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ISBN: 978-958-768-024-9

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9 789587 680249
Ni siquiera sé explicar cómo mi antenior libro Narnaeienes de un
exorcista ha tenido tanto éxito, un éxito iñespenado y Sl!.l~erni011 a
su valor. Pensé en una frase de los Proverbios: "Serme 0pp0nliur,u!1s
est optimus", el mejor discurso es el oportuno, hecho en el t4ernp0
justo (15, 23). Es el argumento tratado hoy. En realidad seatía su
urgencia, su necesidad. Y no puedo ocultar mi satisfacción, n0 s010
por la rapidísima difusión del libro, sino también por haber visto
que muchas cosas se movieron en torno de él.
Puesto que el argumento es de mucho interés, para sacerdotes y
para laicos, he creído útil continuar el discurso en este segundo libro.
Creo que presto un servicio y me alegro que otros exorcistas y otras
personas del mundo católico hagan su aporte por escrito.
Respecto de Nuevos relatos de un exorcista, al principio pensé
limitarme a un libro de episodios comentados. Después vi la nece­
sidad de desarrollar mejor varios argumentos, que no había podido
ampliar en el primer libro para que no fuera demasiado denso, La
base del contenido sigue siendo mi experiencia personal, siempre
bajo la guía del Pbro. Cándido Amantini. Pero también he tenido
en cuenta la experiencia de otros exorcistas, sus sugerencias y va­
rios episodios que les sucedieron a ellos, y les agradezco su contri­
bución.
Los episodios, o narraciones, se encuentran en el apéndice de los
varios capítulos, pero son fundamentales por los testimonios. Escogí
Título traducido ,cista los hechos que me parecieron más significativos. Se trata de episodios
Título original Nuevos relatos de un exo recientes, todavía en curso, aunque he cambiado los nombres y todos
Nuovi raccontl di un esorcista
Autor Traducción , los detalles para que las personas no sean reconocidas.
Justiniano Beltran
Gabriele Amorth Pido al Señor que bendiga también esta obra; ojalá tenga buena
ISBN
978-958-768-024-9
difusión, si es útil para la gloria de Dios y el bien de las almas.
., 2017 ún
Padre Gabriele Amorntñ
h . no Za. reimpresio~,depósito legal ~eg¡995
© Centro Editorial De orna 6 Queda J¡echo e Decreto 460 e
Via Nosadella,. Ley 44 de J 993 Y
40123 Bologna - Itaha de Ventas
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BOGOTÁ- coLO
-7
En memoria del padre Cándido Amantíni

En este libro siento también el deber de recordar a mi maestro, el


padre Cándido Amantini, a quien el Señor llamó a su encuentro el
22 de septiembre de 1992. Era el día de san Cándido, su santo. A los
cofrades, que desde por la mañana se turnaban a su cabecera para
felicitarlo por su onomástico, dijo simplemente: "He pedido a san
Cándido que hoy me dé un regalo". Sufría muchísimo; era claro lo
que había pedido, y fue escuchado.
Nació en Bagnolo de Santa Flora (Grosseto) en 1914. Tenía una
cultura vastísima (había enseñado Sagrada Escritura y Teología Mo­
ral) a la que unía santidad de vida, sabiduría y equilibrio interior,
por lo que era muy solicitado como confesor y director espiritual.
De él dijo el Padre Pío: "Es realmente un sacerdote según el corazón
de Dios".
La actividad que más lo distinguió, durante treinta años, fue
la de exorcista de la diócesis de Roma. Acudían a él de toda Ita­
lia y también del extranjero; cada mañana atendía hasta setenta
u ochenta personas. Siempre paciente, siempre sonriente, daba a
menudo consejos que eran realmente inspirados.
Expresó su gran amor por la Virgen en un libro publicado por Edi­
ciones Dehonianas en 1971, El misterio de María. Pero la oración (in­
cluso todas las noches) y el ministerio lo absorbían totalmente, por
lo que no le quedaba tiempo para escribir. En 1990 tuve la sensación
de que su salud decaía. Yo temía que se perdiera el patrimonio de su
experiencia como exorcista, que con tanta paciencia había tratado
de transmitirme. Escribí Narraciones de un exorcista con toda prisa
Y pedí a Ediciones Dehonianas de imprimirlo lo más pronto posible:
temía que no pudiera leerlo ni corregirlo.
Emprendió el vuelo por el premio eterno la víspera de la publi­
cación de este libro Nuevos relatos de un exorcista, para el que me
contribuyó y por lo que le agradecí también mucho. Ahora invoco
su ayuda desde el cielo.
Padre Gabriele Amorth

7
Se óusca: un exorcista

Cuando en junio de 1986 el cardenal TuJg0 Peletti me encargó de


ayudar al padre Cándido Amantini en su ministenio de exorcista,
se me abrió un nuevo mundo, totalmente <desconocido hasta em,­
tonces. No se crea que las principales impresiones han sido dadas
por los casos-límite, por los fenómenos extraños, en los que se cree,
sólo si se ven. La impresión más fuerte y más constante, para un
neo-exorcista, es la de ser puesto en contacto con un mundo de
sufrientes, más en el alma que en el cuerpo; un mundo de personas
que se acercan al sacerdote con confianza y disponibilidad, necesi­
tadas de ayuda y de consejo.
En la mayoría de los casos la tarea del exorcista es la de confortar,
animar para quitar falsos temores o comportamientos equivocados
(como recurrir a la quiromancia, a la cartomancia y demás); es la Ele
acercar las almas a Dios, partiendo de una vida de fe asidua, de ora­
ción, de ir a la Eucaristía frecuentemente y de los sacramentos, de
decidido acercamiento a la Palabra de Dios. En mi largo ministerio
sacerdotal no había tenido nunca, anteriormente, tantas ocasiones
para acercar al Señor, a la Iglesia, a tantas personas y hasta familias
enteras. La mayoría no necesita exorcismos, sino una sincera con­
versión.
Después fui descubriendo cada vez más qué tan grande es hoy
la petición de exorcismos y, lamentablemente, cuán inadecuada es
la respuesta y la preparación de los hombres de Iglesia en el mundo
católico. Éstos son los dos argumentos sobre los que me <detengo en
este primer capítulo.
Pero antes tengo que detenerme sobre otro hecho, para mí su­
mamente significativo, que ha aumentado mi conocimiento en este
campo, abriéndome la posibilidad de contactos a nivel nacional e
internacional.
A finales de septiembre de 1990 salió mi libro Narraciones de un
exorcista. No creí que sería un boom. Después de algunos días conocí
a un sacerdote de unos cincuenta años, que me detuvo y me dijo: "beí
su libro de un solo tirón. Le aseguro que lo que usted escribió, desde

1 •
11

la primera hasta la última línea, son todas co .


d.1c h o". D espues '
me llegó una serie de carta
sas que nad¡
e me habfa
lif d
1 rea as, por parte de exorcistas: todos afirm 6 s muy gratas
. 'muy cua- do, emerge del convenio de Perugia (1-3 marzo 1991), sobre: Magia,
6 ., . 1·6 a an su Inconct·1 . nuevas religiones y esoterismo en Italia. Añadimos la explosión de
apro acion a m1 1 ro. Y empezó una larga ser· d . c1onal
. ., d. ie e entreVJ.st 1 las sectas satánicas y decimos también que la población no encuen­
visión, ra 10, prensa, sobre todo laicos. En 1991 R d. M , as: te e-
tra ninguna defensa ni del Estado (informamos en el apéndice la
escuc h a en t o d a Ital1a, . d e d.ico, a m . hbro
1
. una s · a dzo cn« ' que se opinión de un médico) ni de los ministros de Dios. Yo quiero que
d es d e el 12 de febrero hasta el 24 de septiembre ene h ibil
e transmisi
.. ~nes
. . , a 1 mente dmgid estos doce millones de italianos, máxime los adivinos vuelvan a los
por e I pa d re LIVIo; es por demás decir que ésta fue l , , as sacerdotes. Pero en primer lugar su fe se reduce a la lámpara. Según
d d. I . , d 11·6 a vía mas eficaz
e ivu gacron e I ro y de las ideas que se encuentran ah' Añ d un estudio ISPES promovido por las revistas Familia Cristiana y
una gran cantí.d a d d e conferencias
e
cartas encuentros q r. ha o Jesús sólo el 34% de los italianos cree en la existencia del demonio.
h h . ' ' ' ue me an
ec o conocer mejor los dos argumentos que deseo exponer a ui Pero después, ¿qué acogida tendrán? Vida Pastoral, en enero de
aunque brevemente. q ' 1992, publicó un interesante artículo del estudioso Armando Pave­
En primer lugar: ¿por qué hoy la petición de exorcistas es tan am­ se en el que se dice, entre otras cosas, que los adeptos de lo oculto
plia? ¿Podemos decir que el demonio está más desenfrenado ahora serían más de 100000 y que se presentan como verdaderos profe­
que otrora? ¿Podemos decir que los casos de posesión diabólica y de sionales, de consumada experiencia; los sacerdotes son menos de
38000 y en este campo son verdaderos analfabetas.
otros maleficios secundarios han aumentado? Continuamente se me
han hecho estas preguntas y mi respuesta es decididamente afirma­ Haré en el apéndice del capítulo, un análisis de la odisea de los
tiva. El racionalismo, el ateísmo predicado a las masas, la corrupción fieles para encontrar un exorcista; ¡cuán difícil es ser sólo escucha­
derivada del mundo consumista occidental, han determinado una dos con el mínimo de comprensión que la caridad cristiana impo­
ne! Pero aquí nos encontramos ante una ignorancia no justificable,
dramática disminución de lafe. Y es matemático que, con la disminu­
sobre la cual deseo detenerme un momento, corno me detuve sobre
ción de la fe, crezca la superstición.
la situación del pueblo que recurre a los adivinos. Es el segundo
El aumento de la superstición hoy se debe a muchos factores. terna de este capítulo.
Cine, televisión, radio y prensa, se han convertido no sólo en trans­ Desde hace más de un decenio el exorcizado prácticamente se
misores de pornografía, sino también de magia, de espiritismo, de ha ausentado del mundo católico, contrariamente a lo que sucede
ocultismo y de ritos orientales. Además algunas reuniones de masa, en algunas confesiones de la reforma protestante. No me parece
cintas magnetofónicas, discotecas, difunden mensajes sublimina!es, decir nada ofensivo respecto de los obispos, si constato un hecho:
rock satánico, entre otros. Las consecuencias más visibles han 5id~ la casi totalidad del episcopado católico no ha hecho nunca exor­
manifestadas por la policía, cuando ciertos excesos han llevado ª cismos ni ha asistido a exorcismos. Por lo que es siempre difícil
delito. En todos los periódicos de Occidente la sección más leída es creer en fenómenos que, hasta para nosotros exorcistas, no serían
el horóscopo. En Italia, sabemos algo de la legalización del ab~rto
5
f creídos si no se los hubiera visto.
Es verdad que la Sagrada Escritura es muy clara en este asunto;
de la difusión de la droga: dos plagas a menudo ligadas al satanI 1?t.0;
. , em1 i está la praxis y la enseñanza de toda la historia eclesiástica; están
El 30 de octubre de 1991 la tercera sesión penal de la Casacwn . es
una sentencia en la que declara que la actividad de la quiroman~~~o las disposiciones del Derecho Canónico. Pero contra la praxis del
una fuente lícita de renta, sujeta a los impuestos sobre la renta, pasado y la enseñanza de la Iglesia se ha levantado el muro del no
ejercicio del exorcizado (hablo en general; siempre ha habido algún
la grafología, la astrología y las disciplinas paranormales. la exorcista). Y contra las enseñanzas de la Sagrada Escritura se ha
d.. os a
La conclusión es que los italianos que recurren a ª e~- No ~;{° levantado el muro del silencio o, peor aún, la interpretación errada
quiromancía y a lectores del tarot..., son más de doce mi ?nproba­ de algunos teólogos y de algunos biblistas.
es fácil tener estadísticas, pero este dato, que parece el mas
11

10 ¡..•
i 1 ¡¡¡;
= ~
Los sacerdotes, de los que provienen también I b·
, . .d b os o ispos d b
nan ser instruí os so re esta materia estudiand ' e e-
,
t eo I ogia. o tres ramas d e Ia Al descuido en los estudios y a la falta de experiencia directa hay
que añadir, para agravar la situación y explicar el punto de parti­
La teología dogmática, hablando de Dios cread d b , da, la difusión de errores doctrinales, enseñados directamente por
también de la existencia de los ángeles de la ex· ~r, : ena tratar
. d I ' is enc1a de los d algunos teólogos y bibliólogos: errores que ponen en seria duda la
momos y e cuanto a Sagrada Escritura y la enseña d e- existencia misma del demonio, y sobre todo respecto de su activi­
nos dicen al respecto. nza e 1 a Iglesia
dad; errores que, presentándose como "interpretaciones actualiza­
La teología espiritual, como sea subdividida trat t d das", llegan a negar hasta las liberaciones del demonio hechas por
. .d d d. . . ' a anto e la
actrví a or mana del demonio las tentaciones· e d Cristo, considerándolas simples curaciones. Contra tales errores
. .d d . . ' ' orno e su ac-
t1VI a extraordinaria, que comprende todos los malefi · h se ha levantado claramente la voz de la autoridad eclesiástica, con
I · , d. b , 1. icios, asta un documento sobre la demonología, publicado en L'Osservatore
a posesión
. . 1a. o ica. Y aquí es en donde hay que enseñ ar ¡ os re-
;e.d 10s, me 1 usrve 1 os exorcismos. Véanse, por ejemplo, los conocí- Romano el 26 de junio de 1975 y luego agregado a los documentos
istmos tratados'. siempre válidos, de Tanquerey y de Royo Marín. oficiales de la Santa Sede', Cité los pasajes más sobresalientes en el
La falta ~e es:ud10 de la teología espiritual, que se prolonga desde libro Narraciones de un exorcista.
hace vanos anos, ha causado también una fuerte pérdida en la di­ Pero el fruto de esta triple causa:
rección espiritual propiamente dicha. * falta de estudio y de predicación;
La teología moral debería instruir también sobre todos los peca­ * ninguna práctica de exorcismos;
dos contra el primer mandamiento, entre los cuales está la supers­ * errores doctrinales.
tición; debería iluminar a los fieles sobre lo que es fiel a la voluntad Nos explica, por lo menos, en parte la situación de nuestro pue­
de Dios y sobre lo que le es contrario, como la magia, la nigroman­ blo que se dirige a los adivinos, como hemos visto, y nos explica la
cia y demás. actitud incrédula de los eclesiásticos. No me canso de repetirlo: se
La Sagrada Escritura es muy clara al respecto y usa palabras trata de una situación objetiva, en parte ingenua, ante la cual se
durísimas contra estos pecados. Piénsese también sólo en la lis­ encuentra hoy el clero: los sacerdotes en los estudios del seminario
ta presentada por el Deuteronomio (18, 10-12) en donde se atacan no han tenido una preparación sobre la existencia de Satanás, so­
estas prácticas con la condenación: "Quien cometa estas cosas es bre su acción, sobre los modos de combatirlo, sobre las causas por
abominable a Yahvé". Pero muchos moralistas de hoy, ya no saben las cuales se puede caer en maleficios; y, esto, porque en los cursos
teológicos se descuidan temas de las enseñanzas de la teología dog­
distinguir el bien del mal, ya no enseñan qué es pecado mortal Y;?
mática, de la teología espiritual y de la teología moral, como hemos
que no lo es; por tanto los fieles no han oído hablar de tales pro ,­ anotado.
biciones. Basta leer los últimos diccionarios de teología moral en la
Los sacerdotes, generalmente, no han hecho nunca exorcismos
palabra superstición: no hay allí nada claro', ni han asistido a exorcismos y a menudo se dejan influenciar por
·w~~
H e tratado de preguntar a muchos sacerdotes, de d.ísnn d ciertas corrientes de estudiosos de teología y de Sagrada Escritura,
des, si Y cómo han profundizado estos argumentos, en los trata os que no siguen la sana doctrina de la Iglesia, considerándola supera­
d e teo 1 ogia
' que he nombrado; me respondieron que d e es tas cosas
. de da, digna de la Edad Media, respecto de la existencia y de la acción
no han oído hablar. Para colmar esta grave laguna hay que p_artzr del demonio.
los programas de estudio en los seminarios y en las academias. He aquí por qué las personas ya no encuentran en los hombres
de Iglesia, ni enseñanza, ni comprensión, ni ayuda, ni simple escu­
. m de
' . . . Ed Stu dtU ' cha. Y entonces se dirigen a los magos.
El que quiera ideas precisas debe acudir por lo menos al diccionano de la · alabras:
i96i, bajo la dirección de ROBERTI-PALAZZINI; allí encontrará bien tratadas las p
superstición, adivinación, idolatría, magia, observancia supersticiosa... ' SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Fe cristiana y demonología.
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También han sido publicadas estadísticas significati
mendas respecto de los teólogos italianos. Hablo de es:asd,Y ~re. porque no se cree en las promesas del Señor, que en su nombre po­
, .
d ramatícas porque sustancia. 1 mente se 11 ega a esta conclus·a , Ist1cas
, Ion: una demos expulsar demonios. El que quiera exorcismos diríjase a los
tercera parte d e los teologos no cree en la existencia de s t , anglicanos, o a los pentecostales, o a los bautistas, que creen en las
.
d os tercios , . a anas·
cree en teoría, pero no en su acción práctica y s . ' palabras del Señor y hacen exorcismos". Me gané una promesa: "Re­
. , e nie­
gan a tener 1 a en cuenta en su aceren pastoral En estas condi'c• flexionaré sobre este problema". Creo que en el capítulo siguiente
. · iones,
queda muy poco espacio para los que creen y la llevan a la prá t·- están las bases para una reflexión.
. . . ac 1
ca: excepciones, que tienen que ir contra corriente, a menudo son
objeto de burlas y obstaculizados por los demás. Para llegar a estas Testimonios
conclusiones me basé en las estadísticas hechas en Alemania oc­
cidental en 1974, y publicadas también en el Concilium (19 , , p. Carta a mi obispo
75 3
112). Añado las estadísticas publicadas en: Diavoli, demoni, posses­
sionis. Son datos que corresponden a muchos artículos de teólogos Entre tantas cartas de recriminación, preferí publicar una de
y a mi conocimiento directo. En el apéndice, publico los motivos agradecimiento. Es de un padre de familia que narra los sufrimien­
tos de la esposa: quince años de martirio que se hubieran podido
por los cuales uno de los más famosos teólogos franceses no está de
acuerdo con muchos otros. evitar en gran parte, si los sacerdotes creyeran en las palabras de
Cristo y en los poderes que se les han conferido. Reflexiónese sobre
Las estadísticas presentadas se refieren a los teólogos; pero su todo en los interrogantes finales:
influencia sobre la mentalidad corriente del clero es evidente. No
Excelencia, me permito escribirle después de una transmisión televisi­
se hicieron estadísticas directamente sobre sacerdotes, pero creo
va, relativa a todos los problemas de depresión, bajo todas las formas.
que los resultados serían muy semejantes; ciertamente el compor­ Según un especialista, existen tres tipos de remedios para curar esta
tamiento práctico lo hace suponer. enfermedad: los medicinales (tranquilizantes, somníferos, etc.); el
Alguien se maravilló, o escandalizó, porque en mi libro Narra­ electroshock (impulsos eléctricos) y la psicoterapia (psiquiatría, psi­
ciones de un exorcista, presenté las respuestas de algunos obi~pos, cología, psicoanálisis).
aunque recomendé no generalizar, porque donde hay exorci5t~s, Uno de los médicos entrevistados citó el caso de una mujer en el hos­
evidentemente, hay obispos sensibles a estos problemas. ~epito pital de Santa Ana (podía tratarse de mi esposa). Explicaba que ningún
algunas respuestas más frecuentes: "Yo creo sólo en la parapsic?lo­ médico de este mundo había podido curarla. Ella decía hab~r perdido
gía"; "Quisiera saber quién le ha metido en la cabeza estas estupi~e­ su alma y no lograba obtener paz. El psiquiatra concluyó: "Este es un
caso de depresión en el que el enfermo se cree condenado. La Iglesia
ces". Estoy exorcizando a un J. oven cuyo obispo ha rechazado ver o,
• · rían en habla de diablo, pero es sólo melancolía".
no quiso nombrar un exorcista, acusó a los padres que msis 1

ser ayudados: "Los endemoniados son ustedes dos". En ningún momento los médicos pensaron en contactar un sacerdote.
¿Por qué? Escuchando esa transmisión me sorprendió la ignorancia de
En mis encuentros con los obispos siempre he encontrado 1'.1u- los médicos, que se declaran especialistas de enfermedades depresi­
h . , práctica.
c a cordialidad, aunque después no he hallado a dh esion m- vas. La pregunta que me hice fue ésta: ¿qué hacen los psiquiatras por
A un obispo le dije: "Usted es sucesor de los apóstoles por n? no estas personas? Es posible que el caso vivido por mi esposa no sea el
51 único. Tal vez otras personas, en hospitales psiquiátricos, podrían ser
bramiento. Pero depende de usted ser imitador de ellos; Y . ás
hace exorcismos, no obra como ellos obraron". Con otro fu~ :u­ curadas como fue curada ella. ¿O tal vez la Iglesia considera la po­
sesión diabólica como una tara? Sin embargo, encontramos diversos
decidido. Le sugerí; coloque un aviso grande en el portón de. ªrnos
casos de posesión en el Evangelio.
ria episcopal que diga: "En esta diócesis no se hacen exorcrs

3
LENJ·IMAN, K. Diavoli, demoni, possessioni, Queriniana, Brescia, 1983. P· 27 Y JI S.

.
15
14
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; :;~~ .,. ~
Después de numerosos diálogos con sacerdotes y religiosas d
tar que prefieren ignorar la existencia de Satanás. ¿Qué se ~u <:_consta.
. . para que 1 os sacerdotes sean tan ignorantes
semmano, . nsenaenun
en est la oración! Entonces quedaba más deprimida, lloraba continuamente.
e campo? Los médicos aumentaban las dosis de tranquilizantes y de somníferos,
Últimamente una madre superiora, que conocía muy bien a . y el único efecto era el de intoxicarla.
sa, habiéndola ayudado varios años durante su enfermedad mi esh~o-
También empezó a beber alcohol en gran cantidad, precisamente ella a
preguntas so b re su camb.10 d e v1.d a. H ay que subrayar, que en 'ame izo
, d o m1. esposa era consi.d era d a una enrerrna
no e
mental Le hablé qued1 pe- quien siempre le había repugnado el alcohol. Y lo extraño era que no ~e
. . · e eun daba cuenta de la bebida. En este período hizo varios intentos de sui­
sacerdote exorcista que tuve la gracia de encontrar le hable' ta h.,
, ' m~ cidio: consumiendo cajas de medicinas, cortándose las venas, etcétera.
de Satanas y de sus poderes. Al final de este coloquio la religiosa e ¡ . ¡Fue siempre salvada in extremis!
mo:, "E d d .
¡ ntonces es ver a que el diablo existe! Nuestros capellanes no
xca
hablan nunca de esto". Se decidió una hospitalización para desintoxicarla del alcohol y se le
encontró en la sangre una concentración de 3,8 grados. El médico no
No hablo de teorías. Son testimonios de un caso muy preciso, el de dejaba de sorprenderse: no le descubrió ningún mal físico y, hablando
mi esposa, a quien he visto torturada durante quince años. Tuvo una con ella, no descubría ningún síntoma de una alcoholizada. La mandó
vida normal hasta la edad de diez años. Todo el mal comenzó en ese donde el psiquiatra. Allí mi esposa hablaba sólo de sus problemas de
período. Su abuela hacía venir a casa un ocultista que invocaba ciertos fe y el especialista se limitó a aumentar la dosis de tranquilizantes: la
espíritus y, por medio de ellos, conversaba con los difuntos de su fami­ redujo a una drogadicta, sin reacciones y sin memoria.
lia. Mi esposa, todavía niña, asistía a esas sesiones; y desde entonces
su equilibrio empezó a turbarse. Sus padres, que no sabían nada de lo No sabiendo ya qué hacer, recurrí a un médium. Mi esposa tuvo una li­
que estaba sucediendo por causa de la abuela, notaron el cambio de gera mejoría, pero luego tuvo recaídas. Comprendí que había empren­
comportamiento: se volvía agresiva, turbulenta, etcétera. dido un camino equivocado. Precisamente, después de llevar a cabo
las prácticas para la adopción de un niño, pues mi esposa era estéril,
Algún tiempo después fue atacada por tantos males que llegó a per­ nos confiaron un niño de tres meses. Nos alegramos y esperamos que
der el conocimiento. Los médicos no descubrían ninguna causa, no nuestros problemas, finalmente, quedaran resueltos.
encontraban ninguna enfermedad; para ellos era un caso incompren­
Pero el mal recomenzó con mayor fuerza, con varios síntomas: pérdida
sible. Varias veces huyó de casa y en vano fue visitada por psicól~gos de la vista, gritaba contra todos, se expresaba como una sordomuda, y
Y psiquiatras; no descubrían nada, también porque vivía en un chma a veces lanzaba gritos horribles. Trató de matarme y también al niño
familiar sereno, rodeada de todo el afecto de sus seres queridos. con un fusil, trató de lanzarse por la ventana. Se subía al carro y se au­
sentaba por horas; ¡quién sabe dónde iba! Por la noche se levantaba y
Nos casamos en 1976. Los primeros años de nuestro matrimonio fue· corría por las calles; tenía visiones diabólicas. Una vez la encontré en
ron bastante serenos. Solamente tres años después, apareciero. · n sus. la tina del baño, con la cabeza debajo del agua, sin conocimiento; tuve
st
male ares, hasta el punto de perder el conocimiento. Los especiahs­ que practicarle la respiración artificial. Otra vez tuvo un i~cidente au­
tas consultados no descubrieron ningún mal específico, insi. stl' a nen tomovilístico: no recordaba nada, ni siquiera de haber subido al carro.
prescn.b.ir tranqui·1·izantes. Luego comenzaron para m1. espos a grandesdo Continuamente yo tenía que dejar el trabajo y correr a casa; era terrible.
problemas de fe. Ya no quería ir a la iglesia; ya no quería rezar. Cuan lir
la acompañaba a la iglesia se volvía glacial con el único deseo de 5~¿ Sin embargo, intuía que si hubiera reencontrado la fe, si hubiera po­
' dido rezar las cosas hubieran salido mejor. Pero ella no lo lograba Y
pron~amente. Esto la deprimía completamente (siempre había 1 s1 o
reaccionaba de mal modo, ante la presencia de un sacerdote. Empecé
practicante); se sentía culpable, pero no sabía de qué. a desesperarme. Mi esposa ya no podía permanecer so~a en casa y ya
Fue, a menu d o, donde sacerdotes, para exponer su drama, P ero nosas
la no se podía ocupar de nuestro hijo. Hacia el futuro yo veta todo oscuro.
comp rend·ieron nunca. Sólo escuchaba palabras genéricas:
• "Son cotor·
Un sacerdote, caso rarísimo, había señalado que mi esposa podía tern~r
que suceden... todos pueden tener dudas... hay que rezar". ¡Per~ slu 0r una presencia maléfica. Supe, por casualidad, que en Portugal había
mento era , precisamente,
· el de sentir repugnancia• meo
· ntenib e P
17
16

• 1 - •
: ~ _.¡¡¡ '.
dos mujeres que curaban este mal. Contra el parecer de los , .
de los familiares, fui allá. Esas dos mujeres oraron sobre m~edicosy¡
dijeron, que se trataba de una posesión diabólica. El resultad edosa Yi
O
La impresión de un famoso teólogo francés
oraciones fue increíble: por primera vez después de much _ e esas
esposa durmió . , d urante to d a l a noche: un sueño calmado os anos mi Creo que en el posconcilio, tal vez por reacción a los impedimen­
. nmguna
sm . me d'rema.
. S e sentía , b'ien. y,o no podía creer cua
' reposado
d : tos exagerados del pasado, los teólogos se declararon muy inapro­
manejar· e l carro con segun'd a d , d urante el viaje de regreso. n 1 a v1 ° piadamente, enseñando como verdad indiscutible lo que a lo sumo
podía ser hipótesis de estudio. Y no hay duda de que hayan contri­
Se nos habían recomendado oraciones para rezar y durante algu d' buido a alejamientos y confusión. Claro que no me propongo genera­
' ~~
todo parecia haber vuelto a la normalidad. Pero luego reapareció el
Con la ayuda de un presbítero, contacté un sacerdote exorcista.
mue h otra b ajo
. y nos d'10 cita
· para d os meses después. No voy a describir
1
rua
T:~· lizar; la obra de muchos de ellos ha sido preciosa, cuando han sabido
permanecer en el ámbito propio de ellos, sin pretender invadir un
magisterio oficial que no les corresponde. Considero útil presentar
las oraciones hechas durante los exorcismos y las pésimas reacciones d
el pensamiento de uno de los más famosos teólogos franceses, Henri
mi esposa; pero al final de cada exorcismo se sentía de nuevo ella misma.
de Lubac, con quien concuerdo.
plenamente curada. Cada vez que recaía, el exorcista nos recibía inms.
diatamente y nos enseñó cómo defendernos de Satanás. El cinco de diciembre de 1968 me negué a asociarme a una "De­
claración" publicada por los teólogos del grupo del Concilium, que
Los ataques se volvieron cada vez menos frecuentes. Mi esposa volvió me pareció totalmente indecente y demagógica; y además sin objeto;
a sonreír, a sentir la alegría de vivir, de rezar, de cuidar a nuestro hijo y en realidad estos teólogos gozaban de toda libertad de expresión y
de recomenzar las buenas amistades. Ahora es realmente otra persona. trataban de imponer, de hecho, su absolutismo.
Quisiera hacer notar que ese exorcista actúa con la ayuda de una persona He aquí mi texto:
que tiene el carisma de descubrir los objetos infestados (de eso hablare­ 1. Siempre he dudado respecto a manifestaciones a través de la
mos en otro capítulo). Vino a mi casa y encontró tres. Creo que el mal prensa. Se apela a una opinión, normalmente, incompetente,
atacó a mi esposa cuando la abuela invocó los espíritus en su presencia: que se apasiona fácilmente y que en gran parte no es cristiana.
es muy peligroso y la gente debería estar informada. ¿No es posible que Más de una vez constaté los inconvenientes de semejante pro­
tantos sacerdotes consultados no supieran nada de estas cosas? cedimiento.
No sé ~o~o agradecer a ese exorcista; ¡pero qué terribles quince años
En el contexto actual, el procedimiento me parece doblemen­
de sufrimienm, antes de llegar a él! Parece extraño que, ya en el zoco, te inoportuno:
cuando el hombre ha ido a la luna y se vive en un mundo informático, a) Se corre el riesgo de aumentar la desorientación y la agi­
electrónico Y robótica, no se sepa nada de una realidad que conocemos tación que son actualmente un signo, no de vitalidad,
desde hace 2000 años. sino de degradación.
b) Todas las posibilidades que quedan de una auténtica re­
¿Es justo que se deje sufrir a las personas las penas del infierno, sól_o
· novación en la Iglesia dependen de una conciencia man­
porque no se quiere creer en las realidades de las posesiones d'1ª b'h-
0
tenida o reafirmada por la unidad católica, confirmadas
cas? Yo pregunto: ¿La Iglesia forma un número suficiente de sacerdotes
con los hechos. Antes de invocar para sí mismos libertad
exorcistas?; ¿Ya todos los otros sacerdotes, se les instruye, por lo me~~~• y garantías suplementarias, aunque legítimas, los teó­
sobre estas realidades evangélicas?; ¿hay que dejar que la gente se dlflJª logos tienen el deber, en las actuales circunstancias, de
ª u~ grupo de charlatanes, que se aprovechan de sus sufrimientos para defender y promover esta unidad. Esto forma parte en
enriquecerse?
primer lugar de su deber de predicar la Palabra opportune
Pido excusas d . to resal- et importune. De lo contrario, al proceder de manera uni­
por este esahogo de cólera pero me parece ¡us
tar lo que par •¿ d ' . r haber lateral, entran en el círculo de las reivindicaciones.
· ece O1VI a o. Y le agradezco a usted excelencia, P0
nombrado a ese · ., '
exorcista que resolvió nuestro caso.
18 19

I
·;: ¡:r ~ ; :; ;:
Para expresar todo mi pensamiento: muchos hechos mues-
Si la pauta publicidad aumenta es porque muchos se dejan embobar
2· tran que la pluralidad de las escuelas teológicas está hoy con todos los efecto del hecho, como gastos inútiles, pero sobre todo el
realmente amenazada por todo tipo de presión, de propa~ riesgo de perder dinero y tiempo; y de no ser curados, mientras que la
ganda, de intimidaciones, de exclusivismos, que no provie­ medicina tradicional podría hacer un poco más. Cualquiera que tenga
nen de la autoridad legítima. Al ver todo lo que se hace y un poco de sentido común se puede preguntar si es lícito continuar
lo que no se hace, me fui convenciendo de que la libertad embaucando al prójimo.
de acción del Magisterio en la Iglesia se dificulta más seria­ ¿Qué hace nuestro Ministerio de Salud?; ¿nunca ha hecho sentir su
mente que la libertad de expresión de los teólogos que fa voz?; ¿no puede intentar advertir a las personas?; ¿y la Federación de
reclaman. las Órdenes Médicas?; ¿no debería cancelar las tarjetas profesionales
de los médicos que se prestan para intervenciones que van en contra
Finalmente una pregunta: ¿antes de recurrir a tal modalidad de
de las reglas de la buena práctica médica? Son preguntas que desde
declaración colectiva y de manifiesto, estos teólogos han propuesto hace tiempo requieren una respuesta; ¡pero quizá es impopular tomar
a las instancias competentes, con la diferencia y la libertad reque­ una determinación por el interés de la salud pública!
rida, un plan de reforma y de reorganización sobre los puntos que
les interesan?
(De: 30 Giorni, julio de 1990, p. 48).

Unfreno a la invasión de los médicos charlatanes


Con este título, el profesor Silvio Garattini, director del Instituto
"Mario Negri', publicó un claro y simple comunicado en el Corriere
Medico, noviembre de 1991. Hasta los exorcistas están muy de acuer­
do con los médicos al querer desenmascarar a los embaucadores.
La charlatanería en el campo médico no ha sido tan prolífica e invasiva
como en este tiempo. Basta encender la televisión para encontrar al­
gún mago, parasicólogo o curandero que hable de enfermedades y del
mejor modo de curarlas.
El descaro de estos individuos no tiene límites: con excepción -al menos
por ahora- del cáncer, todo está a la mano de sus facultades terapéuticas:
desde las trombosis a las artritis, desde la diabetes hasta la migraña. Con
u~ descaro increíble contestan a las preguntas de complacientes entre­
':stadoras O de interlocutores telefónicos, a menudo preparados; todo
nublící, aparezca, por ninguna parte la información de que se trata de
pu 1c1dad pagada.
Para protegerse de e tu 1 'd'
, . ven a es acusaciones, la presencia de un me reo.
que esta siempre de acu d 0 · bre
la legití
1 1m1'd a d d e las mte
. er , sirve para tranquilizar a los oyentes so
· "d d de
publicidad en los . , _rvenciones. No hay que olvidar la canti a
aliment penodicos Y en las revistas que van desde la dieta de
os naturales hasta I h·1 d ' sí
simas cremas a t' . . os romasajes, las yerbas, las numero -
1 1
n ice u itís y contra la calvicie.

20 21
¡¡ 1

Cristo contra Satanás

Todo cuanto nos proponemos decir tiene por fundamento lo


que hizo Jesús, lo que enseñó, los poderes que confirió a sus discí­
pulos. Son éstos los pilares para comprender la obra de la redención
que, de lo contrario, seguiría siendo un misterio.
Las muchas referencias que encontramos aquí nos parecen que
están bien reproducidas por tres expresiones, por así decirlo, pro­
gramáticas:
* El Hijo de Dios se manifestó para "deshacer las obras del diablo"
(1Jn 3, 8). Palabras muy precisas, de las cuales no se puede pres­
cindir para entender la acción del Divino Maestro.
* Cuando Pedro quiere asumir esa acción, en el importante en­
cuentro con Camelio (el primer pagano convertido al cristia­
nismo), la sintetiza con esta expresión: "Pasó haciendo el bien y
curando a todos los oprimidos por el diablo" (Hch 10, 38).
* Pablo, en suma, cuando se propone expresar en profundidad
la lucha que el cristiano debe sostener para ser fiel a su Señor,
afirma: "Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las
acechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra la car­
ne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potesta­
des, contra las Dominaciones de este mundo tenebroso, contra
los espíritus del mal que están en las alturas" (Ef6, n-12).
A la luz de estos pasajes comprendemos la gran importancia que
los evangelios dan al encuentro directo entre Cristo y Satanás, del
cual subrayan la derrota total.
Ya al comienzo de la vida pública de Jesús, inmediatamente des­
pués de la solemne proclamación del Padre en el Jordán, aparece el
antagonismo de las tentaciones. Breves, pero incisivas las palabras
de Marcos: "Él permaneció en el desierto cuarenta días, siendo ten­
tado por Satanás" (1, 13). Es muy significativo el objeto de las tenta­
ciones, como nos lo cuentan Mateo y Lucas. Es un argumento lu­
minoso, que incluye nuestras tentaciones: se trata, efectivamente,
de elegir entre los deseos de la carne (alimento, éxito, poder...) y la

23

---
. . d l d · · di..- 1 -~ -- ~----tI~ ~

te, e l testímonío e os emomos es peIJU ' cia porque son rnen -


7
rosos por naturaleza y porque se proponen anticipar la revelación
sobre la persona de Jesús, que Jesús mismo quiere manifestar poco
apoco.
El primer capítulo de Marcos presenta una vez más la frase: "Y
muerte en cruz. recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando a
Desde este momento Satanás ya está derrotado. Será una co _ los demonios" (1, 39), en la cual vemos todavía unida la predicación
tinua victoria contra él, toda la predicación del Maestro, dirigidan de la victoria sobre Satanás.
instaurar el reino de Dios; a ésta se une con claridad creciente t Marcos nos habla, otras veces, del poder de Jesús sobre los de­
revelación de la divinidad de Cristo, subrayada por aquellos si~o: monios: "Los espíritus inmundos, cuando lo veían, caían a sus pies
extraordinarios que son sus milagros. Y entre estos signos, adquiere y gritaban diciendo: 'Tú eres el Hijo de Dios'. Pero él les mandaba
particular valor el dominio de Jesús sobre los espíritus inmundos· enérgicamente que no lo descubrieran" (3, 11-12).
precisamente porque su obra consiste en destruir el poder de Sata­ Interesante el encuentro con la mujer pagana, de origen siro-feni­
nás y en liberar a la humanidad. Por eso los evangelistas insisten en cio, que demuestra una fe tan grande que merece la liberación de la
estos episodios, distinguiéndolos netamente de las curaciones de las hija; nótese, porque de esto también hablamos, porque igualmente
enfermedades y subrayando particularidades sobre los cuales nos sucede hoy, se trató de una liberación a distancia y sin la presencia de
detendremos más adelante. la persona interesada directamente (cf 7, 25-30).
Comienzo con Marcos, que ya desde el principio, en el primer Hablaremos aparte de dos casos de liberación, que tienen una
capítulo, subraya tres veces este poder de Cristo. importancia significativa por la copiosidad de particularidades con
los que se narran: el endemoniado de Gerasa (5, 1-20) y el muchacho
Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu a quien los apóstoles no habían podido liberar (9, 14-29). Son episo­
inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús dios que encontramos también en Mateo y Lucas, que merecen una
de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de atención particular.
Dios". Jesús, entonces, lo conminó diciendo: "Cállate y sal de él". Y agi­
tán?ole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió Antes de pasar a otras consideraciones (sobre el valor que Jesús
de el. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban mismo da a estos episodios y sobre el poder conferido antes a los
~nos a otros: "¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con auto­ apóstoles, luego a los setenta y dos discípulos y finalmente a todos
ridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen" (1, 23-27). los creyentes), completamos la reseña con algunas narraciones de
Mateo y de Lucas. Juan prefiere no detenerse en ningún episodio
, Nótese cómo la gente, filosóficamente, une la predicación de Je­ particular, sino hacernos reflexionar sobre observaciones de carác­
sus con su poder de expulsar demonios. Son, igualmente, pruebas ter general.
de su autoridad.
Mateo insiste en varias liberaciones colectivas, sin precisar el
"Al atardecer l . _ número:
.
d emornados· , ª ª puesta del sol, le trajeron todos los enfermos Y en
la ci d d , 'a
' u a entera estaba agolpada a la puerta. Jesus curo
mue h os que se e ncon t ra b an mal de diversas enfermedades y expu 1 so' Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban
a muchos demon· y d . mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, luná­
cían" ( ros. no eiaba hablar a los demonios, pues lo cono-
l, 32-34). ticos y paralíticos, y los curó (4, 24). Al atardecer, le trajeron a muchos
endemoniados; Él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a to­
Jesús no quiere 1 t st1· . . · dos los enfermos (8, 16).
del Pad . ~ e momo de los demonios· tiene el test1monIO
rey nos InVItar, , . -
ªªnosotros para ser sus testigos. Ultenormen
24
25
, Lucas. Además de citar el episodio de la
El segundo caso rico en detalles nos lo ofrece la curación del
smGefle
- son
. c@rvada des d e I os d'recree
· h o anos
- por
mu1er en . . . b joven que los nueve apóstoles no lograron liberar, mientras Jesús se
én diabólica (13, u-17), 1 e gusta ínsístír so re las encontraba en el Tabor, con Pedro, Santiago y Juan. Me baso sobre
todo en Lucas (9, 38-43). También aquí nos encontramos ante un
Ji:llienaGi caso de posesión gravísima. El demonio atormenta al muchacho
1 todos cuantos tenían enfermos de diversas dolen, haciéndolo mudo, echándolo por tierra en donde se retuerce por
~ l guesfa tdel so ' niendo Él las manos sobre cada uno de ellos
Gias se los lle~~ba~; !~~n demonios de muchos, gritando y diciendo; las convulsiones, tanto que es como si fuera epiléptico. Pero hay
los, cura15a.l SH_~and a Dios". Pero Él, conminaba y no les permitía ha- algo peor. Es un demonio destructor, que quiere causar la muerte
"Tu eres e 1J0, e que Él era el Cristo ( 4, 40-41 ) . "H a b'ian veru'd o para de ese hijo único, echándolo en el fuego o en el agua (me sirvo tam­
blar porque sa b ian e d d rr b' , I bién de la descripción de Marcos) (9, 14-27).
' er curados de sus enrerme a es. 1am ien os que
escuchar 1 o Y para s , • d b d Aquí se pueden notar dos detalles importantes. Ante todo, la
os por malos espmtus que a an cura os. Todos
estaban atormen tad , b ,, pregunta de Jesús: "¿Desde cuánto tiempo sucede?". En el evangelio
d t Cario orque de El salía un poder que cura a a todos (6
b
trata an e o P , . d d ' · ' no se nos dice nunca la causa de las posesiones; en este episodio se
18_19). "Y algunas mujeres que habían sido cura as de espmtus ~a- precisa el tiempo "desde la infancia". Se trata ciertamente de una
lignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, e 1 a que hab1an
salido siete demonios..:' (8, 2). causa inocente, por lo menos por parte de la víctima.
Luego hay que notar las condiciones que Jesús exige para la libe­
Pasemos ahora brevemente a los dos episodios más complejos, ración. Al padre le exige la fe: "Todo es posible para quien cree". A
los más ricos en detalles. los apóstoles, maravillados y desilusionados por el fracaso, añade:
Examino la liberación del endemoniado de Gerasa, basándome so­ "Esta clase de demonios no puede ser expulsada con ningún otro
bre todo en Marcos (5, 1-20). Nos encontramos ante el caso más grave medio, sino con la oración y el ayuno". ¿Es un límite al poder dado
de posesión diabólica sistémica, en la que el endemoniado demues­ a los apóstoles? Creo más bien que es un signo preciso, que indica
tra una fuerza sobrehumana, tanto que rompía cadenas y cepos, y cómo la liberación del demonio es un hecho de gran importancia
en el que se muestra tan furioso, que se hace peligroso pasar por ese y dificultad, por lo que el efecto de los exorcismos, no es por así
lugar. Nótese que en otros casos de posesión, no se presentan tales decirlo automático, sino que a menudo requiere, amén de la fe y la
reacciones; a veces el mal diabólico puede ser idéntico a un mal físi­ oración, mucho tiempo.
co: por ejemplo, en el caso del sordomudo o de la mujer encorvada. En este punto, después de haber visto con cuánta fuerza y fre­
También hoy los efectos de la posesión son muy variables. cuencia expulsa Jesús a los demonios, conviene hacer varias obser­
Es interesante la respuesta a la petición del nombre: "Legión, vaciones.
porque somos muchos". También este caso sucede todavía hoy. El primer plano es que Jesús reconoce el poder del maligno:
Pero también es curioso el hecho de que Jesús acepte la petición
del demonio, de ir a los cerdos, y no "fuera de aquella región': o in­ * Puede entrar en un hombre: "Y entonces, tras el bocado, entró
cluso "al abismo", como lo narra Lucas. Hoy también sucede que el en él Satanás" (Jn 13, 27), cuando describe el final de Judas.
demonio pide al exorcista un destino, o sucede que sea el exorcista * Puede regresar con otros siete espíritus peores, aun después
quien lo impone. El episodio termina con el apostolado especial de haber salido (Mt 12, 43-45).
q_ue Jesús asigna al hombre curado: esta vez no le ordena que calle, * Puede realizar hechos tales como maravillar al pueblo, como
smo que hable. La importancia de este tipo de poder de Jesús es tal, hacía Simón el Mago (Hch 8, 9).
que nunca el Señor ordena a un endemoniado que no hable de su
lib eracion,
., como en cambío · manda a menudo a las personas cura- * Dispone de un poder particular en ciertos momentos: "Ésta es
das de enfermedades. su hora y el poder de las tinieblas" (Le 22, 53).

26 27
contra sí mismo y está dividido, no puede subsistía pues ha Ilegado
su fin" (Me 3, 23-26).
El segundo argumento es todavía más fuerte. Si e1 pr~er razo­
namiento muestra la absoluta absurdidad de la acusación, el se­
gundo da la verdadera explicación de cuanto está sucediendo, por
tanto, abre los ojos de los oyentes sobre el verda,d_ero ~ignificado
de este poder que Jesús demuestra contra los espm~s mmundos.
"Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo a los demomo~, ,es que ha
llegado a ustedes el Reino de Dios" (Mt 12, 28). La expulsión del de­
¿No los he elegido yo a ustedes, los Doce? Y uno de ustedes es un monio marca la llegada del Reino de Di~s en el mun?º• por
lo cual
diablo (Jn 6, 70). Ustedes son de su padre el diablo y quieren cum­ reviste una importancia fundamental: Ahora el prmcipe de este
plir los deseos de su padre (Jn 8, 44). Ananías, ¿cómo es que Sata­ mundo será echado afuera" (]n 12, 31); "El príncipe de este mundo
nás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo? (Heh 5, 3). [Si­ está juzgado" (]n 16, 11). Es la obra qu: Jesús vi~o a re~ lizar sobre la
1
món, Simón! Mira que Satanás ha solicitado poder cribarlos como tierra Por tanto cuando algunos fariseos le dijeron: Sal Y vete de
trigo (Le 22, 31). aquí ~orque He~odes quiere matarte". Él c~n.testó: "~ayan a decir
a ese zorro: he aquí que yo expulso los espíritus malignos Y hago
A la luz de estas realidades, adquiere una particularísima impor­ curaciones hoy y mañana; y el tercer día alcanzaré mi meta" (Le 13,
tancia el poder demostrado por Jesús contra Satanás. Es un poder 11-17).
que pone en crisis a escribas y fariseos, los cuales tratan de darse El tercer argumento de respuesta consagra todo el discurso. Je­
una explicación, y no saben encontrar sino ésta: está de acuerdo sús muestra claramente su absoluta superioridad y la derrota de
con el príncipe de los demonios. Leamos, por ejemplo: Satanás. "Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio,
sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y lo
Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado. Y
vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus
expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada,
despojos" (Le 11, 21-22). Es clara la referencia. El ho~bre fuerte ~s
decía: "Jamás se vio cosa igual en Israel. Pero los fariseos decían: 'Por
Satanás, que se considera seguro. ~uand~ llega Jes~s, el dem_omo
el príncipe de los demonios expulsa a los demonios"' (Mt 9, 32-34). La
protesta a través de los endemoniados: ¿Has ven~ do a ~rr~mar­
acusación se repite a menudo; "Le dijeron los judíos: 'A hora estamos 1

seguros de que tienes un demonio"' (]n 8, 52); "Los escribas que habían nos?': porque Jesús es el más fuerte, que lo vence. El prmc~pe_de
este mundo. En mí no tiene ningún poder" (]n 14, 30); "El pnncipe
bajado de Jerusalén decían: 'Está poseído por Belzebú' y 'por el prínci­
pe de los demonios expulsa a los demonios"' (Me 3, 22). de este mundo está juzgado" (]n 16, 11). Ha comenzado el Reino
de Dios, por eso san Pablo, narrando al rey Agripa su conversión,
La acusación toca uno de los puntos fundamentales de la misión repite las palabras que el Señor le había dicho: "Yo te libraré de tu
de Cristo, venido para destruir las obras de Satanás y para liberar a pueblo y de los gentiles, a los cuales yo te envío, para que les abras
cuantos estaban bajo su poder. Por tanto, la respuesta es muy clara, los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder
completa y articulada con tres argumentos: de Satanás a Dios" (Hch 26, 17-18).

