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Manifestaciones oftalmológicas de la enfermedad cerebrovascular

Ophthalmological manifestations of cerebrovascular disease

J. Gállego, M. Herrera, M.C. Navarro

RESUMEN ABSTRACT
El ojo constituye una diana para la enfermedad Transient or persistent loss of vision in one eye
vascular. El estudio de la microcirculación retiniana is a common and distinctive manifestation of
constituye una oportunidad muy interesante para la occlusive vascular disease. Occasionally, both eyes
valoración del riesgo vascular al conocer la relación are involved together or sequentially, with temporary
existente entre los cambios vasculares en la retina y el or even permanent blindness. The internal carotid
riesgo de padecer un ictus. Es además una ventana arteries supply blood to the organ of vision; therefore
excepcional para conocer mejor la fisiopatología de la pathologies of those arteries caused by
microcirculación. arteriosclerosis may have a direct influence on its
La arteria oftálmica es la primera rama de la arteria functioning. The most common syndromes are
carótida interna. La afectación ocular puede ser uni o temporary (amaurosis fugax) or constant reduction
bilateral. Los síntomas oculares o neuro-oftalmológicos of visual acuity. In fundus examination central retinal
son transitorios o persistentes y sus manifestaciones son artery occlusion and branch retinal artery occlusion
muy heterogéneas abarcando alteraciones de la agudeza are the most common diagnosis, while retinal vein
visual, trastornos de los campos visuales, síndromes occlusion, anterior ischemic optic neuropathy,
oculomotores y manifestaciones clínicas corticales y ocular ischemic syndrome are less common. There
subcorticales complejas. Su conocimiento puede resul- are many clinical ophtlamological manifestations due
tar clave para instaurar las medidas preventivas perti- to vascular brain damage. Proper recognition and
nentes o establecer el correcto diagnóstico y la aproxi- diagnosis of the disease may protect the patient
mación diagnóstica inmediata, tan importante en la aten- against serious life-threatening complications such
ción de los procesos vasculares cerebrales. as stroke.
Palabras clave. Amaurosis fugaz. Ataque isquémi- Key words. Amaurosis fugax. Transient ischaemic
co transitorio. Neuropatía óptica. Parálisis oculomoto- attack. Optic neuropathy. Oculomotor paralysis.
ra. Hemianopsia. Hemianopsia.

An. Sist. Sanit. Navar. 2008; 31 (Supl. 3): 111-126.

Servicio de Neurología. Hospital de Navarra. Correspondencia:


Jaime Gállego Culleré
Servicio de Neurología. Unidad de Ictus
Hospital de Navarra
Irunlarrea, 3
31008 Pamplona
E-mail: jgallegoc@meditex.es

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INTRODUCCIÓN dar múltiples colaterales (lagrimal, supra-


orbitaria, etmoidal, palpebral, arteria cen-
El ictus representa en los países desa- tral de la retina) que forman anastomosis
rrollados uno de los condicionantes más con ramas de la arteria carótida externa
importantes de ingreso hospitalario, de (maxilar interna, meníngea media, y tem-
incapacidad permanente y de muerte. Es la poral superficial) para finalmente bifurcar-
principal causa de discapacidad, depen- se en sus dos ramas terminales, las arte-
dencia y pérdida de la capacidad de rela- rias frontal interna y nasal dorsal. Es una
ción social en los países occidentales. La vía importante anastomótica entre las
mayoría de los ictus son de origen isqué- arterias carótidas interna y externa, que
mico, y la mayor parte de los ictus isqué- adquiere gran relevancia en la oclusión
micos se deben a aterotrombosis1-4. En arterial carotídea en cuyo caso el flujo san-
España la enfermedad vascular (cerebral y guíneo de la arteria oftálmica es retrógra-
cardiaca) es la primera causa de morbi- do o invertido procedente de la arteria
mortalidad en la población5,6. Según datos carótida externa para ayudar a irrigar la
del Instituto Nacional de Estadística, cons- región intracraneal.
tituye en España la primera causa de mor-
talidad en la mujer y la segunda causa de Junto a los síndromes clínicos de afec-
muerte por detrás de la cardiopatía isqué- tación oculomotora y visual de la enferme-
mica; es la primera causa de discapacidad dad vascular, la patología oclusiva carotí-
grave en el adulto y la segunda causa de dea puede manifestarse a nivel ocular de
demencia6. El ictus representa la segunda múltiples formas. La ceguera monocular
causa de mortalidad en todo el mundo transitoria, oclusiones de la arteria central
según las estadísticas de la Organización de la retina, oclusiones de rama de las arte-
Mundial de la Salud7-9. rias retinianas, embolias de la arteria reti-
niana, síndromes isquémicos oculares y
Además de las diferentes expresiones neuropatías ópticas isquémicas entre
clínicas neuro-oftalmológicas de la enfer- otras son una muestra de ellas. La enfer-
medad cerebrovascular, merece ser desta- medad arteriosclerótica de la arteria caró-
cado que los vasos retinianos comparten tida interna puede producir una gran varie-
características anatómicas, fisiológicas y dad de síntomas y signos clínicos oculares
embriológicas con los vasos cerebrales. La ipsilaterales que es muy importante cono-
retina es una extensión del diencéfalo y cer ya que constituyen el anuncio de ictus
posee una barrera hemato-retiniana simi- devastador o la posibilidad de riesgo coro-
lar a la hemato-encefálica10. Los cambios nario futuro. La retinopatía venosa de esta-
en los vasos retinianos reflejan probable- sis y el síndrome isquémico ocular tam-
mente cambios en los vasos cerebrales. bién se asocian a hipoperfusión ocular
Sin embargo, la irrigación retiniana es la grave, manifestación externa de una enfer-
única que puede ser visualizada en vivo y medad oclusiva carotídea.
de forma directa sin utilizar medidas o
medios invasivos. El estudio de signos vas-
culares retinianos puede darnos claves ENFERMEDAD VASCULAR
muy importantes para comprender la fisio- CEREBRAL ASINTOMÁTICA.
patología del ictus y de las enfermedades ESTUDIO VASCULAR DE LA RETINA
cerebrovasculares relacionadas11. Y RIESGO VASCULAR
La arteria oftálmica es la encargada de El estudio de la microcirculación reti-
irrigar las estructuras del ojo y de la órbi- niana constituye una oportunidad muy
ta. Es la primera rama de la arteria caróti- interesante para la valoración del riesgo
da interna, se dirige hacia delante para vascular11-15. Recientes estudios poblacio-
atravesar el foramen óptico y penetra en la nales han enfatizado la relación existente
órbita junto al nervio óptico. En muy raras entre los cambios vasculares en la retina y
ocasiones puede tener su origen directo en el riesgo de padecer un ictus13. Su presen-
la arteria cerebral media. Después, sigue el cia conlleva un riesgo dos o tres veces
borde inferior del músculo oblicuo mayor mayor de sufrir un ictus a los 3 años. La
hasta el ángulo interno de la órbita para observación mediante fotogramas de cru-

