Sei sulla pagina 1di 12

Tres ensayos sobre teoría sexual

Parte I

El texto tiene una configuración, aún cuando tiene toda esta serie de apartados agregados,
tiene una configuración bastante esquemática y revisarlo implica revisarlo según ésta
estructura. Lo más interesante del texto son las cosas que se pueden ir comentando a partir
de él. Tenemos que tener en claro cual es el gesto de Freud al establecer un texto como el
que implica éste, porque lo que va haciendo Freud es una especie de recorrido, mención,
descripción de todo lo que hasta ese momento podían denominarse en el ámbito de la
medicina con las perversiones sexuales. Tratándose de eso, el texto además implica una
discusión fuerte e importante con una autor que se llama Krafft Ebing, autor de una famosa
enciclopedia que se llamaba psicopatológicas sexuales. Entonces establece esta especie de
casi verdadero catálogo Freud donde parecería que muchas veces nos está describiendo
algo que forma parte de su propio pensamiento, pero que sin embargo están descritos para
llevar a cabo una suerte de deconstrucción de todas esas supuestas entidades.
Entonces, primera cuestión general: tres ensayos establece una distancia respecto a
múltiples desarrollos psiquiátricos de la época. Estos desarrollos psiquiátricos estaban
delimitados por la presencia de un único concepto que había llegado a predominar y que era
la idea de que en el ser humano había un instinto genésico. ¿Cuál es la descripción de ese
instinto genésico? Era supuestamente lo que impele al hombre hacia la mujer y
recíprocamente. Este instinto genésico por ende prolongaba la verdadera ficción normativa
de la sexualidad o si quieren de la relación sexual porque están apelando a un concepto que
diría relación con una especie de presencia de una entidad, de un instinto al que llamaban
genésico, es decir, que por instinto el hombre se dirigiría hacia la mujer y la mujer hacia el
hombre. Entonces concepto que prolongaba esta verdadera ficción normativa de la
sexualidad y que en rigor había nacido ya de la teología moral medieval. aun cuando ya no
exista un concepto como el de instinto genésico se pueden dar cuenta de cómo la ciencia
siempre ha establecido nociones que en su origen no tienen nada de científico son versiones
laicas de conceptos establecidos al menos en este caso de lo que era la teología moral
medieval. Hoy día no hablamos de instinto genésico pero si está todo el aspecto de la
genética, cuestión que nos podría llevar nuevamente a establecer ciertos principios respecto
a la normatividad sexual. Bajo esta teología moral medieval se inventó el concepto de
sodomía.
¿Qué era la sodomía? Comportamiento sexual en los cuales la simiente, la semilla
masculina no llega al vaso correcto. O sea cualquier tipo de pérdida de la simiente que no
sea la del órgano genital femenino. Cualquiera que podía caer bajo ese comportamiento
entonces era un sodomita. Distancia entonces de Freud al respecto. Es algo que no apunta a
la reproducción, pero cualquier tipo de comportamiento en ese sentido que implique ese
desperdicio de la simiente, es decir, está la masturbación o cualquier tipo de satisfacción
con algo que no sea el cuerpo recíproco del sexo opuesto. Distancia de Freud de toda esa
especie de genealogía de instinto genésico utilizado por la psiquiatría de la época.

Segundo punto, tres ensayos describe efectivamente las distintas categorías de desviaciones
o perversiones pero para llegar a la conclusión de que no se sostienen. Ustedes ya podrán
entender que solo se puede hablar de desviación o de perversión si suponemos la presencia
de algo así como un instinto genésico. Instinto que puede cambiar de nombre respecto de
cualquier tipo de noción que se vuelva propia de la época, pero para hablar de desviación
tiene que establecerse una norma, sin embargo aún cuando Freud describe estas distintas
categorías de desviaciones o de perversiones para terminar afirmando que no se sostienen, a
veces parecería que Freud retrocede un poco. Porque de todas maneras también se encarga
de decir bajo que condiciones si podrían ser consideradas perversiones o desviaciones,
principalmente perversiones. En ese sentido hay que tener siempre muy presente cuando se
lee a Freud porque este gesto es muy propio de los textos que hemos visto, recuerden más
allá del principio del placer también es como que va avanzando y después retrocede. Tener
en cuenta lo siguiente muy propio de Freud: habitualmente el giro conceptual es mucho
más rápido que el giro de mentalidad, pareciera que la reflexión conceptual freudiana fuera
más rápida que el mismo, que apuntara mucho más lejos que su propia mentalidad.

Tercero, ¿Qué es lo que extrae de esta descripción para decir que no se sostienen estas
entidades? La sexualidad humana admite en verdad múltiples variables (muchas cosas les
vana resultar muy claras por conocer de que se trata la pulsión). La sexualidad humana
admite múltiples variables por el hecho precisamente de poder apoyarse Freud en un
concepto como el de pulsión y no de instinto. Sabemos que la pulsión implica toda esta
cuestión que le va a permitir a Freud caracterizar a la sexualidad infantil como la vamos a
ver como una posición polimorfa, es decir, que admite múltiples formas. De ahí las zonas
pulsionales, erógenas. Si se apoya en el concepto de pulsión para poder dar cuenta de las
múltiples variables de la sexualidad humana entonces Freud pone en juego la cuestión de
qué tipo de relación puede haber entre la pulsión y su objeto, de nuevo damos con ese
problema. ¿Por qué lo pone en juego? porque por una parte sabemos que la pulsión es
parcial, la parcialidad de la pulsión está ligada también a la parcialidad de su satisfacción. Y
por otra parte el objeto representa ¿qué cosa para la pulsión? En rigor nada previamente
establecido sino que Freud va a hablar de una soldadura entre la pulsión y el objeto. Si
dice soldadura es para decir que no hay una reacción previa ni tampoco hay una relación
dada de por si. Una soldadura es una unión artificial.

