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Hacia una gestión de la basura más

eficiente
Las propuestas de seis candidatos a la Alcaldía capitalina en el manejo de la basura: desde
el manejo del relleno sanitario de la zona 3 y cómo impulsar planes de reciclaje urbano.

FECHA DE PUBLICACIÓN: 26-05-19

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Por: Ana Lucía González

Cada persona produce un promedio de 2 libras de basura diaria. Desde plásticos, desechos
orgánicos, papeles, cartón, vidrio o madera, se calcula que al vertedero de la zona 3 llegan a
dar los residuos de un aproximado de 7 millones de personas. Esto significa alrededor de 3
mil 200 toneladas diarias que provienen de las 22 zonas capitalinas y de 14 municipios
aledaños, según datos de la Municipalidad de Guatemala.
Si se traslada esta cantidad a un espacio real, una tonelada equivale a 4 metros cúbicos, en
proporción, el Estadio Doroteo Guamuch, que tiene un promedio de 427 mil metros
cúbicos, puede llenarse con esta cantidad en 31 días”, ejemplifica Carlos Sandoval, vocero
capitalino.

La generación de desechos en la ciudad capital ha crecido proporcionalmente al aumento de


la población y el consumo. Ante este problema creciente, la gestión sobre el mejor manejo
de la basura se ha convertido en uno de los debates principales para los candidatos a la
Alcaldía capitalina. El vertedero de la zona 3, el punto adonde llegan todos estos desechos,
se le considera un foco de contaminación, así como de gestión ineficiente que quedó
atrapado en el centro de la ciudad y del que se carece de soluciones acertadas en el largo
plazo.

En un escenario de 17 candidatos a la Alcaldía capitalina para el periodo 2020-2024,


incluyendo al actual alcalde Ricardo Quiñónez por el Partido Unionista, seis de ellos
proponen soluciones para mejorar el manejo y tratamiento de los desechos. A continuación,
algunas cifras de la planta de basura en la zona 3 que maneja la Alcaldía y las distintas
propuestas de los candidatos.

Un destino para 14 municipalidades

El vertedero de la zona 3, también conocido como el relleno sanitario, tiene casi 80 años de
existencia. Este era un barranco que dividía las zonas 3 y 7 y en ese entonces se recolectaba
la basura con carretas jaladas por mulas o con carretas de mano. Hoy día ingresan 550
camiones diarios, cada uno con 6 toneladas de basura suelta. De estos camiones, 283 vienen
de los municipios vecinos, informa Sandoval.

Estos son los municipios con su respectiva carga de camiones: Chinautla (8), Fraijanes
(10), Mixco (144), Palencia (5), San José Pinula (24), San Juan Sacatepéquez (12), San
Lucas Sacatepéquez (6), San Miguel Petapa (6), San Pedro Ayampuc (5), San Pedro
Sacatepéquez (4), San Raymundo (4), Santa Catarina Pinula (20), Villa Canales (6), Villa
Nueva (28).

“Tendría el doble de vida útil si se cerraran las puertas a las municipalidades, pero esto no
sería consciente, mientras estas comunas no resuelvan su problema, se generarían 14
vertederos clandestinos”, afirma Sandoval.

Manejo y reciclaje

La basura que ingresa al vertedero se clasifica así: 3% tela, 3% madera, 4% vidrio, 5%


aluminio, 6% plástico, 11% papel y cartón y 68% orgánico. De estos porcentajes, el 70% se
convierte en inutilizable, debido al alto porcentaje de humedad que trae.

La gestión del basurero toma en cuenta el olor que generan los desechos por el gas metano.
Al depositar la basura en los distintos patios se va aislando con material selecto y químicos.
Además, la generación de gas metano se aprovecha para producir energía eléctrica. Se han
instalado filtros y ductos bajo tierra que succionan este gas metano por medio de una planta
que lo convierte en 4 megavatios de energía, lo que alcanza para abastecer a unas 1,400
familias, indica Sandoval.

El presupuesto del vertedero es de Q25 millones anuales. Se distribuye en: material selecto,
maquinaria – cargadores frontales, camiones de volteo, personal operativo, administrativo,
equipamiento y otros gastos: energía eléctrica, agua y otros.

