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El argumento

práctico

Teoría de la
administración
jurídica
El argumento práctico
Introducción
En este apartado tomaremos el concepto de razón como premisa de un argumento,
conforma los enunciados que se articulan en la estructura del mismo. Este es el centro de
atención principal de la lógica, disciplina que estudia, como hemos visto, las formas de
argumentos validos, y busca distinguir los correctos de los incorrectos.

Así podremos definir un argumento como la secuencia de proposiciones, en donde una se


deriva de las demás por medio de la aplicación de las reglas de inferencia. Debido a ellas
la verdad de las premisas garantiza la verdad de la conclusión, y preserva la verdad del
silogismo.

Argumento teórico y argumento práctico


Las estructuras lógicamente válidas son formas correctas de presentar un argumento y
justificar una proposición. Los elementos que las componen son entidades lingüísticas.
Ante ello debemos diferenciar que la conclusión de un argumento teórico será un
enunciado de contenido teórico, distinto de lo que sucede con el práctico donde es una
acción o toma de decisión quien representa la conclusión (contenido práctico).

a) El criterio de la conclusión

Para comenzar a distinguirlos debemos analizar sus características particulares, entre


ellas tenemos que el argumento teórico representa enunciado del ser, expresa
proposiciones con predicado cognoscitivo. En cambio el practico, del deber ser, su
contenido es no proposicional y no busca hallar la verdad ni falsedad de los mismos.

En lo que hace a la conclusión, los teóricos rebelan que es el caso, a diferencia de los
otros que responde a que debe hacerse.

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Como enunciados de acción el argumento práctico expresa:

Un deber de realizar una acción (debo hacer x)

La realización de una acción (hice o haré)

La intención de materializarla (me dispuse a hacer)

Elección de llevarla a cabo (escojo hacer x)

Como expresión de hechos normativos, el argumento práctico expresa una proposición,


que se basa en hechos morales normativos no reductibles a hechos empíricos.

b) El criterio pragmático

Este afirma que no es posible considerar a los argumentos como teóricos o prácticos en si
mismos, sino que tal carácter viene dado por la función que satisface. Es decir que es
relevante la intención de quien desarrollo el argumento y la función que este cumple.

“Debo trabajar todos los días”

Interés práctico

“Es verdad que debo trabajar todos los días”

Interés intelectual

c) El criterio del tipo de relación

En esta visión los argumentos prácticos establecen una relación de tipo sustantiva entre
los contenidos. Buscan una relación entre determinados estados de cosas concebidos
como medios otros como fines. Estableciendo una relación causal, dando una explicación
intencional de la acción. La validez de los enunciados no se apoya en la relación formal
en cuanto a las premisas, lo que si sucede en los teóricos.

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Argumento práctico: diversos significados y aplicaciones
Es viable establecer un sentido no lógico de los argumentos prácticos en donde esta
relación entre enunciados no es una implicación, sino una conexión empírica-moral y
conceptual, con propósitos explicativos, reconstructivos y éticos normativos.

Un argumento práctico posee un sentido no lógico cuando es propuesto como modelo


teórico (de una explicación o reconstrucción) y también como patrón para fundamento de
enunciados concluyentes de deber.

La forma en que se relacionan los procesos psicológicos o verbales de una


argumentación con los modelos abstractos varia en cada caso. Si por ej. un juez al
fundamentar su decisión no se adecua a una estructura deductiva, su justificación debe
considerarse inválida y descartada como argumento lógico.

Resumiendo encontramos diferentes usos de la noción de argumento práctico:

 Sentido lógico.
 Dos restantes conjuntos de enunciados que representan relaciones
independientes de las de tipo lógico, susceptibles de establecerse entre
argumentos.

Otra cuestión interesante para reflexionar, como plantea la autora del texto, es que “una
cosa es el proceso psicológico que culmina con la extracción de la conclusión y otra es el
proceso psicológico que termina con la manifestación externa de la acción” (Redondo:
1996, pág. 116). Según ella ambos son argumentos en sentido psicológico y difieren del
sentido lógico significativamente.

Argumento práctico en sentido lógico

Las estructuras deductivas

Al respecto encontramos numerosas interpretaciones acerca de la distinción aristotélica


entre silogismo deductivo y práctico. Según Von Wright, el último, tiene una estructura en
la que un estado de cosas individual se subsume bajo la regla general de la acción.

