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01 y 02 de noviembre.- Días de muertos.

FRAGMENTO
Fray Bernardino de Sahagún

...Decían los antiguos que cuando morían, los hombres no perecían, sino que de nuevo
comenzaban a vivir, casi despertando de un sueño, y se volvían en espíritus o dioses... Y
cuando alguno se moría, de él solían decir que ya era téotl.

SABÍAS QUE...
Para las culturas prehispánicas, la muerte era un
acontecimiento natural antagónico y complementario de la
vida, ligados entre sí, para conformar un todo.

Uno de los resultados de la conquista y colonización


española con relación al concepto que los antiguos
mexicanos tenían de la muerte, fue la transformación de
este acto natural en un suceso doloroso que infundía
miedo.

El significado de cempoalxóchitll no es flor de muerto sino


veinte flores.

Al Mictlan se dirigían los difuntos de muerte natural, al


Tlalocan, aquéllos que morían por motivos ligados al agua y los guerreros fallecidos en batalla,
los sacrificados y mujeres que perdían la vida durante el parto, su destino era el Tonacalli.

La muerte forma parte de la vida cotidiana del mexicano, así


encontramos que los nombres de algunos panteones, distan mucho
de tener un significado mortuorio: Jardín florido, Jardines del
recuerdo, Jardín, Dolores, etc., y por el contrario se puede vivir en
la Calzada del Hueso o en la Barranca del Muerto.

El mexicano para disfrazar su temor a la muerte se mofa de ella y


traduce ese miedo en la creación de versos chuscos llamados
"calaveras", en los que ridiculizan a parientes, amigos, políticos,
actores, etc., y además se "come" a la muerte representada en las
calaveras de azúcar.

Las ofrendas tienen por objeto la obligación de los vivos de recibir y


atender a las ánimas en su regreso anual al hogar y ofrecerles lo
que en el más allá, les está vedado.

Los elementos fundamentales de una ofrenda son: fuego, aire, tierra y agua, representados,
respectivamente, por las velas y veladoras, el papel picado, las flores y los frutos y los vasos
con agua.

La luz de las velas y veladoras, según la tradición, sirve para guiar el camino de las ánimas en
su regreso al hogar, motivo por el cual se acostumbra poner una vela por cada difunto.

En algunos lugares de México se acostumbra hacer


caminillos con pétalos de cempoalxóchitl, desde la
tumba hasta la casa del difunto, con el fin de que
encuentre el camino y no se pierda.

El primero de noviembre está dedicado a la llegada de los "angelitos", es decir, a las ánimas de
los niños.

El dos de noviembre corresponde a los "fieles difuntos grandes".

Visitar las tumbas de los familiares, poniendo en ellas una ofrenda semejante a la familiar,
llevando en ocasiones música, es parte de la tradición del día de muertos.

El tres de noviembre es el "levantamiento de la ofrenda", bajo el supuesto de que los difuntos ya


se han "comido" la esencia de lo ofrendado, dejando en posibilidad a parientes y amigos, de
repartirse y disfrutar lo que dejaron los muertos.

En Mixquic, en la delegación de Tláhuac, D. F., y en Janitzio, Michoacán, estas celebraciones


tradicionales tienen un fuerte arraigo popular y atraen gran número de turistas.

COLOCA:
En tu casa y en tu escuela, con ayuda de tus parientes y compañeros de
grupo, respectivamente, una ofrenda del día de muertos. Pídele orientación a
tu maestro(a).

(Esta actividad contribuirá a rescatar dicha tradición).

ORGANIZA:
Con el apoyo de la dirección de tu escuela y tu maestro(a), un concurso de
"calaveras" y participa en él. Las "calaveras" también podrán usarlas para el
Periódico Mural de tu escuela y/o enviarlas a la pág. de Efemérides.

VISITA:
La ofrenda que anualmente se pone en el Museo Diego Rivera Anahuacalli,
ubicado en la Calle del Museo No. 150, Pueblo de San Pablo Tepetlapa, en el
Distrito Federal o bien, alguna ofrenda de relevancia que se ponga en tu comunidad o capital de
tu estado.

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