Los paisajes del paisaje agavero.
Algunos
elementos estructurantes
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Universidad de Guadalajara
Introducción
A partir de que fue declarado por la unesco como
Patrimonio de la Humanidad en 2006, a través de
su denominación como Paisaje Cultural, la zona
del Paisaje Agavero ha cobrado gran relevancia
cultural, y se ha constituido en referente turísti-
co para quienes gustan de los recorridos por las
poblaciones en las márgenes del volcán Tequila,
visitando las tequileras y disfrutando de las vistas
que ofrece. En la primera parte del presente texto
se hace una exposición de elementos tales como
la componente biótica, que comprende el relieve,
hidrografía, vegetación, temperatura, precipitación,
tipo de suelo; en la parte de antecedentes, se hace
un recuento histórico desde la época prehispánica,
pasando por la conquista y colonización de América
y cómo se fue reorganizando el territorio a través de
diversas vías de comunicación, tales como caminos,
carreteras, y la introducción del ferrocarril.
Asimismo, se hace referencia a las localidades y po-
blación que habita, así como algunos estudios que
se han hecho por parte de algunos investigadores y
que resaltan el cultivo del agave azul y su proceso
de industrialización, lo que ha puesto en valor el
lugar. En la última parte, se hace un recuento de
los paisajes que se podrán observar en el recorrido
y los principales atractivos turísticos que han dado
identidad al Paisaje Agavero.
La componente físico-biótica
En términos generales, la geomorfología es la com-
ponente que más destaca del paisaje; en el paisaje
agavero, si los paseantes extienden la mirada hacia
algún punto se toparán con el volcán Tequila o con
el cerro de Amatitán, divisarán la barranca de Achío
y parte de la Sierra Madre Occidental, por otros
rumbos sólo apreciarán el azul lejano del horizonte
y algunas montañas difíciles de reconocer por su
nombre.
Estas elevaciones y depresiones se toman en relación
a la planicie agavera por el norte y la planicie cañera
por el sur, que tienen una altura sobre el nivel del
mar entre 1200 y 1400 metros. La máxima altura
se registra en la cima del volcán Tequila con 2949
metros, 1649 metros sobre la altura promedio del
valle, mientras que la mayor depresión se ubica en
el fondo de la barranca de Achío con apenas 779
metros sobre el nivel medio del mar; es decir, 521
17
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
baja resolución
Figura 1. Perfil topográfico. Desde la cima del volcán Tequila hasta la cortina de la presa Santa Rosa. Elaboración propia
metros por abajo respecto al promedio del valle. La
diferencia de altura entre la parte más baja y la más
alta es de 2170 metros, en apenas 19.4 kilómetros
de distancia (ver Figura 1).
La geomorfología o relieve, además de generar
formas específicas de la superficie terrestre que
dominan los macropaisajes, actúa como una especie
de molde que condiciona el acomodo de las otras
componentes del territorio tanto naturales como
sociales, y en ese sentido dan forma a los paisajes
culturales o paisajes integrados naturaleza-sociedad
que se van proyectando a lo largo de la historia.
Ejemplos de las condicionantes son: las diferencias
de altura, la forma y la orientación de las estruc-
turas del relieve, que en conjunto son factores
determinantes en la temperatura de los lugares;
la temperatura a su vez, es un factor en el clima.
Relieve, clima y tipo de rocas son factores pedoge-
néticos, y el conjunto de ellos se combina para que
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Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
se formen la distintas asociaciones vegetales que
también influyen en la formación de determinados
tipos de suelo. Todos estos factores a su vez están
vinculados al sistema hidrológico, es decir al tipo de
drenaje natural; la cantidad de agua que transpor-
tan ríos y arroyos, así como la infiltración, escurri-
mientos subterráneos y existencia de manantiales.
El clima se define fundamentalmente a partir de
cuatro variables: la temperatura y la oscilación tér-
mica, así como la cantidad de lluvia y la variación
de esta a lo largo del año. En el territorio del paisaje
agavero y sus cercanías se han identificados siete
estaciones que registran diversos datos climáticos.
Aquí sólo haremos referencia a la temperatura y la
precipitación (ver Figura 2).
En estas siete estaciones, la temperatura promedio
varía de 20.9 oC en Amatitán, hasta los 27.4 oC en
el Paso de Analco, Municipio de Tequila; los meses
más cálidos son mayo y junio, mientras que Figura 2. Mapa de estaciones meteorológicas
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Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
el mes más frío es enero. Respecto a la humedad,
la estación que mayor precipitación registra es
La Estanzuela en el municipio de Teuchitlán con
989.9 milímetros de precipitación promedio al año,
mientras que Pazo de Analco con 888.2 milímetros
de lluvia promedio es la estación menos húmeda;
los meses más secos en la zona son marzo y abril, en
tanto que julio es el mes más lluvioso (ver Figura 3).