El primer argumento: la acusación es totalmente absurda, por­ Derrotado por Cristo, Satanás lucha contra sus seguidores. El
que llevaría a la autodestrucción del reino de Satanás. "¿Cómo pue­ Vaticano II nos recuerda que la lucha de los espíritus malignos con­
tinuará hasta el último día (GS 37). Por eso el Señor ha dado un
de Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí
poder especial a los apóstoles y a todos sus creyentes. De esto nos
mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida con­
ocuparemos en el capítulo siguiente.
tra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado
29
28
grande, otros científicos lo admiran en la coordinación d'e los áit@­
mos, en lo inmensamente pequeño.
M0s0tr0s sall5emos muy poco del mundo visible y mucho menos Si el orden material nos maravilla, ¿qué decir del orden espiri­
del mun clo invisible, por lo cual es muy cómodo, en vez de investigar, tual? Ese Dios que ha creado, con un orden admirable y con leyes
negar su existencia. Y así ni siquiera nos damos cuenta de la nega­ estupendas, miríadas de miríadas de cuerpos celestes, ha creado
ción de la omni potencia y de la sabiduría de Dios, que ha creado todo también con la misma omnipotencia y sabiduría miríadas de mí­
con una majestuosidad, inconcebible para la mente humana, con un ríadas de espíritus celestiales. La Biblia nos habla de nueve coros
orden perfecto y con fines precisos. Cuando se me pregunta sobre angélicos. Los padres y los escolásticos han estudiado y escrito mu­
el número de los ángeles, cito el Apocalipsis que habla de miríadas cho. Los teólogos modernos... se ocupan de la sociología. Sin em­
de miríadas: un número inmenso, incomprensible a nuestra mente. bargo, también entre los espíritus celestiales reina un orden, una
Cuando se me pregunta sobre el número de los demonios, respondo jerarquía, un fin inteligente (puesto que aquí se trata de seres inte­
con las palabras que el demonio mismo dijo a través de un poseso: "Si ligentes y libres) que es alegría, felicidad, belleza. Todo en alabanza
al Creador.
fuéramos visibles, somos tantos que oscureceríamos el sol".
Para dar una simple idea de la grandiosidad de la creación, que Es opinión común, deducible de la narración bíblica, que Dios ha
se nos escapa y en la cual ni siquiera pensamos, invito a reflexionar creado antes los ángeles y después el cosmos. El misterio de la creación
del mundo material es ciertamente admirable, en cuanto procede de
sobre los cuerpos que giran en el cielo. Un astrónomo puede, mucho
la omnipotencia y la sabiduría de Dios; pero seguramente alcanza su
mejor que yo, ilustrar las maravillas del universo; por eso uno de ellos
significado solamente cuando efectúa la creación del hombre; porque
afirmó: "Yo no creo; yo veo". Si reflexionamos sobre esto, quedare­
sólo con la presencia del hombre toda la creación sensible, a la que éste
mos maravillados. Todo el universo está dirigido por fuerzas, ligadas pertenece, se une a Dios, su Creador.
entre sí con una sabiduría perfecta; por ejemplo, la tierra está liga­
El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios ( Gn 1, 26), sien­
da a la luna con la fuerza de atracción, sin que ésta le caiga encima,
do ser racional, tiene la posibilidad de unirse a su Creador y comu­
porque una sabia ley centrípeta la hace girar alred~dor de nuestro nicarse con él. El mundo material, en cambio, aunque teniendo su
planeta. Todo el sistema solar es parte de una galaxia compuesta de origen en Dios, de por sí no puede gozar de un intercambio directo
millones y millones de cuerpos estelares; nosotros sabemos que en e inmediato con su Creador, del cual depende total y pasivamente.
esta galaxia todos estos cuerpos están unidos por un centro de_ atrac­
Los espíritus celestiales, es decir los ángeles, no están someti­
ción, que los astrónomos colocan a unos 30 mi! ªÍ:ºs luz del s1ste~a do de por sí, por su naturaleza, a una relación inmediata con este
solar. El eje de nuestra galaxia es de unos _9º mil anos _luz. Es_una d!­ mundo material. Ante su inteligencia, a medida que Dios la creaba,
mensión desconcertante. Sin embargo, vista desde lejos, a distancia no comprendían su finalidad. Ellos eran puros espíritus; a sus ojos
de unos millones de años luz, nuestra galaxia aparece sólo como un el mundo material no tenía un porqué, más aun aparecía cada vez
punto luminoso. más como algo totalmente absurdo, hasta cuando apareció en el
Nosotros vemos muchísimas otras galaxias a esas enorme~ dis- mundo la criatura racional, el hombre, que tenía una relación in­
tancias ·Cuántas? Es imposible decirlo. Los astrónomos qmeren ~ediata con Dios, siendo un ser inteligente y libre, y podía dar sig­
· l
el centro del universo, quieren po d er 1•d entiificar u n pun­ nificado a todo el mundo material, sirviéndose de él para alabanza
individuar
to central de gravitación de todos los cuerpos celes~e~; p~r
han tenido que contentarse con el avance de las hipótesis-
a;:J~ del Creador.
Se puede pensar que la rebelión de una parte de los ánaeles es
·
lo que nosotros admiramos en el sistema , ·
cosrruco, ·
mm ensamente anterior a la creación del hombre. Una posible explicación°es que
una parte de los ángeles ha encontrado el escándalo, precisamente,

30 31
-g0 la cmea~i<fm ael mundo material antes de 1
-=~¡ fil ' que e cosmo fu
~omp efa. o y ennoblecido por la presencia del hombre s era
espiritual de Dios, arrastró tras de sí casi u? sis~ema ?lan~tario; los
angeles rebeldes, no alabaron a Dios desde el p . - . . . Ellos, los
desd d E' l rmcipio es d . ángeles que quisieron seguirlo, con plena inteligencia y libertad; Y
. e cuan o creaba el mundo material que de d 1' ec1r, ahora quiere arrastrar tras de sí el mayor número de hombr~s que
vista de los espíritus puros parecía absurdo N~ ~ . e e punto de pueda, también éstos con pleno conocimiento y liber~ad: D10s n~
la b · d ' d. · ' · qmsieron cree
~a. i un~ rvma, como nos puede suceder a nosotros d r en reniega nunca de sus creaturas; sería como renegar de s1 rrusrno. As1
cre~1to a Dios ante el problema del dolor. A partir de a ' , e no dar que el poder que tenía Satanás lo tiene todavía; e_ra jefe de la cr_e~­
posible motivo de su rebelión. qui surge un ción y lo es todavía; he aquí por qué fue necesan~ la encarn~aon
, ?Quién es Sat_anás? La tradición rabínica asegura que era el e del Verbo, que vino a destruir las obras de Satanas y a recapitular
píntu de mayor importancia delante del trono de Dios, dotado l~ todas las cosas con la sangre de su cruz: las celestiales y las terre­
nales.
doc: al~~, era el doble de las de los mismos serafines (cf Pirké de
Rabi Ehecer, 13). Imaginemos; si nuestra galaxia se rebelara 1 Pero Satanás sigue siendo el "príncipe de este mundo", como por
tres veces lo llama Jesús "el dios de este mundo", como lo define
leyes que regulan el m?vimien;o incesante de los planetas y ~r:~
san Pablo. De ordenador de la creación, como había sido consti­
vesara el ciel~ a su capricho, cuantos millones de millones de cuer­
tuido por Dios, se convirtió en el infatigable destructor; es como
pos arrast,rana y que gran ~esastre causaría en todo el firmamento. el equivalente moral de aquellos "agujeros negros", que existen en
La mayona de los padres vieron el principio de la caída de Satanás el cosmos y se tragan la materia. A partir de aquí viene toda forma
en su orgullo, en querer levantarse por encima de su condición en de mal: el pecado, las enfermedades, el sufrimiento, la muerte. La
querer a~rmar su independencia de Dios y en pretender hacer c;eer salvación obrada por Cristo ha restituido el orden del universo de
qu~ es Dios. En los siglos siguientes se han formulado otras expli­ manera más maravillosa, como había sido establecido desde ori­
caciones. Todas concuerdan en ver una libre e irreversible rebelión gen. La redención es el primery~erdadero gran exorcismo; Jesús es
contr~ Dios, en la cual Satanás se llevó consigo una cantidad de el primero de los exorcistas y de El viene la fuerza contra toda lucha
otros_a~geles que~ en un acto perfecto de inteligencia y de libertad, contra el demonio.
lo quisieron seguir. A partir de aquí la inexorable enemistad hacia Pero, para que la redención aplique a todo hombre, y así la libe­
Dios y, después de la creación del hombre (también él dirigido a ración del poder del maligno, es necesario que la gracia traída por
Dios), el esfuerzo de alejarlo de este fin y de involucrarlo en su re­ Cristo sea acogida. "Vayan por todo el mundo... Hagan discípulos
belión contra el Creador. míos a todas las gentes... El que crea y sea bautizado se salvará"; el
Satanás era, pues, la principal criatura creada por Dios, el prínci­ bautismo es el primer acto de liberación del poder de Satanás y de
pe de toda la creación. Una vez que se rebeló contra Dios, conscien­ unión a Cristo; por tanto incluye un exorcismo. Mientras tanto, el
temente, con toda la plenitud de su sery de su voluntad, en una rebe­ demonio continuará su obra porque, como dice el Vaticano II, de­
lión total y perfecta, sin retorno, se convirtió en el ser más alejado de rrotado por Cristo, Satanás combate contra los seguidores de Cris­
to; la lucha contra los espíritus malignos continuará y durará, como
Dios. Ese pecado de rebelión quedó inherente en su esencia y seguirá
dice el Señor, hasta el último día (cf. GS 37).
así por toda la eternidad. La Biblia lo señala con varios nombres: Sa­
tanás, Lucifer, Belcebú, serpiente antigua, dragón rojo... Pero, tal vez,
el nombre más exacto con el que se le denomina es blasfemia. El mal,
si puede ser objetivamente personificado en alguien, tiene en Sata­
nás su perfecta hipóstasis.
¿Cuáles fueron las consecuencias de esta rebelión? Satanás, por
el primado y la autoridad que gozaba, al rebelarse al orden moral Y

33
32
En mi nombre expulsarán a los demonios

Como hemos visto, la importancia de la expulsión de los demo­


nios es muy grande; para demostrar que Cristo es el más fuerte,
que tiene la autoridad de destruir el reino de Satanás y de instaurar
el Reino de Dios, para orientar decididamente hacia Dios la vida
de los hombres a través de su predicación. Para continuar esa obra
de redención de la humanidad, destruyendo las obras de Satanás
y liberando al hombre de la esclavitud del demonio, este "signo"
tenía que continuar. Entonces, Jesús transmitió ese poder a los doce
apóstoles, después a los setenta y dos discípulos y finalmente a to­
dos los creyentes en Cristo.
Marcos habla del primer puesto, como el primero de los poderes
conferido a los apóstoles:
Instituyó doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar
con poder de expulsar los demonios (3, 14-15). Y llama a los doce y
comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíri­
tus inmundos... expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a
muchos enfermos y los curaban (6, 7 y 13).

El lenguaje de los otros sinópticos; Mateo y Lucas, es muy se-


mejante:
Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus in­
mundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolen­
cia (Mt 10, 1); vayan proclamando que el Reino de los cielos está cerca.
Curen enfermos, resuciten muertos, purifiquen leprosos, expulsen
demonios. Gratis lo recibieron; denlo gratis (Mt 10, 7-8); convocando
a los doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para
curar enfermedades (Le 9, 1).

Como se ve por el coherente testimonio, se trata de un poder y


una autoridad a los que el Maestro les da una importancia parti­
cular. En un segundo momento, el mismo poder es atribuido a los
setenta y dos discípulos. Nótese que, aunque el poder de expulsar
demonios y de curar a los enfermos esté a menudo ligado, el prime­
ro adquiere mayor importancia que el segundo. Más aun, cuando

35

7====· 111!
11¡1
-
!!!!!!

·~¡¡ 11
1
!'!"
0
s füscípulos regresan de su misión y cuentan 1 , .
10s seten h b d d . e exit0 16). Respecto del diácono Felipe: "La gente escuchaba con atención
. aestr.@, demuestran a er que a o impresionados
1:a t '<lo por el dominio ejercido sobre los demonios: "Señor h so. y con un mismo espíritu lo que decía Felipe, porque lo oían y veían
ore ou b ,, ( , asta las señales que realizaba; pues de muchos posesos salían los espíritus
los demonios se nos someten en tu nom re Le 10, 17).
inmundos dando grandes voces" (8, 6-7).
esús aprovecha este entusiasmo para resaltar la derrota d 1 d
J ' caer d e 1 ere· 1 e e- Más numerosos los episodios que se refieren a san Pablo. Recor-
monio , diciendo: "Veía a Satanas . . , o como un rayo"• p ero
al mismo tiempo da una importante 1,eccion: nada les podrá h acer demos sólo estos dos:
.
daño; pero no se alegren d e que 1 os espíritus se 1 es sometan; alégr _ Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos vino al encuentro
se de que sus nomb res esten , escritos
. en 1 os cie . 1 os " ( Le 10, 3_ ).enE una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que pronun­
1 20
claro que a Jesús le interesa muchísimo la derrota de Satanás. s ciando oráculos producía mucho dinero a sus amos... Pablo, ya cansa­
do, se volvió y dijo al espíritu: "En nombre de Jesucristo te mando que
La Primera carta de Juan tiene algunas expresiones muy fuertes: salgas de ella. Y en el mismo instante salió" (Hch 16, 16-18).
"En esto se diferencian los hijos de Dios de los hijos del diablo" (3
10). "Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca des~ Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, de forma que
bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o delantales que había usa­
de el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras do y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos
del diablo" (3, 8); y también: "Sabemos que todo el que ha nacido (Hch 19, 11-12).
de Dios no peca, y el que es engendrado por Dios, Dios mismo lo
protege y el maligno no llega a tocarlo" (5, 18). Terminada la presentación fundamental del argumento, sobre la
Es un gran poder el de expulsar los demonios, pero es un poder sólida base de la Escritura, pasemos a una breve consideración sobre
la práctica de los exorcismos en la historia de la Iglesia primitiva; nos
más g~a~~e el de?º dejarse seducir por él. Mateo, a este respecto,
contentamos con alguna alusión, encaminando a obras especializa­
da un ¡u~c~o fo~m1dable: había quienes tenían el poder de mandar
das (en verdad pocas) a quien desee profundizar la materia.
~ los espíntus 1?i:11undos, pero esto no bastó para salvar sus almas.
Muchos me dirán aquel día: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en Las primeras grandes líneas generales son estas. Al comienzo
tu no:11:bre, Y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nom­ de la Iglesia todos podían expulsar los demonios, basados en el
bre hicim,os ~uchos milagros?'. Y entonces les declararé: '¡Jamás mandato de Cristo. Fue un hecho de gran importancia apologéti­
los conocí: apartense de mí, agentes de iniquidad!'" (7, 22-23). Se ca, porque puso a los cristianos directamente en confrontación con
los exorcistas paganos; y consideraremos su gran valor. Muy pron­
~uede ~upo~er que también Judas hizo milagros y haya expulsado
to se empezó a reservar los exorcismos a categorías particulares de
de:omos, sm embargo, "Satanás entró en él". He aquí por qué no personas; en Oriente prevaleció el reconocimiento de un carisma
/ hemos gozar de los poderes que el Señor puede darnos, sino del especial; en Occidente se promovieron los exorcistas, nombrados
ec O de que nuestro s nomb res esten , escritos . •
en el cielo. eclesiásticamente. En ambos casos el exorcismo se fue desarrollan­
a t Marcos
d termina su evange ¡·10 con las palabras que Jesus , con fi1ere do, con el tiempo, en dos formas distintas: como oración propia­
0 os 1 os creyentes Él l · "E' s-
tas son l - en , e poder de expulsar los demomos: mente dicha, dirigida a liberar a los posesos; y como oración que
expulsa as, sena d 1 es que
. aco mpanaran ~ ,
a los que crean: en m1· nombre hace parte del sacramento del bautismo. Desarrollemos brevemen­
ran emon1os" (16 ) te estos conceptos.
L '17.
os Hechos de los A 0st , Una premisa indispensable que hay que tener presente es que
los segui'd d P ºles nos muestran cómo rápidamente,
ores e Jesús h • ' el todos los pueblos, antiguos y modernos, han tenido y conservan la
Maestro les conñ . , an segmdo ejerciendo los poderes que ,
la multitud d m~. Respecto de los apóstoles: "También acudia sensibilidad a la existencia de espíritus malignos, que describen y
e 1 as cmdades • i: mos combaten según su cultura. Encontramos prácticas exorcistas en-
Y atormentado vecmas a Jerusalén trayendo emer
s por es pmtus
' · inmundos; y todos eran curados" (5 '
36 37
, s rat:ieblos de Asiria, Babilonia y Egipto. No
0
' e 0s
_fü@r,; 1iebreo: en e 11 I· b ro d e 'T'10 b,ras es e 1 arcángel era
R f¡ex- Tertuliano confirma la eficacia con la cual los cristianos liberan
I·oera a ~ara; Jesus ' h a bl a c I aramente d e exorcistas · hebª ael de los demonios tanto a los mismos cristianos como a los paganos.
1 • • Fl reos
(ef. Le H, 19); de esto encontramos noticias e? avío Josefo. Desde Es el primero en indicar también algunos gestos usados, como la im­
siempre, en todos los pueblos, magos y hechiceros han pretend'd posición de las manos y el soplo de la boca; y confirma que la fuerza
poder mandar a los espmtus ' . ma J"ignos, por J o cua 1 encontramosl suO del exorcismo viene del pronunciamiento del nombre de Cristo. Son
actividad en todo tiempo y lugar. elementos que entran en el rito bautismal.
De aquí un primer motivo de c~r~cter apologético, que se en­ La Iglesia antigua, obediente al poder recibido de Cristo, no sólo
cuentra en los primeros autores cristianos; comparando los exo _ ejerció el poder exorcista sobre los posesos y sobre los que eran es­
cistas paganos con los_exorcistas cristia?os se ve claramente el p;. clavos de instintos malvados; sino que también hacía exorcismos
incluso en la vida social, impregnada de idolatría y de influencias
der de Cristo. Nos lo dice ante todo Justmo cuando escribe:
malsanas. Tertuliano lo afirma explícitamente:
Cristo nació por voluntad del Padre para la salvación de los creyentes
"Si no fuéramos nosotros, ¿quién podría liberarlos del influjo maléfico
y para ruina de los demonios. Ustedes pueden convencerse de esto con
de aquellos espíritus, que los seducen en lo oculto y perjudican sus
sus propios ojos. En todo el universo y en su ciudad (Roma) hay nume­
cuerpos y sus mentes? ¿Quién podría liberarlos de los asaltos podero­
rosos endemoniados que los otros exorcistas, encantadores y magos sos de las fuerzas demoníacas?".
no han podido curar; en cambio muchos de nosotros que somos cris­
tianos, ordenándoles en nombre de Jesucristo, crucificado bajo Pondo Esta influencia nefasta sobre la sociedad, además de que sobre cada
Pilato, los hemos curado, haciendo impotentes a los demonios quepo­ uno de los individuos, siempre ha sido ejercida por el demonio. En
seían a los hombres (JIApología, VI, 5-6). nuestro tiempo, me limito a citar un pasaje tomado de uno de los tres
discursos de Pablo VI sobre el diablo {23 de febrero de 1977):
Es un texto precioso tanto por su antigüedad (mitad del siglo II)
como por la fórmula exorcista que presenta. No es maravilla, entonces, si nuestra sociedad degradada por su nivel
El mismo Justino nos presenta un texto aún más completo en el de auténtica humanidad, en la medida en que progresa en esa falsa
Diálogo con Trifón: madurez moral, en esa indiferencia, en esa insensibilidad de la dife­
rencia entre el bien y el mal, y si la Escritura duramente nos advierte
Cualquier demonio que sea dominado en el nombre del Hijo de Dios que todo el mundo (en el sentido del deterioro que estamos observan­
-en~endrado antes que cualquier criatura, que nació de una Virgen, do) yace bajo el poder del maligno.
se hizo hombre sujeto al dolor, fue crucificado por su pueblo bajo el Fervoroso el testimonio de Cipriano, sobre el poder de los exor-
poder. de Pondo p·1i a t o, muno • , de entre los muertos Y su b''10
· · y resucito
cismos:
al cielo- cualquier
. d emonío, rgo, dominado en virtud de este norn b re
· d'
. por to d 0 s
quedavenc1doyde rro t a d o. p ero prueben ustedes a exorcizar Ven a oír con tus propios oídos a los demonios, ven a verlos con tus pro­
I os nombres de los d 1 · ·
h reyes, e os Justos de los profetas o patriarcas qu e pios ojos en los momentos en los cuales, cediendo a nuestros exorcis­
an estado entre ust d , • ' d0 mos, a nuestras flagelaciones espirituales y a la tortura de nuestras pala­
e es, y veran s1 un solo demonio huye derrota ·
bras, ellos abandonan los cuerpos de quienes habían tomado posesión...
También Ireneo da t t·
de J •
• "
es imomo: Con la invocación de nom
1 bre Verás cómo son vencidos por nuestra mano aquellos a quienes colocas
Sataes~crrsto, que fue crucificado bajo el poder de Poncio Pilato, tan en alto, honrándolos como señores ( Contra Demetrio, c. 15).
nas es expulsado fu d rar
cómo las fi' era e la humanidad". Es interesante 00 En realidad, vemos cómo las palabras del exorcismo son para
ormu 1 as de exo · das
por Jesús O p b rcismo comienzan con las palabras usa el demonio una tortura cada vez más insoportable, superior a las
por a lo pe 1 · · ales
episodios de 1 .d ' ro uego se enriquecen con los pnncip mismas penas del infierno, según su misma confesión.
mación de las ª VI. a de Crist 0, d e ta ¡ modo que influyen en 1 ª for-
38 primeras profesiones de fe.
39

~ 1 1·~ .__,.. -
eiileS, estmi'Tuiendo contra Celso, habla de la fuerza del norn,
Si queremos examinar los distintos elementos que componen el
-sÑs paFa expulsar a los demonios: "~a fuer~a del exorcismo
está en el nombre de Jesús, que es pronunciado mientras, contem.
exorcismo desde los tiempos más remotos, además de la oración
dirigida al Señor para que venga en ayuda del poseído y de la or­
poráneamente, se anuncian los hechos referentes a su vida". Oríge­
den dada al demonio en nombre de Cristo, de lo cual ya hablamos,
nes añade también elementos nuevos, respecto a sus predecesores.
podemos añadir esto sobre los gestos. Inmediatamente se confir­
Nos dice que, en el nombre de Jesús, se pueden expulsar los demo­
maron:
nios no sólo de las personas, sino también de las cosas, de los luga­
res y de los animales. E insiste, contra las visitas a los magos, que La imposición de las manos, usada por el mismo Jesús sobre los ende­
los cristianos no hacen ningún sortilegio ni usan fórmulas secretas, moniados de Cafarnaún; la señal de la cruz, de la que Lactancia (t hacia
sino que expresan su fe en la fuerza del nombre de Jesús. el 317) nos afirma su eficacia; el soplo de la boca, que encontramos con­
firmado por Tertuliano y por Dionisia Alejandrino; el ayuno, sugerido
Ríghetti, escribe':
por el mismo Señor, unido a la oración (cf Mt 17, 21); la unción con el
Toda la literatura cristiana de los primeros tres siglos nos lleva frecuen­ aceite, que sabemos que era de uso corriente con todos los enfermos y
temente a la obra de aquellos hermanos en la fe, los cuales dotados de que se mostraba eficaz para los posesos. Por ejemplo, los santos monjes
un carisma particular, exorcizaban según la enseñanza de Jesús, con la Macario y Teodosio liberaban a los energúmenos por medio de las un­
oración y con el ayuno. Cada comunidad debía tener un buen número ciones. Añadamos también el uso de la ceniza y del cilicio, que se usaba
y, poco a poco, formaron una confraternidad aparte, con el nombre de bastante en la disciplina penitencial.
exorcistas, y pronto tuvieron un reconocimiento oficial entre el clero
Algunos siglos más tarde se añadieron otros dos usos, que llega­
menor. Así, la Iglesia se preocupó por distinguir netamente entre sus
ron a ser de primera importancia y persisten todavía:
exorcistas, que obraban con recta intención y en el nombre de Cristo, de
los ch~rlatanes y brujos paganos. Los Canones Hippolyti los ponen en El agua bendita, que se desconocía en el ritual antiguo, y la im­
guardia contra ellos y les prohíben absolutamente la adherencia a la fe. posición de la estola sobre los hombros del exorcizado, introducida
después del siglo x. Se aconsejó también cada vez más la comunión
Es un parágrafo que la Iglesia de hoy debería aprender. Tanto eucarística, que era administrada generalmente al final de la Eucaris­
porque se refiere a un número suficiente de exorcistas hasta sa­ tía, celebrada precisamente para que el exorcismo tuviera buen éxito.
tisfacer las peticiones de los fieles; como por la puesta ~n guardia Las fórmulas exorcistas. Al principio eran muy sencillas, como ya
cont~a. los brujos, magos, y similares de los que hoy hablan sólo la hemos visto. Las fórmulas todavía en uso, introducidas en el Rituale
publicidad de los periódicos y revistas y hasta algunas transmisio­ Romanum publicado en 1614, son en realidad de fines del siglo vm,
nes televisivas. Nunca se habla de esto en las iglesias. compiladas por Alcuino (ten 804), excepto otras pocas oraciones
. En Roma el exorcismo era ya una orden menor a mediados del añadidas después. Actualmente se han difundido nuevas fórmulas,
siglo IV. Lo s~bemos por una carta enviada por Eusebio, en la que el emanadas provisionalmente, ad experimentum, por la comisión en­
pdapa Corneho nombra los exorcistas después de los acólitos segui- cargada de actualizar esta parte del Ritual; las nuevas fórmulas defi­
os de los lectores y de los ostiarios. ' nitivas fueron publicadas en 1999 (publicación del Ritual).
Otrda preo~upación de la Iglesia fue la de distinguir los verdade-
ros en emomados de los enfe d · Testimonios
segu p fi rmos, es ecir, hacer un diagnóstico
ro. ara este m se pidió a los obi
respecto. En el año 16 el a is?os que se pronunciaran al
declaraba que los 4 . p pa Inocencío I, consultado al respecto, Sólo un exorcista podía ayudarme
exorcismos no los podí h . d' , .
sacerdotes sin una dele . , . an acer m iaconos m Escribo con fatiga mi historia, porque creo que puede ser útil a
gacion episcopal.
otros y porque me parece de acuerdo con lo que leemos en el evan­
• Para quien quiera profundizar: Manua/e a· . . . gelio. Los disturbios demoníacos comenzaron en 1974; los médi-
40 1 storia /1turg1ca. Ancora, 1959, vol. IV, p. 406.

41
'lt0......,~~~ · ~P-,~
y¡r,¡11·,,a11 rn
:lil©Sa,ian.~r.>'"' mis extraños males)'
. , .
los siquiatras
.
encogían
¡0s bmfü©s, silil fornmular ningún diagnóstico. Por e1e1:1pio, de re- jugó con mi cuerpo y con mi alma, recurriendo a la hipnosis. Uno
se deja hipnotizar sólo si lo quiere; pero el demonio me inspiraba
pente me sentía sofocar y me atacaban espasmos n~rvios~s, como
sacudidas eléctricas en todo el cuerpo. A veces la violencia de los para que me dejara torturar de ese desequilibrado. Imagínense que
una vez estuve a punto de morir estrangulada; pero la Virgen me
fenómenos era tal que mi esposo llamaba al médico de urgencia,
protegió (desde niña, mis padres me habían consagrado a ella).
en plena noche.
No sé cómo logré salir de aquel desastre. Terminé en el hospital,
Al mismo tiempo empecé a abandonar a la Iglesia; la desacredi­
en donde intenté suicidarme, pero después de dos meses estaba
taba cada vez que se hablaba de religión. Era algo insólito para mí,
mejor. Luego el demonio no me dejaba y me hizo apasionar por el
que siempre había sido creyente y comprometida, como también
psicoanálisis, con el fin de alejarme totalmente de la fe. También
dirigente de Acción Católica. Creía que se trataba de una "crisis de
frecuenté una escuela para profesores de yoga y me dediqué a ense­
crecimiento"; en cambio este hastío contra la Iglesia duró más de diez
ñar el hata-yoga en mi pueblo. Me había vuelto budista, practicaba
años. Antes me agradaba detenerme en adoración ante el Santísimo
la meditación zen, estaba como desdoblada e infeliz. Sentía verda­
Sacramento; ahora deseaba sólo huir. Todo me parecía ridículo, esce­
dero odio contra la Iglesia, pero en el fondo de mí había desespe­
nas de curas y estupideces de los fieles.
ración: no me importaba nada ni nadie, ni mi marido ni mis hijos.
Mi marido, católico practicante, sufría por este distanciamiento Entonces comencé a asistir a sesiones espiritistas con algunos
mío de la religión, que coincidía también con un alejamiento de él. amigos. A veces tenía la impresión de que me estaba volviendo
Después, desde 1978, empecé a frecuentar grupos marginales, en loca; ya no sabía si vivía en la realidad o si soñaba. Insatisfecha con
busca de experiencias exóticas. Empezó así un período de auténti­ el psicoanálisis, una amiga me llevó donde una mujer, de quien
ca autodestrucción: me volvía cada vez más morbosa y atraída por exaltó sus poderes. Era la gran sacerdotisa de la secta I.V.I.; me en­
las personas que podían hacerme mal; y sentía un placer perverso tusiasmé hasta el punto de hacer ir allá a mi marido, hijos, fami­
abandonándome a su poder. Durante años encontré toda clase de liares, amigos. Me parecía estar hipnotizada. Esta mujer decía ser
gurús, curanderos y hechiceros. católica y ser Cristo reencarnado; me hizo creer que había curado a
Físicamente estaba cada vez peor. Era como si mi cuerpo fuera una hija mía sujeta a crisis epilépticas y ordenó suspender todas las
víctima de una mordedura. Tenía la digestión bloqueada, proble­ medicinas. Algunos días después mi hija entró en coma y se salvó
mas en los riñones y en las articulaciones, estaba siempre cansada de milagro. Recuerdo con terror estas sesiones de curación, llama­
Y sin energía. Sólo me sentía revivir durante los cursos "psicológi­ das "armonizaciones". Si hubiera conocido un exorcista me habría
cos" en los que participaba y que me causaban fuertes emociones. evitado estos sufrimientos y los de mi hija que, después de las ora­
Estoy segura de que, si en vez de dirigirme a los gurús, hubiera oído ciones de un exorcista, no tuvo más crisis epilépticas.
hablar de exorcismos, más pronto hubiera salido de este infierno. En 1984 tuve la alegría de quedar embarazada de mi quinto hijo.
Per~ du,rante mi larga y comprometida práctica de religión, nunca Pero me encontraba demasiado débil; acababa de pasar por otro pe­
había oído hablar de exorcismos. ríodo de enfermedades raras, migrañas y vértigos que desconcertaban
Me apasioné por los estudios de astrología; había llegado a in­ a los médicos. Fue cuando tuve un aborto espontáneo en el segundo
terpretar lo_s,acontecimientos con esta clave lectora! y a la luz de la mes; perdí mucha sangre y fue necesario hacer un legrado. Allí me
reenc~rnac10n. En 198! encontré el ser más miserable que yo haya esperaba el Señor, que me envíó a su Madre para confortarme. Fue una
~ono~1d?. Era un psiquiatra, loco (sólo después supe que había sido experiencia extraordinaria, que me recondujo a Dios. Me parecía que
osptahza~o como psicótico). Había hecho un pacto con Lucifer la Virgen permanecía ahí para ayudarme, en mi pieza del hospital; me
~ara ~strtr cuanta más gente pudiera; esto lo supe mucho tiempo reprochaba mi pasado y me invitaba a seguirla. Yo acepté feliz, porque
espues. on un pretexto me invitó a su oficina y durante un año me sentí llena de paz y de luz.

'·•
;iil¡L 43
e Í© iem.te fue muy duro. Por una parte la Virgen me
ªiWfillll H, , mi inconsciente lleno de inmundicia; por otra horas. Cuando la lucha vuelve a comenzar, rezo con más fervor y con
~ante el malign0 me proporcionaba terribles tentaciones, dudas total abandono a la voluntad del Señor. También logro entender y
e incitaciones a volver por sus caminos. También en esta ocasión amar más a mis seres queridos, que ahora confían más en mí, sin­
si hubiera conocido un exorcista me hubiera servido muchísimo'. tiéndose comprendidos.
Sentía físicamente presente el demonio, de noche, que me repetía: Mi vida espiritual está progresando con un creciente deseo que
"Te volveré a coger". Me había dirigido a algún sacerdote para que siento de vivir en unión con Dios; también mis cruces, vividas a la
me ayudara; pero realmente no entendían nada de mi estado y no luz de la Pasión de Cristo, ya no me son pesadas. Todavía siento las
tenían experiencia de ciertos asaltos diabólicos. Presento excusas luchas, pero también tengo momentos de verdadera paz y de ver­
pero debo confesar que experimenté en carne propia su total igno~ dadera alegría. Veo un continuo mejoramiento con la continuación
rancia en la materia. de los exorcismos.
Desde 1988 tuve luchas todavía más fuertes. De mi parte estaba He terminado. Quisiera decir, sin intención de polemizar, que
decidida por el Señor; entonces el demonio se lanzó contra mi ma­ mi obispo y los sacerdotes de mi diócesis proclaman continuamen­
rido y contra mis hijos, golpeándolos con males inexplicables: en te que seamos solidarios con los pobres. ¿Y no son acaso grandes
trece meses, catorce hospitalizaciones de urgencia. Más graves to­ pobres, grandes necesitados, los que son atormentados por el ma­
davía los asaltos morales, los intentos para dividir nuestra familia. ligno? Desde hace dieciocho años formo parte de estos pobres, pero
Por la ~~che me despertaba súbitamente, sumergida en una des­ todos los sacerdotes con los que he hablado no habían entendido
esperacion ~an profu~da que no conseguía rezar; pero yo lo quería realmente nada, de esta pobreza mía y no me dieron ninguna ayu­
hacer. Con, igual ra~rdez ese estado de angustia desaparecía y de da. Sin embargo, Jesús dijo: "[En mi nombre expulsarán demonios!".
nuevo podía bendecir al Señor con todo el corazón. Me parece que es un encargo, un poder y un deber muy claros.
Al regresar a la oración creía que estaba liberada del demonio He encontrado el camino justo
pero me e_~gaña~a. S~ acci?n ~e. había vuelto más engañosa, par~
poder debilitar rru resistencia. S1 iba a un retiro espiritual sentía que Me llamo Alejandro y vivo en Roma. Desde hace unos cinco años
me asaltab~~ las _dud~s obsesivas, acompañadas de pensamientos de estuve atormentado físicamente por el demonio. Era como si se me
ite~ye~acwn; _si hacia una peregrinación, regresaba con la impre- clavaran agujas en todo el cuerpo, especialmente en los órganos vi­
onb e aber sido, atacada hasta hacerme salir sangre. Cuanto más tales; sentía mordiscos, cuchilladas y sufrimientos similares. Visité
reza. a y cuanto mas me esforzaba por hacer el bien, tanto más el de­ todos los exorcistas de Roma, frecuenté varios grupos carismáticos,
moru~ m~ atacaba con pensamientos de perfidia. Sufría de dolores pero todo fue inútil. Estoy muy agradecido con todos, porque de
en to o e cuerpo, de insomnio y de pérdidas de memoria A veces todos recibí ayuda, aunque no la curación.
r::~b::ba?donar la familia e irme lejos. Pasé dos años ~erribles, Desde hace un año encontré el camino preciso de la liberación
hubier~ te:~~!ª1~~ryutoddods, todo lo c~al se habría aliviado o evitado si total: la Eucaristía cotidiana y el ayuno. Según mi experiencia ésta
a e un exorcista. es la forma de liberación más poderosa, después de la confesión de
Lo entendí después cuando fin l . los pecados y la comunión. Esta forma se nos indica claramente por
acontecimiento cierta~ent d' ª mente, casi por casualidad, un Jesús, en el evangelio de Mateo: "Esta clase de demonios no puede
encontré al exorcista que me p{~ isptst0 por la Virgen Inmaculada, ser expulsada con ningún otro medio, sino con la oración y el ayu­
de oscuridad. Desde cuand e 'l izo sa rr, de este largo túnel de dolor y no" (Mt 17, 21).
No es que hayan cesado los ~o~ emp~zo a rezar por mí, todo cambió. Ahora agradezco y alabo al Señor por todos los sufrimientos que
vivo en la luz. El exorcismo ordes, sino que adquirieron sentido, los
me a seren·d 1 d
permitió me golpearan a mí y a mi familia.
ª Y paz durante algunas
4,1
45
Satanás en acción

"Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima


cizaña entre el trigo" (Mt 13, 25). Es un hecho que sucede en todos
los tiempos, pero que ha sucedido en nuestros días de la forma más
desconcertante porque, contrariamente a cuanto sucedió en la pa­
rábola, hoy no se quiere ya creer en la presencia de la cizaña, ni
mucho menos en la existencia del enemigo, el diablo. Realmente
hay que decir que el sueño de los siervos se ha vuelto muy pesado.
Hemos señalado tres causas, que explican en parte la negación del
clero católico actual a tratar estos problemas: falta de preparación
teológica, falta de experiencia y difusión de errores doctrinales.
Sin embargo, nunca ha faltado la enseñanza por parte de los res­
ponsables de la Iglesia. En nuestros últimos tiempos, la constante
doctrina bíblico-teológica sobre Satanás y sobre su actividad ha
sido confirmada en dieciocho textos del Concilio Vaticano 11, en
tres discursos de Pablo VI, en decenas de discursos de Juan Pablo
11. Voces ciertamente autorizadas y claras, pero de las que diría Ho­
mero: "Pobres versos míos, lanzados al viento".
La conmoción que, por lo menos a nivel de resonancia en la
prensa laica, tuvo una notable influencia, se debe a Pablo VI. Ya,
en su homilía en la fiesta de los santos Pedro y Pablo, el 29 de junio
de 1972, había escandalizado al mundo laico por haber hablado de
Satanás:
Desde cualquier grieta ha entrado el humo de Satanás en el templo
de Dios... También en la Iglesia reina este estado de incertidumbre.
Se creía que, después del concilio, vendría una jornada de sol para la
historia de la Iglesia. En cambio vino una jornada de nubes, de tem­
pestad, de oscuridad.

Pero el discurso fundamental de Pablo VI sobre el diablo es el


del 15 de noviembre del mismo 1972. Contiene, brevemente, to­
dos los elementos de la demonología bíblico-teológica; y condena
todos aquellos teólogos que han diseminado y siguen esparciendo
errores. En el apéndice los presentamos integralmente; aquí nos
limitamos a enunciar algunas expresiones.

47
Son palabras de una claridad y de una fuerza que a menudo se
deberían repetir, aprender de memoria y profundizar. Y aquí, dan­
Ésta es la declaración inicial y base del tratado. Pero para que todo el do por cierta la existencia de Satanás y su acción oscura y perturba­
discurso sobre el demonio, sea visto en sus justos límites, encuadrado
dora, pervertida y pervertidora, nos limitamos a exponer tal acción
en el plan general divino, el Papa añade inmediatamente que es nece­
sario, antes de proceder, mirar hacia el plan general de la creación: "Es de manera esquemática, para poder proceder más detalladamente
la obra de Dios, que Dios mismo, como espejo exterior de su sabiduría sobre la obra de prevención y de curación que la experiencia exor­
y de su poder, admiró en su sustancial belleza... La visión cristiana del cista nos ha enseñado.
cosmos y de la vida es triunfalmente optimista. Ciertamente nosotros no podemos contentarnos con lo que es­
criben los teólogos de espiritualidad en sus tratados; el nuestro es
Sigue otra observación que no es contrastante, sino complemen­ un estudio especial sobre un aspecto particular, la acción de Satanás,
taria: "¿Es completa esta visión? ¿Es exacta? ¿No vemos cuánto mal por lo cual debemos profundizar más, basándonos en la teoría y en
hay en el mundo? Encontramos en nosotros y en nuestro mundo un la práctica. Esto nos obliga también a hacer elecciones originales,
agente oscuro y enemigo, el demonio". Y aquí viene la clara desave­ incluso sobre el lenguaje; elecciones que por ahora no encuentran
nencia con ciertos teólogos de nuestra época: correspondencia; pero esperamos que se llegue a autorizadas preci­
El mal no es ya solamente una deficiencia, sino una eficiencia· un ser siones como concretización de los estudios que estamos haciendo.
vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad· místeríosa Por ejemplo, el texto de Royo Marín habla sólo de tentación, obse­
Y t~mible. ~ale de la perspectiva de la enseñanza bíblica y ;clesiástica, sión y posesión. Nosotros necesitamos desarrollar mucho más estos
quien ~e me~,ª a reconocerla como existente... o la explica como una esquemas, sobre los cuales basamos toda nuestra acción práctica,
persomficac1on conceptual y fantástica de las causas desconocidas de diagnóstica y curativa.
nuestros males. Una primera subdivisión, hecha por el famoso exorcista francés De
Siguiendo la Biblia, el Papa insiste: Tonquedec, ya expuesta antes de él y que podemos considerar univer­
salmente aceptada, es ésta: el demonio ejerce una actividad ordinaria,
He aquí la imp?rtancia que asume la advertencia del mal... ¿Cómo no la tentación, y una actividad extraordinaria, que comprende toda una
rec~rdar qu: Cnst~ tres veces, refiriéndose al demonio, como a su adver­ serie de disturbios maléficos, de distinta gravedad y naturaleza.
sano, lo califica prmcipe de este mundo? San Pablo lo llama dios de este Sobre la acción ordinaria, las tentaciones, no nos detenemos.
m~n~o Y nos advierte sobre la lucha contra la oscuridad que nosotros Nos limitamos a decir que todos somos víctimas de ella hasta el
cnstianos debemos sostener, pero con una temible pluralidad suya. punto de que Jesús mismo aceptó ser sometido a esta prueba. La
Sigue la conclusión: tentación demoníaca, junto con la herida original de nuestra natu­
raleza (la Biblia suele llamarla concupiscencia) y las ocasiones que
El demonio está desde el ori d l . el mundo presenta, nos ofrece un terreno de lucha que es gran oca­
nidad 1 d . . igen e a pnmera desgracia de la huma-
' e peca ongmal Es hist ·
O d sión de méritos, tanto que la Biblia considera una bienaventuranza
los exorcismos del b f ... ona que ura todavía; recordemos
Escriturayalalitu _au islmo y l~s frecuentes referencias a la Sagrada la victoria contra la tentación (cf. St 1, 12), la posibilidad de hacer el
rgia, a a agresiva y opre · dd . . mal y de saberlo evitar (cf. Si 31, n).
Es el enemigo núme srva potesta e las tinieblas.
ro uno; es e 1 tentador 1 . ,
que este ser oscuro y pert b d . por exce encia. Sabemos as, ¿Cómo resistir? "Vigilen y oren, para que no caigan en tentación"
su traicionera astucia Es 1 ur a or .
existe realm t d , b
en e, y to av,a o ra con (Mt 26, 41). El compromiso espiritual del cristiano está dirigido a
• · e
gracias en la historia hum ana.enemigo oculto q · b ra errores y d es-
ue siern crecer cada vez más en los dos grandes mandamientos del amor: a
Dios y al prójimo. Está dirigido también a usar los medios de gra­
cia que nos hacen vencer las tentaciones. No nos detenemos sobre
48
49
este ~nimen as , e@t@, !11.Ue en realidad no está separado del segundo:
¡;2nev:eFlGi0, ¡;¡ 0uidad@ contra la acción extraordinaria del demonio. menudo es como un desdoblamiento de la personalidad. Lavo­
Respecto de esta acción extraordinaria expongo una subdivisión luntad permanece libre, pero como oprimida por pensamientos
mía explicando el uso de las expresiones que se verán luego en todo obsesivos.
el libro. Repito, sobre esto no existe un idioma oficial, ni siquiera 5. Propagaciones diabólicas. Con esta expresión no señalamos los
un lenguaje universalmente aceptado. Nótese también que los lí­ maleficios sobre el hombre, sino los que atacan lugares (casas,
mites entre una forma y otra no son fijos: son posibles las interfe­ oficinas, negocios, campos ...), objetos (automóviles, almoha­
rencias y la inclusión de varios síntomas. das, colchones, muñecos... ), animales.