Cuarto punto, tiene relación con el punto dos, esta particular manera de describir que tiene
Freud y al mismo tiempo de descartar lo que describe. No solamente va a ser por parte de
Freud este texto un rechazo de la normalidad, es decir, no se apresuren en suponer de que
con Freud podemos cantar victoria rápidamente y decir no hay normalidad, no es tan simple
como decir eso. Parece siempre lo que más nos apresuramos en decir cuando queremos
establecer un pensamiento de mente abierta. No es solamente decir no hay normalidad sino
que más bien es plantear lo siguiente: la sexualidad humano no parte de la genitalidad,
como más adelante lo vamos a ver apropósito del Edipo, ni para el varón ni para la niña.
Además agregándose a esto no es que Freud niegue por completo la genitalidad, genitalidad
en términos en que solemos asociarla a la normalidad, no es que Freud la niegue, sino que
intenta demostrar como esta se fabrica, cómo hay una verdadera fabricación de lo genital.
Entonces volvemos a lo siguiente: no es cosa sencilla de decir no hay normalidad, sino que
más bien es dar un paso un poco más allá de eso y decir, si todo nos demuestra que no hay
normalidad porque la sexualidad entonces no nace de la genitalidad, entonces ¿cómo se
llega a configurar algo como lo que podemos llegar a llamar normal en términos de
genitalidad? O sea eso que nos parecía lo más normal, lo más dado del ser humano que es
su genitalidad, eso para Freud es una fabricación. Por eso que muchas veces nos vamos a
encontrar en el texto con la disyuntiva con la cual clásicamente se discute en estos temas
hasta el día de hoy de si hay algo que sea innato o adquirido. Con Freud o a partir de él no
podemos apresurarnos a instalarnos en ninguna de esas dos opciones de manera completa,
aún cuando ciertamente parezca ser un pensamiento que se ubique más del lado de lo
adquirido. Más bien fabricación.

Por último, quinto elemento, vamos a lo largo de este texto a quedar en pie para poder
definir y abordar la sexualidad humana a partir de lo que Freud va a llamar la sexualidad
infantil. Algunas otras veces ya lo hemos planteado, la sexualidad infantil para Freud no es
solamente la constatación de que en lo infantil está lo sexual, sino que también parece ser el
nombre de la sexualidad humana en general.

Nos vamos a encontrar con esta cuestión esquemática, más aún cuando está en juego esta
suerte de catálogo de las perversiones. Freud recurre al concepto de libido para dar cuenta
de la pulsión sexual, de esa manera va a buscar ubicarse en una red de representaciones
distintas a la de la opinión popular. ¿Qué es lo que dice esa opinión popular tan esparcida y
en un juego permanente incluso con las nociones científicas? Supone o dice los principios
que ya hemos descrito a propósito de este instinto genésico. Lo que tendríamos es que por
una parte hay algo que consideramos como el objeto sexual, es decir la persona de la que
parte la atracción sexual, y por otra parte estaría la llamada meta sexual, es decir, esa
acción hacia la cual se esfuerza esta pulsión sexual. Es con respecto a la meta
principalmente como podrían surgir las así llamadas desviaciones puesto que implicaría
cierta relación con una supuesta norma pero esa relación con esa supuesta norma para
Freud exige una indagación, porque ya tiene la intuición de que esa supuesta norma no está
ligada con anterioridad, no está de ante mano, no es clara ni tampoco es definitiva. Eso
Freud lo establece revisando lo que precisamente la psiquiatría de la época llama
desviaciones o perversiones.

I. DESVIACIONES RESPECTO AL OBJETO


Lo que se considera que son desviaciones respecto al objeto, suponiendo que haya un
objeto. Si suponemos que hay un objeto entonces evidentemente que la primera desviación
respecto al objeto con la que nos encontramos sería con la inversión sexual.

