Sei sulla pagina 1di 59

INDICE

INDICE ........................................................................................................................ 1
RESUMEN .................................................................................................................. 2
INTRODUCCION ........................................................................................................ 3
CAPITULO I ................................................................................................................ 4
1.1 Definiciones sobre la violencia familiar ............................................................. 4
1.2 Integrantes del grupo familiar ........................................................................... 7
1.3 Tipos de violencia familiar ................................................................................ 7
1.3.1 Tipos de violencia basada en el género. ................................................. 7
1.3.2 Violencia Sexual .................................................................................... 15
1.4 Causas de la violencia familiar ....................................................................... 16
1.5 Causas de la violencia según el género ......................................................... 19
CAPITULO II FACTORES QUE INCIDEN EN LA VIOLENCIA FAMILIAR................ 21
2.1 Factores de tipo económico............................................................................ 21
2.2 Factores de tipo social .................................................................................... 22
2.3 Factores de tipo personal ............................................................................... 23
2.4 Factores de tipo psicológico ........................................................................... 24
2.5 Consecuencias de la violencia familiar ........................................................... 26
CAPITULO III: ALTERNATIVAS DE SOLUCION ...................................................... 31
3.1 La violencia familiar un problema real ............................................................ 31
3.2 Características de la violencia familiar............................................................ 36
3.2.1 Características del agresor .................................................................... 40
3.2.2 Características de la mujer víctima de la violencia ................................ 41
3.3 Incidencia de la violencia familiar ................................................................... 44
3.4 Factores que favorecen la supervivencia de la violencia familiar ................... 45
3.5 Organismos de protección contra la violencia familiar .................................... 46
CONCLUSIONES ..................................................................................................... 56
BIBLIOGRAFIAS ....................................................................................................... 57

1
RESUMEN
No hay país ni comunidad a salvo de la violencia; está en nuestras calles y en
nuestros hogares; violencia es una constante en la vida de gran número de
personas. Para muchos, permanecer a salvo consiste en cerrar puertas y ventanas,
y evitar los lugares peligrosos. Para otros no hay escapatoria, porque la amenaza
de la violencia está detrás de esas puertas, oculta a los ojos de los demás.

Esta investigación tiene como objetivo identificar las dimensiones de la violencia


familiar en el Perú, y con ello obtener un mayor acercamiento a la realidad de un
problema que, aunque no lo parezca es bastante cotidiano y se manifiesta muy a
menudo en nuestro país.

En el desarrollo del presente trabajo se seleccionaron fuentes de información


bibliográficas, empleando el fichaje como técnicas de gabinete, siendo procesada
la información a través del método analítico sintético.

Finalmente, con este trabajo se logrará tener mayores conocimientos sobre un


área específica de la realidad, contribuyendo a entregar nuevos antecedentes
acerca de la violencia familiar, lo que es de relevancia para el quehacer del trabajo
social.

2
INTRODUCCION
La violencia familiar es un fenómeno que ocurre en todos los países, clases
sociales y ámbitos de la sociedad. Incluye no sólo las agresiones físicas, sino
también el maltrato psíquico y sexual. Es un problema social de grandes
dimensiones, cuyas consecuencias ponen en riesgo la salud e incluso la vida de los
grupos de población que son más vulnerables en función de su sexo, edad y
condiciones físicas: mujeres, niñas y niños.

A pesar de su gran impacto en la salud, aún son muy pocos los prestadores de
servicios que deciden dar la cara a la violencia familiar, la cual se expresa en
lesiones físicas y psicológicas que presentan muchas de las mujeres que acuden
todos los días a los centros de salud. Para ellas, las mujeres, dar la cara tampoco
es fácil. La ignorancia, la vergüenza, y la ausencia o ineficacia de las respuestas
institucionales son algunos de los múltiples obstáculos que perpetúan la violencia
que forma parte de su vida cotidiana... de su vida familiar.

En base a esta situación, en la presente investigación se realiza un análisis acerca


de este fenómeno que aqueja a nuestra población “VIOLENCIA FAMILIAR” y de la
disponibilidad institucional existente en nuestro país.

En la primera parte de la monografía se presenta de manera general definiciones


acerca del tema, violencia familiar; integrantes del grupo familiar, tipos de violencia,
causas y según género. En la segunda parte abarca los factores que inciden en la
violencia familiar, y finalmente en la tercera parte se incluye alternativas de solución
para prevenir la violencia seguidas de las conclusiones y las referencias
bibliográficas.

3
CAPITULO I
1.1 Definiciones sobre la violencia familiar
La violencia es un concepto de múltiples dimensiones y connotaciones. De
acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española violencia es “la
aplicación de medios fuera de lo natural a cosas o personas para vencer su
resistencia”. Con está conceptualización se ha definido a la violencia como “el uso
de una fuerza abierta u oculta, con el fin de obtener de un individuo o de un grupo
lo que no quieren consentir libremente.

Según Corsi, J (1994) “la violencia implica una búsqueda de eliminar los
obstáculos que se oponen al propio ejercicio de poder, mediante el control de la
relación obtenido a través del uso de la fuerza. Para que la conducta violenta sea
posible tiene que darse una condición: la existencia de un cierto desequilibrio de
poder, que puede estar definido culturalmente o por el contexto u obtenido
mediante maniobras interpersonales de control de la relación”

La violencia intrafamiliar de acuerdo con Ashley (1986) es toda acción u omisión


protagonizada por los miembros que conforman el grupo familiar (por afinidad,
sangre o afiliación) y que transforma en maltratantes las relaciones entre ellos
causando daño físico, emocional, sexual, económico o social a uno o varios de
ellos

La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993) define la


violencia contra la mujer como: "Todo acto de violencia basado en el género que
tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas
las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra
en la vida pública o en la vida privada."

Abarca, sin carácter limitativo, "la violencia física, sexual y psicológica en la familia,
incluidos los golpes, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia
relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital y otras

4
prácticas tradicionales que atentan contra la mujer, la violencia ejercida por
personas distintas del marido y la violencia relacionada con la explotación; la
violencia física, sexual y psicológica al nivel de la comunidad en general, incluidas
las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento y la intimidación sexual en el
trabajo, en instituciones educacionales y en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la
prostitución forzada; y la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada
por el Estado, donde quiera que ocurra."

La Convención Interamericana para Prevenir, Castigar y Erradicar la Violencia


contra la Mujer: Belem do Para. (1995), afirma que:
“La violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y
las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el
reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades” y define que:

“Debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta,


basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

"Debe entenderse que la violencia contra la mujer incluye la violencia física,


sexual o psicológica:

Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra


relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo
domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso
sexual.

Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que
comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y Que
sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra".

5
Según Sarquis, C. (2000) sostiene que: “la violencia ha sido definida nominalmente
como “un acto llevado a cabo con la intención de, o percibido como teniendo la
intención de, dañar físicamente a otra persona”. Por su parte violencia conyugal es
aquella que se establece en la relación íntima y estable entre un hombre y una
mujer, estén o no legalmente casados, pudiéndose manifestar de manera física,
psicológica y/o sexual a través de un variado tipo de manifestaciones con distinto
grado de frecuencia y severidad.

La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: “El uso deliberado


de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones”.

La definición comprende tanto la violencia interpersonal como el comportamiento


suicida y los conflictos armados. Cubre también una amplia gama de actos que van
más allá del acto físico para incluir las amenazas e intimidaciones. Además de la
muerte y las lesiones, la definición abarca también las numerosísimas
consecuencias del comportamiento violento, a menudo menos notorio, como los
daños psíquicos, privaciones y deficiencias del desarrollo que comprometan el
bienestar de los individuos, las familias y las comunidades.

La violencia doméstica o familiar constituye un fenómeno de la vida social presente


contemporáneamente en todas las sociedades a escala mundial.
Entendido como un fenómeno altamente común en las sociedades actuales, la
violencia familiar es sin duda causada por un sinfín de elementos que contribuyen
a su desarrollo. Al mismo tiempo, las consecuencias o secuelas de este dramático
fenómeno pueden ser de distinto alcance y perjudicar a numerosas personas y
normalmente, suele ser ejercida por el padre u hombre de la familia contra el resto
de los miembros. Otro generador común de este tipo de violencia son ambos
padres para con los hijos. En algunas ocasiones también pueden darse casos de

6
violencia dentro de una familia a través de parientes secundarios (tales como
abuelos, tíos, primos). Raramente los casos de violencia familiar suceden desde
los hijos a los padres ya que la misma siempre supone un ejercicio de cierto poder
y de los roles de jerarquía que pueden existir entre los diferentes miembros de un
grupo familiar.

1.2 Integrantes del grupo familiar


La Ley N° 30364 es la norma promovida por el Estado peruano con el fin de
prevenir, erradicar y sancionar toda forma de violencia contra las mujeres por su
condición de tales, y contra los integrantes del grupo familiar, producida en el
ámbito público o privado. Especialmente cuando se encuentran en situación de
vulnerabilidad, por edad o situación física como las niñas, niños, adolescentes,
personas adultas mayores y personas con discapacidad.

Establece mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención y


protección de las víctimas, así como reparación del daño causado; y dispone la
persecución, sanción y reeducación de los agresores sentenciados con el fin de
garantizar a las mujeres y al grupo familiar una vida libre de violencia asegurando
el ejercicio pleno de sus derechos.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, es el ente rector en materia de


prevención, protección y atención de la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar y el responsable de la coordinación, articulación y
vigilancia de la aplicación efectiva y del cumplimiento de la presente Ley.

1.3 Tipos de violencia familiar


1.3.1 Tipos de violencia basada en el género.
Siguiendo la definición propuesta por la Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer (1993), los tipos de violencia basada en el género pueden
ser agrupados en:
Violencia física, violencia sexual y violencia psicológica.

7
En algunos casos se habla también de violencia patrimonial o económica, lo cual
implica la restricción del acceso a los recursos financieros o de otro tipo como
instrumento de control y sometimiento.

Dependiendo del ámbito en el cual la violencia sea perpetrada, ésta puede ser
agrupada de la siguiente manera:

En el ámbito de la familia, incluye maltratos, palizas, abuso sexual de los(as)


niños(as) en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación marital, la
mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales que afectan la salud de
la mujer, los crímenes de honor, los crímenes de pasión, los actos de violencia
perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la
explotación.

Dentro de la comunidad, incluye la violación, el abuso sexual, el acoso y la


intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales, centros de
salud o cualquier otro lugar público, la pornografía infantil, la trata de mujeres y
niñas, y la prostitución forzada.

Son también considerados actos de violencia basada en el género aquellos que


violan los derechos humanos de las mujeres en situación de conflictos armados,
particularmente el asesinato, la violación sistemática, la esclavitud sexual y el
embarazo forzado.
Otras formas de violencia basada en el género, que pueden ocurrir tanto en el
ámbito privado como en el público son las esterilizaciones forzadas, los abortos
forzados, el uso coercitivo de anticonceptivos, el infanticidio femenino, la selección
prenatal del sexo del bebé, los crímenes de motivación racial, los raptos y la venta
de niñas, los ataques con ácido y los matrimonios a edad temprana.
También se considera violencia basada en el género aquellos actos de violencia
física, sexual o psicológica perpetrados o condonados por el Estado, donde quiera
que éstos ocurran. En este sentido, es ampliamente aceptado que los Estados

8
tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y
sancionar la violencia contra la mujer.

Maltrato juvenil.
Es cualquier acción u omisión, no accidental que provoque un daño físico o
psicológico a un adolescente por parte de sus padres o cuidadores.
Hay diferentes tipos de maltratos juveniles:
Maltrato físico: Se refiere a cualquier lesión infligida que provoca un daño físico o
enfermedad en un adolescente. Se identifican los siguientes signos:
Versión contradictoria entre el relato de los padres y las lesiones que presenta el
niño, hematomas inexplicables.
Cicatrices, marcas de quemaduras, fracturas inexplicables, marcas de mordeduras
de la medida de un adulto.
Hay factores que predisponen a que ocurra. Estos factores pueden ser: baja
autoestima, necesidad de control sobre el entorno y sentimientos de inferioridad.
Los adolescentes que han sido maltratados, necesitan ayuda psicológica para no
repetir el esquema de abuso a otras personas.
Maltrato sexual: Se refiere a cualquier implicación adolescentes, dependientes e
inmaduros en cuanto a su desarrollo, en actividades sexuales que no comprenden
plenamente y para los cuales son incapaces de dar un consentimiento informado.
Se podría definir al abuso sexual como el tipo de contacto sexual por parte de un
adulto o tutor, con el objetivo de lograr excitación y/o gratificación sexual.
Se pueden ver los siguientes signos: Llanto fácil sin ningún motivo, cambios
bruscos en la conducta escolar, llegar temprano a la escuela y retirarse tarde,
ausentismo escolar, conducta agresiva o destructiva, depresión crónica,
conocimiento sexual y conducta inapropiada para la edad, irritación dolor o lesión
en zona genital, temor al contacto físico.
Abandono y abuso emocional: El abuso emocional generalmente se presenta
bajo las formas de hostilidad verbal, como por ejemplo insultos, burlas, desprecio,
críticas o amenazas de abandono. También aparece en la forma de constante
bloqueo de las iniciativas por parte de algún miembro de la familia.

