sale
para ir tras de ti.
Si no cambias tu nombre, tranquila.
No será una caída.

Yo de todas formas
olvidaré esas siete letras
y te llamaré mi vida.
“Y después de tocarte así
¿Cómo no vas a querer
cambiarte el nombre?”

Siete letras
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
LA PASIÓN

No sé de dónde
provenga esa palabra
pero parece llevar
una mezcla perfecta
de paz y de acción
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 38

.
Besos

Soy fanático de los besos


desde que conocí tu boca.
Tú no me ves, tú no me tocas y
aun así yo aquí te tengo.

Soy admirador de tus besos,


sin afiches ni postales.
Sólo reflejos de los cuales
al cerrar mis ojos yo te siento.

Soy un obsesionado con tus besos,


un maniático del arte
que tan sólo por besarte
me he inventado tantas formas
que conformo con tocarte y
a los ojos verte aunque estén cerrados.

Ahora, lentamente,
intercala tus labios en los míos
y, si te gusta: no me muevo.

Ven y muérdeme de nuevo


como sólo tú sabes hacerlo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 39

..
Desnuda

Besarte el cuello
mientras mis manos en un dominio perfecto
del dialecto que sólo los amantes entienden,
van haciendo el movimiento envolvente
necesario para dejarte sin vestuario.

En un recorrido delicado de mis dedos


deslizándose a los lados de tu pecho,
debajo de mi pecho, de bajo de tu techo.
Decoro el centro de tu espalda
quitándole el broche que la amarra.

Es un acto anti ambientalista de nuestra parte


al usar más piel para taparte que tela.
La luz nos la cedió las velas,
la pasión fue por cuenta de nosotros.

Tus nervios y el temblor de tu abdomen


me indican el camino que debo seguir.
Es muy tarde para arrepentimientos
después de que tu cien por ciento de algodón
lo eché a volar.
40

.
Con tus piernas sobre mis hombros,
despegabas tu cintura de la cama.
Y, por la adrenalina, no lo siento
pero tus uñas me dolerán mañana.

Susurrando un par de besos a tus costillas,


fui ascendiendo hasta tu boca, a tus labios.
No hay que ser sabio para saber
que aquí todo lo tengo.
Y, a un segundo de hacerte mía, abro los ojos.
A mi alrededor no te encuentro.

Lamentablemente, hoy
tendré que hacerte el amor en pensamientos
con el remordimiento de saber
que pude haber dado más.

Pido tu ayuda.
Es que no quiero morir con la duda
de saber lo que se siente
tenerte desnuda estando despierto.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 41

.
Labiodental

La beso y la veso.
No sé si sea algo mental o algo indecente,
pero utilizando todo el sentido de la palabra
voy besándola con los labios y los dientes.

Que me perdona la Real Academia de la Lengua


porque justamente ahora,
eso último también lo estoy usando.

Es inevitable quererme comer su boca roja


y roja no de labial, sino de roce...
de roce y de uso.
Discúlpame el abuso
si no controlo mis fuerzas,
si no controlo mis ganas.

Y si la pasión nos gana,


por favor, no me beses: mejor vésame,
así, con ve labiodental
y con ele de lengua y de loca.

No tengas miedo de usar los dientes


porque yo ta estoy a punto
de arancarte la boca.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 42

...
Narcisista

No me importaría saber tu nombre


ni si estás comprometida con algún hombre
si me sigues besando de esa manera.

La última que me tocó como me tocas,


que hacía maravillas con su boca,
quería a cambio algo de mi billetera
pero, al parecer, tú eres distinta
y el efectivo poco te importa.

Tu falda corta quiere caerse


y tus piernas largas quieren moverse
sobre este pobre diablo con antojo.
No eres de las que se cohíbe
pues, tú misma prohíbes
apagar la luz y cerrar los ojos.

Vas jugando un poco a tentarme


frente a una pared
que hace lo mismo que nosotros.
Repite tus movimientos mientras bailas
y se va quitando las prendas en el mismo orden.
Hasta me imita en el desorden
de mis pensamientos
de no saber por dónde empezarte a besar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 43

..
En una habitación donde sólo observamos reflejos
te voy recorriendo completa con mis manos,
y, por si te queda alguna duda,
sería un pecado volver a verte con ropa
después de haberte visto desnuda.

Aunque tú no me mires,
y tus manos no toquen piel que no sea la tuya,
tus uñas sólo marcan tus piernas
y yo, detrás de ti, como haciéndome el loco.
Pero estando seguro
de que si algo toco, te va a gustar.

Y se fueron mis manos a tu pecho,


cayendo poco a poco por toda tu cintura.
Y mis dedos, como llenos de pintura,
dibujando trazos que nunca olvidarás.

Mantenías los ojos en tu mirada,


porque siempre te ha gustado verte disfrutar.
Yo manteniéndote en mí pegada,
un instante separada
y, de nuevo, te volvías a pegar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 44

.
Mi boca llena de tu aroma,
tu vientre lleno de explosiones,
tus ganas llenas de razones para continuar.
Tu cuerpo lleno de mis huellas
mezcladas con las tuyas
y mis huellas buscándose posar
donde te guste más.

Tú y tus movimientos elegantes,


muy bien selectos,
vas haciendo del sexo un arte
y de mí un artista.

Aunque no me sé tu nombre,
te recordaré como “narcisista”
por tu complejo
de sólo poder hacer el amor
mirándote en el espejo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 45

...
Tus
costillas

Tus costillas
son el teclado perfecto de mi piano.
Tú, sobrepuesta en mí
y sobre ti, el atardecer.
El sol a mi favor
rápidamente se dejó apagar
y tú en mi contra,
muy lentamente, dejándote amar.

Con tu boca de armónica


pronuncié una melodía única,
quitándote la túnica
moví las placas tectónicas de la cama.

Tu respiración sobre la mía,


mientras lamía
el laberinto hacia tu cuello:
olvidándome de aquello
que tanto me aturdía.

Mi mano en picada
bajando por la línea de tu vientre,
yo apretando los dientes,
tú cambiando la vía.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 46

..
Tu mano fría en mi pecho
con mi sudor dibujando figuras,
tú queriéndote hacer la dura
y yo queriéndote hacer mía.

La lluvia de tus cabellos sobre mi cara,


acariciando mis pestañas
y tus pupilas castañas, inocentes,
queriendo mucho más que un beso.

Tus piernas tiemblan.


Tu voz entrecortada, me decía: ¡hazme tuya!
Tus uñas aferrándose a mi espalda.
Bajé tu falda… ¡aleluya!

Trepado en tus caderas


y la cama de madera,
de rosas se volvía;
mi pecho sobre tu pecho,
sintiendo cómo los corazones latían.

Montado en el tranvía de turista,


vagabundo en tu paisaje de acuarelas.
Por nuestras ganas paralelas de ceder,
desde hace un segundo, ya eres mujer.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 47

.
Conocimos las lágrimas
que se derraman de alegría,
conocí la lejanía de la tierra
en la cercanía de tu cuerpo.

Ahora recuerdo
cuando mi padre me advertía:
enamorarse de una mujer,
más que pasión, es valentía.
“Tú queriéndote
hacer la dura
y yo queriéndote
hacer mía”

Tus costillas
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 49

....
Eclipse

En ningún momento de la noche


creí que justo ahora
estaría tocando tus piernas.

Tan delicada y cuidadosamente


como debe tratarse un problema:
Entre pensando cada paso,
pero actuando a la vez.
No es que te llame problema,
es que el problema es que no voy a querer
despegarme de ti si te sigo tocando.

Y ahí estaba mi mano en su cintura


y sus ojos como queriendo no ver nada,
completamente cerrados.
Usando la técnica de dejar de usar la vista
para subirle la intensidad al sentido del tacto.
Yo, para no perderme ni un detalle de ella,
los tenía todos intactos
y mi corazón haciendo un pacto con mi pecho
de que amortigüe cada latido
que, con cada respiro
que ella hace al borde de mi oído,
el corazón pareciera que se me va a escapar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 50

...
La única parte negativa
fue que el tiempo paso volando.
Así como volando estaba yo
por sobre sus caderas,
y cada vez que mi boca
aterrizaba de emergencia,
no me tenias paciencia,
pues, volvía a despegar.

En noches como ésta, en la que desesperas,


disfruto ser un mal piloto,
porque así noto las ganas que tienes
de que arribe, así sea con violencia.

Cierra los ojos, cuenta hasta tres.


Ahora descubre que sentir es mejor que ver,
que tocar es mejor que hablar
y que probar es mejor que oler.

Sintamos, toquemos y probemos hoy.


Y te aseguro que me verás,
te hablaré y respirarás mañana.

Yo tan sólo quería vivir


un momento inigualable,
pero tú hiciste que esto fuera un poco más lejos.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 51

..
Me observo en el espejo,
en el reflejo de la copa de vino,
en la botella de cerveza,
en el caballito de tequila
y no tengo referencia.

Aquella llamada nadie,


en esa fecha nombrada nunca.
Justo cuando el reloj no marcaba la hora,
estaba yo sintiendo lo mismo.
Y yo tan sólo quería vivir
un momento inigualable, no pedía mucho,
pero tú hiciste que fuera mucho más,
tan sólo por ser tú.

Y ahí va mi sombra a contraluz


eclipsando tus lunares,
tus lugares, tus pensares, tus tentares,
tus rituales, tus señales, tus modales,
tus instintos, tus mares, tus ideales
y cada uno de tus males.
Conquistando por el litoral
hasta llegar a la capital de tu pecho.

Y ahí va mi sombra a contraluz


eclipsando tus caderas.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 52

.
Mi sombra a contraluz eclipsando tu vientre,
mi sombra a contraluz eclipsando tu ombligo,
mi sombra a contraluz eclipsando tu abdomen,
mi sombra a contraluz eclipsando tu pecho,
mi sombra a contraluz eclipsando tu cuello,
mi sombra a contraluz eclipsando tu boca
mi sombra a contraluz se durmió en tu boca
y permanece.
Al rato vemos como poco a poco amanece,
pero en la cama aún es de noche.

Los astrólogos dijeron que hoy habría un eclipse.


Allá arriba no lo hubo,
pero acá no se equivocaron.

Fue el mejor eclipse lunar


y lástima que sólo lo apreciamos los dos.
Nadie lo estudió, nadie lo predijo,
nadie dijo que tú serías la eclipsada
y nadie me dijo que esta noche yo eclipsaría.
Pero ojalá hubiesen podido ver en su piel
como poco a poco iba anocheciendo.

Esta noche hubo un eclipse,


ya amaneció,
pero la luna sigue a mi lado.
LA MENTIRA

No hay carretera
que separe tanto
como una persona
en medio de dos
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 54

..
Trapecista

Siempre le tuve miedo a las alturas


por infraestructura,
pero jamás le tuve miedo a caer.
Mal acostumbrado
de que allá abajo tu red me atrape.
Mal acostumbrado
de tenerte mía siendo de él.

Mi equilibrio jamás ha defraudado a alguien


y por mi instinto, el vino tinto te hace bien.
Brindemos por nosotros, sin espectadores;
que da la casualidad que, hoy,
los actores solos están.

Empecemos con la magia


y sin que te sorprenda,
desapareceré tus prendas en el acto.
Dejándome llevar por el tacto
descubrí un par de texturas
y que mi vida se divide
en un antes y un después de tu cintura.

Llegó el turno de tu acrobacia


y, sin perder la elegancia,
derramabas tu fragancia por doquier.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 55

.
Me hiciste prisionero entre lo más flexible
y lo más sensible de tu piel.

Tú toda una experta en el contorsionismo.


No me lo has dejado en duda.
Eres una mimo muda
que me habla con las manos
y yo haciendo un par de maromas con tus pechos.

Música de suspenso
y redoble de tambores se hacen cita
le dan la bienvenida al acto más esperado:
El Trapecista.

Inventando unas piruetas,


sobre tu silueta me encontraba.
Mientras que, tras el telón,
el anfitrión del circo la espiaba.

Entra al escenario y enciende los reflectores:


ya no nos sirve la ilusión de desaparecer.

Señor, es un placer conocerle.


Me dicen “el trapecista”
y no soy más que un artista
en hacer feliz a su mujer.
“Mi vida se divide
en un antes y un después
de tu cintura”

Trapecista
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 57

.....
Afortunado

Nadie como tú.