1. Disturbios externos. Llamamos así a aquellos sufrimientos me­ 6. Ya vimos el testimonio de Orígenes, según el cual también en
estos casos se hacían exorcismos, desde los primeros siglos del
ramente físicos (golpes, flagelaciones, choques con varias conse­
cristianismo.
cuencias, caídas de objetos, etc.) que encontramos en la vida de
algunos santos: el Cura de Ars, san Pablo de la Cruz, el padre Pío... 7. Finalmente, recuerdo la expresión: sujeciones diabólicas, que
y que son menos raras de lo que parece. La impresión es que el indica cuando voluntariamente, con un pacto explícito o implí­
demonio obra permaneciendo fuera de la persona; si se llega a cito, se somete uno al dominio del demonio. Se pueden crear
descubrir una acción interna, se trataría sólo de presencia, sola­ lazos particulares incluso por causas involuntarias y se puede así
mente, provisoria, limitada a la duración de esos disturbios. caer en una de las formas anteriores, sobre todo en la forma más
grave, la posesión diabólica.
2. P?sesiones diabólicas. Es la forma más grave y supone la presen­
cia -~ermanente del demonio en un cuerpo humano, aunque la Para poder continuar nuestra exposición, debemos, una vez
aceran maléfica no es continua; se alternan las crisis con pausas más, ver cómo se puede caer en estos males diabólicos y extraor­
de desca_nso. Supone manifestaciones temporales de bloqueo dinarios. Es importante tener presente esto, para exponer después
mental, intelectivo, afectivo y volitivo. Pueden desencadenar­ qué se puede hacer tanto como prevención como liberación. Ten­
se violentas reacciones, conocimiento de lenguas desconocidas gamos en cuenta cuatro causas principales, de las cuales dos per­
para la persona, fuerza sobrehumana, conocimiento de cosas donables y dos imperdonables.
ocultas o del pensamiento ajeno. Caracterizada por la aversión a
lo sagrado, a menu?o acompañada de blasfemias. Pero hay que 1. Por pura permisión de Dios. Es claro que no sucede nada sin la
estar muy en guardia contra los disfraces diabólicos. aprobación divina; pero Dios no quiere nunca el mal, ni el sufri­
miento, ni la tentación. Habiéndonos dado la libertad, permite
3· Vejaciones diabólicas. Téngase presente siempre, que en cada
el mal y sabe de ahí sacar el bien. En esta primera causa sabemos
uno de est_os caso_s hay una gran variedad de síntomas y también
que Dios puede permitir al demonio atormentar a una persona,
grandes diferencias de gravedad. Los vejámenes son formas no
~f ntiiu~s de disturbios; 0 también formas que atacan la salud,
para fortalecerla en la virtud. Es el caso bíblico de Job; es lo que
ha sucedido a muchos santos y beatos. Aprovechamos esto para
fi tra ªJ_o, lo~ afectos, las relaciones con los demás (algunos
afirmar que los disturbios diabólicos, de por sí, no nos dicen
e ectos: iras ~m -~otivo, tendencia al aislamiento total...). Pue-
d en atacar a índfvíduos O • nada sobre el estado de gracia de las personas que son víctimas.
. grupos, me 1 uso muy numerosos.
2. Cuando se sufre un maleficio. Tampoco en este caso la víctima es
4. ~:~e:tpn:~od~~folsiccas. IPenlsan:iie_ntos obsesivos, a menudo ab- culpable, pero hay culpa de parte de quien comete el maleficio y
' ua es a víctima n O d lib l de quien lo ordena. Maleficio es perjudicar a otros mediante la
cual vive en continuo t d d pue e 1 erarse, por o
es a O e postración · · intervención del demonio. Se puede hacer de distintos modos:
taciones de suicidio ('t' , con msistentes ten-
. · engase en cuenta q 1 . 'd• maleficio, ligamiento, mal de ojo, maldición ... No olvidemos que
tentación muy presente . ue e suici 10 es una
me 1 uso en los d os casos anteriores).
. A estamos tratando temas graves, pero que fácilmente se prestan
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, aJJa e!Ill!lÍY.©G©S. Por tanto hay que cuidarse de la superabundan­
eia fle emre8.os, sugestiones, manías y cosas semejantes. que por alguna grieta haya entrado el humo de Satanás en el tem­
plo de Dios". El Papa no duda en identificar esta fuerza negativa,
3. Otra causa se debe a un estado grave de endurecimiento en el
que pretende sofocar los frutos del concilio; su nombre es el diablo.
pecado. Es el caso evangélico de Judas; es el caso de tantos que
se han dedicado a perversiones sexuales, violencia y droga. Un El discurso causó casi un escándalo en la prensa internacional.
agravante, además de ser causa, que encontramos espantoso Hablar del diablo en el día de hoy -se apresuraron a decir los pe­
cuando se procede en los exorcismos, es el delito del aborto; la riodistas- es querer regresar a la Edad Media. Y, en su desconoci­
liberación requiere mucho más tiempo. En la desintegración miento, no se daban cuenta de que es un regreso mucho más atrás:
actual de la familia y de la moral, esta tercera causa incide mu­ al evangelio, a la historia bíblica, a Adán y Eva. Unos meses des­
cho más que otrora, porque hoy ha aumentado muchísimo el pués, el 15 de noviembre del mismo 1972, en una audiencia general,
número de las personas atacadas por maleficios. el Santo Padre consideró necesario volver sobre al tema, con una
claridad y una decisión que recuerdan toda la enseñanza bíblica y
4. Frecuencia a lugares o personas maléficas. Participar en sesiones
eclesiástica sobre la materia. Presentamos el discurso transcribién­
espiritistas, hacer magia o consultar adivinos, hechiceros, a los
dolo de la grabación. Antes lo habíamos citado con las variaciones
lectores del tarot y otros; practicar ocultismo, participar en sec­
publicadas en el Osservatore Romano.
tas o ritos satánicos, que tienen su vértice en las misas negras...
Me vino la idea de hablarles de un tema extraño, pero que com­
Añadamos la influencia de los medios de comunicación como pete a la lógica de la enseñanza, que estamos desarrollando en estas
los espectáculos porno, los filmes de violencia y de horror de mu­ audiencias pastorales.
chas redes televisivas; la difusión de la música rock que culmina en ¿De qué hablamos? Hablamos de las necesidades de la Iglesia.
el roe~ satánico y ~ue tiene sus iglesias, de los parques y estadios, Y una de estas necesidades que ocupa esta mañana mi atención es
en ca~1 todas las, d1s_cot~cas... También estas formas están hoy en esta extraña y difícil defensa. Un pensamiento de defensa que me
b~,om. cuanto mas disminuye la fe, tanto más aumenta la supersti­ sigue. ¿Contra quién? San Pablo dice que debemos luchar. Losa­
cien. El clero n~ ha hecho nada para oponerse o, por lo menos, para bíamos; ¿pero contra quién? San Pablo muchas veces habló preci­
poner en guardia sobre estos peligros. No dudamos en repetirlo· por samente de que debemos luchar y luchar como soldados. Nosotros
su. completa ignorancía , me · I uso d e 1 o que explícitamente
, . está' es- no debemos luchar contra las cosas visibles, con la carne y la sangre
crito en la Biblia. También esta cuarta causa es uno de los motivos -dice él-. Pero tenemos que librar "la lucha a la oscuridad", como
por yo la llamo. Debemos luchar contra los espíritus, los espíritus que
d los cuales hoy
. , los dºIS t ur bº10s ma l e'fireos se han propagado sobre
t~, o entre los JOV:nes. Considero fundamental esta rápida exposi- invaden la atmósfera.
c1fn po~~ued, ª mas de los principios generales sobre la existencia En otras palabras, debemos luchar contra el demonio. En esto ya
y a acción e 1 demonio hay t . no se piensa. Y en cambio yo quisiera, por lo menos esta vez, expre­
males s t , d ' que ener siempre presente cuántos
v . a anas pue e causar y cuáles son sus causas para poder pre- sar mi pensamiento sobre este terrible e inevitable tema. Tenemos
erur Y curar estos disturbios. ' que luchar contra este enemigo invisible que acecha nuestra vida y
contra el cual debemos defendernos.
Testimonios Pero, ¿por qué ya no se habla de esto? Ya no se habla, porque no
hay una experiencia visible. Las cosas que no se ven, se cree que no
Pablo VI nos habla de Satanás existen. Sin embargo, contra el mal nosotros luchamos. Pero ¿qué
es el mal? El mal es una deficiencia, es una falta. Cuando uno está
El 29 de junio de 1972 Pablo VI , mal; es porque le falta la salud. Si uno es pobre y está mal; le falta la
del demonio. Las frase h , . 'ya había hablado explícitamente
. , d
s a 6 tan sido fue r t es. "rrrengo la sensacion e plata. Y así sucesivamente.
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fJ&. ,an~far de afü0r-a las cosas cambian. Por esto la cosa se VUelv
tei:mifüle: M n0 es una deficiencia que tenem?s por delante, un ll1a~ ¿Quién es el patrón del mundo? Jesús dice: "El príncipe del
deficiente. Tenemos por delante un mal eficiente; un mal existente mundo es el diablo". Todos estamos bajo una dominación oscura
un mal que es persona; un mal que no podemos calificar una de'. que nos turba, nos tienta, nos enferma, nos hace inseguros, nos
gradación del bien; es una afirmación del mal. Y esto nos da miedo hace malos, y demás. Y luego si se fijan en tantas escenas evangéli­
y debemos tener miedo. cas: hay un endemoniado por aquí, hay un endemoniado por allá, y
Sale del concepto de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se Jesús cura a éste, cura a aquel, etcétera.
niega a reconocer esta terrible realidad. Es misteriosa y temible. y San Pablo, haciendo eco al Evangelio, lo llama, en una página de
si uno dice: "Yo no pienso en eso, tú no piensas con el Evangelio". la Segunda carta a los Corintios, "el dios del mundo". ¿Quién habría
¿Por qué? Pero por qué el Evangelio está lleno, yo diría poblado, de pensado poder llamarlo con el título supremo del Ser, Dios? Hubié­
la presencia del demonio. Y si yo quiero ponerlos en ambiente en ramos podido, en boca del apóstol, encontrar este título aplicado al
atmósfera, en _la psico_logí~ y en la mentalidad evangélica, debo 'por demonio: "El dios del mundo". Y luego, San Pablo es quien nos ad­
lo menos sentir esa misteriosa presencia. Entonces no lograré iden­ vierte sobre lo que les decía antes: que debemos luchar incluso con­
t!fi.~arla; no q~iero ilusionarme, ni impulsar a la gente a la supers­ tra los espíritus, sin saber en dónde están, cómo son, y demás. Pero
tícíón, y <lemas. P~ro la realidad existe. El Evangelio es el que nos luego nos enseña cómo se debe hacer la terapia, la defensa, hacia este
ha?la de est~, repito, en muchísimas páginas. He aquí, entonces, tipo de adversarios. No digo de otros para no demorarme, pero en
la 1mportanc1a que asume la advertencia del mal para nuestra co­ realidad lo encontraremos en toda la literatura cristiana.
rrecta concepción cristiana del mundo, de la vida y de la salvación. En la liturgia, ¿no encuentran en todos los momentos al demo­
Esta importancia nos la enseñó Cristo mismo. iY cuántas veces! nio? El bautismo; ahora han abreviado los exorcismos, realmente
~tes, e~ el d;sa_rrollo de la historia evangélica, al principio de su no sé si haya sido una cosa muy real o muy adivinada (Nótese este
misma vida publica, el Señor quiso emprender la batalla declarán­ público y evidente desacuerdo del Papa, que pone de acuerdo a todos
do!a; t~vo ~quellas tres famosas tentaciones. Una de las páginas los exorcistas), pero no se ha olvidado.
mas m_rstenosas d~l Evangelio, pero tan rica de significado. Las tres El bautismo es el primer acto de la Providencia del Señor, con
tentaciones de Cnsto que . el que aleja este enemigo mortal, que es el enemigo del hombre,
Dosto· ' un gran nove 1rsta ruso, muy conocido,
Jew sky, en una de sus obras maestras, hace el catecismo diría Satanás. ¿Por qué? Porque desde la caída de Adán, precisamente,
yo, so b re 1 as tres tentaciones de Cristo. ' desde el origen del primer hombre, el demonio es el protagonista y
Todo el materialismo mod , llí . adquirió cierto dominio sobre el hombre del cual sólo la redención
con la t t . , . . erno esta a 1. Cnsto que se encuentra de Cristo nos puede liberar. Y ésta es historia que subsiste todavía,
en acion espmtual· -Lánzate 1 ,
porque si eres el H'" d ·. por a ventana y te salvaras, porque el pecado original es una herencia que se propaga no por
ción espiritual y I IJO el0 ios te ayudarán los ángeles. La presun- culpa o accidente, sino generacionalmente.
. uego e orgullo· M" .
tú me ad h ,. · - Ira e 1 panorama universal; s1 El haber nacido quiere decir estar en los brazos del demonio y
oras, yo te are Jefe del mundo.
y Jesús que rechaza· - 1·Retíra S , , no en los brazos de Dios. El bautismo rescata esta servidumbre y
geles a alimentarlo y as~ • R te, atan· - Y luego vienen los án- nos hace libres e hijos de Dios. Por tanto (el demonio) es el enemi­
1
exégesis de este pasaje e::rr \ ealn:ient~ es maravilloso. Incluso la go número uno.
que Cristo, tres veces lo ndgefirco es musitada. ¿ y cómo no recordar ¿Cuál es su arte? La de tentar, de aprovecharse de nosotros mismos,

E xiste , e rne como " , • ,,
también un libro . , pnncrpe de este mundo . contra nosotros mismos. Es el enemigo y el tentador por excelencia.
mundo". ' pero en inglés, que lo llama "patrón del
Sabemos que este ser oscuro y perturbador existe realmente y
que con traicionera astucia obra todavía. Es el enemigo oculto que
siembra errores, desgracias, decadencias y degradaciones en la his-

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ffiaM que recordar -también esto es Evangelio fide.
la: ~avam©la reveladora de la _cizaña sembrada entre el trigo, observancia exagerada y casi ridícula en eso. Y cuando el Señor dice:
lli©s servi~or.es filel campo, los cultivadores, se sorpenden: "¿Pero "Fíjate que hay otro camino", no se le cree.
quién ha sembrado el mal en el ~u~do ?". El patrón de_l campo, que Nuestra doctrina, cuando queremos hablar del diablo, es in­
es la figura de Dios, responde: Inimicus horno hoc [ecit; es el hom. cierta; pero cuando queremos hablar de nosotros tentados por el
bre enemigo, el que ha hecho esto. diablo, entonces se hace más que segura. Nuestra curiosidad es
El mal sembrado en el mundo tiene su origen personal e inten­ excitada por la certeza de la existencia múltiple, porque no es un
cional. Es Dios quien tolera, más aún, quien defiende esta situa­ mero diablo el que existe. Recuerden al endemoniado de Gerasa:
ción: "No arranquen la cizaña, porque al arrancar la cizaña arran­ -¿Cómo te llamas? -Me llamo Legión; que quiere decir ejército: un
carán también el trigo. Vendrá el día, el último día, en el que esta ejército de demonios había invadido a aquel infeliz que Cristo li­
distinción será hecha y este juicio será perentorio". beró; los demonios se metieron en un gran rebaño de cerdos y se
Lo llama "homicida desde el principio" y "padre de la mentira". lanzaron al lago vecino de Genezaret, con gran desesperación de
Es el insidiador sofístico del equilibrio moral del hombre. Él es el los pobres que cuidaban sus animales.
pérfido y astuto encantador que sabe insinuarse entre nosotros, en la La respuesta ahora a dos preguntas. La primera, ésta: "¿Hay sig­
psicología de cada uno; encuentra la puerta abierta por donde entra: nos? ¿Hay signos, y cuáles de la presencia diabólica?". Y la segunda
por la vía de los sentidos, de la fantasía y de la concupiscencia -que pregunta: "¿Cuáles los medios de defensa contra tan insidioso peli­
hoy la llaman mecha, ¿no?- de la lógica utopista y de los contac­ gro?". Las cosas irían muy lejos, pero terminemos ya.
tos sociales desordenados: los malos compañeros y las malas ideas La respuesta a la primera pregunta exige mucha cautela. ¿Cuáles
del mundo. Se insinúa en el juego de nuestro obrar para introducir son los signos? Aunque los signos del maligno parecen a algunos...
?e~_aciones, igualmente, nocivas en cuanto a la apariencia -es la incluso a los Padres, Tertuliano, por ejemplo: "[Es evidente que es el
~nsi?ia_de la tentación- conforme a las estructuras físicas, psíquicas, demonio!". ¡Feliz él que tiene el ojo tan sagaz! Podríamos deducir su
instíntívas, profundas e inspiradoras de nuestra personalidad. Apro­ siniestra acción, allí donde la negación de Dios se hace radical. Aquí
vecha nuestra naturaleza para penetrar en nuestra psicología. está el enemigo, porque nosotros somos llevados a Dios y nos encon­
Todo lo que concierne al demonio y al influjo que él puede ejercer tramos, en cambio, ante una negación radical, sutil, difícil y sofistica­
en cada una de las personas, como también en las comunidades en da, cuanto se quiera. Una negación radical. ¿Han escuchado hablar
toda la sociedad Y en los acontecimientos; es un capítulo muy irn­ de la muerte de Dios? ¿Quién pudo inventarse una cosa semejante?
port~te d; la doctrina católica por estudiar, porque hoy representa Y además, en donde la mentira se afirma hipócrita y poderosa
poco mteres.
. .Algunos piens an encontrar en os estudios
1 . psicoana
. , contra la verdad evidente. En donde el amor falta, en donde se ha
.
-= , .
.°. psiqmatncos, en un gran país de América o en las sesiones
espmtisltas, el remedio para definir el misterio del'diablo. Se terne
11-
apagado, en donde es egoísmo frío y cruel; detrás tiene que estar el
impulso del diablo. En donde el nombre de Jesús es atacado con odio
caer -a gunos en cambio ·5 consciente y rebelde... Dice san Pablo: El que niega a Jesucristo ana­
t , . se maru restan despreocupados- en viejas
eortas mamqueas es deci . tema sit, sea condenado. La condena va al enemigo que está detrás
demo · 0 '. _r, que tienen el doble principio: Dios o el del hombre que lo niega. Y en donde el espíritu del Evangelio es mis­
mo. en temibles divaga · t: , .
E c., . , cienes antastícas y supersticiosas. tificado y desmentido. Y en donde la desesperación se afirma como
s fácil, s1. Hoy se prefiere
hacerse pasar como ·t· . mostrarse fuertes, despreocupados; la última palabra. Es la victoria del diablo.
e posi rvistas a persa d
1e a tantos caprichos. d nas concretas. Pero luego ar Pero es un diagnóstico demasiado amplio y difícil, éste, que no­
mventa os y supe t· . , .
res como· vicisitudes d 1 , rs iciosos magicos y popu 1 a- sotros no nos atrevemos ahora a profundizar y a autenticar; pero no
se cree i~cluso en en/ d ndum_ero I~, cuidado con hacer eso, y por qué nos priva del dramático interés, a lo cual también la literatura mo­
1
ª es imagmarias, se tienen· escrúpulos, una derna ha dedicado numerosas páginas. Existe una buena literatura
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··= : ----1 !I i 57

1 i,ii' ji ~
I ~--
gr,andes novelistas, de grandes escritores. Algu­
y otros en cambio para desenmascararlo con
í~''!!;!,~,10, He aquí los medios con los que se pueden vencer muchas si­
s , móstüm más sutil y más profundo. tuaciones que nos presenta el maligno. Y el apóstol sugiere la línea
Uno de los autores que ha hecho hablar bastante de sí, y con mucha maestra: "No te dejes vencer del mal': sino trata de ser muy bueno,
sabiduría, sobre este tema y que se ha convertido en uno de los prime­ "Vence el mal con el bien". Por tanto, con la conciencia de las presen­
ros literatos de nuestro tiempo es Bernanos. ¿Lo han oído nombrar? tes adversidades en las que hoy las almas, la Iglesia y el mundo, se
Sous le soleil de Satan (Bajo el sol de Satán), y con tantos otros libros encuentran, nosotros trataremos de dar sentido y eficacia a la acos­
que hablan, precisamente, de la fenomenología del demonio en las tumbrada invocación de nuestra principal oración: "[Padre nuestro,
almas, y cómo sabe precisamente disolver, desintegrar, y demás. Esto líbranos del mal!". Y para esto sirve nuestra bendición apostólica.
quiere decir que no es un tema para arrinconar en los sueños o en las
historias del placery de la fantasía. Éstos tratan de individuar algo en la Influencia nociva de algunas músicas
paleta de la psicología humana, alguna huella del diablo, del demonio. Ya varios autores católicos han puesto en guardia sobre las ne­
Nosotros sabemos, escribe el evangelista Juan, que hemos nacido fastas consecuencias del rock satánico. Recuerdo en particular a
de Dios, sí; pero que todo el mundo totus in maligno positus est, está Piero Mantero, Satana e lo stratagemma della coda, y a Corrado
bajo el dominio del mal, del maligno, que es una persona. Y esto es lo Balducci, Adoratoti di Satana. Reproduzco algunos fragmentos
que se puede decir sobre la primera pregunta: ¿cómo identificarlo? fundamentales, tomados de la revista Lumiére et Paix, mayo-junio
de 1982, p. 30.
Vigilate et orate ut non intretis in tentationem (Vigilen y oren
para no entrar en tentación). La otra pregunta: ¿qué defensa, pue­ Existe en Estados Unidos, extendida luego a escala internacional, una
do de_s~legar_ para oponerla a la acción del demonio en mi alma y asociación que se llama WICCA (traducida significa: Asociación de
e? m1 mte~1~~d? La respuesta es más fácil de formular, aunque brujas y conjurados). Los miembros de esta asociación son numerosos·
siempre es dificil llevar a cabo. Podríamos decir que todo lo que nos tienen tres compañías de discos y cada disco tiene el fin de contribuí;
a la desmoralización y a la desorganización interior de la psicología de
defiende del pecado nos protege, por tanto del invisible enemigo.
los jóvenes. Practican el satanismo y se entregan a Satanás.
La gracia es la defensa decisiva. Si no se frecuentan los sacra­
Cada uno de estos discos describe exactamente los estados de ánimo que
ment?s, especialmente la penitencia, es un gran peligro, porque no
convienen a los discípulos de Satanás, e invita a las personas a celebrar
tendnamos ya la gracia suficiente para obstaculizar al invasor que su gloria, el honor y la alabanza. Existe también un famoso grupo, los
n?: acech~. La inocencia asume el aspecto de gran fortaleza. Un Rolling Stones, también perteneciente a una secta satánica de la región
nmo es mas fuerte que nosotros ante el diablo porque es inocente. de San Diego, que divulgan en muchos de sus cantos -aunque no en
Y l~ego cada uno recuerda cuánto la pedagogía apostólica ha sim­ todo su cancionero- los mismos principios, porque son siempre perso­
bhohza?o en la armadura de un soldado las virtudes que pueden nas consagradas al culto de Satanás.
acer mmune al cristiano. '
Es muy conocida también otra organización, la de los Carry Funkell,
/danlPl ablol describe toda la armadura romana: lleva el yelmo de la que produce el mismo tipo de música. Estos grupos tienen, sobre todo,
sa u , eva a coraza lleva la es d d , el fin de divulgar los discos que tienen por objetivo conducir a los jóve­
para ser fuertes ' , . pa a, Y emas. Porque las defensas, nes al satanismo, es decir, al culto de Satanás.
1
vigilante y fuer~:on mu tip 1 es:~ debe, a veces, el cristiano, para ser
cético especial PirIªrª. ser ;1mhta~te, recurrir a algún ejercicio as­ Los discos consagrados a Satanás se basan en cuatro principios:
esto nos lo en~eña : ~Jar cie~~as irrupciones diabólicas. También, 1. La primera cosa importante es el ritmo, llamado beat, que se desa­
1
habían podido expuls:~s qude "". delante de los apóstoles que no rrolla siguiendo los movimientos de la relación sexual. En un cierto
un emomo· "Este d . h l momento los oyentes se sienten en una especie de frenesí. Por este
sar1 o con la oración y co , · ernomo ay que expu -
ne 1 ayuno'. motivo se han presentado muchos casos de histerismo, producido
~ 58
Ji' i ii) _
i
59

• ij 1
, 0 1i la esGtctGfla e0ntinua de tales discos; es el _resultado que se oB.
lfiene, ~as~erando el instinto sexual por medio del beat del que ya rectamente dedicados a Satanás. Basta tomar, por ejemplo, la canción
Hemos ñafülaclo. Hair, para encontrar allí cuatro partes dedicadas a su culto.
2. En segundo lugar se usa la intensidad del sonido, el~gido delibera­
Después de cuanto hemos dicho, ¿quién osaría negar el peligro de la
damente, de modo que alcance una fuerza de 7 decíbeles superior
a la tolerancia del sistema nervioso. Todo está muy bien calculado· influencia del maligno, que cuenta con tantos cómplices, hacia el ca­
mino de la rebelión y del odio? Leemos en el Apocalipsis: "Entonces
cuando se somete a esta música durante cierto tiempo, la person~
sufre depresión, rebelión y agresividad. De tal modo que uno llega a despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus
hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el tes­
decir, sin darse cuenta: "En el fondo, yo no he hecho nada malo; sólo
timonio de Jesús".
he escuchado música durante toda la noche" (Así creen también, in­
cluso muchos padres de familia y educadores, totalmente inexpertos
en este campo). En cambio es un método previsto y bien calculado,
dirigido a exasperar el sistema nervioso y orientado, así, a lograr un
resultado preciso; llevar a los oyentes a un estado de confusión y de
desorden, que los impulsa a la búsqueda de cómo actualizar el beat,
es decir, el ritmo, que han escuchado durante toda la noche; así es
como se llega a reclutar nuevos adeptos para inducirlos al satanismo.
Y es la última finalidad que se proponen los autores.
3. El tercer principio es el de transmitir una señal subliminal. Se trata
de transmitir una señal elevadísima por encima del oído, una señal
supersónica que obra sobre el inconsciente. Es un sonido transfor­
mador, de unos tres mil quilociclos por segundo, que no se puede
percibir de oídas, precisamente, porque es supersónico; este desen­
cadena en el cerebro una sustancia cuyo efecto es exactamente idén­
tico al de la droga. Se trata así de una droga natural, producida por
el cerebro por esos estímulos que se han recibido, pero de los cuales
uno no se da cuenta. En cierto momento uno se siente extraño... Esa
extrañeza !leva a la per~ona a buscar _la droga propiamente dicha, o a
tomar dosis mayores, s1 ya es drogadicto.
4• E:crste también un cuarto elemento: la consagración ritual de todo
disco durante una misa negra. En efecto, antes de poner el disco en el
mercado, e~ consagra~o a Satanás con un ritual particular, que es la
forma propiamente dicha de una misa negra.

Si alguna vez se han pro t 1· l


( 1 b pues O ana izar as palabras de estas canciones
Cp haanªdoraslqd~e a veces están ocultas y que se perciben solamente escu-
e isco en se f1 d 0 · )
.
ge nera1 es son siempre mverso , se
nlos mism b darán
1· , cuenta de que los temas
)'1a, contra l a sociedad
. os:
contra tod O l re e ion .contra los padres de farni-
O
los instintos sexuales-'! 1'bTd que existe; la liberación de todos
11
hacer triunfar el rein~ :P?s dad de crear un estado anárquico, para
mversa 1 e Satanás. También hay himnos di-

61
Cómo reconocer
las presencias malignas

Entremos al punto crucial del problema que nos interesa: cuá­


les son los síntomas por los cuales se comprende que un mal es
diabólico y no de origen natural. Con base a los resultados de este
examen se procederá a dirigir a la persona o a los médicos, o se
hará una oración de liberación, o un exorcismo. Lo que exponemos
es fruto de la experiencia, pero tiene un valor muy personal. Las
pocas reglas sugeridas por el Ritual son totalmente insuficientes
y no existen libros que traten este tema. Por lo cual, incluso entre
exorcistas el modo de proceder es muy variado, dependiendo de la
experiencia que cada uno haya tenido.
Hay quien se ayuda, haciendo llenar un test. Otros, la mayoría,
proceden a un interrogatorio de la persona interesada y de los fami­
liares; es muy importante también el testimonio de los familiares por­
que a menudo quien es víctima de estos males particulares, no puede
darse cuenta con exactitud de su comportamiento y de sus reaccio­
nes. El desarrollo de estos procedimientos es muy importante, por­
que a partir de ellos se identifica, cuáles síntomas son significativos
y cuáles no, para reconocer si se está ante un mal de origen diabólico.
Digamos también rápidamente que los síntomas son muy varia­
dos (un síntoma sólo, aunque significativo, no basta); además, sólo
con el exorcismo se llega a la certeza moral.
El método que yo sigo es el de hacer un breve interrogatorio para
ver si hay síntomas de "sospecha"; si estos faltan (como me sucede
las mayoría de las veces), me limito a dar algún consejo adecua­
do para el caso, pero no doy ni siquiera una cita. Nótese que este
primer examen lo hago generalmente por teléfono o por carta; por
tanto es muy breve. Es un método que se hace necesario por las
numerosas peticiones.
Si descubro signos de "sospecha': pongo una cita y comienzo sin
duda con un exorcismo de indagación, que puede ser más o menos
largo, según las reacciones que descubra. Un aspecto que considero
~~ fundamental es que el exorcismo tenga no sólo efecto curativo (de li-
- . •aaa\1

::~ ' u~~~a


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i ,¡ ¡ =a.. =.
1 • ,, 11 1
63
füerae:i@n~, sino tambié~, y ante todo, diagnó~tico. Es muy interesante
00sei:w.au el cmmportarruento durante el exorcismo; a menudo es t d haga propiamente exorcismos; tuve reacciones violentas: grité, me
vía más significativo ver el efecto del exorcismo pasados unos díaº. a. tiré al piso, blasfemé; al final el sacerdote me dijo que tenía necesi­
s, en
muchos casos es fundament al tener en cuenta I as evoluciones qu dad de exorcismos"; "fui donde un curador o pranoterapeuta, no sé
. d . ese
presentan durante una sene e exorcismos; tanto respecto del co bien; me hizo algunos ritos, me hizo beber una poción; después me
n1-
portamiento de la persona, como respecto de las consecuencias A sentí muy mal y comprendí que tengo algo que no funciona bien ...".
ces me ha sucedido que, sólo después de una serie de exorcism.os V~­ Podría continuar la serie de estas declaraciones. Hoy estamos
podido llegar a un diagnóstico seguro; otras veces me ha sucedido' e llenos de personas consideradas santas, como curanderos, hechice­
el comportamiento de la persona exorcizada ha seguido una evoluc~~e ros, magos, gitanos, videntes, carismáticos, entre otros. No es fácil
· · ibl e d urante 1 os exorcismos, pero que evidencia
tot alm ente ,impreVIsi ion
orientarse. Estoy en contra de las soluciones facilistas para todas las
cada vez mas la naturaleza del mal y llega a la liberación. historias y todas las falsedades. En cambio, es necesario discernir por
qué, aunque es verdad que en la mayoría de los casos se trata de falsas
.En. el interrogatorio
d.mgirse . preliminar pregunto, por qué pensa ron
a un exorcista y con base en qué síntomas. A menud alarmas o engañifas, a veces se trata de advertencias serias, justas y
. ~
aparecen motivos comunes, así que se acaba el interrogatorio co que merecen ser atendidas. En muchos casos el embrollo o la magia
~ocas palabras. Un ejemplo: "He oído hablar de maleficios y qu: es evidente. En los otros casos procedo al interrogatorio, como lo he
siera_ sa~er s_i tengo a!guno"; pero la persona demuestra que no tie­ expuesto anteriormente, para ver si hay síntomas sospechosos; y en
n_e nm~n smtoma significativo. "Rece, frecuente los sacramentos este caso asigno cita y procedo.
viva segun la ley del Señor y aleje los falsos temores"· el caso queda ¿Cuáles son los primeros síntomas de sospecha, por los cuales
cerrad "P d
º· a re, m1· h"IJO· se esta, volviendo • '
nervioso; tengo miedo establezco un primer encuentro? Pueden ser muchos; aquí me li­
de que le hayan hecho 1 " 'T' b" , , mito a los más comunes.
. . a go . 1am ten aquí, ante mis preguntas se
eVIdenc1a la falta de cu l · , '
cha . d ª quier smtoma, que pueda despertar sospe- Los familiares (generalmente son ellos; más raramente la per­
s, oy los acostumbrados consej os y basta "P d . 'd sona que está directamente interesada) me dicen que los médicos
me aband 0 , . • a re, m1 man o
.n? para Irse con otra mujer. ¡Me quería mucho! Cierta- no logran formular un diagnóstico preciso y que ninguna medicina
mente le hicieron algún til • ,, ., tiene efecto. Nótese que cuando hablo de medicinas que "no tie­
sor 1 egio ; también en este caso al hacer
pocas preguntas se ve q . . , ' nen ningún efecto", no quiero decir que las medicinas no surten ni
.
d espierts , ue no existe nmgun síntoma positivo que
sospechas· las h h" , siquiera ese efecto inmediato que es necesario. Por ejemplo, cuan­
1 1 d ' ec icenas no han entrado para nada por
o cua se an los consejos oportunos y basta. ' do los sedantes o los somníferos son absolutamente ineficaces o se
Otras veces el deseo de d. . . obtiene el efecto contrario, aunque se tomen en dosis muy fuertes.
sospechosas "P d , mgirse a 1 exorcista viene de personas La incapacidad para formular un diagnóstico y la ineficacia de las
., . a re, concedame una cit 1 a,. t engo un h echizo. ,, ·Y
quien se lo dijo? A d -. ¿ medicinas puede ser un primer síntoma dudoso.
O 1
que se de] ó lleva menu ª ?ersona no sabe responder bien; sabe Después me dicen que su familiar que por un tiempo fue practi­
r por un motivo q ·
un reproche. Pero se anirn . ue COJea o que tal vez le merece cante, ya no puede rezar, ya no va a la iglesia y se enfada, si es invi­
tana", "ha sido a, obligada por la pregunta: "Fue una gi-
una santa persona tado a ir; a veces blasfema o se incomoda al ver imágenes sagradas.
bendición"· "fui do d ful ' muy oradora, que me dio una La aversión a lo sagrado es sin duda un síntoma significativo.
bian, ' n e anoquel 1
hecho un hech¡ ee as cartas; me dijo que me ha-
izo Y me pid 10 ·' · • Hay que añadir que la persona tiene crisis de rabia y violencia,
Yo pensé más bien ven· d d cinco millones para quitármelo.
., ' Ir on e usted" "fi contrarias a su carácter; insulta, blasfema, y después no recuerda
oracion; han orado por m'1 h h ; ~rmopartedeungrupode
que yo tengo maleficios p ' an echo discernimiento y han visto nada de sus crisis también esto es síntoma de sospecha (sobre todo
t "· "fuí1 or 1 o cual n · por las blasfemias), aunque existen en común males psíquicos.
ª' donde un sacerd t ecesito la ayuda de un exorcis-
o e muy buen b
o, que endice aunque no
64 '
65

1 i . i i i ¡¡ 1
1
~lil este m0mento paso a otra serie de preguntas como d
. , 1· d
fia@e @uáNt© que pa d ece e 1 ma 1 y s1 esta 1ga o a otro hecho p .
esde
Me mantengo, sin embargo, informado sobre el éxito del exor­
, d . .6 . p art¡.
cular. Así, p0 d nan aparecer atos sigm icatívos, or ejemplo . cismo hecho, sobre todo si se trata de casos dudosos. Ha sucedido,
1
persona ha asistido a sesiones espiritistas, si ha frecuentado rnasi ª en efecto, que, a veces, durante el exorcismo, no se presenta nin­
s1. en su circu' 1 o d e amista. d es h ay personas d roga d retas
· gos
O ded" ' guna reacción particular, pero que después se manifiesta un efecto
. . fr .
d as a I oc ul trsrno, o s1 ecuenta ciertas iscotecas. Generalme 1ca.

positivo, que ha durado por mucho tiempo o, más a menudo, sólo
emerge una causa a la que se le atribuye el comienzo de los ma~!:'. por algunos días. Éste es ya un síntoma suficiente, para insistir con
a menudo se trata de una persona particular. Pregunto cóm h' otros exorcismos. En varias situaciones, cuando se procede con los
cambiado el comportamiento de la persona y desde cuándo· ~ ha exorcismos, la persona manifiesta cada vez más síntomas de pre­
, , Si a
h ec h o cosas raras, en que casos manifiesta más violencia. A m sencias maléficas; empieza a dirigir los ojos hacia arriba y hacia
c. • . . enu,
d o 1 os rarm 1tares mismos, durante el interrogatorio se sorpre d abajo, del modo que ya conocen muchos exorcistas; después se
'
d e como · 1 ' n en
vienen .a a mente hechos, detalles a los que no les h a b'ran vuelve cada vez más furiosa, explotando en gritos y blasfemias; en
.
d a d o irnportancía y que en cambio eran significativos. cierto momento la fuerza del demonio, ya totalmente descubierto,
se revela también en el diálogo, contestando a las preguntas.
Muchas ve_ces la primera bendición (así comúnmente llama­
mos los exorcismos, hablando con las personas) se reduce a poco He seguido casos en los cuales, después de meses de exorcismos,
Sucede, a ~enu~o, que las personas, deseando obtener una cita: (y una vez, aun, después de dos años), la presencia maléfica se ma­
sugieren disturbín, que, según la prueba de los hechos, son menos nifestó con toda su fuerza. Si hubiera esperado que se manifestaran
preocupantes. Muchas veces , tengo que decir:. "Aquír no se nece- los tres signos enumerados en el Ritual, como glosomanía, fuerza
. .
sitan exorcismos, pero se requiere una conversión" En efecto las sobrehumana y revelación de cosas ocultas, no habría empezado a
pers?~as que vienen, a menudo, son completament~ alejadas de la hacer exorcismos.
oracron y de los ~~cramentos; la Eucaristía dominical es descuida­ En vano decir que cuanto más grave se presenta el caso tanto
d ª con suma facrlrdad • e l más necesario es recomendar rezar y hacer rezar. Es necesario, ade­
h d d ' n e sacramento de la reconciliación (me
e a o cuenta desde hace f ) . más, investigar si existe algún impedimento a la gracia, que haya
se acusan D d h tempo , 1 os penitentes ya ni siquiera
· es e ace rnuch
los preceptos de la I lesia
situaciones matri g .
-
os anos,
1
º:
mandamientos de Dios y
ya no se ensenan. A menudo, encuentro
que remover. Se puede tratar de situaciones irregulares por resolver
(respecto del matrimonio, el trabajo, los asuntos patrimoniales, si
moma 1 es anormale · 1 . se han cometido graves injusticias... ).
Hoy la familia . s, irregu ares y desmtegradas. 1:
no reza· mua la t 1 · · , Un discurso particular, por su gran importancia, hay que hacer­ l 1

diálogo entre sus mie~bros. e evision, por lo que ni siquiera hay


lo siempre con el propósito del perdón de corazón. A veces se sabe
Si veo que no hay motivo des h con certeza quién ha causado esos disturbios; o se puede encontrar
si es oportuno reci·tand ospec a, doy una sencilla bendición, en situaciones de tensión, con familiares o con otros, por graves
' o 1 a oracron d I R" ¡
caso contrario procedo . e itua sobre los enfermos. En errores sufridos.
a 1 exorcismo no l .
vez, pero que puede d , ' rrna mente breve la primera Es necesario perdonar de todo corazón, abandonar todo resenti­
. urar
Tiermíno con las acosr b d ' mas segu ' I . .
n as reacciones que perciba. miento, orar intensamente por aquellas personas. En muchos casos
sacramentos y la vid
um ra as ad t
.
·
ver enc1as sobre la oración los
. a en gracia de Dios. ' ésta ha sido la vía para remover los obstáculos a la gracia divina y
Vanas veces he constatado obtener la liberación.
(que recomiendo siem que una buena confesión general Por la evolución de los exorcismos se tiene la impresión de que el
u . pre como pu t d
na intensa vida de oració d ? n e partida) y recomenzar
1 amentables disturbios Mº n y e gracia, se obtiene el cese de los mal emerje totalmente antes; sólo después se inicia la liberación.
gr · · rentras q · ¿Se llega siempre a la curación total? ¿Cuánto tiempo se nece­
acra santificante, los exorcis ue s_m oración y sin una vida en sita? Son dos preguntas difíciles. Ya san Alfonso, hablando de los
66 rnos no trenen eficacia.
67

-■ - f
ex@nCilisrn@s, advertía que no siempre se llega a la curación, Pero
siernpne se puede dar alivio a las personas atacadas. En algunos Testimonios
momentos de desánimo por los pobres resultados, el padre Cán.
dido, muy a menudo, me repitió que nosotros debemos hacer tod Una comunidad religiosa muy comprometida
de nuestra parte, dejando a Dios las decisiones; y no se cansó do
repetirme: "¡Si usted supiera cuántas vidas salvamos!". En efecto, s: Juan Carlos es un religioso que estudia teología, en preparación
tiene la impresión, esto es, se toca con la mano, que en muchos ca. al sacerdocio; tiene veinticinco años. Cuando fui por primera vez a
sos el exorcismo infunde en la persona atacada la fuerza de aceptar exorcizarlo, estaba en un momento de crisis; acostado en la cama y
su estado y seguir adelante. cinco condiscípulos lo sostenían con fuerza y visible fatiga. Lo asis­
tían día y noche dos miembros de su congregación que, turnados,
Pero también es justo anotar que en la gran mayoría de los casos
se habían comprometido a ayudarlo. Pero cuando lo asaltaban las
se llega a la curación, y, a menudo, a la curación completa. Pero no
crisis, con la tendencia de lanzarse por la ventana, había que pedir
podemos prever cuánto tiempo se necesita. Depende de la gravedad
refuerzos; se requerían por lo menos cinco personas. Noté que te­
del caso; desde cuándo el mal está arraigado en la persona. Depende
nía una mano vendada; había roto con los puños dos vidrios de una
del compromiso_con la oración y del total abandono a Dios por parte
ventana.
de la persona misma, de sus seres queridos y de cuantos la ayudan.
Depend: ~e los plan~s ~ue Dios tiene sobre esa persona, por lo que Me habían invitado a hacer un exorcismo más, pues Juan Carlos
ha permitid~ ese sufn~ento. Muchas veces, en casos de cierta gra­ era exorcizado semanalmente por el exorcista diocesano. Pero se
vedad, han sido necesarios tres o cuatro años de exorcismo. quería también mi parecer; se dudaba de que se tratara realmen­
te de posesión diabólica, aunque a esta conclusión habían llega_do,
. Persona~mente considero que haya un doble beneficio en la am­ por unanimidad, el psiquiatra encargado del enfermo y el exorcista
plitud del tiempo requerido, para llegar a la liberación.
El · de la diócesis, designado por el obispo; algunos síntomas no con­
omnzpotente para la persona atacada, que regresa a una vida vencían a los superiores de la congregación, que ya se habían pues­
de constante y habitual ·' d • d . to de acuerdo para un examen más, que habría debido hacer un
. oracion, e gracia, e confianza en D10s.
No siempre esto sucede en los casos de corta duración. Los casos conocido psiquiatra romano, más o menos una semana después de
resueltos en breve tiempo, a veces, han sido ocasión para un aban- mi vista.
d ono total de toda p á t" 1· · d
, en el mal.
grave recaída r c rea re igiosa, eterminando luego una más Juan Carlos era un religioso muy inteligente, de buen cará<:_ter,
apreciado por sus superiores y por sus compa~~ros. ~urante ano~,
Pero hay un segundo b fi • • como postulante, como novicio y en la profesión votrva temp~ra­
. ene 1c10 me 1 uso para las personas de los
P~;1entes y de los amigos, que se sienten más estimulados a la ora- nea, que lo llevaron a la profesión perpetua, siempre d:n:iostro te­
~ion y a creer con fe en las realidades invisibles. Mucha gente que ner todas las cualidades para llegar a ser un buen religioso Y un
oy ya no cree en estas cosas h , b" ' buen sacerdote. Fidelísimo en la vida de oración, inteligente en los
cis rnos, D e esto también
. '
ne ·t arra ien
l en asistir a algunos exor-
estudios, de buen carácter, no se podía prever la borrasca que esta­
mente cuando o· . cesi an ª gunos eclesiásticos. Cierta-
, ros permite el mal es · , lló de repente, aunque después reaparecieron las etapas de madu­
mayor bien. siempre para sacar de allí un
ración: de repente manifestó la imposibili?a~ de or~r, d_e ~star en la
En este punto, antes de conti d . Iglesia y, después de una crisis de violencia, mtento suicidarse por
siempre necesarios los ex . nuar, ejo dos preguntas: ¿son primera vez.
orc1smos? • N O ·
preguntas muy prácticas . · l existen otros medios? Son
Desde ese momento las crisis violentas lo asaltaban varias ve~es
siguiente capítulo. e importantes, ª las que contestaré en el
durante el día (hasta de noche) y duraban dos o tr:s horas. _Tema,n
que acudir a enérgicos refuerzos para sostenerlo, gritaba Y, simultá-

69
1
meamer,ite, p1i0foría blasfemias entre risas sarcásticas, y se sacudía
con fuerza para poder llevar a cabo sus intentos autodestructivo Así, Juan Carlos, siguió su sanación de manera intensiva con
Muchas veces quedaba sujeto a largas crisis de inmovilidad de tr s. los exorcismos, y con los otros medios que se usan en tales casos.
. . , . , d es,
a cuatro h oras; d urante estas crisis no tema nmgun ominio de , El Señor fue muy pródigo en gracias con él, porque la mejoría fue
no hablaba, no reaccionaba a estímulos externos (como pellizco:), constante, rápida, por encima de la más optimista previsión. Me
aunque estaba consciente y recordaba, después de todo lo que h '. podía dar cuenta cada vez que iba a exorcizarlo, mensualmente,
bía sucedido durante esas horas. ª mientras que el exorcista diocesano continuaba su obra una vez por
Mi impresión, después de un largo exorcismo, fue encontrarm semana. Creo que el mérito hay que atribuirlo a las oraciones de
ante un caso de completa posesión diabólica. Y admiré la óptí e toda la comunidad y a la colaboración de Juan Carlos que, con vo­
.
a~1~tenc1a. 'An te to d o, por parte de su superior, que creía en la posi-
~ luntad férrea, seguía las instrucciones y luchaba contra los asaltos
bilidad de las posesiones diabólicas (cosa no común hoy en el cle­ del maligno.
ro), hacía todo lo posible por curarlo, reservando para sí las part Podemos hablar de haber llegado a la curación casi completa en
, d 1 . . es
mas uras, como a asistencia nocturna. Y admiré a los cofrade menos de tres años; las pequeñas consecuencias que quedaron es­
que, además ~e rezar unánimes por su curación, se alternaban con tán desapareciendo rápidamente. Se trató realmente de una pronta
gran generosidad en la asistencia. Mi visita dio mayor seguridad curación, si se piensa que las causas eran de nacimiento (el rechazo
sobre!ª c?nducta que estaban siguiendo, pero se esperaba la visita por parte del padre, que no quería hijos y mucho menos un hijo
del ysiqmatra romano para tener una confirmación definitiva. varón) y que había tenido continuos descargos durante los veinti­
Este tu:o 1~ ~~la idea de llegar en compañía de su esposa, sicólo­ cinco años de vida, sucesos que no fue difícil reconstruir, hasta la
f a, Y ~n mi º?mwn, estaba completamente parcializado. La visita se causa del estallido final, que había determinado la primera crisis de
violencia y había manifestado todo el mal que se fue acumulando.
imito a un d1al?g? sereno y cordial con el enfermo. Los dos cónyuges
se ~egaron a as1st1r a una crisis de violencia que tuvo lugar poco des- Muchas veces he tenido que afrontar casos semejantes -aunque
pues de la conversación y envi d , . no existen dos casos similares- y para llegar a la curación o a la
.
d e un caso de histerismo . aron, espues, su dictamen: se trataba
yb t b . cuasi-sanación fue necesario más tiempo. A veces se ha llegado a
. . d as a a con a1 ejar al paciente de la casa
religiosa urante un mes es d · h obtener sólo mejorías.
• , . d . ' ecir, acer1 e pasar un mes de diversión
sm practicas e piedad · • '
que el dictamen deió ~~n exorc1~mos y sin asis~encia. En vano decir Soy enfermera en psiquiatría
las crisis de violen ! d Y perplejos ª los supenores, conscientes de
cia Y e 1 os mtentos des · 'd'1 Me animé a escribir después de haber leído, en un conocido pe­
robusta vigilancia. UICI 0, que requerían una
riódico católico, un artículo sobre el demonio. Ciertamente fue es­
Entre tanto, yo veía que los e . crito de buena fe; pero deseo dar testimonio de cuanto me sucedió,
vos. AconseJ·é consult t xorcismos daban resultados positi-
ar O ro especialista p , que está en directo contraste con lo que el sacerdote afirma en el
e 1 diagnóstico discrepa t d d . '. ues se tema entre manos
a un tercero. Pero acon:.~ f ?~ psiqmatras, valía la pena acudir
también son conscientesJe e egir o entre los pocos psiquiatras que
artículo.
Tengo 54 años, soy enfermera y desde los dieciséis años ejerzo
parecía indispensable e t y exp~r~os en posesiones diabólicas; me mi profesión ininterrumpidamente en una clínica psiquiátrica. A
b . . s e requ1s1to en est y , • ¡ pesar de mis defectos, siempre he creído en Dios, aunque he sido
uen ps1qu1atra interpelad d : e caso. asr se hizo. E poco practicante. Mi fe no era profunda; se basaba sólo en la edu­
so, destacó en sus conclu . o, e~pues de un examen muy cuidado­
cación recibida en la infancia, por lo que en cierto momento falló.
cas del paciente y confir;~nes as perfectas condiciones psicofísi­
Durante más de diez años no puse un pie en la Iglesia, aunque de
mente, esto es manifesta ~ cuanto había constatado yo personal-
~ las · ' crones de hor 1 vez en cuando rezaba a mi manera. Después dejé de rezar; pero me
~
~-~ poses10nes diabólicas. ror a o sagrado, típicas de sentí infeliz, como si rechazara un amor del cual tenía necesidad.

