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ANÁLISIS DE LA ANTROPOLOGÍA Y RACIONALIDAD EN DESCARTES

Por: Eduardo C. Rdz.

INTRODUCCIÓN

El racionalismo cartesiano, no está muy ligado a su visión del estudio del hombre. Esta será

la tesis principal que abordaré, haciendo paráfrasis unas veces, y otras interpretaciones

adecuadas a un sentido ontológico. Para empezar el tema que he propuesto ensayar, es

conveniente iniciar con Meditaciones metafisicas de Descartes, en específico la meditación

segunda, en ella podremos encontrar pensamientos con los cuales estaremos de acuerdo, ya

que Descartes logra generar un discurso sensible sobre sí mismo, que tiene una carga

emotiva, con la que muy seguramente alcancemos a identificarnos en alguna medida, aunque

una consecuente discrepancia respecto a varias de sus reflexiones, sea un presagio entre

líneas. Así también abordaré, el Discurso del método y Pasiones el alma, con tal de encontrar

en éste último su lado más humano, con el propósito de analizar su visión antropológica.

COGITO ERGO SUM

“Yo soy, yo existo; eso es cierto, pero ¿cuánto tiempo? Todo el tiempo que estoy pensando”

(Meditaciones, p.14). Éste tiempo sería eón que como apunta Xavier Zubiri (1976) traducido

como eternidad, por tanto, el pensamiento, la actividad de pensar, sería infinita como el alma

sería inmortal ¿ Qué es lo que piensa Descartes? Es cierto que descartes está interesado en el

cogitare, más encontra de lo que su formación escolástica le dicta, niega así ser imago dei, se

resiste, se dirige a otro destino, se aleja del realismo, de Aristóteles, prefiere el idealismo, le

llegan las ideas desde el topos uranos platónico, sus percepciones sensibles le hacen dudar

de todo, más de lo que no puede dudar es de su cogito ergo sum (pp. 121-122, Discurso del
método) ¿qué piensa Descartes? Ideas claras y distintas, así las segundas, son las ideas

adventicias, que llegan del mundo, de estas hay que dudar, por otro lado, de las ideas facticias,

sabemos son producto de la combinación de las ideas con los hechos, por tanto un artificio

de nuestra imaginación, en cambio de las ideas innatas, de estas en definitiva, no puede dudar,

de la idea Dios y del alma. “ Soy […] una cosa que piensa”, responde a la pregunta sobre

¿qué soy? su espíritu de análisis, le lleva a cortar el todo en partes, a separar su res cogitans,

de su res extensa, niega ser su cuerpo: “ No soy esta reunión de miembros llamada cuerpo

humano […]”, con ello niega también su ser biológico. Él es un sujeto y su cuerpo es por lo

tanto, objeto, niega la dualidad, da lugar a un dualismo, en el que él, res cogitans, es

independiente de su cuerpo res extensa.

SEPARACIÓN DE LA RES COGITANS, DE LA RES EXTENSA

De acuerdo con Jean-Marie Schaeffer (2009) Descartes realizó tres desplazamientos, el

primero de inversión en las jerarquías, entre ontología y epistemología, a fin de llevar acabo

la separación de el espíritu del cuerpo, así como separa al hombre, de los otros seres vivientes,

otorgando así un papel protagónico al sujeto en la conciencia de sí. El segundo

desplazamiento, es el del gnoseocentrismo, en tanto que, el medieval puso su confianza en

las verdades reveladas, Descartes se inclinó por una vía internalista, en un análisis de

autoorganización lógica y de categorías de la conciencia. El tercer movimiento corresponde

a la transferencia de constituirse como fundamento último de la teología, al saber fundador

de la filosofía, no sólo debe ser el primero, si no también incomparable. Aunque tal parece

que Descartes recupera la distinción platónica entre doxa y episteme, en su sistema racional,

Descartes quiere ser el fundador del conocimiento, como si antes no lo hubiera nadie pensado

antes. En su primera verdad “Cogito ergo sum”, determina la prioridad epistémica de la


conciencia del yo, por sobre toda cosa conocida por tal ego, de tal manera que si el

pensamiento no reconoce algo, no se le puede imponer nada, en este sentido, el hombre es su

ego, desde una dimensión puramente interna, que rechaza, no sólo el cuerpo, si no también

la realidad externa (Schaeffer, 2009, pp. 55-59).