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La estructura sería la siguiente:

 La premisa mayor o universal conforma un enunciado de deber, conveniencia o


deseabilidad de determinado estado de cosas o acción.

 La menor es donde el término universal se indica a una persona concreta o cosa


particular.

 La conclusión enuncia el deber, la intención o la realización de la acción.

A través de la aplicación del modelo se lleva a cabo la tarea más importante del jurista,
dado que él expone los distintos sectores del sistema jurídico mostrando las
consecuencias que se pueden extraer a partir de un conjunto determinado de normas.
Ellos deben resolver los conflictos por medio de decisiones justificadas, y la sentencia
debe ser una decisión fundamentada en las normas generales, debe poder reconstruirse
con la estructura de un argumento válido.

La validez de un argumento práctico en este sentido, es la de un argumento deductivo, y


requiere la aplicación de cualquiera de las reglas de inferencia admitidas por la lógica.

Las razones premisas que justifican la conclusión pueden ser: proposiciones normativas o
normas o enunciados de hecho que describen un estado de cosas o acción. En el primero
de los casos puede ser razón en sentido sustantivo que ya analizamos en apartados
anteriores. Solo recordaremos al respecto que razón-premisa y razón sustantiva de acción
presuponen dos sentidos diferentes de justificación.

Las estructuras de la lógica de satisfacción y de la satisfactoriedad

Ambas conforman dos criterios para evaluar la validez de las inferencias teleológicas que
parten de un enunciado deóntico. Según la primera de las mencionadas son válidas las
condiciones causalmente necesarias del estado de cosa propuesto por la premisa mayor.
El enunciado de deber está justificado si la realización de esa acción es necesaria para
alcanzar los objetivos.

Quienes la critican proponen la de satisfactoriedad, en la cual se justifican las acciones


suficientes para alcanzar un fin, aun cuando no sea necesario. Ya que no se justifica
hacer todo aquello, que si bien es necesario, es imposible de completar para dar lugar a
condiciones suficientes de los objetivos propuestos.

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A partir de un enunciado de deseo para alcanzar cierto fin, no se sigue la verdad del
enunciado que afirma para satisfacer el deber o fin propuesto. Hace falta una premisa
general que presupone la existencia del deseo de efectuar lo necesario para cumplir el
deber admitido. Esta premisa es la que suma las lógicas de satisfacción y
satisfactoriedad. Una vez que se admite nuestro argumento se convierte en la estructura
deductiva estándar.

Argumento práctico como modelo teórico- reconstructivo


La idea de argumento práctico es usada demás como modelo teórico aplicable a
diferentes objetos, allí podemos distinguir dos estructuras: una como medio-fin y otra de
carácter comparativo.

El argumento tiene como función mostrarnos los rasgos importantes del objeto a que hace
alusión, para poder contribuir a su mejor comprensión. En el de tipo práctico lo referente a
su mayor o menor corrección se juzga en cuanto a su adecuación para poder hacer
inteligible o representar lo que pretende captar.

El argumento práctico como modelo reconstructivo de la acción intencional

Este uso ya lo hemos analizado, el patrón teleológico es aceptado como el molde


reconstructivo de la acción humana. El nos mostrara las acciones con todos sus
elementos constituyentes, los de tipo cognoscitivos y volitivos de la intención sumado
también al resultado. Como dice Redondo “el elemento interno volitivo queda
representado en la premisa mayor, el cognoscitivo en la menor y el resultado se enuncia
en la conclusión” (Redondo: 1996, pág. 130).

El argumento práctico como modelo de la explicación intencional de la acción

El esquema teleológico se utiliza para la explicación de la acción en términos de razones


internas al sujeto, para mostrar los fines que pretendía alcanzar. Los estados
intencionales a los que se refieren las premisas son parte de la acción, de la intención o
su aspecto interno. Toda acción tiene un motivo en sentido de intención.

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El argumento práctico como modelo reconstructivo del concepto de deber

En este caso debemos entender al último en términos de necesidad práctica de realizar


una acción.

Por esto es de utilidad distinguir entre:

 Inferencia práctica primaria: en donde partir de un fin se concluye en una


necesidad práctica de realizar lo que lleva a la satisfacción de una acción, seria la
necesidad objetiva en relación a un fin.