9
Todo esto provoca en el joven graves trastornos psicológicos.
Algunos indicios de abuso emocional pueden ser: extremada falta de confianza en
sí mismo, exagerada necesidad de ganar o sobresalir, mucha agresividad o
pasividad en el adolescente.
Los padres muchas veces abusan emocionalmente de sus hijos basados en
buenas intenciones, como por ejemplo cuando quieren que sobresalgan en el
colegio, en el deporte o en la vida social. Pero a partir de esas buenas intenciones
pueden presionarlos o avergonzarlos al punto de crearles un sufrimiento emocional
crónico.
Mientras que el abandono emocional puede ser desde un lugar pasivo, sin brindar
afecto, apoyo y la valoración que toda persona necesita para crecer
psicológicamente sano. Se refiere a la falta de respuesta a las necesidades de
contacto afectivo del joven; una constante indiferencia a los estados anímicos del
púber.
Puede darse a través de:
La violencia verbal tiene lugar cuando mediante el uso de la palabra se hace
sentir a una persona que no hace nada bien, se le ridiculiza, insulta, humilla y
amenaza en la intimidad o ante familiares, amigos o desconocidos.
La violencia no verbal es aquella que se manifiesta en actitudes corporales de
agresión como miradas de desprecio, muestras de rechazo, indiferencia, silencios
y gestos insultantes para descalificar a la persona.
Abandono físico: Se presenta cuando las necesidades físicas no son atendidas
por ningún miembro del grupo que convive con el niño.
Existen pues, muchos tipos distintos de violencia, y se producen en muy diversos
contextos. Es preciso considerar la magnitud y la dinámica de la violencia, tanto
interpersonal como auto infligida o colectiva, y discutir sus conexiones para sentar
las bases de intervenciones preventivas.

La Violencia contra la pareja: La violencia contra la pareja se produce en todos


los países, en todas las culturas y en todos los niveles sociales sin excepción,

10
aunque algunas poblaciones (por ejemplo, los grupos de bajos ingresos) corren
mayor riesgo que otras.

Además de las agresiones físicas, como los golpes o las patadas, este tipo de
violencia comprende las relaciones sexuales forzadas y otras formas de coacción
sexual, los malos tratos psíquicos, como la intimidación y la humillación, y los
comportamientos controladores, como aislar a una persona de su familia y amigos
o restringir su acceso a la información y la asistencia.

Aunque las mujeres pueden agredir a sus parejas masculinas y también se dan
actos violentos en parejas del mismo sexo, la violencia de pareja es soportada en
proporción abrumadora por las mujeres e infligida por los hombres.

En todo el mundo, los hechos desencadenantes de la violencia son muy similares


en las relaciones en las que existe maltrato.
Entre ellos se cuentan la desobediencia o las discusiones con la pareja masculina,
preguntarle acerca del dinero o de sus amistades femeninas, no tener la comida
preparada a tiempo, no cuidar satisfactoriamente de los niños o de la casa,
negarse a mantener relaciones sexuales, y la sospecha del varón de que la mujer
le es infiel.

Maltrato y abandono de menores por parte de padres y otros cuidadores: En


todo el mundo hay niños que sufren maltrato y abandono por parte de sus padres u
otros cuidadores. Como ocurre en la violencia de pareja, el maltrato de menores
comprende agresiones físicas, sexuales y psíquicas, además del abandono.

Maltrato de ancianos: Cada vez está más extendida la convicción de que el


maltrato de los ancianos a manos de sus parientes u otros cuidadores es un
problema social grave.

11
Al igual que el maltrato de menores, el maltrato de ancianos comprende
agresiones físicas, sexuales y psíquicas, así como el abandono. Los ancianos son
especialmente vulnerables a los abusos económicos, es decir, al uso inadecuado
de sus fondos y recursos por parte de parientes u otros cuidadores.

En las residencias de ancianos, el maltrato consiste en emplear medios físicos de


coerción, privar a los pacientes de su dignidad y de la posibilidad de decidir en
asuntos cotidianos o dispensarles una atención deficiente (por ejemplo, permitir la
aparición de úlceras de decúbito).
Los hombres ancianos corren un riesgo de sufrir maltrato por parte de sus
cónyuges, hijos adultos u otros parientes de proporciones similares al que corren
las mujeres, pero, en las culturas en las que las mujeres ocupan una situación
social inferior, las ancianas corren un riesgo especialmente alto, por ejemplo, de
ser abandonadas cuando enviudan y de que se les arrebaten sus propiedades.

La Violencia Sexual: La violencia sexual comprende una gran diversidad de


actos, como las relaciones sexuales bajo coacción en el matrimonio y en las citas,
las violaciones por parte de extraños, las violaciones sistemáticas durante los
conflictos armados, el acoso sexual (incluida la petición de favores sexuales a
cambio de trabajo o calificaciones escolares), los abusos sexuales de menores, la
prostitución forzada y la trata de personas, los matrimonios precoces y los actos
violentos contra la integridad sexual de las mujeres, como la mutilación genital y
las inspecciones obligatorias de la virginidad. Tanto hombres como mujeres
pueden, además, sufrir violaciones estando detenidos o encarcelados.

La mayor parte de las agresiones sexuales tienen como víctimas a mujeres y


niñas, y son perpetradas por hombres y niños. Sin embargo, la violación de
hombres y niños por otros hombres es un problema constatado, y se registran
igualmente coacciones a hombres jóvenes por parte de mujeres mayores para
mantener relaciones sexuales.

12
La violencia sexual repercute hondamente en la salud física y mental de las
víctimas. Al igual que las lesiones, se asocia a un mayor riesgo de diversos
problemas sexuales y reproductivos con consecuencias que se manifiestan tanto
de inmediato como muchos años después de la agresión.

En la salud mental, las repercusiones son tan graves como en la física, y pueden
ser también muy duraderas.
La mortalidad asociada a la violencia sexual puede deberse al suicidio, a la
infección por el VIH o al homicidio, bien durante la agresión, o bien ulteriormente
en los “asesinatos por honor”

Dentro de la violencia de pareja o conyugal es posible encontrar diversas formas


de Maltrato, entre ellas se encuentran:

Violencia Física: Es la más evidente de las formas de agresión en contra de una


persona, dirigidos principalmente a causar algún daño en el cuerpo de la víctima.
Se da en forma gradual desde pequeños golpes hasta agresiones mayores que
pueden causar la muerte. Comprende una escala que incluye cachetadas,
continuar con empujones, puñetes, patadas, golpes con objetos, pudiendo hasta
llegar al homicidio.

Corsi (1994) considera los siguientes elementos para evaluar el potencial de


violencia:
Grado de verticalidad en la estructura.
Grado de rigidez de las jerarquías
Creencias en torno a la obediencia y el respeto
Creencias en torno a la disciplina y el valor del castigo
Grado de adhesión a los estereotipos de género
Grado de autonomía relativa a los miembros.
Estos elementos constituyen factores de riesgo importantes en relación con la
presencia de conductas violentas.

13
Violencia Psicológica y/o Emocional: Se refiere a los actos verbales o no
verbales que simbólicamente, dañan a otro o amenazan con causarle daño.
Comprende una serie de conductas verbales reiterativas como insultos, gritos,
críticas permanentes, desvalorización, burlas, hostigamiento, posesividad excesiva,
prohibiciones, sarcasmos, amenazas, culpabilizar. Y conductas no verbales como
rehusarse a hablar a cerca de un problema, cerrar de golpes una puerta, quebrar
alguna cosa, destruir objetos o animales significativos para el otro, pasar períodos
en silencio absolutos.

Dentro de la violencia psicológica es posible encontrar algunos indicadores:


"Posesividad o Celotipia: forma de agresión psicológica, se trata de controlar y
restringir los contactos de la pareja con otras personas; se le presiona para que
deje sus actividades y se le restringe el contacto con amigos y parientes, buscando
aislarla. Algunas de sus manifestaciones son: impedir que junten con amigo o
amigas, seleccionar sus amistades, escenas de celos, controlar sus horarios y/o
actividades.

"Degradación: Se refiere a la destitución de la dignidad del otro, a través de


descalificaciones, humillaciones y maltrato verbal. Se expresa a través de: Criticas,
hablar mal de la familia del otro, insultos o maldiciones, burlas o sarcasmos,
descalificaciones frente a otras personas, decirle que no es una buena pareja,
menospreciar sus logros, gritarle, burlarse por cualidades intelectuales o físicas.

"Desinterés y despreocupación: se ignoran las necesidades personales del otro; se


muestra indiferencia a través de: rehusarse a salir con el otro, dar poca importancia
a sus problemas, mostrarse poco cariñoso.

"Intimidación: Se trata de asustar, causar miedo a la pareja, a través de castigos


no físicos, presiones y amenazas. Se puede manifestar por: dejar de hablarle por
un período prolongado, tener explosiones de mal genio, amenazar con terminar la
relación, amenazar con la posibilidad de tener relaciones con otra persona, hacer

14
amenazas de suicidio u homicidio, amenazar a la pareja con golpearla o lanzarle
alguna cosa.

"Desestabilización psicológica: se refiere a desconcertar a la pareja, confundirla,


desorientarla. Se expresa a través de: rehusarse a hablar acerca de un problema,
irse bruscamente para no enfrentar un conflicto o para terminar uno, cambiar
bruscamente la actitud hacia el otro sin explicación, hacerle bromas crueles.

1.3.2 Violencia Sexual


Al intentar definir el concepto de violencia encontramos entre sus acepciones
aquella en donde se le define como una fuerza que se ejerce contra el derecho o la
ley, obligando o forzando a alguien para vencer su resistencia En este sentido, la
idea de violencia se aplica perfectamente al hostigamiento sexual, ya que es una
imposición de requerimientos sexuales, usándose la coerción como un medio de
romper la resistencia.

“A este respecto, se señala que las agresiones sexuales no son sexualidad, la


violación es un crimen de violencia, el hostigamiento sexual es un abuso de poder
basado en el género como jerarquía. Lo que nos ayuda a clarificar este hecho es
precisamente ese poder de un género sobre otro, que da atribuciones a unos sobre
la sexualidad de los otros; la falta de reciprocidad ante el acto recibido y por tanto
la inconformidad con él”.

El hostigamiento sexual es una forma de violencia que tiene que ser reconocida y
combatida, no ha sido posible alcanzar una definición precisa y clara del mismo, lo
que ha dificultado su análisis. Sin embargo, podemos tomar la definición que
proponen Rojas (1999) basada en tres componentes, a saber:

Acciones sexuales no recíprocas: Aquellas conductas verbales y físicas que


contienen aspectos relacionados con la sexualidad, las cuales son recibidas por
alguien sin ser bienvenidas. Además, todas estas acciones son repetitivas, vistas

15
como premeditadas, y aunque persiguen un intercambio sexual, no
necesariamente lo alcanzan.

Coerción sexual: Esta se refiere a la intención de causar alguna forma de


perjuicio o proporcionar algún beneficio a alguien si rechaza o acepta las acciones
sexuales propuestas, lo que manifiesta una clara relación asimétrica,
identificándose con mayor precisión en espacios laborales y educativos.

Sentimientos de desagrado: Esto es, los sentimientos de malestar que esta


experiencia produce, las sensaciones de humillación, insatisfacción personal,
molestia o depresión, que son consecuencia de las acciones sexuales no
recíprocas. Tales conductas ofenden a quien las recibe e interfieren con sus
actividades cotidianas.

1.4 Causas de la violencia familiar


La violencia familiar puede ser causada por varios factores.
Según Herrera (2000) existen 4 tipos de causas:
Fisio-biológicas, psicológicas, psicosociales y las socioculturales.
1.4.1 Fisio-biológicas: Se encuentra el hambre y el sexo, el hambre pasa de ser
un simple reflejo a convertirse en un fenómeno social y su satisfacción es uno de
los problemas más aquejantes del país, en las familias de estrato 1,2 y 3 el hambre
se ha vuelto otro miembro más de estas, es así que la mujer al ver la incapacidad
del hombre por alimentar a la familia comienza a hacer reclamos constantes, esto
comienza a dañar la armonía de la familia desencadenando esto en peleas
verbales y maltratos físicos entre los padres y de los padres hacia sus hijos, esto
puede llevar a la fragmentación de la familia llevando a la prostitución, alcoholismo
y drogadicción.
El otro factor biológico es el sexo, aquí la violencia en el hogar puede ser
desencadenada por la negación por parte de la mujer a tener relaciones sexuales
con su marido, el sexo puede ser utilizado como una forma para lograr ciertos fines
o como una forma de venganza de la mujer por alguna conducta ofensiva del

16
hombre, la restricción sexual por parte de la mujer hacia el hombre puede generar
que este trate de someterla a la fuerza o que el hombre suspenda sus deberes
como padre.

Psicológicas: Dentro de estas se encuentran los celos, este es un


comportamiento posesivo que manifiesta un ser humano por el otro, los celos
pueden ser del hombre hacia la mujer y viceversa, o de los padres hacia los hijos,
lo más común es que los celos sean manifestados por el hombre como
consecuencia del machismo que presenta la sociedad, el hombre impone su
autoridad coartando algunos derechos y libertades de la mujer rompiendo esto la
igualdad familiar.
Otro factor que se encuentra dentro de estas causas es la drogadicción, está
representada más que todo por el consumo de alcohol por parte del padre, cuando
este consume se presentan una serie de transformaciones en la personalidad y de
comportamiento violentos, estos van a afectar directamente a su pareja y a sus
hijos, el conflicto también puede ser generado cuando uno de los hijos cae en las
drogas, y el padre por lo común responsabiliza a la madre por el comportamiento
de su hijo; son muy pocos los casos en que la madre es la alcohólica, esto se
presenta más en las madres cabeza de familia.
Por último, se encuentra la inmadurez psicológica o emocional la cual se evidencia
cuando las personas contraen matrimonio a muy corta edad, evitando que la
persona se desarrolle física y psicológicamente, generando así una baja capacidad
de auto control, un bajo nivel de tolerancia y la evasión de las responsabilidades
las cuales son desencadenantes de los conflictos de la familia.