Alrededor del basurero se encuentran un total de 20 asentamientos reconocidos por la


Municipalidad capitalina, muchos de sus vecinos viven del reciclaje, como los 1,200
guajeros que ingresan cada día y que se estima pueden ganar desde Q150 hasta Q800 por
cada jornada, según el tiempo que quieran dedicarle.

Las propuestas

1. ¿Cuál es su propuesta para el manejo del relleno sanitario en la zona 3?


2. ¿Cuál es su propuesta para mejorar la gestión de desechos sólidos y reciclaje?

Gonzalo Marroquín

Encuentro por Guatemala


Relleno Sanitario

La ciudad capital recibió una orden del cierre del basurero de la zona 3 desde 2009 y desde
entonces han muerto diez personas. La Municipalidad ha logrado prórroga para iniciar el
cierre del basurero. Creemos que es obligatorio y definitivo que hay que cerrarlo. Desde el
primer día de nuestra administración vamos a iniciar el cierre del basurero, porque es lo
más correcto para proteger el ambiente y para evitar que se sigan contaminando los mantos
freáticos.

En la práctica lo que vamos a hacer, es iniciar la construcción de una planta de


procesamiento lo cual es viable financieramente. Que puede procesar la basura de la ciudad
capital y buscar una solución integral para los municipios, porque 17 comunas vienen a
dejar la basura aquí.

Reciclaje

Es importante iniciar un proceso de educación profundo con la población, porque no es lo


mismo este concepto en las zonas 10, 14, 15, que en las zonas populares para que conozcan
los beneficios de reciclar la basura. Esto a través de campañas de información en todas las
áreas y en todos los niveles socioeconómicos. No se tiene conciencia de la importancia de
manejar desechos sólidos. Hay dos incentivos que motivan esto: el ambiental y el
económico.

Roberto González

Creo
Relleno sanitario

Primero, debe ordenarse la concesión del servicio de recolección que hoy no tiene certeza
jurídica, puesto que la Municipalidad no ha formalizado los permisos, creando
incertidumbre desde hace años. Segundo, hacer un modelo optimizado de rutas a nivel
metropolitano.

En el relleno de la zona 3 implementaría drenajes de lixiviados (líquidos venenosos) para


no seguir contaminando el subsuelo. Ello, acompañado de un tren de aseo municipal en las
áreas precarias para no contaminar las cuencas.

Reciclaje

El vecino debe ser el primer guajero, que tenga incentivos para separar la basura. Una tarifa
cara para la persona que siga colocando su basura de forma desordenada y tarifas
diferenciadas para el vecino que efectúe el trabajo de preselección desde su casa: poniendo
el vidrio, plástico, papel y orgánica por separado. A más orden, menos precio y viceversa.

Juan Solórzano Foppa

Comité cívico Mi Barrio


Relleno Sanitario

El relleno sanitario de la zona 3 es un foco de contaminación y ocurrencia de desastres que


debe ser atendido de manera integral y considerado como un problema nacional, no solo
municipal. Por tanto, requiere que la Municipalidad gestione ante el Poder Ejecutivo y las
municipalidades aledañas la construcción de una solución integral y estructural que sirva de
ejemplo a toda la nación. Por ende, prometer solucionarlo sería demagógico. Pero de
inmediato es posible implementar medidas como por ejemplo, tratar de reducir los residuos
generados por cada persona, proyectos municipales de educación y capacitación para
separar desechos sólidos domésticos.

Reciclaje

Entablar un diálogo y negociación con la Asociación de Guajeros para impulsar un


proyecto de tecnificación del reciclaje y la reutilización. Por ejemplo, al reciclar una
tonelada de hierro, no solo se reduce la necesidad de extracción de hierro, sino que también
se evita la emisión de una tonelada de dióxido de carbono. Aunado a lo anterior, es
necesario retomar la producción de biogás y estiércol orgánico a partir de los residuos
biológicos que quedan después del reciclaje y la reutilización. Esto de manera transparente
y si se considera una concesión privada se debe impulsar un concurso público para ello.

Luis García Stubbs

Partido Fuerza
Relleno Sanitario

No existe un espacio para cambiar el lugar del actual basurero, sin embargo, considerando
que es un problema que involucra a algunos municipios aledaños a la ciudad capital, hemos
propuesto agilizar la creación del Distrito Metropolitano y afrontar en conjunto este tema.
Nuestra propuesta se basa en fomentar la clasificación de la basura desde las viviendas,
proporcionándoles bolsas de colores para la basura orgánica y no orgánica y crear cuanto
antes las bases para extraer energía de los subgrupos de basura.