1. Inversión sexual: en otros términos con la homosexualidad. De acuerdo a su


conducta la inversión entonces fue categorizada de tres maneras:
a. Invertidos absolutos.
b. Invertidos llamados anfígenos.
c. Invertidos ocasionales, es decir, esa inversión que se produciría dado ciertas
condiciones.
Estamos en el catálogo, Freud está diciendo que hasta el momento se ha planteado que la
inversión es una desviación, y una desviación respecto al objeto, es decir, sería una
desviación respecto al objeto si suponemos que hay un único objeto hacia el cual apunta la
meta sexual. ¿Cuál ha sido la concepción de la inversión hasta el momento? Apelar ya sea
un carácter innato como también al criterio de degeneración. ¿Qué ocurriría con la
degeneración? Degeneración sería todo tipo de manifestación patológica que no es ni
traumática ni resultado de una infección. Sin embargo Freud dice: tendríamos que ver que
los invertidos no son degenerados si se consideran los siguientes aspectos: tendrían que
para ser considerados como degenerados si la degeneración es toda manifestación
patológica que no tiene un origen traumático ni infeccioso, los invertidos tendrían que ser
degenerados en primer lugar si hubiese una coincidencia de varias desviaciones respecto a
la norma. Es decir, tendría que haber una desviación completa respecto a todas las normas
posibles. Segundo lugar, su capacidad de discernimiento, su capacidad de supervivencia
deberían aparecer gravemente deterioradas. Y acá en cundo Freud dice la degeneración a
propósito de la inversión no puede más que ser un concepto inadecuado. Porque en primer
lugar es fácil darse cuneta que hay inversiones en personas que no presentan ningún tipo de
desviación a la norma, y segundo lugar ni siquiera se establece que la inversión esté
presente en personas cuyo rendimiento no está deteriorado, por el contrario dice Freud,
encontramos la inversión en personas cuyo desarrollo intelectual y cultural, incluso ético
está bastante elevado. La clásica figura del artista. Incluso es más, dice Freud por el
contrario es un fenómeno que estaba esparcido en pueblos antiguos cuyo nivel cultural era
elevadísimo aunque también puede estar difundida en culturas primitivas, salvajes, pero
donde podemos ver que el concepto de degeneración solamente está inmerso y se aplica en
el contexto de culturas altamente civilizadas, por lo tanto no puede ser una degeneración.
¿Qué pasa con las explicaciones de la inversión respecto a lo innato? Piensen lo siguiente,
nunca se sabe que tanto se ha cambiado con respecto a las percepciones culturales de la
sexualidad en general, porque incluso hoy en día está sumamente esparcido dentro de las
mismas perspectivas que defienden la idea de una no naturalidad de la identidad sexual,
sino que más bien apuntan a como es el resultado de una construcción cultural o social,
incluso ahí en esos movimientos está presente la idea de lo innato. Es decir, esta idea de que
se nace así, de que siempre se fue así. Freud dice que si fuera innato esto solo sería
aplicable al primer grupo (al de los invertidos absolutos), es decir, no logra ser una
explicación universal de aquellos individuos que nunca presentaron una orientación sexual,
es ciertamente se puede ver, pero perdemos una concepción universalmente válida. Lo que
sería opuesto sería el carácter adquirido y acá empieza a sonarnos algo un poco más
familiar cuando hablamos de lo adquirido. De nuevo Freud establece tres criterios.
- Podría ser adquirido si fuera el resultado de una impresión sexual temprana.
- Si hubiese sido el resultado de experiencias externas, tanto favorecedoras como
obstaculizantes.
- En los casos en que puede eliminarse la inversión por medio de la sugestión
hipnótica. Dice si se elimina la inversión por la sugestión hipnótica entonces nunca
fue innata, tiene que haber sido adquirida.
A Freud todo esto no le parece convincente, pero si va a tomar esta cuestión de cierta
impresión sexual puede estar en juego.
¿Cuál es la explicación posible de la inversión? Ni lo innato ni lo adquirido explican su
naturaleza. Si fuese innato está el peligro de caer en la explicación de que hay un enlace
natural entre la pulsión sexual y su objeto. Es decir, los defensores del innatismo le hacen
un gran favor al asunto, porque si es innato están diciendo que hay siempre una ligazón
natural entre una pulsión sexual y un objeto. Eso nos ha llevado hoy en día a la cuestión de
decir que nació en el cuerpo equivocado, pero es un texto que tiene a la base la idea de que
al cuerpo le corresponde un objeto. En el caso de lo adquirido toda esta influencia
accidentales deberían alcanzar para explicar la inversión pero dejando de lado el hecho de
que efectivamente encontramos la presencia de la pulsión sexual. Son concepciones
basadas en la idea de que hay una especie de tabula raza respecto de la sexualidad, de que
ahí no hay nada antes. Es una especie de idea que remite a la inocencia sexual. Nadie sabe
nada de lo sexual hasta que algo pasa afuera en el mundo, este mundo corrupto determina
entonces la adquisición de una u otra sexualidad y por ende si suponemos que la inversión
es una desviación tendríamos que decir que ese ambiente no fue el más correcto. Existe
también por otra parte cierto recurso a la bisexualidad. Aquí también tenemos que ver como
la posición de Freud varía, porque ciertamente el va a sostener parte de su hipótesis
respecto a la fabricación de la normalidad en términos de la identidad sexual, fíjense que
cuando decimos eso en términos freudianos estamos diciendo el hecho de que simplemente
alguien se reconozca hombre o mujer, nada más que eso. Si bien Freud basa eso en una
presencia de cierta bisexualidad, tampoco es que le parezca completamente correcto,
porque el recurso de la bisexualidad supone que de toda manera existe desde antes una
clara definición de lo que es hombre y mujer. Si vamos al campo anatómico, deberíamos
decir que en rigor solamente hay dos sexos: hombre y mujer. Pero el recurso de la
bisexualidad se utilizó por el fenómeno del hermafroditismo, muy popular en el siglo
XIX y a comienzos del siglo XX por el interés que causaba en la época la presencia de los
así llamados monstruos humanos. Es decir, inclasificables, piensen el problema que en una
situación legal podía ofrecerle un hermafrodita, ¿qué tipos de herencia reciben? No
sabemos i son hombres o mujeres, hay que decidirlo. Cierto nivel de hermafrotidismo en
este recurso de la bisexualidad favorecería esta comprensión de la formación de lo normal,
es decir, de que cierto grado de hermafrotidismo anatómico sería la norma. Es decir, de que
el cuerpo humano presenta rasgos de ambos sexos. En cierto punto Freud también va a a
tomar eso, pero lo que el no toma son los siguientes criterios: si existiera efectivamente esta
disposición bisexual originaria, el desarrollo sería aquello que va permitiendo la
especificación del sexo, es decir, hay algo que se va a alternado (la bisexualidad) sin
embargo los defensores de la bisexualidad anatómica, este cierto nivel de hermafrotidismo
normal que ciertamente está pensarían que simplemente esa condición anatómica tendría
que transferirse al campo psíquico. Es decir, que si siguiéramos al pie de la letra esa
concepción tendría que haber una coincidencia entre la inversión sexual y los signos
anatómicos del otro sexo, pero eso es precisamente lo que no hay. Si seguimos al pie de de
la letra el hecho de que a la base hay un hermafrotidismo anatómico, hay una bisexualidad
anatómica y que a partir de esa bisexualidad la sexualidad se va configurando por una
alteración de esa condición original entonces tendríamos que suponer que la inversión
coincide con los signos corporales del otro sexo, es decir que las mujeres homosexuales
parecerían hombres. La hipótesis del hermafrotidismo a la base, porque los hombres
homosexuales lo serían porque tendrían rasgos aún presentes anatómicos femeninos, es una
manera de transferir lo anatómico a la psíquico y eso es precisamente lo que no hay, por eso
es que Freud no sigue esa hipótesis en ese punto, es decir el hermafrotidismo psíquico no
se cumple. La inversión y el hermafrotidismo somático son independientes entre si. No
necesariamente tiene que ver. ¿Qué ejemplo toma Freud? La inversión masculina es la más
de las veces si es que coincidente con la más plena virilidad, la virilidad, cierto despliegue
de masculinidad es perfectamente compatible con la inversión. ¿Q ué ideas quedan en pie?
Solamente dos:
- Ciertamente interviene de algún modo la disposición bisexual. Freud dice que hasta
hora no sabemos en qué consiste ni como se produce una configuración
(conformación) a partir de esta.
- Ciertamente deben intervenir ciertos accidentes, perturbaciones que afecten a la
pulsión sexual. Ciertas contingencias deben ir dándole curso a una pulsión sexual.
Primer catálogo: lo referido a la inversión y lo único que Freud logra rescatar de eso son
dos ideas simples: cierta cuota de bisexualidad salvo que no sabemos todavía como a partir
de ella se desarrolla algo y por otra parte ciertas contingencias que van a moldear y a darle
curso a la pulsión.
A final de cuenta tenemos estas dos únicas ideas que quedaron en pie para Freud, pero si se
fijan hasta el momento nos hemos referido a los intentos de explicación de la inversión.
Tendríamos que ver que es lo que ocurre respecto al objeto sexual en la inversión.
Siguiendo con esta extraña hipótesis del hermafrotidismo psíquico sabemos que es una
hipótesis que presupone que el objeto sexual en el caso de la inversión sería el contrario que
el normal, eso también está muy lejos de un carácter universal de hecho Freud establece
una evidencia de que en el caso de la inversión masculina gran parte de ellos conservan
efectivamente el carácter no solamente anatómico y físico sino que también psíquico de la
virilidad, presentan relativamente escasa rasgos secundarios que pudieran resultar
femeninos. Y en verdad en observación de tipo clínica buscan en el objeto sexual ciertos
rasgos en rigor femeninos. Muy difícilmente podríamos establecer que el objeto de la
inversión es un objeto único, de ahí que también sea muy difícil concebirla solamente como
una inversión porque el concepto de inversión una vez más presupone que hay una
configuración correcta de entrada que se invierte. Es una situación conocida, de ahí que la
homosexualidad masculina pueda investir libidinalmente precisamente en ellos (no
necesariamente en el objeto sexual) los rasgos ultra masculinos. Basta con recordar, saber o
enterarse de por ejemplo el movimiento homosexual que existía en san francisco que es el
lugar donde se investía precisamente lo más masculino (bigote, músculo, ropa de cuero
ligada a parecer especie de autoridad policial) pero no necesariamente en la búsqueda del
objeto sino en la representación propia. Y aún así en la búsqueda de un objeto sexual se
busca cierto rasgo femenino, o sea que en algún punto de esa masculinidad presencia de
algún signo femenino, por ende respecto al objeto parece que nuevamente el
hermafrotidismo psíquico en este caso no responde la pregunta. De ahí a que Freud agregue
como nota a pie de página en el año 1915 esta afirmación que para la época es bastante
aventurada, avanzada de cómo el psicoanálisis deja de considerar a la homosexualidad
como un tipo de ser humano particular. Estableciendo entonces algo que está a la base de
todos los tres ensayos es decir, el hecho de plantear y suponer que todos los hombres son
capaces de elegir en su objeto sexual algo que tenga que ver con su propio sexo, incluso en
el más heterosexual algo de orden homosexual realizado a nivel de lo inconsciente. La
hipótesis acá es la siguiente, lo que nos muestra a la base de la constitución sexual es esta
independencia de la elección del objeto respecto al sexo del objeto, en otros términos para
Freud el objeto no determina la identidad sexual porque en rigor en términos pulsionales
la elección de ese objeto es siempre independiente del sexo que pueda tener ese objeto, de
ahí que los objetos puedan ser múltiples y variables y no necesariamente seres sexuados.

