Señores magistrados, en virtud de la conclusión del debate de
juicio oral y público, y llegado el momento de presentar los alegatos de clausura, me permito hacerlo de la siguiente manera en nombre de mi patrocinado:
PRIMERO: desde el momento de la aprehensión de los acusados ha
sido punto controvertido la forma en la que fueron cometidos los hechos por cuanto existen diferentes versiones entre lo expresado por el agraviado y lo narrado por los procesados, ya que en primer lugar, el agraviado manifiesta que mi patrocinado se le acerca mientras estaba detenido por el transito del semáforo del sector que estaba en rojo, con una supuesta arma de fuego y le quita el teléfono celular que tenia, emprendiendo su huida en sentido contrario al que se estaban desplazando, razón por la cual se baja del vehículo que tripulaba, da la voz de alto a mi patrocinado y en virtud de que éste no le hace caso hace dos disparos disuasivos al aire, acto en el cual según su manifestación mi patrocinado saca un objeto del bolsillo que se asemejaba a un arma de fuego, y al sentir temor contra su integridad física es que realiza un tercer disparo que impacta en la rodilla izquierda de Miguel Ángel Calderón Abad, quien huía con mi patrocinado sobre la moto lineal de su propiedad, y que en virtud de dicho impacto por proyectil de arma de fuego se estrellan contra la baranda del metropolitano, cayendo al piso, siendo posteriormente reducidos y aprehendidos por los efectivos de la Policía Nacional del Perú, y que al momento de practicarles la revisión corporal se le encuentra una supuesta replica de arma de fuego tipo beretta en la cintura del pantalón, el teléfono celular así como una supuesta droga. Mientras que ambos procesados han manifestado en todo momento que los hechos no han ocurrido de tal manera, siendo que ciertamente mi patrocinado iba en el transito a bordo de la moto lineal conducida por Miguel, ve al agraviado manipulando su teléfono celular en el trafico en el que se hallaban detenidos, y decide arrebatárselo, para lo cual baja del vehículo menor, camina hasta el vehículo que tripulaba el agraviado y en un descuido le arrebata el teléfono de las manos y emprende su huida en sentido contrario al que venían circulando, razón por la cual el agraviado los persigue y comienza a dispararles en repetidas ocasiones impactando en la rodilla izquierda a Miguel Ángel Calderón Abad, y que ellos no portaban ninguna replica de arma de fuego ni droga. Hecho que se corrobora en el viedo reproducido en este proceso en el cual se ve a los procesados tendidos en el suelo, y no se aprecia ningún elemento de interés criminalistico tales como la droga o la supuesta replica de arma de fuego.
SEGUNDO: En virtud del hecho cometido se trasladan a los
procesados hacia las áreas correspondientes (Josué a la Comisaria y Miguel hacia el hospital), y se realizan las actas policiales de rigor donde se cometen las irregularidades detectadas en el presente proceso, siendo el error más grave por parte de los efectivos policiales el incluir la supuesta replica de arma de fuego dentro de los elementos incautados a mi patrocinado siendo que ya le había aceptado en todo momento que le arrebato el teléfono al agraviado sin violencia o coacción y sin hacer uso de ninguna arma de fuego o replica.
TERCERO: No obstante a esto, no consta en el cuerpo del expediente
ningún elemento de cadena de custodia respecto a la supuesta réplica de arma de fuego, es decir no ha sido individualizada, ni ha habido fijación fotográfica de la misma, no existe un acta o formulario de cadena de custodia o de embalaje, tampoco ha sido analizada por ningún perito, ni mucho menos consta en autos que dicha réplica de arma de fuego haya sido puesta a disposición del Ministerio Público como elemento de convicción necesario para probar la comisión del delito de Robo Agravado por el cual el Ministerio Público pretende sea condenado mi patrocinado, es decir, dicha replica de arma de fuego solo existe en las actas policiales y en los dichos de la fiscalía, sin tener certeza sobre su existencia.
