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INTEGRANTES
ASIGNATURA
DERECHO DE CONTRATOS.
PROFESOR
“Los juegos de azar y de apuestas suelen ser definidos como aquellos juegos en los que las
jugador, sino del azar (...) El ordenamiento jurídico peruano, respecto de los juegos de azar
y apuestas, ha decidido establecer diferencias relevantes entre los juegos de azar y las
apuestas, en tanto los primeros dependerían exclusivamente del azar (alea), siendo
irrelevante la destreza del jugador; mientras que los segundos sí dependen, en parte, de la
Juego y apuesta
“Se entiende que hay apuesta, cuando el hecho incierto y ha de suceder, tiene por objeto
robustecer una afirmación de los que apuestan, y juego, cuando el hecho depende
exclusivamente del azar y tiene por fin exclusivo la distracción y la ganancia”. (Cusi
Arredondo, 2016)
Juego y apuesta
“Para algunos tratadistas, en el juego está de por medio la habilidad o destreza del jugador,
“El juego y la apuesta son contratos en virtud de los cuales las partes se obligan
opinión que se mantenga sobre un acontecimiento pasado o futuro o bien, sobre el resultado
Juego y apuesta
“Los juegos de apuestas implican arriesgar una determinada cantidad de dinero o bienes
materiales en la creencia de que algo, como un juego, una contienda deportiva, etc., tendrá
Juego y apuesta
“La diferencia deriva de la función que las partes asumen en el contrato. En el contrato de
juego son ellas mismas las que realizan o ejecutan los hechos constitutivos del juego, por
eso dice el código, empleando una fórmula que podría parecer contraria a la regla que
prohíbe definir con la propia palabra definida "entregándose" al juego. En la apuesta la
diferencia recae sobre hechos o circunstancias que son extrañas a los contratantes, lo único
que depende de ellos es la opinión o interpretación diferente respecto a su significado,
alcance o valor.” ( RAYMUNDO SALVAT, 2017)
Juego y apuesta
“Al reglar la ley ese contrato, estableciendo sus efectos, aun limitados al derecho a retener
lo pagado voluntariamente por el deudor de la obligación natural, en cuanto no se trate del
solvens incapaz de efectuar un pago válido y en tanto no medie dolo o fraude por parte
del acreedor o que, aun existiendo, esa torpeza resulta ser la del deudor o bien resulte
recíproca, está ya indicado que existe una regulación legal del contrato. Por ello, no se
puede negar que la ley lo aprehende como tal contrato, no sólo porque así lo califica, sino
porque el texto legal regula los derechos y deberes de los contratantes embarcados en el
juego de azar (SPOTA, 2015)