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ces arteriovenosos, estrechamiento seg- vascular con un perfil temporal definido y


mentario o difuso arteriolar, microaneuris- con características etiopatogénicas simila-
mas, exudados y hemorragias retinianas res al infarto cerebral. La duración acepta-
está relacionada con la incidencia de ictus da de 24 horas fue arbitrariamente elegi-
y la mortalidad por enfermedad cerebro- da18, por lo que actualmente, un grupo de
vascular, de la misma forma que con la trabajo formado por expertos (TIA Working
aparición de deterioro cognitivo y cambios Group) ha propuesto una nueva definición.
en la sustancia blanca y atrofia cerebral en Estos autores proponen, fundamentándose
los estudios con MRI, independientemente en datos clínicos recientes y en un mejor
de la presencia de diabetes, hipertensión conocimiento fisiopatológico de la isque-
arterial u otros factores de riesgo vascu- mia cerebral, que el AIT es un episodio
lar16-17, constituyendo para la mayoría de breve de disfunción focal originado por
autores un marcador de microangiopatía isquemia cerebral o retiniana en el que los
cerebral. síntomas tienen una duración habitualmen-
te inferior a una hora y no debe existir evi-
Los émbolos retinianos son pequeñas
dencia de infarto cerebral19. Con esta rede-
placas alojadas en la luz de las arteriolas
finición consideran que se cumplen los
retinianas, compuestos de fragmentos de
principales objetivos que deben guiar la
colesterol, agregados fibrinoplaquetares o
asistencia a pacientes con enfermedad
partículas de válvulas calcificadas. Pueden
cerebrovascular aguda. Así, se le da más
ser émbolos de colesterol, amarillos, bri-
valor al hecho biológico de objetivar una
llantes o fibrinoplaquetares blanco-grisá-
lesión isquémica cerebral y por tanto se
ceos, fugaces y que se adaptan al perfil
debe contar con una exploración urgente
vascular por ser blandos y disgregables.
de imagen que analice esta posibilidad.
Clásicamente se describen los émbolos
Aunque es reconocido un solapamiento de
cálcicos, blancos y de bordes irregulares.
síntomas entre la circulación anterior y
Tienen su origen en las úlceras de placas
posterior (sólo la amaurosis fugax es exclu-
carotídeas o del arco aórtico, trombos
siva del sistema carotídeo), se distinguen
murales carotídeos o materal cálcico val-
estos subtipos de AIT según las manifesta-
vular. Son infrecuentes en la población
ciones clínicas: retiniano, hemisférico cor-
general, con una prevalencia poblacional
tical, subcortical o lacunar y atípico. Existe
del 0,2 al 1,4% de los adultos mayores de
una evidencia reconocida en numerosos
40 años y rara vez bilaterales. Su presencia
estudios de ámbito comunitario y hospita-
se asocia con una mayor mortalidad por
lario de que el AIT es un predictor clínico
ictus, casi 3 veces más en un periodo de 5
de eventos vasculares graves (infarto cere-
años10. El cateterismo cardiaco puede cau-
bral, cardiopatía isquémica, muerte de
sar embolismo retiniano y constituir un
causa vascular y hospitalización por enfer-
marcador de embolismo cerebrovascular.
medad vascular). Por este motivo la aten-
En un reciente estudio prospectivo su fre-
ción a los pacientes que presentan un AIT
cuencia se estimó en un 2% sin manifesta-
es una de las intervenciones más impor-
ción clínica alguna visual o neurológica17.
tantes en prevención secundaria20.
Mucho menos prevalentes son las man-
chas de Roth, no patognomónicas de endo- La amaurosis fugax (AF) denomina un
carditis bacteriana. Se abre un camino fenómeno de pérdida visual transitoria
para el desarrollo estandarizado de la téc- monocular generalmente de menos de 10
nica y para dilucidar el papel de las vénu- minutos de duración producida por una
las en la enfermedad vascular cerebral15. alteración de la circulación retiniana en la
mayoría de los casos por émbolos proce-
ISQUEMIA RETINIANA AGUDA. dentes de la arteria carótida ipsilateral o
AMAUROSIS FUGAZ. ATAQUE del corazón, este último con menor fre-
ISQUÉMICO TRANSITORIO cuencia18. Ocasionalmente los émbolos
pueden ser observados en el estudio oftal-
RETINIANO moscópico. La pérdida unilateral y transi-
El ataque isquémico transitorio (AIT) es toria de la visión por la exposición a la luz
una disfunción neurológica focal de causa brillante se ha descrito como manifesta-

