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¿Qué es Excavación Arqueológica?

Hasta no hace mucho tiempo la percepción que se tenía del arqueólogo estaba

impregnada de cierto romanticismo y visión aventurera, considerándose en muchos

casos que su labor, guiada por el gusto por la pieza, se reducía a la búsqueda

indiscriminada de tesoros. La realidad es bastante más prosaica pues el papel del

arqueólogo es la recuperación, estudio interpretación y divulgación de todo tipo de

restos materiales que los seres humanos han dejado a lo largo de la Historia. Pese

al avance de otras técnicas, sobre todo las relacionadas con la prospección, la

excavación sigue siendo el principal procedimiento de la arqueología para conocer

el pasado más remoto de la humanidad. En todo momento debemos tener muy

presente que no excavamos meros objetos sino “hombres”, los protagonistas y

ejecutores de todos aquellos restos que podemos encontrar. Este peculiar diálogo

con nuestros antepasados exige rigor: excavar supone destruir, por lo tanto, no

podemos “releer” lo ya excavado, se trata de un proceso único en el que es básico

evitar la pérdida de datos a través de una documentación lo más exhaustiva posible.

El carácter destructivo de la excavación exige que quienes la llevan a cabo tengan

una correcta formación teórica y práctica que les permita afrontar con garantías un

proyecto de excavación cuya metodología debe marcarse como principio teórico la

posibilidad de poder reconstruir y reproducir el yacimiento una vez excavado.

1° Objetivos de la excavación

La excavación mantiene su papel protagonista en el trabajo de campo porque

proporciona la evidencia más fiable para los dos tipos de información que interesan

a los arqueólogos: 1) las actividades humanas en un periodo determinado del


pasado; y 2) los cambios experimentados por esas actividades de una época a otra.

Podríamos decir, en líneas muy generales, que las actividades simultáneas tienen

lugar de forma horizontal en el espacio mientras que sus cambios se producen

verticalmente en el tiempo. (Renfrew y Bahn, 2011, p. 107)

2° METODOS DE EXCAVACION
Un interrogante que plantea Gabin Lucas (2001:19) ¿Qué significa excavar a finales
del siglo XIX y como era de diferente a la actualidad? y para ello se debe asumir
que no es simplemente una historia de técnicas de campo sino de cómo se ha
concebido el registro arqueológico desde hace más de un siglo y la forma en cómo
se consolidó propiamente la disciplina ya que la consideración del registro
arqueológico explica la evolución de las prácticas de campo.
Pitt-Rivers (Bowden 1991): rompió claramente con el objetivo de la búsqueda de
«tesoros» de los anticuarios victorianos, las excavaciones de esta etapa aportaron
tres elementos importantes: primero, se puso énfasis en abrir amplias superficies
que permitieran conocer los rasgos estructurales; segundo, se empezó a valorar la
necesidad de elaborar buenos registros de los hallazgos y, por último, se
confeccionaron detalladas planimetrías que documentaban con exactitud los
yacimientos arqueológicos.
Mortimer Wheeler (1890-1970): británico, el interés por mantener los principios de
la etapa anterior y de mejorar el control estratigráfico desembocó en el modelo
impuesto por el conocido como excavación por cuadrículas. El “Sistema Wheeler”
se basaba en tres componentes:
1) Las cuadrículas regulares que dejando pasillos permitían abrir amplias áreas de
excavación.
2) Las secciones estratigráficas que son registradas en las cuatro caras de cada
cuadrícula permitían un control estricto de la estratificación.
3) El método de registro tridimensional de hallazgos, que permitía ubicar con tres
medidas (dos de ubicación espacial y una tercera de profundidad) todos los
hallazgos importantes.

