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HISTORIA DE LA ARGENTINA - CAPITULO 10 – OTRAS DIMENSIONES DE LA EXPERIENCIA PERONISTA

La experiencia peronista tuvo en la mejora de las condiciones de vida de grupos muy extendidos uno de
sus rasgos más destacados. Buscaban ampliar los públicos de ciertos bienes culturales y favorecer la
incorporación de nuevos sectores al sistema educativo. Las iniciativas hacia los intelectuales resultaron
fallidas en gran parte.

EL PERONISMO Y LA EXTENSION DEL BIENESTAR SOCIAL

Los casi 10 años del primer peronismo fueron un período de importantes mejoras,, en particular de los
sectores populares. Se tratao de un proceso de democratización de bienestar.

Como consecuencia de la mejora de los salarios y a la legislación laboral, creció el tiempo libre del que
disponían los trabajadores y las posibilidades de utilizarlo en entretenimiento. Se volvió a acelerar el ritmo
de crecimiento de la escolarización primaria y la secundaria, mientras se producía una ampliación de
grupos sociales que aportaban estudiantes al nivel universitario.

SALARIOS, CONSUMO Y VIVIENDAS

El aumento de los salarios de los trabajadores hacia 1955, implicaba un movimiento general de
redistribución de la riqueza. Aquellos que realizaban trabajos no calificados y mal remunerados aplicarían
buena parte de esa mejora a satisfacer necesidades imperiosas: alquiler de una vivienda, alimentación,
indumentaria básica. Quienes disfrutaban de una situación más desahogada podrían dedicarla al consumo
de otros bienes y al acceso a otros servicios.

Así como el congelamiento de los alquileres consolidó las mejoras nominales de salarios, los créditos a
tasa baja y la propia construcción, encarada por el Estado, de monoblocs y barrios de nuevas viviendas
puestas a la venta con facilidades, permitieron la ampliación del número de propietarios.

SALUD PÚBLICA Y TURISMO SOCIAL

En la salud pública también se producían novedades, la Dirección nacional de Salud Pública, fue
transformada en secretaría y luego en Ministerio, el cual impulsó campañas para la prevención y
erradicación de enfermedades y se llevaron a cabo masivas acciones de vacunación.

El turismo social experimentó un notable crecimiento, fueron los sindicatos mas organizados, antiguos y
poderosos los que primero ofrecieron servicios eficaces. Medidas como las vacaciones pagas y el
aguinaldo, regían para el conjunto de los trabajadores. Al mismo tiempo se construían colonias de
vacaciones que fueron manejadas por la fundación Eva Perón.

EDUCACIÓN Y CULTURA

El analfabetismo continuaba su tendencia a la disminución. Los avances más significativos tuvieron lugar
en el nivel secundario. Simultáneamente, aumentaba el número de estudiantes que eran miembros de
sectores trabajadores, así como la extensión de la escolarización secundaria a buena parte de los grupos
medios.

En 1950 un decreto estableció la enseñanza universitaria, hasta entonces arancelada, y hacia 1952 se creó
la Universidad Obrera nacional, transformada luego del golpe del 55 en Universidad Tecnológica Nacional.
Desde 1949, el área de Educación disponía de su propio Ministerio.

El tesoro cultural que el peronismo decía estimar y aspiraba a distribuir entre públicos vastos, estaba
relacionado con la cultura tradicional argentina, y los productos de la industria cultural, propios de una
cultura de masas todavía reciente.

Se tomaron medidas que buscaban el fomento del libro argentino y de las producciones musicales,
estableciéndose que en las radios debía difundirse la música nacional. También se organizaron los viajes
en el tren cultural, hacia el interior del país. En 1946 se creó la orquesta sinfónica municipal de Buenos
Aires. En el Teatro Colón se celebraron recitales gratuitos de música clásica para los sindicatos y la
Fundación Eva Perón.

LOS QUE SE FUERON ¿INTELECTUALES PERONISTAS?

Las iniciativas peronistas hacia el mundo de los intelectuales fracasaron a la hora de conseguir adhesiones
o consensos amplios: los intelectuales en conjunto, fueron reacios a apoyar al gobierno. Fue un fenómeno
que rechazó la política general de democratización social.

En ocasiones, se argumentó que el peronismo violó la tendencia de los intelectuales a establecer sus
propias reglas y jerarquías internas, con relativa autonomía del Estado y la política.

Hubo intelectuales, algunos con trayectoria sólidas, que con mayor o menos distancia crítica, adhirieron
al peronismo. También se definieron como peronistas varios intelectuales de una generación menor,
antiguos participantes de las experiencias de las vanguardias literarias de los años veinte.

La explicación de estas convivencias llamativas entre intelectuales nacionalistas, marxistas, católicos,


conservadores, izquierdistas, debe tener en cuenta que no se trataba de hombres de la cultura que,
abandonando los sistemas de ideas que habían sostenido hasta aquel momento, abrazaban una nueva
alternativa ideológica, al menos en un comienzo. El peronismo era la nueva herramienta que estos
intelectuales volcados a la política creían haber encontrado para la realización de sus antiguos objetivos,
parecía ofrecerles nuevas y más sólidas posibilidades para alcanzar lo que habían anhelado desde tiempo
atrás.

Las justificaciones del apoyo al gobierno variaban, sin embargo, todos reconocían en el peronismo, un
movimiento que a menudo caracterizaban como “de la nación y del pueblo”

Los escritores y poetas peronistas asumían explícitamente un compromiso político y apoyaban


abiertamente el movimiento del gobierno. El conflicto con la iglesia haría que varios intelectuales católicos
pasaron a formar parte del frente antiperonista.

Al igual que ocurría con el antiperonismo político, el frente intelectual antiperonista tampoco era
uniforme, ni desde el punto de vista ideológico, ni desde el de la participación previa en tradiciones
intelectuales, ni desde una perspectiva generacional.

IMÁGENES DEL PASADO

El derrocamiento del peronismo, desató un nuevo proceso de lucha por la interpretación del pasado
reciente: lo que estaba en juego era como interpretar, como atribuir algún sentido a la experiencia que
acababa de cerrarse, la del peronismo en el poder. En esa lucha, intervino el Estado, ahora en manos del
antiperonismo, a través, por ejemplo, de la prohibición por decreto, del uso de los símbolos del
movimiento derrocado y hasta de los nombres y fotos de sus jefes.

Los distintos grupos de la resistencia peronista, desarrollando actividades clandestinas, proclamaron las
necesidades de mantener la memoria. Las distintas imágenes del período peronista se transformaron así
en objeto de debate y en una pieza del combate político.

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