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FUENTES PARA LA CUARTA PRÁCTICA CALIFICADA DE COMUNICACIÓN

ACADÉMICA 2019.1

Fuente 1: Causas del comercio informal

La economía informal se asocia con la presencia de aquel segmento de la economía cuya actividad
productiva se desarrolla por fuera de las normas legales que la regulan. Las causas del fenómeno
del comercio informal están asociadas con el origen de la organización económica y con la
evolución de los procesos de producción. Algunas de las más relevantes están contenidas en la
siguiente relación:

El crecimiento del desempleo


Es, tal vez, la causa que mayormente se asocia con la generación de informalidad laboral, y se
explica por la necesidad de los desempleados de generar ingreso personal. Esta causa puede estar
también asociada con intereses de diversa índole, que no se relacionan solamente con situaciones
de desempleo y/o pobreza.

Las migraciones
La dinámica de las migraciones se ha fortalecido por efecto de diversas causas, como las mayores
facilidades que ofrecen los medios de transporte modernos o las convulsiones políticas nacionales
que producen movilidad laboral a través de las fronteras. También, la creación de bloques de
comercio, mercados comunes y tratados comerciales entre países han promovido los flujos de
mano de obra. Por otro lado, las migraciones de zonas rurales hacia zonas urbanas han sido una
de las modalidades más tradicionales para satisfacer las necesidades de mano de obra en la
industria naciente en los países no industrializados. Sin embargo, los flujos de esta naturaleza
también han sido causa de sobrepoblación en las urbes de estos países, lo que ha llevado a exceso
de oferta de trabajo y a la generación de informalidad.

La complementariedad de la actividad económica formal e informal


La economía informal no necesariamente constituye una forma de producción aislada del resto de
la economía. Bajo diversas modalidades, la informalidad presenta algún vínculo con la economía
formal, que de una u otra forma apoya o estimula su existencia. Es el caso de las actividades de
prestación de servicios informales, las cuales se generan sencillamente porque existe una demanda
originada en la economía formal que estimula este tipo de producción. Igualmente ocurre con la
industria informal, que en muchos casos existe porque su producción está orientada a satisfacer
la demanda de agentes formales. Un ejemplo que se presenta con frecuencia en todo el mundo es
la actividad de recolección de diversas clases de desechos reciclables, que son recogidos por
trabajadores informales, pero que a escala mayor son acopiados y transformados por industrias
formales.
El exceso de normas y leyes aplicadas a la actividad económica
La informalidad laboral, en cuanto se define como resultado del incumplimiento de normas y
reglamentaciones laborales y económicas, tendrá una presencia en la economía proporcional al
número de estas que se establezcan. Bajo esta perspectiva, es necesario mencionar que la
formalidad implica incurrir en costos para cumplir con todos sus requisitos legales y, por tanto,
cuanto mayor sea el número de estos, mayores serán los costos de cumplir con ellos.

La laxitud en la aplicación de normas y leyes


No solo el mayor número de normas y leyes puede determinar la existencia de más o menos
informalidad. También es determinante la decisión de los gobiernos de velar por el cumplimiento
de las normas y leyes regulatorias. De forma tal, se puede esperar que, cuando exista una alta
capacidad y recia voluntad de imponer la regulación, se reducirá la informalidad, y viceversa. El
caso peruano corresponde, por ejemplo, a una situación en que existe un marco regulatorio
amplio, pero un Estado sin capacidad y/o voluntad suficiente para hacerlo cumplir.

El fomento a la informalidad por razones políticas


Una causa de la informalidad laboral que resulta relativamente fácil de identificar es aquella
relacionada con la laxitud en la aplicación de la regulación normativa y legal en función de
intereses políticos. Los gobiernos locales, particularmente, se comportan permisivos aplicando de
manera laxa la normatividad sancionatoria y restrictiva de las actividades informales cuando
requieren poner a su favor la opinión de las colectividades en épocas de campañas electorales.
Una manera de llevarlo a cabo es favorecer su práctica mediante la omisión en el cumplimiento
de los requerimientos legales para el establecimiento de actividades de producción.

La corrupción de funcionarios o instituciones públicas


Esta causa de informalidad permite ahondar en el análisis de la relación de la corrupción con el
empleo, la informalidad y el desempleo, que es un tema que no se ha abordado con amplitud en
la literatura económica. Su forma más común es la de recibir comisiones o propinas a cambio de
no aplicar las regulaciones requeridas para ciertas actividades.