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ción de la estenosis carotídea ipsilateral palmente a la cardiopatía isquémica o al


crítica o una oclusión de la arteria carótida infarto de miocardio22. En la tabla 1 se deta-
interna, atribuida a la incapacidad del llan las numerosas causas de trastorno
metabolismo retiniano a responder a la monocular de la visión.
estimulación lumínica como consecuencia La pérdida visual transitoria binocular
de una disminución crítica del flujo sanguí- tiene su causa más frecuente en el aura
neo a nivel del sistema carotídeo ipsilate- migrañosa23. El diagnóstico diferencial
ral. La luz consume el pigmento fotorre- debe incluir hipotensión, arteritis tempo-
ceptor, que debe ser resintetizado por un ral, migraña con aura y la isquemia cere-
proceso dependiente de energía y esta bral. En pacientes mayores o con factores
capacidad puede estar comprometida por de riesgo vascular los episodios transito-
la isquemia retiniana. Durante la exposi- rios de pérdida de visión binocular pueden
ción a la luz intensa se produce un incre- ser la manifestación de la isquemia transi-
mento del flujo sanguíneo focal del 22% en toria en el territorio vertebrobasilar. Los
el ojo explorado con respecto al contrala- trastornos visuales de la isquemia transi-
teral o basal. La AF de un lado puede com- toria vertebrobasilar incluyen además:
binarse en el mismo episodio, o sucesiva- ceguera bilateral transitoria, ambliopía
mente, con un trastorno motor o sensitivo bilateral o hemianopsia homónima. En
del hemicuerpo contralateral, o con un ocasiones puede producirse la “inclina-
trastorno del lenguaje, es el llamado sín- ción de la imagen visual”, consistente en
drome óptico-cerebral21 (Fig. 1). que ésta aparece rotada en cualquier gra-
La historia natural de los pacientes con duación, como 90 ó 180 grados, sin modifi-
AF varía según la edad del paciente y la cación de su forma, color ni tamaño24,25. Las
etiología. El riesgo de muerte en pacientes alteraciones cardiacas con hipoperfusión,
con AF y estenosis carotídea es aproxima- por embolismo cardiaco o embolismo arte-
damente del 4% por año y se debe princi- ria-arteria desde segmentos proximales de

Figura 1. Estenosis carotídea. Embolia retiniana.

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las arterias vertebrales o de la propia basi- vio óptico, de menor tamaño que el nor-
lar pueden dar los mismos síntomas. Sin mal. Es muy rara la etiología embólica o en
embargo, en estas circunstancias se pue- relación con patología carotídea ipsilate-
den presentar otros síntomas y signos clí- ral, de tal manera que no se puede consi-
nicos asociados24. derar como un marcador de enfermedad
carotídea ipsilateral28,29. La afectación con-
NEUROPATÍA ÓPTICA ISQUÉMICA tralateral se constata en el 15% de los
(NOI) pacientes con la forma no arterítica dentro
de los 5 años posteriores. Otros autores
La NOI traduce una pérdida brusca de han publicado un riesgo de recurrencia
visión de etiología vascular. Es la causa contralateral del 30-40%, incluso mayor en
más frecuente de pérdida unilateral de pacientes más ancianos y en enfermos con
visión de instauración repentina o aguda diabetes e hipertensión (Tabla 2).
en el adulto. Clásicamente se ha dividido
en la NOI no arterítica y la arterítica. Los estudios diagnósticos que se
La pérdida visual monocular persisten- deben realizar son: hemograma, velocidad
te es por lo general el resultado de una de sedimentación globular (VSG), bioquí-
enfermedad vascular con oclusión de las mica, angiografía con fluoresceína para
arterias o venas retinianas y la isquemia distinguir otras causas de edema unilate-
del nervio óptico. La arteria oftálmica irri- ral del nervio óptico no isquémico y RM
ga al ojo a través de las dos circulaciones
arteriales. La circulación ciliar o coroidea
se origina a través de la arteria oftálmica
en la órbita e irriga las capas externas de la Tabla 1. Alteración visual monocular vascular.
retina y la cabeza del nervio óptico. La cir-
Enfermedad vascular (amaurosis fugaz)
culación central de la retina irriga las
capas más internas de la retina a través de Arteriosclerosis carotídea (arteria oftálmica)
la arteria central y sus ramas. La repentina Displasia/disección carotídea
Arteritis
pérdida de visión monocular puede ser el Embolismo cardiaco
resultado de la trombosis de la arteria Isquemia retiniana (arteria central de la retina
oftálmica o más frecuentemente de cual- y sus ramas)
quiera de las circulaciones finales. Cuando Isquemia del nervio óptico (arterias ciliares
la circulación ciliar es la afectada la isque- posteriores cortas)
mia de la cabeza del nervio óptico se cono- Isquemia coroidea (arterias ciliares posteriores)
ce con el nombre de neuropatía óptica Migraña retiniana
isquémica anterior26.
La pérdida visual es de instauración
repentina o aguda, pero puede progresar Tabla 2. Etiología de la neuropatía isquémica
en pocos días. El dolor ocular está presen- anterior.
te en el 10% de los casos. La pérdida de Hemodinámica. Hipotensión
visión puede ser leve en el 49% de los Perioperatoria
casos y en el 34% grave (pérdida mayor a Shock hipovolémico
20/200). En la exploración además de un Diálisis renal
defecto pupilar aferente se aprecia un défi- Parada cardiaca
cit campimétrico que manifiesta un patrón Anemia
altitudinal, generalmente inferior. El edema Estados de hipercoagulabilidad
papilar puede ser difuso o sectorial, Neuropatía óptica post-rádica
dependiendo de la arteria afectada y se Hipertensión intraocular aguda
asocia a microhemorragias y capilares Arterítica
dilatados en la superficie27.
Arteritis temporal
La NOI no arterítica se relaciona con Vasculitis sistémica
enfermedad de pequeño vaso asociada a Panarteritis
hipertensión, diabetes y a veces con la Lupus
alteración congénita de la cabeza del ner- Churg-Strauss