La red hidrográfica también está fuertemente con-
dicionada por las estructuras del relieve, el complejo
montañoso del volcán Tequila sirve de parteaguas
entre las cuencas hidrográficas alimentadoras del río
Santiago hacia el norte y del río Ameca hacia el sur.
El corazón del paisaje agavero es cruzado por los
arroyos Cuervo y Alizcoa, que antes de llegar a la
ciudad de Tequila confluyen y forman una sola
corriente, que ha sido la principal fuente alimen-
tadora de agua a la ciudad y ha fungido como
factor de agrupación y alineamiento de diversos
establecimientos en la parte sur-poniente, tales
como las principales destilerías tequileras y los
lavaderos comunitarios. Por la parte oriente de la
misma ciudad de Tequila corre el arroyo Jarritos
que aguas abajo, junto con otras corrientes, forma
el arroyo Tequila; otros arroyos por esos rumbos son
Amatitán, Arenal, Ganados; todos ellos afluentes
del río Santiago.
Por la falda sur del volcán Tequila bajan los arroyos
Las Chivas, Los Lobos, El Aguilote, El Fermaneño,
Los Otates, Las Víboras, entre otros; todos ellos
alimentadores del río Salado-Ameca y la Presa de la
Vega.
Otros aspectos importantes de destacar como parte
de la base física que luego se constituye en factor
de la ubicación, estructuración, organización, fun-
cionamiento y evolución de la componente natural
y social son, como dijimos antes, el tipo de roca y
el tipo de suelo; las rocas dominantes son de tipo
volcánico, las cuales afloran en las partes medias y
20
Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
baja resolución
altas de la zona, son principalmente basaltos y to-
bas; las partes más bajas están cubiertas por material
sedimentario o residual, transportado de las partes
más altas y depositado en las depresiones que se han
venido colmatando con el transcurrir del tiempo.
El tipo de suelo feozem domina en la parte alta, el
regosol en la parte intermedia y el luvisol en la parte
baja y plana, sobre las laderas de la barranca domi-
nan los feozem y litosoles. Todos en general tienen
una fertilidad de moderada a alta, las dificultades
para el uso agrícola son, en algunos casos, las altas
pendientes, la poca profundidad y el afloramiento
de rocas.
Los aspectos antes referidos son la base de los pai-
sajes que ahora se pueden apreciar y leer, los cuales
se han formado por la convergencia de elementos
naturales y sociales a lo largo de la historia. Las
formas geomorfológicas que fueron originadas por
procesos morfoestructurales y modeladas por pro-
cesos morfoclimáticos se han venido complemen-
tando y complejizando con los elementos naturales
y sociales, que a lo largo de la historia le han venido
dando rostro a cada parte del territorio; rostro que
cambia dependiendo del lugar y la época histórica.
Antes de abordar la caracterización e interpretación
de algunos rostros del paisaje agavero, hagamos un
breve y genérico recuento de los aspectos que le
dieron la forma que podemos apreciar en tiempos
actuales.
Antecedentes de los paisajes agaveros
El territorio estaba ocupado y transitado por grupos
prehispánicos, testimonios arqueológicos existen
muchos; el testimonio de mayor monumentalidad
es Guachimontones. Con la llegada de los españoles
hubo una reapropiación territorial y mestizaje, así
como sincretismos culturales y tecnológicos; tam-
bién se incorporaron nuevas lógicas en la apropia-
ción territorial y para la organización espacial. Figura 3. Climograma
21
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Después de conquistada y colonizada América, uno
de los siguientes objetivos de los españoles y en
general de los exploradores europeos era conti-
nuar el camino hacia el lejano oriente y conectar
Europa con aquellas tierras por el occidente, para
ello había que establecer una vía o puente terrestre
que conectara el océano Atlántico con el océano
Pacífico; una aspiración temprana fue hacerlo por
el istmo de Tehuantepec, pero una de las variantes
o rutas más transitadas de este puente fue el camino
Veracruz-México-Guadalajara-San Blas, que tocaba
los lugares de Arenal, Amatitán y Tequila.
Este proyecto de comunicación se pudo culminar
mediante caminos carreteros (caminos de carretas),
hasta muy entrado el siglo xix ya en el México
independiente; esta ruta del “puente terrestre”
antes del camino carretero completo, se realizaba
parcialmente con “recuas” de mulas y burros. Sobre
el trayecto, Robert William Hale Hardy escribió en
1825:
“el camino estaba arenoso y pesado; el sol muy
potente. Había chozas a ambos lados del camino…
Nos encontramos unos arrieros en desorden, quie-
nes habían sido saqueados y severamente heridos…
Llegamos al pueblo de Amatitán a las siete p. m.,
sobre el camino a tres leguas hacia el noroeste, está
el populoso pueblo de Tequila… Después de pasar
por Tequila el camino atraviesa una cañada arenosa
de considerable longitud. Para llegar a ella el ascenso
fue difícil por lo inclinado… Este desfiladero sirve
como un cauce en la época de lluvias, es muy
fatigante para las mulas al igual que para el viajero,
ya que las ramas grandes de los árboles obligan al
viajero a agachar su cabeza y cuerpo constantemente
para poder pasar. [Después de haber pernoctado en
Magdalena]. Partimos a las siete a. m. El camino
estuvo bueno una distancia de seis leguas hacia el
noroeste, luego comienzan las famosas barrancas de
Mochitiltic… jamás había visto un descenso igual
ni me hubiera podido imaginar algo tan monstruo-
samente malo… se podría decir que no es más que
22
un canal cortado en la piedra arenisca del monte
por la fricción del agua… su anchura apenas per-
mitía el paso de una mula…” (En Medina García,
2009:44).