Adaptado de
SANDOVAL, Gustavo
2014 “La informalidad laboral: causas generales”. Equidad & Desarrollo. Bogotá, número 22, pp. 9-45. Consulta:
14 de abril de 2019.
https://ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1176&context=eq

Fuente 2: Los orígenes del sector informal en el Perú

Un factor importante en la consolidación de una economía informal es el crecimiento


demográfico. A partir de la década de 1960, la población peruana comienza a crecer a una tasa
cercana al 3% anual, y a migrar a las ciudades. Como resultado de ello, y por primera vez en
nuestra historia, nos convertimos en un país urbano y hasta cierto punto, sobre todo en Lima,
sobrepoblado. Según el Censo Nacional de Población en 1940, el país tenía 7,1 millones de
habitantes y tan solo el 9,95% vivía en ese entonces en Lima. En 1993, la población creció
rápidamente a 22,6 millones y Lima Metropolitana concentró el 28,4% del total. Hacia el 2007,
en Lima, se concentraba a un tercio del país.

Ahora, más de medio siglo después, la presión demográfica ha disminuido, pero la herencia de
este proceso se mantiene, sobre todo porque la influencia o consecuencia que ejerce el predominio
numérico de una mayoría son jóvenes pobres con pocas opciones en el mercado de trabajo formal.
La explosión demográfica es uno de los factores que interviene en agravar las condiciones del
mercado de trabajo en el Perú, que se reduce en lo formal y crece en lo informal y lo delictivo.

Otro factor coadyuvante, que debilitó lo formal y obligó a buscar alternativas basadas en la
transgresión para sobrevivir o acumular riqueza, se relacionó con una falla de modelos de
modernización que, por diversas razones, no han podido proveer empleo masivo de calidad y, por
lo tanto, reducir el tamaño de la informalidad y dotar al Estado de los recursos necesarios para
que rija su autoridad. Estos experimentos económicos no han ofrecido las oportunidades a los
jóvenes trabajadores que buscan operar en la economía formal, sea en el Estado o en las empresas.
Curiosamente, cuando finalmente se pasó a una etapa de mercado libre, se pensó que ese era el
momento para reducir la informalidad y fortalecer a la economía formal con grandes empresas y
con mayor legalidad. Sin embargo, la evidencia empírica señala que el modelo neoliberal aplicado
en el Perú tampoco ha desarrollado la capacidad de brindar empleo en números mayores, incluso
a pesar de haber logrado superar la inflación y la recesión económica que caracterizó la década
de 1980. Es decir, no se desarrolló el empleo masivo, lo que generó opciones alternativas fuera
de la ley.

Otro elemento que influye es el mal gobierno, que, unido a los demás, termina por pintar un
panorama sombrío para el desarrollo institucional del país. Con un Estado débil, debilitado y
debilitable institucionalmente, la informalidad y el delito crecen prácticamente incontenibles.
Insistimos en que el Estado es el principal muro de contención, pero no puede ni debe actuar solo.
Requiere la colaboración de la sociedad civil, que no reacciona con fuerza, en buena cuenta
porque un segmento de ella está ahora inserto en las economías no formales. Más que recursos,
al Estado le faltan ganas de reforma y esta desidia se origina la coima y el temor a crear problemas
sociales. Se genera así una situación que podemos llamar de negligencia voluntaria. La economía
informal solo puede crecer hasta convertirse en sector económico por un Estado central débil, y
su existencia y dinamismo agravan el problema, pues, para existir, la informalidad debe operar
chantajeándolo con la violencia o comprándolo con la coima. Lo que existe ahora es un mercado
fuerte con un Estado débil.

Parte del problema con la informalidad es, también, la existencia de diversas barreras a la
formalidad. Actualmente, no se logra la formalidad principalmente por las deformaciones del
sistema tributario, cuya naturaleza es regresiva. Los altos impuestos generales no se deben, como
en el pasado, a grandes déficits o caídas del ciclo económico. Por lo tanto, se requiere otro nivel
de compromiso social, de responsabilidad o reciprocidad con el país. No es ético castigar a los
pobres con impuestos tan altos porque entonces se les priva de alternativas y se extiende la cultura
de la transgresión: las normas se perciben como injustas, particularmente para los pobres, y
aparece como excusa para cualquier tipo de comportamiento, incluso los que atentan abiertamente
contra el bien común.

