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Marcadores ecográficos
de anomalías cromosómicas
en el segundo trimestre
A. Borrell
HUESO NASAL
No conocemos que se haya realizado recientemente genicidad intestinal cuando su desaparición de la panta-
ningún metaanálisis sobre la ectasia piélica. En dos se- lla sea simultánea o posterior a la del hueso.
ries norteamericanas de la década de 1990 fue hallada En principio, se describió como una variante de la
en un 20% de los fetos afectados de trisomía 21 y en un normalidad relativamente infrecuente (0,5%). Posterior-
2% de los normales22,23. Porcentajes muy similares se en- mente se asoció con la trisomía 21 durante el segundo
contraron en un estudio poblacional norteamericano trimestre, ya que se encontró en el 7% de los fetos afec-
que incluyó a 366 fetos con ectasia piélica: el 18% en tri- tos. Se ha calculado que la hiperecogenicidad intestinal
somías 21, el 3% en normales y una LR de 524. Su LR presenta una LR de 21, que es del 3-6 en presentación
en presentación aislada es cercana al 1, es decir, ante su aislada. En la trisomía 21, la hiperecogenicidad intestinal
hallazgo aislado no se modifica el riesgo de trisomía 21. se atribuye a una baja motilidad intestinal y a una dis-
En un amplio estudio multicéntrico británico de carác- minución en el contenido de agua. También se ha des-
ter prospectivo y poblacional que reunió 737 fetos con crito asociada a otras aneuploidías, sobre todo las triso-
ectasia piélica, se encontró presente en el 50% de los fe- mías 18 y 13 y las aneuploidías sexuales26.
tos afectados de trisomía 21 (3/6) (aunque siempre aso- La hiperecogenicidad intestinal se popularizó inicial-
ciada a otros hallazgos ecográficos o a una edad materna mente como marcador de distintas patologías fetales no
avanzada) y en el 0,7% de los euploides25. cromosómicas, como infección fetal (citomegalovirus,
Debido a que la ectasia piélica puede evolucionar ha- parvovirus, varicela, toxoplasmosis), fibrosis quística, ta-
cia la hidronefrosis franca, cuando se encuentra en el lasemia, sangrado intraamniótico, obstrucción intestinal
segundo trimestre debe reevaluarse en el tercer trimestre y otras complicaciones perinatales, incluyendo la restric-
y si se halla en el tercero debe realizarse una ecografía re- ción de crecimiento intrauterino. En un metaanálisis
nal posnatal. que recogía 804 casos de hiperecogenicidad intestinal, se
observó un riesgo del 34% de malos resultados perina-
tales, incluyendo un 9% de anomalía cromosómica, un
HIPERECOGENICIDAD INTESTINAL 8% de restricción de crecimiento, un 3% de infección
congénita y un 2% de fibrosis quística27. Por lo tanto,
La hiperecogenicidad intestinal se define como un in- ante un hallazgo de hiperecogenicidad intestinal debe-
testino que presenta una ecogenicidad similar a la del ría plantearse realizar determinación de ADN vírico,
hueso circundante (pelvis fetal), de carácter homogéneo, estudios genéticos de fibrosis quística y de función pla-
a diferencia de los focos de calcificación (fig. 8-5). Debi- centaria, además del estudio cromosómico.
do a que la hiperecogenicidad es subjetiva, se ha pro-
puesto un método más objetivo para definirla: disminuir
de forma progresiva la ganancia y considerar hipereco- ACORTAMIENTO DEL FÉMUR
Y EL HÚMERO
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de 8, y de 2-3 en presentación aislada. Una escasa efec- de la planta del pie forma parte de la exploración eco-
tividad, sumada al hecho de ser un método poco prácti- gráfica, la separación de los dedos es una apreciación
co, ya que cada centro debe calcularse sus líneas de re- subjetiva. De todas maneras, no hay estudios publicados
gresión, explican por qué su uso como marcador ha de- amplios sobre la aplicación de dicho marcador.