CUARTO: El nuevo Código Procesal Penal en los artículos 316 y
siguientes establecen las reglas generales sobre la incautación de las especies provenientes del delito, citando en especifico el artículo 318.1 que señala: “Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud y debidamente individualizados, estableciéndose los mecanismos de seguridad para evitar confusiones. De la ejecución de la medida se debe levantar un acta, que será firmada por los participantes en el acto. La Fiscalía de la Nación dictará las disposiciones reglamentarias necesarias para garantizar la corrección y eficacia de la diligencia, así como para determinar el lugar de custodia y las reglas de administración de los bienes incautados.” Esto en concordancia con el artículo 6 del Reglamento de la Cadena de Custodia de Elementos Materiales, Evidencias y Administración de Bienes Incautados Aprobado por Resolución Nº 729-2006-MP-FN del 15.junio.2006 y que es vinculante tanto para los funcionarios policiales como para los fiscales del ministerio público, se establece que los - Bienes incautados Son los efectos y ganancias provenientes de delito, ASÍ COMO LOS INSTRUMENTOS QUE SIRVIERON PARA PERPETRARLO, objeto de una medida judicial o excepcionalmente fiscal, durante la investigación. Es decir, era de obligatorio cumplimiento cumplir con estos elementos si se pretende probar que el hecho se cometió usando esta réplica de arma de fuego, y no se realizó.
QUINTO: La Fiscalía Superior dice que presenta el requerimiento de
acusación Fiscal basado en los lineamientos establecidos dentro del Acuerdo Plenario 002-2005, pero, a nuestro criterio, esto se encuentra muy distante de la realidad, ya que el primero presupuesto que establece dicho acuerdo plenario para la valoración de la prueba es que siempre debe prevalecer el precepto constitucional de Presunción de Inocencia previsto en el artículo 2°, numeral 24, literal d), de la Constitución Política del Perú, y, en segundo lugar, el artículo 283° del Código de Procedimientos Penales, que dispone que los hechos y las pruebas que los abonen serán apreciados por los jueces con criterio de conciencia. Ambas deben ser aplicadas, bajo la preeminencia del derecho a la presunción de inocencia. Si bien el Juez o la Sala sentenciadora son soberanos en la apreciación de la prueba, ésta no puede llevarse a cabo sin limitación alguna, sino que sobre la base de una actividad probatoria concreta – nadie puede ser condenado sin pruebas y que éstas sean de cargo-, jurídicamente correcta –las pruebas han de ser practicadas con todas y cada una de las garantías que le son propias y legalmente exigibles-, se ha de llevar a cabo con arreglo a las normas de la lógica, máximas de la experiencia – determinadas desde parámetros objetivos- o de la sana crítica, razonándola debidamente.
Si el Fiscal del Ministerio Público tomara en cuenta lo citado
anteriormente, valorara lo alegado y ratificado por nuestro patrocinado no solamente en la instancia policial, sino también sus manifestaciones se han mantenido firmes e invariables durante todo el proceso, siendo en todo momento coherentes y solidas, siendo además ratificadas en instancia judicial, mientras que lo mismo no ha ocurrido ni con la víctima ni los funcionarios actuantes quienes no han mostrado interés procesal, ya que han sido debidamente notificados para recoger sus declaraciones ampliatorias en sede judicial y no se han cumplido con dicho mandato. Esto quiere decir que objetiva y subjetivamente las declaraciones de mi patrocinado si se encuentran ajustadas a los estándares exigidos en el acuerdo plenario 002-2005 citado por el Ministerio Público.