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craneal para descartar causas compresi- es 1g/día de metilprednisolona intraveno-


vas del nervio óptico y la asociación con sa (en una o cuatro dosis) durante 3-5
enfermedad cerebral de pequeño vaso que días. Esta pauta va seguida de 1g/kg/día
apoye la causa vascular26. No existe un tra- de prednisona por vía oral, que se debe
tamiento de probada eficacia en la forma mantener mientras persistan síntomas sis-
no arterítica de NOI. La actitud más exten- témicos o se normalice la VSG, con las
dida es la administración de tratamiento reducciones controladas durante 6-12
antiagregante y ácido acetilsalicílico 300 meses26,29,30.
mg/ día por vía oral29.
OCLUSIÓN DE LA ARTERIA
Neuropatía óptica isquémica CENTRAL DE LA RETINA
arterítica La obstrucción de arteria central de la
retina (OACR) es uno de los eventos más
La neuropatía óptica isquémica arterí-
súbitos y dramáticos que se pueden
tica constituye una de las manifestaciones
encontrar en la práctica clínica oftalmoló-
más frecuentes de la arteritis temporal
gica. En la mayoría de los casos la OACR se
(AT), generalmente en mayores de 60 años
produce por formación de trombos próxi-
(Tabla 3). En cerca del 25% de los pacien-
mos a la lámina cribosa, siendo la arterios-
tes, es aislada sin síntomas sistémicos o
clerosis el factor precipitante más frecuen-
signos sugerentes de enfermedad sistémi-
te en estos casos. No obstante, entre el 20
ca. Episodios previos de alteración visual
y 25% de las OACR son producidas por
uni o binocular, fotopsias y diplopia deben
émbolos visibles. Los fenómenos de oclu-
hacer pensar en esta causa. De la misma
sión vascular retiniana pueden ser la pri-
forma, una afectación bilateral de forma
mera manifestación de una enfermedad
consecutiva debe hacer sospechar una AT.
sistémica con una morbimortalidad impor-
El hallazgo de isquemia coroidea o retinia-
tante. Su etiología va a ser variable depen-
na junto a la NOI es también sugestiva de
diendo del grupo de edad y del contexto
arteritis de células gigantes. En su sospe-
clínico.
cha además de los estudios analíticos y
diagnóstico requeridos, debe instaurarse Lo más habitual es su presentación en
sin retraso el tratamiento esteroideo con pacientes de edad avanzada con ateroscle-
realización de la biopsia de la arteria tem- rosis, hipertensión y enfermedad carotí-
poral tan pronto como sea posible. Existe dea, o en pacientes con cardiopatías. En
alguna evidencia para sugerir que el trata- muchos de estos casos se puede identificar
miento con esteroides a dosis altas por vía una afectación de la arteria carótida ipsila-
venosa en pacientes con pérdida visual teral, pero también pueden encontrarse
puede proteger de la afectación contrala- OACR en el contexto de algunas patologías
teral además de revertir parte del daño cardíacas como valvulopatías (por ejem-
provocado inicialmente. La pauta utilizada plo, la fiebre reumática), mixomas cardía-

Tabla 3. Manifestaciones neurológicas de la arteritis temporal.


Manifestaciones neuroftalmológicas
Neuropatía óptica isquémica
Oclusión arteria central de la retina
Parálisis oculomotora (III y VI pares craneales)
Infarto occipital
Neuropatía Mononeuropatía y polineuropatía
Enfermedad neuro-otológica Vértigo
Deterioro cognitivo
Mielopatía
Ictus isquémico Especialmente del territorio vertebrobasilar
(arteria vertebral extracraneal)

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cos, trombos murales, arritmias, endocar- esta fase suele estar respetado el polo pos-
ditis bacterianas subagudas, y defectos terior y la A.V. es frecuentemente normal.
septales, como la persistencia del foramen Signos de hipoxia retiniana más intensa
oval. De nuevo resulta importante descar- los constituyen la presencia de neovasos
tar una AT30,31. La obstrucción de la arteria retinianos y papilares, continuándose con
central de la retina aparece generalmente la aparición de un síndrome de isquemia
en pacientes que se encuentran en la quin- del polo anterior que se manifestaría con
ta o sexta década de la vida, y aunque el la aparición de neovasos en iris, modifica-
rango de edad en que suele presentarse es ciones de la presión intraocular, edema de
muy amplio, sólo en menos del 10% de los córnea, uveítis, reacciones pupilares pere-
casos se presenta en pacientes con edad zosas y congestión vascular epiescleral. En
inferior a los 30 años32,33. No obstante, cuan- raras ocasiones el síndrome de isquemia
do se presenta en pacientes de 30 años o ocular asociado a estenosis de carótida
menos, tiende a estar asociada a migraña, puede manifestarse como un síndrome de
trastornos de la coagulación (síndrome isquemia del polo anterior sin ninguna
antifosfolípido), homocistinuria, alteracio- afectación del segmento posterior.
nes intraoculares y traumatismos33.
El conocimiento y diagnóstico precoz
La OACR conlleva una pérdida aguda de esta patología puede ser fundamental
severa y permanente de la visión, debido a para el pronóstico vital de estos pacientes,
la afectación de las capas más internas de la ya que puede ser predictiva de futuras
retina, incluyendo las células ganglionares y complicaciones vasculares cerebrales. Un
sus fibras nerviosas. Además de un defecto síndrome de glaucoma neovascular de
pupilar aferente relativo o total, el fondo de etiología incierta, debe hacer sospechar
ojo muestra la palidez isquémica de las por- una isquemia ocular crónica por estenosis
ciones más internas de la retina con respe- carotídea como una de las patologías diag-
to de la circulación coroidea dando el clási- nósticas. La enfermedad de Takayasu
co aspecto de la mancha rojo-cereza. En el puede ser una causa de isquemia crónica
fondo de ojo, la retina se hace opaca, blan- bilateral36.
quecina y edematosa, impidiendo que se
transparente la coroides a su través, excep- ALTERACIONES DE LOS REFLEJOS
to en la región foveolar, donde al ser la reti- PUPILARES
na más fina, se puede observar la típica En un breve recuerdo anatómico, las
mancha rojo cereza, que no es patognomó- fibras oculosimpáticas desde el hipotála-
nica de esta enfermedad. mo descienden por el tronco cerebral a
través de la sustancia gris periacueductal,
ISQUEMIA OCULAR CRÓNICA se colocan más lateralmente, hasta la
médula espinal, en la denominada colum-
Es menos frecuente que el trastorno na intermedio lateral C8-T1. Desde la
ocular transitorio por hipoperfusión. La columna intermedio lateral salen hacia el
hipoperfusión crónica con el síndrome de ganglio cervical superior, (GCS) justo en el
isquemia ocular crónica resulta típicamente ápex pulmonar, entre la arteria carótida
de una hipoperfusión retiniana por esteno- interna y la vena yugular. La tercera neuro-
sis u obstrucción de carótida extra o intra- na se sitúa en el GCS desde donde salen las
craneal. Oftalmoscópicamente los primeros fibras que van hacia la arteria carótida
signos que podemos apreciar son los interna. Las fibras del dilatador del iris dis-
correspondientes al inicio de la mal llamada curren con la arteria carótida interna y la
retinopatía de éstasis de Kearns y Hollen- primera rama del trigémino. Las fibras de
horst34 presentándose en fondo de ojo: la sudoración facial viajan sobre todo con
edema muy leve de papila, ingurgitación la arteria carótida externa, excepto las
venosa con irregularidad de calibre y hemo- destinadas a la primera rama del V que lo
rragias en punto y mancha en periferia hacen con la arteria carótida interna37,38.
media, mostrando en la angiofluorescein- En las lesiones retinianas o del nervio
grafía áreas de no perfusión capilal35. En óptico se produce un defecto pupilar afe-

