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Asignatura:
Terapia de Aprendizaje
Tema:
Trastornos de la Expresión Escrita
Y
Trastornos de la Lengua Expresiva
Sustentantes:
Franchesca RamírezMontero / 2017-3200343
Eunice Universo MéndezCarvajal / 2017-3200421
Leidy Laura Faña / 2017-3200429
Genoveva Piña / 2016-3200639
Maestra:
Licet Báez
Fecha:
06/12/2019
Introducción
Clasificación de la Disgrafia
Cuando hablamos de la disgrafía, debemos diferenciar dos grandes
clasificaciones que, cada una de ellas incluye diferentes tipos de disgrafía:
Disgrafía adquirida
La disgrafía adquirida consiste en dificultades en la escritura debida como
consecuencia de una lesión cerebral en personas que ya sabían escribir, por
ejemplo, personas que han sufrido un traumatismo en una zona
determinada de la cabeza. En la disgrafía adquirida, podemos diferenciar
las disgrafías centrales y las disgrafías periféricas:
1. Disgrafía adquirida central:
Este tipo de disgrafía afecta a los aspectos lingüísticos implicados en la
escritura de las palabras. Dentro de la disgrafía adquirida central
encontramos tres tipos distintos:
Disgrafía adquirida fonológica:
Este tipo de disgrafía se da cuando la ruta fonológica se ve afectada, en esta
ruta no se reconocen las palabras en su totalidad, sino que se reconocen
unidades pequeñas como las sílabas y las letras.Esta disgrafía da lugar a
dificultades para comprender las reglas de conversión grafema-fonema, es
decir, para relacionar el sonido y la pronunciación de las palabras con su
forma de escribirlas, por lo tanto, las personas que padecen esta disgrafía
suelen cometer errores cuando escriben palabras desconocidas, que no
forman parte de su escritura cotidiana.
Disgrafía adquirida superficial:
Este tipo de disgrafía se da cuando seve afectada la ruta visual, ruta que
permite reconocer las palabras, pero no permite descodificar palabras sin
comprenderlas o sin conocerlas con anterioridad. Por esta razón, las
personas acostumbran a escribir lentamente e incluso deletreando las
palabras, presentan errores ortográficos, problemas en la memoria visual,
dificultades para escribir palabras difíciles y desconocidas o poco usuales
en su día a día, entre otros.
Disgrafía adquirida profunda:
Este tipo de disgrafía se da cuando se ven afectadas las dos rutas anteriores
(visual y fonológica). Dando lugar a una substitución de palabras que
forman parte de un mismo campo semántico. Además, se presentan
dificultades para escribir una palabra dictada por otra persona, aunque se
conozca su significado.
2. Disgrafía adquirida periférica:
En este caso, las personas que padecen este tipo de disgrafía muestran
dificultades para recordar los movimientos requeridos para poder trazar una
letra o escribir palabras y frases.
Disgrafía evolutiva:
La disgrafía evolutiva se da en personas que se encuentran en el proceso de
aprendizaje de la escritura ya que nunca antes habían aprendido a escribir,
generalmente se trata de niños hasta siete años o, en casos excepcionales,
en personas analfabetas. Dentro de la disgrafía evolutiva, podemos
diferenciar tres tipos de disgrafía distintos:
Disgrafía evolutiva fonológica y Disgrafia evolutiva superficial:
Las personas que padecen una disgrafía evolutiva fonológica o superficial
acostumbran a presentar las mismas dificultades que las personas que
padecen una disgrafía adquirida fonológica o superficial, aunque se
diferencian ya que en las evolutivas se trata del proceso natural de
aprendizaje y en las adquiridas se trata de personas que antes de sufrir una
lesión cerebral ya sabían escribir.
Disgrafía evolutiva mixta:
En cambio, a diferencia de la disgrafía adquirida profunda, en la disgrafía
evolutiva mixta no se dan errores semánticos. La disgrafía mixta es la más
frecuente dentro de las disgrafías evolutivas, ya que las dificultades que se
dan en una de las rutas (visual o fonológica), como consecuencia, dificulta
el desarrollo de la otra ruta.
Causas de la disgrafía
Como hemos mencionado anteriormente, hay dos posibles causas de
disgrafía (adquirida o evolutiva) y se encuentran varias causas que pueden
originar cualquiera de las dos:
Problemas de lateralización.
Dificultades motrices: dificultad en el movimiento, tanto de dedos como
de las manos, y dificultades en el equilibrio y la organización general
del cuerpo.
Factores de personalidad: causas relacionadas con la personalidad y las
características de la persona que padece la disgrafía, por ejemplo, si la
persona es rápida o lenta.
Causas pedagógicas: existen causas relacionadas con la educación
recibida en relación a la escritura, como, por ejemplo, haber estado
sometido a una enseñanza rígida y no adaptada a las diferencias
individuales de cada alumno, someterse a exigencias marcadas por el
profesor, la familia y la presión social entre compañeros como escribir
bien y rápido, entre otros.
Dificultades en la habilidad viso-perceptiva: problemas para identificar
aquello que se ve. Por ejemplo, dificultades para interpretar qué es una
pelota cuando la persona la tiene delante o la ve en una fotografía.
Dificultades para retener una palabra en la memoria y dificultades en la
capacidad de recuperar una palabra que se supone que deberíamos
retener en la memoria.
Coordinación viso-motriz: dificultades en la habilidad de coordinar el
movimiento del cuerpo con la visión.
Disgrafía: definición, tipos, causas, tratamiento y ejemplos - Causas de
la disgrafía.
