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AñoII
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RECTIFICACION HISTORIeA,
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©Biblioteca Nacional de Colombia
S. PONCE AGUILERA.-LA TRADICIÓN DE NIOPE. 391
MÁRMOL GRIEGO.
Ajenos á la queja,
En sus labios de adelfas en capullo,
SU VOl. mundana solamente deja
Ternuras semejantes al arrullo.
Su imagen que fulgura
No inspira al alma tentador empeño ,
Pues recorre su cándida hermosura
La placidez radiosa del ensueño.
Es negra su corona,
y en relucientes ondas el cabello
Con oscuros anillos ¡¡prisiona,
Como serpiente de ébano, su cuello.
Su aliento adormecido
Rinde su seno en curvaturas suaves,
Como esponjan ocultas en el nido
El dorso blando voluptuosas aves.
JUSTO A. FACIO.
--~ ..
SEVILLA .
s
sa, esculturas admirables, altares y verjas que pasm::.n, sepulcro
acumul ar debajo de
magnífi cos; todo lo que el arte y el oro pueden
la
las bóvedas de un templo maravia oso, hállase con profusión en
Catedra l sevillana. La Bibliote ca Colombina, fundada por un hijo
del inmorta l descubr idor de América, también está en su recinto.
Cerca de la Catedra l está el Alcázar, un palacio de cuento, ri-
val de la Alhambra. Fríos y altos muros guardan celosos los tesoros
los
del interior, maravillas creadas por la imagina ción delirant e de
sarracen os. Muros cubierto s de arabesco s tan lindos que pa-
artistas
l.as
recen modelad os por las manos pequeñísimas y habilidosas de
hadas; azulejos inimitables, column as de mármol de impond erable
ra •.
esbeltez, bóvedas que deslumb ran, arcos de caprich osa extructu
tra-
tenues como finísimo encaje, y de curvas tan ligeras que diríanse
zadas por el vuelo de los pájaros, ricos techos de maderas exóticas
incrusta das de marfil, mármoles de cien colores ; en fin, un palacio
de
de ensueño donde se oye resonar todavía el eco de las pandere tas
las sultanas y la extraña modulac ión de sus cantos llenos de ardiente
poesía.
y así como no hay mujer linda sin luengos cabellos, no hay pa-
lacio sin jardines. Los del Alcázar son maravillosos; por todas par-
mil
tes flores, naranjo s y fuentes, alameda s de cuyo suelo brotan
chorrito s de agua al c.a pricho de una llave, oscuras enramad as que
refresca la brisa con soplo suavísimo, deliciosos rinconci tos que guar-
á
dan aún el susurro de los besos de las moras ardorosa s. Oculta
medias por frondoso s árboles, asoma la entrada de los baños regios
de
que vieron reflejarse las frescas y sonrosa das carnes de D~ María
que solían beber el rey D. Pedro y
Padilla en \as cristalinas aguas
bañarse en ellas la hermosa favorita ; en
sus cortesanos, después de
frente el precioso cenador de Carlos V, por allá el estanqu e elel jar-
los
dín de la Danza, y en cada sala elel palacio, en cada alameda de
jardines , evocand o un mundo de recuerdo s, mil leyenda s y tradicio-
nes, que hacen del i\ lcázar un sér animado que vive y respira, que
¡jente y ama.
Torcien do la vista á la derecha aparece con toda la fría majes-
In-
tad ele su severa arquitec tura la antigua Lonja, hoy Archivo de
nelo en magnífic os estantes de caoba y oculta en
dias. Allí, descansa
y polvorie ntos manuscr itos, está la historia de
las páginas de viejos
que han visto los siglos: la conquis ta de
la más granele epopeya
América. Más allá el palacio de San Telmo con sus tupidos bosques
de naranjos. A orillas del Guadalquivir, el renombrado paseo de las
Delicias, lleno de efluvios primaverales y de árboles 'Iue dejan caer
sobre los transeúntes una lluvia de flores perfumadas y blancas.
y por todos lados, sin que haya tiempo de fijar en ellos la vis-
ta, aparecen palacios, iglesias, jardines y conventos, restos gloriosos
de la grandeza de otros tiempos en que no había progreso, ni había
yankis, y que por desgracia no volverán. La casa ele Pilatos, esplén-
dida mansión perteneciente á los duC!ues de Medinaceli, que á seme-
janza de la casa del pretor romano se propuso construír á su vuelta
de la Tierra Santa el adelantado Per Enríquez, )' que terminó el pri-
mer duque ele Alcalá D. Per Afán de Rivera. El Ayuntamiento con
sus tres fachaelas platerescas, de las cuales tina resulta un prodigio
con sus festones del Renacimiento. El Hospital de la Caridad, fun-
dado por D. Miguel de Mapara, el impío caballero de Calatrava,
que vio una noche desfilar su entierro á la luz ele las antorchas, el
D. Juan de carne y hueso que, arrepentido y contrito, fue después
piadoso y santo. La Plaza ele Toros, cuya línea curva se dibuja en
lontananza, el teatro donde se representa el espectáculo sangriento
favorito de los españoles, bárbaro si se quiere, pero que conmueve y
enardece, apoteosis del valor, ele la fuerza y la destreza, tres cosas
que cautivan á los pueblos varoniles. El Puente de Triana, tan ad-
mir.a do por los sevillanos, y por el cual desfila todas las tardes, á la
hora en que detrás de él se hunde el sol en el río, la cigarrera de
andar voluptuoso, mir~da provocante y flor en el moño, la que lleva
siempre fuego en el pecho yen los labios, pronto á dispararse como
un cohete el dicharacho agudo, mujer incomparable, mezcla de gra-
cia y desvergüenza.