¿Qué podríamos decir respecto a la meta sexual de la inversión? Freud dice que no hay
finalmente una meta sexual que sea única en el caso de la inversión y es más incluso a
veces en el caso de la inversión encontramos más restricciones en el plano de lo sexual que
en cualquier heterosexualidad normal. En otros términos Freud está diciendo es bastante
habitual encontrarse con homosexuales neuróticos. Respecto a esta meta sexual que no
sería única en la inversión podemos ver lo siguiente, no hay una coincidencia universal
entre mantener un comercio sexual por la vía anal y la inversión. Es decir no es la única
fuente de satisfacción sexual.
Conclusiones generales: a partir de una situación particular a la que la psiquiatría de la
época habría denominado como una perversión o una desviación. En primer liugar ya
concebíamos de una manera sumamente estrecha la posible relación o el posible enlace
entre la pulsión sexual y su objeto revisando todo esto se afloja aún más ese enlace. En los
casos por otra parte considerados anormales se nos muestra con más claridad lo siguiente:
esta característica de nada más que una soldadura entre la pulsión y el objeto. Sin embargo
siempre corremos el riesgo de no ver eso por concebir que hay una correspondencia entre la
pulsión y los objetos que se mostraría en los casos así llamados normales. La tarea que
tiene Freud es soltar, aflojar ese supuesto lazo entre la pulsión y el objeto y la así llamada
anormalidad o los campos de la llamada desviación sexual nos demuestran con claridad
eso. En otros términos el gesto de Freud es una vez más establecer las condiciones de la
normalidad a partir de los casos que se nos dicen anormales. Hay una lección que extraer de
eso que al menos respecto a la sexualidad de la psiquiatría de la época llamaba o
consideraba como desviaciones. Nosotros también hacemos nuestro ejercicio porque
muchas veces se le podrá decir al psicoanálisis que trabajamos en base a textos antiguos, es
un texto de 1900 como si el tiempo tuviera algo que ver con el saber. Como si se progresara
en el saber cuando resulta que el instinto genésico era un progreso. Hemos establecido
nuestro propio ejercicio porque decimos hasta el día de hoy podemos ver que incluso no
solamente en los enemigos de las desviaciones sexuales están presentes algunos elementos
como estos que Freud va descartando. Ya veían el caso del innatismo o incluso de lo
adquirido, lo que pasa es que Freud sigue siendo sumamente polémico porque hoy en día
hemos vuelto a un punto donde nadie quiere saber que hay sexualidad infantil.