Psicosociales: Dentro de estas se encuentra la deficiencia de comunicación


interpersonal y la falta de tolerancia en la familia, el primero de ellos plantea como,
dentro de las familias no se presentan buenos canales de comunicación entre los
padres, y de estos a los hijos lo cual genera que no se tengan buenas estrategias
de solución de problemas debido a que la comunicación se basa más en los
canales emocional y conductual, y muy pocas veces emplean el canal cognitivo.

17
Otro factor que afecta es que en la mayoría de familias las personas no saben
decir las cosas, no saben hacer peticiones, ni hacer solicitudes, por lo cual
manejan un lenguaje agresivo y acusatorio esto da pie a que generen peleas y se
pase de la violencia verbal a la violencia física. En cuanto a la falta de tolerancia
las personas no entienden que cuando se convive con otra persona se debe
comprender y tolerar su comportamiento en las diferentes circunstancias en que se
encuentre ya sean conflictivas o no.

Nivel Sociocultural: Abarca en una primera instancia las diferencias sociales y


culturales, sociales es cuando se unen dos personas de diferente clase social y por
ejemplo cuando la mujer de la relación es de menor clase social esto puede
generar conductas de sumisión y de baja autoestima y sufrir de un sistema
patriarcal, y cuando el hombre pertenece a una clase más baja esto le genera
sentimientos de inferioridad, estas dos condiciones no dejan que se desarrolle
armónicamente el ambiente familiar.
Por el lado de la cultura los problemas se presentan cuando no se aceptan las
costumbres de la otra persona, la imposición de las costumbres es una clara forma
de violencia. Otro fenómeno que se presenta en este tipo de causas es el
autoritarismo genérico, esto es cuando alguno de los géneros impone su voluntad
sobre el otro, donde se demuestra la desigualdad de géneros.
Según Álvarez (1984): “Comúnmente se piensa que las causas de la violencia
intrafamiliar descansan en el alcoholismo, la drogadicción o en trastornos mentales
del agresor. Lo cierto es que el alcohol y la droga son desinhibidores (sustancias
que eliminan el comportamiento social adecuado en el individuo, como el respeto a
la ley, la moral), pero no son la propia causa de la violencia familiar.
La verdadera causa de la violencia intrafamiliar se encuentra en la construcción de
género que se hace socialmente. Desde muy temprano, se configura al hombre
como privilegiado, como poderoso. A la mujer se le configura socialmente como
delicada, débil, que necesita protección. Esta forma diferente de educar a los hijos
e hijas, a la larga configura la personalidad tanto el hombre como de la mujer,
formando dos polos opuestos, diferentes, pero cuya diferencia se encuentra en una

18
construcción social y no en aspectos biológicos o naturales. De ahí nace la falsa
creencia de parte del hombre de su superioridad respecto de la mujer, y, de la
obediencia de ésta hacia él.

Al no existir esa obediencia, entonces se desencadena la violencia”

1.5 Causas de la violencia según el género


Ésta se origina en las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres
establecidas y aceptadas, las cuales responden a un orden socialmente construido
que determina una jerarquía y poder distintos para ambos sexos. Este orden
subordina a la mujer con respecto a los hombres, quienes a su vez ejercen poder
sobre ellas de distintas maneras, utilizando la violencia como manifestación de ese
poder. Guerrero, Elizabeth (2002).

Esta violencia no es sólo una manifestación de la desigualdad de género, sino que


a menudo sirve como instrumento para hacer cumplir y perpetuar tal desigualdad
en la práctica. Bott, Sarah (2005)

En el programa “La conversa con Javier Echevarría” (Radio CPN); Miriam Salazar
presidenta de la Comisión Intersectorial del Sector Salud para la violencia contra la
mujer, afirmó: “La violencia familiar comúnmente es ejercida por el varón, que tiene
el poder económico, y la ignorancia de los derechos de la mujer”
Mencionó, que la violencia con los hijos surge muchas veces cuando los padres
quieren realizarse a través de sus hijos y los obligan a ser cosas que ellos no
desean, y ante el rechazo surge la violencia física y psicológica.
A su turno, la psicóloga Janet Oliveros, afirmó que la violencia familiar puede
generarse por factores económicos, conflictos de pareja y generacionales en
relación a la crianza de los hijos. Asimismo señaló que es muy común que estos
problemas sean patrones repetitivos, pues muchos adultos que vivieron problemas
de violencia familiar de niños, lo repiten en sus hogares. La psicóloga aseguró que

19
en la medida que la mujer, tenga individualidad económica y de decisión, logrará
alcanzar su independencia.
Ante esta problemática, el Ministerio de Salud ha iniciado trabajos para promover
una cultura de paz y buen trato y mejorar la salud mental de las personas,
mediante la enseñanza de habilidades de comunicación y asertividad en escuelas
de diversos sectores de la población.
También, a nivel comunitario realizan programas de familias y viviendas saludables
y capacitan a las mujeres en temas labores para que generen sus propios recursos
económicos, puntualizó Oliveros.

Otras de las causas que originan la violencia familiar son:


 Falta de conciencia en los habitantes de una sociedad: creen que esta es la
mejor forma de realizar las cosas: huelgas, tiroteos, golpes, etc.
 Fuerte ignorancia que hay de no conocer mejor vía para resolver las cosas: no
saben que la mejor forma de resolver un fenómeno social, es conversando y
analizando qué causa eso y luego tratar de solucionarlo.
 El no poder controlar los impulsos: muchas veces somos impulsivos, generando
así violencia, no sabemos cómo resolver las cosas.
 La falta de comprensión existente entre las parejas, la incompatibilidad de
caracteres: la violencia intrafamiliar es la causa mayor que existe de violencia,
un niño que se críe dentro de un ambiente conflictivo y poco armonioso ha de
ser, seguro, una persona problemática y con pocos principios personales.
 Falta de comprensión hacia los niños: saber que los niños son criaturas que no
saben lo que hacen, son inocentes. Muchas madres maltratan a sus hijos, y
generan así violencia.
La violencia se origina en la falta de consideración hacia la sociedad en que
vivimos, si creamos mayor conciencia en nosotros mismos, si analizamos que la
violencia no es la mejor forma de alcanzar las metas, de seguro nuestra sociedad
crecerá y se desarrollaría.

20
CAPITULO II FACTORES QUE INCIDEN EN LA VIOLENCIA FAMILIAR

2.1 Factores de tipo económico


El desempleo y las dificultades económicas en el hogar, son factores que tienen
incidencia en los brotes de violencia intrafamiliar, según sociólogos y psicólogos
consultados.
Campañas que han emprendido organizaciones no gubernamentales y hasta el
Gobierno no han frenado totalmente los índices.
En lo que va del año, 68 muertes han estado asociadas a violencia intrafamiliar,
según cifras del Ministerio del Interior, que a fines del mes pasado presentó una
campaña para las personas conozcan qué hacer ante la violencia.
Guido Ávila, presidente (e) de la Federación de Sociólogos, considera que el
desempleo influye para que en los hogares se creen nuevos roles, con mujeres y
niños que deben salir a ganar el sustento. Y eso incide en las normas de convivencia
y la toma de decisiones dentro de los hogares.
“Hay que generar empleo y nuevas condiciones que conlleven a la unidad familiar”,
dice Ávila, quien cree que hay valores dentro del círculo familiar que están cayendo
en crisis.
Linda Coronel, psicóloga clínica y especialista en conflictos de pareja, estima que
cuando se produce una situación económica difícil y el jefe del hogar debe trabajar
más horas, se crea una ausencia que puede ser contraproducente cuando el hombre
es inseguro y tiene baja autoestima.
“Hay hombres que llegan mal humorados al hogar, con celos, con dudas. Se crea
esa inseguridad en la pareja, aunque no haya motivos...”, sostiene Coronel.
Para esta psicóloga, la violencia intrafamiliar no solo se llega a erradicar con las
denuncias que se receptan, sino cerrando el círculo para dar protección a quienes
presentan esas denuncias. “Muchas mujeres no denuncian porque temen que
después de unos días el hombre agresor vuelve a estar libre”, indica Coronel.
A nivel nacional se conoce que existen 30.000 denuncias por ese tipo de violencia.
Napoleón Velasteguí, sociólogo y catedrático universitario, considera que para
erradicar ese pasado, donde era frecuente escuchar casos de mujeres golpeadas, es

21
necesario impulsar iniciativas desde la sociedad civil donde se expongan y se haga
énfasis en los derechos. Esa, dice, no solo es obligación del Estado.

2.2 Factores de tipo social


La violencia familiar cuyos factores sociales es un mal que está afectando a la
sociedad en todo el mundo, ya que destruye la familia de forma física, psicológica,
moral, e intelectual a quienes sufren estas agresiones siendo su principal efecto el
bajo rendimiento escolar de los hijos que estudian y que deben soportar este mal
accionar del o la agresora (a). Ante esto es necesario recalcar la importancia que
tiene la familia en la sociedad, ya que de ella depende el crecimiento ordenado y
saludable de quienes integran el grupo familiar de una sociedad. Sobre la violencia
intrafamiliar podemos decir que es una de las formas con las que ha venido
acompañada la humanidad porque ha existido siempre por parte del hombre el
equivocado criterio de superioridad frente al género femenino, genero, que debía
estar sometida al hombre, quien imponía su autoridad contra su mujer de forma
violenta incluso atentando contra la integridad de sus hijos y la de toda su familia.
Sobre las víctimas de la agresión familiar se considera que está conformado por la
esposa, el esposo, la pareja, los hijos que son quienes directamente sufren y o
soportan los castigos, golpes y malos tratos provocándose en ellos desorden físico,
psicológico, emocional dentro del seno familiar especialmente en el agredido(a),
quien en muchas ocasiones se convierte en victima voluntaria de la violencia debido
a que tiene dependencia económica, emocional y afectiva ante el agresor por lo que
al considera que es ella la que ha provocado la ira del agresor justificando el mal
accionar de este, lo que causa que esto se convierta en un círculo vicioso que se
refleja en los hijos que serán los futuros agresores(as) o agredidos(as). Entre las
formas de agresión intrafamiliar se ha podido identificar que existen muchas, las que
van desde la agresión física ejecutada utilizando elementos contundentes u o
cortantes, la flagelación con látigos o correas, quemaduras con cigarrillos u otros
elementos, golpes de puño, agresión psicológica y verbal con insultos, gritos etc.,
que provocan en el agredido temor hacia el agresor, a esto se suma la violencia
sexual, hechos con los que el agresor viola la integridad de la agredida, su dignidad,

22
y autoestima provocando con estos actos, efectos colaterales que se reflejan en los
hijos. En definitiva la violencia intrafamiliar es un mal que está presente a nivel de
todo estrato social. Este tipo de acciones de violencia, maltrato, familiar o de genero
se ha transformado en un problema que exige atención urgente, por cuanto a pesar
que en la actual Constitución de la República se refuerza el derecho a la mujer y la
familia y se han creado centros de protección y asistencia a los agraviados, la
incidencia de estos actos no se reducen sino que se mantiene, provocando daños
irreparables en las victimas, provocado lesiones graves o muerte a manos del
agresor que atenta contra la integridad de su esposa, sus hijos, la familia y la
sociedad. En la actualidad se han presentado casos de extrema violencia en el
entorno familiar, donde el agresor pasa a cometer asesinatos, de la esposa y sus
hijos. Es así que la realización de este trabajo de tesis se basa en la importancia que
tiene la familia en su conjunto, lo que es elemental para tener una sociedad sana con
niños que se desarrollen en un entorno familiar estable.

2.3 Factores de tipo personal


La violencia familiar en lo personal es un problema muy grave que se está dando hoy
en día ya que causa daños irreparables tanto en la victima como en el agresor ya
que la persona que ejerce la violencia es porque él también fue víctima.
Habitualmente este tipo de violencia no se produce de forma aislada, sino que sigue
un patrón constante en el tiempo. Los principales sujetos pasivos son las mujeres,
niños y personas dependientes.
Lo que todas las formas de violencia familiar tienen en común es que constituyen un
abuso de poder y de confianza. Dada la complejidad y variedad del fenómeno, es
muy difícil conocer sus dimensiones globales. La violencia psicológica, conocida
también como violencia emocional, es una forma de maltrato, por lo que se
encuentra en una de las categorías dentro de la violencia doméstica.
La intención que trae consigo la violencia psicológica es humillar, hacer sentir mal e
insegura a una persona, deteriorando su propio valor. Difiere del maltrato físico ya
que éste es sutil y es mucho más difícil de percibirlo o detectarlo. Se manifiesta a
través de palabras hirientes, descalificaciones, humillaciones, gritos e insultos.