Adaptado de
DURAND, Francisco
2007 “Los orígenes del problema”. El Perú fracturado: formalidad, informalidad y economía delictiva. Lima:
Fondo Editorial del Congreso del Perú, pp. 105-118.

Fuente 3: Consecuencias generales del comercio informal

La informalidad es la forma distorsionada con la que una economía excesivamente reglamentada


responde tanto a los choques que enfrenta como a su potencial de crecimiento. Se trata de una
respuesta distorsionada porque la informalidad supone una asignación de recursos incompleta que
conlleva la pérdida, por lo menos parcial, de las ventajas que ofrece la legalidad: la protección
policial y judicial, el acceso al crédito formal, y la capacidad de participar en los mercados
internacionales. Por tratar de evitar el control del Estado, muchas empresas informales siguen
siendo empresas pequeñas con un tamaño inferior al óptimo, utilizan canales irregulares para
adquirir y distribuir bienes y servicios, y tienen que utilizar recursos constantemente para encubrir
sus actividades o sobornar a funcionarios públicos. Por otra parte, la informalidad induce a las
empresas formales a usar en forma más intensiva los recursos menos afectados por el régimen
normativo. En los países en desarrollo, en particular, esto significa que las empresas formales
tienen un uso menos intensivo de mano de obra de la que les correspondería de acuerdo a la
dotación de recursos del país. Además, el sector informal genera un factor externo negativo que
se agrega a su efecto adverso sobre la eficiencia: las actividades informales utilizan y
congestionan la infraestructura pública sin contribuir con los ingresos tributarios necesarios para
abastecerla.

Puesto que la infraestructura pública complementa el aporte del capital privado en el proceso de
producción, la existencia de un sector informal de gran tamaño implica un menor crecimiento de
la productividad. En comparación con lo que sería la respuesta económica adecuada, la expansión
del sector informal a menudo representa un crecimiento económico distorsionado e insuficiente
y ejerce un efecto negativo que se manifiesta en la congestión de servicios públicos. Ello no
implica que las empresas informales carezcan de dinamismo o que estén atrasadas en comparación
con las formales. En realidad, en una situación de equilibrio, la rentabilidad ajustada por riesgos
debería ser similar en ambos sectores. Sin embargo, la informalidad está por debajo del nivel
óptimo de respuesta que puede encontrarse en el mejor escenario de una economía sin una
excesiva reglamentación y una adecuada provisión de servicios públicos. De igual forma, es
preferible la informalidad en lugar de una economía plenamente formal pero esclerótica e incapaz
de evitar las rigideces que genera la normatividad.

La implicancia de esto en términos de políticas es incuestionable: el mecanismo de la


formalización es sumamente importante por sus repercusiones en el empleo, la eficiencia y el
crecimiento económico. Si la formalización se sustenta exclusivamente en hacer que se cumplan
las normas, lo más probable es que ello genere desempleo y un bajo crecimiento. Si, por el
contrario, el proceso de formalización se sostiene mediante mejoras tanto del marco legal como
de la calidad y disponibilidad de los servicios públicos, generará un uso más eficiente de los
recursos y un mayor crecimiento. Desde una perspectiva empírica, el efecto ambiguo de la
formalización pone de manifiesto una importante dificultad para evaluar el impacto que tiene la
informalidad sobre el crecimiento económico: dos países pueden tener el mismo nivel de
informalidad, pero si las causas subyacentes que lo explican son distintas, las tasas de crecimiento
de dichos países podrán ser notoriamente distintas también. A los países en los que se controla la
informalidad mediante una drástica imposición de normas les irá menos bien que a aquellos países
que tienen un bajo nivel de informalidad debido a que cuentan con normas más suaves y servicios
públicos adecuados.

Adaptado de
LOAYZA, Norman
2008 "Causas y consecuencias de la informalidad en el Perú". Revista Estudios Económicos.
Lima, Banco Central de Reserva del Perú, issue 15, pp. 43-64. Consulta: 21 de abril de 2019.
http://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Estudios-Economicos/15/Estudios-Economicos-15-
3.pdf