Reciclaje

Proponemos el proyecto “Mi Casa Ecológica”, que será elaborada con plástico que los
vecinos interesados podrán recoger y venderle a la Municipalidad. De la misma manera que
actualmente no se ven latas de aluminio tiradas en la calle, al aprovechar el plástico para
crear casas ecológicas, los vecinos podrán vender los envases plásticos a la planta de la
comuna y además podrán hacerse de un ingreso extra en su economía.

Álvaro Véliz

Movimiento Semilla
Relleno Sanitario

En principio, el de la zona 3 no es un relleno sanitario, es un vertedero insalubre localizado


en el centro urbano. Nuestro plan contempla la tecnificación de dicho vertedero, que
implica su transformación, en un ciclo de vida de 10 años hacia un relleno sanitario, apto
para el tratamiento de residuos biodegradables y producción de abono orgánico-
compostaje.

Además, propongo construir una represa natural que contenga la expansión del basurero y
afrontar técnicamente el colector a cielo abierto, que constituye un riesgo de deslizamiento,
mediante su tratamiento y conducción adecuada. Una solución técnica factible, que
incorpora bandas de selección final, trincheras, protección de los mantos freáticos, lagunas
de oxidación y manejo de lixiviado y metano.

Reciclaje

La gestión sostenible de los desechos sólidos del área metropolitana responde a un cambio
social, a una nueva manera de gestionar responsablemente los desechos, desde la casa, el
vecindario, el barrio, los mercados e instituciones públicas, privadas en general, lo cual
implica un cambio total del ciclo de producción y la disposición final de los desechos.

Contempla dos acciones importantes: Una crear incentivos y unidades técnicas de


capacitación barriales y familiar, para la transformación ciudadana. Segundo, anillos de
contenedores de residuos para reciclaje a escala barrial para recolección, separando
desechos biodegradables de los inertes, entre otras propuestas.

Eduardo Prado

Partido Todos
Relleno Sanitario

El botadero municipal no reúne las condiciones mínimas. Actualmente es un insulto a la


salud, la tecnología y la dignidad humana. Además, el botadero trasciende el manejo
industrial. Ubicado en el centro de la ciudad, terreno que no pertenece a la comuna, es
rentado. Propone la clausura de este, así como prevenir problemas sociales de grandes
proporciones, como las 4 mil familias que viven de los desechos sólidos y deben
encontrarse soluciones conjuntas por tratarse de una responsabilidad municipal y del
Estado.

Es necesario descentralizar el botadero y clausurarlo metódicamente. Abrir una opción a


otro relleno sobre un área preparada dentro de un manejo científico y productivo,
considerando intervención de alianzas público-privadas.

Reciclaje

El manejo del desecho sólido debe tratarse en una integración vertical para compensar la
inversión en una planta industrial. Propone plantas de manejos de desechos orgánicos en
áreas de mercados más concurridos, así como fortalecer la educación ambiental,
capacitación y promoción. Abordar la producción de gas metano que generan los desechos
para generar energía eléctrica a nivel industrial.

El Acordeón

Resguardo de un patrimonio cultural en


riesgo
Criterios y acciones de salvaguarda para preservar los sitios arqueológicos en Petén difieren
debido a la escasez de fondos para su mantenimiento.

FECHA DE PUBLICACIÓN: 26-05-19


Por: Ana Lucía González

Petén resguarda uno de los mayores tesoros patrimoniales entre los casi seis mil sitios
arqueológicos que se encuentran dispersos en todo el país. Solo en este departamento se
encuentran cerca de 580 centros prehispánicos registrados, de acuerdo con el Atlas
Arqueológico de Guatemala. De estos, solamente 45 sitios reciben vigilancia y
mantenimiento por parte del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) que están bajo el
cuidado de un promedio de 380 trabajadores.
La protección de decenas de ciudades mayas con más de 3 mil años de historia se encuentra
en peligro debido a la constante depredación de sus bienes, invasiones y quemas. A esto se
suma el peligro de que sigan en pie debido a los escasos fondos para su mantenimiento y
conservación.

