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Persona según Sto. Tonás es “la sustancia individual de naturaleza racional”.

La persona
cualitativamente es diferente al resto de seres. Una persona es un ser racional e inteligente,
consciente de sí mismo y de sus actos, con identidad propia y totalmente independiente. Esta
definición permite conocer varios aspectos que le permiten ser relevantes al ser humano.

Cuando hablamos de persona hablamos de sustancialidad. La sustancialidad describe a


la persona como aquel ser humano que subsiste a través de cambios y modificaciones. Los
cambios y modificaciones comúnmente externos son factores con los que tiene que lidiar
diariamente una persona. A pesar de aquello la persona continúa manteniendo su esencia.

Un segundo factor que surge cuando nos referimos a persona es la individualidad. La


individualidad define a la persona como una realidad única y determinada, distinta y diferente.
Este concepto destaca a la persona desde un punto de vista autónomo de sí mismo, tratando de
proveerle un valor especial en tanto a las características que lo identifican.

Un tercer aspecto que se considera cuando se habla sobre persona es su naturaleza


racional. La naturaleza racional asegura que las personas son una clase específica. Este concepto
tiene un cierto enfoque a la clasificación de las personas con el resto de seres. Su término
principal para diferenciarlos es su inteligencia, la inteligencia que le permite a la persona tener
jerarquía sobre el resto de especies y la capacidad de controlar su entorno.

La persona tiene algunas características que la identifican. La persona es libre, es


consciente, es capaz de desenvolverse a través de las relaciones interpersonales y capaz de
conocerse a sí misma. Personalmente considero el concepto de libertad de una persona como
el hecho que ésta es capaz de disfrutar plenamente de todo lo que le rodea, de la creación de
Dios. Al mismo tiempo la persona se caracteriza por ser libre ya que puede manipular esta
creación compleja que estoy mencionando.

La persona es consciente ya que ésta se encuentra en la capacidad de reconocer lo que


popularmente se ha atribuido como “el bien” y “el mal”. La persona es un ente capaz de pensar
antes de actuar, de planificar una acción y tener el dominio mental para continuar o impedir un
proceso en desarrollo. La persona es consciente por el simple hecho que no siempre actúa por
sus instintos, sino, que su sentido moral y ético prevalecen en la toma de sus decisiones.

La persona es capaz de desenvolverse interpersonalmente, es decir, la persona es


sociable. Por naturaleza toda persona necesita compartir, ya sea, una conversación, un bien
material, un pensamiento, etc. Del mismo modo la persona necesita tener un tiempo para sí
misma, con el objetivo de reflexionar, y reconocer sus gustos, intereses y su esencia.

La persona es un individuo que se rige con la inteligencia y voluntad. Como ya antes se


había mencionado la persona es definida como inteligente ya que es capaz de poder desarrollar
una acción planificándola a futuro con un propósito determinado. Cada persona tiene un motor
esencial al momento de llevar a cabo un proceso, y ésta es la voluntad. La voluntad, al igual que
la inteligencia y la libertad, es algo abstracto. La voluntad es el deseo por llevar a cabo un
proceso.

La persona no existe solamente en modo físico, sino que sobre existe espiritualmente
en conocimiento y amor. Interiormente toda persona conserva un espíritu, el mismo que es la
raíz de la personalidad. La persona está enraizada en el mundo de la afectividad y está destinado
a un fin trascendente. Toda persona sin importar quien sea, está presente porque tiene un
objetivo trascendente en su vida.
Desde un inicio hasta la actualidad toda persona necesita afecto. Desde los más
pequeños hasta los que se encuentran al borde de la mortalidad necesitan estrechar lazos de
afectividad. La afectividad es una cualidad que influye de manera muy pronunciada en el
desarrollo y evolución de la persona. La persona es siempre la misma, aunque cambie el mundo
a su alrededor. Existen varios factores que mencionan este punto con mayor profundidad.

