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JUSTIFICACIÓN
Colombia se adhirió en Agosto del 2011 a la declaración de la política de “Prevención de
las enfermedades cardiovasculares en las Américas, mediante la reducción de la ingesta
de sal alimentaria en toda la población”, desarrollada por el programa regional de
enfermedades no transmisibles de la organización panamericana de la salud OPS, y
desde el año 2012 avanza en un trabajo serio con las implementación de la estrategia de
“Reducción del consumo de sal/sodio para Colombia”, con sus tres pilares fundamentales:
1. Reformulación de alimentos y comida
2. Concientización y campañas educativas dirigidas principalmente al consumidor
3. Cambios en el entorno para la implementación de la Estrategia de reducción del
consumo de sal
En razón de lo anterior el plan decenal de salud pública en el componente modos,
condiciones y estilos de vida saludables establece al 2021, lograr una disminución del
consumo de sal sodio/persona/día a la meta internacionalmente recomendada de un valor
inferior a 5g/día/persona, incrementar el consumo diario de frutas y verduras en la
población en general, incluir mínimo 300 minutos de actividad física semanal; es
importante enfatizar en las recomendaciones para la prevención y control que incluyen la
mejora en la vigilancia, el tamizaje, la educación a pacientes, así como a la comunidad en
general.
Objetivo General
Concientizar en la importancia de reducir el consumo de sal/sodio para disminuir el
riesgo de hipertensión, enfermedades cerebro-vasculares y enfermedades renales a nivel
tanto individual como poblacional. La calidad de vida de las personas con estas
enfermedades es baja u los costos de su tratamiento son elevados.
Objetivos Específicos
Educar a la comunidad en general acerca de las enfermedades crónicas no transmisibles,
medidas preventivas, factores de riesgo, mecanismo de acción.
Sin embargo mucha gente consume mucha más sal de la que se necesita para tener
buena salud. Esto afecta a los riñones, que son los mayores reguladores del sodio en la
sangre, manteniendo el equilibrio del sodio almacenado en nuestro cuerpo para su
aprovechamiento óptimo.
Un exceso de sal no se puede eliminar por los riñones, se acumula en nuestra sangre
atrayendo el agua e incrementa el volumen de sangre circulante. Esto provoca que el
corazón necesite trabajar más fuerte para mover la sangre y se eleve la presión
produciendo hipertensión arterial, entre otros problemas serios.
Aunque las necesidades fisiológicas cotidianas varían según la edad, sexo, peso, estado
fisiológico (crecimiento, embarazo, lactancia), nivel de actividad física, estado de salud,
etc. Nuestro cuerpo no necesita consumir cantidades elevadas de sal.
A pesar de ser necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, la sal consumida
en exceso es una de las principales causas de la hipertensión arterial.
Hace que las arterias, que transportan la sangre por el organismo, pierdan elasticidad y se
vuelvan más rígidas, dificultando el trabajo del corazón y los riñones. La hipertensión
arterial en si misma es causa de crisis hipertensivas, que causan hasta un 5% de las
muertes por enfermedades cardiovasculares. Es una enfermedad crónica que con
frecuencia requiere tratamiento de por vida y eleva mucho el riesgo de padecer otros
trastornos mucho más graves. La hipertensión arterial es la principal causa de ictus y una
de las más importantes de infartos, que son dos de los motivos más frecuentes de muerte
y de discapacidad en nuestra sociedad.
Dificulta la función de los riñones: el sistema renal es igualmente básico para la salud,
pues lleva a cabo una labor de filtrado y depuración de la sangre imprescindible para la
vida. Esta función de filtrado se ve perjudicada por el exceso de sal, potenciando así
mismo la hipertensión arterial en i circulo vicioso. Además la ingesta excesiva de sal es un
importante factor que predispone la formación de los cálculos renales.
Retención del líquido: todo esto además provoca que se produzca en el cuerpo una
retención de líquido, lo cual empeora el funcionamiento de los riñones, corazón e hígado y
también genera edema e hinchazón de las piernas y tobillos.
Favorece algunos tipos de tumores: como el cáncer de estómago, que pueden verse
favorecidos por el consumo excesivo de sal, ya que en grandes cantidades puede ser un
irritante que erosiona el recubrimiento del estómago, provocando lesiones ulcerosas,
infecciones y predisponiendo para la presentación de tumores gástricos.
Dificulta la función del aparato respiratorio: el exceso de sal empeora los síntomas del
asma. Además se ha demostrado que una reducción en la ingesta de sal hace que las
vías aéreas disminuyan su existencia al paso de aire y que se permita también la
reducción en el uso de medicamentos para esta enfermedad.
Favorece el sobrepeso y la obesidad: puesto que la toma de sal aumenta la sed, y esta
trata de ser saciada con bebidas azucaradas y energéticas, tales como refrescos, cuyo
consumo continuado y excesivo desequilibran el balance entre calorías ingeridas y
calorías consumidas, predisponiendo al sobrepeso y obesidad. La obesidad además es
una enfermedad que también provoca e influye negativamente sobre muchas otras
mencionadas anteriormente, las enfermedades de aparato circulatorio (infartos e ictus),
riñón, aparato respiratorio, diversos tipos de tumores, aparato locomotor (osteoporosis,
artrosis), etc.
Metodología
RESPONSABLE: