EL PAPEL DE LA MUJER COMO CIUDADANA EN EL SIGLO XVIII: LA

EDUCACIÓN Y LO PRIVADO

Lucía Criado Torres

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La Ilustración que es la corriente de pensamiento que se produce en el siglo XVIII en

Europa y que tiene como base la razón fundada sobre sí misma sin prejuicios ni
dogmatismos, y sometida a una autocrítica permanente.

Es importante situarse en las consecuencias de la Revolución Francesa, que fueron muy

diversas y de gran importancia en la Historia. Las más claras son la abolición de la
monarquía en Francia, la instauración de la 1° República y el fin de una era: el Antiguo
Régimen. Con ello se acabaron los privilegios de iglesia y nobleza con los que contaban
tanto la aristocracia como el clero. También se disgregaron las propiedades y se introdujo
el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos.

LA MUJER: APROXIMACIONES HACIA UNA REPRESENTACIÓN

HISTÓRICA

Problemas:

Desde la Edad Media el único discurso imperante y válido era el masculino.

Las desigualdades entre las clases sociales originaron distinciones: la mujer noble, la
monja, la campesina.

Independientemente de la clase social, la diferencia entre sexos era clara.

Se la consideraba sin rigor, con inteligencia y capacidades menores, y en casos extremos

incluso sin alma. La diferencia de sexos en la Edad Media era una cuestión biológica,
eran seres débiles:

Moralmente porque son la imagen de la puerta del pecado.

Físicamente por la menstruación (que se entendía como lo sucio y diabólico que salía de
ellas).
Además, desde la más temprana Edad Media se oponían las dos imágenes de mujer: Eva
– María. Eva, y por extensión todas las mujeres, eran la imagen del pecado. María
representaba la virtud, la castidad y la entrega; la única excepción.

En los Siglos de Oro la situación de la mujer no progresó respecto a la época anterior,

sino que se hizo más grande. Las condiciones sociales en que vivieron las mujeres
renacentistas se vieron condicionadas por el discurso eclesiástico, masculino, de quien
dependerían para justificar su existencia. Aparece nuevamente la imagen de María (por
su virginidad, se convertirá en paradigma de mujer ideal, así, la sexualidad pasó a ser el
eje definitorio de la consideración femenina). En literatura, surgió la imagen de la “donna
angelicata”, que simbolizaba la mujer virtuosa, honesta y discreta; con rasgos físicos
idealizados (piel clara, cabello rubio, labios rosados, etc., belleza divina. Es importante
hacer referencia al principal papel de la mujer: ser madre. En lo que respecta a la
educación de la mujer, había muchos autores que defendían con criterios biológicos la
discapacidad intelectual de las mujeres. Sin embargo, comenzaban a escucharse discursos
de autores que concebían la instrucción intelectual en el sexo femenino, como Juan Luis
Vives, con su obra De la institución de las mujeres cristianas, Antonio de Guevara o
Erasmo, todos ligados al movimiento imperante de la época: el humanismo. También
desde comienzos del siglo XVII damas de la alta nobleza se encargan de fundar
instituciones que se dedican a instruir a niñas, que podían ser escuelas propiamente, la
casa, el convento o internados laicos.

Sin embargo se vierten en diferentes estudios otras perspectivas acerca de la figura

femenina, tales como sus conocimientos en medicina, elegancia y deleite, búsqueda de la
verdad y tolerancia… Todos ellos elementos sobre los que se basa la Ilustración.

Estos nuevos espacios de sociabilidad tuvieron su precedente en el siglo XVII en el Hotel

de Rambouillet, propiedad de la marquesa de Rambouillet. Aquí, tanto hombres como
mujeres se congregaban para intercambiar ideas, expresar sus inquietudes o simplemente
charlar sobre todo tipo de asuntos intelectuales. Lo novedoso es que resultó ser el primero
en dar mayor peso y autoridad a las mujeres, de modo que la marquesa coordinaba a un
grupo de jóvenes francesas de la aristocracia, llamadas "preciosas", que se dedicaban al
cultivo del espíritu. En resumidas cuentas, suponían una antesala de la Academia
Francesa, cuyo acceso debía estar precedido por unos méritos en estos influyentes
salones. Tuvieron que pasar 150 años para que estos nuevos espacios de sociabilidad
alcanzaran su auge. A mitad del siglo XVIII todas las capitales europeas podían disfrutar
de uno.

La presencia de las mujeres en la nueva sociedad liberal las sentó como ciudadanas en sí
mismas. Su intensa preocupación por el progreso del país proteger y a trabajar para
aportar en cuestiones sociales, intelectuales, políticas o económicas y en cuestiones
religiosas.

ILUSTRACIÓN E ILUSTRACIÓN

La Ilustración primaba la máxima de la razón en la búsqueda de la verdad mediante el

abandono de todo prejuicio alimentado por la tradición y cuestionar, la religión como bas
de todo conocimiento prentendía eliminar los privilegios de las clases socuales altas. Hay
que admitir que la razón ilustrada buscaba la igualdad de los seres humanos no
profundizaba en la igualdad de géneros sino ahondaba en la diferencia entre hombres
y mujeres. La Ilustración que en un principio iba a dejar relegada la posición de la mujer
supuso el empuje necesario para salir a flote se favoreció la aparición de nuevas esferas
de relación humana donde hombres y mujeres se reúnen teniendo entre sí un trato de
igualdad intelectual. La educación de las mujeres no estaba destinada a crear mujereres
que actuaran de manera activa y útil en la sociedad o política que concebía a figura de la
mujer como sabia consejera siempre a la sombra del hombre, que debía ser discreta y
comedida.

