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Es normal y entendible que quien es testigo de un accidente quiera prestar asistencia a las
víctimas. A pesar de eso es muy común que los buenos samaritanos no sepan cómo obrar e
incluso, por una acción equivocada, acaben causando peores daños a los heridos.
"A veces la diferencia entre la vida y la muerte cuando ocurre un accidente no está sólo en la
rápida respuesta de quienes están alrededor, sino en saber qué no se debe hacer en casos
específicos", señala Mauricio García, presidente de la Asociación.
La guía, que próximamente será distribuida a través de distintos canales (entre ellos la página
web de la Asociación: www.acemcolombia.com), fue elaborada por los especialistas que
hacen parte de ella. Las siguientes son algunas de las situaciones de emergencia que con más
frecuencia se presentan.
La ayuda depende del estado de consciencia: si el afectado está inconsciente revise si tiene
señales de vida, heridas sangrantes o deformidades en las extremidades y si se mueve por sí
mismo o no. Si no está entrenado en primeros auxilios, no trate de movilizarlo.
Si la persona está consciente: valore si ésta puede hablar en forma normal y coherente, si se
puede mover por sus propios medios y si hay presencia de heridas o deformidades. En
ningún caso trate de moverla si no es necesario, y tampoco le dé de comer o de beber.
Episodios convulsivos
Durante el ataque tenga en cuenta que hay que despejar el área para evitar que la persona se
golpee con los objetos alrededor. No trate de abrirle la boca ni de meterle objetos o pañuelos.
Tampoco intente inmovilizarlo durante el periodo convulsivo. Cuando este pase, no le
suministre bebidas a la persona. Mejor, trate de asistirla y de darle apoyo mientras recupera
su estado de consciencia. Trasládela lo más pronto posible a un centro asistencial.
Hemorragias
En estos casos los minutos cuentan. Actúe con rapidez. Si la sangre es de un color rojo
brillante y sale con fuerza y en gran cantidad, puede haber una arteria rota. Es una urgencia
vital. Si es oscura y sale con menos fuerza, puede provenir de una vena.
En ambos casos, pida ayuda enseguida y mantenga al herido en posición horizontal. Aplique
un rollo de gasa o de otro material sobre la herida, y comprima, sin aflojar.
Si la herida es en brazos o piernas, eleve el miembro afectado, sin dejar de hacer presión. Si
sabe que no llegará ayuda, trasládelo de inmediato a un hospital.
Accidente de tránsito
Pida ayuda a la línea de emergencia. Luego, si hay víctimas, asegúrese de que no corren más
riesgos. No mueva al herido del sitio del accidente para evitar daños en la columna; si debe
trasladarlo (para alejarlo de un mayor riesgo, como un incendio), hágalo en bloque, tratando
de no doblar ni angular la columna.
Si tiene heridas externas que sangran, lo mejor es hacer una compresión directa sobre ella.
No le dé bebidas o comida al herido, mientras un médico no lo ordene.
Si la persona está consciente, no la deje sola. Déle ánimo y apoyo y evite que haga
movimientos que puedan generar más daños.
No intente retirar las prendas quemadas y tampoco aplique cremas, aceites o líquidos, ya que
pueden aumentar las lesiones. Trate de cubrir las heridas con elementos limpios o estériles,
no húmedos. No le dé de beber.
Los accidentes de tránsito se cuentan entre las primeras causas de muerte y discapacidad en el
mundo. Muchas secuelas podrían evitarse prestando la debida asistencia a los heridos.
De hecho, se estima que 1,2 millones de muertes por accidentes de tránsito ocurren cada año
en el planeta, y entre 20 y 50 millones de personas resultan heridas, según un informe de la
Organización Mundial de la Salud.