Fuente 4: Consecuencias del comercio informal

a. Pobreza, desigualdad y movilidad

Los menores ingresos promedio observados en el sector informal conducen directamente a su


relación con la pobreza. Rosenbluth (1994) informa que los trabajadores informales representan
la mayor proporción entre los pobres de América Latina. Si bien no existe un vínculo inmediato
entre la informalidad y la pobreza, la primera ejerce un efecto estadísticamente significativo sobre
la segunda. Wodon y colaboradores (2001) realizan una serie de regresiones econométricas y
encuentran que el ingreso familiar guarda una asociación negativa con los jefes de hogar y los
cónyuges que trabajan por cuenta propia o son trabajadores familiares no remunerados. También
encuentran que los jefes de hogar y los cónyuges que trabajan en el sector formal o público están
asociados con ingresos promedio más elevados. La informalidad también se ha asociado con una
menor movilidad. La idea de que los mercados laborales están segmentados implica que los
trabajadores de un sector de alguna manera no pueden cruzar la barrera que les impide trabajar en
el sector formal. En su informe sobre la desigualdad, el Banco Interamericano de Desarrollo mide
las diferentes fuentes de desigualdad en América Latina, y sostiene que estar empleado en el
sector formal o en el sector informal representa entre el 10% y el 25% de la desigualdad en los
ingresos laborales (BID 1997: 44-45). El origen de la relación entre la informalidad y la
distribución del ingreso es la expansión de las actividades informales con baja productividad. Esta
baja productividad es consecuencia de la escasez de capital físico y humano que caracteriza al
sector informal.

b. Falta de protección social

Otra importante preocupación acerca del tamaño del sector informal es que los trabajadores
informales carecen de protección social. Las actividades informales, casi por definición, evitan
los impuestos sobre la nómina y las contribuciones a la seguridad social, de manera que los
trabajadores del sector carecen de acceso a las diferentes formas de protección social como el
seguro de desempleo, el seguro de salud o la jubilación. Esta preocupación ha incrementado en
los últimos años porque, a pesar de dos décadas de reformas y de ajuste estructural en varios
países de la región, el tamaño del sector informal no ha disminuido. En consecuencia, la cobertura
de los programas de protección social continúa siendo incompleta, incluso en aquellos países en
los que las reformas están más avanzadas. Se ha sostenido que el conjunto apropiado de reformas
en la legislación laboral y los programas sociales ocasionarían un aumento del sector formal y de
la cobertura de la protección social. Por ejemplo, James (1998) sostiene que los sistemas de
pensiones con pago a cargo de los ingresos corrientes se financian en general mediante impuestos
distorsionantes sobre la nómina que estimulan a los trabajadores a desplazarse al sector informal.
En contraste, los sistemas financiados con fondos propios muestran una estrecha vinculación entre
las prestaciones y las contribuciones, y los trabajadores muestran una menor probabilidad de
desplazarse al sector informal porque no consideran a sus contribuciones como impuestos.

En conclusión, el tamaño del sector informal no sería objeto de preocupación si no fuera por la
falta de protección social y la baja productividad que muestran sus integrantes. Por lo general, los
trabajadores informales no tienen acceso a la seguridad social, el seguro de desempleo, la
capacitación y, salvo que lo tenga algún miembro de la familia, el seguro de salud. Ello produce
que los trabajadores informales sean vulnerables porque son susceptibles a todos los shocks que
pueden afectarlos. Ello se debe al diseño de estos programas, que impiden la participación de la
mayor parte de los trabajadores informales, pero también a la opción racional de algunos. Por lo
tanto, es preciso realizar un esfuerzo adicional por diseñar programas que permitan e induzcan la
participación de los trabajadores informales, con el objeto de reducir la vulnerabilidad de sus
empleos. Existen amplias evidencias de que los trabajadores informales tienen salarios más bajos
y menos productividad que los formales. Como resultado, la informalidad se ha asociado a la
persistente desigualdad y pobreza que afectan a la región.

Adaptado de

FREIJE, Samuel

2002 El empleo informal en América Latina y el Caribe: causas, consecuencias y recomendaciones de política.
Inter-American Development Bank.

https://publications.iadb.org/en/publication/14938/el-empleo-informal-en-america-latina-y-el-caribe-
causas-consecuencias-y

Fuente 5: Consecuencias del comercio informal en el espacio público

El comercio informal es una actividad caracterizada por la poca o nula regulación sobre ella. Esta
actividad se origina en mayor porcentaje dentro de un sector de la población con escasos recursos
económicos, desconocimiento de la legislación comercial y carencia de un espacio físico definido
donde desarrollar sus actividades comerciales. La existencia de este tipo comercio informal está
creciendo en diferentes contextos urbanos y su accionar común es el uso de los espacios públicos
como soporte físico para estas actividades informales. Este fenómeno no es exclusivo de ciudades
de economía deprimida o emergente, sino que se puede encontrar en ciudades desarrolladas y en
proceso de crecimiento. En cualquier ámbito social en el que se manifieste esta actividad informal,
siempre provocará un impacto negativo en la parte física de la ciudad, como también una
recurrente disputa, ya sea por el uso o por el empoderamiento de estas áreas comunitarias. Estos
conflictos, en los que la invasión y el manejo inadecuado son una constante en los comerciantes
informales, están provocando un acelerado deterioro de la parte material de los espacios públicos.

