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eficiente
Las propuestas de seis candidatos a la Alcaldía capitalina en el manejo de la basura: desde
el manejo del relleno sanitario de la zona 3 y cómo impulsar planes de reciclaje urbano.
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Por: Ana Lucía González
Cada persona produce un promedio de 2 libras de basura diaria. Desde plásticos, desechos
orgánicos, papeles, cartón, vidrio o madera, se calcula que al vertedero de la zona 3 llegan a
dar los residuos de un aproximado de 7 millones de personas. Esto significa alrededor de 3
mil 200 toneladas diarias que provienen de las 22 zonas capitalinas y de 14 municipios
aledaños, según datos de la Municipalidad de Guatemala.
Si se traslada esta cantidad a un espacio real, una tonelada equivale a 4 metros cúbicos, en
proporción, el Estadio Doroteo Guamuch, que tiene un promedio de 427 mil metros
cúbicos, puede llenarse con esta cantidad en 31 días”, ejemplifica Carlos Sandoval, vocero
capitalino.
El vertedero de la zona 3, también conocido como el relleno sanitario, tiene casi 80 años de
existencia. Este era un barranco que dividía las zonas 3 y 7 y en ese entonces se recolectaba
la basura con carretas jaladas por mulas o con carretas de mano. Hoy día ingresan 550
camiones diarios, cada uno con 6 toneladas de basura suelta. De estos camiones, 283 vienen
de los municipios vecinos, informa Sandoval.
Estos son los municipios con su respectiva carga de camiones: Chinautla (8), Fraijanes
(10), Mixco (144), Palencia (5), San José Pinula (24), San Juan Sacatepéquez (12), San
Lucas Sacatepéquez (6), San Miguel Petapa (6), San Pedro Ayampuc (5), San Pedro
Sacatepéquez (4), San Raymundo (4), Santa Catarina Pinula (20), Villa Canales (6), Villa
Nueva (28).
“Tendría el doble de vida útil si se cerraran las puertas a las municipalidades, pero esto no
sería consciente, mientras estas comunas no resuelvan su problema, se generarían 14
vertederos clandestinos”, afirma Sandoval.
Manejo y reciclaje
La gestión del basurero toma en cuenta el olor que generan los desechos por el gas metano.
Al depositar la basura en los distintos patios se va aislando con material selecto y químicos.
Además, la generación de gas metano se aprovecha para producir energía eléctrica. Se han
instalado filtros y ductos bajo tierra que succionan este gas metano por medio de una planta
que lo convierte en 4 megavatios de energía, lo que alcanza para abastecer a unas 1,400
familias, indica Sandoval.
El presupuesto del vertedero es de Q25 millones anuales. Se distribuye en: material selecto,
maquinaria – cargadores frontales, camiones de volteo, personal operativo, administrativo,
equipamiento y otros gastos: energía eléctrica, agua y otros.
Las propuestas
Gonzalo Marroquín
La ciudad capital recibió una orden del cierre del basurero de la zona 3 desde 2009 y desde
entonces han muerto diez personas. La Municipalidad ha logrado prórroga para iniciar el
cierre del basurero. Creemos que es obligatorio y definitivo que hay que cerrarlo. Desde el
primer día de nuestra administración vamos a iniciar el cierre del basurero, porque es lo
más correcto para proteger el ambiente y para evitar que se sigan contaminando los mantos
freáticos.
Reciclaje
Roberto González
Creo
Relleno sanitario
Primero, debe ordenarse la concesión del servicio de recolección que hoy no tiene certeza
jurídica, puesto que la Municipalidad no ha formalizado los permisos, creando
incertidumbre desde hace años. Segundo, hacer un modelo optimizado de rutas a nivel
metropolitano.
Reciclaje
El vecino debe ser el primer guajero, que tenga incentivos para separar la basura. Una tarifa
cara para la persona que siga colocando su basura de forma desordenada y tarifas
diferenciadas para el vecino que efectúe el trabajo de preselección desde su casa: poniendo
el vidrio, plástico, papel y orgánica por separado. A más orden, menos precio y viceversa.
Reciclaje
Partido Fuerza
Relleno Sanitario
No existe un espacio para cambiar el lugar del actual basurero, sin embargo, considerando
que es un problema que involucra a algunos municipios aledaños a la ciudad capital, hemos
propuesto agilizar la creación del Distrito Metropolitano y afrontar en conjunto este tema.
Nuestra propuesta se basa en fomentar la clasificación de la basura desde las viviendas,
proporcionándoles bolsas de colores para la basura orgánica y no orgánica y crear cuanto
antes las bases para extraer energía de los subgrupos de basura.