Sitios como Dos Pilas, en Sayaxché, ameritan acciones urgentes debido al avance de los
incendios forestales y posibles saqueos; en tanto el arqueólogo Richard Hansen, director del
proyecto El Mirador, demanda también respuestas prontas y manifiesta su preocupación
hacia la demolición del patrimonio cultural que se da ahora mismo en Cuenca Mirador a
manos de madereros, ganaderos, narcos y concesionarios “con licencia”.

Ante un presupuesto estatal de inversión de Q4.1 millones, la discusión se enfoca hacia cuál
debería ser la visión y rol del Gobierno ante este patrimonio cultural, considerado también
un pilar clave en la estrategia del sector turismo. Si por un lado, favorecer la investigación
académica, donde una vez estudiados los hallazgos arqueológicos, se vuelven a cubrir para
su mejor resguardo; o bien, restaurar las edificaciones y volver los sitios aptos para recibir
visitantes, lo que permitiría que sean fuente de ingresos para las comunidades que viven a
su alrededor.

De los sitios arqueológicos ubicados en Petén, solo los parques de Tikal y Yaxhá reúnen las
condiciones idóneas para recibir turistas, según el doctor en arqueología Tomás Barrientos.
Juan Carlos Ramírez, director técnico de IDAEH, añade el sitio de Ceibal e incluso los
servicios en la Cuenca Mirador son limitados. “Se carece de certeza jurídica para invertir en
terrenos que son propiedad privada”, explica.

En la Reserva de Biosfera Maya (RBM) se registran alrededor de 28 centros importantes, la


mayoría ubicados en la zona de mayor riqueza arqueológica: el Noreste. “La RBM cuenta
con la mayor cantidad de edificios intervenidos en todo el país, cerca de 238 en más de una
veintena de ciudades mayas, pero solo seis de estos sitios están medianamente atendidos, el
resto están en mantenimiento o en abandono”, afirma el doctor en arquitectura Óscar
Quintana.

Más fondos para naturaleza que para cultura

El sexto Informe de Monitoreo de la Gobernabilidad en la RBM, actualización 2017, del


Conap y Wildlife Conservation Society (WCS); muestra cuatro pilares relevantes para el
manejo de esta emblemática zona considerada patrimonio mixto: natural y cultural.

El documento enumera 21 indicadores de manejo institucional de esta zona, así como las
cifras de presupuesto, los cuales muestran mayor relevancia y cantidad de recursos
destinados al tema ambiental sobre el cultural, el cual contempla un breve informe sobre
cifras de visitantes a diez sitios arqueológicos en el periodo 2006 al 2017.

Solo dos parques destacan por la cantidad de visitantes y por las cifras de ingresos que
representan: Tikal que recaudó más de Q27 millones en 2018 y recibió 302 mil visitas
durante el año, conforme su administrador, Jorge Roldán. En el 2017, el parque Yaxhá-
Nakúm-Naranjo tuvo un promedio de 27 mil visitas y reportó ingresos de Q1.8 millones,
según el informe. De acuerdo con Roldán, las 300 personas que laboran solo en Tikal
(funciona con fondos privativos), permiten darle un mantenimiento autosostenible y eficaz
a las 78 estructuras de esta emblemática ciudad.

Este año, el presupuesto del IDAEH es de Q85 millones, de los cuales Q38 millones se
destinan para pagos de nómina. Ramírez, director técnico del IDAEH, detalla que para
proyectos de mantenimiento e inversión de todos los sitios arqueológicos del país se
destinan Q4.1 millones, aunque en el 2018 estos fondos fueron de Q8 millones.
“Necesitamos más asignación presupuestaria para encaminar los proyectos. Lo que sucedió
este año es que no se presentaron oferentes para las cotizaciones subidas en
Guatecompras”, explica.

“El área del Usumacinta es la que está más dañada en Petén: Dos Pilas, Petexbatún, el
puesto de control de Conap en Sierra de Lacandón fue derribado meses atrás lo que
permitió el ingreso de personas sin control, lo que ha permitido invasiones y quemas”,
lamenta Ramírez.

De acuerdo con Quintana, el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) debe recuperar


protagonismo en la RBM. Si bien algunos sitios arqueológicos cuentan con planes
maestros: Tikal, Yaxhá-Nakúm-Naranjo, Mirador-Río Azul, muchas urbes, que cuentan
con una riqueza en arquitectura y urbanismo excepcionales, están desatendidas. Refiere
cómo en los últimos años se han diluido recursos en financiamiento y personal. Por
ejemplo, en el periodo 1983-1985 el parque Tikal contaba con cerca de 700 trabajadores, y
para 1994 laboraban un promedio de 450 personas.