Como avance del camino carretero, en 1794 se
inauguró en Guadalajara un servicio regular de
diligencias Guadalajara-México, lo cual habla de un
camino carretero completo que comunicaba ambas
ciudades. La travesía duraba doce días y el derrotero
era: Guadalajara-Zapotlanejo-Cerrogordo-Frías-
Horcones-Irapuato-Celaya-Querétaro-San Juan del
Río-Arroyo Zarco-Tula-Huehuetoca-México.
En 1851 quedó concluido el camino carretero
Guadalajara-Tepic y hasta 1853 hasta el puerto de
San Blas; proyecto logrado bajo la gestión conjunta
desde 1843 de las juntas de Fomento de Comercios
de Guadalajara y Tepic. En 1851, las diligencias
Escandón iniciaron el transporte de pasajeros a lo
largo de la ruta Guadalajara-Tepic.
Concluido el camino carretero desde Veracruz
hasta San Blas (1853) y la comunicación mediante
diligencia regular, esta se propuso como ruta para
conectar a Nueva Orleans con San Francisco en
sólo 23 días; sin culminar el proyecto, el servicio de
diligencias años después dejó de funcionar, pero se
restableció en 1866.
Marvin Wheat en 1856, fue uno de los primeros
en utilizar el recién construido camino carretero
de Guadalajara a San Blas, de cuyo viaje narra lo
siguiente:
“Hay aquí dos líneas diarias de diligencias que salen
para Tepic…, una de ellas pertenece a la antigua
línea que va a la ciudad de México y prosigue
hasta Veracruz, en el golfo… la otra línea va sólo
a Tepic… La diligencia en la que viajamos fue
construida en Troy, estado de Nueva York, y es
de dimensiones amplias, maciza y fuerte, mucho
más que las que se usan en Estados Unidos… Lo
Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
que más nos llamó la atención en el viaje… fue el
Plan de Barrancas… está pavimentado de arriba
hasta abajo, con algunas excepciones, con cantos
rodados y, en el lado del precipicio, se alza un fuerte
muro de cal y canto como de tres pies de alto… En
muchos sitios se ve que fue necesario hacer volar
las rocas de granito y juntar los salientes de basalto
y roca ígnea con el fin de despejar el camino, en
cuyo caso no fue necesario pavimentar con piedra
bola. Este camino es impracticable para diligencias
o carretones; a pesar de ello, nuestro experimenta-
do cochero permitió que las mulas, en número de
diez, avanzaran a paso enérgico durante casi todo el
trayecto hacia el fondo de las barrancas, lo que me
parece demandaba gran destreza en el manejo de
las riendas al dar la vuelta en los ángulos formados
en la excavación del camino… Del lado opuesto
de las barrancas hay dos chozas que pertenecen a la
compañía de diligencias y es donde se guardan las
remudas. En este punto termina el camino de Tepic
y el mismo coche en el que venimos hasta ahora se
devolverá al día siguiente. El ascenso a la vertiente
oriental es totalmente escarpado y escabroso, y muy
difícil de subir para las mulas si llevan hombres o
cualquier persona montada. En comparación con
caminos parecidos en Estados Unidos, este que
abarca del Golfo de México al Océano Pacífico
y pasa a través de una ciudad populosa como
Guadalajara, presenta muy poco tránsito ya que por
fuerza debe uno enfrentarse con peligros en el ca-
mino. En consecuencia pocos caballeros viajan por
placer o por explorar y rara vez he visto o sabido de
damas de la mejor clase de la sociedad que en este
país viajen de un lugar a otro, como sucede en otros
países, salvo que hayan de resolver algún negocio
importante o que lleven escoltas de soldados…”
(En. Medina García, 2009:54-55)
Con Maximiliano de Habsburgo como emperador
de México (1863-1867), el control de los caminos
principales fue de gran importancia. Por ejemplo,
en el camino carretero de Guadalajara a San Blas, el
general francés Douay, entabló conversaciones con
gente de Manuel Lozada, el “Tigre de Álica”, para
que dejaran libre el paso por este camino a cambio
de ayudarlos económicamente y darles absoluta
autonomía en el Cantón de Tepic.
Las concertaciones entre los imperialistas y el cau-
dillo nayarita trajeron diversas consecuencias que se
manifestaron por un lado en la segregación de Tepic
(1867) para constituirse primero en territorio de la
federación y después en estado federado, por ello
y además porque el puerto de San Blas estaba muy
azolvado, el gobierno de Jalisco comenzó a buscar
otra salida por el océano Pacífico, lo cual hizo que
señalaran diversas bahías como posibles puertos
sustituto de San Blas.