En la última década, millones de empleados públicos salieron del sector laboral, producto de los
programas de ajustes, realizados en diferentes países de Latinoamérica. Muchos de ellos no
tuvieron otra opción que incorporarse a las actividades ambulatorias informales como medio de
subsistencia. Es así que el comercio informal se expandió en la mayoría de los países de la región:
Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Chile Ecuador Honduras y Venezuela
(Herrera 2004), lo que provocó una reducción y deterioro en 22 los espacios públicos de la ciudad,
debido a que esta actividad se realizaba en esos espacios de uso comunitario. A medida que la
ciudad crecía demográficamente, crecía el comercio informal.

Es así como muchos de los espacios públicos se fueron convirtiendo en zonas informales al no
estar regulados por un plan de ubicación y organización, o también por estar sujetos a vacíos
legales y técnicos, como la ambigüedad de las normas, escaso control municipal, nula
fiscalización y sentido errado de ocupación. A lo largo de su crecimiento, esta actividad comercial
ambulatoria se caracterizó por las tensiones y disputas. A nivel nación, el comercio informal
ambulatorio está surgiendo alrededor de grandes equipamientos comerciales de origen formal, los
cuales, con el crecimiento de la población y una fuerte exclusión social existente hacia los sectores
económicamente menos favorecidos, motivan que esta actividad informal continúe, sin mediar en
el costo que esta implica en el deterioro físico de los espacios públicos de nuestra ciudad.

En nuestro país, el Reglamento Nacional de Edificaciones (2010) considera que el espacio público
está conformado por las vías de circulación peatonal y vehicular, y por las áreas destinadas a
parques y plazas. Es así como el espacio público presenta características particulares en sus
dimensiones físicas y espaciales, las cuales en algunos casos son alteradas por factores externos,
por la acción de otra entidad o fenómeno. Por ejemplo, en la avenida España de la ciudad de
Trujillo, se observa que las partes que forman los espacios públicos están sufriendo alteraciones
desde hace algunos años, causados por la ocupación inadecuada, invasiva y descontrolada del
comercio informal ambulatorio, que se acentúa en algunos puntos críticos del primer anillo urbano
de la ciudad. Esto ha generado un deterioro en su morfología, infraestructura, uso, y, a la vez, una
caída en la calidad de vida de la población.

Los primeros inconvenientes que afrontamos, al abordar el tema del deterioro espacios públicos
son la saturación existente por parte del comercio informal, que se aprecia por la elevada
concentración de equipamientos comerciales en varios sectores de la avenida; las construcciones
no permitidas que invaden el espacio del peatón, lo que genera una reducción del espacio
habitable, conflicto entre los habitantes, contaminación sonora y una gran tugurización peatonal
en varias de las calles de Lima; y la congestión vehicular en varios tramos de la vía, donde la
mayor parte de los comerciantes informales invaden las secciones laterales de los carriles para
autos, y convierten las vías vehiculares en un caos insostenible. Este hecho compromete
gravemente la integridad de los transeúntes y conductores, que no pueden circular libremente y
con fluidez por esa zona, y que se enfrentan diariamente al peligro de los accidentes de tránsito.

De esta manera, el comerciante informal ha contribuido a que estos espacios dejen de ser lugares
de integración e identificación para las personas. De igual manera, se reduce el valor urbanístico
de los espacios públicos, que es resultado de la poca utilización de estos para actividades que
resalten su importancia en la vida social, como pueden ser actividades educativas y culturales o
simplemente como espacio de integración que incite al uso masivo de estos por la población
existente.