caído. Asimismo, la mayoría de las series publicadas son
poco reproducibles, por tratarse de estudios de casos y
controles realizados en población de alto riesgo30. OTROS MARCADORES
En hallazgos necrópsicos se encontró que el acorta-
miento del húmero era más pronunciado que el del fé- Braquicefalia. Los neonatos afectados de síndro-
mur en fetos afectados de trisomía 21. Una ratio entre la mes de Down presentan una braquicefalia a expensas de
longitud de húmero hallada y la esperada en función un lóbulo frontal disminuido. El diagnóstico prenatal
del diámetro biparietal era capaz de detectar hasta un de la braquicefalia se establece mediante un índice cefá-
50% de los fetos afectados de trisomía 21 en el estudio lico alterado (diámetro biparietal/diámetro frontooccipi-
retrospectivo inicial. En nuestra experiencia, el acorta- tal). Sin embargo, en el segundo trimestre los fetos con
miento óseo se encuentra en el doble de casos afectados trisomía 21 no presentan esta característica34.
en el húmero (43%) en comparación con el fémur
(22%)31. En otros estudios prospectivos se han alcanza- Ventriculomegalia leve. La ventriculomegalia
do porcentajes más reducidos, del 28% en una revisión leve de los ventrículos cerebrales laterales se diagnostica
reciente32. Al acortamiento del húmero se le ha atribui- cuando la medida del atrio está comprendida entre los
do una LR de 23, y de 4-8 en presentación aislada. 10 y los 13 mm en el plano transversal de la cabeza fetal
Aunque muestre una efectividad superior al fémur, el a nivel de los tálamos. Los calipers deben colocarse per-
hecho que la medición del húmero no esté incorporada pendiculares al ventrículo, cerca de la porción posterior
en ninguna práctica ecográfica, ha impedido que el hú- de los plexos coroideos. Aunque sólo un 1,4% de los
mero se haya implementado como marcador de aneu- fetos con trisomía 21 presenta ventriculomegalia, ésta se
ploidía. encuentra sólo en un 0,15% de los fetos normales. La
ventriculomegalia puede asociarse con una agenesia del
cuerpo calloso, destrucción o alteración en el desarrollo
ANOMALÍAS EN MANOS Y PIES del sistema nervioso central o una infección congénita.
(CLINODACTILIA Y SANDAL GAP) Debido a que los ventrículos laterales se evalúan de for-
ma sistemática durante la ecografía del segundo trimes-
En el 60% de los neonatos afectados de síndrome de tre, en la guía de la SOGC se considera como un marca-
Down se observa una hipoplasia de la segunda falange dor de aneuploidía que debería tenerse en cuenta18.
del quinto dedo de la mano. Mediante ecografía de se-
gundo trimestre se puede observar dicha hipoplasia, así Megacisterna magna. La cisterna magna debe
como la clinodactilia del quinto dedo. En el estudio evaluarse en un corte transversal de la cabeza fetal, y su
inicial que describió la clinodactilia prenatal, ésta se diámetro se delimita entre el límite posteroinferior del
encontró en el 75% de los fetos afectados y en el 18% vérmix del cerebelo hasta la superficie interna del crá-
de los normales33. Sin embargo, en posteriores estudios, neo. Una megacisterna magna viene definida por un
estos porcentajes han disminuido de forma drástica has- diámetro a partir de los 10 mm. Se ha encontrado aso-
ta el 19 y el 3%. La mano es una estructura fetal con una ciada a aneuploidía, sobre todo trisomía 18, aunque
localización poco previsible y la visualización de la pal- puede ser ocasionada por una anomalía anatómica
ma de la mano abierta es dificultosa. Por tanto, su in- (Dandy-Walker, variante de Dandy-Walker o quiste
corporación en el cribado ecográfico no parece justifi- aracnoideo) o distintos síndromes.
cable. Recientemente se ha descrito una mano tosca
de configuración más cuadrada como característica de la Ángulo ilíaco aumentado. Se ha descrito que el
trisomía 21. ángulo que forman los dos huesos ilíacos en un corte
En referencia a los pies, se ha descrito el sandal gap, transverso de la pelvis fetal es superior a los 90° en una
que consiste en la separación entre el primer y el segun- tercera parte de los fetos afectados de trisomía 21. Sin
do dedo del pie, el cual se observa en el 45% de los neo- embargo, no se ha confirmado su utilidad como marca-
natos con síndrome de Down. Aunque la visualización dor de aneuploidía en la población general.
