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pecado. Volverse a Dios, reconocer a Jesús como su Salvador. Parábola: EL RICO Y LAZARO Lucas 16:19-31
Lucas 24:46-47 DOS PERSONAS
“46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase 19
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con
de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento esplendidez. 20Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél,
y el perdón de pecados en todas las naciones, lleno de llagas, 21y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros
Es impresionante que este hombre sabía (rico) cómo podía haber evitado ir al lugar venían y le lamían las llagas.
de tormento. Había escuchado muchas veces en el templo la Palabra de Dios como Aquí se habla de dos personajes que van a representar a las personas que experimenta
buen judío, ya que se le testificaba y nunca hizo caso a ella. Este hombre sabía que un hecho inevitable en sus vidas, que es la muerte y que estas personas tienen a dos
tenía que arrepentirse de su pecado y no lo había hecho. Este hombre sabía cómo destinos diferentes después de la muerte; es decir van a un lugar diferente del otro
evitar venir a ese lugar de tormento, pero nunca quiso hacer caso. Eso mismo le después de su muerte. “Había un hombre rico”(v.19) y “Había también un mendigo
ocurriría a sus oyentes sino no escuchan o hacen caso al mensaje de la Palabra que llamado Lázaro” (v.20)
Jesús era el Salvador y si no se arrepentían de sus pecados ellos también irían aquel
lugar y no a estar con Dios, a pesar que eran judíos, descendientes de Abraham. A. El Rico. La realidad de la injusticia (vv. 19–21).
Pero este rico mostró que no tenía verdadera fe salvadora por su descuidada
CONCLUSION (v.31) indiferencia frente al mendigo… echado a su puerta.
Si no escuchan la Palabra de Dios, aun si alguien se levantara de los muertos Isa 58:7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en
tampoco los persuadirían. ¿Saben porque? Porque se trata de creer a la palabra de casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Dios, es un asunto de fe, es creerle a Dios. Aquí se hace evidencia si tiene la fe salvadora, mostrando justicia. En otras palabras
La gente si tiene alguien quien les testifique y que se levantó de entre los por sus frutos los conoceréis. Tampoco aquí no es, que uno se salva por hacer obras
muertos y ese es Jesús y no habrá otra persona, sino únicamente Jesús porque es ¡No! Sino el que es salvo muestra obras de que es salvo, y tiene que ver con asunto
el único que venció la muerte y da victoria a quién cree en él. de justicia. Es hacer lo recto, lo justo que Dios pide que haga los que son suyos.
Lucas 24:46-47
“46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase
de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento
y el perdón de pecados en todas las naciones,
Es impresionante que este hombre sabía (rico) cómo podía haber evitado ir al lugar
de tormento. Había escuchado muchas veces en el templo la Palabra de Dios como
buen judío, ya que se le testificaba y nunca hizo caso a ella. Este hombre sabía que
tenía que arrepentirse de su pecado y no lo había hecho. Este hombre sabía cómo
evitar venir a ese lugar de tormento, pero nunca quiso hacer caso. Eso mismo le
ocurriría a sus oyentes sino no escuchan o hacen caso al mensaje de la Palabra que
Jesús era el Salvador y si no se arrepentían de sus pecados ellos también irían aquel
lugar y no a estar con Dios, a pesar que eran judíos, descendientes de Abraham.
CONCLUSION (v.31)
Si no escuchan la Palabra de Dios, aun si alguien se levantara de los muertos
tampoco los persuadirían. ¿Saben porque? Porque se trata de creer a la palabra de
Dios, es un asunto de fe, es creerle a Dios.
La gente si tiene alguien quien les testifique y que se levantó de entre los
muertos y ese es Jesús y no habrá otra persona, sino únicamente Jesús porque es
el único que venció la muerte y da victoria a quién cree en él.