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rente, pupila de Marcus Gunn, con pérdida considerada una causa extremadamente
del reflejo consensuado en el otro ojo por rara de infarto cerebral. La incidencia
defecto aferente; sin embargo, si el estímu- anual de la disección espontánea sintomá-
lo se aplica en el ojo sano sí se produce tica de la arteria carótida interna es de 2,6-
reflejo consensuado en el amaurótico. El 2,9/100.000. En los últimos años se han
síndrome de Horner (miosis, ptosis y enof- publicado numerosos trabajos presentan-
tlamos con reflejos pupilares normales) do a las disecciones como una causa
puede deberse a una lesión en cualquier importante de isquemia cerebral particu-
punto de la vía simpática. El patrón de larmente en gente joven. La disección ocu-
sudoración facial puede orientar acerca de rre cuando tiene lugar una ruptura interna
la localización de la lesión, de forma que de la pared arterial ocupándose este espa-
en presencia de anhidrosis de la mitad cio por sangre que avanza a lo largo del
superior de la cara se debe pensar en una vaso ocasionando una reducción de la luz
lesión posganglionar, distal a la bifurca- y, a menudo, una dilatación arterial aneu-
ción carotídea ( recuérdese que las fibras rismática. Con el progreso en las técnicas
sudomotoras de la mitad inferior de la cara de exploración de neuroimagen (ATC y
viajan con la carótida interna y sus ramas), ARM) y el desarrollo de la neurosonología,
mientras que si la anhidrosis afecta a toda se han ido reconociendo un amplio espec-
la cara, la lesión estaría localizada a nivel tro de manifestaciones clínicas41-42.
preganglionar, o en la neurona central de Las disecciones arteriales suelen ocu-
primer orden38. rrir espontáneamente, aunque a menudo
El síndrome de Horner es característi- junto a diversos factores predisponentes
co de los infartos bulbares laterales en los se recoge en la anamnesis el antecedente
que se afectan las vías simpáticas centra- de un traumatismo trivial o un ejercicio
les. El síndrome de Wallenberg se presenta físico intenso. Sus manifestaciones clínicas
acompañado de un amplio abanico de e historia natural diferirán según se trate
manifestaciones clínicas: ataxia, disfagia, de disecciones intracraneales o afecten al
vértigo, parestesias, disfonía, dolor facial, territorio carotídeo o vértebro-basilar.
hipo, visión borrosa, diplopia, nistagmus, Estas diferencias abarcan aspectos fisiopa-
náuseas, vómitos y ataxia39,40. tológicos y terapéuticos por lo que serán
descritas por separado cada una de ellas.
Las alteraciones pupilares producidas Varias arteriopatías primarias, se han rela-
por lesiones centrales se acompañan de cionado con la presentación de diseccio-
los síntomas y signos que configuran el nes arteriales cervicales, enfermedades
cuadro clínico en función de la localización del tejido conectivo como Ehlers Danlos,
anatómica de la lesión. Por ejemplo, las Síndrome de Marfan, pseudoxantoma elás-
lesiones mesencefálicas afectando al III par tico, enfermedad poliquística y la deficien-
craneal se acompañan de pupilas de tama- cia de la alfa-1 antitripsina. En otros casos
ño medio o midriáticas, arreactivas, con el estudio patológico del vaso demuestra
paresia de rectos inferior medio y superior una necrosis segmentaria de la capa
(a veces este último bilateral), probable media. La displasia fibromuscular se ha
paresia de la mirada conjugada vertical, demostrado con angiografía en un 10 a
abolición de reflejos oculocefálicos verti- 20% de los casos43,44.
cales y datos de afectación de vías largas,
con signos en el hemicuerpo contralateral. Los síntomas de isquemia focal: AIT,
Puede encontrarse un síndrome de Horner escotomas centelleantes y déficits comple-
en la oclusión carotídea ipsilateral. En tos pueden presentarse con un intervalo
lesiones pontinas extensas, fundamental- libre de horas o semanas a la instauración
mente en hemorragias o en la trombosis de del dolor. Esta última circunstancia debe
la arteria basilar, las pupilas son puntifor- tenerse siempre en consideración a la hora
mes y con frecuencia se acompañan de nis- de la anamnesis, procurando ser exhausti-
tagmus vertical23. vos en la búsqueda de un antecedente de
traumatismo banal o maniobra cervical
La disección de las arterias cervicales intempestiva que pudiera actuar como fac-
y cerebrales hasta hace poco tiempo era tor coadyuvante.