-tri
J,1
~ L 71
EfaGe siete añ0s, con los hijos ya grandes y organizados, empecé
tenen más tliemp0 para mí misma y quise pr~fundizar mis relacion~ veces me golpea física y psíquicamente. En los peores momentos
con Dios. Pero fue un gran esfuerzo. Me sentia como atada, árida , e e- recurro de nuevo a mi salvador, el exorcista, que me devuelve la
rrada a mí misma, casi incapaz de comunicarme. Sentí miedo. Vario paz y me guía a aceptar los sufrimientos en unión con la Pasión de ¡j

Cristo. Acepto con gusto esta misión de sufrimiento, para bien de ¡¡


de mis colegas de trabajo sufrieron por su salud mental; tenía mied s
de que me sucediera lo mismo. En vano alguien, como el capella~ las personas atormentadas por Satanás. Pido siempre al Espíritu
del hospital, trató de ayudarme. Rechazaba todo; todas las mañanas Santo que me guíe y creo que lo hace. He aquí cómo.
me despertaba llena de odio contra todo y contra todos. Sentía en mí Se dice que un ladrón reconoce a otro ladrón y un mentiroso re­
una violencia homicida de vieja data, pero siempre reprimida por mi conoce a otro mentiroso. A mí me parece reconocer a quien es ator­
educación; sentía rencores irracionales; hubiera querido gritar, pero mentado por el demonio, aunque procedo con suma prudencia,
por la costumbre que tenía del autocontrol, me presentaba calmada por temor a equivocarme. Cecilia era cuidada desde hacía quince
y dulce. Sin embargo, desde la adolescencia tuve ideas suicidas, aun­ años como enferma psíquica, pero tenía comportamientos atípicos.
que siempre reprimidas. Vivía en un estado de continua angustia. Yo la acompañé muchas veces donde el exorcista que, estudiando
el caso, le hizo una serie de exorcismos. El hecho es que está casi
Por la noche, desde hace muchos años, en intervalos irregulares
curada. El director de la nueva clínica admite esa curación, aunque
tenía sueños extraños. Por ejemplo, veía a un hombre en el fondo
confiesa honestamente que entiende poco. Cecilia ha conservado
de un tubo vacío, no entendía si era un rollo de papel o un caño de
todavía algunas costumbres de antes; debe reforzarse psicológica­
aguas negras. De este hombre no lograba nunca ver la cabeza. Me
mente. Pero el diagnóstico que aparecía en su historia clínica era
d~cía: "~erás mía"., En ese momento gritaba aterrorizada, pero al para preocuparse. Ella y sus familiares están muy satisfechos.
mism? tiempo tema el deseo de seguirlo. Mi marido me despertaba,
Aunque dudosa, hablé al sacerdote exorcista de dos pacientes de
consciente de que tenía pesadillas. He aquí otro sueño: alguien me
mi clínica. Raquel y Silvia. Él nunca se las ha encontrado, pero he
colocaba en los brazos una niña de nueve o diez meses· yo la acogía
hecho por estas dos personas oraciones de liberación a distancia.
con alegría. Inmediatamente ese dulce peso se volvía plomo, yo hacía
Puede maravillar este hecho, pero yo he quedado sorprendida de
es~erzos para que no se me cayera, pero en mis intentos le hacía
los resultados: ambas quedaron liberadas de toda forma de violen­
d~o, heria a aquella pequeña criatura. Me despertaba triste y pedía
cia, tanto que se les pudo dar salida del hospital. Todos los médi­
ª Dios que me salvara de esas pesadillas o de esas premoniciones. cos quedaron maravillados de la rápida curación y atribuyeron el
. En 198? me encontré casualmente -pero fue el Señor quien lo mérito a sus cuidados. ¡Me hacen reír!, basta decir que Raquel ha
dispuso basi- hablando con un exorcista. Traté de explicarle lo que admitido, antes de salir, que desde hacía un mes no tomaba ningu­
me pasad da Y muchas otra s cosas extranas,
ibílíd ~ •
unidas a mi casi irnpo- na medicina, porque escupía en el baño todas las pastillas que le
si 1
por el ad e orar . · Ese sa cer d ote me dºIJO
• que estaba siendo atacada
1
suministraban. ¿Pero es difícil admitir que Dios puede curar?
cosa m em? n 10 Y ~ue 1?e podía liberar; él me ayudaría. Fue una Claro que es cierto que el exorcista no quiere que yo diga: "Fue
arav¡ 1 1 osa sm grito • . ,
él me bend , ' . , s, sm nmgun gesto espectacular cuando usted quien me curó, quien curó a Raquel y Silvia, quien curó.. :'. No
0
ecia, ma que todo d 1 , .
creta más del· d p se esarro lo de la manera más dís- quiere escuchar esto. Pero por lo menos siempre repito que Dios
, ica a oco a p fui1 . escucha a quien reza con fe. He aquí lo que hubiera querido decir
de odio todo de ·d . oco perdiendo todo sentimiento
, seo e gritar y , .
deseo de suicidio d . ' .
O e vio 1 encía Acab
ª no sentía rencor contra nadie, n1 a ese articulista. Hubiera querido decirle que, según mi humilde
. . d parecer, existen varios grados de influencia del demonio. Yo no he
s1 todo el mal que se h b' · aron mis pesa illas; fue corno
que hubiera querido da iahacumulado en mí durante toda la vida, Y estudiado estas cosas; las he visto. Hubiera querido decir que se
esa ogar des · necesitan exorcistas verdaderamente calificados, especializados; y
Retomé con fid .d d ' apareciera por completo.
e 11 a las ' · que la mayor parte de los sacerdotes no saben realmente nada de
mucho. Sin embargo d, practicas religiosas y ante todo rezo todo esto. Creo que esta realidad, hoy, es más frecuente y por tan-
' que e marc ª d ª "· El maligno no me deja y a
72 73
t0 lililás ·rnn0 fralilte que en los tiempos cuando se estudiaban en el
selililhia:ni0.
wI artícu.lo que me inspiró a escribir tal vez tenga razón en soste. Exorcismos y oraciones de liberación
ner que los casos de posesión son raros; sostener lo contrario serí
tal vez hacerle publicidad al maligno. Pero en ese artículo no s a
dice que hay muchos casos secundarios, no de posesión, sino d: "Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi
influencias maléficas. Y al autor del artículo que aconseja dirigirse nombre expulsarán demonios" (Me 16, 17): con estas palabras Jesús,
inmediatamente a un psiquiatra, quisiera decirle que yo desde hace que había dado el poder de expulsar los demonios primero a los
dieciséis años trabajo en psiquiatría y que si se conoce a un sacer­ doce apóstoles y luego a los setenta y dos discípulos, extendió el
dote verdaderamente competente, es mejor dirigirse primero a él. mismo poder a todos sus creyentes. La condición es que se obre en
Rezo y pido rezar, para que los exorcistas tengan las gracias su­ su nombre. La fuerza de quien expulse los demonios, exorcista o
ficientes para su difícil misión y para que la Iglesia se dé cuenta de no, está en la fe en el nombre de Jesús, porque "no hay bajo el cielo
esta necesidad y se dedique a la formación de exorcistas competen­ otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos sal­
tes. Es una falta inmensa y muy evidente para quien trabaje en este varnos" (Hch 4, 12). Por tanto es un poder que viene directamente
campo. de Cristo y que nadie puede limitar o desconocer.
Pero la Iglesia, para dar una mayor ayuda a los que sufren de
maleficios y para poner en guardia contra los engaños, instituyó un
sacramental necesario, el exorcismo. Si queremos ser claros y no
caer en continuos equívocos, debemos usar las palabras de manera
apropiada, sin causar confusiones. El exorcismo es un sacramen­
tal, por tanto instituido por la Iglesia, que puede ser administrado
exclusivamente por aquellos sacerdotes (nunca por laicos) que ha­
yan tenido exclusivo y expreso consentimiento de su obispo. Todas
las otras oraciones dirigidas a liberar del demonio, rezadas por sa­
cerdotes o por laicos, son oraciones privadas y podemos llamarlas
"oraciones de liberación". No admito otros lenguajes, que son sólo
causa de equívocos, aunque sean usadas por autores famosos. Por
ejemplo, no admito que se hable de exorcismos solemnes, admi­
nistrados por el exorcista, y de exorcismos sencillos, administrados
por cualquier sacerdote o laico. Se debe hablar de exorcismo sólo
cuando se trata de aquel sacramental instituido por la Iglesia, que
usa oraciones especiales, indicadas por el Ritual y que puede ser
administrado sólo por los exorcistas. Todas las otras formas en uso,
por parte de sacerdotes o laicos, de individuos o de grupos, no son
exorcismos. También son exorcismos los del bautismo.
¿Qué diferencia hay entre el exorcismo y la oración de libera­
ción? ¿Qué es más eficaz? Digamos también que la finalidad es
idéntica: liberar de una presencia o de una influencia maléfica.

74
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:,nGUaiiJ. t 0 a 11a eficacia ' el discurso es más complejo. tervención maléfica. Pero el hecho es que en todos estos casos que
WJ!il laico que reza por la liberación d~l demonio, hace una ora- generalmente_son señal~dos co~o casos menores o menos gr~ves,
., ívada en la que eJ· erce el sacerdoc10 de los fieles y se vale de] no es necesario el exorcismo, smo que es suficiente la oración de
C!On pn , ·
poder dado por Cristo a cuantos creen en El. liberación. Co~o ~~eden ba~~ar todos los medios habituales para
El sacerdote que reza con el mismo fin también hace una ora­ obtener la gracia divina: oración, sacramentos, ayuno, obras de ca­
ción privada que, en iguales condiciones, tiene más e~cacia, ya que ridad ...
usa el sacerdocio ministerial y el mandato de bendecir. Nos parece que es muy importante tener presentes estas obser­
El exorcista que administra un exorcismo, tiene una eficacia mu­ vaciones por su utilidad práctica. Hoy, lamentablemente, es difícil
cho más grande, de por sí, porque realiza un sacramental, por tanto encontrar exorcistas. Es conveniente saber que, en la mayoría de los
hace una oración pública, que implica la intercesión de la Iglesia. casos, no es necesario su ministerio. Ya que a causa de su escasez,
sería oportuno reservarles solamente los casos graves y no llenar­
Pero estemos atentos. El Señor tiene muy en cuenta la fe. Por lo
los de trabajo con casos menores, que se pueden resolver de otro
cual es posible que la simple oración de un laico, aunque sea ora­
modo. Debido a que en este libro hablamos casi exclusivamente de
ción privada, tenga más eficacia que las otras. Así, es posible que la
los exorcismos, digamos ahora algo de las oraciones de liberación.
oración de un sacerdote no exorcista, hecha con mucha fe, tenga
más eficacia que la oración de un exorcista autorizado por el obispo, -Una primera observación. Entre la acción ordinaria del demo­
pero que obra con menos fe. Expongo inmediatamente un ejemplo nio (tentación) y su acción extraordinaria (los maleficios que he­
práctico. Sabemos por el padre Raimundo de Capua, confesor e his­ mos enumerado), no hay un límite definido. Esto vale también para
toriógrafo de santa Catalina de Siena, que cuando los exorcistas no los remedios. Por ejemplo, hemos visto cómo se puede caer incluso
en la posesión diabólica completa, persistiendo en pecados de par­
lograban liberar a un endemoniado, lo mandaban donde Catalina.
ticular gravedad. Hemos presentado el ejemplo de Judas Iscario­
La santa rezaba y obtenía la liberación. Su oración no era un exorcis­
te. Así también respecto de los remedios, tanto para la prevención
mo; ella no era ni exorcista ni sacerdote. ¡Pero era santa! También,
como para la liberación, son en todos los casos los medios habitua­
téngase en cuenta otro elemento: no basta sólo la fe de quien hace la
les y fundamentales de la gracia.
oración de liberación, o el exorcismo, cuenta también la fe de la per­
sona por quien se reza, de sus familiares y de los amigos que oran por -Una segunda observación. Por medio de la acción pastoral, es
ell~. El Evangelio_, narrando la curación milagrosa del paralítico que necesario despertar en la conciencia de los cristianos el sentido de
bajan desde el tejado hasta Jesús, nos dice que Cristo "en vista de su fidelidad a Cristo y de lucha contra el demonio. Todos los fieles, por
-~º
fie," 0b ' e 1 rru·1 agro. Por lo que tuvo en cuenta la fe del enfermo, pero su naturaleza, en calidad de bautizados y confirmados, deben consi­
derarse campeones contra el demonio. Saben que son templos vivos
también la fe de quienes lo acompañaban.
del Espíritu Santo y saben que el demonio quiere quitarles este pri­
Continuando, pues, el discurso de la relación entre exorcis- vilegio. Saben que Jesús vino "para destruir las obras del demonio" y
mos Y oraciones de liberaci
. · h e aqm, cuanto podemos precisar,
, ion, .
también ellos deben cooperar en esa obra. Como el demonio lucha
:e~firma~do la finalidad unica de liberar de la presencia o de las diariamente contra nosotros, así nosotros debemos luchar todos los
m ie~ias del maligno. Por tanto, no existe un límite definido Y días contra él, seguros de salir vencedores, por la fuerza del Espíritu
am as eral.as pueden ser usadas en la misma persona. Como nor- que se nos ha dado. Vivir en gracia significa decir siempre sí a Cristo
ma genera recordemos que 1 . l
formas m, os exorcismos son prescritos para as Y no a Satanás, según las promesas bautismales. En caso contrario se
as graves· el Derecho C , . h cae en el pecado. Parece que hoy no está muy presente, en la predi­
energúmenos es d' . d anomco abla de los posesos o
' ec1r, e 1 os que so , . d 1 . , d' a cación y en la catequesis, este sentido de lucha sobre el cual insiste
b ólica propiamente d' h E n victimas e a posesion 1 ·
práctica hacen todos \c ª· st º. no prohíbe que se usen, como en la toda la Biblia, sobre todo el Nuevo Testamento. Es un concepto que
os exorcistªs, también en otros casos de in· hay que recuperar. Salvaguardar y aumentar el estado de gracia es
76 77
a Mi@t@nia 60r,¡&na la acción ordi~~ria del demonio_ (tentación) y es, al
mism@ ~iemp@, 1a mejor prevencwn contra su acczon extraordinaria. Nos parece oportuno añadir algo más.

-Pasando ahora a hablar más directamente de las oraciones de * Las oraciones de liberación se hacen de distintos modos:
liberación, digamos inmediatamente que todas las oraciones so persona!mente, ~or pa~te del interesado; en familia, 0 con la
buenas, en especial las oraciones de adoración y de alabanza a Dio; presencia de algun amigo; en grupos de oración, a veces muy
"salmos, himnos, cánticos espirituales", como dice San Pablo. Las ?umerosos y en favor de varias personas perturbadas. Es muy
oraciones también pueden ser creadas: es bueno en todo caso, acos­ importante que, en todo caso, se conserve un clima de recogi­
tumbrarse a oraciones espontáneas. Si la oración se hace en grupo, es miento, que favorezca la oración confiada.
necesario que sea dirigida por el responsable del grupo, sacerdote 0 * Se pueden usar los medios acostumbrados, como la bendición
laico, para garantizar un desarrollo sistemático. con agua bendita y la presencia de un crucifijo. Me parece oportu­
En nuestros últimos tiempos las oraciones de liberación han te­ no, pero no taxativo, que las bendiciones con agua bendita sean
nido gran desarrollo providencial, gracias a los grupos de la Reno­ hechas por un sacerdote, cuando la oración se hace en grupos;
vación. Al faltar la experiencia, se han hecho necesarias instruccio­ me parece oportuno divulgar que, en familia, sean el padre o la
nes es~~ciales5• Estoy p~rticularmente agradecido con los grupos madre los que bendigan a los hijos, haciéndoles en la frente la
de oración de la Renovación, por la sensibilidad que tienen con este señal de la cruz, con el pulgar humedecido con el agua bendita.
tip,o de s~fri~ientos y por la ayuda que dan a los más necesitados. Y esto aun independientemente de las oraciones de liberación.
Mas ment.~na es su obra, porque hoy en día es muy raro encontrar * Es importante que, en los grupos se evite todo lo que puede ser
comprensión en otros ambientes. motivo de curiosidad y no de oración fervorosa. Por ejemplo,
Pero es necesario hacer las cosas bien. Con este objetivo es im­ si alguna persona atacada se agita o grita durante la oración,
portante te~er presente la Carta de la Congregación de la Doctrina debe mantenerse asegurada, bien ayudada sólo por los fami­
de la Fe, enviada a los obispos el 29 de septiembre de 1985. Presento liares, bien por los que han sido encargados; si el grupo no está
compuesto por personas preparadas, la oración debe hacerse
sol~men~e,algunas de las cosas que no se deben hacer. Otras cosas
las incluiré después. en un lugar apartado, sólo en presencia de personas instrui­
das. Quien asiste por curiosidad, sin voluntad de colaborar ac­
* No se deben hacer exorcism os oJ,¡:;1cza
· l .
es, reservados a los exorcis- tivamente con su oración, puede ser perjudicial.
tas. Tampoco se debe usar el exorcismo de León XIII pues se ha * Aconsejo también una extrema discreción en los gestos. En al­
vuelto de derecho públí Ot '
. reo, ra cosa es el uso privado de ese exor- gunos grupos, todos tienen la manía de poner las manos sobre
* CISmo; por lo menos, de este modo entendemos el documento. , la cabeza o sobre las espaldas de la persona por la cual se reza;
Se debe también ·t d' · · poner la mano sobre la cabeza, es un gesto bíblico usual, pero
evi ar mgirse directamente al demonio para
conocer su nombre y añado 1 conviene que lo haga el sacerdote o quien dirige la oración.
Amén de 1 d. , ' yo, para cua quier otra pregunta.
groso par~uqe ~ ia 1 ogo directo con el demonio puede ser peli- Los otros, si tienen la costumbre, pueden tener la derecha o
men se atreve a hacerlo • 1 d bid . ., los brazos levantados hacia la persona que es bendecida, pero
y, por tanto sin la t ., .sin a e i a autorízacron
* pro eccion de la Iglesia. sin tocarla. Se puede orar en lenguas, pero siempre en orden,
El documento termina record d . evitando cualquier apariencia de exaltación. Como ya hemos
ción, de los sacrament d an º. la importancia de la ora- dicho, se ha constatado que las oraciones más eficaces son las
gen María a los ángel os, elI recurnr a la mtercesión de la Vir-
' es Y a os santos. de adoración y de alabanza a Dios.
s Con ese objetivo se publicaron do 5 . * Un gran servicio que los grupos de oración prestan, tanto en
Rinnovament libros que todavía pu d
G M o e potenza de/le tenebre Preso t . . e en ser muy útiles: SUENENS, L. J. el momento de sus oraciones de liberación, como de ayuda
RUA, alteo. La preghiera di liberaz~one. Hn abc_1on del card. Ratzinger. Paulinas, 1982, y LA
er ita, Palermo 1985 en la obra de los exorcistas, es el de acompañar a las personas
78 ' .
79
ata<m'das a recorrer un camino de oración y de catequesis. Me
clir.ij0 s00ra todo a los grupos porque, lamentablemente, sólo l·beración
1 de una persona en su iglesia parroquial. La oración d ,
casi toda la noc h e; l a I·g1 esia
. esta b a 11 ena de personas, sobre todouro
de
raras veces las parroquias pueden prestar este servicio, que les
peregrinos, que trataban de prestar su contribución en plegarias per­
corresponde a ellas. En muchos casos el que sufre de malefi.
sonales. Al final el padre Jozo, que se había vuelto experto en este
cios debería rezar mucho, pero no puede si alguien no lo ayu.
campo, declaró que la persona no había sido liberada porque muchos
da; debería ir a la iglesia, pero necesita ser ayudado, ser asistido
de los presentes eran sólo curiosos, y querían permanecer en la iglesia
porque tiene la persistente tentación de irse; debe ser acompa­
sólo para ver cuál sería el desenlace. También yo he notado que la
ñado para que se acerque a la comunión, porque por sí mismo
presencia de u~a sola persona equivocada puede perjudicar el buen
no es capaz. Además necesita seguir un camino de instrucción fin de un exorcismo.
religiosa. Casi siempre tenemos que tratar con personas que no
tienen ninguna formación religiosa. Es aquella "nueva evangeli­
Testimonios
zación" sobre la que insiste el Santo Padre, y que puede hacerse
colectiva o individualmente. En los casos que tratamos, nos en­
contramos ante terrenos, óptimamente, disponibles para una
Algunos episodios de liberación
instrucción individual. Nos parece necesario presentar algunos casos que escogimos entre
* Añado también que hay una diferencia fundamental sobre el tantos que nos sirven de ejemplo: no existen nunca dos casos iguales,
compo1:amiento_ que hay que tener en los casos de exorcismo y pero hay situaciones que se repiten con alguna semejanza.
de oraciones de liberación. Estas últimas son mucho más libres Liberación de sí mismos. Comencemos afirmando que el poder
P_~r cuanto no hay normas particulares que las regulen, a excep­ dado por Cristo a todos los creyentes en Él: "En mi nombre expul­
c:on_ de las que hemos dicho. Basta proceder con fe y en orden, sarán demonios" (Me 16, 17), no es sólo para liberar a los demás,
siguiendo la enseñanza de quien preside la oración. A veces suce­ sino también para liberarse a sí mismos. Ante todo recordemos que
de que personas acostumbradas a las oraciones de liberación son vivir habitualmente en gracia de Dios, orar, acercarse, a menudo, a
invit_adas a asistir a exorcismos, para que presten su contribución los sacramentos, recurrir a la intercesión de la Virgen María, de los
orac1on~ y, cuando es necesario, su asistencia a la persona que ángeles y de los santos, es el más seguro y preventivo remedio. Pero
e~ exorcizada. En este caso quien obra es el exorcista, que admi­ esto a veces no basta. Como hemos visto, es posible que el demo­
mstra ~n sacramental, siguiendo las normas prescritas por el Ri­ nio se encarnice particularmente contra alguien, sin culpa suya; Y
?
tual. 1 hay sac~rdotes presentes, también ellos pueden recitar es posible que el Señor permita, con el fin de la purificación Y del
las nu_smas º:ªc:ones del Ritual, bajo la dirección del exorcista. apostolado de esa alma, que los ataques del demonio tengan éxito.
Los lai:os se limitan a orar interiormente, o en voz baja evitando Como el caso bíblico de Job, es el caso de tantos santos Y de tan~
~~q~1er gesto (imposición de las manos y demás) o 'cualquier tas almas buenas, por las cuales el Señor permite es~s ~ruebas, as~
m1c1ativa que no esté de d d . . ., .
1 . acuer O con I a a m1mstrac1on presenta como permite a todos, pruebas de todo tipo de sufrimiento. Aquí
por a 1Igles1a_para ese sacramental. Su presencia es de gran ayuda
quiero poner en evidencia el hecho de que, muchas veces, esas ~1-
para e exorcista, con tal de que conserven su lugar.
mas superan las pruebas, se liberan de ellas completamente, ~m
"En mi nombre expulsarán los d · ,, necesidad de oraciones de liberación y mucho menos de e~orcis­
to a todos sus creyent . emomos , el poder dado por Cris-
es, es marav1lloso· pero 1 • . . , . mos. Yo creo que las oraciones de liberación las hacen ellas mismas.
se requiere mucha fe h h . ' en e ejercicío practico
Recuerdo que una ve'zmeluc da umildad y mucho olvido de sí mismos. Bastan los medios tradicionales de la gracia Y el uso de los :re~ gran­
. pa re [ozo (muy ·d des medios, a los cuales se debe recurrir, e~ ~special los _mdicado:
tienen un poco de exper· . conoe; o por todos los que
iencia con Medi~ugor;e
· ) h a b'1a rezado por la por Jesús en el momento de la difícil liberación de aquel Joven, ~~
nueve apóstoles no pudieron liberar; al padre del muchacho pi e
-~ 80
81
-r'III ~}~
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~ii'.::
1
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11 1

¡;¡¡ i i ¡
mu@l/ia fe; a: l©s apóstoles Jesús dice que, para liberarse de ciertos :
fil'efI101ill0
.· s , Sª"' nesesita oración y ayuno. Demos a la palabra "ayuno"
1
\;)"' •
despu és de regresar de vacaciones
d.. 1 . había cambiado.
b La Hermana la
la gtan dimensión que muchos pasajes bíblicos nos sugieren. . ó con un pretexto; IJO que e mteresa a esa parte de geografía
· d o y que d esea b a escuc h ar 1 a u'1 tima
11am estaba estu d tan . 1 eccon.
.'
Quiero citar dos casos relativamente recientes.
que uchacha abrió el libro, e inmediatamente salió un pequeño
Se lee en la vida de san Juan Bosco que, principalmente durante , m doblado, de co 1 ores muy vivos:
Laañuelo . . d
fOJO, ver e y aman o. La
·u
dos años, el santo fue atormentado de manera extraordinaria por PH ana trató de cogerlo, pero se le escapó de la mano, desapare-
el demonio. No sabemos exactamente cómo se liberó. Sobre este . do en la nada. G1 ona
erm . palid . , " p b d ,, N
1 ecio: ¡ o re e m1. ¡ o pue o per-
d
punto Don Bosco ha sido reticente y nos parece entender que, por derlol" Sonó la campanilla de las clases; sor María Teresa mandó a
humildad, no quiso revelar las penitencias extraordinarias a las que ; cl:es a la muchacha diciéndole que estuviera tranquila, que ella se
se sometió para superar esa prueba. encargaría de la búsqueda.
Es cierto que lo hizo por cuenta propia, en el sentido de que no En efecto, fue a la mesa privada de estudio de Gloria y se puso
tuvo necesidad de que otros hicieran por él oraciones de liberación a ver libros y cuadernos, página por página. Encontró ese pañuelo
y mucho menos exorcismos. debajo del último libro,, pero t~vo que agarrarlo con fuerza para
Otro caso más cercano a nosotros es el del padre Juan Calabria, el · sostenerlo porque parecia electrizado y trat~ba de escapar. S?~P~~
fundador veronés beatificado por Juan Pablo II el 17 de abril de 1988, · h a y temerosa, la hermana invocó a la Virgen y luego se dirigió
os
c 1 pequeño pañuelo como si fuera el día . 61 o: " ¡ D esgracia . d o.' M ana ,
en el momento de la visita pontificia a Verana. En los últimos años de
vida, el padre Calabria vivió períodos en los que el Señor permitió que · ;antísima ya te ha aplastado la cabeza". Corrió a la cocina y lo ;chó
fuera sometido a la posesión diabólica propiamente dicha. Fue clara en una estufa grande, en donde ardía un buen fue~o. ?es~ues de
la finalidad: purificación y expiación. Leyendo los documentos ofi­ ese hecho sucedió que Gloria no lograba retener nmgun alimento
ciales del proceso canónico, resulta claro cómo aquel santo sacerdote y decaía día tras día. Sor María Teresa llamó aparte a la mucha.cha Y
se liberó por sí mismo, con su fe, su humildad y sus oraciones. No la obligó a confesarle qué le había sucedido durante las v~cac10n~s
tuvo necesidad de oraciones de liberación y mucho menos de exor­ con la familia. Gloria dijo ante todo que de noche no podía dormir,
cismos. Creo que son ejemplos consoladores e indicativos para todos, porque de su almohada salía un ruido ensordecedor, que la mante­
aunque esto no basta para todos. nía despierta. Después narró que en el hogar trabajaba mucho para
Liberada con la ayuda de una monja. Me parece interesante este mantener la casa en orden y ayudar a sus hermanos, de manera que
hecho, también arquetipo de cuanto puede suceder. Una monja ita­ su madre pudiera . . en a 1 guna casa de familia para
trabajar .. ganar un
liana, misionera en Brasil, enseñaba en un Instituto de Marilia (San . , ,
poco de dmero. Un día entro en casa una muje · r que le d1JO ' en. tono
h..
Pablo), en clases de secundaria y universitaria. La escuela era fre­ imperativo: "Tan pronto te gradúes tienes que casarte con i_ni uo.
cuentada por unas setecientas estudiantes, casi todas de ese lugar, Por ahora conserva este panue _ 1 o; si• 1 o pier · des. ,',,ya no podras estu-
excepto unas setenta, que eran recibidas como estudiantes internas <liar, serás reprobada en los exámenes y rnonras ·
de las hermanas. Una de estas, Gloria, estaba terminando el curso La muchacha bañada en lágrimas, , . d..iJO que trataba de obedecer . ,.
para obtener el diploma de maestra de escuela elemental. Diligente,
educad · · l l · por amor a su madre ' y a sus hermanos. L ª h ermana . le garantizo.
a, servicia , era a primera de seis hermanos· siendo huérfana " Ten confianza en la Virgen y sigue . mis . consejo . s"· Primero a acom-
e 1. , . lue-
de padre, su abuelo sostenía los gastos escolares es~erando que, una pano ~ , a la iglesia para que pudiera • h acer u na buena d cOIl!es1on, hachas
vez maestra, ayudara a los hermanos. ' d ·t ios e 1 as
go, en un momento en que en los orrru or . mue ección en
Sor María Teresa la he ,
pezo, a darse cuenta d' rmana
l que
e me narro estos hechos ' ern- no h a b,ia nadie . la quiso . cerca d e si, pa ra hacer una .mspqué había
1
su a mohada. Cuando le ordeno, d escocer la para mirar
' b d · , No fue
lo que no ha b'1a sucedido~ que
ante os pro
• esores
1
, se lamentaban de Gloria, d
entro, la muchacha temblaba de rrue o, . d pero o e ecio.
la lana· tan
s, parec1a ausente, no asistía a clases, d1·r· ·¡
f~ . 82 ici encontrar un extraño objeto pesa • · do envue 1 en
to ,

~11,~ 83

1111 ,11r=--
--~n@J!lt@
"'=-="=-I 0 al!)m@,
1a ·, Gloria palideció: "¡Mis cabellos!". En efecto, habi' ·
, a Lucifer y a los condenados. Vanos esfuerzos. En cierto momento
,;!,1 0 ""abellos y Gloria recordo entonces
d que esa mu¡· er 1!

l!lFl. Ill'filWJ 0 l!1"' "'
mientFas l@ hablaba, le había rápidamente corta o un poco de sus ¡
1¡ ª itó: "¡La Virgen no! (tal vez la veía llegar); ¡el pájaro blanco no! (tal
~z veía el Espíritu Santo); ¡el pájaro no!, ¡el pájaro ha llegado! Es el
1 argos ca bellos que le baj aban por~ la espalda.
~ Pero . mayor sorpre- i
. d , la más grande". Con este último grito el niño saltó, para volver a caer al
~ fu e la de encontrar un pequeno panue 1 o, i entico a 1 que había 1, suelo, sin sentido.
sido quemado. '
Siguió un silencio absoluto. Todo había terminado. Los dos sa­
En un rincón del patio había un jarro grande para la basura. Allí
cerdotes lloraban de alegría y las otras personas que, adivinando lo
le pusieron fuego y echaron todo lo que encontraron en la almoha­
ucedido, de la iglesia habían entrado a la sacristía. En los días si­
da. El envoltorio, los cabellos y las otras cosas que pronto se con­
~ientes el muchacho, del_ estado de ~osesión había pasado al estado
sumieron; pero para destruir el pañuelito a colores fue necesario
de vidente ( es un paso pelzgroso y delzcado, que sucede a menudo; es
añadir más papel para aumentar la llama. Mientras tanto rezaban
una verdadera trampa del demonio para regresar). Pero duró poco.
(hecho muy importante en estos casos) la hermana dijo de nuevo:
Desde entonces goza de óptima salud, frecuenta asiduamente la igle­
"Los pies de María Santísima sigan aplastándote, espíritu malva­
sia, feliz cuando puede hacer de acólito.
do". Después la muchacha mejoró totalmente; comía, dormía, le
iba bien en los estudios; se sentía serena y libre. Sor María Teresa Una liberación en Medjugorje. Son muchas las liberaciones suce­
terminó su narración diciéndome que antes no había creído en las didas en Medjugorje. Escogemos una, resumiéndola de una narra­
hechicerías, pero después ... ción hecha por un participante, el diácono permanente Franc~ Sofía.
Transmitimos la narración directa, porque es más eficaz; el discurso
Dos sacerdotes no exorcistas, pero de mucha oración, se habían en primera persona se refiere al diácono relator.
puesto de acuerdo para bendecir a un muchacho de once años, por
Una madre de familia, de un pueblito siciliano, sufre desde
petición de los padres, sus parroquianos. El hecho se remonta a
varios años porque es víctima de una posesión diabólica. S_e lla­
1987. Mientras los familiares y otras pocas personas se dedican a
ma Asunta. También algunos de sus familiares parece que tienen
orar en la iglesia, los sacerdotes llevan al niño a la sacristía; era obe­
disturbios físicos causados por venganzas de Satanás. Después de
diente, calmado, amable; realmente no parecía que sufriera algo
rr.ialéfico. Tan p~onto co~nzó la re;itación de las oraciones tradi- ¡ algunos años de visitar varios médicos, que en;~entra~ a As1;mta tl
sanísima la enferma toca a la puerta del mismísimo obispo. Este, l
cionales, he aqui que el nmo empezo a hacer gestos, a arrojar babas, ¡ ' examinar el caso, lo confla , a un exorcista,·
después de q~e _es ayu da- l
a blasfemar y a pronunciar amenazas. Durante dos horas los sacer- i
do por un grupo de oración que, para obtener el buen éxito, reza Y
dotes siguieron rezando, usando también los medios que tenían y :
ayuna. También yo, asistiendo a los exorcismos, me doy cuenta_ de 1
q~e hacían retorcer al pequeño poseído: señales de la cruz, bendi- '
que se trata de un caso muy grave, por lo cual propongo al mando
CIO~es_ con agua bendita, encendimiento de velas benditas y quema
de mcienso. Aquella vez decidieron suspender. llevar a la esposa a Medjugorje. Después de ~lgu~as dudas (en esa
familia ninguno conocía los hechos de Med¡ugor;e) se toma la de­
. Quinc~ días después el niño se presentó nervioso desde el co­ cisión y se parte.
rr.iienzo e mmediatamente se enfureció cuando comenzaron las ora­ . 1.10 d e 19 8 7- Asunta se siente, mal
Llegamos el domingo 26 de ¡u
~?nes. Su rabia cr:cía cada vez más, cuanto más se invocaba a la , • d e 1 carro · El padre Ivan,d e 1.
tan pronto pone los pies en tierra, a 1 b a¡ar
. .
irgen, .ª san Francisco, a san Benito (patrón de aquella parroquia) Y . de los franciscanos,
. no nos d a nin· guna esperanza de ayu a,
1

superior
ª san Miguel Arcángel. Un sacerdote no dejaba de hacer la señal de la !
porque en el período de verano e 1 tra b ªJº es e,xtenuante.; Propongo
· ,
cruz co~ un gran crucifijo. El demonio se volvía cada vez más furioso '. · se manítesrara y 1dos
Y parecia c 1 aro que no pod , . . llevar a Asunta a la iglesia; creo que e 1 d emoruo
d a a gntos,
. . na
y a mvocar por el
resistir.
b En efecto, empezó a pedir ayu· :, .
sacerdotes se verán obligados a mtervenn. 1 •. Sin embargo, no
. , d
suce •e
norn re a otros demonios, en particular 1
nada; es claro que el demonio no tiene . ·
ninguna intenc10n e mam-

84
85
fespause. Bl@Iíai siguiente subimos al Podb~do, la colina de las apari­
Gienes, rezande el Rosario. Tampoco aqut sucede nada especial. Al , A la mañana siguiente fuimos donde el padre Jozo quien des­
bajar, nos detenemos delante de la casa de Vicka (la 1::ás grande de , pués de la ~ucaristía,_ impuso las manos sobre _la cabeza de ~ta;
las videntes), en donde hay mucha gente. Tuve también tiempo d '. los demonios no resisten a este gesto y reaccionan con violencia.
decir a Vicka que está con nosotros una mujer endemoniada, llama~ i El padre Jozo pide llevar a Asunta a la iglesia; hay que llevarla con
da Asunta. Y es Asunta la que corre inmediatamente hacia Vicka y . mucha fuerza. Hay mucha gente; el sacerdote aprovecha para ha­
la abraza, estallando en lágrimas. Vicka le acaricia la cabeza. Ante cer una catequesis sobre la existencia del demonio. Después reza y
este gesto el demonio se manifiesta; no puede tolerar la mano de la \ asperja varias veces a Asunta con agua bendita; las reacciones son
vidente. Asunta se echa por tierra, gritando en una lengua descono- . siempre violentísimas. Tenemos que regresar a Medjugorje; el pa­
cicla. Vicka la toma de la mano con delicadeza y recomienda a los \ dre Jozo alcanza a decirnos que hay que animar a Asunta para que
presentes, desconcertados: "No lloren, más bien recen". : colabore: es demasiado pasiva, no se anima, no se ayuda. A la una
Todos rezan con fuerza, jóvenes y viejos; se mezclan oraciones en ; de la tarde el padre Slavko y el padre Felipe vuelven a orar en la casa
varias lenguas, porque los peregrinos son de diversas naciones; es una: cural. Una hora después nos llaman para colaborar con nuestras
escena bíblica. Vicka asperja a Asunta con agua bendita y luego le pre- : oraciones; nos dicen que los demonios se han debilitado mucho,
gunta si se siente mejor. La mujer hace señas con la mano para decir, \ pero es necesaria la adhesión plena de Asunta. Mientras rezamos,
sí. Pensamos que se liberó y nos miramos con alegría. El demonio lan- , se trata de hacer pronunciar a la infeliz el nombre de Jesús; trata
za un grito espantoso; había fingido haberse ido para que dejáramos : pero parece que sufre síntomas de sofocación. Se le pone el crucifi­
de rezar. Continuamos con mayor espíritu, entonando el Rosario. Un i jo sobre el pecho y se le sugiere renegar de todo tipo de magia o de
señor levanta las manos y las mantiene sobre las espaldas de Asunta, : sortilegio (es un paso determinante en esos casos). Asunta afirma
pero desde lejos; el demonio no resiste a ese gesto, por lo que Asunta 1
que era lo que se quería. Continúa la oración hasta cuando Asunta
grita y se menea; se hace necesario detenerla, porque quisiera lanzarse ! logra pronunciar el nombre de Jesús, después comienza el Avema­
contra ese hombre. Interviene un joven alto, rubio y de ojos azules, 1 ría. En este momento estalla en un gran llanto. ¡Está libre! Salimos
que con gran fuerza lucha contra el diablo. Deduzco que le impone so- ' para ir a la iglesia; se nos dice que Vicka se sintió mal en el instante
meterse.ª Je~ucr~sto, pero todo es un intenso diálogo en inglés; Asunta : mismo en que Asunta era liberada; estaba orando por esto.
no sabe mgles, sm embargo, discute animadamente. : En la iglesia Asunta estaba en la primera fila. Siguió con fervor
Entono las letanías lauretanas. A la invocación "Reina de los ·, el Rosario y la Eucaristía; no tuvo ninguna dificultad para comul­
ángeles", el demonio lanza un grito tremendo; se requieren ocho: gar. Este es un test importante. Cinco años después pude confirmar
per~onas para sostener a Asunta. Nosotros repetimos la invocación i que la liberación fue radical. Ahora esa mamá es un testimonio vivo
vanas veces, en tono cada vez más elevado, con la participación de : de la misericordia de Dios y es uno de los miembros más activos del
todos los presentes. Es el momento más fuerte. Después Vicka se · grupo. No duda en decir que su liberación fue un triunfo del Cora­
acerca a ' "Y, h ' zón Inmaculado de María.
. ~m: ª acetres horas que rezamos. Es tiempo de llevarla :
a la iglesia". Un italia b · l' . .
bl . h d" h ~o que sa e mg es me repite una frase del dia-
. º· "ª- re que e~tan presentes veinte demonios. Vamos a la igle­
O Un obispo promueve las oraciones de liberación
sia Y Asunta es obligada a e t 1 ·
n rar a a capilla de las apariciones.
Ali'1 Con carta pastoral fechada en 1992.6.29 monseñor An~~~a
el pa d re SI avxo
l y el pad F 1·
noche L re e ipe oran por ella hasta las siete de la Gemma, obispo de Isernia-Venafro, emitió un decreto que quiste­
· uego sa 1 en todos y ramos que fuera seguido por iniciativas análogas por ~arte de todos
las primeras ap . . regresamos a las nueve; en la capilla de
anc1ones 1 os do d los obispos. Transcribimos los puntos esenciales, d~Jando de lado
once Despus, s b s sacer otes rezan todavía hasta las
· a ernos que As t h h todas las motivaciones bíblicas y teológicas, ya ampliamente trata­
Se nos da una cita para la tard ~n ~ a ablado en varias lenguas. das en estas páginas. La Escritura habla del demonio más de 1000

,, __ ,.'
86
e siguiente; es un caso muy duro.
veces; sólo el Nuevo Testamento habla de eso casi s00 veces. Nos

..
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cc•lfl r. 1
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egJ¡a: g¡_ue Mlil @Tuis¡¡>o valeroso sepa ver aquello de lo cual, en apa. ·
nie1mia, el ml!lnfilo católico ni se da cuenta. El obispo anuncia que mensualmente preside personalmente
Si el Señor quiere conc~dern~s el_ fruto de esta. i~iciativa, que uno de estos grupos de oración de liberación.
asumo en la plenitud de rru conciencia y responsabilidad pastora] Solamente después de haber hecho uso copioso de estos me-
será mi alegría ponerla en práctica. En este momento no puedo'.
d.10 s se puede recurrir al exorcismo propiamente dicho, que, como
quisiera que, en el contexto de fe y de la obediencia, acepten la; '
se sabe, ' .
compete umcamente a 1 o b'ispo y a l os sacerd otes expresa-
indicaciones de este documento, lleven a cabo los compromisos un mente delegados por él.
acto de confiada esperanza teologal...
Los sacerdotes pueden siempre ofrecerse para bendiciones es­
La acción maléfica y oscura de Satanás -como la llama el papa ciales a personas y lugares, pero se debe afirmar claramente que
Juan Pablo II- es, créanme, más difundida y nefasta de lo que se pue­ p~nguna bendición tiene eficacia sin lafe de quien la pide, su renun-
da pensar y creer. El escepticismo sarcástico de pseudosabios mun­ nz
da al pecado, su frecuencia a 1 a oración
· ' y a 1 os sacramentos. En caso
danos, o también de cristianos y de maestros religiosos, es fruto de
desinformación y, por tanto, de superficialidad, amén de ser -eso contrario, hasta la bendición puede .. , ser considerada parte de un
amuleto y sería por tanto superstición.
mismo- parte principal de aquella victoria que el maligno quiere lo­
grar, encubierto en el silencio. Nadie, le pido a los pastores del pue­ Cual público y constante testimonio de ponerse a luchar contra
blo de Dios, puede tratar este tema con ligereza: sería una transgre­ el enemigo del bien y de nuestras almas, establezco que antes de la
sión imperdonable y podría entre otras cosas escandalizar. Creo que bendición, al final de la celebración eucarística (a la cual el obispo
hace parte del ministerio sacerdotal escuchar a todos los hermanos con su autoridad da una eficacia especial liberadora, a la cual el sa­
con gran paciencia. Todo debe estar sometido a un sano discerni­ cerdote debe adherir con su intención) se recen devotamente estas
miento, sobre todo por parte de los pastores; pero nunca jamás un fórmulas:
alma en pena, tal vez inconscientemente hostigada por el maligno Celebrante: En comunión con el Papa y con el obispo, recordando
- ¿no es quizá su habilidad?- puede ser tratada con superficialidad, nuestro bautismo y nuestra confirmación, renunciamos a Satanás Y
minimizando sus problemas o, peor, negándose a escucharla. ¡Así no a sus obras y seducciones.
?br~ba Iesúsl, ¿~o saben los ministros de Dios que precisamente su Todos: [Renunciamos!
indíferencía obhga a menudo a los sencillos y a los pobres a recurrir Celebrante: Oh María concebida sin pecado.
a magos Y hechiceros o a otras prácticas aberrantes que son [ay de
'I 1 . ' ' Todos: Ruega por nosotros que recurrimos a ti.
IDI., e mstrumento privilegiado para la intervención del demonio
Y su triunfo?, ¡no se cansen de tener alejados de él a nuestros fieles! Celebrante: San Miguel Arcángel, defiéndenos en la pelea; sé ~ues­
tro amparo contra la maldad y las asechanzas del demoni_o; tnunfe
Entr~,1as armas contra los estragos del maligno sugiero los grupos
de oraczon de _libe:~ción, puntualizando que ellos son, a los cuales
sobre él la potencia de Dios como rendidamente, te lo ~uphcamo~. Y
tú, príncipe de la milicia celestial, armado del poder divino, precipi­
d~y ~na autonzacion especial al respecto, sólo los presididos por un ta al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que para la
rrnmsn-, ordenado Cad d .
sea solo, ya sea en ·grupo· a uno· pueb e -mcluso . debe- orar siempre, ya perdición de las almas andan por el mundo.
, sin ern argo, e 1 obispo es quien estab 1 ece Todos: Amén.
que puedan llamarse "grupo d · , ,, ¡ •
a t n·b uye un m · · t · • s e orac1on
. a los cuales ' repito ' se es
Celebrante: Bendice a los presentes ( en cormu iión con la intencio-
lign , mis eno especial de mtercesión y de liberación del ma-
o, so 1 o a aquellos pre · d 1· d 1 nes y los propósitos del Papa y del obispo).
cual es el ú · si os en acto por un ministro ordenado, e
meo que puede hacer signos rituales.

