TALLER DE FUENTES HISTÓRICAS. SESIÓN INTRODUCTORIA.
¿Por qué hablamos de fuentes históricas?
El concepto emerge de una corriente de pensamiento del s. XIX llamada positivismo, que postuló una forma de entender la ciencia y producir conocimiento verídico y comprobable, a partir del método hipotético-deductivo. Dicho conocimiento permite entender cómo funciona la naturaleza y la sociedad en situaciones de orden, lo que permitiría establecer leyes de carácter universal. Leopold von Ranke, uno de los fundadores de la Historia como ciencia social, decía que la tarea historiadora consistía en “contar el pasado tal como fue” y que “la historia se hace con documentos”. No por nada, la historiografía tradicional, hablaba de hombres, blancos, poderosos (gobernantes, militares, ricos, empresarios, etc.), como también de acontecimientos. Entonces, para esta corriente, el documento, es una fuente que, como lo releva la metáfora, produce conocimiento, pues de él emana la verdad. Esta forma de entender las fuentes, comenzó a ser problematizada por distintas corrientes historiográficas (la escuela de los Annales en Francia, el marxismo británico, la microhistoria italiana, los estudios subalternos en el Tercer Mundo, los estudios de género, etc.), lo que permitió ampliar el horizonte de actores y procesos, y de acercamiento a los mismos. Entonces, comenzó a pensarse en que las fuentes son, más bien, huellas del pasado, las que pueden ser materiales o inmateriales, y que lo que constituye a dichos vestigios en “fuente” es la pregunta de investigación. De hecho, su estatuto de primario o secundario podría cambiar dependiendo de la pregunta de investigación. Por ejemplo: el libro de Gabriel Salazar, “Ser niño huacho en la historia de Chile (siglo XIX)”, es una fuente secundaria cuando mi intención es estudiar la situación de la niñez en el país; pero se transforma en fuente primaria, cuando mi investigación quiere hablar sobre el acercamiento de la historiografía a los sectores populares. En síntesis: a) todo puede ser una huella del pasado; b) lo que me permite clasificar lo que me es útil para mi investigación o no, es una pregunta de investigación.
Definición de fuente histórica.
Todo objeto material, instrumento, herramienta, símbolo o discurso que procede de la creatividad humana a través del cual podemos producir conocimiento sobre una realidad social pasada. Es necesario que las fuentes sean analizadas, para notar su fiabilidad y si son adecuadas para el asunto investigado.
Criterios para entender las fuentes.
• Criterio posicional: Fuentes directas o indirectas. Depende si resuelven o son tangenciales a la hora de resolver un problema de investigación. • Criterio intencional: Fuentes voluntarias o involuntarias. Por ejemplo: una biografía es voluntaria y el acta de un juicio es involuntaria. • Criterio cualitativo: fuente material o cultural (verbales, ya sean escritas -narrativas o no- y orales; no variables -audiovisuales). • Criterio formal-cuantitativo: Las fuentes que pueden seriarse (ficheros policiales, libros de notarios, planillas de diversa índole, etc.).
¿Cuál es el carácter de las fuentes?
Como se trata de huellas o vestigios del pasado, por definición éstas son limitadas, en muchos casos han quedado truncas, son frágiles y pueden suscitar múltiples lecturas.
De qué hablan las fuentes.
a. De lo contenido expresamente. b. De las condiciones de su construcción. c. De los/as sujetos sociales de quienes habla. d. De sus creadores/as.
Preguntas básicas a todo tipo de fuente.
a. ¿Qué dice? b. ¿Cómo lo dice? c. ¿Por qué lo dice? d. ¿Para qué lo dice? Estas preguntas permiten entender lo que la huella del pasado comunica, su contenido explícito o implícito, el imaginario que porta y el que produce.
Contexto del documento.
a. Situación del autor o la autora y de los/as destinatarios/os. b. Posición social y política del autor o la autora. c. ¿Habla desde la experiencia o desde conceptos normativos?