La sustancialidad o subsistencia manifiesta que la persona es siempre la misma, es


aquella que posee una dimensión eterna. La intimidad o subjetividad manifiesta que lo que
permanece en los cambios de la persona es un “alguien” lleno de sensibilidad, afectos y
sentimientos, la conciencia de sí. La subjetividad es lo propio y específico de cada persona. En
otras palabras, persona es quien se posee a sí mismo.

La persona es un ser corporal, espacial y temporal; es aquella que ocupa un espacio y se


desenvuelve sobre una línea determinada de tiempo. Generalmente la muerte es un defecto
natural en toda persona, en la cual el tiempo es el vencedor, a pesar de aquello el espíritu
inmortal de todo hombre persiste exigiendo una respuesta.

La apertura y definición de una persona consiste en reconocer que es un ser abierto y


que necesita trascender y salir de sí para desarrollarse con plenitud. Existen varios factores que
fortalecen la trascendencia de una persona como: la afectividad, inteligencia y libertad. Los 3
factores mencionados son los principales de muchos otros que cooperan con la trascendencia
del ser humano.

Es importante reconocer que al hablar de hombre y mujer es equivalente al hecho de


hablar de ser persona. Algunas propiedades que diferencian a estos sujetos son: la corporalidad,
la sensibilidad, la psicología, la inteligencia y la afectividad. Estos factores recorren caminos
distintos en el hombre y la mujer enriqueciendo de este modo el mundo el ser persona.

La persona es un ser perfecto. La perfección de la persona es una virtud que les coloca
por encima, en un plano superior del resto de los seres de la naturaleza. De algún modo se puede
decir que este hecho le atribuye a la persona un rasgo de dignidad sobre el resto de las especies.
La persona es el ser digno por excelencia, por encima del cosmos, de la materia, de las plantas y
de los animales.

La dignidad de la persona es una perfección intrínseca y constitutiva, es decir, no existe


una persona que sea más o menos digna que otra, todos a pesar de las diferencias que tenemos
mantenemos el mismo grado de dignidad igualitaria entre todos. Actualmente el hecho de
establecer como costumbre la dignidad igualitaria entre todos es menos complejo en
comparación hasta hace algunos años.

La dignidad de la persona hace que sea un valor en sí mismo y no pueda ser


instrumentalizado. La perfección intrínseca hace que tenga un valor por sí mismo. El valor de la
persona es absoluto. La persona es superior a cualquier otro valor que se pueda encontrar en
nuestro entorno. La actitud adecuada con respecto a la persona es de reconocimiento, respeto
y promoción. Personalmente considero que la dignidad de una persona es proporcional al grado
de autoestima que ésta persona tiene.

La dignidad de la persona es el fundamento de los derechos humanos. Del derecho a la


educación, a la vivienda, entre otros. Los cuales pertenecen a la familia de derechos objetivos;
y a su vez existen de la misma manera el derecho a la libertad religiosa, el derecho a la libertad
de expresión y el derecho a la intimidad.
La dignidad de la persona hace que cada hombre y cada mujer sean irrepetibles e
insustituibles. Cada persona es única independientemente de sus condiciones físicas,
intelectuales, etc. Cada persona es única e intercambiable. Este concepto es importante ya que
resalta la igualdad de las personas sin importar sus condiciones físicas, enfermedades,
inteligencia, raza, sexo, color, altura, peso, entre otros factores.

Robert Spaemann afirma que “la persona no es un sinónimo del concepto de especie,
sino, más bien, ese modo de ser con el cual los individuos de la especie humana son”. La
afirmación de dignidad de la persona está históricamente ligada al cristianismo. Los cristianos
fueron los primeros que afirmaron la igualdad de todos los hombres. La iglesia fue la que
reivindicó la dignidad de toda persona, aboliendo desde su raíz a la esclavitud y limitación de
derechos civiles según la condición social, el sexo, etc.