88
89

_I 1
Algunas causas Y consecuencias
de las presencias maléfiGas

Hemos enumerado, en síntesis, cuáles son las causas principales de


las posesiones o de los disturbios maléficos. En este capítulo trata­
remos de profundizar el tema, pero advertimos que muchas veces
las causas son ininteligibles. Los libros sagrados, al respecto, no
nos ayudan. En muchos casos Jesús y después los apóstoles libera­
ron del demonio a muchas personas, pero no sabemos nada sobre
el motivo de la posesión.
También en la vida de muchos santos leemos muchos casos de
liberación, pero generalmente no dicen la causa inicial de la posesión
misma. Además, estos episodios siempre suceden rápidamente y no
nos sirven ni para el diagnóstico. Los demonios se echaban inme­
diatamente a los pies de Cristo, o Jesús los veía presentes en las per­
sonas. Leemos a menudo casos semejantes en la vida de los santos.
Pero para nosotros, exorcistas, no es así. Es cierto que a veces
algunos endemoniados sólo al vernos se rebelan, gritan, se vuel­
ven violentos (podría tratarse también de casos de histerismo, de
sugestión y demás). O también reaccionan inmediatamente, sólo
ante el gesto de poner la mano sobre la cabeza. Pero en la mayo­
ría de los casos esto no sucede. El demonio trata de esconderse,
de mimetizarse bajo la forma de males físicos o psíquicos, trata de
no manifestar ninguna reacción. Pero al final tiene que ceder; no
puede resistir a las oraciones ni a los ritos del exorcista; a menudo,
antes de que el caso sea confiado a un exorcista, no puede oponer
resistencia a las oraciones de los familiares, de los sacerdotes Y a las
bendiciones con agua bendita. Se ve obligado a manifestar clara­
mente su presencia.
d:
, Pero también cuando se llega a la certez~ una presen~~a ma;
lefica, quedan muchos interrogantes: ¿que tipo de posesión es.
¿Cómo sucedió? ·Qué lazos la hacen persistir? Son interrogantes
que nosotros corno exorcistas nos hacemos hoy, muy ª menud~,
porque tenernos la impresión de que el tiempo requerido para la li­
bera cion,
· ' en la mayoría de los casos, se ha vue lt O m ás largo de cuan-

91

1 1
• 1
t© se ~q0.enía en el pasado. Se sabe que, los tiempos son de Dios y
gue lil.©S©fin©s n.uRGa podemos prever cuanto se reqmere para lograr casadas que sólo después de mucho tiempo han revel d, . .
., .. . a0v:1v1r
una lioeración. Pero esto no nos exonera de que, de parte nuestr Una situac10n . matrimonia 1 irregular· Hoy el laxisrno
~ . •
oom~~
debamos hacer todo lo posible para abreviar los sufrimientos d~ ha entenebrecido mucho las conciencias sobre este tema. Otras
quienes se dirigen a nosotros. He aquí por qué todo exorcista, poco veces puede t:atarse d: graves culpas del pasado, sobre las cua­
a poco, adquiere métodos personales, se ayuda de investigaciones les no ha habido suficiente arrepentimiento O reparación, aun­
o testimonios particulares, a veces requiere la colaboración de per­ que se trate de culpas confesadas (por ejemplo, pecados de abor­
sonas que ha considerado eficaces, por sus oraciones o por algún to). Existen otros casos; como el de no proceder a la liberación
carisma o sensibilidad particulares que pueden dar al exorcista in­ porque hay algún imp_edime~to a la gracia divina. Quitado el
formaciones útiles. impedimento, se nota ínmedíatamente la ventaja.
Voy a tratar un argumento difícil, pero del que no puede preten­ 2. Absorción. A menudo se nota que las personas atacadas por ma­
~er u~animi?ad de consensos, precisamente, porque refleja expo. leficios son como esponjas, o papeles absorbentes: con gran fa­
nencias particulares, que no son comunes para todos los exorcistas. cilidad absorben y sufren por la negatividad que encuentran. La
Sin emba_rgo, es un_a investigación de la que no se puede prescindir, fuente de la negatividad puede deberse a personas, ambientes
aunque tiene sus riesgos. Un primer riesgo es el de caer en una in­ u objetos. Muchas veces se debe a personas: uno se da cuenta
vestigación puramente humana, como si la liberación dependiera de la cercanía de determinada persona (ir a su casa, recibirla en
de nuest~a. hab_ilid_ad, y no del poder del nombre de Cristo y de los la propia, o sólo tenerla cerca), le causa sufrimientos que pue­
t~es requisitos indicados por el Evangelio: fe, oración y ayuno. Otro den durar horas o días. Nótese que a menudo la persona que
nesgo, no puedo ocultarlo, es el uso de algunos métodos que pare­ es portadora de negatividad no es consciente de nada, no tiene
cen eficaces y hacen ~aer al exorcista en diversos tipos de magia, en ninguna mala intención; por ejemplo, cuando esta persona es
f?rmas que ya no reciben su fuerza, únicamente, de la fe en Cristo, ella misma, víctima de negatividad y ésta es captada por quien a
smo de otra fuente ... He encontrado exorcistas que han caído en el su vez tiene disturbios. Entonces hay que tratar de evitar, cuan­
error de usar el péndulo para ver si hay o no presencia diabólica; to más se pueda (y no siempre se puede) los contactos con ese
otros que aceptaron la eficacia de derramar gotas de aceite en un individuo junto al cual uno se siente mal, porque es un mal que
plato lleno de agua. Podría continuar. Naturalmente no me deten­ hace sufrir y que no presenta ninguna gracia . Es doloroso, pero
gbo_sobre estas prácticas que sospecho, mágicas, sino sólo en las que a veces se deben romper relaciones con amigos, con parientes
rmdan garantías seguras. incluso muy estrechos, reduciendo al mínimo los contactos.
1. Cuanto más se · Se puede absorber negatividad de algunos ambientes: casas, ofici­
exorciza a una persona tanto más aparecen hechos
nuevos, o profundizacio b l . . nas, negocios ... Además de lo que diremos respecto de las hechice­
l nes so re e primer interrogatorio. Gene-
ra mente un elemento sob l d rías, es posible que una persona "absorbente", cuando va a una casa
b re to d o s1. no se notan re e cua 1 pue en surgir sospechas, so- , determinada, a un negocio, o incluso a una iglesia determ~n~da, se
imp d' progresos, es el de indagar si hay algun angustie. También en este caso hay que decir que los sufümie~tos
e ,mento a 1a gracia Much 1 d' d
es el del p d , ,,... · as veces e tscurso para ahon ar inútiles conviene evitarlos cuando se pueda. Cuando no sea posible
1
er on. 1.a vez el amoral · ,
difícil del Ev . p os enemigos es el precepto mas (a menudo no es posible ni siquiera evitar a las personas má~ n:ga­
ange 1io. erdonar de , . •
tos rezar por q • h corazón, no tener resentímren" tivas) es necesario prevenirse de la manera más efi~~z: con irnage­
, uien nos a hecho l b d
hacia la reconciliac·, d , ma, sa er ar el primer paso nes sagradas como defensa y sobre todo con la oracion.
Ot . ion Y emas, son esfuerzos difíciles.
ras veces el impedimento d También es posible que algunos objetos sean transmisores de
a la ley de Dios Me h dido e ser por una vida no conforme negatividad; cuando uno se da cuenta es muy fácil evitar SU con­
· a suce ido a m d
~ , enu o, e 1 caso de personas tacto, o destruirlos. Añadamos que cuanto más nos acerquemos

'Ui':1¡,,,==
92- 93
-

-~

a la Gllila@ié:rn. ~e las influencias maléficas y más disminuye


1
s0110imieBto; sl!rnlo decir que uno, de papel absorbente se,:, ªb- contrae inconscientemente. El que frecuenta magos h h'
' , '-le 1ve . o ec ice-
imJ!)@llmeafüle. ros dedicados a 1 a magia contrae una
.
atadura con estas
· personas
3. Dones pa;ticulares. _También e~ b_a~tante com~n que a los distur. Y, a través de ellas, con e 1 demomo. Hay que romper est
h . . . . os 1 azos
bios maleficos se anadan sensibilidades particulares: preví . , con quien ace m~ro:1;anhcia'. sesiones ~sp!ritistas, ocultismo y
. .
d e h ec h os fu turas; conocimiento , . d s1on
ha regulado su, proresion aciendo uso md1scriminado del pén­
íntimo e personas, sobre la
presencia en ellas de fuerzas o poderes maléficos; sobre tod l dulo O del horoscopo.
. . d oe
escuc h ar voces, y tener visiones. Pue en ser sólo voces de distur- A veces la forma es más engañosa, casi inconsciente. Como cuan­
bio, pero muchas veces son voces que sugieren comportamien­ do se obra por curiosidad y ligereza: participando en un culto sa­
tos co_mo hacer o no, oraciones, blasfemias, narraciones de cosas tánico; "haciendo el juego" del vaso o de la moneda; queriendo
extranas, respecto de otros o cosas totalmente irracionales. "hacer de mago", como lo hace el ilusionista, siguiendo alguno
En t?~~ caso, hay que rechazar categóricamente todas estas de los muchos manuales que hay en el comercio, o las leccio­
sensibilidades, a veces consideradas dones particulares, aunque nes de algunas redes televisivas. Un día no lograba entender qué
s~ trata de sugerencias que pueden ser placenteras, pero tam­ había causado a una joven de dieciséis años, algunos signos de
bién es posible que sean "dones de Satanás". Acerca de las voces negatividad, por lo que no salía a estudiar, no hacía nada bien,
hay que esforzarse por rechazarlas y no hacerles caso: uno debe se había convertido en la desesperación de sus padres. No se lo­
obrar c?mo crea bien, i~dependientemente del hecho de que lo graba descubrir si había participado en algo peligroso. Después,
que qurere hacer haya sido o no sugerido por la voz. La mayoría por casualidad, se me ocurrió preguntarle, sabiendo que vivía
de la_s ~~ces sucede que esta lucha ayuda a la liberación y que las en casi absoluto aislamiento: - ¿Te gusta jugar naipes? Ante la
:.ensibi!~dades parti~ulares y las voces cesan cuando se logra la respuesta afirmativa añadí: - ¿Tratas de adivinar el futuro o lo
i_beracio?· En ~~mbio, es muy perjudicial y puede hacer impo­ que ha hecho alguien que conoces? Ante la nueva respuesta afir­
sible la hberac10n si uno se apega a esas cosas, como si fueran mativa: - ¿Logras siempre o casi siempre adivinar bien? ¿Crees
dones o poderes.
acaso que te viene de Dios? En ese momento la muchacha no sa­
4· Nexos con el demonio A d ll bía qué responder. Es posible que de este modo, ingenuamente,
, • menu o se ega a establecer nexos con
Satdanas, que hay que romper para llegar a la liberación. Se tra­ se haya hecho una alianza con el demonio.
ta e nexos que pued
. en presentarse de muchas maneras: por Existen también muchas otras posibilidades, por las que se que­
vo l untad propia por ¡ · . .
, igerezas cometidas mconscientemente, da "ligado" por culpa de otros. Es el caso de quien es consagrado
por ~~lunt~d de otros. En el primer caso es fácil que la persona a Satanás, incluso desde el seno materno. Aquí entramos en el
maru i~ste inmediatamente lo que ha hecho· en los otros casos vastísimo campo de los maleficios, que pueden ser hechos de
se reqmere, en cambio u . . ., '
d b • 1 ' na mvestigac10n a menudo larga para muchas maneras, entre las cuales también está la consagración,
escu nr a causa que impide la curación que no causa sólo males de naturaleza maléfica, sino ligaciones
Son ligám'enes contraídos 1 · propiamente dichas· a menudo nos damos cuenta de estas liga­
nes a Satanás el d por vo untad propia: las consagracio-
' pacto e sangre con 'l I . . ., . zones porque nos encontrarnos ante posesiones diabólicas de
satánicos O la as' d . d d e , a participac10n en ritos
las que, poco a poco, vamos descubriendo su origen. El :eme­
muchas) para c~n~ei t~ ª escuelas satánicas (en Italia, ya hay
, r irse en sacerdot d S , , 11· dio en estos casos, además de todos los otros medios (oracwnes:
gamento es directo y . es e atanas. Aquí e !·
consentido· hay , . .d sacramentos, consagración a Jesús y a María, exorcismos~: esta
mente, renovar los vot . ' que negarse a el decidi a- precisamente el romper la ligadura, a través de la reno~acion de
6
os hautismales , reparar e 1 mal cometí'd o
contra Dios y contra los 1~~ Votos bautismales y la renuncia a toda dependencia O rela­
ermanos. Otras veces la ligación se
cion con Satanás, hágalo quien lo hiciere.
94
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95
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'1 ' 1 1 1
' I!' 1!1111 ! I
ic. /Eenmas espeeiales de maleficios. No me alargo sobre este
:,,.• ,d d . lib PUnto de la que se ab_sorbe negatividad y cuya presencia es a veces in-
50}D11e el 0ual tiFate e etenerme en m1 1 ro anterior Narr . '
.l . d . ac10. ·table (por eJemplo, cuando se trata de un familiar dedic d
nes 'ele un exorcista. Me imito a ecrr que es muy útil ente d eVI . . . ) a oa
. h .d d . , n er
qué forma de ma I e fi1c10 a s1 o usa a, s1 esta es la causa de la magia O al esp1nt1smo .
1
disturbios diabólicos. Y lo es en la gran mayoría de los casos pos Recuerdo bien uno de los primeros casos que tuve bajo mi cui­
ejemplo, la forma más usada de maleficio es la factura. En¡ cr dado y que todavía no s~ ?~resuelto. Estaba exorcizando a una
ces es necesario descubrir cómo ha sido hecha, con qué finon~ muchacha a la cual, periódicamente le reaparecía el maleficio.
. encontrar o b'Jetos escon did
es necesario 1 os para quemar O beb·- , SI
Me daba cuenta, perfectamente, porque llegaba como "recarga­
das maléficas, por vía fisiológica o vomitivos. Y a este fin ayuda~ da" por fuerzas negativas. Pregunté a mi maestro, el padre Cán­
muc~o los tres sacramentales usados con fe: agua, sal y aceite dido, cómo terminaría y si mi trabajo era en vano. Me contestó
exorcizados. sin dudar: "Dios es más fuerte. Así que pueden retardar la libe­
El maleficio puede depender de maldiciones de parientes cer­ ración, pero no pueden bloquearla". Es uno de los tantos modos,
canos, por su vicio de blasfemar, porque pertenecen a la maso­ de los cuales el demonio se sirve para tratar de desanimar a la
nería, o por sus prácticas mágicas o espiritistas... Las oraciones persona atacada y al mismo exorcista; trata de cansarlos y de
e~ perdón, las reparaciones, los sufragios (si se trata de personas convencerlos de que sus esfuerzos son inútiles.
difuntas), en fin, los remedios pueden variar según las necesi­ Añado otra observación que he observado en todos los casos gra­
dades de cada caso.
ves. Son fruto de una sucesión de causas; casi nunca de una sola
6. Las renuncias. Tanto de los interrogatorios como de las oraciones causa. Llega, por ejemplo, la que yo llamo causa desencadenan­
(exorcismos u oraciones de liberación) pueden emerger espíritus te: un maleficio, el encuentro con una persona maléfica, un error
maléficos particulares, que asaltan y atormentan las almas. Puede inculpable como, por ejemplo, la invitación de un amigo que se
tratarse d e l espm ' itu d e ira,
· venganza, Impureza,· o suicidio... En es- considera bueno y se encuentra, en su casa, en plena sesión es­
to; casos se ha descubierto que es útil hacer oraciones de renuncia piritista. Entonces comienzan los grandes disturbios externos,
aeseoaaqu
, e l o tro espíntu
· · específico,, renegando de cualquier lazo que obligan a ir donde el psiquiatra y luego donde los exorcistas.
c?n el Y proclamando la propia voluntad a no seguir sus inspira- Se cree que ese encuentro o ese maleficio ha sido la causa de la
eones:, y orar para ser lib era d os de él. A menudo se nota un gran
presencia diabólica. Por lo general no es así. Averiguando en la
esfu~rzo, por parte de la persona golpeada, para pronunciar estas vida anterior de la persona atacada, se descubre que ya ha recibi­
oraciones de renuncia , · ,
. a espmtus específícos, quiere decir que vas do algo desde la primera infancia e incluso desde el seno mater­
por buen camino. y se nota también, continuando con constancia no; después hubo otra "recarga", hacia los 6-8 años; después otra,
en esto~ esfuerzos, un cambio de comportamiento una mejcría hacia los 18-20 años con disturbios a los que no se les había dado
progresiva d · '
e caracter, un aumento creciente de serenidad y de paz. importancia. Cuando llega la causa desencadenadora, es como la
Podemos pensar en las l r llegada de la gota que llena el vaso; pero no es el único motivo.
do habl d 1 fru argas tstas que san Pablo nos ofrece cuan-
Espíritua e os . t~s de la carne y del Espíritu: a veces los frutos del Es necesario tener paciencia para curar todas las heridas, una.Por
son sustituidos un po fru
L ' co, por 1 os tos de la carne. una, después de haberlas descubierto, para poder llegar a la libe­
7. as recargas. El camino d lib .,
río en contín : 1 eracwn nunca es como un itinera- ración. He aquí otro de los motivos por los cuales, en la mayoría
uo ascenso sino un iti . de los casos graves, se requiere mucho tiempo Y fatiga.
constantes altiba· A ' . merano en ascenso, pero con 8
[os. veces se tiene l . ., d . s · No confiarse nunca Añado una última observación, antes de
empeoramientos d bid a 1mpres1on e repentino
causa del disturbio ~:1::ic~)a un nuevo maleficio (si ésta es la P~sar a algunas ex~eriencias profundizadas en estos últimos
0 anos. No hay que confiarse nunca de las personas que han hecho
al haber encontrado la persona
mag·1ª 0 maleficios, o han pronunciado ma Id'1cwnes,
· aunque se

97
11111 1111 1
11 l'I 11 1¡11 l '111 111 •11 1 1 1

1 1
tivate file fa:!ilil..illianes sercanos. Se debe perdonar, no mantener re.
tos i·mpulsos autodestructivos: lanzarse desde el balcón ,
semtiimiemti@s o// rezar mucho por ellos. Pero es ~ecesario segu¡r
a~elaHte; r,¡0 importa que ya se hayan convertido. Aunque echarse debajo del tren, ahorcarse. . Los impulsos surgen
d repente y parecen no tener nmguna relación con el
conversión de estas personas es posible, mientras vivan, nos en~1
c:ntexto del momento. Aparecieron desde hace meses y
contraremos ante culpas gravísimas, muy ligadas con Satanás
n cada vez más frecuentes, a pesar de los evidentes es-
Cuando se ha pensado en un cambio y se ha establecido una so
fuerzas que e 1 sujeto
. h acepara resistír
. . l os. S e trata de una
relación con estas personas, siempre sucede lo peor. No me pro­
pongo pronunciar un juicio de condenación; el que juzga es sólo neurosis fóbica particular, difícil de explicar y de interpre­
tar psicológicamente.
el Señor. Yo me propongo sólo dar normas prácticas de com­
portamiento, basadas en muchas experiencias dolorosas. Aquí La anamnesis no encuentra nada de concreto, ni en el pla­
nos encontramos en el campo de los pecados contra el Espíritu no físico ni en el plano espiritual; pero el discernimiento
Santo. Quien juzga es el Señor; pero nosotros debemos defen­ colegial nos da la certeza de que este hombr~ es víctima de
dernos, sin ceder a insensatas ingenuidades. un sortilegio. Interrogado al respecto, el sujeto finalmen­
9. Entre las experiencias recientes, propias para profundizar las te recuerda que una mujer, llena de odio, había jurado a
causas de disturbios diabólicos para llegar a la liberación, se­ su madre que había maldecido a su hijo y haría todo lo
ñalo dos. En ambos casos se da gran importancia al estudio de posible para llevarlo a la autodestrucción. El señor E. S.
las causas descubiertas, que al seguir los siguientes métodos en­ tenía entonces ocho años y ya no recordaba este hecho.
cuentran facilidad para obtener la liberación. Encontrada la causa, bastó una oración de liberación para
A. La comunidad del León deJudá y del Cordero Inmolado, deno­ obtener el final inmediato y definitivo de esas fobias.
minada ahora La comunidad de las Bienaventuranzas, es una
B. La curación del árbol genealógico. Un psiquiatra y exorcista
comunidad católica francesa de vida contemplativa. En 1977
protestante, el Dr. Kenneth McAll, cuenta cómo descubrió
dio vida al "Grupo médico San Lucas", que se dedica también
un nuevo medio de curación por medio de su experiencia
a la liberación de los males psíquicos o también demoníacos.
médica y religiosa; se trata de un método que ha dado buenos
Po~ría1;1?s definirla como un equipo espiritual, terapéutico y
cansmat1co, del cual es responsable el Dr. Felipe Madre". Nos resultados tanto en el caso de enfermedades psíquicas como
parece un gran mérito el haber instituido un grupo de ayuda en los casos de posesiones. Descubrió que muchos enfermos
a las personas que tienen grandes males de naturaleza ma­ deben su condición a motivos ancestrales; individuado el an­
l~fica. Lo subrayamos con gusto incluso porque, en la histo­ tepasado del cual depende el mal, se rompe ese ligame~ P,ºr
na de_la Iglesia, han nacido familias religiosas para todas las medio de la oración y sobre todo por medio de la Eucaristía:
necesidades; nunca para ayudar a esta categoría de personas e inmediatamente el enfermo queda curado. El Dr. Kenneth
~uya ayuda, evidentemente, ha sido considerada de estricta difundió su descubrimiento por medio de un libro", Y conoz­
incumbencia de los obispos. co algunos exorcistas italianos que afirman obtener buenos
Presentamos a tít 1 d · . . resultados por esta vía.
. 1
bro citado (p., 1s1).i u o e eJemp o, el caso publicado en el h- A modo de ejemplo, cito un caso tomado del libro susodicho
(pp. 20-21).
El señor E S de v · t' h - .
, . ·. ·, ein roe o anos, estudiante de fármaco-
logia, cristiano pracf t · , • Molly era una mujer de unos treinta años. Inteligente, bien
ican e, viene a consultarnos por súbi-
6 A él debemos el libro: Pero líbranos del ,
preparada, sin problemas de salud, pero empez? a desa­
nuestras informaciones. nal. Ed. Rem, Roma, 1980, de donde sacamos rrollar lo que ella misma definía una ridícula fobia: un te-
-~ 98
, KENNETI!. Fino al/e radici. Ed. Ancora, Milán, 1989.

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!!ll1©Fparafü.:ante en donde hubi~r_a agua, in~luso si estabaa
~060s metros de ella. Sus dos nmos se habian bañado, ac. . d de herencia. El hermano de Nadia se había casado con
llda es d . 1 . . . 00a
cifümüalmente, el verano pasado, cuando terminaron en ~&00
. n fuertes ten encías a espmt1smo y a la hechicería .
el agua desde un pequeño bote, e~ un est_an~~e _en el que E n 1 978 comenzaron d" para Nadia disturbios de salud, que desme-
. .
era imposible ahogarse. El tratamien;o psi~uiatnco al que . sus buenas con iciones anteriores. Fueron atacados prín-
había sido sometida la madre no había servido para aliviar Joraron , 1 h' d 1 b L .
. 1 ente el corazon, e iga o, e azo. os cmdados médicos
su fobia, y entonces se le aconsejó dirigirse a mí. No tuvi­ CIPª .mron ni curación · ' m· a 1·1V10.
· D espues ' comenzaron dificultades
mos que ir muy hacia atrás de su árbol genealógico para no d ie if 1 d
den espiritual: di icu ta para rezar, rechazo a la Eucaristía,
descubrir que un tío suyo se había ahogado en el desastre de or • ones de blasfemias
e ·
contra e I cruciifiiIJO y 1 a y·irgen, auténticos
del Titanic. Por lo que se pudo saber, nadie había pensado tentaci d' . . 1 b . li .
bloqueos que impe ian participar en ce e raciones re giosas y en
en ponerlo en manos del Señor. Decidimos, pues, celebrar predicaciones.
la Eucaristía por su alma. La celebración eucarística, con
la presencia real del Señor, es el centro del proceso de li­ En el verano de 1988 Nadia tuvo que someterse a una operación de
beración y de curación. En la celebración estaba también 1 bilis· la intervención no dio los resultados esperados y el médico
presente Molly que, después, no volvió a sufrir por su fo. ª sejó una cura termal. Aquí Nadia manifestó fuertes disturbios,
bia, y después empezó una vida más espiritual e interior. aco~o que acudió al médico del lugar. El médico, después de haber
poruchado la historia de los males de la paciente y haberla visitado,
No manifiesto un juicio sobre estas experiencias a las que
he hecho alusión, porque son estudiadas y probadas en va­
1 reguntó si era creyente. A 1 a respuesta a fi rrnatíva,
ese · d""uo d eciidid a-
eP
mente: ''Aquello de lo cual uste d su fr e va ~as~
' 11'a d e 1 ~ ci~nc1a
. . me'd·1-
rias naciones. Respecto a los métodos de todos los exorcis­
ca· le aconsej o consultar un sacerdote y, si quiere, le indico uno que
tas trato de sacar fruto de lo que me parece bueno, espero,
no' está lejos de aquí y que me parece adecua d o para su caso ".
sobre algunos procedimientos como éste, que se llegue a
una mayor clarificación. Pero no dudo en ir más allá de mis El sacerdote ayudó a Nadia en la oración, la animó a la !ucha es­
dudas: creo que son formas más aptas para curar trastornos piritual a la que está llamado todo cristiano militante,_ e hizo sob~e
psíquicos que complicaciones nefastas. Para estos últimos ella oraciones de liberación. Evidentemente estas oraciones, repeti­
nuestra fuerza está toda a la orden dada en nombre de Cris­ das en varias ocasiones suscitaron reacciones que despertaron sos-
to; no sirven las destrezas humanas, sino sólo la fe. pechas en el sacerdote y' dio • este consejo: · "Us t e d t·ien e necesidad
. . de
un sacerdote exorcista. . Haga 1 a petición
· · , a su o bispo y, s1 no obtiene
Testimonios la posibilidad, diríjase a otro obispo cercano". .
Cuando los cónyuges regresaron a casa, se mrormar· e on inrnedia-
Un caso de maleficio • d"
tamente en la curia episcopal y se 1 es m reo un e , xorcista diocesano.
,
E. ste los recibió en su casa, el 16 de agosto d e 19 88 · Despues de un
. La señ_ora Nadia pertenecía a una familia tradicionalmente cató­ pro fu ndo examen que requmo . . , tres encuen t ro s , el sacerdote pro-
lica: or~~wnes diarias, Eucaristía dominical, confesión frecuente Y d., '
ce 10 a oraciones de liberación . , ¿·ingi
.. d as a r omper los lazos bentre
c?mumon semanal. El marido, comerciante de alto nivel compar- N ad1a . y las personas que le hacían
, ma 1 es: una amiiga ' queesta , h a ce-
tia la fe y las · · d '
.. practicas e la esposa. Desilusionados por no poder 1 osa por los hiJ. os que Nadia había logra d o a d op t ar y quena acera 1_
tener hiJos propios d ·d· d
fu . ' eci ieron a optar una niña y un niño, que les pasar por loca· la cuñada dedicada a la hec h.icena , y algunos em
eron asignados por el Tribunal de Menores. l
P eados que los cónyuges habían contrata O para casa de campo.
' d la ,
Esto fue el comienzo d . ¡¡ terreno agnco-
canos qu t , , . e antagonismos por parte de familiares cer- Esta casa de campo estaba rodeada de un amp 0 ntiguos
, e em1an perdidas ec ' · ·b· la 11' · saber que 1 os a
onomicas y que contaban con posi 1- Y~ i se sentían extraños ruidos. s,e :mo ª lo cual participaban
100 duenos eran miembros de sectas satamcas, por

101


0
·mdms0 fü:a@Íaiil en la casa ritos TT:ágicos y misas_ negras. Se proce. . nes de alabanza. Son oraciones que hacen enfurecer al demonio
filié al e-x0n@ism0 file la casa y los obJet?s que ~arecieron sospechosos cio punto de llevarlo a buscar compromisos: "Podrías po t'
hasta e 1 . ,, Al . . . ner e
fueron ex0r@i~a~os y quemados,: Así ~egreso, la paz a ~quella casa, rdo conmigo . prmc1p10 cesan las blasfemias sólo se .
pero continuaron los "bloqueos que impedían a Nadia acudir a la deacu e d' 1 1· ' in-
exorcista. Pero un ia e ma igno propuso: "DéJ·ame est
iglesia, comulgar, rezar, leer la Palabra de Dios. su 1 ta a 1 r ·¡· . ,,, . d" . as
seis personas de la rarm ia y~º- me ire , e m ica a quien quiere. Des-
Después de una nueva búsqueda de discernimiento hecha tam. , de haber rezado al Espíritu Santo, el exorcista ha rezado para
bién con la colaboración del psiquiatra que ayuda habitualmente al ~::per cualquier lazo d_e magia negra, de male~cio y de hechicería,
exorcista diocesano, el sacerdote decidió exorcizar a Nadia. Después cada una de las seis personas que el maligno quería para sí.
Mientras tanto e 1 d emomo
de los primeros exorcismos no hubo mejorías respecto de los blo­ con · se en fu recia
' ca d a vez más. Cuando el
queos espirituales; pero las reacciones de la paciente demostraron
cerdote consagró a cada una de esas seis personas al Corazón In­
con mayor claridad la ausencia de síntomas de patología psiquiátri­
:aculado de María, el demonio gritó como un desesperado: "Si me
ca, mientras que las reacciones satánicas siguieron en aumento, has­
ta hacer que Nadia se volviera furiosa hasta demostrar toda la fuerza los quitas, ¿ qué me queda?; ¿ en qué me convierto?".
de la posesión de la que era víctima. En el momento en que escribimos (1992) Nadia no ha llegado to­
El exorcista, siguiendo sus propios métodos, se dirigía a los diver­ davía a la curación total, pero casi; y el progreso es constante. Anota­
sos demonios para romper los nexos ocultos existentes entre toda mos algunas cosas para utilidad de otros. Nadia usa mucho, con gran
persona negativa y Nadia. Ésta fue la fórmula usada por él: fe, el agua bendita, tanto para santiguarse, como para beberla. Duran­
te los exorcismos es muy sensible a la unción con el aceite; también ha
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, por los méritos de la Santí­
recibido con mucha devoción "la unción de los enfermos". Se confiesa
sima Virg~n María, por la intercesión de san Miguel Arcángel, de los
santos apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, rompo todo lazo a menudo, como también su marido, y afirma que este sacramento la
oculto de 1:°ªgi~ neg~a_(o ~e hechicería, o de maleficio ... según los casos) fortalece mucho. También los hijos adoptivos, de veinte y veintidós
entre Nadia Y tú, espíritu mmundo (mientras se confesaba el nombre se años, han recibido efectos benéficos de esta intensa vida de oración.
pronunciab~ el nomb_re del demonio); ligo todo poder de este espíri;u y Se ha hecho clara la presencia de más demonios, teniendo como jefe
le ordeno de¡ar a Nadia y de irse a los pies de la cruz de Jesús. a Asmodeo (nombre bíblico, que indica uno de los más fuertes). A
Nadia reaccionaba fuertemente ante la invocación de los nom­ menudo el sacerdote insiste sobre la fecha del bautismo de Nadia, con
bres de María Santísima, de los santos Pedro y Pablo de san Mi- eficaces reacciones. En un exorcismo ha intervenido también el obis­
guel, Y de los otros nombres que el sacerdote invocaba: ~I Padre Pío, po que luego ha manifestado su satisfacción tanto por el modo como
Juan Pablo II y el Cura de Ars. proceden las cosas, como por haber podido participar.
Muchos exorcistas suele h d . .
'l n acer ecir, a las personas que bendi- La plegaria de los Pentecostales
cen, cua es son los santos d 1
N d" , , e os que son más devotas. Poco a poco
a ia encontro mas facilidad
rística Hay para 1 a oración y la comunión euca- . Un militar alto y robusto vino a visitarme, después de haber pe­
. que reconocer que le h
que reza con ella f . ª ayu d a d o muchísimo su esposo dido una cita. Por lo que me había dicho por teléfono, había materia
viene cuando se¿
par icipa en los encuentros de oración e ínter- más que suficiente para sospechar de una posesión diabólica; pero
estos casos es mua :uenta que la esposa tiene necesidad de eso. En muchas veces los episodios son exagerados, y a veces hasta inventa­
Y importante que u .d dos, por lo cual se requiere una intervención directa. Por fortuna lo
alguien que esté junto na persona sea sostem a por
11
a e a y que la ayude aco~pañaban el padre y el tío: dos guardaespaldas muy fornidos que
Procediendo con los exorcis . Podian ayudarme en caso de necesidad.
más las oraciones de • t . mos, el sacerdote ha usado siempre
m ercesrón • s I
· a mos, 1 etanías, Rosario y ora- v Y e n verdad tenía necesidad de ayuda porque, des d e 1 ª pn1:1era.
Lez, al ponerle las manos sobre la cabeza ese 1· oven se volvió furioso.
eactrn· . t ' .
102 lIUS ré sólo tres exorcismos y ya era evidente la ventaja.
lCG
~lll 0:.v.e0fí0 estra ocasión p~ra re~altar que no siempre las foril1
& ~i@r1Mi'iirl.er-mia son las mas radicadas y por tanto las que _as tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros" (M )·
'b . , h 'd
E@lil más niempo para la h eracion; e tem o casos de personas ·
requ1e YJ sús desaprobó a Juan. He tratado más bien de admiraryd e 9, 38. '
tenían fortísimas reacciones a los exorcismos, y que luego fu que
ye . d eapren­
der: la importancia ~ or_ar en grupo~ no solos, cuando es posible; y
liberadas en pocos meses; y tengo casos en 1 os cua 1 es las reaccioeron re todo de orar mas tiempo y con 1e. El que obra es el Señ
so b . . . or, que
y los disturbios son mucho menores, pero que continúan por ~es se sirve de quien quiere.
.,
antes de llegar a l a curación. anos

A la cuarta cita el militar no vino, diciéndome por teléfono Un caso sin resolver
no po d,1a asistir . . D espues
· · por razones d e l servicio. ' no se dejó senf
que
Entre tantos casos no resueltos, no puedo ocultar que he anota­
Después de varios meses recibí una carta desde el norte de Italia.;­
do muchos en los que es evidente el descuido del clero. Creo haber
excusaba por el gran silencio, pero un traslado repentino lo hab'e
insistido mucho y no tener_ que publicar demasiados episodios que
obligado a dejar Roma; me agradecía con inflexión de gran em~~
dejan desconcertados por ciertas respuestas y comportamientos que
ción por lo que había hecho por él, y me anunciaba con alegría su
no están en conformidad con el evangelio y con las reglas eclesiás­
completa liberación, contándome el desarrollo de los hechos.
ticas. Me alegro al narrar uno, que creo muy emblemático. He sido
Estoy curado completamente y fue el Espíritu de Jesucristo quien ex­ autorizado, incluso, para decir que sucedió en Bolonia. (Mientras es­
pulsó ese demonio que tenía dentro de mí. Yo no creí que me curaría, cribo, es todavía la única gran diócesis italiana que no tiene exorcis­
t~n. fuertes eran los dolores; y mucho menos creí poder curarme tan tas; cuando los tenga, le quedará el primado de haber sido la última.
rap1~ame~te. _Pero encontré, por casualidad, un evangélico cristiano No se crea que mi crítica se debe al hecho de que soy de Módena...
q~e intuyó m1 estado y me invitó a recibir las oraciones de su comu­ Digo lo que es verdad). Sonia tenía dieciocho años. Como sucede a
mdad. Este grupo oró mucho por mí, tanto que el día después, me di menudo a los jóvenes de hoy, ya en esa edad había viajado mucho y
cu~nta ?e haberme mejorado. El domingo siguiente fui invitado a ir a había vivido experiencias de todo tipo. Entonces estaba ligada a los
su iglesia. Invocaron sobre mí el Espíritu de Jesucristo suscitándome
grupos dark, nueva generación de los punk. Con estos grupos había
esas fue_rtes, reacciones que sentía cuando usted me bendecía. Después
de medio día de oració d 1 h • . . . participado en encuentros satánicos, en sesiones espiritistas, y como
ver por la tarde De n Y e uc • a, mterrump1eron y me hicieron vol- fruto de todo esto presentaba fenómenos muy extraños.
. · nuevo contmuaron orando y cuando me ayuda-
ron a mvocar la Sangre de
d espues , d e cierto
. .
e· t
ns O que
. , En un primer momento se observó con una bufanda negra alre­
tiempo· , purifica,
. , caí al suelo. Me levante
dedor del cuello y con un par de gruesos anteojos negros. No podía
sentí ¡·b d . · ya no tema nmgun trastorno estomacal, me
ia I era o oxigenado h b' 1 ver la luz del sol; si por casualidad la veía un momento, gritaba, se
' , a 1a vue to a ser yo mismo el de antes.
Le agradezco de nuevo t O d O 1 ' retorcía y corría a esconderse. A eso se añadían fenómenos indivi­
O
escribirle esta que ha hecho por mí, sentí el deber de
duales. Según lo que ella decía, frecuentemente, por la noche era
por mí El S -carhta para dar testimonio de lo que Jesucristo ha hecho
· enor ace toda clase d ·1 a visitada por fantasmas que no la dejaban dormir. A veces c~taba de
personas que han hecho hec . , e mi agros: cura drogadictos y cu~
manera extraña, con sonidos lentos que parecían nanas onental~s.
a él con el testimon·10 d . ~icenas peores que la mía. Quería dar glona
e m1 liberación. Usualmente se desvanecía de repente; podía sucederle en cualquier
. Además de la firma y de 1 d" ., ., circunstancia o ambiente. Ni ella ni sus padres eran creyentes.
dnección de la Iglesia Evan ~. irec~10~, la carta llevaba también la Había acudido a médicos famosos, sin obtener nunca diag­
Señor se había servid N gehca Cnst1ana Pentecostal de la cual el nósticos seguros ni mucho menos mejorías, por lo que su aspecto
o. o oculto q dé
un poco mal. Reflexio , b ue en un primer momento que demostraba un continuo sufrimiento. Cuando contaba lo que ~e
I aspa I a b ras que el apóst .. nge I'10 d e Marcos, cuan d o críta
ne soJ re eleva
1
sucedía, a esas pocas amigas que le inspiraban confianza, parecía
uno que expulsaba d o . uan d1Jo a Jesús: "Maestro hemos visto a ater ronzada.
· Estaba convencida de que to d os la tenían por loca.
emonios en tu b ' s Ot ro ienomeno
e ,
frecuente era que a menu d O se cal'a de alzo: de un
norn re y no viene con nosotro 0
104
103

!!! 1 !
,, ..... 111
raelí1lañ:© ~e t!l:lila si'lla, bajando del carro o del bus. Caía al
1
8 Ue 1 O
0 l!IS@amente M le e@fiaba 1 a cu 1 pa a " a 1 guien
. " que 1 a había emp
t
i¡,

jafil©. • er.0 nuasa le pasaba nada; sentía un leve malestar, per Dificultades y problemas ah·
pantes del cuerpo sobre las cuales ~abía caído no le dolían.~;: 1ertos
vez rodó por las escaleras del colegio, estaba presente una am¡
que que do, aterronza · d a, t erruen
. d o graves consecuencias;
· pero noga
1
pasó nada. Sólo dijo que había recibido un empujón. En efecto le En general, los ca~os que se nos presentan a nosotros los exorcís.
única testigo afirma que la vio "precipitarse" por las escaleras, co~a
0 t a s nunca son fáciles; a menos que no sea evidente de inmed¡ t
. fl . l 'fi 1a o
por una fuerza invisible.
que no hay ninguna m uencia ma e rea inmediata (esto sucede por
Una amiga, muy unida a la Curia Arzobispal por su trabajo, bas­ fortuna la mayona de las veces), para lo que basta alguna buena
tante conocida por los obispos auxiliares ( estamos en 1986), se diri­ palabra, alguna recomendación, y muy a menudo la urgencia de
gió a uno de ellos para pedirle consejo y para que le recomendara un hacer una buena confesión, que sea el comienzo de una verdadera
exorcista. Le respondieron que no había exorcistas y que no había conversión: un retorno a la vida de gracia, alimentada por la ora­
necesidad; que eran temores que hacían reír, fruto de la fantasía y ción constante y la frecuencia de los sacramentos.
que los sacerdotes tenían mucho que hacer para ocuparse de esas
Cuando, en cambio, se presentan esos signos de sospecha, de que
tonterías. Otros intentos con otros sacerdotes recibieron la misma
hemos hablado, entonces comienza el serio compromiso de la inves­
respuesta. Parecía un deshonor o una cosa ridícula ocuparse de un
tigación. En estos años he tenido la oportunidad de conocer varios
cas? como éste. Sonia ya no salía de casa; perdió también las pocas
exorcistas, italianos y no; cada uno tiene sus métodos, sus experien­
amigas buenas que tenía y que no supieron qué hacer por ella.
cias, sus costumbres. He tratado de aprender y he aprendido mucho;
~on base en estos elementos no es posible decir con exactitud de pero no siempre he imitado, esto es, muy raramente. Vengo de la
que mal sufría Sonia. Se puede decir que había elementos sobrea­ escuela del padre Cándido y sigo siendo fiel a esa escuela. También
bundantes para que un exorcista se ocupara de ella y es deplorable he visto que casi siempre un método seguido con eficacia por un
~ue eso n? haya sucedido; es una vergüenza para aquellos eclesiás­ exorcista no tiene la misma eficacia si es aplicado por otro exorcista.
tico~ ª qmen~s se_ les consultó el caso. Lamentablemente tengo que '
decir q~e episodios semejantes he conocido demasiados; con los 1. Por lo general, como base inicial de partida, he notado estos dos
respectivos datos sobre 1 h , . . procedimientos. Algunos hacen largos interrogatorios, largas in­
1 as personas que abían sido interpeladas y
st vestigaciones, a veces durante varias sesiones, antes de proceder
hasbr~spue as que dieron. Los "creyentes en Cristo" ciertamente no
a nan obrado así (cf. Me l6, 17). a bendecir o a exorcizar. Otros -y éste es el método que yo sigo­
cuando notan motivos de sospecha, proceden inmediatamente
a breves oraciones exorcistas que luego prolongan o no, según la
necesidad que encuentran. Ya he afirmado que el exorcismo no
tiene sólo finalidad liberadora, antes bien es diagnóstico; sola­
?1ente por medio del exorcismo se llega a la certeza moral de ~na
• 1
influencia diabólica. Este segundo método, incluso po~ motivos
de necesidad, es usado sobre todo por aquellos exorcistas que
8
~~ asaltados por muchedumbres de requirentes. En esta_s con~
diciones si se usa el primer método se perdería mucho nernp
e on personas
' .
que después mamfiesten' no tener necesi· dad del
~xordsta. Recurriendo al segundo método, los exámenes los r
106 Interrogatorios profundos se deben hacer poco a poco Y solo ª
i

1 107
¡¡ 1
J
·~::::i---
' ';: .:;
.1'dad de reacciones. Para dar una idea de esto sen-alo d
d~~ . d , . ~
casos '
ll mite. He exorciza o poseído,
, . que. tenían que ser sost e_
·¿ s fuertemente
ni o , .como rmrumo , por seis personas:
b hablaban
lenguas que las victimas no conocían, o tarn ién lenguas extra-
~ . revelaban cosas totalmente
nas, . d desconocidas
d al interesado y a
1 os P resentes. Y he exorciza o casos e posesión en los que la
Primero fue el examen preliminar, la lectura de las historias , d , 1
'ctima no decía nunca na a, permanec1a ca macla sin demos-
clínicas, la seguridad de los motivos de la sospecha, como he- ' VI r la menor reacción. En el apéndice describiré uno de ellos.
mos dicho. En este punto hay que observar las reacciones tanto , tra . ? CI , p
·Se puede uno equivocar: aro que s1. ero en todos los casos
durante el exorcismo, como después ( es decir, los efectos que l ue he conocido, tanto a los que me sucedieron a mí, como a los
el exorcismo produce en los días o semanas siguientes), de las q les pasaron a otros exorcistas,
que . suce d''
10 1 uego un hecho que
evoluciones que suceden durante la serie de exorcismos. Es po­
nos ha llevado a reconocer el error y nos ha colocado en el ca­
sible que el caso se resuelva brevemente, o que se manifieste con
mino justo. El más frecuente motivo de incertidumbre depende
claridad como extraño a influencias maléficas; en esta eventua­
de reconocer si uno se encuentra ante un caso de posesión o de
lidad se suspenden los exorcismos. Pero es posible que el caso se
enfermedad psíquica. Pero nótese que, casi siempre, la pose­
muestre incierto, complicado, hasta el punto de dejar en la per­
sión alterna momentos entre momentos de crisis y pausas de
plejidad. Digo inmediatamente que, cuando se descubren avan­
reposo, mientras el mal psíquico es constante. Además, sucede
ces, incluso por pocos días, yo continúo mi ministerio, aunque
me doy cuenta de que los avances se deben probablemente sólo
que, durante el transcurso, un exorcista práctico deduce si las
a hechos psicológicos, de sugestión. No digo más las oraciones reacciones y los efectos del exorcismo son síntomas de posesión;
de exorcismo, sino otras; pero no abandono al enfermo. Tam­ así como un buen psiquiatra se da cuenta si la sintomatología
bién los progresos debidos a la sugestión son ventajas reales. 1
corresponde o no a la de la enfermedad sospechada.

Es posible, en cambio, que el caso sea difícil de diagnosticar. No 1


Los casos más difíciles se presentan cuando exorcistas y psiquia­
convencen las hipótesis de los médicos ni las curaciones practica- 1\
tras confrontan los síntomas (pro y contra) con las dolencias que
das Y tampoco las reacciones y los resultados de los exorcismos. son de su competencia y se dan cuenta de que el sujeto tiene ma­
Pi~o _ho~, más que nunca, la colaboración médica (el especialista les que provienen de ambas causas y debe ser curado ya sea por
m~s mdica?o es casi siempre un psiquiatra), pero no me limito el psiquiatra, ya sea por el exorcista. En el estado actual del caso
a e_l. En la _mcertidumbre, prefiero persistir con los exorcismos: Y de las convicciones, es muy común que el exorcista mande el
quiero decir que en varios casos el hecho de haber continuado paciente donde el médico, al no ver nada que sea de su co1:1pe­
c?~ los exorcismos ha dado la ventaja de desbloquear la situa­ tencia; lamentablemente es raro el caso contrario, es decir, el
cion, de hacer que se llegue a un diagnóstico moralmente segu­ psiquiatra pidiendo la intervención del exorcista, cuando ve que
~o;_y nunca el hecho de continuar con los exorcismos ha causado las reacciones del enfermo salen del parámetro de las enferme­
ª~~s. Antes bien, en la incertidumbre en que se encuentran los dades conocidas, ya sea por los síntomas, ya sea por los efectos 0
medicas la cont· ·, d 1 los no efectos de las medicinas.
esperanza ' de llegar
muacwn
a e os exorcismos
., ha mantenido viva. la
d 1
6 . una so ucion, aunque después se pudiera 2.. Cuando se buscan las causas de un maleficio no siempre se lle­
escu nr que no se trataba de una posesión diabólica.
g~ ª descubrirlas. En muchos ambientes está difundida la con­
Téngase presente que l . , vicción de que es posible sufrir el efecto de maldiciones que se
impe nsa bl es, con una gamas posesiones
d •ereservan las sorpresas mas
l prolongan por varias generaciones. Y a veces se cita el texto: re­
108 a e mam1estaciones vastísima por a
petido en varios libros bíblicos, según los cuales "Dios mantiene

100

1
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1

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1

11 111
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-•- ..- ..... 1
Sl!lam© lll©n mi'.llares, q~e. perdona_ la iníqutdad, la_ r:beldía y el ,
~eGaitl©, ~en© no lo~ deja 1mpun_:s, que cast~?ª la iniquidad de y no quiero que usted haga1 ningún rito sobre mí". Que que d e
1 untad del interesado y¡· .
l@s lllaMnes en I0s hijos y en los hijos de los hijos hasta la terc e l arO que debemos respetar avo. im1tar--
s a hacerlo razonar y a decirle lo que consideramos prud
o/ cuar~a generación" (Ex 34, 7 ) • El s~gm
. . firea d o mas ' obvio de esta
era no d . . ente.
Mientras tanto, po emos exorcizar a quien requiere nuestFo mi-
expresión es el de sacar a la luz cuan grande es la misericord'
nisterio, aunque se trate de no cristianos.
de Dios (por mil generaciones) en comparación con su J·usti ~a
.
punitiva (por tres o cuatro generaciones oa
) . p or 1 o cual es un text
0 Un problema al que sólo hago alusión, porque merecería un li-
que se debe interpretar en este sentido, confrontándolo incln, 4· bro, es el problema de las P;esencias. Así se llama la posibilidad
con otros textos bíblicos, en los que se dice claramente que cad:
de que en una persona esten _presentes almas de difuntos: con­
uno paga por sí mismo.
denados, personas muertas violenta o repentinamente, familia­
Más bien se pregunta si existen predisposiciones naturales que res O extraños a la propia familia. Unido a este problema está la
nos hacen más vulnerables; por ejemplo, las personas que tienen posibilidad o no de qu,e existan "almas errantes", es decir, almas
un sistema nervioso más frágil. A mi entender, ésta es una causa de difuntos que todavía no han encontrado su camino definiti­
que deben considerar los médicos respecto de los males psíqui­ vo; 0 la posibilidad de que existan las llamadas "almas en pena".
cos; pero los trastornos maléficos están en otro plano. Lo que sí Digo rápidamente que se trata de problemas abiertos, que qui­
es conveniente es la plena colaboración de las personas atacadas y siera que los teólogos estudiaran y profundizaran con base en
de las personas que las ayudan (familiares, amigos, grupos de ora­ los datos de la Sagrada Escritura y del magisterio; y también en
ción que se interesan por el caso). Un obstáculo para la curación la experiencia de los santos.
se debe a la pasividad. Algunas personas tienen más o menos esta
Por la revelación conocemos informaciones seguras:
actitud: "Padre, tengo un diablo que me atormenta; quítemelo".
Respondo siempre: "Yo te puedo ayudar, pero la lucha debes sos­ * Tenemos una única vida en la cual decidimos nuestro hori­
tened~ tú". S: requiere mucha voluntad y mucho esfuerzo para zonte eterno. Nosotros no creemos en la reencarnación, sino
recurrir ampliamente a los medios de la gracia (oración y sacra­ en la resurrección. Y sabemos que todos resucitarán, pero
mentos), para una vida sinceramente cristiana sin compromisos unos para una resurrección de la gloria y otros para una resu­
con ~l pecado; se requiere una lucha constante contra los ataques rrección de tormento.
mal~ficos. En algunas ocasiones también se puede ayudar a dis- * Sabemos también que las almas de los difuntos, después de
tancia· me sucede t·
. · , con muarnente, tener que hacer breves exor- la muerte, van inmediatamente al infierno, al paraíso o al
cis~os por teléfono, a personas que ya han recurrido a mi minis­ purgatorio. Es una verdad claramente contenida en la Escri­
terío, y a menudo con mucha eficacia.
tura, tanto que fue formalmente definida como dogma por
3- Un problema que se h , . dos concilios ecuménicos, el de Lion y el de Florencia. Me
d l'b
pue e I erar a una p me a presentado
• mas de una vez es s1 se
parece que así se descarta la posibilidad de almas vagantes Y
. . . ersona sin que ella se dé cuenta. Con base de almas guía.
en mis experiencias p d
. . ersona 1 es y en las que me han comunica 0
amigos exorcistas se p d ¡·b ¡¡
sed, ' ue e 1 erar a una persona sin que e a De lo restante, sabemos muy poco. El mismo santo Tomás afirma
e cuenta, pero no cont 1
Ciertament ra su vo untad, expresa o no expresa. que es muy difícil demostrar racionalmente cómo las almas pue­
e no se pueden ha
quien las recha . h ce: . , b
orac10nes de liberacion so re den vivir sin el cuerpo, y cómo pueden ser felices (las que están
sanas que me hza, me f ª sucedido varias veces el caso de per- en el paraíso) sin el cuerpo. También añade que sabemos muy
aquí para compl::e~oan;~sªff º ~~plícitamente: "Padre, he venido Poco de la vida de las almas en el más allá, que debemos tener en
amihares, pero no creo en estas cosas cuenta las revelaciones privadas de los santos. Sabemos, por las
110 Verdad es sobre el cuerpo místico, que existe
• · · d ª d de las
una actlVI