Aunque el sistema de excavación por cuadrículas, a pesar de las ventajas


señaladas, ofrecía algunos problemas:
1) la dificultad de lograr una visión en horizontal cuando la excavación tenía que
profundizar mucho.
2) los testigos entre cuadrículas «ocultaban» estructuras y hacían perder materiales.
Con todo el sistema de cuadrículas buscaba el mejor compromiso entre las visiones
en horizontal y en vertical de la excavación (Lucas 2001a: 44).
Gersbach 1998: 39-43 expresa que o desde los años 1930 y 1940 por arqueólogos
alemanes ligados al paradigma histórico cultural, el sistema de la excavación
“schnitt” se operaba con cortes rectangulares paralelos que aprovechaban los
espacios entre cortes para colocar las terreras.
Bersu (Gran Bretaña), Van Giffen (Holanda): En la década de 1950 en varios países
de la Europa Occidental se empezó a excavar, huyendo de la rigidez de las
cuadrículas, abriendo grandes superficies para abordar yacimientos extensos y con
pocas superposiciones; desde entonces se conoció con el nombre de excavación
“en área abierta” que responde al principio de “cuanto más extiendas la excavación
más comprendes”.
De alguna manera la excavación en “área abierta” se adaptó bien a la Arqueología
processual, los procesuales veían los yacimientos como partes de sistemas
enterrados y como científicos sociales intentaban comprender la sociedad
desaparecida mostrando su comportamiento.
Aunque por otro lado la Arqueología postprocesual, desde inicios de los años 1990,
ha perseguido re-introducir la interpretación en el sitio, y registran las ideas y
discusiones del proceso de excavación empleando la filmación en video y las notas
subjetivas y personales de los excavadores (Hodder 1997, 1999). Estos sostienen
que los excavadores deben de ser conscientes de por qué hacen lo que hacen
reflexividad y deben compartir los debates de sus interpretaciones.
Fig 1°: Diagrama de la evolución de los métodos de excavación

Por Garcia
3° Planificación de la excavación

Nosotros como estudiantes de arqueología sabemos que con la prospección a pesar


de lo métodos para ello que existe hoy en día, es imposible poder apreciar los
detalles del subsuelo, por se necesita la utilización de una técnica más sofisticada,
como la excavación, la cual es muy necesaria para este tipo de trabajo. Sin embargo
para dar luz verde a la realización de manera correcta la excavación se debe tener
encuentra varios pasos.

3.1. Requisitos para presentar un Proyecto de Investigación Arqueológica


 El Director del proyecto deberá ser un Licenciado en Arqueología y contar con
Registro Nacional de Arqueólogos (RNA), asimismo no deberá adeudar
informes finales de trabajos arqueológicos previos.
 En caso de arqueólogos extranjeros deberán contar con un Codirector
nacional.
 Solicitud de autorización de ejecución de PIA dirigida al Viceministro de
Patrimonio Cultural e Industrias Culturales.
 Comprobante de pago de S/. 250.00 Nuevos Soles.
 Carta de compromiso del Director del proyecto responsabilizándose de los
eventuales daños y perjuicios que se produzcan durante la ejecución del
proyecto.
 Carta de compromiso económico suscrita por quién financia el proyecto de
investigación arqueológica.
 En caso de que el Director del proyecto sea extranjero, deberá presentar una
carta de presentación formal de la respectiva embajada.
 Curriculum Vitae del Director del PIA.
 Copia del DNI del Director del proyecto.
 Presentar cuatro ejemplares del proyecto y la versión digital en CD, que
desarrollará los puntos indicados en el Reglamento de Investigaciones
Arqueológicas. (Ministerio de cultura)
3.2. Pasos previos a la excavación

Antes de comenzar una excavación se suelen seguir una serie de pasos


iniciales.

 El examen de la superficie puede ofrecer datos y servir de pauta para


excavar. Los puntos donde aparezcan las concentraciones de materiales
pueden ser indicativos de una zona con buenas condiciones para
recuperar información.