23
Éste trastorno puede tener bases en la infancia de las personas cuando se llevan a
cabo la falta de atención por parte de los padres o familiares, y la violencia
intrafamiliar. Los principales afectados son los niños ya que estar en un ambiente de
violencia puede traer graves consecuencias como, por ejemplo: Entre las
consecuencias más graves que trae para un niño vivir en un entorno familiar violento
están: problemas de agresividad, dificultades de interacción social, tendencia a
interpretar de modo hostil la conducta de los otros, baja autoestima, problemas de
egocentrismo cognitivo y social.
Debemos unir nuestras fuerzas y acabar con este problema para poder vivir mejor.

2.4 Factores de tipo psicológico


La violencia psicológica es uno de los mecanismos de maltrato menos conocidos,
pero según los expertos es la antesala de los golpes y otro tipo de agresiones
físicas. Detectarla a tiempo es crucial.
Las parejas pelean, se recriminan, y en ocasiones discuten acaloradamente en
medio de insultos. Pero por lo general se trata de casos esporádicos que terminan
en perdón y compromisos para mejorar. La violencia psicológica es distinta. “No se
trata de un desliz puntual, sino de una forma de relacionarse”, dice la psiquiatra
francesa Marie France Hirigoyen, experta en victimología y autora del libro Mujeres
maltratadas.
Este tipo de violencia es cotidiana, persistente, sutil y usa como arma las palabras,
las miradas y los gestos. La mayoría de las veces pasa casi imperceptible, pero cada
insulto y cada humillación dejan huella emocional porque están destinados a negar la
manera de ser del otro, a denigrarlo, a someterlo y a minar su autoestima. En
Colombia no se conocen las cifras exactas de esa forma de violencia, pero si se
tiene en cuenta que está ligada a la violencia física se trataría de un problema de
salud pública. Según el informe Forensis 2016 del Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, la violencia entre parejas aumentó 7 por ciento, y el 86
por ciento de las víctimas fueron mujeres entre los 15 y 29 años. El caso de una de
ellas, la magistrada del Consejo de Estado Stella Conto, puso a medio país a hablar
del tema. Según Rosario Romero, experta de la Secretaría de las Mujeres de la

24
Alcaldía de Medellín, la gente tiende a separar el maltrato físico, el maltrato
psicológico y el feminicidio, pero “todos están entrelazados: lo físico empieza con lo
psicológico porque nunca te dan una patada y se quedan callados”.

A mediados del siglo XX, el sociólogo Albert Biderman estudió los métodos de tortura
utilizados en China contra los prisioneros de guerra. Diane Russell, experta en
violencia de género, encontró más tarde que estas prácticas eran muy parecidas a
las usadas en la violencia psicológica intrafamiliar y por eso hoy la escala de
Biderman sirve para medir este tipo de maltrato. “No es que las mujeres víctimas
sean unas bobas que se dejan, sino que el agresor usa tácticas muy poderosas que
terminan por anularlas. Es un abuso que tiene un patrón sostenido y organizado con
el fin de someter al otro”, explica la psiquiatra Isabel Cuadros, directora de la
fundación Afecto.

Entre los mecanismos más usados están denigrar al otro, demostrarle que no vale
nada y así destruir su autoestima; humillar o criticar su físico (“eres fea”, “eres
gorda”) o acosar con celos exagerados. También se consideran violencia psicológica
las amenazas de llevarse a los niños o de quitarle el dinero, por ejemplo. De hecho,
la presión económica es “una trampa o chantaje suplementario”, dice Hirigoyen, que
impide a la mujer salir de la relación. La intimidación es otra herramienta y consiste
en dar portazos o golpear objetos. “Cuando rompe el televisor, el mensaje es que el
próximo puede ser ella”, dice Cuadros. Está, además, la indiferencia ante las
demandas afectivas. También se asocia a la violencia sexual. “No es una violación
como la gente se la imagina. Es soportar una relación sexual supuestamente
amorosa cuando se ha vivido el maltrato psicológico durante el día”, acota Romero.
Aunque este tipo de maltrato no deja heridas visibles, el daño emocional se puede
observar en una valoración psiquiátrica. Los síntomas son estrés postraumático, falta
de sueño y concentración y, en general, un deterioro de la salud mental. Puede
incluso tener secuelas físicas porque “las defensas se bajan y hay más propensión a
gripas, dolores de cabeza, indigestiones y hasta cáncer”, dice Romero.

25
Visibilizar este tema es importante y más en un país donde, según Cuadros, todos
están traumatizados por tantos años de guerra. Con ella coincide Romero, quien
asegura que en Colombia hay violencia psicológica colectiva porque se tolera la
burla y la humillación contra las mujeres. Conocer estas modalidades de violencia es
crucial, pues si se logra detener la psicológica será posible acabar con la física y el
feminicidio.

2.5 Consecuencias de la violencia familiar


Las consecuencias de la violencia contra familiares, hijos o pareja están, a
priori, estrechamente vinculadas con la convivencia en el hogar.
Del lat. Derivado de vis. “fuerza”, “poder”. Se conoce por violencia la coacción física
o psíquica ejercida sobre una persona para viciar su voluntad y obligarla a ejecutar
un acto determinado. (Psicogénero).
La violencia casi siempre se ejerce para someter intencionadamente a otra persona.
Quien arremete pretende imponer su punto de vista al otro.
De este modo, la víctima de la violencia, a su vez, es anulada en gran medida dentro
de su personalidad.
La violencia no solo incluye el insulto. Comprende otras formas de rebajar al otro a
través de: control, vigilancia, cambios de humor, desaprobación constante,
humillación intensa y continuada, amenazas, chantaje emocional, etc.
Uno de los casos de violencia llevado a cabo dentro de la familia o el hogar es la
violencia contra la mujer, conocida actualmente como violencia de género.
Éste tipo de violencia es una forma de discriminación hacia la mujer, como su propio
nombre indica, debido a su sexo o género.
Otro de los casos de violencia, es la ejercida contra los niños de la casa, la cual
puede desencadenar graves problemas en el correcto desarrollo posterior de los
más pequeños.
La violencia familiar engloba a cualquier acto o acción que pueda suponer un riesgo
para la salud, física o psíquica, de algún miembro de la familia. Por lo general, el
término suele utilizarse para evitar el riesgo sobre los más pequeños ya que éstos
son los más vulnerables.

26
Es importante entender que la violencia familiar es un hecho social ya que los niños,
hombres y mujeres que son maltratados pueden desplazar esa violencia hacia otros
espacios de su alrededor en un futuro.
Es por ello que este tipo de violencia no entiende de raza, sexo o clase social ya que
su amenaza puede afectar a cualquier ámbito de la sociedad. Para evitar que su
riesgo se extienda a otros ámbitos, primordialmente a través de los hijos, es
necesario entender las consecuencias que puede acarrear ésta.
Consecuencias de la violencia contra niños y mujeres
1- Normalización de la violencia
Una de las primeras causas de la violencia en los niños es que son testigos
inmediatos de la misma.
Es decir, atender constantemente a episodios de violencia continuada en casa
supone que puedan llegar a entender la violencia como una actitud normal en sus
vidas. Creyendo, por tanto, que ésta es una pauta de relación lógica.
No obstante, los hijos no siempre van a ser conscientes de este tipo de violencia.
Esto es observable cuando unos padres tienen una relación fría entre ellos y sin
amor. La falta de afecto puede generar un vacío inconsciente que cause estragos la
relación que tengan los menores con sus parejas o amigos.

2- Estrés y dolor de estómago


Tanto los niños y mujeres que sufren algún tipo de violencia en el hogar pueden
desencadenar episodios de estrés, ansiedad o incluso depresión.
Curiosamente, vivir dentro de ambientes familiares con riesgo de amenaza hace que
los niños también somaticen esta violencia en dolores de cabeza, dolor de estómago
o malestar en general sin ningún tipo de explicación aparente.

3- Miedo a la soledad
Como consecuencia a los episodios de violencia vividos, los niños también
generaran sensaciones o emociones relacionadas con el miedo a estar solos o
incluso con el miedo a morir.

27
La ira, o la tensión también son consecuencias de la violencia vivida de forma
continua. Vivir constantemente en un estado de alerta supone una alteración en
el sistema nerviosoy, a la larga, problemas relacionados con la salud del corazón.

4- Interiorización del machismo en las mujeres


Una de las graves consecuencias en la agresión hacia la mujer es que ésta asuma
los roles sexistas que su agresor intenta inculcarle.
Peligrosamente, ser objeto de interiorización del sexismo y el machismo supone
adoptar una actitud pasiva ante la violencia.
Así, como primer daño colateral, los hijos serán los primeros que reciban estos
valores, los cuales podrán contrarrestarse a través de una educación, en otros
ámbitos de la sociedad, basada en el respeto y la igualdad.

5- Falta de confianza
Uno de los primeros elementos que se intenta subsanar en caso de mujeres que han
sido víctimas de violencia de género o niños, es la autoestima.
La autoestima, entendida como la valoración positiva que tiene el sujeto sobre sí
mismo es primordial para poder salir de un caso de agresión constante ya que
permite adoptar la confianza suficiente para poder huir del agresor.
En este sentido, lo primero es darse cuenta de que se es víctima de un caso de
violencia, y a partir de ahí, buscar ayuda.
Así, la primera premisa es trabajar con la voluntad de las mujeres, libres de cualquier
tipo de condicionamiento.
El apoyo psicológico no solo estará centrad en reforzar la confianza y la seguridad
de la persona sino también en educar en valores de igualdad, obtención de la
autonomía y modificación de las relaciones materno filiales distorsionadas por la
situación de violencia.

28
6- Aislamiento
Como consecuencia de esta violencia, la mujer maltratada poco a poco se irá
desplazando de sus círculos de amistades, bien por un sentimiento de culpabilidad,
que mencionaremos después, o bien por miedo o temor a recibir nuevas agresiones.
En el caso de los niños, éstos pueden mostrar cierta distancia en su relación con los
compañeros de clase, lo que le impide pedir ayuda y causarle un estado de
ensimismamiento.

7- Falsa culpa
En algún momento de la violencia, la mujer puede sentirse culpable de haber
producido en su compañero/a sentimental la situación de violencia que vive en su
casa, y en sí la conducta del agresor.
Así, la víctima podrá llegar a pensar, tras un proceso de interiorización de roles
machistas y sexistas, que ella merece los improperios de su pareja por haberlo
dejado solo o haberse alejado para, por ejemplo, disfrutar un rato.

8- Violencia llama a violencia


Los niños que son partícipes de la violencia en su niñez muestran pautas
de comportamientos agresivos en espacios como el patio del colegio o dentro de las
aulas en general.
Así los niños que han observado cómo en su casa se reproducían patrones de
comportamientos violentos, o en concreto cómo sus padres agredían a sus madres,
podrán ejercer de agresores con sus parejas.

9- La violencia traspasa las fronteras del hogar


Una vez que se ha realizado forma más avanzadas de maltrato sobre los hijos y la
pareja, el agresor intenta controlar las relaciones externas de éstos. Entre las que se
incluyen las llamadas de teléfono por ejemplo con compañeros del trabajo o de la
escuela.
Un caso paradigmático es el sabotaje de los encuentros familiares donde se humilla
o se burla de la persona agredida.

29
Entre otros ejemplos se puede detectar esta violencia en el propio agresor al
observar la irresponsabilidad que tiene éste para hacerse cargo de sus hijos.

10- Mantenimiento del patriarcado


Esta violencia sobre la mujer no solo tiene riesgos a nivel local, sino también a nivel
global.
No asumir patrones de igualdad en el imaginario social, alimentado por los clichés y
estereotipos que alimentan los medios de comunicación, supone dejar que el
patriarcado o “gobierno de los padres”, mantenga su dominio y extorsión sobre la
libertad de los hombres, mujeres y niños del futuro.

30
CAPITULO III: ALTERNATIVAS DE SOLUCION

3.1 La violencia familiar un problema real


El problema de la violencia en los últimos años ha tomado mayor relevancia tanto a
nivel social como político. En el Perú la población se ha manifestado mediante
marchas como “Ni una menos” o la última “Marcha contra la violencia hacia la mujer”
realizada a fines de noviembre pasado. Por su parte, el Estado promulgó el año
pasado la Ley Nº 30364: “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
las mujeres y los integrantes del grupo familiar”. Estas iniciativas nos muestran que
toda la población está tomando mayor conciencia de la gravedad del asunto y las
consecuencias que trae consigo la violencia para la sociedad en general.
Mucho tiempo se ha delegado tanto a la familia como a los centros educativos la
función de educar a las nuevas generaciones en valores (Torío, 2004), una manera
de asegurar que la sociedad presente menos violencia, pero al parecer no se han
obtenido los resultados esperados.
Es alarmante que a pesar de que la familia es el primer lugar de contacto social y
debería cumplir las funciones de protección psicosocial de sus miembros y de
acomodación y transmisión de la cultura (Minuchin, 1974), se convierta en un centro
de violencia. Es difícil decirlo pero hay ocasiones en las que ocurre que los
miembros de la familia sufren violencia psicológica, física o sexual, además de
transmitir ideas y valores inadecuados a las nuevas generaciones. Como muchos
estudios demuestran las victimas más frecuentes terminan siendo las personas más
débiles, en la mayoría de casos los hijos y la esposa (Patró, & Limaña, 2005).
No es extraño encontrar, cuando intentamos analizar la violencia y buscar las causas
principales, encontrar la relación existente entre el ser víctima de violencia en la
niñez y el convertirse en perpetrador de violencia en la adultez o en víctima
nuevamente (Caballero et al., 2009). Es así que nos encontramos frente a un círculo
de violencia que se repite generacionalmente.
En este caso, analizaremos principalmente la violencia de pareja, ya que en el
proceso de formación natural de la familia se inicia siempre con la conformación de
ésta.