Mi amante y mejor amiga,
mi colega y confidente.
Así tan de repente
comenzó nuestra historia.
Mi amor de preparatoria,
muy lindo y sonriente.
Las palabras de la gente
nos unieron hasta amar.

La pareja perfecta:
sin tropiezo y sin errores.
El amor de mis amores
y la envidia de amistades.
No sé qué es discutir,
tampoco qué es pelear
y si dejamos de desear
se acabaría nuestra magia.

Tanto tiempo juntos y


nuestro amor seguía intacto.
Para ser más exacto,
crecía cada vez más.
Daría la vida si es necesario.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 58

....
Estoy seguro de lo que siento,
no me mientes y no te miento.
Seguiremos dando más.

Hoy despierto muy temprano


mientras tú sigues dormida.
le doy un beso a mi vida
para salir de la casa.

Al mediodía,
por cuestiones de trabajo,
no llegué a almorzar.
A media tarde
me escapé para recompensarte.
Te llamo unas tres veces
y nada que contestas.
En realidad no me molesta…
sólo me parece extraño.

Sigo mi camino a casa,


recibo una llamada.
Eras tú apurada
preguntando: ¿dónde estás?
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 59

...
Te dije voy llegando y
me sorprendió tu “¡No!
No puede ser, ahora estoy ocupada.
Mejor ve por algo de comer.”

Esto me extraña más,


¿Será lo que estoy pensando?
Con un ataque de risa
pienso en qué tonto soy.

Mejor voy por lo que me dijo,


por unas velas y algo de tomar.
Esta noche la convertiré en especial.

Al llegar me recibes en la puerta


con un beso y un abrazo.
Me dices, antes de dar un paso,
que lleve la cena a la cocina.
¡Dios mío, qué absurdo!,
¿Cómo fue posible dudar de ella?
Haré de esta noche una de las más bellas.
Todo será perfecto como antes.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 60

..
Llega la medianoche,
subo y me doy un baño.
Al secarme con mi paño
me extrañó que estuviera húmedo.

No le doy importancia.
Me voy a la cama y
mi almohada tenía otro olor.

- Mi amor, este perfume no es el mío.


(Segundos de silencio… luego una sonrisa)
- Mi padre vino algo cansado
y estuvo un rato acostado
mientras lo atendía,
por eso no contesté tus llamadas.

Un suspiro de alivio salió dentro de mí.


No hacía más que reír
por lo que creí que pasaba.
Te tengo a mi lado y
con los ojos cerrados
confío plenamente en ti.

¿Qué esperas?, me dices,


“Mejor anda a apagar la luz y
hazme tuya como siempre”.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 61

.
Siente latir mi corazón
al ritmo de tu respiración.
Te comienzo a besar
despegando a otro mundo.
Te acaricio y me inundo
de todo tu valioso amor
y de tu alma tan noble.

¡Qué afortunado soy!


A ti me entrego sin pensarlo.
Me dices: te amo, Carlos.
Eres mi único hombre.

Y yo digo: disculpa…
pero Carlos no es mi nombre.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 62

...
Cuéntale

Cuéntale de mí,
dile todo lo que sentías.
Rétalo a que intente hacerte feliz
la mitad de lo que yo te hice.

Cuéntale nuestra historia,


dile todo lo que tu memoria aún no olvida.
Dile todo lo que significa para mí tu vida.

Cuéntale una que otra locura,


una que otra aventura,
una que otra caricia a tu cintura.
Pero no se lo cuentes todo.

Platícale un poco sobre lo que sentías


cuando unías tus manos con la mías,
cuando despertabas y me veías,
cuando te mordías los labios queriéndome besar.

Platícale de tu cuerpo sobre el mío,


de mi manera única de quitarte el frío,
de nuestros planes hasta la vejez,
de los besos desde tu frente
hasta la planta de tus pies.
Platícale, pero sólo un poco.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 63

..
Enumérale las sonrisas,
enumérale las risas,
enumérale los besos,
enumérale los rezos diarios
para que me quedara a tu lado.
Enumérale los llantos
cada vez que me tocaba partir.

Cuéntale que te quise tanto,


que nos quisimos tanto,
que nos extrañamos tanto.
Pero no le digas que fui yo tu gran amor.

Dile que me sé de memoria tus lunares


y la ubicación exacta de cada uno de ellos.
Cuéntale de tus cabellos enredados en mis dedos.
Dile que recuerdo los lugares que hemos visitado
y cada lugar donde te he besado.

Háblale de mí
y de lo feliz que fui,
háblale de ti,
de nosotros.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 64

.
Cuéntale que quisimos ser eternos,
pero que ya no podemos vernos.
Cuéntale todo, pero no tanto.

Hagas lo que hagas,


no le hables del tiempo ni de las fechas.
Cuida que no se te salga,
porque se enteraría
que toda nuestra historia
transcurría a sus espaldas.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 65

....
Alumna
y maestra

Inicié una vida solo y


solo podría vivirla,
pero siento que fingirla
no estaría en lo correcto.
Ahora hablo en tu dialecto;
me disculpo si te hiere,
pero mi crianza requiere
que no diga más mentiras.

No me quejo de tu trato,
de tu ropa ni comida.
Son cosas que en la vida
pasan sin planearlo.
Te imaginas de qué hablo
pero no tienes ni la idea:
te veo sin que me veas,
me amas sin que te ame.

No quiero volver a empezar.


Ponte a pensar:
ya no nos llevamos bien.
De una me faltas cien y
no me culpes por el resto.
Yo sigo pensando en lo mismo.
Creo que un poco de realismo
no nos vendría mal.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 66

...
Mi orgullo se atraviesa y
sigo echándolo a un lado,
¿Qué es amor delicado?
Eso fue lo que te tuve.
Un hombre entre las nubes
tratando de no caerse.

No he sido malo contigo


ni lo hago por venganza.
Recuerdo que en mi esperanza
estaba ser sólo tuyo.
Y sé que te destruyo…
pero tengo otra mujer.

¿Son gritos o murmullos


los que salen de tu pecho?
Responde y aprovecho
para irme de la casa.
Ya no estés llorando
que sólo me retrasas y
creo que incomoda mi presencia.
Por el cargo de conciencia
yo no me preocupo,
ya que sólo me ocupé
de mantener tu bienestar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 67

..
Se está haciendo algo tarde y
un hotel me espera.
Ya la primavera se empezó a otoñar.
Los dos dejamos de soñar…
yo solo no tuve la culpa.
No hay tiempo de ocio.
Por eso un divorcio sería lo normal.

Sabes el proceso, pues,


tus padres lo vivieron.
Separados,
siguió cada quien por su camino.
Él está casado y
tiene un hijo parecido.
Ahora que lo veo:
está más feliz que antes.

Tu madre sigue soltera,


pero es joven y muy bella.
- ¡No cambies de tema!
- Tranquila, que es el mismo.

De esto te platico
para que veas y entiendas
que, un matrimonio separado,
puede encontrar quien lo quiera.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 68

.
“Por mi padre te lo entiendo,
pero mi madre sigue sola”,
fue lo que dijiste disgustada y
te argumento que no es cierto.

Yo he salido con alguien,


yo le gusto y ella me gusta.
Te levantas y te asustas.
Me gritas: ¡No hablo de ti!
Pero yo sé de lo que hablo.

Ella te enseñó a ser mujer


y en algunas cosas,
no me lo demuestras.
Es mi triste realidad y,
sin importar la edad:
la alumna no superó a la maestra.

Yo te aseguro
que tu madre no está sola.
Te decía que le gusto y me gusta,
pues… ella está conmigo ahora.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 69

..
Confieso

He llegado a tu puerta por infinita vez


y hoy me atreví a tocar.
Me he vestido de verdad
y de arrepentimiento.

Cuánto siento
que lo hayas tenido que observar.

Sé que no puedo entender


cuánto te ha dolido recordar
y cuánto te dolió observar ese segundo
en que mi boca destruyó tu mundo
cuando se juntó con alguien más.

El espejo sabe
que mis reflejos lo pudieron esquivar
pero el humano se equivoca
y el alcohol fue quien juntó nuestras bocas.

Aunque no fue mi intención,


fui el que más perdió con todo esto.
Me pongo en tus zapatos
tratando de ser objetivo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 70

.
¿A quién engaño?
sé que te hice daño.
Lo puedo reparar
pero no lo puedo comparar conmigo.

Mis argumentos no son muchos.


Yo escucho todo lo que tengas que decir,
admito todo lo que deba admitir
e insisto lo que tenga que insistir
para que me perdones
aunque no te haya dado razones,
pero confieso:
que no pensé en ti ni un sólo instante
mientras duró el beso.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 71

...
Mentiroso

Estoy dispuesto a remendar un par de frases


que te alegran al oírlas.
No me permitiría seguir
construyéndote este mundo de mentiras.
¿Qué opinas si hoy me miras a los ojos
y te das cuenta?

Fui afortunado porque no necesité de nada más.


Como hombre que soy,
eso de mentir se me da muy bien.
Fue tan oportuno que de repente fuimos uno
y que de una vez por todas, renunciamos a ser dos.

No me llames descarado
que esta historia la he logrado
porque tú te la has creído.
El fuerte e insensible de este cuento,
empezó a debilitarse y a sentir.
En un punto tal que hasta él se lo fue creyendo.

He llegado a sentir
que a ti te gusta que te mienta y que te sienta.
La cenicienta, un par de veces,
antes de las doce se escapó conmigo.
Yo mismo le quité el vestido,
y ella nunca dejó de verse bella.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 72

..
¿Cómo pretendes que después de amarte,
me pueda permitir mentirte?

Ahora me duermo abrazándote,


te acaricio sin temblar.
Nunca una caricia
estuvo tan segura de lo que trasmitía.

Ahora te beso sin mirar,


te quiero sin pensar,
te amo sin querer.
En resumen: ahora te miento sin mentir.

Te seré sincero
y evitaré utilizar las palabras de siempre
porque puedo quererte con hechos
utilizando lo que está en mi pecho.
Regalarte hasta la sensibilidad de mis manos
para serte fiel, en un punto tal
de no querer sentir otra piel que no sea la tuya.

Siento miedo de no poder hacerte sentir como antes,


de que me levante en las mañanas y no estés.
No me arrepiento de haberte mentido
si gracias a esto te he conseguido
y, si es por mí… te volvería a mentir.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 73

.
Te hago tan feliz,
que no me cuesta nada seguir mintiendo
y viéndote a los ojos,
como el que está seguro de lo que dice.

Amor, aún me faltan tantos años por quererte


y tantas cosas por pedirte.
Pero es que ahora el mentiroso
ya no tiene a quién mentirle.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 74

..
Luna

Si las apariencias engañan,


aparentemente soy una.

No puedo mentirle a la luna


que, aunque no se vea,
sigue estando ahí viéndolo todo.
Sé que tarde o temprano
te dirá lo que estaban haciendo mis manos
porque en noches como éstas,
en las que nunca llego,
te quedas esperando para hablarle.

Espero no sea tan dura conmigo,


sé que no soy tan amigo de ella como lo eres tú.
Ojalá no te cuente que hoy
hice nuestro recorrido por las estrellas pero sin ti
y que llegamos aun más alto.

Sé que la luna te lo dirá


y no puedo tomar de excusa que la carne es débil
porque lo nuestro era muy fuerte.
No puedo mentirte diciendo
que no sabía lo que hacía
porque tenía mis cinco sentidos intactos
y todos los estuve usando sobre ella.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 75

.
No puedo pedirte que me perdones,
no puedo asegurarte que nunca volverá a pasar
porque me conoces
y sabes que si algo me gusta, lo repito.

Pero de verdad: disculpa.


Quisiera decirte que fue un desliz,
pero no sería correcto.
Esto lo tuve que hacer
porque una mujer necesitaba ser feliz…
y yo también.
Y si no me crees: pregúntale a la luna.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 76

...
Para
no
llorar

Quisiera ser yo quien esta vez diga lo siento.


Permíteme ser quien cometa los errores en la relación;
que si se va a terminar, que sea por mi culpa.
De tantas veces que lo he vivido,
creo saber cómo hacerlo.

Quizás sea el tiempo


el que me está volviendo rencoroso.
Aquel romántico amoroso
no lo he visto más en el espejo.
Sé que no tienes la culpa
de lo que me hayan hecho en el pasado
pero lamentablemente te tocó pagar.

Me iré quitando la camisa de espaldas a la cama


y apagaré la luz porque no quiero voltear
y ver que no eres tú
la que está ahí esperándome acostada.
Me puse en tus zapatos,
pero me los quitaré por un momento.