Este tipo de análisis van desde la prospección sistemática en superficie a la


prospección aérea basada en la fotointerpretación pasando por la prospección
geofísica y la teledetección

 Exploraciones preliminares: se pueden efectuar pequeñas excavaciones


en puntos concretos (sondeos). Su finalidad es conocer, a grandes rasgos,
las potencialidades del yacimiento y la secuencia estratigráfica en ese
punto.

Una vez comenzada la excavación, se debe preparar el territorio, así mismo seguir
pautas para la mayor obtención de información posible. A la hora de afrontar una
excavación metódica hay que plantear dos variables

3.3. Proceso

3.3.1. Proceso de excavación: El sistema adoptado para la exhumación de los


restos:

 Arbitrario: Por tallas o tramos artificiales

Esta es una técnica bastante popular, a pesar de los fallidos intentos de las escuelas
estratigráficas por desacreditarlos. El 'dictum' popular asegura que los excavadores
por niveles arbitrarios determinan previamente el nivel (por ejemplo 10-20 cm) de
remoción, para después ir colectando los hallazgos según los niveles sucesivos y
más profundos.
 Estratigráfico: en este caso siguiendo las formas y contornos de los
depósitos arqueológicos.

3.4. Estrategia de excavación: Es el plan de organización seguido. Puede ser:

 Con testigos (método Wheeler): Es un método aplicado por Sir Mortimer


Wheeler, mediante el cual se realiza una excavación estratigráfica. Primer
método de excavación arqueológica sistemática, que utiliza la
cuadriculación, dejando entre cuadrícula y cuadrícula un espacio no
excavado llamado testigo. Tiene por finalidad que se puedan rastrear
y correlacionar los distintos niveles de todo el yacimiento a través de
los perfiles verticales reservados en los testigos. Actualmente, no es muy
empleado, pues el uso de testigos dificulta una visión conjunta del
yacimiento, lo cual puede acarrear problemas a la hora de datarlo.

Fig 2° Método
aplicado por Wheller,
con testigos.

 Cuadriculas del sitio

Es uno de los métodos principales usados durante una excavación arqueológica


debido a su función en la identificación y catalogación de las ubicaciones de
artefactos individuales y en relación a los materiales adyacentes. Utilizar las redes
del sitio consiste en el diseño de una red horizontal de todo el sitio con estacas
numeradas colocadas en intervalos fijos. Las secciones de cuadriculas se
convierten en unidades que son entonces excavadas individualmente. La
organización de los lugares de artefactos simplifica la tarea de montar un plano del
lugar, posibilitando que toda la información sobre encuestas, resultados del sensor
remoto y materiales excavados sea claramente trazada para un análisis rápido.

Fig 3°. Terreno dividido por


Cuadriculas

 En área abierta (sistema Barker‐Harris): Barker, en los 70, hace una


serie de críticas al sistema Wheeler. Según él, los testigos muchas
veces dificultan la comprensión de los patrones espaciales en áreas
grandes. Es preferible no tener estos testigos permanentes o
semipermanentes, sino abrir áreas amplias y cortar perfiles verticales
sólo cuando sean fundamentales para resolver relaciones estratigráficas
especialmente complejas. Es lo que se denomina la excavación en open
area o excavación en extensión. Este sistema parte de una idea muy simple:
el yacimiento no es una entidad que se pueda muestrear de ese modo,
sino que hay que seguir cada estrato hasta el final. La excavación en
extensión aporta una información que nunca ofrecerá un sondeo
estratigráfico, porque éste sólo ofrece una visión parcial y el sistema
Wheeler finalmente acaba siendo una acumulación de sondeos,
eso sí, regulares y cercanos.
Fig 4°Resultados del
método después de un
previo sondeo

La propuesta de Baker fue mejorada a través del diseño de un nuevo


sistema de registro estratigráfico, en este caso enunciado por Harris.
Su propuesta da la misma importancia a secciones y plantas e incorpora
un modelo de expresión gráfica de la estratigrafía, la Matrix Harris o diagrama
de secuencia. Además, tiene la virtud de integrar en la estratigrafía elementos
antes obviados como las alteraciones antrópicas. (La excavacion de la
laboratorio).