2. Casos donde se prefiere personas genésicamente inmaduras (niños) u animales


como objeto sexual (otro campo):
Freud dice como quieran que sean nos muestran algo interesante, arrojan luz sobre la
naturaleza de la pulsión sexual por el hecho de que lo que no se muestra no es tanto una
perversión atroz sino más bien el hecho de que si la sexualidad humana admite tal nivel de
variación no puede ser por otra cosa que está determinada por un concepto como el de
pulsión, nos enseñan que la pulsión admite variables que pueden llegar incluso a los
extremos. Ver también como se invierten las posiciones. Parte de eso también es la
argumentación que se da cuando atacamos a los curas pedófilos, porque habitualmente se
apela a que la vida sacerdotal en si presta condiciones del ambiente para que se produzcan
desviaciones de eso tipo. Si dijéramos se forma habría que decir que hay homosexuales
porque hay perversos como ese cura. Se dice la cuestión del ambiente y que también están
las condiciones, como la vida sacerdotal está rodeado de que son solo hombres,
generalmente van formando niños entonces está la cochinada por ahí, son las explicaciones
que se tenían y que se siguen dando.
Si se apela a la cuestión de que hay un ambiente facilitador para que aparezca algo así en el
fenómeno de la vida sacerdotal es porque se está pensando lo siguiente: que la vida
sacerdotal es antinatural, y lo dicen porque no puede ser que el ser humano viva sin tener
relaciones sexuales, pero todos sabemos que si. Es decir y porque suponemos que hay un
instinto sexual decimos que como eso se frena y podría frenarse entonces un instinto sexual
normal dadas ciertas condiciones ese sacerdote va a recurrir a lo que tiene a mano, pero es
porque seguimos suponiendo que hay una vida natural respecto a la sexualidad. Además es
más complicado pero es así, hoy en día todo eso resulta tan nefasto desde el momento en
que pretendimos hacer como que en la relación pedagógica no había amor. Piensen en la
homosexualidad griega, la relación del alumno con el maestro implicaba la dimensión del
amor, el maestro se enamoraba del muchacho bello, del imberbe, pero tenían tan nivel de
problematización de la sexualidad que ellos sabían que no podían poner al muchacho en
una situación debilitada respecto al maestro siendo que ese alumno estaba siendo formado
para llegar a ser maestro, en rigor, para llegar a ser amo. ¿Qué es lo que surgió gracias a
eso? En otros términos gracias a la pedofilia griega, la filosofía. ¿De donde proviene el
amor platónico? Eso que se consigue en la medida en que no se concrete, eso que Freud va
a decir se sublima. El psicoanálisis nos permite ser un poco menos apresurado, no decir
esto es así y esto de esta otra manera.
Fíjense que dice Freud, si pensamos entonces en los casos de gente que tiene una
preferencia sexual por niños o por animales y que sea como sea por muy aberrantes que
pueda ser nos enseña de esas múltiples variables que tiene la pulsión sexual, piensen que un
instinto como el hambre muy pocas veces admitiría una variación de ese tipo, en realidad
no, solamente en un caso extremo, no nos comeríamos algo que no se puede comer porque
es un instinto, no es así con la sexualidad entonces. Lo importante en este punto es captar
esa variación que admite la pulsión y eso hace que efectivamente no haya reemplazo
porque pone en jaque la cuestión de la meta y el objeto. Como no hay un objeto de la
pulsión eso permite admitir una multiplicidad de objetos. Siguiendo siempre de la misma
situación de este apartado que dice relación a la preferencia de niños o animales no es
correcto dice Freud atribuirle insana (que estén locos) o sea no necesariamente vemos esto
en los locos. Lo que nos demuestran estos casos en que la clase y el valor del objeto sexual
pasan a segundo plano. Hay otra cosa que debe ser lo esencial, hay otra cosa que debe
determinar el hecho de que se pueda llegar a preferir objetos de ese tipo. Es más, cuando
decimos que todas esas situaciones nos parecen animales son en realidad absolutamente
humanas.