CAPÍTULO 8 Marcadores ecográficos de anomalías cromosómicas en el segundo trimestre 123
Arteria umbilical única. Consiste en la ausencia materna avanzada y se denominó AAURA (Age-Adjus-
de una de las dos arterias umbilicales. La evaluación del ted Ultrasound Risk Assessment)38. Utilizando un riesgo
número de vasos en el segundo trimestre se realiza ha- > 1/200 permitía seleccionar el 74% de los fetos afecta-
bitualmente con ayuda del Doppler color en un corte dos de trisomía 21 y el 15% de los fetos euploides. Nico-
transversal de la vejiga fetal y en el tercer trimestre en asa laides (1993)6 calculó las LR positivas y negativas de
libre de cordón. En la actualidad, la arteria umbilical cada marcador reuniendo dos grandes series, las de los
única no se considera un marcador de aneuploidía, aun- grupos de Boston y Seattle, así como las LR correspon-
que se ha relacionado con anomalías renales, cardiopa- dientes a los marcadores en presentación aislada (sin
tía y bajo peso. Ante su hallazgo, debe valorarse la indi- otros marcadores ni malformaciones). Es evidente que si
cación de una ecocardiografía fetal. el hallazgo de un marcador aumenta el riesgo de base
por un factor que viene indicado por su LR, pero tam-
Conducto venoso. El conducto venoso (ductus bién su ausencia debe cuantificarse como una disminu-
venoso) se ha estudiado a las 15-18 semanas, mostrando ción del riesgo. De ahí provienen las LR positiva y ne-
un índice de pulsatilidad alterado en un 40% de las triso- gativa, respectivamente. La LR correspondiente a un
mías 21 y en el 5% de los fetos euploides35. No hay marcador aislado es el resultado de multiplicar la LR po-
constancia de series estudiadas a las 20-22 semanas. sitiva del marcador presente por las LR negativas de los
restantes marcadores ausentes. Es, por tanto, crucial de-
terminar qué marcadores deben ser estudiados de forma
SONOGRAMA GENÉTICO sistemática durante el segundo trimestre. Dos grandes
series norteamericanas39,40 coinciden en utilizar seis mar-
Se ha denominado sonograma genético a la ecografía cadores: el pliegue nucal, el acortamiento del fémur y
de segundo trimestre realizada en gestaciones de alto húmero, el foco hiperecogénico, la hiperecogenicidad
riesgo de anomalía cromosómica (debido a una edad intestinal y la ectasia piélica (fig. 8-6 y tabla 8-1)6. Entre
materna avanzada o a un cribado bioquímico positivo)
para reevaluación del riesgo y eventualmente evitar una
amniocentesis. Se ha popularizado en Estados Unidos,
donde la ecografía como práctica habitual no está pauta-
da en muchos centros. En principio, se utilizó una va-
loración semicuantitativa mediante un sistema de pun-
tuación (score). Así pues, al pliegue nucal engrosado y a
las malformaciones les corresponden 2 puntos, y al acor-
tamiento del fémur, el húmero, la ectasia piélica, el foco
hiperecogénico y la hiperecogenicidad intestinal, 1 pun-
to. Con una puntación > 2 se seleccionan el 75% de los
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Tabla 8-1. Incidencia de marcadores durante la ecografía de segundo trimestre en fetos afectados de trisomía 21 según
datos recopilados por Nicolaides (2003)6 provenientes de dos grandes series, Nyberg et al. (2001)39 y Bromley et al. (2002)40,
con sus respectivas likelihood ratio (LR) positivas, negativas y en presentación aislada. Comparación con las LR en
presentación aislada del metaanálisis de Smith-Bindman et al. (2005)5
LR
T21 (%) Normales (%) LR positiva LR negativa LR marcador aislado (Smith-Bidman)
ellos hay un marcador claramente efectivo (el pliegue tre, que detectó el 80% (41/51) de trisomías 21, con una
nucal), dos que son dudosos (hiperecogenicidad intesti- tasa de falsos positivos del 2,7%. Del 20% de trisomías 21
nal y acortamiento humeral) y tres que en presentación no detectadas, la mitad (10%) se detectó durante la eco-
aislada no modifican el riesgo. La guía canadiense18 ana- grafía de segundo trimestre, con un 1,5% de falsos posi-
liza un total de 16 marcadores y considera que sólo cin- tivos adicionales. No se recalculó el riesgo, sino que se
co son útiles en la ecografía que se realiza de forma siste- consideró indicación de amniocentesis el hallazgo de
mática: el pliegue nucal, la hiperecogenicidad intestinal, cualquier malformación y del pliegue nucal aislado. Los
la ventriculomegalia leve, el foco hiperecogénico intra- hallazgos en los cinco casos detectados durante la eco-
cardíaco y los quistes de plexos coroideos (este último grafía de segundo trimestre fueron: cardiopatía (2 cana-
exclusivamente para la trisomía 18). les auriculoventriculares y una comunicación interven-
tricular), cardiopatía + atresia duodenal y pliegue nucal
aislado. El 10% restante de trisomías 21 se diagnostica-
REEVALUACIÓN EN GESTACIONES ron en la etapa posnatal41.