Tranquila,
que cerraré los ojos mientras la hago mía;
porque sé que mía sólo puedes ser tú.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 77

..
A mí también me duele.
Yo también sé lo que se siente.
Aún recuerdo cómo se besaban.

Planifiqué este momento con anticipación.


Yo también estoy sorprendido
de lo intuitivo que puedo llegar a ser.
Dame un chance mientras me giro de cara a
la puerta
que ya escuché tus llaves
y sé que no tardas en entrar.

Tranquila,
que he cerrado los ojos para no llorar
y, cuando me veas engañándote,
pienses que quise hacerlo.
A mí también me dolió.
Yo he sentido lo mismo.
Aún recuerdo cómo se tocaban.

Unos pasos que van subiendo las escaleras


y mis nervios ya están buscando cómo traicionar.
La chica que me acompaña,
ajena a todo, pregunta “¿qué pasa?”
Yo cerré su boca para asegurarme
que todo saliera como está planeado.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 78

.
Abriste la puerta,
prendiste las luces y yo te di la cara.

Por fin soy yo el que causará algún daño.


Y entraste de espaldas,
abrazada con otro mientras se besaban.

Pero, tranquila.
Por mí ni te preocupes
que ya me había pasado antes…
Y aprendí a voltear muy rápido la mirada
para no llorar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 79

.....
Hoy
te
vas

Te conocí con ese vestido rosa,


o era azul… no lo recuerdo.
No soy el detallista que creías,
el de buena memoria,
el matemático.
No soy bueno con las fechas
ni Cupido con las flechas.
No me culpes a mí, tampoco a él.
Tú fuiste quien se atravesó
ese día en que él me estaba apuntando.

Te dije lo que querías escuchar


para que te quedaras conmigo,
para hacerte creer
que soy un buen hombre,
el mejor hombre.
Y lo logré.

Hoy te me vas,
conseguiste a otro que te dijo
lo que yo te dije en algún momento.
A mí no me queda otra
que hacer lo que mejor se hacer:
volver a decir lo que quieres escuchar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 80

....
Te irá de lo mejor.
Sigue tu camino hacia los brazos de aquel hombre,
de seguro es un gran hombre
que no te mentirá como yo para hacerte reír.

Descuida,
estoy casi seguro de que es mejor que yo.
Aunque sé que no
y tú también lo sabes.

Anda, ve con él.


Yo estaré bien.
Te desearé muy buena suerte allá,
pero dentro de mí
estaré rogando que vuelvas,
quizás arrepentida, quizás dolida,
quizás confundida, quizás aburrida,
quizás herida… pero de vuelta.

En ese instante
haría lo de siempre:
te abrazaría y diría que las cosas pasan por algo,
que me ha ido muy mal,
que he pensado en ti en todo momento,
que te he extrañado.
Te diría las palabras exactas que quieres escuchar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 81

...
Tú me contarás lo que ya sabía:
que él no era lo que pensabas,
que yo soy el mejor,
que extrañas mis abrazos y mis besos,
que extrañas mi paciencia,
mi sentido del humor.

Tú querrás quedarte a dormir,


escapar de él.
Yo descorcharé una botella de tu vino preferido
que, casualmente,
también te estaba esperando.

Tú hablarás mal de él,


yo hablaré bien de ti
y de lo mal que la he pasado,
aunque no la haya pasado mal,
pero te encantaría saberlo así.

Tú me dirás
que también pensaste en mí,
que conservas mis fotos
y mi camisa para dormir,
un pañuelo con perfume
y cientos de recuerdos.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 82

..
Quizás cuando digas lo de la camisa,
te robaría un beso.
Tartamudearé un poco,
como sorprendido,
tratando de halagarte.
Ahí cerrarás mi boca,
me dirás: “no digas nada”,
dejarás tu copa sobre la mesa
y me seguirás besando.

Te llevaré a la cama,
esta vez, usando menos palabras
que las que usé al conocerte.
Te desvestiré y me desvestirás,
te mentiré y me mentirás.
Tú lo sabrás y yo lo sabré.

Te mentiré como a ninguna:


te diré que me hacías falta,
que extrañaba tu olor y tu piel.
Tú querrás responder, yo cerraré tu boca.
Susurraré a tu oído que aún te amo,
te abrazaré fuerte para subrayarlo
y empezaríamos desde cero.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 83

.
Pero apenas, hoy te vas.
Ve tranquila con él.
Yo aquí dejaré todo tal cual lo dejaste,
tendré mi diálogo y tu vino.
Por ahora, sigue tu nuevo camino.
Miéntete a ti misma:
di que estarás bien, que estarás mejor,
que él es lo que siempre has buscado.

Te mentiré con unas palabras de aliento


mientras que el aliento se me va.
Te he mentido para mantenernos juntos.
Sólo para eso.

Ve tranquila.
Yo aquí tendré todo listo
para cuando llegues arrepentida
porque él jamás te querrá como yo.

Hoy te vas,
y volverás al darte cuenta
que mentirnos
ha sido lo mejor que nos pudo pasar.
Te mentiré como a ninguna
me mentirás como a ninguno
y nos creeremos mutuamente.
EL DESAMOR

Aunque los enamorados


digan lo contrario
no hay un sentimiento
más puro que éste
te odio

Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 86

..
Costumbre

Se nos cansaron las manos de tanto despedirnos,


se nos cansaron las bocas de tanto discutir,
se cansó mi piel de rozar la tuya,
se cansó la bulla de romper nuestro silencio.

Se me cansó la sonrisa,
se me cansó la prisa,
se me cansó el cansancio.

Se nos cansaron los pies de tanto huir,


se nos cansaron las palabras,
se nos cansaron las miradas.
Se nos cansó el tiempo.

Se le cansó la mano al que escribía nuestra historia,


se me cansó la memoria por retenerte.
Se cansó mi nombre de estar junto al tuyo.
Se cansó hasta mi orgullo de quitarte el habla.

Se cansó el sol de despertarnos juntos,


se cansaron los puntos de esperar terminarnos.
Se cansó mi juventud de vivir como viejo...
se cansó aquel tipo del espejo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 87

.
Se cansó la puerta de esperar que salgas,
se cansó tu falda de no caer.
Se cansó la silla por estar sentada,
se cansaron las pisadas de que ya no las des.

Se me cansó el “te quiero” que murmuro,


se cansó tu espalda contra el muro.
Se cansó el “adiós” de ser complejo...
se ha cansado la luna del conejo.

Se cansó la canción de recordarte,


se cansaron las mentiras de atarte.
Se me ha cansado el corazón...
se nos cansó hasta la costumbre
de que te quedes sin razón.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 88

...
Pétalo

Me quieres, no me quieres.
No estoy de acuerdo en echar a la suerte
lo que sientes o no sientes por mí.
No creo que ninguna rosa
merezca desarmarse por ti
cada vez que presienta que me has olvidado.

Me quieres:
quizás sea cierto porque lo he sentido,
porque te he dado más de mil motivos,
porque he recibido incluso más de lo que he dado
y sí que he dado mucho.

No me quieres:
quizás sea cierto porque me has herido,
porque en el mundo donde vivo ya no te veo
y cuando de casualidad te encuentro
haces lo imposible
por no cruzar nuestras miradas.

Me quieres:
lo puedo creer por todo lo que vivimos,
por lo mucho que reímos,
por mi facilidad en regalarte felicidad
cuando pensabas que todo estaba perdido.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 89

..
No me quieres:
lo puedo creer por algunos malentendidos,
porque a veces discutimos sin necesidad,
porque pudimos ser
más cuidadosos con las palabras
y tal vez no tuve que haber sido tan celoso.

Me quieres:
estoy casi seguro de eso.
Nos hemos dado los mejores besos,
he sido un hombre detallista, realista y
sé que he sido el mejor
en la lista de tus desventuras.

No me quieres:
estoy casi seguro de eso.
Nunca has podido querer
más de un par de meses,
sé que te cansas rápido hasta de la alegría
por más que haya intentado
huir siempre de lo monótono.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 90

.
Me quieres,
sin duda alguna.
No puedes negar
que sólo tenía ojos para una,
no puedes negar
que eras la mujer más feliz del planeta
y no es que yo sea la gran cosa
pero, por no ser gran cosa,
lo hizo especial.

Mírame aquí.
¿Quién diría que después de ti
seguiría comprando tu rosa favorita?
Mírame aquí cambiando de tema,
mirando hacia los lados, haciéndome el loco.

Haciendo tiempo
mientras desenredo mi esperanza
para que llegues a detener mis dedos
cuando vayan a arrancarle el último pétalo
a este olvido.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 91

..
Obsesionada
en el
horóscopo

Tú: Géminis.
Yo: Aries.
Tú: viento.
Yo: fuego.

Comprendo cómo siempre


me terminas apagando.

Tú queriendo,
yo pensando en estar vivo.
Yo queriendo,
tú piensas cómo matarme.

Probablemente nuestra guerra zodiacal


se va tornando matemática
por mi temática de pasivo.
Ahora, simplemente,
me defines con el signo negativo.

Te volviste obsesionada en el horóscopo


experimentando conmigo
las ocurrencias de la astrología.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 92

.
Yo sigo prefiriendo la gastronomía,
aún teniendo como plato principal tu anatomía.

Soy un gastrónomo en dieta,


al que muchos llaman marioneta
por tu gran talento manipulador.

Yo: rojo.
Tú: amarillo.
Mi fuego en un cerillo,
tu viento en una franja...
dime ¿cuándo llegaremos al naranja?
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 93

...
Síntomas
de
inexperiencia

¿Es que acaso tú pretendes


que pretenda encender nuevamente
aquella llama que, en la cama,
se apagaba en nuestras narices
por más que repetidas veces lo advertía?

Siempre me dijiste
que te hablaba incoherencias
y no sabes la paciencia que te tuve.
Pero está más que claro
nuestro futuro oscuro
que me abrió los ojos
y las puertas de emergencia.

Te concedo el honor
de sentir el dolor
que caliente yo sentía.
Cuando, a baldes de agua fría,
me apagabas con tan sólo una mirada
que me daba mil respuestas.

Yo sé que cuesta superar y olvidar,


también cuesta madurar.
Yo te invito a lo tercero.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 94

..
Sé que el azar
no siempre toma correctas decisiones,
ni las mejores visiones
las tenemos enojados.

No es que huya,
es que esta bulla continua
me recuerda al gran ausente de las noches:
ni más ni menos que tus besos.
Es que ahora, hasta robarlos es delito.

No me considero experto,
pero en repetidas veces
fui el mejor de los alumnos.
Que de tanto equivocarme
fue que logré aprender
tan sólo para evitarte la caída
y tú aún me llevas la contraria.

Que si mi forma de mirar está extraña,


que te toco distinto,
que mis besos ya no los sientes igual.
Me dices que he cambiado,
que no soy el mismo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 95

.
¡Disculpa!
es que mis sentidos monótonos
por instinto no te quisieron cansar.

Intentaba inventar
alguna nueva forma de besarte
y despertarte diferente en las mañanas.

Pero tu mente cerrada


dejaba mi boca abierta
y tus brazos abiertos
dejaban la puerta cerrada.

La monotonía es un castigo
que aparece cuando ausenta la idea.
Aunque tú no lo veas ni te preocupe:
estamos viviendo en abstinencia.

Siendo éste
el último síntoma de inexperiencia
que me daré el lujo de aguantarte.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 96

..
La
diferencia

La diferencia
es que contigo iba marchando bien
y que de un día para otro
me caí a tus pies.

Se fue pintando de colores este cielo gris,


que no era normal para mí,
pero me acostumbré.

Ese pasillo hacia tu puerta


de pronto se acortó.
Ya era bienvenido a tu vida y a tu habitación.

En nuestras peleas tontas


por tomar el lado de la cama:
siempre ganaba yo, pero ahí dormías tú.

Me despertaba
y besaba a mi media mitad.
No hacía ruido para no despertar tu mal humor.
Allí corría un rumor
entre las paredes y el techo
de que no abrazabas las almohadas
por culpa de mi pecho.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 97

.
La diferencia
es que ahora las has vuelto a abrazar
porque así quisiste tú,
no tiene caso culpar.
Y si es tu decisión,
¿por qué voy a oponerme?
Recuerda cuando me dijiste:
“siempre tengo la razón”.