31
Moreno (1999) estudió la violencia en la pareja y encontró variables que tenían una
relación directa. Dentro de estas se encontraba el nivel socioeconómico (a menos
recursos, más violencia), el sexo (la mujer tendía a maximizar la violencia y los
varones a minimizarla, aunque el nivel de violencia fuera similar), la edad (más
violencia en los jóvenes), el estado civil (más violencia entre los no casados), la
experiencia de malos tratos en la infancia, el consumo excesivo de alcohol, los que
tenían actitudes de justificación de la violencia y los que tenían menos habilidades
para enfrentarse a los conflictos.
Cuando se habla de violencia en la pareja, generalmente se la relaciona con la
violencia contra la mujer. Pero ampliando la mirada, podremos tener un mejor
conocimiento de todo lo que implica. Johnson (1995, 2011, citado en Delgado, 2016)
propone tres tipos de violencia, la primera es la violencia contra la mujer, la segunda
las respuestas violentas como resultado del primer tipo de violencia, y el tercer tipo,
que es el menos estudiado, la violencia situacional que es cuando el conflicto de la
pareja sale de control y puede ir escalando hasta generar respuestas graves.
Es muy común que se presenten conflictos en la pareja y ambos participen de una
pelea, pero es importante considerar que este es el origen de muchas agresiones, ya
que dependerá mucho la reacción de cada uno. Muchos conflictos pueden terminar
en violencia (Delgado, 2016), y como Moreno (1999) planteaba, hay características
que podrían facilitar que se presente.
Por ejemplo la juventud hace que respondamos con mayor energía y seamos menos
prudentes en nuestras reacciones, el nivel de compromiso también influye cuando
deseamos dar una solución a un problema en la pareja, y como el autor propone hay
más violencia cuando no hay matrimonio.
Después de analizar todo lo descrito, vemos la importancia de una preparación para
el matrimonio y un conocimiento real de uno mismo y del otro. Las crisis en la familia
se presentarán inevitablemente, por lo cual se hace necesario un entendimiento en
la pareja y una formación inicial de bases sólidas para evitar en el futuro que los
conflictos puedan escalar hasta la violencia. La violencia es uno de los fenómenos
más extendidos en la época contemporánea y su impacto se advierte no solo en
situaciones de abierto conflicto, sino incluso en la resolución de problemas, a veces

32
muy simples, de la vida cotidiana. En esa medida, se puede afirmar con certeza que
muchas personas, en alguna etapa, han sido sus víctimas, aunque en la gran
mayoría de los casos no se reconoce. No obstante, esta presenta características y
causas diferentes, y generalmente se manifiesta en 3 formas: psicológica, física y
sexual. La violencia intrafamiliar puede dirigirse en contra de cualquiera que tenga
menos poder que el abusador, lo que incluye niños, adolescentes, hombres, madres
y ancianos.
Este problema no es un fenómeno moderno como muchos piensan, pues durante
siglos, generaciones de padres y madres, educadores y educadoras, maltrataban a
los niños porque quizás pensaban que hacían bien. Tales concepciones ético-
morales, de modelo tradicional, mantenidas hasta la actualidad, sustentan una
educación vertical y represora, de discriminación, obediencia y "respeto", que
solamente desarrolla la dependencia.
Hoy se constata, mediante investigaciones, que la violencia existe en todas sus
manifestaciones posibles, aunque en muchos lugares carecen del dramatismo que
dibujan otras realidades sociales; sin embargo, los estudios realizados sobre la
violencia familiar no llegan a conocer las dimensiones del problema. En Santiago de
Cuba se demostró que en niños con edades de 8-10 años, pertenecientes a un área
de salud, 56,3 % de ellos eran víctimas de violencia intrafamiliar.
La familia es una de las instituciones en la que identificar el fenómeno resulta más
complejo porque los integrantes lo niegan ante el temor de ser cuestionados o
lacerar la imagen familiar. En dichos eventos, las mujeres, los niños y las niñas
suelen ser los más afectados.
Cada año, aproximadamente 5,3 millones de féminas son victimadas por una pareja
íntima. En la Encuesta Nacional sobre la Violencia contra la Mujer alrededor de 31 %
de las encuestadas respondió que había sido asaltada físicamente por su cónyuge
actual o anterior, o una pareja íntima o circunstancial, en algún momento de su vida.
Más de 40 % de las féminas afectadas por estos actos, denunciaron que sufren
lesiones. El aumento de la frecuencia de episodios de transgresión contra un
cónyuge se encuentra asociado al temor de un incremento del riesgo de maltrato a
los hijos.

33
Existe una vinculación estrecha entre el acecho y otras formas de violencia, por ello,
de las mujeres acechadas por una presente o anterior pareja, 81 % también fueron
agredidas físicamente por esa persona y 31 % sufrieron un ataque sexual. Las
consecuencias psicológicas que experimentan las víctimas de abuso ejercido por
una pareja íntima incluyen depresión, pensamientos suicidas, intento de suicidio,
baja autoestima, abuso de alcohol y otras drogas, así como desorden de estrés
postraumático.
Es necesario y de gran importancia tratar la violencia doméstica o intrafamiliar, pues
en un hogar donde existan estas dificultades, sus miembros probablemente
desarrollen esta forma de comunicación o, por el contrario, se aíslen en detrimento
de la autoestima y maduración de la personalidad de víctimas.
Las generaciones futuras tienen el derecho a crecer en un mundo de paz, lo que se
traducirá, a largo plazo, en salud y bienestar para todos. Se trata de una realidad
social históricamente transformable y controlable, que requiere de esfuerzos a todos
los niveles y en varios campos. Por ello, los autores de este trabajo se propusieron
profundizar en el estudio de la violencia, en particular, la intrafamiliar, para así
contribuir al mejoramiento de la calidad de vida en la población cubana.
En Ecuador, el 95% de violencia contra la mujer ocurre en casa. Un estudio realizado
por la Policía Judicial (PJ), entre 2002 y 2008, reveló que el 58% de agresiones
contra mujeres se da por el cónyuge; un 23% por el conviviente y un 4% por algún
familiar.
La violencia intrafamiliar, VIF, alcanza una dimensión alarmante: su promedio anual
es de 12.712 denuncias, 1.060 denuncias mensuales y alrededor de 35 denuncias
diarias. Las mujeres son quienes presentan mayoritariamente las denuncias por VIF,
con un 97%, es decir 7.451 casos. En el caso del Distrito Metropolitano de Quito se
estima que, al menos, 7 de cada 10 mujeres han afrontado situaciones de VIF.
La violencia doméstica (84%) está a la cabeza de las agresiones que se ejercen
contra las mujeres. Pero la violencia no sólo es física, sino también sicológica y
sexual. La violación sexual es, hasta hoy, el acto más terrible que sufre una mujer y
registra el 83% de los delitos sexuales, que son generalmente perpetrados por

34
familiares o conocidos de la víctima, lo que pone en evidencia que las mujeres
corren riesgos de agresión tanto en la esfera privada como en la pública.
La violencia de género, hacia niñas/os, adolescentes y mujeres está reconocida
como una violación a los derechos humanos, como un problema de salud pública, de
justicia social e incluso de seguridad ciudadana. Incluye actos que causan daños o
sufrimientos de índole física, mental o sexual; implica amenazas, chantajes
emocionales, económicos y otras formas de privación de la libertad. Sobrepasa
factores de clase, etnia, raza, credos religiosos etc.; es una forma de discriminación
que impide gravemente el goce de derechos y ejercicio de libertades que supondrían
la igualdad y equidad con relación a los hombres. Provoca el deterioro de la mujer y
la familia en la salud física, sexual, reproductiva y psicológica, aumentando la
probabilidad del alcoholismo, drogadicción, disfunciones sexuales, intentos de
suicidio y depresión. Lo que convierte a la familia en un espacio no acogedor para
niñas/os y adolescentes, aumentando las posibilidades de conductas delictivas. Así,
la violencia contra las mujeres impone una carga económica enorme que causa
pobreza tanto a nivel individual, familiar, comunitario y social en general. La actual
Constitución Política de la República considera la violencia de género, hacia
niñas/os, adolescentes y mujeres, como un problema de seguridad ciudadana y
dispone la obligación del Estado de garantizar a todas las personas el libre y eficaz
ejercicio y goce de los derechos humanos establecida en esta y en las
declaraciones, pactos, convenios y más instrumentos internacionales vigentes. Sin
embargo, muy poco se ha avanzado en materia de erradicar esta violencia; así,
según los informes de la Dirección Metropolitana de Seguridad Ciudadana, en Quito,
hasta septiembre del 2008 se presentaron 7.651 denuncias, de las cuales 7.451
corresponden al sexo femenino. Un dato importante radica en que, de acuerdo a
estos registros, las agresiones se dan con mayor frecuencia en horas de la mañana
y que la mayoría de los ataques se producen en el propio domicilio, tal como lo
demuestra el siguiente cuadro:
Consciente de esta realidad y preocupado por contribuir a la mejora de la situación
social y la calidad de vida de las mujeres, el Centro Ecuatoriano para la Promoción y
Acción de la Mujer, CEPAM, ejecuta dos proyectos encaminados a combatir la

35
violencia contra las mujeres, jóvenes y niños en la ciudad de Quito. Estos proyectos
son: “Prevención y atención de la violencia intrafamiliar y sexual en dos colegios de
Quito”, desarrollándose en el Instituto Nacional Mejía y la Unidad Educativa
Municipal Experimental “Sucre”; y “Fortalecimiento del acceso a la justicia y ejercicio
de ciudadanía, por una vida libre de violencia para jóvenes y mujeres de Quito”,
realizado en la comunidad de Guápulo. Estos proyectos están auspiciados por el
Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat, en cooperación con la Fundación de
Ayuda Contra la Drogadicción- FAD.
Ma. Eugenia Rojas, coordinadora de proyectos del CEPAM, afirma que “estos
proyectos consisten en abrir espacios de conversación y reflexión entre jóvenes,
padres, madres o familiares con el objetivo de posibilitar prácticas más deliberativas
de actuar de cada uno de los involucrados, que permitan establecer relaciones más
responsables y de cuidado con uno mismo y con quienes nos rodean”.
Uno de los objetivos de los proyectos es el análisis desde el ámbito cotidiano,
generalmente denominado privado, para construir una ciudadanía más activa
mediante una metodología de talleres y reflexiones, organizados en base a temas
específicos a partir de preguntas o actividades varias, para posteriormente proceder
a la entrega de información por medio de charlas o la exposición de temas como
violencia intrafamiliar y sexual, acoso, abuso, masculinidades, cultura de paz, marco
jurídico para afrontar las agresiones, entre otros, que permitirá a los /las participantes
iniciar un proceso reflexivo de debate y discusión, buscando generar un cambio en
las prácticas cotidianas de relación, y así contribuir para la erradicación de la
violencia, puesto que en cada taller están presentes visiones de género,
construcción identitaria, sexualidad, afectividad y autoestima.

3.2 Características de la violencia familiar


La presente investigación tuvo como finalidad describir las características de
Violencia Familiar y Autolesión en una población de 258 adolescentes mujeres. Es
una investigación de tipo descriptiva, con diseño No Experimental, con una muestra
de tipo censal conformada por adolescentes de 14 a 17 años de una Institución
Educativa del Distrito de Comas. Los instrumentos aplicados fueron el Cuestionario

36
de Evaluación a víctimas de Violencia Intrafamiliar: Sección V Diagnóstico de
manifestaciones y severidad de la Violencia Intrafamiliar y la Encuesta de Autolesión
en Adolescentes. Los resultados han revelado que el mayor porcentaje de víctimas
de Violencia Familiar reporta el tipo psicológico en un nivel leve de gravedad,
seguido en menores porcentajes, por el tipo de Violencia familiar física y sexual. Por
otro lado, se encontró que más del 30% de las adolescentes se ha autolesionado
alguna vez en la vida, con una edad de inicio entre los 14 y 15 años de edad, siendo
la manifestación más común, el corte y otras lesiones en la piel., quienes admiten en
su mayoría esconder sus heridas por temor a la reacción de los otros. Finalmente, se
encontró que la mayoría de las adolescentes que se ha autolesionado, han sido
también víctimas de Violencia Familiar leve, tanto física, como psicológica y sexual.

CARACTERÍSTICAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO


1. De acuerdo con nuestra legislación, es violencia de género, aquella ejercida de
hombre hacia mujer con la que mantiene o ha mantenido una relación
sentimental, con o sin convivencia.
2. La violencia no se inicia normalmente con agresiones físicas sino con
comportamientos de control, dominio y abuso, sin que, en muchas ocasiones, la
adolescente tenga conciencia de estar sufriendo esa violencia.
3. QUIEN EJERCE la Violencia de Género, trata de CONTROLAR A SU PAREJA
en todos los ámbitos de su vida. El agresor necesita saber qué está haciendo en
cada momento, dónde y con quien. Si no puede controlarlo, puede llegar a
mostrarse frustrados y, como consecuencia, tener reacciones violentas hacia su
pareja o ex pareja.
4. Las redes sociales y la mensajería instantánea se convierten en un elemento de
control ya que los adolescentes vuelcan mucha información personal (fotografías,
conversaciones, etc.), además de convertirse en un espacio de amenazas y
acoso. lo cual facilita que el agresor pueda estar vinculado a su víctima. Es muy
común que a través de las distintas aplicaciones de los móviles de última
generación trate de saber los movimientos de su pareja o ex pareja, si está “en

37
línea” o si ha recibido los últimos mensajes que le ha enviado, aunque no le haya
contestado.
5. El agresor tratará de conseguir el AISLAMIENTO de su víctima con su entorno,
tratando de conseguir sus claves de acceso a las redes sociales y mensajería
instantánea, para conocer los contactos que tiene y tratar de anular sus
relaciones sociales con argumentos como que “no le convienen”, de tal forma que
su vida quede reducida sólo a él.
6. Dentro del ciclo de la violencia de género es habitual que el agresor muestre su
ARREPENTIMIENTO después del episodio violento. Tratará de volver a
recuperar su confianza y, en ocasiones, culpará a su víctima de haber provocado
su reacción. Pedirá perdón y asegurará que no volverá a ocurrir. Pero NO ES
CIERTO.
7. En la violencia de género, el agresor tratará de justificarse o hacer ver a su pareja
o ex pareja que TODO LO HACE POR AMOR A ELLA.
8. Es posible también que el agresor coaccione a su pareja o ex pareja para que
haga lo que él quiera bajo la amenaza de difundir cualquier fotografía o vídeo que
pudiera tener de ella o de ambos de carácter íntimos o de contenido sexual.
9. En las relaciones de pareja en las que se da este tipo de violencia, se observa en
ocasiones un fuerte vínculo de apego o DEPENDENCIA que es dañina, insana y
peligrosa entre las dos personas. Ninguno de los dos miembros de la pareja es
feliz en la relación. Ella, aunque se sienta “anulada” o no consiga sentir bienestar,
no es capaz de poner límites al comportamiento controlador de su pareja, porque
no tiene suficientes herramientas ni madurez emocional, o porque no tiene
modelos BUEN TRATO en su entorno que le ayude a salir de esta situación
RIESGOS:
1. Las adolescentes que sufren este tipo de violencia pueden padecer ANSIEDAD
CONSTANTE, SENTIMIENTOS DE INDEFENSIÓN y sensación de no ser
dueñas de sus vidas. Este tipo de relaciones pueden provocar GRAVES
SECUELAS PSICOLÓGICAS si no se recibe el tratamiento psicológico
adecuado. Una relación en la que existe violencia de género, genera en ella

38
BAJA AUTOESTIMA. El aislamiento es una de las mayores secuelas en una
adolescente víctima de violencia de género.
2. Muchas menores adolescentes NO identifican las conductas de abuso
psicológico como violencia de género: el control de la forma de vestir, de sus
amistades, amenazas etc. Restan importancia a lo que les ocurre, les cuesta ver
el peligro y su deterioro y se resisten a reconocer lo que les está pasando.
Cuando no es identificado se tolera y, finalmente, se acaba normalizando.
Los adolescentes consideran que la violencia es inevitable en una relación de pareja.
Incluso pueden llegar a identificar una conducta de ciberacoso como amor,
preocupación o interés en lugar de considerarlo como un intento de control y dominio
y no consideran, por ello, la necesidad de pedir ayuda a sus familiares o a
profesionales.
4. Existe, también, entre estas menores adolescentes, una escasa percepción del
riesgo para realizar determinadas conductas a través del móvil o de Internet,
como el envío de imágenes íntimas o, incluso, de contenido sexual. En el
momento de hacerlo, no se paran a pensar en las consecuencias que esto podía
conllevar, lo ven como un acto de intimidad entre ella y su pareja y confía
demasiado en la discreción de ésta última y en el amor que le profesa
5. Es un riesgo que la menor adolescente haya padecido una experiencia previa de
maltrato, porque en este caso pensará que merece ser maltratada.

¿CÓMO PUEDEN PREVENIR LOS PADRES LA VIOLENCIA DE GÉNERO?


1. EXPLICA CLÁRAMENTE A TU HIJA EN QUÉ CONSISTE LA VIOLENCIA DE
GÉNERO y cómo detectarla a tiempo en una relación de pareja. Es importante
que sepa que el acoso de su pareja puede aparecer a través del móvil o las
Redes Sociales.
2. Pídele que piense siempre muy bien las fotografías o vídeos que envía o sube a
redes sociales. Cuando salen de su móvil u ordenador pierde el control de las
mismas.
3. Trata de inculcar en tus hijas la idea de nunca deben hacer nada para lo que
consideren que no están preparadas ni deben permitir que le obliguen a ello.

39
4. Sus amistades las elige ella y no debe permitir que su pareja maneje sus perfiles
a través de las Redes Sociales o se ponga en contacto con sus amigos/as sin el
consentimiento de ella.
5. ES MUY IMPORTANTE APRENDER A RESPETARSE para que los demás
también lo hagan. Si tu hija se respeta a sí misma, es más difícil que permita una
relación en la que haya violencia de género.
6. Es importante que vuestras hijas sepan que CON 14 AÑOS YA SE TIENE
RESPONSABILIDAD PENAL y ante cualquier acto constitutivo de un posible
delito o falta, hay que responder ante la Justicia. Por tanto, si el agresor tiene
esta edad o más, se le puede denunciar y tendrá consecuencias legales. Además
se activará de inmediato las medidas policiales y judiciales de protección que
sean necesarias para proteger a vuestras hijas.
7. EXISTEN RECURSOS ESPECÍFICOS para ayudar a las adolescentes que
padecen o han sido víctimas de violencia de género.
8. Ante cualquier duda o preocupación, vuestras hijas puedes llamar al Teléfono
ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (900 20 20 10), que es
gratuito, confidencial y está atendido por un equipo de profesionales (psicólogos,
trabajadores sociales y abogados).
9. Los padres que queráis recibir información u orientación respecto violencia de
género en adolescentes, podéis llamar al Teléfono ANAR del Adulto y la Familia
(600 50 51 52), con las mismas características.

3.2.1 Características del agresor


El agresor, regularmente, posee las siguientes características:
 Es celoso, se imagina que la esposa le es infiel.
 Trata de mantener a su pareja aislada.
 La controla en todos sus movimientos.
 Tiene doble identidad, mientras se muestra agresivo en la casa, es ‘’bueno’’
con otras personas.
 Puede tener o haber tenido problemas con la ley.
 Tiene un temperamento explosivo, se enfurece fácilmente.

40
 Le echa la culpa del abuso a su pareja.
 Proyecta sus propios errores a su compañera.
 No toma responsabilidad de sus acciones.
 Tuvo una mala niñez.
 Tiene problemas económicos.
 Ingiere alcohol, es fumador.
 Se pone agresivo con sus hijos cuando estos hacen alguna "travesura’’.
 Abusa verbalmente (insulta, grita, dice "palabrotas’’
 Creció en una familia donde vio abuso. Puede ser más violento cuando su
compañera está embarazada o ha dado a luz.
 Tiene tendencia a negar el abuso, lo minimiza y a veces ni se acuerda.
 Presiona a su pareja para que abandone la casa, si la compañera se va de la
casa hace lo posible para que regrese. Le pide disculpas.
 Es egoísta, ignora los sentimientos de los demás.
 Cree que los hombres tienen derechos a ciertos privilegios (extremadamente
machista)
 Vive amenazando a su esposa.

3.2.2 Características de la mujer víctima de la violencia


Definir un único patrón de mujer que ha sufrido maltrato no es una tarea sencilla ya
que no todos los casos de maltrato o de una mujer que haya sufrido episodios de
Violencia de Género van a ser iguales. Además, da igual la condición social de la
mujer, ya sea ama de casa o trabaje fuera de ella, tenga más o menos
independencia económica, haya recibido una mejor o peor educación o su estatus
social sea más elevado o menos elevado, que la característica común y principal es
que sea mujer.
Es más, es cuando las mujeres ya han sufrido agresiones ya sea del tipo físico o
psicológico cuando, efectivamente, se empiezan a dar cambios en su personalidad.
Es, a partir de aquí cuando sí que existen una serie de características comunes en
las víctimas.

41
Tampoco debemos olvidar que el agresor puede aparecer de mil formas diferentes y
que, lo más común es que el maltrato empiece al principio de la relación de forma
muy sutil en forma de maltrato psicológico y que poco a poco, con el paso del
tiempo, este maltrato se vaya recrudeciendo, o simplemente se quede en esta forma
ya que es suficiente para ejercer el control deseado. Este maltrato sutil es aquel que
no aparece en televisión, es un maltrato muy difícil de detectar y, en muchos casos,
la mujer que lo sufre y el entorno que rodea a la pareja no se dan cuenta.
Entrando de lleno en las “características” que se llegan a encontrar en varias
mujeres maltratadas víctimas de la Violencia de Género, estarían:
Dependencia y pérdida de identidad. Las mujeres maltratadas suelen perder su
libertad e individualismo, dejando de lado de realizar las cosas que a ellas mismas le
caracterizaban, y estando a todo momento a las órdenes de su pareja, pidiéndole
siempre permiso a esta para realizar cualquier cosa. Pierden toda identidad para vivir
prácticamente a la sombra de los demás, sintiéndose indefensa y asumiendo que sin
su pareja no pueden hacer nada. Rara vez se dejan ver por reuniones familiares o de
amigos ya que siempre intentarán rehuir de cualquier actividad social y siempre
preferirán estar con su pareja.
Baja autoestima. El valor que se da a sí misma una mujer que ha sufrido un
maltrato es muy bajo. Difícilmente pensará en ella misma y siempre estará
condicionada por su pareja. Es muy común que piensen que todo lo que hacen está
mal, auto inculpándose de prácticamente todo. No se valoran ni piensan en los
logros que han conseguido como persona y no desarrollarán sus potenciales en
otras áreas prefiriendo quedarse aisladas en casa, cuidando de ella y teniendo
absolutamente todo preparado para cuando su pareja llegue que lo encuentre todo
listo y perfecto. En ocasiones, se puede dar el caso de que estas mujeres hayan
vivido en círculos familiares donde no se le haya prestado la suficiente atención, por
lo que la falta de cariño existente en una relación de pareja lo asume como normal.
Ansiedad. Viven sumidas en la tristeza continua, sometiéndose diariamente a
muchas situaciones de estrés y de ansiedad. La incertidumbre en su vida diaria es
continua lo que les sume poco a poco hacia una depresión, donde aún se van a
valorar menos como persona. Este estado provocado por el estrés y la ansiedad

42
hará que se les vea pasivas ante todos los problemas que puedan surgir y que
siempre estén esperando un cambio que ellas mismas difícilmente lo tomarán en
este estado. Por ello, la obligación también que tenemos los demás de detectar
estos casos e intentar dentro de lo posible que la persona afectada se dé cuenta de
la relación, siempre con un grado de sutileza extrema para evitar nuevos
enfrentamientos.
Miedo. No hay que engañarse, toda persona que está luchando por su propia
supervivencia siente miedo a cualquier estímulo. Por una parte, la mujer maltratada
puede sentir indefensión sin su pareja y, a su vez, siente miedo de ella. Siente miedo
a cualquier reacción que pueda tener, a que las cosas que ella haga no sean de su
agrado o simplemente por si piensa que no hace lo suficiente por su pareja. En
ocasiones, este miedo viene acompañado de temblores, hipervigilancia,
palpitaciones, sobresaltos o ataques de pánico.
Variación de la Realidad. A pesar de que no suelen sociabilizar con frecuencia,
cada vez que tengan un encuentro social y se les pregunte por ellas mismas, en
muchas ocasiones intentarán esquivar ciertos temas, distorsionarán la realidad o
justificarán los actos de su pareja culpabilizándose por todo lo sucedido a sí mismas.
A pesar de esto, se puede leer muy bien entre líneas el sufrimiento y tristeza de la
mujer que está siendo víctima de la Violencia de Género ya que, lo que en realidad
está buscando es comprensión y consuelo por parte de los demás, ya que, en
muchas ocasiones, lo que en realidad está lanzando es una llamada de atención
para salir de la situación en la que está viviendo.
El primer paso que se debe de dar en este tipo de situaciones es hacer ver que la
mujer maltratada no está sola, que tiene a personas que la quieren y que le quieren
ayudar. Ella se tiene que sentir poco a poco arropada para dar el primer paso y
contactar con asociaciones de ayuda como AFAVIR, el centro de ayuda 24 h de la
mujer maltratada o cualquier otro centro local de que la pueda ayudar. Es
fundamental recordar que de esta situación se puede salir y que es posible rehacer
la vida de estas personas para que puedan vivir en paz y disfruten de ellas mismas y
su círculo más cercano.

43
No seas cómplice, si conoces a alguna mujer que está pasando por esta situación,
ayúdala, oriéntala, no la dejes sola, no mires hacia otro lado pensando que esta
situación no va contigo. Demuéstrale tu cariño, no la presiones, hazle sentir que
estás de su parte que estás ahí para apoyarla y ayudarla con todo lo que haga falta.
La Violencia de Género no es un problema individual, es un problema social que
entre todos debemos de erradicar.