Durante las últimas décadas del siglo xix, el interés
por los caminos carreteros fue atenuado para vol-
carse a proyectar y construir caminos de fierro. Así,
en el Porfiriato se dio prioridad al ferrocarril, pero
con la llegada del automóvil (1900-) se recuperó el
interés por los caminos.
En 1878 se firmó la primera concesión con el
Secretario de Fomento para introducir el ferro-
carril a Jalisco. En 1887 se formó una compañía
para construir la vía Guadalajara-Zapopan-Tala-
Ameca-San Martín-Tecolotlán-Tenamaxtlán-La
Unión-Autlán- Purificación- Chamela. El proyecto,
aunque contó con diversos estudios, caducó en
1891.
La primera ruta de ferrocarril hacia Jalisco fue:
México-Tula (1881)-Querétaro (1882)-Lagos
(1882)-Encarnación (1883)-Aguascalientes. En
1888 fue inaugurada la vía Irapuato-Guadalajara.
Los tramos de vías férreas que se construyeron
en Jalisco fueron: Guadalajara-Ameca (1886),
Guadalajara-Orendain-Tequila (1887), La Vega-San
Marcos (1900), Guadalajara-Manzanillo (1908). A
partir de 1900 ya se podía ir de El Arenal a Tequila
pasando por Amatitán, tanto por camino carretero
como por vía férrea.
23
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes

Municipio Localidad Población total de Guadalajara o distintos lugares rumbo a Tepic

Tequila Tequila 26809 (ver Figura 4).
Amatitán Amatitán 10230
El paisaje agavero comprende territorialmente prác-
El Arenal El Arenal 10203
ticamente todo el territorio municipal de Amatitán,
Tequila Santa Teresa 1336
la mayor parte de Arenal, Tequila y Teuchitlán, así
Amatitán Santiaguito 1121 como parcialidades menores de Tala, Ahualulco del
Tequila San Martín de las Cañas 780 Mercado, San Juanito Escobedo y Magdalena. La
Tequila El Medineño 548 superficie total incluida el área de amortiguamiento
Tequila Josefa Ortíz de Domínguez 353 es de 86 148 hectáreas, la superficie del área núcleo
Amatitán Tepetates 277
Arenal-Amatitán-Tequila es de 32 804 hectáreas,
mientras que el área núcleo de Guachimontones es
Amatitán La Villa de Cuerámbaro 266
de 500 hectáreas (ver Figura 5).
Tequila Rosales 206
Amatitán Agua Fría 189 Tomando de referencia el censo de población 2010,
Amatitán Chome (Achío) 180 dentro del territorio que se ha definido como
Amatitán La Mata 176 Paisaje Agavero incluida el área de amortiguamien-
Tequila Mitlán 149 to, se establecen 119 localidades, de las cuales sólo
Amatitán La Cantera 148
cinco reunían más de mil habitantes, estas son las
tres cabeceras municipales: Arenal, Amatitán y
Amatitán La Conchilla 140
Tequila, así como Santa Teresa del municipio de
Tequila La Puerta de San Pedro 137 Tequila y Santiaguito del municipio de Amatitán.
(La Puerta de Enmedio)
En la tabla se muestra la relación de las 23 localida-
Tequila El Maloaste 135
des que reunía más de cien habitantes cada una, el
Tequila Santa Ana (Las Ánimas) 132 resto (86) constituyen la población rural dispersa,
Tequila Los Naranjos (El naranjo) 120 que forman asentamientos humanos menores a cien
Amatitán El Cerrito (Cerritos) 117 habitantes.
Amatitán El Amarillo 109
Así como el aspecto geomorfológico condiciona el
Tabla 1. Principales localidades en el paisaje agavero. Censo
general de Población y Vivienda 2010. acomodo territorial de los demás componentes del
espacio geográfico, ya sean naturales o culturales, el
En la década de 1930 se comenzó a trazar el poblamiento y la distribución de los asentamientos
camino con revestimiento o asfaltado, el cual varió humanos es uno de los principales aspectos para in-
respecto al trazo del camino carretero del siglo xix; terpretar la funcionalidad socioeconómica del lugar,
este nuevo camino es la ruta nacional número 15 y la estructuración y dinamismo del territorio, lo cual
se conoce como la carretera México-Nogales, la cual ha estado interactuando dialécticamente con los
fue inaugurada en 1952. otros componentes del espacio para darle un rostro
determinado (paisaje) y cambiárselo con el tiempo.