y luégo, como un gran lienzo extendido, el blanco caserío, cor-
tado caprichosamente por callejas que serpentean; azoteas cuajadas
de tiestos multicolores, columnas y patios de már:nol, fllellte~ que
refrescan el aire y flores que lo embalsaman, paredes blancas, ajime-
ces y balcones por entre cuyas rejas asoman caras encantadoras y
ojos de mirar profundo, atrayentes como el abismo, plazas sombrea-
das por altas palmeras que recuerdan el Oriente; y dando vida y
calor á este cuadro hechicero, la indolente y abigarrada población
sevillana: la mujer de cháchara picante, bella y ardiente, que se en-
galana con la graciosa mantilla, el torero de aire conquistador y per-
VíSPERAS.
La bóveda del templo de luto está vestida,
y oscuro velo flota delante del sagrario;
Opaca bajo el humo que arroja el incensario,
Alárgase en los cirios la lumbre amortecida.
Al coro van las monjas en marcha contenida,
Pasando entre los dedos las cuentas del rosario;
Retañe en el silencio la voz del campanario,
y timbra de los salmos la nota adolorida;
Sutil como la llama del ábside al abrigo,
Sofoca á las novicias el pérfido Enemigo
y bajo ele las tocas blanquísimas se adhiere;
Las vírgenes meditan inmóviles y graves,
y en medio de la densa penu.m bra de las na'llCS,
Retumba subterránea la voz del Miserere.
VíCTOR M. LONDOÑO.
EN EL DESIERTO.
- - ......-
EL ECLIPSE.
-Yo no como.
-¿ Por qué, si no hay otro medio de vivir?
-Porque el olor de esa Carne me recuerda el de mi padre,
cuando le quemaron en Sevilla por judío.
- y tú, ¿ no eres cristiano? le dijimos .
-No lo soy, ni lo fui nunca. Yá no tengo necesidad de ocul-
tarlo, porque los que me escucháis no podréis nunca delatarme, y
esos 'picos que ven á Dios de cerca saben que no hay más ley que
la Antigua: dejadme confesar en altas voces la grandeza de ese Dios
que nos libr6 de Fara6n, y nos librará de todas las persecuciones
hasta el día del triunfo y de la gloria.
-Aquella invocaci6n debió abrirle el al etito; Josef concluyó
por comer como nosotros.
Cuatro días después nos hallábamos en el mismo caso y se ha-
bl6 de sortearnos para ver quién servía de alimento á los demás.
Como tengo en el juego mala sllerte, no qu ise exponerme, y dije á
mis compañeros, sujetando por la espalda á Josef el sevillano:
-Este ha ele ser la víctima y nadie más, para prolongar la vida
de cinco cristianos viejos : y tod? vía va ganancia: la Inquisición le
habría de quemar: nosotros nos contentaremos con asarle.
Compara Pedro tu desgracia con la suya: nos le comimos y
aún creímos que ~e le hacía algún favor.
-Pero ¿ cómo diablo os librasteis de aquel paso? dijo Pedro
L6pez convencido, pero deseando saber el final de la aventura.
-Un eclipse nos salv,í: al ver que el sol se oscurecía, los indios
huyeron aterrados, y pasamos la encrucijada royendo los huesos del
judío.
JO SÉ FEtWÁNDEZ BREMÓN.
ETERNO AMOR.
MISCELÁNEA.
LOTERIA DE CUNDINAMARCA
Plan del primer sorteo extraorelinano que se verificad en Bogo-
tá el 1~ de Enero de 1895, á las 12 m., en presencia de la autoridad,
y bajo fianza hipotecaria.
Los establecimientos de Beneficencia recibirán $ 1,800, que se
distribuyen así:
Al Lazareto de Agua de Di03 .................. $ 900
Al Hospital de Zipaquirá.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 450
Al id. de San Juan ele Dios de esta ciudad... 450
BILLETES 9,,000
Premios. Valor de los premios.
2 premios mayores de $ 3,000 cada uno ....... $ 6,000
4 aproximaciones mayores de á $ IS0 cada una.. 600
40 id. menores ele á $ 15 " 600
90 id. id. ele á $ 8 " 720
900 id. id. de á $ 4 " ,; 3,600
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Oficina, Administraci6n y Expendio de billetes, 5~ Calle de
Florián, número 503. Apartado número 295. Dirección telegráfica:
"Lotería." Bogotá.
El Gerente,
J osÉ ANGEL PORRAS.
El Tesorero-Pagador,
BELlSARIO PEÑA V.
El Agente-Administrador,
JosÉ J. GOODIN G.
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I earrera I5 , cuadra 2'\ numera ;l g;~ >-3::::
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antIgua Casa de Letras á la Plaza ~ lilg "'1 <.¡ lJl
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PRODU CTOS AGRÍC OLAS. I aW ~ 8
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EL LABERI NTO
DE PACHO ]IMENEZ M.
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©Biblioteca Nacional de Colombia