Adaptado de

TORRES, Fernando

2017 Comercio informal ambulatorio y sus efectos en el deterioro del espacio público de la
avenida España del distrito de Trujillo. Tesis de maestría en Arquitectura. Lima: Universidad César Vallejo,
Escuela de Posgrado. Consulta: 29 de abril de 2019.
http://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/UCV/11782/torres_zf.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Fuente 6: Soluciones para el comercio informal en el Perú

Al centro de los debates políticos sobre la economía informal está la pregunta de si se debe, y de
qué manera, formalizar la economía informal. Para algunos, la formalización significa mover a
los trabajadores informales a empleos asalariados formales, pero ello requiere la creación de más
empleos formales. Para otros significa registrar y gravar a los negocios informales. Para los
trabajadores y operadores informales, significa la obtención de acceso a la protección jurídica y
social, así como a servicios de apoyo, como capacitación en habilidades y capacitación
empresarial, y la posibilidad de organizarse y ser representados en los procesos de formulación
de normas relevantes, de formulación de políticas y de negociaciones colectivas.

La formalización consiste de diferentes dimensiones más allá del registro y el pago de impuestos.
Estas incluyen el recibir la protección legal y social de la que disfrutan las empresas y los
trabajadores formales, el recibir las exenciones fiscales y los paquetes de incentivos que disfrutan
las empresas formales, el poder organizarse y tener una voz representativa en los procesos de
formulación de reglas y políticas, entre otros. Los formuladores de políticas deberían reconocer
estas distintas dimensiones de la formalización y el hecho de que la formalización no es, por tanto,
un proceso de un solo paso, sino más bien un proceso continuo para extender los beneficios de la
formalización paulatinamente a los trabajadores informales. Al pedirles a los trabajadores
informales que se registren y que paguen impuestos deberían ofrecerles uno o más beneficios de
la formalización: deberían preguntar a cada uno de los grupos de trabajadores cuál o cuáles
beneficios serían los más importantes para garantizar sus medios de sustento.

Como se ha expuesto anteriormente, las soluciones para el comercio informal pueden y deberían
llevarse a cabo de diferentes formas. Claramente, no es posible que un solo objetivo de política
global o una sola receta puedan abordar las preocupaciones asociadas con todas las categorías de
negocios, actividades o trabajadores informales. Se presenta a continuación un marco de política
integral con cuatro objetivos amplios para solucionar el problema del comercio informal:
1. Crear más empleos

Existe un amplio consenso sobre la necesidad de crear más empleos –preferentemente empleos
decentes o formales– mediante crecimiento intensivo en mano de obra. Algunos observadores
argumentan que esto puede realizarse mediante políticas de empleo únicamente, mientras que
otros argumentan que es necesario incorporar los objetivos de empleo en las estrategias de
desarrollo de una manera más general. Algunos observadores también argumentan que debería
involucrar una transformación de la estructura general de oportunidades de empleo y la habilidad
de los trabajadores pobres para aprovechar tales oportunidades cuando se encuentren disponibles.

2. Registrar los negocios informales y regular los empleos informales

El registro y la cobranza de impuestos a los negocios informales, como se ha señalado


anteriormente, es el enfoque estrecho usado comúnmente en lo que se refiere a la formalización
de la economía informal. Esto debería llevarse a cabo mediante la simplificación de los trámites
burocráticos involucrados en el registro, y mediante la oferta de beneficios e incentivos a cambio
del pago de impuestos. También es importante formular regulaciones adecuadas que disuadan a
los empleadores, tanto formales como informales, de contratar trabajadores de manera informal
y los animen a pagar las contribuciones del empleador para salud y pensiones, y a aumentar las
prestaciones a sus trabajadores.

3. Extender la protección del Estado a la fuerza laboral informal

Actualmente se están debatiendo dos tipos de protección estatal para la fuerza laboral informal,
especialmente la compuesta por trabajadores pobres: la protección social y los derechos legales.

a. Protección social: la protección social ocupa otra vez un lugar importante en la agenda de la
política de desarrollo, por lo que existe un consenso creciente en el mundo de la política del
desarrollo sobre la necesidad de los siguientes puntos:

• Priorizar la extensión de la cobertura de protección social a grupos excluidos

• Adaptar tanto el seguro social como los seguros privados para incorporar a los
trabajadores informales, proporcionando incentivos fiscales y otros estímulos para que
se afilien

b. Protección legal: existe también un compromiso creciente en el mundo de la política del


desarrollo para extender la protección legal a los trabajadores pobres en la economía informal en
tres áreas de derechos legales y empoderamiento para los pobres, en general, y los trabajadores
pobres en particular: derechos de propiedad, derechos laborales y derechos a desarrollar
actividades comerciales. Sin derechos laborales, los trabajadores pobres carecen de prestaciones
laborales y condiciones de trabajo decentes. Asimismo, sin actividades comerciales legalmente
reconocidas, los trabajadores pobres no pueden acceder al crédito o los mercados, hacer cumplir
contratos o asegurar sus negocios contra quiebras. Los pobres necesitaban acceso a la justicia y,
de manera más general, al estado de derecho (CLEP 2008).