La autopista Guadalajara-Tepic que inició opera- Así podremos hablar de los paisajes sincrónicos y
ciones en 1991, cruza el paisaje agavero, pero su diacrónicos del paisaje agavero.
impacto principal es hacia la ciudad de Tequila,
pues es el único lugar desde donde se puede acceder Para abordar el poblamiento de los territorios du-
a ella para alcanzar de manara más rápida la ciudad rante el último siglo, tenemos como fuente Figura 4. Caminos terrestres

24 25
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Figura 5. Mapa zonificación del paisaje agavero
26
Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
principal los datos censales por localidad desde
1900 y que se han replicado cada diez años. En
los censos, durante los primeros ocho registros, se
incluía la variable de categoría de la localidad (o
asentamiento humano), entre las más significativas
y recurrentes se nombraban a la: ciudad, pueblo,
hacienda, congregación, rancho, ranchería, ejido,
comunidad agraria, mina, estación de ferrocarril,
planta eléctrica, etcétera.
La denominación político-administrativa de loca-
lidades puede ser trivial en algunos casos pero en
otros no, por ejemplo en toda esta zona sólo Tequila
ha recibido el denominativo de ciudad desde 1900;
el registro de haciendas fue en crecimiento desde
ocho registros en 1900 hasta trece en 1930, en
1940 el número de haciendas se redujo (siete) pero
aparecieron las denominaciones asociadas al reparto
agrario, ejidos y comunidades agrarias (ocho),
también aparecieron desde 1910 denominaciones
asociadas a las estaciones del ferrocarril y plantas de
energía eléctrica desde 1930; la denominación de
ranchos, rancherías, congregaciones y pueblos se
reportan desde el siglo xix y se mantuvieron hasta
1970.
Tabla 2. Crecimiento demográfico
baja resolución
El tema de denominación diferenciada para las lo-
calidades, toma especial relevancia porque durante
el reparto agrario se legisló sobre la materia, pues
sólo determinadas categorías de pueblos tenían de-
recho a recibir tierras en dotación o en restitución,
pero también porque especialmente las haciendas y
minerales eran centros de producción, a diferencia
de las otras categorías que se referían predominan-
temente a concentraciones humanas; en este senti-
do, los principales centros de producción temprana
del tequila mezcal en forma legal, se asocian a una
hacienda o a una familia de hacendados.
En lo que se refiere al poblamiento a lo largo del
siglo xx, las variaciones principales se presentaron
en cuanto al tamaño de la agrupación y el acomodo
territorial de estas, ambas muy vinculadas con los
sucesos político-sociales locales y la incorporación
de infraestructura. Por ejemplo: la revolución y la
cristiada motivaron la concentración de la pobla-
ción, pues los habitantes de los pequeños asenta-
mientos humanos optaron por migrar a pueblos
mayores para protegerse del bandolerismo desatado
(el registro más evidente al respecto es de 1921);
otro periodo de concentración fue en la década de
1950, en este caso asociado al acceso de servicios
concentrados, en particular buscando los servicios
escolares.
Los aspectos antes referidos son indicativos de
migraciones locales forzadas y voluntarias. Una ac-
ción que motivó múltiples desplazamientos locales
voluntarios fue el reparto agrario.
La curva demográfica en términos genéricos indica
que el número de habitantes se mantuvo con pocas
variantes durante la primera mitad del siglo xx,
pero a partir de la década de 1950 el crecimien-
to demográfico se aceleró, especialmente en los
pueblos mayores. La gráfica de los seis principales
pueblos ubicados dentro del área núcleo del paisaje
agavero son indicativo de ello.
27
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Nótese de la gráfica anterior que las localidades
mayores son las que más crecen mientras que las
menores mantienen tasas de crecimiento cercanas a
cero. Este fenómeno es genérico para todo el estado
de Jalisco, donde la población rural se ha manteni-
do con tasas de crecimiento muy cercanas al cero,
mientras que el crecimiento demográfico se mani-
fiesta predominantemente en la población urbana.
Como dijimos antes, las luchas agrarias y el reparto
de tierras fueron factores de las principales rees-
tructuraciones y reordenamientos territoriales del
siglo xx a nivel local y en ese sentido, generadores
de nuevos paisajes. En los municipios de referen-
cia: Arenal, Amatitán, Tequila y Teuchitlán, se
produjeron 51 acciones agrarias, de ellas 25 fueron
dotaciones, 23 fueron primera, segunda y tercera
ampliación; además hubo el registro de la división
de dos ejidos y la creación de un nuevo centro de
población.
En la zona, el reparto agrario inició en 1922 con
la dotación de ejido al pueblo de Teuchitlán, en
la adquisición de tierras por esta vía le siguió el
pueblo de El Arenal en 1927, la ciudad de Tequila
en 1929 y el pueblo de Amatitán en 1930. Según
el Universo de Trabajo de la Reforma Agraria (sin
fecha), en estos cuatro municipios, en total se en-
tregaron 49 013 hectáreas de tierra, repartidas entre
3735 beneficiarios.