111

¡, 1
un ej emplo. Existen curanderos y pranoterapeutas se -·
p0ngo d al ( nos,
ue se sirVen de un po er pa_ranorm por tanto de índole natural)
q cuya obra resulta beneficiosa para males naturales, nunca para
Y les fatales. Y existen muchos curanderos o pranoterapeutas que
rn.a c.¿ h . .
sólo son esta1a ores o que acen magia propiamente dicha.
Quedan problemas abiertos. Por ejemplo, la dificultad de
es­
tablecer con exactitud el momento de la muerte. Además 1
Sobre la escritura auto:11ática y sobre la grabación de voces de di­
¡°8
teólogos discuten si la condición en que viven las almas de
difuntos es un estado o un lugar; también este hecho puede
fluir sobre la even~ual actividad de ello~. Pero digamos, exped~­
t funtos me limito a decir que estas no son las vías de Dios; pueden
er fenómenos paranormales, que hoy se prefieren llamar con el
tamente, que el Ritual, en sus normas mtroductorias, pone e ~ombre de parapsicológicos, hay que estar muy atentos sobre lo
guardia al exorcista sobre los distintos disfraces del demonio en que es válido y lo que no lo es; hoy se tiende a hacer de eso la jus­
, fi , n tificación de todo lo que no conocemos o de aquello en lo que no
e l numero 14 a irrna que no hay que creerle cuando quiere hacer-
se pasar por el alma de un santo, o de un difunto, o de un ángel. creemos, incluso de los fenómenos diabólicos. Así lo "paranor­
mal" se vuelve el grande embustero que cubre nuestra ignorancia.
Me limito a decir que, interrogando a varios exorcistas he teni­
do distintas respuestas según la experiencia personal que cada 6. He hablado en este capítulo, de curanderos y pranoterapeutas
uno de ellos ha tenido respecto a este fenómeno. En cuanto a dar para tratar de otra gran dificultad. Un obstáculo para la libera­
explicaciones, todos son muy prudentes. Por ejemplo, tanto el ción se debe al hecho de que no se ama lo suficiente a la Igle­
p~dre L~ Grua como el padre Ernetti avanzan en posibles solu­ sia. Sucede incluso que, el que se dirige a un exorcista no piensa
c10n:~• mcluso de índole simplemente natural, sin ninguna pre­ ni siquiera ir adonde un sacerdote y que obra en nombre de la
tensión de resolver la cuestión. A mi entender es necesaria una Iglesia. Sucede a menudo que se va a él como se iría donde un
profundización sobre la condición de las almas después de la curandero, atribuyéndole un poder personal que no tiene nada
muerte, teniendo en cuenta las definiciones conciliares ya cita­ que ver con la fe. Es un problema muy importante, que toca tal
das, ~ero sin limitarnos a ellas. Por ejemplo, un santo exorcista, vez el punto principal de la crisis religiosa de nuestro tiempo.
el obispo
, san G emrmano,
· · patrono de Módena (310-392), con-
temporaneo de san Amb rosio · y san Agustm, tuvo que afrontar Transcribo el pensamiento del cardenal Ratzinger8, expresado
tales casos. ' con suma claridad en la entrevista realizada por Vittorio Messori.
~s uno de esos libros que uno no se cansa de leer. Pregunta: "Cri-
S· A
. menudo he sido m· t erpe l a d o sobre otros problemas que crean 8:s, pues. Pero, ¿ en dónde está, según su entender, el punto prin­
mterrogantes· curand , . cipal de ruptura, la brecha que ampliada amenaza la estabilidad
., · eros, pranoterapeutas, escritura automati:
ca, gra b aczon de voces ult ra terrenas, fienomenos
, paranormales... de todo el edificio de la fe católica?". Respuesta: "No hay dudas; la
Es t o d o un campo que
t · d . se escapa completamente de las compe- ;lar~a estaba enfocada ante todo sobre la crisis del concepto de
encias e un exorcista.
ción y al e ~ ' es un campo muy abierto a la especula- glesia, ,sobre la eclesiología. Aquí está el origen de buena parte de
ngano; pero cada d 1
dio atento para dividir lo uno e estos temas merece un estu- os equivocos o de los errores propiamente dichos que amenazan
proviene de fu que es bueno de lo que no lo es; lo que tanto la teologt a como 1 a opmion
. . , cato, 1·ica comun.
,
erzas naturales d 1 O •
es verdadera mag:1 . ' e que concierne a la magra o Se le pregu , 1 . "¿ Us-
ª y que mcluye la intervención del maligno. t e d no se · nto a padre Cándido, durante una entrevista:
y, 1 d · ?"•
siente so o? ¿Qué hay en su ánimo cuan o exorciza.
el respondió, con toda naturalidad: "Es como cuando celebro
8
112 Cf, Card R,<;
· TZINGER, Joseph. Rapporto su/laJede. Ed. Paulinas, 1985, P· 45,
113

1 11' 1
¡ i i! !i! !! i il
la HH@anistua, al!lliI!iJ.l!l.e son dos cosas distintas. La disposició . d'a· -Nunca, empieza a responder: -Pronto. O también
. d . . . nin-
teni©n es la: m.,islilila; estoy _rea l izan ~ un_mm1steno 1 igado no a rní resp@n ~ c. ha. a menudo es una fecha supositicia; pero a veces
ff1 una re ' '
@©lilil© j@llS©Iila, siro.0 a m1 sacerdocio: ligado a la orden de Jes, . )ª oluntad divina, e: exacta. En todo caso es evidente que
" E · · d e 1 a I g 1 esia
· militante".us.
"e,xpulsen los ,;1tiemotuos •
. s una accion por vd los demonios pierden fuerzas y arrogancia la liberación
°
cuan , leJ· os aunque, a veces, este esta d o pue d e pro 1 ongarse por
no esta
A partir de aquí surge un esfuerzo para nosotros los exorcist
hablar y hablar de la Iglesia, hacer amar a la Iglesia, hacer e~~ mucho tiempo.
tender que quien acude a nosotros no busca un hombre llen nte común, en el momento de la liberación, bien sea
de quién sabe qué poderes taumatúrgicos, sino que se acerca~ Es b as ta llanto (y esta vez es un 11 anto d e a 1 egría),
, bien
. sea una
un gra n 1
un ministro de Dios, que ha recibido de la Iglesia el encargo de érdida total de fuerzas. Otras veces a persona atacada se da
ejercer, por su concesión, un ministerio particular. Una de las
p ta sorpresivamente, poco a poco, de estar totalmente libre·
disposiciones que más fallan, en los que piden el servicio de los cuen . '
i parece que no se convenza del todo. Lo importante es que
exorcistas, es el amor a la Iglesia, la confianza en la Iglesia, más cas pierda más, durante to d.ª 1 a VI. d a, ese ntmo
. d e oración,
· ' de
no
allá de cualquier actitud personalista. Así no se obtiene ningún
unión con Dios, de frecuencia de los sacramentos, de apertura al
fruto; algunos van de un exorcista a otro, lanzan acusaciones
(aquel no vale nada; el otro no entiende nada ... ) y no se dan perdón, que la sostenga y la ayude durante el tiempo de la dura
cuenta de que si no tienen fe en la Iglesia y si no tienen la con­ lucha contra el maligno.
ciencia de acudir donde un sacerdote que obra en nombre de la 8. Para terminar este capítulo quiero aludir a una convicción que
Iglesia, es mejor que permanezcan en su propia casa.
cada vez voy teniendo, pero que necesita de confirmaciones, so­
7. Ahora quiero añadir algo sobre los signos de liberación. Hemos bre todo por medio de la experiencia de otros exorcistas. Tengo
dicho que los tiempos son de Dios y que nosotros como exorcis­ la impresión de que hay una cantidad intermedia de injusticias.
tas no podemos prever cuánto tiempo se necesitará para liberar Ya me he encontrado muchas personas llenas de disturbios más
de un maleficio o de una posesión diabólica. Pero hay signos que o menos graves; no eran disturbios importantes a nivel médico y
ayudan bastante. Es posible, por ejemplo, que desde los prime­ tampoco eran tales como para reaccionar a oraciones exorcistas.
ros ex?rcismos la víctima del demonio se sienta progresivamen­ Pero se trataba de males que se curaban con oraciones de libera­
te mejor Y que sus disturbios disminuyan. Otras veces sucede ción, con el perdón, con la renuncia a cualquier ligamen maléfico.
que, con la continuación de los exorcismos, el paciente se vuelva A menudo son males que se llevan desde el nacimiento y que por
cada vez más furioso y los disturbios se agraven; es el mal que tanto tienen raíces en la familia. Otras veces estos disturbios han
ya estaba oculto dentro y que está emergiendo; luego comienza sido causados por encuentros equivocados, por errores cometi­
la fa~e del regreso, de las mejorías, por lo cual los disturbios se dos, por rencores todavía fuertes de los cuales uno no se da cuen­
atenua__n Y cada vez más van desapareciendo. También esto es ta. Es importante lograr individuar el origen. En todo caso son
una sena! de que se camina hacia la total liberación. eficaces las oraciones de liberación o de curación; son útiles las
peregr· · ·
Otros signos se ven l l b . . p , maciones o esos cursos de oración que nos ocupan vanos
. por as pa a ras mismas del demomo. or
dias; he visto que son poderosos los "seminarios" dirigidos por el
e1emplo: "¡Tú_ me matas! ¡Muero! ¡Me has vencido!. ..". Otras ve­ profesor 1 · • ,
ces el dernonío si t· , d arsicío Mezzetti de Perugia; deseo que, por esta VIa, se
. . . ' n ten ose cada vez más débil e incapaz de re- encuentre d ·'
s1st1r a las irnpo · · d n nuevas y eficaces formas de ayuda y e curación.
siciones e 1 exorcista pide ayuda· invoca la lle-
ga ª e otros derno ·
d d ' ' Mi impr · , , d d
cas I ruos para que vengan a socorrerlo. En otros A esion es que se trata de males todavía no ma ura os.
os, a a pregunta del exorcista: - ¿Cuándo te vas?, mientras "tacados ª t·iempo pueden ser curados con relativa
· r:raer·1·d
1 ad · 1 s·
se espera d
,,. "lll!i! n,i ' aumentan la gravedad y cuando aparecen con to a SU

i~s-=;=,.,._ 115
! !! 1 !
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, 'lo después de la muerte violenta a la que estaba destí d . 1
driaso h . d , . na a.e
u1. c1•d'o
1 •
Tenía mue o rrue, o; quena sa 1ir de esa secta , pero conoc1a
,
5 . gos que eso supoma.
)os ries .
Cuando la encontr~m?s por primera vez, presentaba los signos
ersona depnm1da, atormentada, enflaquecida· dor ,
d e u naero P , d .. , . ,
no tema antece entes psiquiatrtcos. El exorcista d _
m1a
ma I , P . d b. , es
, de haber examma o ien e 1 caso, decidió proceder a los exo _
pué 5 . . . d . d' d , r
Testimonios cismas; al prmc1p10 ca a qumce ias, espues semanalmente. Para
mí, fue una experiencia llena de descubrimientos, que enriqueció
Un exorcismo en equipo y estimuló mi fe.
Cito un caso sucedido en Francia. Transcribo el info Como psiquiatra, traté de descubrir "la puerta de entrada", es
h. 1 . . M , D , rme que
izo a psiquiatra ana omenica Fouqueray. decir, los motivos que habían llevado a esta persona a entrar en una
~ombrada médico:psiquiatra en un consultorio particular en secta satánica. Su educación cristiana había sido muy rígida, basa­
abril de 1986, colabore durante cuatro años con el exorcista dioce­ da en el cumplimiento de las prácticas tradicionales; no había des­
sano, aprobado por nuestro obispo, Mons. René Picandet que cubierto el amor de Dios. Para el bachillerato, frecuentó un colegio
en 1 a posiibilid dd 1 ' cree de hermanas en donde recibió una buena formación intelectual
'JI) . 1 1 a e as posesiones
. . diabólicas (· No todos son
, como pero ninguna ayuda espiritual. El matrimonio no le sirvió de apoyo'.
e·. Y s1~e n~estro trabajo. M1 formación cristiana se remonta a
~ mfa~ci~ Y siempre he tratado de profundizarla; gracias a la guía El marido, que ganaba bien, la obligó a dejar el trabajo y a ocuparse
e u~ ?Pt1mo sacerdote, contemporáneamente con los estudios de sólo de los hijos y de la casa. Hubiera querido salir de vez en cuan­
medícina seguí cursos bíblico-teológicos. do, pero el marido no la dejaba. Incluso las vacaciones, pasadas
en un pequeño pueblo campesino, cerca de los padres ancianos, la
En ,1?74 descubrí el movimiento carismático: Renovación en
el Espzrztu. y, a través d e e'I , 1 a oración
·, de curación
. , de liberación
. ., y aburrían, y ella quería distraerse.
1 os exorcismos Pedida · 1 b . , por m1. competencia
' . en el En un periódico mundano leyó la invitación a días de ocio. Fre­
.· m1 co a orac10n,
~ampo profesional de la psiquiatría, acepté con gusto y me encuen- cuentó ese ambiente, aunque se dio cuenta de que era muy anóma­
ro en conson~ncia con el exorcista diocesano. Uno de los primeros lo, llevando cada vez más a los participantes a las bebidas alcohóli­
casos que tuvimos_ q ue a f¡rontar fue éste. Se trató de una mujer de cas, al ofrecimiento de drogas, a la inauguración de una secta. Pero
cuarenta anos casad d d encontró gente respetuosa, que la compensaba de las carencias de
educad ' . . ª Y ma re e cuatro hijos que trabajaba como
de que ~ra especi~hzada. La causa de sus maÍes se debía al hecho la casa. Y cada vez más quedó comprometida; renegó del bautismo
nica Cuaunradnte md~s. d_e diez años había frecuentado una secta satá· Y se sometió al nuevo bautismo de la secta, en donde se le impuso
· ose m ' un nuevo nombre. Recibió una marca secreta en el muslo Y firmó
salir de esa se t gro ª nosotros, era la tercera vez que trataba de
ca. con ~u sangre un pacto con Satanás después de haber quemado la
Contrariamente a cua , . partida d e 1 b autismo
. . .
cristiano. '
taba mucho a I nto se podía suponer esta mujer frecuen·
os sacerdotes• y fu ' d · a La iniciaron en las misas negras y a las celebraciones de las tres de
nosotros. En efect ll b ' e un sacerdote quien la con u¡o 1 a tarde de t d 1 . .
cerdotes y todo o, dom: ª una doble vida: conocía a muchos sa- tro . 0 os os viernes. Vio claro que nuestras oraoones Y nues-
' s 1 os onung t b . ,
aunque no se ac b os, oca a el órgano en las eucarist1a5, Pars r~tos eran transformados, "satanizados". La misa negra es una
erca a nunc I
sacerdotisa de u ªª os sacramentos· además era la gran e odia de la Eucaristía y el momento de la comunión, se transforma

l conocer los diversos puntos d e 1 pac t 0


s·1 d 0 . . . na secta llamad 1Ar· ' H b'a n una. o rgia.
' Es importante
'
in1c1ada progre . ª vv zcca, cuyo guía es Lucifer. a 1 sat,
sivamente Y, después de entrar sabía que sal· mi. srna
anico porque, durante los exorcismos hay que invitar a la persona
1

' ·
1

116 • ª renegar con plena seguridad contra Satanás Y a renunciarª

''l'f--
·~

117

_.a111
.~11"'111 1
a de Dios era ne:esari? ~vitar los te~tos en ~on?e s~ habla­
la palabr de sacrificio. Inicialmente se impresiono mas por la
ra de sanglre y artas de San Pablo que por los evangelios. Se requirió
. , d e l a memoria,
lectU ra de. as e para la curaczon . para 1 a punificación
1. Apostatar del bautismo (estén atentos los párrocos, cuando se les 'd 01uch~ u~mp:s· tenía muchas visiones y muchas pesadillas.
Iasunagen ,
la partida de bautismo). 2. Renunciar a la fe en la Eucaristía. 3. Rechaz~~t de
Los exore
ismos fueron suspendidos cuando Magdalena pudo
h . . al e
obediencia a Dios y decir "sí" a Satanás, a Lucifer: a Belcebú. 4. Rechazar: . sí misma la luc a espmtu , rezar, conresarss, comul-
la Virgen María. 5. Renegar los sacramentos. 6. Pisotear la cruz. 7. Pisotear conclucidr P?rr cuando pudo usar los medios ordinarios de la lucha.
la imagen de la Virgen y de los san:os. 8. J~ra~ ?delidad eterna al príncipe
g.ar'des d ecr '
s hechos importantes. Magd a 1 enano h a b'1a sido confirma-
de las tinieblas; jurar sobre las escnturas diabólicas. 9. Hacerse bautizaren
el nombre del diablo, escogiendo un nombre apropiado. 10. Recibir sobre ~ad~s :és de la adecua_da preparación: ell~ misma pidió el sacr~­
el muslo la marca de pertenencia a la secta, por medio de la huella diabó­ da, p ue le fue admimstrado por el vicano general, en presencia
mento, q d l . b d 1 . Al , .
lica. u. Escoger un padrino y una madrina de la secta. 12. Profanar hostias ido de los hijos y e os rruem ros . e eqmpo. . gun tiempo
d e I mar , .
sin profanar los altares, sino yendo a comulgar y conservar las partícula~ d ués hizo un solemne retorno a la Iglesia, en presencia del obispo
sagradas, para después profanarlas durante las misas negras. :~ todas las personas que habían asistido a la confirmación. Ella
~isma después compuso oraciones muy bellas al Señor y a la Virgen,
Descubrí estos puntos poco a poco, al hacer los exorcismos. La
durante los dos años que fueron necesarios para llegar a su completa
mujer atacada, durante los exorcismos, tenía los ojos de una fiera
y rechazaba con fuerza el crucifijo que teníamos ante ella; al final liberación.
vomitaba (tal vez sólo agua) y su temperatura subía a 41 grados;
disminuía sólo con el agua de san Segismundo (apreciada en nues­
Una calma y un silencio total: Angelo Battisti
tra zona para curar fiebres inexplicables). Magdalena ( démosle este Lo que voy a presentar es tal vez el caso más difícil que he co­
nombre) había participado en un gran número de misas negras, nocido en el cual participé; un caso muy difícil como diagnóstico
aparentaba estar bien e inspiraba plena confianza, pues tocaba el y luego como curación, debido a los pocos síntomas que manifes­
órgano durante las celebraciones. taba, por lo cual creo que sólo un exorcista experimentado como
Me apremia subrayar un hecho. En un caso como éste, sólo la el padre Cándido podía entenderlo. Aunque el Señor confió a otro
acción del exorcista no habría bastado. Ya dos veces, dos exorcistas, sacerdote la satisfacción de llegar al alegre final; a menudo sucede
habían fracasado por no haber tenido suficientemente en cuenta lo que se trabaja sin recoger, o también de recoger en donde otros han
que ?ecía la persona sobre los hechos y por haber minimizado las trabajado. Con tal de que siempre sea glorificado el Señor.
presiones Y las amenazas de los miembros de la secta. La tercera El ~alvario del señor Angelo comenzó en 1981, inmediatamente
vez, ~agdalen~, fue liberada gracias a la ayuda que el equipo dio al
~~sp~es_d~ pensionarse por límite de edad que duró siete largos años.
e_xorcista. Por ejemplo, era necesaria una reeducación en la fe cris­
pn?cipio se pensaba en una enfermedad no bien identificada. Así
tiana Y se requería una ayuda para sostenerla cuando la posesa era 1
~1 ~dr~ian los familiares y así también había sido interpretado por el
, im pu 1 sos suici
asaltada. por · ·d as y por fiebres inexplicables. Nosotros
" e ice de fa ·¡· d d '
no la deJabamos sola, siempre estábamos cerca de ella. de¡ di . mi 1a, que conocía a Angelo desde la juventu ; a emas
os istinto 8 a· b' .
Tod istur 10s, conocía su carácter y su comportamiento.
Todo es~o ?uró tres años. Después Magdalena sólo tuvo dificul-
ta d para asistir a la Euc , t· . . . Él s~ comenzó con una extraña aversión a bañarse y a salir de casa.
, iempre t· , .
ans ia en 1 as iglesias que frecuentaba antes,
pqero puddo rezar Y comulgar. Todavía tiene necesidad de una cate- queri' ac IVIsimo, pasaba los días de la cama a la poltrona; no
uesis a ecuada pero d , ,, acomer · d 1
lepreparab ni aceptaba ir al comedor. La esposa, para ar e gusto,
le hacían difícil Í ~~ ª vez_ mas se libra de esos "bloqueos que ª una mesa en la sala.
ª oracion Y le impedían leer la Biblia. Respecto de
118

119

11 11 1
1

pi 1 i i -- ~i ji¡
. ieron entontecerlo, además de dejarlo sin fuerzas.
~i I egafüm amig©s a visitarlo: incluso los más qu~ridos, ni si- ue s~lo cwnsligu ntarse de la cama, se caía al suelo y la esposa tenía
q
g_l!l1ei1a1 se , esffiilt-all-a·
. - - ' w , permanecía encerrado
• • en ,su pieza en do n- Si trata
ba de eva fu , .
n mucho es erzo, porque por s1 mismo no po 1a.
d,
cll i est-afüa seiiltrado, ni escuchaba la radio m vera televisión; y no I
1 antar o co
a@epitali5a ir a la iglesia. que ev ~ mientras repetía sus lamentaciones, abrazado a la
{!Jna manana, de san Miguel, estaba presente también el querido
Para poder valorar estos compo~ta°:i~ntos hay que tener pre­ ~ estatua .
pequena e oso católico. Observaba la escena estando al pie de
sente quién era Angelo y cómo había , vivido. hasta
. ahora.
. Hombre
me'd'coyiervor
1
• t a la esposa. Y empezaron a d ecirse · entre e 11 os: "Y¿
de actividad fuera de lo norma 1 , tema una 1?te 1igencia ,ª~dísima y
una extraordinaria fuerza de voluntad. Debido a sus mentos perso­ la cama,_ jun azón cuando dice: déjame en paz o te escupo?". Así
. '] tuviera ra ' e , . • d' 1
nales había logrado hacer una buena carrera. Muy estimado, inclu­ si e saron dirigirse al ramosisimo exorcista iocesano, e
so, por su honestidad, su moral y por muchas otras virtudes, había fue com~ pd~dnO Fue el médico mismo quien invitó al sacerdote y lo
adre Can I •
logrado escalar las máximas posiciones de entera responsabilidad pacompa a casa de Angelo.
ñó

y confianza. Le gustaba mucho la compañía y a todos les gustaba , gió al exorcista sentado en la poltrona; durante el exor-
conversar con él. Educado en una fe profunda, que siempre alimen­ Este aco • d ·1' ·
. maneció casi siempre con 1 os OJOS cerra os, tranquí 1s1-
tó, no perdía nunca la Eucaristía ni la comunión diaria. Un peque­ c1smo per 1 ., D , h bl ,
mo, sm · decir una sola palabra durante a oracion. . espues a. . o,
ño detalle. Cuando era obligatorio el ayuno desde la media noche amablemente con el sacer~ote. Este com~ortam1ent? se repitió
para poder acercarse a la Eucaristía, solía suceder que Angelo re­ cada vez que el padre Cándido fue a exorcizarlo, llevandole tam­
gresaba a casa muy tarde de su pesado trabajo. Pues bien, no bebía bién la comunión.
ni siquiera una gota de agua, para no privarse de la comunión. Con
la esposa era siempre afectuosísimo, lleno de respeto y atenciones. Seguía siempre una hermosa conversación entre los dos, sobre
temas muy variados y sobre personas conocidas por los dos. Angelo
Por este cuadro se comprende cómo había sido de radical e in­
era lúcido, gentil y muy comprensible. Las reacciones, que ya hemos
comprensible el repentino cambio. Llegó al punto de no levantarse
descrito, sucedieron después. Pero de hecho no se obtenía ninguna
de la cama y de no comer; se lograba hacerle tomar un té y comer un
pedazo de piña dos veces por semana. Desde su cama de dolor gri­ mejoría. La esposa llegó al colmo del desánimo, cuando el marido
taba y se lamentaba, abrazado a una pequeña estatua de san Miguel rechazó de manera absoluta ir a la Eucaristía de Navidad, él, que du­
arcángel: "¡Ayúdame tú!, no puedo más". O también exclamaba con rante toda la vida había ido a la Eucaristía todos los días.
fuerza: "¡Vete, sinvergüenza!, ¡déjame en paz!, ¡te escupo encima!'; Se probó llamar también a otro exorcista amigo; todo se desa­
palabras dirigidas evidentemente al maligno. Y en efecto escupía con rrollaba como con el padre Cándido; bastante calma, comunión
todas sus fuerzas contra alguien que sólo era visible a él. d_evota, conversación final y... ningún cambio. Cuando salía el exor­
Todo esto duró mucho tiempo; parecía realmente un loco. La ci5ta, Angelo se volvía furibundo: "¿Llamaste al exorcista? Ahora
depresión diagnosticada al comienzo, parecía desarrollarse cada verás lo que te sucede". Y a la pobre esposa le sucedía de todo. Una
vez más en una forma de obsesión o de locura. Añado también que, v~~ se cayó en la casa y se rompió la nariz; otra vez se cayó en una
~ada su inteligencia y la estima de que gozaba, además de los dis­ viie¡a plancha de hierro, y se cortó cerca del ojo, que se salvó de mi­
~mtos apostolados a los que se dedicaba, el pensionarse no era para agro· ot · ·,
unem' ra. , vez se rompió una tibia·' un día , al baj ar del carro, sínno
el, e?tar descolocado; tenía muchas actividades, en las que pens~ba R eci.6ióPUJon que casi la hace caer debajo de otro carro que pasaba.
dedicar to~o su tiempo. Digo esto porque a veces el quedar pensw· u 1 d 1
cu . n go pe en la espalda, que todavía le duele a pesar e as
nado deprime, cuando se pasa de la laboriosidad a la inactividad. raciones orr , d.
Pero este no era su caso. D ope reas hechas durante años.
5t
ver Lespués e e exorcista se enfermó gravemente y no pudo vol-
N_o :ºYª
citar la larga lista de neurólogos que intentaron curarlo;
med1cmas de todo ti b . , • · tes
. a espo
y te , sa supo de un sacerdote en Toscana, que era exorcis a
· t
po, so re todo ps1cofarmacos y tranqmhzan nia Parficu 1 ares dones de curación. Angelo acepto' Ir· tamb ren·'
120

121
! -•1111
1 11 1 1 1 1 1
11 111'•;·' Fa;¡¡¡¡
. , y sacra mentas·' los exámenes clínicos con los relativos

-~~ 0 ºSº
ijl!le, ""' '-' "' = ' .. .
"';-g-mp0 sentía un fuerte dolor de garganta y tern·Ia
rJ!lll se :tmata:na file Gá,~cer. El ~acerdote toscano d1J o 11:me?iatamente:
llíera0raci@n
tu • os de tan
íaiffl@sñIG.
tos médicos especialistas; el carácter particular
ltos demoníacos a 1 os que An ge 1 o era sometí"d o
d b:- unuos asa fu d f fu d
"¡~tMl© mu.é Gár,rner.! Esta es solo una o~~,ª del demon~o. S1 permanece delos son d ntrolar gracias a su pro n a e y a su erza e
aquí un mes podré hacer algo por el . Pero ~~n dificultad Angelo l(que rra tabad eco , el padre Cándido, d urante 1 os exorcismos,
· ·
m-
aguantó allí durante ocho días. La esposa volvió desesperada donde ,, t d A emas, "b' . 'l
volun a · dones visibles, perCI 1a esa presencia que para e
1 faltar reac . d , fu
ese sacerdote que la animó: "Lléveselo a casa; al fin y al cabo tendrá ciuso ª . d onocida. Considerac10nes que espues me eron
que volver aquí. Y usted no diga nada, no responda nada, a cual­ demas1a oc "d ,
era d encontré ante otro caso, pareCI o a este.
quier cosa que se le diga". , iles cuan o me
ut d t mbién de entender la causa inicial de los disturbios
Fue realmente necesaria esa advertencia. Angelo se volvió inso­ He trata o a r. d 1 . (
, N se habían dado pasos falsos por parte e sujeto es-
lente como nunca lo había sido; continuó durante años insultando a maleficos. o . ) . d,
la esposa de manera vulgar, y ella fue fiel al propósito de callar. Una pirítismo, visitas a magos y semejantes , m se¡;o 1a ftns~ en ~a-
vez fui también yo, animado por el padre Cándido, y le hice el exor­ Ieficios. La causa más prob~ble _-aun~ ue n o emos ega o a mdn-
teza- nos ha parecido identi 6icar1a con una venganza e
cismo completo, durante unos cuarenta minutos; lo recuerdo en su guna cer h b, h h d d
poltrona, calmado, silencioso, muy gentil en los saludos finales. Pero S atana·s por el inmenso bien que . Angel o a 1a . ec o urante. to a
no obtuve nada. Después tuvo otros disturbios, con visitas médicas vida· y en una permisión de D10s, para purificarlo ulteriormente
en Italia y en el extranjero, sin que los médicos pudieran diagnosticar ;:sí pr~pararlo al gran encuentro final con el Señor para recibir el
el mal y sin ninguna mejoría con las medicinas que le administraban. premio prometido a sus fieles siervos.
Baste pensar que, cuando fue atacado por un fuerte dolor en los ojos, Finalmente otra duda mía; cómo es que él, el padre Cándido, y el
con la impresión de que estuvieran llenos de agua, fue visitado por otro exorcista amigo suyo, en tantos exorcismos no lograron liberar­
dieciocho oculistas. lo, como en cambio lo había hecho con cierta facilidad el exorcista
La esposa trataba de convencer al marido para que volviera don­ toscano. También aquí, el que dirige todo es el Señor que, eviden­
de el sacerdote de Toscana, pero Angelo se negaba decididamente. Al temente, quería hacer que Angelo hiciera ese itinerario de purifica­
no poder más, la esposa fue sola. Se le dijo: "Esté tranquila. Esta vez ción. Los distintos exorcismos parecían sin resultados de mejoría;
vendrá. Dígale que aquí lo espero, durante un mes". Cuando se le dijo pero siempre han dado alivio, permitiendo muchas confesiones y
esta frase, Angelo dijo: "Prepárame la maleta, parto inmediatamente''. comuniones que, de otro modo, no habrían sostenido a la víctima.
Parecía otro. De nuevo estaba lleno de energía. Partió y se quedó solo, ~e~pués, para la liberación final, el Señor se sirvió de quien quiso,
durante u~ mes, en el hotel de ese pueblo. Cuando regresó a casa es­ drna Pablo, para que ninguno se enorgullezca, sino en el Señor.
taba cambiado, era de nuevo el de hacía siete años: gentil, afectuoso Y
rn~y atento. ~,el as~nto sólo dijo: "Sabes, aquél ya no está; antes no me ad ~~elo Battisti trabajaba en la Secretaría de Estado. También fue
dejaba en pa~ • Paso sereno las pocas semanas de vida que le quedaban to ~n~t~ador Y primer presidente de la Casa Alivio del Sufrimien­
Y con la sonrisa en los labios regresó a la casa del Padre. P~ses~ó ª da P~r el Padre Pío, de quien era íntimo y devoto amigo. Su
Incluso después de su muerte, he hablado varias veces de Ange­ para libn tlo de 198i a 1988. El exorcista del cual se sirvió el Señor
l~ con el padre Cándido. Sobre todo me interesaba resolver algunas San Sav~rar(Ar
o fue el desaparecido padre Angelo Fantoni del Monte
dificultades ino ezzo),
. · La prime ra,. corno
• h a b'1a hecho el exorcista
. ·
para m-
tuir que se trataba de un poseso diabólico puesto que la persona Una ext rana
~
atacada no rnanifest O'
d d d
· '
reacciones durante los exorcismos. No ay
h visita
u .ª ~ que el padre Cándido supo valorar a la luz de su gran ex­ Siend
rn·1 o exorcista d
penen~1a, los distintos elementos que iban ;pareciendo· el cambio rninisteri O e una gran ciudad francesa, en donde ejerzo
repentmo con las p f I , • ' 1
' ar icu ans1mas dificultades, sobre todo lo que ger a rnuch ad ª sombra de la Virgen bendita que me ayuda a aco-
os esvent d
122 ura os, atormentados o perseguidos por Sa-
__flll

,1,lr
11111

123
, U!' én a: escuchar muchas confesiones liberador - sacerdote de Cristo. Inmediatamente tomé aptitltes so-
ranas, n-amwr - . . as, o Pa equeno ,
estlig© ele 1iberac10nes o curaciones, que se puede ~a este P e había dicho. He aquí una parte:
breloque m . .
. , 1 I ¡,m.tfenvención de la Madre de Dios, mediante la n ª~ri- . tro los ha vencido! Estamos destruyendo su Iglesia. Mi maes-
oaH1 S© © a: l · · Oración ,,f1 rnaes . 1 . . I
-~~=•,¡¡,,->¡;""'~e la Iglesia de a que soy siervo e mstrumento Me pvi . e el equilibrio entre as naciones y tiene a ventaja sobre la
ex01i@Isca ' ' h · Parece rro soSt1en · 1 S' ·
. nte entre tantos hec os, narrar uno que me suced·. . . d ustedes. ¡Tiene que reconocer o! 1, es evidente la fuerza de
conveme , . 10 cierto
día y que me dejó perplejo. Iglesi~ e el mundo contra el cual la Virgen misma nos pone en guar-
Satanas en ' . . "d .
. s distintas apanc10nes. Es eVI ente que en muchos vacilan las
Entra en mi o~ci~~ un hombre extraño y extrav~gante. Todo en día en su nas (Eucanst1a, · , v·irgen, pontíífiice ) , por I o cua l fl aquea su fe.
él es claramente insólito: el aspecto, el co~portam1ento, el vestido tres co I u m bl
t han hablado Pablo VI y Juan Pa o II; sobre todo de esto habla
extravagante y, sobre todo, _un olo: extrano, repelente, fétido. No
elDeApocalipsis,
es o de la luc h a d e S atanas.
, E s su h ora; pero tam b'ien , es 1 a
era olor a vicio, sino de algo mdefimble, entre huevo podrido y azu­
hora de la Mujer vestida de sol.
fre. Se me vino, inmediatamente, a la mente una especie de incien­
so, usado en algunas sectas blasfemas, que con el tiempo impregna eua ndo interrumpió su monólogo y me permitió hablar, le
1d · es so'l o provisoria,
· · aparente
la ropa de los participantes. h.icen otar que la victoria de , emorno ., S , .
t poral. Con su cruz, Jesus venero a atanas precisamente en
El comportamiento enigmático y curioso de ese hombre parecía y em , , d y , , 1
I momento en que Satanas se creía vence or. asi sera para a
invadirme, para adivinar mis pensamientos y mis sentimientos. Sin ~glesia: su pasión actual realiza esa renovación interior que prepara
embargo, yo entendía que no desconfiaba de mí, sino de otro. En efec­ para el nuevo Pentecostés, tantas veces an_unciado y tan deseado.
to, a veces se dirigía de repente hacia la puerta y bajaba la voz para que Satanás es una de las tantas creaturas de D10s, creada buena y per­
yo solo lo oyera. ¡Pero estábamos solos! Al principio pensé que temie­ vertida por su culpa.
ra ser visto o sentido por otro de mis penitentes; pero luego compren­
"¡No! Satanás es igual a Dios", se apresuró a decir mi interlo­
dí que tenía miedo de ser expiado o seguido por algún miembro de su
cutor. Me di cuenta de que no quería hablar de Jesús, sino sólo de
secta, o incluso por el desgraciado del cual era esclavo.
Dios. "¡La rebelión contra él fue un éxito!". Y de vez en cuando aña­
Su vestido, púrpura gris, tenía un corte extraño. Sólo un poco ~es­ día: "¿Pero no tienes miedo de mi maestro?". Esta frase, a menudo
pués se me vino a la mente haberlo visto reproducido en una revista repetida, al principio sonaba como una amenaza; después, en cam­
en la que se hablaba de una misa satánica; era precisamente uno.~e bio, revelaba un temor íntimo, porque Satanás ve todo y oye todo.
esos ornamentos litúrgicos. Después fue él mismo quien me lo di¡o: Le respondí que yo le hablaba en el nombre de Jesús, de quien era
"Mi maestro trabaja sobre todo de noche". Recordé que se trataba, sacerdote, y nada podía sucederme sin su permiso. Además tenía la
en esa revista, de una liturgia de Lucifer. Este hombre me dijo iue protección de la Virgen, sobre todo durante los exorcismos.
practicaba ocultismo y magia negra. Era una confesión que mue os
~o le gustaba que yo hablara de la Virgen y trataba d~ desviar
otros me habían hecho, pero para buscar de m1, la hberacwn. • ·' Este,
visit
el discurso sobre su maestro Satanás. Entonces le recorde el pro­
1 an t e, en cam b'10 no sa b'1a que' intenciones
· · t e nía:, me confirmo,
st . ' parec1a t~evangelio: "Pondré enemis~ad entre ti y la Mujer". Él acept~ el
e ar ligado a una secta satánica con cierto ritual, pero no
discurso, pero con una interpretación suya: "Satanás la asechara en
deseoso por ser liberado.
y¡ . t para bus- e'. talón, quiere decir que la vencerá". Y yo: "¿Cómo puede ven~e~~a,
51
o pensaba: ¿Por qué vino a encontrarme? C1ertamen e gra- la Mujer le aplastará la cabeza?". Luego pasé a explicarle la vision
car una liberación de Satanás. · O tal vez quería hostias censa yo del. Apo ca ¡·ipsis,
. sobre la Mujer. vestida
. d e so 1 , en 1 u cha con el dra-
d as, para poderlas profanar esa lmisma noche? ¿O espe raba que
m . . .
. · de
la victoria
gon ro] 0 , que es derrotado por san Migue.
1 . p ensa b a q ue hasta .en las
e convirtiera a su secta?, o ¿sólo quería anunc1ar~e ·a hablaba tentad enes de Cristo narradas en los evange ¡·10s, exis · t e una disputa
s~ maestro? En efecto, hablaba continuamente de vtctofl ' ¡tira so b re los t , . ' , d'1 n airo a nuestra
s1emp re d e e'l . p arecía
, que tenía un gran mensaje . Pª ra transrn extos bíblicos. Pero el tema de Maria º u o·

124 123
@llilN.:©tsaGiffim. , tfe es@ terna, él se sentía disgustado, angustiado
Infestaciones
illil~memtfe ~esesfJeFado. Y ._
~tes ~ lfall>ía dicho que su maestro no podía darle la paz e
<:0raz0m y muclm menos la felicidad. Jesús, en cambio, daba la ne 1
y la alegría; daba la libertad precisamente de la esclavitud de sitª~ d O 1 gran importancia del testimonio de Orígenes,
nás, que lo máximo que prometía era dinero, poder y gloria humª_ Hernos subra~a ~eocristianos expulsaban los demonios no sólo
na. Dentro de mí oraba incesantemente a la Virgen María y así v/ según el cual os?: también de las casas, de los objetos, de los ani-
que él perdía terreno, echaba para atrás; era claro que de su maest:~ ersonas, sin . d ,
de 1 asp al tratar de crear un lenguaje nuevo, que to avía
sólo tenía miedo. Entonces yo le hablé del amor de mi Maestro Nosotros, ,¡:, •, . d. .
mae1 5 · mos la palabra injestacion para m icar precisa-
que había muerto para salvarme y perdonaba todo. Él habló des~ xiste reserva .
no e ' d' t bios maléficos causados no en las personas, smo
blasfemia (su apostasía) con un momento de verdadera desespera­ mente los is ur .
ares, objetos y ammales.
ción. Sólo reflexionando después sobre esto recordé la referencia al en 1 u g bº, ·
pecado contra el Espíritu Santo y me pareció que ese desgraciado Entramo S en un campo muy nuevo, puesto . que tam ten .anti-
era plenamente culpable. e y en todos los pueblos se reconocieron y combatieron
guarnen t d d ¡·
Lo invité a arrepentirse, a dejar a su Maestro; le dije que todas las estas formas de disturbios. Pero no podemos escon er os rea 1-
noches yo ~edía perdón a Dios por todos los pecados, también por dades:
las ~la~fem1as. Aquel hombre parecía turbado, combatido por dos 1• Éste es un terreno sobre el cual sólo ayuda la experiencia di­
sent1m1entos: la esperanza y la desesperación. Le pregunté si acep­ recta; en caso contrario, ni siquiera se nos cree; todo exorcista pue­
taba que yo rezara por él. Me pareció favorable e hice interiormente de testimoniar que, durante su ministerio, ha encontrado casos so­
un breve exorcismo para expulsar a Satanás; luego lo repetí en voz bre cuya posibilidad nunca hubiera creído si no los hubiera visto.
alta. ¡Era demasiado! Se levantó como para huir, pero antes me dijo No nos maravillemos, por tanto, ante tanta incredulidad, ante todo
su nombre: Pedro. Después salió como alma que lleva el diablo. por parte del ambiente eclesiástico que, lo hemos dicho y lo hemos
Todavía hoy me pregunto sobre el significado de esa visita. Ese demostrado, no está instruido en esta materia.
hombre,
y· ¿me lo envió Satanás para desviarmer: ., l· me lo mandó la 2
· Tampoco podemos negar que en este campo están a la orden
irgen para c_onvertirlo o, por lo menos, para que rezara por él? Cla- del d'1 I · ·
ro ~u~ experimenté cuán difícil es, para un miembro de una secta ª as visiones, las sugestiones, los falsos temores; cuando no
se trata de auté t· , D b
satamca, para quien se ha consagrado al demonio, volver a Dios. n reas mamas. e emos tener muy en cuenta esto
para no creer... en el asno volador.
Como suelo h · l •
Testimonio de Fr. Christian Curty, 0.F.M., exorcista de Aviñón. caso d . acer, sigo e ejemplo de la Sagrada Escritura y, en este
ínst~c;. aquel libro tan emblemático para el pueblo de Israel y tan
ivo para todos lo f 1 -
portante d t s tempos, como e Exodo. Me parece muy im-
Pr· e enerme sobre las diez plagas de Egipto, por dos motivos:
nnerrnotivo
los magos 'porque se nota cómo Moisés, en nombre de Dios, y
1
nómenos ,¡on ª fuerza de Satanás, pueden producir los mismos fe-
AJ • veces el hecho , .d, . .
&unos fenó en s1 es 1 entico, pero hay que ir a la causa.
Dios o de Satm~nos no bastan para hacer comprender si son obra de
ll¡'f1 anas pa h
ª co o un m ' ra acer entender si quien los hace es un caris-
ago. Se requiere dº . . .
•,,, " ""~!: \ 126 un iscermrmento propio para eso.

~-= ¡¡m ~i, r, --,

--->11=: ! ! ! ! 127
~~! !!~ ! 1 1 1 1 1 11 li 1111 111111 1 1111 1

ii ílni:m'I,~:: :' ;: :
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: ::;;: : 1

1"11 ; i I; . :¡,¡ 11
11 ;
-----~- --~-

uí entramos en el campo de las vejaciones,


:,[¡ segpr.z'li© 1110 tiivo, por el que considero de suma impo t. alignas. Pero aq
1 d E .
t@cl@ el egis@fü0 de las p agas e gipto, es que fenómenos a , r anc1a aausas m. fi taciones. .
g@s Sl!!Gefil.en u-amTuién hoy. Lo he dicho y lo repito; algunas ca na1 0- no ae las in es s
íos campo ...
Las infestaciones locales son siempre
. ~ d b. ,
. .
1 o; 1a primera sas se '(.)asas, negocz ' . mucho menos de liberar. Aña o tam ren
creen sóle si se ven. Pongo un ejemp plaga de Egi t la/ d'1 gnost1car Y . , 1·
es el agua transformada en sangre. Pues bien, varios amigos rn~ 0 difíciles de ª . ta obra con métodos propios, con 1 a mas a_mp 1a
exorcistas han vísto,. . d as, constru¡.d as recientementIos
en casas prrva que todo exorcis íídad
1 Porque, dígase con claridad, toda.dla materia
., . que
d·screeiona ~ • nes no es tomada en consi eracion ru por
dotadas de instalaciones hidráulicas conectadas en los acueduc? 1 l imestac10 ,
comunales, 11 aves que emitían . , sangre en vez d e agua. También hos es refiere a eas ónzco . m. por el Ritual' que se ocupan solo de exor-
hablado, en mi libro anterior, de uno de estos casos; de dos ilustr/ el Derecho an esas . A mi entender es una grave falta.1 Por
.
1 Personas pos
profesores de la Universidad de Padua (analistas) que han observa~ cismas a as·gn11 .6 ca que de esta materia puede ocuparse cua quier
do el fenómeno con actitud sarcástica y se llevaron un frasco lleno una parte si d te· por otra parte se da vía libre a embrollo-
sacerdote O no sacer o ,
de esa "sangre': en la que evidentemente no creían. Pero después magos santones.
del análisis, cuando resultó que se trataba de sangre humana, que­ nes,E compensac10n,
' . , el Ritual , con las abundantes oraciones y
daron aterrados y no quisieron volver a esa casa. He visto muchos ~.
bend1c10nes que son verdadera riqueza y que . sería, un grave error
racionalistas, ateos, sacerdotes, comportarse de la misma manera; · b nn · da oraciones adecuadas también
pasar de la incredulidad al terror. despreciar, , para estos· casos,
1
por lo cual se pueden usar apropiadamente. Veanse, por ejernp o,
El Éxodo nos habla de la segunda, tercera y cuarta plagas, de las bendiciones a las casas o lugares, a las escuelas, a los campo_s. Y a
la invasión de ranas, zancudos y moscones, respectivamente, que menudo son usadas estas oraciones por sac~rd~tes y por exorcistas.
infestaron las casas de los egipcios. Podemos añadir la octava pla­ Hay quien, amén del agua bendita, usa el mc1e~s~ o derrama s~l
ga, la invasión de las langostas. Pues bien, muchas veces me han exorcizada. La libertad es total y, aunque yo me limito a narrar mis
c?ntado, o también he visto con mis propios ojos, casas que repen­
experiencias personales o de otros exorcistas, queda claro que ~n
tmamente son invadidas por moscas, hormigas voladoras, insectos
todas las formas de infestación no se requiere la obra del exorcis­
~ vec~s horripilantes (escorpiones y otros animales no fácilmente
ta. Es eficaz la celebración de la Eucaristía, por parte de cualquier
identificables), que luego desaparecían, completamente, al echar
agua bendita o al exorcizar los ambientes. sacerdote. Se han mostrado eficaces también las oraciones hechas
sobre el lugar, por los grupos de fieles.
El Éxodo nos habla también de un misterioso mal que mataba
los animales: parecía "una peste muy fastidiosa (quinta plaga); Y Cuando actúan los sacerdotes exorcistas, normalmente hacen
nos habla de una úlcera que atacaba a hombres y animales (sexta uso de un exorcismo utilizado para las personas, adaptándolo a la
O
pla~a). El demonio tiene el poder de causar tanto enfermedades de casa al lugar. Es muy útil tratar de individuar la causa por la cual
caract ' ·
er orgamco, que pueden ser curadas por vía médica, como el ambiente está maleficiado, y obrar consecuentemente.
enfe:n:iedades de índole puramente pernicioso sobre las cuales las ¿Cuáles son las causas más frecuentes? Señalamos, entre otras:
med1cmas no tiene · ' d • ' dio
. n nmgun po er, smo que se curan por me 1 1. Si en 11 , . . . . . , ,
de la gracia, entre las cuales están los exorcismos. Todo exorciSta . aq~e a casa se hacían sesiones espiritistas, s1 allí se hacia
puede contar casos de b . d d s magia, si ha sido sede de sectas satánicas (y todos éstos son los
d.1agnost1cadas
. qu d a scesos, tumores ' diversas enferme a. e
d ' e esaparecen después de un exorcismo, deJan­ isc~sos en los cuales es más difícil quitar la infestación).
o pasmados a los méd' b' , d' s • 1 ha sid ·
d e oscuridad
.
'T'
puede s reos. am ten la novena plaga ' los tres 1ª
1 ? asesinada
se necesita h o se ha suicidado una persona; y en este caso
dad h ' er una compensación ante repentinas cegue- s·
3 . I era casa d n mue os sufragios.
.
es que an atacado a personas durante algún tiempo, debidas a
lincu e prostitución; si allí vivían blasfemos, masones, de-
entes u o . d . . d d
128 rganiza ores de bandas delincuenciales, ven e o-
■i!!i ~