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MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

Es relativamente frecuente que las dilatación sacular arterial, y resulta difícil


manifestaciones clínicas queden limitadas plantearlo en presencia de afectación ocu-
a la presentación de dolor de cuello, cara o lomotora. El mecanismo más plausible
cabeza asociado a un síndrome de Horner parece ser el compromiso isquémico,
homolateral sin síntomas de isquemia embólico o hemodinámico o el origen anó-
cerebral, planteándose el diagnóstico dife- malo de los vasos nutrientes de los nervios
rencial con una cefalea agrupada, o una craneales. Baste recordar la suplencia a
variante de migraña (Fig. 2). Algunos auto- pares craneales de ramas de la a. carótida
res creen que las disecciones de la ACI que interna: tronco infero-lateral (III, IV, VI y
ocasionan un alto grado de estenosis y/o V1), meníngeo medio (VII, V2, V3) y farín-
oclusión tienden a producir con más fre- geo ascendente (IX a XII). La parálisis del
cuencia alteraciones intracraneales y por VI par craneal se ha descrito con la exten-
tanto eventos isquémicos cerebrales o sión de la disección hacia la porción intra-
retinianos. Por el contrario, las lesiones sin cavernosa de la carótida46.
estenosis suelen ocasionar más signos y La disección de la arteria vertebral pre-
síntomas locales44. domina en mujeres, y en la mayoría ocurre
La parálisis oculomotora es rara en la alrededor de los 40 años. El cuadro clínico
disección arterial y se describe con parti- suele comenzar con dolor cráneo-cervical
cipación del III, IV y VI pares de nervios severo, brusco, uni o bilateral en 2/3 de
craneales de forma aislada. La combina- los casos, seguido de signos y síntomas de
ción de síntomas y signos de isquemia isquemia en el territorio vértebro-basilar.
cerebral con participación de los pares El intervalo medio entre la aparición del
craneales puede confundir con un síndro- dolor y los síntomas focales es de dos
me de isquemia vertebrobasilar45. El meca- semanas. El síndrome de Wallenberg es el
nismo invocado en los casos de lesión de cuadro clínico más frecuente y en segundo
pares craneales inicialmente fue la com- lugar, la afectación talámica y cerebelosa45.
presión y/o tracción de estas estructuras La hemorragia subaracnoidea (HSA) es
por la dilatación sacular o el aneurisma la extravasación de sangre en el espacio
durante su trayecto cervical en el espacio subaracnoideo. Es la cuarta causa de
retroparotídeo y retro-estiloideo. Sin enfermedad cerebrovascular tras la atero-
embargo, este mecanismo no puede admi- trombosis, embolismo cerebral y hemorra-
tirse en los casos en los que no se observa gia intracerebral. La rotura de un aneuris-

Figura 2. Horner derecho secundario a disección de la carótida interna cervical. RM axial T1 mos-
trando la imagen caraterística de la disección arterial.

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J. Gállego y otros

ma constituye la causa más frecuente de as. El principal control cortical de las saca-
HSA espontánea (75-80%). La cefalea es el das horizontales y de un modo especial las
síntoma más frecuente (85-95%). Un 1/3 de voluntarias, depende de los campos ocula-
los casos (20 al 40%) experimentarán cefa- res frontales de cada uno de los hemisfe-
lea previa, horas o días antes, de menor rios, situados en la porción posterior de la
intensidad. Desde el punto de vista oftla- segunda circunvolución precentral (área 6
mológico merece ser destacada la hemo- ó 8 de Broadmann). Con conexiones en
rragia subhialoidea y del espacio prerreti- otras áreas frontales envían fibras supra-
niano, que se ven como áreas rojas y bri- nucleares que se cruzan a nivel de los
llantes que descansan en la superficie reti- núcleos oculomotor y troclear para llegar
niana adyacente al disco (Fig. 3). La exten- a la formación reticular pontina parame-
sión de la hemorragia subhialoidea dentro diana contralateral y de ahí al núcleo del VI
del vítreo se conoce como síndrome de par craneal ipsilateral. Los movimientos
Tearson y puede asociarse a pérdida de la de seguimiento son controlados por áreas
agudeza visual. El aneurisma de la arteria corticales cercanas a la unión occipitopa-
comunicante posterior puede comprimir rieto-temporal (áreas 20, 38 y 40 de Brod-
el III par craneal y producir malestar retro- mann)47,48. Las principales estructuras
orbitario, dilatación pupilar (precoz), pto- encargadas de la mirada vertical están en
sis y déficit oculomotor; la rotura del aneu- mesencéfalo, a nivel del prectectum.
risma sigue en pocas horas o días. El reco-
nocimiento de estos signos premonitorios, En las lesiones unilaterales hemisféricas
tanto de sangrado como de crecimiento, con afectación frontal producen alteración
son fundamentales para reducir la morbi- de las sacadas contralaterales y la mirada
mortalidad de la HSA. puede estar desviada hacia el lado de la
lesión. Es frecuente la coexistencia de una
desviación cefálica. Este hallazgo es tempo-
ALTERACIONES DE LA MOTILIDAD ral, en la fase aguda independientemente de
OCULAR. PARÁLISIS DE LA MIRADA la etiología isquémica o hemorrágica. Aun-
CONJUGADA que la disfunción selectiva de áreas que
Los cuatro tipos de movimientos ocula- controlan los movimientos oculares y la
res conjugados son sacadas, movimientos atención espacial pueden producir desvia-
de seguimiento, reflejos oculovestibulares ción forzada de la mirada, en el ictus agudo
y nistagmo optocinético. Los dos primeros en la mayoría de los casos es indicador de
son movimientos voluntarios y los dos últi- la extensión de la lesión afectando a estruc-
mos son involuntarios. Las sacadas son turas corticales y subcorticales48.
movimientos rápidos destinados a refijar En la hemorragia talámica, tálamo
las dos fóveas en un nuevo objetivo. Pue- medial, y excepcionalmente en las lobares,
den ser voluntarias, reflejas y espontáne- puede observarse una desviación forzada
de la mirada hacia el lado contrario a la
lesión, denominada “wrong way eyes”49.
Los mecanismos involucrados son la com-
presión a nivel mesencefálico de las cone-
xiones frontopontinas, o la disfunción de
los núcleos intralaminares talámicos. Tam-
bién pueden producir alteraciones en la
mirada vertical, infraversión forzada de la
mirada y cambios pupilares con pupilas
pequeñas.
Las lesiones vasculares del tronco
cerebral con afectación bulbar paramedia-
na cursan con nistagmus que bate hacia
arriba y en ocasiones, es horizontal y evo-
cado por la mirada. Lesiones de los núcle-
Figura 3. Hemorragia subhialoidea. os vestibulares se asocian a nistagmus,