Cuando me refiero a la persona nos enfocamos en cierto modo a la naturaleza humana.


Las personas comúnmente suelen compartir algunos aspectos y se diferencian en otros. Por
ejemplo, comparten la mayoría, el entusiasmo y continuidad de vivir, el hecho de ser libres, la
voluntad de ser autónomos e independientes, la intención de vivir felices y sentirse cómodos.
Pero existen otros factores que permiten diferenciar a las personas.

Cada persona posee un carácter único e irrepetible. Cada persona tiene rasgos únicos,
los cuales sirven para permitir identificarlos como personas, no como otra especie. El hombre
tiene una esencia y una naturaleza la cual le permite actuar de un modo determinado para
alcanzar lo que exige su perfección, fundamentándose principalmente en su libertad.

Cada persona aparte de diferenciarse por sus condiciones físicas e intelectuales, se


diferencian por sus gustos, e intereses. Este motivo explica el hecho que los recursos presentes
en nuestro planeta son suficientes para abastecer los distintos gustos y necesidades que
presentan las personas. En otras palabras, si todas las personas se inclinarían por un gusto en
común, este recurso tiende a agotarse y existiría una sobre producción de otros recursos.

Las necesidades de cada persona son diferentes. Por otro lado, el obrar del ser humano
está regido por la libertad y la moralidad. Si la persona se encuentra en busca de cumplir los
requisitos mencionados se encuentra expuesta a conseguir su felicidad, caso contrario, es más
probable que sea infeliz.

La igualdad es esencial en todos los hombres. La ética universal manifiesta que, si la


naturaleza es común, los principales éticos generales también lo son. Toda persona se
fundamenta en la trascendencia, el hombre a pesar de su libertad no crea su propia naturaleza,
sino que la recibe. La naturaleza es algo dado con lo que el hombre se encuentra al inicio de su
existencia.

He mencionado varios aspectos importantes de la persona como: la importancia de la


trascendencia de la persona, la dignidad de la persona, la igualdad de las personas, entre otros.
A continuación, me centraré en escribir sobre la estructura de la persona. Toda persona posee
un sinnúmero de cualidades personales, unas discernibles y separables y otras que no.

Dentro de las cualidades personales de la persona discernibles se puede encontrar los


huesos, ligamentos, órganos y demás factores que conforman de manera tangible al ser
humano. Por otro lado, entre los aspectos no discernibles se encuentran: la inteligencia, la
libertad, entre otros. Que como su nombre mismo lo explica no es discernible ya que es algo que
no se lo puede medir con exactitud, no lo vemos, pero sabemos de su existencia. Estas
cualidades son consideradas autónomas e independientes.

La persona no se identifica con la suma de los elementos que la componen, y esos


elementos no son perfectamente aislables y separables unos de otros. Son dimensiones de la
persona real y concreta, que es la única que efectivamente existe y vive. La persona es la
composición de tres elementos de carácter vertical: cuerpo, psique y espíritu. La segunda
división es de carácter horizontal: el conocimiento, el dinamismo y la afectividad.

En lo personal considero que las composiciones de elementos verticales de la persona


vienen dadas desde un comienzo cuando se hace referencia a cuerpo, alma y espíritu. Los cuales
son elementos fundamentales que conforman a la persona. En tanto a los elementos
horizontales son consecuencia de alguna manera de la evolución y desarrollo de la persona
como son el conocimiento, el dinamismo y la afectividad.

Metacognición: La persona es un ser racional, inteligente y libre, capaz de desenvolverse


de manera social y personal. De manera general toda persona suele tener: afectividad,
sentimientos, voluntad, razón, conciencia, igualdad, respeto y se encuentra presente por
cumplir un fin trascendente. Cada persona es irrepetible e insustituible que posee un carácter
único e irrepetible. Toda persona está compuesta de cuerpo alma y espíritu y a su vez de
conocimiento, dinamismo y afectividad.

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