El reparto agrario, además de dar respuesta a las
demandas sociales y económicas de amplios sectores
de la población rural, que por esta vía trasfirió y
fraccionó la propiedad, también fue el factor deto-
nante más importante de las dinámicas territoriales
en la década de 1930-1950. Muchas familias en pos
de la tierra cambiaron de residencia, con el fraccio-
namiento de la tierra hubo nuevos parcelamientos
y los cercos divisorios de tierra se multiplicaron,
se produjeron cambios de cultivo, privilegiando el
autoconsumo de los ejidatarios, se abrieron nuevos
caminos saca-cosechas, etcétera.
28
El seis de enero de 1992, se declaró y aprobó
concluida la Reforma Agraria, iniciada a partir de
la aprobación de la ley del seis de enero de 1915.
Dentro del informe preparado para el cierre de
procede (agosto 2008), se reportaron 30 unidades
agrarias en los cuatro municipios de referencia, la
mayoría de ellas regularizadas y el resto en proceso
de lograrlo, las cuales sumaron 46 353 hectáreas.
Con la ejecución de este programa, la propiedad
ejidal o comunal deja de ser social para convertir-
se en propiedad privada, con lo cual ya se puede
comercializar libre y legalmente, lo que ha iniciado
un proceso de reestructuración de la propiedad que
está gestando nuevos rostros en el paisaje agavero,
los cuales mediante investigaciones más profundas
y detalladas podrán ser identificados.
La extensión territorial que suman los cuatro mu-
nicipios es de 174 536 hectáreas, en ello se incluye
todo el aparato volcánico de Tequila, un tramo de
la margen izquierda de la barranca de Achío, así
como un tramo menor de la misma barranca por
la margen derecha y una pequeña prolongación del
territorio de Tequila hacia el norte sobre la Sierra
Madre Occidental. Del total de la superficie, en
2014 el 11 % tenía ocupación agrícola; del total el
5 % estaba cultivado con agave, el 3 % con maíz y
el 2 % con caña de azúcar, el 1 % complementario
estaba cultivado con chía, sorgo, frijol, huertas de
ciruela y mango en la barranca, entre otras especies
de menor cobertura.
Algunas rostros del paisaje agavero
Los estudios del paisaje agavero han privilegiado
algunas miradas, algunos rostros y algunos lugares,
así como ciertas temáticas; ver por ejemplo las
aportaciones de Luis Felipe Cabrales Barajas (2012)
y José Hernández López (2013) entre otras.
Diversos documentos abundan sobre antecedentes
del cultivo del agave azul o tequila mezcal, el proce-
so de industrialización y la denominación de origen
Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
que abarca todo el estado de Jalisco y parcialmente
los estados de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y
Tamaulipas, reconocida por el gobierno mexicano
en 1974, por el canadiense en 1994 y por el esta-
dounidense en 1997.
De los estudios sobre la puesta en valor y las gestio-
nes realizadas para obtener el reconocimiento como
patrimonio de la humanidad en 2006, por parte
de la unesco, del denominado “Paisaje agavero
y las antiguas instalaciones del tequila”, revísese
entre otros el documento “El plan de manejo para
el Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones
Industriales de Tequila. El Patrimonio Cultural
como detonador del desarrollo regional, antece-
dentes, compromisos y retos”, autoría de Ignacio
Gómez Arriola.
Se encuentran diversas publicaciones sobre las
fluctuación del cultivo del agave. Por falta de
planeación, por variaciones en la demanda, por
cambios de valor comercial, por salud de la planta.
Otro tema ampliamente abordado es el proceso
de producción y la comercialización del tequila, la
desventajosa relación entre agaveros y tequileros,
etcétera.
Aquí trataremos de enfatizar más en las vistas que
en los procesos, pero en algunas menos conocidas,
aunque sigan siendo obligadas las visitas a la ciudad
de Tequila convertida en pueblo mágico desde 2003
para apreciar los diversas escenarios que ofrece la
ciudad; como también lo son los recorridos por los
centros históricos de Arenal, Amatitán y Teuchitlán.
Es atractiva y recomendable la visita a la Casa
Cuervo, a la Casa Herradura, el paseo en tren con
Tequila Express Guadalajara-Casa Herradura (desde
1997) o con José Cuervo Express Guadalajara-Casa
Cuervo (desde 2012), así como la visita al sitio ar-
queológico Guachimontones, incluido su museo de
sitio y comer en la rivera de la presa La Vega (Sitio
Ramsar desde 2010).
Pero también hay muchas otras miradas que vale
la pena hacer y documentar sobre el mismo paisaje
agavero aunque con otras singularidades, las cuales
nos parecen más auténticas de aquella ruralidad,
con menos escenografía montada y tan especta-
culares o más que las promovidas por las empresa
turísticas.
En los párrafos siguientes se vierten algunas suge-
rencias, que vale la pena incluir en los planes de los
paseantes; porque nosotros ya las hicimos nos per-
mitimos decir que es recomendable que se tomen el
tiempo de hacerlo, lo disfrutarán, aprenderán y lo
mejor, no tendrán que pagar por ver.