II. DESVIACIONES RESPECTO A LA META:


Al decir desviaciones respecto a la meta no quiere decir que Freud considere que hay
desviaciones respecto ala meta, se dice que él se introduce en lo que se considera
desviaciones a la meta para extraer sus propias consecuencias y conclusiones de eso con la
hipótesis de la pulsión. Él dice yo tengo la pulsión de mi parte entonces voy a ir con esa
antorcha a las oscuridades de la psicopatías sexuales que plantea la psiquiatría de la época,
las lee y dice en realidad nada de eso se entiende, o solamente puedo extraer dos o más
cosas.
Considerar al coito como la meta sexual normal. Sin embargo, Freud nos anuncia algo
evidente, ya en el acto sexual más normal están presentes todos esos elementos que si se
desarrollaran por su propia cuenta y plenamente conducen a estas aberraciones que
consideramos como perversiones, es decir, cualquier acto sexual normal considera en él
situaciones que podrían llegara considerarse como perversiones. Es decir las famosas
maneras intermedias de relacionarse con el objeto, esa sexualidad llaman preliminar y que
Freud va a llegara a considerar como el placer previo. Piensen que puede llegar a ser lo más
intermediario posible en ese sentido, lo más preliminar y que muchas veces llega a ser una
meta única pero que nadie piensa que en rigor debería ser una perversión. Pensar en el beso,
en primer lugar que tiene un beso en particular (uno boca a boca) considerando que no es
otra cosa más que juntar dos hoyos. ¿Qué podría tener que ver con el coito considerado
como el acto sexual normal? Y ¿si los amantes se conforman solamente con un beso? ¿no
sería eso una perversión? Dentro de las perversiones se conocieron tanto las transgresiones
anatómicas como las demoras en las relaciones, como las relaciones intermedias. Vamos al
caso de las transgresiones anatómicas.

1. Transgresiones anatómicas:
Tenemos lo siguiente, puede presentarse una sobreestimación del objeto sexual cuando hay
sobrestimación del objeto sexual muy rara vez se delimita a los genitales. Por lo general
puede abarcar todo el cuerpo del objeto incluyendo incluso sensaciones que pueden partir
desde ese objeto sexual. Freud inmediatamente dice cuando tenemos eso, cuando estamos
ante transgresiones anatómicas del tipo de la sobreestimación del objeto sexual estamos en
presencia de todas aquellas relaciones que son las que nos pueden llevar a la posibilidad de
la hipnosis ¿por qué? Porque al sobreestimar el objeto se le entrega inmediatamente una
autoridad sobre nosotros. Es decir, hay un asumirse en una posición más débil respecto al
objeto, ustedes ya recuerdan lo que eso implica en términos de desplazamiento de la libido.
En otros términos, es cuando dicen “me tiene hipnotizada”. Esa sobreestimación es
indiferente a la restricción de la meta sexual entendida como a la unión de los genitales es
decir, entendida como coito. Es decir, no asume como restrictiva para poder acceder al
objeto o no es dependiente respecto del objeto en términos de una unión genital de ahí los
ejemplos que les estoy diciendo porque si se ponen más finos pueden dar con cualquier tipo
de relación amorosa que en la historia puede cobrar distintas figuras. Lo que en algún
momento se llamo el amor cortes, la sobreestimación del caballero con la dama ¿de qué
manera se satisfacía el caballero con la dama? Mientras la dama menos lo pescara más le
gustaba. ¿Qué podría ser un gran halago para el caballero? Que le entregara un pañuelo, lo
dejara caer desde el alto de su castillo, y listo satisfacción. Es decir, cada vez que hay
sobrestimación del objeto sexual hay una sobrestimación de un pequeño elemento del
objeto eso que hace que alguien les guste, esa pequeña condición casi ridícula (me gusta el
gesto de él, que puede ser cualquier cosa). Estamos dentro del campo de las transgresiones
anatómicas, Freud está diciendo esto que parece transgresión en una sobreestimación del
objeto sexual en realidad es lo que forma parte en la sexualidad común y corriente,
cualquier tipo de relación amorosa establece ese tipo de sobreestimación o puede llegar a
establecer esa sobreestimación. Pero todavía cuando les gusta alguien porque lo vieron
usando tal cosa. ¿Qué podría ser en este contexto lo que Freud llama el uso sexual de la
mucosa de los labios y la boca? ¿Cuándo fue considerada perversión? cuando se ponían en
contacto con los genitales, es decir satisfacciones de tipo oral, pero no fueron consideradas
perversiones cuando son utilizadas entre si, los labios con los labios. ¿Qué es lo que
produce esta unión? Piensen en el caso de la histeria, la histérica adjudica al asco el rechazo
de una posibilidad como esa. ¿Qué ocurriría en el caso del uso sexual del orificio anal?
Nuevamente es el asco el que le pone el aspecto de perversión, evidentemente por si
relación con la excreción. Es decir, porque tendría un contacto directo con lo asqueroso en
sí. Sin embargo razones como esas no son concluyentes, no son más concluyentes que la
razón que da la histérica y dice experimenta asco ante el genital masculino porque este está
destinado a la micción, es decir, a orinar. Por otra parte sabemos que el uso del orificio anal
no está reducido al comercio sexual entre hombres, tampoco es característica únicamente
de la inversión masculina, de una u otra manera tenemos dos usos de lugares que ya
sabemos que son lugares de la pulsión, es decir las zonas erógenas de la pulsión. ¿Qué otros
significados pueden tener otros lugares del cuerpo? Freud apela al propósito de la pulsión
de apoderamiento, o sea apoderarse del objeto en todas sus dimensiones. Lo que
aprendemos en específico del uso de la mucosa anal y bucal es el hecho de que estas zonas
reclaman ser tratadas y consideradas del mismo modo como si fuesen genitales. Es decir,
experimentan una excitación del mismo modo como lo experimenta cualquier genital. En
otros términos, lo que Freud está haciendo con esto una vez más es sacar a la sexualidad
de la genitalidad, hay otras zonas del cuerpo que se comportan como genitales. Cuando
veamos el Edipo vamos a ver que tal vez incluso sea por el hecho ni siquiera de que lo
genital esté asegurado de por sí. es decir, de que hay un obstáculo entre la posibilidad de
una relación complementaria entre los sexos incluso centrado a nivel de la genitalidad.