Pero no creas
que he olvidado nuestra historia.
En mi memoria prevalecerá,
aunque no por siempre.
Ya alguien se está encargando de que así sea.
Espero que algún día tú puedas olvidarlo.

La diferencia
es que tú sigues pensando en mí
y yo, desde que estoy con ella,
no me haces falta.

O quizás
es que aún no puedo hallar
la diferencia
entre un abrazo de ella
y un abrazo tuyo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 98

..
Azul

El cielo es azul después de haber visto sus ojos.


Ella es la dueña de ese color
y cada cosa que ve, lo va cambiando.
Menos a mí que nunca pude ser un príncipe.

Azul es el mar
en el que una que otra vez va a sumergirse.
Y yo queriendo tener esa misma tonalidad
para que se sumerja en mí,
así sea por simple confusión.

Azul es el planeta donde vivo,


en el que sólo anochece
cuando sus párpados se cierran,
pues, mi mundo no es la Tierra, sino sus ojos.

Azul es su silencio
que siempre dura tanto, tanto, tanto
que hasta siento que me ahoga.

Y yo acá, jurando que sus ojos azules,


si a veces se tornan grises
y no puedo evitar sentirme identificado.
Si es que todo se va decolorando
cuando no la veo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 99

.
Dame una última oportunidad,
chica de ojos azules.
No pido mucho, sé que no te cuesta nada.
Prometo que esta vez haré hasta lo imposible
para que este simple hombre
se convierta en príncipe con tu mirada.

Y por si me falla la cuenta


y mis cartas en la mesa no me ayudan,
te sacaré de dudas con la certeza
de que no es necesario ser un príncipe
para hacerte sentir como princesa.
“Mi mundo no es la Tierra
sino sus ojos”

Azul
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 101

..
El
punto
de tu
historia

Te aseguro que soy un hombre inseguro.


Te confieso que no debes creerme nada.

Esta noche mis palabras ya no valen


pero te darás cuenta cuando mañana
te despiertes y, al hacerte desayuno,
hagas una ración doble por costumbre.

Por confiada,
probablemente no has notado
que mi lado de la cama está vacío.
No te culpo.
De seguro tuviste miedo de voltear.

Quizás, desde el espacio,


soy sólo un punto aquí en la tierra.
Y fue en el mismo punto
donde se empezó a escribir tu vida.

Te hablo y la garganta se me cierra,


con el tiempo ya tus besos se me olvidan.
Es que tengo tanto tiempo sin sentirlos
y, por eso fui a buscarlos a escondidas.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 102

.
Un beso no es el junte de los labios.
Es el arte de expresar amor, sin que lo digas.
No soy artista y tengo el don de demostrarlo
y recordártelo así tú no me lo pidas.

Mis pasos se hacen cada vez más cortos


y el trayecto cada vez se hace más largo.
Las razones de mi ida no lo exhorto,
sino las del remordimiento conque cargo.

La soledad
es lo que menos me preocupa,
porque ya es costumbre
estar contigo sin estarlo.
Mi meta es encontrar tu amor sin lupa,
mi temor es no vivir para contarlo.

Fui un caballero y luché por liberarte.


Como si nada me dices que ha sido en vano.
Recuerdo cuando llorabas por besarme,
que hacía chispa tu mano sobre mi mano.

La verdad,
es que hiciste pausa en mi memoria
y yo trato de que vayas aprendiendo a valorar.
El punto donde se empezó a escribir tu historia,
será el mismo punto donde todo va a acabar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 103

...
Fulano

Y pensar que un día te tuve.


Sería por causas del destino
que un fulano se haya dirigido a ti
diciendo que es mejor vivir sin mí
y que estés con él,
para darte lo que no pude.

Y pensar que el mundo seguiría girando


y yo aquí dando tantas vueltas en la cama.
Sin pensar que una fulana
algún día llegaría a la mía.
Imaginando que un fulano
está girando ahora en la tuya.

Despertando extrañado
de estirar la mano y no tocarte
y tú extrañada
de tocar a otro que no soy yo.

Pensando mal.
Quizás estés tocando al viento.
Pero, lo siento:
me gusta pensar mal aunque me haga sufrir.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 104

..
La distancia ha incrementado mi imaginación
y la resignación ha hecho casa en mi cabeza.
Imaginándolo a él como te besa.
Camuflando las mentiras con certezas.
Quizás mejor a como lo hacía yo.

Desde acá no puedo saberlo.


Quizá te hizo bien nuestra separación.
Encontraste a un fulano que te comprenda.
El que hace que tus prendas
permanezcan en el suelo
pero no sé si logre llevarte al cielo
como solía llevarte yo.

Hoy me visto igual que ayer


para que me reconozcas.
Aunque beses otras bocas,
aunque en todo lo que tocas
me estés tocando a mí,
Sé que sin ti sigo siendo yo.
Sé que tú sin mí
tan sólo somos dos extraños
que, aunque pasen los años,
los daños quedarán.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 105

.
Cómo no recordar tu espalda,
tus manos tímidas,
tus piernas rígidas
cuando tocaba un poco más;
tu miedo,
tu corazón acelerado
y ese temor improvisado
de que algún día te dejase de tocar.

A esta distancia entre los dos,


le he puesto el nombre de Fulano.
Ha sido construida con tus manos,
ha estado decidida a separarnos.

Estás feliz con él


y afortunadamente suman dos...
aunque a veces somos tres
cuando escuchas mi voz
si él dice “te amo”.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 106

..
Ahora

Ahora
que llevas horas hablándome
de lo bien que te va,
que me cuentas que pudiste superar
lo nuestro sin ningún contratiempo.
Ahora que otro te dedica el tiempo
que yo no pude:
no hagas que me arrepienta
de no haberlo intentado.

Ahora
que estás mejor que antes,
que te ves mejor que antes,
que sonríes como nunca;
todo se me viene abajo
para caer sobre estos hombros
que nunca te di
cuando los necesitaste para llorar.
No, por favor,
no hagas que me arrepienta
de no haberte ayudado.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 107

.
Ahora
que te extraño más que nunca,
que no soporto imaginarte
con alguien que no sea yo,
que logro darme cuenta del gran vacío
que desde hace un largo tiempo
habita entre la envergadura de mis brazos:
no hagas que me arrepienta
de no haberte abrazado
aunque sea un par de veces más.

Ahora
que estás mejor sin mí,
que sé que el mundo que te ofrecí no fue suficiente,
que tengo en frente a la mujer de mi muerte
que no vi por la ciegues idiota
de creer que un joven debe experimentar con otras
y olvidar esa estupidez
de llegar a la vejez con su primer amor,
por favor, no lo hagas ahora.
No hagas que te sienta
ni hagas que me arrepienta
de haberte olvidado.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 108

...
No
cierres
la
puerta

Cómo me gustaría que me gustaras.

Nunca pude ser lo que quise ser


y creí alguna vez que fui.
Yo no llegué a ser nada.

Quizás por mi carácter o por reservado.


Estuve preservado a sentir lo que quería
y que aún no siento.

Te prometo que quise sentirlo.

Jamás jugaría contigo


y por eso es que estuve a tu lado:
para que otro no haga
lo que sin querer estoy haciendo.

Lloro y a la vez riendo.


Disfruto al estar sufriendo
y no lo llamen masoquismo,
pero me alegra que sea el mismo
el que salió, al que entró a tu vida.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 109

..
Te mereces otra oportunidad
pero la vida es muy injusta,
Cuando algo te gusta, yo no lo apruebo.
Y mientras la quieras, yo no la quiero.
No es que esté en tu contra…
sólo no estoy a tu favor.

¿Te das cuenta? Quise ser tan sabio


en resignarme a lo que no pude.
Y aunque lo dudes, sí que lo intenté…
en el fondo no soy tan malo.

No fue poco lo que te di.


Fue mucho lo que pediste
y, aunque me lo exigiste,
para serte sincero, disfruté hacerlo.

Llegué a más de lo que pensé


y te di más de lo que creí.
No me sigas viendo mal
que, si es por mí, nada hubiese hecho.

Vamos a hacer lo que nunca hicimos.


Vamos a querernos aunque sea olvidar.
¿Para qué caer? si me vuelvo a levantar…
hagamos las cosas fáciles.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 110

.
No le demos vueltas al asunto
que al mismo punto llegaremos los dos.
Aunque la costumbre le ganó al amor,
ahora, con amor, me acostumbro a estar sin ti.

Con las heridas y engaños que tenemos;


y no, no me mires de esa forma.
Tú y yo nos conocemos.
Dile al que está contigo
que te dé lo que en mí
no has podido encontrar.
Te aseguro que no lo intentaste buscar.

Siempre estuvo a puerta abierta y a tu alcance.


Pero no hubo balance en tu orgullo
y no te permitía verlo,
no te permitía verme,
no te permitía ser feliz.

No tengo más que decir:


Te agradezco te levantes
y camines sin mirar a atrás.
Ya que llorarás cuando veas que no te sigo.
Una última cosa: al salir no cierres la puerta
que ya alguien viene en camino.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 111

...
Idiota

Me usas de excusa para salir de la rutina.


Ilusa, queriendo encontrarme en cada esquina.
A veces te hace bien
pensar un poco mal de mí,
a veces te hace bien
creer que el cielo se me está cayendo…
idiota.

Yo te uso de musa,
dibujando en las paredes
tu silueta, tu sonrisa y tu amargura,
dibujando esa noche oscura
en que dejaste de cruzarte en mi camino.
A veces me hace bien
pensar un poco bien de ti,
a veces me hace bien
creer que tu decisión fue la correcta…
idiota.

Parece que poco te importa


lo que diga o deje de decir,
parece que poco te importa
que mi respiración se haga corta
cuando tu nombre
se junta con mi boca o con mi pensamiento.
Parece que poco te importo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 112

..
Quizás porque no te demostré
que te quería lo suficiente,
o porque terminaste prefiriendo que calle
a que te regalase algún detalle.
Y todo por tu pensamiento eterno
de creer que todos los hombres somos iguales.

Dices que mi lengua castellana


la cambié por la mentira.
Lo peor del caso es que aún me inspiras
y conservo mis modales
para no tomar toda esta ira que dejaste
y decirte que seas capaz
de mirarte en el espejo
e imaginar a este hombre mentiroso
haciéndose viejo sin ti.

No lo ves, ¿verdad?
En el fondo no eres tan mala.
Jamás quisiste cambiar
mi pensar o mi manera de ser
y preferiste cambiarme por otro.

Así lo hiciste, ¿verdad?


En el fondo no eres tan mala, pero sí idiota.
Quizás fue algo que aprendiste de mí.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 113

.
Acá entre nos,
hablando de persona a persona,
con todo el respeto que te mereces:
te entiendo.
Si yo fuera tú,
también me hubiese dejado solo.

La verdad, no creo
que alguien que dude tanto de mí,
se merezca ser feliz a mi lado.

Acá entre nos,


hablando de idiota a idiota,
con todo el respeto que te mereces: te odio.
Te quería y de verdad
no me hubiese importado hacerte feliz,
así no te lo merezcas.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 114

.....
Nuestra
promesa

El comienzo de una lágrima en tu ojo


puso pausa a nuestra historia en esta vida.

Yo, en mí desesperada búsqueda


de la mujer perfecta,
encontré a la que buscaba
poner fin a su pasado.

Me dediqué a creer
cada palabra de tu boca,
cada caricia de tus manos
y cada cambio en el engaño,
donde mi orgullo no aboga.

Y aquí estás
durmiendo a mis espaldas,
teniendo en mente los recuerdos del pasado
y a tu lado,
el presente que estarás por olvidar.

Descubrí las mentiras


que tenias encubiertas
y me contuve hasta hoy
para poder confesarme.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 115

....
Porque el miedo de estar solo
me mantuvo callado
y tu orgullo te mantuvo
reprimida a tu tristeza.

Sé muy bien que lo que quieres


es que él te vea acompañada.

Puedes engañarlo
pero tú ya no te engañas;
sé que te hieres,
y eso me hiere por él herirte.
Cuánto quisiera
que sintieras ese dolor por mí,
esa necesidad de mí,
porque es lo que por ti yo siento.

Me doy cuenta
que nunca terminé de conocerte
y tú ni comenzaste a hacerlo.
No exagero.
Un consejo: empieza por saber cuánto te quiero.

Así muy pronto entenderás por qué he callado.