Primero. Una vista al mapa. Es recomendable que
cualquier paseante apoye con mapas su viaje, tanto
en la preparación como en la realización. Al res-
pecto, queremos llamar la atención en el acomodo
territorial de los principales asentamientos humanos
en relación al cerro volcán Tequila, a la barranca de
Achío; pero también en relación a la comunicación
entre la ciudad de Guadalajara y el puerto de San
Blas. Queremos llamar la atención en la coronación
de asentamientos humanos que se forma alrede-
dor del volcán Tequila, entre las más importantes,
iniciando en el norte y siguiendo las manecillas
del reloj, Tequila, Amatitán, El Arenal, Huaxtla,
Tala, El Refugio (Alfredo V. Bonfil), Ahualulco del
Mercado, San Juanito Escobedo y Magdalena. Otro
aspecto a destacar es el alineamiento de asentamien-
tos humanos y viejas fábricas de tequila a lo largo
del camino real y la carretera federal.
Segundo. Barranca de Achío. Sobre el terreno,
desde la ceja (borde) de dicha barranca, la vista es
espectacular. Al lugar se arriba por la carretera a El
Salvador, desde Amatitán, mediante un trayecto
de 8 kilómetros. Se recomienda que iniciando la
bajada de la barranca se busque un parador, había
uno construido ex profeso, pero ha sufrido des-
plazamientos y por tanto se recomienda extremar
precauciones en caso de que se decida hacer escala
29
Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Figura 6. Panorámica barranca de Achio
en él. Desde diversos paradores se puede apreciar la
magnitud de la barranca con más de 500 metros de
profundidad respecto al valle agavero, en el fondo
de la barranca corre el río Santiago; de frente hacia
el norte se aprecia la inmensidad de la Sierra Madre
Occidental.
Como se aprecia en las imágenes, los escalones de la
barranca tienen uso agrícola, los cultivos dominan-
tes son agave, maíz y huertos de ciruela y mango,
pero conforme se gana profundidad, así como del
otro lado de la barranca (la del norte), domina el
bosque tropical caducifolio.
Adicionalmente se puede seguir por la carretera
a lo largo de 11 kilómetros hasta el fondo de la
barranca, con ello se podrá apreciar el cambio de
clima, de vegetación y de uso del suelo; en el fondo
de la barranca se podrá apreciar el cauce del río
Santiago y la cortina de la presa de Santa Rosa.
Trasladarse de Amatitán al fondo de la barranca
implica 19 kilómetros de recorrido, lo cual se puede
30
hacer en menos de una hora el viaje redondo, pero
debe agregar el tiempo que se tome para hacer las
observaciones que se estimen convenientes.
Desde Guadalajara hasta el fondo de la barranca de
Achío, todo el recorrido se puede hacer en un día;
no obstante, previo a la bajada, se recomienda llevar
agua y bastimento, o programarse para regresar a
comer en Amatitán.
Tercero. Cerro-volcán Tequila. En este trayecto,
desde el pueblo hasta la cima del volcán Tequila,
observará la transición de los campos agaveros en
la parte baja, el bosque tropical en la parte del pie
de monte y alturas intermedias, hasta alcanzar los
lugares con bosque de robles (quercus) y luego
bosque de coníferas (pinus). También, conforme se
gana altura progresivamente disminuye la cantidad
de infraestructura y usos agrícolas del suelo. A lo
largo del trayecto y desde la cima, se puede apreciar
la parte oeste, norte y este de la planicie agavera,
como un tablero irregular formado por los campos
Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
Figura 7. Aguja volcánica
de cultivos con dominio del agave, también se
aprecian algunos caseríos agrupados y dispersos, y
diversas infraestructuras como carreteras.
El premio mayor obtenido por el esfuerzo y tiempo
dedicado a esta travesía, es el hecho de apreciar de
cerca la aguja de lava volcánica que quedó como
testimonio del cráter volado en la cima del volcán.
La travesía a la cima del volcán Tequila desde
Guadalajara se puede hacer en un día, con auto
propio apto para caminos de brecha y terracería
(o bien contratar los servicios de transporte).
Ubicados en la ciudad de Tequila el trayecto es de
13 kilómetros al parador de la cima, por camino
sinuoso de terracería en regulares condiciones; del
parador de autos hay que caminar para acceder a
diferentes lugares y tener distintas vistas y perspec-
tivas. Es recomendable llevar agua y bastimento.
Será una agradable experiencia comer en uno de los
paradores o estancias que se encuentran a lo largo
del recorrido, sin olvidar recoger la basura.
Cuarto. Antiguo camino real. El tramo de este
camino que une los poblados de El Arenal y
Amatitán, se encuentra transitable y se mantiene
como camino saca-cosechas, aunque su amplitud es
mucho mayor por su antecedente. El tramo entre
Amatitán y Tequila aun se puede identificar, pero
en la mayor parte del trayecto ya ha sido incorpo-
rado a las parcelas contiguas, por lo que los cercos
transversales impiden el libre tránsito.