120 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3


MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

que puede ser estrictamente horizontal, pués a la posición primaria. En lesiones


vertical o torsional. pontinas extensas, al existir una parálisis
En infartos o hemorragias unilaterales de la mirada horizontal, estando conserva-
de tronco cerebral, especialmente de la dos los movimientos verticales, se acentúa
protuberancia, que lesionen la formación el vector vertical y aparecen los movi-
reticular pontina paramediana o el VI par mientos del péndulo hacia abajo. Por
craneal se observa una paresia ipsilateral tanto, es lógico pensar que el bobbing apa-
de la mirada, con preferencia de la mirada recerá sólo en aquellas situaciones en las
contralateral. En la vecindad del VI par se que exista afectación de la mirada hori-
encuentra la formación reticular pontina zontal y esté conservada la vertical.
(FRPP), o centro de la mirada conjugada
lateral, que recibe aferencias contralate- Desviación oblicua de la mirada
rales frontales. La lesión nuclear del VI
par puede producir una parálisis ipsilate- En esta afectación, uno de los ojos se
ral de la mirada para los movimientos mantiene dirigido por encima del otro,
reflejos y voluntarios. En el caso de afec- tanto en posición primaria de la mirada
tarse solamente la FRPP quedan compro- como durante los desplazamientos. Carece
metidos los movimientos voluntarios. En de valor localizador. Guarda relación con
lesiones bilaterales del tegumento ponti- lesiones asimétricas localizadas en los
no afectando a los núcleos del VI y FRPP núcleos vestibulares, cerebelo, mesencéfa-
se produce una parálisis de todos los lo rostral y región bulbar dorsolateral.
movimientos horizontales, quedando pre- En lesiones mesencefálicas puede
servados los verticales. Puede ser la observarse de manera muy infrecuente
expresión de una extensa lesión cerebelo- una parálisis aislada de la infraversión. En
sa con compresión del tronco. lesiones vasculares tálamo-mesencefálicas
En la oftalmoplejia internuclear unilate- unilaterales, en ocasiones aparece una
ral hay una paresia de la aducción ipsilate- monoparesia de la infraversión con pare-
ral a la lesión. El segundo signo es el nis- sia bilateral de la supraversión51 (Fig. 4).
tagmo de abducción en el ojo contralate- Las lesiones del mesencéfalo dorsal pro-
ral. Puede verse una desviación oblicua. Si ducen alteraciones de los movimientos
la convergencia está preservada la lesión oculares horizontales, especialmente las
es caudal. vergencias. El síndrome de Parinaud con
paresia supranuclear de la supraversión,
Síndrome del uno y medio pupilas de tamaño medio-dilatadas con
alteración del reflejo fotomotor, nistagmus
Se trata de la combinación de una pará-
convergencia-retracción y la retracción
lisis de la mirada conjugada horizontal
palpebral (Signo de Collier) es una mani-
hacia el lado de la lesión y una oftlamople-
festación de una lesión vascular cerebral
jia internuclear ipsilateral. El único movi-
con afectación mesencefálica.
miento respetado es la abducción del ojo
contralateral, por lo general expresión de
una lesión pontina unilateral con participa-
ción del núcelo del VI par craneal y/o de la
formación reticular pontina paramediana y
del fascículo longitudinal del mismo lado 38.

Ocular bobbing
Este término fue acuñado por Fisher,
quien lo observó en dos pacientes con
trombosis basilar e infarto pontino exten-
so50. Consiste en movimientos pendulares
intermitentes de los globos oculares, que Figura 4. Infarto tálamo mesencefálico bilate-
se desplazan hacia abajo describiendo un ral. Infarto paramediano Hipersomnia
arco de unos milímetros para volver des- y alteración de la infravergencia51.