Luego comprenderás cuánto ha costado
el fingirme una sonrisa cada día.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 116

...
Lloro de la rabia
y me burlo de mí mismo
pues, yo mismo
permití que esto llegara lejos.
Me alejo de ese tipo en el espejo
para no darme cuenta de qué tan mal estoy.

Mis ojeras muestran las noches sin dormir


por sentir esta muralla
que divide nuestra cama;
que hasta extraña
esas veces que fingíamos amarnos,
y no lo niego: también lo extraño.

Lo nuestro, más que historia, fue novela.


Y aprovechando la ocasión:
esta noche te nomino
a la actuación del mejor beso.

Tú me premiaste
por el mejor papel de idiota
que ningún otro hubiera hecho
tan bien como lo hice yo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 117

..
Déjame decirte lo que siento
y esta vez tómame en cuenta
pues, ya será la última vez que yo lo haga.

Luego de esto, cada quien por su camino.


Tú verás qué hacer con él
y yo veré que hacer contigo.

Te abro la puerta y soy quien salgo.


Permítete ser feliz.

Después de esa noche


mi vida ha cambiado,
ahora veo las cosas de diferente manera.
Ha pasado tanto tiempo,
nunca perdimos el contacto.
Me enteré que encontraste
a alguien que te quiere.

Nos citamos en un parque algo lejano,


platicamos sobre su vida y de la mía:
me alegra mucho
que hayas encontrado a ese hombre
que te haya podido hacer olvidarlo.
Me interrumpes apenada,
susurrando que no es hombre.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 118

.
Un frío llenó mi cuerpo
y disimulé que te entendía,
yo sabía que podías encontrarlo,
y me corriges: encontrarla.
Bueno, me encanta ver de nuevo tus ojitos brillar.

Yo te contaré que cambió mi vida,


con un nuevo trabajo y una nueva pareja.
Me mudé de casa y ahora vivo con ella
y si no es tan detallista
podremos estar por mucho tiempo.

Si por mí sería pasaría, todo el día a su lado.


Al fin estoy con una mujer hermosa
que buscó su hombre perfecto,
y, para su desgracia,
encontró al que buscaba poner fin a su pasado.

Esta noche te cité para sellar nuestra promesa.


Es que te prometo que
así sea con ésa: yo a ti voy a olvidarte.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 119

......
Buenos
días

Tu presencia acecha mi casa


materializándose en tu perfume.
Sí que sabes atacar mis puntos más débiles.
Como defensa no me queda más
que respirar la menor cantidad aire posible.

Quizás la soledad juega en mi contra


inventándome todo esto,
pero podría jurar que en algunas noches
siento que me abrazas por la espalda
y despierto con tu olor colgando de mi cuello.

A veces pienso en aquello que dijiste:


“cuando amas, amarás por siempre”
y yo que no contaba con tu astucia,
si es que hasta la ropa sucia la he dejado ahí,
esperanzado de que vengas a recordarme
el desastre de hombre que soy.

Mi habitación es un campo minado


de botellas de licor, de cajas de comida rápida,
de cartas arrugadas, de dibujos con tu cara,
de facturas por pagar, de cajetillas de cigarros
y pastillas para conciliar el sueño
aquellas noches
en las que ni yo mismo me dejo dormir.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 120

.....
Giré los espejos para no verme,
tus fotografías para no verte,
las de ambos para no vernos
y las mías para no verme sin ti.

Acepto que dejé una en pie


con la foto de bebé
que traen algunos portarretratos
porque siempre quisimos uno,
pero el tiempo y otra mala decisión de arriba,
no nos dejó.

Sinceramente, no sé cómo nos llaman,


pero ojalá hubiese contestado yo.

En medio de todo este desastre,


quiero que estés tranquila.
Nunca te gustó que tocara tus cosas
y aquí está tu tocador intacto
con tus cremas,
con tus cepillos para el cabello,
con tu maquillaje,
eso sí, poco maquillaje.
Te hice entender
que no lo necesitabas para verte hermosa.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 121

....
Puedes estar tranquila donde quiera que estés,
que tu lado de la cama está perfecto.
Tan perfecto que ni parece hecho por mí.

Aún duermo de lado


abrazando una fina capa de aire
entre mi antebrazo y mi pecho
donde perfectamente entras tú.

El corazón se me acelera tanto que llego a pensar


que estás sintiendo cada latido en tu espalda
y mi respiración erizándote la piel.
Logro sentir tu cabello
haciéndole cosquillas a mi rostro,
y yo sin poder quitarme la comezón
pues, mi otro brazo
lo estás pisando con tu dorso.
Podría jurar que a veces se acalambra,
pero me aguanto porque te gusta dormir así.

Al despertar vuelvo a la realidad


observando el ambiente propicio
para querer salir del edificio por la ventana,
pero hoy hace un lindo día
y tampoco es que tengo muchas ganas
de hablar con ese tal San Pedro.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 122

...
Quizás muchas cosas de las que hago
y muchos de los pensamientos que tengo
son para llamar tu atención.
No sé si me estarás mirando
pero, por si lo estás haciendo,
sonreiré para confundirte un poco.

No merezco esto.
Ya es hora de acomodar lo que hice
y lo que soy.
Qué vergüenza que me veas así.

Giraré los espejos, colocaré tus fotografías.


Pondré todo en su lugar... y a ti también:
guardaré tu ropa, tus cremas, tu maquillaje.
Guardaré todo lo que indique
que aún estás aquí.
Es la única manera de avanzar.

Y lloraré… ¡Ay, cómo lloraré!


pero será la última vez, lo prometo.

Si tú estuvieras en mi lugar,
no me gustaría verte amarrada a un vacío.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 123

..
Necesito que escuches,
si es que eso es posible.
Dirige toda tu atención a mí por un instante:
Te amo y te amaré por siempre,
pero ni tú ni yo queremos
esta vida sin vida para mí.

Debo aceptar que te fuiste para siempre


por más duro que parezca.
Yo estaré bien,
Así que puedes pasar aquí toda la noche,
pero cuando amanezca
no quiero que estés más.

Hazlo por ti,


no me quieres ver derrotado.
Hazlo por mí,
sé que quieres que sea feliz
y no lo conseguiré
si sigues rondando por la casa
y por mi mente.

Vete
pero, por favor, quédate esta noche.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 124

.
Vuelvo a acostarme de lado
abrazando esa fina capa de aire
entre mi antebrazo y mi pecho
donde sola y perfectamente entras tú...
pero el corazón no se me acelera,
tampoco siento la comezón en la nariz.

¿Dónde está tu cabello?


¿Dónde está tu cuerpo?
¿Dónde está tu olor?
Se puede saber ¿dónde andas tú?
Esta noche sí podías estar aquí...

Buenos días,
donde quiera que te encuentres.
Anoche no viniste.
Las cosas se hicieron a tu modo.
Gracias por eso y por todo,
Yo estaré bien.
Te amo y te amaré por siempre,
aunque, conociéndote,
estoy seguro
de que ya no me estás escuchando.
CARTAS
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 126

..
Carta
de
amor
nunca
enviada

Te amo.
Te amo desde que empecé a imaginar
que en algún lugar del mundo
tenía que haber alguien para mí.

Te amo desde la luna,


desde el despertar,
desde el sueño.
Te amo desde afuera y desde adentro
de esta piel que aún no te conoce.

Imaginarás lo fácil que se me hizo


cuando llegaste a mí.
Esa confianza repentina e imprevista
de que mis manos reconocieran tu piel
como si es que, antes de este momento,
ya te hubiesen tocado.
Que mis labios reconocieran tus besos
como si ya antes me hubieses besado.
Ni mencionar tu mirada.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 127

.
Ahora es que voy entendiendo cada cosa.
Comprendo que nunca estuve solo.

Tú siempre has estado recorriendo mi mundo


y tus labios,
que se hicieron para besar los míos,
mis manos,
que están hechas para tomar las tuyas
y, si probamos,
te aseguro que tu cuerpo
calza tan perfecto sobre el mío
que no hace falta seguir buscando.

Te amo tanto
que por ti me he inventado
el abrazo a distancia,
las caricias de lejos,
y los besos tardíos
que, muy pronto y cuando menos te lo esperas,
llegarán hasta tu boca.

Dime ¿qué puedo hacer contigo?


Si aún no sé qué hacer conmigo
mientras siga estando sin ti.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 128

.
Carta
de

Probando té, oliendo té, sintiendo té, tomando té.

Té de espojo, té de sarropo, té de ramas,


té de tienes, té de silusionas, té de seo,
té de esnudo, té de leito, té de voro,
té de sarmo, té de rites, té de escontrolas,
té de lato, té de esmoronas, té de esmotivo,
té de soriento, té de muestro, té de fiendo,
té de sabotono té de escubro, té de esvisto,
té de sesperas, té de eslizas, té de gusto
té de esvelas, té de claras, té de espides,
té de primes, té de esmotivas, té de testo,
té de esconcentro, té de escarto, té de salojo
té de safío, té de duzco, té de bilito,
té de espido, té de fiendo, té de vuelves,
té con tradigo, té con padezco, té con siento,
té con suelo, té con venzo, té con trolo,
té con templo, té consigo, té con plazco,
té con sumo, té sin tieron, té con muevo,
té sin ceras, té con quisto, té con servo,
té con vengo, té con ozco, té con cedo,
té con fieso, té con fundes, té con plicas,
té con tengo, té con fío, té con vierto,
té con penso, té con prendo, té con parto,
té de fraudo, té de esquitas y té de jo.
¿Cuál le gustaría tomar?
“Té de seo”

Carta de Té
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 130

...
Carta
de
boda:
Confesor
de
ilusiones
Conozco de ti
cosas que no te imaginas tener.
Me encanta verte
y hacerte sonreír
cuando me haces decir
todo aquello que siento.

Tu felicidad me alegra
y mi felicidad a ti.
Así como gira la tierra,
tú girabas sobre mí.
Pero hoy en este día
mi sonrisa se disimula
para decir lo que nunca te dije
y predije que sucedería.

Me contabas de tu vida
y de aquellos amores,
cegado, aconsejaba a tu favor,
sin llegar a pensar
que todo estaba en mi contra.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 131

..
Y se me hace difícil decirlo,
pero si siento que quiero
¿por qué no puedo aceptar
el querer sentirlo?

Desde niño te empecé a querer


conociéndote cada día.
Y, creciendo junto a ti,
sabía que eras el lugar
donde quería vivir mi vida.

Nunca te imaginabas
que aquella rubia de ojos claros
de la que tanto te hablaba
y no llegaste a conocer…
siempre fuiste tú, mi morena.

Te mentí sobre mis gustos


ocultando sus medidas,
te engañé mientras me engañaba
y suspiraba por quien no debía.
No niego que me duela
ni afirmo el disfrutarlo,
pero con intentarlo
acepto que nada perdía.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 132

.
Siempre fui tu amigo,
tu hombro y tu pecho.
Tu amigo con derecho
a más nada que a amistad.
Tú siempre fuiste mi amiga,
mi mundo y mis canciones.
Mi conjunto de adicciones
que nunca llegué a tomar.
Y yo sé que hay mejores
pero no mando en el corazón.
Tú siempre fuiste mi amor…
mi confesor de ilusiones.

Esta noche
ha llegado el día de ver cumplido mi sueño:
verte vestida de blanco
a la puerta de una iglesia.
Te veo acercar con tus ojos brillantes
como los diamantes de estos dos anillos.
Pero me doy cuenta que
en ninguno está mi nombre.

En el altar,
tu padre me entrega tu mano,
para que tu mejor amigo…
se la entregue a un mejor hombre.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 133

.....
Carta
de
suicidio:
Mejor
me doy
la
vuelta

Hoy despierto y no te veo.


¿Acaso será un sueño?
Si hasta siento tu presencia.
Así que me queda la duda,
mejor me doy la vuelta.

Y allí estabas tú
en el lado vacío de la cama.
Guiado por mi inocencia
te empezaba a hablar.
No mencionabas palabras
que no quisiera escuchar.

Hasta me parece extraño:


tú hablando y no me hiere.
Lo oscuro en tu mirada me confunde
y no me infiere.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 134

....
Quizás esté soñando,
quizás esté despierto.
Voy a abrazarte para sentirte.
Si te siento, estoy vivo y si vivo, te sueño;
si te sueño, me duele… no sé qué pensar.
Mejor me doy la vuelta.

Caigo de la cama,
¿dónde estoy? y ¿qué hago aquí?
¿Me caí, o me tumbaste?
Me caí porque estoy débil
y, si es así, no estás conmigo.