Reciclaje
Proponemos el proyecto “Mi Casa Ecológica”, que será elaborada con plástico que los
vecinos interesados podrán recoger y venderle a la Municipalidad. De la misma manera que
actualmente no se ven latas de aluminio tiradas en la calle, al aprovechar el plástico para
crear casas ecológicas, los vecinos podrán vender los envases plásticos a la planta de la
comuna y además podrán hacerse de un ingreso extra en su economía.
Álvaro Véliz
Movimiento Semilla
Relleno Sanitario
Además, propongo construir una represa natural que contenga la expansión del basurero y
afrontar técnicamente el colector a cielo abierto, que constituye un riesgo de deslizamiento,
mediante su tratamiento y conducción adecuada. Una solución técnica factible, que
incorpora bandas de selección final, trincheras, protección de los mantos freáticos, lagunas
de oxidación y manejo de lixiviado y metano.
Reciclaje
La gestión sostenible de los desechos sólidos del área metropolitana responde a un cambio
social, a una nueva manera de gestionar responsablemente los desechos, desde la casa, el
vecindario, el barrio, los mercados e instituciones públicas, privadas en general, lo cual
implica un cambio total del ciclo de producción y la disposición final de los desechos.
Eduardo Prado
Partido Todos
Relleno Sanitario
Reciclaje
El manejo del desecho sólido debe tratarse en una integración vertical para compensar la
inversión en una planta industrial. Propone plantas de manejos de desechos orgánicos en
áreas de mercados más concurridos, así como fortalecer la educación ambiental,
capacitación y promoción. Abordar la producción de gas metano que generan los desechos
para generar energía eléctrica a nivel industrial.
El Acordeón
Petén resguarda uno de los mayores tesoros patrimoniales entre los casi seis mil sitios
arqueológicos que se encuentran dispersos en todo el país. Solo en este departamento se
encuentran cerca de 580 centros prehispánicos registrados, de acuerdo con el Atlas
Arqueológico de Guatemala. De estos, solamente 45 sitios reciben vigilancia y
mantenimiento por parte del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) que están bajo el
cuidado de un promedio de 380 trabajadores.
La protección de decenas de ciudades mayas con más de 3 mil años de historia se encuentra
en peligro debido a la constante depredación de sus bienes, invasiones y quemas. A esto se
suma el peligro de que sigan en pie debido a los escasos fondos para su mantenimiento y
conservación.
Sitios como Dos Pilas, en Sayaxché, ameritan acciones urgentes debido al avance de los
incendios forestales y posibles saqueos; en tanto el arqueólogo Richard Hansen, director del
proyecto El Mirador, demanda también respuestas prontas y manifiesta su preocupación
hacia la demolición del patrimonio cultural que se da ahora mismo en Cuenca Mirador a
manos de madereros, ganaderos, narcos y concesionarios “con licencia”.
Ante un presupuesto estatal de inversión de Q4.1 millones, la discusión se enfoca hacia cuál
debería ser la visión y rol del Gobierno ante este patrimonio cultural, considerado también
un pilar clave en la estrategia del sector turismo. Si por un lado, favorecer la investigación
académica, donde una vez estudiados los hallazgos arqueológicos, se vuelven a cubrir para
su mejor resguardo; o bien, restaurar las edificaciones y volver los sitios aptos para recibir
visitantes, lo que permitiría que sean fuente de ingresos para las comunidades que viven a
su alrededor.
De los sitios arqueológicos ubicados en Petén, solo los parques de Tikal y Yaxhá reúnen las
condiciones idóneas para recibir turistas, según el doctor en arqueología Tomás Barrientos.
Juan Carlos Ramírez, director técnico de IDAEH, añade el sitio de Ceibal e incluso los
servicios en la Cuenca Mirador son limitados. “Se carece de certeza jurídica para invertir en
terrenos que son propiedad privada”, explica.
El documento enumera 21 indicadores de manejo institucional de esta zona, así como las
cifras de presupuesto, los cuales muestran mayor relevancia y cantidad de recursos
destinados al tema ambiental sobre el cultural, el cual contempla un breve informe sobre
cifras de visitantes a diez sitios arqueológicos en el periodo 2006 al 2017.
Solo dos parques destacan por la cantidad de visitantes y por las cifras de ingresos que
representan: Tikal que recaudó más de Q27 millones en 2018 y recibió 302 mil visitas
durante el año, conforme su administrador, Jorge Roldán. En el 2017, el parque Yaxhá-
Nakúm-Naranjo tuvo un promedio de 27 mil visitas y reportó ingresos de Q1.8 millones,
según el informe. De acuerdo con Roldán, las 300 personas que laboran solo en Tikal
(funciona con fondos privativos), permiten darle un mantenimiento autosostenible y eficaz
a las 78 estructuras de esta emblemática ciudad.
Este año, el presupuesto del IDAEH es de Q85 millones, de los cuales Q38 millones se
destinan para pagos de nómina. Ramírez, director técnico del IDAEH, detalla que para
proyectos de mantenimiento e inversión de todos los sitios arqueológicos del país se
destinan Q4.1 millones, aunque en el 2018 estos fondos fueron de Q8 millones.