DE BAJO RIESGO Sin embargo, la valoración de los marcadores eco-
gráficos de segundo trimestre es crucial en las gestantes
Inicialmente el sonograma genético se utilizó para re- que consultan después de las 14 semanas. Así pues, en
ducir el riesgo de trisomía 21 y adoptó dicha denomina- ausencia de un cribado de aneuploidía previo, el pliegue
ción porque la reevaluación del riesgo era precisamente nucal adquiere su máxima relevancia y deberá valorarse
la indicación para la realización de una ecografía en am- al mismo tiempo que el cribado bioquímico de segun-
bientes en que no existe la ecografía como prueba siste- do trimestre. Recientemente se ha sugerido que se po-
mática. Sin embargo, en ambientes en que se realiza una dría combinar la bioquímica de segundo trimestre con la
ecografía en el segundo trimestre, el estudio de los mar- medición del pliegue nucal, calculándose un único ries-
cadores puede utilizarse para reevaluar un bajo riesgo. go. Las primeras estimaciones indican que podría au-
Nicolaides (2003) propone ofrecer el cribado de primer mentarse de forma considerable la detección de triso-
trimestre a toda la población, ya que tiene un potencial mía 21, del 58 al 78%42. En gestaciones que consultan a
de detección de hasta el 95% de los fetos afectados de partir de las 20 semanas, no se podrá realizar cribado
trisomía 21. Considera que no está justificado realizar un bioquímico y el único riesgo calculable es el resultante
cribado bioquímico de segundo trimestre para detectar de modificar el riesgo propio de la edad materna con las
el 5% restante, pero ya que la ecografía de segundo tri- LR de los marcadores ecográficos valorados.
mestre es necesaria para detectar cardiopatías y defectos
de tubo neural, ésta puede utilizarse para detectar un
3% de las trisomías 21 (el 70 del 5% restante)6. CONCLUSIÓN
Recientemente, se ha publicado un estudio poblacio-
nal francés que incluye 14.934 gestaciones. En primer Los marcadores ecográficos de segundo trimestre han
lugar, se aplicó la prueba combinada de primer trimes- perdido gran parte de su relevancia en la práctica clínica
CAPÍTULO 8 Marcadores ecográficos de anomalías cromosómicas en el segundo trimestre 125
cuando se ha realizado previamente un cribado combi- 10. Souka AP, Von Kaisenberg CS, Hyett JA, Sonek JD, Nicolaides KH. In-
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totalmente validado. Finalmente, quedan cuatro marca- Isolated fetal choroid plexus cysts: role of ultrasonography in estab-
dores con un discreto valor: la hiperecogenicidad intes- lishment of the risk of trisomy 18. Am J Obstet Gynecol. 2000;182:
tinal, el foco hiperecogénico intracardíaco, la ectasia pié- 972-7.
lica y los quistes de plexos coroideos. Cuando sean visua- 15. Bromley B, Lieberman E, Shipp TD, Benacerraf BR. Fetal nose bone
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