3.3 Incidencia de la violencia familiar


La última encuesta demográfica y de salud familiar del Instituto Nacional de Salud
Mental (INSM) señala que el 74.1% de los hogares del país es afectado por la
violencia familiar, según indicó el director ejecutivo de Salud Colectiva de este
organismo, Yuri Cutipe.
Detalló que este problema comprende la violencia contra la mujer, el maltrato infantil
o violencia contra el hombre, entre otras formas de agresión, y se expresa con más
énfasis en regiones como Huancavelica, Apurímac, Junín, Loreto, Cuzco y Tumbes.
Asimismo, indicó que el 74% de las mujeres peruanas sufre violencia por parte de
sus parejas; y de este grupo, el 36% corresponde a violencia física y un 71%
psicológica.
"En el caso de los hombres, el 8% ha sido violentado por sus cónyuges alguna vez
en la vida y el 3% en los últimos 12 meses", subrayó en el programa "De Interés
Público", que se transmite por TV Andina.
De acuerdo con estudios del INSM "Honorio Delgado-Hideyo Noguchi", la
denominada violencia sistemática, es decir, aquella de frecuencia diaria, tiene mayor
incidencia en Lima Metropolitana, respecto a ciudades de la sierra y selva.
"También se indica que el trato inadecuado a la mujer por su pareja durante el
periodo de enamoramiento es un factor que aumenta la probabilidad de violencia
durante la convivencia", precisó el experto.
Esta situación ocurre en el 51.8% de las parejas, con mayor prevalencia en Lima
Metropolitana y Callao, mientras que el maltrato y abuso de la pareja tiene niveles
alarmantes en Ayacucho, Puerto Maldonado, Abancay y Puno.

44
La demanda de atención institucional por parte de mujeres afectadas por violencia
familiar es del 27%.
En esta cifra, el profesional explicó que las mujeres que más están denunciando
hechos de violencia tienen entre los 40 y 45 años.
"Parece que después de los 40 recién toman valor para denunciar la violencia de
parte de sus parejas (...) No es que antes no hayan sido abusadas por sus parejas,
lo que pasa es que no querían levantar la voz", comentó.
Sólo 4.1% solicitó atención en un establecimiento de salud y 4,9% en Centros de
Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp).
Cutipe explicó que la violencia contra la mujer siempre ha estado presente en la
historia de la humanidad, prueba de ello son los crueles castigos como la lapidación
que sufrían las féminas en la antigüedad.
"Actualmente la violencia se ha hecho más visible debido a los medios de
comunicación y las redes sociales", remarcó.
Las consecuencias más comunes de este tipo de hechos son: homicidio, lesiones
graves, infecciones de transmisión sexual, vulnerabilidad a las enfermedades y
suicidios, entre otros.
Sus efectos traen graves consecuencias en la mujer, como la autoestima baja,
miedo, stress, ansiedad, depresión, incomunicación y aislamiento.

3.4 Factores que favorecen la supervivencia de la violencia familiar


Culturales • Socialización por separado según el sexo.
• Definición cultural de los roles sexuales apropiados.
• Expectativas asignadas a los diferentes roles dentro de las relaciones.
• Creencias en la superioridad innata de los varones.
• Sistemas de valores que atribuyen a los varones el derecho de propiedad
Sobre mujeres y niñas.
• Concepción de la familia como esfera privada bajo el control del varón.
• Tradiciones matrimoniales (precio de la novia, dote).
• Aceptación de la violencia como medio para conflictos.
Económicos • Dependencia económica de la mujer respecto al varón.

45
• Restricciones en el acceso al dinero contante y al crédito.
• Leyes discriminatorias en materia de herencia, derecho de propiedad, uso
Del terreno público, y pago de pensiones alimenticias a divorciadas y
Viudas.
• Restricciones en el acceso al empleo en los sectores formales e informales.
• Restricciones en el acceso de las mujeres a la educación y
A la capacitación.
Legales • Inferioridad jurídica de la mujer, ya sea según la ley escrita o según el
Derecho consuetudinario y su aplicación práctica.
• Leyes en materia de divorcio, cuidado de los hijos, pensiones alimenticias
Y herencia.
• Definiciones jurídicas de la violación y los abusos domésticos.
• Bajo nivel de alfabetización jurídica entre las mujeres.
• Falta de tacto en el tratamiento de mujeres y niñas por parte de al policía
y del personal judicial.
Políticos • Representación insuficiente de la mujer en las esferas del poder, la
Política, los medios de comunicación y en las profesiones médica y
Jurídica.
• Trato poco serio de la violencia doméstica.
• Concepción de la vida familiar como un asunto privado y fuera del
Alcance del control del Estado.
• Riesgo de desafiar al status quo o las doctrinas religiosas.
• Restricciones en la organización de las mujeres como fuerza política.
• Restricciones en la participación de las mujeres en el sistema político
Organizado.

3.5 Organismos de protección contra la violencia familiar


"Según la ley sobre la política del Estado Peruano, constituyen manifestaciones de
violencia familiar los actos de maltrato físico y psicológico, entre cónyuges,
convivientes o personas que hayan procreado hijos en común, aunque no convivan
y, de padres o tutores a menores bajo su responsabilidad"

46
La violencia familiar, como agresión física y psicológica lleva implícita una
elaboración dentro de una estructura de poder que se refleja en las relaciones
interpersonales de los miembros; es una práctica consciente, orientada, elaborada,
aprendida y legitimada por quienes se sienten con más poder que otras, con más
derechos que otros de intimidar y controlar. En suma, es un patrón aprendido de
generación en generación.
Toda violencia familiar constituye violación a los Derechos humanos y libertades
individuales y colectivos y por consiguiente un obstáculo para el desarrollo de sus
integrantes y del grupo familiar.

Existen 2 niveles desde los cuales se configura la violencia familiar: Producida desde
espacios externos a la familia y a partir del espacio interior de los mismos.

1º En el Perú, la violencia familiar desde espacios externos se explica desde su


herencia colonial e histórica irresuelta, que se viene arrastrando pese a que la
sociedad ha cambiado enormemente. "Es sobre este piso sobre el cual tenemos que
leer la cromaticidad del problema de la violencia, la omnipresencia de la violencia en
el PERU.

Nuestra sociedad peruana está estructurada sobre violencia que la historia ha


registrado constantemente, por ejemplo: La violencia política creada por el Estado
(ejército) de una parte y los grupos alzados en armas por otro que dejaron no apenas
poblaciones enteras en riesgo de seguridad, agudizando la situación de pobreza,
dado que los costos sociales que generaron todavía son, en pleno 2000, difícil de
superar. De manera que la violencia familiar desde espacios externos, se vincula de
lo micro social (vida cotidiana) con el terreno de lo macro (violencia estructural);
cumpliendo la familia un rol protagónico como núcleo productor de la violencia
interviniendo en la gestación, reforzamiento y acumulación de formas diversificadas
de ésta.

47
No se puede decir sin embargo, que la violencia familiar se origina exclusivamente
en la familia o únicamente en la sociedad, sino que es un proceso de mutua
generación e interrelación.

2º La violencia familiar que se desarrolla en el espacio interior de la familia,


comprende una dinámica de 3 etapas, constituyéndose en un círculo vicioso:

a) Se va creando tensiones entre víctima y victimario. Empieza por el abuso


psicológico; en la medida que los insultos o los desprecios van creciendo, luego
viene la explosión de rabia y la víctima es golpeada. La primera fase es un abuso
psicológico que termina en una explosión de abuso físico: Heridas y golpes.

b) El periodo de reconciliación, el agresor(a) pedirá perdón. Se disculpa, hace todo lo


que puede para convencerlo, le dirá que le ama verdaderamente, etc. Esta conducta
"cariñosa" completa la victimización.
c) Etapa de ambivalencia. La víctima no sabe qué hacer, se dice a sí mismo: "Sí, me
golpeo, pero por otra parte es cariñoso... pasa el tiempo y da la vuelta a la primera
fase; completando la figura del círculo.

No obstante, el desarrollo de estas fases puede ir cambiando de acuerdo al tipo de


estructura de la familia.

Los miembros de la familia que resultan más afectados son las mujeres, las niñas,
las adolescentes y el grupo del adulto mayor, por ser las personas más vulnerables
dentro de la sociedad patriarcal*, que estructura y jerarquiza las relaciones de
acuerdo al poder y la dominación de unas personas sobre otras.

En una sociedad patriarcal la mujer es considerada como el sexo débil y/o inferior
frente al varón, legitimado desde la familia y reforzado por la actitud "pasiva y
escéptica"(3) que asumen las mujeres víctimas de violencia.

48
No obstante y concomitantemente existen "importantes logros"(4) alcanzados que
han posibilitado disminuir las brechas latentes de desigualdad.

En nuestro país, la población infantil y del adulto mayor, aún es víctima frecuente de
violencia por no ser considerados como protagonistas activos de la vida familiar.

Los adolescentes en el Perú también son víctimas de violencia entre otras causas,
porque esta etapa todavía es difícil de afrontar por la familia y por la misma
naturaleza de ésta.

Para tener idea de las causas principales de la violencia familiar en el Perú son:
 Raíces culturales e históricas.
 Medios de comunicación.
 Consumo de drogas.
 Incompatibilidad de caracteres.
 Ausencia de comunicación asertiva y precarias relaciones humanas.
 "Instancias como los cuarteles de servicio militar en el Perú"(5)
 Dependencia económica de la víctima, etc.
No es apenas la mujer, las niñas, las adolescentes y del adulto mayor que son
víctimas de violencia, también lo son, en buena medida, los varones que por factores
ampliamente conocidas (estructura patriarcal) no se dan a conocer, asimismo no
existen estudios que den cuenta de la dimensión de la misma.

"Frecuentemente, la política social en el Perú toma una postura de LAISSEZ FAIRE,


en relación con las organizaciones sociales preexistentes. Esto es visible
especialmente en ámbitos tales como la familia y la comunidad local, donde el
Estado se contenta la mayor parte de veces con dejar que cada una de estas
instancias cuide de los suyos"(6)

Así que las reinterpretaciones, desde la cotidianeidad de los beneficiarios no


necesariamente son tomadas en cuenta en el proceso de definición de las Políticas

49
Sociales.
"Frente a las manifestaciones de violencia, la respuesta que ofrece nuestro sistema
legal resulta bastante limitado. A lo largo de nuestra historia legislativa, la reacción
estatal a este problema se ha focalizado en el agravamiento de pena para el
agresor."(7)

No obstante, de la década de los 90s para adelante se vienen realizando esfuerzos


importantes de parte de parte del Estado y de la sociedad civil por enfrentar el
problema de la violencia familiar.

El Estado peruano ha reconocido expresamente lo alarmante, grave y perjudicial de


este problema y se ha pronunciado ya en el ámbito interno, con el establecimiento de
políticas públicas a través de la Ley 26260 publicada el 24 de Diciembre de 1993.

De acuerdo al Texto Único Ordenado de la Ley 26260, Ley de protección frente a la


violencia familiar, Artículo tercero: Es política permanente del Estado peruano la
lucha contra toda forma de violencia familiar, debiéndose desarrollarse con este
propósito acciones orientadas a encaminar al fortalecimiento de las instituciones
como:

El Ministerio de la Mujer y del Desarrollo Humano (PROMUDEH), ente rector del


sistema de atención integral al niño y al adolescente, la mujer, el adulto mayor y sus
respectivas secretarías, es la encargada de elaborar, coordinar y ejecutar las
políticas y hacer el seguimiento de programas y proyectos que aseguren un
adecuado desarrollo psicosocial de las víctimas de violencia familiar. Realiza una
labor constante dirigida a lograr la más amplia difusión de la legislación sobre la
violencia familiar, a través de:
 Centro de emergencia de atención a la mujer.
 Implementación de módulos de capacitación a distancia.
 Implementación del plan piloto de conciliación extrajudicial (que entra en
vigencia desde Enero del 2001).

50
 Creación de casas de refugio para víctimas de violencia.
 Módulo piloto de atención contra la violencia familiar "Emergencia mujer".
Líneas telefónicas de atención contra la violencia familiar. El módulo
"Emergencia Mujer" ofrece 7 servicios de atención: Comisaría de la mujer,
asesoría legal, conciliación, asesoría psicológica, asistencia social, médico
legal y fiscal.

Sólo entre los meses de marzo 1999 y enero 2000 en el Módulo de Emergencia
Mujer (PROMUDEH) fueron atendidos en Lima 9,200 casos de violencia familiar.

Según estudios realizados recientemente por el PROMUDEH, el 46% de los hogares


a nivel nacional (Perú) son violentados y el 28% de los mismos son mantenidos por
mujeres. Asimismo acuden diariamente a denunciar de 200 a 250 mujeres
maltratadas, dejando abierto el consiguiente maltrato a los niños, adolescentes y
adultos mayores como parte del círculo vicioso.

Las Defensorías Municipales del Niño y Adolescente, se crean en setiembre de 1993


y en concordancia con la ley de municipalidades que faculta la instalación de
DEMUNAS.

Las DEMUNAS son servicios que formando parte de un Sistema Nacional de


Protección a la infancia, desde los gobiernos locales promueven y protegen los
derechos de los niñas y adolescentes. El artículo 30 de la ley de protección frente a
la violencia familiar, establece que: Las DEMUNAS debidamente autorizadas podrán,
en ejercicio de sus atribuciones, realizar audiencias de conciliación destinadas a
resolver conflictos originados por la Violencia Familiar.

En el ámbito nacional en 1997, atendieron 68,091 casos que afectan a 79,873 niños
y adolescentes. Encontrándose en cuanto a materias conciliables al cumplimiento de
obligaciones de alimentos (37%) seguido de casos de régimen de visitas y tenencias

51
(10%) y sólo el (0.6%) lo referido a los casos de violencia familiar (Boletín Nº 1
CODEMUNA, Puno-Perú 1998, 26).