Hay otro caso. La aparición de lo que llamamos el fetiche y el fetiche se introduce en la


posibilidad de buscar un sustituto que se considere como inapropiado al objeto sexual. Es
decir, el fetiche es un sustituto o a sido considerado como un sustituto inapropiado para el
objeto sexual. ¿Qué ocurre con esto? Ciertamente el objeto sexual entendido como otro es
sustituido por un objeto que guarda relación con el, pero que es inapropiado en términos de
que pueda servir para mantener una relación sexual con el. Díganme si no había fetichismo
en el pañuelo de la dama, o un componente fetichista en esa situación. O que se yo, cuando
los enamorados se regalan objetos, ese fetiche o ese objeto está determinado por la
sobreestimación sexual, o sea no solamente es una desviación que está determinada por la
sobrestimación que ya tiene el objeto, entonces ahí tenemos toda esta serie de cosas: los
pies, los cabellos, cualquier objeto inanimado que esté asociado a la persona, una prenda de
vestir, la ropa interior. Ahora bien para que se constituya el fetiche este tiene que pasar a ser
una condición presente en el objeto sexual de modo además que determine la posibilidad de
acceder a la relación sexual. La fobia y el fetichismo tiene una relación de desplazamiento,
es decir de configuración, pero implican mecanismos distintos, tienen una función respecto
a la castración, un objetivo respecto a la castración. De alguna maneta ambos cumplen un
papel en evitar mostrar la posibilidad de una castración, principalmente de una castración
materna. Entonces el fetiche pasa a constituirse en una condición pero con el requisito
previo de que tiene que haber una rebaja en la posibilidad de alcanzar una meta sexual, la
meta sexual llamada normal, es por esa misma vía que tiene el fetiche una función que se
anuda a lo normal, es decir, por esta sobrestimación que se puede tener del objeto es decir,
hay cierto grado de fetichismo que pertenece al amor normal. Piensen en el caso de que la
meta sexual sea inalcanzable o que su cumplimiento esté postergado, con mayor razón aún
aparece ese componente fetichista propio del amor normal. ¿Cuándo entonces pasaría a
constituirse en un caso patológico? Solamente bajo la condición de que el fetiche reemplace
por completo y absolutamente a la persona sexual, es decir, de que además desaparezca por
completo la posibilidad de alcanzar la meta sexual normal. Es decir, de que la satisfacción
sea única y exclusivamente con el fetiche. El fetiche instaurado como tal en una perversión
propiamente tal, es decir, en el sujeto que se satisface con ese objeto con su fetiche es el
resultado de una suerte de depuración porque tiene de todas maneras que mantener cierta
asociación por desplazamiento con un objeto pero del cual se desprende para pasar a ser por
si solo un objeto de satisfacción sexual. El caso de la ropa interior implica el
desplazamiento respecto a evitar la percepción de la castración materna. ¿Qué condiciones
tenemos entonces hasta el momento? Condiciones para que las simples variaciones de la
pulsión pasen a constituirse en desviaciones patológicas o sea Freud en este punto llega a
decir ya tenemos condiciones para decir cuando si algo podría ser patológico. Porque está
diciendo no siempre lo son. Dos condiciones importantes:
1. Una impresión sexual temprana.
2. Por otra parte una conexión simbólica de pensamiento, no consciente para el
individuo. Hace referencia a lo que aprende del fetichismo, a la lección que extrae
del fetichismo porque al sujeto que prefiere un fetiche desconoce las razones por las
cuales a llegado a preferir ese objeto. En el caso de que el fetiche reemplace por
completo la meta sexual eso ya se constituye en perversión es decir ya no es una
neurosis. Pero la neurosis tiene de por si un componente donde hay pensamientos
simbólicos que son inconscientes al sujeto.