 Inferencia práctica secundaria: en la conclusión se menciona un deber derivado


de uno primario. Es un deber en sentido técnico o instrumental. Por ej. calentar mi
casa es un deber derivado de uno básico propuesto que seria hacerla habitable.
Cabe acotar que es este esquema es rechazado por la interpretación kantiana de
la noción, ya que el deber seria algo querido por si mismo y no un medio para
alcanzar un fin.

El argumento práctico como modelo del proceso de resolución de conflicto de


razones

En esta clase, el agente sopesa sus deseos, creencias y razones motivacionales a favor y
en contra de la acción a la luz de los principios de conducta. Por ende en el argumento
práctico se produce un balance en el que las razones se evalúan y compran con otras,
indicando que se debe hacer en sentido concluyente.

El argumento práctico como modelo normativo


Según este modelo, el argumento no se propone como esquema de inferencia en sentido
lógico, ni como modelo teórico, es un procedimiento para justificar el deber o permisión de
realizar una acción. Su implementación se considera justificada como una conducta
debida, siendo el contenido de una norma regulativa.

Para la aplicación del modelo debe requerirse la implementación de este tipo en contextos
jurídicos, políticos y religiosos. Variando en ellos el criterio para la selección de razones
que entran en evaluación, ya que el peso de las mismas varía según la concepción
normativa que se asuma.

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La validez se identifica con la corrección material de los contenidos justificables, tema que
ya hemos tratado, no puede ser relativa o parcial ya que no tendremos un argumento
válido desde lo jurídico, por ej. y no desde lo moral.

Síntesis conceptual

 La conclusión de un argumento teórico será una proposición de contenido teórico y


cognoscitivo, representa un enunciado del ser, distinto de lo que sucede con el
práctico donde es una acción o toma de decisión, del deber ser, su contenido es
no proposicional y no busca hallar la verdad ni falsedad.

 La conclusión del práctico muestra enunciados de acción, expresión de hechos


normativos.

 El criterio pragmático considera que dicho carácter viene dado por la función que
satisface.

 El argumento práctico establece una relación de tipo sustantiva entre los


contenidos. Buscan una relación entre determinados estados de cosas concebidos
como medios y otros como fines. Estableciendo una relación causal, dando una
explicación intencional de la acción. La validez de los enunciados no se apoya en
la relación formal en cuanto a las premisas, lo que si sucede en los teóricos.

 En los argumentos en sentido no lógico la relación entre enunciados no es una


implicación, sino una conexión empírica-moral y conceptual, con propósitos
explicativos, reconstructivos y éticos normativos.

 Argumento práctico en sentido lógico.


La premisa mayor conforma un enunciado de deber, conveniencia o deseabilidad
de determinado estado de cosas o acción. La menor es donde el término universal
se indica a una persona concreta o cosa particular. La conclusión enuncia el
deber, la intención o la realización de la acción.

 A través de la aplicación del modelo se lleva a cabo la tarea más importante del
jurista. quien debe resolver los conflictos por medio de decisiones justificadas, y la
sentencia debe ser una decisión fundamentada en las normas generales, debe
poder reconstruirse con la estructura de un argumento válido.

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 Las estructuras de la lógica de satisfacción y de la satisfactoriedad: son dos
criterios para evaluar la validez de las inferencias teleológicas que parten de un
enunciado deóntico.

 Según la primera: son válidas las condiciones causalmente necesarias del estado
de cosa propuesto por la premisa mayor. El enunciado de deber está justificado si
la realización de esa acción es necesaria para alcanzar los objetivos.
La de satisfactoriedad, justifica las acciones suficientes para alcanzar un fin, aún
cuando no sea necesario.

 Argumento práctico como modelo teórico-reconstructivo.


Si vemos al argumento como modelo teórico aplicable a diferentes objetos,
podemos distinguir dos estructuras: una como medio-fin y otra de carácter
comparativo.

 El argumento tiene como función mostrarnos los rasgos importantes del objeto a
que hace alusión, para poder contribuir a su mejor comprensión.

 Lo podemos clasificar de la siguiente manera:


El argumento práctico como modelo reconstructivo de la acción intencional.
Como modelo de la explicación intencional de la acción.
Como modelo Reconstructivo del concepto de deber.
Proceso de resolución de conflicto de razones.
Como modelo normativo.

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Bibliografía de referencias
Copi, I. (1994). Introducción a la lógica (1ª Ed). Buenos Aires: Eudeba.

Redondo, M. C. (1996). La noción de razón para la acción en el análisis


jurídico. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.

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