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CRITERIOS DE OBSERVACION
a) Ejecución coactiva
b) Ejecución subsidiaria
c) Multa coercitiva
Por su parte constituye, Ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no
ser personalísimos puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado. En este
caso, la entidad realizará el acto, por sí o a través de las personas que determine,
a costa del obligado. Asimismo el importe de los gastos, daños y perjuicios se
exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo anterior; dicho importe podrá
liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, o reservarse a la
liquidación definitiva.
Asimismo habrá Multa coercitiva cuando así lo autoricen las leyes, y en la forma y
cuantía que éstas determinen, la entidad puede, para la ejecución de
determinados actos, imponer multas coercitivas, reiteradas por períodos
suficientes para cumplir lo ordenado, en actos personalísimos en que no proceda
la compulsión sobre la persona del obligado; actos en que, procediendo la
1PEDRESCHI GARCÉS, Willy. Análisis sobre la potestad sancionadora de la Administración
Pública y el procedimiento administrativo sancionador en el marco de la Ley Nº 2744, Ley
del Procedimiento Administrativo General. En: Comentarios a la Ley del Procedimiento
Administrativo General. Ara Editores, 2003. Pág. 531.
2BidartCampos, Germán “La Interpretación y el Control Constitucionales en la Jurisdicción
Constitucional”, Ed. Ediar, pág. 92.
compulsión, la administración no la estimara conveniente; actos cuya ejecución
pueda el obligado encargar a otra persona.
Por otro lado, compulsión sobre las personas se efectúa en los actos
administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o
soportar, en los casos en que la ley expresamente lo autorice, y siempre dentro
del respeto debido a su dignidad y a los derechos reconocidos en la Constitución
Política. Si los actos fueran de cumplimiento personal, y no fueran ejecutados,
darán lugar al pago de los daños y perjuicios que se produjeran, los que se
deberán regular judicialmente.
Este principio, a su vez, aparece compuesto por tres subprincipios que lo integran
y que en caso de ser satsifechos permitirán establecer que la norma en cuestión
aparece como “razonable” (o con contenido de valor Justicia) desde la óptica
constitucional.
Sólo una vez efectuado dicho análisis tendrá importancia el segundo de los
subprincipios. La necesidad.
Conforme esta opinión una medida sólo puede ser proporcionada si no afecta el
contenido esencial del derecho, en esta opción, entonces, primero deberá
comprobarse que no se ha afectado el contenido del derecho y sólo a partir de allí
efectuarse el balanceo entre cargas y ventajas.
Asimismo los juicios del control de razonabilidad pueden ser desglosados en siete
preguntas que el operador jurídico se debe plantear:
Para esto último, el operador jurídico deberá tener en cuenta, entre otros
aspectos, las circunstancias fácticas y jurídicas extrínsecas a la sanción de la
norma, es decir, los hechos que motivaron la medida, los antecedentes y las
fuentes jurídicas, etc.
En cuanto a su análisis intrínseco, generalmente los propios medios empleados
delatan la finalidad de la medida; el juez puede tener en cuenta la finalidad de los
medios, de acuerdo con lo que la experiencia demuestra como efectos de los
mismos. Se deberá tener en cuenta las finalidades mediatas e inmediatas de la
norma. La finalidad inmediata es la primera que surge de la propia ley luego de
realizar una interpretación teleológica. Las finalidades mediatas son aquellas que
se logran a partir de esa finalidad y se puede llegar a un ordenamiento jurídico
superior. La finalidad mediata puede ser el logro de un determinado objetivo
constitucional, puede consistir en la función que cumple la norma dentro de un
determinado campo del derecho, etc.
El juicio de necesidad no es otra cosa que un control de calidad de las normas que
regulan los derechos fundamentales. Es una exigencia del principio de
razonabilidad que la norma que se adopte para alcanzar la finalidad requerida, sea
la mejor, y no sólo la eficaz (adecuada). Para esto es necesario considerar las
circunstancias de la medida: tiempo, modo y lugar; en este sentido, la norma
razonable será, entre otras cosas, la que resulte más económica, la que logre la
finalidad en el menor tiempo posible, la que conlleve los menores costos y
esfuerzos para la comunidad, la que regule la menor cantidad de supuestos de
hecho y sujetos alcanzados, etc.
Este juicio no debe realizarse mediante un balance entre los derechos en juego. El
balancing test que se aplica en el derecho estadounidense para resolver
problemas de derechos fundamentales consiste en balancear el derecho regulado
o afectado frente al derecho que busca proteger la finalidad de la medida. Un
sistema similar se aplica en el derecho continental con la regla de ponderación o
de conflicto.
Este examen requiere que se realice una interpretación teleológica del derecho
fundamental a partir del bien jurídico protegido y su función en el sistema de los
derechos, a modo de encontrar la armonización con los demás derechos y no de
hacerlos entrar en conflicto. De este modo, el juez evaluará si la ley en cuestión
altera el ejercicio de un derecho fundamental. Una norma puede atravesar todos
los juicios anteriores, pero violar la garantía de la inalterabilidad de los derechos.
Una norma así no puede convivir en el ordenamiento jurídico, y el juez debe
declarar su irrazonabilidad e inconstitucionalidad.
La teoría absoluta del contenido esencial, o una postura que examine los derechos
fundamentales o los principios en conflicto, se opone a esta concepción ya que
supone que las leyes limitan los derecho y que un derecho puede quedar relegado
frente a otro “más importante” o a una finalidad social relevante. Bajo esta óptica,
1PEDRESCHI GARCÉS, Willy. Análisis sobre la potestad sancionadora de la Administración
Pública y el procedimiento administrativo sancionador en el marco de la Ley Nº 2744, Ley
del Procedimiento Administrativo General. En: Comentarios a la Ley del Procedimiento
Administrativo General. Ara Editores, 2003. Pág. 531.
2BidartCampos, Germán “La Interpretación y el Control Constitucionales en la Jurisdicción
Constitucional”, Ed. Ediar, pág. 92.
el control de razonabilidad carece de relevancia y su aplicación –que no incluiría la
garantía de no afectación de los derechos fundamentales– puede conducir,
contradictoriamente, a soluciones arbitrarias, irrazonables y desproporcionadas.