4° PROCESO DE LA EXCAVACIÓN

Fig. 5. El proceso completo de trabajo en la excavación de una intervención arqueológica (a


partir de Harris 1979 modificado).
4.1 Durante la excavación
Una excavación deficientemente planeada está expuesta a terminar en un caos de
pozos. Los principios que deben guiarnos no son difíciles, solo debemos de tener
un plan, es decir un sistema cuidadosamente pensado, y luego ejecutarlo en forma
ordenada.
En esencia, toda excavación requiere de una planificación adecuada. Una de las
cosas que se deben de tener en cuenta es la importancia de mantener flexibilidad
en los pasos a seguir, ya que cada yacimiento es diferente, lo mismo sucede con
los métodos de excavación.
Todas las excavaciones siguen un proceso bastante estandarizado y
mencionaremos los pasos dados por Ines Domingo, Heather Burke y Claire Smith
en su “Manual de campo del arqueólogo”:
1. Limpieza mecánica del área
Cuando se apertura una excavación, el arqueólogo debe encargarse de toda
actividad que puede estar lo menos relacionada a la arqueología. Una de
ellas es la limpieza del área, se debe de extraer todo el material que se
encuentre en la capa superficial, ya sea, plantas secas, residuos, hasta
edificaciones actuales.

La intervención en Huaca Bandera se inició con un reconocimiento del área


a trabajar para luego realizar un trabajo de limpieza y acondicionamiento del
área arqueológica, así como de acondicionamiento para el personal a
laborar, construyendo para ello un campamento provisional, con materiales
tradicionales, que incluye áreas para trabajo de gabinete, almacén y servicios

Fig 6°. Fotografía de Huaca Bandera (Frente este).


higiénicos.
2. Cuadrículas del yacimiento
Cuando se ha completado la limpieza inicial, será necesario tener el apoyo
de un topógrafo, para así saber la posición exacta del yacimiento en relación
con el área que se desea excavar. La cuadricula del total del yacimiento se
realiza para establecer una referencia futura de lo que se excavo en dicho
lugar. Así la zona de estudio será dividida en cuadros los cuales podemos
nombrar por una combinación de letras y números.

Fig. 7°. Plano de cuadriculación. (RUIZ ZAPATERO, 2009)

Para la cuadriculación general y única de las 186.55 Hás del complejo arqueológico
Huaca Bandera, se ha elaborado un plano general dividido en 4 láminas (1 para
cada uno de los cuadrantes). Los ejes Nor-Sur, están nominados con letras del
alfabeto, mientras que los ejes Este-Oeste, con números romanos, asignando
valores altitudinales absolutos cada 20m.

Fig. 8° Plano de cuadriculación del sector Norte.


Con esta cuadricula general de todo el sitio podremos saber que sectores se van a
excavar y colocar las estacas correspondientes, las cuales uniremos posteriormente
con cordel de manera que tengamos nuestra zona de estudio dividida en cuadros
los cuales se nombrar por una combinación de números teniendo de esta forma una
ubicación muy precisa de todo el material.
Las unidades de excavación son de 10x10m.; sub divididas por m2 cada una de las
cuales tiene un número arábigo de manera secuencial iniciando con el 0 en la
esquina Nor Este.

3. Retirar la tierra
Toda excavación implica remoción del terreno, los útiles de excavación empleados
van a varias según el sitio que se excave. La tierra que se retire deberá ser
depositada en un lugar no tan lejano, para luego poder regresar al espacio donde
se encontró.

4. Fotografiar todo el proceso de excavación, hasta que se da por concluida.


Toda evidencia que se encuentre y remoción de terreno debe ser fotografiado,
debido a que lo encontrado en excavación solo se lograra ver una sola vez, y
tiene que ser registrado con mucha precisión y siempre mostrando en las fotos
un norte y un jalón, lo cual permitirá ubicarnos y saber la medida de lo
observado respectivamente.
5. Recojo de muestras o recuperación de hallazgos
Este paso es de suma importancia, y debe ser llevado en orden, debido a que no
solo nos dirá la ubicación exacta de donde estuvo el material, sino también el logro
a nivel tecnológico de la sociedad que ocupo el sitio, lo cual ayudara a resolver
nuestro problema de investigación.