Diagnóstico
Las dificultades de aprendizaje de la lectura y la escritura tienen una
repercusión amplia en la vida del estudiante. En primer lugar, provocan un
rendimiento bajo durante muchos años en las tareas de lectura y de
escritura. Esto influye negativamente en el rendimiento escolar y produce
un retraso en la adquisición de conocimientos en la mayoría de las áreas del
currículo. También es frecuente que la imagen social del alumno se
deteriore y repercuta de forma importante en su propia autoestima. La
intervención psicoeducativa debe contemplar este conjunto de problemas,
de manera que, en la medida de lo posible, se mejoren las habilidades de
lectura y escritura, se compense el impacto en la capacidad de estudio y el
rendimiento escolar, y se impida que se manifiesten las consecuencias
psicológicas añadidas a la condición nuclear: la dificultad específica de
aprendizaje de la lectura y escritura.
Tratamiento de la disgrafía
Es de gran importancia diagnosticar y tratar la disgrafía lo antes posible,
debido a su efecto negativo, sobretodo, en el ámbito académico. Pero antes
de empezar a tratarla, se deben observar atentamente cuales son las
dificultades que presenta la persona, para poder hacer un abordaje concreto
y centrado en las características concretas de cada paciente, es decir, para
poder realizar un tratamiento adaptado y centrado en la persona.Para tratar
adecuadamente la disgrafía se debe intervenir en distintas áreas:
La psicomotricidad gruesa (capacidad de movimiento global):
Enseñar al paciente cuál es la postura correcta para poder escribir, con el
objetivo de poder corregir su mala postura, por ejemplo, cómo debe
sentarse, la distancia entre la cabeza y el papel, posición del papel, como se
debe coger el lápiz, entre otros.
La psicomotricidad fina (movimientos más detallados, que
requieren más control, generalmente movimientos con los dedos):
Este tipo de movimientos deben ser tratados ya que afectan a la
dependencia de la mano y los dedos, con el objetivo de conseguir que el
paciente adquiera precisión y coordinación a la hora de escribir. Algunos
ejemplos de ejercicios para fortalecer la psicomotricidad fina son recortar
papeles de alguna forma determinada y repasar líneas.
La percepción:
Es importante trabajar la percepción ya que las dificultades que los
pacientes muestran en relación a la percepción temporal, espacial, viso-
perceptiva y atencional, pueden causar errores o dificultades en la fluidez,
inclinación y orientación de la escritura.
La viso-motricidad:
La función de la viso-motricidad es coordinar el movimiento de los ojos
con el movimiento del cuerpo. En el caso que esta función se vea afectada,
sobre todo cuando se trata del movimiento de las manos y los dedos,
dificulta la escritura de las personas y, por ello, se debe trabajar la mejora
de ésta coordinación.
La grafo-motricidad:
Es necesario tratar la grafo-motricidad para poder corregir los movimientos
básicos de la escritura. Para ello, se recomienda realizar ejercicios que
estimulen los movimientos básicos de las letras, como escribir una letra
uniendo puntos ya marcados, repasar letras o figuras ya escritas o
dibujadas, seguir cenefas que conlleven movimientos en bucle, entre otros.
El perfeccionamiento escritor:
En este caso, se pretende mejorar la fluidez escritora y las faltas de
ortografía. Se recomienda realizar ejercicios como copiar letras, unir
sílabas para formar una palabra, unir una palabra con su dibujo
correspondiente (por ejemplo, unir la palabra “pelota” con el dibujo de una
pelota), entre otros.
La relajación:
Es habitual que el paciente se fatigue entre actividades que conlleven
mucho esfuerzo, por eso, se recomienda relajar la muñeca, los dedos,
etcétera. Para ello, pueden ser útiles estos ejercicios de relajación para
niños.
Dislexia:
Alteración de la capacidad de leer por la que se confunden o se altera el
orden de letras, sílabas o palabras.
Dislalia:
Trastorno del lenguaje que se manifiesta con una dificultad de articular las
palabras y que es debido a malformaciones o defectos en los órganos que
intervienen en el habla.
Disfemia:
Trastorno del habla que involucra problemas frecuentes con la fluidez
normal y la continuidad del habla.
Afasia:
Afecta la capacidad de las personas de expresar y comprender el lenguaje
oral y escrito.
Alexia:
Pérdida de la capacidad de la lectura debida a un trastorno neurológico.
Características del trastorno de la lengua expresiva
Distorsiona las palabras, no se logra entender lo que nos quieren decir
(pareciera que hablaran su propia jerga).
Dificultad para separar palabras en silabas.
Dificulta para utilizar sonidos del habla de forma adecuada.
dificultad para retener mucha información, se afecta la memoria de
trabajo y atención.
Dificultad en la pronunciación de frases realizándolas de forma
desorganizada y con errores.
Diagnostico
Si un médico, maestro, padre o madre de familia sospecha que un niño
tiene trastorno específico del lenguaje, un patólogo del habla-lenguaje (un
profesional capacitado para evaluar y tratar a las personas con problemas
de habla o de lenguaje) puede evaluar las habilidades lingüísticas del niño.
El tipo de evaluación depende de la edad del niño y las preocupaciones que
dieron origen a la evaluación. Por lo general, una evaluación incluye lo
siguiente:
Observación directa del niño,
Entrevistas y cuestionarios para padres o maestros,
Evaluaciones de la capacidad de aprendizaje del niño,
Pruebas estandarizadas sobre el desempeño actual del lenguaje.
Estas herramientas permiten que el patólogo del habla-lenguaje compare
las habilidades de lenguaje del niño con las de sus compañeros de la misma
edad, identifique dificultades específicas y planifique posibles objetivos del
tratamiento.
Conclusión