Enterrar o mostrar

El Acuerdo Ministerial 1-2012 del MCD define un reglamento para la investigación


arqueológica y disciplinas afines, el cual establece un marco de trabajo para destinar un
porcentaje de fondos para el estudio académico y otro para la restauración de estructuras.

De acuerdo con Barrientos, la problemática de mantenimiento y restauración de


monumentos depende en gran parte de las propuestas de los proyectos de investigación,
donde son los investigadores quienes reúnen los fondos. “No hay un criterio unificado
sobre cómo se hace una restauración, y el Estado carece de una política sobre cuándo
autorizar o no la apertura de los sitios al público. De manera que son decisiones aisladas, de
acuerdo a los intereses de cada institución gubernamental”, expone.

Por experiencia, Barrientos sabe que descombrar una estructura prehispánica significa darle
mantenimiento, y generalmente se carece del presupuesto, por lo que, una vez investigado y
por la protección ante el ambiente y los depredadores, se decide volver a cubrir el hallazgo.

“Los proyectos no contemplan presupuesto para mantenimiento y si el MCD no tiene


presupuesto suficiente, no se la va a agregar un problema más. Todos los proyectos se
financian mayormente con fondos privados, por lo que el rol del Gobierno es la supervisión
de los trabajos y procedimientos”, explica.
A esto se suma una amenaza más para los delicados hallazgos arqueológicos. El visitante
que puede terminar por dañar más el edificio, sin que esto aporte fondos para su
conservación, ya que no existe un mecanismo financiero que permita que los ingresos se
puedan invertir directamente en los pocos sitios que cuentan con boletos.

En el sitio La Corona, a cargo de Barrientos, se prefiere que no llegue el turismo. “Abrir un


sitio arqueológico al público quiere decir que este va acompañado de inversión pública que
provea servicios básicos como buen acceso, agua y personal. De lo contrario, es mejor
mantenerlos cerrados, pues incluso, no van a generar ingresos”, dice el especialista.
Uno de estos casos es la Cuenca Mirador, donde el Estado no percibe ingresos de los más
de 2 mil 500 visitantes que llegan al año, conforme el Informe de Conap de 2017. Según
Ramírez esto se debe a que no se tiene la capacidad instalada, pues la Contraloría General
de Cuentas obliga a depositar los fondos por ingreso en forma diaria, y en ese sitio tan
alejado, es imposible hacerlo.

Barrientos cuestiona además los criterios de restauración, donde muchas veces prevalece la
visión de un producto turístico por encima de la investigación, lo que ha llevado a que
muchos edificios se restauren parcial o totalmente, sin conocer a fondo su historia. “A los
arqueólogos nos pagan por investigar y es nuestra responsabilidad conservar lo que se ha
intervenido. Tal vez no sea muy pragmático para muchos, pero es lo que hacemos. En
cierto modo justifica lo que viene después con la restauración y la visitación turística. Pero
el espectáculo puede quedarse corto si la investigación no es buena”, argumenta.

La antigua ciudad maya de Río Azul, en la esquina noroeste de la RBM, es un ejemplo del
escaso mantenimiento. Esta urbe conserva muros, bóvedas y torres de crestería expuestas
en peligro de colapso (edificios AI al AV), según los registros de Quintana. Refiere que
desde el 2008 se realizó un proyecto de rescate de tumbas, las cuales fueron restauradas y
luego cubiertas para su conservación. Desde entonces solo tiene vigilancia y carece de
actividades científicas. “En el 2016 se derrumbó un árbol en la fachada del edificio A-II
causando pérdida de arquitectura: grietas y derrumbes en sus muros, daños que a la fecha
no han sido atendidos”, informa.

La arqueóloga Liwy Grazioso, quien trabajó en el rescate de este sitio, relata cómo las
visitas, con ingresos no autorizados a las 18 tumbas, –después del saqueo– terminaron por
dañar las valiosas estructuras. Esto lo hace muy vulnerable para recibir turistas, pues hay
peligro de que se deterioren pinturas murales de más de 2 mil años de antigüedad.