Aunque tú quitabas mis fuerzas,


pudiste haber estado arriba.
Si estabas, no soñaba;
si no soñaba, no vivía;
si no vivía, te tenía…
y no quería más nada.

No sé qué hacer, si dormirme o quedarme.


Si estoy despierto, te seguiré soñando
con los ojos abiertos o cerrados.
Si los cierro quedo a oscuras,
al igual si no te tengo.
Mejor me doy la vuelta.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 135

...
Quedé en el mismo lugar
donde tus pies te sostenían
antes de ir a volar.
Creo que si te sigo te puedo encontrar
y dejaré de soñar despierto.

Me levantaré con tu ayuda


y con las ganas de verte.
Ya no estorba el vidrio ni mi inseguridad.
Y, viendo la ciudad, a cinco pisos
mas tres metros de distancia a ti;
el viento choca mi rostro
llevándose mis lágrimas
y, no queriendo estar aquí,
queriendo que se lleve algo más:
daré un paso hacia delante.

El nudo en la garganta
y el temblor que me sostiene, sin fuerza,
pierdo el equilibrio pero no mi tiempo,
aunque me queda poco.
Mis nervios atacan
y el vértigo me desvanece.
Deteniéndome un instante,
si en realidad se lo merece,
pienso si valdrá la pena esto.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 136

..
Antes que me arrepienta:
giro y entro a la alcoba,
oscura y sola, sudando frío.

¿Qué estoy haciendo? ¡Qué tonto soy!


no sé qué pensar de mí.
Mejor me doy la vuelta.

Casi me gana la cobardía.


El seguir viviendo me pudo costar la muerte
Y la muerte, nuevamente, me entregará la vida.
Parece que todo sale como quiero.
Después de muchas horas de suspenso
y la soledad en mi compañía,
me ha llegado la hora.

Ya con un pie en el aire


apuntando hacia mi próximo destino,
cerré los ojos fuertemente
mientras, en mi mente,
repetía el último Padre Nuestro.

Mi pecho se inclina hacia el frente


tomando posición
Y, al final de la oración,
alguien abrió la puerta.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 137

.
Escuché el “¡NO!”, en un grito.
Ese grito, sin duda alguna, es de tu voz.
Dios, ¿qué está pasando?
la tengo a mis espaldas
¿Yo qué estoy haciendo aquí?
Mejor me doy la vuelta.

Pero la humedad y el viento


me hicieron una mala jugada.
Cuando tu mano me agarraba,
fue cuando mi pie resbaló.
Justo al borde de mi arrepentimiento
la gravedad tomó el dominio
y, mirándote a los ojos, lentamente me caía…
yo no pretendía que observaras esto.

En el aire,
mi voz buscaba el viento y grité: ¡perdón!.
Tú, desde la ventana,
sólo miraste y escuchaste mi silencio.
Te preguntas:
¿por qué un perdón y no un te amo?,
con voz llorosa.
Lo que no sabes es que,
por estar en el lugar y por tocarme,
ahora eres la principal sospechosa.
A KILÓMETROS

No es lo mismo
tenerla a kilómetros
y sentir su presencia
que tener su presencia
y sentirla a kilómetros
No hay carretera
que separe tanto
como una persona
en medio de dos.

Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 140

...
Llévate

Llévate la sonrisa que me diste al conocernos,


llévate el cruce de miradas y el rubor de tus mejillas.
Llévate un poco más que eso,
llévate el recuerdo de aquel beso bajo lluvia,
también llévate la lluvia y la nostalgia.

Llévate el camino de rosas


que llegaba hasta la cama.
Llévate la cama y el cenicero puesto al lado.
Llévate la colilla del último cigarrillo
que se ha fumado el viento,
nunca resistías la espera
hasta que pudiera terminarlo.
Llévate el humo, también llévate el viento.

Llévate mi paciencia y mi esperanza


para no esperarte tanto.
Por suerte, nunca fui un gran detallista,
pero tú fuiste más lista
recordándome las fechas y tus besos.
Llévate los besos y también el calendario.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 141

..
Llévate el labial sin estrenar
que fingiste perder,
supiste que el mejor sabor de boca
era el mismísimo sabor a mujer.

Llévate mis sueños


y si tú quieres los sueñas.
Llévate la cigüeña y el vino
y llévate el camino de regreso.

Llévate lo que dejaste de mí,


de seguro hay más de mí en la almohada,
pero llévate la almohada,
no te conformes con limosnas.

Llévate las tazas y el café


para no tener excusas de mi insomnio.
Llévate mi alabanza y mi fe…
y llévate un poco más que eso.

Llévate el te quiero y el te amo


y dale el uso que merece.
Llévate mi martes trece y úsalo en tu día a día
por si te ataca la curiosidad
de querer saber cómo me siento.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 142

.
Llévate el espacio para no sentirme solo
pero llévatelo despacio, muy despacio,
como para no sentirlo.

Llévate mi voz para no llamarte


y mis ojos para no mirarte cuando cierres.
Llévate el cierre de mi pantalón
y el de tu falda
y, cuando salgas,
llévate el seguro de la puerta
que con tantos recuerdos
que te llevas y ahora ves,
te puedo asegurar: no tardarás en volver.
“Llévate mi martes 13
y úsalo en tu día a día
por si te ataca la curiosidad
de querer saber
cómo me siento”

Llévate
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 144

..
Escondida

Se le suma el tiempo a la distancia.


Se ha llevado el viento tu fragancia
pero siguen estas ansias locas
de juntar mi boca y tu boca.

Nos separan tantas millas


y yo sin moverme de esta silla.
Imagino que te has ido a esconder afuera.
Yo me preparo para sacar mi bandera blanca.

No me quiero rendir, me conozco,


pero debo admitir que me haces falta.

He tenido suficiente tiempo libre


como para crear un mundo para los dos.
Donde sólo se escuche tu voz y tu risa.

Aprendí a decirle no a otras mujeres,


aprendí a sólo usar las palabras necesarias,
aprendí a no llevarte la contraria.

Creo que sería el momento perfecto


para demostrarte que he mejorado
mi intelecto y mi paciencia.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 145

.
Quisiera formar parte
de la ciencia que estudia el esperarte
para saber si estoy haciendo lo correcto.

¿Quién habrá puesto en mí tanta paciencia?


¿Quién habrá puesto en ti
todo lo que yo he buscado?
¿Quién me habrá querido joder tanto?

Sé que buscarte es en vano


porque te has ido lejos
pero seguiré imaginando
que jugamos a las escondidas:
tú te has ido a esconder
y yo sigo esperando
encontrar detrás del mueble
al amor de mi vida.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 146

...
Aflicción

Pensé que los recuerdos


se me habían acabado
y he pensado
hasta en las cosas que no decías.
Esta noche, antojado,
haciéndole el amor al pasado
con estas, ya cansadas,
manos frías que no acarician.

Tonta avaricia de tener


sobre mi piel todo lo que es tu piel;
como la miel: pegajosa, dulce y curativa.

Mi devoción justo en tu pecho, en tu saliva


y en tus ganas que,
en terapia intensiva, fui perdiendo.

Ahora es que voy entendiendo:


alejarnos fue un dilema.
Nuestro lema fue:
querernos poco a poco.
Y poco a poco te ibas yendo,
a la vez que mi inconstante inconsciente,
de forma incoherente, te llamaba.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 147

..
Te adelanto lo que siento:
yo sé que no eres mala.
Por tu mano temblorosa
que, lucía tan perfecta y tan hermosa,
viajaba en un vaivén
simulando un hasta luego
y yo escondiendo un par de rosas
tras mi espalda.

No me parece humano
que, en mi mano,
empuñe dosis de pastillas para dormir.

Pero el diagnosis
detectó: metamorfosis
en mi vida y en mi techo
por enviar hacia el desecho
el espejo que reflejaba la cama.

¿Lo extrañas? Yo no tanto.


VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 148

.
El insomnio se cansó
de escucharme hablar de ti
y se quedó dormido.

Acto seguido:
Morfeo hace la cena para dos
y un plato sobra.

Ven, no dejes que se enfríe


como enfriaron nuestras ganas.

Ven… que aquí han pasado tantas cosas


desde que te fuiste en la mañana.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 149

..
Irónica

¿Irónico yo?

Irónico
es que quiera tocarte cuando estés lejos,
que mientras más distante, más te quiero.
El simple hecho de no poder tocarte
ya es una ironía.
Recuerdo que prometiste que sólo serías mía.

Ironía
es que te lleves los mejores días que he vivido
y me dejes el resto para intentar olvidarlo.
Irónico
es que nunca hacías nada
sin antes consultarlo con la almohada
pero hoy te has ido sin pensarlo.

Irónico
es que pierda sin haber jugado.
Pensé que estaba a salvo
alejando las manos del fuego.
Ironía
es que ganes porque seas participante y jurado.
Eras la víctima porque yo tenía la culpa
y la que amenaza porque yo me lo busqué.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 150

.
Irónico es que venga a desahogarme
escribiendo un discurso
para que regrese la mujer
que me deja mudo y me jode a la vez.
Ironía es que me siga gustando.

¿Adónde te llevaste
esas caricias románticas,
promesas plásticas, noches eróticas,
respuestas sarcásticas,
mentiras fantásticas y despedidas irónicas?

Yo aún puedo verte.


Tú no te has ido.

Ironía
es que llegamos a decirnos un adiós sincero
sin ponerle algún pero, como a todo lo demás.

Irónico es que encuentres a otro pendejo


que no te sepa olvidar.
E ironía es que huyas
mientras que esta vida mía
siga siendo tuya.

¿Irónico yo?
irónica tú.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 151

..
Perfume

Hoy empecé a extrañarte


en medio de todo este lugar lleno de ti.

Tu olor predomina
desde la cocina hasta la habitación.
Y van llegando uno a uno los recuerdos
de este mismo lugar,
los mismos muebles,
las mismas paredes,
la misma cama.
Sí, estoy yo. Pero faltas tú.

Quisiera compartir este momento contigo.


Te conozco y sé que te gustaría verme
necesitándote y extrañándote.
Me conoces y sabes que mi orgullo
no quiere admitirlo.
Me cuesta decirlo y prefiero callarlo.

Hoy la noche pasará muy lenta


porque mi friolenta no está aquí
colocando alguna excusa para que la abrace,
como si eso alguna vez nos hizo falta.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 152

.
Estás cordialmente invitada
a dormir conmigo estando sin mí.

Dando vueltas en la cama,


me miro a los ojos
preguntándome por ti y no tengo respuesta.

Acepto que me cuesta aceptar


lo mucho que desconozco este sentimiento
lleno de ganas de salir corriendo y abrazarte.
Debo confesarte que el culpable es tu aroma.

Sé que te incomoda el humo y que fume,


pero encenderé un cigarrillo
porque tu perfume, sin ti, me molesta
y no se me ocurre otra forma
de hacer que tu olor se vaya.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 153

...
Rocío

Una vez te vi entrar de la puerta a la recámara.


Te vi sentada en el sillón decidida a sólo hablar,
no a escuchar que para eso estaba yo.

Te vi acercar y me tomaste de la mano,


me tomaste de sorpresa
y yo, muy astuto,
me dejé atrapar, me dejé llevar
y me dejé para que luego te dejaras.
No te doy para recibir,
que para recibir ya aprendí a cruzar los dedos.

Castaña, blanca.
Puedo detenerme un minuto
y dedicarme sólo a oírte.
Fantástica
porque tu mirada no me dice mucho más
y aprovecho momentos como éste,
en los que la distancia vacaciona
y los kilómetros no reaccionan,
para así poderte besar.

Besar esa sonrisa intermitente,


característica de una mujer bella,
que a veces se deja y a veces no se deja amar.
Pero sólo a veces.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 154

..
Ésa eres tú:
la que hizo que renunciara a mí mismo,
para que una que otra vez,
vaya hacia donde estás tú.

La que me acelera y me detiene,


la que me olvida y me recuerda.
La que no le da más cuerda
al trecho que se ubica entre nosotros.

La que yo quiero que me quiera,


la que no sabe que la quiero,
la que sonríe allá a lo lejos
cuando siente que la siento.

Me he vuelto un artesano
moldeando la cobija con mis manos
para recrear la curva que dibuja tu cintura.

Mira todas las locuras que provocas:


ya mi almohada tiene boca
y la sábana se eriza si me toca
y, si la toco, se relaja.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 155

.
Una hazaña épica fue hacer la réplica
de cada uno de tus lunares, de tus lugares,
de tus pisadas y tus manías
siempre junto a las mías.