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11es fle filin0ga; si era sede de encuentros para h . cargas de negatividad fuertemente perjudiciales.
omosexu I · fiestación · ' d e un o b"Jeto no sigru
· ifrea
false d a d ' uenen bíén que la m
>.!1'~ ~ ~-~ •
est©s cases se requieren muchas oraciones d
lf©l!t©S a es... En
~- gi [ij:a sim0 01Djeto de maleficio. En este caso h e reparación. precnse· mos tam 'l · ifí h b" d
el diablo. So o sigru rea que, a ien o s1 o sometí-"d ·
t' dentro d .
más a fomflo sobre los fines del maleficio y có ay q~e indagar gue es e. léfico en general contra etermmada persona y para
rrtoma ' .
ejemplo, hay algún objeto "embru1·ado" hay qmuo ~edhizo. Si, Por doaun d minados fines, es nocivo.
. . ' e 1 ent'fi b ner eter
quemarlo; mientras el objeto permanezca en 1 . 1 Icario y 0 te s uno se da cuenta de los efectos. Es el caso, por ejem-
. d ,
1 as oraciones ten ran poca eficacia Con est fi e arn 6ient
e todas o~s ~~ede cuando uno no logra d orrmr. o, estan d o en la cama,
• · e m puede
ayu d a 1 os mismos habitantes; por eJ·emplo . n ser de plo, que;uc or fuertes dolores de cabeza o por otros disturbios. Es
.
l os mconvementes . , s1 reconoc O
comenzaron cuando un en que es a_talca pse dé cuenta de que estos inconvenientes no le suceden
h h . . a persona de ¡ os1b e queen otra cama. Entonces pue d e sospec h ar d e 1 a almohada,
sospec an aber recibido el maleficio les 1, a cual P.
E d . ' rega o un m 61
s ~~Ir, que puede ser necesaria la presencia de caris , ~e e. s1duerme lchón. Supongamos que cam b'1e d e a 1 mo h a d a y se d'e cuenta
sensitívos, de los cuales hablaremos en 1 . . maticos o o d e I co . . l 1
s males no aparecen ya, mientras que s1 vue ve a usar a
e caso siguiente d e que lo . .
No me detengo a hablar de fenómenos d l . . 1 ohada los males regresan inmediatamente. Puede tratarse en-
espíritu endiablado), que están atados a une_p~-t~Je1st (duendeo :;ces de una almohada contaminada y puede suceder que, abrién­
ralmente de breve duración. Se trata de un ~n ~1 uo y son gene­ dola, se encuentren allí dentro aquellas extrañas cosas de que hablé
debe curar con I · . ec O natural, que se en mi libro anterior. Es necesario entonces quemar la almohada,
fenóm a s1coterap1a. Es necesario conocer el origen y los
después de haberla rociado con agua bendita, tomando las precau­
las inf=~~~i~~:;ª~!:~ para no con~n~i:los con los fenómenos de
un poco de ex e.. . se trata de s1m1htudes superficiales; basta ciones que se recomiendan en estos casos: quemar al aire libre, re­
dificultad conp riencra para saber distinguirlo; no tiene la misma zando, y luego botar las cenizas en donde haya agua corriente: ríos,
que se encuentra po · 1 . . mar, etc., o echar todo en la caneca de la basura, cuando se sabe que
males dañosos de I e ' r ejernp o, para diferenciar los
. as ell!ermedades síquicas. será todo incinerado después. En los casos menores, basta rociar el
Objetos infestados Más objeto con agua bendita, sin destruirlo.
este campo, es sobre todo que nu?ca en estos casos, como en todo
mores inútiles d 1 n:cesano estar en guardia contra los te- Otras veces es posible que una persona tenga inconvenientes
se ha consultado ' e as, sugestiones , d e 1 as sospec h as sm . motivo . y, s1• ~e los que no se sospecha el origen del maleficio y que es adver­
1
cuidarse de los eª gu_n dmago O alguna persona piadosa es necesario tido por un sensitivo o por un carismático acerca de la presencia
ngana ores L ' · de.un_ objeto maleficiado. También aquí la ponderación nos dice
se puede infesta · ~ uruca causa por la cual un objeto
res e 1 malefic 1 ~ , · •
puede caer en el m 1 fi . º· eoncamente, cualquier objeto cuan importante es cuidarnos de los falsos temores de las vanas
un hechicero O p a e 1c10 . por m e d"10 d e un rrto . satamco
, . hecho por sospechas so b
d' .
b· '
re o Jetos y sobre todo de los embaucadores (magos,
or quien de 1 . a IVinadores, gitanos ... ).
a Satanás. No ob t ' cua quier modo, se haya entregado
s ante, los cas ' · I
cua I es necesaria h os practicas son muy raros por o Carismá(
une , reos Y sensitivos. Los nombro a ambos, aunque se les
está infestado El mue ~ ?rudencia antes de decir que un objeto erroneamente:
. · escept1c1sm 0 · · · I
sa b1duría. Inicia , en este campo, es verdadera *
Carismátic l
¿Cómo se da cuent ticuI os son os que tienen, del Espíritu Santo, un don par-
P o_r I os efectos y otras a uno?· A veces por la procedencia otras veces 0
bien adr, caris1:1a, dado no para provecho personal, sino para el
pnn cip . al causa pued con 1 a ayud a d e un carismático o ' vidente. La * e 1 a Iglesia.
mago está fácilmente: seer 1 a procedencia; un objeto dado por un Sen s1t1vos
· · son 1
l os t r m1estado El · que lo d , os que tienen, por naturaleza, más sensibilidad
ª ismanes, que a menudo c. eJemplo típico es el ofrecido por cual p: _e mas (a veces se habla de "un sexto sentido"), por lo
uestan mucha plata y, si no son una rc1 6 en cos l . . .
130 as que os otros no pueden distinguir,

--1 1
131

~-1 ■¡•~¡
!!11 1--
1 1

11 I
1

! ! i'~i
iig@, @ategónicamente, que en nuestro
. ºb , 1 fi caso los ue dice, sabiendo q~e sólo el discer~imiento (quena depende
s1~elil, J!'d©r.dql!l(~) perci eln sdo o e?ómenos naturales (sensitivos no
snrenere a es , no ma es e caracter maléfic 0 p Por ejem 1 q él) garantiza la validez o no de su intervención.
t\!I P0 de fr ,, . .
w ar s©'1 © de 1 os cansmaticos
· ' · aunque éstos a m · ord eso Prefieroh' "El árbol se conoce ~or s,u~ utos : la expen~nc1a sobre la vali-
. . . 11 enu o en 11 a. 5· dez de lo que u? cansmat1c? e~p~;sa gara?t1~ la validez de su
corriente, son impropiamente amados sensitivos. ' e enguaje 1
~

risma. No olvidemos el entena a postenon (si la profecía se


Los carismas son muchos. A nosotros nos i t
. n eresan p . ~:mple O no), que la Biblia nos sugiere para distinguir los verda­
mente aque 11 as personas que tienen el carisma d
1 . articular- deros profetas de los falsos.
los males y de las presencias maléficas (don m e ª liberación de
. . uy raro)· 0
personas que tienen un carisma particular de dis . : aquellas Cuando un exorcista descubre un verdadero carismático, o tie-
. 1 . cernim1ent0
para d escu b nr as presencias maléficas (por lo e 1 , . , tanto e la gracia de ser ayudado por varios carismáticos, con carismas
. , · ) ua son ut1les
1 os d íagnosticos , como para descubrir las causa d para ~iversos y complementarios, no hay duda de que recibe ayuda. Co­
. s, e I as qu d
pen d en I os reme d 10s adecuados. Es un terreno qu e e- nozco varios exorcistas que reconocen abiertamente la gran ayuda
. e merece un que reciben del grupo, cuidadosamente escogido, de personas que
tu 10 aparte porque supera los límites de este libro A , . ~s-
d
. -~~~ acompañan con su oración y ayudan al ejercicio de su ministerio.
a• recomen d ar, con suma prudencia, antes de creer que
. . una persona
tiene carismas particulares, y por ahora indico dos textos cono•¡·,a. Animales infestados. También este hecho es posible, aunque es
r~s (AA 3, LG 12) en los cuales se afirma: 1. El que tiene carismas rarísimo. El Evangelio nos cuenta de aquella legión de demonios
tiene el derecho y el deber de ejercerlos; 2. Corresponde al obispo que invadía al endemoniado de Gerasa y que, al salir del hombre,
el discernimiento de los carismas y regular su uso. tuvo el permiso de Cristo de invadir una manada de puercos; los
animales enfurecidos corrieron a ahogarse al lago. Me limito a decir
Espero que los obispos se ocupen también de esto, y creo que que no he tenido nunca casos semejantes; si me hubieran,s~cedido
la vía más práctica por seguir es la de nombrar una comisión de habría hecho una oración de liberación, que sin duda es licita.
expertos que estudie cada uno de los casos y presente al obispo los
Muy distinto y lamentablemente, muy frecuente, es el caso de
elementos para que se pronuncie al respeto. Por ahora, como re­
animales que son ~sacios por hechiceros para sus ritos mágicos (so?re
glas prácticas inmediatas, para la aplicación necesaria a la que se todo quemando las vísceras) o como mensajeros de sus maleficws.
pueden ver obligados por las circunstancias, me ha parecido util En este segundo caso los animales más usados son el sapo Y _sob~e
atenerme a estos criterios: todo el gato. He verificado, sirviéndome también de la experiencia
d e otros exorcistas muchos eprso . d" . íf fvos al respecto. Por
1. Que la persona sea estimada por su vida de oración, por la fe, por 10s sigru ica i . al
· ' 0 de otros arum es
la caridad, por el equilibrio. e¡emplo, el sentir la presencia de gatos en casa, d b • s
·d • da· pero escu nr su
· (1 'da o es· no i entificados bien aunque no se viera na ,
2. Que se base sólo en la escucha de la Palabra de D10s el .
. . · comunes, sin huellas en el suelo o ;asguños de garras en las sábanas.
cuc h a d a interiormente) y recurra a las oracwnes . ' taba bien cerrado, se
- . . d hº ,
h acer cosas extranas y sm actitu es iera 1c t· as de comediante. Una muchacha, al subir a su carro que es el asiento de
dio cuenta de la presencia d e un enorm e gato . negro en
al • al pero des-
. " h s recibido gra·
3· Q ue sea totalmente desmteresada: Lo que emo at ras;
·' inmediatamente
· ·,
se bajó para ª h cer salir amm
, nero 'podría na-
tis, debemos darlo gratis". . as epa · , . E · odios de este ge
d los car1srn ' recio, sm pasar por la puerta. pis , ugestionables, pero
4· Que tenga profunda humildad. Incluso respecto e tamente rrar muchos· para ánimo de las personas mashs I a las personas.
I nu ' alt do o hec o rna
el que dice tenerlos, quiere decir que no tie~e _abso usu caris· nea estos raros animales han as ª . didos gene-
. . , S episod10s suce .
nada. El verdadero carismático ama el escondrmrentoXn. nunca lSe puede dar una explicac10n? on bl mas de disturbios,
discrecio ' ¡ ral mente a personas que ya h an t e nido pro e
mase conoce por vías indirectas o con mue h ª iJdad en °
por autoimposición. Debe también tener suma hum

7
-~m 111r-.
if-
132
111
1 11 .;,;::: '
!

i lp :_,,!? ~ '!I 11: 11 11 1111


!! ! 11!
11 1 111
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'ij
. , muy fuertes e injustificados celos por parte de los
más 0 melíl©S graves, debidos a maleficios. Por lo cual suscito
i b . 1 . ., d en est 61 asunto d Enriqueta, la madre.
,,¡~ se Wtlefile filescu nr a repetición e acciones mal , f os he.
wt0 . e reas e faroiliares e comenzaron en 1990. Cuando la familia estaba
,i1J1,i@i0 rl!e afilas, o wor lo menos e 1 mtento de hacerlo. Un n Per. blemas .
i d. d . h "d recurso Los pro h ban fuertes golpes en las persianas y en las puertas,
inten.s© para los me 10s e gracia a si o suficiente p . más
reun1·da ' escuch ªbitantes de la casa tuvieron·
. . , ara ev1t 1
repetición de estos mconvementes. ar a que acu d"ir a 1 a po 1·icia: '
Una joven hermana, enfermera en un hospital roma tanto que los ª más que de algun , ma1 ·íntenciona· d o. E n d"iciem · b re,
día tratarse 1· , 1 1· l "d .
lestada por un me'd'ico que se d e d.ica b a a 1 a magia u no, eram 0- noPº a inspección, los po icias oca izaron os rui os sm,
. • · na noch ¡ durante la tercrescubrir la presencia de un alma. El jefe de la policía
entrar a su pieza, que estaba bien cerrada, la hermana vi O e, a
trató de hacerlo salir por la puerta, pero el animal corría unlgato; naturaln:ente, , ctico para tales incidentes y tomó las cosas en serio;
d rnostro ser pra , d.
b.ítacion,
· ' sm · escapar. M o l es t a, 1 a monja
· 1 e tiro
· , al animal por
l a ha. · e . ó a los Rossi que contrataran a un me mm.
de llaves, y vio que el gato huía con la nariz ensangren; dmano¡o aconseJ , .
estimada la médium Mari·1 ena. Ell a mtervmo
. . y d".IJO,
- . . l. 1 1 . 1 a a. A la En l a zona era .
manana siguiente, a ir a consu tono, a religiosa se ene t , . d' ente que se trataba de un caso de celos o de odio por par-
mrne iatam , , .,
ese me'd"ice. 'T'rema,
una h en"d a en 1 a nanz. y una en el labi on ro con. miliar cercano: o un tío o una tia. Aconsejó poner un poco
,1 d", d . , o superior te d eun a f¡ , 1
-¿ Q ue esuce 10, octor?-Fmste tu, con el manojo dellaves. · ca de las puertas y de las ventanas en donde se sentían os
desal cer . , .
El episodio 1 es. Sugirió repetir una palabra amuleto, como: riqueza, éxito, paz.
. . , es auténtico y bien testificado; pero no es 1ac1 e, ·¡ d
ar
una exp licacion a eso. Creo que, por medio de un sortilegio el d _ ~~~o los ruidos continuaban, Marilena fue invitada a la casa. Ella
t , . . ' oc
or quena expiar o atemorizar a la monja. Pero el sortilegio cayó hizo un poco de ritos y bendiciones, a su modo.
sobre él, lo cual sucede a veces. El efecto fue desastroso. Inmediatamente Alba empezó a ser
atormentada por pesadillas. Marilena, interpelada de nue~o, no
Testimonios pudo sino reconocer la inutilidad de sus métodos y confeso, ho­
nestamente, su impotencia ante ese caso. Fue ella quien aconsejó
Primero el médium, luego el exorcista dirigirse a un exorcista.
Con toda sencillez y verdad narramos lo que tuvo que soportar Los Rossi recurrieron inmediatamente al párroco. Éste no creyó
durante
, c. ·1·1a d e un pequeño pueblo. El que lea esto po-
un añ o l a rarru nada de cuanto se le narró (como lamentablemente sucedió varias
dría p_ensar que es fruto de la fantasía. Sin embargo, nosotros como v~~es) y les regaló un pequeño crucifijo, no se sabe bien si por prote:­
exorcistas llegamo s a conocer muchas historias . . semejantes
. ,
a esta, °
cion para quitárselos de encima. Los Rosssi se dirigieron a los pa­
que celosamente se mantienen • ,
ocultas porque quien es victima • rrocos vecinos, a todos los sacerdotes que conocían o que les indica­
teme
. ,, ser H tenido po r I oco. N uestra . '
sociedad se proclama " rac10na·
· ron, pero no encontraron a ninguno dispuesto a ir a bendecir su casa.
Sol 0 encontraron un sacerdote que les creyó y les aconsejo ·' d"ingirse
· .
lista . a defen t d I
h d d' es ra O as enseñanzas de la Biblia y, en cam b'JO, se
al ob·ispo, a ver s1· por casualidad había un exorcista · 1 d. ' .
ti a e icado
h . a prop ues t as esotencas
, . como sectas filoso f'ras, oc ul- en a 10cesis.
l smo ' ech] cenas ' d e toda clase. Y muchas veces' el que descu b re LosRossi· no se atrevieron a ir donde su obispo, les parecw ·' un P~ co
as cosas no es . 'd" .
m me ico m sacerdote, sino los agentes de po icia.
¡· ,
exagerado. En esto se equivocaron· habrían encontrado una acogida
Presento la farn T R • - bre· Patern ª Y se h abrían dado cuenta de ' que acercarse a un o b"ispo no es
i ia ossi: el padre tiene cincuenta anos, es O d
ro en una c.,b .
son J. óv 1a rica:' la esposa es ama de casa· de los cuatro h"iJOS, os
enes esposo 1 , . ngo y
como
ción i
· dondo un sacerdote. Se dirigieron a una comum· d a d d e ora_-
R · n grupo de esta comunidad fue a orar a la casa de los Ros_si.
once año Alb s, os otros dos tienen: quince años, Dom1 f¡ _ ezaron la 1 , M" 1 1 Rosario·
milia conss,tru ,ª· Económicamente todo iba bien, tanto que 1ª ª be d" etamas lauretanas una oración a San igue , e . ., '
yo una c asi·t a con un buen espacio alrede d or, e n 198 7 · toctn IJeron ca d a hab1tac1ón
. . y animaron
' · 1 ª b e nd1c10n
al padre a repetir
os 1 os d'
tas, en presencia de los familiares.
134
13.5
. . i se sabe dónde vive. Pero el hecho es que los
, te las 0raciones en grupo se sintieron gol tieaen noticiasAlba n quiere sahr . de noch e, trata d e d estnur . 1 as
58
' _ 'a, en las sillas y en la cama de la pequP:s en las n° Jes aurnentaron. d . e tiene la impres10n ·' d e que e 1 ma 1 efiicio· h e ch o
m.e la , r,~ra bendición hubo dos días de calma. ena Alba. ¡na
.,,,ágenes 5 agra ,
· · Tamb'ien
as, s tanda en vez d e d'isrrumnr, ' 1 os otros
- tinua:ron los disturbios, con progresivo aumento' pEelro des- b••
obre e11 ª e ste aumen
e ·¡ · a son atacados por extranos - d o 1 ores f'isicos,
.
~ . ~ s de la 1am1 1 . . .
."1 • n ya varias veces en contacto con el exorcista di
, Po (11.ielllbros . , de estrangulamiento. Dommgo empieza a tener
ue 0rac1 , 0 , d" , . An ocesano
·a· , la intervención. Este no, per 10 tiempo. d"te todo rezó una ora ,
pi 10 corn° ª 1 irnpres1on
• ciones como 1 a ermamta.
h .
. , para romper tanto los vmcu1 os con 1 a me mm, como cual . - d'llas y a 1ucma '
cion ., d" h b "d h quier pesa 1 , s mientras escribo (1992) y el lector quedará des-
As1 e d1
pacto de infestación que pu iera a er s1 o echo en perjuicio de , stan as cosa - d , 1 R .
er el alegre final. Este ven ra, porque os ossi
los Rossi ' Después fue a la casa, cuando estaban ausentes los m·)OS,e . ado e no . v os de Dios. ¿· Pero cuándo? A veces e1 carruno . es
• i]us10n
hizo el primer exorcismo. . . on los camm . h .
el1gier meJ·antes me ha parecido necesario acer expen-
Hubo una mejoría inmediata, pero breve, a pesar de que el gru­ 1 argo. En casos se • 1
, si en este caso concreto se han hecho. Por ejemp o,
po seguía orando. La más atacada era Alba. Ya no podía dormir en entos que no se fu d
~. 1 e ·¡· a a pasar una semana de verano era e casa, para
su cama, sino que iba a la pieza de sus padres; allí, en plena noche mv1tar a a rarm i . . 1
• ¡ · convenientes sobre las personas se repiten igua mente en
la despertaban unos golpes violentos por debajo de la cama y en¡~ vers1 os in · carob'iar d e h ab'Ita-
caso voy con calma y aconsejo
mesita en donde estaba el teléfono. Después aumentaron los dis­ ~~~ t En todo ' . h
turbios para la jovencita: dolores de cabeza, en el abdomen, fiebres ·, · la mayoría de las veces resulta que, en donde han sido hec os,
CIOfi, h bº . , L
inexplicables, vómitos. Los médicos no entendían nada: de la eco­ los disturbios han seguido a las personas a la nueva . a It~c~on: a
grafía del abdomen, de los análisis de sangre y de otros análisis no vía más segura, aunque lenta, es la que la familia Rossi esta siguien­
se descubría nada. do: mucha oración, sacramentos asiduos y exorcismos a cada una de
Se llamó al exorcista, que acude acompañado de un psiquiatra, las personas y a la casa.
que a menudo le ayuda. Administra el exorcismo completo. Pero
no se nota ninguna mejoría. Sin embargo, el grupo de oración sigue De la infestación a la posesión
yendo a esa casa y queda admirado de la fe que esa familia tiene Armida es una mujer que nació en 1936, casada, tiene un hijo de
en Dios y en la Iglesia. Pero la situación empeora. Parece que las diecisiete años. Viene de una familia formalmente católica, pero
fuerzas del mal quieren vengarse por los exorcismos y las oracio­ no practicante: se trata de aquellas personas que van a la iglesia
nes. Lamentablemente el exorcista, anciano y lleno de trabajo, no sólo para los bautismos, matrimonios, funerales, en Navidad Y en
puede intervenir con más frecuencia. Pascua. También Armida seguía esa costumbre, aunque sentía pro­
Después comienza una segunda forma de tormento psicológico: fundamente la necesidad de una vida espiritual auténtica, de un
cem promiso · espiritual no meramente formal. Su escasa torrnacion
e ·'
apar~cen mensajes, escritos a lápiz y colocados en las ventanas 0
<letra~ de las persianas. He aquí algunos: "Supongo que el anatema religiosa trataba de suplirla con un gran amor al Señor. Veía en todas
~oda¡1a no ha sido quitado. ¿Están bien? Gracias". Es evidente la partes SU divina presencia: en una semilla destinada a convertirse
iroma · "El sortíl egio · va a go 1 pear a dos personas ". "E s t a noche' en en planta, en el sobrevenir de las estaciones, en las maravillas del
su ma~nífica casa (¿síntoma de envidia?) escucharán maravillosos cuerpo humano con sus órganos en toda la belleza de 1 a creacion. ·'
espectaculos" E '
. · L os rmern
. b ros del grupo de, oración se turnaban para
n n 1957 se casó con un ingeniero y vivió serenamente, una vida
d ornur en casa d 1 R . .
e os ossi, para que no se sintieran so 1 os. Las ame· ~h
l11id · · que k -
'~ asta 1978. Aquí entró en escena algo extraordmario
nazas no se cumplieron, sólo tenían un fin intimidatorio. fu asenala ·
con un nombre preciso: Satanás. Los primeros sm ' tomas
Lo extraño e 1 un noJ11· eron ca · · · • , b
bre· M raque os mensajes estaban firmados con años Por 51, . si Insignificantes. Algún bombillo se encendía Y se apaga ª
· arce 1 ª· Es el nombre de una tía, de la cual desde varios mismo·' el ruido
• de los muebles parecía , mue h as veces que no

136
137

111.-
_ ,_ 1111 11
.... 1,•i ¡¡
'd@ "©flill!l.n de la madera, algunos cuadros se des
ena eI s@m ' "' . . . 1 pegab .,..odas los veranos, madre e hijo solían pasar un mes en Lond
· ~ s ~ caían sin un motivo raciona . Después come , an d . l' H' . res
file las ~anel!le iJ ' , • nzo un 1'
dedicarse a un cur~o e mg es. icieron esto también en 1980_ Un
. ~ d fios en los electrodomesticos, a eso se añadieron a
sene ae a I

Pronto Yd' mientras reflex10naba sobre los absurdos litigios con suma . _
fenómenos más graves. ia, , d 1· . n
L os dos esposos ya no lograban ., dormir
. en paz; el cansanc·10 os do, Armida encontro u~ sacer ot; ang icano. Pensó: "Si un sacer- ·-
ba a un estado de irritación que siempre terminaba en pe!
1 d te católico no me quiso creer, este me echará inmediatamente.
11 eva d . t Al . . . eas, N~ importa, por lo menos podr~ gritar!~ lo que pienso del cristia­
1 o cua 1 no les había pasa o antenormen , . e. d prmcipio las pelea s no nismo.. :'. Le expuso ~u_s desgracias, le diJo_las cosas más absurdas,
1 1
eran violentas y se queda~an en os imites e 1 o correcto y del mutuo
ás contrarias a la lógica. Con gran maravilla, en vez de enfadarse,
respeto; pero de día en día aumentaron ?e tono, ~e pasó a los insul­ mse sacerdote escuc h'o 1 a narracion . ' con completo interés y prome-
tos, a las palabrotas, a peleas que termmaban ~iempre rompiendo
tió que haría lo posible para ayudarla. Pero para eso le pidió que
los objetos. Ya la violencia era la base de las relaciones entre los dos.
regresara al día siguiente, junto con el hijo; les haría un exorcismo
Un día, Armida se dirigió a un sacerdote católico, le contó sus a ambos. Dijo también que llamaría a otro sacerdote exorcista para
problemas, le dijo que en ese mo~,ent~ sentía la ~eces_i?ad de un que le ayudara
exorcismo... La respuesta fue clara: Esta fuera de discusión, la Igle­
El exorcismo lo hicieron después de la Eucaristía, esos dos pas­
sia ya no hace esas cosas"; se limitó a aconsejarle que rezara. En
tores llenos de caridad. Durante el rito, Armida no manifestó reac­
vano, Armida insistía en que tratara de hacerlo, pero la memoria
ciones personales; sólo sintió un gran cansancio y salió de la igle­
le fallaba incluso en las oraciones más sencillas y repetidas desde
sia muy fatigada. También para su hijo fue lo mismo, aunque con
siempre; las distintas expresiones del Padrenuestro se le confundían
menos intensidad. Decidieron, entonces, no ir a la clase de inglés,
en la cabeza, tanto que no lograba pensarlas y menos pronunciarlas.
sino regresar a descansar al hotel. Armida se durmió tan pronto se
A veces Armida iba a la iglesia y se metía en la fila para ir a comul­ acostó. Soñó que tenía a la vista un hombre árabe, con una herida
gar; pero la asaltaban las ideas más extrañas, que le impedían acercar­ en la nariz, que había muerto violentamente, pero que permanec~a
se al comulgatorio o al sacerdote con el copón en la mano. Pe~saba, delante de ella aturdido, sin saber qué hacer. Cuando se desperto,
por ejemplo: "El sacerdote podría tener una enfermedad contag1~sa Y Armida vio que ese hombre estaba realmente delante de su cama.
transmitírsela por medio de la hostia". Y con toda la discreción p~sible, No sintió miedo, al contrario, pero lo despachó con fuerza.
pasaba de largo, sin comulgar. Se decidió por abandonar la Iglest~ con Desde ese momento madre e hijo sintieron una paz extraordina­
la convicción de que Dios no la quería allí. O incluso que san Mi~el ria; les parecía volar con sus propias alas. Juntos se reían de tod_o Y
hubiera traicionado al Señor, se hubiera pasado al bando contrano e por nada como no les sucedía desde hacía mucho tiempo. Q~enan
impidiera que sus oraciones llegaran a su destino. , vo 1ver a esa ' iglesia
. . para agra d ecerl e a 1 sacerdote anglicano. Ested se
E n casa las cosas iban . de mal en peor, con pe eas c l ada vez mas a 1 egro por su triunfo pero tam b.ten
, , fu e mu y claro en . recomen ar •,
' patria 1 es aconsejo
violentas; no frenaba a los esposos la presencia de su h"IJO, que de ya no hacerse ilusiones; tan pronto regresara~.ª su or u~ los fenóme-
tenía sus pesadillas también: se despertaba repentinam~nteb ponerse en contacto con un sacerdote catohco, P q
0
noc h e y se le aparecían personas sin cabeza, que 1 O a t er ronzat ado· nos del pasado podían repetirse. en
' Arm1'd a empezó con estas "alucinaciones " : v eía sobre 0da . libres que no creyeron
1
am b'ten
'T' · Madre e hijo se sentían tan bien, tan b' t' prontovolvierona
e 1 rostro de un hombre burlón, que la ridicuhza. b a. D ~ sespera amor, ese aviso; lo estimaron exagerado. En cam : ª~a quería rezresar a
1
pensaba en el suicidio como única vía de liberación. Solo e 1 abo casa, regresaron las conocidas dificultades.. ~ tra· ya que
L 0ndres, pero no era posible. Penso, ir
o;ía que
· al ps1qu1a tró, ante un me'd'reo
Y la preocupación por el hijo le daban la fuerza de no llevarª e s e estaba volviendo loca. ¡N1. pensa rlol: ,Se enconda y enten d', .
su proyecto. 10 mme-
m atenahsta. . y mediocre que no 1 es irv10 para na

138
diatamente que nunca 1~ podría ayudar. -lm~.~;.-
1 1 ~-!l'I ,1::.
. i, , :6ó una mujer, que tenía fama de ser ''y";i
mrna 1 d.. Iueme• Durante el primer exorcismo Armida sintió sucesivamente fd@
atamente con terror y e IJ o que estaba as •
·1l1 1· fri Ustad y calor; luego fue ~saltada por un ,olor na~seabundo; al final siiil­
· 1 aN I1ill!l0Fíetill!lmbre de almas su rentes que la atorment b a
~011 a gJ1 . •, . I a an tíó mucho cansancio, como le había sucedido en Londres. Su hijo,
11 sus series queridos. Le sugmo Ir a una glesia "Anta .
ae a~a , ll n1sta• exorcizado inmediatamente después de ella, no mostró reaccio­
~file pr0testantes), en ~ond; oranan por e a. Fue y la acogieron con
nes particulares, excepto una turbación general. Inmediatamente
a bondad y desmteres; oraron por ella y por sus seres qu .
mue h .b. en. mejoró la relación entre los cónyuges: no más peleas, sino amor y
dos. El resultado fue bueno, pues 1 os tres recr teron alivio; pero no
respeto. Al continuar con los exorcismos, los tres tuvieron la sensa­
©btruvieron la curación que buscaban.
ción de una total liberación, aunque con el temor, después en vano,
En las siguientes investigaciones, Armida tuvo la impresión d de que el demonio regresara. El primer paso fue el de una plena
que quien la guiaba era el demon~o._ ~ntró en una iglesia ortodoxa~ reconciliación con el Señor, que desembocó en el sentir esa pro­
en donde un joven sacerdote le p1d10 que quemara yerbas una vez funda paz que viene del perdón que Dios concede. Después siguió
por semana, en un horario fijo. Pagó caro por esa visita; pero des­ la ruptura de todos los lazos con Satanás; fue como si, poco a poco,
pués, teniendo que regresar allí cada semana, el precio aumentaba cayeran las cadenas que inmovilizaban a las personas.
cada vez. Sin embargo, la sala de espera estaba llena de "clientes", Hoy la familia vive serena. Ama la belleza de las flores, el cielo,
por lo cual tenía la ilusión de que hubiera resultados positivos. un paseo, la música ... Parecen cosas obvias, pero no para quien ha
Cuando después Armida fue invitada a asistir a su Eucaristía domi­ pasado por semejante experiencia, espantosa, en que uno se sien­
nical, conoció al dueño de casa: un tipo inquietante, que se hacia te bajo el dominio de fuerzas maléficas. Y Armida no se cansa de
llamar "monseñor': pero daba una pésima impresión. Armida deci­ agradecer a cuantos contribuyeron con su actual bienestar; desde
dió abandonar esta vía, a pesar de haber encontrado personas con el primer sacerdote anglicano hasta el último exorcista católico. Ha
los mismos problemas suyos. escrito sus experiencias, incluso las salidas de la vía recta, para que
En ese período la pequeña familia atravesó por problemas ma­ sirvieran de ayuda a quien se encuentre en circunstancias parecidas.
yores. La empresa que había reorganizado su casa se descubrió que
estaba compuesta por hábiles trufadores, con poderosos aliados
hasta en los tribunales, por lo cual los dos esposos se vieron obli­
gados a pagar un montón de plata. El marido se quedó desocupado
de repente, después de haber trabajado cuarenta años en la misma
compañía. Armida se quedó también sin trabajo; otra vez se cayó y
se rompió un pie. Se presentó una cadena de incidentes que no sal­
vó ni siquiera a los animales: los canarios, jóvenes y bien cuidados,
se murieron todos; el gato desapareció; el perro, joven Y robu~~o,
fue atropellado por un carro en el andén de la casa. También al hi¡o,
que siempre había brillado en la escuela, lo reprobaron.
. Finalmente se abrió el camino justo. Supieron que en la dióc:·
sis había un exo · . • y tenia
rcista autorizado por el obispo. Era anc1an 0
mucho traba] 0 . yo que,
l , pero 1 es recomendó otro exorcista amigo su
a conocer la h' t · d , por su
Is ona e Armida y de su familia se intereso
cas0. y come , . . ,
nzo casi mmediatamente.

140
11
14'L1ii ir -----:-
1 1

í 1
I I 1111 t
Preguntas y respuestas
·-
El éxito del libro: Narraciones de un exorcista, me ha llevado en pni­
mera instancia, contra cualquier mérito mío, a los medios de comu­
nicación social. He concedido más de cien entrevistas a RAJ-TV y a
periódicos de gran divulgación, además de muchos encuentros se­
cundarios, siempre seguidos de discusión. He acumulado una gran
cantidad de preguntas, entre las cuales me es fácil elegir las más re­
currentes. Piénsese que, incluso sólo en mis intervenciones en la Ra­
dio María, me entrevistaban durante una hora y luego, durante dos
horas, seguían llamadas por teléfono con peticiones de los radioes­
cuchas. Comencé una serie de intervenciones mensuales, de hora y
media. En la revista Eco de Medjugorie publiqué durante bastante
tiempo un artículo que terminaba con preguntas y respuestas.
Me pareció oportuno servirme de esa experiencia y presentar
aquí las partes más significativas. No presentaré un capítulo fun­
cional, pues se trata de preguntas personales, separadas; sólo las
reagrupo con base a la correlación de los temas. Pero creo que el
lector quedará satisfecho porque este capítulo refleja, más que
cualquier otro, los intereses inmediatos de la gente.

Exorcistas y magos

* ¿Hay exorcistas más fuertes y exorcistas más débiles, o


ambos tienen igual poder?
L a dif
1 erenc1a · en tre un exorcista y otro existe, no. hay que . negar-
e t
l o, d epen d e d e 1ac ores de índole espiritual . . (de la intensidadd de · . Ila
. , d l
orac10n e a umon con . , Dios , de los sacrificios: me atrevo
• • 1 · 1· a ecir: ·a
• ' f. h manos como la experiencia, a mte igencia,
sa~t~da?) Y d~ actor:~ ~a intuición... Pero no es fácil analizar estos
la idiosincrasia cultu ' . , , ívocada porque sólo Dios es
f¡ t d frontac10n sena equi
. ac ores
e y to a' con exorcista
Juez. on razon un
. franees, , respondiendo a su obispo que
le enumeró cosas nuevas que había
le había hecho esta pregunta,t 1 ejercicio de este ministerio; prác-
did - año duran e e . .
apren 1 o, ano tras . "' , uedo confrontarme conmigo mismo, y
ticamente quiso decir: So P 1 O

143

- 1

1 1 ' j I'
"1.

e G, m~mmdit11@ ~ue siempre • d tengo algo. que


. ,,aprender, pe ro tan-,b•,
fifie G0I.:ffü::mat11@ las ventaJaS e 1 a experiencia .
* El he_cho de no encontrar exorcistas autorizados lleva a
•11 ten
0 acudzr a los magos, ¿es pecado? ¿y si en realidad se obti
m0 @IVriclemos además que, ~n este sector, también jue la curación? ene
ho otros factores: el compromiso de fe y oración de la p gan rnu.
Lamentablemente la historia es real; pero también existe la ten-
~ada y de sus familiares; la . fe en la intercesión
. de la Igelesia
rs?naata.
y dencia, por p~rte de muchos, a querer recurrir a un exorcista cuando
tanto, el acercarse al exorcista como a un mstrumento d .' Por
n_o hay nec~s1dad, porque bastan los medios tradicionales de la gra­
través de la autoridad recibida del obispo. También he e Dios, a
. , fi . notado q cia. Recurrir a los magos es un pecado de superstición, que va contra
algunos exorcistas son mas e icaces con cierto tipo de
. d 1 p . rna 1 e fic10s
. ue el primer mandamiento, y es condenado claramente por la Biblia. •Y
otros Jo son con otro tipo e ma es. ero siempre es el Señ . , si el mago cura realme:1te? La experiencia me enseña que se tra~,
decide y quien concede la gracia del efecto al uno O al otro.r- quie_n muchas veces, de curaciones provisorias, que dejan espacio para ma­
'1 E' l d b d ··
quiere, para que so o a se e a to a acción de gracias.
' como El
les mayores posteriores. Desgraciadamente esa persona que es cura­
da por un mago, es decir, por un aliado de Satanás, contrae a su vez
* ¿Qué diferencia hay entre un mago y un exorcista? un pacto bien sea con el demonio, bien sea con el ilusionista. Se trata
El mago, cuando es un verdadero mago y no un simple embau­ de ataduras de graves consecuencias, que son difíciles de romper.
cador, obra con la ~erza ~e Sata~~s; el exorcista actúa con el poder
* ¿Es pecado ir donde los tarotistas?
del nombre de Jesus y la íntercesion de la Iglesia.
Es pecado de superstición, que puede ser más o menos grave,
* ¿Cómo debemos comportarnos ante tantos exorcistas que según los casos. Por ejemplo, uno va a que le lean las cartas por
bendicen sacerdotes, monjas y laicos? pura curiosidad de saber qué se le va a decir; es venial; pero si rein­
cide, agrava el pecado. Suelo dividir los lectores del tarot en tres
Todas las oraciones son eficaces, con tal de que sean hechas con categorías: los embaucadores, que ganan dinero a costillas de los
fe, con humildad, con caridad (por tanto sin ningún interés mate­ ingenuos; los que tienen algún poder paranormal y se sirven del
rial), sin ligerezas. Orar los unos por los otros es ciertamente una tarot para hacer uso, como quien se dedica a la rabdomancia (ra­
recomendación que viene de Dios. Cada uno lo puede hacer según diestesia) y se vale de la varita par encontrar el agua; en este caso no
su sacerdocio, derivado del bautismo , esto es , el sacerdocio minis· hay ni culpa ni idolatría, si se mantiene en los límites debidos (por
terial. Lo ideal es que los sacerdotes bendigan; deberían hacerlo ejemplo, es imposible predecir el futuro); hay, en fin, los lectores
mucho más. del tarot que con las cartas practican magia_~nida a la adivinac~ón,
y entonces hay que repetir aquí cuanto se dijo acerca de la magia.
Es evidente que en estos casos se trata de oración privada, que
no tienen nada que ver con el sacramental del exorcismo. Luego * ¿Se puede hacer un exorcismo a una persona lejana, sin que
hay que mirar los frutos. Conozco a muchos que oran o bendicen
con eficacia; conozco también a muchos que han obtenido fama ella lo sepa?
O rlo Ya dí] e que a menudo exorcizo por teléfono y
de santones, cuando no son sino embaucadores hipócritas ma· S e pue d. e . h ace .
t s veces .
hago exorcismos ( es d ecrr,
. oraciones)
. por
gos. No podernos pretender que sea la autoridad eclesiá5tica la que C on e fi1cac1a, o ra ás afectadas que se di rigen
· a mi,· aun sm
· saber-
se pronuncie en todos los casos; son demasiados y ni siquiera me· aque 11 as personas ma noche. Lo que no se pue d e h acer es exorcizar
·
recen un · ·, s los que
a apreciación de carácter oficial. Nosotros somo d Jos 1 o, so b re to d o por l I s - f d
e una persona; e enor o rece sus ones, pero
debemos d iscerrnr
· · para dar consejos apropiados a ca d ª uno e contra lavo. 1 unta d dPor ejemplo, me h a suce didi o, con fr ecuencia,
·
nunca los impone.
casos que se presenten en las parroquias.
145

144
Todo ~s permitido por Dios -no ~e cae una hoja si n0 es la volun­
tad de D10s-, pe_ro no todo es_ querido por Dios. De Dios proviene
únicamente el bien. Y n~ es c1er~o _que el bien y el mal hayan exis­
tido siempre; hay filosofías y religiones que se basan en este fal
concepto, como si el bien y e! 1;1al fueran dos fuerzas eternas, sob:~
* ·Un exorcista se puede equivocar? Llevé a unfiamil' el mismo plano. No; se excluirían mutuamente. Dante diría: "Por la
¿ . l , d zar don
de un exorcista que no e encontro na • a. Pero su compor· contradicción que no consiente". Siempre ha existido sólo Dios: el
tamiento hace ~u~onedr una pres.enc!a maléfica y un mag~ único principio de todo. Y Dios sólo ha creado el bien; por lo cual la
afirma que es victuna e un sorti 1eqio. Biblia nos presenta al Dios que se complace en haber creado todas
las criaturas bellas y buenas, para la vida y para la felicidad.
Es posible que un exorcista se equivoque. En un caso corn 1
. , h 1 . ., d o e ex- El mal entró en el mundo cuando Dios quiso crear seres de ex­
puesto, yo aconsejana escuc ar a opimon e otro exorcista p
. h ., . d • ero no traordinaria grandeza, inteligentes y libres. La libertad, tanto para
olvidemos que ay maniáticos, que van e un exorcista a otro h
. ll . , asta el ángel como para el hombre es una grandeza insustituible. El mal
encontrar e 1 que 1 es diga 1 o que e os quieren oír. Aquí se necesit comenzó por culpa del ángel y luego el hombre que abusaron de
'd' b', ., d a un
b uen me reo; o tam ten una sucesion e oraciones de liberació d este don de Dios. Por eso el mal no existió desde siempre, sino que
las manías determinadas, si el sujeto colabora dando de sí. n e tuvo su origen desde cuando una parte de los ángeles se rebelaron
contra Dios, y después desde cuando Adán y Eva desobedecieron a
* ¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentra un Dios. Sin embargo, todavía se manifiesta la misericordia y la sabi­
exorcista? duría divina que, aunque tolerando el mal (porque Dios no reniega
Son muchos. Obstáculos para hacer un diagnóstico, incluso con de sus creaturas, ni la posibilidad que les ha dado de hacer el mal
la ayuda de médicos especialistas. Y si se descubre un maleficio a los demás), hasta del mal sabe sacar el bien. Por eso enfermeda­
mucho~ obstácul_os derivan de la poca colaboración del paciente; des, dolores, persecuciones, perfidias y todo el mal que existe en el
se requiere una smcera conversión a Dios una vida de gracia mu- mundo, aunque sin provenir de Dios, pueden servir para la santifi-
h ., ' ' cación y por tanto para el bien.
c a oracion Y sacramentos frecuentes. La gente es perezosa; tiene
ª -~,e~udo la tendencia a la pasividad: "Padre, libérame del demo-
01? · . No, eres tú quien te debes liberar. Yo sólo puedo ayudarte * Quisiera saber qué relación hay entre libertad y tentación; Y
e indicarte
. . los m e d'ros ". A veces se presentan impedimentos a 1 a en segundo lugar entre libertad y posesión diabólica.
gracia: dificultad para perdonar de corazón para cambiar de vida si Todos los hombres están sujetos a las tentaciones de Satanás, es
sel está eStancado en un estado de pecado·' dificultad para romper decir, a su acción ordinaria. Pero siempre nuestra libertad puede
ª gunos lazos con el ma 1·igno que requieren • ' romper algunos I azo s vencerlas. La Escritura nos asegura que Dios no permite que seai:n~s
hd umanos·: anusra · d es pecaminosas, vicios inamovibles... La tarea
1 _exolrl~1stª es fundamentalmente la de llevar las almas a Cri5tº:
tentados arriba de nuestras fuerzas; que podemos Y debemos res,rS ~I
t
eE a Satanás "fuertes en la fe" (1P 5, 2); que si resistimos a S~tanas e
es 1 eb iberado«
D' . ... 't0 d 0 1 o que obstaculiza una vida de urnon
· ' con "huirá de nosotros" (St 4, 7). Pero debemos usar l_os ,med10s de la
ros o stacuhza la obra del exorcista. . , dvertencra· 'Velen y oren,
gracia que el Señor nos concede, segun su a ·
2
para que no caigan en tentación" (Mt 6, 4i). .,
Problemas de doctrina 1 ., tre libertad y posesron
. Es más complejo hablar de la re acwn en . , s la contraven-
drabólica. En todos los casos en los que la posestn e 1 se pagan las
* Todo viene de D · . · tido. ción, se trata de un mal uso de la libertad, por ª cua
Acept tos, El bien y el mal siempre han exis
emos esta realidad porque es en vano combatir/a. 147
146
, .. ~-\. \:
¡:
;;; 1

' I! Pi 1~ 1 11

i i iji 71'
;;¡¡;-
Un amigo de la "Renm:ación en el Espititu" nos acen.sejó que ce­
[ebráramos por ese difunto las misas gregorianas y los ruidos
cesaron. Podría narrar otros hechos, atribuidos a los difuntos.
¿Qué se debe creer?
Es un tema muy vasto en el que se debería profundizar, como has-
ahora no se ha hecho. Creo que hay que encuadrarlo en la búsque-
da bíblico-teo I'.
ta og1ca so b re estos temas: ¿ C'orno es la vida de los difun-
tos y de los mismos demonios antes del juicio universal? Ya hicimos
alusión a esto, pero volvemos a hablar con gusto.
Algunas verdades hacen parte de la enseñanza tradicional de la
* ¿Por qué Dios permite que un niño inocente na . Iglesia. Empecemos por los espíritus angélicos. Sabemos que los
. l ~r; . l zca con d1s
turbtos ma eJ icos, o me uso con una posesión a1• a b o'['1ca? · ángeles y los demonios ejercen una actividad respecto de nosotros,
benéfica o maléfica, según se trate de ángeles o de demonios. Res­
También este problema hay que verlo a la luz de tO d O ¡
blema del dolor pecto de los demonios, Pedro y Santiago nos dicen concordemen­
. , y deld mal. Miremos a la Cruz de Cristo, segu1e_dpro- a de te que están encadenados en el Tártaro, en espera del juicio final;
1 a resurreccron,
. ., y po
. emos bentenderlo. Hay dolores que t'
no 1enen también Pablo nos advierte que los justos harán parte junto con
una exp. licacion
. . raciona
d 1 ,. o servando
d solo la vida terrena , pero que Cristo en el juicio a los ángeles. Evidentemente el hecho de que la
a d quieren sigru 6ica o miran o el porvenir, esto es, la vida eterna. elección por los ángeles y demonios sea definitiva e irreversible, y
Para que entendamos, parangonemos un niño que nace con un ma­ el hecho del encadenamiento de los demonios, no impide su acti­
l~fici~ y un n!ño_ que nace ~nfer~o, por ejemplo, que nace mongó­ vidad, ordinaria y extraordinaria, como hemos visto; y es una acti­
lico. ¿Por que D10s, que quiere solo el bien permite esto? Creamos vidad que continuará hasta el fin del mundo.
en su sabiduría que, hasta de este mal, sin ser querido por él, sabe
Respecto de las almas humanas sabemos que también para ellas
sacar el bien. el período de la prueba termina con la muerte. Pero mientras tan­
to, en espera del juicio final, ¿ qué pueden hacer en relación con el
* ¿Por qué Jesús no liberó a Judas de Satanás? mundo de los vivientes? El dogma de la comunión de los san~os _nos
Dios respeta siempre nuestra libertad, aunque la usemos mal. habla de la actividad de los beatos: pueden recibir nueStras Suph_c~s
Sabemo~ que nos quiere salvar a todos, que Jesús murió por todos, e interceder por nosotros. El mismo dogma nos habla de la acti_:1-
q~e nadie e_stá predestinado al infierno; y sabemos que si uno P:ca, dad de las almas del purgatorio: pueden recibir nueStros SUfragios
. d h dicho hasta ahora
Dios n~ quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Y pue d en mterceder por nosotros. Na a se nos ª
Pero Dios ofrece sus dones, no los impone. Uno puede siempre re· respecto
chazados. Yo creo que Judas tuvo gracias extraordinarias tanto para
s de los condenados. . d O se interesa de estos
obre todo el mundo laico se ha interesa d nlosuY ,1 tímo•. decenios,
co_nocer ª Jesús, viviendo con él, como para poderse levantar de_su P ro 61 emass, Pero lo que ha faltado sobre to .º e d de los proble-
0
mise~able condición de ladrón. 1·Quién sabe cuántos intentos hizo es el interes
· , de los teologos,
, h
que se an desinteresa
. de los teólogos
el Senor p ara convertirlo!
• , un persistente endureci'd O r enuente
Solo h m d , l · entacwnes
. as el mas allá. En vista de que as ori bién los sacerdotes
~\gracia pudo haberlo llevado al punto al que llegó. Cuanto se ' Influyen sobre todo en la actividad paStaral, tamcuencia por ejem-
ic o de Judas vale para todos. ¡ os h an seguido en este desmteres.. , Corno conse '
_
, . la Ed Mondadon, ya
• a más allá de ,a vu . .
* En mi , . d' turbaban- 9

D casa se man ruidos nocturnos que nos 15 h rn- Desde cuando salió el libro de Moox. R. A. La wd. h otros libros análogos.
d d ¡-d
1 0 mue os
b espués supimos que, antes de que viviéramos allí, un ' es e antes, pero sobre todo después, han 58 149