Entonces ¿qué relaciones hay entre neurosis y perversión y qué las diferencia entre si?
Surgen así fijaciones a metas sexuales provisionales en la misma vía, línea que sigue la
cuestión del fetiche. El fetiche de alguna forma se extrae desde la persona, así como
también podrían ser las satisfacciones a nivel de lo que es considerado como satisfacción
previas. Si hay una fijación entonces de metas sexuales provisionales pueden surgir dos
propósitos sexuales. ¿Qué es lo que son? Todas estas condiciones que pueden ser externas o
internas y que finalmente dificultan el logro de la meta sexual pero que refuerzan la
inclinación a demorarse en actos preliminares. De ahí que aparezcan en ese campo las
acciones del tocar y del mirar, acciones están una vez más presentes en todo acto sexual
normal. El punto es ¿qué ocurre cuando estas de por si y en si solas (por sí solas) llegan a
ser la única meta sexual? Esa es la única manera bajo la cual podemos hablar de
perversiones. Peor no porque el esta considerando de que existe esa meta sexual normal
pero ciertamente si ya sea fijado algo, constituido algo que no es lo mismo que lo que
ocurre en una neurosis. Tocar y mirar además hacen referencia directa a cuestiones
pulsionales. La pulsión de ver, pulsión de apoderamiento. Menciona Freud al sadismo y
masoquismo, tenía que llegar a ese punto a propósito de que está hablando de perversiones.
Fíjense que sadismo y masoquismo no son reversos. Muchas veces caemos en la ilusión de
que son una relación sexual perfecta es decir, masoquismo no se explica por reversión del
sadismo ni el sadismo se implica por ser el negativo del masoquista. Freud tiene como
paradigma esencial respecto a estos fenómenos la cuestión del sadismo porque él piensa en
ese componente agresivo de la pulsión y que de alguna manera pasa a volverse autónomo, o
sea se desplaza ese elemento para pasar a construirse en algo autónomo. El masoquismo en
ese caso podríamos llegar a considerarlo un sadismo invertido, un sadismo aplicado hacia sí
mismo. De ahí a que el masoquismo no se explique solamente por ser la pareja del sadismo.
Más aún en la medida en que el masoquismo consiste en el hecho de que ese dolor sea
infringido por el objeto sexual, es decir, que sea el objeto sexual escogido el que infrinja
ese dolor, es decir, que sea una acción consentida. Es una acción que la mayor de las veces
conoce el contrato masoquista. ¿Qué es lo que son superados en todas estas situaciones? Ya
desde el tocar y mirar cuando se constituyen por si solas en acciones sexuales, es bastante
frecuente oír hablar de que siente satisfacción solamente al mirar, está todo el plano del
bouyerismo, exhibicionismo, etc. Lo que es superado son los tres diques psíquicos: dolor,
asco y vergüenza. Son tres diques psíquicos, es decir, si hay algo que logre configurar a la
sexualidad son precisamente todos estos trucos casi de construcción es decir, establecer
diques y ponerle diques a la pulsión hace que pueda fabricarse una sexualidad que sea la
que sea según las épocas pueda llegar a considerarse normal. En este caso Freud describe
tres: dolor, asco y vergüenza. Sadismo y masoquismo efectivamente deben ser posiciones
particulares puesto que la oposición actividad-pasividad forma parte habitual de las
características de la pulsión. El esquema de la pulsión es un esquema que retorna sobre sí,
no es solamente hacer sufrir sino también la posibilidad de hacerse sufrir. Estos pares
teóricos de la actividad y pasividad van a ser absolutamente fundamentales, tienen una
gran significación teórica porque es la única diferencia que puede concebirse a nivel de la
sexualidad. No se trata ni de masculino o femenino sino de actividad o pasividad. Donde
cada uno de los sexos puede pasar tanto por la actividad como la pasividad. Si hay entonces
una soldadura Freud va a poder afirmar lo siguiente: la libido es esencialmente masculina,
dice que es esencialmente masculina porque es siempre activa, ¿Será que Freud hace con
eso sinónimo lo masculino con lo activo? Más bien lo establece por negatividad, dice como
la libido es activa es evidente que en el caso femenino va a tener que por adquirir cierto
carácter culturalmente aceptado acceda a cierta pasividad y tiene que de cierta manera
procederse en una acción sobre la libido, es decir una acción sobre esa actividad de la
libido. Algo va a tener que venir a producir un dique, de ahí a que dolor, asco y vergüenza
sean sentimientos tan presentes en la histeria.

Consideraciones generales:
La mayoría de las transgresiones son un ingrediente de la vida sexual habitual. ¿Cuándo
llegan a ser patológicas? No por el contenido de la meta sexual, Freud está diciendo que da
lo mismo, sino que por una especie de proporción por eso que concebimos como normal.
Es decir, cuando anulan por completo la posibilidad del coito, cuando suplantan y
sustituyen a eso que hemos llamado o considerado como normal, y sin embargo es eso
precisamente lo que al mismo tiempo está diciendo Freud que está presente en toda
sexualidad. O sea poco menos que eso a lo que llamamos meta sexual normal es una
contingencia, no es nada más que algo que apareció como resultado de la reproducción.
Pero condiciones para lo patológico, es decir, condiciones para la perversión es
exclusividad y fijación.
La sexualidad infantil es la manera general de caracterizar a la sexualidad humana.

Potrebbero piacerti anche