6. Relleno posterior o protección del sitio


Si bien la excavación es un método que no tiene vuelta atrás y que todo lo que se
observe no se volverá a ver tal cual se encontró; lo mejor después de recoger las
muestras del sitio es volver a tapar el lugar para que así las estructuras que se
encontraron no se dañen y preservar la vida de estas.

5. Pasos a realizar luego de la excavación

Todos los hallazgos que se realizan en el proceso de excavación deben ser


referenciados a través de dibujos y fotografías antes de ser extraídos. La
cuadriculación mediante coordenadas cartesianas que se establece antes de iniciar
la excavación nos permitirá reconstruir el proceso de la excavación con dibujos
realizados a escala (1:10, 1:20) en papel milimetrado donde se localiza cada
hallazgo a partir de tres puntos -x, y, z-, que nos indican el ancho, el largo y la
profundidad. (Hervás)
En el registro de los datos presenta una gran importancia la redacción de un diario
o cuaderno de campo en el que se expresan las variadas incidencias que se
producen cada día durante la excavación. Se exponen valoraciones o apreciaciones
a las que llega el arqueólogo tras un análisis inicial de los restos y estructuras
documentados, que posteriormente deberán ser refutados o ratificados cuando se
analice en profundidad toda la información obtenida. El material recuperado en las
excavaciones debe ser recogido en bolsas o cajas acompañadas de etiquetas en
las que a través de siglas se especifique claramente su procedencia (yacimiento,
campaña, cuadrícula, estrato o nivel...), pues un objeto, por importante que sea,
fuera de contexto aporta una información reducida. (Hervás)

5.1. Limpieza de materiales

Los materiales arqueológicos recogidos en el yacimiento, son objeto de una serie


de labores de limpieza para facilitar su estudio. El objetivo es, por tanto, retirar los
residuos en superficie sin destruir evidencias y sin dañar el objeto.

El procedimiento de limpieza es similar en todos los materiales, ya que la mayor


parte de los objetos se pueden lavar utilizando agua desmineralizada y se dejan
secar en un espacio aireado y protegido del sol.

Una vez seco-entre 24 y 48h‐ el material se guardará en una bolsa de plástico


individual, con su correspondiente etiqueta.

Principales materiales y modo de limpieza

5.2. Tamizado del sedimento

Las bolsas del sedimento arqueológico se trasladan al lugar habilitado para las
labores de lavado donde se ordenan en función de la unidad estratigráfica a la que
pertenecen. El sedimento se puede tamizar en seco o con agua, bien con una
columna de tamices o mediante una máquina de flotación, rescatándose de este
modo los restos de menor tamaño que han pasado desapercibidos durante el
proceso de excavación. El tamiz inferior tiene una luz de malla de 0,5 mm, por lo
que se pueden recuperar hasta los diminutos huesos de pequeños vertebrados.
Por su parte, la técnica de flotación utiliza una corriente de agua para la remoción
de sedimento, de forma que los restos orgánicos, menos densos que el agua,
ascienden a la superficie, por lo que resulta muy útil para recuperar restos de
semillas y carbones. En ambos casos el residuo contenido en los tamices es dejado
secar, para posteriormente pasar al triado del mismo.