4. Aumentar la productividad de los negocios informales y los ingresos de la fuerza laboral


informal

Se ha logrado un amplio acuerdo sobre los esfuerzos que deberían hacerse para aumentar la
productividad de los negocios informales y los ingresos de la fuerza laboral informal,
particularmente la de los trabajadores pobres. Los enfoques comunes incluyen medidas
focalizadas, tales como servicios financieros, apoyo empresarial y capacitación, y medidas
generales de apoyo estatal, como servicios de infraestructura. La fuerza laboral informal necesita
activos productivos, habilidades técnicas y empresariales, y servicios de infraestructura para
competir mejor en los mercados. No obstante, para aumentar la productividad de los negocios
informales y los ingresos de la fuerza laboral informal, se requieren también cambios en el entorno
institucional a nivel general:

● Ambiente de política favorable: el ambiente de política económica debe ser favorable


para los operadores informales, especialmente para los trabajadores pobres, en lugar de
ignorarlos o de estar sesgado contra ellos. Para ello se requiere abordar los prejuicios en
las políticas económicas y sectoriales existentes, así como diseñar e implementar políticas
focalizadas. También requiere asegurar que las adquisiciones gubernamentales creen
demanda por la mercancía y los servicios producidos por los negocios y trabajadores
informales.
● Mejores términos de intercambio: para competir de manera eficiente en los mercados, los
trabajadores pobres necesitan no solo recursos y habilidades, sino también la capacidad
de negociar precios y salarios favorables por la mercancía y los servicios que venden, en
relación al costo de los insumos y de vida.
● Marco jurídico adecuado: como se ha señalado anteriormente, los trabajadores pobres en
la economía informal necesitan marcos jurídicos nuevos o más amplios para proteger sus
derechos y beneficios como trabajadores y empresarios, incluidos el derecho a trabajar,
los derechos laborales, los derechos comerciales o empresariales y los derechos de
propiedad.
● Protección de riesgos e incertidumbres: los trabajadores necesitan protección contra los
riesgos e incertidumbres asociados con su trabajo, así como contra los imprevistos más
comunes como la enfermedad, la discapacidad, la pérdida de propiedad y la muerte.

Hay, en suma, dos maneras amplias para aumentar la productividad de los negocios informales y
los ingresos de los trabajadores pobres en la economía informal. La primera es aumentar los
aspectos positivos, mediante medidas de apoyo para mejorar los activos y el acceso al mercado,
para brindar identidad jurídica, y para aumentar la productividad. La segunda es reducir los
aspectos negativos, mediante medidas que no solo reduzcan los riesgos, sino también aborden los
desequilibrios de poder en el mercado y los sesgos de política o institucionales que son adversos
a los negocios y los trabajadores informales. Ello requiere reconocer cuándo, y cómo, los
desequilibrios de poder en el mercado y los sesgos de política favorecen a las grandes empresas
formales a costa de las empresas más pequeñas informales, a los trabajadores formales a costa de
los trabajadores informales, y a los hombres a costa de las mujeres dentro de cada una de estas
categorías.

Adaptado de

CHEN, Martha

2012 La economía informal: definiciones, teorías y políticas. Londres: Secretariado del Commonwealth. Consulta:
29 de abril de 2019

http://www.inclusivecities.org/wp-ontent/uploads/2013/06/Chen_WIEGO_WP1_es.pdf

Fuente 7: Algunas propuestas para impulsar la creación de empleos formales

Las razones que explican la informalidad laboral son muy distintas y, por lo tanto, también las
posibles soluciones que se puedan plantear. De manera general, existen dos vías a través de las
cuales impulsar la formalización laboral: modificar la normatividad laboral buscando que
favorezca la formalización y mejorar la fiscalización laboral.