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 121


J. Gállego y otros

Trastornos de la vía visual El síndrome de Balint se manifiesta con


alteración de la atención espacial con asi-
Aproximadamente en el 70% de casos, multagnosia, ataxia óptica y dificultad
las arterias cerebrales posteriores se ori- para ejecutar movimientos bajo control
ginan del tronco basilar; en un 20-25% una visual y déficit de generar movimientos
lo hace de la carótida y la otra del tronco oculares hacia objetivos presentes en el
basilar y en el resto de casos ambas pro- campo visual, como una apraxia oculomo-
vienen del sistema carotídeo. Esta variabi- tora, manteniéndose los movimientos ocu-
lidad anatómica puede justificar las múlti- lares reflejos a estímulos vestibulares,
ples expresiones clínicas que tiene este auditivos y a estímulos visuales inespera-
síndrome vascular. La oclusión ateromato- dos. Esta sintomatología es el resultado de
sa de la ACP es rara, así como también el infartos cerebrales calcarinos y parieto-
infarto completo, afectándose con mayor occipitales bilaterales.
frecuencia ramas distales, especialmente
El síndrome de Antón es la situación de
la calcarina. El mecanismo más frecuente
ceguera cortical y anosognosia de la misma
es el embólico. La oclusión de ramas tém-
en ausencia de demencia o confusión.
poro-occipitales determina alteraciones
visuales y trastornos gnósicos. Se produ- La prosopagnosia es un desorden que
ce una hemianopsia homónima en un ter- se caracteriza por la incapacidad de reco-
cio de los casos de oclusión de la ACP, por nocer los rostros; resulta de lesiones bila-
afectación del córtex calcarino o estriado terales, pero la participación del hemisfe-
y/o de las fibras genículo-calcarinas. El rio occipital derecho parece esencial para
trastorno campimétrico puede ser incom- su desarrollo.
pleto, afectando sólo a los cuadrantes Trastorno de la percepción invertida o
superiores. Puede estar respetada la inclinada. La ilusión de la inversión de la
visión macular. En lesiones del hemisferio imagen visual consiste en una percepción
dominante la disnomia para colores y la alterada de la situación de los objetos que
afasia amnésica son más frecuentes que la se produce por rotaciones completas en
dislexia sin agrafia. La negligencia visual los distintos planos del espacio. Es más
puede ser la manifestación clínica de gran- frecuente en el plano vertical y sobre todo
des infartos témporo-parietales derechos. en la isquemia vertebrobasilar. El mecanis-
No es raro observar perseveraciones mo fisiopatológico se produce por una dis-
visuales asociadas con hemianopsia24,39. La función de la corteza parietal posterior52.
amnesia se observa asociada a lesiones No pocos pacientes que sufren un ictus
mediales del lóbulo temporal izquierdo, presentan alteraciones visoespaciales con
incluyendo a menudo al hipocampo y la dificultad para percibir dibujos de objetos
sustancia blanca adyacente. La afasia superpuestos y para identificar correcta-
transcortical puede darse en grandes mente las agujas del reloj. Éstas se deben a
infartos de la región témporo-occipital lesiones parietooccipitales53. La alexia
posterior izquierda. pura es incapacidad para leer estando pre-
servadas la escritura y el dictado. Está
Un aspecto de interés extraordinario
alterada también la copia. La topografía
desde el punto de vista clínico lo constitu-
lesional suele ser la paraventricular al asta
yen los síndromes corticales bilaterales
occipital del ventrículo lateral izquierdo54.
que pueden ocurrir como consecuencia de
La agnosia visual se produce por lesiones
la oclusión completa de la porción supe-
bilaterales del sector subcalcarino. Las
rior del tronco basilar, especialmente si las
lesiones del lóbulo occipital inferior u occi-
comunicantes posteriores son incompe-
pitotemporales afectan a estructuras de la
tentes. Las lesiones occipitales bilaterales
región ventral del córtex visual asociativo.
ocasionan ceguera cortical o hemianopsia
homónima bilateral, asociada a alucinacio-
nes visuales y anosognosia, amnesia y sín- FÍSTULA CARÓTIDO-CAVERNOSA
drome delirante. Si se afectan los polos Es una comunicación anómala entre el
occipitales puede apreciarse únicamente seno cavernoso y la arteria carótida, con el
pérdida de visión central. paso de sangre arterial hacia el complejo

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MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

Figura 5. Síndrome del ojo rojo por fístula carótido-cavernosa.

venoso del seno cavernoso. Estas lesiones VASCULOPATÍAS CEREBRO-


se localizan en la porción cavernosa de la RETINIANAS
carótida a nivel del segmento C4. Se pro-
duce exoftalmia que puede ser bilateral o Síndrome de Susac
unilateral, espontánea o traumática. Clíni-
camente se manifiesta con dolor ocular y Es mucho más frecuente en mujeres y
cefalea. El paciente puede referir un ruido se caracteriza por la combinación de una
constante en la cabeza, a veces pulsátil, microangiopatía cerebral y de retina con
molestándole sobre todo para dormir; sordera neurosensorial. Su mecanismo es
diplopia y en la exploración se observan desconocido. La presencia de microinfar-
exoftalmos, quemosis, inyección conjunti- tos cerebrales se manifiesta con una ence-
val, parálisis de VI par craneal que de con- falopatía subaguda con trastorno de de la
tinuar afectando la lesión puede conllevar personalidad y episodios transitorios o
a lesionar el III y IV55 (Fig. 5). persistentes de disfunción neurológica
focal con tendencia a la remisión y recu-
rrencia. Esta enfermedad se confunde con
APOPLEJÍA HIPOFISARIA frecuencia con la esclerosis múltiple, pero
en el síndrome de Susac no hay bandas oli-
Aunque es una entidad rara, es impor- goclonales57.
tante conocer que clínicamente cursa con
un cuadro agudo muy similar al de la hemo-
Enfermedad de Eales
rragia subaracnoidea con frecuencia aso-
ciado a diplopia, parálisis oculomotora y Se trata de un raro trastorno esporádico
disminución de la agudeza visual. El diag- que afecta fundamentalmente a jóvenes que
nóstico se realiza mediante TC o RM, siendo desarrollan una perivasculitis venosa reti-
fundamental un alto índice de sospecha56. niana con hemorragias recurrentes bilatera-

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 123


J. Gállego y otros

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