5.3. Triado

El triado consiste en el reconocimiento visual del residuo seco resultante del lavado
de sedimento. Tiene por objeto la recuperación de todos los materiales
arqueológicos y la clasificación de los mismos en función de las necesidades de
estudio. El sedimento se extiende sobre una bandeja. Con la ayuda de unas pinzas
metálicas se reconoce todo el sedimento, seleccionando y clasificando todas las
piezas de carácter arqueológico. Los materiales de una muestra que se vayan
seleccionando se agruparán por categorías Las distintas categorías clasificatorias
se refieren a la naturaleza genérica del objeto: LÍTICA, ÓSEA, MACROFAUNA,
CERAMICA, OCRE, CARBONES, SEMILLAS. Cada una de las distintas categorías
seleccionadas recibirá un nuevo número de registro que las identifique.

5.3. Siglado

El silgado consiste en escribir sobre cada resto un número identificativo o sigla, que
permita tenerlo controlado en todo momento. Para ello se aplica una capa de
esmalte en una zona De la excavación al laboratorio 2010 11 discreta y que no
afecte a su estudio posterior, se escribe la sigla con tinta y se vuelve a dar otra capa
de esmalte. De esta forma, y en caso de necesidad, se puede borrar sin alterar el
resto. La sigla está compuesta por las iniciales del yacimiento, a continuación, el
año de la campaña, seguido la Unidad de Estratigráfica, del cuadro y por último un
número de orden o de registro.
Ejemplo:

MEH.2010. UE4 C1‐97

Este paso es fundamental para la identificación de los materiales facilitando su


estudio y evitando posibles confusiones entre los restos.

5.4. Inventario

Tras recibir este primer tratamiento superficial, las piezas son inventariadas, para
posteriormente ser sometidas en caso de ser necesario a un proceso de
conservación Los materiales recogidos son inventariados en una base de datos
relacional, en la que se incluyen todas las piezas recuperadas. La inserción de la
información recogida en la base de datos se realiza a través de diferentes campos,
que hacen referencia tanto a la ubicación de la pieza en el yacimiento como a la
naturaleza de la misma: Cuadro, Unidad Estratigráfica, Coordenadas y tipo de resto.
Posteriormente cada tipo de resto es inventariado de una manera más extensa por
los especialistas en cada materia

5.5. Restauración

Los diferentes procesos que sufre un resto arqueológico desde que es abandonado
hasta su recuperación en la excavación hacen que puedan verse modificadas sus
características y composición química. Estas alteraciones pueden provocar la
fragilidad de los restos, haciendo necesaria la aplicación de tratamientos que
permitan su conservación. A la par que se realiza la catalogación de las piezas se
lleva a cabo una selección de todos los restos susceptibles de ser representados
gráficamente. Las piezas se representan mediante dibujos y fotografías para
posteriormente, haciendo uso de ambas representaciones, realizar una
reproducción virtual en 3D de algunas de ellas. Mediante el dibujo arqueológico se
pretende describir gráficamente las características físicas de las piezas, mostrando
con claridad y fidelidad los aspectos morfológicos, tipológicos y tecnológicos,
convirtiéndose en un elemento indispensable tanto para el estudio de las piezas
recuperadas, como para su posterior publicación. La metodología aplicada en los
dibujos técnicos sigue unas normas de la excavación al laboratorio 2010 12
representación y símbolos aceptados universalmente. Esta representación en
papel se trasladada a un archivo de CAD Por su parte la representación fotográfica
de las piezas es más eficaz a la hora de captar las texturas, decoraciones, algunos
detalles técnicos y los procesos postdeposicionales sufridos por las mismas, aunque
representa peor la forma de los objetos. Con ayuda de los dibujos y las fotografías
se puedo realizar la reconstrucción virtual de algunos de los restos que encontramos
incompletos.
Bibliografía

 Morales, J.(s.f.). Prospección y Excavación: Principios Metodológicos

Básicos. Recuperado de estudio-

arqueologia.es/pdfs/publicaciones/morales.pdf

 Renfrew, C. y Bahn, P. (2011). Teorías, Métodos y Práctica. Madrid, España.

Akal

 Hervás, F. J. (s.f.). Prospección y excavación: Principios metodológicos


básicos. Castillo: Universidad de Castilla la Mancha .

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