En otro sentido, Jacques Maritain (1984) afirma que Descartes, cambió el sentido de

la Metafísica como si fuera una introducción a la Mecánica, a la Medicina y a la Moral,

vuelve la espalda a la inteligencia, y prefiere la ciencia a la sabiduría. El racionalismo de

Descartes se traduce en una razón que pierde su relación con la realidad. Maritain, afirma en

Tres Reformadores, que si bien la empresa racionalista de Descartes ha progresado con

prodigio en el mundo, en el que la naturaleza es sólo materia dispuesta para ser utilizada en

beneficio del hombre como su dueño y transformador, así también ha separado lo antiguo de

lo moderno, la sabiduría de la aspiración del hombre (pp. 73-78).

REGRESO A DESCARTES, AL PASADO DEL QUE QUERÍA LIBERARSE

En Las pasiones del alma, en el artículo 86, Descartes nos relata algo muy serio, es repecto

al deseo, en el sentido de lo que mueve al hombre, en tanto que, su ser es su acción, como lo

dijo el Estagirita, también somos seres relacionales, al encuentro del otro, en el anhelo

constante de superar la soledad, y la falta de alguien, hay una ausencia en toda la historia del

hombre, esta necesidad de sentirse completo, sólo mediante el encuentro consigo mismo, que

es el encuentro en analogía con el otro, aquel que me nombra, me da existencia, soy el ser en

relación, siempre integrado cuando no incompleto. Permancer en el ser, es lo que en otras

palabras menciona Descartes, cuando afirma que no deseamos sólo la presencia del bien

ausente, sino también la conservación del presente (p. 498) . ¿Cuál es el deseo de la ausencia

del mal presente y futuro? Tal vez es la ausencia del sufrimiento, en Descartes, es la ilusión
de la identificación con el cuerpo, lo que produce sufrimiento, pues para él, el hombre es su

pensamiento. Respecto al yo-tú, el cual está en el pensamiento de Martin Buber, como el yo

que sólo puede existir como ser en relación, en el artículo 90, Descartes, afirma que la

complacencia principal, que es el mayor de los bienes del hombre, es la que […] proviene

de las perfecciones que imaginamos en una persona que pensamos que puede llegar a ser

nosotros mismos (p. 499). Al ser se le conoce por sus acciones, y es responsable de los

movimientos de su cuerpo, en tanto conoce su naturaleza, que le es propia y diferenciada, lo

que le hace persona única, la pasión benéfica de expresar el ser, es resultado de las acciones

repetitivas en beneficio de conservarse, de autocuidarse, de habitar el propio cuerpo, de tener

hábitos en virtud de la propia naturaleza, tal pasión se traduce en el deseo que agita el corazón

más violentamente [ que ] pasar [ los espíritus] desde aquí a los músculos [ estos deseos

] hacen todos los sentidos más agudos y todas las partes del cuerpo más móviles (pp. 503-

504). En el artículo 137, en cierto sentido Descartes, acepta la unión de cuerpo y alma, […]

según lo instituido por la naturaleza, todas estas pasiones se refieren al cuerpo y sólo afectan

al alma en tanto que ésta va unida a aquél. (p. 517)

CONCLUSIONES

En referencia a la antropología de Descartes, resulta en una serie de problemas su rechazo a

lo antiguo, ya que su criterio en tal tema está bastante limitado en comparación a la sabiduría

de la filosofía que le antecede y no pretende reconocer. Aunque poner el acento en el sujeto,

ayudó con esto a la formación de la disciplina que llamamos psicología, considerar sus

planteamientos antropológicos, generá más conflictos que soluciones en lo que respecta a la

búsqueda de una identidad, así como también, resulta muy problemática la falta de

adecuación de lo pensado con la realidad. Por otra parte, su racionalismo ayudó en cuanto a
método riguroso, a poner en orden las ideas y las investigaciones, de una manera distinta a la

que se había hecho antes, esto repercutió en un desarrollo importante para el progreso

científico, y un retroceso lamentable, en el conocimiento del ser humano en relación a los

demás, ya que su pensamiento impulsa un individualismo, el cual ha estado emparejado a

problemas sociales en el mundo contemporáneo.

REFERENCIAS

Descartes, R. & Miguel, C. (2011). Reglas para la dirección del espíritu ; Investigación de la verdad

por la luz natural ; Discurso del método ; Meditaciones metafísicas seguidas de las

objeciones y respuestas ; Conversación con Burman ; Las pasiones del alma ;

Correspondencia con Isabel de Bohemia ; Tratado del hombre. Madrid: Gredos.

Maritain, J. (2006). Tres reformadores : Lutero-Descartes-Rousseau. Madrid: Encuentro

Schaeffer. (2009). El fin de la excepción humana. México: Fondo de Cultura Económica

Zubiri, X. (1976). El concepto descriptivo del tiempo. REALITAS II: 1974-1975, Trabajos del

Seminario Xavier Zubiri, MADRID.pp. 7-47

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