Una cartela de la señalética por el camino antiguo
Arenal-Amatitán, cerca de un parador en donde
casi convergen el camino real y la carretera federal
dice:
El corazón del paisaje agavero / Siglos xviii-xix /
Esta panorámica cultural es única en el mundo
y por eso fue inscrita en la Lista del Patrimonio
Mundial de la Unesco (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura) el 12 de julio de 2006. / La porción que se
aprecia es el corazón del paisaje agavero y enmarca
el Camino Real. Durante el periodo virreinal se
estableció un sistema de vías terrestres que comuni-
caban a las poblaciones más importante de la Nueva
España. A ese conjunto perteneció esta ruta que
conectaba a la ciudad de Guadalajara con el puerto
de San Blas, en la costa del océano Pacífico. / Desde
el siglo xviii hasta la actualidad, tanto la comarca
Figura 8. Fauna silvestre
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Hirineo Martínez Barragán y Susana Urzúa Soto
Figura 9. Camino Real
tequilera como el Camino Real han maravillado a
los viajeros que pasan. En un informe publicado por
Salvador Banda en 1875 se hace una descripción
del lugar ‘Por todas partes se ven campos sembrados
de agave americano. El color azul ceniciento de esta
planta hace un contraste notable con el suelo rojo y
le da un matiz lindísimo’
Otra cartela sobre el camino real cerca de Amatitán dice:
Camino Real empedrado a la romana / siglos
xviii-xix / Esta ruta que unía a la ciudad de
Guadalajara con el puerto de San Blas fue utilizada
por los comerciantes de tequila durante casi 200
años. Le llamaban el Camino Real y estaba trazado
con grandes piedras de canto rodado, de acuerdo
con la tradición iniciada por las vías romanas.
Algunos tramos estaban delimitados por lienzos
o muros de piedra que aún se pueden apreciar
en la actualidad. / El arqueólogo alemán Isidoro
Lowenstern hace un recorrido en 1843 por la
comarca tequilera a través de este Camino Real: / La
carretera sigue sobre rocas volcánicas, y se encuentra
completamente cubierta de obsidiana. Después de
haber pasado cinco a seis veces por las sinuosidades
de un pequeño arroyo inflado por las lluvias, llegué
a Amatitán, a catorce leguas de Guadalaxara.
A la salida tanto de El Arenal como de Amatitán
hay cartelas que indican sobre el camino real y el
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Los paisajes del paisaje agavero. Algunos elementos estructurantes
paisaje agavero. A lo largo del camino que se puede
recorrer a pie, caballo, bicicleta y vehículo motori-
zado todo terreno, se pueden apreciar paisajes desde
perspectivas distintas a las que un paseante regular
tiene. El trayecto es de aproximadamente 10 kiló-
metros y el recorrido a pie dura dos horas, a caballo
un poco menos.
Sobre este camino se pueden observar fincas en
estado ruinoso que correspondieron a cascos de
haciendas o fábricas de tequila, las cuales quedaron
deslocalizadas con la construcción de la vía férrea, la
carretera federal y la autopista, por lo cual entraron
en desuso y ahora se encuentran en estado ruinoso.
Conclusiones
La geografía se hace con los pies, es una frase
común entre geógrafos, y significa que para conocer
la geografía de los lugares hay que caminarlos;
igual ocurre con los paisajes, tanto para su mejor
contemplación, como para su interpretación. Esta
ha sido una invitación explícita para salirse de las Figura 10. Camino Real
carreteras asfaltadas y bajarse de los autos, lo cual
permitirá trasponer las escenografías e introducir- contexto regional que colocó al lugar en una de las
se en las profundidades de estos territorios y sus más importantes rutas del México colonial entre
cotidianidades. Guadalajara y el puerto de San Blas, etcétera.
Aquí quisimos mostrar otras miradas no tan La conclusión a la que podemos llegar con este
comunes del pasaje agavero que contrastan con las ejercicio, es que es necesario hacer muchas otras
versiones que promueven las empresas de turismo miradas del paisaje agavero y sobre todo documen-
local, para complementar el mosaico de paisajes y tarlas. Hace falta hurgar más en su estructura, fun-
ofrecer otras opciones. cionamiento y génesis como paisaje, para entender
mejor el sistema de relaciones políticas, económicas
Para entender mejor los paisajes que ahora observa y sociales que ahí se ha presentado en relación con
cualquier paseante, en las páginas anteriores, hemos la componente natural a lo largo de la historia. Esto
recuperado algunos elementos esenciales que le dará mayor valor a los lugares y lo observado.
dieron el rostro general y matices específicos, tanto
en relación a los componentes del sitio como son Los autores esperamos que nuestra contribución
los aspectos geomorfológicos: volcán Tequila, abone al mayor y mejor conocimiento del paisaje
llanura agavera y barranca de Achío. Los tipos de agavero y por extensión a la región Valles. Que des-
clima, vegetación y suelo. La domesticación de la pierte el interés por conocer y estudiar estos y otros
planta de agave, la industrialización del mezcal; el rostros del paisaje jalisciense.
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