Quiero que anochezca


y que caiga rocío
sobre todo lo que es mío.
Quiero que amanezca
y siga haciendo frío
para que permanezca
y me acompañe
a donde quiera que vaya.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 156

..
Feliz
no
aniversario

Podrás estar con quien quieras


pero queriendo estar conmigo.

Así me siento yo, aquí sentado,


recordándote todo el año a cada día
y celebrando nuestro día a cada año.

Las paredes me dicen que estoy loco


pero bien sabes que
escucho poco y me callo mucho.
Las sábanas me piden que vengas
pero bien sabes que
cuando te tenga de nuevo,
no te querrás ir.

No te imaginas
cuánto te extraño en la espera
de volver a tener tus caderas sobre mí.

Hoy le arranco la primera hoja al calendario


para celebrarlo a mi manera, a tu manera.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 157

.
Te deseo un feliz no aniversario
con todas las ganas del mundo
de que mañana no te vayas.
Aunque tú y yo ya no seamos nada,
yo te sigo queriendo con todo.

Ahora mira las estrellas y la marea


y dime que no te acuerdas de mí.

Queriéndonos con la boca y con las manos,


dejando los modales para un mejor momento.
Tenemos un gran talento
para seguir siendo felices
aunque sea una vez al año.
Regalándonos un feliz no aniversario
a mi manera, a tu manera.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 158

..
Novena
sinfonía

Veo como se dibuja


la suave línea que rodea tu figura
al apagar la luz de esta fría habitación.

Tomé tu mano por primera vez en esta noche,


toqué tu cuerpo por segunda vez en el sillón.
Me sentí atado y amarrado a tu cintura.

Si la cama es un desierto, tú fueras la sombra


y la alfombra, la playa donde te sumergí.
Ahí caí en tu cuerpo por tercera vez.

En la cuarta parte de tus ganas


habitaba un tercio de mi pasión.
En la quinta canción escuchada,
me miraste fijamente.
Y yo tan valiente como me creo y
tan cobarde como soy
fui temblando poco a poco,
un poco más mientras te toco.

Entre mis nervios y tu injusticia


de no darme tanto como quiero.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 159

.
El sexto beso de la noche, lo esquivaste.
Pensaste que pensaba que estoy bien.
Ya ni te toco, ni te beso, ni te miro.
No te siento, no te huelo: te soñé…
esto me pasa por seguirte extrañando.

Es el séptimo día que no te encuentro.


Aún sigo viendo tu figura marcada,
aún sigo oliendo tu ropa usada,
que ya no usarás.

La octava maravilla la tenía entre mis manos


y la novena sinfonía empezó a sonar.

Ya entiendo a Beethoven
que, siendo sordo, tocó el piano.
Me siento un poco Beethoven,
que, estando sin ti, aún te puedo tocar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 160

...
Puente

Recuerdo claramente cuando dijiste


no querer que termine lo nuestro.

Aún escucho esa canción pensando en ti.


No sé su nombre ni quién la canta,
no sé por qué la sigo escuchando,
quizás porque es tu preferida… y tú la mía.

Eres esa canción que no dejo de cantar,


que no me saco de la mente,
que me hace olvidar que existen más canciones.

Nuestra historia corta,


me dejó un olvido largo,
un olvido lento, un olvido que disfruto
porque es el fruto de todo aquello
que lograbas en mí al ver tu cabello,
tus ojos grandes, tu sonrisa enorme.

Aunque es cierto que jamás te vi.


No conozco tu olor,
pero he sentido el temblor
cuando en mi oído entró tu voz
haciendo lo que le dio la gana
con mi equilibrio.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 161

..
Si volviera a nacer,
prefiero hacerlo, de nuevo, lejos de ti
y volver a enamorarme a distancia.
No hacer nada para conocerte.

Quiero seguir creyendo


que es falso lo que dicen de la media mitad.
No quiero buscar tu amistad,
no quiero creer que es verdad
que te necesito para vivir
o para sentirme bien mientras lo hago.

Regálame el morir sin verte,


no te cruces en mi camino.
Tómate una copa de vino a mi salud
mientras te alejas.
No hagas que mire fijamente
a ese par de luces bajo tus cejas.

Déjame caminar a ciegas,


no ilumines mi camino.

Si te miro, mátame
para enamorarme y olvidarte a la vez.
No seas cruel conmigo, por favor.
Quédate donde estás, no te acerques.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 162

.
Deja que mi mente permanezca viva,
allá, pasando el puente.
Inventándome una linda historia a tu lado.

Te prefiero así:
a distancia, lejana, sin mí.
Me prefiero así:
sin tu fragancia, sin tu cuerpo, sin ti.

Prefiero nunca haberte tenido


a decir que por idiota te perdí.
“Si te miro, mátame.
Para enamorarme
y olvidarte a la vez”

Puente
Vinotinto
Ángel J. Rodríguez
...
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 165

....
.....
Diccionario

Le quitas la A a tu diccionario
para no toparte con el arrepentimiento
ni creer en el amor que acordamos
aquel abril de aquel año bisiesto
cuando la amistad se perdió en tu alcoba
por acción del alcohol.

Le quitas la B a tu diccionario
para no sentir mis besos en tu boca olvidada.
Y que no se burlen por verte sola
en un banquillo de plaza
o en la barra de un bar,
botella tras botella, extrañando mis brazos.

Le quitas la C a tu diccionario
para no toparte más conmigo
ni con mis caricias.
Para cerrar la puerta de la casa y del corazón
hasta que el cielo gris
esté color celeste como de costumbre.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 166

...
.....
Le quitas la D a tu diccionario
para ya no querer demasiado
ni que estorbe la distancia
y no duermas con el drama
de despertar desolada cada día.
Sin mis dedos deslizando por tu dorso.
Después ya no habrá dudas
y desaparecerá el deseo.

Le quitas la E a tu diccionario
para que ya no me encuentres en tu espacio
y no elegir enamorarte esta vez.
Soy el mejor ejemplo
de un enemigo ebrio de espera
y tú enojada llena de escuchar excusas.

Le quitas la F a tu diccionario
porque ya no haces frente a la felicidad
con esa fila de tantos fracasos.
No encuentras la fuerza para ver viejas fotos,
recordar mis facciones,
serme fiel en pensamiento.
Te hice el favor de apagar el fuego
que encendió el frío.
Deberías festejar por eso:
te lo he facilitado todo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 167

..
.....
Le quitas la G a tu diccionario
para no tenerme ganas
ni te rompas la garganta
cuando grites que aún me guardas
un gran espacio en tu vida.
Para no girar en tu entorno gris,
para gozar en la gloria
poniendo un grano de arena por reír,
sabiéndote guapa.

Le quitas la H a tu diccionario
para no encontrar hielo en tu habitación
ni repetir la historia heredada
de tus relaciones pasadas.
Haces huelga para no perder ni una hora
buscando hombres holgazanes como yo.

Le quitas la I a tu diccionario
para no ir detrás de mí
ni insistirme más que vuelva.
Imaginas a este idiota, iluso,
impaciente por intentar
quitar el invierno en tu idilio
y salir ilesa en ese acto ilícito.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 168

......
Le quitas la J a tu diccionario
para no toparte con algún otro joven
que te haga perder el juicio jugando contigo.
Ya jamás vendrás a darme
el jarabe o el jengibre
al pescar un resfriado en el jardín.

Le quitas la K a tu diccionario
para no pensar en los kilos que has ganado
consolando tu despecho
con cacao del kiosco de la esquina.
No quieres que se alarguen
los kilómetros que nos separan.

Le quitas la L a tu diccionario
para no toparte con más lágrimas
y que no nos una ni la luna
en esos días de lluvia donde te sentías libre
empapando tu cabello liso, con agua.
No quieres recordar que el ladrón de latidos,
que estuvo a tu lado,
ahora está lejos con otros labios.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 169

.....
Le quitas la M a tu diccionario
para no pensar ya en mis momentos,
en mi mirada o en cuando yo te hacía mía.
Mientes si dices que estás mejor conmigo.
No es que tu mundo sea malo, pero
mataría por borrar del mapa
ese sitio donde están tus manos.

Le quitas la N a tu diccionario
para que ya no nazcan sentimientos
aunque nada ha sido el todo
que nunca nos dijimos.
Nubes negras que se asoman
en los días y las noches.
Navidades tristes, naranjas sin mitades
y tu nombre sin mi nombre entrelazado.

Le quitas la O a tu diccionario y te la estudias.


Aunque allí no encontrarás cómo olvidarme.
Olvidar esa obsesión
de que le hable bajito a tu oído,
de mirarte directo a esos ojos oscuros.
Te obligas a ser objetiva ocultando el orgullo
pensando en volver a obtener lo que es tuyo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 170

....
Le quitas la P a tu diccionario
para que el pensamiento no te ahogue
con palabras que jamás pronunciamos.
Para que la puerta que abría de par en par
me quede pequeña.
Olvidar las promesas
que quisimos permanente en la pared.
Palpar tu piel, es sentir que no puedo.

Le quitas la Q a tu diccionario
para contar las palabras que hay
desde el “quiero” hasta el “quise”.
Querida, quizás nuestra química
se ha quedado atrás.
No quisimos quejas
y terminaron quitándonos del camino.

Le quitas la R a tu diccionario
para que los recuerdos no te lleven al regreso.
Devolviste rápido mi ropa siguiendo tus reglas.
Va rondando el rumor
de que el ron es mi mejor amigo.
Sé que no tienes respuesta,
pero siempre tuviste la razón.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 171

...
Le quitas la S a tu diccionario
para desaparecer los sentimientos
y vestirnos de solteros.
Ahora suspiras sola, sonríes al espejo
acostumbrada al mismo silencio
de cuando me enviabas al sofá
pero ahora el sereno
penetra más tus sábanas de seda.

Le quitas la T a tu diccionario, poco a poco...


al igual que me quitaste el tiempo al ser tuyo.
No quieres que el tonto que te hace tanta falta
vuelva a tocarte y hacer temblar la tierra.
Mientras tanto,
sigues observando el techo como una tonta.

Le quitas la U a tu diccionario
porque ahora el “nosotros”
llegará a ser un “ustedes”.
Aunque lo último que querrías
sería unirte a otro.
Yo que ya conozco las huellas de tus uñas,
tu uniforme de chica única,
quieres un universo unido al mío,
y lo disimulas hablándome de “usted”.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 172

..
Le quitas la V a tu diccionario
para que valores
y no vuelvas violenta de visita
queriéndote quedar de por vida
como la primera vez.
Un vaso medio vacío de vino
y una ventana medio abierta
por si llegas a escuchar mi voz
o verme de nuevo.

Le quitas la W a tu diccionario
para que no me encuentres
al final del whisky que te tomas
mientras pasas las noches leyendo a Wilde
buscando otra manera de pensar y distraerte.

Le quitas la X a tu diccionario
por ahora ser xenófoba
y yo ser el extranjero que no toleras.

Le quitas la Y a tu diccionario
porque ya no la encontrarás
uniendo tu nombre y el mío,
ni te encontrarás yacente sobre mí.
Quedas yerta tan sólo al imaginarlo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 173

.
Te pones los zapatos y zarcillos
que te regalé para usar
en ocasiones especiales.
Porque según tu signo zodiacal:
hoy te zafarás del llanto
y llegará a tu zona
quien cubra la zanja que dejaron en tu vida.
Aún así, prefieres conservar la Z,
porque si zozobras,
al menos una letra te acompaña.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 174

..
.....
Feliz
cumpleaños,
princesa
Ya no se escuchan las campanas
que hacía sonar el viento,
ya no se percibe el aroma
de las flores que sembraste y dejé secar,
ya no escucho los gritos
de los niños jugando en el parque,
ya ni siquiera puedo distinguir
el color de estas paredes.
Me dejaste dentro de ti
y aquí no hay ventanas.

Ya no tengo el diario
sobre la alfombra de la entrada,
Ya no tengo perro que domesticar
ni que me ladre,
ya no necesito un reloj
porque vivo de tu tiempo,
ya no necesito vivir de tu tiempo
porque morí.

Porque respirar no significa estar vivo,


porque para estar vivo se necesita sonreír,
porque no sonrío desde que no veo el sol y
tantas otras cosas que dejé allá afuera.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 175

......
Estoy mejor sin ti.
Tu piel de concreto trata de darme calor,
tus pies sucios de historias, de pasado,
de delitos, de deudas por saldar.
Tu rostro tapado
por la vergüenza que produce tu trabajo
y para que no puedan reconocerte.