El punto decimo de dicho acuerdo plenario señala además cuales
deben ser los elementos objetivos y subjetivos que se deben tomar en cuenta para la valoración del testimonio del agraviado, y más aun cuando es el único testigo del hecho (caso in commento) las cuales no han sido tomadas en cuenta por el Ministerio Público en su escrito acusatorio, ya que existen elementos de incredulidad subjetivos que no han sido tomados en cuenta, tales como en primer lugar el daño causado por mi patrocinado al agraviado, ya que ciertamente si hubo un apoderamiento material por parte de mi patrocinado al haberle arrebatado el teléfono celular al agraviado, siendo que éste en su afán de procurar el mayor castigo por el hecho ocurrido altere su manifestación variando las circunstancias de tiempo modo y lugar en la que fueron cometidos los ilícitos, tomando en cuenta además su envestidura como Funcionario activo de la Policía Nacional del Perú, conociendo perfectamente el manejo policial así como las consecuencias jurídicas que traerían el agravar aun mas los sucesos, garantizando de esta forma una mayor condena para mi patrocinado y su coimputado. Dicho punto Decimo establece además dos elementos adicionales que pretendemos destacar: a.) la corroboración de los dichos del agraviado con pruebas periféricas que acrediten verosimilitud a los dichos del agraviado. b.) enervar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones. Tomando en cuenta lo alegado se observa claramente que el representante del Ministerio Público no valoró esto último.
SEXTO: en el auto de apertura de instrucción emitido por el Juzgado
penal de Turno Permanente sede MBJ-SJM, específicamente a fojas 141, admite como prueba que debe ser practicada durante la fase preparatoria del proceso la diligencia de confrontación entre los procesados, el agraviado y los funcionarios policiales actuantes, esto en virtud de los hechos controvertidos que se plantean en el expediente (forma de comisión del hecho ilícito, uso del arma de fuego para cometer el apoderamiento), el cual no se llevo a cabo en dicha fase en virtud de que tanto el agraviado como los funcionarios actuantes fueron debidamente citados para tal fin y cobardemente no asistieron a la práctica de dicha diligencia, y, siendo el día de la audiencia en la que se interrogo a los testigos (03 de octubre), y habiendo sido ordenada en primera instancia esta confrontación, y las representaciones de defensa solicitamos se diera esa confrontación en la audiencia en virtud de encontrarse todos los involucrados presentes, los magistrados han decidido negar dicha diligencia aun cuando ya había sido ordenada previamente, no permitiendo probar fehacientemente lo alegado por el Ministerio Público en su acusación.
SEPTIMO: Siendo que, a pesar de no haberse dado dicha
confrontación en la audiencia, y siendo punto álgido del debate de juicio oral y público la existencia o no de la supuesta replica de arma de fuego, pudo haberla exhibido, a tenor de lo establecido en el Artículo 382 del Nuevo Código Procesal Penal o del 240 del antiguo código, probando fehacientemente que se llevo a cabo de manera correcta la Cadena de custodia y que dicha replica de arma de fuego si existía y fue usada para la comisión del supuesto delito de Robo Agravado, pero no lo hizo, exacerbando la duda sobre la comisión del delito de robo y del uso del arma de fuego, dándole más fuerza a la versión de los procesados en que solo arrebataron el teléfono celular, siendo esto mas compatible con el delito de HURTO, previsto y sancionado en el artículo 185º del Código Penal, con los agravantes 2 (mediante destreza) y 5 (Mediante el concurso de dos o más personas) del primer párrafo del artículo 186º ejusdem, hecho ejecutado en grado de tentativa.
OCTAVO: Es por esta razón, y que amparados en el cuarto párrafo del
Artículo 387 del nuevo código procesal penal, o el artículo 274 del antiguo código, solicito formalmente que el Fiscal del Ministerio Público Retire la acusación fiscal en contra de los acusados Josué Roberto Távara Palacios y Miguel Ángel calderón Abad por encontrarse enervados los cargos formulados contra ellos por el delito de Robo Agravado en grado de tentativa, y la reformule cambiando el tipo penal por el de HURTO, previsto y sancionado en el artículo 185º del Código Penal, con los agravantes 2 (mediante destreza) y 5 (Mediante el concurso de dos o más personas) del primer párrafo del artículo 186º ejusdem, en grado de tentativa, y que en caso de que el ministerio público no se acoja a dicha solicitud, solicito a ustedes señores magistrados no acojan la calificación jurídica hecha por el fiscal del ministerio público, y actúen apegados al ordenamiento jurídico vigente, tomando en cuenta lo acá expresado, y sentencien conforme a lo solicitado anteriormente.