Sei sulla pagina 1di 2

La estética musical griega

El desarrollo de la música en la Grecia Antigua podría considerarse como la


esencia de la música occidental posterior. Efectivamente, el pensamiento
musical griego está dominado fundamentalmente por un impulso ético
educativo donde el concepto musiké definía un conjunto de actividades
diversas que abarcaba poesía, danza, gimnasia, teatro y, por supuesto, a la
propia música. Otro concepto importante en el mundo griego es el de la
catarsis, el poder de la música sobre el espíritu, un postulado estético que
reconoce la capacidad de liberar o eliminar emociones que alteran la mente o
el equilibrio nervioso del consumidor del producto artístico.

La música está directamente relacionada con la mitología griega y se encuentra


presente en cada aspecto o dimensión de la sociedad, la historia y el
conocimiento. Se producía en formato vocal, instrumental o mixto y su enfoque
estético se dividió en dos corrientes de pensamiento: la platónica y la
aristotélica.

 Platón se enfoca en el valor  Aristóteles, sin embargo,


educativo de la música declara que la música tiene
amparada por la tradición, es como fin último el placer y el
decir, la música es buena ocio, resultando este arte una
solo si contribuye al especie de pasatiempo
conocimiento, defendiendo la necesario en el descanso,
idea de una música pensada durante el proceso de
más que oída, colocando el educación de los hombres
texto por encima del discurso libres.
musical.
Esta etapa de definición estética culmina con Aristoxeno de Tarento, que hace
la más importante síntesis de todas las teorías estéticas griegas, centrando el
papel de la música sobre los aspectos psicológicos y subjetivos de la audición
musical. Aristoxeno se define como el primer y verdadero esteta musical,
siendo su mayor contribución la de poner en primer plano la cualidad de la
belleza de la música subordinado a esta, su sentido ético moral y educativo.
La Edad Media
Durante la Edad Media el cristianismo, en sus inicios, tuvo que manejar la
confrontación estética de la visión musical del mundo griego por un lado, y de
la tradición hebrea por el otro. El cristianismo tenía que buscar un camino
nuevo que ayudara a sus nuevos postulados religiosos. La solución fue la
creación del canto litúrgico, que tuvo que afrontar el choque con la herencia
griega, ya que en esta concepción la música tanto valía para la perdición del
alma en su aspecto aristotélico de placer y ocio, como para la elevación del
espíritu en su visión platónica. La solución del problema no era de estilo sino de
cambio de función, así que la oración transformada en canto, libró del demonio
del aspecto pagano a la música, reorientándola hacia el poder de la fe religiosa
que en definitiva convirtió el texto hedonista griego en otro basado en los
salmos bíblicos, manteniendo en principio el mismo concepto monódico de los
cantos. En el siglo XI marca un punto de giro en el pensamiento y la estética
musical medieval, con una nueva iniciativa sobre la música en concreto y sus
problemas técnicos. Un monje llamado Guido de Arezzo, considerado uno de
los padres de la música actual, creó sistemas para la enseñanza de la música,
como el tetragrama -antecedente del pentagrama actual- y el hexacordo.
También fue el creador de una técnica asociativa para memorizar las notas
musicales, a partir de la entonación de un himno dedicado a San Juan el
Bautista. En este himno, cada estrofa se canta a una altura diferente,
asociando posteriormente la primera silaba con la nota correspondiente,
registrada en el tetragrama:

Ut queant laxis

Resonare fibris

Mira gestorum

Famulitorum

Solvepolluti

Labiireatum

Sancte lohannes

En el siglo XVII, Giovanni Battista Doni cambió la nota UT por DO, ya que esta
silaba, por terminar en vocal, se adaptaba mejor al canto.

Potrebbero piacerti anche