Modificaciones a la normatividad laboral

a. Reducir las dificultades que una empresa encuentra para realizar ajustes en la plantilla de
trabajadores, en ciertas situaciones: sobre este punto, la evidencia sugiere que, a nivel
internacional, el marco normativo en Perú es muy restrictivo y actualmente es el principal tema
de preocupación para los empresarios en materia laboral. La falta de flexibilidad en este aspecto
no favorece la contratación formal porque, frente a situaciones adversas para el negocio, que
requieran reducciones de la plantilla, eventualmente estas no se pueden realizar, lo que no permite
la adaptación de la empresa a un nuevo entorno.

b. Simplificar la reglamentación laboral y, en ciertos aspectos, revisarla para que guarde


proporción con el tamaño de la empresa: algunos de nuestros entrevistados señalaron que la
complejidad de la norma torna, con frecuencia, necesario contratar los servicios de personal
especializado para realizar una actividad que no forma parte del giro central del negocio (por
ejemplo, un abogado laboralista). Este es un costo fijo que podría ser muy oneroso para empresas
de menor tamaño.
c. Implementar salarios mínimos diferenciados por sectores productivos: actualmente, el salario
mínimo es de S/ 850 mensuales, aplicable, de manera general, a todas las actividades productivas.
Sin embargo, la heterogeneidad de la productividad que existe a nivel de sectores genera que la
aplicación generalizada de un salario mínimo único genere algunos problemas. Así, existen
sectores en los que la productividad laboral es muy baja, por lo que el salario mínimo no actúa
como un “piso” y torna poco atractivo contratar formalmente al trabajador. La propuesta de
implementar salarios mínimos diferenciados está dirigida a moderar la contratación informal en
aquellas actividades en las que el salario mínimo actual resulta inconsistente con la productividad
laboral promedio del sector. Bajo esta sugerencia, en lo sucesivo solo habría ajustes en el salario
mínimo de un sector si este es inferior a un cierto porcentaje del salario promedio de dicho sector
(por ejemplo 40%) y de una magnitud que lo vaya acercando a ese umbral. Se puede discutir
también si en lugar de diferenciar los salarios mínimos por sectores productivos es más
conveniente hacerlo por área geográfica o por alguna otra característica.

d. Evaluar la introducción de beneficios tributarios para la contratación de empleados formales:


la idea es registrar un mayor gasto del que realmente se realiza al contratar a una persona de
manera formal, lo que reduciría las utilidades de la empresa y, por lo tanto, el impuesto a la renta
que deberá pagar. Este beneficio tornaría más atractiva la contratación en condiciones formales.
Sin embargo, habría que contrapesar dos temas. El primero es que, probablemente, se estará
premiando también a aquellas empresas que hubiesen contratado de manera formal aún sin el
incentivo tributario, por lo que no se podrá evaluar el éxito de la medida y su continuidad. Lo
segundo es que implica un costo fiscal que deberá evaluarse.

Mejorar la fiscalización laboral

a. Potenciar las metodologías de detección de informalidad. La Superintendencia Nacional de


Fiscalización Laboral (Sunafil) y el Ministerio de Trabajo, las entidades fiscalizadoras, inician
sus inspecciones, principalmente, por las denuncias que hacen los trabajadores (alrededor de 75%
del total de inspecciones). Sin embargo, la fiscalización podría ser más proactiva. Por ejemplo, se
podría evaluar la consistencia entre lo que consume de electricidad por trabajador (por trabajador
reportado a la administración tributaria, Sunat) una determinada empresa de cierto sector
productivo y lo que consume de electricidad por trabajador una empresa típica del mismo sector
productivo. Una diferencia positiva y significativa podría estar escondiendo trabajadores no
reportados a Sunat y que, por lo tanto, han sido contratados de manera informal, lo que
demandaría una inspección laboral. De manera más general, parece haber algún espacio para
realizar innovaciones en el sistema de detección a través del empleo de indicadores indirectos.

b. Que el Estado publicite a las empresas que solo emplean personas en condiciones formales y
que solo trabajan con proveedores que hacen lo mismo: sería un premio para estas empresas que
el público conozca cuáles son, lo que favorecería en alguna medida sus ventas. En la misma línea,
se podría evaluar también la conveniencia (y si es factible implementar) de que el Estado esté
prohibido de contratar a unidades productivas que no tengan a todos sus empleados en
condiciones formales o que tengan alguna sentencia en contra que esté relacionada con algún
tema laboral, aun cuando esta se esté apelando.

Adaptado de

BELAPATIÑO, Vanessa, Francisco GRIPPA y Hugo PEREA

2017 “Informalidad laboral y algunas propuestas para reducirla”. BBVA Research. Observatorio
Económico Perú. Lima. Consulta: 7 de mayo de 2019.
https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/2017/01/Observatorio-informalidad-
laboral1.pdf

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