Hasta "1998"(8) funcionaron a nivel nacional 128 DEMUNAS en Municipios


Provinciales y 300 DEMUNAS en Municipios Distritales, en las zonas de mayor
concentración poblacional.

Más de 100 mil casos atendieron DEMUNAS en 1999 con las conciliaciones. Las
Estadísticas señalan que el 40% de los casos son de denuncias por alimentos y
maltrato, los casos de violencia familiar alcanzan el 20% y el de los niñas no
reconocidos llega al 12% (Boletín Informativo 2000). "55 de cada 100 adolescentes
sin educación han estado alguna vez embarazadas, y 47 de cada 100 ya son
madres."(9)
La Policía Nacional del Perú, que está facultado para recibir denuncias y realizar las
investigaciones del caso.

Un estudio realizado en 1991(10) estima que en la década del 80 (1980-1989), en


Lima, 3 de cada 10 mujeres en relación de pareja habrían logrado registrar en
dependencias policiales; denuncias por faltas contra la vida, el cuerpo y la salud
cometidas por el varón con quien tenían o habían tenido vínculo conyugal.

"A nivel nacional, un promedio de 4,500 violaciones es denunciadas normalmente


ante la Policía Nacional."(11)

El Ministerio Público; el Fiscal Provincial de Familia que desarrolla trámites a las


peticiones que se formulen por la víctima de violencia.

La intervención Judicial; competencia del Juez Especializado en familia, Juez


especializado en lo penal.

En suma, las Políticas de lucha contra la Violencia Familiar en el Perú han orientado

52
sus acciones a partir de la promulgación de leyes contra la Violencia Familiar y la
vigencia y reconocimiento al código de los Derechos del niño y del adolescente, de la
mujer y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

De acuerdo a Parodi (12) estas políticas sociales de lucha contra la violencia familiar
se ubican dentro de políticas de servicios sociales, no obstante, no existe una
tipología universalmente aceptado.

Sin embargo, frente a este alarmante problema que trasciende nuestras fronteras
nacionales, en el ámbito internacional se han venido desarrollando, discutiendo y
materializando una serie de propuestas encaminadas a erradicar diversas
manifestaciones de violencia que se producen en contra de las mujeres (víctimas
más frecuentes), niñas y adolescentes.

Las Convenciones Interamericanas son compromisos entre los Estados Americanos,


miembros de la OEA para la ejecución común de un plan u obra de interés común.
Su importancia radica en que constituyen fuente de obligación para los Estados y,
para el caso peruano, son consideradas como fuente de interpretación de los
Derechos fundamentales; entre ellos:

La Convención Interamericana de para prevenir, sancionar y erradicar la violencia


contra la mujer o "Convención de Belén do Pará" (OEA).

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (ONU).

La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la


mujer, suscrita por el Perú el 23 de Julio de 1981.

UNICEF, organismo importante de mencionar, pues da financiamiento para el


desarrollo de programas de prevención, rehabilitación, investigación y capacitación.

53
Asimismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba el 20 de noviembre
de 1989, la comisión de los Derechos de las Niñas. El Estado peruano lo aprobó en
agosto de 1990.

Reflexionar desde el Trabajo Social el problema de la violencia familiar implica


fortalecer la intervención profesional en todos los espacios ya existentes
(PROMUDEH, DEMUNAS, Policía Nacional, etc.). Los mismos que se desarrollan a
partir de las siguientes líneas de acción:

Administración y Prestación de Servicios Sociales; como proceso de atención y


seguimiento de casos sociales; conciliaciones. Capacitación; como proceso
educativo que busca cambiar comportamiento, aptitudes, actitudes y fortalecer las
habilidades y destrezas de las personas; involucrando a la familia, a los Centros
Educativos y organizaciones de base. Concibiendo como eje central y permanente
Los Derechos Humanos, entendida ésta no apenas desde el campo jurídico sino
como una cuestión que se encuentra presente en la vida cotidiana de los actores
sociales. Investigación social; desarrollo de investigaciones y diagnósticos sociales.
Sistematización, existen muy pocas sistematizaciones sobre violencia familiar que
den cuenta de la experiencia profesional de esta área. Planeamiento Social; a partir
de la ejecución de planes, programas y proyectos sociales.

Una eficiente intervención profesional frente a la violencia familiar requiere:


 Explicarse adecuadamente la ausencia de articulación entre las diversas
propuestas hasta hoy gestadas en los diferentes espacios (eventos, textos,
etc.) por un lado y las posibilidades reales de intervención profesional por otro.
 Mirar como construimos y de - construimos nuestra identidad profesional (sea
como estudiantes, egresados, docentes o profesionales en ejercicio) y que
factores inciden en la dinámica de los mismos.
 Asumir las prácticas (pre) profesionales como espacios desde los cuales sea
posible fortalecer las líneas de acción, desde donde se interviene y legitima
otros nuevos que se presentan.

54
 Considerar nuestra formación profesional que desde los inicios se torna
insuficiente como para responder a las demandas sociales, entre ellos a la
violencia familiar.
Varios detonantes entran en juego para configurar lo anteriormente descrito:

 La mayoría de los estudiantes ingresan accidentalmente a las Escuelas


y/o Facultades de Trabajo Social y por lo tanto se asume estudiar la profesión como
una opción de no ser excluido de los estudios superiores.
 Debilitamiento en el hábito de autoformación.
 Nivel insuficiente de enseñanza impartida en las aulas por el escaso diálogo
entre docente - estudiante y ausencia de relaciones horizontales.
 El valor que le otorga la sociedad a partir de la responsabilidad asumida por el
profesional.
 Espacios de intervención desfavorables, en condiciones que no permiten
desarrollar eficientemente las prácticas pre - profesionales.
 Falta de interés por mejorar la educación en Trabajo Social (como docentes o
estudiantes), sea este por cuestiones económicas o por ausencia de una
autoestima profesional.
 Deficiente diálogo entre lo que se imparte en las unidades académicas y las
experiencias de intervención profesional.

Mientras haya violencia familiar que resolver, interrogantes que plantearse,


dificultades que superar; el desafío estará ahí esperando que el gobierno y demás
actores de la sociedad, entre ellos, nosotros los trabajadores sociales, decidamos a
integrarnos a buscar salidas imaginativas, pero viables de enfrentar en problema de
la violencia familiar.

55
CONCLUSIONES
Una forma de prevenir y erradicar la violencia intrafamiliar consiste en cambiar los
modelos de educación de los hijos al interior del hogar, y de asignar tareas
igualitarias a todos, hombres y mujeres.

En cuanto al maltrato femenino, cabe destacar que se deben de emplear los


mismos métodos de denuncia que en el caso del maltrato infantil. Consideramos
que deberían de existir más fuentes de información por medio de las cuales, las
mujeres de nuestro país pudieran obtener ayuda y servicio en caso de ser víctimas
del maltrato.

Hay que destacar que es importante denunciar cualquier maltrato físico así sea el
más mínimo que parezca. Pues solo así podremos tener una idea más realista de
la situación en nuestro país ya de por si precaria.

La esperanza se centra en los niños de este país, siendo la educación,


implementando nuevamente la materia de civismo aunado a la educación recibida
por sus padres en donde se centre la equidad de los géneros, y así empezar a
generar el respeto que cada individuo se merece y pocas veces se ha respetado.

Finalmente, a todos nos toca aportar nuestro granito de arena, denunciando no


solo lo que nos llegase a pasar como individuos o en nuestro grupo familiar, sí que,
también al observar el abuso de otras personas, así con la denuncia ciudadana
podemos ayudar a las personas que posiblemente no sepan de sus derechos.

56
BIBLIOGRAFIAS
1.- Alvarez, Liliana. (1984) Espacio familiar, espacio judicial. ¿Por qué la violencia?
Betta Juan C., Manual de Psiquiatría, Buenos Aires, CEA, 8va. Edición.
2.- Ames C., Rolando. Et al. (1986) Familia y Violencia en el Perú de Hoy. Edit.
Comité Peruano de Bienestar. Lima Perú.
3.- Ashley, Mark. (1986). Problemas Sociales. edit. Barcelona. España.
4.- Bott, Sarah; Morrison, Andrew; y Ellsberg, Mary (2005) Cómo abordar la
violencia de género en América Latina y el Caribe: revisión crítica de las
intervenciones. En Breve, Número 60, Enero 2005. Banco Mundial.
5.- Chavanneau, Silvia. (1995) Protección contra la violencia familiar Buenos
Aires, Revista Actualidad Psicológica.
6.- Clemen, Sarquis. (2000). Introducción al Estudio de la Pareja Humana, Facultad
de Ciencias Sociales. Ediciones Universidad Católica de Chile, Segunda Edición,
Facultad de Ciencias Sociales; Escuela de Psicología; Págs. 111-119.
7.- Contreras, María y otros. (1998). Una Visión Transgeneracional de las Pautas
relacionases en familias con violencia intrafamiliar, Santiago de Chile, Revista De
familias y terapias, pp. 65-78
8.- Corsi, Jorge. (1994). Violencia Familiar. Una Mirada Interdisciplinaria sobre un
Grave Problema Social. Buenos Aires: Ed. Paidós.
9.- De Los Rios, R. (1993). Género, Salud y Desarrollo: un enfoque en
construcción. In: Mujer, Salud y Desarrollo en las Américas. Organización
Panamericana de la Salud .Washington: OPS.
10.- Echeburúa, Enrique (1998). Personalidades violentas, Buenos Aires, Editorial
Paidós.
11.- ENTREVISTA: La Conversa con.Javier Echevarría". Fecha: 8 de agosto de
2006 Radio: CPN.
12. - Ferreira, G., (1992). Hombres Violentos, Mujeres Maltratadas: Aportes a la
Investigación y Tratamiento de un Problema Social. Buenos Aires: Ed.
Sudamericana.
13.- Fondo de Población de las Naciones Unidas/Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI).

57
14.- Grosman, C.; Mesterman, S.; Adamo M. (1992). Violencia en la familia.
Buenos Aires. Editorial Universidad
15.- Guerrero, Elizabeth (2002) Informe sobre Violencia contra las Mujeres en
América Latina y el Caribe Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la
Mujer (UNIFEC)
16.- Guevara Lino. (1995). Violencia familiar y mundos posibles. Aspectos de la
construcción familiar de sentido, Buenos Aires, Revista Sistemas Familiares.
17.- Heise, L., (1994). Violencia Contra la Mujer: La Carga Oculta de Salud.
Programa Salud, Mujer y Desarrollo. Washington: OPS
18.- Herrera, Jorge, (2000) Aspectos Generales de Agresión. Edit Limusa. Mexico.
19.- Instituto de Estadísticas e Informática (INEI), (2000), Encuesta Demográfica y
de Salud Familiar 2000, Lima Perú.
20.- Ministerio del Interior. Dirección General PNP. Estado Mayor General IML
(Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses)
21.- Movimiento Manuela Ramos. Extraído el 14 de mayo de 2010 desde
http://www.manuela.org.pe/violencia.asp
22.- Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, Políticas Públicas y Estrategias
para reducirla, diagnostico nacional, compendio digital 2008- 2010. Extraído el 23
de abril del 2010 desde http://www.mimdes.gob.pe
23.- Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano (PROMUDEH),
(1999), Género: Equidad y disparidades: Una revisión en la antesala del nuevo
milenio, Lima.
24.- Naciones Unidas, (1993), Declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer, Nueva York.
25.- Organización Panamericana de la Salud (1993) La Violencia Contra las
Mujeres y las Niñas: Análisis y Propuestas desde la Perspectiva de la Salud
Pública. MSD13/6.13a Reunión. Washington: OPS
26.- Organización Panamericana de la Salud (2002). Informe Mundial sobre la
Violencia y la Salud. Extraído el 12 de junio del 2010 desde
http://www.musade.org/leer.php/14

58
27.- Organización de los Estados Americanos (OEA), (1994), la Convención
Interamericana para Prevenir, Castigar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Extraído el 12 de junio del 2010 desde http://www.oea.org/defaultesp.htm.
28.- PROMUDEH. (2003) "Legislación Sobre Violencia Familiar". Lima - Perú.
29.- Promotora Centro Esperanza (2006) Ministerio de la Mujer. Extraído el 23 de
mayo del 2010
desdehttp.//www.psicologiaonline.com/colaboradores/violencia/indx2.shtml
30.- Promotora Centro Esperanza (2006) Consulta 19 de mayo de 2010. La
Violencia [sitio en internet]. Disponible en: http//es.wikipedia.org/wiki/violencia.
31.- Rojas, M. (1999) Violencia Familiar. Consultado el 25 de mayo 2010 desde
http://www.monografias.com/trabajos13/mviolfam/mviolfam.shtml
32.- San Martín, J. (2001). La violencia y sus claves. 3º Edición. Barcelona. Ariel.
33.- Solís, C, (2008). Relaciones Humanas. Problemática e Incidencia de Violencia
Familiar.
34.- Violencia Familiar. Extraído el 23 de mayo desde
http://www.monografias.com/trabajos55/violencia-fliar/violencia-fliar2.shtml
35.- Violencia Familiar en el Perú. Extraído el 18 de mayo de 2010 desde
http://www.monografias.com/trabajos33/violencia-familiar-peru/violencia-
familiarperu.shtml#present

59

Potrebbero piacerti anche