“Necesitamos más asignación presupuestaria para encaminar los proyectos. Lo que sucedió
este año es que no se presentaron oferentes para las cotizaciones subidas en
Guatecompras”, explica.
“El área del Usumacinta es la que está más dañada en Petén: Dos Pilas, Petexbatún, el
puesto de control de Conap en Sierra de Lacandón fue derribado meses atrás lo que
permitió el ingreso de personas sin control, lo que ha permitido invasiones y quemas”,
lamenta Ramírez.
Enterrar o mostrar
Por experiencia, Barrientos sabe que descombrar una estructura prehispánica significa darle
mantenimiento, y generalmente se carece del presupuesto, por lo que, una vez investigado y
por la protección ante el ambiente y los depredadores, se decide volver a cubrir el hallazgo.
Barrientos cuestiona además los criterios de restauración, donde muchas veces prevalece la
visión de un producto turístico por encima de la investigación, lo que ha llevado a que
muchos edificios se restauren parcial o totalmente, sin conocer a fondo su historia. “A los
arqueólogos nos pagan por investigar y es nuestra responsabilidad conservar lo que se ha
intervenido. Tal vez no sea muy pragmático para muchos, pero es lo que hacemos. En
cierto modo justifica lo que viene después con la restauración y la visitación turística. Pero
el espectáculo puede quedarse corto si la investigación no es buena”, argumenta.
La antigua ciudad maya de Río Azul, en la esquina noroeste de la RBM, es un ejemplo del
escaso mantenimiento. Esta urbe conserva muros, bóvedas y torres de crestería expuestas
en peligro de colapso (edificios AI al AV), según los registros de Quintana. Refiere que
desde el 2008 se realizó un proyecto de rescate de tumbas, las cuales fueron restauradas y
luego cubiertas para su conservación. Desde entonces solo tiene vigilancia y carece de
actividades científicas. “En el 2016 se derrumbó un árbol en la fachada del edificio A-II
causando pérdida de arquitectura: grietas y derrumbes en sus muros, daños que a la fecha
no han sido atendidos”, informa.
La arqueóloga Liwy Grazioso, quien trabajó en el rescate de este sitio, relata cómo las
visitas, con ingresos no autorizados a las 18 tumbas, –después del saqueo– terminaron por
dañar las valiosas estructuras. Esto lo hace muy vulnerable para recibir turistas, pues hay
peligro de que se deterioren pinturas murales de más de 2 mil años de antigüedad.
Richard Hansen considera que la preservación de los sitios arqueológicos, muchos de ellos
amenazados actualmente, tiene que ver con la creación de nuevos modelos económicos
donde estos centros sean generadores de ingresos para las comunidades cercanas.
Barrientos en cambio considera que los criterios para la apertura de cada sitio arqueológico
son diversos, y va a depender del contexto y variables de cada lugar, como la capacidad de
cuido en el largo plazo, acceso y seguridad. De manera que si no se tienen fondos para la
conservación y mantenimiento, lo mejor es no restaurar si no es necesario.
Hubo también intervenciones muy cuestionadas y que siguen siendo motivo de debate y
estudio entre los especialistas. Fue el caso de la demolición del edificio 5D-33, decisión que
contó con el aval del entonces director del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH),
Carlos Samayoa Chinchilla.
El edificio 5D-33, de unos 33 metros, era la edificación más alta de la Acrópolis Norte.
Estaba aislado y constaba de cinco plataformas escalonas, escalinata central, un recinto
interior con dos cámaras. “Los restos de crestería, techo, recinto interior y las dos últimas
plataformas escalonadas fueron desmanteladas totalmente. La demolición cambió
sensiblemente la imagen de la Gran Plaza como era en el Clásico Tardío”, refiere Quintana
en el Anuario No. 13 del IDAEH del 2014.
El director del proyecto en ese periodo, 1963-1964 era William Coe, quien sustituyó al
arqueólogo Edwin Shook, quien no tenía título académico, pero sí la experiencia, refiere
Tomás Barrientos, director del Departamento de Arqueología de la Universidad del Valle
(UVG). Coe decidió sacrificar el edificio 5D-33 por varios propósitos. Uno era agotar la
investigación científica en el edificio principal y mostrar las etapas de construcción
anteriores y, segundo, usar el escombro de la demolición para rellenar la enorme trinchera
trabajada en el lado oeste del monumento, según el documento.
Reconoce que el 5D-33 era una estructura endeble, en peligro de caerse, pero que
probablemente fue una decisión para ahorrarse costos y facilitar la investigación en ese
momento. “Fue una respuesta fácil y apresurada, sin tomar en cuenta el impacto que
tendría”, asevera.