...
1

re se había suicidado en ella. r


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148

1 1· 1 1

1 1 111 1
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i., m@s ~es@l!lbierto una terrible falta de predicació · * ¿El endemonia~o es un enfermo contagioso? ¿Al ayudar!@
m @, rre d. ., 1 n sobre I
, imes· Falta en la pre icacion y. en os catecismos·, nO So, o e os se pueden sufrzr males, como, por ejemplo, fas venganzas
T,l@l!IS ' , 1
füelam~és que, ~l!l~amente combatido tan_ pronto apareció, des n ~¡ de Satanás?
fue demasiado imitado por los otros catecismos posconciliares Pues
Los maleficios no son contagiosos, pero es posible que sea afec­
No puedo negar que, en estas condiciones, también los · . tada toda una familia, o un grupo incluso grande, como ya se dijo.
exorc s
tas se encuentran desp 1 aza d os ante 1 os pro b lemas que su . 1 - Sabemos que ~uando es atacada ~na s~_la persona, no recibe ningún
, . . .d Insufi-
ciente cultura teo 1 ogica 1 es impi e reso 1 ver con seguridad. D , daño ni el mando (ola esposa), m los hijos. Mucho menos los demás.
vienen hipótesis de solución, llevadas a cabo con humildad y~ ª¿u' Es obra, sumamente, benemérita ayudar a estos enfermos como
como hemos visto, por ejemplo, respecto de las presencias p u ª • también es muy meritorio ayudar a cualquiera que esté en necesi­
, . • eroe 1
mundo de hoy, seriamos ciegos no darnos cuenta, espera de noso- dad. Aquí puede tratarse de ayuda constante en la oración, en la
tros respuestas a problemas nuevos, o a problemas que se plantean recepción de los sacramentos y en las actividades cotidianas. Para
en términos nuevos, y nosotros como sacerdotes nos encontramos quien asiste o ayuda al exorcista puede existir la necesidad de man­
sin disposición de ánimo, inseguros, disgregados y sobre todo, no tener sostenido al endemoniado si se agita, limpiarle la baba, etc.
copartícipes, no interesados. Aunque se trate de problemas que Nunca he notado inconvenientes. Y vuelvo a decir, sobre todo a los
nos conciernen de manera directa y específica. Por ahora apruebo sacerdotes que les tienen miedo a las venganzas de Satanás, si se
cuanto se hizo en el caso expuesto. dedican a este ministerio, que el maligno nos hace todo el mal que
puede; es una tonta ilusión creer que al dejarlo en paz nos deja en
Preguntas varias y síntomas particulares paz; y es una tonta estupidez pensar que se vengue más con quien
más lo combate. Miremos a los santos; en general vemos que cuan­
to más uno combate al demonio, tanto más el demonio tiene miedo
* ¿Quiénes padecen más los disturbios satánicos, los hom­ ' de él. Esto es lo normal en unos casos. Los santos que han sufrido
bres o las mujeres? ¿Más los jóvenes o los viejos? daños físicos por parte del demonio, como el Cura de Ars, son ex-
Todos nosotros como exorcistas bendecimos muchas más muje­ 1 cepciones y en general no eran exorcistas.
res que hombres. En parte se debe al hecho de que las mujeres más
fácilmente que los hombres están dispuestas a recibir las bendicio­ * Mi vida ha sido toda una secuencia de males. ve~:5 he ?5
nes de un sacerdote. Pero creo que este hecho no es suficiente para sido hospitalizada en cardiología; la vida de mi famzlza ha
justificar la diferencia. Y ni siquiera el cálculo numérico, que las sido una sucesión de desgracias en cadena...
mujeres son más numerosas, desde el punto de vista de los libros . to por Radio María, la-
Esta dura experiencia narra d a en direc d
bautismales. Creo realmente que las mujeres están más expueStªs ' · tas conocen casos o-
mentablemente no es rara. Todos 1 os exorcis . al d mis-
ª los ataques del demonio, porque éste piensa servirse de ellas p~ra !0 , .
ros1s1mos en los cuales parece que n
ada sale bien: s u , a
. 'bles lutos
hacer víctimas también a los hombres. Así como hizo desde el prin­ d ' T
ta es, trabajo, accidentes automoVI is reo d
f s mcomprens1 '
exorcismos por
cipio, tentando primero a Eva. En todo caso, aunque no estoy seguí re · • se proce a con
ro sobre los motivos, estoy seguro de la respuesta que debo darª pentmos... Sm embargo, aun~ue d bren reacciones par-
lo menos de carácter explorator10, nos~ escul 'fi as Es como si el
que pregunta: son más atacadas las mujeres. ti ¡ encias ma e ic ·
cu ares que hagan pensar en pres f¡ Ta en todo lo que
Sobre la segunda respuesta tampoco tengo dudas: son más atas- de d d fuera esa a ami 1 •
cados l os Jovenes.
·' monio persiguiera casi es e ª . , • bro.
Basta leer lo que hemos escrito sobre I ª s causaa ha
ce o tiene sin tomar posesicn
. , de nmgun m1em
d uede desem-
pecaminosas e, . , , , expuestos , I uier sacer ote, p
, . Y es raer1 ver como los jóvenes estan mas E n estos casos el sacerdote, cua q
ser victimas. d ración, de confianza.
Pe~nar un papel important1s1mo , · de apoyo, e 0
151

150

,..1 ■I-
• ~,rl l -
111
1 1 1 ! ~¡: 1

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--¡¡;·¡
, e un a specto sensible. Por, más ' - "'· ~ati¡ 0, es
f feo que podamos nepJJesant'
~ re inmensamente mas eo; no se trata de fealdad ffsica s·
s1ernP , d D. 1 . ' mo
de perfidia y lejama e 10s, ~. sumo Bien y el culmen de toda be-
lleza. Creo que 1~ representac10n c_~n cuernos, c~la, alas de murcié.
uiere s1gmficar la degradación que sucedida en ese ser espi-
q
. al que creado b ueno y resp 1 an d eciente,
Jago, · se convirtió en horrible
rrtu , , , .
y pérfido. Así nosotros, segun nu~stra mentalidad, lo imaginamos,
así como un hombre que se convierte en un animal (cuernos, pe­
zuñas, cola, alas ... ). Pero se trata de nuestra imaginación. forno
también el demonio, cuando quiere hacerse visiblemente presente,
asume un aspecto sensible, falso, pero como para hacerse ver; pue­
* A menudo he notado, , en . personas que no tienen sínto mas de ser un animal espantoso, un hombre horrible y podría también
de enferme da des ps1qu1cas, que presentan males de natu _
, 'd. , ra ser un elegante señor; varía según la impresión que quiere causar,
leza no cura. ble por
d vza . me zca, smtomas defrío, cansanc'10, de miedo o de atracción.
somno lencia; ten encza a acostarse, en una pereza abs _
En cuanto a los olores (azufre, quemado, estiércol...), se trata de
luia... ¿Notan también ustedes, exorcistas, estos síntoma~?
fenómenos que el demonio puede provocar, como puede provocar
La pregunta se me hizo, también esta vez directamente, durante fenómenos físicos sobre la materia y males físicos sobre el cuerpo
una transmisión por Radio María, por uno de aquellos psiquiatras humano. También puede obrar sobre nuestra psique, por medio de
que todo exorcista debería tener a su lado. Sí, también nosotros no­ sueños, pensamientos, fantasías; y puede transmitirnos sus senti­
tamos esos síntomas, hoy cada vez más frecuentes, sobre todo en los mientos: odio, desesperación. Son todos fenómenos que se com­
jóvenes. Añado: pérdida de la fe, tendencia a permanecer encerrados prueban en las personas atacadas por males satánicos y sobre todo
en casa, total incapacidad para estudiar o para hacer cualquier tra­ en los casos de posesión. Pero la verdadera perfidia y la verdadera
bajo, hasta una especie de bloqueo cerebral. A menudo se añade una fealdad de este ser espiritual es superior a toda imaginación humana
repugnancia a cualquier alimento y un sentido de inferioridad que Y a toda posibilidad de representación.
lle;a la persona a apartarse de todo y de todos, a encerrarse cada vez
mas en ~n estado de creciente desesperación. Exorcicé, en el hospital * ¿El demonio puede transformarse en un hombre, en alg,u~a
bu r con el Espmtu
Gemelli de Roma, a una muchacha que sufría de anorexia, y obtuve parte suya, en un lugar?¿ Y pue de ca h a 1 a
?u~nos resultados. No dudo en repetir que en casos como éstos, es Santo?
indispensable una colaboración entre exorcistas y psy ( uso, como los p . 1 aliza en un lugar o en
~anceses, la sílaba que comprende psiquiatras, psicólogos, psicoana­ or ser espíritu puro, el demonio no se oc . d trata de
una persona, aunque dé la impresión. En realíde no secia corno
listas...), sobre todo Y ante todo psiquiatras.
transformarse, sino de obrar, de influir. No es una presle~uerpo. Es
un el alma en e
ser que va a habitar en otro ser; 0 com O t do el cuerpo hu-
Hablemos de Satanás
man l
°
como una fuerza que puede obrar en la roen~~, en tros exorcistas,
l tamb1en naso ' d ·
* ·C' Qé ' o, o en una parte de él. Por o cua . (preferimos ecir
¿ amo es el rostro de Satanás? ·Cómo imaginarlo?¿ u tenem . ., d el demonio fu
engendró s ¿ R [men- el l)os a veces la ímpresion e ~ue Se trata sólo de una enza
t h u representación con cola y cuernos?¿ ea ma esté, por eJ· emplo, en el estomago.
e ue 1 e a azufre? es Pintual
· · que obra en el estómago.
Satanás es un , . • aginár-
noslo le d espíríni puro. Somos nosotros que para 1111 su·
amos una representación física· y él cuando aparece,ª
' '
152

¡¡ ijjrl!!I I' !;
emuivoca quien piensa que en el cuerpo hu
' ' se >;j_ 1d . mano * Los exorcistas interrogan al demonio y éstJ 1
' 1 Espíritu Santo y e emomo, como si dos . . ld . l , . - ,e es resp0-r:1.de
tar e · . ., S fu rivales Pero st e emonio es e prmczpe de la mentira . , b ,r. ·
·
~ .
estaMI@ralil. en
la misma habitac10n. on
d
erzas espirituale
s que cio se o b tiene a l interrogar
· ¡ o? , ¿que , ene11,-
• 1.:. comtemporáneamente y e manera distinta e
ueden olllrar . d n un
P. . t Supongamos el ejemp 1 o e un santo que tie Es cierto _que . las respuestas del. demonio deben so pesarse. p· ero
mismo suje o. . b , 1· . d d ne el ces el Senor impone al demomo decir la verdad parad
t0rmento d e U
na posesión dia o rea: sm u a su cuerpo es t
. d em. a Ve . · , emostr-ar
píritu Santo, en el sentido e que su a 1 ma, su espíritu que Satanás ha sido d~drrotaddo peor Cristo y también se ve obligado
pl o d e s l E . 1 , d 1E , .se
plenamente a Dios y siguen a guia e spírin, Santo. s· a obedecer a 1 os segur ores e risto que obran en su nomb A
..:11-..
atll11eren ., f' . . fi re.
nosotros pensamos en esta um~n como en l a 1 go ISic_o, también las
1
menudo el ma l 1gno a irma expr:samente estar obligado a hablar,
e dades serían incompatibles con a presencia del Espíritu por lo que hace de todo para evitarlo. Pero, por ejemplo, cuando
enierme .
S an t o,. es en cambio una presencia,
1 a d e 1 E spíntu
, . S
anto, que santi- se ve obligado a revelar su nombre, es para él una gran humilla­
1 H , ,1 ción, un signo de derrota. Pero ,ay del exorcista si se confundiera
fica el alma y guía el obrar y e ~e~sar. e aqui P?r ~ue a presencia
con preguntas curiosas (que el Ritual expresamente prohíbe) 0 se
del Espíritu Santo puede coexistir con los sufrimientos causados
deje llevar por una discusión del demonio. Precisam_ente porque es
por una enfermedad o por otra fuerza, como es la del demonio.
maestro de la mentira. Satanás queda humillado cuando Dios lo
obliga a decir la verdad.
* ¿Podría Dios bloquear la acción de Satanás y la obra de he­
chiceros y de magos? * Sabemos que Satanás odia a Dios. ¿Puede decirse también
Dios no lo hace porque, al crear los ángeles y los hombres libres, que Dios odia a Satanás, por su perfidia? ¿Hay diálogo en­
deja que obren según su naturaleza inteligente y libre. Entonces, al tre Dios y Satanás?
final, hará las cuentas y dará a cada uno lo que merece. Creo q_u~,al
"Dios es amor", como lo define san Juan (i]n 4, 8). En Dios puede
respecto es muy clara la parábola del trigo y la ciz~ña; a la ~et1c10n haber desaprobación por el comportamiento, nunca odio: ''Amas
de los siervos de arrancar la cizaña, el dueño se mega y quiere que a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces" (Sb n, 23-24).
se espere el tiempo de la cosecha. Dios no condena a sus criaturas, El odio es un tormento, tal vez el más grande de los tormentos;_ es
aunque se comporten mal; en caso contrario, si las bloqueara, el inadmisible en Dios. En cuanto al diálogo, pueden las criaturas in­
juicio ya estaría hecho, incluso antes de que la creatura tenga lapo­ terrumpirlo con el Creador, pero no a la inversa. El li_bro de Job, los
sibilidad de expresarse integralmente de sí misma. Nosotros somos ' diálogos entre Jesús y los endemoniados, las afirrnaciones del Apo­
seres finitos; nuestros días terrenos están contados, por lo cual nos calipsis; por ejemplo: ''Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el
disgusta esta paciencia de Dios; quisiéramos ver inmediatame~!: ·
remado de nuestro D10s e·
. y la potesta d d e su n sto , porque ha sido
,
el bien premiado y el mal castigado. Dios espera, dando al ~om ara arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusab~ día Y
el tiempo para convertirse y sirviéndose hasta del ~emomo P noche delante de nuestro Dios" (12, ID), hacen suponer que Dios no
que el hombre pueda dar prueba de fidelidad a su Senor. se cierra
· , perversa s que ellas sean.
a sus creaturas, por mas
*
M,uchos no creen en el demonio porque se h a~ ""ado a tra- *
La Virgen de Medjugorje habla a menu
do de Satanás. ¿Se
l do?
ves de tratamientos psicológicos o psicoanalztzcos. d , fu
pue e decir que él hoy es mas er te que en e pasa ...
. s y mucho . , . de mayor corrupc10n que
Es claro que en tales casos no se trataba de rnale fitero dis- Creo que sí. Existen épocas hiStoncas_ al Por ejemplo,
menos de posesiones diabólicas. Pero no son necesarios esdtosDioS otr el bien Y e 1 m ·
. as, aunque siempre encontramos t· mpos de la deca-
tu r b'IOs para creer en la existencia del demomo.
• La pª 1 ª bra e en la s1 est d. . . , d 1 romanos en ie -
u iamos la condición e os tramos una corrup
es. muy c I ara a 1 respecto; y queda claro cuando lo cons tatarn°5 dencia del Imperio no hay duda de que encon
vida humana, individual y social. ' ~
154
l
~11"~1! !
---·,;:._

* ¿Existen lugares predilectos para la liberación de los male­


ficios? A veces se oye hablar de esto.
Se puede orar en cualqui~r parte, pero no hay duda de que -desde
siempre- son lugares preferidos de oración aquellos en los cuales el
Señor se manifestó particularmente o aquellos directamente consa­
grados a él. Ya en el ~ueblo heb~eo e?contramos una serie de estos
Jugares: en donde Dios se marufesto a Abrahán, a Isaac, a Jacob.
1 Nosotros pensamos en nuestros santuarios, en nuestras iglesias,
Por lo tanto, a menudo las liberaciones del demonio no se logran
1
al final de un exorcismo, sino en un santuario. El padre Cándido
estaba especialmente ligado a Loreto y a Lourdes, porque muchos
Medios de liberación de sus enfermos fueron liberados en esos santuarios.
Es verdad que también hay lugares adonde acuden con mucha
* En nuestros encuentros de oración suceden a menudo li­ confianza los que son atacados por el demonio. Por ejemplo, en Sar­
beraciones del maligno, aunque no se hagan exorcismos, sina, en donde el collar de hierro, usado como penitencia por san
sino oraciones de liberación. ¿Usted cree o piensa que nos Vicinio, fue a menudo lugar de liberaciones; en una época se iba al
ilusionamos? Santuario de Caravaggio o a Clauzetto, en donde se venera una reli­
Les creo porque creo en la fuerza de la oración. El evangelio quia de la preciosísima sangre de Nuestro Señor; en estos lugares, a
nos presenta el caso más difícil de liberación, cuando nos habla de menudo los atacados por el demonio, han obtenido la curación. Yo
aquel joven sobre el cual los apóstoles han orado en vano. De esto diría que recurrir a lugares particulares es útil para suscitar en noso-
hablamos en el segundo capítulo. Pues bien, Jesús exige tres condi­ tros una mayor fe, y ésa es la que cuenta.
ciones: la fe, la oración, el ayuno. Y estos siguen siendo los medios * Me he liberado. La oración y el ayuno me han ayudado más
más eficaces. Indudablemente la oración es más fuerte cuando se que los exorcismos, los cuales me han traído sólo beneficios
hace en grupo. También esto nos lo dice el evangelio. No me cansa­
ré nunca de repetir que se puede liberar del demonio con la oración pasajeros.
t
y sin exorcismos; nunca con exorcismos y sin oración. Considero válido también este testimonio; ya hablamos suS an­
cialmente respecto de esta respuesta. Insistimos en el c~ncepto,
Añado también que, cuando oramos, el Señor nos da lo que
muy importante de que el enfermo no debe tener una acti~d pa­
necesitamos, incluso independientemente de nuestras palabras. siva, como si dependiera del exorcista la tarea de liberarlo; sino que
Nosotros no sabemos lo que debemos pedir; es el Espíritu que ora
es necesario que colabore activamente.
por nosotros, "con gemidos inefables". Por lo tanto, el Señor nos da
mucho más de lo que pedimos mucho más de lo que nos atrev~- * Q . . , ;¡:; • h entre el agua bendita y
. ' . d d 1 demonio uzszera saber que d1.1erencza ay . Q , diferencia
mos a esperar. M e h a sucedido ver personas libera as e . stt·¿ el agua de Lourdes o de _otros sa~tuarw:l a:e~te que sale
mientras. el padre. Tardif hacía oraciones de curación;. Y, hedeas!b
h era~ hay también entre el aceite exorcizado Yd las lámparas
ª. :urac10nes mientras monseñor Milingo hacía oracion . , das O que ar e en
d e a lgunas imagenes sagra sa con devoción.
cien. Oremos, el Señor piensa darnos lo que necesitarnos. prendidas en algunos santuarios Y que se u
. d o bendecidos son sacramen-
El agua, el aceite, la sal, exorciza os . 1 r por la intercesión de
tales. Pero aunque tienen una eficacia parucu ª 157

156
¡
1

111
1
11 1 111111 111 11
1

1
1 1 11
11


,.

1r ,-
..
'C. n que son usados la que les confiere la efica . * ·Qué valor protector tiene llevar en el cuel! · ,
es 1 a 1e @0 h c1a en ¿ h · o tmaqenes sa-
' - üos otros objetos de los que abla el que pregu
-t0s. ~ fi . d nta gradas? Se usan mue o medallas cruciliios ese l . 1
apu
"~-~==tales pero tienen la e reacia que a la fe, por m e di10
' 'J 1 ' Qlil'OS...
@Iil saGramen , d . d
n0 s, 1 . oca la intercesión que errva e su procedencia· d 1 Tienen segura eficacia si estos objetos son usado c.
1

ele la @a se inv d p d , · ea s con 1e, y no


. d L des del Niño Jesús e raga, y emas. c Orn o si fueran amuletos.
. . La oración usada para
· bend · • ,
ec1r 1as 1ma-
Virgen e our ,
genes sagradas insiste sobre dos conceptos: imitar las virtudes de
quien está representado por la imagen y se obtendrá la protección.
*
1engo u n vómito continuo
'T'.
d d de saliva densa
. .y, espumosa .
Ningún médico ha sabi o arme una exp 1zcaczon. Si alguie~ c_ree poder exponerse a pel~gros, como por ejemplo, ir a un
culto satamco, seguro de estar protegido contra consecuencias malé­
S1. sien
. te alivio, puede ser un signo de liberación de algún influ¡·o
ibid fi . ficas porque lleva en el cuello una imagen sagrada, se equivoca enor­
maléfico. A menudo quien h~ reci 1 o un m~ 1 e idc10, c?miendo 0 memente. Las imágenes sagradas nos deben animar a vivir coheren­
bebiendo algo hechizado, se libra_ de eso vomitan o sa!iva densa y temente la vida cristiana, como la imagen misma nos lo sugiere.
espu mosa. En estos casos aconsejo todo . , lo que se sugiere cuando
se presenta la liberación: mucha oración, sacramentos, perdón de * Mi párroco sostiene que el mejor exorcismo es la confesión.
corazón... lo que ya hemos dicho. Además, beber agua bendita y
Su párroco tiene razón. El medio más directo que combate a Sa­
aceite exorcizado.
tanás es la confesión, porque es el sacramento que arranca las almas
* No sé por qué soy tan envidioso. Temo que esto me pueda al demonio, da fuerza contra el pecado, une cada vez más a Dios,
llevando las almas a asemejar cada vez más su vida a la voluntad di­
perjudicar. Quisiera saber si los celos y las acechanzas pue­
vina. A todas las personas atacadas por maleficios aconsejamos la
den causar maleficios. confesión frecuente, si es posible, semanalmente.
Los pueden causar sólo si son motivos para hace~ un mal~ficio.
De lo contrario, son sentimientos que corroen a quien los tiene Y * ¿Qué dice, respecto de los exorcismos, el Catecismo de la
que, indudablemente, turban la buena armonía. Pense~os tam­ Iglesia Católica?
bién sólo en los celos de un cónyuge: no causan maleficios, ,P~ro Habla de ellos expresamente en cuatro parágrafos. En el_~- 517,
hace infeliz un matrimonio que hubiera podido tener buen éxito. habla de la Redención obrada por Cristo, recuerda también sus
No causan otros disturbios. exorcismos. En el n. 550 dice textualmente: "La venida del R;~no de
Dios es la derrota del reino de Satanás". "Pero si por el Espíritu ~e
* Se me ha aconsejado hacer a menudo oraciones de renun­ Dios expulso yo los demonios, es que ha llega?º ~ ustedes ~ Rei­
cia a Satanás. No he comprendido bien el motivo. no de Dios" (Mt 12 28). Los exorcismos de Jesus líberan a al_t>un~s
Es siempre muy benéfica la renovación de los votos bauti~males, hombres del tormento de los demonios. Anticipan la gran víctona
1
en os que afirmamos nuestra fe en Dios nuestra adhes10n · , ª El ' yre· de Jesús sobre "el príncipe de este mundo" Un 12• 3l).
. 1 .d s en el bautismo. "Puesto
nunciamos a Satanás y a todo lo que no~ viene de Él. El consejo q~: El n. 1237 trata de los exorcismos me m O d d u ínstízador el
se le ha dado supone que usted ha contraído ligámenes que de que el bautismo significa la liberación del peca O Y es d'dat; Ést; es
romper. El que frecuenta magos contrae un enea d enami· ento ma· d'1 61 ,
a o, se pronuncia uno o mas exorcrs
· mossobree 1 can 1 ·
b ante le impone las
1 e'fiico tanto con el demonio como' con el mago· así el que frecuenta d ung·d , enos y e 1 ce 1e r
1 o con el óleo de 1 os cate~um , . ' ente a Satanás. Así prepa-
sesiones espiritistas, sectas satánicas etc. Tod; la Biblia, sobre todºo rnanos, y el candidato renuncia exphcitam ¡ será admitido por
el An · ' . ., er to rado, puede profesar la fe de la Iglesia, ª 1 ª cua
tiguo Testamento, es una continua invitación a ron:iP
lazo con los ídolos y a dirigirse decididamente al único Dws. llledio del bautismo".
.. \

158
La mujer enemiga de Satanás

Con este título, La Mujer enemiga de Satanás, escribí durante me­


ses una columna en la revista mensual Eco de Medjugorje. El tema
se me ofreció por los continuos llamados que esos mensajes se re­
clamaban con tanta insistencia. Por ejemplo: "Satanás es fuerte,
es muy activo, está siempre al acecho; obra cuando disminuye la
oración, se mete entre las manos sin reflexionar, nos obstaculiza
el camino de la santidad; quiere destruir los planes de Dios, quiere
destruir los proyectos de María, quiere asumir el primer puesto en
la vida, quiere quitar la alegría; se le vence con la oración y con el
ayuno, con la vigilancia, con el Rosario; adonde va la Virgen, con
ella va Jesús y Satanás inmediatamente también se afana, es nece­
sario no dejarse engañar...".
Podría continuar de manera amplia. Es un hecho que la Virgen
nos pone continuamente en guardia contra el demonio, contra los
que niegan su existencia o minimizan su acción. Y nunca me ha
sido difícil, en mis comentarios, asumir las palabras atribuidas a la
Virgen -sean o no verdaderas las apariciones, que yo creo auténtí-
, cas- en relación con frases de la Biblia o del magisterio.
Todos esos pasajes se aplican bien a la Mujer enemiga de Sata­
nás, desde el comienzo hasta el fin de la historia humana; así com_o
la Biblia nos presenta a María; corresponden muy bien a las acti­
tudes que María Santísima ha tenido con Dios Y que nosotros de­
bemos imitar para llevar a cabo los planes de Dios sobre nosotros;
. · · que todos nosotros como
corresponden muy bien a 1 a experiencia
. . . b en lo cual entendemos
exorcistas podemos test1momar, con ase S ,
. 1 d la lucha contra atanas Y
bien el papel de la Virgen Inmacu a a, en fu d tal y
· lt esunrol n amen ·
en expulsarlo de aquellos a qmenes asad a, reflexwnar . en es e ca_
t
l
son los tres aspectos sobre los cua es es~
O
d ostrar cómo
, 1 cluir smo para em
ptni o de cierre, no tanto para_ con '., d María para derrotar
es necesaria la presencia y la mtervencwn e
a Satanás . . . Encontramos mme · d·iata-
1· Al comienzo de la historia h~ma':~a condenación, pero tarn­
mente una rebelión contra Dws,

160 \
,..... _.. . . . ~~
,---........-:---=~
111i!! ! ! _,,;,
. ...
11 111 1 ¡ ¡¡; F:!'
. gen, puede representar también la comunidad de los ere­
0i~n una esperan.za JI
en la que ya se vislumbra la figur d
' d · ª e Ma · im\es. El dragón rojo es "la serpiente antigua, llamada diablo o
.v, ael ffiij0 ijl!l8 ciar.rotara ese
ui. • d,emomo que había logra d o ha ria ~:~anás", como se dice en el versículo 9. De nuevo la actitud es
caen a l0s p11imeros padres, A an y Eva. Este primer a . cer de lucha entre las dos figuras, con la derrota del dragón que se -
., 1 "P
s alvacion, e rotoevange 10
1· ,, nuncio de j
. , que se encuentra. en G enes1s
, .
3 1
es. representado por los artistas con la. imagen de M aria , en ' 5 precipita sobre la tierra. ¡
titud de aplastar la cabeza de la serpiente. En realidad ac- Para quien combate contra el demonio, sobre todo para noso- j

base en las palabras del texto sagrado, es Jesús, es de • '/1 con tros como exorcistas, esta enemistad, esta lucha y el efecto final
., d 1 . " l
neracion e a mujer , e que ap asta a cabeza a Sat ,
1 1 cir, a ge
- tienen gran importancia.
el Redentor no eligió a María sólo por madre quis 0arias. ~ero . María en la historia. Pasemos al segundo aspecto, al compor­
· 1uso en 1 a o b ra d e 1 asa1vacion.
me · ' La representación ' de laasociar!
Vir ª 2 tamiento de María Santísima durante la vida terrena. Me limi­
que aplasta la cabeza de la serpiente indica dos ve d d . gen to a alguna reflexión sobre dos episodios y dos afirmaciones: la
, . . , 1 d ., r a es que
M ana
, participo 1 fr en a re encion y que María es el primero · · y el anunciación y el calvario; María Madre de Dios y María Madre
mas exce so uta de la redención misma. nuestra. Es de hacer notar el ejemplar comportamiento para
Si queremos profundizar todo cristiano, de poner en práctica los planes de Dios, planes
. , fi 'al del sentido exegético del texto, veamos- •
1 º en. "P1 a t radduccion
· o· ici e la CEI (Conferencia Epis copa 1 I ta 1.1a- que el maligno trata de obstaculizar con todos los medios.
na
d ¡ ) • on re
· enemistad entre ti y la muj er (Dios esta' con d enan- En la Anunciación María demuestra una disponibilidad plena; la
o a a s;rpiente tentadora), entre tu estirpe y su estirpe· ell t intervención del ángel atraviesa y embaraza su vida, contra toda
aplastara
h b Lla cabeza · y. , tú sólo tocarás su calcañar"• As'i d'ice e' 1 texto ªe imaginable espera o proyecto. Demuestra además una fe autén­
e reo. b a traducción • griega, llamada de los Setent a, poma , un tica, es decir, está basada únicamente en la Palabra de Dios, para
p:onom re m~sculmo, ~,s decir, una exacta referencia al Mesías: la cual "nada hay imposible"; podríamos llamarla una fe en lo ab­
~l ~e aplastara la cabeza . Mientras la traducción latina de san Je­ surdo (una maternidad en la virginidad). Pero también eviden­
rommo,
"Ell llamada Vulgata, t ra d ucia , con un pronombre femenino· cia el modo de obrar de Dios, como admirablemente hace notar
~ te aplastará la cabeza", favoreciendo una interpretación muy. la Lumen Gentium. Dios nos creó inteligentes y libres; por tanto
mariana. Hay que tener en cuenta que 1 a mterpretación • mariana Él siempre nos trata como seres inteligentes y libres. De ahí que
ya se d a b a mucho ante s, d es d e 1 os Padres mas , antiguos desde "María no fue un instrumento meramente pasivo en las manos
I reneo
del H"en adelante · En conc l usion, • , es evidente
. la obra de la' Madre de Dios, sino que cooperó a la salvación del hombre,con libre fe
Ytotal IJO, como se expresa el '' va t'icano 11 : "L a Virgen
. se consagró Y obediencia" (LG 56). Hay que resaltar sobre todo como
· ' del se con-
Verbo ha
misterio mente d a¡ I a persona
d . , Y a l ª-º b ra d e su Hijo, . contribuyendo al E
suma el más grande plan de Dios, 1 a ncarnacwn .' .
e ar~ encion bajo El y con Él" (LG 56). respetado la libertad de la creatura: "Quiso, el Padre de las dn:"ser1i­
., 1 d destinada prece iera a
Alfinal
misma esde la historia
d h umana. Encontramos incesantemente la cardias, que la aceptac10n de a ma re pre · había contr1bu1. .d o a d ar
cena de 1 uchª· "Una gran señal apareció en el cielo: una
Mujer vestid Encarnación porque, así co~o una muJer . a" (LG 5 6).
la muerte ' una mujer contribuyera . , a dar laa VId
temática que sera. m-
. ,
doce estrella ª ~ so 1 ' con la luna bajo sus pies, y una corona de
res del partos so re su cabeza; está encinta, y grita con los dolo- El último concepto ya hace alusIOn ª ~n p dres· la compa­
en el cielo· y con e1 torment 0 d e d ar a l uz. Y aparec10 ~ 1
· , otra sena mediatamente considerada por los pru;1eros ª cat; la desobe-
· un gran dra ' · . . ., , 1 b d. ·adeManaqueres
racion Eva-Mana, a o e ienci 1 0 b ¿·1 ricia de Cristo ha
i

nos y sobre s b gon rojo, con siete cabezas y diez cuer-


está por dar a luz sueza ~-siete
' us ca · d'iademas" (Ap 12, 1-3). La muJ:r • diencia de Eva, preanunciando cómo d~ ~ ~e Adán. Satanás
. . t la desobe 1enc1a
1

aunque segu'
'
y Hijo es Jesús; por ende la rnuj eres Maria
ne1 uso bíbl¡ '
i ico de dar más significados •
a la misma
rescatado defimtivamen e erolasconsecue ncias de su interven- ~~,
no aparece directamen t e, P 163
JI , •;,.
ra-

162

¡ i ¡·
-----
!. ! i11 11111 l'I~
p esa muerte es por la que todas las generaciones la llama11rán
b?rnaventurada, porque es Reina del cielo y de la tierra, ¡;>OFf!Ue
ieMediadora de toda gracia. Ella, humilde sierva de Dios, se ha
M es nvertido en la más grande de todas las creaturas desde esa
~ los pies de la cruz tiene lugar la segunda anunciación: "M . co s -
añí a tu hijo". Es a los pies de la cruz en donde la d' u¡e~, muerte. Gracias, mi enor.
he e b d' . 1spon1
bllídad de María, su 1e, su o e iencia se manifiestan con · i dos sus hijos, todos nosotros, miramos ahora al cielo con cer­
O
, fu t , h . una t a está abierto de par en par y el demonio está definitivamen­
evidencia aun mas er e, porque es mas eroica, respecto d 1
rimera anunciación. Para entenderlo debemos esforzarno e ª t:zd~rrotado en virtud de aquella muerte. Gracias, mi Señor.
P . . d V' spor
penetrar en los sent1m1entos e 1 a irgen en aquel momento. Cada vez que miremos un crucifijo, creo que la pri~er~ pala­
Emerge inmediatamente un inmenso amor unido al más de _ bra que debemos decir es: ¡Gracias! Y con estos sentun:1~ntos,
garrador dolor. La religiosidad popular se ha expresado con d~ de adhesión plena a la voluntad del Padre, de ~omprens~on del
nombres muy significativos, recalcados de muchísimas mane~ precioso sufrimiento, de fe en la victoria de Cristo a traves de la
ras por los artistas: la Dolorosa, la Piedad. No me alargo porque cruz como cada uno de nosotros tiene la fuerza de vencer a Sa­
a la evidencia de este sentimiento, se añaden otros tres suma­ tanás y de liberarse de él, si ha caído en posesión suya.
mente importantes para María y para nosotros; y en éstos me 3- María contra Satanás. Y volvamos al tema que más directamen­
voy a detener. te nos interesa y que se puede comprender sólo a la luz de cuan­
El primer sentimiento, es de adhesión a la voluntad del Padre. El to se ha expresado arriba. ¿Por qué María es tan poderosa ~ontr~
Vaticano II usa una expresión muy nueva y eficaz, cuando nos el demonio? ¿Por qué el maligno tiembla y huye ~nte la Virgen.
dice que María, a los pies de la cruz, era "amorosamente consen­ Si hasta ahora hemos expuesto los motivos doct:mal_es, es h~r:
de decir algo más inmediato, que refleja la expenenc1a de to o
tidora" (LG 58) a la inmolación del Hijo. El Padre lo quiso así;
Jesús lo aceptó así; también ella se adhiere a la voluntad divina, los exorcistas. .
1 gía que el demonio mismo
por terrible que pueda ser. Comienzo precisamente con ª apo 1 O
• . h h _
. Obligado por 0 10s, a a
He aquí el segundo sentimiento, sobre el cual poco se insiste y se vio obligado a hacer d e 1 a V1~gen.
que en cambio es el sostén de ese dolor y de todo dolor, María blado mejor que cualquier predicador. .
. ( 1· ) dos célebres predicadores
comprende el significado de aquella muerte. María comprende En 1823 en Ariano Irpmo Ave mo ' . fu invita-
, C . . 1 padre P1gnataro, eron
q~e es así, doloroso y humanamente absurdo, como Jesús triunfa, dominicos, el padre assiti Y e . todavía se discutía
. hacho En ese t1emp 0
rema, vence. Gabriel le había preanunciado: "Será grande, Dios d os a exorcizar a un mue · 1 da Concepción, que
le dará el trono de David, reinará para siempre sobre la casa de entre los teólogos la verdad de 1~ In~a~uyaun años después, en
Jacob, Y su reino no tendrá fin". Pues bien, María comprende que fue luego proclamada dogma de re t:em ª íeron al demonio que
e . • ¡ d cerdotes 1mpus1
/ precisamente de ese modo, con la muerte en cruz, como se rea- 1854. Pues bien, os os sa d . además le impusieron
izan aquellas profecías de grandeza. Los caminos de Dios no son demostrara que María era Inmacu 1 ª a, y oesía de catorce versos
nue~tros caminos, Y mucho menos los caminos de Satanás: "Te que lo hiciera media~te un s?:~:, ~~~!e que el endemonia~o
daretodos l os remos · d e la tierra, si te postras y me a d oras "· endecasílabos, con n~a obh~lfabeta. Inmediatamente Satanas
El tercer sen t'zmzento,
· era un niño de doce anos Y an
M , que corona todos los otros, es d e gra titud. · pronunció estos versos:
adn~ ve r:alizada de ese modo la redención de toda la humant· D' s que es mi Hijo
d ª , incluida la s
Es por esa mu t
uya que 1 e h a sido consagrada ant1c1pa
· · <lamente.
I macula-
Verdadera Madre soy de un IO M dre
.. d Él a pesar de ser su a .
y soy h 1Ja e , _ . H"

d M er e atroz como ella es siempre Virgen, n Ab aeterno nació El Y es mi uo,
a, adre de Dio s, M a d re nuestra. Gracias, m1. Senor.
-

164

::;í,. ....
---====--· ---~___,--·
e el ruemR0 fp nací, sin embargo, soy su Madre
ero poco a poco entra en el escenario María y entonces la , _
y
· "E s e_11 a qu~en
Psica cambia: · 1 o quiere,
· contra ella no puedo· hacer
mu
É1l es , i @11ealfary es mi Hijo; ·
lftº so)! su Gteatura y soy su Madre. nada; dile que deje de mterceder por esta persona; ama dema­
Es prodigio divino el ser mi Hijo siado a esta creatura; así para mí todo ha terminado.. :'.
un Dios eterno, y me tiene como Madre. También me ha sucedido varias veces, desde el primer exorcis­
El ser, casi es común, entre Madre e Hijo mo, que siento un jalón de orejas por la intervención repenti­
porque el ser del Hijo tiene a la Madre na de la Virgen: "Estaba tan bien aquí, pero es ella la que te ha
y el ser de la Madre también tiene al Hijo.
mandado; lo sé por qué has venido, porque es ella la que lo ha
Pues bien, si el ser del Hijo tiene a la Madre
o se ha de decir que fue manchado el Hijo ' querido; si no hubiera intervenido ella, no te habría encontrado
o se ha de decir que Inmaculada es su Mad re. nunca .. :'.
San Bernardo, al final de su famoso Discurso del acueducto, tra-
Pío IX se conmovió cuando, después de haber tando estrictamente temas teológicos, termina con una bella
dogma de la Inmaculada Concepción le , proclamado el
fue presentado en esa ocasión. , yo este soneto, que le frase: "María es toda la razón de mi esperanza".
Aprendí esta frase durante el tiempo en que desde niño espera­
Años antes un amigo mío bresciano el d . ba delante de la puerta de la celda número 5, en San Giovanni
ni, fallecido hace algunos años mien:ras ~:r r; Faus~1~0 Negri-
Rotondo; era la celda del Padre Pío. Después quería estudiar el
exorcista en el pequeño Santuario de 1 St J 11 era el ministerio de
contexto de esta expresión que, de inmediato, podría parecer
obligó al demonio a hacer la apología d a le v~' me contaba cómo
"p , • e a 1rgen Le p , simplemente devocional. Y me gustó la profundidad, la verdad,
¿ or que tienes tanto terror cuando ·. regunto:
Le respondió· "Porqu l nombro a la Virgen María?". el encuentro entre doctrina y experiencia práctica. Por ende, la
· e es a creatura má h ild repito gustoso a quien está desanimado o en la desesperación,
soy el más soberbio· es la , . s umi e de todas y yo
(a Dios); es la más p'ura y mas obeld1e,nte y yo soy el más rebelde como sucede frecuentemente a quien es atacado por maleficios:
yo soy e mas sucio" "María es toda la razón de mi esperanza".
Al recordar este episodio en 1
demoniado repetí 1 d '
.
_991, mientras exorcizaba a un en- De ella nos viene Jesús y de Jesús todo bien. Este ha sid~ el de­
' ª
María y le ordene' ( . ernomo la s pa a ras dºichas en honor a
l b signio del Padre, un designio que no cambia. To_~ª gracia ~~sa
sm tener la m' , · 'd por las manos de María, que nos obtiene esa efuswn de Espmtu
contestaría)· -La V' as rruruma 1 ea de lo que me
tudes. Tú ahora 1rdgebn Inmaculada fue elogiada por tres vir- Santo que libera, consuela, alegra.
me
cual tú tienes ta t · cua, 1 es la cuarta virtud, por la
e es de cir San Bernardo no duda en expresar estos conceptos con ~na de­
°
la única creatura. temor. Inmediatamente me respondió: -Es cidida afirmación que marca la culminación de_todo su discurso
ca fue tocada porf~:in:ie puede_vencer totalmente, porque nun- Y que inspiró la famosa oración de Dante a la Virgen:
Si de est d as pequena sombra de pecado.
e mo o habla el d • Veneramos a María
decir los exorcistas? Me . e~omo de María, ¿ qué no habrían de con todo el ímpetu de nuestro corazón,
mos: se experi·m · , limito a la experiencia que todos tene- de nuestros afectos, de nuestros deseos.
e todas las g enta . como M aria , es realmente la dispensa dora
d .. Así quiere quien lo estableció
racias porqu 11 dI que nosotros recibiéramos todo
H 1JO la liberacio' n d'e 1 dem e e· aees siempre la que obtiene · e
ª un endemon · d orno. uando se empieza a exorcizar
-
por medio de María.
d 1 xorcistas eJ\.-perimentan
bl adentro unia o.' uno d e aque 1 los que tiene realmente el d'ia-
0,
a qui ' o siente
10 Esta es la experiencia que to os os e
estoy bien d qu e l O msultan,
. que lo ridiculizan: 11'1
u d ' yo e aq ' no sa 1 dre, nunca· tú contra nu' n o siempre.
P e es hacer n ª d a·' eres dm ·
ernasíado '
débil, pierdes tu tiempo..."·
166

1111 1 1

1111 1
I!!! !
''
1 1
Conelusíóñ

A menudo es extraña la impresión que tiene un autor, cuando relee


el manuscrito terminado: tiene la impresión de haber dicho muy
poco respecto de cuanto se había propuesto al comienzo. También
yo me encuentro en esta situación. Los temas tocados son muchas
veces de tal vastedad que cada uno de ellos merecería una diserta-
ción mucho más amplio.
He tratado también esta vez de permanecer en los límites de la
discreción. He preferido exponer lo que me ha parecido más im­
portante, sobre cada una de las cuestiones, sin densos argumentos,
de manera que me puedan leer muchos, en vez de detenerme en un
enorme libro, que pocos puedan tener.
Creo y espero que muchos argumentos, solamente citados, lle­
ven a otros a profundizar los problemas con estudios adecuados.
Demasiados puntos me quedaron cerrados, salvo alguna iniciativa
individual. Hubiera querido entrar en seminarios y en las Univer­
sidades Pontificias, incluso para sugerir temas que requieren un
estudio patrístico-histórico, que actualmente nadie ha hecho.

El futuro está en las manos de Dios


Si me lo permiten quiero decir que soy consciente de haber ofre­
cido, a los lectores de este libro, un trabajo con muchos contenidos
originales, que son fruto no sólo del estudio, sino también de la
larga experiencia del padre Cándido Amantini ~ de mi_ inte~sa ex­
periencia personal, basta decir que, en poco mas de diez anos, _he
administrado más de treinta mil exorcismos. Muchas observacw­
nes, problemas, dificultades e intentos de solución, nunca han sido
escritos antes.
Soy particularmente grato de la verificación que re~iba de m~s
cofrades exorcistas, creo, en todo caso, si el Señor lo qmere, segmr
profundizando.

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Oraciones de liberación del espíritu del mal

*Al Señor Jesús


Oh Jesús Salvador,
Señor mío y Dios mío
mi Dios y mi todo,
que con el sacrificio de la cruz nos has redimido,
y has derrotado el poder de Satanás,
te ruego que me liberes de toda presencia maléfica
y de toda influencia del maligno.
Te lo pido en tu nombre,
te lo pido por tus llagas,
te lo pido por tu sangre,
te lo pido por tu cruz,
te lo pido por intercesión de María,
Inmaculada y Dolorosa.
La sangre y el agua
que brotan de tu costado
desciendan sobre mí
para purificarme, liberarme y curarme. Amén.

A María
Oh augusta reina del cielo
y soberana de los ángeles,
a ti que recibiste de Dios
el poder y la misión
de aplastar la cabeza de Satanás,
te pedimos humildemente
que nos envíes legiones celeStiales,
Sangre de Cristo que das vida a las vírgenes.
Sangre de Cristo, socorro en los peligros.
Sangre de Cristo, ayuda de los oprimidos.
Sangre de Cristo, consuelo en el llanto.
Sangre de Cristo, esperanza de los penitentes.
Asan Miguel Sangre de Cristo, alivio de los moribundos.
San Miguel arcángel, Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones.
defiéndenos en la pelea; Sangre de Cristo, prenda de vida eterna.
sé nuestro amparo Sangre de Cristo que liberas las almas del purgatorio.
contra la maldad y las asechanzas del demonio· Sangre de Cristo, digna de todo honor y gloria.
reprímalo Dios como rendidamente '
te lo suplicamos.
Oración para bendecir los lugares para vivir y trabajar
Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial yisita, oh Padre, nuestra casa (negocio, oficina ... ) y mantén
' alejadas las acechanzas del enemigo; vengan los santos ángeles a
'1 armado del poder Divino,
1 custodiarnos en la paz y tu bendición permanezca siempre con no-
i
¡ precipita al infierno a Satanás
¡r sotros. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
ij Y a todos los espíritus malignos Señor Jesucristo, que mandaste a tus discípulos a invocar la paz
que para la perdición de las almas sobre todos los que viven en las casas en donde entraron, santifica, te
1' andan por el mundo. Amén. pedimos, esta casa por medio de nuestra confiada oración.
Derrama sobre ella tus bendiciones y la abundancia de la paz.
Letanías de la Preciosísima Sangre Llegue a ella la salvación, como llegó a la casa de Zaqueo, cuando

Sangre de Cristo, Unigénito del Pad re: sa'l vanos tú entraste en ella.
Manda tus ángeles para que la custodien y para que saquen de
Sangre de Cristo, Verbo de Dios Encarnado. .
ella cualquier poder maligno.
Sangre
S de
d Cristo
. ' d errama d a sobre la tierra en la agonía. Concede a todos los que habitan allí, agradarte por sus obras
angre e Cnsto, vertida d e l ª fl agelación
espinas. . , y de la coronación de virtuosas, tanto que merezcan, cuando sea su hora, ser acogidos en
tu morada celestial.
Sangre de Cristo, derramada sobre la c Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
Sangre d c . ruz.
e nsto pre d d
Sangre d C . , . n a e nuestra salvación.
e nsto sin la cual no h , Oración contra el maleficio
Sangre de C . ay perdon.
nsto bebid , . Señor Dios nuestro, oh soberano de los siglos,
y purificación d; l l a eucanst1ca
as a mas omnipotente y omnisciente, tú que has hecho todo
S an gre d e Cristo, vencedo . d y que todo lo transformas solamente con tu voluntad;
Sangre de Crist e r e los demonios.
o, fortaleza de l , . tú que en Babilonia transformaste en rocío
Sangre de c . . os martíres. "
!!B",
nsto ' vigor d e 1 os confesores 173 . l'l!!!"-
1 11111"!
172 .
---·-,. -~
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1111 ••
1 !!'p-, .
índice

te pedimos y te invocamos,
que reprimas, expulses y ahuyentes todo poder diabólico 5
' Introducción
toda presencia y maquinación satánica,
Se busca un exorcista 9
toda influencia maligna, todo maleficio o mal de ojo
Testimonios 15
de personas maléficas y malvadas cometidos contra tu siervo.
Carta a mi obispo 15
Haz que, en cambio, de la envidia y del maleficio 19
La impresión de un famoso teólogo francés
obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad. Un freno a la invasión de los médicos charlatanes 20
Tú, Señor, que amas a los hombres,
~,1 23
extiende tus manos poderosas y tus brazos Cristo contra Satanás
Testimonios 30
altísimos y poderosos y ven a socorrer
¿Quién es Satanás? ¿Quiénes son los demonios? 30
y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella
el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y del cuerpo, En mi nombre expulsarán a los demonios 35
¡ que aleje y expulse cualquier fuerza malvada, Testimonios 41
1
Sólo un exorcista podía ayudarme 41
1
todo maleficio y hechizo de personas corruptoras
y envidiosas. He encontrado el camino justo 45
De modo que tu suplicante protegido con gratitud cante: Satanás en acción 47
"El Señor es mi Salvador 52
' Testimonios
52
no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre". Pablo VI nos habla de Satanás
59
Sí, Señor Dios nuestro Influencia nociva de algunas músicas
' 63
ten comp asion
· ' d e tu imagen
· y salva a tu siervo... Cómo reconocer las presencias malignas
por intercesión de la Madre de Dios 69
Testimonios 69
y siempre Virgen María, Una comunidad religiosa muy comprometida
71
de los . resplandecíien t es arcangeles
, ,
y de todos tus santos. Amen. Soy enfermera en psiquiatría
(Del ritual griego) 75
Exorcismos y oraciones de liberación
81
Testimonios 81
Algunos episodios de liberación ., 87
Un obispo promueve las oraciones de liberacwn

174

'
91
100
100
103
105
IDificultades y problemas abiertos
107
Testimonios 116
Un exorcismo en equipo 116
Una calma y un silencio total: Angelo Battisti 119
Una extraña visita 123
Infestaciones 127
Testimonios 134
' 1
Primero el médium, luego el exorcista 134
De la infestación a la posesión 137

1
Preguntas y respuestas 143
¡

Exorcistas y magos 143


Problemas de doctrina 146
Preguntas varias y síntomas particulares 150
Hablemos de Satanás 152
Medios de liberación 156

La mujer enemiga de Satanás 161

Conclusión 169
El.futuro está en las manos de Dios 169

Oraciones de liberación del espíritu del mal 171

TALLER SAN PABLO


IMPRE BOGOTÁ
SO EN COLOMBIA - PRINTED IN COLOMBIA

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