La administración del patrimonio

Richard Hansen considera que la preservación de los sitios arqueológicos, muchos de ellos
amenazados actualmente, tiene que ver con la creación de nuevos modelos económicos
donde estos centros sean generadores de ingresos para las comunidades cercanas.

Barrientos en cambio considera que los criterios para la apertura de cada sitio arqueológico
son diversos, y va a depender del contexto y variables de cada lugar, como la capacidad de
cuido en el largo plazo, acceso y seguridad. De manera que si no se tienen fondos para la
conservación y mantenimiento, lo mejor es no restaurar si no es necesario.

Grazioso defiende la postura de un arqueólogo de proteger los sitios arqueológicos de los


visitantes, que por lo general, no son conscientes de que no son parques temáticos. Si bien
considera que se carece de una política de Estado que dé continuidad a los planes, menos
que aporte fondos para la investigación, sabe que ante tantos intereses privados, el
patrimonio es nacional y debe ser administrado por el Estado, por nadie más.

Ante la falta de una visión estratégica que desarrolle programas de funcionamiento,


Quintana propone retomar el concepto de escuelas-taller que irradian desde los parques de
Tikal y Yaxhá como centros de enseñanza, entrenamiento de personal y referentes de
conservación hacia las demás ciudades mayas. Supone que esta visión permitiría proponer
en conjunto toda la RBM como patrimonio de la humanidad reconocido por la UNESCO.

Demolición de un edificio emblemático: el 5D-33


La magnificencia del conjunto de Tikal generó un ávido interés para los estudiosos desde su
descubrimiento en 1848 por los peteneros Modesto Méndez y Ambrosio Tut.
Posteriormente, exploradores como el inglés Alfred Maudslay lo visitaron en 1881 y
levantaron los primeros registros fotográficos, informes que generaron el interés de la
Universidad de Pennsylvania, que incursiona con el “Proyecto Tikal” durante el periodo de
1956 a 1969.

Fue una etapa “épica” en excavaciones monumentales, a decir de los arqueólogos. La


Acrópolis Norte –la Gran Plaza– fue investigada abriendo una gran trinchera de unos cuatro
metros de ancho, puesto que la excavación de túneles no era una técnica tan desarrollada en
esos tiempos.

Hubo también intervenciones muy cuestionadas y que siguen siendo motivo de debate y
estudio entre los especialistas. Fue el caso de la demolición del edificio 5D-33, decisión que
contó con el aval del entonces director del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH),
Carlos Samayoa Chinchilla.

El edificio 5D-33, de unos 33 metros, era la edificación más alta de la Acrópolis Norte.
Estaba aislado y constaba de cinco plataformas escalonas, escalinata central, un recinto
interior con dos cámaras. “Los restos de crestería, techo, recinto interior y las dos últimas
plataformas escalonadas fueron desmanteladas totalmente. La demolición cambió
sensiblemente la imagen de la Gran Plaza como era en el Clásico Tardío”, refiere Quintana
en el Anuario No. 13 del IDAEH del 2014.

El director del proyecto en ese periodo, 1963-1964 era William Coe, quien sustituyó al
arqueólogo Edwin Shook, quien no tenía título académico, pero sí la experiencia, refiere
Tomás Barrientos, director del Departamento de Arqueología de la Universidad del Valle
(UVG). Coe decidió sacrificar el edificio 5D-33 por varios propósitos. Uno era agotar la
investigación científica en el edificio principal y mostrar las etapas de construcción
anteriores y, segundo, usar el escombro de la demolición para rellenar la enorme trinchera
trabajada en el lado oeste del monumento, según el documento.

Barrientos recuerda que la U. de Pennsylvania había trabajado previamente en el sitio de


Piedras Negras con una intervención bastante destructiva en algunos edificios como
también han ocurrido en varios casos con ciudades mayas como Zaculeu, Chocolá y
Uaxactún, donde las técnicas usadas en la década de los años treinta han sido cuestionadas.
Refiere que en su momento hubo un debate serio entre Shook, Coe y otros especialistas
sobre esta fallida decisión.

Reconoce que el 5D-33 era una estructura endeble, en peligro de caerse, pero que
probablemente fue una decisión para ahorrarse costos y facilitar la investigación en ese
momento. “Fue una respuesta fácil y apresurada, sin tomar en cuenta el impacto que
tendría”, asevera.

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