Sé que no soy el primero


que ha sido subastado en esta silla.
Sé que no seré el último que retendrás,
pero jamás olvidarás que estuve aquí
haciendo en tus costillas
un calendario con mis dedos,
adelgazando
por la falta de comida y de apetito.
Preguntándome cómo llegué hasta acá
si tan sólo fui por cigarrillos.

El vaso de agua que me diste se ha caído


y por fin pude ver mi rostro en el reflejo.
No me conozco
y me enseñaron a no hablarle a los extraños,
aunque tampoco puedo hablar
con un pañuelo tapando mi boca.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 176

.....
Esto de estar dentro de ti
no puede llamarse vida.
Déjame escapar por las buenas.

Que porque esté aquí


no significa que quiera estarlo,
que estar en donde quiera se llama libertad,
que libertad fue lo que me prometiste.
Que a veces las promesas pueden terminar rotas,
que los platos rotos los estoy pagando yo,
que yo no merezco todo esto.
Que esto ya no sé ni qué es ni por qué empezó.

Con tanto tiempo libre en este par de meses,


aprendí a hacer y deshacer
el nudo de mi garganta y de mis manos.
Preguntándome si allá afuera
alguien se sigue preguntando por mí.
No sé qué estará pasando
detrás de estas paredes.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 177

....
Eres mi mundo, mi mundo de tres por dos.
Los mismos metros cuadrados
que años está cumpliendo hoy mi hija.
Princesa, espero no estés pensando
que a papi se le olvidó.
Aunque, si se me olvida,
me haría las cosas un poco más fácil.

Que olvidar no siempre es salir del paso.


Olvidar, a veces, es evitar el dolor.
Que no hay dolor más fuerte
que el que se lleva dentro,
que aquí adentro me estoy volviendo loco,
que volverme loco
también me facilitaría las cosas.

Un año más,
mi princesa aún más grande
y este cuarto aún más pequeño.
No, princesa, no se me olvidó.

Logro llevar bien la cuenta


con los nueve dedos que me quedan;
el décimo se fue hace meses
a avisarles que sigo vivo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 178

...
Según órdenes,
hoy podré felicitarla en persona.
Se va a poner contenta con la sorpresa.
Yo sólo espero no haber cambiado tanto
como para que me reconozca
con esta barba, con estas canas,
con estas piernas débiles,
con estos veinte kilos menos
y aparentando veinte años más.

El camino de regreso
fue tan placentero como el de llegada:
cual bolsa de supermercado
en la maletera de un carro viejo.
El camino fue corto, tal vez demasiado.
Mi rostro lo cubre una tela oscura
que no me deja ver adónde voy.
Me sientan maniatado en una silla,
retiran lo que me cubre la cara.

- ¡Papi!, escuché.
Levanto la mirada y era mi pequeña,
ya no tan pequeña,
de la mano de un par de hombres armados
que prometieron no hacerle daño
mientras mantuviese la calma.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 179

..
- Nena, nenita, feliz cumpleaños.
No se me olvidó.
Qué grande estás,
cada vez te pareces más a mamá.
No llores, todo estará bien.
Le dije sonriendo.

De pronto, la misma voz


que hace casi dos años prometió liberarme,
es la misma que ahora me dice
que la mire y me despida.

- ¡No, por favor! No le haga esto,


le supliqué.

Pegó a mi sien el arma:


-¡Despídase!- gritó.
Yo con el alma rota:
Princesa, cierra tus ojitos,
-le dije temblando-
Te amo. Papá estará bien.
Dale muchos besos de mi parte a mamá.
Tapa tus oídos y canta, yo cantaré contigo.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 180

.
Cerré los ojos, agaché la cabeza
y dejé caer
las pocas lágrimas que me quedaban:

Princesa, feliz cumpleaños.


No se me olvidó…
pero desde acá arriba
estaré deseando
que todo esto
algún día se te olvide.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 181

..
.....
.....
Reina
Soledad

Tarde, según mi reloj,


llego al viejo bar de siempre.
Por un día más, sobreviviente
con mi dosis diaria de un recuerdo.

Para no quedarme solo,


me alejo de la gente;
dejando de ser pretendiente
de mis ganas y de mi cuerpo.

- Buenas noches, caballero


¿cómo me le ha ido?
- Como siempre amigo,
tratando de olvidar.
Mesa para uno, por favor.
Hoy no vengo de humor,
tampoco quiero acompañante.
- Por favor, pase adelante.
La mesa 7 lo espera.

Quiero un trago fuerte,


de preferencia: doble.
Yo con mi suerte tan pobre
y que no tengo cómo pagarle.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 182

......
.....
Escucho una melodía:
era la banda que toca.
Pongo un cigarro en mi boca
y mi zapato seguía el sonar.

Detrás de todo el humo


alcanzo a ver un brillar,
una voz ronca al cantar
y unos ojos café que me seguían.

Su mirada: picardía;
su sonrisa color sangre.
Y yo muerto de hambre
por probar lo que no veo.
¿Me la creo, o no la creo?

Escenario a media luz…


en mi pecho había una cruz,
en el suyo un gran escote
que incitaba mi mirada
Y, al final de la balada,
se fue a tomar asiento.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 183

.....
.....
- Mesero, ¿quién es la dama?
- Yo le recomiendo que ni la vea.
- No pretende que le crea.
Mejor búsqueme otro trago
y, por favor, otro igual
de mi parte para ella.

Llega el vaso a sus manos


y el mesero me señala.
Un saludo de antesala
inclinando mi cabeza,
Van sus pasos a mi mesa
y toma asiento a mi lado:
- ¿Se puede saber por qué andas solo?

- Es una larga historia


y no quiero pensar en eso.
Pues, quizás esta noche lo olvide…
si es que usted no me lo impide.
Y me sonrió con timidez.

- ¿Que tal el trago?, señorita.


- En confianza. Dime Reina.
Mientras su mano me despeina
y sonreía mi quijada.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 184

....
.....
Las notas del piano
le hicieron llamada
y marcó de labial mi mejilla.
Se fue y dijo: ya vuelvo.
Yo chequeo en qué me envuelvo
y, en deducción, no está nada mal.

Una explosión en batería


junto a acordes de guitarra.
El animador que narra,
hizo un llamado a Soledad.

Un puñetazo en mi pecho
y mi tiempo se detiene.
¿Me conviene o no conviene
que vengas a acompañarme?

Yo sólo quiero acostumbrarme


a llamarte por tu nombre.
¡Por favor, yo soy un hombre!
Quizá y nada me causo.

Su bienvenida con aplausos,


mi despedida de consciente.
Yo dejo en manos de la suerte
lo que pase en adelante.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 185

...
.....
Buenas noches nuevamente
-al público, la cantante-.
- Pueden perdonar mi atrevimiento
pero lo hago con nobleza:
quiero dedicar esta pieza
al caballero de la siete.

Sin duda, a mí se refería


y atraje la mirada de la gente.
Alcé mi vaso sonriente
agradeciendo por el detalle.

Será mejor que calle


y concentrarme en cada verso.

<<No podré negarme en ser esta noche tuya>>

¡Dios, que el ingenio sustituya


a lo ingenuo que hay en mí!

Nuevo trago, ahora sin hielo,


ya siento morder su anzuelo
y de él no quiero escapar.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 186

..
.....
Al final de la actuación,
vino hasta mí y pedí la cuenta.
En mi muñeca: la una cuarenta,
y su muñeca esposada a mí.
Caminando a la salida,
dejé mi miedo y la propina
y le ofrecí llevarla a casa.

Aceptó sin pensar mi propuesta.

En el trayecto platicamos.
Yo le conté mi vida
Y ella, contándome la suya,
la interrumpo:
- ¿Cómo fue que quedaste viuda?
Con temor, quedó callada.
- Disculpa si afectó mi pregunta.
Sólo dijo:
- Llegué a casa. Detente aquí y pasa…
seguiremos hablando adentro.

Yo no pude negarme.
- Con permiso, linda sala.
- Gracias, ¿gustas tomar algo?
- Por favor, Reina, te lo agradezco.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 187

......
El mismo hombre no parezco
pero ya eso de qué me vale.

Y así se nos fue la noche:


entre tragos sin reproche,
entre tacto y ciertos besos.

Con permiso.
-Fue a su cuarto-
Puse un disco del reparto
y la seguí sin darse cuenta.
No llevaba protección
y, por mi grado de alcohol,
sin pensar… cerré la puerta.

Haciendo a un lado tu tabú.


Hubo en mis ojos déjà vu
que hizo repetir la historia:

Escenario a media luz.


En tu pecho pegó mi cruz
y en el sillón dejé tu escote.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 188

.....
Poco a poco tu piel se eriza,
mientras tirabas mi camisa
justo al borde de la cama
y lentamente se caía
como tú sobre mi cuerpo.

Tienes curvas de guitarra


de un perfecto artesano.
Te tocaba como al piano:
lentamente, sin correr.
Te sentí como la flauta,
suavemente, por tu aliento
y poco a poco fui sintiendo
la percusión de nuestra piel.

Fui el director de la orquesta


y fui la orquesta a la vez.
Y no me hizo falta partitura…
porque con esa figura
todo lo improvisé.

Ocurrido lo esperado,
sin haber error alguno:
de dos hicimos uno
y uno de dos hizo el amor.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 189

....
Las cuatro treinta y cinco,
se acabó nuestra jornada.
Apoyándome en la almohada,
buenas noches te deseé.

- ¿Qué crees que haces?, preguntaste.


- Iré a dormir, te contesté.
Hice una pausa y me callé:
- Ahora ¿qué quieres tú de mí?
- ¡Que te largues ahora mismo!
Tomé mis llaves y mi ropa,
mientras se tomaba otra copa
que de un solo golpe se tragó.

Yo ajusté mi cinturón.
Ella en el suelo gritando.
Pregunté ¿qué está pasando?
y no me quiso decir.

Yo abotonaba mi camisa,
cada botón más a prisa
y ella fumaba llorando.
Su delineador bajando
a la par que subía el sufrir.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 190

...
No quise seguir insistiendo.
Dolido, con su mano en mi pecho.
No puedo estar satisfecho,
tan sólo le pedí perdón:

- Me disculpo si te hice daño,


aunque me parece extraño.
Y su mano cerró mi boca,
su mirada se fijó a la mía.
Me dijo:
- No sigas con esto,
que no sabes cuánto me detesto.
- ¿Por qué mejor no duermes?
estás algo tomada.

No podía seguir viendo


como mi guitarra desafinaba
justo al final de la balada.
Y sin saber por qué…
me quedé para seguirla oyendo.

- Siento que mi vida se está yendo


y poco a poco te vas también.
- No digas eso, Reina.
Yo aquí estaré y nadie más te dejará sola.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 191

..
Agachó su mirada y calló.
La abracé por protección…
Conmigo nada te pasará.

Susurró:
- Mi esposo no murió naturalmente.
Se suicidó de un tiro en la frente.
Yo sólo traté de mantener la calma.
- Quizás tuvo un problema sin salida.

La compadezco. Pobre Reina.


- ¿Hace cuanto ocurrió todo?
Y la abracé tan fuerte como a mi vida.
Me dijo:
- Fue justo al siguiente día
de enterarse que tengo sida.

Un vacío llenó mi cuerpo


y mis manos temblorosas.
Ahora abrazo a una chica hermosa
que a la vez es mi asesina.
Asimilando, voy entendiendo cada cosa:
Si no me convenía, de seguro lo merecía.
VINOTINTO - Ángel J. Rodríguez 192

.
¿Te das cuenta, amor?
Por buscar olvidarte con su cuerpo,
me gané el perder la vida.
Con toda seguridad,
sé que no soy la única víctima
que ha atrapado entre su rítmica.

- Reina, gracias por el detalle.


Y antes que las lágrimas me callen:
gracias por acortarme el camino…
ahora la podré olvidar más rápido.

Aunque mi ida no sea fruto de mi edad.


Ni su olvido sea fruto de mi ser.
Te agradezco a ti, Reina soledad…
tú sí sabes hacerme olvidar a una mujer.
Dicen que el amor
es rojo...
pero el desamor
es Vinotinto

Vinotinto
Ángel J. Rodríguez

Potrebbero piacerti anche