LAS NUEVAS FORMAS DE SOCIABILIDAD

En espacios de relaciones sociales informales supone un punto de contacto para burgueses

y aristócratas bajo la hospitalidad de una mujer, dichas reuniones libre de prejuicios
surgen como respuesta a dificultades para expresar la opinión de las mujeres en ciertos
sectores, que llegaron a ser de índole clandestina.

Existían, además, otras instituciones de carácter cultural utilizado para divulgar las
reformas de la Ilustración. Por lo general, las mujeres no formaban parte de estas.

La Real Academia Española se fundó en 1713, por iniciativa del marqués de Villena, que
buscaba cumplir con el objetivo de oponerse a cualquier alteración de la lengua española.
Igual sucedió con la Real Academia de Historia (1735), Academia de Bellas Artes de San
Fernando (1752), todas estas pretendían cultivar las artes plásticas; todas bajo el amparo
y Real protección a partir de reformas ilustradas.
La San Fernando contaba con algunas académicas (mujeres nobles). Asimismo, fueron
igual de importantes la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid o Real
Sociedad Económica Matritense, ideadas para transmitir las ideas y reformas ilustradas.
Para finalizar, otra institución fue la Junta de Damas de Honor y Mérito de la Matritense,
que lucharon por cambiar la visión de los espacios de debates sociales, que buscaba
delimitar la posición de la mujer en este espacio, que ya no era informal debido a que se
convirtió en un puesto dedicado al trabajo por la utilidad de la nación. En 1787, el rey
Carlos III instaura mediante Real Cédula, la Junta de Damas de Honor y Mérito. Su
admisión era justa, necesaria y conveniente; ya que en 1788 se elaboran los estatutos de
la Junta de Damas que posicionaba las funciones de estas mujeres entre la caridad
cristiana y la filantropía ilustrada.

UN EJEMPLO DE DEFENSA DE LA MUJER Y DE SUS ENTERAS

CAPACIDADES.

La obra Teatro crítico universal de Feijoo, escrita entre 1726 y 1739, manejaba un
propósito general: Luchar contra el error. El Discurso XVI trata del error generalizado de
la desigualdad de los sexos. Feijoo irá desgranando sus argumentos para corroborar no
sólo que el hombre no es superior a la mujer, sino que esta capacitada para ejercitar las
mismas labores que el sexo masculino.

Feijoo admite lo ardua que es la tarea de defender a las mujeres, además se refiere a ciertos
errores que se han venido arrastrando desde la Antigüedad y que desvaloraban a la mujer,
rechaza las ideas contrarias que sitúan a la mujer como paradigma de perfección, a partir
de aquí es defender la igualdad de los sexos. Por ello establece tres niveles de cualidades
desde el punto de vista ilustrado de la utilidad y el progreso.

El primero de ellos es el nivel físico, el segundo de ellos es el de las virtudes y el tercer

nivel habla de la sencillez femenina y de la prudencia masculina. Además de las tres
cualidades anteriores señala que a las mujeres hay que añadirles una cualidad más: la
vergüenza.

Feijoo ha hablado de las cualidades de hombres y mujeres que no equilibra la balanza por
ninguno de los dos sexos. Hace un recorrido desde el antiguo Egipto por todas las mujeres
célebres y virtuosas, reinas y gobernantes que han sido capacitadas para gobernar los
países pero que en España se ha cometido a veces el error de coronar a un niño en lugar
de una mujer. Y continúa su recorrido en África y en América a lo largo de todos los
tiempos.

Feijoo quiere defender el entendimiento de la mujer, pero no tiene autoridad suficiente

para ello y por tanto solo podrá servirse de la razón. Al igual que la Historia la escriben
los vencedores y no los derrotados, la supremacía es atribuida al género masculino porque
son ellos los que escriben al mundo la versión de las cosas. Además, si las mujeres no
saben desempeñar ciertas tareas, es por la falta de entendimiento al haberlas excluido de
tales actividades. De manera que es erróneo considerar a las mujeres no válidas para
ocupaciones, cargos o tareas, para las que no han sido educadas.

Muchas mujeres, que a pesar de tener un intelecto superior al de sus maridos, son tachadas
de ineptas en el discurrir de las materias. La mujer no cuenta con ninguno de dos
elementos importantes: la preparación anterior y la absorción de otros discursos que
amplíen sus reflexiones.

Feijoo, tal ha sido su convencimiento de que la mujer poseía un intelecto menor, que
muchas terminaron por creerlo también. Hasta ahora, ha dado razones filosóficas para
demostrar su cometido, es necesario aportar razones físicas para convencer. Así da
muestras razonadas de que el tamaño del cráneo y por lo tanto del cerebro no tiene nada
que ver con el intelecto de la persona, sea sinónimo de mayor entendimiento.